Revista Occidente - 552 Agosto 2024

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VALORES

ÍNDICE I AGOSTO 2024

2 Atentamente Guillo

3 Editorial

4 Correo de los lectores

5 El liberalismo igualitario o la ausencia de prejuicios

10 Temas valóricos de nuevo en la discusión pública. Ni tradición, ni autoridad ni revelación

18 Una identidad en crisis:

Alienación y auto explotación en Chile

23 Opinión

Resiliencia, vencer la desesperanza

26 El viaje del héroe. La reproducción de un mito

30 Realismo mágico y la construcción de universos

35 Conciencia, creación y psicotrópicos

40 Opinión

Parece normal no incomodarse

42 La guerra de Troya.

Entre la historia y la mitología

49 Crónica

Villarrica: Conversaciones con mi abuelo

54 Comentario de libros

Una novela de rara perfección

56 Música

Meu caro amigo…

Chico Buarque de Hollanda, la voz, la poesía y la música de Brasil

60 Cine Cien años de Marcello Mastroianni

64 La última palabra

Aborto y eutanasia: un debate bioético

Fundada en 1944 www.revistaoccidente.cl

Agosto 2024

Edición N° 552

ISSN 0716 – 2782

Director

Rodrigo Reyes Sangermani director@revistaoccidente.cl

Comité Editorial

Ximena Muñoz Muñoz

Ruth Pinto Salgado

Roberto Rivera Vicencio

Alberto Texido Zlatar

Paulina Zamorano Varea

Editor

Antonio Rojas Gómez

Diseño

Alejandra Machuca Espinoza

Colaboran en este número: Guillo

Javier Ignacio Tobar

Eduardo Quiroz Salinas

Felipe Quiroz Arriagada

Ricardo Bocaz Sepúlveda

Cristián Villalobos Zamora

Eduardo Ruz Ahumada

Jorge Calvo Rojas

Claudio San Martín Bustos

Álvaro Vögel Vallespir

Antonio Rojas Gómez

Edgard “Galo” Ugarte

Ana Catalina Castillo Ibarra

Rogelio Rodríguez Muñoz

Fotografías Shutterstock.com Unsplash.com Pixabay.com

Publicación

Editorial Occidente S.A. Marcoleta 659, Santiago, Chile

Gerencia General

Gustavo Poblete Morales

Suscripciones y Publicidad

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Fono +56 22476 1133

Los artículos firmados u opiniones de los entrevistados no representan necesariamente la línea editorial de la revista. Se autoriza la publicación total o parcial de los artículos con la única exigencia de la mención de Revista Occidente.

LA MUERTE DE LA DEMOCRACIA

El proceso electoral experimentado la semana pasada en Venezuela, cuyo resultado ha sido cuestionado por vastos sectores de venezolanos como también, en el ámbito internacional, por la mayoría de los países democráticamente desarrollados, podría ser una buena demostración de cómo pueden deteriorarse las democracias al nivel de hacerlas desaparecer o, al menos, transformarlas en un remedo populista de relatos ideológicos sostenidos por el dominio absoluto de los poderes republicanos o el apoyo incondicional de parte de las élites militares.

Esas características son las que entregan los profesores Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, de la Universidad de Harvard, en su libro “Cómo mueren las democracias”, publicado en 2018, que resume dos décadas de estudio del debilitamiento o, lisa y llanamente, de la caída de varias democracias en Europa y Latinoamérica. Las urgentes demandas de la población hacen que por vía democrática se elijan gobiernos que no pocas veces prometen en tiempos de campaña soluciones mágicas u ofrecen respuestas fáciles a los problemas ciudadanos, como por ejemplo pueden ser las demandas de mejores estadios de bienestar social y económico, mayor seguridad ciudadana, disminución de impuestos, un control eficaz de la inmigración ilegal, mejores trabajos y salarios, etc. que en tiempos de globalización afectan a crecientes grupos de personas.

Muchas veces, esos conglomerados políticos que han accedido al poder con una batería de soluciones fáciles, terminan perpetuándose en el poder por obra de cambios institucionales que les permitan una reelección indefinida y el control de los poderes republicanos en manos de unos pocos leales, sino en el propio del gobernante de turno que no se complica a la hora de instalar en cargos de poder a amigos y familiares.

Si alguna vez las dictaduras para acceder al poder requerían cruentos golpes de estado, hoy lo hacen modificando el statu quo institucional desde adentro, o alterando los mecanismos democráticos a su antojo con intervencionismo y fraude. Ejemplos abundan, lo advertimos en Nicaragua, Turquía, Rusia, incluso, plantean Levitsky y Ziblat, lo sería el régimen de Trump que, como vimos posteriormente, intentó desconocer la elección de Biden con el asalto al Capitolio en enero de 2021, lo que ha sido considerado un intento de golpe de estado inédito en la historia de los EE. UU.

Los autores realizan un alarmante análisis de las amenazas que se ciernen sobre las democracias, que, si no son capaces de resolver los problemas de la gente en forma eficaz, corren el riesgo ya no de ser víctimas de una revolución o golpe repentino y sangriento sino de un proceso de debilitamiento lento y progresivo que erosione las bases mismas de cualquier ordenamiento jurídico y que en la apariencia de ser democrático perpetúe una cultura autoritaria desde la cual los ciudadanos ya no puedan salir.

WIM WENDERS

Sr. Director, A propósito de la crónica de cine de la edición 550 de Occidente quisiera decir que el cineasta alemán Wim Wenders siempre sorprende. Se trata de uno de los realizadores más originales de nuestro tiempo, que enfrenta la ficción y los documentales con la misma eficacia, casi desprovisto del prejuicio estético con el que habitualmente filman muchos realizadores. Vale la pena acercarse a su obra, tan variada como profunda y reflexiva, revisar películas tan distintas como “Paris Texas”, “La sal de la tierra”, “Las alas del deseo” o “Buena Vista Social Club” y tratar de comprender la mirada que el director alemán imprime a esas obras tan personales y a la vez tan universales en sus pretensiones emotivas.

ECONOMÍA

Sr. Director, Una verdadera clase de historia económica los artículos de Diego del Barrio publicados en las anteriores dos ediciones de Occidente, un análisis sencillo, aunque muy completo de la evolución de nuestra economía en las últimas décadas, como dice el autor, combinando elementos de distintos modelos económicos tanto neoliberales y heterodoxos, incorporando cada vez más elementos heterodoxos y progresivos lo que ha tenido un impacto significativo en el país. Sin duda tenemos brechas abiertas, tareas pendientes, debemos abordar con urgencia la enorme desigualdad, la falta de oportunidades para millones de chilenos, pero eso no pasa por medidas mágicas ni inmediatas, sino por procesos que como siempre deben sustentarse en promover una educación de

SU ECONOMÍA

Y SU INSERCIÓN

EN LOS MERCADOS (PARTE 2)

TLC

fecha,

Canadá y

preferencial a estos mercados, lo que ha permitido a las empresas chilenas aumentar sus exportaciones y competir con empresas de otros países. La política comercial de Chile ha estado en constante

También está en proceso de modernización de los TLC con Corea del Sur, la Unión Europea, la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) e India. Los TLC no solo benefician a las empresas exportadoras directas. También generan externalidades positivas, como el desarrollo de redes de proveedores de alto nivel y especialización, que han sustentado el éxito de rubros como la minería, la acuicultura, la fruticultura, la banca y la industria farmacológica. Además, los TLC han convertido a Chile en un hub de inversiones en América Latina. Según cifras de InvestChile, un 65% de las empresas que exportan bienes y un 85% de aquellas que exportan servicios desde el país tienen capitales extranjeros. La inversión extranjera ha sido clave para el desarrollo de Chile en las últimas décadas. Hoy, el 40% de la inversión realizada anualmente en el país con fines productivos corresponde a compañías extranjeras. Estas empresas generan el 51,4% de la recaudación total de impuestos en Chile, a pesar de representar solo al 10% de las entidades contribuyentes en el país. También generan cerca del

SU OPINIÓN NOS IMPORTA

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excelencia para todos, y por la implementación de políticas eficaces de trabajo, vivienda y salud. A veces, nos quedamos pegados en los eslóganes y los ideologismos, pero cuando ponemos el bienestar de todos por delante nos damos cuenta que tenemos, al final del día, más coincidencias que diferencias.

Raúl Ugarte Mena Profesor universitario

LA PAZ Sr. Director, Agradezco mes a mes cada edición de Revista Occidente. Me la comparte un amigo y siempre encuentro temas interesantes para leer, lástima no tener acceso a la revista en papel ya que uno está acostumbrado a la lectura física y además es más fácil de compartir con la familia. Especialmente interesante me resultó el análisis sobre los conflictos bélicos actuales. Pareciera que la especie humana no aprende de sus errores y la ambición por el poder y la falta de entendimiento una vez más pone en jaque a la humanidad; esta vez una conflagración global tendría consecuencias fatales para la propia existencia del mundo. De nada sirve la modernidad, los avances de la tecnología o la medicina, la conquista del espacio o el progreso de los medios de transporte y comunicación para la sociedad si no somos capaces de profundizar nuestras relaciones desde el entendimiento y la paz. Francisco Pinto Mora La Reina

EL LIBERALISMO IGUALITARIO O LA AUSENCIA DE PREJUICIOS

POR JAVIER IGNACIO TOBAR

Abogado, académico y ensayista

Recuerdo que la última vez que leí una idea de campaña presidencial que me hizo mucho sentido, fue caminando por la Avenida Pedro Montt de Valparaíso, en que, poco antes de llegar a la Plaza de la Victoria, me encontré con un letrero, pintado a mano con mucho vigor artístico, que rezaba “Crecer con igualdad”. Era verano del año 2000. Para esa misma elección se presentaron

dos visiones completamente opuestas al país, pero no desde una cuestión meramente de ideas, sino que de afección y desafección por la política: por un lado, un político serio y profesional (de los que ocupaban corbata), y por el otro el que apelaba al “cosismo”, como si un Presidente de la República estuviera para arreglar los problemas eléctricos de nuestras casas o encargarse del aseo y ornato de la ciudad. Fue el comienzo de la degradación por el debate de ideas, y socavar así la labor propia de un político y de lo que este debe hacer, ser y parecer.

El debate de ideas hoy brilla por su negativa ausencia, en que el contraste aparece de manera performativa, falsa y desdeñada, con propuestas que van desde los “peces sintientes” hasta la reposición (por secretaría) del voto voluntario, apelando a que, de otra forma, “se obliga a los pobres a sufragar”. Y todo para camuflar un cálculo electoral mezquino. Por el otro lado, proponen que la solución a la delincuencia y la migración es la autodefensa o “autotutela”. Ese es nuestro nivel de debate político. Y preciso esto último (“debate político”), porque también existe el “debate público”, que es el que se da por medio de columnas de opinión, radios, TV y numerosos podcasts. Este último (el “debate público”), todavía goza de buena salud, cuya calidad, lamentablemente, no logra permear a nuestros dirigentes que, por medio de la farándula y soluciones inmediatas para asuntos difíciles, siguen navegando sin destino conocido.

Para validar la democracia como el mejor (y el único) sistema político, es importante demostrar que ella está al servicio de la persona y que puede, al mismo tiempo, ofrecer soluciones pensadas, razonadas y con visión de Estado, de otra forma, mejor cerremos por fuera.

Es muy llamativo que los ejes políticos sigan ordenándose, bajo una categorización que, con los años, los cambios demográficos, el uso masivo de teléfonos inteligentes, el deterioro de la educación pública, el populismo, pero por sobre todo el “personalismo” de nuestros dirigentes, está fuera de contexto. Hablar de “la derecha” es tan inútil como hacerlo de “la izquierda”. A la primera se le vincula al orden, políticas anti migratorias, la seguridad a toda costa (incluso de los Derechos Humanos) y la protección de la propiedad privada sin límites, mientras que la segunda hoy está asociada a “las identidades” y a proyectos refundacionales de la institucionalidad pública, en que la defensa de los trabajadores fue reemplazada por los “elles” y la plurinacionalidad. Ya no existen “ideologías” en disputa, visiones de mundo omnicomprensivas que ofrezcan una mirada global con pretensiones de universalismo. La izquierda dejó de lado “la lucha en contra del capital”, reemplazándola por una serie de demandas confusas, como quedó de manifiesto en la “asona-

da barbárica” (en palabras de Lucy Oporto) del año 2019. La derecha, no muy famosa por sus ideas, se ha montado ahora sobre los ejes de la seguridad a toda costa y el cierre de fronteras, apuntando, poco a poco, a comunidades autárquicas que defienden la “desglobalización selectiva”

¿Es que acaso terminó la globalización? ¿Es necesario reconocer constitucionalmente a cada una de las individualidades identitarias para legitimar la convivencia social? ¿Por qué mejor no trabajar en ideas que sirvan de sustento en el tiempo, más allá del aquí y el ahora? Reafirmar principios públicos aparece más necesario que nunca, pues el enemigo, más que el rival, son los populismos y los “Narco Estados”. Y ahí sí que la democracia muere y cada cual se tendrá que defender como pueda: sin Estado fuerte, no hay libertad ni menos todavía desarrollo de nuestros proyectos de vida, solo caos.

Por ello, hay que comenzar a reflotar algunos fundamentos de ideas (y no de una ideología, como lo siguen haciendo los seguidores de Marx) que han servido de base a la construcción de los Estados, el funcionamiento democrático e instituciones respetadas, o sea, nada más ni nada menos que el Estado cumpla su rol público según las reglas de común acuerdo adoptadas.

EL LIBERALISMO

Al igual que en “las derechas” y las “iz quierdas”, existen diversos tipos (o tribus) del liberalismo, que pujan entre sí por qué valores -siempre con la libertad como punta de lanza- la deben acompañar a su lado seguir por detrás.

MÉTODO

Primero, intentar una aproximación al “concepto” de libertad, y, luego, en segundo término, definir qué es el “li beralismo igualitario” y por qué es tan importante no confundirlo con otros tipos de liberalismo, como es el caso de la ideología del “neoliberalismo”, la forma del liberalismo libertario del sistema del “anarcocapitalismo”.

Tenemos entonces que todos los liberales lo son porque la libertad es el valor central.

Sin perjuicio de ello, es po sible encontrar diversos filósofos políticos y morales que sostienen que la virtud soberana del liberalismo es, junto con ella (o además de), la justica y la igualdad (John Rawls

y Ronald Dworkin). Y acá ya se dividen las primeras aguas. Ocho son las ideas que pueden funcionar como ejes de comprensión de lo que es o defiende el liberalismo igualitario:

Uno La existencia inexorable del conflicto. No hay “sociedades ideales” ni realidad que se le parezca. (Realistas o, lo que es lo mismo, “no utópicos”).

Dos La resistencia y cuestionamiento permanente al poder de todo tipo, ya sea político o económico.

Tres Una noción de progreso social.

Cuatro Respeto del prójimo en cuanto habitante de la sociedad.

Cinco Individualismo moderado.

Seis Universalismo.

Siete Igualitarismo.

Ocho Meliorismo, que no es otra cosa que posibilidad de mejorar el mundo y la capacidad humana para transformar (y no refundar) la realidad. Como puede apreciarse, en ninguna de los ocho ejes aparece la palabra “libertad”.

Ahora, siguiendo la metodología propuesta párrafos atrás, existen algunas distinciones que permiten acercarse al concepto de libertad de los “liberales igualitarios”.

Distinción uno: libertad como concepto y como norma (lo normativo).

El “análisis conceptual” sirve para saber de qué estamos hablando cuando usamos un determinado concepto; es decir, es útil para clarificar un significado sin usos de juicio de valor El concepto es, más allá de si su contenido lo tenemos como moralmente bueno o malo. Por ejemplo, la democracia es un concepto, y de ahí se derivan sus críticos, enemigos y defensores.

Muchos cortocircuitos en la deliberación pública se generan cuando las partes en debate -disputa de ideas- están usando un mismo término para referirse a cosas distintas (Esta última cuestión ha ido tomando fuerza sobre todo en los sectores defensores del “identitarismo”, que intentan crear nuevas realidades por la imposición de neologismos que, a su turno, forman nuevas realidades a las que no todos tenemos acceso, impidiendo el intercambio cultural basado en razones. Por ello, estos grupos que quieren ser “incluidos” en el sistema, al mismo tiempo generan sus propias comunidades “valorativas”, y rara vez suelen ser tolerantes. Cancelan al otro antes de intercambiar ideas).

Es cierto que existen numerosos conceptos sobre los cuales será imposible colocarse de acuerdo (además de la libertad, la justicia y la igualdad), los que, con facilismo intelectual, han sido calificados como “conceptos esencialmente disputados” (W.B. Gallie).

Pero es el análisis conceptual el que permite entender cuáles son los sentidos en disputa.

La “evaluación normativa” de la libertad, por su parte, permite saber si el concepto expresa un valor “deseable” o “bueno” para ser adoptado como principio de convivencia pública. Colocamos en juicio el sentido del concepto.

Por ejemplo, podemos estar de acuerdo en el significado de un concepto, pero discrepar del valor que hay que darle a dicho concepto en nuestro ordenamiento de valores. Un determinado grupo de personas que leen estas líneas tienen la misma idea sobre tortura, sus tormentos físicos y, además, psicológicos. Pero otro grupo de lectores, como buenos kantianos, estimarán que la tortura siempre será indeseable, y otros creerán, en cambio, que esta puede ser necesaria si se justifica por un bien mayor (prevención del terrorismo). Todos están de acuerdo en el concepto de tortura, pero no en cuanto a su lugar en el “ranking de valores públicos” -norma-.

Dado que no existe un único concepto de libertad, la distinción entre lo conceptual y lo normativo será importante cuando se opte por uno u otro de los sentidos en disputa. Y en el plano normativo, también hay contienda: por una parte están los que estiman que la libertad debe ser ecualizada con otras aspiraciones normativas, como la justicia, la igualdad, la solidaridad y la paz social (por ejemplo el recién electo Primer Ministro de Inglaterra, Key Starmer, Líder del Partido Laborista y declarado admirador de Tony Blair); y por el otro los que creen que la libertad es la ausencia de toda limitación para hacer lo que cada quien quiera, sin más límites que el sentido de supervivencia. Estos últimos son los denominados “libertarios” a los que adscribe, por ejemplo, el presidente Milei. Su visión eleva a tal nivel la libertad, que incluso persiguen una “sociedad ideal” en que el sistema político sea la autarquía y el económico el capital. Son los “anarcocapitalistas” (CharleS DarWin y riCharD noziCK), encarnados por personajes como Trump, Bolsonaro y el presidente de Argentina, Javier Milei. Sus seguidores en Chile rondan las ideas del Partido Republicano. Ambos lados tienen un concepto de libertad (la ausencia de impedimentos, obstáculos e interferencias), pero ofrecen dos modelos de sociedad muy diferentes. Tenemos entonces definido el concepto, ahora hay que determinar qué lugar tiene en el “ranking valorativo” en cuanto principio de base de la construcción pública.

Mientras los libertarios no reconocen órdenes ni respetan reglas sino las del capital (libertad sin límites), los liberales igualitarios estiman que la libertad se trata de que A es libre de B para hacer o no hacer

FOTO DE CRISTIAN CASTILLO / UNSPLASH

C. (Principio de la no interferencia). Siempre serán tres los agentes. Las personas serán libres de hacer o no hacer algo cuando están libres (para actuar) de restricciones constitucionales o jurídicas. Los igualitarios reconocen y respetan reglas institucionales.

LA IDEA DE “RAZÓN PÚBLICA”

Fue John Rawls quien acuñó el término. El mentor del liberalismo igualitario del siglo XX sostiene que “dado que existe un consenso traslapado en la sociedad considerando a todas las doctrinas omnicomprensivas razonables en una sociedad pluralista”, solo ese consenso servirá de fundamento de legitimidad de un acto de coacción por parte del Estado. Como se ve, es una aproximación puramente política, signada con las palabras igualdad y justicia. No establece una forma de vivir ni busca dotar de sentido a la existencia humana.

Como puede apreciarse hasta ahora, tamaño problema tienen los liberales para explicar a qué tribu pertenecen. Pero dada la fuerte raigambre institucional de los “igualitarios”, ese consenso traslapado debe entenderse como el “Ethos” social, independiente si está o no reconocido en un texto jurídico como lo es una Constitución. Por eso la batalla por las ideas y

concepciones de la sociedad son tan determinantes, de ahí que algunos hoy hablan de “cambios culturales”. Dicho todo lo anterior, los liberales igualitarios creen en la libertad como ausencia de límites de acción del ser humano, pero reconociendo que las reglas para ser compelidos a cumplir una acción o limitar la misma deben fundarse siempre en el consenso traslapado. El concepto del “buen padre de familia” del artículo 24 del Código Civil (mítica regla de interpretación formulada por Andrés Bello), es plenamente aplicable al caso. Verdades evidentes o “sentido común”.

