Ahora que esta pandemia altamente contagiosa aunque no tan letal, como lo es el Coronavirus, ha logrado que nuestras economías se tambaleen, esperamos que el nuevo contrato social en lugar de centrarse en el crecimiento económico, fortalezca al Estado para reorientar el desarrollo, enfocando la gestión pública hacia una economía más humana, con mayor sanidad pública y más política fiscal expansiva o de corte keynesiano, que fortaleciendo la economía real o productiva impulse la demanda agregada.