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de la Francmasonería
La Francmasonería en Chile. Orígenes y rasgos históricos de la Francmasonería
El siglo dieciocho —el Siglo de las Luces— vio transformarse la Antigua Masonería Operativa en una Masonería Moderna, Especu lativa. En efecto, los decaídos gremios de constructores, que ya no vivían el brillante período de auge, aceptaron o permitieron el ingreso a sus Logias —como una forma de revitalizarlas— de algu nos destacados vecinos, de alta figuración intelectual y valer moral que, comprendiendo el significado de la organización, depositaron la autoridad suprema de estas logias reunidas en una Gran Logia, en la ciudad de Londres. Pronto, toda Europa fue sembrada gene rosamente de estos talleres de obreros libres, que deseaban cons truir un mundo nuevo liberado de fanatismos y persecuciones, de tiranías y dogmas.
Descartes había abierto el mundo intelectual de la duda metódi ca, haciendo que la nueva especulación quedara cimentada sobre la razón y la libertad, lo que contribuyó al advenimiento de la revolución de los filósofos —de la Ilustración— y abrió también el camino del progreso de las ciencias, las artes y la cuestión social, en las que el desarrollo de las ideas como fundamento de la liberación del hombre tomó un lugar de avanzada.
Otra fuente del pensamiento ilustrado hay que buscarla en el empirismo sensualista de la filosofía inglesa. Bacon, Locke, Hume y otros pensadores habían abandonado el estudio de las cuestiones metafísicas y, tomando como base del conocimiento la experiencia sensible, iniciaron una revisión de las ideas tradicionales, la que tendría una intensa repercusión en toda la Europa del siglo diecio cho.
John Locke afirmó que el hombre poseía ciertos derechos natu rales, tales como la libertad, la igualdad y la propiedad. Sus ideas se vieron posteriormente apoyadas por los estudios de los científicos que indicaban que el Universo era algo así como un mecanismo
ordenado, cuyo funcionamiento obedecía a leyes determinadas. Muchos pensadores llegaron a la conclusión de que, mediante la razón, se podrían descubrir también las leyes y principios para organizar una sociedad en la cual el ser humano pudiera ser feliz.
El pensamiento de la Masonería moderna depende en último término y en su más profundo fundamento del racionalismo carte siano, como lo han reconocido todos los más eminentes filósofos, escritores y pensadores que han pertenecido a nuestra Orden.
Pero, si el naciente pensamiento masónico estuvo claramente influido por estas corrientes filosóficas cu la época de su adveni miento, no puede decirse que la Francmasonería permaneciera allí en una posición estática. Por el contrario, apartó cuidadosamente todo extremismo para hacer valer, en el mismo plano, razón y sentimiento, tomando al hombre en su sentido unitario, tal cual es, con todas sus exigencias intelectuales y emocionales. De esta mane ra se ha constituidoen el movimiento universalistaque fomenta un ideal puramente humanitario.
En síntesis, la historia de los orígenes de la Francmasonería está sumida por varias razones en un brumoso pasado y no ha sido posible crear una razonable claridad. Se puede, de todos modos, reconocerdos raíces: unaesotéricaqueviene de los antiguos miste rios iniciáticosegipcios ygriegos, y otra pragmáticaque nos llegade los masones operativos, es decir los constructores de las grandes catedrales de la Edad Media.
Al lado del sitio de cadaconstrucción se erigía una pequeña casa provisoria que servía de lugar de trabajo para trazar los planos y tareas administrativas y también para que los obreros comieran y durmieran. Esas casas se llamaban logias, nombre que se ha mante nido y designa ahora el lugar de reunión y también el conjunto de sus miembros.
Al cesar la construcción de las catedrales al final del medioevo, las logias cayeron en decadencia y aceptaron en su seno a persona jes que por distintos motivos decidieron entrar en ellas. Con el tiempo esos miembros aceptados formaron mayoría. En 1717, en el día del solsticio de verano, cuatro logias londinenses de masones aceptados formaron una Gran Logia, la primera del mundo y madre de todas las demás. Actualmente se llamaGran Logia Unida de Inglaterra. Desde Inglaterra, la nueva Masonería que ya no era
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operativa sino simbólica, se extendió luego por el continente eu ropeo y después por todo el mundo.
Los Pr in c ipio s
La Declaración de Principios de la Masonería precisa muy clara mente lo que es: “Una institución universal, esencialmente ética, filosófica e iniciática, cuya estructurafundamental la constituye un sistema educativo tradicional y simbólico” . Dicho de otra manera, es una cultura de vida, que asigna a la conducta ética de sus miembros máxima prioridad.
La Orden ha mantenido invariablemente la vigencia de valores como la lealtad, la fraternidad, la tolerancia, el libre examen, la justicia y la obligación imprescindible de cada uno de sus adeptos de buscar su propio perfeccionamiento, lo que señala claramente que existe un sistema de edificación de la individualidad, que se asienta en el reconocimiento de las esencias tradicionales que la Orden Masónica recibe a través del estudio de los símbolos. Con estas herramientas, cuyo uso diestro procura enseñar la Orden, ofrece al hombre la posibilidad de perfeccionarse intelectual y moralmente paradinamizar la lucha que el individuo y la sociedad mantienen en su búsqueda de la Verdad, de la Libertad y de la Justicia. Con fe renovada cada día, la Masonería aguarda la gratifi cación espiritual de que cadauno de sus adeptos se empeñe en esta lucha, sin transigencias, pero con un irrestricto respeto a las posi ciones religiosas, filosóficas,jurídicas y económicas de los demás.
