MAGICUM COMPLETO

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MAGICUM KOMOS


GRUPO DE TEATRO GRIEGO “KOMOS” Prólogo, coro final y dirección: Miguel Navarro Ita fuit principio. Iam multas horas erat mortuus. Senex sacerdos ei propinquauit et dum a suis labris obscura uerba crescebant, manus imposuit. Ita fuit principio. Tum corpus ferociter tremi incepit, dum anhelitus rursus pulmones inflabat et color uultui redibat. Denuo ex profundo alto atque inmenso animam suam percepit. Ita fuit principio. Exinde ignis aeterni nubes e corpore surrexit, dum gelidis artibus reueniebat vigor amissus. Sacrum cantibum ex ore fluebat tamquam murmur. Erat canticum vitale. Venae pulsabantur. Pectus respirabat. Ita fuit principio. Senex fessus est. Suam fidem furoremque omnem in corpus effudit. Magia id corpus recuperauit. Ita fuit principio… cum erat unumquidque magicum…

Traducción del prólogo y el coro final, Miguel Fernández Agradecimientos: Salvador Muñoz y Xurxo Regueira Así fue en el principio. Llevaba muerto muchas horas. El viejo sacerdote se acercó a él y le impuso las manos mientras de sus labios comenzaban a brotar palabras ininteligibles. Así fue en el principio. Y el cuerpo empezó a sacudirse con violencia mientras el aliento iba hinchando de nuevo sus pulmones y el color retornaba a su rostro [comenzó a sentir]. Sintió de nuevo su existencia desde una profundidad inmensa e infinita. Así fue en el principio. Y una nube de fuego eterno brotó de nuevo de su cuerpo mientras sus gélidos miembros recobraban las fuerzas perdidas. Un cántico sagrado fluía de su boca como un murmullo. Era un cántico de vida. Latía el pulso. El pecho respiraba. Así fue en el principio. El viejo sacerdote está cansado. [Derramó] Ha derramado sobre el cuerpo toda su fe y su furia. La magia ha recobrado al cuerpo. Así fue en el principio…. Cuando todo era mágico….


Πάντες σε λέγουσιν Ζμύρνα, ἑγὼ δὲ λέγω σε σαρκοφάγον καί φλογικὴν τῆς καρδίας. Μὴ εἰσέλθῃς αὐτῆς διὰ τῶν ὀμμάτων, μὴ διὰ τῶν πλευρῶν, μὴ διὰ τῶν ὀνύχων. μηδὲ διὰ τοῦ ὀμφάλου, μηδὲ διὰ τῶν μελῶν. ἀλλὰ διὰ τῆς ψυχῆς. Καὶ ἔμμεινον αὐτῆς ἐν τῇ καρδίᾳ καὶ καῦσον αὐτῆς τά σπλάγχνα, τό στῆθος, τὸ ἧπαρ, τὸ πνεῦμα, τὰ ὀστᾶ, τοὺς μελούς, ἕως ἔλθῃ πρὸς ἐμέ, φιλοῦσα με καὶ ποιήσῃ πάντα τὰ θελήματά μου. ῎Εκσταξον αὐτῆς τὸ αἷμα, ἕως ἔλθῃ πρὸς ἐμέ.

Tú eres la Mirra, la amarga, la incómoda, la que obliga a amar a los que no se adaptan a Eros. Todos te llaman Mirra, pero yo te llamo devoradora de carne e inflamadora del corazón. No penetres en ella a través de sus ojos, ni a través de sus costados, ni a través de sus uñas, ni de su ombligo, ni de sus miembros, sino a través de su alma; y mantente en su corazón y haz arder sus entrañas, su pecho, su hígado, su espíritu, sus huesos, su médula, hasta que venga a mí, me ame y haga todo lo que yo quiera. Hazla sudar sangre hasta que venga a mí.

Effer aquam et molli cinge haec altaria uitta uerbenasque adole pinguis et mascula tura, coniugis ut magicis sanos auertere sacris experiar sensus; nihil hic nisi carmina desunt.

