Diseño editorial Revista tiempo de danza

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Tiempo de Danza Nยบ 17 Diciembre de 2018

ISSN 0719-9643

Revista de distribuciรณn gratuita

SANTIAGO A MIL y su oferta de danza

KATHERINE Y EMMANUEL Nuevos Primeros Bailarines

ITALO TAI y su viaje al mito



> EDITORIAL El número anterior, el 16, cumplimos tres años editando Tiempo de Danza. Esta vez no hubo celebración porque estamos abocados a lograr la mantención de la revista. Pedimos consejo a especialistas, y pronto tendremos novedades para ustedes. ¡Queremos continuar dando un espacio a lo/ as protagonistas de la danza chilena! Por eso este número de fin de año, el 17, está lleno de esperanza. Y la portada es una foto tomada por un gran fotógrafo, colaborador de la revista desde el número 1 y parte de su Consejo Asesor: Patricio Melo. Esta vez retrata a Katherine Rodríguez, quien este año fue ascendida a Primera Bailarina del Ballet de Santiago junto a Emmanuel Vázquez como Primer Bailarín. Ambos hablan sinceramente en las páginas interiores. Tenemos mucho espacio dedicado a la danza del Festival Internacional Santiago a Mil, que este año homenajea a tres mujeres importantes de las artes de movimiento chileno: Nuri Gutés, Elizabeth Rodríguez y Paulina Mellado. Todas entrevistadas por nuestro medio. Además de la danza nacional, el festival trae visitas importantes de Sudáfrica, Ruanda e India. El mundo en nuestra propia casa ¡Hay que aprovechar!

La sección En Escena va dedicada a un creador chileno que lleva trabajando años ininterrumpidamente. Se trata de Italo Tai, que el mes pasado estrenó en el Encuentro de Coreógrafos de Sala Arrau su obra “Ni por Mar ni por Tierra”. Dos mujeres importantes para la danza son entrevistadas en la sección Visiones: Lorena Hurtado y Gladys Alcaíno. Desde distintas veredas del quehacer cultural, ellas se reunieron para investigar y relevar la danza chilena. Este año publicaron su libro “Danza Contemporánea en Chile 2000-2015”, que su suma a “Retrato de la Danza Independiente en Chile 1970-2000”, editado en 2010. Un gran aporte para construir la historia, y la memoria, de nuestra danza independiente. Les deseamos unas bellas y danzadas vacaciones, leyendo nuestra revista por supuesto. No olviden que estamos en pdf en www.santi.cl ¡Nos vemos en marzo!

Marietta Santi M. Directora y editora Revista Tiempo de Danza.

> STAFF Consejo Asesor: Sinattad, Paola Moret, Luis Ortigoza, Luz Lorca, Claudia Vicuña, Carmen Aros, Mabel Diana, Karen Connolly, Javier Muñoz Máximo, Carola Cussen, Gladys Acosta, Lucas Siqueira, Lorena Hurtado, Patricio Melo. Directora y editora general: Marietta Santi M. Plumas: Pamela Lagos, Muriel Riveros, Cristián Rojas, Marietta Santi, César Sepúlveda, Ximena Veas Diseño: Gonzalo Sánchez Fotografía portada: Patricio Melo.

Una producción de Santi Teatro & Danza marietta@santi.cl © Santi Teatro & Danza Se autoriza reproducción parcial del contenido citando autor y revista. TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 · 3


> ÍNDICE 3

EDITORIAL

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ÍNDICE

5-9

RETAZOS Programación de danza.

10 - 15

Kathy y Emma: “Somos inmensamente felices”

16 -19

STGO A MIL: Lago desde Sudáfrica

20 - 23

STGO A MIL: “Orgiología”

24 - 26

27

10

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STGO A MIL: Una bailarina en la calle REFLEXIONES: “Madreluna”

31 - 34

EN ESCENA: Italo Tai y compañía

35 - 39

VISIONES: “Las retratistas de la danza”

40 - 42

SOCIALES REVISTA

35

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> RETAZOS Danza e identidad de género Una obra de danza urbana, performance y humor que desafía los conceptos de feminidad, género y sexualidad, llega desde Suecia. Antes de ser una obra, “Juck” fue un viral de danza, poder femenino y humor, que acumula más de 145 mil visitas en Youtube desde su lanzamiento el 2013. Esta creación busca expandir las ideas de femineidad, género y sexualidad. En escena, estos conceptos son representados en los términos propios de cada una de las seis intérpretes. Con referentes tan variados que van de las selfies a los haka (danza ceremonial). El grupo, que trabaja junto desde 2011, también ha colaborado con destacadas artistas feministas suecas.

Linus Enlund

Coordenadas: GAM / 1 y 2 de Diciembre, sábado y domingo 20:00 horas. $ 8.000 Gral. $ 4.000 Est. y 3ed.

$ 6.000 Preventa Gral. $ 3.000 Preventa Est. y 3ed. * Para mayores de 12 años

“Cascanueces” en Providencia

Entradas adultos: $12.000 a $25.000. Niños de 3 hasta 10 años desde $7.000 www.teatro-nescafe-delasartes.cl

Javier Valenzuela.

Coordenadas: Teatro Nescafé de las Artes (Manuel Montt 032) 13 al 15 de diciembre 20:00 horas. Domingo 16 de diciembre 16:00 horas.

Conformada por más de 50 bailarines en escena, la mágica versión de “Cascanueces” del Ballet del Teatro Nescafé de las Artes, dirigido por Sara Nieto y que ya ha sido vista por más de 100 mil personas, ahora deslumbrará con una ultra moderna puesta en escena, que introduce el uso de pantallas led a cargo del reconocido escenógrafo Germán Droghetti. Esta versión mantiene la magia del coreógrafo Marius Petipá y las partituras de Tchaikovski. La historia relata la Navidad en que Clarita recibe de regalo un muñeco Cascanueces, con el que imagina que atraviesa el Reino de las Nieves, el País de las Golosinas, al tiempo de ser atacados por el ejército del Rey de los Ratones.

Gala en Chillán El estudio del maestro Hugo Zárate -bailarín argentino radicado en Chile- ubicado en la ciudad de Chillán, cierra su año con una gran gala donde presentará todas los niveles y disciplinas impartidas en su escuela, como son danza contemporánea, danza moderna y free-dance además de ballet clásico. Las actividades continúan en enero con una programación de Talleres de Verano, que incluirán Teatro Infantil, a cargo de la profesora Angélica Martínez (UBA). Coordenadas Noche de Gala Teatro Municipal de Chillán 14 de diciembre a las 20:00 horas.

Talleres de Verano 2019, del 7 de enero al 1 de febrero. + info en www.hugozarate.com

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> RETAZOS “Cascanueces” en el Municipal

Coordenadas:

Edyson Araya

La versión firmada por el chileno Jaime Pinto, que presentará el Ballet de Santiago, también tiene sus particularidades. Lo primero es que el gran protagonista es el mago Drosselmeyer, quien está en escena todo el ballet, le regala el Cascanueces a Clarita y la lleva a los mundos mágicos. Hay gran presencia del cuerpo de baile masculino, inclusive en la escena de los copos de nieve, tradicionalmente bailada por mujeres. Fritz, hermano de Clara, está con ella todo el tiempo, a diferencia de otras propuestas. El público ha recibido muy bien este Cascanueces, lo que se traduce en su reposición constante desde 2004.

Teatro Municipal de Santiago 19 al 22, 26,28 y 29 de diciembre, 20:00 horas

21 de diciembre a las 16:30 Entradas entre $3.000 y $47.000

“Cascanueces” en el Teatro del Lago La versión creada especialmente para la Escuela de Danza de Teatro del Lago por el coreógrafo Esdras Hernández, volverá a traer la magia de la Navidad al escenario. A los personajes tradicionales de las versiones de ballet, el creador sumó pingüinos y dulces que deben escapar de los ratones captores. Con un magnífico pino que crece a los ojos del público y una bella escena de las nieves, los más de 100 alumnos vivirán nuevamente una experiencia inolvidable. El argentino Mariano Toffi diseñó más de 180 trajes para esta versión, los que fueron confeccionados -en una titánica labor- por costureras y artesanas frutillarinas.

Coordenadas:

21, 22 y 23 de diciembre a las 19 horas Entradas desde $10.000

Cuento en puntas de pies A inicios del siglo pasado, Sergei Prokofiev compuso un nuevo ballet sobre la historia de “La Cenicienta”, hermosa partitura de orquesta que evoca poéticamente el amor de Cenicienta y el Príncipe. Un cuento de hadas, que en la versión de Marcia Haydée destaca por su humor, alegría y danzas galantes. El Hada del Destino es la madre de Cenicienta, y la cuidará hasta el día que la joven encuentre la felicidad. Con escenografía y vestuario de Pablo Núñez y dirección musical de Pedro-Pablo Prudencio. Versión de Marcia Haydée estrenada en 2018 en el Municipal de Santiago. Edyson Araya

Coordenadas:

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Teatro Municipal Entre el 8 y el 10 de enero de 2019 a las 20:00 horas Entradas entre $3000 y $47.000


> RETAZOS Mujeres solidarias

Hernán San Martín

La palabra sororidad se define como “solidaridad entre mujeres en un contexto de discriminación sexual y patriarcado”. La coreógrafa Beatriz Alcalde tendrá funciones durante enero de su obra homónima, “Sororidad”, que cuenta con 10 intérpretes femeninas y solo un varón. Con música del italiano Luciano Berio, y la asistencia de Francisca Silva. “Todo y nada, cuerpo a cuerpo. Al fin, tranquilas a danzar”, escribe Alcalde. Coordenadas:

Centro Experimental Perrera Arte (Parque de los Reyes) 17, 18, 19 y 20 de enero 2019

India mágica

Coordenadas: GAM 3 y 4 de enero, 20:30 horas Entrada General $15.000

Héctor Pérez

“Swayambhu” puede traducirse como lo que ocurre de manera espontánea. En sánscrito, esta palabra se refiere a una piedra o roca cuya forma se asemeja a los rasgos de alguna divinidad. La premiada bailarina Shantala Shivalingappa, nacida en India y criada en Francia, lleva ese concepto a movimientos corporales. Con este ágil y luminoso espectáculo de danza Kuchipudi, originaria del sur de la India, llega a Chile una de las exponentes más célebres de esta forma de arte, una creadora que, además de presentarse en importantes escenarios del mundo, deslumbró a figuras como la coreógrafa Pina Bausch y el dramaturgo Peter Brook.