En otro párrafo de la Declaración de Principios, se puntualiza que comoinstitución docente buscael perfeccionamiento del hom bre y de la humanidad, promoviendo la búsqueda incesante de la Verdad, el conocimiento personal de cada uno de sus integrantes y del hombre “en el medio en que vive y convive, para alcanzar la fraternidad universal del género humano” . Vale decirque la Orden Francmasónica no se adhiere a ninguna postura coyuntural o con tingente, no se enrola detrás de ningún estandarte, sigla o denomi nación partidista, puesto que porencima de cualquieradivergencia entre personas, está segura de que todos, aplicando estos princi pios, llegarán al dominio donde reinara la Fraternidad Universal, sin pretéritos, sin atemorizados por futuros inciertos y donde la justicia alcance a todos por igual.
Pero la Orden, además, defiende invariablemente el postulado que la Masonería no es una secta, ni es un partido. Por ello, recomiendaa susintegrantes la prácticaincansablede la tolerancia, desestimando toda afirmación dogmática y todo fanatismo. La Or den, a lo largo de la historia ha sido acosada, perseguida, difamada por oponerse a los fanatismos. Ella ha cultivado como valor eterno el predominio de la Libertad, en lo espiritual, en lo político y en cualesquiera formas dentro de las cuales se expresa la convivencia social. No acepta que dentro de la convivencia masónica,vale decir, al interiorde sus templos, donde se busca incesantemente el perfec cionamiento individual y se trata de abrir los caminos que conduz can a laVerdad, la discusión política partidista o las expresiones de sectarismos religiosos perturben la serenidad del análisis de sus trabajos o se conviertan en factores de divergencia o discrepancia.
La Francmasonería sustenta, defiende y rinde culto permanente a tres postulados: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Ellos señalan claramente que cada masón, cada persona que ostente la dignidad de haber pasado por las etapas de su docencia iniciática, debe combatir los privilegios y la intolerancia y luchar por que impere la justicia social. Pero además, recuerda de manera muy clara que lavigencia de sus postulados, la realización de sus aspira ciones de la redención del hombre no le llegará a la sociedad “por añadidura” . De ahí que en cada tiempo, en cada lugar, haya maso nes trabajando en la batalla activa por alcanzar la perfección espiri tualymaterialdel hombre. El masón no hade serespectador pasivo de este combate, todo lo contrario, ha de mantenerse “en un lugar avanzado del proceso evolutivo e integrado!' del hombre y de la sociedad” , como lo recomienda la Declaración de Principios.
En cuanto al recurrente tema de sus secretos y reserva, debemos decir que esto ha sido manejado con desconocimiento y equívocos. Pensamos que ha persistido en ello la leyenda que sindica a los francmasones como depositarios de los misterios órficos y los cultos egipcios. Y avanzando en los tiempos, sus vinculaciones con las sociedades reservadas de los constructores del Medioevo ha permi tido conjeturarsobre sus supuestossecretos. Sin embargo, podemos precisar que nuestra reserva no es más que la de una familia que anhela conservar un entorno de privacidad legítima para su propia e interna convivencia.
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Por otraparte, laliteraturaque se relaciona con laFrancmasone ría se encuentraa disposición en librerías y bibliotecas.
El secreto no es tal. Sólo que se tiene el derecho a la intimidad de que goza toda institución que se regula por una Constitución y un Reglamento para su ordenamiento espiritual y administrativo.
La Francmasonería, pues, no es una sociedad secreta. Sus diri gentes y sus direcciones son de conocimiento público. Mantiene ciertas reservas, como lo hacen muchas otras instituciones.
El secreto masónico es el resguardo, el silencio, la tranquilidad que se exige para llevar adelante la misión de alcanzar la Libertad, laJusticia Social y laVerdad.
La Fr a n c ma so n er ía y n u est r o t iempo
Las palabras no construyeron muros, decía Plutarco en la vieja Grecia, movido por incontenidos impulsos libertarios.
Los hombres no son quienes, pues, para inventar silencios, me nos aún losfrancmasonesparaacallarlos secretos delespíritude los tiempos milenarios. Ellos no pertenecen a una Orden solamente contemplativa, pertenecen a una Orden integrada por hombres de acción, responsables, en el templo y en la sociedad, de traducir sus idealesy principios en obras degenerosa trascendencia, trasuntode un quehacer fraternal histórico de sentimientos y de razón. Los francmasones asumen su tarea con coraje, competencia e imagina ción.
La revolución de las ciencias y la técnica producida por los hombresde este siglo, la tiraníadel presente y del porvenirimpues ta por este asombroso progreso, nos impele a todos a una sucesión de estados de crecimiento y nos perturba sensiblemente en nuestra noción del secreto. Los efectos de esta sorprendente transición del mundo, son las manifestaciones conmovedoras del espíritu en un período donde la humanidad, consciente de esta evolución, se adapta forzosa y lentamente a esta realidad y donde la Orden francmasónica, influida también porestaconcienciade transforma ciones, ha debido readecuar su voluntad para establecer una situa ción mental consecuente con este proceso de evolución posible.