Trae agua y rodea estos altares con suave venda y quema verbenas de espeso jugo e incienso macho, para que pruebe yo trastornar por sacrificios mágicos el sano juicio de mi amante, nada aquí sino los ensalmos faltan.

Σὺ εἷ ἠ Ζμύρνα, ἠ πικρά, ἠ χαλεπή, ἠ ἁναγκάζουσα φιλεῖν τοὺς μὴ προσποιουμένους τὸν ῎Ερωτα

ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin.

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis.

Carmina vel caelo possunt deducere lunam, carminibus Circe socios mutauit Ulixi, frigidus in pratis cantando rumpitur anguis.

Los conjuros pueden hasta hacer bajar a la Luna aun del mismo cielo; por medio de conjuros transformó Circe a los compañeros de Ulises; con conjuros reviéntase en los prados la fría sierpe.

ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. terna tibi haec primum triplici diversa colore licia circundo, terque haec altaria circum effigiem duco; numero deus impare gaudet.

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Comienzo por ceñir alrededor de tí tres veces cada uno de estos tres hilos de tres colores diferentes, y por tres veces alrededor de estos altares llevo tu imagen, a la divinidad le agrada el número impar.


ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. necte tribus nodis ternos, Amarylli, colores; necte, Amarylli, modo et “Veneris”, dic “uincula necto”. ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. limus ut hic durescit, et haec ut cera liquescit uno eodemque igni, sic nostro, Daphnis amore. Sparge mola et fragilis incende bitumine lauros: Daphnis me malus urit, ego hanc in Daphnide laurum. ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin.

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Amarilis, ata con tres nudos cada uno de estos tres colores; anúdalos presto, Amarilis, y di: “son lazos de Venus los que anudo”. Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Así como este barro se endurece, y esta cera se derrite con uno y mismo fuego, así a Dafnis con nuestro amor suceda. Derrama la salsamola y enciende con betún los laureles crepitantes. Dafnis, el malvado, me abrasa y yo abraso en este laurel a Dafnis. Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis.

Talis amor Daphnin qualis cum fessa iuuencum per nemora atque altos quaerendo bucula lucos propter aquae riuum uiridi procumbit in ulua perdita, nec serae meminit decedere nocti, talis amor teneat, nec sit mihi cura mederi. ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin.

Que se apodere de Dafnis un amor semejante al de la novilla cuando, cansada de buscar por bosques y hondos sotos un becerro, se tumba al borde de un arroyo sobre la verde ova, desesperada, y no se acuerda de retirarse, entrada ya la noche; un amor semejante se apodere de él y no tenga yo cuidado de que sane. Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis.

Has olim exuuias mihi perfidus ille reliquit, pignora cara sui, quae nunc ego limine in ipso, Terra, tibi mando; debent haec pignora Daphnin.

Estos despojos me dejó en otro tiempo aquel pérfido, caras prendas de su amor, que yo ahora en el mismo umbral, oh Tierra, te las confío; a Dafnis me deben estas prendas.

ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. Has herbas atque haec Ponto mihi lecta uenena ipse dedit Moeris nascuntur plurima Ponto; his ego saepe lupum fieri et se condere siluis

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Estas hierbas y estos venenos cogidos en el Ponto me los dio a mí Meris en persona (nacen muchos en el Ponto); por medio de ellos he visto yo convertirse a Meris, con frecuencia, en lobo y


Moerim saepe animas imis excire sepulchris, atque satas alio uidi traducere messis.

esconderse dentro de las selvas, evocar muchas veces los espíritus del fondo del sepulcro y trasladar a otro campo los sembrados.

ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. Fer cineres, Amarylli, foras riuoque fluenti transque caput iace, nec respexeris. his ego Daphnin adgrediar; nihil ille deos, nil carmina curat.

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Amarilis, saca las cenizas fuera y arrójalas por detrás de tu cabeza en la corriente del arroyo y no vuelvas la vista. Con ellas acosaré yo a Dafnis; él ni de los dioses, ni de conjuros cuida.

ducite ab urbe domum, mea carmina, ducite Daphnin. “aspice: corripuit tremulis altaria flammis sponte sua, dum ferre moror, cinis ipse. bonum sit”! necio quid certe est, et Hylax in limine latrat. credimus? an, qui amant, ipsi sibi somnia fingunt?

