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Cárgate de energía en Álava
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Álava es el primer destino con una propuesta turística basada puntos de recarga de carga para vehículos eléctricos cercanos a recursos naturales, históricos, culturales y gastronómicos
Cárgate de energía en Álava
www.alavaturismo.eus
Una propuesta para disfrutar de este atractivo destino en vehículo eléctrico.
Álava es verde. Cinco parques naturales, humedales protegidos, playas de interior con bandera azul, paisajes singulares como el salto del Nervión y el Valle Salado y más de 1.200 kilómetros de senderos marcados y vías ciclistas son sólo algunos síntomas de que alavesas y alaveses llevan en su ADN el respeto por la biodiversidad y el medioambiente. Álava da ahora un paso más y se convierte en el primer destino con una propuesta turística basada en infraestructuras de carga de vehículos eléctricos cercanas a recursos naturales, históricos, culturales y gastronómicos. Y lo hace con un doble objetivo: dar respuesta a una demanda en crecimiento y fomentar la movilidad y el turismo sostenible. ¿Te apuntas? Este innovador proyecto se concreta en la ‘Guía de rutas en vehículo eléctrico’ disponible en formato online en la sección de descargas del portal web alavaturismo.eus y en formato papel en las oficinas de turismo de la provincia. Su contenido se encuentra traducido al inglés para llegar al mayor número posible de viajeros.
Este innovador proyecto se concreta en la ‘Guía de rutas en vehículo eléctrico’ disponible en alavaturismo.eus y oficinas de turismo
Puerta Sur de Peñacerrada.
La guía recorre todas las comarcas alavesas con la red de cargadores como nexo de unión y combina información práctica para recargar las baterías del vehículo e ideas para recargar de energía a las personas viajeras a través de villas medievales, castillos y torres, paisajes sorprendentes, actividades al aire libre, experiencias enogastronómicas y un largo etcétera. Nuestra ruta puede comenzar en la comarca de la Montaña Alavesa, en un pequeño pueblo amurallado, Antoñana, donde se puso hace varios años la primera piedra de la red de cargadores que convertirían a Álava en una referencia de la movilidad sostenible. Este punto de recarga sirve también como punto de partida para descubrir toda la zona. Y descubrir en primer lugar Antoñana, una villa fortificada fundada en 1182 sobre un antiguo fuerte. Edificios palaciegos con escudos, casas-torre, arquitectura popular de piedra y madera, y pasadizos reciben al visitante. Merece la pena visitar el centro de interpretación del ferrocarril Vasco-Navarro, línea férrea convertida hoy en vía verde. Apenas a veinte minutos de Antoñana se encuentra Bernedo, uno de esos pueblos de cinco calles en los que el tiempo parece suspendido, una metáfora urbanística de la paz. Además de su sosiego, es puerta de entrada al Parque Natural de Izki, paraíso de senderistas, aficionados al birding y amantes del ciclismo de montaña. Desde el punto de recarga de Antoñana es aconsejable visitar Peñacerrada para fotografiarse junto a su muralla y puerta medieval de arco apuntado. Damos un salto para adentrarnos en la comarca de la Llanada Alavesa con el cargador de la localidad de Araia como campo base. Araia acoge el centro de interpretación del Parque Natural Aizkorri-Aratz y es punto de partida para ascender algunas de las cumbres vascas más emblemáticas entre hayedos, dólmenes y leyendas de la mitología vasca. Es imprescindible visitar el mítico túnel de San Adrián, una abertura que
comunica Gipuzkoa y Álava atravesando una montaña de roca en un entorno espectacular; alguna de las queserías donde se elabora el queso Idiazabal; y pasear entre las murallas y casas porticadas de la localidad de Salvatierra, capital de la comarca. Álava es naturaleza, pero también vino y bodegas… en Rioja Alavesa. Podemos empezar a degustar su gastronomía en Bodegas Eguren Ugarte mientras nuestro vehículo recupera fuerzas en el cargador de su aparcamiento. Tras el oportuno descanso es el momento de recorrer las estrechas calles de Laguardia. Esta villa medieval se encuentra horadada por bodegas o cuevas familiares que hacen que sus calles sean totalmente peatonales, y su caserío está formado por edificios renacentistas y barrocos en cuyas fachadas se pueden contemplar hermosos escudos. En los extremos de la población sus dos iglesias: San Juan Bautista y Santa María de los Reyes. La explosión sensorial que destila la comarca se va conformando en cada parada. Múltiples son las opciones, múltiples los escenarios: desde viñedos hasta arquitectura. Esta última lleva hasta Elciego, uno de los pueblos cuya historia se remonta al siglo XI y cuyo atractivo turístico principal viene enmarcado por el edificio de las Bodegas Marqués de Riscal, diseñado Frank Gehry. Del sur al norte… a la comarca de Ayala para que coche y viajero repongan energías en el Hotel Arcos de Quejana. Con las pilas cargadas podemos adentrarnos en una oferta cultural de primer nivel: el bosque pintado de La Robleda de los Sueños, el Conjunto Monumental de Quejana y los Museos Etnográfico y Santxotena en Artziniega… Nuestro paso por Ayala exige visitar sus bodegas de txakoli y queserías y, por supuesto, dejarse sorprender por el espectáculo del salto de agua más alto de España, el salto del Nervión. Un secreto: acercarse al embalse de Maroño para pasear y disfrutar de una de las mejores vistas de Álava con la lámina de agua y la Sierra Salvada en el horizonte. Nuestro recorrido ‘eléctrico’ termina con dos comarcas limítrofes con la ciudad de Vitoria-Gasteiz: Añana y Gorbeialdea. Tras pasear por la Almendra Medieval y el Anillo Verde de la capital alavesa, un buen plan es poner rumbo a la comarEstación de recarga en Antoñana.
ca de Añana para cambiar el verde por el blanco del Valle Salado. Desde allí dos opciones a cual más tentadora: el Parque Natural de Valderejo y su desfiladero del río Purón, y la Torre de los Varona y su interesante visita guiada. Añana ofrece puntos de carga para nuestro vehículo en Lopidana y Espejo. Gorbeialdea es la etapa final con el apoyo de la estación de recarga de Murgia. Aquí la naturaleza es la protagonista con los extensos bosques de hayedos y robledales y rutas senderistas del Parque Natural Gorbeia, la cascada de Goiuri y el entorno del Santuario de Oro. Un reto: subir al monte Gorbea (1.481 metros) y fotografiarse junto a la emblemática cruz que lo corona. Valle Salado.