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PANORAMA Y PERSPECTIVAS DE LOS BIOCOMBUSTIBLES EN ARGENTINA – Claudio A. Molina
from REVISTA GRANOS 136
by Grãos Brasil
08 BIOCOMBUSTIBLES
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Claudio A. Molina
Antecedentes
Desde inicio de la década de dos mil, en base a las ventajas comparativas y competitivas que tiene nuestro país en la producción agrícola y agroindustrial, se promovió desde el Poder Ejecutivo la diversificación de la matriz energética en el sector transporte, generando las condiciones para el impulso de la producción de estos combustibles biológicos.
En términos relativos, Argentina rápidamente posicionó su mercado interno como uno de los que más biocombustibles utiliza y se convirtió en el principal exportador mundial de biodiesel, entre otros logros.
El desarrollo de los biocombustibles en Argentina además de diversificar su matriz energética, ayuda a sustituir importaciones, abriendo nuevas posibilidades para mayor lograr una buena cantidad de empleos sustentables –principalmente en zonas extra pampeanas–, mejorar el balance de divisas, diversificar el destino de nuestras exportaciones, todo ello mientras contribuye activamente en el cumplimiento de las metas de ahorro de gases efecto invernadero –causantes del cambio climático global–, en el marco de los compromisos internacionales asumidos por nuestro país, y en la mejora de la salud pública, reduciendo las emisiones dañinas que generan la quema de combustibles minerales.
Existe un nuevo paradigma energético en el mundo, que lleva a ofrecer a los consumidores, por cuestiones de salud y
de medio ambiente, combustibles más funcionales a esos objetivos. Los combustibles minerales, no solo hacen daño al ambiente, sino que también lo generan sobre la salud pública. Por ello, paulatinamente se van estableciendo normas que determinan plazos de vencimiento del uso de los mismos en importantes países del mundo.
Las compañías petroleras se resisten al mayor uso de los biocombustibles, en el mundo y en el país, porque ven amenazado su negocio, pero todo indica que perderán esa pelea, pudiendo solo alargar el horizonte del uso masivo de combustibles minerales, tan solo unos años, para luego comenzar a soportar una declinación importante en la demanda de los mismos.
Brasil es un buen ejemplo de intensificación del uso de los biocombustibles, con 27,5% de contenido de bioetanol anhidro en las gasolinas, desarrollo de un mercado de venta de bioetanol hidratado puro, en todos los casos, gracias a la implementación de vehículos con motores Flex fuel; y respecto de biodiesel, el corte de gasoil con dicho biocombustibles en el vecino país, está aumentando paulatinamente, para llegar a B15 en 2023.
Los estados exportadores de aceite de palma –que compiten con Argentina en el comercio mundial de aceites vegetales– establecieron mandatos para el corte de gasoil con biodiesel de hasta 30% –como en el caso de Indonesia–.
Lamentablemente en Argentina estamos perdiendo la carrera. Esperemos que próximamente logremos destrabar las barreras que impusieron al Gobierno Nacional, muchas compañías refinadoras de petróleo y automotrices para demorar este desarrollo, y retomemos con la intensificación del uso de biocombustibles.
Por el momento, Argentina no está cumpliendo con los compromisos ambientales asumidos luego de la COP21 de París, a través del acuerdo firmado en la ONU en 2016, que implican aumentar significativamente el uso de biocombustibles. Recordemos que esos compromisos fueron ratificados por la Ley 27.270.
Capacidad instalada, operativa, habilitada por la Secretaría de Energía: • Biodiesel: 33 plantas, con un total de 3.896.000 tos. Anuales. • Bioetanol: 22 plantas, con un total de 1.440.000m 3 anuales, de las cuales, 13 plantas procesan derivados de caña de azúcar, con un total de 749.000m 3 anuales, y 9 plantas procesan maíz, con un total de 691.000m 3
anuales. Es importante aclarar que las plantas que procesan caña, tienen su capacidad sobredimensionada, ya que operan las mismas, un promedio de ocho a nueve meses por año.
Demanda de combustibles, biocombustibles, situación hasta el coronavirus y proyecciones para Argentina
En 2019 se consumieron 9.162.000m 3 de naftas, volumen que contuvo cerca de un 12% de bioetanol. En igual período, se consumieron 13.100.000m 3 de gasoil, volumen que contuvo alrededor de 9,2% de biodiesel; adicionalmente, se vendieron 66.000tos. de biodiesel –74600m 3 aprox. – a la demanda voluntaria –flotas cautivas, etc. –
La caída del PBI argentino este año podría ser de un 10%, la de la demanda de naftas un 20%, y la de bioetanol para uso combustible, un 25% con relación a los registros nacionales de 2019. En el próximo año, el PBI debería recuperarse significativamente y hasta crecer levemente, y la demanda de naftas y bioetanol para uso combustible podría ser un 10% menor a la de 2019.
En el caso del gasoil, la demanda en el presente año podría caer entre un 12 y 15%, y el año próximo un 10%, todo con relación a niveles de 2019. Este año, la demanda de biodiesel puede caer un 26%, dado que las compañías petroleras no cumplen con el mandato. En 2021, es de esperar una fuerte recuperación, cayendo un 8% con relación a los niveles de 2019.
Las exportaciones de biodiesel este año caerán a 700.000tos. o más, o sea, un 31% con relación a 1.015.000tos. que se exportaron en 2019. En 2021, la evolución de las exportaciones de biodiesel dependerán de la mejora de la competitividad de éste con relación al gasoil, y con una mirada optimista, podrían alcanzar 1.000.000 de tos., cifra cercana a 2019.
