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100 años de la Respetable Logia Cruz del Sur NB 16

100 años de la Respetable Logia Cruz del Sur NQ 16

Hace 130 años, con los hombres que crearon su propia historia nació la Masonería de Chile en la ciudad de Valparaíso un 24 de mayo de 1862 dirigida por su primer Gran MaestroJuan de Dios Arlegui Gorbea. Cuarenta y cuatro años más tarde se instala defini tivamente la Gran Logia de Chile en su sede central de la ciudad de Santiago. De ese pequeño grupo de cuatro Logias de Valparaíso, Copiapó y Concepción, que dieron origen a la Orden chilena, surgieron desde Arica a Magallanes las 168 Logias de la actualidad. Yde ese Serenísimo Gran Maestro, lo han sucedido en la dirección de la Institución más de treinta Grandes Maestros.

Y hace 100 años, en los inicios de la Masonería Chilena, yen esta ubérrima y rica tierra del sur, nació también esta Respetable Logia, con hombres que continuaron los trozos de la historia y que hicie ron de susvoces el grito penetrable de libertad, igualdad y fraterni dad.

Estar en ella ahora es reencontrar a los maestros del pasado, reconocer el rastro de sus obras y sentir el aire de su espíritu. Es, después de cien años, volver al principio y nombrar a todos los hombres que empezaron a construir el edificio moral para destino de la patria. Yes para nosotros, masones de estas Logias reunidas, regocijado honor compartir esta noche feliz con estos hombres nuevos que se afanan también en levantar la estatura de esta Logia centenaria.

Aunque se haya repetido ya cien veces, es precisoacentuarahora una vez más su vieja y noble historia. Y porque no deseo acallar ese recuento, quiero hoy reiterarlo otras cien veces con la venia de ustedes y la de mi propia persistencia.

Sabido es que las primeras reuniones de los Hermanos interesa dos en fundar un Taller Masónico en este valle se efectuaron, en verdad, el 13 de septiembre y el 6 y 20 de diciembre de 1891. No deja de ser curioso que las realizaran en los mismos momentos en

que Chile cruzaba por sus más difíciles días, en que la revolución alzada en contra del Presidente Balmaceda habíallegado a su etapa más áspera. Por ello, seguramente, la primera intención de los masones reunidos fue reflexionar acerca de la Potencia Masónica a que pedirían su Carta-Patente y el idioma que emplearían en sus trabajos, resolviendo pedirayudaa la BethesdaLodge, dependiente de la Gran Logia de Massachusetts en el Oriente de Valparaíso y usar el idioma inglés.

En el curso de la Tenida de 21 de febrero de 1892 se dio lectura a la respuesta de la Logia norteamericana, en la cual recomienda dirigirse a la Gran Logia de Chile, la que podrá darles la Carta Constitutiva para realizar los trabajos conforme al Rito Escocés, Antiguo y Aceptado. Elevada, pues, la solicitud a laAsamblea de la Gran Logia de Chile, reunida ésta el 31 de mayo de 1892, después de conocer un informe del Venerable Hermano Carlos Ignacio Palacios, se autorizó la fundación de la Respetable Logia “Southern Cross” Na 16, en el valle de Coronel, permitiéndole trabajar bajo su dependencia y adoptar el idioma inglés, con excepción del que utilice en su correspondencia con la Gran Secretaría. Obtenida la documentación oficial, la Logia se declara fundada el 2 dejuniode 1892 y sus trabajos se iniciaron el 14 de junio de ese mismo año.

La instalación definitiva del Taller se hará esperar hasta 1895 y, durante este lapso, la Logia no aumentó su cuadro, no hizo fiestas ni ceremonias de ninguna especie para no alterar en nada la autorización recibida. Se explica este atraso en la resolución de la Gran Logia por algunas dificultades surgidas en el seno del Taller. En efecto, mientras en las sesiones de la Gran Logia de 12 dejunio y 19 dejulio se consideraron “ ...los sucesos ocurridos en la “Sout hern Cross” ... ” , el Serenísimo Gran Maestro dictó el decreto N2 52, de 6 del mismo mes, mediante el que designó Inspector-Delegado ante dicho Taller al querido hermano Carlos Ignacio Palacios, Venerable Maestro de laRespetable Logia “Estrellade Chile” N217, de Santiago, paralevantar un informe sobre la situación planteada.