LaFrancmasonería, queaporta a sus hombres de nuestro tiempo el conocimiento iniciático, el espacio sagrado de sus templos, la
modernidad de la integración de los talentos individuales y el respeto de su doctrina, permite que cada francmasón encuentre la apertura de su fe y de su vida interior, la vida del espíritu. He ahí la raíz de la fuerza y la cohesión de la Orden y su razón en el mundo contemporáneo. He ahí la comunicación del pensamiento moder no con el pensamiento antiguo. He ahí el conocimiento profano amasado en los recintos del conocimiento sagrado. Reducir al hombre a una sola dimensión económica, política y social, es muti larlo, degradarlo en su naturaleza y su vocación. Es preciso restituir al hombre la totalidad de sus poderes y así podremos devolverle su esperanza y su libertad.
La institución masónica que haestado presente en lavanguardia de los acontecimientos decisivos de la historia de la humanidad y alejada de explicaciones providenciales sobre el destino del hom bre, busca con indeclinable afán el perfeccionamiento individual, centro de toda su aspiración docente, y considera que el grado de avance a que el individuo llegue se expresará en la prosperidad de la sociedad. La Francmasonería acoge en su seno a todos los hom bres de buena voluntad —sin tomar en cuenta nacionalidades, fortunas, estirpes o creencias— que busquen el perfeccionamiento como herramienta para lograr la felicidad, la paz, la tolerancia, la solidaridad y la defensa de los derechos humanos.
En Va l pa r a íso , h a c e 130 a ñ o s, n a c ió l a Fr a n c ma so n er ía Ch il en a
La Masonería en Chile, precedida de ilustres ancestros universales yenraizadaen lo medulardelagesta de laIndependencia nacional, tuvo su inicio corporativo en Valparaíso, el 24 de mayo de 1862, hace 130 años. Posteriormente, con el terremoto del año 1906, su sede fue transferida a la ciudad de Santiago.
Desde antes que se plasmara el anhelo libertario e independentista de los habitantes de esta tierra, la savia de las doctrinas masó nicas nutrió las raíces del árbol de la Independencia, de una institucionalidad republicana y democrática. Fueron iniciados en los principios masónicos en Europa o Argentina figuras como Bernar do O’Higgins, José Miguel Carrera, Manuel Rodríguez, Camilo Henríquez, Andrés Bello, Francisco Bilbao y otros patriotas de análoga devoción cívica, los que dejaron su impronta en la edifica-
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ción del nuevo estado. Grandes hombres de la Masonería chilena construyeron con sus ideas y sus obras la historia de la República y su presencia espiritual y su hacer renovador jamás han estado ausentes del diario afán de trabajar por el engrandecimiento de la patria y la vivencia de los valores que la han llevado a los más altos niveles. Estos hombres, con tenacidad inclaudicable, han defendi do lalibertad, el derechoadisentir, lavigenciade la normajurídica, la libertad de enseñanza, el derecho a la salud. Se han comprome tido en la lucha por la emancipación de la mujer, la defensa de los derechosde laniñez, la erradicación de la miseriayel pleno respeto de la persona humana. Estos hombres no hicieron que sus palabras construyeran muros, hicieron que sus palabras gritaranen todos los muros de la patria los nombres de libertad, igualdad y fraternidad.
El prohombrede laMasoneríasudamericanaes Francisco Miran da. Todos los luchadores por la independencia de distintos países del continente comoJosé de San Martín, Simón Bolívar, Antonio Sucre y otros fueron masones. Después de varios intentos de arrai gar la Masonería en Chile, don Manuel Blanco Encalada fundó en el año 1827 la Logia Filantropía Chilena, de la cual eran miembros destacadas personalidades de la vida pública. Esa logia tuvo corta vida.
Laactividad masónicacontinuaempezóa mediadosdel siglo xix. Se fundaron primero las logias americanas Bethesda y la francesa L’Etoile du Pacifique por masones iniciados en sus respectivas patrias. En 1852, Manuel de Lima, oriundode Curazao,reconocien do que la Masonería no se podía desarrollar si no existía una logia que hablara en castellano, fundó con la ayuda de la logia francesa la primera logia chilena, Unión Fraternal, bajo los auspicios del Gran OrientedeFrancia. Diez años más tarde, en 1862, cinco logias chilenas formaron la Gran Logia de Chile cuyo primer Gran Maes tro fue don Juan de Dios Arlegui. De esa fecha en adelante la Masonería chilena se desarrolló, creciendo hastallegar al estado en que hoy se encuentra.
Es necesario recordarqueel simbolismo de la Masonería moder na consiste en que los masones representan, al mismo tiempo, al obrero y al material que él trabaja. Se habla de la construcción del Templo delaHumanidad con las piedras que son los masones. Ellos llegan a la logia como piedrabrutay el trabajo consiste en desbastar
las aristas y pulir la piedra para llegar a crear la piedra cúbica que es la perfección. Este trabajo simbólico se efectúa en tres etapas o grados, como aprendiz, compañero y maestro masón.
Cada logia tiene un presidente que lleva el título de Venerable Maestro y todas las logias de un territorio forman en conjunto una Gran Logia que es dirigida por el Gran Maestro.
Los masones operativos se protegían con un mandil que cubría toda la parte anteriorde su cuerpo. Ahora se usa un mandil simbó lico mucho más pequeño. El Venerable Maestro de la Logia abre y cierra las reuniones, Tenidas, con un mallete.
Grandes hombres de la historia patria han pertenecido a las logias masónicas. Fuera de los ya nombrados, los siguientes presi dentes de la República:
Manuel Blanco Encalada,Aníbal Pinto Garmendia, Pedro Montt Montt, Arturo Alessandri Palma, Carlos Ibáñez del Campo, Juan Esteban Montero, Pedro Aguirre Cerda,Juan Antonio Ríos Mora les, Gabriel González Videla, Salvador Allende Gossens.
