Guillermo Arias Godoy

Guillermo Arias Godoy

Nació en la extinta Oficina Salitrera “Chile”, comuna de Taltal, un día 25 de junio del año 1922, en el hogar formado por don Anselmo Arias Herrera y doña Edelmira de las Mercedes Godoy. Posteriormente en los años 1924, 1929 y 1932, nacieron respectivamente, sus hermanos Iris, Carmen y Pedro. (Datos rescatados de una amarillenta “Libreta de Familia”, manuscrita a pluma y tinta en el Departamento y circunscripción de Taltal del año 1920). Cuando se reabrió la Escuela Normal de Copiapó (en 1936 y luego de 9 años de receso), fue parte de esa histórica primera generación. Una fotografía en blanco y negro de la época quedó como testimonio mudo de esos jóvenes soñadores. Eran una veintena de jóvenes de pie muy elegantes con sus apreciados trajes oscuros y corbata, algunos de ellos con bigotes que ya marcaban su madurez. Delante de ellos diez o doce profesores sentados, entre ellos, el director Don Abraham Sepúlveda P., responsable de su educación y formación. Allí estaba en la tercera fila “el Choche Willy” que había sido reclutado como otros entre los pueblos y ciudades del norte por los encargados

de admisión, para que ingresaran por las puertas de la vieja casona de la calle Atacama, junto a sus “camaradas” que a la postre serían grandes colegas y mejores amigos que acompañaron su vida: Juan Guirao Masiff, José Lattus Leiva, Ibis Godoy, Darío Villalón, Humberto Arias y el “gringo” Murray, entre otros. Al egresar como profesor normalista el año 1941, tuvo su primer nombramiento en la Escuela Rural de Altovalsol, al interior de La Serena, siendo trasladado a Tocopilla al año siguiente. En ese nortino puerto conoció a doña María Inés Marín Vargas, profesora normalista, con quien entabla una relación y en el año 1944 contraen matrimonio. Al año siguiente, ambos profesores son trasladados a Vallenar y es ahí donde empiezan a formar una prolífica familia de 6 orgullosos y amantes hijos: Ana Edelmira (Profesora de Historia), Guillermo Alberto (Ingeniero de Minas), Carlos Vicente (Abogado), Claudio David (Médico Veterinario), Cristina Isabel (Dibujante Técnico) y Cecilia Eugenia (Odontóloga). Los primeros dos hijos nacieron en Vallenar y los cuatro restantes nacen en Copiapó donde ya se asientan definitivamente a partir del año 1947. Es en Copiapó, donde Guillermo Andrés desarrolla y consolida toda su fructífera y reconocida carrera profesional. En su carrera de casi 60 años al servicio de la educación, participó de diversos cursos de especialización y postgrados, los que le permitieron asumir responsabilidades superiores en la enseñanza, tanto en la formación normalista como la universitaria; tales como Asesor Pedagógico, Director de Escuelas de Primera Clase, Orientador Profesional, Profesor de Educación y Filosofía, Profesor de Metodología en Matemáticas y Castellano. Su desempeño laboral se desarrolló exitosamente en la Escuela Normal de Copiapó, Escuela de Minas de Copiapó, Universidad Austral en Valdivia y en la Universidad de Atacama, instituciones que son testigos de su legado y de su mayor pasión: la EDUCACIÓN. Participó activamente en la actividad bomberil, como voluntario de la 3ra. Compañía del Cuerpo de Bomberos de

Copiapó, siendo objeto de distintos reconocimientos y distinciones públicas. Fue iniciado en la Respetable Logia “Orden y Libertad” N° 3 el 08 de noviembre de 1952, recibiendo su merecido aumento de salario al Grado de Compañero el 26 de noviembre de 1953 y exaltado al Grado de Maestro el 27 de agosto de 1955. Ejerció diversos cargos, entre los cuales están los de Bibliotecario en el año 1957, Experto en los años 1961 a 1963, Segundo Vigilante en 1964, Primer Vigilante los años 1964 y 1965, llegando a ejercer el mallete rector de su madre logia desde diciembre de 1967 hasta noviembre de 1968. Posteriormente ejerció nuevamente el cargo de Primer Vigilante los años 1973 y 1975. A mediados de 1976 y por razones laborales se traslada a la ciudad de La Unión y luego a Valdivia, otorgándole carta de retiro voluntario en noviembre de 1978. En Valdivia estuvo afiliado en la respetable Logia “Luz y trabajo” N° 32, regresando en el año 1985 al valle de Copiapó, reintegrándose a su Respetable Logia “Orden y Libertad” N° 3, en noviembre del mismo año. Por mandato de la Logia fue parte fundacional de la Respetable Logia “Atacama” N° 164, siendo su Orador en Instancia de Constitución. En el año 1991 fue electo Orador de la Logia. Por todos sus méritos y trabajo masónico, fue invitado a formar parte del Escocesismo, llegando a ostentar el Grado XXXII (G° 32), con una vida masónica de más de 50 años. El legado más valioso que nos dejó fue su contundente riqueza espiritual adornada de virtudes, amor y sabiduría, lograda por el permanente auto perfeccionamiento y la práctica de sólidos principios; dejando el mundo terrenal un martes 13 de Julio del año 2004, día que fallece a la edad de 82 años, acompañado de su esposa y rodeado de sus seres queridos. La opinión fue general: Gracias Profesor, fue la frase que repitieron los siete oradores que despidieron los restos mortales del maestro Guillermo Andrés Arias Godoy, en el Cementerio Municipal de Copiapó.