Defienden razones no públicas, en esta línea, los que no reconocen los Derechos Humanos, los que creen que la tierra es plana, los que instan a no vacunarse, los cavernarios y todas las medidas públicas que en su fundamento contienen teorías basadas en versiones discutidas de los hechos, o de mecanismos de conocimiento inaccesibles para todos. O sea, los “refundacionales” y los que sugieren “sociedades modélicas” inalcanzables porque la realidad es una y no otra.

En síntesis, los liberales libertarios son amigos del populismo, del anuncio de medidas fáciles a soluciones complejas, cortoplacistas, no reconocen

tratados internacionales, defensores del autarquismo, nacionalistas, y enemigos de la globalización. El capital libre de prohibiciones reglamentarias que frenen la inversión y un Estado pequeño, solo regulador, puesto que, del resto, se encarga el mercado. Si el lector ha llegado atento hasta acá, podrá notar que no hay diferencias estructurales entre las ideas del Partido Comunista y el sector más de izquierda del Frente Amplio y las de los “Hermanos Kayser” (Republicanos) y su Fundación Para el Progreso.

El liberalismo igualitario, en tanto, defiende la libertad como la ausencia de límites, pero también entiende que esta tiene que tener un componente a la par: la igualdad, entendida no como material, sino como de oportunidades, protección y justicia social. La democracia, para ellos, es el único medio para construir el “ethos” o consenso traslapado, reconocen los Derechos Humanos, la globalización, la apertura comercial, y, por sobre todo, las instituciones, que son las que ejecutan las decisiones públicas.

Para finalizar: dicho todo lo anterior, la batalla ya no parece ser entre “derecha” e “izquierda “, y tampoco entre “derechas” e “izquierdas”, sino que entre liberales igualitarios versus liberales libertarios (Partido Republicano) y el Partido Comunista y los sectores más ultrones del Frente Amplio (al que pertenece el Presidente de la República.) Los liberales igualitarios hoy tienen un par de senadores, 2 o tres diputados y nadie más. No cuentan con representación política destacada, y han sido opacados por la inmediatez y por la ausencia de carácter para defender lo construido. La batalla está en las ideas y en el tipo de sociedad que queremos para nosotros y para el futuro, en que la educación pública juega un papel determinante.

El rechazo de ambos textos ofrecidos en los dos fracasos constitucionales seguidos, ambos casi con el mismo porcentaje (bordeando el 68%), hacen creer que ese “consenso traslapado” existe, pero que muchos intentan tapar con populismos exacerbados o por medio de la creación de “nuevas realidades” o peces que hacen goles de cabeza.

Basta que un sector recoja bien las ideas de ese electorado o de los que lo componen, para procesarlas y luego presentarlas a la competencia de ideas, que no es otra cosa que una elección democrática. No es centrismo, porque de ser así votarían “Amarillos” o “Demócratas”, y los porcentajes de valoración de esos partidos no cuadra con el 68%. Si la centro izquierda sigue pactando con el Partido Comunista y el Frente Amplio, y la derecha lo haga con los republicanos, los liberales igualitarios seguirán navegando sin destino. Tal vez, no es el lugar ni el momento.

Es de esperar que esta larga noche que empezó en octubre de 2019 termine con el amanecer de un hermoso día en que las cosas funcionen y nos reencontremos en nuestro propio sentido común, nevo o remozado, pero no refundado, el que seguirá variando sin que eso pueda evitarse, aunque sí colocar ciertos puntos de guía grabados en piedra sin que para eso tengan fuerza jurídica ni sanción. “Principios” le llaman.

La libertad como principio, la igualdad en la protección de los derechos, el acceso a medios que aseguren una vida digna y la provisión de acceso a garantías básicas para todos, ya sea por medios públicos o privados, la libertad de expresión y el laicismo, y siempre con la democracia como sistema, son pilares para que las sociedades funcionen. Lo importante es que el Estado cumpla su rol regulador y dé satisfacción a las necesidades públicas, y no para imponer visiones esotéricas para la “buena vida” de cada uno de los miembros de la sociedad.

Al día de hoy, no se ha visto un letrero de campaña que diga “Crecer con igualdad”, como ocurría veinticuatro años atrás (menos en Valparaíso), lo que hace pensar que los tiros están más por los extremos que por la sensatez que impone la realidad y los números, pues un 68% de rechazo a ambas propuestas refundacionales no hace sino concluir que la mayoría de los chilenos, voto obligatorio de por medio, necesita soluciones concretas libres de prejuicios ideológicos. De otra forma, temas tan postergados como el sistema de pensiones, la educación pública, el acceso a la salud y a otros derechos sociales tendrán que seguir esperando hasta que las ideologías sean vencidas por el tan postergado “sentido común”, siendo estas el verdadero límite para que las cosas funcionen con paz, orden y libertad.

TEMAS VALÓRICOS DE NUEVO

EN LA DISCUSIÓN PÚBLICA

NI TRADICIÓN, NI AUTORIDAD NI REVELACIÓN

POR EDUARDO QUIROZ SALINAS

Ingeniero y escritor

Han sido semanas agitadas para el laicismo. Los tiempos son algo extraños, de hecho. No pocas veces he comentado que esta era de la información y el conocimiento genera un efecto paradójico. La información es alcanzable como nunca en términos de velocidad, precisión y contenido. Aun así, prolifera el desconocimiento. Es muy probable, espero, que eso ocurra ahora debido al exceso de información que nos lleva a una saturación que hace imposible retener todo. En psicología se le conoce como sobrecarga informativa o infoxicación (Cornella A., 1996). Esta intoxicación de información es gatillada en parte por la universalidad y profusión informativa y puede desencadenar conclusiones infundadas sobre distintos temas, que lejos de clarificar, pueden confundir. La cuestión radica en saber filtrar la información de manera que sea útil, rigurosa y relevante para nuestros propósitos [Navas-Martin, M.Á. et al, 2012]. Esa sería la mirada optimista. La pesimista, quizá realista, es que se gasta el tiempo en información con poco sentido o ligada principalmente al mundo de la entretención. Saliendo del eufemismo, léase Tik Tok, cortos de Youtubers, entre otros. Sea cual sea el caso, es claro que el laicismo y las bondades del Estado laico, son ignorados por gran parte de la sociedad. No debería serlo tanto entre las autoridades y más aún en las que están dedicadas a la legislación, pues es un componente sine qua non de una democracia sana, pluralista y tolerante.

No obstante, no es lo que acontece y solo queda lamentarnos. El primer caso que quiero replicar en estas líneas dice relación con Estados Unidos y particularmente con el Estado de Florida, donde su gobernador Ron de Santis firmó la Ley HB 931, que autoriza a los distritos escolares a permitir capellanes voluntarios en las escuelas. Los únicos requisitos para que un capellán participe serían pasar una verificación de antecedentes y tener su nombre y afiliación religiosa listados en el sitio web de la escuela. Esta introducción a la fuerza de una expresión institucional religiosa fue rebatida y criticada por las organizaciones civiles garantes del Estado laico y principalmente de la libertad, por el nefasto impacto en los menores de edad. Se unieron también otras organizaciones no gubernamentales a combatirlas, dentro de sus estilos sardónicos, pero lo cierto es que este primero de julio se puso en efecto dicha ley.

El segundo caso, manteniendo el país anterior, se da en el Estado de Luisiana donde el gobernador Jeff Landry transformó a su Estado en el único en EE.UU. que obliga a las escuelas a poner en un lugar visible de todas las salas de clases una infografía de ciertas medidas, con los diez mandamientos cristianos. Ello será permeado a todos los estudiantes, menores de edad, sin importar si profesan o no alguna de las vertientes de ese monoteísmo. Por supuesto, al igual que en la ley anterior, las organizaciones preocupadas por la libertad de la sociedad salieron a debatir y a efectuar las acciones legales posibles para que dicha ley no pueda ser promulgada y llevada a cabo. Algunas de esas organizaciones son la Unión Americana

de Libertades Civiles y la Fundación para la Libertad de Religión. Ambas han declarado que es “descaradamente inconstitucional” dicha medida, de hecho, a simple vista, viola la primera enmienda y sin duda la libertad religiosa. La respuesta ante ello, de parte del gobernador fue: “Si quieren respetar el Estado de derecho, tienen que empezar por el dador original de la ley, que fue Moisés”. Así, sin más, esa frase bota al suelo cualquier intento de Estado laico y de separación de las religiones de una entidad republicana. El mal llamado Partido Republicano, en ese sentido, a través de su representante estatal Dodie Horton, patrocinó la medida y ella misma señaló que la medida permite que “nuestros hijos miren hacia arriba y vean lo que Dios dice que está bien y lo que dice que está mal” y que “No predica una religión determinada, pero sin duda muestra cuál es el código moral por el que todos debemos regirnos”. Literalmente existe un oxímoron entre la libertad religiosa y la prédica. Introducir el texto literal de un libro de una de las más de cuatro mil religiones, sobre todo en una tierra particularmente ligada al concepto “libertad”, es justamente introducir a la fuerza los preceptos de una religión.

El tercero que quería mencionar, ya volviendo a esta delgada franja de tierra austral del continente americano, es la iniciativa que están promoviendo los diputados ultraconservadores para que la representación en yeso de un ídolo católico “visite” el Congreso Nacional. En particular me refiero a la moción que está haciendo Chiara Barchiesi del partido “republicano” y Calisto de Demócratas para que la imagen de “La Virgen de Lo Vásquez” sea instalada dos días en la sede del poder legislativo. Ello, los días 9 y 10 de septiembre. No quedándose ahí, la medida, celebrada, cómo no, por el arzobispo Chomalí, pretende que también la figura sea llevada al Poder Judicial y a la Moneda. Si eso no es un ensañamiento con el Estado laico que deseamos tener, quedan pocas alternativas tan sesgadas que puedan llevar a esa afirmación. Ya han firmado 143 de los 155 diputados.

Iba a quedarme ahí, pues ya era demasiado, pero no pude evitar mencionar el bonus track del período, pues me hizo recordar el episodio de Els Borst. Els, médica e investigadora holandesa en inmunoterapia, fue primera ministra de salud y viceprimera ministra que promulgó la eutanasia el 2001 en las Países Bajos, cuya acción la llevó a ser asesinada el 2014 por un fanático religioso protestante, que decía cumplir una “misión divina que le había confiado cuando era niño: castigar a quienes defienden la eutanasia y el aborto”. Solo para la anécdota, el fanático asesino, al año siguiente, también dio muerte a su hermana porque, en sus palabras “Ella me acosaba y pensaba que estaba

loco”. Esto lo menciono, tras los dos episodios vividos las dos primeras semanas de julio por Vlado Mirosevic, diputado impulsor de la esperada ley de Eutanasia en Chile, que ha sido dos veces amenazado de muerte por el fanático evangélico Javier Soto, más conocido como “pastor Soto”, y que vuelve a la palestra tras haber sido anunciada como prioridad por el presidente de la República en su pasada cuenta pública.

Estos cuatro casos planteados invitan a una larga reflexión. Si bien las latitudes donde los recogí difieren en credo específico mayoritario y fundamentalistas asociados, el sentido de fondo es el mismo. Una imposición a través de las leyes de preceptos de sus

ELS BORST, MÉDICA E INVESTIGADORA HOLANDESA FUE PRIMERA MINISTRA DE SALUD Y VICEPRIMERA MINISTRA QUE PROMULGÓ LA EUTANASIA EL 2001
VLADO MIROSEVIC, DIPUTADO IMPULSOR DE LA ESPERADA LEY DE EUTANASIA EN CHILE

propias religiones o creencias a la totalidad de la población que está bajo su alcance.

¿Por qué?

En una instancia anterior reflexionaba sobre la implícita (in)capacidad de los líderes de los distintos credos de influir en sus adherentes voluntarios. Tomemos este último caso, el de la eutanasia en Chile, para reflotar el análisis. La última encuesta Bicentenario, cuyos resultados salieron en abril de este año, muestran los datos del 2023 y en ella se mantiene la baja a la adhesión en el catolicismo (48 a 45%) y el mundo del protestantismo se estanca en 17%, subiendo 3 puntos porcentuales los que indican ninguna (ateos y agnósticos). Cabe destacar que la caída en la población joven del catolicismo es mucho más marcada con 12 puntos porcentuales de diferencia (48 a 36%). Sumando católicos y protestantes, dos ramas del cristianismo, queda un 62%. La suma de ambos mundos es válida, en cuanto ambas vertientes son, en sus prédicas y preceptos, contrarias a la eutanasia. El mes de julio, la casa de encuestas públicas CADEM publicó los resultados de su estudio hecho la primera semana de junio, en el cual se muestra un apoyo del 70% al proyecto de ley de la eutanasia o a la eutanasia misma, considerando que la pregunta específica es: “¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con la eutanasia?”. A ello agrego que desde el 2019 el apoyo a esa pregunta no ha bajado del 70% y promedia 73,8%.

La lógica creyente-adhesión a los preceptos de su religión, debiese hacer suponer, a priori, que la aprobación de la eutanasia no pasara el 38%. Sin embargo, ¡la duplica! Exactamente. La duplica. Visto de otro modo. Si hacemos una relación uno a uno, hay un 32% de los creyentes en cualquiera de las vertientes locales del cristianismo, que pese a adherir voluntariamente, espero, a alguno de ellos, no está de acuerdo con los principios que proponen desde el púlpito sus líderes. Esto se acentúa aún más en el caso del aborto, que en dicha encuesta tiene una adhesión, en sus distintas modalidades, de un 85%. Entonces, cabe preguntarse la razón de esta dicotomía entre lo predicado y lo aceptado por sus seguidores o partidarios en estos dos temas emblemas de la “lucha mediática” que han propiciado Chomalí, por el lado del catolicismo, quien señaló en distintas entrevistas que “ambas leyes eliminan seres humanos inocentes” y respecto a la eutanasia indicó: “lo que tiene que causar la muerte tiene que ser la enfermedad”. De hecho está en contra también del llamado “obstinamiento terapéutico” que es el someterse a medios extraordinarios que prolonguen artificialmente la vida, aun cuando ello ya está regulado a favor del paciente en la Ley 20.584 de Derechos y Deberes del Paciente. Sin embargo, acorde a su ideología religiosa no solo sus adherentes voluntarios sino que todos los habitantes del país, tenemos que someternos a sus preceptos, a los que no les gusta ni el obstinamiento médico ni la

Posición ante la

eutanasia

¿Usted está de acuerdo o en desacuerdo con la eutanasia?

% De acuerdo

eutanasia. En pocas palabras, que sufra lo que tenga que sufrir o, quizá en sus palabras, que padezcan lo que su dios les “mandó”. Por el lado del protestantismo o las variantes evangélicas, sacó la voz la organización llamada Unión Nacional Evangélica firmada por diez autoridades de las más de tres mil divisiones (Equipo Zeus, UDP, 2019) que existen en dicha variedad del cristianismo presente en Chile y emitieron un comunicado de cuatro puntos y una conclusión. Interesante mencionar que, dentro de sus descargos en contra de la eutanasia que promueve el actual gobierno y el poder legislativo, el punto tres corresponde a una cita de su libro sagrado que incluyo a continuación: “En la cultura antigua se nos advierte ya hace tres mil años en Eclesiastés 8:8: ‘no hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte”1

No me referiré en esta ocasión a la creencia en la Antigüedad de Eclesiatés, que ha sido rebatida por distintos investigadores desde la lingüística, desde Grocio (Siglo XVI-XVII) en adelante, para ponerlo, dado el lenguaje utilizado en el libro, en el período persa, el más optimista en cuanto antigüedad, hasta el 100 antes de la era actual. Ello es fácilmente asequible en el libro Linguistic Evidence and the Dating of Qohelet (Seow, C. L., 1996). De todos modos, como señalé, no cuestionaré el tema de la antigüedad del texto.

1 https://www.aelatina.org/wp-content/uploads/2024/06/ Declaracion-de-Organizaciones-Evangelicas-UNE-Chile. pdf

No existe problema alguno que, para todos los seguidores de cualquiera de los credos mencionados aquí, incluso los que no, que estén en contra del aborto y la eutanasia, ese párrafo o cualquier precepto adoptado para seguir literalmente lo que se les indica, lo hagan. ¡Al contrario! Las bondades de un Estado laico son las que permiten que cada uno, acorde a sus valores, principios, cosmovisión o forma de enfrentar el hermoso camino de la vida, pueda tomar sus decisiones y, en este caso, si hay un grupo de personas que quieran apegarse a ese párrafo del Eclesiastés u otro del libro que sea, tenga esa oportunidad. Lo que no está bien, es que Chomalí, alguno de los obispos y/o pastores que firmaron la declaración pública mencionada o cualquier otra autoridad de los distintos credos formales o no que cohabitan y coexisten en Chile (o en cualquier parte del mundo), crea que pueden imponer sus visiones, creencias, dogmas, preceptos, normas, reglas o guías al resto de las personas que no compartimos la misma creencia. Al contrario, públicamente, a través de estas líneas, les insto a que, en vez de hacer entrevistas en medios, publicar cartas o declaraciones, o en los casos extremos-extremistas como el del autodenominado Pastor Soto que amenaza de muerte a funcionarios públicos del Estado de Chile, se dediquen a que sus propios correligionarios acepten, acaten o respeten sus preceptos, pues claramente ni siquiera dentro de ese círculo son obedecidos o adheridos. Ese es el núcleo o grupo objetivo donde sus discursos,

Posición frente al aborto

¿Con cuál de las siguientes alternativas estaría usted más de acuerdo...? %

Marzo 2022 Octubre 2022 Agosto 2023 Junio 2024

Aborto libre sin restricciones o causales

Aborto libre sin restricciones o causales hasta las 14 semanas

Aborto sólo por causales como es ahora: inviabilidad del feto, riesgo de la madre, violación

prédicas, parlamentos y mandatos deben ser promovidos y concientizados. No corresponde, en un país como Chile que posee un Estado laico, parcial, pero Estado laico al fin, que las distintas creencias, todas válidas como tales y libres de proponer lo que estimen conveniente a sus seguidores, intenten imponer párrafos de sus textos al resto del país a través de las leyes. De paso la Ley de Eutanasia NO obliga a quien no quiera tomarla como camino a hacerlo. Es una opción voluntaria.

Un Estado laico debe velar siempre por el cumplimiento de sus dos principios fundamentales, léase libertad de culto y neutralidad. En el pasado, el mundo evangélico abogó por el laicismo, dada la supremacía católica que estaba enquistada en el Estado como consumidora de beneficios y ganaron así los evangélicos su espacio, incluso en plena dictadura. De hecho, y es aquí lo más importante del Estado laico y sus beneficios, van justamente en favor de los credos locales de turno o vigentes, pues, Chile en ese marco está obligado a respetar la libertad de culto y sus leyes no podrán en ningún caso ir en contra de esa libertad, pues sería inconstitucional. Entonces, si un credo cualquiera intenta imponer sus preceptos a otros que no los adoptan, el Estado a través de su Poder Legislativo debe actuar y no permitir que pase. Aun cuando el mundo musulmán es aún minoría en Chile, poco menos de cuatro mil, ellos guían sus vidas también basados en sus libros. ¿Aceptarían los adherentes o líderes de los credos cristianos que las

leyes incluyan conceptos emanados de la Sharia? Tendemos a pensar que no. Asimismo, pasaría con cualquiera de los textos, códigos de conducta, leyes o mandatos que se encuentran en los centenares de libros sagrados de los cultos vigentes en el mundo, pues ellos no deben ser impuestos a través de las leyes a la sociedad, que dista mucho de ser un grupo homogéneo no solo en este orden de pensamiento y filosofías de vida, sino en muchos otros más. Por tanto, la invitación a estos líderes locales y mundiales y otros que quieran sumarse a este nefasto intento de imposición de preceptos asociados a creencias, es a que puedan sacar de sus ojos por un momento el velo de la intolerancia y puedan levantar la vista, elevarse unos segundos imaginariamente y confirmar que el mundo no es una masa homogénea, sino un hermoso crisol donde se amalgaman miles y millones de ideas, visiones, filosofías, pensamientos, reflexiones y que incluso ellas no son estáticas y que el ser humano cambia, a veces, de un lado a otro, no solo en las creencias, cosmogonías y preguntas fundamentales. Todo lo anterior no solo es sano, sino hermoso, y, tolerancia mediante, la sociedad crece en la diversidad, en el pluralismo y en el respeto. Están entonces, queridos amigos, cordialmente invitados a dejar de lado el obtuso camino del querer obligar a otros a seguir el camino vuestro y ser más fraternos con la diferencia. Parafraseando a Dawkins, hay tres malos consejeros a la hora de enfrentarse en la búsqueda de la verdad: la autoridad, la tradición y la revelación.