Muchasobrasde bien público son inspiradas por las logias. En la mayoría de los casos este hecho es desconocido, pues uno de los principios masónicos es hacer el bien anónimamente. No obstante, nombraremos algunas fundadas con la concurrencia de masones:
Bote Salvavidas de Valparaíso, Hospital Alemán de Valparaíso, Escuela Blas Cuevas de Valparaíso, Clínica Alemana de Santiago, Hogar del Senescente “Sótero del Río” , Universidad La República de Santiago, varias Compañías de Bomberos, Universidad Popular PedroAguirre Cerda, LigadeEstudiantes, Colegio LasAméricas, de Santiago, Talleres Industriales Nacionales Pedro Aguirre Cerda, Sociedad deArtesanos LaUnión, Colegio de Concepción, en varias ciudades del sur, Escuela Hogar La Providencia, de Traiguén; Boy Scouts, Osorno College, y muchas otras.
Rev it a l iza c ió n , Mo d er n id a d y T«a sc en d en c ia
Como a cada circunstancia histórica corresponde una conducta diferente, sostuvimos en su oportunidad que, sin perjuicio de la consistencia institucional que sustenta a la Orden, se hacía necesa rio encaminar sus pasos, en los nuevos tiempos, hacia tres objetivos fundamentales: revitalización, modernidad y trascendencia.
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Tres conceptos que parecían en un momento antinómicos de lo que era nuestra propia realidad, pero que el transcurrir de estos años nos han confirmado como instancias necesarias para afrontar con éxito los muchos desafíos que se presentan a una organización como la nuestra.
Pensábamos que no podíamos permanecer expectantes ante el acontecer vertiginoso, porque nuestra institución, integrada por hombres de distintas convicciones filosóficas, religiosas, políticas, debíaencontrarse a sí misma en una expresión de generosacompa tibilidad de interesesy serun ejemplode convivencia positivafrente a los requerimientos del presente.
RevitalizarlaOrden es un imperativo irrenunciable que se expre sa en una manifestación cotidianade nuestro quehacer, es ahondar en el estudio de los problemasque acucian a la sociedad y repensar, incluso, los fundamentos jurídicos y sociales que regulan la vida nacional. Es expresar en los foros públicos el pensamiento de los hombres que viven y conviven nuestra interioridad iniciática, soste ner con entereza y convicción los postulados que permiten consoli dar una sociedad que se escancia en un humanismo integral. La revitalización se ha manifestado, en este tiempo, en el continuo contacto del Gobierno Superior de la Orden con los miembros de la institución a lo largo del país; con las reuniones del Consejo de la Gran Logia en distintasciudades; con la manifestación públicade nuestro parecer ante los problemas de orden nacional y atenta también a las aspiraciones de los miembros de las distintas logias de la Obediencia.
Así entendemos su forma de revitalización. Comprender que toda acción de la Orden sería estéril si en ella no estuviesen com prometidos todos los miembros de la Masonería chilena.
Revitalizar es crear, es sentir que se renuevan los propósitos universales de la institución, que los principios reverdecen y que el mundo en sí es una posibilidad cierta para que la Francmasonería abraun camino deverdadera superación espiritual para el hombre de hoy, asediado por fanatismos y extremismos ideológicos.
La modernidad a la que aspiramos se sitúa en dos direcciones: una, que concibe todo este quehacer, desarrollado con el aprove chamiento que la tecnología proporciona, siendo evidente el cam bio institucional producido. Se encuentran en pleno uso todos los
elementos de que se puede dotar una función administrativa, opti mizada tanto por la preparación del personal, como por la adquisi ción de modernos equipos computacionales, de comunicación, de reproducción, para mantenerse en constante y diaria comunica ción con todas las logias del país.
Pero la modernidad no es sólo la óptima utilización de recursos; es también concebir un espíritu renovado adecuado a la realidad que vivimos. Esta otra dirección de la modernidad se sitúa en cada uno en este querer hacer de la Orden un centro catalizador e innovador de conceptos tan sentidos como la libertad, solidaridad y tolerancia.
La modernidad, para expresarle al hombre común que la Maso nería no es ajena a sus propias aspiraciones, que el núcleo de la existencia ideal está en el hombre de una sociedad que aspiramos renovada.
Yluego, convergiendo estas dos ideas de revitalización y moder nidad, sentimos que podemos trascender y expresarle a todos que la Masonería es una fuerza moral importante.
Trascendencia que compromete a todos en globalidad. A cada masón en particularlo compromete hastaen la más mínimaactitud intra y extramural, en la convivencia ciudadana, en esa caracteriza ciónque se intuye porsu comportamiento, que se manifiestaen una actitud recta, tolerante y generosa.
Revitalización y modernidad para que la Orden Masónica tras cienda los muros de sus templos y deje de ser una entidad rodeada de misterios y sea para el hombre una opción cierta hacia el encuentro de su libertad, de su desarrollo y de su verdad.
Al g u n a s ex pr esio n es d e n u est r a mo d er n id a d
De esta usina secreta del pensamiento y de la fraternidad salen los francmasones a difundir su credo y a convertirlo en acción verdade ra. Este credo y esta obra de masones le permite a la Masonería situarse en el “lugar de avanzada en el proceso evolutivo e integrador del hombre y de la sociedad” , como lo dicen los principios de su Constitución.