En la Tenida de 19 de diciembre de 1894 la Asamblea tomó conocimiento del informe del Inspector-Delegado, Venerable Her mano Palacios acerca del “informe favorable sobre el funciona miento de la Logia y, previo debate, se acordó concederle su Carta-Patente” . En consideración a ello, el Gran Maestro dictó un

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decreto, concediéndole la Carta-Constitutiva y designando una Co misión Especial presidida por el Venerable Hermano Enrique Pas tor e integrada por los Venerables Hermanos Enrique S. Bunster y Lorenzo Arenas para proceder a su instalación.

En la noche del 30 de enero de 1895 se llevó a efecto la ceremo niade instalación delaRespetable Logia “Southern Cross” Nfi 16 en el valle de Coronel, en presencia de todos sus integrantes y con la concurrencia de ilustres visitantes tales como los Venerables Her manos Romualdo Colombo, Orador de la Respetable Logia “Paz y Concordia” Ne 13, de Concepción y Enrique Bianchieri, de la mis ma Logia;John H. Strory yjames Scott, de la “Sam Quem Lodge” y J. B. Ferlice, de la “Luz y Verdad” del Río de La Plata.

Introducida en el templo la Comisión Instaladora, ésta procedió conforme al ritual respectivo a declarar instalada, en nombre de la Gran Logiade Chile, a la nueva Logiay a susOficiales, entregándole el mallete rector al Venerable Maestro Ilustre Hermano Raby y sus Vigilantes.

El Cuadro del Taller, para 1985 quedó conformado por veinti cinco Hermanos. Sucedieron en el cargo de Venerable Maestro al Hermano Raby los Hermanos Guillermo Burrows (1897/8) y Fede rico Oreste Fródden (1898/1904) período este último de brillante actividad. Y, en él, sucedió un hecho curioso: la Logia, nacida un poco como hijastra del suelo en que había surgido, al adoptar el idioma y formas inglesas, aunque con patente chilena, se naciona lizó bajo la presión ambiental. Fue tal la cantidad de componentes del cuadro que no dominaban el idioma inglés, que se acordó adoptar el uso del castellano a partir del 3 de abril de 1901, lo que creó algunos problemas que, luego, fueron superados. La Logia, entonces, tradujo su nombre al castellano: “Cruz del Sur” .

En una noche tan especial de aniversario, creo que nunca deja deserválido el recuerdode losgrandesy maravillosos hechos de los hombres que empezaron y siguieron haciendo la historia de esta Respetable “Cruz del Sur” . Son muchos los maestros, desde la creación de esta Logia, que aportaron su esclarecido talento a la construcción de este Templo y muchos son los que les deben a ellos la formación que dejara su hermosa escuela de sabiduría. Y desde aquellos lejanos años hasta los diferentes instantes sucesivos, apren

dices, compañeros y maestros, no han hecho sino aprender la doctrinade la masonería a través de la sorprendente simbologíade aprendizaje en la historia, el rito y la filosofía. Han sido los pasos entre la escuadra y el compás los que han marcado, sin excusas, el sello de pertenencia irrenunciable al deber de nuestros principios. Porque sin celeridadapresuraday con reposo confiado se aproxima el masón cada vez al reencuentro con el camino que lo ha de conducir algún día a la verdad. Cien años ya cumplidos en esta Respetable Logia “Cruz del Sur” han significado, sin duda, la más convincente tarea de perfeccionamiento humano, camino seguro también a la otra difícil tareade la perfectibilidad.