El aborto debería estar prohibido NS/NR

UNA IDENTIDAD EN CRISIS:

ALIENACIÓN Y AUTO EXPLOTACIÓN EN CHILE

POR FELIPE QUIROZ ARRIAGADA

Magíster en Psicología Educacional, magíster en Educación, profesor de Filosofía. Licenciado en Educación

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con los resultados del estudio realizado por el Observatorio de Salud Mental en Chile de marzo 2024, los diagnósticos por trastornos en Salud Mental, debidamente realizados por médicos, alcanzan un 61% de la muestra. Respecto del tipo de trastorno más padecido, la depresión lidera en todos los rangos etarios, alcanzando un 34% entre la población infanto juvenil, un 44% entre la población adulta y un 45% entre las personas adultas mayores. Sin embargo, de acuerdo con la tercera versión de ENCAVI – Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Salud- de ocho años atrás, los resultados de la autopercepción son en extremo diferentes. Respecto de la auto calificación de la calidad de vida, un 67,4% la califica como buena o muy buena. En coherencia con lo señalado, respecto de la autopercepción del bienestar mental o emocional, los varones realizaron una aprobación con nota de 5,9 -en escala del 1,0 al 7,0-, mientras que las mujeres colocaron nota 5,6. (Minsal, 2016).

Por cierto, los resultados de ambos estudios es-

tán en clara oposición, lo cual, de existir en forma paralela, develaría un escenario innegablemente paradójico. Ante ello, se vuelve necesario cuestionar: ¿cambió tanto la realidad chilena en estos ocho años, entre 2016 y 2024? Posiblemente la respuesta a esa pregunta sea afirmativa. En ese periodo ocurrió el estallido social, junto con la pandemia del Covid 19, la delincuencia se elevó y, en lo económico, el país llegó a los niveles de inflación más altos registrados desde la vuelta de la democracia, situación, esta última, que recién hoy se comienza a superar, paulatinamente.

Pero, al aceptar esta realidad también es necesario cuestionar: ¿ha cambiado tanto el modelo de vida de la población en Chile, para que las cifras reflejen una disparidad tal? En lo medular, el tipo de sociedad instalado en el país no ha sufrido transformaciones estructurales, desde la vuelta de la democracia hasta la fecha. El sistema mixto instalado en áreas claves como la Salud y la Educación, por ejemplo, no ha dejado de responder a los estándares del neoliberalismo ni ha cesado de reflejar las limitaciones de un Estado Subsidiario. Entonces, ¿cómo se pasó de una consideración tan favorable respecto del estilo de vida a cifras tan distintas respecto del efecto de ese mismo modelo en la salud mental de la población? Bueno, posiblemente, porque la autopercepción

de la realidad, y la realidad no sean exactamente la misma cosa.

LAS CARACTERÍSTICAS DE NUESTRO ACTUAL SOFISMA

La aplicación del método de la encuesta de percepción resulta ser, hoy, la llave que abre todas las puertas de la comprobación de estrategias comerciales, así como de supuestos de investigaciones sociales y psicológicas basadas en los actuales enfoques del bienestar. Este tipo de estudios son entusiastamente financiados por organizaciones públicas y privadas, ya que transmiten la visión que tienen de la realidad los ciudadanos/consumidores que entregan energía y dinero al sistema de vida de la sociedad globalizada. De esta manera se termina por establecer aquello que se percibe, tanto como aquello que se desea y opina sobre cualquier fenómeno, como un fundamento epistemológico. Sin embargo, ¿no es acaso la episteme (conocimiento) lo contrario de la doxa (opinión)?

Ante lo anterior, es posible inferir que nuestra época es de sofistas.

Desde hace 2.500 años se comprende que el conocimiento no depende de la opinión de la mayoría (falacia del argumentum ad populum), ni tampoco de la autoridad de quien lo afirma (falacia del argumentum ad verecundiam), ni de la carga emotiva que se pueda transmitir hacia los receptores del mensaje (argumentum ad misericordiam); menos lo es en base a ofensas dirigidas hacia el mensajero y no a críticas al argumento que se emite (argumentum ad hominem) o mediante amenazas (argumentum ad baculum). Un argumento es racionalmente válido únicamente si sus premisas (motivos) conllevan de manera necesaria a una conclusión deductiva, probabilísticamente a una inductiva, o si una hipótesis propuesta logra ser comprobada mediante verificación empírica. De esta manera, se establece una barrera infranqueable entre los imperativos de la racionalidad científica y los intereses del discurso retórico. De acuerdo con Platón, esta fue la raíz de la polémica entre Sócrates y los Sofistas, la que para el primero, en efecto, llegó a tener consecuencias fatales.

Ante ello, ¿cómo se explica la masividad con la

cual se aplican encuestas de opinión, de percepción como de autopercepción, con pretensiones de estatuto científico? Debido, principalmente, a que se confunde la validez del método con la naturaleza de los resultados. En efecto, es innegable que la mayoría de los instrumentos aplicados mediante estas técnicas responden a altos estándares de confiabilidad, precisión y representatividad. Eso refiere a la calidad metodológica del instrumento diseñado y aplicado. Pero otra cosa muy distinta es que esa misma técnica se aplique respecto de percepciones subjetivas. En estos casos, no significa que los resultados enunciados sean falsos; reflejan realidades masivas respecto de cuantas personas opinan sobre de tal o cual asunto. Esas cifras no están en cuestión. Lo que sí lo está es que esa masividad transforme esas opiniones en conocimiento científico respecto de lo real. Si en un futuro distópico la mayoría de la población llegase a abrazar la creencia delirante de que la tierra es plana, por más cuestionario que se aplicase para validar la masividad de esa opinión, esta no se transforma, por ello, en conocimiento. Por esto, la diferencia entre ciencia y posverdad radica, principalmente, en la distinción entre la metodología utilizada y la realidad a la cual esta apunta. En otras palabras, no es lo mismo la comprobación científica del porcentaje de personas que creen una idea, que la validez científica de esta misma. El conocimiento no es demagógico.

ALIENACIÓN Y AUTOEXPLOTACIÓN

Ahora bien, respecto de las opiniones y afirmaciones que se realizan respecto de la propia salud mental, ¿acaso no ocurre lo mismo? Es posible que sí, y que a eso se deba la disparidad de las cifras señaladas en primera instancia. En este caso, la frontera entre doxa y conocimiento, al referirse a las características de la propia personalidad, develan la presencia de lo que, en filosofía y ciencias sociales se define con la categoría de alienación. Y entre las formas de alienación, mucho más profunda y problemática que la que ocurre entre lo que se es y lo que se hace (develada por Marx) es la que se da entre lo que se es y lo que se cree ser (develada por Nietzsche y Freud). Si bien la vida contemporánea manifiesta ambas, es la segunda la que de mejor manera refleja lo que Byung Chul Han definió como una de las características principales de las sociedades post disciplinarias.

En la época de la autoexplotación, en la cual la persona se cree gerente de sí misma, interpretándose este estado como autonomía y poder individual, es difícil que se reconozca que no exista relación auténtica entre lo que se es y aquello en lo cual se ejerce. En efecto, la creencia es la contraria; se es lo que se produce, y en función de cuanto se produce. Bueno, esta es precisamente la señal más inequívoca de que se está en presencia del otro tipo de aliena-

ción, considerándose aquello que manifiestan los hechos; altas cifras de trastornos diagnosticados, precisamente en el país de la “felicidad estadística”. En efecto, en el fenómeno de la autoexplotación, identificado por Han, se genera el choque de dos fuerzas, lo que significa, necesariamente, una escisión importante presente en el interior de la personalidad. Se produce, entonces, una actualización de aquello que Freud denominó el malestar en la cultura, ya que la internalización del mandato colectivo de la sociedad del rendimiento impacta en el inconsciente emocional del sujeto, lo cual se refleja, precisamente, en la dicotomía entre el discurso con el cual la persona define su existencia y las condiciones psíquicas que verdaderamente posee como sujeto explotado. Esto último deviene, entonces, en la dualidad dialéctica de rendimiento/cansancio, representando la primera dimensión al Súper Yo contemporáneo, y la segunda al efecto producido en la subjetividad de la persona, debido a la internalización de esa primera dimensión. Por tanto, el Yo actual no sufre por reprimir la sexualidad, como si ocurriera en el corazón de la sociedad disciplinaria de finales del siglo XIX; hoy sufre por la represión y anulación de su afectividad. Eso es lo que hoy se prohíbe. Pero este imperativo no proviene explícitamente desde una coerción política externa. Funciona como un mecanismo instalado en el propio inconsciente de las personas. A ello Han denomina Psicopolítica. Y es por la presencia de esta dinámica del poder sobre la psiquis, que lo ocurrido tiene las características de autoexplotación, y no de explotación. Como demostrara con anterioridad Foucault, ante la segunda siempre se le opone una resistencia. Como bien señala Han, ante la primera, no existe resistencia explicita alguna, más que la auto agresión, consciente o inconsciente.

LA VÍA CHILENA AL CANSANCIO

Ahora bien, no es extraño que este fenómeno se manifieste con tanta fuerza en Chile; país iconoclasta del neoliberalismo. Dialécticamente, la exacerbación de la capacidad individual para hacer frente a todo desafío -ilusión predilecta de un modelo de vida que exacerba una forma de individualismo que, en realidad, no ha escogido ningún individuo-, cuyo lema explicito es “sálvate solo”, tiene como reverso, implícito, una idea mucho menos entusiasta, que desde el interior se expresa mediante un oscuro “destrúyete solo”. La dinámica de esta dialéctica hoy es posible que se exprese en la disparidad de cifras de Salud Mental que existen en las décadas que lleva Chile viviendo bajo este sistema de consideraciones axiológicas, así como económicas y políticas.

Estas contradicciones se reflejan, por cierto, en diferentes ámbitos de la cultura, y parecieran golpear con mayor fuerza, principalmente, a nuestra juventud. En las últimas décadas no es extraño evidenciar apasionadas luchas colectivas por causas de género, por ejemplo, de la mano con el consumo igual de apasionado por expresiones culturales mediante las cuales se manifiestan discursos plagados de misoginia y discriminación, por ejemplo. O, también, la clara percepción de inseguridad ante la violencia y la delincuencia, de la mano con el consumo igual de masivo de expresiones culturales que hacen de la violencia urbana un verdadero culto y modelo de vida ejemplar. Si bien es cierto que este tipo de aporías son propias de las juventudes de todas las generaciones modernas -situación comprensible, al tener en cuenta que las actuales sociedades del rendimiento, efectos de la psicopolítica, son herederas directas de las anteriores sociedades disciplinarias, manifestaciones de la biopolítica-, hoy se manifiestan sus contradicciones con una velocidad inusitada, lo cual refleja, por cierto, una preocupante fragilidad en la estructura interna del carácter. No es extraño, en este escenario que en las instituciones de Educación Superior la Salud Mental del estudiantado sea una preocupación cada día más urgente, ante el crecimiento de casos, cada vez más graves. Hoy, no resultan ser “situaciones aisladas” que estudiantes, ante la presión académica habitual, se desmoronen por completo, no siendo capaces de resolver conflictos con compañeros de grupos, o actividades de mínima exposición de conocimientos

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y habilidades ante otras personas. Si bien, esto aún no es mayoritario, es un fenómeno en aumento y que, en consideración a todo lo señalado hasta el momento, debiera, por lo menos, ser fuente de estudio sistemático, ya que se trata de la futura generación de profesionales del país.

Tampoco es extraño que tales contradicciones se reflejen en las elecciones políticas que realiza nuestra población adulta, de lo cual el cambiante escenario de los últimos cinco años es ejemplo innegable. Pasamos de un estallido social, a una asamblea constituyente con amplia representación mayoritaria de posturas de izquierda radical, al fracaso de esta misma y la instalación de un segundo proceso constituyente con mayoría de representación de la derecha radical, para que, finalmente, fracasara también este segundo proceso y nos quedáramos exactamente con lo mismo que teníamos; la constitución vigente. En medio de esto, tuvimos un sinfín de eslóganes de todo tipo, la gran mayoría, en directa contradicción entre sí. Hoy se busca fortalecer a instituciones que hace muy poco se buscaba refundar, y se criminalizan discursos que, hasta hace muy poco, se asumían como legítima expresión de la soberanía popular. Todo este ir y venir de pasiones, discursos, decisiones y emociones en conflicto refleja, por lo menos, un estado de confusión generalizada, cuya presencia en nuestra forma de interacción social debiera invi-

tarnos a una reflexión un poco más profunda que la invención de soluciones mediáticas y contingentes a problemáticas que, posiblemente, tengan nido en la profundidad psíquica de las personalidades que componen al entramado social del país.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Con claridad, tanto en lo colectivo como en lo individual, se devela hoy que no sabemos muy bien qué queremos, ni qué pensamos, así como lo que verdaderamente somos. Y en este escenario de nihilismo profundo, que proviene desde la intimidad psíquica, tanto las alegrías como las penas se proyectan ante nuestra obnubilada consciencia como procesos autómatas, ajenos, sin tener nosotros control ni vínculo alguno con tales fenómenos que, alguna vez, consideramos como propios.

Para que el actual dilema no se transforme en aporía, debemos comenzar a indagar en una salida, si es que no queremos descubrir algún día, como humanidad, que la verdadera singularidad no nació con la robótica, sino con la fabricación sin resistencia de formas de personalidades asumidas como propias, pero que en verdad nunca fueron reflejo de nuestra subjetividad, de nuestros amores y temores, de nuestra particular y única manera de contemplar el firmamento de la existencia, desde coordenadas propias y no ajenas.

RESILIENCIA, VENCER LA DESESPERANZA

Psicólogo. Mg. Especializado en el Imperial College de Londres

Resiliencia es el proceso de reconstituirse frente a las adversidades, es un término que muchas veces se usa de forma simple y común, pero encierra una gran importancia para regenerar la propia vida y la de los demás. Este constructo hace referencia al potencial psicológico de volver a levantarse ante una tragedia tanto personal como social, es así, que la podemos observar en naciones asoladas por guerras, comunidades afectadas por desastres naturales o sociedades que sufren crisis sociopolíticas y económicas; siendo esta misma capacidad de superación clave para aferrarse a la vida, con mayor fuerza y decisión.

Los seres humanos que sobrellevan los impactos de las crisis vencen la desesperanza para aprender a mirar el futuro con nuevos paradigmas. En nuestro entorno, superar los desastres y dificultades deja una profunda huella, ese halo se convierte en una identidad que promueve el cambio y la adaptación a condiciones adversas, es decir, se produce una iniciativa, para abordar mejor las fluctuaciones del devenir y gestionar con mayor eficacia los recursos propios, para motivar un salto hacia un estadio superior al cual se encuentran; quienes experimentan este proceso promueven su desempeño en el aquí y ahora, con sentido de futuro.

La resiliencia representa esa decisión consciente de afrontar las crisis y romper la frontera de los obstáculos.

Este concepto, que proviene del latín resilio y que significa volver atrás o saltar hacia arriba, proviene de la física, pero para la destacada Psicóloga Marisa Salanova de la Universidad Jeume I está relacionado en las personas con esa fuerza mental de recuperarse luego de una caída o desastre, siendo la actitud positiva ante el futuro y la suficiente madurez emocional ante la tensión una base poderosa para observar como se produce tal proceso. El afrontar las dificultades, es una oportunidad de modificar las situaciones emergentes críticas y provee una percepción fortalecida del sí mismo, como una forma de avanzar hacia la regeneración y actualización de su capital intelectual y afectivo. Las crisis se validan como una oportunidad de sobreponerse a los impactos de un momento, es llevar a un nivel superior de actividad las cualidades cognitivas y emocionales, producto de una mejor reflexión hacia la innovación vital. Un enfoque de la psicología positiva manifiesta que los atributos de la resiliencia son la introspección, la capacidad de observarse a sí mismo y a su entorno, la independencia para objetivar los problemas, las relaciones interpersonales para sostener la confianza a largo plazo, la iniciativa, que responsabiliza y auto exige toma de decisiones, el humor para enfrentar en forma lúdica las situaciones, la creatividad para encontrar nuevos modelos a partir de la confusión y los valores que dan trascendencia a las actuaciones

personales. Quienes cuentan con mayores herramientas personales posibilitarán hacer frente a los diversos aspectos que plantean los contextos adversos, en donde las habilidades intra e interpersonales son las más relevantes. Es así como el componente psicológico positivo se correlaciona directamente con las capacidades de autogestión y superar los embates del ser humano, específicamente, los factores de autoeficacia y esperanza tienen mayor incidencia en las atribuciones que damos de una crisis, o caída, en un determinado tiempo y lugar. Cabe señalar que esta capacidad de reconstrucción, de volver a unir los vínculos y ampliar los aspectos de sobrevivencia ante las tragedias experimentadas, posee un efecto con los elementos que configuran la personalidad, sin embargo, aún cuando pueda impactar en la madurez individual y ser una oportunidad para desplegar la consecución del sí mismo, la resiliencia no se reporta como una etapa del crecimiento psicológico, sino que por el contrario, es una consecución de la adaptación del sujeto, una vez conformada la estructura de personalidad y el logro de una afectividad sostenible, para configurar una base que le permita afrontar de la mejor forma las situaciones catastróficas, en muchos casos, sin embargo, la intensa presión experimentada altera esa conformación adaptativo emocional y hasta cognitiva. Es decir, no hablamos de la resiliencia como una tarea más en la conformación del sí mismo y los avances de individuación, en términos analíticos, sino que al contrario, una vez que dichos procesos se encuentran en un avance de la consciencia, esta misma, se convierte en el resorte que potencia la salida a situaciones que afectan a las personas y que permiten su evolución y transitar hacia una reposición de sus condiciones de vida, a partir de un esfuerzo mayor, para asimilar y organizar una significativa empresa consigo mismo y los demás, por lo tanto, la dimensión social e interpersonal renace con fuerza para atraer la conjunción de trabajos notables, integración en el actuar común, afianzados por liderazgos claros y fuertes, definidos y compartidos por una comunidad o sociedad que avanza en la creación de oportunidades de bienestar, capaz de expandir un proyecto sentido por quienes se hacen responsables de un todo inclusivo y atrayente

EL VIAJE DEL HÉROE LA REPRODUCCIÓN DE UN MITO

POR CRISTIÁN VILLALOBOS ZAMORA

Ingeniero y Ensayista

Sin duda, narraciones como las que discurren en películas como Star Wars, Matrix, Batman y Mulan, entre muchas otras, gozan de una enorme popularidad. Todas ellas comparten un elemento esencial: el protagonista es un héroe o una heroína. Estas historias, y muchas más a través de los tiempos, siguen un idéntico patrón estructural basado en el concepto del mito del viaje del héroe. Pero, ¿qué es exactamente el mito del viaje del héroe?

El “Viaje del héroe”, también conocido como monomito, es una narrativa arquetípica que trasciende culturas y épocas. Este concepto fue desarrollado y popularizado por el mitólogo Joseph Campbell en su obra “El héroe de las mil caras”. El modelo describe una serie de etapas comunes en las historias de héroes a lo largo de la historia. Desde los antiguos mitos de Osiris y Prometeo hasta las epopeyas de Odiseo y las enseñanzas de Buda, estas historias comparten un patrón estructural que refleja el viaje de transformación personal y espiritual del héroe.

Tradicionalmente, el viaje del héroe se divide en diecisiete etapas, aunque a menudo se simplifica en doce etapas esenciales para facilitar la narración. Este proceso se organiza en tres fases principales: 1) la partida, 2) la iniciación y 3) el regreso.

Cada fase del viaje del héroe representa un ciclo de crecimiento y desarrollo, desde la separación del

mundo ordinario hasta la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, culminando en el regreso transformado del héroe al mundo familiar. A lo largo de estas etapas, el héroe enfrenta y supera desafíos tanto internos como externos, adquiriendo una comprensión más profunda de sí mismo y del mundo que lo rodea.

En esta exploración del monomito, revisaremos cada una de estas fases y sus etapas correspondientes, descubriendo cómo estas narrativas no solo entretienen, sino que también ofrecen valiosas lecciones sobre la condición humana y el camino hacia la autorrealización.

Todo comienza en lo ordinario, lo cotidiano, lo conocido: lo que resulta familiar, estable y seguro.

La primera fase, “la partida”, el héroe abandona su mundo conocido y enfrenta los primeros desafíos, iniciando su transformación.

1. La llamada a la aventura: el héroe lleva una vida rutinaria, hasta que un día se le presenta un desafío o prueba que cambiará todo. Un acontecimiento inesperado le revela un futuro insospechado, lleno de misterios y poderes que no comprende. Este evento marca el despertar de su conciencia y de su verdadera naturaleza. Será el inicio de un viaje trascendental en el que deberá enfrentarse a sus propios miedos y descubrir su verdadero poder.

2. El rechazo de la llamada: en un principio, el héroe rechaza la invitación a la aventura. Le teme al cambio y a lo desconocido, o simplemente se siente

demasiado apegado a su vida actual. Su mundo presente le brinda seguridad y protección. Considera la aventura una posibilidad incierta y se resiste a ella. Para avanzar en su viaje transformador, el héroe deberá superar estos obstáculos internos.

3. La ayuda sobrenatural: afortunadamente, aparece una ayuda inesperada. Esta figura le proporcionará protección, apoyo, experiencia y sabiduría. Le ofrece las herramientas y conocimientos esenciales para enfrentar las pruebas que se aproximan y lo insta a la aceptación de la llamada. Ayudando al héroe a superar sus miedos y a prepararse para el viaje.