En el transcurso de estos últimos años, la Francmasonería se ha hecho presente en la comunidad a través de diversas empresas, que
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poseen el sello institucional. Por de pronto, en 1992 y en adhesión al Quinto Centenario de la llegada de los europeos aAmérica, se ha editado con gran éxitoeditorialel libro “Descubrimiento y Conquis ta de América” , en el que distinguidos masones entregan su visión de este acontecimiento americano. Por esos mismos meses aparece el importante libro “Introducción a la Historia de la Francmasone ría” , del distinguido hombre público y conductorpor antonomasia de la Orden, el Dr. René García Valenzuela. En fecha reciente, del destacadojurista Jorge Mario Quinzio Figueiredo, se ha publicado su libro “O’Higgins, demócrata y masón” .
La “Revista Masónica de Chile” , destinada a la membrecía, tiene largos años de labor de divulgación masónica, y la revista “Occiden te” cumplirá en 1994 cincuenta años de existencia al servicio de la cultura, las artes, la literatura, la ciencia, la tecnología, destino difícil de homologar, en un medio en que las revistasde pensamien to encuentran dificultades para su subsistencia.
A la permanente y silenciosa labor que los masones han mante nido por años en el campo de la educación, los boy scouts, bibliote cas, ligas de estudiantes, policlínicos, colonias escolares, se puede señalar la habilitación de un Internado Universitario, instalado en el centro de la capital, para colaborar con la educación de jóvenes que no están en condiciones de financiar altos costos de perma nencia en Santiago. Con mucho orgullo se destaca la construcción y habilitación de un moderno Hogar de Senescentes, en el que de preferencia, por cierto, se recibe a hermanos ancianos que requie ran disponer de solaz y tranquilidad.
Muchos colegios a lo largo del país, una universidad, la Univer sidad La República, son también proyección de esta inquietud social y cívica de la Masonería chilena.
No podemos realizar, en verdad, un escrutinio totalizador del quehacer de la Francmasonería; sólo podemos decir que en el más remoto lugar del país encontraremos a un masón entregando lo mejor de sí en las tareas propias de la comunidad que lo rodea, participando en su desarrollo espiritual y material, sin retribución alguna, respondiendo plenamente a lo que hemos denominado el “oficio de ser masón” .
Estas y otras son tareas que encaraen estos días la Gran Logia de Chile empeñada en revitalizar, renovar y dar plena trascendencia a
la Masonería en todos los afanes que preocupan a la sociedad. De allí que haya redoblado su esfuerzo por entregar a la dignidad humana, a la convivencia democráticay a la participación activa del hombre y de la mujer en el desarrollo de Chile, su más efectivo apoyo. Porque anhela que los chilenos consoliden —en un ambien te de respeto y solidaridad— unafórmulaque defienda a la familia, cautele el orden moral, sin temores ni privaciones; cuide a la niñez y a lajuventud, y las aleje de las peligrosas desviaciones provocadas por la violencia, la drogadicción y el alcoholismo.
Impulsada por el propósito de contribuir a la solución de vitales problemas que impiden la más plena vigencia de ese armónico ambiente que preconiza, la Orden Masónica ha formado y puesto en actividad diversas Comisiones, todas integradas por capacitados profesionales y especialistas en cada materia, que estudian aspectos fundamentales relacionados con educación, salud, obras públicas, justicia, ecología y medio ambiente y otras. El resultado de su trabajo ha sido puesto, oportunamente, en conocimiento de las autoridadescompetentes del Ejecutivo y Parlamento como un apor te efectivo al mejoramiento de la realidad social del país. Se han firmado convenios con instituciones importantes como el suscrito con la I. Municipalidad de Santiago, en aspectos culturales.
La institución se encuentra, pues, en plena ejecutoria de un programa de servicio hacia la comunidad. Hace sentir su inquietud frentea losproblemasque agobian al mundo, su nuncadesmentida preocupación por el hombre y por la sociedad, por el destino de aquél en su desarrollo integral y de ésta en su consolidación como el entorno propicio para que la humanidad encuentre la solidari dad y la paz.
Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, Instituto de Chile Santiago, 18 de agosto de 1993
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80 años de la Respetable Logia Cóndor Ns 9
Venerable Maestro, Queridos Hermanos:
Esta noche tiene un especial significado para todos. Celebramos 80 años de una Logia que por extraña circunstancia, que nos enorgullece a todos, permanecejoven y llena del ánimo que siem pre estamos deseando para lo que amamos de verdad.
Hoy he volado desde Puerto Montt, después de visitar Osorno, por razones de fraterna obligación, y me he venido meditando en lo que es la trayectoria y lo que es el tiempo.
Se puede transcurrir, sin trascender. No parece necesario expli carlo. Es un dejar pasar los días, los meses y los años. Casi sin prisa. Casi sin sentirlos. Cuando esto sucede, por lo general, es que también los días, los meses y los años pasan sin que suceda nada, porque nada hacemos.
Hay, sin embargo, los díasvertiginosos, los que pasan raudos, los que corren perseguidos por el viento de mil urgencias. Perseguidos por un reloj imperativo que no permite dilación y olvidos. Es el tiempo de los que hacen cosas, de los que realizan planes. De los que tienen la urgencia del tiempo limitado.
Un día a veces nos parece de la enorme dimensión de un año. Ochentaañosaveces adquieren ladimensión de un puñadode días en losque se engarzanrecuerdos mediatosy perdidos, nombresque aún no se aprendieron bien, con otros rescatados de los pretéritos casi próximos, casi olvidados.