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> RETAZOS Danzar el dolor

Coordenadas: Christophe Raynaud

Cuando la coreógrafa ruandesa Dorothée Munyaneza tenía 12 años, en 1994, un genocidio brutal tuvo lugar en su país: en apenas 100 días, alrededor de un millón de personas fueron asesinadas. La mayoría de las mujeres que sobrevivieron fueron violadas y unos 5 mil niños nacieron de esa tragedia. Ella y su familia escaparon a Londres, pero las atrocidades que vio la hicieron aprender que el dolor desborda las palabras. En “Unwanted”, Munyaneza convierte las lágrimas de esas madres en una coreografía que, acompañada de voces, sonidos, cantos y relatos, entrega una visión profunda de la tragedia. Junto a la cantante punk estadounidense Holland Andrews, y al compositor francés Alain Mahé, lleva al escenario el drama del genocidio de Ruanda.

GAM 11, 12 y 13 de enero a las 19:30 horas Entrada General $15.000

Cisnes africanos

Coordenadas:

T M de las Condes 18 y 19 de enero 20:00 horas, 20 de enero 18:00 horas Entradas entre $16.000 a $35.000

Bailarina de madera La compañía catalana Antigua i Barbuda regresa a Chile con su espectáculo de calle “La Bailarina”, que pone en la vía pública a una bella muñeca al estilo de las que bailaban en las antiguas cajitas de música. De madera y uniones de metal, la figura hace danzar a los espectadores y también baila con ellos. Delicadeza y poesía, que crean un momento único.

Coordenadas:

Danza de calle Más info en www.santiagoamil.cl

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Dada Masilo, sudafricana, presenta su propia versión de “El Lago de los Cisnes”. Cuando pequeña, Masilo supo que sería difícil protagonizar su ballet favorito siendo bailarina contemporánea, al menos en Sudáfrica. En respuesta, la coreógrafa reinventó la pieza de principio a fin: el heróico príncipe Siegfried, casado con la princesa Odette, sufre por el amor imposible de un hombre, Odile. Invirtiendo géneros, vistiendo a sus 12 bailarine/as (toda/os de origen sudafricano) con plumas y tutús, y reinventado los roles de los protagonistas, Masilo crea una pieza nueva, actual y atrevida, que pone sobre la mesa temas como la homofobia, el SIDA, las raíces africanas y las huellas de la colonización europea en su país, sin perder la belleza y sutileza de la obra original.


Sonidos Poéticos “Ruido”, propuesta de danza nacional, apunta a explorar los sonidos inarticulados, a abordar el ruido desde su literalidad para transformarlo en un acto poético. La pieza es un concierto de movimientos, una performance cinematográfica, un paisaje corporal que reúne artes visuales, sonoros y danza-performance en un acto en vivo creado por la compañía La Licuadora, proyecto multidisciplinario fundado por el coreógrafo y performer Rodrigo Chaverini, al que se suman el artista audiovisual Paulo Fernández y la compositora Emiliana Abril.

Fabián Cambero

Coordenadas: Sala Agustín Siré (Morandé 750) 15 de enero 21 horas, 16 de enero 18:00 y 21:00 horas Entrada general $6000

Ancestralidad danzada

Coordenadas:

Maglio Pérez

En mapuzungun, la palabra malen se refiere a las niñas que comienzan a adquirir los conocimientos ancestrales de las mujeres mayores, y es ese diálogo intergeneracional lo que el coreógrafo y bailarín Ricardo Curaqueo pone en escena en clave de danza contemporánea. Dieciséis mujeres de entre 9 y 70 años son las intérpretes de “Malen”, pieza de danza contemporánea premiada por el Círculo de Críticos de Arte de Chile en 2017.

GAM 11 al 14 de enero, 18:00 horas Entrada general $6000

Sexo y libertad

Coordenadas: GAM 12 al 15 de enero 19:30 horas Entrada general $6000

La palabra orgía escandaliza, provoca, seduce, incita. Para las civilizaciones antiguas era un acto ritual colectivo, que celebraba la conjunción del cuerpo y su instinto animal. Siguiendo esa idea, y rescatando su origen etimológico griego, los directores e investigadores Paula Sacur y Ernesto Orellana dieron vida a “Orgiología”, creación “transescénica” que une danza contemporánea, performance y teatro, en un intento por celebrar la libertad y ofrecer simbologías de una sexualidad abierta, grupal, y desordenada.

Desde China El Grupo Artístico de Hangzhou reúne danza, música, acrobacia y circo. Su propuesta artística multidisciplinaria, bajo la experta dirección de Yang Yunjin, recupera y resignifica algunos de los símbolos y tradiciones que configuran la cultura del gigante asiático. El grupo tiene su base de operaciones en Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang y una de las siete antiguas capitales de la República Popular China. El elenco lo integran 30 personas entre cantantes, instrumentistas, bailarines y acróbatas de reconocida formación y experiencia. En el plano musical, la formación se apoya en la Orquesta Filarmónica de Hangzhou, conformada por un quinteto de vientos más dos percusionistas.

Coordenadas: En comunas Más info en www.santiagoamil.cl

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KATHERINE Y EMMANUEL: “Somos inmensamente felices” Texto: Cristián Rojas Fotos: Patricio Melo

Los nuevos Primeros Bailarines del Ballet de Santiago hablan de sus comienzos y sus nuevas responsabilidades. Muy unidos y cómplices, cuentan lo que significa ser primera figura de una gran compañía.

Katherine Rodriguez (25) y Emmanuel Vazquez (27), destacados bailarines clásicos, fueron recientemente ascendidos a Primeros Bailarines del Ballet de Santiago. Ambos felices, orgullosos, y para nada arrepentidos de haber escogido su profesión, han recorrido juntos un camino lleno de superaciones. Saben que tienen una gran responsabilidad sobre sus hombros, sin embargo, están felices. Y así lo hacen saber. Katherine, la menor de tres hermanos, entró hace 7 años a la compañía, casi junto con Emmanuel, que en 2010 se 10 · TIEMPO DE DANZA

suma a la agrupación. Pero la bailarina ingresó entre los 8 a 9 años a la escuela de Ballet del Teatro Municipal, por tanto, conoce a la perfección la forma de trabajo de esta compañía nacional. “En el colegio de la comuna de Peñalolén, donde estudiaba la enseñanza básica, había un taller de ballet al que mi mamá me inscribió, porque ´había que aprender a ser más señorita´ (ríe). Una vecina le sugirió que probara en el Teatro Municipal. Ninguno de mi familia lo conocía. Me llevaron a la audición de la escuela y quedé.

Me gustaba mucho ir, jugar con las niñas y conversar. Siempre fue jugando. Después te das cuenta de que no es un juego. Además, nunca me gustó el colegio, así es que ¡mejor!” La profesora del taller, que no tenía ninguna conexión con el Municipal, vio en Katherine algo distinto, por lo que siempre le daba los personajes protagónicos o las mejores ubicaciones en el escenario para que sobresaliera.


> EN PROFUNDIDAD - ¿Qué pasa cuando te das cuenta de que esto ya no es un juego?

-Empecé a preocuparme de hacer las cosas lo mejor posible, a interesarme por grandes bailarines. Cuando uno es chica ve a las niñas con tutú y cree que es solo un juego. Luego me dieron ganas de seguir aprendiendo y supe que hay muchas cosas por hacer, para bailar igual que esas grandes bailarinas. Emmanuel desde muy chico que cultiva su afición por el baile. “Mi abuela paterna tenía una hija bailarina. Entre ella y mis papás tuvieron la idea de que yo estudiara baile. Entonces, según me contaban mis padres, me dijeron, ‘¡te llevamos a una clase de ballet y ahí tu verás!´. Tengo imágenes de saltos y de que eso me gustó. Todo comenzó como un hobby”, relata el bailarín. Todas las tardes, tres veces por semana, después de sus clases regulares, iba a un taller de danza clásica en una pequeña academia de barrio. Al igual que pasó con Kathy, la directora de la academia vio en Emmanuel condiciones corporales innegables. A los 9 años dio exámenes para ingresar a la escuela del Teatro Colón de Buenos Aires, con éxito. “Como a los 12 años tuve mi momento rebelde en que me pregunté si estaba seguro de lo que estaba haciendo. Los amigos empezaban a jugar a la pelota y yo no podía. Entonces empecé a darme cuenta de que no tenía una vida normal. Cuando pasé a quinto año me di cuenta de que esto era lo mío para el resto de mi vida”, recuerda. Su mente alborotada, propia de la pubertad, le quiso pasar una mala jugada ya que pensaba que se estaba perdiendo ciertas cosas importantes. Pero entendió pronto que debe hacer sacrificios para conseguir lo que quiere: su carrera como bailarín clásico.

- Kathy, ¿Cuál fue tu clave para no necesitar salir arrancando?

-Ser constante, seguir siempre la mis-

ma línea. Yo nunca pensé hacer otra cosa. Siempre fui súper constante, iba todos los días a clases, hice lo que tenía que hacer y después estudiaba. Tampoco pasé esa etapa de querer ir con mis amigas al cine y faltar a clases.

- ¿Cuál fue tu clave Emmanuel?

-Entender que esto era lo mío y que es así, que no hay otra manera, que no se puede todo. Me di cuenta y listo, fui para adelante. Vázquez fue alumno de Mario Galizzi, quien también fue maestro de Luis Ortigoza y de otros tantos bailarines argentinos. Antes de venir a Chile, integró otras compañías de danza del Teatro Colón de Buenos Aires. En esa época el teatro estaba cerrado por remodelaciones, por tanto había muy pocas funciones. “Entonces decidí venirme a Chile para integrar el Ballet de Santiago. Luego estuve un año en la Compañía de Danza de Brasil y después unos meses en la Compañía de la Ópera de París”. A la compañía francesa entró por audición. Una vez al año, primero postulan los alumnos de la escuela, internos y externos. Finalmente, lo hacen los extranjeros. Emmanuel cuenta que entre hombres y mujeres eran alrededor de 200 los postulantes, y quedaron solo 20. La curiosidad de cómo funcionaban otras agrupaciones, hizo que este bailarín quisiera probar, pero finalmente volvió a Santiago. Katherine está muy cómoda en el Ballet de Santiago, es su segunda casa, aunque por momentos ha tenido la idea de conocer otras formas de trabajo.

“Ya no te puedes equivocar siempre, ahora te tienes que mantener bien. Es difícil porque antes me lo tomaba más tranquila”, Kathy.

- ¿Nunca has probado otro lugar, Katherine?

-Una vez en EEUU, pero me quise devolver. Allá no sabes si vas a tener trabajo, porque los contratos son por un mes o por temporada. Además, la visa para extranjeros les sale más cara que contratar una persona de ahí mismo.

