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NAFARROA

UPN y PSN inician la cuenta atrás para un cambio a la siciliana Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

LA AMENAZA CADUCA

Habrá que esperar a febrero. Se pregunte en el mentidero que se pregunte, todos tienen claro que la operación de recambio de Yolanda Barcina está vinculada a ese mes. El motivo es que, a partir de entonces, la presidenta ya no puede convocar elecciones anticipadas, debido a que se entra en el último año de mandato y no puede interferir en el proceso de las elecciones europeas. Es decir, Barcina podría dimitir, pero solo para ser sustituida por otro parlamentario; nunca para llamar a elecciones. La garantía de que, pase lo que pase, habrá mayoría absoluta de UPN y PSN hasta mayo de 2015 es la red de seguridad que necesitan los urdidores para empezar a levantar el circo. No hay solo un plan para conseguir que Barcina no vuelva a presentarse, porque hay distintos grupos de presión con intereses dispares. El más interesante es el dirigido por Miguel Sanz. El encuentro clave ocurrió después del verano, cuando el expresidente se reunió personalmente con Roberto Jiménez y el constructor Javier Vidaurre. Allí se llegó a un gran pacto: si Barcina se marcha, Jiménez haría que su partido recuperara el entendimiento con UPN y, además, él también estaría dispuesto a dejar la primera línea política. Borrón y cuenta nueva. Este es el pacto soñado por los máximos representantes del régimen que ha gobernado Nafarroa las últimas décadas. De ahí la importancia de la presencia de Vidaurre, un poder fáctico que hasta ahora (incluso frente a Alberto Catalán) había defendido a Barcina con vehemencia y que, de hecho, es su amigo personal. No obstante, Jiménez y, especialmente, Sanz no tenían autoridad suficiente dentro de sus formaciones como para llegar a semejante acuerdo. Les tocó tejer alianzas. De setiembre a esta parte, se han tendido hilos, ha

Durante el motín de Catalán, Barcina amenazó a los suyos con que mandaría al traste el Gobierno y llamaría a las elecciones si el partido no le apoyaba. Esta amenaza caducará a partir de febrero.

MIEDO AL SONDEO Los últimos sondeos vaticinan unos resultados muy ajustados. La entente UPN-PSN no siempre gana. En solitario o con el PP de su lado, UPN solo tiene posibilidades de estrellarse. Y en cuanto a un Gobierno de PSN y Geroa Bai sin Bildu, las encuestas lo dan como una quimera.

habido conversaciones, acuerdos, repartos... y el fruto de ese trabajo aflorará a partir de febrero. Pensar que Barcina y los suyos se han quedado parados resulta ingenuo. La presidenta no tiene del todo claro que no vaya a volver a presentarse. Su bando no soporta al lobby conformado por Sanz, Jiménez, Javier Taberna (Cámara de Comercio) y Miguel Ángel Ancízar (exlíder de UGT y quien encumbró a Jiménez). Incluso hay quien les tacha de corruptos dentro de UPN. Y, claro, en caso de que tenga que marcharse, los cercanos a la presidenta prefieren ser ellos los que elijan sustituto. Las últimas noticias son que los barcinistas apuestan por encumbrar a dos de los actuales consejeros: Íñigo Alli (Políticas Sociales) y José Javier Esparza (Administraciones Públicas). En su día, “Diario de Navarra” llegó a sacar el nombre de Antonio Pérez Prados (exrector de la UPNA), pero el globo sonda no tuvo una gran acogida. Tanto Alli como Esparza cuentan con la ventaja de que pueden relevar

A partir de febrero no se pueden convocar elecciones en Nafarroa. La entrada en la recta final de la legislatura servirá de pistoletazo de salida de la operación para sustituir a la presidenta y retomar la alianza de UPN y PSN.

