Observación y Análisis de la Práctica Educativa
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Reporte de lectura “Ser maestro; prácticas, procesos y rituales en la escuela normal” por: Eduardo Mercado Fecha de entrega: 10 de febrero de 2015. Herramientas conceptuales y metodológicas para repensar la formación inicial de los maestros. Aprender a ser maestro es el resultado de una compleja red de situaciones en la que se anudan la propuesta curricular y el conjunto de tradiciones, valores, creencias y símbolos que configuran lo que se conoce como cultura magisterial y están latentes en la microcultura de la Escuela Normal. La interacción en la configuración de una forma de ser. Formarse como maestro requiere de un largo proceso de escolarización. Institucionalmente, la formación profesional de los maestros se desarrolla a partir de una propuesta curricular racionalmente pensada y estratégicamente estructurada. Los planes de estudio también aluden al modo de ser que debe forjarse y a los valores que tendrían que orientar la formación. La transmisión de cultura y de la socialización en el proceso formativo, resultan tener gran afectividad para perpetuar la tradición histórica del magisterio con las creencias, valores y cosmovisiones que ésta conlleva y que contribuyen a configurar una espisteme y un ethos. El estudiante adquiere institucionalmente los conocimientos, habilidades y destrezas que, de acuerdo con los planes y programas de estudios y el proceso de promoción escolar, se consideran necesarios y autorizan a quien ha cumplido con los requerimientos de la institución a ejercer el trabajo de maestro. En otro extremo se trata e la interiorización y apropiación de valores y tradiciones que conducen no sólo a saber que se está obteniendo a la certificación institucional para ejercer una práctica profesional como maestro.
Sheila Gissel Carrillo Romero
2 Observación y Análisis de la Práctica Educativa La interacción se hace posible en la medida que la acción de un individuo estimula y demanda la reacción de otro; es a través de la interacción y el intercambio con los otros como aprendemos a desenvolvernos social y culturalmente. El proceso de interacción implica, compartir significados que se atribuyen en relación con los objetos, la historia y los contextos, la interacción se construye a partir de relaciones asimétricas en las que se juegan relaciones de poder e interés. Los estudiantes, al interactuar, interiorizan y hacen suyo el conjunto de prácticas posibles para desenvolver con eficiencia en el ámbito escolar. Es decir, no sólo desempeñan el rol de estudiantes, sino que aprenden el oficio de estudiante. Cultura, sistema social e identidad. El aula de clase se constituye en microcosmos donde confluyen de manera diversas las normas, valores, tradiciones, rituales y símbolos expresivos; interpretar la cultura consiste en poner a prueba la capacidad de apropiación de los símbolos y sus significados, ya sea de manera inconsciente o deliberada.
Sheila Gissel Carrillo Romero