4. El cruce del primer umbral: el héroe abandona su mundo conocido y se arroja a lo desconocido, encontrándose con el guardián del umbral. Una figura que inicialmente le provoca temor. Este guardián es para el héroe una representación de los obstáculos y desafíos que el héroe deberá superar para lanzarse a la aventura.

5. El vientre de la ballena: finalmente, el héroe llega al vientre de la ballena, que representa la separa-

ción final del yo y del mundo conocido. Acepta su renacimiento y metamorfosis, simbolizados en este vientre. En lugar de conquistar o conciliar la puerta del umbral, el héroe es tragado por lo desconocido, como si enfrentara su propia muerte. Este acto de entrega total marca su transformación y preparación para lo que está por venir.  En la segunda fase de su viaje, la iniciación, el héroe se adentra en nuevos y profundos desafíos.

6. El camino de las pruebas: el héroe se sumerge en el problema presentado en el primer umbral. Aquí, cuestiona si puede exponerse a la muerte del ego y a menudo fracasa en algunas pruebas. Sin embargo, estos fracasos son fundamentales para su transformación. A lo largo del camino, encontrará aliados y adversarios, aprenderá las reglas del nuevo mundo y comprenderá la importancia renovadora de su misión.

7. El encuentro con la diosa: el héroe, ahora como un alma triunfante, experimenta un matrimonio místico con la diosa del mundo. Esta diosa

encarna la promesa de superación del héroe y representa su prueba final para ganar el don del amor erótico, el amor más frágil y precioso, similar a la vida misma.

8. La tentación: después de obtener el don del amor erótico, el héroe debe enfrentar las debilidades de la carne y el placer. Este desafío lo confronta con sus deseos más profundos y humanos, poniendo a prueba su voluntad y determinación. Habiendo perdido la inocencia, corre el riesgo de desviarse de su misión, seducido por promesas de satisfacción inmediata. Solo superando esta prueba podrá avanzar con claridad y fortaleza, integrando plenamente sus experiencias sin perder de vista su objetivo final.

9. La reconciliación con el padre: el héroe debe enfrentarse a la figura que representa el máximo poder sobre él, ya sea un padre o cualquier entidad que simbolice el poder sobre la vida y la muerte. Este encuentro será decisivo, pues debe abandonar la dualidad del bien y del mal, para reconocer que ambas fuerzas son parte vital de la existencia. Este acto de reconciliación implica no solo enfrentarse y comprender esta autoridad suprema, sino también integrar estas polaridades dentro de sí mismo. A través de este proceso, el héroe trasciende las limitaciones de su antigua percepción, alcanzando una comprensión más profunda y unificada de la realidad y de su lugar en ella.

10. La apoteosis: el héroe se reconoce a sí mismo, comprendiendo profundamente su vida y su muerte. Enfrentó los miedos más terribles de la ignorancia y la oscuridad, emergiendo victorioso y transformado. Este enfrentamiento con sus temores más profundos le otorga una claridad y comprensión sin límites. Decide entonces acceder a los conocimientos y saberes más elevados, aquellos que están más allá de lo mundano y lo material. El héroe alcanza un nivel de iluminación y sabiduría, permitiéndole vivir con una vida plena y un propósito renovado.

11. El don final: tras lograr el éxito de su misión, el héroe obtiene su máximo poder. Con este logro, las dificultades que antes parecían insuperables ya no representan una amenaza. Ha alcanzado un grado superior de sabiduría y consciencia, comprendiendo el mundo y su lugar en él. Estos poderes le permiten enfrentar cualquier desafío con valentía y claridad. Inspirar a otros en su propio camino de transformación y crecimiento.En la tercera fase de su viaje, el regreso, el héroe enfrenta nuevos desafíos al retornar a su mundo original.

12. Negativa al regreso: tras haber encontrado la

sabiduría y la iluminación, el héroe regresa con su trofeo transformador de vida y lo comparte generosamente con los demás, iluminando el camino para aquellos que lo rodean. Sin embargo, rechaza la responsabilidad de ser el elegido, negándose a aceptar el peso de esta carga. Reconoce su nueva identidad y las profundas transformaciones que ha experimentado. Este acto es una reafirmación de la vida, de autenticidad y libertad. El héroe elige seguir su propio camino en lugar de abrazar valores tradicionales, asumiendo el riesgo de ser auténtico.

13. La huida mágica: en su regreso, el héroe es ayudado por un protector que lo acoge y reconforta cuando más lo necesitaba. Se debate entre el deseo de descanso y la inevitable llamada a nuevos desafíos. El apoyo del protector y la bendición de los dioses facilitan su regreso, dándole la fuerza y valentía necesarias para enfrentar el devenir. Con

todo, el héroe continúa su aventura, acercándose cada vez más a su verdadera naturaleza.

14. El rescate del mundo interior: guiado en su regreso, el héroe lleva consigo el don obtenido. Este retorno no es un simple regreso físico, sino una profunda asimilación de lo aprendido durante su viaje. Con el apoyo de aliados y guías, lleva consigo el conocimiento y la sabiduría obtenidos, listos para ser aplicados y compartidos al mundo.

15. El cruce del umbral del regreso: el héroe asume la sabiduría adquirida y cómo integrarla en la vida cotidiana, para compartirla con los suyos y ajenos. Acepta que la existencia es transitoria y aprende a sobrevivir llevando el peso de su descubrimiento.

17. La posesión de los dos mundos: el héroe logra dominar el arte del equilibrio entre lo material y lo espiritual. Esta habilidad le permite navegar con sabiduría entre ambos mundos. Así, no solo se convierte en un ser pleno y consciente, sino que también inspira a otros a buscar y alcanzar este equilibrio esencial.

18. La libertad para vivir: finalmente, el héroe ha alcanzado lo tan ansiado: el dominio absoluto de sí mismo. Este logro lo libera del temor a la muerte, permitiéndole vivir plenamente en el presente. Al reconciliarse con su pasado, encuentra la paz interior y, con ella, la capacidad de venerar cada momento presente. Esta profunda transformación lo proyecta hacia un futuro en libertad, donde su existencia ya no está limitada por miedos ni remordimientos. Su viaje, cargado de desafíos y aprendizajes, lo conduce a una vida auténtica y

plena, donde el verdadero heroísmo reside en la armonía consigo mismo y con el mundo que lo rodea.

Como hemos observado, el viaje del héroe es una estructura narrativa que se utiliza frecuentemente en cuentos, novelas y películas. Sin embargo, lo más interesante es que, si prestamos atención, esta estructura también se aplica a nuestras vidas.

Todos, sin excepción, hemos enfrentado desafíos y retos en nuestra existencia, como un cambio de trabajo, un nuevo proyecto o la superación de problemas personales. Estas experiencias pueden reconocerse como etapas del viaje del héroe: experiencias que nos sacan de nuestra zona de confort, llevándonos hacia lo desconocido. Este recorrido o viaje contribuye a nuestro desarrollo personal. Al igual que el héroe, nosotros también atravesamos pruebas y aprendizajes que nos transforman, nos fortalecen y nos permiten adquirir “dones” como el conocimiento o ciertas habilidades que utilizamos en nuestra vida diaria.

A través de la superación de obstáculos, dificultades, miedos o decisiones difíciles, nos volvemos individuos más conscientes de nosotros mismos. Sin embargo, todo este aprendizaje no tiene valor si no se comparte con otros, ya sea a través de enseñanzas, historias, arte o simplemente siendo un buen ejemplo e inspiración para los demás.

En efecto, podemos afirmar que el mito del viaje del héroe es una metáfora poderosa para comprender nuestra propia evolución personal y cómo enfrentamos los desafíos en la vida.

REALISMO MÁGICO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNIVERSOS

POR EDUARDO RUZ AHUMADA

Profesor de Estado en Castellano

El realismo mágico, un movimiento literario profundamente arraigado en la tradición cultural latinoamericana, se caracteriza por su habilidad única para tejer lo sobrenatural en el texto de la realidad cotidiana. A través de la integración de elementos místicos dentro de contextos realistas, el realismo mágico no solo entretiene, sino que también sirve como un vehículo para la introspección y la crítica social. Este artículo pretende asomarse a la rica textura de este fenómeno artístico, destacando sus orígenes, los temas principales, y su impacto cultural, tanto en América latina como en el ámbito literario global. Quise además aproximarme a la intersección del realismo mágico

con las corrientes esotéricas, revelando cómo todos ellos comparten la búsqueda de un conocimiento más profundo y una realidad más compleja a través de símbolos y estructuras narrativas que desafían las percepciones convencionales del mundo.

El realismo mágico es principalmente arte literario que se caracteriza por la integración de elementos mágicos en entornos realistas, creando una atmósfera donde lo extraordinario se acepta como parte de la realidad cotidiana. Esta fusión permite explorar la complejidad de la vida humana desde una perspectiva enriquecida y a menudo sorprendente.

Este movimiento tiene sus raíces en América Latina, donde escritores como Gabriel García Márquez y Juan Rulfo comenzaron a popularizarlo a mediados del siglo XX. García Márquez, con su novela “Cien años de soledad”, es tal vez el más emblemático de este

estilo, presentando un mundo en el que lo sobrenatural y lo cotidiano conviven con naturalidad. Las narrativas del realismo mágico a menudo incorporan elementos de folclore y mito, reflejando la riqueza cultural de sus países de origen.

Además de su estética única, el realismo mágico se utiliza frecuentemente como una herramienta para la crítica social y política. A través de lo fantástico, los autores pueden abordar temas difíciles como la opresión, el colonialismo y la identidad de manera simbólica y a veces subversiva. Por ejemplo, Isabel Allende en “La casa de los espíritus” utiliza elementos mágicos para retratar las tensiones políticas y sociales en Chile.

En un contexto más amplio, el realismo mágico no se limita solo a América latina. Escritores de otras partes del mundo, como Salman Rushdie y Haruki

Murakami, también han adoptado y adaptado sus técnicas para explorar las realidades socioculturales de sus respectivos entornos. Esto demuestra la versatilidad y el atractivo universal del realismo mágico, que sigue siendo una forma poderosa y poética de contar historias en la literatura contemporánea.

El realismo mágico es rico, variado, y ha producido numerosas obras destacadas a lo largo de los años. Aquí están algunas de las más importantes y representativas:

“Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, probablemente la novela más icónica del realismo mágico, narra la saga de varias generaciones de la familia Buendía en el mítico pueblo de Macondo. “La casa de los espíritus” de Isabel Allende, una novela que describe las vicisitudes de la familia Trueba, entrelazando la historia política y social de Chile

PABLO

con eventos y personajes sobrenaturales. “Pedro Páramo” de Juan Rulfo, anterior a la explosión del movimiento artístico, pero fundamental para su desarrollo, cuenta la historia de un hombre que busca a su padre en un pueblo fantasmal habitado por voces y apariciones del pasado. “El reino de este mundo” de Alejo Carpentier es otra obra fundamental que relata varios episodios históricos de Haití, incluyendo la revuelta de esclavos, mezclando lo real y lo mágico para capturar la “realidad maravillosa” del Caribe. “Los pasos perdidos”, también de Alejo Carpentier cuenta de un músico que se embarca en un viaje a través de la selva amazónica, tal como si fuera una experiencia en una “máquina del tiempo”, lo que se convierte en una exploración de sus raíces y la confrontación entre la civilización y la naturaleza. Estas obras no solo son icónicas para entender el realismo mágico, sino que también han dejado una marca indeleble en la literatura universal.

Cabe aquí destacar otro concepto estrechamente relacionado, pero distinto dentro de la literatura, especialmente en el contexto latinoamericano. Me refiero a “lo real maravilloso”. Ambos enfoques literarios mezclan elementos fantásticos con escenarios realistas, pero sus orígenes, visiones y significados subyacentes presentan algunas diferencias. El concepto de “lo real maravilloso” fue acuñado por el escritor cubano Alejo Carpentier, quien lo describió en el prólogo de su novela “El reino de este mundo”. Carpentier argumentaba que lo maravilloso se encuentra de forma natural en América latina, donde la historia y el entorno físico producen a menudo situaciones que parecerían increíbles o fantásticas en otros contextos. Según Carpentier, lo real maravilloso surge de la realidad americana y su historia única, donde el mito y la realidad se entrelazan de forma inherente. Lo real maravilloso se enfoca más en la percepción de la realidad de América latina como intrínsecamente extraordinaria y maravillosa,

sin necesidad de elementos fantásticos agregados. Ambos estilos comparten la intersección de lo real y lo fantástico, pero lo hacen con diferentes intenciones y desde diferentes perspectivas culturales e históricas, reflejando la diversidad y complejidad de las narrativas y culturas latinoamericanas.

Es importante destacar que dentro de estos mundos que incorporan lo mágico y lo real maravilloso, viajan personajes fantásticos que con sus especiales dones desencadenan las fuerzas de la naturaleza y la expansión de la conciencia. En las obras de realismo mágico, los personajes como videntes, magos, adivinas y alquimistas; desempeñan roles cruciales, no solo enriqueciendo la trama con sus habilidades sobrenaturales, sino también profundizando en los temas y simbolismos de estas narrativas. Entre los personajes más emblemáticos de este tipo que aparecen en obras famosas del realismo mágico podemos mencionar a Úrsula Iguarán en «Cien años de soledad» de Gabriel García Márquez, que aunque no es una vidente en el sentido tradicional, es una mujer que vive más de cien años, y su sabiduría y percepciones sobre las generaciones pasadas y futuras de la familia Buendía le confieren una cualidad casi profética. Clara del Valle en “La casa de los espíritus” de Isabel Allende es una clarividente y médium que posee la habilidad de comunicarse con los espíritus y prever eventos futuros. Su capacidad para percibir lo sobrenatural guía a su familia a través de tiempos turbulentos y se convierte en un elemento central en la estructura de la novela. El mago Melquíades en “Cien años de soledad”, es un enigmático gitano que introduce a la familia Buendía en el mundo de la alquimia y la ciencia, regresa de la muerte y sigue siendo una figura misteriosa a lo largo de la historia, dejando tras de sí pergaminos que revelan el destino de la familia. Pilar Ternera también de “Cien años de soledad”, es una mujer que actúa como una adivina y curandera en Macondo. Ella interpreta los sueños y

utiliza cartas para predecir el futuro, desempeñando un papel fundamental en varios puntos claves de la vida de los Buendía. La Mulata Remedios en “El reino de este mundo” de Alejo Carpentier, representa una figura poderosa y enigmática que mezcla elementos de hechicería con su rol de líder espiritual y política durante la revolución haitiana.

Estos personajes no solo añaden una capa de misterio y fascinación a las narrativas, sino que también ayudan a explorar y criticar aspectos más amplios de la sociedad, la historia y la condición humana. Sus habilidades mágicas permiten a los autores abordar de manera simbólica temas complejos como la opresión, la resistencia, el destino y la memoria histórica. El realismo mágico, más que un movimiento literario, es un fenómeno artístico que permite a los escritores construir universos originales y profundamente inmersivos, donde lo ordinario y lo extraordinario se funden en una narrativa cohesiva y fascinante. Esta capacidad de crear mundos, que son a la vez reconocibles y misteriosos, ofrece a los lectores una experiencia única de deslumbramiento y reflexión. Una de las características más distintivas del realismo mágico es su habilidad para naturalizar lo sobrenatural. En estos universos literarios, los elementos fantásticos no son percibidos como anómalos o extraordinarios por sus personajes, por el contrario, son aceptados con la misma naturalidad con que se aceptan los aspectos cotidianos de la vida. Esta integración crea una atmósfera en la que lo mágico se convierte en una extensión de la realidad, reflejando a menudo las complejidades, contradicciones y profundidades emocionales del mundo humano.

La originalidad de los universos creados en el realismo mágico también se debe a su profunda conexión con el contexto cultural y geográfico de donde emergen estas historias. Por ejemplo, Gabriel García Márquez en “Cien años de soledad” refleja el espíritu, los conflictos y la historia de América latina, utilizando Macondo como un microcosmos que encapsula tanto la magia como las tragedias de la región. Este pueblo ficticio, con sus lluvias interminables, mariposas amarillas y personajes eternos, se convierte en un lugar tan real en la mente del lector como cualquier ciudad conocida. Además, el realismo mágico permite explorar temas universales como el amor, la muerte, la identidad, el tiempo y la memoria de maneras que la literatura realista convencional a menudo no puede. Al desdibujar los límites entre lo posible y lo imposible, estos relatos invitan a los lectores a cuestionar la percepción de la realidad y a considerar perspectivas alternativas sobre la vida

y el universo. En “La casa de los espíritus” de Isabel Allende, por ejemplo, la habilidad de Clara para comunicarse con los muertos y predecir el futuro introduce una dimensión donde la historia familiar se entrelaza con la historia política de Chile, mostrando cómo los destinos individuales están conectados con los colectivos. La originalidad de este universo mágico también se manifiesta en su capacidad para emplear la metafísica como una herramienta para la crítica social. A través de lo fantástico, se pueden abordar temas delicados y profundos de manera simbólica, ofreciendo a la vez un escape y un espejo a las realidades a menudo duras. A modo de síntesis, diríamos que el realismo mágico no solo construye universos originales, sino que también reinventa nuestra comprensión de lo que podría ser el mundo, desafiando nuestras concepciones de la realidad y ampliando el alcance de nuestra imaginación. Lo anterior, a nuestro entender, lo podemos relacionar con la cultura esotérica que, con sus ricas tradiciones simbólicas y su profundo interés en los arquetipos espirituales y filosóficos, presenta interesantes paralelismos con el realismo mágico, aunque en la superficie podrían parecer campos distintos. Al explorar estos paralelismos, se pueden revelar conexiones sorprendentes en cuanto a como ambos tratan temas del conocimiento, la búsqueda de la verdad, y la construcción de realidades alternativas. El estudio esotérico utiliza mitos y símbolos para impartir lecciones éticas y filosóficas. Esta metodología concuerda con la forma en que el realismo mágico incorpora elementos sobrenaturales como vehículos para explorar

verdades profundas sobre la condición humana y la sociedad. En ambas tradiciones, la realidad es vista no solo como algo que se experimenta, sino como algo que se puede moldear y entender a través de capas más profundas de significado. En obras como “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez, la historia de la familia Buendía en el mítico Macondo puede verse como una serie de ciclos repetitivos y lecciones no aprendidas. Una narrativa que encuentra eco en la idea de la búsqueda constante de la luz, o conocimiento, y la importancia de aprender de los errores del pasado. La persistencia de ciertos elementos y presagios en la novela refleja la manera en cómo a lo largo del tiempo se utilizan símbolos persistentes para transmitir enseñanzas esenciales. La habilidad de los personajes del realismo mágico para interactuar con lo sobrenatural y transformar su percepción de la realidad también refleja las aspiraciones de una comprensión más elevada y espiritual de la vida. Finalmente, todo invita a cuestionar la naturaleza de la realidad y a considerar múltiples niveles de interpretación y significado. Algunos con su énfasis en el descubrimiento personal y la iluminación a través de capas de símbolos ocultos, y otros con la integración sin fisuras de lo real y lo maravilloso, ofreciendo maneras alternativas de entender nuestro mundo y nuestro lugar dentro de él. En este sentido, tanto la tradición de la búsqueda interior como el realismo mágico, buscan no solo describir el mundo, sino también descifrarlo y reinventarlo, proporcionando nuevos marcos para entender las verdades antiguas y las contemporáneas.

CONCIENCIA, CREACIÓN Y PSICOTRÓPICOS

EL RESULTADO DE UN PROCESO NO PARTICIPA EN LOS PROCESOS QUE LE DAN ORIGEN

“Nos encontramos en el vivir cuando nos preguntamos por el sentido del vivir”

POR JORGE CALVO ROJAS

Escritor

LEY

SISTÉMICA. A MODO DE PREÁMBULO

Vivimos en un momento histó rico-cultural definido en gran medida por el valor que le asignamos a la ciencia y la tecnología como instrumentos que nos permitirían comprender y explicar lo que sucede en nuestro vivir con las propiedades de entes, procesos y relaciones con el medio entorno -este universo que nos contiene- y nos hace posibles como un ámbito operacional-relacional que pensamos que existe con independencia de nuestro operar al distinguirlo, y al que corrientemente nos referimos al hablar de “lo real” y la “realidad”. Y en un proceso din á mico aspiramos a aprehenderla y dominarla y en gran medida y durante mucho tiempo hemos basado nuestra observación y percepción del mundo físico en los principios de Newton

que solían explicar los fenomenos clásicos. La física cuántica, al concentrar su observación en el microcosmos, ha detectado en el comportamiento de las nano partículas una serie de sucesos que desconocen lo aceptado por la física clásica.

