Mi nombre es Sheila Gissel Carrillo Romero, mi primer nombre tiene como significado “Bienvenida” mientras que el segundo
corresponde a
“felicidad”. En seguida contaré la historia de mi vida y como nos dice Andrea Sánchez, hay que tener una relación entre el pasado y el presente; por lo que tendré que trasladarme al pasado para entender un poco más las bases que me formaron como persona. Nací un martes del día 10 de septiembre de 1996, en la Ciudad de Zacatecas, en aquel tiempo el clima aún se encontraba estable por lo que así el hermoso otoño comenzaba a apreciarse. Días después de nacer, me trasladaron a Jerez, Zacatecas, donde sería mi hogar por unos años. Tuve la dicha de nacer en una maravillosa familia, la cual está conformada por María del Refugio Romero Robles que es mi hermosa madre, Adolfo Carrillo Bermúdez quien es mi padre, y finalmente Itzel Yoshinory y Brenda Lizzeth; mis hermanas. Para que la vida sea valorada realmente, necesitamos haber vivido experiencias desagradables y yo, tengo algunas que han marcado mi vida desde pequeña. Tres meses después de mi nacimiento, tuvieron que hospitalizarme debido a una crisis asmática que sufrí, estuve varios días internada, hasta que al fin el doctor me dio de alta para poder pasar el año nuevo alrededor de toda mi familia. Así fue como el asma se convirtió en algo permanente en mi vida, ya que hasta la actualidad aún sufro de estas crisis. Fueron pasando los días, y cuando menos lo esperé me encontraba iniciando mi educación Preescolar, aquí fue donde aprendí las bases necesarias para mi educación futura y fue también en esta etapa donde conocí a mi mejor amigo, quien corresponde al nombre de Daniel Alejandro Hernández Martínez. Desde entonces la amistad ha tenido un significado importante, ya que lo relaciono con un cariño de familia. SHEILA GISSEL CARRILLO ROMERO
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Después de tres años en el preescolar, se llegó el momento de continuar mis estudios de educación básica, pero ahora a nivel primaria, a la cual corresponde el nombre de “Francisco García Salinas” se encuentra ubicada en la zona céntrica del municipio, mi madre estuvo brindando sus servicios como docente en esta institución por más de una década, debido a que mi mamá era la encargada de los desfiles que se presentan alrededor de ciclo escolar (incluidos los carros alegóricos, banderín y bastoneras) desde el primer año participé en éstos, el primer año de primaria participé en el banderín, caracterizada por “Bilma” de los Picapiedras, y desde el segundo año hasta el quinto participé en las bastoneras con un atuendo diferente cada año, para concluir en el último año de primaria participé en la escolta, ésta se elegía según el promedio. Comenzó la adolescencia y con ella los cambios, tanto de escuela y cuerpo como emociones. La secundaria es para muchos una de las mejores etapas académicas o mejor dicho sociales, sin embargo para mi, paso desapercibida, ya que dejé de participar en los eventos socioculturales (a menos que fueran obligatorios) y me dediqué a entrenar futbol aunque fuese un tanto peligroso por mi enfermedad, por lo que sólo lo practicaba algunas veces al mes. Cuando estaba en casa sin cosas por hacer, leía al menos un libro al mes. En etapa de la preparatoria, volví a desarrollarme más socialmente ya que volví a participar en todos los desfiles que hay en el municipio, e incluso llegué a ir a algunos municipios de estado a presentar bailables. Me atrevo a decir que fueron los 3 años que más disfruté, incluso participé en dos ocasiones en un concurso de dibujo, pude comenzar a “practicar como si fuese docente” ya que daba algunas clases de lectura y redacción para SHEILA GISSEL CARRILLO ROMERO
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alumnos que tenían problemas en la materia. La prepa en la que realicé mis estudios, fue en la prepa de la UAZ plantel V, era una prepa pequeña, que sólo tenía 9 salones y la matrícula de éstos eran de 18 alumnos aproximadamente, todos tenían una buena comunicación, no existían pleitos entre los mismos, incluso todos se brindaban apoyo para lo que necesitaran. Cuando finalmente, se llegó el momento de entrar a un nivel educativo más alto, como lo es la institución en la que me encuentro, día con día podía observar que en la capital de Zacatecas, la gente siempre va deprisa, por la calle, en la escuela, trabajo, etc. He podido observar que realmente no es difícil el poder tener una buena nota, incluso es muy fácil aprender. Existen acciones que no necesitan ser dichas para valorarlas, y una de ellas es el saber que tengo una familia que daría hasta la vida por mi. Ahora me encuentro en la etapa más feliz de mi vida, ya que tengo el privilegio de ser madre, quizá me casé muy joven, pero me encuentro dichosa al tenerlos conmigo.
SHEILA GISSEL CARRILLO ROMERO
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