Ochentaañosdondedesfilaron los afanes dequeridos hermanos en ausencias: Enrique Rodríguez Mac-Iver, Javier Castro Oliveira, Alfredo Richaud Villegas, Agustín Vigorena Rivera, Alejandro Renjifo Reyes, Luis ConstelaJurado,Jerónimo Méndez Arancibia, Gui llermo Labarca Hubertson, Ulises VergaraOsses,Jorge Tiska Caste llanos, Manuel Enrique AguileraAguilera, Eliodoro Flores Toledo, Miguel Aylwin Gajardo, Matías González Rioseco...
Ustedes lo saben muy bien. Mucho mejor que mi recuerdo, con seguridad. Son éstos Maestros, Compañeros yAprendices que cons
tituyeron el primer apronte de esta iniciativa que plasmó la Respe table Logia “Cóndor” N9 9.
Estanoche traigo dos recuerdos que golpean unayotravez en la memoria: Reunidos en Comité, los Hermanos fundadores comisio naron a los Hermanos Richard y Renjifo para que tomaran a su cargo los arreglos del local en que funcionaría la naciente Logia y se les facultó para gastar hasta la suma de sesenta pesos. Y los Hermanos Rojas, Richard y Tiska ofrecieron donar una Lámpara.
Dineros y Lámpara para emprender la batalla por más Luz. Hermoso recuerdo de las páginas del tiempo.
LaOrden funda,como sabemos, su quehacer positivoy optimista en el convencimientode que el hombre es perfectible. Nada podría proyectarsesin este convencimiento. No importarepetirlo. Conven cimiento. Sólo si es posible remediar los vicios de la herencia, es también posible construir para el futuro. Mejorar los vicios de la herencia cultural, naturalmente. Sobre esos ideales correrá siempre este tren ilusionado en que vamos todos en busca de la luz de la Lámpara obsequiada en el principio por los Hermanos Richard, Rojas y Tiska.
En la tentativadel hombre mejorque estamos procurando, todos los esfuerzos están basados en que la arista es supuestamente posi ble de limar como acomode al modelo que se va soñando.
Yel hombre surgirá de lo aparentemente imposible. El hombre despojado de maldades y de bajezas. El hombre capaz de amar con entereza, sin condiciones ventajeras; sin proyectos de beneficios mezquinos.
Somos, entre nosotros, un continente, una legión inmersa en el mundo que se va plasmando poco a poco. Somos un mundo en c o mpr o miso . Todo nuestro hacer y nuestro quehacer está basado en el más obligante de los compromisos: el compromiso voluntario. Nadie nos trae, nada nos trajo, nada nos obligó, pero contraído el compromiso, todo nosobliga, todo nosimpeleacontinuarrealizan do loqueempezaron haceapenasochentalargosybreves años, esos hermanos a los que debemos todos nuestros respetos.
Sabemos que es difícil. El Gran Maesü’o lo siente cada mañana y cada noche. Lo siente en los rostros, a veces cansados, de los hermanos que vienen después de lajornada diaria, a continuar el
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día, de nuevo trabajando. El Gran Maestro se alienta en el esfuerzo que, en vez de generar desaliento, busca encontrar realizaciones.
Y es así como vamos elaborando nuevos programas. Buscando otrosquehacerescon nuevas iniciativas. Programandorealizaciones cada vez más complejas, quizá, pero alentados en los talentos que mostraron los que fueron y realizaron las tareas.
Hace unas semanas, por ejemplo, recibimos el homenaje del Presidente de la Cámarade Diputados. El homenaje parlamentario para la Gran Logia de Chile. Un grupo de altos dignatarios y oficiales cenó en el comedor del Parlamento. Fue gratificante para este duroquehacerdel masón sentirlaconvicción deun ciudadano, que lo dice con voz destinada a ser pregón, que la Masonería es parte del hacer progresista desde los albores de la República. Y recibimos esas palabras con agrado.
Y pocos días después viene hasta nosotros un Senador que pos tula su nombre para Presidente y también lo dice en palabras más lacónicas, como es su naturaleza, pero con igual significación y la misma trascendencia.
Porque, lo decía al comienzo, se puede transcurrir sin trascen der. Y eso es lo que no ha hecho “Cóndor” N2 9, y tampoco lo ha hechola Masonería.Hapasado el tiempo, y ha trascendido su hacer mucho más allá de lo que presumimos; mucho más allá de lo que nospermitíamos suponeren un mundo que se hacaracterizadopor su afán de disimular el sello masón de todo lo que se ha hecho en pro del progreso, en beneficio del avance; en procura del cumpli miento de las altas metas de los buscadores del futuro.
Nuestro propósito primero, al asumir este alto y honroso cargo de Gran Maestro, hasido ircumpliendo, en la medidade lo posible, cada uno de los proyectos prometidos. Y uno principal ha sido la apertura hacia el exterior, para que la otra gente, la que ha creído lo que el silencio silenciaba, supiera un poco de los masones, de nuestra Orden, de su viejo trabajo, de tantas espaldas olvidadas, de tantos nombres ilustres que no se perdieron, pero no se les mencio nó en su momento y en su lugar.
Hemos querido abrir nuestras puertas para que se vea nuestra realidad sin misterios. Para que se conozcan nuestras intenciones siempre limpias. Para que el mundo exterior sepa que decimos
nuestros planteamientos sin transarlos por motivo alguno. Porque estamos convencidos de su pureza y su bondad.
Hemos entregado a la consideración ilimitada del gran público el contenido de nuestras publicaciones editoriales. En La Serena, en Valparaíso, aquí en Santiago.