EL NUEVO DESAFÍO Nombrados recientemente como Primeros Bailarines de la Compañía del Ballet de Santiago, Katherine y Emmanuel están felices y orgullosos. Desde pequeños se conocen en este camino del ballet clásico profesional, por lo que el apoyo y la complicidad que existe entre ellos se nota. Aunque las clases son separadas entre hombres mujeres, los ensayos es la instancia de trabajar juntos y donde aparece toda la responsabilidad que este nuevo cargo implica. “Ya no te puedes equivocar siempre, ahora te tienes que mantener bien. Es difícil porque antes me lo tomaba más tranquila”, dice la bailarina. “Sientes que las miradas de los compañeros, los profesores, los maestros están más puestas sobre ti. Estás más expuesto, obviamente. Hay que dar un ejemplo, así lo veo yo. Pero también es una recompensa a nuestro trabajo, un reconocimiento”, argumenta Emmanuel. El trabajo diario, el profesionalismo, su presencia escénica, son algunos de los elementos que destacan a estos bailarines. Ambos reconocen talentos en el otro, lo que habla de un compañerismo a toda prueba. “Emmanuel tiene una gran técnica”, comenta Kathy. “El físico de ella es igual a cuando tenía 17 años. Lo conoce a la perfección”, agrega Emmanuel. “Hay que tratar de tener conciencia completa del cuerpo siempre, porque sin eso, no puedes bailar y es súper difícil si no tienes una técnica sólida”, apunta Katherine.

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- ¿Pero aún falta más? Katherine: Yo creo que uno siempre va creciendo. Depende de lo que te toque bailar, es como te preparas, o sea la técnica clásica siempre tiene que estar. Emmanuel: A mí me ha pasado creer que ya había conseguido cierto paso y como me dejé un poco estar, lo perdí. Ahí me di cuenta de que debes prepararte todos los días. si no, se va perdiendo. A simple vista pareciera ser que este nombramiento es el tope en sus carreras dentro de la compañía, pero ambos están claros que mantenerse es lo más difícil del nuevo desafío. Sus cuerpos ya no son, ni serán los mismos, y todo va cuesta arriba en los roles desempeñados. Pero en su conjunto,

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el crecimiento es parte importante: en cada trabajo hay un aprendizaje nuevo. “Una vez aprendí una técnica que dejé de practicar. La hice al tiempo y ya no me salía. Mi cuerpo ya no era el mismo de cuando tenía 18 años”, relata el bailarín. Muy cerca están las lesiones, que siempre son un problema. Fractura en su pie derecho con dos meses de recuperación, rotura de cartílago del dedo en el pie derecho, que hizo modificar su postura, son algunos de los obstáculos que Emmanuel ha debido sortear. Por su parte, Katherine constantemente sufre de hombro dislocado. “Hay que seguir, uno no puede echarse a morir por esas cosas. Puedes estar mal la primera semana, pero no puedes ser derrotado. Incluso los doctores me

decían, ¡no vas a poder bailar más! y la realidad no es esa, porque también hay otras soluciones. Siempre tranquila, si me pasa algo trato de recuperarme rápido”, señala la bailarina.

-¿Qué pasó con sus pares con este nombramiento?

Emmanuel: Es una competencia. Katherine: Cualquiera quiere llegar a ser primer bailarín. Emmanuel: Hay otros que se conforman con lo que tienen. Y es válido.

-¿Pero hay rivalidades?

Emmanuel: Esta compañía es tranquila en ese sentido. Eso me gustó mucho. Yo que venía del Colón que es ¡otra cosa! Allá es terrible, el clima es denso, es horrible.


Katherine: Una vez tomé una clase en el Colón y todos preguntaban quién era yo. Yo solo iba a tomar una clase para mantenerme. Y decían, ¡le van a dar un puesto!, ¡viene a audicionar! y eso se siente porque son muy exagerados. Emmanuel: Hay varias compañías así. Lo menos común es lo que pasa acá. Katherine: El tipo de gente ha cambiado, antes era más pesada. La compañía tuvo una renovación generacional estos últimos años,

“El trato ahora es diferente. El reto hoy se dice más tranquilo, no en mala onda como antes”, Emmanuel. producto de los retiros e ingresos de integrantes. Esto, según los bailarines, influye positivamente en las relaciones humanas al interior de la compañía. “Hoy es más relajado, ahora nos comprendemos más. Los directores eran más exigentes... El país era diferente”, comenta Kathy. “¡Imagínate en época de dictadura!, no podíamos hacer lo que hoy hacemos, había mucha censura. Hay un contexto social diferente. El trato ahora es diferente. El reto hoy se dice más tranquilo, no en mala onda como antes”, complementa Emmanuel. TRAS BAMBALINAS Su vida fuera de la compañía no es distinta a la de un profesional de otro rubro: amigos, familia, viajes, pareja. Kathy cuenta que solo tiene una amiga y es de la compañía. Su vida social se reduce a los amigos de su pareja, hermanos y reuniones con los compañeros del ballet. “Ya hice todo a los 18 años. Hoy no lo necesito, no tengo una ansiedad. De verdad prefiero los fines de semana ir a ver a mis papás o estar con mis sobrinos”, subraya.

-¿Es muy estricta la disciplina en cuanto a salidas o alimentación?

Katherine: Cuando empiezas a bailar más, sí. Cuando eres chico sales más, carreteas y el cuerpo aguanta. Pero después, cuando tienes que bailar más, te das cuenta de que estas cansada, que te cuesta hacer las cosas, te cuesta hasta levantarte. Si no comes bien o no duermes bien, no funcionas. Emmanuel: A mí me ha pasado que ya a las 12 de la noche, cual Cenicienta, me tengo que ir a dormir. Prefiero cuidar mi cuerpo y opto por descansar.

-¿Qué pasará con sus cuerpos en 10 años más? Katherine: Creo que si lo alimentas bien y lo cuidas, tu cuerpo da. Lo que sí siento distinto es al bailar, porque el músculo y los huesos cambian. No

tiene que ver con la energía para hacer cosas. Marcia, por ejemplo, nuestra maestra, tiene 81 años y más energía que todos nosotros. Además, tiene una postura envidiable. Como toda actividad, esta disciplina no está ajena a anécdotas o por menores que no vemos. Durante una función para escolares de “Romeo y Julieta”, por ejemplo, a Emmanuel, al aparecer sobre una cama en escena, unos chicos le gritaron “¡buena Julieta!”. Como esto no se acostumbra en el ballet, resultó desconcertante para los bailarines. Kathy constantemente tiene que calmar a sus compañeras que, aun siendo mayores, sufren por sus nervios. “Me da risa que las otras personas se pongan nerviosa”, comenta. TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·13


Los días de funciones son largos: todo comienza cerca de las 12 horas, preparándose para ingresar a una clase a las 13 horas en punto. Afortunadamente, ese día pueden levantarse un poco más tarde, no sin antes tomar un buen desayuno. El ritual de maquillaje y estar listos 3 horas antes de cada función, resulta un poco agotador y alarga la jornada. Nada de este ceremonial apaga lo inmensamente felices que son de pertenecer a la compañía. “Cada vez más me doy cuenta de lo privilegiado que soy, porque hago lo que me gusta y me pagan. Si bien hay una responsabilidad difícil. Pienso esto y me saco la tristeza “Cada vez más me doy cuenta de lo privilegiado que que tengo”, reflexiona el primer bailarín. soy, porque hago lo que me gusta y me pagan”, Em-¿Extrañas mucho estar en manuel. tu casa argentina? natural y normal en cumplir horarios, por ejemplo, cada vez lo entiendo más y digo que esto no tiene precio. Y más aun que todo está difícil, el mundo está

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Emmanuel: Bastante. Soy muy apegado a mi familia, pero por suerte no estoy lejos. Cuando hay 5 días libres mínimo, viajo o mi mamá viene una vez por año, o mi papá también. Lo manejamos. (“Es hijo único y la guagua”, dice Kathy, y ambos ríen). Sí, es difícil porque veo que ellos sufren, tratan de disimularlo, pero me doy cuenta. La tecnología me ha ayudado mucho. Para el bailarín, siempre está

abierta la ventana de volver a su país. “Cualquier argentino quiere volver. Mi pareja también es argentino y extraña la comida, la gente. Son muy diferentes a nosotros”, agrega Katherine. Emmanuel tiene la tranquilidad de que en cualquier momento puede partir, sólo dos horas lo separan de sus raíces y tiene una red de apoyo chilena que siente como su propia familia, por tanto, la soledad la sobrelleva de muy buena forma. Kathy y Emmanuel hoy están enfocados ciento por ciento a este nuevo desafío. Ambos saben que deben estar muy concentrados, porque cualquier paso en falso podría costarles la baja. Sin embargo, ya piensan en su futuro. A Emmanuel le mueve la docencia, acá o en Argentina, o donde el destino lo ponga. Por su parte, Kathy gusta más de bailar. Siempre bailar. Durante los primeros días de diciembre viajarán, junto a la compañía casi completa, a una gira por Bogotá, Colombia, con “Cascanueces”. Al regreso se unirán al grupo que quedó en clases aquí en Chile, para estrenar la misma obra el 19 de diciembre, en el Teatro Municipal de Santiago-Ópera Nacional de Chile.



> STGO A MIL

DADA MASILO: La mujer cisne que transforma el mundo Texto: Muriel Riveros

A Santiago a Mil llega esta nueva versión de “El Lago de los Cisnes”, que propone reescribir una historia tan conocida. Los personajes son báculos de lucha para la coreógrafa sudafricana por la libertad homosexual en su país y, por supuesto, por la necesidad de fusionar las culturas a través de la danza. 16 · TIEMPO DE DANZA


> STGO A MIL flamenco, para contar esta historia que estamos más acostumbrados a escuchar a través de la ópera, que a leer a través del cuerpo. Fue precisamente a propósito de la presentación de esta pieza en el Festival Romaeuropa (2014) que Masilo señaló en un documental: “Me encanta la narrativa y me encanta contar historias con mi cuerpo, con mis expresiones faciales, y es muy desafiante desenvolverte en algo tan intricado como ´Carmen´ o ‘El Lago de los Cisnes’, que tantas personas conocen, que son tan famosos”. En esta ráfaga creativa que la sacudió en sus inicios, con tan sólo 25 años estrenó su esperada versión de “Swan Lake” (2010), tercera obra y la que la lanzaría a viajar por el mundo con un montaje que hasta el día de hoy se pelean en los festivales. Este referente moderno de la fusión dancística es lo que veremos en enero a propósito del Festival Internacional Santiago a Mil. Dada Masilo (1985) nació y creció en Johannesburg, Sudáfrica, y fue en ese

lugar y contexto que empezó a cultivar el interés de contar historias. En el documental “Dada the dancing swan”, realizado por la Big Fish School of Digital Filmmaking, la artista cuenta cómo quiso perseguir una carrera como bailarina profesional a los 14 años, tras ver actuar a una compañía belga. “Nunca antes vi algo así”, decía Dada, aun habiendo iniciado sus estudios unos cuantos años antes, siendo niña. Su primera profesora, Mulalo Nemakula instructora de danza de su barrio en Soweto, quien trataba de motivar a los niños y alejarlos de los riesgos de la calle, comenta en la misma pieza audiovisual que en su entorno el ballet parecía una cosa de blancos. “No quiero poner esto del apartheid mucho, pero diré que el apartheid contribuyó mucho porque estábamos tan estereotipados”, señala. Su madre cuenta que la danza no era lo que quería para Dada, que en Sudáfrica se estila que los padres escojan las

