17/2/2015
Rosaura Barahona/ Veinticinco años - vLex Global
Rosaura Barahona/ Veinticinco años ID vLex: 78262680 http://norte-monterrey.vlex.com.mx/vid/rosaura-veinticinco-78262680
Autor: Rosaura Barahona Veinticinco años son muchos o pocos, según se vea. Alguna vez leí una anécdota de Einstein que suena falsa, pero que conociendo el humor del que hacía gala, también tiene visos de verdad. Dicen que alguna persona de esas que buscan una explicación simple a todo, le preguntó en una reunión si le podía explicar la teoría de la relatividad. Einstein, molesto por la inoportuna petición, respondió: "Mire, si usted se sienta al lado de una mujer bella e inteligente durante 20 minutos, le parecerán 20 segundos; pero si se sienta 20 segundos en una plancha caliente, le parecerán 20 siglos; ésa es la relatividad". Es evidente que el preguntón no se refería a esa relatividad, pero a eso, precisamente, me refiero yo cuando digo que 25 años son muchos o muy pocos. Aunque, en rigor, sea el mismo tiempo le garantizo que 25 años de sufrimiento, no parecen durar lo mismo que 25 de tranquilidad y paz. Una generación de licenciados en Comunicación del Tec cumplirá pronto 25 años de egresados. Hace cinco, el festejo se llamó "Nos cayó el veinte". Inexplicablemente, todos siguen tan chavales como cuando les dimos clases. ¿Será porque nosotros seguimos tan jovenazos como cuando fuimos sus maestros? Tal vez. No puedo creer que hayan pasado 25 años. Hago cuentas y aunque la cronología oficial dice que es un cuarto de siglo, mi espíritu y mis recuerdos dicen otra cosa. Y como siempre le he creído más a mi espíritu que al calendario, sé que encontraré a los mismos chavos inquietos, aunque varios de nosotros ya le hayamos dado clases a sus retoños. Por eso me cuesta trabajo aceptar que también la Universidad Mexicana del Noreste cumple 25 años de estar por aquí, como cuchillito de palo. Me pregunto si no habrán sacado mal las cuentas; son muchos años para que se hayan pasado con tal fugacidad. Al Ing. Juan Antonio González Aréchiga, su Rector, lo conozco desde el 58. Primero lo conocí como a uno http://app.vlex.com/#WW/search/*/%22Universidad+Mexicana+del+Noreste%22/p8/vid/78262680
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de los mejores maestros de mis hermanos, primos y amigos. Lo respetaban por sus conocimientos y preparación, pero lo que más admiraban en él, era su capacidad para buscar el toque humano en todo lo que enseñaba, hacía o decía. Sigue igual. Y me da mucho gusto. En 25 años, las personas y las instituciones tenemos oportunidad de cambiar mucho. La decisión que nos lleva a un cambio siempre tiene alternativas y, como dice Borges, ante la bifurcación del camino sólo se puede tomar uno. A veces escogemos tras una profunda reflexión; a veces, instintivamente. Sin embargo, nos vaya bien o mal, en algún momento del camino, nos preguntamos qué hubiera sucedido de haber tomado el otro. Jamás lo sabremos. Pero hay decisiones sin duda acertadas. La UMNE es una de ellas. De la UMNE oí hablar desde antes de su fundación. El ingeniero González Aréchiga siempre hablaba de ese proyecto. De cómo con talento, ingenio, trabajo y algunos recursos, se podía ayudar a preparar mejor a personas que, en principio, no pensaban que podrían acceder a la educación. Varias veces, la UMNE me ha invitado a dar pláticas y algunas conferencias. Siempre he encontrado grupos receptivos, atentos y con muchas ganas de aprender. La UMNE es mixta y ofrece una gama amplia de programas y, sin duda, ha sido una de las cartas más fuertes en América Latina, en cuanto a programas educativos que apoyen a las mujeres para estudiar. Las mujeres casadas rara vez pueden ser estudiantes de tiempo completo. La UMNE las anima a terminar su bachillerato e iniciar una carrera. Piano, pianito, si es necesario, pero con constancia. Cuando acuerdan, ya están a punto de graduarse. Conozco a muchas mujeres que ahí se han transformado. Empezando por la propia esposa de Juan Antonio, Beatriz Ramírez Wiella, que estudió en el Tec y después se convirtió en una pieza clave dentro de la propia Universidad. Cuando dicen que con recursos limitados no se puede hacer mucho, siempre pienso en la UMNE. Nunca he hablado sobre este asunto, pero es evidente que hacen milagros. Y cuando vemos surgir, todos los días, en cualquier esquina "universidades patito" que deberían usar como logo el signo de pesos, agradecemos la honestidad de quienes han dado la lucha, en serio, todo este tiempo. El espacio no me da para ocuparme de todo lo que la UMNE ha significado, significa y continuará significando para miles de personas en ésta y en otras ciudades. Tampoco para mencionar siquiera los programas que ofrece y la enorme ayuda que presta a otros grupos e instituciones, haciendo gala de una generosidad no común por estos lares. Si no digo que Juan Antonio tiene un equipo excepcional, me llamará para recordarme mi omisión, así que lo digo: tiene un equipo de personas leales, honestas y trabajadoras que han configurado el perfil de la UMNE dentro de las líneas de lo humanístico, su vocación irrenunciable. http://app.vlex.com/#WW/search/*/%22Universidad+Mexicana+del+Noreste%22/p8/vid/78262680
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Felicidades a la UMNE completa, pero, sobre todo, felicidades a los regiomontanos por tenerla aquí. Debemos agradecerle su contribución a esta comunidad, y entre más pronto lo hagamos, mejor.
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