Se ha abierto el salón de exposiciones Marco Bontá, con el nombre señero de este gran artista y gran Hermano de esta noble Logia, para que desde su alero se proyecte el talento de los artistas jóvenes y se muestren los logros de los consagrados.
Se ha restituido su nombre para el Museo de Arte Contemporá neo de la Universidad de Chile.
Hemos hecho algunas cosas. Nuestro proyecto está vigente y continúarealizándose. El Gran Maestro cuenta con la colaboración de sus hermanos, de todos ustedes, en este compromisovoluntario que en forma tan profunda obliga.
El futuro está siempre en la puerta de cada día. En el futuro de nuestra amada Orden Masónica se palpa la potencialidad de ese mañana. De todos nosotros depende. Todos somos antiguos y aceptados masones libres para hacer lo que cada uno quiera, pero con unavocación de verdad que sí obliga.
Una obligación de sinceridad en las ideas y principios. Una sinceridad en la historia de nuestra Institución de ciento treinta y un años, cuyos hombres de pensamiento siguieron a las ideas y no a los hombres. Ellos sabían las ideas y los principios, los estudiaban, tenían la luz en el corazón, llevaban esas ideas y principios en la cabezay los vendían.
Es sinceridad la que deseamos en los masones a fin de que se empiece a reivindicar ese sector todavía bastante hostigado por la indiferencia.
Es preciso un previo proceso de purificación para ir a la plena revitalización y trascendencia; es preciso ganaruna previabatallade sinceridad; es preciso que las Logias que van hombro con hombro en esta lucha, se miren primero a sí mismas, hagan un examen de conciencia y después, a la luz de la verdad de todas, se digan si pueden ser en realidad sinceras con sus ideas y principios, con su doctrina y con sus obras.
Mirando el escenario interno, dentro ya del proceso de purifica
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ción habrá quizá el resultado de un estado de conciencia y de un ejercicio del verdadero masón.
Bienvenida, pues, la sinceridad de los hombres y sobre todo la sinceridadde estos inspiradoresde su optimismo. Si los masones no oyen la voz que los invita a sembrar optimismo, que sea por lo menos su ejemplo claro el que los llame a cuenta. Yo espero que estos masones asuman la actitud que reclama la responsabilidad que tienen, porque su palabra vale como vale su labor desarrollada en el Taller de todas las Logias de la Obediencia así como en este propio gran Taller de ochenta años de inclaudicable quehacer.
Queridos hermanos, no es una repetición. Es algo que nace de un nombre que no se puede ignorar. Este Gran Maestro espera de “Cóndor” N" 9 el vuelo majestuoso y dominadordel que es capazde dar un impulso en cada movimiento de sus alas poderosas.
Todas las Respetables Logias tienen alas poderosas, porque alientan vocación y empeño. Pero esta Logia lo siente doblemente por su nombre y por su octogenaria tradición.
Como dijo un poeta ignorado y sincero: Para mirar por ella, por Dios, que quede abierta de par en par la puerta.
Se refirió a la esperanza. El Gran Maestro se remite también a la esperanza y las realidades de ustedes y de la Orden toda.
Que así sea.
Oriente de Santiago, 17 de noviembre de 1993, e:. v:.
120 años de la Respetable Logia Verdad Nü 10
Llegar a esta Logia de la historia primera es un honor que roza, sin quererlo, el espíritu y la razón de cualquier hombre, más aún cuando de aquí nacieron sabios y señeros masones para alcanzar la inesperada maestría suprema. Y más todavía, cuando en los viejos años de lucha por la libertad y lajusticia, valientes de esta Logia empuñaron espada y pluma para salvar la dignidad de la patria.
Llegar a esta noche de 120 años es volver a vivir el inicio de un pasado forjadorde devenires y esperanzas y a unir los trozos de una propia vida que es al unísono la vida misma de la Francmasonería chilena. Por eso, es privilegio singularcompartirvoz y recuerdo con ustedes para ir al encuentro de tantos hombres que han escrito los hechos de los tiempos de este hermoso pretérito.
Es necesario llevar a la concienciacolectivaque la Gran Logia de Chile creó sus cimientos en estas primeras Logias y creció en los murosde las obrasnacientesde sus preclaros hombres. Es necesario saber que así nacen las grandes apetencias humanas y así, en el hilo de la trama, inconocida a veces, se yergue altiva la más fraterna sociedad del hombre.
Por eso, quizá recuerde ahora a todos los que somos herederos de la antigua tradición de constructores. Del Templo de duras piedras imaginado por Salomón a la edificación de las viejas cate drales, la historia de todos está hecha de esperanza sin cesar para elevar la digna mansión del verbo y limitar el espacio en que el hombre habrá de encontrar la armonía vibrante de su hacer y trascendenciaen el universo.
Porque el Templo, este Templo, es la casa del Gran Arquitecto del Universo, es el albergue del hombre, es el refugio de su cuerpo. Estamosjuntos al pie de cuatro muros para volverlos a elevar con nuestra propia fuerza. Y si esta fuerza es débil o vigorosa será de todos modos la mansión de cada uno, será el vivo testimonio simbólico de nuestra obra común y será el centro convergente de estas fuerzas que nos unen. Y será un lugar de encuentro en la
medidade nuestrasesperanzas,un lugarque, sin olvido, se extiende del cénit al nadir, del mediodía al septentrión y de occidente al oriente. Es paravibrarunidos, paramoverel corazón de todos, para aproximar los pensamientos de los otros, para construirjuntos el caminar hacia la libertad, para hallar, en fm, la luz, la propia luz de laverdad.