Fotos: Stgo a mil

“Cuando comencé mi entrenamiento formal de danza a los 12 años, el primer ballet que vi fue ‘El Lago de los Cisnes’. Me enamoré completamente, especialmente de los tutús. Juré que algún día crearía mi propio ‘Lago de los Cisnes’ ”, recuerda la coreógrafa sudafricana Dada Masilo. Y bueno, no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. Aunque en este caso la deuda era personal y una de las más importantes en la vida de la creadora. Jugar con la belleza de la obra clásica para añadirle la belleza de su propia historia, de sus danzas ancestrales, de los temas que la conmueven, de desestructurar desde la estructura. Sin embargo, ésta no fue su primera obra. Ya conocida por tomar obras clásicas y transformarlas con su propio sello, su primera incursión vino con “Romeo y Julieta” (2008). Al año siguiente se atrevió con “Carmen”, dejándose inspirar por los bailes españoles, y muy particularmente por el

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> STGO A MIL carreras de sus hijos, pero Dada fue perseverante y no abandonó. Eventualmente no tuvieron más que ceder y apoyarla. Es imposible parar este tren de energía que no se detiene con nada. Este hermoso documental (que recomendamos revisar online), parte con un asertivo y definitorio testimonio de Masilo: “Soy muy miserable cuando no me muevo, soy muy miserable cuando no estoy interpretando y me enojo conmigo cuando no estoy haciendo algo relacionado con la danza. Me encanta, es mi primer amor, me apasiona, no tengo ataduras cuando bailo. Si alguien quiere hacerme feliz, que me ponga en un estudio, pónganme en un escenario y ya”. De su carrera formal destaca su paso por la Johannesburg’s National School of the Arts, donde se graduó a los 17 años, para luego entrenar en el Cape Town’s Jazzart Dance Theatre. Después fue aceptada en el Performing Arts Research and Training Studios en Bruselas, donde estudió por dos años, volviendo a Sudáfrica en 2006, directamente a crear.

TENSIÓN ESTÉTICA Y CULTURAL “No estoy segura en qué momento decidí fusionar el ballet clásico con la danza africana, pero de alguna manera empecé y se sintió correcto”, comenta Masilo. Las fusiones comenzaron 18 · TIEMPO DE DANZA

“Soy muy miserable cuando no me muevo, soy muy miserable cuando no estoy interpretando y me enojo conmigo cuando no estoy haciendo algo relacionado con la danza”. con ballet y danza contemporánea en “Romeo y Julieta”, sobre la misma música de Prokófiev; luego en “Carmen” añadió flamenco, y culminó en su unicornio personal que es esta versión de cisnes que se mueven desde lo contemporáneo, la técnica académica y las danzas rituales sudafricanas. Esta mixtura hace de la obra una explosión constante, una montaña rusa que apasiona, que denota a intérpretes llenos de deseo, de sensualidad, de cuerpos que pasan sin prejuicios ni complicaciones de los brazos largos y estilizados del ballet, a la deconstrucción de espaldas y caderas que nos devuelve a la tierra. Este “Lago de los Cisnes” tiene la particularidad de ir más allá de las convencionalidades. “Fue construida en bloques (como un lego). Primero hubo una versión de seis minutos que era un solo. Luego vino una versión de 30 minutos ‘Umfula wama Dada’ (Lago de los patos). Luego en 2010 creé la versión de 60 minutos, usando

a once bailarines profesionales. Este trabajo fue el que llamé ‘El Lago de los Cisnes’. Escogí jugar con la narrativa, así es que en lugar de que el príncipe Siegfried tuviera el dilema de estar enamorado de un cisne, él es gay y no está enamorado del cisne mujer que sus padres le escogieron”, explica. La tragedia del trío amoroso va por otro lado entonces. La historia propone que la mujer cisne que debe desposar, Odette, y el hombre cisne a quien de verdad ama, Odile, están a la espera de todo lo que el príncipe debe superar: la ambición de sus padres, el desenvolverse cómo realmente es, la presión social y la decisión final. Finalmente, Siegfried resuelve no estar con ninguno y todos los cisnes se retuercen de dolor ante esta determinación y cometen suicidio colectivo. Todo esto, no sin antes pasar por varias tradiciones sudafricanas como el pago del “Lobola”, dote que la familia del novio paga a la familia de la novia


> STGO A MIL (al contrario de la tradición antigua de occidente) y que persiste en ese país, y una típica boda tradicional con cantos y gritos, bastante humor, mucha crítica. “Los bailarines también cantan y hay harto texto hablado. Quería hacerlo real, no una fantasía como en el ballet clásico”, señala Dada. Lo que encontraremos es un conjunto de melodías puestas en servicio de esta reescritura. “Escogí la música de diferentes compositores porque no quería usar todo ´El Lago de los Cisnes´ de Tchaikovsky. No todas las piezas funcionaban para mí. Los otros compositores son Steve Reich, René Avenant, Camille Saint-Saëns y mi favorito, Arvo Pärt”, cuenta la creadora. “Usando diferentes compositores se agrega dinámica al trabajo y lo mantiene fresco. Con un famoso como la música de Tchaikovsky, la audiencia piensa que sabe lo que viene. Cuando es algo diferente, se vuelven interesados y curiosos”, recalca sobre esta “estrategia” que capta la atención del público, pero que además se hace necesaria frente a todos los cambios a los que sometió al guión original. Dada es enfática al señalar que la obra “no es sólo sobre fusionar dos técnicas de danza. Es sobre fusionar diferentes culturas y estéticas”. Añadimos que es también sobre género, sobre romper la unilateralidad de las posibilidades y roles en la danza clásica, donde mujeres y hombres tienen muy marcados sus lugares. Dada dota de total expresividad a sus personajes y escoge sus rupturas, poniendo, por ejemplo, a Odile como el único personaje que utiliza zapatillas de puntas en la obra. Cada decisión estética es también discurso coherente de lo que la directora quiere resaltar, cada sutileza sirve para autoexaminarnos y despojarnos de aquello que nos parece único, verdadero e indiscutible, porque en realidad todo lo que nos rodea es diverso, múltiple en visiones y cuestionable.

“Escogí jugar con la narrativa, así es que en lugar de que el príncipe Siegfried tuviera el dilema de estar enamorado de un cisne, él es gay”. AHORA “GISELLE” Paradójico suena recordar que el matrimonio igualitario se aprobó en Sudáfrica en 2006. Antes que muchos otros países del mundo (el primero en África de hecho), este país ponía una nota de diferencia por la igualdad de derechos para las parejas del mismo sexo. Antes, en 2002, se había aprobado la adopción homoparental. Pero eso no quita la violencia y homofobia que aún se vive en el país. Es además el lugar con más alto número de personas con SIDA. Una tía de Dada murió por esta afección y a ella dedica un solo en la obra. De ahí a que este “Swan Lake” se plantee como una ventana a las contradicciones de la tierra natal de Masilo. Porque no cabe duda de que la pieza es completamente sudafricana. La multiculturalidad de su despliegue no quita la búsqueda desde las raíces

de la autora. Nos sitúa en ese lejano país, en esa porción de tierra que, cruzando un océano gigante, nos recibe como espejo de nuestras propias falencias sociales y nos invita a emocionarnos, regocijarnos, pero también a sacudirnos y sacarnos de nuestros lugares de comodidad. “Creo que estoy muy influenciada por la cultura popular, estoy muy consciente de lo que está ocurriendo a mí alrededor y estoy consciente que la danza o el movimiento está evolucionando todo el tiempo”, ha comentado Dada Masilo. Su última creación, que corresponde a las temporadas 2018-2019, es “Giselle”, que da una nueva vuelta a esta tragedia en la que una mujer muere tras ser traicionada por un hombre, donde Masilo se plantea para hablar desde el feminismo, con la música de Philip Miller, combinando una vez más lo clásico con las percusiones africanas. TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·19


“Orgiología”,

una exploración en la poética del sexo Paula Sacur, bailarina y coreógrafa, y Ernesto Orellana, actor y director teatral, unieron su talento para investigar en torno a la posibilidad de una sexualidad libre y no binaria. Texto: César Sepulveda

El Festival Internacional Santiago

a Mil cada año ofrece una imperdible oportunidad para gozar de una nutrida selección de obras de teatro, danza, performance, storytelling, artes visuales, intervención urbana, música y ópera. Para la próxima edición, en danza, las propuestas nacionales son 3: la exitosa obra “Malen”, premio Círculo de Críticos de Arte de Chile 2017, de Ricardo Curaqueo, que estuvo recientemente invitada a España; “Ruido”, de Rodrigo Chaverini, Emiliana Abril y Paulo Fernández de cía. La licuadora, donde se mixtura danza, performance y tecnología; y, por último, “Orgiología”, de la bailarina y coreógrafa Paula Sacur junto al director teatral Ernesto Orellana, que muy probablemente dará mucho que hablar, como ha sido la tónica de sus presentaciones anteriores. El estreno de esta obra fue a finales de marzo de este año en el PCdV, para luego tener una temporada en mayo e inicios de junio en la Sala Agustín Siré,

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de nuestra capital, y finalmente llegar al Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM), en los meses de agosto y septiembre. Ya todos conocemos a Paula Sacur, bailarina, coreógrafa e investigadora somática de la danza. Ganadora del Premio Altazor 2003, quien ha trabajado con innumerables coreógrafos nacionales e internacionales, y actualmente se encuentra en Brasil estudiando un posgrado en la Universidad Federal da Bahía. Su partner en “Orgiología” es Ernesto Orellana, director, dramaturgo e investigador escénico de la Universidad de Chile. Activista del Colectivo Utópico de Disidencia Sexual (CUDS), director de la Compañía Teatro Sur y de la Eskuela Itinerante de Teatro.Nos comunicamos vía teléfono con Paula y Ernesto, para saber cómo ha sido el proceso desde su gestación hasta el día de hoy, ad portas de presentarse en el festival chileno más importante de artes escénicas, como es Santiago a Mil.

“No es porno la obra, es una poetización de la sexualidad y sexo, donde los roles femeninos y masculinos desaparecen, se trabaja desde otros parámetros”, Ernesto Orellana.


> STGO A MIL

Paz Villarroel

-¿Por qué eligieron la orgía como tema de una obra? Ernesto: La orgía se conjuga en

su origen griego etimológico, como cualidad de la agitación y la pasión (“orgi”= agitación, pasión y el sufijo “ia”= cualidad). Básicamente parte de una pregunta en torno a deconstruir al poder que hay en las relaciones sexuales, ya que básicamente existe la idea monogámica de dos, binariamente, lo masculino y femenino, lo heterosexual u homosexual, hombre o mujer, hablar de lo blanco y negro, patriarcado y matriarcado. En definitiva, la orgía rompe ese binarismo, ya que en el fondo lo que hace es conjugar una multiplicidad del cuerpo sin fines reproductivos. Lo que queremos hacer nosotros es celebrar la sexualidad colectiva, que está fuera de los patrones de la moral heteronormativa, que finalmente conduce al sexo solo con fines reproductivos y no pla-

centeros, cuando la sexualidad es más que solo el acto carnal. Aclaro que en la obra no hay actos carnales literales. Hubo personas (público) que se me acercaban y preguntaban “¿pero acá no hay acto sexual?”. Claro no hay, no es porno la obra, es una poetización de la sexualidad y sexo, donde los roles femeninos y masculinos desaparecen, se trabaja desde otros parámetros.

