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Para mí, Godoy Cruz es todo

Daniel Oldrá:“Para mí, Godoy Cruz es todo”

Si hay algo que ha caracterizado a nuestro querido Godoy Cruz Antonio Tomba a lo largo de sus 100 años de historia, es el desarrollo de un sentido de pertenencia muy fuerte de todos aquellos que se relacionan día a día con la institución de alguna manera. La energía de su gente, su historia, su esfuerzo y sus colores hacen que la Bodega tenga un espíritu atrapante e inspirador. Jugadores, profes, dirigentes, hinchas, padres, abuelos… el Tomba ha logrado ganarse un pedacito del corazón de cada uno, y eso le ha permitido formar la gran familia que hoy festeja este histórico aniversario.

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Para reflejar ese sentimiento, repasamos la vida de una persona que forma parte del pasado, presente y futuro de nuestro club. Se trata de Daniel Oldrá, que en el año 1987 con 20 años salió de las inferiores y debutó en Godoy Cruz. Más tarde, siguió sus pasos por River Plate y Blooming de Bolivia, pero con el tiempo volvió al Expreso, a su casa, y fue en 1993 cuando el “Gato” Oldrá llegó para ser parte del plantel del 94´. “Mi mejor recuerdo dentro del club, es el ascenso del 94’ y ganarle dos partidos a la Lepra como técnico” comentaba el actual manager del equipo.

“El primer ascenso al Nacional B conseguido aquel 19 de junio en Misiones, fue uno de los grandes cimientos que llevó al Tomba al equipo que es hoy en día, pasando del club del barrio a ser uno de los estandartes deportivos de la provincia”, remarcó Oldrá.

Luego del inolvidable logro, el marcador central siguió su carrera futbolística en Gimnasia y Tiro de Salta. Sin embargo, una parte de su corazón ya era azul y blanca, por eso, una vez más, regresó a Godoy Cruz hasta su retiro en 2002. “Godoy Cruz para mí es todo, llevo 40 años metido en el club y he crecido junto con él” añadió el Gato. Y así lo confirma la historia, porque luego de ser futbolista, Daniel se incorporó al cuerpo técnico en 2005.

Desde entonces, se ha desarrollado como ayudante de campo y director técnico, ha estado en las buenas y en las malas, en momentos difíciles y momentos de gloria. Pero siempre ha dicho presente. Cada vez que el Tomba necesitó de él, ahí estuvo, firme, asumiendo un rol de entrenador interino, porque su trabajo en el club se basa en el sentimiento de nuestros colores.

“Hoy siento orgullo y satisfacción de vivir y ser parte del centenario. Deseo que cada día seamos más grandes, que ganemos una liga y que podamos seguir creciendo como club” completó Daniel Oldrá con la misma emoción y energía que cuándo con 20 años debutó con los colores de su club y desde ese día no pudo parar de sentir ese lugar como su casa. 29

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