El nuevo conocimiento que surge del estudio de la conducta de las micropartículas nos ha llevado a replantear una seria de nociones y conceptos en la forma que percibimos la realidad que nos rodea, toda vez que se comprueba que “lo observado” cambia de conducta al ser observado y el lugar donde esta situación es obervada, procesada y elaborada es el cerebro y en una forma muy especial la conciencia, y esto nos conduce a una pregunta esencial, qué es realmente la conciencia y de qué modo interviene en el mundo en que existimos.

APROXIMACIONES

A UN CONCEPTO

Desde una perspectiva biol ó gica la consciencia

representa la actividad de toda la corteza cerebral, es decir, no debe comprenderse centrándose en una región cerebral sin considerar la relación de esta región con las demás, por lo tanto la conciencia se relaciona neurofisiológicamente con las áreas cerebrales corticales de asociación. Y, desde un ángulo filosófico, la conciencia para Aristóteles es -en primera instancia- aquello que subyace a los cambios y es soporte de propiedades; -en segunda instancia-, el sentido de aquella entidad capaz de existir por sí misma, esto es, con independencia de cualquier cosa.

Como quiera que sea, aún es necesario considerar el enfoque de la neurociencia que sostiene que a menudo se describe la conciencia como la experiencia subjetiva de la mente; la conciencia describe el sentimiento cualitativo que se asocia con las percepciones, junto con los procesos más profundos de reflexión, comunicación y pensamiento. En la segunda mitad del siglo XIX, los científicos desarrollan un programa para estudiar la conciencia que se relaciona mejor con el enfoque actual, pero esta investigación se congela durante gran parte del siglo XX. Algunos científicos rechazan la introspección para centrarse en el estudio de las conductas observables y los estímulos que las originan. En los años setenta y ochenta, con la llegada de la ciencia cognitiva, la conciencia es aún un tema controvertido. Los científicos cuestionan que sea un área válida de investigación.

Finalmente, científicos prominentes optan por abordar el estudio de la conciencia, ahí se produce un cambio radical. Este avance, a partir de 1990, viene acompañado por el impulso de la disponibilidad de tecnologías de escaneo cerebral, como la resonancia magnética funcional y la electroencefalografía. Ahora la ciencia puede embarcarse en una valiosa búsqueda de los mecanismos que en el cerebro se conectan al proceso consciente de la información.

EL FACTOR MATURANA

Aquí se vuelve absolutamente necesario mencionar y destacar el aporte decisivo que hace Humberto Maturana. “El concepto de conciencia y la noción del “yo”, son fenómenos sociales que se expresan en el lenguaje, es decir, conciencia y yo son distinciones que no tienen sentido fuera de lo social”. La conciencia, y por lo tanto todos los procesos psíquicos que surgen a partir de ella, no ocurren en el cerebro, no ocurren en el interior del ser humano, ni en su cabeza, sino en la dinámica de configuración de coordinaciones conductuales consensuales de los seres humanos que vivimos en la actividad lingüística.

El yo y la conciencia surgen como procesos en el lenguaje, en las identificaciones consensuales que configuran al observador como operador y operando en la recursión consensual del lenguaje.

La recursión consensual que constituye el lenguaje, constitutivamente abre la posibilidad del fenómeno de conciencia como la posibilidad de la distinción de distinciones en la coordinación conductual consensual. Si esa segunda recursión de distinciones no se da, no hay conciencia; pero, para que haya la posibilidad de conciencia debe existir la operación recursión consensual de distinciones que constituye el lenguaje. Lo mismo pasa con el yo. Para que haya yo, tiene que haber distinción consciente del que distingue, y esto solo puede ocurrir en la operación lenguaje (citamos textualmente a Maturana).

Maturana aborda el tema de la pregunta por la autoconciencia de varias maneras. “En algún momento el hijo mayor llama a la mamá, tiene 7 años y le dice: Mamá, hice un descubrimiento, «Yo soy yo», ¿qué es ese «yo soy yo»? A este niño le pasó a los 7 años”.

Con independencia de como este fenomeno se vea culturalmente existe ese momento en la vida en que el niño o la niña develan y distinguen su propio “yo”, por alguna razón necesaria y suficiente que perturba de manera positiva su configuración afectiva, motivacional, emocional y volitiva.

Esto nos conduce al momento en que constatamos que al interior del lenguaje existen y surgen otros lenguajes. Un punto de no retorno: Dices o digo por ejemplo “piedra” y se despliega un infinito abanico y variedad de piedras (formas, colores, tamaños, pesos, etc.)

Y esto nos involucra otro concepto, no es solo la forma en que percibimos el universo y la realidad que nos rodea, sino que aquí parece también el tema de como esa información interactuación la información y velocidades de procesamiento de cada ser y produce ideas, conceptos, nociones nuevas; y aqu í aparece otro concepto relacionado con el fenomeno de la creación.

LA AUTOPOIESIS

El concepto de autopoiesis lo constituyen para Maturana dos raíces griegas: autos, que quiere decir sí mismos, y poiein, lo que significa: Los seres vivos son sistemas cerrados en su dinámica de constitución como sistemas en continua producción de sí mismos”

Entonces una cierta condición de existencia sienta las bases para la transformación personal y esto se logra en los espacios de convivencia. Por tanto, en la realización de la convivencia, soy visto, aceptado y acompañado en el coemocionar para mi trans-

formación personal, para mi continua producción, en mi propia evolución. En la destrucción de la convivencia, no soy visto, soy negado, con consecuencias emocionales que impiden la producción de mí mismo sin atender mi real potencial.

La teoría de Santiago (nombre que recibe el trabajo de Maturana y Francisco Varela) se usa en ramas tan disímiles como filosofía de la ciencia o teoría de la complejidad. Este trabajo marca un hito mundial en el campo de la ciencia, y en diversos ámbitos del saber humano.

La autopoiesis es un enfoque sistémico que permite a Maturana estudiar la organización de la vida, en lugar de sus componentes por separado. La vida es considerada como un proceso, una ininterrumpida onda circular de autoproducción: autopoiesis

Este concepto en sí mismo, implica que se entiende como un ser no solo un individuo, sino toda la comunidad, el grupo gregario es un ente, y un sistema comunicado por el lenguaje, interactivo, percibiendo y creando; resulta como visión integradora ser una clave de la vida; del proceso de la vida.

Se comprende que una reflexión de sí mismo y de su entorno ocurre en el lenguaje. Visto de esta perspectiva surgen incongruencias entre una pedagogía de los seres basada en el amor y otra que busca la rivalidad y la competencia o la dominación. ¿Estamos enfocando acertadamente el tema de la transformación personal?

COEMOCIONAR

Maturana señala que lo “humano” se manifiesta en la emoción: preferencias, decisiones y creaciones. Después, la razón acciona. De donde, lo fundamental en el fluir del vivir, emocionary emocionarse. En los espacios de convivencia en el entorno educativo, buscamos conectar con el otro desde la emoción y en el coemocionar armónico de reconocimiento mutuo, desde ahí nos podemos orientar hacia el razonar. El coemocionar es la dimensión de la humanidad, en la confianza de la aceptación para lograr la convivencia en conexión con el otro, que garantiza un espacio para el proceso de transformación conjunta. Esa experiencia abre la puerta al universo del conocimiento, en la emoción radica el interés y la motivación y se abre la puerta a la reflexión, y avanzas en la producción personal, acompañas y guías. Coemocionar, va más allá del medio. Obviamente el vivir la experiencia de la presencia, no se compara con mirar a personas en la pantalla. Por tanto coemocionar, privilegiar la condición humana es estar en convivencia; la naturalidad de coemocionar supera al medio.

Entonces podemos concluir que mucho de lo que podemos crear a futuro ya se encuentra en estado embrionario en nosotros y ciertas circunstancias, ciertas experiencias, ciertos estímulos y formas de percibir van a actuar como abonos o precipitados para conseguir el desarrollo de aquello que se encuentra en estado potencial.

Surge aquí el tema de la percepción, las antenas y radares que naturalmente poseemos para captar,leer y descifrar la realidad y el universo en que existimos. Lo que además en su complejidad nos conduce a otras dimensiones; por ejemplo si consideramos el tema de la velocidad: un ser que se desplaza a pie o en carretela, en relación con otro que viaja en un vehículo a 150 km/hora -surge la pregunta- ¿tienen la misma percepción del paisaje?

Aquí no hablamos si una forma es mejor o peor que la otra. Solamente destacamos que los colores, las formas, las luces y sombras y muchas otras cosas lucirán diferentes según la velocidad a que viajemos.

CHAMANES Y PSICOTRÓPICOS

Desde tiempo inmemoriales,en las diversas culturas y latitudes han existido hombres que bajo diversas denominacuiones brujos, curanderos y/o chamanes han experimentado y utilizado diversas substancias como el peyote, la ayahuasca y otras hierbas, ra íces u hongos con diversos prop ósitos, a veces medicinales, pero también con la intención de provocarse estados alterados de conciencia, en la medida que bajo la influencia de esas substancias -conocidas hoy como psicotró picos- alcanzan ciertos estados de conciencia en los que vislumbran formas y colores y movimientos que a la velocidad normal jam ás percibirían. Y eso posibilita, si se hace con ese conocimiento, percibir la realidad de un modo especial.

En la actual situación, con un cierto auge de las culturas cham á nicas en lugares como México, Brasil, Perú y otras , se vive por parte de los pueblos aborígenes una fuerte presencia del chamanismo, y por otro lado existe un poderoso movimiento a niveles de la ciencia para investigar las propiedades medicinales de estas substancias para usarlas en diversas terapias y tratamientos sicoló gicos como por ejemplo los estados depresivos.

LA PSILOCIBINA (SETAS U HONGOS MÁGICOS)

La psilocibina es un alcaloide triptamínico que en el cuerpo se metaboliza en psilocina, un compuesto psicodélico responsable del efecto psicoactivo de ciertos hongos comestibles. Ahora, en el uso de AI /

orientación esoté rica o religiosa puede presentar distintasmanifestaciones:

¿Qué ocurre cuando meditadores zen experimentan con psilocibina?

En seres sanos, los efectos de la droga producen alteraciones de percepción, atención, afectividad y funciones del yo. En dosis altas, se ha constatado como conducta la p é rdida de límites entre el “yo” y el ambiente externo, lo que se puede ver como estados transitorios de ansiedad.

Un neurocientífico y un maestro zen han llevado a cabo un experimento en una montaña con forma de esfinge en Suiza. Su objetivo: examinar la naturaleza de la conciencia. Han experimentado desde la predicción hasta la sanación espiritual, su uso est á restringido y forma parte de un ritual bien establecido. A mediados del pasado siglo, varios investigadores analizaron sus propiedades y beneficios para el mundo moderno, claro que su uso recreativo propició la ilegalización, frenando su estudio. Desde hace unos años se ha retomado la investigación y los primeros resultados arrojan una luz de esperanza para ciertos tratamientos. En esta dirección un laboratorio farmacéutico acaba de anunciar resultados positivos de un ensayo que

mide la eficacia y la seguridad con psilocibina para el tratamiento de la depresión. Este compuesto está presente en las setas alucinógenas y es el que confiere sus propiedades psicotrópicas.

Sin duda lo más significativo en este sentido es que un estudio desarrollado por la Universidad de Sussex (Reino Unido) ha encontrado la primera evidencia científica de un estado superior de la conciencia, lo que sugiere que las drogas psicodélicas hacen que el cerebro se comporte de una forma muy diferente a la habitual. Los neurocientíficos observaron un aumento sostenido en la diversidad de la señal neural de los voluntarios bajo la influencia de drogas psicodélicas, en comparación a su estado normal sin consumo de drogas. Se trata de la primera investigación que muestra una diversidad de señales cerebrales mucho más alta que la línea de base, más alta que alguien que simplemente está “despierto y consciente”.

Dado que esta medida ya ha demostrado su valor como dimensión del nivel de conciencia, podemos decir que el estado psicodélico aparece como un nivel más alto de la conciencia. Los científicos reanalizaron datos que habían sido previamente recopilados por el Imperial College de Londres y la Universidad de Cardiff. Bajo el efecto de los alucinógenos, la actividad cerebral de los participantes era incontestablemente más alta.

Asocian los psicodélicos a los cambios de la conciencia con los sistemas de neurotransmisores.

Los fármacos psicodélicos son un área de investigación clínica y neurocientífica en rápido crecimiento, que puede producir nuevas terapias muy necesarias para trastornos como la depresión y la esquizofrenia. Sin embargo, aún queda mucho por saber sobre cómo estos agentes farmacológicos alteran los estados de conciencia.

En la actualidad, la pregunta de si las drogas son un factor capaz de alterar y potenciar las capacidades físicas y cerebrales es lo que produce mayor controversia en el debate social sobre su eventual legalización.

Desde una perspectiva antropológica –remontándose a la relación de las antiguas civilizaciones con las drogas–, el cultural –explorando su percepción en las distintas sociedades y la estigmatización con la que cargan en muchas culturas –, es a ún motivo de reflexión. Como podemos apreciar el concepto de conciencia se mueve mucho más allá de las simples nociones de bien y mal que permite a la persona emitir juicios morales sobre la realidad y los actos, especialmente los propios. Y va much ísimo m á s lejos como espacio donde la vida ejerce su dominio creador.

PARECE NORMAL NO INCOMODARSE

POR CLAUDIO SAN MARTÍN BUSTOS Ingeniero

En general el ser humano busca la felicidad y una vida tranquila, plena y alegre, sin embargo esa realidad afecta nada más a un pequeño porcentaje de la población mundial que no conoce los problemas étnicos, las guerras o la falta de acceso al agua potable o energía eléctrica. Millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza y abandono

en un mundo que genera enormes riquezas naturales y una inmensa pobreza moral donde rige la avaricia por sobre el dolor del prójimo. Ideologías, religiones, filosofías y otras corrientes, buscan la justicia, la hermandad y el cumplimiento de principios divinos, pero todo aquello parece quedar limitado a domingo al medio día o mediante dádivas de conciencia.

¿Dónde están las grandes respuestas a preguntas incómodas?

¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Existe Dios? ¿Qué pasa después de la muerte? ¿Somos libres o está todo predeterminado? ¿Cuál es el destino de la humanidad? ¿Es moralmente aceptable el sufrimiento? ¿Qué nos hace humanos? ¿La vida humana tiene más valor que otras formas de vida? ¿Es posible la paz mundial?

Las respuestas incluyen justificaciones teológicas, filosóficas, humanistas, culturales o científicas

Si todos provenimos de Adán y Eva, ¿no somos todos hermanos?, ¿ y si somos polvo de estrellas, no somos todos lo mismo, la misma esencia?

Mientras reflexiono, los conflictos armados continúan y los focos noticiosos se dividen entre Rusia-Ucrania o Palestina-Israel, dejando los conflictos de Armenia, Siria, Tigray y otros como de menor importancia, pues no aportan intereses a quienes buscan usos de recursos naturales o consagrar sus monedas o control militar de áreas estratégicas. Nos asuela el riesgo nuclear, que depende de juegos de poder que solo llevarían a que todos perdamos.

¿Y quién financia las guerras? Esa es quizás la más incómoda de las preguntas, cuyas respuestas desaparecen de análisis globales. ¿Qué Estados, mediante impuestos, financian guerras lejos de sus fronteras, mercenarios, empresas de seguridad bélica? ¿Quién financió a Hitler, si Alemania estaba destrozada económicamente? ¿Cuánto aporta al PIB la industria de defensa? ¿Qué gobiernos consolidan su poder, mediante las guerras? ¿Cuántos empleos dependen de la industria del armamentismo? ¿Los conflictos buscan recursos naturales, tierras agrícolas, recursos hídricos o mineros? ¿Vale el costo humano y social, de vidas perdidas, desplazamiento, impacto psicológico? ¿Y los derechos humanos?

Seguramente, mientras escribimos estas líneas, más miseria, más muerte y más riqueza divide un mundo, mientras un partido de fútbol silencia las incómodas respuestas.

Así como hemos desarrollado las grandes obras tecnológicas que nos asombran día a día, también nos hemos vuelto expertos en desviar la mirada evitando lo incómodo. Las respuestas a las grandes preguntas pierden importancia si no las respondemos con consecuencia y humanidad. Internet no ha resuelto el problema de la indiferencia, pese a la interconexión mundial, y cuando miras por la ventana de la burbuja de felicidad, miras el dolor y lo sientes como propio, entonces descubres la humanidad. Sagan señalaba en aquella histórica reflexión, que somos un pálido punto azul, frágil en el vasto cosmos, entendamos que todos compartimos esa pequeña mota del cosmos.

LA GUERRA DE TROYA ENTRE LA HISTORIA Y LA MITOLOGÍA

POR CRISTIÁN VILLALOBOS ZAMORA

Ingeniero y Ensayista

En muchas ocasiones, cuando los investigadores e historiadores intentan profundizar en el estudio del papel del mito en la historia griega, se ven frente a desafíos derivados del origen de las fuentes disponibles y de las ideas o modelos establecidos sobre el mito en la mentalidad del historiador. Para muchos, el mito suele verse como una mera negación de la historia o una interpretación fantástica de esta.

Esta postura, presenta un dilema fundamental, ya que, los mitos no solo representan relatos fantásticos o simbólicos, también reflejan aspectos esenciales de la vida, la cultura, la cosmovisión, y la creencia de las sociedades antiguas. Por lo tanto, descifrar el significado histórico que subyace en estas narrativas requiere un enfoque cuidadoso que combine técnicas de investigación históricas rigurosas con una comprensión profunda de la función social y psicológica que hay en el mito para la vida de los griegos arcaicos.

Estas investigaciones deben moverse cuidadosamente entre la tentación de descartar los mitos como

meras ficciones, y el peligro de interpretarlos de manera demasiado literal. Más bien, amerita un acercamiento equilibrado y racional que admita la complejidad del mito como una forma de conocimiento, que, aunque no se ajusta a los parámetros históricos convencionales, puede enseñarnos información valiosa sobre la mentalidad y las preocupaciones de las civilizaciones antiguas.

Muchos historiadores y estudiosos consideran la Guerra de Troya, como la mejor vía de entrada para acceder a lo que fue la Grecia arcaica, y así entender nuestros orígenes como sociedad, como individuos. Nadie mejor que los griegos se adentraron en la condición humana, y todo comienza con Homero, todo comienza con Troya.

LA CIUDAD DE TROYA

Si existe una narrativa por excelencia en torno al mito, es la que nos ofrece el grandísimo poeta Homero en su primer poema épico, La Ilíada. Homero nos transporta a una época legendaria al relatar la historia de una guerra entre los griegos, a quienes él denomina los Aqueos, y los troyanos.

Todos hemos escuchado hablar de Troya, o hemos visto la película “Troya” (2004) de

Wolfgang Petersen. Existen numerosas referencias que nos conectan con esta legendaria ciudad, así como con algunos de los personajes que la habitaron. Figuras icónicas como Aquiles, Helena de Troya, Héctor, y el a veces poco mencionado Eneas. Todos ellos forman parte de este relato épico.

Lo que la hace fascinante, es que, a diferencia de otras ciudades de la antigüedad como Babilonia, Tebas, Esmirna o Cartago, Troya ha perdurado en el imaginario colectivo de occidente y la vemos reflejada en la literatura y en las bellas artes durante aproximadamente tres mil años. En cierto momento, parecía más un producto de la imaginación de Homero que una ciudad que realmente existió.

La fundación de la ciudad de Troya, como era de suponer, tiene raíces profundas en la mitología griega y troyana, con el legendario Dárdano, considerado el fundador mítico de la ciudad. De acuerdo con las tradiciones mitológicas, Dárdano fue el primer monarca de Troya y se le atribuye una línea de descendientes que trascendieron en la historia troyana. Según algunas versiones, cuentan que Dárdano era hijo de Zeus y Electra, con esto se añade una dimensión divina a la figura de Dárdano. Desde Arcadia, en la Grecia continental, Dárdano emigró hacia Anatolia, donde fundó la ciudad que llevaría su nombre, inicialmente conocida como Dárdano. Entre sus descendientes destacan su hijo Erictónio y su nieto Tros, a quien los griegos atribuyen la fundación de la ciudad que lleva su nombre, Troya. Tros, a su vez, fue padre de Ilo, continuando así la dinastía troyana. Ilo, por su parte,

tuvo un hijo llamado Laomedonte, quien desempeñó un papel crucial en la historia de Troya. Laomedonte emerge como una figura central en la leyenda troyana, sin embargo, su reinado es empañado por su reputación como un monarca deshonesto y perjuro, lo que desencadenó la furia de los dioses y selló el destino de Troya. Según la leyenda, antes de que la tragedia de la guerra de Troya se desatara, la ciudad ya había sufrido su propia destrucción por culpa de su rey. La historia cuenta que, cuando el legendario Heracles llegó a las puertas de Troya, Laomedonte le ofreció unos caballos divinos a cambio de que el semidiós griego exterminara una plaga de serpientes que asolaba la ciudad. Heracles, como en todos sus trabajos, cumplió con la tarea encomendada, esperando la recompensa prometida. Sin embargo, Laomedonte, fiel a su reputación, traicionó su palabra y se negó a cumplir con su parte del trato, esta actitud desató la furia del héroe. Quién, en represalia por la falta de honor del rey troyano, lanzó su venganza sobre la ciudad, destruyéndola como castigo por la traición. Las consecuencias del castigo divino quedaron marcadas a lo largo de la historia troyana, añadiendo auras de tragedia y maldición a la legendaria ciudad. Tras la destrucción de la ciudad de Troya por parte de Heracles, la ciudad se tuvo que reconstruir con nuevos liderazgos. Príamo, hijo de Laomedonte, se convierte en el sucesor de su padre como rey de Troya. En su reinado, la ciudad alcanza su apogeo en términos de poder y riqueza. Príamo, tuvo varios hijos,

de los cuales dos varones; Héctor y Paris, pasaron a la historia por ser parte importante en la Guerra de Troya. Sus otros hijos Polixena y Deífobo, tuvieron protagonismos más secundarios. De la primera, se dice que estaba perdidamente enamorada de Aquiles, y que paradójicamente fue asesinada por Neoptólemo, el hijo del héroe griego. El segundo, se casó con Helena tras la muerte de Paris, pero corrió la misma suerte que todos sus hermanos, también fue asesinado por un griego, en este caso por Menelao.