- ¿Cómo nace la obra?

Paula: Nosotros veníamos estudiando con Ernesto desde el 2014 en la Escuela Itinerante de teatro. Él me contó que estaba súper cautivado con el tema de la sexualidad, que viene explorando desde hace bastante rato, lo sexual desde la disidencia, y de ahí nace la idea de orgía. Luego me invita a ser parte de este rito escénico. Ernesto: Considero el tema importante para mí, porque es trasendental preguntarse en el contexto de luchas

de género, por emancipar a éste, los temas feministas y no feministas. Intentar provocar la escena con preguntas que giran en torno a cómo nos relacionamos sexualmente. Yo veo la posibilidad en la danza como espacio de pensamiento, práctica e investigación del movimiento y del cuerpo. El lenguaje corporal es una posibilidad de poder generar espacios de significación en torno al sistema sexo, género y sexualidad. Provocar preguntas y experiencias sensibles en los cuerpos que participaron del proceso creativo, como los interpretes y también de quienes son los espectadores. Esa experiencia semiótica que permite la danza me es súper atractiva en la medida que provoca una poesía. Para la mí, la danza es poesía en movimiento y también lo concibo en el teatro. Esta es (poesía) la mejor arma para revelarse del estado de las cosas.

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TRANS ESCENA

Detrás de la obra hay un sólido equipo. En el elenco se encuentra un variopinto grupo de intérpretes-creadores, como Georgia del Campo, Cristian Hewitt, Irina Gallardo, Andrés Millalonco, Francisca Espinoza y Alexandra Miller. En el diseño visual integral está Jorge Zambrano; en la composición musical el ya conocido autor de música para danza, José Miguel Candela; en la asesoría teórica Cristeva Cabello, la asistencia de Iluminación es de Fernanda González, en capas cuentan con Juana Diaz y en fluidos a Camilo Saavedra. Además, está la colaboración audiovisual de Waldo Salgado, la producción de Daniela Moraga y la fotografía de Paz Villarroel.

“La experiencia para mí fue súper positiva, ya que mí visión es súper monogámica y católica, sin serlo”, Paula Sacur.

- ¿Cómo fue la elección de los intérpretes?

- ¿Cómo fue el proceso de investigación de la obra?

Paula: Había personas con las que ya

Paula: Yo hace rato vengo escar-

teníamos claro que queríamos trabajar, y luego abrimos las audiciones. Fue increíble, habían más de 100 personas inscritas y fueron dos días de audiciones donde nos dimos cuenta de que hay muchas personas que querían participar en esta performance, danza, teatro o mejor dicho TRANS escena, donde llegaron actores y bailarines.

bando en David Le Bretón, con este cuerpo domesticado, tecnologizado y con el Movimiento Somático (SME) en Body-Mind Centering, donde se busca trabajar desde los sistemas de los fluidos. Además, trabajamos con los textos de María Galindo (1964), activista boliviana anarcofeminista, cofundadora del colectivo Mujeres Creando, que desde 1992 ha instalado en el espacio público problemáticas vinculadas a temas como el machismo, el femicidio, la homofobia y el aborto, a través de performances y otras intervenciones. Ella en el 2017 publicó el libro “No hay Libertad Política sin Libertad Sexual”, una investigación en torno a la homofobia al interior de la Asamblea Legislativa de Bolivia. Ernesto: Para llegar a la obra tuvimos un largo proceso de estudio desde el punto de vista filosófico y estético, haciendo un recorrido desde las culturas grecolatinas hasta las culturas prehispánicas, como la Mochica, donde existen registros de la sexualidad libre. Finalmente, la Edad Media y la Iglesia Católica ponen el control sobre el cuerpo a través de la sexualidad. Paz Villarroel

- La pregunta va porque dentro del elenco hay bai-

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larines conocidos, como Cristian Hewitt, de Compañía danza Espiral, pero también se encuentra Irina Gallardo Báez, más conocida por Irina la Loca, activista y performista del posporno nacional. Ernesto: Yo con Irina soy amigo desde el activismo, hace muchos años, y la elegí por dos razones. Uno, porque quería gente de la performance como ella, que trabaja hace bastantes años en esta área, además de ser actriz, además de gente de danza y teatro, pero de estos grupos no logramos encontrar a alguien que cumpliera lo que buscábamos. Y dos, queríamos un desborde corporal, necesitábamos cuerpos diferentes, que estén fuera del canon de la belleza establecida. Siempre quisimos un cuerpo viejo, no lo tenemos aun, pero estamos abiertos a eso. Pero también que esté presente un joven, un blanco, a Andrés Millalonco que proviene de una etnia. es decir, La idea es una diversidad corporal.


Maglio Pérez

- ¿En algún minuto se cuestionaron que iba a pasar con el público? Paula: Yo nunca me cuestioné lo que

pensaría el publico. Ernesto siembre lo hace en sus obras. El provocar, para uno que está ligado a la danza, como que no se acostumbra, ya que uno siempre piensa en sus pares y como lo verán, pero esta forma la encontré atractiva de estudiar, me pareció bonito y atractivo. No quiero que se cuestionen, sino más bien que le pasen cosas. Ernesto: Por supuesto, igual creo que una persona con solo leer el nombre, “Orgiología”, ya tiene una imagen de

lo que va a encontrar y para dónde va la obra. Siempre hablamos de la puesta escénica, como una celebración en un espacio poético, no como un acto pornográfico. Ojo, yo no estoy en contra del porno, pero no es el sentido de la pieza. La gente va prejuiciada pensando que verá algo pornográfico, pero solo encontrarán un acto estético y poético. Siento que ésta es la convención en el momento. Quiero que el espectador cambie su percepción sobre el sexo. La gente cree que es algo privado y binario, cuando el sexo es placer, erotismo, éxtasis y sobre todo belleza. En la forma que esta dirigida la obra es para que el publico rompa sus cánones de percepción y pensamiento sobre la sexualidad y el sexo.

“La gente cree que es algo privado y binario, cuando - ¿Qué pretenden o esperan el sexo es placer, erotismo, de la obra? éxtasis y sobre todo belleza”, Ernesto: Estamos dentro de la agenda de programadores y nuestra Ernesto Orellana. idea es que la obra pueda salir a otros

espacios, tanto dentro o fuera de las fronteras. Acá es súper difícil mostrarla porque las personas tienen el prejuicio que esto es pornografía.

- ¿Cómo fue el resultado de este trabajo para ustedes y el equipo? Paula: La experiencia para mí fue súper positiva, ya que mí visión es súper monogámica y católica, sin serlo. Cada vez que escribía en el proceso de investigación, me daba cuenta de que estaba súper domesticada en mis conceptos, que desde pequeña te enseñan patrones súper estrictos, cuadrados y conservadores. Trabajamos un año entero para llegar hasta ese nivel de intimidad, donde los cuerpos intérpretes no se conocían y de a poco fueron saliendo esas punciones poéticas que estábamos buscando. Ernesto: Y esas son las punciones que me interesan en general en el trabajo de esta obra. TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·23


> STGO A MIL

Una bailarina de más de 5 metros se tomará las calles Texto: Ximena Veas

La gigante es parte del nuevo montaje de la compañía catalana Antigua i Barbuda, que vuelve por tercera vez a nuestro país. Esta vez el grupo, fundado en 2002 y dirigido por Jordà Ferré, trae un pasacalle que promete sorprender a grandes y chicos. Fotos: Santiago a Mil

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> STGO A MIL Con 5,5 metros de alto, y tras un proceso de construcción que duró siete meses, sumado a una lenta y larga planificación, debutó en 2016, como protagonista y encargada del encendido de las luces de Navidad de la ciudad de Barcelona, en España. Es “La Bailarina”, una gigante creada por la compañía catalana Antigua i Barbuda, dirigida por Jordà Ferré, que se hizo famosa en su país de origen no solo por participar en la campaña de Navidad de ese año, sino que en la siguiente Cabalgata de Reyes de Barcelona. Todo el atractivo de este personaje llegará a nuestro país, ya que será parte de la programación de la nueva versión del festival Santiago a Mil, que se realiza durante enero, encabezando un pasacalle que buscará encantar al público con una historia llena de danza y magia. El argumento central del montaje plantea que, en medio de la ciudad,

una bailarina aparece de repente durmiendo dentro de una gigantesca caja de música. Quienes la ven se preguntan cómo llegó hasta ahí, si será una amenaza para la gente o si es parte de una celebración, o si tal vez piensa tomarse la ciudad para convertirla en su nuevo hogar. Al llegar la noche, los espectadores no

“Si algo queremos lograr con este espectáculo, es reivindicar el empoderamiento de la mujer en nuestra sociedad”, Jordà Ferré. pueden más de curiosidad, por lo que un grupo de personas la despierta. Y esta hermosa bailarina gigante se dedica a mostrar sus pasos de danza y a aprender los movimientos de baile que la gente le muestra, mientras recorre

los alrededores llenando de felicidad a todos quienes la ven. Cuando esta imponente muñeca se cansa de tantas emociones y de haber bailado por las calles que está conociendo junto a sus nuevos amigos, vuelve a dormir. Y a soñar con que tal vez al día siguiente viva una nueva aventura. “Esta es una vivencia única, hay que verla y sentirla en persona. Pero si algo queremos lograr con este espectáculo, es reivindicar el empoderamiento de la mujer en nuestra sociedad”, explica Jordà Ferré, director de la compañía de teatro de máquinas, fundada en 2002 y que ha sido destacada positivamente por la crítica española gracias a una amplia trayectoria y un nutrido paso por festivales nacionales e internacionales. Así, para Ferré “La Bailarina” surge “de la necesidad de crecer en nuestras propuestas artísticas y querer contar

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más cosas. Y esta fue una excusa que nos permitió construir y contar una historia, además de un reto constructivo”. Agrega que “como siempre la estética es muy importante para nosotros, pero a la vez queríamos ir un poco más lejos y necesitábamos un objeto que nos permitiera eso, y qué mejor que una propuesta como esta, una bailarina que, con sus lentos y precisos movimientos de danza, dejara sorprendido al público”. El director de Antigua i Barbuda cuenta que en este montaje decidió abordar la historia de una bailarina no solo porque a lo largo de su carrera ha trabajado con muchas compañías de danza, sino que porque “creo que la danza es una de las artes escénicas que mejor ha evolucionado, y una de las que más respeto. Lo que más me une a ella es el movimiento”, asegura.