Por eso, creo, convencido, que en noche de cien años, vale el recuerdo de todos los momentos del pasado para que queden en la reserva de nuestra conciencia como la más clara y transparente experiencia vivida en este Templo centenario.

Pero el recuerdo del pasado ha de incitar nuestras reflexiones para considerar también la inmensa influencia de la Orden masó nica en los muchos campos de la civilización actual. Esa influencia es notable por la calidad de sus miembros que de manera honesta y activa impulsan las labores propias de la fraternidad por el bien general de los hombres y su evolución. La Masonería, como lo saben todos, surgió en 1717, cuando se fusionaron cuatro Logias en Londres, producto de las corporaciones de constructores de la Edad Media. La Masonería, como es y debe ser, es el reflejo de los trabajos basados a su vez en el compendio de las artes reales y mayores de todos los tiempos. Y a través de las Logias masónicas, los espíritus selectos han sido el instrumento de la fraternidad para todos los hombres del mundo. Sin embargo, no todos los hermanos de este universo han sido merecedores de reconocimiento en el transcurso de la historia, pero ha habido masones, yjusto es decirlo, gobernantes, escritores, artistas, filósofos, místicos, comerciantes y hombres del pueblo que han servido a la causa de la libertad y el entendimiento, bases esenciales para las relaciones entre todos los hombres. Si todos tuvieran la armonía interna y buscaran la tran quilidad de su espíritu, el mundo podría vivir en paz, mundo de auténtica fraternidad y de camino civilizado para la verdadera evolución del ser humano.

El espíritu de la masonería es el espíritu del hombre en la

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búsquedade laverdad, de su lugaren el universo, del porqué de las cosas, de quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos. Y ello implica el estudio del hombre y el estudio del universo. Y ese estudioes permanente y estápresente en todo tiempoy lugar, como ahora en este fin de siglo. Y mientras el hombre exista y especule y trabaje con su inteligencia, corazón y voluntad, existirá la Masone ría como un edificio siempre vivo y trascendente. La Orden no es estática, está en constante evolución y, por ser sabia, no cambia su tradición ni desaparece. No se aparta de lo nuevo, ni olvida los preceptos del pasado. Los hombres pasan por las épocas y hacen la historia de su tiempo, pero el espíritu de sus palabras y de sus obras crecen en los hombresde esta Institución como guías de luz para el encuentro de los saberes y esencias de la verdadera Masonería.

El renovado propósito de la Francmasonería actual es despertar el corazón de los hombres y mostrarles el universo en que vivimos para que comprendan que no estamos solos. La misión de nuestra Masonería de Chile es revitalizar la fraternidad entre los hombres paraencender la libertad de su espíritu y construir el gran Templo de la comprensión humana en que estamos todos empeñados.

Por eso, venir a esta noche memorable de cien años, es reabrir la fe en laresponsabilidad delaOrden parasuscitarentrelos hombres de estas Respetables Logias los más puros anhelos de solidaridad y de unión y para fortalecer la voluntad del debery repetira todos el compromiso con los más importantes problemas del presente, del destino humano y del país.

Es cierto que ciertas instituciones sobreviven a veces por la inercia, pero esta Francmasonería tiene que ser capaz de mirar el futuro, convencida desde aprendiz a maestro, que hay respuestas para las inquietudes e ideales de los hombres.

Venir aquí esta noche es sentir este aniversario como renovado estímulo para estrechar los lazos de la solidaridad y exaltar el fortalecimiento y trascendencia del quehacer de la Masonería de Chile.

Que estos cien años de incesante y fraterno laborar remezcan la voluntad de los hombres de otros Templos para que se unan y hermanen de verdad en la consecución de la alta misión que la historia les ha dado.

Que el abrazo de todos, en esta noche feliz, perdure para siem pre como el más puro símbolo de la esperanza y la unidad de esta amaday querida Masonería de Chile.

Que así sea.

Valle de Coronel, 5 dejunio de 1992, e:.v:.

