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ESTO ES GOLF. BUENOS Y MALOS MOMENTOS

Fotos: ALEXIS ENMANUEL FRANCISCO Locación: CAYACOA LA FAMILIA REYES

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«En nuestra familia el golf ha sido sinónimo de diversión desde el día uno, somos de los que decimos que cuando se juega para divertirse, se gana, cuando se juega para ganar uno se presiona más y es más fácil perder».

Montgomery Reyes es un apasionado del golf y lleva quince años practicándolo. Junto a Brunilda Báez, su esposa, procreó una linda familia de tres hijos a la que también este deporte le corre por las venas.

Shania Brigitte, Elvin y Fausto componen, junto sus padres, la escuadra perfecta, mientras papá juega en su tiempo libre, los chicos están enfocados en la competencia, aunque mamá a pesar de haber jugado prefiere guardar sus palos para dedicarse a atender esta agenda de «puro golf» en casa. Entre esparcimiento y competencia lo que sí está claro en esta familia es que el golf es diversión.

v ¿CÓMO LLEGÓ EL GOLF A LA FAMILIA?

Padre: En el 2010, cuando nos mudamos en Isabel villas, justo ese día Shania Brigitte cumplió su primer año, y desde entonces el campo fue parte de todos nosotros; Elvin y Fausto tenían tres y cuatro años de edad, crecieron en el hoyo dos, ahí jugaban sobre el green.

Los niños comenzaron a jugar con palos de juguete, con los cuales hacíamos competencias de putt en el pasillo de la casa, esto con sus bolas plásticas que podrían rodar en cualquier dirección, lo que hacía que meter la bola fuera cuestión de suerte y nos divertíamos mucho.

Les compré sus primeros palos de verdad cuando tenían cinco, siete y ocho años de edad; comenzaron a practicar más formalmente varios días a la semana guiados por Eduard Mota, un profesor de Isabel Villas experto en juego corto quien les enseñó las nociones del golf y los ponía a competir por chocolates y a divertirse en el campo, luego cada año asistían a un campamento de golf que realiza Hernán Pertiles en Metro, quien les trabajó mucho el swing y con quien también aprendieron a «hablar argentino» y a ver el lado divertido del juego, socializándose y encontrando nuevos amigos cada año. Luego se mantenían jugando y recibieron clases con Cleddy Córdoba, Willy Pumarol y Víctor Cuevas.

Un día pusimos en el patio un canasto de malla con tres círculos, donde nos poníamos a jugar, tratando de meter las bolas en el centro, los círculos valían 100, 50 y 25 pesos; contábamos las bolas en cada círculo y sumábamos el dinero acumulado. Todo ese dinero era para comprar helados, así que para comer mucho helado había que meter bolas.

Cuando los varones tenían diez y once años me negué rotundamente a comprarles una Play Station, no me agrada verlos perder el tiempo en eso. Un día les pedí que me acompañaran a jugar en Isabel Villas, pero querían quedarse en la casa, así que les dije que si me ganan ellos dos en scramble contra mí se los compraría, porque sabía que no podían ganarme (en esa época yo jugaba muy bien). Unas horas más tarde entramos a Amazon y así fue como compre ¡el aparato ese! ¡Perdí por dos golpes!

¿QUÉ ES LO MÁS DEMANDANTE DE QUE TODOS JUEGUEN GOLF EN CASA Y QUÉ PASA CUANDO LES TOCA A TODOS JUGAR EN EL MISMO DÍA O FIN DE SEMANA?

Madre: Sin dudas el tiempo que hay que invertir. Todos compiten y llevan sus agendas. Las horas de entrenamiento, el nivel de juego de los chicos para el torneo y trabajar su estado de ánimo para la competencia, son tareas demandantes.

Tenemos un esquema establecido que comienza la noche anterior cuando debemos dejar el desayuno listo, montar todo en el carro: las tres saquetas, los tres carritos, revisar si tienen bolas suficientes, tees, sombrilla para el sol cada uno, protector solar cada uno, etcétera.