ORÍGENES MÍTICOS DE LA GUERRA

Homero nos cuenta en La Ilíada, que la ciudad de Troya, se vio envuelta en una gran guerra que se prolongó durante aproximadamente diez años hasta que finalmente fue destruida. Todos conocemos las causas, y en estas, encontraremos mitos y la intervención de dioses y diosas.

Todo comienza con la “Manzana de la discordia”, en las bodas de la diosa Tetis con el mortal Peleo, el padre de Aquiles. Estas bodas se celebraron en Tesalia, a las que fueron invitados muchos reyes, toda la aristocracia y por supuesto a todos los dioses y diosas. Fue un magnífico evento, excepto que la diosa Eris, la diosa de la discordia y la rivalidad, no fue invitada por su conocido carácter conflictivo. En venganza, Eris lanzó sobre la mesa una manzana dorada (otras fuentes dicen que fue roja) con la inscripción: “Para la más bella”, lo que provocó una disputa entre las diosas Hera, Atenea y Afrodita, las cuales compitieron para ser consideradas la más bella y digna de recibir la manzana.

Ante este conflicto, Zeus, para evitar conflictos entre las diosas, decidió restarse del problema y le encargó a Paris (también conocido como Alexandro), el hijo de Príamo, la misión de elegir a la diosa más bella. Las tres diosas, cada una de ellas trató de conquistar al príncipe troyano con distintas estrategias. Hera, como esposa de Zeus y reina de los dioses, le ofreció poder político. Atenea, como diosa de la sabiduría y la guerra, le ofreció habilidades en la guerra y sabiduría estratégica. Y, por último, Afrodita, la diosa del amor y la belleza, le prometió el amor de la mujer más bella del mundo, Helena de Esparta. Paris había sido abandonado cuando niño en el monte Ida debido a una profecía que decía que él causaría la destrucción de Troya. Algunas fuentes señalan que fue criado por pastores, otras dicen que, por ninfas, por lo que tenía una debilidad por la belleza femenina. Como era de esperarse, debido a esta debilidad, Paris eligió a la diosa Afrodita como la más bella, ya que, con esto se aseguraba el amor de Helena. El problema es que Helena era la esposa del Rey de Esparta Menelao, uno

de los hombres más poderosos de la Grecia micénica. Paris al llegar a Esparta, y encontrarse con Helena, esta se enamora instantáneamente de él. Con esto Afrodita cumplía con su palabra. El príncipe troyano, no encontró mejor cosa que llevarse a Helena a su ciudad. Este episodio amoroso desencadenó la Guerra de Troya y los posteriores eventos que culminaran en la trágica caída de la ciudad.

Aunque la guerra de Troya se extendió por diez años, en la Ilíada de Homero se relatan solo cincuenta días del noveno año del conflicto, lo que implica que ya han pasado aproximadamente ocho años desde su inicio cuando empieza el relato. Sin embargo, el poema épico no nos cuenta cómo termina la guerra, ya que concluye antes de su término. Afortunadamente, disponemos de relatos posteriores a las obras homéricas que nos aportan más detalles sobre el desenlace de este conflicto.

Uno de estos relatos es La Odisea, también compuesto por Homero y escrita después de la Ilíada, hacia el siglo VIII a.C. En la Odisea, se nos ofrece una visión complementaria sobre los acontecimientos posteriores a la guerra de Troya, centrándose en las peripecias del héroe griego Odiseo en su regreso a Ítaca tras la guerra. Pero esa es otra historia.

Lo interesante, fue la activa participación e intervención de los dioses. Unos a favor de los troyanos; Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita y Leto, y otros a favor de los griegos; Hera, Atenea, Poseidón, Hermes y Hefestos. Zeus y Hades tuvieron una participación más neutral.

El protagonista de la Ilíada es sin duda, Aquiles, de hecho, la Ilíada podría llamarse muy bien la Aquiliada o la Ira de Aquiles. Ilíada recibe su nombre de la palabra griega Ilion, que es otro nombre que recibe la ciudad de Troya.

Aquiles era hijo de Peleo, rey de los mirmidones, y Tetis, una ninfa del mar. El nacimiento de Aquiles está marcado también por los dioses, quienes preocupados por profecías antiguas que señalaban que el hijo de Tetis sería más grande que su padre decidieron casarla con un mortal. Tetis tenía la obsesión de que su hijo fuera inmortal. Siendo aún un bebe, Tetis lo sumergió en las aguas del río Estigia, para proteger todo su cuerpo para hacerlo invencible. Pero Tetis, no contó con que, al sostenerlo por el talón, esa parte de su cuerpo no tocó el agua del río del inframundo, por lo tanto, el talón no fue protegido por los poderes mágicos del río, todo esto ante la atenta mirada del dios Apolo, que traerá consecuencias trágicas para Aquiles. Este hecho dio origen al legendario “talón de Aquiles”, convirtiéndose en su único punto vulnerable. Cuando tenía aproximadamente seis años, fue enviado por su

madre a las montañas de Tesalia para ser educado por el centauro Quirón, conocido por su sabiduría, este le enseño las artes de la medicina, la música, la caza y las habilidades bélicas.

Tetis, sabía de las profecías que decían que su hijo moriría joven si iba a la guerra de Troya. Cuando tenía nueve o quince años trató de esconderlo disfrazándolo de mujer junto a las hijas del rey Licomedes en la isla de Esciros, con el nombre de Pirra. Sin embargo, Odiseo, conocedor de la profecía que aseguraba que los griegos no podrían ganarla sin Aquiles, hizo uso de su conocida astucia e inteligencia, descubrió su identidad mediante un truco; mezcló algunas armas con unos regalos destinados a las mujeres, al sonar una trompeta de guerra, Aquiles corrió a tomar las armas en vez de huir como una mujer más. Mediante este truco Aquiles fue descubierto. Posteriormente, Odiseo convence a Aquiles que se una a la expedición griega que se está preparando para zarpar hacia la ciudad de Troya. Aquiles acepta, iría al mando de los mirmidones, y acompañado de su gran amigo (o primo), Patroclo. Una vez ya estando en la guerra, los problemas de Aquiles comienzan con un conflicto con Agamenón, quien era el comandante supremo de la expedición griega. Agamenón toma para sí a Briseida (o Criseida), una doncella (o sacerdotisa) del templo dedicado al dios Apolo, que le había sido dada a Aquiles como botín del saqueo al templo de Apolo. Esto provocó que Aquiles se reusara a seguir combatiendo junto a los griegos. De esta situación se entera Héctor, quién es principal héroe para los troyanos. Héctor encarnaba todas las virtudes para ser el digno sucesor de su padre como rey de Troya.

Los troyanos, liderados por Héctor, atacan el campamento de los invasores, y comienzan a sumar victoria tras victoria sobre los griegos. La ausencia de Aquiles produjo un impacto dramático para los griegos. Al ver que la situación era adversa, Patroclo se embiste con la armadura de Aquiles para tomar el lugar como líder de los mirmidones. Su intención era envalentonar al ejército griego para que continuara luchando. Para desgracia de Patroclo, Héctor lo confunde con Aquiles y en una pelea a muerte el príncipe troyano asesina a Patroclo. Aquiles al enterarse de la muerte de su fiel amigo se siente devastado. Lleno de dolor y rabia, decide regresar al combate con sed de venganza. Finalmente, se encuentran cara a cara, Héctor y Aquiles, ambos héroes se enfrentan en uno de los duelos más famosos y dramáticos de la Ilíada. Finalmente Aquiles atraviesa con una lanza el pecho de Héctor, dando muerte de forma casi inmediata. No conforme con eso, y en un acto de furia extrema, arrastra el cuerpo inerte alrededor de la ciudad amurallada de Troya, atado a su carro.

Después de este terrible acto de venganza por parte de Aquiles, Príamo, se dirige de noche, acompañado por un sirviente y guiado por el dios Hermes, quien fue enviado por Zeus, al campamento griego y le suplica a Aquiles que le devuelva el cuerpo de su hijo. Aquiles sorprendido, en ese momento no ve a Príamo como al rey de Troya, sino a un padre desbastado por la muerte de su hijo. Conmovido por el dolor y la valentía de Príamo, acepta entregarle el cuerpo de Héctor. Y en un acto inesperado, Aquiles promete a Príamo que detendrá la lucha por doce días para que los troyanos realicen ritos funerarios en honor a Héctor.

Es importante, entender la mentalidad de los antiguos griegos, para ellos era importante el trato adecuado de los cadáveres. Según su creencia, un cuerpo que no había sido incinerado y enterrado como es debido, no se le aseguraba su viaje hasta las puertas del Hades, nunca podría acceder a la otra vida. Sin los rituales funerarios, se creía que el alma del difunto estaba condenada a vagar eternamente, lo cual representaba unos de los destinos más temidos por los griegos. Por ello, que para Príamo no recuperar el cadáver de su hijo y realizarle los ritos de inhumación en su honor sería una desgracia terrible.

Una vez recuperado el cuerpo de Héctor, los troyanos le realizan celebraciones en honor a su príncipe y héroe que se enfrentó con el más terrible y poderoso de los guerreros griegos, Aquiles.

MUERTE DE AQUILES

Se dice que el héroe Aquiles fue advertido por el dios Apolo sobre su punto vulnerable. Recordemos que Apolo estaba de parte de los troyanos, y que tendría un papel crucial en el destino de Aquiles. El príncipe Paris, considerado el más cobarde y el causante de la guerra al llevarse a Helena, también jugó un rol decisivo. Usando un arco, arma que en aquellos tiempos se consideraba digna de cobardes, lanzó una flecha, que Apolo desvió sutilmente la trayectoria, en dirección del único lugar del cuerpo de Aquiles que era vulnerable, su talón, de esta manera se cumplía la profecía sobre el destino del héroe griego. Así, Aquiles eligió entre una vida larga y olvidada, y una vida breve pero heroica. Escogió por la segunda.

¡¡QUE ARDA TROYA!!

Sabemos a través de La Ilíada, La Odisea y especialmente La Eneida que el asedio a la ciudad de Troya fue una estrategia ingeniosa ideada por Odiseo para poner fin a una década de guerra estancada. Su plan consistió en la construcción de un enorme caballo de madera hueco, dentro del cual se ocultaron un grupo de soldados griegos.

El ejército griego simuló su retirada de la guerra, dejando el caballo como un tributo, en apariencia, a los dioses y como una garantía de su regreso seguro a casa. A pesar de las advertencias del sacerdote Laocoonte, que desconfiaba del regalo y creía que el caballo era un vil engaño, los troyanos, confiados en su aparente victoria, llevaron el caballo dentro de las murallas de la ciudad como un símbolo de triunfo. Convencidos de que los griegos se habían retirado derrotados, realizaron celebraciones con un cuantioso banquete, cantos, bailes, además de ofrendas y oraciones de agradecimiento a los dioses para protección de la ciudad. Una vez que la noche cayó sobre la ciudad, los troyanos, estaban desprevenidos, sin guardias y convencidos de que la amenaza de los invasores había terminado. Fue entonces cuando Odiseo dio la orden para que los soldados griegos ocultos en el caballo salieran. El rey de Ítaca y sus hombres abrieron las puertas de la ciudad para permitir la entrada del resto del ejército griego, liderado por Menelao y Agamenón.

Los troyanos, cuando se dieron cuenta del ataque griego ya era demasiado tarde, desprevenidos fueron tomados por sorpresa. El ataque sorpresa por las puertas de Troya, abiertas al caer la noche, fue un éxito. No hubo ningún rincón de la ciudad que no fuera invadida y saqueada por los griegos. Con furia desataron terror y pánico a los troyanos. Estos hicieron un amago de resistencia, pero fue en vano, no estaban preparados, la noche avanzaba y con ella la matanza y la destrucción de la ciudad. Unos

soldados griegos encontraron la familia real troyana incluido el rey Príamo, todos fueron pasados por el filo de sus Xiphos, las espadas griegas.

Finalmente, la legendaria y gloriosa ciudad de Troya fue consumida por el fuego y la destrucción. Solo unos pocos troyanos lograron escapar de la masacre, uno de estos fue Eneas, mientras que otros fueron esclavizados o simplemente muertos.

LA FIGURA DE ENEAS COMO HÉROE DE TROYA

Sin embargo, la figura de Aquiles como héroe en la guerra de Troya no es la única. En el ámbito literario latino, autores como el poeta romano Virgilio en su obra La Eneida también nos transmiten relatos relacionados con la caída de Troya. En el Canto II de La Eneida, Eneas, es un héroe troyano que sobrevivió al asedio, logrando escapar de la ciudad mientras es destruida por los griegos. Llevando a su anciano padre Anquises en sus hombros, quien había sido castigado por Zeus lanzándole un rayo dejándolo cojo, esto por jactarse de una aventura amorosa que tuvo con la diosa Afrodita. Además de Anquises llevaba consigo a su hijo Ascanio. Tras huir de Troya, Eneas tiene numerosas aventuras, incluyendo un trágico romance con la reina Dido de Cartago, a la cual le relata los últimos días de Troya. Tras descender al inframundo donde recibe profecías sobre el futuro de sus descendientes, llega al Lacio, lo que es hoy la península itálica. Como si fueran pocos sus tormentos tras huir de Troya, se ve envuelto en conflictos con

los pueblos locales. Y es en esta parte de la leyenda donde Eneas establece lo que serían los cimientos de lo que se convertiría en la futura Roma. El relato de Virgilio cobra una importancia trascendental, pues no solo glorifica a Roma vinculándola con la heroica era de la mitología griega y los elevados valores morales de Eneas, sino que también confiere legitimidad a la familia de Julio César y, por extensión, a Augusto como descendientes de este noble linaje troyano. Ascanio, el hijo de Eneas, es venerado en la tradición romana como el antepasado directo de Rómulo y Remo, los legendarios gemelos que fundaron Roma. Inteligentemente, Augusto se aprovechó de esta parte del mito, integrándolo en la narrativa oficial del estado para reforzar su imagen como el restaurador de la grandeza romana y solidificar su gobierno. Al establecer una conexión directa con figuras míticas tan fundamentales, Augusto no solo fortalecía su propia posición política, sino que también infundía un sentido de continuidad y destino divino en la identidad de Roma, promoviendo la percepción de que su liderazgo era tanto un cumplimiento de la profecía como una reivindicación del glorioso pasado de la ciudad.

están marcados por la presencia de los dioses y diosas y por sus decisiones. Los seres humanos no deciden por sí mismos; el sentimiento o concepto de individualidad aún no había nacido, y son los dioses desde el monte Olimpo quienes deciden por el hombre, determinando el destino de las batallas y, por tanto, el desenlace de las guerras.

Los hechos relatados corresponden al siglo XIII a.C. Los griegos aún no son los que conocemos como tales, ya que todavía no han llegado los dorios. Esta Grecia es una civilización que nada tiene que ver con lo que después sería la Grecia clásica. En este momento, no existen las polis ni las ciudades-estado, solo reinos independientes que se unían ante una agresión extranjera.

Con la Ilíada y la Odisea, Homero es considerado el educador de la sociedad griega antigua. Al igual que Virgilio, ambos nos transmiten una serie de valores, principios y virtudes que debían tener los hombres y mujeres de la sociedad griega arcaica. También nos enseñan aspectos importantes de la ética y la moral griega. Pero al mismo tiempo, denuncian que no hay nada más terrible que la guerra. Además, presentan una serie de vicios y comportamientos negativos, que actúan como advertencias y enseñanzas sobre las acciones inmorales.

En la actualidad, vivimos en un mundo donde se están desarrollando conflictos que mantienen al planeta en vilo, provocados por vicios y comportamientos reflejados en la Guerra de Troya, tales como la codicia, la desmesura, la intolerancia y la arrogancia, por nombrar algunos. Para combatir estos comportamientos, la clave está en la educación, pero no en cualquier tipo de educación, sino en una educación de calidad.

Una educación de calidad forma ciudadanos informados, fomenta la lectura, y promueve el arte con base en las humanidades. Porque con ciudadanos que leen más, que saben más, que piensan más y desarrollan el pensamiento crítico, se constituye una sociedad educada que participa activamente en procesos democráticos y es capaz de elegir a sus gobernantes de manera informada.

REFLEXIONES FINALES

Como hemos visto, todos los hechos, desde el nacimiento hasta la fundación de la ciudad de Troya,

Con ciudadanos más educados e informados es posible cuestionar decisiones políticas injustas y exigir políticas menos abusivas. Una sociedad bien educada puede así aspirar a un futuro más justo y pacífico.

VILLARRICA: CONVERSACIONES con MI ABUELO

Querido abuelo. ¿Aún recuerdas Villarrica y Lican Ray desde el más allá? Te quiero convocar a sostener una nueva conversación cotidiana pero enriquecedora como las que teníamos antes. Quizás te preguntarás cómo han cambiado estos lugares comunes desde que partiste al paraíso —como me decías según tus creencias religiosas—. Me he dedicado a investigar sobre estos parajes australes que

tanto amamos desde distintas épocas y enfoques. He llegado a la convicción que la historia no siempre debe ser oficial, como muchos la quieren exponer de forma mecánica repitiendo fechas sin cesar. Podría armar una memoria sobre la base de las largas charlas que teníamos mientras caminábamos rumbo a los embarcaderos del lago Mallolafquén o cuando te ponías a rememorar

los más recónditos recuerdos de tu infancia marcada por el rigor de la vida de campo y la dureza de aquellos años.

La historia la podemos tejer desde mi vida actual en Santiago, como la pueden apreciar mis hijos, sumando tus vivencias en esos preciosos edenes del sur donde exististe y trabajaste ingeniosamente, sacando agua de los cerros para construir una red de servicio

del vital elemento para abastecer a tu querido pueblo de Lican Ray. Es necesario incluir en nuestra conversación, en esta semblanza de Villarrica, a tus abuelos de una época donde no había caminos y viajaban a Pucón en unos pequeños barcos, y agregar a la generación de mis progenitores. Por ejemplo, mi padre comentaba en las sobremesas, que cuando cruzaba el río Trancura para llegar al colegio donde estudiaba fue siempre una constante sentencia de muerte, sobre todo en invierno. Añadiremos también la rica historia del pueblo mapuche antes de la Pacificación de la Araucanía, cuando perdieron de forma violenta sus tierras e incluso hay que hablar de los primeros habitantes del lago.

Viajar hoy desde Santiago a Villarrica, querido abuelo, resulta ser más cómodo que antes. Ya no hay una sola línea de buses, “Igillaima” o el legendario tren con asientos de madera, que paraba en todas las estaciones (ahora se descarriló en su reinauguración). Por estos días existen muchas líneas de buses y viajes en avión. Y no te podrías imaginar lo mucho que ha crecido la ciudad. Los caminos se encuentran pavimentados en su totalidad… ¿te

acuerdas del tramo entre Villarrica y Lican Ray cuando el ripio era tedioso y podíamos estar más de una hora aporreando el viejo Renault 18 que le sacábamos a mi papá? En esa ruta nos divertíamos viendo cómo cruzaban cientos de conejos. Hoy casi no se ven esos animalitos o algunos zorros que antes eran comunes, solo se pueden apreciar bolsas de basura. La mayoría de las bermas están colmadas de negocios y grandes casas. Sin embargo, el viaje desde

la capital tiene el mismo encanto de antaño, cada kilómetro que nos acercamos es más verde, los árboles son más grandes, hay más olor a tierra, los ríos se ven más anchos y a medida que nos encontramos en el destino se comienzan a apreciar lagos y volcanes.