Las proyecciones anteriores, dado el contexto actual caracterizado por una incertidumbre muy grande, podrían sufrir importantes cambios. Por otra parte, si el Gobierno aumenta los mandatos, la mayor demanda derivada de biocombustibles en el mercado nacional, generará un aumento de la utilización de la capacidad instalada.
Capacidad ociosa de la industria de biodiesel en 2020 • Biodiesel: La producción para el presente año, podría ubicarse en 1.560.000tos., contra una producción de 2.147.000tos. de 2019. La capacidad ociosa de la industria sería del orden de un 60%, hecho que llevará al cierre de varias plantas. • Bioetanol: Se estima para este año una producción de 800.000m 3 , contra 1.073.000m 3 del año anterior. La capacidad ociosa de la industria sería del orden de un 44%. Esta última podría reducir en algo, considerando que surgió una mayor demanda de alcohol para usos farmacopeas, pero buena parte de la industria, no tiene capacidad de rectificación y se venden productos que principalmente sirven como sanitizantes de cosas.
Algunas industrias están invirtiendo para ofrecer un alcohol que cumpla las normas establecidas para uso farmacopea por la AN
MAT.
El cumplimiento del mandato de corte de gasoil con biodiesel en el mercado interno durante el período enero-abril de 2019, fue de un 6,70%. En mayo, ese porcentaje aumentó, no estando las cifras definitivas a la fecha de cierre de esta entrevista.
En el caso del bioetanol, el cumplimiento del corte de nafta con dicho biocombustible, estuvo apenas por arriba de un 11%, en un contexto de fuerte caída del consumo de nafta, cercana al 70%.
Desde agosto de 2012, cuando el Programa Nacional de Biocombustibles fue intervenido por Resolución Conjunta 438/12 del Ministerio de Economía, 269/12 del Ministerio de Industria y 1001/12 del Ministerio de Planificación Federal (que a mi entender se vio obligado a acompañar la nueva normativa en ese momento), nada fue igual como antes, y las condiciones para la industria argentina de biocombustibles empeoraron.
Sin embargo, las políticas anti biocombustibles llevadas a cabo durante la gestión de Mauricio Macri, pusieron a la industria local que abastece al mercado interno, al borde de la quiebra. El arbitrario congelamiento de precios de los combustibles llevado a cabo durante el último semestre de 2019, fue letal y agravó aún más el problema.
Lamentablemente, la nueva gestión de gobierno que se desarrolla desde diciembre de 2019, no ha dado señales concretas hasta el momento para restituir las reglas de juego y reponer condiciones que permitan a la industria argentina de biocombustibles dedicada a abastecer el mercado interno, operar con normalidad.
El incumplimiento del mandato de corte por parte de las compañías refinadoras de petróleo es notorio y dado el marco legal vigente –que no es cumplido– reprochable.
El grado de conflictividad judicial producido antes del inicio del presente año, es muy alto y condiciona el programa que nos ocupa.
Disputas entre las compañías refinadoras de petróleo y los productores de biocombustibles que abastecen el mercado interno
La mayoría de las refinadoras de petróleo –incluyendo YPF– quieren terminar con el mandato de corte de combustibles minerales y biocombustibles. Recordemos que la Ley 26093 vence en mayo de 2021.
Aquéllas han dado muestras de desprecio hacia los biocombustibles, exteriorizando la pérdida de valor, en el incumplimiento de sus obligaciones legales para con la industria de biocombustibles.
La Autoridad de Aplicación, a mi entender, debería ser más rigurosa y aplicar fuertes sanciones. Pero pareciera que enfrenta fuertes presiones, que la terminan condicionando. Ojalá se reconduzca a la brevedad todo esto. Es importante, entre otras cuestiones, que dicha autoridad dé cumplimiento a las fórmulas polinómicas que regulan la compraventa mandatario de biocombustibles por parte de las compañías refinadoras de petróleo, para cumplir con lo establecido en los artículos 7 y 8 de la Ley 26.093, y el artículo 12 del DR 109/07.
Todo lo que se desvíe de dicho mandato, por acción u omisión, genera una gran incertidumbre, la que por ende perjudica seriamente la operatoria respectiva.
Las soluciones requeridas
Es muy importante lograr una rápida sanción en el Congreso de la Nación de una nueva ley de biocombustibles, en reemplazo de la 26.093 que vence el 12 de mayo de 2021.
En este sentido, el anteproyecto de ley redactado por una comisión ad hoc creada en la Liga Bioenergética de Provincias, es el instrumento adecuado a tal fin.
En la opinión pública en los últimos días, se destacan importantes opiniones que promueven la prórroga de la citada ley, a través de un decreto, facultad que tiene el Poder Ejecutivo de acuerdo a lo establecido en el artículo 1 de la misma. Sin embargo, una parte destacada de la industria de biocombustibles considera que dicha prórroga no representaría una medida estable para normalizar la operatoria de la industria.
La futura ley de biocombustibles debe prever el establecimiento de mandatos más elevados, con cortes de nafta y bioetanol de un 15% de este último (E15) y de gasoil con biodiesel también del 15% de este último (B15), homologando el uso de vehículos con motores flex fuel en Argentina, para llegar a cortes de nafta con bioetanol anhidro de hasta un 27,5%.
Todo ello facilitará el desarrollo de un importante programa de inversiones a lo largo de toda la cadena de valor de biocombustibles, que están demoradas.
Es muy importante también, lograr una gestión de la Secretaría de Energía en materia de biocombustibles, que cumpla con la normativa vigente en forma ágil, procurando reducir significativamente el nivel de conflictividad actual.