Llevad a casa desde la ciudad, conjuros míos, llevad a Dafnis. Mira: mientras me retraso en sacarla, la misma ceniza prendió por sí el altar con trémulas llamas. Sea buen presagio. Ciertamente algo es, yo no sé qué, además Hilax ladra en el umbral. ¿Lo creemos? ¿O los que aman se forjan sueños ellos mismos?

parcite, ab urbe uenit, iam parcite carmina, Daphnis. ἐπικαλοῦμαι σε, τὸν θεὸν τὸν ζῶντα, πυριφεγγῆ, ἀόρατον φωτὸς γεννήτορα ᾿Ιαέλ. πειπτα φως ζα παι φθενθα φωσζα πυρι βελια ᾿Ιάο ιαο ευο οεη: α: ωυ εοι: α: ε: η: ϊ: ο: υ: ¨ ω: δός σου τὸ σθένος καὶ διέγειρόν σου τὸν δαίμονα καὶ εἴσελθε εἰς τῷ πυρὶ τούτῳ καὶ ἐμπνευμάτωσον αὐτὸν θείου πνεύματος καὶ δεῖξόν μοί σου τὴν ἀλκήν, καὶ ἀνοιγέτω μοι ὁ οἶκος τοῦ παντοκράτορος θεοῦ Αλβαλαλ, ὁ ἐν τῷ φωτὶ τούτῳ, καὶ γενέσθω φῶς πλάτος, βάθος, μῆκος, ὕψος, αὐγή, καὶ διαλαμψάτω ὁ ἔσοθεν, ὁ κὺριος Βουέλ: φθᾶ φθᾶ φθαέλ: φθᾶ

Cesad, cesad ya, conjuros míos, viene de la ciudad mi Dafnis. Te invoco a ti, el dios que vive, iluminado por el fuego, padre invisible de la luz Iael: peita phos za pai phthentha phosza pyri belia Iao iao euo oee; a; ou eoi; a; e; e; ï; e; u; o; dame tu fuerza y despierta a tu demon, entra en este fuego, llénalo de espíritu divino, muéstrame tu fuerza y ábreme la casa de quien es dueño de todo, el dios Albalal, el que está en esta luz, y que se haga la luz en anchura, profundidad, longitud, altura, resplandor; y que brille el que está dentro, el señor Buel: Fta, Fta, Ftael, Fta


αβαϊ: Βαϊνχωωωχ, ἄρτι, ἄρτι, ἤδη, ἤδη, ταχύ, ταχύ.

Abai: Baincoooc, ahora, ahora, ya, ya, pronto, pronto.

Cum adhuc servirem, habitabamus in uico angusto; nunc Gavillae domus est. Ibi, quomodo dii volunt, amare coepi uxorem Terentii coponis: noveratis Melissam Tarentinam, pulcherrimum bacciballum. Sed ego non mehercules corporaliter <illam> [autem] aut propter res vene(ra)rias curavi, sed magis quod benemoria fuit. Si quid ab illa petii, nunquam mihi negatum… fecit. Assem semissem habui: in illis sinum demandavi, nec umquam fefellitus sum.

Cuando yo todavía era un esclavo, vivíamos en una calle estrecha, en la actual casa de Gavilla, donde por voluntad divina me enamoré de la mujer de un tabernero, llamado Terencio. Habéis tenido el gusto de conocerla. Se trata de la tarentina Melissa, una auténtica joya. Pero, por Hércules, que no la pretendía por su hermosura ni movido por un deseo carnal, sino más bien por su bondad. Nunca me negó cuanto le pedí. Todo el dinero que ganaba lo compartía conmigo. Yo lo escondía dentro de sus senos y nunca me engañó.

Huius contubernalis ad villam supremum diem obit. Itaque per scutum per ocream egi aginavi quomadmodum ad illam pervenirem: <scitis> autem, in angustiis amicis apparent.

Cuando a su esposo lo sorprendió la muerte en su casa de campo, lo intenté por todos los medios, removí cielo y tierra para estar a su lado, pues ya se sabe que en los momentos difíciles es cuando más se necesita a los amigos.

