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Íconosdepersonasmayorescomounderechosocial
from Patrimonio Mayor
Integrantes:
Francisca Demanet
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Giulia Malesani
Roberto Simoncello
Cantiga de la memoria rota
Vino a nadar la playa entre mis rocas
El mar me ha contemplado la tras-ola
El barco ha timoneado mi carcaza
Y escucha mi rumor la caracola
El calor se despoja de mi lana
La oveja me trasquila en cada estío
Mi padre bebe de mi vino brusco
Y mi madre se cuelga de mi abrigo
Un caballo y su espuela me cabalgan
Un camino me pisa diariamente
Los zapatos del polvo me han hollado
Y el sol me considera un inclemente
La tierra ha preparado mi piel llana
El arado me surca embravecido
El trigo ha dispersado mis semillas
Y el pan con diente claro me ha mordido.
Un caballo y su espuela me cabalgan
Un camino me pisa diariamente
Los zapatos del polvo me han hollado
Y el sol me considera un inclemente
Que quema con sus rayos a la gente
El frío hace un chamanto con mi sangre
La boca de un aullido me proclama
La casa que me habita no me barre
Y sobre mi extensión duerme una cama
La puerta me golpea en busca de alguien
La lágrima me enjuga en dos pañuelos
Un espejo se mira en mis ultrajes
Y hay un libro que lee en mi desvelo
Un celaje contempla mi caída
El malhechor comenta mi mal paso
Un país me ha buscado sobre el mapa
Y no ha encontrado nunca el menor trazo
Y esa herida me venda la amargura
Y la muerte se duerme entre mis brazos.
Patricio Manns,1990.
Presentación
El siguiente documento se enmarca en el concurso abierto “Íconos de Personas Mayores sin Discriminación”, realizado por la Universidad de Valparaíso, a través del Centro Interdisciplinario para el Adulto Mayor “GERÓPOLIS” – CIDAM.
La creación de los íconos, así como el norte del proceso de diseño e interiorización en la temática está relacionada con la revitalización de los años de vida de las personas mayores, en verdad no hay adultos, solo niños envejecidos1. Así, el principio trasversal que sostiene esta memoria de diseño es el fortalecer la dignidad, la participación e inclusión, el respeto y la autonomía de los adultos mayores en los espaciospúblicos y privados, de manera de cualificarsu vidacotidiana ydoméstica.
Para ello, se integran perspectivas de algunas identidades étnicas, de orientación sexual, inclusión de género y de discapacidad, con el objetivo de revelar y abarcar la pluralidad y heterogeneidad del grupo mayor, para hacer frente a preguntasque iban emergiendo paralelamente al desarrollodel documento.
Acorde con lo anterior, los significados constituyen también un eje transversal del pequeño estudio, como una actividad reflexiva de la conciencia y, por tanto, aprendida a partir de la experiencia corporizada. Desde ahí, que cada persona es portadora de significados y vivencias, de manera que el mundo social está enelcuerpoy forman estructuras particulares de subjetividade historicidad.
La necesidad de reivindicar los relatos y testimonios, los procesos de deconstrucción y construcción a partir de sus cambios, matices, compases, dificultades y efectos, y la propia individuación particular del ser viejo, es que se trabaja y vitaliza la temática. La apropiación de sí mismos y del cómo deciden vivir, configuraun puntode partidaantes deentrar.
Introducción
¿A qué edad se es viejo? Ante esta pregunta priman los discursos de índole demográfico, médico y económico sobre las personas mayores. Al no pensar en la vejez, se focalizan en el número, el cuerpo y el costo2. Pierre Bourdieu afirmaba “la edad es un dato biológico, socialmente manipulable”, que si bien es importante cuantificar, la temática del Adulto Mayor no se reduce a una comprensión estadística. Se valora y acoge como una referencia numérica que permite dimensionar y abordar el trabajo desde distintos puntos de vista, los que unavez integrados, articulan ydan sentido aunarealidad.
A envejecer bien se aprende, tomando en consideración que la salud es un derecho humano fundamental consagrado en la Declaración de los Derechos Humanos de 1948 y reconocido en la Constitución de la República de Chile en su condición de indicador central en la calidad de vida de la población.3
En el mundo social, la experiencia está conformada por procesos complejos de construcción y reconstrucción sostenidos en el tiempo, que se van enlazando a partir de una “multiplicidad de ingredientes de diferentes momentos de la vida: la experiencia laboral, el origen familiar, los proyectos personales, los deseos con vistas al futuro, la actividad de oficio presente, y el entorno relacional en el que cada cual está inserto” (Mella, 1998). De esta manera, las personas mayores, sean activas o inactivas, evidencian un fuerte aislamiento espacial y cultural, al estar al margen de la estructura de oportunidades sistémica, desde donde la incomunicación, la vulneración de una memoria común y la soledad alcanzan una dimensión importante ensus vidas, relacionadaprincipalmente con el ejerciciode sus derechos.
Ahora bien, la adaptabilidad funcional, los recursos personales y la generación de redes, disminuyen distancias y acercan al Adulto Mayor a la esfera social desde su propio interés e historia, haciéndose de un lugar en el espacio público a través del contacto y del encuentro cara a cara. A partir de esasexperiencias,es que las personas trascienden el mundo social en términos utilitarios, y se les reconoce, reafirma y escucha como un patrimonio viviente y humildemente poderoso. Observar, contemplar y compartir con una persona mayor sus formas de vida, sus madrugadas, sus hábitos y ritmos cotidianos, implica distinguir la profundidad de ir armando y desarmando recuerdos y narraciones, que permiten entrever un entramado de significados, relaciones sociales y prácticas que dan vida y conforman su propia identidad etaria. Así, esta memoria de diseño se hace cargo del sentido que la sociedad le otorga al Adulto Mayor, como también, el reflejo del mundo viejo, que suele reflejar elementos esenciales y simples, como porejemplo, la disciplina, el respeto y la inclusión dediversidades.