Tata, todavía me sigue gustando cruzar el río Toltén al ingresar a Villarrica. Cuando voy manejando y paso ese torrentoso río doy unos suspiros de alivio y siempre que puedo, voy con mi familia a dar una vuelta al puente antiguo que es más pintoresco y se mueve por completo cuando cruzan los camiones. Ahora hay un puente nuevo y para el estallido social quemaron sin miramientos al Pedro de Valdivia de madera que había en la entrada; son otros tiempos. En cualquier caso, hubo tantas pasarelas de madera que fueron levantadas sobre el Toltén, que ya no llevo la cuenta desde la primera que izaron los conquistadores españoles. Hace unos años los restos ínfimos del primer puente fueron hallados por arqueólogos y estaba ubicado cerca del club de pesca donde me mostrabas los pilotes antiguos del muelle

donde salían los barcos a vapor que tomabas para ir al trabajo de las maestranzas en el siglo pasado. Te voy a contar un poco de historia de la cuenca de Villarrica.

Aunque seguro la debes saber, lo haré igual, pues me gano la vida historiando y me he acostumbrado a compartir los relatos. Hay vestigios de ocupación en el entorno inmediato del sector lacustre que datan de diez mil años atrás. Los arqueólogos han realizado hallazgos de puntas de flechas, entre otros artefactos, en las cercanías de Coñaripe. Los primeros habitantes lo hicieron en lugares muy próximos donde comprábamos calzones rotos en una panadería que te encantaba, “Elizabeth”, que fue popular y sencilla en ese entonces. El pan de ese negocio lo encontrabas muy bueno y novedoso, esto no le causaba gracia a mi abuela, pues se daba maña de hacer todos los días esa hogaza de trigo que nunca más he vuelto a saborear y que siempre tengo las esperanzas de volver a degustarla y así poder recordar las tardes de mate, pan y naipes, que mi abuelita escondía cuando venía el Pastor del pueblo a verla y volvía a sacar la baraja apenas se iba, aunque al

final siempre perdía, lo cual era un alivio para todos porque apostábamos con ella un postre o una sandía. Las tertulias cotidianas en medio del juego fueron un regalo para mi memoria.

Villarrica fue tradicional y ancestralmente un sector habitado por mapuches desde siempre, quienes en un breve lapso de sesenta años perdieron su dominio cuando los españoles tomaron aquellas tierras en 1552, lo que corresponde a la primera invasión y fundación por poblaciones externas de la ciudad. El capitán Gerónimo de Alderete fundó Villarrica enviado por Pedro de Valdivia luego de sus andanzas en el sur (sector de Valdivia), buscando oro, fama y gloria, que fueron al fin y al cabo las mayores motivaciones de los adelantados y capitanes de conquista. Seguro te acordarás de esos nombres, Valdivia y Alderete, pues siguen siendo las calles más concurridas del centro y en los 80 eran visita obligada para pagar las cuentas y hacer los trámites mensuales que en Lican Ray no se podían hacer. Recuerdo además que para llamar por teléfono había que mandar un mensaje en bicicleta al centro de

llamadas “El mensajero” y pagar con cobro revertido cuando mis padres nos preguntaban cómo estábamos, siempre fue una preocupación vana y estéril, pues la verdad es que nos encontrábamos más que bien, éramos felices sin celulares. En tu humilde casa había buenos libros, había poca gente en autos, el pueblo tranquilo y de vez en cuando llegaba el ruidoso circo.

Cuando los mapuches recuperaron Villarrica, la dejaron semi-poblada, pues eran muy religiosos y respetaron a los caídos en desgracia en manos de los españoles. Y por eso la llamaron, “el lugar de las ánimas” y sin más la dejaron estar quieta por mucho tiempo. Siempre rememoro esa quietud cuando paseábamos por la costanera, que era un camino que se unía con Pucón. Era un ripio de tierra muy suave y no era tan extensa como en la actualidad. Si vieras la cantidad de autos y lo poco que se puede avanzar, te asombrarías. Un buen paseo por esos años era una vuelta en bote a remos, donde apreciábamos el color verde del lago. En la actualidad el club de pesca es un fantasma y aun cuando hay botes, lo usual es usar una lancha que aumenta la contaminación del agua. Su estado es tan preocupante que fue el primer estero de Chile en ser declarado como peligroso e incluso la impureza superaba hace poco los márgenes permitidos. Te habrías molestado mucho pues eras experto en determinar la calidad del agua potable, no había día -domingos incluidos- en que no te fueran a preguntar por un arreglo, una reparación o una emergencia… y partías raudo en tu bicicleta a donde fuera. ¿Recuerdas cuando por distraído se te calló el sueldo entero en el estaque de la ciudad? Sin más, le cortaste el suministro a todos y vaciaste la reserva de agua hasta que recolectaste los

desteñidos billetes que secaste al sol. Aunque a la abuela le faltaba el dinero, se reía picaronamente de tu desgracia y me mandaba a abrir las llaves por si salía parte de tu ajustado salario.

Hablamos varias veces de la importancia de los vapores como medio de transporte para los durmientes de los ferrocarriles, entre otras cosas. Solo había pequeños senderos para ir a Pucón, y como tú trabajabas ahí y luego debías seguir a Curarrehue, entonces los viajes en lanchones eran como los de Odiseo hacía Ítaca. El verano pasado me fui a recorrer las bibliotecas y museos para admirar las fotos de los barcos y consulté algunos libros sobre estas embarcaciones. Encontré algunos tesoros que me hicieron rememorar esas conversaciones de los viajes que hacías al campo. Los vapores eran propulsados por una caldera mediante la energía calórica del carbón, pues era el combustible que había en ese tiempo y constituyeron la viva imagen de los medios de transporte de la revolución industrial en su primera fase con la “Máquina de Vapor”. El viaje principal era siempre hacia Pucón y con posterioridad en dirección a Pitrufquén. Estos barcos eran de veinte metros de largo por cinco de ancho y eran fabricados en la misma arena de las playas con madera de Raulí. Tras su construcción estaban los hábiles artesanos de la época, quienes con paciencia infinita fueron perfeccionando cada vez más las embarcaciones, llegando a confeccionar obras de arte capaces de dominar el viento puelche, que causó no pocos estragos estructurales en las primeras construcciones. De manera lamentable, en una visita que hice a Choshuenco con mi familia, estaba varado el vapor Enco y era usado como baño público. Para construir estos barcos varias especies de árboles nativos se

explotaron de sobremanera, pero no solo eso, además gran parte de la ciudad del siglo pasado ocupaba en sus construcciones maderas autóctonas como esas hermosas casas que solíamos admirar por la calle Colo Colo o en la avenida Pedro Aguirre Cerda. Esas habitaciones ya casi no existen o se están vendiendo para hacer edificios o negocios modernos. Ya no queda arena en la playa Pucará y, si me visitaras, no entenderías por qué en el corazón de la Araucanía hay

una ribera artificial. Aun así, el esfuerzo valió la pena y se puede recorrer una playa que antaño fue un fango. Otra de las cosas que vimos juntos era “el lechero”, un hermoso caballo que tiraba una carreta de color verde. En su interior y a la vista de todos, había sendos galones de metal con leche recién ordeñada. Este ancestral vendedor recorría las calles y la gente compraba sin falta. En los últimos años, dejó de transitar.

Con el tiempo se van olvidando este y otros oficios tradicionales del sur. Es por eso que hay que mantener la memoria viva. Afortunadamente, cuando estabas vivo ya estaban los paisanos que hasta hoy tienen su feria y se esfuerzan por mantener vigentes los recuerdos del pasado.

Por cierto, no he olvidado cuando nos llevaste junto con mis padres y hermanos al corazón de Pucón, al campo mismo donde no hay más que esfuerzo, y nos mostrabas cómo tus vecinos de siempre hacían queso, mantequilla y guapeaban conduciendo a los más feroces toros. El Pucón que conociste no es el mismo de hoy, aunque sigue siendo igual de hermoso, estaría casi irreconocible para ti. La cantidad de construcciones al borde del lago no solo han contaminado sus aguas hasta decir basta, sino que, además, hay pocas playas donde nadar con tranquilidad. Sobre lo mismo aún evoco cuando fuimos a pescar al otro lago, “Calafquén” y sacamos varios salmones en una época de infancia donde la enorme laguna aún era bastante pura y podíamos jugar a la pelota sin molestar. Esto último es una utopía en la temporada estival, donde el espacio escasea. Eras un caminante incansable y las salidas al volcán y a la montaña que solíamos hacer, las sigo repitiendo con tus bisnietos y mi esposa como si de una religión sagrada se tratara. Los caminos son los mismos, aunque con frecuencia se van cortando con parcelas privadas y cuesta más avanzar. El verano pasado, sin saberlo, seguí una huella de autos que estaba plana y habilitada hasta los mismos pies del volcán. Con esa acción se perdió todo el encanto de las largas caminatas, donde lo máximo era aproximar los viejos vehículos hasta la entrada del escorial, que

se ha transformado en un acopio lamentable de desperdicios. Con todo, el Parque Nacional sigue siendo un templo bien cuidado, aunque cobran por todo lo que te puedas imaginar. Aún retengo cuando hacías valer tu sentido de pertenencia al suelo y al decir que eras lugareño, todas las puertas se abrían de forma amable. No hace mucho fuimos a una ruca mapuche en un cerro cerca de Challupén, donde el dueño aún se acordaba de ti ya que fuiste un trotamundos. Hay que reconocer que podrías haber sido fácilmente el alcalde. Todas las personas te conocían y cada vez que salíamos a caminar la gente se paraba a saludarte o pedirte un favor, o una de tus infinitas herramientas, cosa que enojaba a la abuela. Hoy no existe esa sociabilidad y cada vez es más frecuente que la gente camine mirando al suelo o a su celular. Donde vivías en Lican Ray hay cosas que en la actualidad no podrías realizar. Como cuando dejabas abierta la casa y salíamos

y al llegar, todo estaba en orden. Hoy la crónica roja en las zonas lacustres es abundante y ya no solo llama la atención por el turismo, sino también lamentablemente por delitos que antes ni en nuestros más remotos sueños imaginaríamos que podían pasar. Como máximo, antaño, los gitanos todos los veranos hacían de las suyas, pero pese a todo, eran muy respetuosos y no molestaban a nadie, a lo más a mi abuela, que solían engatusarla y siempre les entrega sus monedas y caía en los viejos trucos que nunca fallaban. Para los lectores, este trazado fue una leve pincelada de tradición oral y de fuentes documentales. Es evidente que una nueva versión de la historia de Villarrica merece ser escrita y estudiada de forma renovada, pues su narración puede servir perfectamente para un capítulo imprescindible de la historia de Chile. Su relato debe ser visto como una oportunidad para romper poco a poco con la “Crónica Oficial” que a veces no es cuestionada, y de paso disminuir las brechas con el centralismo que ha marcado el trabajo historiográfico desde Pedro de Valdivia hasta hoy. Además, creo que Villarrica puede ser un caso de estudio único para comprender la importancia del sincretismo y la vida de la frontera durante la Guerra de Arauco.

En mi opinión, es el momento preciso para ser más enfáticos con exigir a las autoridades cambios positivos en esta cuenca lacustre. Villarrica ofrece múltiples oportunidades turísticas, ambientales, culturales, históricas y arqueológicas. Espero que en un futuro las generaciones que vienen puedan disfrutar de un viaje al corazón del lago, a sus parques, una caminata al volcán como muchos pudieron disfrutarlo en el pasado.

En memoria de mi abuelo. Hasta pronto.

UNA NOVELA DE RARA PERFECCIÓN

AL CONTARNOS LA VIDA DE UN HOMBRE

QUE LANGUIDECE INMOVILIZADO

EN UN LECHO DE HOSPITAL, LA AUTORA CONSIGUE REMOVERNOS

INTERIORMENTE.

EL SILENCIO DE IRENE

María Eugenia Lorenzini Novela

Editorial Forja, 253 páginas

POR ANTONIO ROJAS GÓMEZ

Escritor y periodista

Cierro el libro y me pregunto qué me ha llevado a sumergirme en la lectura incesante de más de 250 páginas apretadas, con la historia de un hombre que, si me lo topara por la calle, lo despacharía con un puntapié en el trasero y lo mandaría a freír espárragos. Un tipo del que no podría ser amigo. Que reconoce ser un cobarde. Un fulano cuya única actitud decente en su vida ha sido rechazar las insinuaciones del padre Alfonso, el superior del seminario en que estudiaba. Porque quería ser cura. Pero después de haber empujado contra la pared al superior que lo besó en la boca, lo citó el obispo para sentenciarlo: “No

estás hecho para la vida religiosa, hijo. Debes buscar otro camino” (Pág. 27).

Bueno, me pregunto por qué he pasado horas acompañando a este sujeto que agoniza en una pieza de hospital, víctima de un accidente que lo ha dejado inmovilizado y con el cuerpo insensible. Y la respuesta es porque me ha embrujado la prosa magnífica de María Eugenia Lorenzini y su talento para hurgar en la vida de Alejandro Pissano y mostrarlo tal cual es, tal como ha sido y como han sido las personas junto a las cuales ha vivido cincuenta años, aquí en Chile, en los tiempos de la Unidad Popular y del golpe militar y la dictadura, y además en Italia, donde huyó para escapar de Pinochet. Entonces concluyo que la novela es excelente y que el mérito de que lo sea es doble porque el protagonista

no es ni siquiera un hombre corriente, es detestable. Y sin embargo ha conseguido enamorar a Irene, después que dejó el seminario y entró a la universidad; y en Italia se casó con Domenica, una mujer también bella y valiosa. Pero siempre añoró a Irene, que fue su gran amor, y quería irse a Roma con él, pero él se negó. Tuvo miedo, porque fue siempre un cobarde. ¿No será que el mundo está lleno de cobardes?, me pregunto ahora. Porque Alejandro Pissano se justifica. No quiso llevar a Irene porque no sabía qué iba a ser de él cuando llegara a Roma y se negaba a hacerla pasar esa inquietante desventura. Así que puso un continente de distancia entre los dos. Y cuando al fin regresó a Chile, con Domenica, su esposa italiana, que lo apoyó y le facilitó la vida en el exilio, buscó a Irene en procura de reanudar su relación interrumpida. Sin embargo, no estaba dispuesto a separarse de Domenica, aun cuando no la hablaba. “Había perdido la paz de los últimos años. De pronto se movía sobre un piso incierto en que excitación y culpa venían de la mano” (Pág. 236).

En torno a Alejandro, todos viven confundidos en una situación que el único que puede resolver es el

propio Pissano. Y ahora está al borde de la muerte, incapaz de moverse y de articular palabra deseando que una mano caritativa desactive las mangueras que lo mantienen respirando; “tuvo que llegar al borde de la muerte para entenderlo, concluyó siendo sincero consigo mismo por primera vez: era un cobarde” (Pág. 216).

Bueno, los personajes de las novelas no tienen por qué ser perfectos. Don Quijote estaba loco; Rodión Raskólnikov es un estudiante arrogante que mata a una mujer anciana, en Crimen y Castigo; Jean Valjean, protagonista de Los Miserables, de Víctor Hugo, estuvo diecinueve años preso por ladrón; Madame Bovary, de Gustave Flaubert, le pone cuernos a su marido con entusiasmo pasional; y suma y sigue. Así que, a fin de cuentas, no tiene nada de raro que el tal Alejandro Pissano, que peca apenas de cobardía, encante a un lector y lo mantenga atado a él hasta las últimas páginas de “El silencio de Irene”, en las cuales, por lo demás, se va a revelar una verdad que amarga los momentos finales del protagonista y sorprende al lector con un cierre perfecto para esta novela de rara perfección.

MEU CARO AMIGO… CHICO BUARQUE DE HOLLANDA, LA VOZ, LA POESÍA Y LA MÚSICA DE BRASIL

POR EDGARD “GALO” UGARTE

Licenciado en Teoría de la Música, Universidad de Chile, cantautor, compositor y guitarrista

Hace unas cuantas semanas atrás cumplió 80 años el que, por muchos, es considerado el mayor cantautor vivo de la música popular de Brasil: Chico Buarque. Poseedor de una pluma exquisita, con un trabajo musical melódico y armónico siempre interesante, ha sido el cronista de los amores, las desgracias, las luchas sociales y las esperanzas de su pueblo. Un artista completo que además ha incursionado en la novela y la dramaturgia. Hoy en este número haremos un breve repaso por su obra y su vida.

ESTIRPE INTELECTUAL

En el hogar del matrimonio conformado por Sérgio Buarque de Hollanda y Maria Amélia Alvim, en Río de Janeiro, se respiraba un aire de rica cultura e intelectualidad. Sérgio era historiador, sociólogo, escritor, crítico literario y periodista y tenía un historial familiar profesional: su padre Cristóvão fue el creador y uno de los fundadores de la Facultad de Farmacia, precursora de la Facultad de Farmacia y Odontología de la Universidad de São Paulo, donde fue profesor de Botánica y perteneció a la Academia Nacional de Farmacia y fue uno de los fundadores de la Sociedade Farmacêutica Paulista. Maria, por su parte, era pintora y pianista y su abuelo José Cesário había sido político, abogado y economista, amén de presidente del Estado de Minas Gerais. Incontables personalidades del mundo intelectual del Brasil pasaban por aquella casa, incluyendo al célebre poeta Vinicius de Moraes. En 1937 había nacido la primera hija del matrimonio, Heloísa Maria, más conocida como Miúcha. Ahora, en 1944, esperaban a su segundo hijo, el cual vio la luz finalmente el día 19 de junio. Su nombre, Francisco Buarque de Hollanda. Sin embargo, sería conocido como Chico Buarque. Un par de años después, la familia se trasladaría a São Paulo, pues el padre asumió el cargo de Director del Museo de Ipiranga. En 1948 nace la tercera hija, Anna y en 1950 la cuarta, Maria Christina. En 1953, Sérgio fue invitado a hacer clases en la Universidad de Roma. El prestigio profesional que ello significaba llevó a la familia a trasladarse a Italia. Allí el pequeño Chico aprendía inglés en la escuela e italiano en el

diario convivir. Además de la conversación literaria y científica, algo más había captado las pasiones en toda la familia: la música de carnaval. Fascinado la escuchaba el pequeño Chico y también sus hermanas. No es de extrañar que la música era el destino no sólo de él, si no también de ellas, pues todas fueron a la postre cantantes de música popular brasileña. El joven Chico echa a volar su aún incipiente creatividad musical y compone sus primeras marchas de carnaval, afición que compartía con otra que, como buen carioca, le interesa hasta el día de hoy: el fútbol. En 1959 compone su primera canción “Canção dos Olhos”, cuando tenía 15 años de edad. También se sintió atraído por un nuevo estilo que ya empezaba a consolidarse: el Bossa Nova.

COMENZANDO EL CAMINO

En 1960 la familia regresa a Brasil, trasladándose nuevamente a São Paulo. Ahí en sus años de secundaria, Chico escribe sus primeras crónicas en un diario que formó junto a algunos compañeros, Verbâmidas. Era una época de seguir explorando y

probando formas de expresión. Y también de cometer algunas “travesuras”: junto a un amigo roban una auto para salir a caminar después al amanecer. Ambos son arrestados. Curiosamente, fue su primera aparición en la prensa.

Algunos años después, olvidado el incidente, llega el momento de pensar en el futuro. Chico entonces decide estudiar arquitectura en la Universidad de São Paulo el año 63. Pero al año siguiente ya tiene las primeras presentaciones en vivo con sus canciones. Aunque en ese entonces, al joven con su característica timidez solo se interesaba en componer. Una de las primeras interesadas en sus coWmposiciones es la cantante Maricene Costa, que en 1964 realiza la primera grabación de un tema de Chico, “Marcha para um dia de sol”, bajo el sello Philips.

Ese año también conoce a Roberto Freire, quien lo llevó a RecordTV para que participara en la banda sonora de su telenovela “Prisioneiro de um Sonho” , grabando los temas “Tereza Tristeza” y “Valsinha”. Todo esto en medio de un lamentable hecho que marcaría profundamente el rumbo que tomaría Chico

con su vida: el golpe militar de abril que instauraría una cruenta dictadura que duraría más de 20 años.

LA CONSOLIDACIÓN

Por supuesto, lo que marcaría el hito en su carrera sin vuelta atrás llegaría en 1966, cuando obtiene el primer lugar en el Festival de Música Popular Brasileña transmitido por TV Record con su célebre canción A banda “A moça triste que vivia calada sorriu / A rosa triste que vivia fechada se abriu / E a meninada toda se assanhou / Pra ver a banda passar / Cantando coisas de amor”. Y la intérprete de dicha canción fue nada más ni nada menos que la estrella del Bossa Nova Nara Leão. Este triunfo fue compartido con la canción “Disparada” de Geraldo Vandré, interpretada por Jair Rodríguez. La final no estuvo exenta de polémica: el público se encontraba enfrentado en una cuasi batalla campal por cada una de las dos canciones, mientras en el camarín Chico y Jair expresaban su mutua admiración. Finalmente el jurado excepcionalmente falló por otorgar ese primer premio a ambas. El teatro se vino abajo en una celebración plena de jolgorio. Con el tiempo, se supo que el jurado en su mayoría estaba a favor de “A banda” pero que el mismo Chico se acercó para pedir que el primer premio lo ganase “Disparada”. De ahí en adelante, comenzaría una carrera vertiginosa. Ganaría varios festivales, como el de MPB del 67 y el de TV Globo del 68, interpretando él sus canciones o siendo interpretadas por grandes artistas como Nara Leão o MPB4, componiendo a medias con Tom Jobim, Francis Hime, Toquinho. Chico fue una especie de “regalón” de Tom y Vinicius, sobre todo porque este último lo conocía desde niño al ser gran amigo de su padre. Como diría Chico en una entrevista “cuando pienso en mi padre, pienso en Vinicius y viceversa”.