Forte dominus Capuae exierat ad scuta scita expedienda. Nactus ego occasionem persuadeo hospitem nostrum ut mecum ad quintum miliarium veniat. Erat autem miles, fortis tamquam Orcus. Apoculamus nos circa gallicinia, luna lucebat tamquam meridie.

Casualmente mi amo se había marchado a Capua con el fin de deshacerse de unas prendas inservibles. Aprovechando su ausencia, convencí a uno de nuestros huéspedes de que recorriera conmigo las cinco millas que nos separaban. Se trataba de un soldado más valiente que el mismo diablo. Partimos aprovechando la luz del amanecer, aunque debido al intenso resplandor de la luna, parecía que el sol ya brillaba. Cuando llegamos a las puertas de la ciudad, mi acompañante comenzó a abrirse camino entre las tumbas allí situadas, pero yo seguí sin desviarme tarareando y contando las estelas funerarias hasta que, al volver la vista hacia mi compañero, ví que se había desnudado e iba dejando tras de sí toda la vestimenta.

Venimus inter monimenta: homo meus coepit ad stelas facere, Sed ego <pergo> cantabundus et stelas numero. Deinde ut respexi ad comitem, ille exuit se et omnia vestimenta secundum viam posuit.


Mihi [in] anima in naso esse, stabam tamquam mortuus. At ille circumminxit vestimenta sua, et subito lupus factus est. Nolite me iocari putare; ut mentiar, nullius patrimonium tanti facio. Sed, quod coeperam dicere, postquam lupus factus est, ululare coepit et in silvas fugit. Ego primitus nesciebam ubi essem, deinde accesi, ut vestimenta eius tollerem: illa autem lapidea facta sunt. Qui mori timore nisi ego? Gladium tamen strinxi et matauitatau umbras cecidi, donec ad villam amicae meae pervenirem. In laruam intravi, paene animam ebullivi, sudor mihi per bifurcum volabat, oculi mortui, vix umquam refectus sum. Melissa mea mirari coepit, quod tam sero ambularem, et “si ante” inquit “venisses” saltem nobis adiutasses; lupus, enin villam intravit et omnia pecora…: tamquam lanius sanguinem illis misit. Nec tamen desirit, etiam si fugit; servus enin noster lancea collum eius traiecit”. Haec ut audivi, operire oculos amplius non potui, sed luce clara hac nostri domun fugi tamquam copo compilatus et

Mi sobrada valentía ya solo persistía en la punta de mi nariz, pues me quedé estupefacto cuando, después de orinar alrededor de su ropa, se transformó en lobo. No penséis que estoy burlándome de vosotros; os digo la verdad; yo no vivo, como otros, de la mentira. Así que, como os iba diciendo, después de haberse convertido en lobo, comenzó a aullar y se adentró en el bosque. Primeramente me quedé tan desconcertado, que no sabía ni dónde me encontraba, pero, después de reaccionar, me acerqué a recoger sus ropas: se habían petrificado; si en verdad uno pudiera morir de miedo, yo lo estaría. No obstante, me aferré a mi espada y logré escapar de mis alucinaciones hasta que conseguí llegar a casa de mi amiga. Me transformé en un fantasma. Casi desfallecí: el sudor surcaba mi entrecejo, mis ojos estaban muertos, a duras penas conseguí sobreponerme. Mi estimada Melissa no pudo menos que sorprenderse al verme aparecer a una hora tan intempestiva, y exclamó: “Si al menos hubieses aparecido antes, nos habrías ayudado, pues un lobo entró en la granja y descuartizó todo nuestro ganado, tal cual lo hubiese hecho un carnicero. Pero, aunque logró escapar, no consiguió completamente su propósito, pues uno de nuestros esclavos le atravesó el cuello con una lanza”. Cuando oí esto me quedé espantado, pero, al despuntar el día, corrí a nuestra casa espantado como un tabernero acechado y, al pasar por


postquam veni in illum locum in quo lapidea vestimenta erant facta, nihil inveni nisi sanguinem. Ut vero domum veni, iacebat miles meus in lecto tamquam bovis, et collum illius medicus curabat. Intellexi illum versipellem esse, nec postea cum illo panem gustare potui, non si me occidisses. Viderint alii quid de hoc exopinissent; ego si mentior, genios vestros iratos habeam.