a Barcina en la Presidencia antes de las elecciones, cosa que la por ahora favorita del sector de Sanz no puede hacer. El corellano apuesta por la única que salió «entera» del motín protagonizado por Alberto Catalán: Amelia Salanueva. Sin embargo, la estellesa fue convenientemente enviada al exilio del Senado y se ha quedado fuera de juego en el día a día. Esbozados los bandos y la fecha de partida, falta poner el instrumento del cambio, que no es otro que el principal medio de comunicación escrito de Nafarroa. «Diario de Navarra» está algo tocado y sigue dividido, pero su papel será clave para vestir de elegancia y fair play una guerra encarnizada prolongada durante meses. Todos asumen que el caballo que elija Cordovilla será ganador. El año pasado apostó por Barcina, pero Vidaurre también y ya no. Se presume que la pelea por la sucesión se desarrollará con relativa celeridad. Por un lado, porque la calma tensa ha durado ya bastante y, por el otro, por la cercanía de la cita electoral.

UPN necesita transmitir a su electorado con cierto tiempo de margen quién es el elegido para dirigir Nafarroa o si, por contra, Barcina se atreve a presentarse de nuevo. Pase lo que pase, lo que está claro es que ella ganó el último congreso y será la presidenta del partido durante cuatro años más. Eso significa que las próximas listas electorales de UPN pasarán por su filtro. Así que, si alguien se pasa de la raya, puede que se quede fuera. El gran problema que tienen tanto unos como otros es buscar un lugar para colocar a Barcina. No está nada fácil. Los más osados no descartan que las elecciones europeas de mayo dejen algún espacio libre en las filas del PP en el Estado español. La presidenta navarra cada vez se lleva mejor con Mercedes de Cospedal y, sobre todo, con su entorno más cercano. Sería un retiro dorado, pero la operación se antoja más que rocambolesca. Aun con todo, si la siguiente cita electoral llega con sondeos apretados, el voto útil puede hacer papilla al PP y dejarlo sin escaño. Por contra, si Barcina re-

Geroa e I-E siguen remolones y EH Bildu busca nuevas caras A.I. | IRUÑEA

El bloque compuesto por EH Bildu, Geroa Bai e Izquierda-Ezkerra sigue sin ponerse las pilas. Saben que competirán por el voto en 2015 y eso mina confianzas. Cada formación ha diseñado su propia estrategia y no siempre confluyen. I-E, por ejemplo, está comodísima viendo como el PSN cae mientras que sus siglas van, poco a poco, engordando en las encuestas. Por eso, es reacia a tomar cualquier decisión y seguirá moviéndose sin prisas. Geroa Bai también avanza con el freno de mano puesto. El pacto con Bildu e I-E es, para ellos, solo una de las alternativas posibles. La puerta que les abre el PSN no le disgusta para nada, aun a sabiendas de que hay muchas

posibilidades de que acabe en una reedición del «agostazo». Una nueva «traición» tampoco sería tan mala, a ojos del PNV. Mientras se venda que la posibilidad de un acuerdo con el PSN es real, cabe la posibilidad de que el voto útil les prefiera a ellos que a Bildu y, de este modo, puedan empatar a su competidor por el voto abertzale. No hay que castigar demasiado al PSN, es algo que Geroa ha trasladado a los otros dos en varias conversaciones. Además, el PNV prefiere mantener un perfil bajo la esperanza de que eso facilitará el desembarco del transatlántico ETB-2, que navegará a su favor. Entre tanto, EH Bildu mira con interés los acuerdos que alcanzan plataformas ciudadanas y parece que pronto nombrará portavoces que agilicen la burocracia entre los partidos socios.


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Barcina, junto con sus principales apoyos, se dirige al Baluarte el día del IX Congreso de UPN, donde se impuso por la mínima.

[ José Javier ESPARZA ]

[ Íñigo ALLI ]

Ambición rural

El bonachón

Es como el Rey Midas pero al revés, puesto que siembra ruina a su paso. El mayor agujero lo dejó en su pueblo, Agoitz, sin olvidar lo de Cederna. Aun con todo, para los suyos, es el hombre que consiguió llevar adelante el pantano de Itoitz y que realizó enormes inversiones en el pueblo, aunque actualmente no se puedan mantener. Desde su puesto de Administraciones Públicas, ha sabido trabajarse bien a los caciques de los pueblos. Es un líder de UPN de los de toda la vida: zorro, con ambiciones y peligroso. UPN quiere combatir el desapego y Esparza es su cara rocera. Hasta ahora ha sido leal al extremo con Barcina, pero probablemente aspire a más.