Participaría también en la banda sonora de innumerables telenovelas y películas, aportando canciones que buscaban explorar “lo femenino”, contadas en primera persona por una mujer, costumbre que se

extendió a muchas de sus canciones, como en el caso de “Anos dourados” (“Não sei se eu ainda / Te esqueço de fato / No nosso retrato / Pareço tão linda / Te ligo ofegante / E digo confusões no gravador”), “Com sugar”, “Teresinha”, “Atras da porta”, “Folhetim” y “Olhos nos Olhos” (“E que venho até remoçando / Me pego cantando / Sem mais nem porquê / E tantas águas rolaram / Quantos homens me amaram / Bem mais e melhor que você. / Quando talvez precisar de mim / ‘Cê sabe que a casa é sempre sua, venha sim / Olhos nos olhos, quero ver o que você diz / Quero ver como suporta me ver tão feliz”)

DEL EXILIO A LA ESPERANZA

También su actitud crítica hacia la dictadura militar (toda vez que además su educación familiar había sido profundamente progresista) le llevó a componer canciones que hablaran de la situación política pero siempre en un lenguaje críptico debido a la fuerte censura que imperaba. Así nace por ejemplo la célebre canción “Cálice” compuesta junto a Gilberto Gil, que, en clave de sermón religioso, alude a la cruda situación del país repitiendo constantemente la palabra “Cálice” que significa “cáliz” que suena muy parecida a la palabra “cale-se” que significa “cállese” en alusión a la censura impuesta. Los problemas con las autoridad se acentuaron, pues finalmente descubrieron el truco que había tras ello y la canción fue

TRIBUTO A CHICO BUARQUE

El próximo sábado 10 de agosto un grupo de artistas chilenos realizará un homenaje a Chico Buarque para celebrar sus 80 años. Contará con la participación de Álvaro Godoy (director musical de la mítica revista “La Bicicleta”), Javier Labbé, Galo Ugarte, Alicia Alarcón, Víctor Allan, Pamela Flores y Vicente Garzo. Un repaso de sus grandes éxitos y varias sorpresas más en voces y guitarras.

La cita es a las 20 hrs en el Café Brazil, Ricardo Cumming 562, Santiago. Entradas por www.echomusic.cl

prohibida, a la par que Chico estaba siendo cada vez más acosado por los grupos represivos: se ordenó a los militares que destruyeran el set de grabación al que él acudía, interrumpieran sus actuaciones y que él fuera encarcelado. Ante semejantes presiones, en 1969 Chico decidió exiliarse en Italia, sumándose a la lista de desterrados que incluía a Caetano Veloso y Gilberto Gil. Al año siguiente, regresa para continuar con su actividad musical de forma aún más crítica con el régimen. Su sencillo de protesta (ligeramente disimulada) “Apesar de voçê” pasó desapercibido de alguna manera por los censores militares y se convirtió en el himno del movimiento democrático:

“Apesar de você / Amanhã há de ser outro dia / Eu pergunto a você onde vai se esconder / Da enorme euforia

Como vai proibir / Quando o galo insistir / Em cantar / Água nova brotando / E a gente se amando sem parar”

Después de vender cien mil copias, el sencillo fue finalmente censurado y todas las copias fueron retiradas del mercado. A pesar de la censura, canciones con notable contenido político como “Samba de

Orlý”, “Acorda amor”, “Vai passar” y “Meu caro amigo” ganaron gran fama entre la gente. Pero sin duda su obra cumbre de aquella época es “Construção”, que tiene como premisa la precariedad laboral de un obrero que cae desde lo alto de un edificio muriendo en el espacio público. La letra fue compuesta en versos dodecasílabos, que siempre terminan en una palabra esdrújula. Los 17 versos de la primera parte (cuatro cuartetos, además de una copia de los resultados) son prácticamente los mismos diecisiete que componen la segunda parte, cambiando sólo la última palabra. Mezcla la crónica periodística, el teatro, la narrativa, juega con los sentidos de las palabras, va mutando las metáforas. Es como si fueran varias historias similares o bien una misma historia contada por distintos narradores. Aunque no todo es mérito de Chico: el arreglo de Rogério Duprat es fundamental, da la impresión de un edificio que se va construyendo y cuando llega la canción “Deus le pague” (con la cual está unida) da lugar a un clímax vertiginoso. Una genialidad de a dos. También destaca “Eu te amo” con música de Tom Jobim que narra una separación de pareja con melancolía pero también con un “tierno erotismo” donde se mezclan el hablante, su ex amada y el espacio íntimo

“Se nós, nas travessuras das noites eternas / Já confundimos tanto as nossas pernas / Diz com que pernas eu devo seguir / Se entornaste a nossa sorte pelo chão / Se na bagunça do teu coração / Meu sangue errou de veia e se perdeu / Como, se na desordem do armário embutido / Meu paletó enlaça o teu vestido / E o meu sapato inda pisa no teu”

Sus composiciones fueron versionadas por innumerables figuras de la MPB como Elis Regina, Maria Bethania, Gal Costa y también por exponentes de la canción de habla hispana. Además, condujo el programa de TV «Chico e Caetano» junto a Caetano Veloso.

Chico se transformó en uno de los grandes referentes de la canción para las luchas sociales en Latinoamérica. También para el amor en su más amplia acepción. Con una extensa discografía que cuenta con unos 37 discos oficiales, además de un sinfín colaboraciones y ediciones especiales. Ha escrito cinco obras de teatro y cinco novelas. Ha recibido los premios literarios Jabuti y Camões. Éste último se otorga a escritores de lengua portuguesa en todo el mundo, en una iniciativa luso-brasileña. Se han compuesto sambas en su honor, se le ha invitado a inaugurar recintos deportivos. Se le ha mencionado en versos y canciones. Se le han dedicado estudios desde la academia. Pero lo más importante, hoy forma parte del acervo cultural de su pueblo.

CIEN AÑOS DE MARCELLO MASTROIANNI

POR ANA CATALINA CASTILLO IBARRA

Académica, magíster en Literatura, diplomada en Historia y Estética del cine

“Marcello, come here!”, invitaba el personaje de Anita Ekberg, Sylvia, al periodista Marcello Rubini, encarnado por otro Marcello, para que se bañara con ella en la Fontana di Trevi. Y sería esta la imagen que quedaría grabada en la memoria colectiva, tanto cuando se piensa en la película en cuestión como en el famoso actor o, incluso, en su director. Hecho algo injusto si se considera que, según la filmografía oficial de Marcello Mastroianni, el italiano actuó en 155 películas y cuando llegó a La dolce vita, una de las joyas de Federico Fellini, lo hacía después de haber rodado ya más de cincuenta.

Este año, el cine italiano conmemora el centenario del nacimiento de Marcello Domenico Vincenzo Mastroianni, nacido el 28 de septiembre de 1924. El festejo tuvo su momento inaugural en el último Festival de Cannes, cuando se presentó en competencia la cinta Marcello Mio, dirigida por el francés Christophe Honoré, una autoficción que presenta a su hija Chiara Mastroianni poniéndose en el lugar del padre y reviviendo momentos claves de su filmografía, como el que citamos al comienzo de este artículo.

Pero Marcello ha sido de todos y de todo en la gran pantalla. No fue solo un periodista mujeriego, desencantado y perdido en un vacío existencial, como en La dolce vita. Su carrera, que abarcó más de cinco décadas, estuvo marcada por su versatilidad. Esta característica, sumada a su natural encanto, que nacía de su sencillez y ausencia de cualquier asomo de divismo, se materializó en la colaboración con grandes cineastas. Entre muchos otros, fue dirigido por maestros como sus compatriotas

Luchino Visconti, Mario Monicelli, Vittorio De Sica, Michelangelo Antonioni, Ettore Scola y Lina Wertmüller. Asimismo, maestros de otros países como Roman Polanski, Agnès Varda, Robert Altman, Theo Angelopoulos, María Luisa Bemberg y Raúl Ruiz lo convocaron más allá de sus fronteras.

MARCELLO Y SUS INICIOS EN EL TEATRO

Antes de convertirse en la gran figura del cine internacional, el joven nacido en Fontana Liri, región de Lacio, pasó por estudios y oficios que estaban muy lejos de los escenarios y las cámaras. Gracias a su perseverancia y, como él siempre recalcó con mucha humildad, con un poco de suerte, llegó a formar parte durante diez años de la compañía teatral del gran Luchino Visconti. Esa fue su escuela y con él aprendió, como lo confesaba tan bellamente, a “distinguir las cosas más nobles de las más vulgares”: significó su formación cultural. Por lo mismo, reconocía con emoción y entusiasmo que los dos mayores mentores en su carrera habían sido Visconti en el teatro y Fellini en el cine.

Su primera incursión en las tablas de manera profesional fue en Rosalinda (As You Like It) de Shakespeare y luego vendría el personaje de la obra de Tennessee Williams en Un tranvía llamado deseo, Stanley Kowalski. Según comentaba Mastroianni, a ese papel había llegado justamente por su rusticidad, que lo acercaba al personaje. Como se aprecia, y tal como él mismo lo decía, Marcello entró al teatro por una puerta de oro, no solo por la figura de Visconti, sino también por la talla de los dramaturgos cuyas obras se representaban en esa compañía. A los autores ya mencionados se agregarían más tarde obras de Vittorio Alfieri, Arthur Miller, Carlo Goldoni y Antón Chéjov.

ALGUNOS PERSONAJES INOLVIDABLES

Tal es la cantidad, calidad y diversidad de las cintas en que actuó Marcello Mastroianni, dando vida a personajes inolvidables, que se vuelve no solo difícil sino arbitrario seleccionar solo algunas. No obstante, partiremos mencionando la primera película que protagonizó bajo la dirección de su maestro teatral. Se trata de Noches blancas (Le notti bianche, 1957), inspirada en una novela corta de Dostoievski. En ella pudo acercarse a un personaje muy diferente al que personificó en algunas cintas de la década anterior, lo que implicó para él una evolución en el plano intelectual. Por ese rol recibió el premio Nastro d’argento 1958 como mejor actor, galardón muy prestigioso que entrega el Sindicato Nacional Italiano de Periodistas de Cine. El papel le permitió, según sus palabras, transitar de los personajes populares y simpáticos a otros con, al menos, “un mínimo de inquietud”. Su personaje, Mario, sublima su pasar mediocre por la vida, mediante un estado de enamoramiento, cercano al ensueño, que lo suspende entre la perplejidad de lo que podría ser y lo que no será.

En 1960, Mastroianni dejó más que claro que era muchísimo más que el “latin lover”, etiqueta que le colgó la prensa y de la cual se burlaba. Su actuación en La noche (La notte) de Antonioni junto a Jeanne Moreau y Monica Vitti impresionó al público y a la crítica. La cinta era la segunda parte de lo que se conoce como la trilogía de la incomunicación, precedida por La aventura y con El eclipse como culmen.

En La notte, Mastroianni logra captar la atención del espectador con su presencia magnética y una actuación sutilmente matizada. Giovanni, su personaje, es un hombre atrapado entre la búsqueda de la autenticidad y la apatía que le genera su vida material. Mastroianni encarna esta dicotomía de manera notable, transmitiendo no solo las frustraciones de su personaje, sino también sus anhelos, temores y la melancolía que emana de su interior. Así, la expresividad de Mastroianni se manifiesta en miradas cargadas de significado y silencios. Es en su lenguaje gestual donde se siente más palpable la angustia existencial que atormenta a Giovanni, un reflejo de la alienación de la pequeña burguesía que Antonioni explora magistralmente.

Una faceta muy diferente es la que mostró Marcello en la película dirigida por Pietro Germi, en 1961, Divorcio a la italiana. En ella combina su facilidad para encarnar personajes pícaros con la profundidad para mostrar mezquindades humanas, dado el tono de sátira de la cinta. La construcción del personaje está llena de pequeños detalles que contribuyen a la imagen de la cinta. La construcción del personaje

está llena de pequeños detalles, como sus tics, que aportan a la imagen de un humano miserable; tanto, que resulta imposible odiarlo. Memorables resultan, sobre todo, las escenas en que su personaje Fefè imagina distintas maneras de deshacerse de su esposa para poder casarse con la jovencita de la que se ha enamorado perdidamente, quien además es su prima. Cabe señalar que en esa época el divorcio no estaba legalizado en Italia. Entonces, lo que podría parecer únicamente una temática de comedia negra trasunta una interesante crítica social al cinismo de ciertas clases. Curiosamente, y aunque la película fue un éxito, Mastroianni no mostraba mayor afinidad con Germi, pues según él era el último de su lista para interpretar el papel.

En la década de los 70, Mastroianni es premiado en Cannes por su actuación en la cinta de Ettore Scola, El demonio de los celos (Dramma de la gelosia. Tutti i particolari in cronaca). En ella forma triángulo amoroso con los personajes protagonizados por Mónica Vitti y Giancarlo Giannini. El subtítulo de la película describe acertadamente su estructura, pues se monta como una crónica que revela los pormenores y los resultados —bastante funestos— de esta particular relación. En la película, Mastroianni compone un personaje enloquecido y enceguecido de amor, que aun en sus momentos más violentos resulta profundamente humano, despertando la piedad del espectador. El final de Dramma della gelosía podría considerarse tal vez como una de las escenas más tristes y bellas de las películas de amor y desamor.

MARCELLO Y SOFÍA

Varias son las coincidencias entre Marcello Mastroianni y Sofia Loren. Por ejemplo, ambos nacieron en septiembre; tenían exactamente diez años de dife-

rencia. Y a ambos los caracterizó el profundo respeto por el oficio y la humildad que nunca los hizo ocultar sus raíces y las penurias que pasaron antes de triunfar en sus carreras. Su relación profesional se extendió desde su primer encuentro en La ladrona, su padre y el taxista (Peccato che sia una canaglia, 1954) hasta 1994, dos años antes del fallecimiento de Marcello, cuando el director estadounidense Robert Altman los reunió en la película coral Prêt -à- Porter.

En el cine, formaron la pareja dorada y verlos juntos en pantalla constituye una lección de excelencia actoral. Destacamos aquí, de entre la más de docena de películas que rodaron juntos, Ayer hoy y mañana (Ieri, oggi, domani, 1963), Matrimonio a la italiana, de 1964, y Un día muy particular (Una giornata particolare, 1977). Las tres cintas escogidas (por más antojadizo que parezca) obedecen a la complejidad de los papeles tanto de Marcello como de Sofía.

En Ieri , oggi , domani Mastroainni y Loren abordan el desafío que tienen las películas en episodios. Generalmente, o fracasan o son exitosas, pues resulta difícil que las historias que se presentan como independientes alcancen el mismo nivel de excelencia. No obstante, en este caso resultan agradablemente equilibradas y ofrecen para el espectador un dueto actoral del más alto rango. En el primer episodio, Mastroianni y Loren encarnan a una pareja que sobrevive gracias a la venta ilícita de cigarrillos y esquivan la cárcel porque ella está siempre embarazada. Ambos dan vida a unos personajes entrañables, muy enraizados en el ampliamente representado Nápoles. En la segunda historia, aparecen protagonizando una historia de amor prohibido y en la tercera, Mastroianni es el dulce enamorado de una prostituta simpática y muy devota.

Tal vez la película recién citada fue la preparación para una todavía más exigente a nivel de actuación, como Matrimonio a la italiana. Ambientada en Nápoles, durante la Segunda Guerra Mundial, aborda la relación entre un acomodado burgués y la exprostituta con la

que ha tenido una relación de años y que vive con él. Aquí la Loren transita por un personaje que va creciendo y haciéndose cada vez más fuerte y valiente. Mastroianni, por su parte, impacta en su papel de hombre cruel, egoísta y miserable. Aspectos que se van desvelando de a poco y que van produciendo el contrapunto perfecto entre la valentía de la mujer y la cobardía del hombre.

Y si de contrapuntos se trata, aun dejando fuera joyas como Ojos negros y Sostiene Pereira, es oportuno terminar este recorrido con la película que los reúne cuando ambos ya han recorrido diversos géneros y han demostrado quiénes son en la pantalla grande. Se trata de Un día muy particular, dirigida por Ettore Scola, que brinda una de las actuaciones más sublimes de ambos, a la vez que nos golpea con una historia de profundo contenido humano. En ella, la Loren es Antonietta, un ama de casa abnegada y madre de seis niños; Mastroainni es Gabriele, un periodista homosexual, perseguido por el régimen fascista, época en la que transcurre la historia; más precisamente, el día que Hitler visitó Roma en 1938.

Ese es el marco que propicia el encuentro de dos almas solas y extrañas. Ella, por sentirse ajena al ajetreo de su esposo, fiel a Mussolini, y él por encontrarse desamparado debido a su forma de ser. Pero en ese día en particular, aliviarán en parte el peso de la soledad incluso teniendo claro que su conexión no tendrá futuro.

MASTROIANNI Y FELLINI

Según Mastroianni, así como Luchino Visconti fue el maestro exigente que supo extraer lo mejor de él, Fellini fue como su compañero de escuela, el cómplice, con el que compartía bromas y quien le permitió, aceptando y conociendo sus limitaciones, entregarse libremente al juego. Esa era pues la concepción de cine para Mastroianni. La posibilidad de permanecer como un niño, asombrándose y disfrutando con lo que Fellini le proponía. Y vaya que el director confió en él. Fellini le regaló a Mastroianni las dos películas más celebradas del director, La dolce vita y 8 y medio Tan conectados estaban, que cuando le correspondió entregarle el León de Oro Honorífico por su trayectoria, lo presentó diciendo: “yo soy su alter ego”. Resulta innegable la conexión que establecieron y la maestría con que Mastroianni supo reflejar en pantalla los mundos fellinianos con esa mezcla especial de genialidad, locura, ensueño y realidad.

El 19 de diciembre de 1996, la Fontana di Trevi, marco sempiterno de su figura amada y amable se vistió de luto. Había fallecido en París un grande, quizás el más grande de los actores italianos.

ABORTO Y EUTANASIA: UN DEBATE BIOÉTICO

Licenciado

en Educación, Universidad de Chile

Con los anuncios de nuestro presi dente en su cuenta pública, vuelven a estar en la palestra los temas del aborto y de la eutanasia. La discusión ciudadana en torno de ellos debe, necesariamente en un Estado que se proclama laico, enmarcarse en lo que se conoce como bioética. Bioética es un término usado ya recurrentemente en relación con las consecuencias sociales y morales que acarrea el extraordinario desarrollo, en nuestra época, de la ciencia y la tecnología médicas. Los problemas que rodean al aborto y a la eutanasia son problemas bioéticos, porque atañen tanto a la ética como a las ciencias de la vida. Pero, como tantos otros asuntos que deben exclusivamente ceñirse a un debate filosófico y científico, en nuestro país estas cuestiones se tiñen con planteamientos religiosos provenientes de autoridades de las iglesias.

El cristianismo en todas sus versiones siempre se ha interesado en el progreso de las ciencias, intentando frenarlo. Pero el interés manifestado en la bioética obedece, además, a que los desafíos actuales de la biología, en general, y de la medicina, en particular, suponen una redefinición del ser humano y de la vida humana que afecta, como nunca, al núcleo de los dogmas religiosos. El creacionismo, por ejemplo, recibe continuamente nuevos y fuertes golpes con los desarrollos biotecnológicos de hoy.

En una sociedad abierta, democrática y laica son argumentos basados en la razón los que deben cruzarse sobre los temas bioéticos y no discursos basados en supuestas certezas reveladas por una divinidad en las que no todos los ciudadanos tienen la obligación de creer.

El pensador español Javier Sádaba –partidario de “mirar más a Atenas que a Roma”– no ceja en defender la autonomía moral del ser humano en

contra de una moral impuesta desde la fe. Escribe: “La vida es respetable precisamente porque nosotros la hacemos respetable. Los valores no vienen de fuera, sino que los construimos nosotros mismos” (Hacia una bioética laica, Gedisa). Así, la vida es estimable no por su santidad (en la que solo los creyentes creen), sino por su calidad, que es lo que le da valor. No hay dudas de que el aborto y la eutanasia son materias delicadas y complejas de tratar. Pero el terreno de la discusión pública en tal sentido debe estar libre de influencias religiosas y la fe debe circunscribirse a la esfera personal, solo como una cuestión de observancia privada. Una sociedad verdaderamente laica debe rechazar la intromisión de la dogmática religiosa en el debate, levantando una ética fundamentada en la conciencia humana, conciencia que nos revela como sujetos libres, racionales y responsables.

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