el lugar donde la ropa había quedado petrificada, no encontré otra cosa más que sangre. Cuando llegué a casa, mi compañero el soldado yacía en la cama herido como un animal, mientras un médico curaba las heridas de su cuello. Comprendí que aquel hombre era licántropo y a partir de entonces no me atreví a compartir ni un solo alimento; antes la muerte. Cada cual puede tener su opinión particular sobre este asunto, pero que descarguen nuestros genios su ira sobre mi persona si estoy mintiendo.

ἥσυχον ἐν στομάτεσσι πάντες κατερύκετε φωνήν: αἰθέρος αμφίδρομοι σιγὴν ὄρνιθες ἔχοιτε, σκιρτῶντες, δελφῖνες, ὑπὲρ ἁλίοιο παύεσθε μείνατε μοι, ποταμῶν τε ῥοαὶ καὶ νάματα νασμῶν, οἱνοὶ πτενοί, νῦν στήσατε πάντα ὑπ’ αἶθραν, ἑρπετὰ φωλειοῖσι βοὴν ἀΐοντα φοβεῖσθε, δαίμονες ἐν φθιμένοις, σιγὴν τρομέοντες ἔχοιτε.

Contened todos la voz tranquila en vuestras bocas; pájaros que recorréis el aire con vuestro vuelo, guardad silencio; delfines, deteneos sobre el mar; esperadme, corrientes de los ríos y manantiales; aves voladoras, deteneos todas ahora bajo el cielo; reptiles, temed cuando escuchéis el grito en vuestras madrigueras; démones del mundo de los muertos, guardad silencio entre temblores.

Σπεύσεις, ὦ ἀεροδρόμε Πύθιε Παιάν, ἀναχώρει εἰς τοὺς σοὺς οὐρανούς καταλιπὼν ὑμῖν ὑγίειαν μετὰ πάσης εὐχαριστίας.

Apresúrate, oh tu que recorres el aire, Pitio, Peán, vete a tus cielos dejándonos salud con toda gratitud.

Α. Pupillus ego Mileto profectus ad spectaculum Olympicum, cum haec etiam loca prouinciae famigerabilis adire cuperem, peragrata cuncta Thessalia fuscis auibus Larissam accesi.

A. Era yo todavía menor de edad cuando salí de Mileto para asistir a los Juegos Olímpicos y visitar, de paso, estas regiones en que nos hallamos y que tanto renombre dan a la provincia. Había recorrido toda la Tesalia cuando, en mala hora, llegué a Larisa.


Ac dum singula pererrans tenuto admodum uiatico paupertati meae fomenta conquiro, conspicor medio foro procerum quendam hominem. Insistebat lapidem claraque uoce praedicabat.

Iba recorriendo todos los rincones; como mi presupuesto de viaje tocaba a su fin, acudía a todos los medios para aliviar mi falta de recursos. Entonces veo en medio de la plaza a un hombre de elevada estatura. Subido a una piedra, gritaba con voz potente:

B. Siqui mortuum seruare vellet, de pretio liceretur.

B. ¡Quien quiera guardar a un muerto, ponga precio al servicio!

A. Quid hoc comperior? Hicine mortui solent aufugere?

A. ¿Qué significa esto? ¿Es frecuente en este país que los muertos escapen?

B. Tace, nam oppido puer et satis peregrinus es meritoque ignoras Thessaliae te consistere, ubi sagae mulieres ora mortuorum passim demorsicant, eaque sunt illis artis magicae supplementa.

B. Cállate. Bien se ve que eres un crío o un extranjero de tierras lejanas para ignorar que te encuentras en Tesalia, donde las brujas desgarran corrientemente a mordiscos la cara de los muertos en busca del ingrediente que completa su ciencia mágica.