Es el último rostro en sumarse al Ejecutivo. Fue el recambio de Jesús Pejenaute después de que Kontuz hiciera público su asunto con los billetes de 500 euros. Viste como un tecnócrata de las finanzas. Estudió Biología, no Económicas, pero un curso de tres meses en la escuela de negocios del Opus le bastó para camuflar el enchufe hasta la alta dirección de Caja Navarra. De ahí pasó a Viálogos, donde contactó con Enrique De Mulder, hoy desaparecido tras facturar cientos de miles de euros a Viálogos desde su empresa. Su aire bonachón ha traído calma a un departamento convulso. Tiene un toque de renovación que gusta y parece manejable.

nueva el pacto, las posibilidades de un acuerdo estable con el PSN pierden peso. Con las manos atadas Si Barcina tiene voces críticas dentro del partido, lo que tiene Jiménez en el suyo son gritos clamorosos. Pero el de Pitillas puede mirarlo todo con la misma parsimonia que la presidenta, si no mayor. Fue reelegido como líder del PSN en sus tiempos de vicepresidente del Gobierno (cargo en el que duró once meses y medio) y, por tanto, mantendrá su mandato hasta después de las elecciones. El tradicional sector crítico (por la izquierda) está deseoso de poner fecha a las primarias para la selección del candidato. En la reelección como secretario general, consiguió que su candidato, Manuel Campillo, consiguiera un 38% de apoyos e hiciera que el respaldo de Jiménez bajara del 70% a solo el 60%. En teoría, esas primarias tendrán que celebrarse este año. Pese a todo, estos críticos ya no son los únicos. Jiménez ha perdido la confianza de la agrupación más importante, la de Iruñea. Y han cargado directamente contra él desde la UGT y otros sectores que apuestan por volver con UPN y dejarse ya de veleidades. Después de aguantar un año con pose de dolido –aunque sin hacer nada– por ese motorista que Barcina le envió a medianoche para despacharle del Gobierno, Jiménez aprovecha cada

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Iñigo URIZ | ARGAZKI PRESS

FERRAZ MANDA Al final, la decisión sobre con quién pactará el PSN la tomará Ferraz. Así lo indican los estatutos de la filial del PSOE. Las bases del PSN lo tienen claro y no es descartable que intenten atar, en comités, la orientación del voto. Pero no es garantía de que no volverán con UPN.

JIMÉNEZ, EN PICADO Roberto Jiménez perdió un 10% de apoyos en su reelección, aunque en ese momento era el vicepresidente de Barcina. Dirige el PSN con el 60%. No obstante, su mandato llega más allá de las elecciones. No está claro quién le sustituirá porque hay varios sectores críticos.

ocasión que le dan para recolocarse al lado de Geroa Bai. Quiere salvar su caduca trayectoria política con un mensaje que suena viejo en su boca: dice que la época de entendimiento entre UPN y PSN ha terminado, y –de nuevo– está metido hasta las trancas en la principal operación para retomar el pacto. Una fuente bien colocada comentaba a GARA lo siguiente hace un mes: «Roberto y Sanz tienen muy buena relación en lo personal y eso, en política, hace mucho». Por eso, si Sanz vuelve a mandar en UPN, todo estará hecho. Y poco importará el «nuevo» mensaje que lanza Jiménez. «Los estatutos dejan bien claro que la decisión de los pactos de gobierno en Navarra se toman desde Madrid. Si no te gusta, cambia de partido, porque aquí es lo que hay», comentaba esta misma fuente. Además, la posibilidad de que los votos de Geroa Bai, PSN e I-E sean suficientes como para gobernar sin el apoyo táctico de Bildu es más que remota. Y Jiménez, en cuanto Bildu aparece, prefiere no aventurar nada. Como decía Tancredi en “El Gatopardo”: «Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi». Es decir, «si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie». Esta es la máxima de la política siciliana, y Nafarroa cada día tiene más en común con esa preciosa isla. En el año 2014, Iruñea será Palermo.


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