95 años de la Respetable Logia Francisco de Bilbao N- 23

Armado con su espada, el Guardatemplo protege simbólicamente la integridad de la Logia e impide el paso de las pasiones y odiosi dades profanas hacia el interior del templo, recinto que debe conservar los altos propósitos de estudio, paz y concordia que lo caracterizan. No siempre, sin embargo, ha ocurrido así y la historia, que es una vieja y sabia maestra, nos enseña que en algunas ocasio nes la guardia flaqueó, permitiendo, sin desearlo, la incorporación de elementos indebidamente decantados o la creación de un am biente hostil a la formación del organismo.

Así parece haber ocurrido en algunosvalles de nuestra Obedien cia con los Talleres creados en épocas de dificultades ya superadas, al introducirse subrepticiamente una carga de efervescencia políti cay social, subproductode guerras, revoluciones, tendencias nacio nalistas y otros elementos perturbadores. Tan sólo la reflexión y el tiempo se han constituido en bálsamo para calmar los efectos de estos hechos, ya lejanos en la historia.

Los primeros brotes del árbol masónico en Iquique parecen haber florecido hacia la sexta década del siglo xix, fecha en que se fundara la Resp:. Logia “Fraternidad y Progreso” Ns 18, bajo los auspicios del Supremo Consejo del Grado 339 del Perú, Taller que se afiliará, años después, a un Supremo Consejo que funcionó en el valle de Tacna en calidad de integrante del Gran Oriente de Ñápe les, del Reino de las Dos Sicilias. Desaparecido éste hacia 1870, cuando se produjo la ansiada reunificación de Italia bajo Víctor Manuel I, de la Casa de Saboya y el generoso apoyo de los masones italianos, la Logia “Fraternidad y Progreso” vivió un período letár gico durante la Guerra de 1879, reanimándose en 1885 cuando la tempestad amainó. Una trizadura en la estructuradel Tallerperua no creó una nueva Logia, con el nombre distintivo de “Unión Fraternal” N9 13, esta vez bajo los auspicios del organismo capitular limeño.

Pero, bajo una obediencia u otra, la Resp:. Logia mencionada se constituyó en un foco de luz masónica en toda la costa del Pacífico y, hacia fines del pasado siglo, en madre prolífica de algunos compatriotas nuestros que desearon, teniendo presente la circuns tanciade hallarse en suelo chileno, alzar las columnasde una Logia Simbólica en la jurisdicción de la Gran Logia de Chile con la conducción del Rodolfo Castro Herrera. Reunidos para con cluir un acuerdo de esta naturaleza, los masones iquiqueños solici taron del Gran Maestro Alejo Palma Guzmán la autorización necesaria para su funcionamiento, la que fue otorgada el 30 de octubre de 1895, con elobjeto de organizary fundar una Logia con el nombre distintivo de “Francisco Bilbao” Ns 23.

El propósito de creación de ésta yde otras Logias en losvalles de laObedienciacoincidió con los airesde renovación del nuevo Gran Maestro, sucesor del Gran Maestro Enrique Mac-Iver, que debióenfrentar los difícilesdíasposterioresa la Revolución de 1891 y que buscó fórmulas para reanimar los trabajos masónicos, decaí dos en todo el territorio de la República.

Pero, por sobre la nobleza de las aspiracionesde los fundadores, que intentaron comunicar vida y permanencia al Taller recién creado, realizando tareas de beneficio general en el mundo exte rior, la Logia sufrió los embates de aquellos que se ofuscan con propósitos e intereses profanos. La parte másvulnerable del Taller, que es su estructura humana, recibió entonces rudos golpes, al hacerse patentes los ecos de la pasada guerra, las disputas por cuestiones territoriales, el nacionalismo exacerbado y los resabios, vivos y ardientes durante muchos años después de 1891, de la Revolución que sólo cuatro años antes habíaderribado de su eleva do sitial al Presidente de la República, don José Manuel Balmaceda. Este y otros problemas habían creado un ambiente negativo a la supervivencia de un organismo que tiene como base de su estabili dad el pedestal de la fraternidad, especialmente frágil mientras se consolida sólidamente este bello sentimiento en torno a los ideales y a las obras y trabajos. La nueva Logia 23 cayó en sueño.