UNA MÁQUINA MARAVILLOSA Las construcciones de la compañía de teatro de máquinas Antigua i Barbuda quieren reinventar lo ya inventado, ya que con sus creaciones buscan evocar a los visionarios que en su época crearon universos paralelos con piezas de otros mundos, tanto del pasado como del futuro. Son estructuras que nacen del imaginario de su director, quien apoyado por profesionales de distintas disciplinas aprovecha objetos que para algunos son de desecho o que están en desuso, y los reinventa de forma original y sorprendente, dando paso a complejos mecanismos. “Queremos que sean nuestras construcciones las que hablen por sí solas y donde la gente se sienta interpelada por lo visual y estético, pero sin olvidar un relato poético y narrativo. Tenemos diferentes espectáculos con los que disfrutamos viajando y mostrándolos en diferentes lugares del mundo”, reflexiona Ferré. Es la tercera vez que una propuesta 26 · TIEMPO DE DANZA

de Antigua i Barbuda forma parte del festival Santiago a Mil, por lo que el director de “La Bailarina” ya ha estado en contacto con el público chileno, que ha disfrutado masivamente de sus montajes anteriores, tanto en Santiago como en regiones. “Para nosotros es un placer volver a Chile. El público es receptivo y participativo. Los años anteriores lo que pude ver es que la gente responde en masa a estas propuestas y eso siempre es de agradecer”, cuenta. Y confiesa que “espero que ´La Bailarina´ tenga una buena acogida, y que la gente disfrute. Poder estar en el festival Santiago a Mil nos llena de orgullo, y nos encanta la idea de hacer una gira. También nos hace felices ver a muchos amigos y compañeros de trabajo que hicimos aquí en las dos últimas veces que estuvimos con nuestros espectáculos”. En esta visita la compañía llega a nuestro país con siete personas, cuatro manipuladores de la marioneta, una actriz, un músico y un conductor. Ferré cuenta que este es un espetáculo que se adapta a cada lugar donde se presenta, por ejemplo en una locali-

dad tuvieron a treintaicuatro chelistas haciendo la música en directo, y en otro escenario fueron doscientas las bailarinas de distintas escuelas de danza las que se sumaron al paso de la imponente bailarina. “Esta es una manipulación donde se combinan la hidráulica, los motores eléctricos y el radio control. Es muy complejo y preciso ya que implica mucho tiempo de preparación de toda la maquinaria y material, para que luego en la función la bailarina pueda mostrar todos sus elegantes movimientos”, concluye el director de la compañía catalana.


> REFLEXIONES

En mayo de este año, Andrés Gutiérrez, actor, intérprete Butoh y fundador de la compañía Bayku, estrenó en el Encuentro Coreográfico Sala Arrau su solo “Madre Luna”, para luego presentarlo durante el mes de octubre en la sala El Cachafaz, de Av. Italia. Dedicado por Gutiérrez a su mamá, muerta de cáncer, el trabajo muestra cómo un hijo se comunica con la fuente materna cada vez que hay luna llena. Sin narrativa convencional, la pieza fluye a través de las emociones y

sensaciones que entrega el desempeño del performer. Tal como en su solo anterior, “Llapëmn” (2015), Andrés trabaja un Butoh delicado y detallista, centrado en el estado interior y alejado de las acrobacias. En “Madre Luna” muestra movimientos claros, asimilables a la danza contemporánea (brazos en vaivén stacatto, pasadas por el suelo etc.), y una coreografía donde se repiten ciertas cadenas de desplazamientos y gestos. Su rostro está permanentemente cruzado por estados emotivos, siendo sus ojos y boca los principales transmisores de ellos. Su cuerpo está siempre alerta, con una energía menos introspectiva que su rostro. La ambientación cuenta con una construcción escenográfica blanca, similar a un vértice de dos paneles, ubicada en el centro del escenario en el caso de El Cachafaz. El intérprete surge lentamente arriba de la construcción, donde se sienta. Vestido de látex negro, ondula los brazos y luego desaparece tras las paredes blancas. Entonces se hace la oscuridad, de la que luego de unos minutos brota Andrés, esta vez a ras de piso y vestido íntegramente de blanco, con una especie de mameluco. Dolor, duelo, desconsuelo, podría ser una interpretación posible, sugerida además por la música angustiosa. Pero hay un cambio. La estructura blanca se ilumina y con ella la escena. Juegos de luces, incluso provenientes de dos bolas ubicadas a los costados del escenario, inundan la atmósfera. La danza se vuelve más ligera y una sonrisa se instala en el rostro del bailarín. Pareciera que su cuerpo se elevara. Es la presencia de la madre que transmuta lo que ha sucedido hasta el momento. Las emociones espesas que han recorrido la pieza se convierten en armonía y consuelo. El final reserva el pick de la emoción: la madre no se ha ido, está con el hijo, solo que transfigurada. Se trata de un trabajo delicado y pequeño, formato que Andrés Gutiérrez maneja muy bien, ya que es capaz de

proyectar sus emociones sin necesidad de grandes desplazamientos ni piruetismos corporales. Lo suyo es un diálogo callado e íntimo con los espectadores, afirmado en su capacidad de trasmitir emociones y sentimientos. El vestuario de gran nivel, notándose la mano del diseñador Paulo Méndez. No sucede lo mismo con la estructura metáfora de la luna. Por momentos se ve algo fuera de lugar, tosca, y cuesta comprender a qué apunta. Pero hay un punto insoslayable. “Madre Luna” no está hecha para un teatro a la italiana (tradicional), y menos si éste no posee graderías desniveladas y todos los espectadores deben levantar los ojos para ver el espectáculo. Esta disposición aleja al espectador de los estados que repasa Andrés Gutiérrez con su danza, y hace casi imposible seguir la evolución de los mismos a través de su rostro. La altura del escenario impide ver sus expresiones, algo fundamental en esta pieza, que seguro se capta en toda su plenitud en un espacio multiuso (como las salas de danza del GAM), donde el público puede seguir en detalles los gestos y movimientos del danzante.

Inti Morales

Texto: Marietta Santi Crítica de danza y teatro

Jano Torres

El Butoh y el festejo a una madre

Ficha Artística Compañía: Bayku Dirección, Coreografía e Interpretación: Andrés Gutiérrez Dirección de Arte y Vestuario: Paulo Méndez Escenografía: Benjamín León Iluminación: Susana Belmar Asistente de Dirección: Vania Muñoz

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> EN ESCENA

La poética búsqueda de las raíces de Italo Tai Texto: Cristián Rojas

El bailarín y coreógrafo estrenó en noviembre su obra “Ni por Mar ni por Tierra”, en el Encuentro Coreográfico de Sala Arrau. Poesía, raíces y búsqueda del ser nacional.

Italo Tai fue seleccionado para ser parte de la 7a versión del Encuentro Coreográfico en Sala Arrau 2018 con “Ni por Mar ni por Tierra”, obra basada en los textos del escritor chileno Miguel Serrano y que estrenó en noviembre. Su investigación y propuesta, además de su connotada experiencia en la escena nacional, los hizo merecedores de ese espacio. Sobre el encuentro, Italo es claro: “A lo mejor necesitamos más dinero, más espacio, pero existe. Y hay que

tomárselo en serio y ser muy riguroso respecto al público. Ellos necesitan ilusionarse. Tengo que lograr que las personas no se vayan a gastar la entrada en otra cosa y que sientan la necesidad de ir a ver danza”. El creador es muy crítico al decir que es un espacio que los artistas no aprovechan, producto de las diferencias que existen entre los pares y la crisis artística a nivel nacional. “Cuando mis conocidos me preguntan si sería bueno devolverse a Chile luego de estudiar

fuera, por ejemplo, les digo que puede ser, siempre y cuando vengan con un sueño por cumplir, de lo contrario se van a amargar”, precisa. Es fascinante encontrarse con este destacado creador escénico. Tai (51), que desborda energía y virtuosismo, logra atrapar con sus ideas. Casi en silencio escuchamos sus planteamientos frente a este poético trabajo de indagación territorial. Desde la humildad artística que lo caracteriza, el creador defiende este espacio escénico por lo importante que allí sucede. Un lugar lleno de magia e historia que, por lo demás, no le es ajeno. “Yo que hago eventos, podría quedarme con eso, pero no es suficiente para mí. Me interesa hacer otras cosas y este espacio es para la vanguardia”, dice.

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> EN ESCENA La clave de inicio en este trabajo es la realidad reinterpretada de los recuerdos de infancia, lo que sucede cuando Italo lee por primera vez a Alejandro Jodorovsky, quien habla de San Pablo con Matucana, transportándolo a su origen. “Fue un impacto porque me devolvió al barrio, lo transformó para mí. Me di cuenta de que tenía que ver con la mirada”, dice. Esta puesta en escena toca ese origen y se pregunta por el peso de la noche, los paisajes cotidianos y nuestro ser chilenos. Si bien los problemas son parte de nuestro habitar, también nos ayudan a moldearnos, porque en el fondo no se trata solamente de danza o del arte. “Los bailarines son muy sensibles, entonces más que vivir, son divididos por algo, por un arquetipo, por una imagen que el paisaje produce. Nosotros estamos pegados mirando el abismo”, reflexiona el director. Pablo Neruda es otro personaje de referencia que lo ayuda a conectarse con la tierra. Esa lucidez con respecto a encontrar la respuesta de nacer en Chile es uno de los temas que aborda la obra, además del mirar hacia arriba con orgullo. Levantar la cabeza desde nuestra raíz, pero también desde nuestro propio espanto.

- ¿Desde donde nace este proyecto entonces?

-Desde mi propia raíz, porque es una acción de sobrevivencia también. Yo no busco el éxito, yo lo que busco es seguir viviendo y mi danza nace desde ahí… ¡porque si no me muero! Señala que hay que reinterpretar el paisaje, pues Chile fundamentalmente es paisaje, geografía. Aquí nada dura para siempre por los terremotos, por las guerras, por las pestes. Cultura hay poca, lo que hay es paisaje y desde ahí plantear una interpretación, un arte propio, una identidad, un gesto de habitar. De todo esto se desprenden los fundamentos de este trabajo; procesos espirituales en relación al quebrarse, 32 · TIEMPO DE DANZA

rearmarse y renacer como el fénix. Todo un collage nacional. “Esa es la pregunta, porqué, que hay aquí. Dice el texto: el chileno tiene un espíritu escatológico de últimas realidades, de apocalíptico, de profeta, de locura... Si no que sería del Cristo de Elqui, sin ir más lejos”, ilustra el creador.

los mapuches, demoré dos años en que me aceptaran, y me demoré un poco más postulando al Fondart. Sentí que tocamos un tesoro vivo, un tesoro enorme, impresionante, trascendental. Esto engancha con lo que dice el texto: el chileno en su delirio toca profundos recuerdos ancestrales de grandes acontecimientos históricos, de donde viene y para dónde va, así de trascendental. No puede dejar de compararse con los jóvenes de hoy en el cuestionamiento, propio de la edad, de por qué nació en este país. Sin embargo, con toda esta experiencia se da cuenta de que es aquí donde tiene que estar. Su participación en la película “La Danza de Realidad”, de Jodorovsky, le permite tomarse una pausa distinta a las anteriores para trabajar su creación. Y luego de casi 5 años se da esta posibilidad, con “Ni por Mar ni por Tierra”

- ¿Es tu primer trabajo usando estos argumentos?