La verdad, esta “Verdad” que a ustedes los ampara y los alienta, es el motivo esencial de nuestro permanente transitar por la Franc masonería. Verdad hecha símbolo en el verbo primero, en la pala brasustantiva de nuestro ciertoy exacto fin último. La idea másalta de esta palabra es elevar nuestro convencimiento al concepto del Gran Arquitecto del Universo. Y la investigación de la verdad se transforma así en el objeto primordial de la Francmasonería toda: Aprendices, Compañeros y Maestros buscan la luz interminable mente, que no es otra cosa que la palabra, la verdad. Verdad sabiamente escondida en cada espacio de tiempo, en cada esquina del templo, en cada trozo de nuestro propio acaecer. Está alláyaquí en lavoz delVenerable, en el parlamento que se recita cada noche, en el ritual del laborar constante, en el resquicio de la frase no expresada, en la idea yacente de la historia, de la filosofía, de la simbología entera. Allí, en las herramientas del ara, en el piso que pisamos cada noche, en las manos unidas del calor fraterno, en los astros que lucen sus hermosos brillos, en las columnas abiertas al pasodeiniciados, en los gestosde estos hombres, en los silencios de ellos mismos, en el Templo, en fin, espiritual y material de nuestro cuotidiano y propio afán.
La investigación de la verdad no cesarájamás para el masón de verdad. Es como esavieja alegoría relatada por Milton y que quiero retomar para ustedes esta noche, en que ciento veinte años de inagotable búsqueda no bastan todavía para hallarla, a pesar de sus sabios esfuerzos.
“La Verdad vino al mundo con su Maestro Divino, en forma tan perfecta, que era glorioso contemplar. Pero cuando ascendió, de jando a sus discípulos en un sueño profundo, surgió, desde luego, una raza de impostores perversos, quienes, semejantes al Tifón egipcio que menciona la tradición, el procedimiento inicuo de los conspiradores empleados con el bondadoso Osiris, al tomar la
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Verdadvirginal, destrozaron su adorable cuerpo en milpedazos, los que fueron esparcidos a los cuatro vientos. Desde entonces, los amigos de la Verdad, tal como perduran, imitando la minuciosa pesquisaque hizo Isis por el cuerpo mutilado de Osiris, han ido por el mundo recogiendo sin cansancio pedazo por pedazo” .
Así, como en la vieja leyenda, esta ‘Verdad” N2 10, ha ido tam bién recogiendo pedazo por pedazo la obra de su inacabado cami nar. Lo demuestran los pasos de su oficio al encender en el tiempo la claridad encerrada en los años de su larga historia. Por aquí pasaron los hombres que levantaron la fe rediviva de la educación chilena, los hombres que conocieron el especü'o de la horrorosa y fratricida guerra, los hombres que sintieron el fragor de las luchas libertarias y de las incomprensiones humanas, los hombres que, en las pasionesveleidosas, se acordaron de usar laserenidad y toleran cia, la solidaridad y lajusticia. Fueron y son hombres de la Verdad virginal nodestrozada,de laverdad impoluta, de laverdadedificada trozo a trozo, con ansias de pescar la luz cada noche con paciencia y sabiduría. Hombres que auscultan la marcha constante de la sociedad y los designios ignorados del destino del hombre y de la humanidad futura. Hombres que caminan por las rutas de la moral y la justicia. Hombres de esta Logia que, en el recuento de sus noches, trabajan, me parece, por haberlos leído en el curso de sus actos y discusiones, por el nuevo hombre para su actuar sobre el mundo con inteligenciay sentidode interés, parahallar la coheren cia y la felicidad entre todos, para la realización concreta de sus virtualidades y de la idea del hombre verdadero.
Estosy muchos otros son los caminos que buscan en esteTemplo los masones para desempeñar este momento histórico, momento de orientación del pensamiento hacia el porvenir y la mutación, hacia el descubrimiento de la real seguridad por la adhesión al progreso. “No se puede predecir el porvenir; se pueden inventar porvenires” , ha dicho un autor. Y otro ha exclamado: “Se pueden prever diversos porvenires; pero se debe escoger y desear un porve nir” . Es lo que espera este Gran Maestro de los hombres de esta Logia y de todas las Logias de su Obediencia para cumplir con el propósito de participar en el progreso de la educación y la cultura, para tener una visión amplia del futuro, para discernir las eleccio
nes que ofrecerá el próximo camino, para identificar con claridad las intenciones de nuestra propia realidad, para asegurar con ente reza la respetable estatura de nuestra Institución masónica. ¿No es esto acaso revitalizar nuestrasacciones, reanimarlafrater nidad y la inteligencia y difundir el convencimiento de nuestra responsabilidad? ¿No están aquí los hombres del futuro que aprendieron de los hombres del ayer la valentía de su coraje y la verdad de sus valiosas vidas? Así lo dicen, por lo menos, sus lecciones de cada noche en esteTemploy, sin duda, su trascendenciaen el proceso de su actuar profano.
Que sea, pues, este Feliz Aniversario un nuevo encuentro de la Palabra develada, un nuevo intento asombrado de la Verdad y una nueva promesa para el futuro de esta Francmasonería que tanto amamos. Y que nunca cese en este Templo la infatigable búsqueda de los inhallados trozos mutilados de ese cuerpo de Osiris, símbolo exultante de la verdaderaVerdad.
Que así sea.
Oriente, de Santiago, 21 de julio de 1992, e:.v:.