Sin embargo, el grupo de masones que tan brevemente había gozado del privilegio de animar una logia nacional en el valle de Iquique no se mantuvo en una quietud derrotista, así como tampo co los tenaces dirigentes de la Orden que, desde 1906, presidían la

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Gran Logia, II:.HH:. Víctor Guillermo Ewing y Luis Navarrete y López, que no cesaron en insistir en su correspondencia epistolar a los masones dispersos que se reunieran para aunar esfuerzos y trabajarjuntosen unaLogiarediviva. Fue así como un grupo de una veintena de masones, resueltos adespertar la dormida Logia, inició las gestiones para levantar columnas. Encabezados por quienes serían sus dirigentes, se reunieron en 1911, catorce años después del término de los trabajos, bajo la presidencia del V:.H:. Pablo Martens Müller, hijo de “Fraternidad y Progreso” , químico de pro fesión.

Así, los masones iquiqueños lograron reagruparse oficialmente el 24 dejulio de 1911, en la pequeñasala de clases de unapequeña escuelaubicadaen calle Moquegua,actualAlessandri,en un inmue ble que perteneció al Círculo Italiano. Elegida la Oficialidad provi soria, el Venerable Maestro hizo dar lectura a los documentos que se habíaacordado remitir a la Gran Logia, solicitando autorización parareanimar los trabajos de la “Francisco Bilbao” N" 23.

Esa noche, el Orador hizo resonar su voz en el aulade la escuela iquiqueña, declarando que la logia “Francisco Bilbao” había inte rrumpido susueñoparavolver aentregarse a los trabajos masónicos y destacando la actitud de los viejos masones que pertenecieron a ella en el primer período, al abandonar resueltamente el reposo a que tenían derecho, para participar en esta nueva etapa del cons tructivo trabajo francmasónico.

Luego de referirse al hecho de que esta Logia abriría una nueva senda masónicaen el valle, ya que “Fraternidad y Progreso” no sólo dependía de un Or:. ajeno a nuestro país, sino que usaba un Rito diferente, agregóque tendríalamisión de reanimarel trabajo sobre la piedrabruta que, abandonadaen uno de los ángulos del templo, yacía en espera de ser labrada por los nobles artífices.

Saben, queridos hermanos, el resto de lapositiva aventuraque se reinició en aquel lejano 1911. La Logia iquiqueña no dejó de sufrir los más diversos avatares en el transcurso del tiempo, no sólo de parte de aquellos que le propinaron los tres golpes que la derriba ron en 1895, sino que los efectos de dos Guerras Mundiales, la crisis del salitre, cambios profundos en lo político, social y administrativo y otros. Se ha mantenido, pues, la Logia “Francisco Bilbao” NQ 23 conforme a sus estatutos, apegada a las antiguas normas que en

todas las latitudes distingue a la Masonería: el trabajo esforzado, difícil, lento, con resultados aparentemente poco espectaculares, pero firme, sostenido, con la noble intención de redimir y perfec cionar al hombre, para integrarlo a la sociedad como un obrero de paz, progreso y libertad.

Trabajo de no fácil ejercicio que esta Logia ha sabido vivir durante noventay cinco años con la fuerzaque transmite la unidad de sus hombres. Trabajo y unidad es, justamente, lo que la Franc masonería chilena reclama para su revitalización y trascendencia. El Gobierno Superior no cesará de reiterar a través de toda la Obediencia su renovado interés por la importancia de su misión esencial. La conocen ustedes, la preservan, la transmiten y la acre cientan. No hay válida razón para no subrayarla —con respeto y fidelidad a su tradición— con la atmósfera nueva de los nuevos tiempos del acontecer humano. Y para subrayarla no precisamos oratoria y deciresfraternos sólo, requerimos la contribución efecti va de cada quien hayajurado frente al ara del Templo su pertenen cia a esta noble Institución de la cierta moral y de la perfección interminable parahacerlarealmente la Institución de la Esperanza.