LA CONEXIÓN CON SALA ARRAU

Italo tai

-No, todas mis obras tienen relación con eso. Lo primero fue la “Ciudad de los Césares perdidos”, la figura del náufrago. Después vino “Huacho”, luego “Cabaret Mystique”, una pausa donde me quedé embarcado por un buen rato, y de ahí volví con “Reche, los Caciques Retornan”. En “Reche” hay un paradigma. Me tincaban mucho

A inicios de 2107 el coreógrafo estaba de público en el Encuentro Coreográfico, viendo un trabajo cuyo nombre no recuerda por el impacto que produce en él la Sala Arrau: los recuerdos de un trabajo anterior en los 90´s y la visión de su propia obra en escena. La memoria, los difuntos y el texto que leía, producen en su interior el deseo


> EN ESCENA -¿Cómo materializaste todo?

-Hay una mitad de rigor de trabajo y la otra mitad es casualidad. A qué me refiero, que hay un trabajo de leer, de escuchar mucha música y de meditar respecto al tema, de probar en ensayos, en movimientos, en coreografías, en imaginar.

-¿El equipo de trabajo también?

inaguantable de postular al Encuentro. “En algún momento me distraje de lo que estaba viendo y me puse a visualizar lo que podría ocurrir aquí con ´Ni por Mar ni por Tierra´. Me dije, voy a postular y aquí va a ser. Lo decreté, no por la ideología del decreto, porque tampoco resulta siempre. Debe haber una constelación de elementos. Al autor de ´Ni por Mar ni Por Tierra´ lo conocí. Entonces es muy probable que ellos me hablen al oído”, cuenta Italo Tai. Sensible a la intuición que argumenta la unión de sus procesos, puede decir que el tiempo regala ecuaciones que son únicas e irrepetibles. “Desde ahí puedes interpretar tu árbol genealógico, puedes interpretar tu propia historia personal, la historia de tu vida, la historia de tu ciudad, de tu país. Descubrirlo es fascinante. Yo lo visualicé ahí, y ahí se me armó todo, en ese momento”, subraya.

-Generalmente lo visualizo privadamente. Cuando estoy en otras cosas. En los eventos voy probando cosas y veo si funcionan o no, hago una investigación a todo nivel. Con esto armo un bosquejo y lo traspaso al computador a través de una metodología: objetivo, descripción, etc. Luego viene todo el diseño de producción, cómo lo voy a hacer, qué elementos van a participar, cuál es el lenguaje que estoy eligiendo. Hay un lenguaje importante que viene trabajando los últimos tres años y que aparece concretamente aquí: la visualidad. Fusiona proyecciones de

alta fidelidad, aporta iluminación extra a la sala y visuales. Además, la voz de Tamara Acosta se suma a la musicalización. La técnica en danza a utilizar en sus trabajos la decide según la necesidad. Hay cosas concretas que están insertas en el texto. Su predilección: la coreografía, pero saliéndose de los lugares comunes, deconstruyendo movimientos pero manteniendo la energía. El cuerpo se mueve desde la memoria. Con estas premisas determina y esculpe su montaje.

MIGUEL SERRANO Durante algunos años Italo conoce a Serrano, autor polémico con el que no coincide desde el punto de vista ideológico, pero sí en su poesía y en su exploración. La admiración por su trabajo lo llevaron a tener una cercana relación porque “me mostraba poéticamente aquellos paisajes con los que soñé durante niño”. Don Miguel, como lo nombra cariñosamente Italo, le trajo para sí eso de escuchar los textos, hacerlos propios. Era una persona que planteaba tan cla-

TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·33


> EN ESCENA

ro sus ideologías, que le costó el título de hombre polémico para la época. “Si tú me preguntas por qué lo hice, anda a ver la obra. Ahí vas a entender. Lo hermoso para mí es que finalmente no te vas a quedar con la polémica, te vas a quedar con Chile, con tu territorio. Es tremendo y un gran tesoro”, invita el coreógrafo. La tesis fundamental del proyecto era cómo realizar danza contemporánea desde una raíz propia, una raíz del territorio. Porque si hablamos del territorio, finalmente es más amplio en geografía. “¿Qué descubrimos en esto?, que hay una especie de danza diferente, de energía, de mover el espacio, de que el brazo ya no es el brazo, sino que es mucho más que eso, que hay memorias que se despiertan, que hay figuras que se despiertan y las vives, las encarnas”, explica Italo.

34 · TIEMPO DE DANZA

Trabajo, escucha y recuerdos van tomando forma con el aprendizaje de sus ancestros mapuches. “Mi búsqueda coreográfica tiene que ver con los cuerpos de este territorio, de los que han nacido aquí. Utilizo esos elementos de personas muy bien formadas, para decir alguna palabra propia y que tenga relación con elementos vivos, si no, no emociona”, dice Tai.

-¿Los lineamientos del encuentro te limitaron en algunas cosas?

-Me habría encantado que la sala tuviese graderías, creo que es fundamental para que la gente vea. Por eso uso cubos y tarimas.

- Entonces, ¿“Ni por Mar ni por Tierra” podría seguir creciendo?

-Sí, sería muy interesante, porque esta pieza inaugura un período de nuevas creaciones. Ya terminé una trilogía y creo que sería bueno iniciar otra y que tiene relación con esto: el cerro El Plomo, el territorio, la Antártica, y vamos viendo más adelante. Acá hay mucho, la gente no sabe, tenemos una riqueza enorme. Recuerdo en una gira donde niños quedaban asombrados con lo que veían, sentían una gran euforia porque algo se despertó en ellos. Eso es, ahí estás haciendo bien tu trabajo. Actualmente todo está lleno de contenidos restrictivos cuando en realidad lo que realmente enseña es lo que toca, cuando se abre el corazón, eso es identidad, es celebración.


> VISIONES

Lorena Hurtado y Gladys Alcaíno, las retratistas de la danza chilena Fotos Patricio Melo

Texto: Marietta Santi

Sensibles, curiosas y apasionadas, estas investigadoras se han dedicado a darle voz y espacio a los creadores de la danza en un soporte tan bello como es el libro. Autoras de “Retrato de la Danza Independiente en Chile 1970-200”, continuaron su labor con “Danza Contemporánea en Chile 200-2015, autobiografía de una escena”, lanzado este año. Todo el mundo de la danza chilena conoce, y reconoce, a Lorena Hurtado y Gladys Alcaíno. Lorena, bailarina, coreógrafa, directora de la Escuela de Danza de la U. ARCIS y actualmente docente de la Universidad de Chile. Y Gladys, guionista, Licenciada en Artes Escénicas, Profesora Waldorf de literatura, investigadora y -imposible obviarlo- hermana menor de la bailarina y coreógrafa Teresa Alcaíno. Si por separado son aguerridas activistas de la difusión de la danza, juntas duplican esfuerzos y motivaciones. Esas cualidades les permitieron concretar

dos libros que rescatan la memoria de la danza independiente en Chile: “Retrato de la danza independiente en Chile. 1970-2000”, publicado en 2010, y el reciente “Danza Contemporánea en Chile 2010-2015”. Sus caminos de unieron por la urgencia que ambas sentían por revelar, y develar, a los creadores de la danza contemporánea nacional. “Lorena estaba investigando por su cuenta y yo había entrevistado a Patricio, Luis Eduardo, quería contar esa historia. Nelson Avilés y Cristián Ahumada nos citaron una reunión y ahí nos conoci-

mos”, recuerda Gladys. Eran los comienzos de los años 2000 y Avilés estaba a cargo de una naciente Área de Danza en el entonces Ministerio de Educación. Ambas sintonizaron, se contaron toda la vida y decidieron que querían abocarse a la danza independiente entre los años 70 hasta el 2000. Postularon a un FONDART, lo obtuvieron y lograron financiamiento para seis meses de investigación. Claro que el proceso duró casi dos años, a lo que luego se sumó el interesar a una editorial y reunir los recursos para publicar. TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·35


> VISIONES Y eso trae como consecuencia omisiones, vacíos que invitamos a que otros completen…”.

- ¿Cómo llegaron al testimonio? Es una decisión importante. Gladys: Fue bien profunda la dis-

Lorena Hurtado

Lorena apunta que “cofinanciamos ese libro y por eso se demoró tanto en salir, porque la investigación fue como el año 2005-06 más o menos, y el libro se publicó en 2010. Estábamos desesperadas porque sentíamos que el material se estaba perdiendo”. La maqueta, que guardan celosamente, tiene alrededor de 400 páginas. Que fueron recortadas en conjunto con la editorial OchoLibros. Este primer libro, al igual que el segundo, pretende ser un retrato de los actores de la danza independiente, entendida ésta como “la que surge fuera de las instituciones del Estado, autogestionándose”. No pretenden hacer historia, lo repiten ambas, sino la fotografía de un momento. Y, en el prólogo de la segunda publicación, Gladys Alcaíno lo precisa: “Sobre quienes fueron incluidos en este nuevo registro, es algo que responde a un criterio compartido como investigadoras sobre la panorámica de este período, por cierto, inabarcable en su totalidad, sobre todo por ser muy reciente.

“Lo primero que se nos ocurrió fue rescatar, hacer un retrato de las personas”, Gladys Alcaíno. 36 · TIEMPO DE DANZA

cusión, yo vengo de la literatura y la Lorena de la danza. Entonces hay una cosa que tiene que ver con el relato, una reflexión que tiene que ver con decir las cosas más allá del dato. Lo primero que se nos ocurrió fue rescatar, hacer un retrato de las personas. No había retrato de muchos de ellos, era un archivo precario, sin fotos, pocos videos, no había ni currículo. Por eso decidimos que era importante el retrato y en ese Fondart (del primer libro) pedimos plata para un fotógrafo. Al final decidimos rescatar la propia voz, porque la danza independiente tuvo un valor como la escena danzada, como decía la Nelly Richard. Fue un arte muy contundente que se hizo en dictadura, y era un relato que no estaba contado. Nosotras necesitábamos contarla con la voz de los protagonistas. Lorena: A mí siempre me ha interesado saber la historia de las personas, siento que históricamente en la danza, cuando uno entra a la formación, tu historia queda afuera. Todo lo que viene detrás no tiene importancia, tienes que entrar a un mundo nuevo de formación, de técnica, educación de tu cuerpo, a una estructura que a veces no tiene mucho que ver contigo. Yo quería saber la historia de Patricio (Bunster), de Carmen (Beuchat), porque siento que los caminos de las personas se van conformando en la niñez, en las anécdotas, en el juego, al interior de las familias, en los contextos. Sentía que había que visibilizar ese lugar que cada uno trae, que es su historia, su memoria. Lo viví como directora de la escuela de danza del ARCIS, que uno entra en ciertas dinámicas disciplina-

rias que de repente van dejando afuera al sujeto. Me acuerdo de que había momentos en era feo decir que te gustaba la salsa, que venías del folclor, que te gustaba bailar bachata. Gladys: Cuando Joan Turner narra, en un momento que para nosotros fue sagrado, narra que cuando encontró el cuerpo de Víctor Jara nunca más pudo


> VISIONES volver a bailar, nosotras no teníamos porqué levantar un discurso de eso o academizar o teorizar. Teníamos que ponerlo en las palabras de Joan.