En la mañana hay que levantarse a las 4:30, salir de la casa 5:15, llegamos a La Romana, por ejemplo, 7:00, iniciar a practicar los que salen 7:30 a 8:00, luego salgo a ver el tiro de salida del primero, mientras el papá sigue en el driving range calentando con los demás; luego sale el segundo, y salgo a ver el tiro de salida, papá se queda en el putting green con el tercero, luego lo acompaña al tee de salida y, finalmente, nos repartimos 9 hoyos de cadeo a pie con cada uno o quizás un día le toca a uno ir solo y al otro día acompañado. Finalmente en la tarde hay que manejar para descansar, hablar sobre los errores y buenos tiros del día, preparar la cena y alistarse para el siguiente día de juego.

v ¿POR QUÉ COMO PADRES DECIDIERON INCULCARLE

ESTE DEPORTE A SUS HIJOS?

Padre: Porque el golf un deporte lleno de valores, de respeto por los demás, es un deporte en que necesitas autoestima, pero no demasiada, es un deporte que te sube y que te baja, aquí debes aprender a controlar tus emociones y hace que los niños maduren. El golf es como un entrenamiento para la vida, debes tirar para adelante con lo que tengas a mano, no puedes quejarte porque empeorará tu siguiente paso. Debes jugar la bola como cae y aceptar que solo tú puedes cambiar los resultados

¿QUÉ PARTE SE TORNA DIFÍCIL EN SU RELACIÓN CUANDO DE GOLF SE TRATA?

Madre: La parte difícil es cuando el papá presiona por la disciplina, el tiempo de práctica y la responsabilidad; luego cuando entiendo que esa presión no conviene y les quita el deseo de jugar. Ponernos de acuerdo es difícil pero no imposible.

¿QUÉ LES HA REGALADO EL GOLF COMO FAMILIA Y QUÉ ES LO MÁS LINDO DE JUGAR JUNTOS?

Padre: El golf nos ha dado más unión, más compartir y más fines de semana en el interior, pues cada torneo es un viaje de recreo y de estrés también (risas). Compartir el golf es lo mejor que le puede pasar a cualquier familia, todos podemos competir sin importar la edad, todos viajamos juntos y tener la misma pasión por alto no tiene precio.

¿CUÁL HA SIDO LA RAZÓN POR LA QUE MAMÁ NO SE HA MOTIVADO A JUGAR?

Madre: La verdad he jugado, me gusta y tengo mis palos, pero definitivamente me he tenido que dedicar a ser caddie.

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«Mi mayor talento es el juego corto, soy muy buena jugando con el putt y creo que si te concentras todo te saldrá bien. Mis planes en el golf son que quiero ganarme una beca en una buena universidad y estudiar arquitectura ya que quiero diseñar campos de golf.». SHANIA.

SHANIA BRIGITTE REYES

Tiene ya 12 años de edad. Shania se enamoró del juego desde sus primeros años, desde muy niña veía tv todos los torneos de la PGA observando con detenimiento e interés cada tiro; siempre ha tomado el juego muy en serio y nunca ha necesitado motivación para jugar. Comenzó a competir en el tour Juvenil nacional a los ocho años y, en su primer año, logra ser subcampeona en su categoría. Posteriormente gana primeros lugares en gran cantidad de torneos, para culminar el pasado año 2021 como ganadora del US KIDS GOLF TOUR. En ese mismo año compitió por primera vez en el Caribbean Championship con un buen desempeño, logrando el segundo día de juego unos de los mejores resultados del torneo al lograr 76 golpes, el mismo que obtuvo la ganadora de Filipinas. Sigue mejorando cada día en todos los aspectos de su juego.

«En el golf mi talento es mi determinación y mi disciplina. Disfruto hacer amigos y socializar, sé que en el futuro me servirá mucho también para hacer negocios y conocer gente.». ELVÍN.

ELVIN MONTGOMERY

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Comenzó a la misma edad que su hermana. Hoy cuenta con 16 años, pero recién se motivó a competir en tour nacional a los 15 años al ingresar a un Boarding School en los Estados Unidos al que desea formar parte del equipo escolar. En sus primeros meses en el tour, logró la hazaña de un «Hoyo en uno», en el hoyo 2 de Metro Country Club de 142,5 metros (156 yardas), jugando por primera vez de las azules. En su primer año en el tour quedo tercero en el ranking nacional.

FAUSTO MONTGOMERY

Hoy tiene 15 años, y comenzó a jugar a los siete, pero recién entró a competir en el tour nacional a los 14, al ver la participación de su dos hermanos y “por no perderse del movimiento de los fines de semana”. Es un jugador muy estratégico con mucho talento, en la final del US KIDS GOLF TOUR 2021 logró el tercer puesto.

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