A. Et quae, tu dic sodes, custodela ista feralis? A. Por favor, dime: ¿en qué consiste esta guardia fúnebre? B. Iam primum perpetem noctem eximie uigilandum est exertis et inconiuis oculis semper in cadauer intentis nec acies usquam deuertenda, immo ne obliquanda quidem, quippe cum deterrimae uersipelles in quod- uis animal ore converso latenter adrepant, ut ipsos etiam oculos Solis et Iustitiae facile frustrentur; nam et aues et rursum canes et mures immo vero etiam muscas induunt. Tunc diris cantaminibus somno custodes obruunt. Nec satis quisquam definire poterit quantas latebras nequissimae mulieres pro libidine sua comminiscuntur. Nec tamen huius exitiabilis operae merces amplior quam quaterni vel seni ferme offeruntur aurei.

B. En primer lugar hay que estar en vela toda la noche ininterrumpidamente, con los ojos bien abiertos y sin pestañear clavados sobre el cadáver; no hay que distraer la mirada sobre ningún otro objeto, ni siquiera de reojo. Pues esas malditas brujas, bajo la apariencia de cualquier clase de animal, se deslizan tan furtivamente que les es fácil burlar hasta la vigilancia hasta del Sol y de la Justicia; toman en efecto la forma de aves, de perros, de ratas y hasta la de moscas. Luego, con sus terribles encantamientos, infunden irresistible sueño a los guardianes. No, nadie podría enumerar los tenebrosos ardides que se inventa la fantasía de esas malditas mujeres. No obstante, por tan peligroso servicio no se paga más que de cuatro a seis monedas de oro.


Ehem, et quod paene preterieram, siqui non integrum corpus mane restituerit, quidquid inde decerptum deminutumque fuerit, id omne de facie sua desecto sarcire compellitur.

¡Ah! Y casi olvidaba un detalle: si por la mañana uno no entrega el cadáver intacto, todo lo que en él falte o esté deteriorado,hay que reponerlo con piezas recortadas de la propia cara.

A. Clamare iam desine. Adest custos paratus, cedo praemium.

A. Deja ya de desgañitarte. Aquí está, a punto, el guardián; a ver tu oferta.

B. Mille numum deponentur tibi. Sed heus, iuuenis caue diligenter principium ciuitatis filii cadauer a malis Harpyis probe custodias.

B. Mis sextercios te están esperando. Pero, oye, joven, fíjate bien: es el hijo de uno de los principales ciudadanos: has de guardar debidamente su cadáver de esas infames harpías.

A. Ineptias mihi narras et nugas meras. Vides hominem ferreum et insomnem, certe persicaciorem ipso Lynceo uel Argo et oculeum totum.

A. Déjate de tonterías y puras bagatelas. Aquí tienes a un hombre de hierro, que no duerme, más penetrante que el propio Linceo o que Argo: en una palabra, soy todo ojos.

Vix finieram, et ilico me perducit ad domum quampiam, cuius ipsis foribus obseptis per quandam breuem posticulam intro uocat me et ad cubiculum me inducit. Ibi corpus splendentibus linteis coopertum:

Aún no había terminado, me acompañó en el acto a una casa cuya entrada principal estaba cerrada; me invita a entrar por la puertecita trasera; y me conduce a otra sala, donde estaba el cadáver, cubierto con un espléndido sudario:

B. Ecce nasus integer, incolumes oculi, saluae aures, inlibatae labiae, mentum solidum. Vos in hanc rem, boni sessores, testimonium perhibetote.

B. Mira la nariz: intacta; los ojos, indemnes; las orejas, bien conservadas; los labios, perfectos; la barbilla, entera. Dad fe de todo ello, honorables espectadores.

A. Sine cura sis, modo corollarium idoneum compara.

A. No pases cuidado; preocúpate tan sólode preparar una buena propina.

Sic desolatus ad cadaueris solacum perfrictis oculis et obarmatis ad uigilias animum meum permulcebam cantionibus.

Me quedé, pues, solo en compañía del cadáver, me froté los ojos, armándome contra el sueño, y me puse a cantar para animarme.


Nec mora, cum me somnus profundus in imum barathrum repente demergit, ut ne deus quidem Delphicus ipse facile discerneret duobus nobis iacentibus quis esset magis mortuus. Sic inanimis et indigens alio custode paene ibi non eram.