-Además, la danza es muy poco entrevistada en cualquier tipo de medio de

comunicación. Menos aún si son chilenos. A diferencia de los actores. El bailarín está más invisibilizado, como que no existiera como persona.

Lorena: Recuerdo que de muchas

entrevistas salíamos llorando, pasaron cosas muy emotivas. Hacíamos crónicas de los encuentros con los coreógrafos y cada vez nos iba quedando con más fuerza que nosotros no teníamos nada que decir. Gladys: La crónica apelaba a que nosotros atesoráramos ese momento. Esa crónica que escribimos en el instante captaba la emoción, lo que pasó, y no se transformaba nunca en un discurso. Afortunadamente, a ninguna de las dos nos ha interesado la teorización o academización de las cosas, sino que, nos interesaba la vivencia.

- ¿Cuántas veces se juntaban con el entrevistado?

Lorena: Una vez, una hora, dos, tres horas, dependiendo del feedback que fuéramos teniendo. Me acuerdo de que a veces terminaba llorando con la entrevista, me pasó con José Luis Vidal y la Nuri Gutes. Cuando fuimos a ver a Mario Bugueño, que estaba con alzhéimer, fue muy fuerte. Gladys: Nosotras nos metíamos en un viaje impactante. Lorena: Nos pasó en el segundo libro con la mayoría de las entrevistas, y en el primero con casi todas, que se abría un canal. Me sentía muy responsable de cómo tomarlo, qué rescatar, que decir o no decir, porque había mucha intimidad de por medio. Gladys: Me acuerdo de que era una sensación de responsabilidad compartida del relato que nos habían contado de esta forma, y a la vez sentíamos la gratitud de las personas porque todas querían bailar en nuestro lanzamiento, todos se ofrecían.

Gladys Alcaíno

NUEVOS DESAFIOS

Después de parir con dificultad el primer libro, las autoras se tomaron un tiempo, cada una en sus cosas. “Entramos en un proceso personal, como las gatas. Nos cansamos, nos separamos un rato, ahora nos pasó también. Estábamos tan intensas y después nos alejamos”, precisa Lorena. Pero, pasados unos tres años, sintieron que había que continuar. Que la tarea estaba incompleta. Se dieron cuenta de que el movimiento no paraba, emergiendo más y más gente. Rápidamente armaron un Fondart. Y si en la primera publicación Gladys realizó la coordinación, esta vez le tocó a Lorena.

- ¿Y cómo fue el proceso en este nuevo panorama social? Gladys: Tuvimos muchos más

tropiezos, pese que tuvimos mayores facilidades en relación a los tiempos, porque para nosotras fue muy difícil conectarnos con la nueva épica, con el nuevo desafío de los jóvenes. Entrevistamos, y claro, la vivencia era súper distinta, eran chicos que había cambiado el léxico. Ya no se halaba de obras sino de proyectos, de hechos TIEMPO DE DANZA · DICIEMBRE 2018 ·37


> VISIONES escénicos. No hablaban de compañía. Acá era todo tan nuevo, tan distinto, condicionados por el formato de los fondos concursables.

“Qué teoría ibas a hacer si todavía faltaba mucho por recoger, qué teoría vas a hacer si todavía falta mucho que levantar”, Lorena Hurtado. Lorena: Honestamente, las primeras entrevistas fueron muy difíciles porque al principio pensábamos que íbamos a hacer un libro más teórico, pero después nos fuimos dado cuenta de la fuerza del relato y la evidencia. El cambio del contexto económico, con el neoliberalismo con toda su fuerza, se iba infiltrando en los relatos. Armamos el retrato con mucha fuerza, porque todavía había mucho que recoger, qué teoría ibas a hacer si todavía faltaba mucho por recoger, qué teoría vas a hacer si todavía falta mucho que levantar. Nos costó aceptar ese relato que venía de las nuevas generaciones, y entender el contexto de donde eso se estaba generando. Gladys: Así como antes el enemigo era la dictadura, acá no entendíamos cómo se estaba moviendo esta nueva gente con su creación. De repente nos dimos cuenta de que era mucho más complejo su mundo, que aparentemente los tenía cómodos, con fondos concursables, híper conectados, pero de repente empezó a salir en ellos la misión, por ejemplo, de recuperar un cuerpo, un cuerpo social que estaba perdido. Ellos tenían, a diferencia del libro anterior, esa tarea asumida: cómo tiene que volver la danza a la educación y cómo hay que conectarse con el cuerpo. Nos costó llegar ahí. Lorena: Es extraño, pero creo que tiene que ver con el cambio de paradigmas. Realmente, tiene que ver con 38 · TIEMPO DE DANZA

la caída de las utopías, de las estructuras, de los súper héroes de cualquier tipo. Lo que pasa es que al principio no lo veíamos. Gladys: A mí me pasó que, al meterme con estos chicos, entrevistarlos y sentir que en el fondo les estaban quebrando los paradigmas constantemente. Yo me sentí lejana en algún minuto, iba a una sala y había una desconexión, ahora entendiendo que son multifacetados, que están tratando de digerir toda la información que tienen, que es instantánea, que a la vez puede ser mucha o nada, diversa, compleja, etc. ¡Tienen tantos insumos que están tratando de asimilar! Esto me recuerda

al momento en que los antiguos se rebelaron. Por ejemplo, Patricio Bunster le preguntaba a Paulina Mellado que cómo hacia esa traducción de rebelión, y acá es lo mismo.

“Hay gente que está fuera de ese período o que su creación fue menos intensa, pero que no esté en el libro no significa que no está en la danza”, Gladys.


> VISIONES Lorena: Teníamos presupuestadas 40

pares. Lorena: Son más promiscuos, esto genera problemas a la hora de que tú quieres montar una obra porque el intérprete está metido en 50 cosas. Antes uno era fiel, estabas ahí, te agarraban a patadas y no importaba, no te pagaban no importa, bailabas en un piso de tierra no importa. Ahora no.

estoy yo? Es que ella lleva trabajando no sé cuántos años y en ese momento estaba ahí. Gladys: Pusimos a Yeimi Navarro que hace danza con músicos contemporáneos o del pop, y a la vez hace un trabajo con la gente del SENAME. Para nosotras era una voz importante y coincidíamos en esos criterios y descriterios. Lorena: Siento que es el libro de la danza contemporánea, donde están todos los que uno reconoce de una escuela, de una formación, de una estética y también las voces disidentes, que empezaron a aparecer y que a mí hoy día me interesan más. Seguramente el otro libro va a ser de mucha más diversidad. Una también se pone en crisis.

entrevistas, pero, en la medida que iba pasando el tiempo y variando el contexto, decía “pero cómo no vamos a entrevistar a esta persona” o la Gladys me decía “cómo no vamos a entrevistar a Natalia Cuéllar de Butoh”. De repente era interminable. Habríamos entrevistado a muchos más, pero no daban ni los tiempos ni los recursos. Gladys: Es importante que se entienda que este es un acotado a un período, que retrata voces, pero con una cierta mirada de producción, o sea, que hubo una producción de obras en un momento determinado, que son 15 años. Hay gente que está fuera de ese período o que su creación fue menos intensa, pero que no esté en el libro no significa que no está en la danza. La propuesta es que se siga escribiendo, rescatando. En lo personal esas ausencias me duelen y me duele cuando me lo dicen.

“Seguramente el otro libro va a ser de mucha más diversidad. Una también se pone en crisis”, Lorena. Los chicos han ido mejorando en algún sentido las condiciones, se regodean más, van para allá, para acá, buscan, hay muchas más posibilidades de salir que nosotros no teníamos, viajan, inventan otras cosas. Pero igual siento ahora algo, que no lo sentía al principio del libro, que igual como las otras generaciones tienen mucha necesidad de reconocimiento y visibilidad. En algunos casos tengo la sensación de que el énfasis está puesto en el reconocimiento más que en el trabajo. Siento que hay chicos que se han obnubilado con eso más que con entrar en profundidad en el propio trabajo y la investigación.

Lanzamiento libro, julio 2018.

- ¿Cuál sería el ánimo que recorre este segundo libro?

Gladys: En el otro había una necesidad de rescatar memoria, esa era la épica. Creo que el aprendizaje que recojo de estos cabros es que hay un empoderamiento brutal, creo que ese empoderamiento es un ánimo y recorre el libro completo en un ánimo de hacer colectivo. Hay que decir que en el libro anterior había una necesidad de ser referentes, de diferenciarse, de individualizarse, los que los hacía ser bastantes críticos con el otro o distanciarse del otro. Siento que ahora hay un empoderamiento y una necesidad de un trabajo colaborativo entre los

Gonzalo Donoso.

Gladys: Sí, y está en la introducción, nosotras lo dijimos. Es un océano inabarcable, este es un recorte, es una instantánea. Sin embargo, desde varios sectores, que no son solamente los creadores, sino que, también desde los teóricos, nos han dicho por qué están o no están ciertas personas. Está escrito ahí, no hay mayor criterio que ése, sabiendo que es un riesgo. A veces me da la sensación, quizás voy a ser pedante en decirlo, que no se leen los libros, que se hojean, que se lee una parte, no se lee la introducción. Lorena: Teníamos diferencias con Gladys y las tenemos todavía. A veces decía, por qué tenemos que opinar igual. En el primer libro estábamos en todo de acuerdo, y cuando no lo estábamos, hablábamos horas. Sentía que no estar de acuerdo es bueno, y perderse también, y que alguien te diga ¿por qué está Natalia Cuellar y no

Gonzalo Donoso.

- O sea, ¿la línea curatorial es ésa?

Lanzamiento libro, julio 2018.

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Tiempo de Danza y Gam lanzan edición N°16

El 3 de agosto se realizó el tercer coloquio en la sala de conferencias del espacio cultural, y la conversación estuvo interesante y entretenida. ¡Gracias a los panelistas!

Fotos: César Sepulveda

Nos vemos el 5 de diciembre en una nueva sesión.

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