No basta ser socio del Club de la fraternidad, es necesario y urgente ser socio de la Masonería. Ser iniciado permanente de sus principios, ideales,valores ydoctrina. Serelavanzado de la libertad, lajusticia, la moral y la cultura. Ser el responsable de la educación de su pueblo, de su hermano, de su amigo, de su prójimo. Ser el incansable defensor de la persona humana, de su espíritu, de su imagen, de su estatura.

Los que han vivido la historia de esta Respetable Logia y los que conocen su desarrollo pretérito en la contienda de los tiempos, no podrán olvidarjamás que estos noventa y cinco años no han sido sino un trozo señero en el alma de la historia civil de esta tierra norteña. Nadie ha podido escapar de su responsabilidad en las páginas de la concienciade cadauno. Así se ha hecho el pasado, así se construye el presente y así se prepara el equipaje espiritual y material del porvenir.

Por eso, quiere esta Directiva Superior del Gobierno Simbólico reunir otra vez, como si fuera el inicio, la voluntad de sus francma sones para que levanten la fuerza de su inteligencia y su coraje en la acción indesmentida de la masonería chilena. Necesita esta Or

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den chilena revivir con entereza el legado de los hombres que nos han precedido para hacer que los hombres del presente sientan vibrarsu orgulloadormecidoy comprendan que son los protagonis tas del progreso de la patria. Somos los hombres de estos Templos los encargados de asumir la dirección de los caminos del desarrollo y del cambio; somos los hombres todos de esta francmasonería los que tenemos que recordar, sin olvidarlo nunca, que llegamos a esta vida singular para trabajar el futuro positivo de este país. A eso estamos entregados, a eso los invito a ustedes, mis queridos herma nos, para que recomiencen otra vez el trabajo para la construcción interminable de la patria. No podemos hacerlo efectivo sin el concurso de todos, sin el deseo íntimo de unirnos, por la fe de nuestro propio convencimiento, en la cruzada sincera de la frater nidad. Esta revitalización que preconizamos es animar el espíritu creador de cada uno, es pensar en sí mismo y por sí mismo para persistir en el bien del hombre y de la francmasonería, es lograr la consecución del progreso, y es ayudara trabajarelventuroso porve nir de este país.

Queridos hermanos, en esta solemne Tenida de Aniversario de este Respetable Taller “Francisco Bilbao” , quiero decir la gratitud del Gobierno Superior de la Orden por el trabajo ralizado en estos Templos para contribuir al proceso de unificación y trascendencia de la masoneríachilena en que todos estamos empeñados.

Quiero declarar, sin descanso, la inmensa fuerza de la misión masónica, la más alta cima de los principios y doctrina, la más esclarecida fe en el valor de la responsabilidad y de la unidad de los francmasones de nuestro país.

Quiero decir que sólo el rumor del saber masónico hará posible el perfeccionamiento del hombre en el nunca acabado oficio del masónismo.

Quiero agradecer a nuestro Delegado Regional de esta Jurisdic ción, al Venerable Maestro de esta Respetable Logia, a todos los Venerables Maestros que ocupan y han ocupado esta compleja dirección masónica y a los hermanos todos de todos estos Templos, la entrega de fiel ejercicio en el cumplimiento de su tarea.

Quiero, finalmente, repetir, unavez más, la seguridad que alien taaeste Gran Maestro yasuscolaboradoresporel permanente afán de laborar la intimidad del conocimiento para levantar el templo

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chilenode la modernidad y laesperanza y para hacer que la historia sea siempre el acontecer de nuestra propia historia.

Que así sea.

Valle de Iquique, 27 de septiembre de 1991, e:.v:.

TENIDAS EN CONJUNTO

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