De pronto un profundo sueño me hace desvanecerme como si cayera al fondo de un abismo: ni al propio dios de Delfos le hubiera sido fácil distinguir, entre los dos que allí estábamos tendidos, cuál era el verdadero muerto. En actitud inconsciente y falto yo de un guardián, estaba allí, en cierto modo, sin estar.

Tandem expergitus et nimio pauore perterritus cadaver accurro et admoto lumine reuelataque eius facie rimabar singula. Ecce homo introrumpit anxius et statim corpori superruens et sub arbitrio luminis recognoscit omnia. Tunc digito me demonstrans:

Por fin, despierto y bajo el más espantoso pánico, corro a ver el cadáver; acerco la luz, descubro la cara y la examino detalladamente. Precisamente entonces irrumpe el hombre; angustiado, se arroja sobre el cadáver y hace un reconocimiento perfecto a la luz de la lámpara. Entonces, señalándome a mí con el dedo, explica:

B.Nam cum corporis custos his sagacissimus exertam teneret uigiliam, cantatrices anus per quoddam foramen prosecuerunt nasum prius ac mox aures. Utque fallaciae reliqua conuenirent, ceram in modum prosectarum formatam aurium ei adplicant examussim nasoque ipsius similem comparant. Et nunc adsistit miser hic.

B. Mientras el guardián que aquí veis velaba el cadáver con toda su perspicacia y atención, unas viejas brujas por un agujerito le arrancaron primero la nariz y luego las orejas. Y, para que su astucia pasara inadvertida, con el modelo de las orejas cortadas, moldean otras orejas y se las aplican exactamente; también le arreglan la nariz por el mismo procedimiento. Ya ahora está aquí a mi lado el pobre desgraciado.

A. His dictis perterritus temptare formam adgredior. iniecta manu nasum prehendo: sequitur; aures pertracto: deruunt. Nec postea debilis ac sic ridiculus Lari me patrio reddere potui, sed capillis hinc inde laterum deiectis aurium uolnera celaui, nasi vero dedecus linteolo isto pressim adglutinato decenter obtexi.

A. Asustado por esas palabras, me pongo a comprobar la realidad de mi rostro. Me cojo la nariz: se me queda en la mano; me toco las orejas: se me caen. Después, así desfigurado y condenado al ridículo, no pude ya volver al hogar paterno. Dejo el cabello por ambos lados para ocultar las cicatrices de las orejas; y en cuanto a la nariz, disimulo bastante bien mi deformidad, gracias a este pañito que llevo pegado con un ungüento.


Heu proles mortalium, pares ac nihilum uos duco hanc uitam agentes, quis enin, qui homo beatus videtur?... Sed iam ei manet mors.

Oh, seres mortales, igual que la nada os juzgo viviendo esta vida, pues ¿quién, qué hombre feliz aparenta?... Más luego le aguarda la muerte.

Mea sors memoriaque exemplo sunt mihi: numquuam vocabo felicem mortalem. Magicum, magicum, unumquidque magicum. Quis aliquando fatum tenebit?

Mi sino y mi historia me sirven de ejemplo: jamás llamaré a un hombre feliz. Mágico, mágico todo [siempre] es mágico ¿Quién tendrá el destino en sus manos?

Heu proles mortalium, pares ac nihilum uos duco hanc uitam agentes, quis enin, qui homo beatus videtur? Sed iam ei manet mors.

Oh seres mortales igual que la nada os juzgo viviendo esta vida, pues ¿quién, qué hombre feliz aparenta?... Más luego le aguarda la muerte.

Magicum, magicum, unumquidque magicum: caelum et maria et tellus obscura. Nihil est homo, est tantum pupus, nihil nisi pupus, quem fata trahunt. Hodie nostra carmina unumquidque sonant Magicum, magicum, magicum.

Mágico, mágico todo [siempre] es mágico: el cielo, los mares y la oscura tierra. El hombre no es nada, es sólo un muñeco, tan sólo un muñeco que mueve el destino. Hoy cantamos todo lo mágico, mágico, mágico.


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