Especialización en Docencia Universitaria Bibliografía Módulo 3
Enrique Oteiza. La Universidad Argentina
LA UNIVERSIDAD ARGENTINA, INVESTIGACION Y CREACION DE CONOCIMIENTOS
Enrique Oteiza*
Quizá nada sea tan revelador de las dificultades por las que atraviesa la universidad
argentina,
como
un
examen
del
lugar
que
ocupa
la
investigación y, en general, la creación de conocimientos en ella. Comenzaremos este examen preguntándonos qué es y cómo es percibido socialmente un profesor universitario en algunos países y regiones con las que mantenemos un contacto académico estrecho y en qué se diferencia esta realidad con la de un profesor argentino. Cuando Joao Carvalho de Melo, de la Universidad de San Pablo, o Antonio Florencano de México, o Jacqueline Dufour, de Montreal, o Ralph Melman de Colombia o Helga Bauer, de Hamburgo, o Jacques Martin de Grenoble, 1 se presentan dentro y fuera de sus países como profesores universitarios, se supone sin más que desempeñan su actividad rentada principal en sus respectivas universidades, que en ellas se los puede encontrar y que allí ejercen la docencia y la investigación. Por lo general, ser profesor universitario en esos países y muchos otros del Este y del Oeste, constituye una realidad que se corresponde con la percepción generalizada de los grandes rasgos que ha adquirido allí la profesión académica. Se trata de un trabajo acompañado de bastante prestigio social, de un nivel de remuneraciones acorde que alcanza al comenzar aproximadamente a una canasta básica (que en Argentina para una estructura de consumo de una familia tipo de clase obrera es de unos 1.300 pesos por mes)2 y puede terminar entre las tres y las ocho canastas, según el nivel del cargo universitario que se ocupe – aproximadamente treinta años más tarde- y del país de que se trate. De la dedicación ni se habla, se sobreentiende que es exclusiva. En cuanto a
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