La prensa local: Graus como referente

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La prensa local: Graus como referente Por Antonio Angulo En sentido tradicional, la denominación prensa local alcanza hasta la de ámbito provincial, de tal manera que todas las editadas en este espacio territorial tienen esta consideración, como es el caso aquí de Diario del Altoaragón. Los otros niveles se destinan a la prensa regional o autonómica, prensa nacional o estatal y prensa internacional. En este caso, nos referiremos al término prensa local en su acepción terminológica y elemental, de tal forma que el estudio queda circunscrito preferentemente a la villa de Graus, aunque para empezar me van a permitir este pequeño desahogo preliminar a sus alrededores, a mi pueblo Ixep. (PP-1) La característica principal de la prensa local –incluso la entendida en sentido amplio- es su proximidad, la interrelación entre el periodista o agente informativo y el ciudadano, con el que se crea un grado de conocimiento y hasta de complicidad. Se consigue, por tanto, una cercanía emocional y vital en función de la inmediatez y el interés de las informaciones. El contenido de esta charla La prensa local: Graus como referente (PP-2) se circunscribe especialmente a las publicaciones periódicas nacidas en Graus, así como a muchas de las personas –seguramente con lamentables aunque no voluntarios olvidosque han contribuido a escribir esta historia periodística, así como sus connotaciones en otros campos, especialmente el etnológico y cultural. Quizás el referente más lejano de Graus en la prensa nacional se encuentre en el número 83 del Diario de Madrid, (PP-4) publicado el 24 de marzo de 1802, donde se refiere a las producciones naturales de España, destacando “las de carbón de piedra de Graus” mientras que para su aparición en la aragonesa haya que esperar al número 69 de la Gaceta de Zaragoza del martes 16 de agosto de 1808 (PP-5),en la guerra de la Independencia, al aparecer entre los donativos y ofrecimientos recibidos para la causa aragonesa el vecino de Graus Francisco Arnes a “desempeñar sin estipendio cualquiera comisión que se le confiera por aquellas inmediaciones” El protagonismo de Graus en esta confrontación bélica hispano francesa es recogido, entre otros, en el Diario de Mallorca (PP-6) entre 1811 y 1814, al menos hasta en nueve ocasiones y no de forma accidental o secundaria; especialmente en 1.813 cuando empieza el hundimiento del poder francés, con protagonismo especial para los soldados del Regimiento del Alto Aragón y sus éxitos en diversas plazas del Pirineo Ribagorzano. No deja de ser curiosa también la referencia a Graus en el “Diario Noticioso de la ciudad de Sevilla” del 30 de octubre de 1822 (PP-7) en la que se informa que ”al alcalde de Graus y al miliciano Monclús de dicho pueblo, no se duda que también los fusilaron en Fonz”. Entre la presencia grausina en la prensa nacional llama quizás la atención la aparecida en el diario nacional El Católico (PP-8) cuyo número del 8 de abril de 1845 recoge de manera muy extensa la noticia de que “esta industriosa villa se halla amenazada de una horrorosa catástrofe, que va a destruir una gran parte de su hermosa población. Un 1


peñasco de enorme magnitud que la domina (PP-9) –dice- está próximo a desprenderse y si se verifica llenará de amargura y desconsuelo a sus habitantes. De forma menos alarmante y más humorística se refiere a Graus el El Garbanzo (PP10) cuando recoge que se ha concedido a su iglesia el uso del petróleo, para apostillar a continuación “ya se ha quemado una parte de la referida iglesia”. En el Alto Aragón, al igual que ocurre en muchos lugares de España, la aparición de la prensa regular va unida a la delimitación provincial de Javier de Brugos y la implantación de “El Boletín Oficial”, cuyo número uno en Huesca (PP-11) ve la luz el 2 de julio de 1834. Su finalidad es insertar toda clase de órdenes y providencias de la nueva administración que introduce en tres años, las provincias, los partidos judiciales y las Diputaciones provinciales. Un cambio que en Graus tiene consecuencias al situar a Benabarre como cabecera del distrito judicial Una razón más de confrontación en un período –la segunda mitad del siglo XIX- que se mueve con fuertes convulsiones políticas a nivel nacional y regional, en algunos casos con repercusión y protagonismo específico en esta villa. (PP-12-) Así sucede en la ocupación del pueblo por los carlistas en 1848, convirtiéndose a la causa pro Carlos V, recogido sobre todo por el periódico El Observador. En la segunda mitad del siglo XIX la prensa nacional se refiere a la construcción de grandes infraestructuras que afectan a esta zona sobre todo en la carretera de Barbastro a La Frontera (PP-13) y concretamente el tramo de Graus a Campo, recogido en cuatro números del Diario Oficial de Avisos de Madrid en 1868 y cuyo presupuesto de ejecución asciende a 271.135 escudos y 682 milésimas. Graus tiene en estos tiempos una actividad comercial, social y cultural muy destacada dentro de la comarca, (PP-14) un extenso territorio plagado de pueblos y aldeas que viven de la agricultura y la ganadería, con esta villa como centro de todos sus servicios.. Según una guía de la provincia de Huesca, en 1908 existen en Graus 6 abogados, 16 carpinterías, 12 alpargaterías, (PP-15) 16 tiendas de comestibles, cuatro cafés y siete herrerías dentro de un completo listado de actividades profesionales que conforman una completa fotografía de la vida económica y comercial de la villa. Un dinamismo comercial y una preocupación social que propicia el nacimiento de la Protectora Mutua Gradense y poco antes la Banca local de Miguel Clavería y sobre todo la Banca Fernández, (PP-16) creada en 1880 por José Fernández del Campo, convertida después en Banco Ribagorza y posteriormente en Banco de Huesca. En este proceso de modernidad Faustino Gambón abre el 13 de enero de 1892 una imprenta, librería y encuadernación, adelantándose a otros pueblos y ciudades de mayor censo de la geografía española. (PP-17). Una imprenta de cuyo primer trabajo quiso dejar constancia su propietario con la impresión de una hoja alusiva a la ocasión y al momento histórico, con invocaciones a Jesús, la Virgen Santísima de la Peña, San Vicente Ferrer, San José de Calasanz y a sus amigos y favorecedores. Entre finales del siglo XIX y principios del XX se produce en Graus una inquietud intelectual y cultural, consecuencia de la confluencia de una generación extraordinaria de personas en los distintos campos que marcan sobre todo el primer tercio del siglo XX hasta la guerra civil y, en definitiva, el devenir de esta villa en todos los ámbitos desde el político y cultural al comercial y social.

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Mucho tiene que ver en este sentido la figura de José Salamero Martínez (1.8351.895), tío materno de Joaquín Costa, al que podemos considerar como el primer gran periodista de esta villa. (PP-18) Eclesiástico, académico y escritor destaca por su vasta producción literaria, (PP-19) y periodística, colaborando en varias revistas y fundando y dirigiendo otras como El Espíritu Católico y La Controversia. Ni la distancia, ni su trabajo en Madrid le impiden un permanente compromiso y preocupación por Graus, fundando en 1.890 la primera Escuela de Artes y Oficios de Aragón que será germen de educación y cultura entre la juventud grausina, a pesar de su corta existencia de cinco años. (PP-20). De los doscientos alumnos que pasan por este centro, salen las personas que animarán el rico debate intelectual, político, cultural e informativo de los años siguientes en Graus. Prensa entresiglos XIX y XX Durante el XIX la prensa evoluciona y a finales de este siglo despegan las empresas de prensa de masas como es el caso de Diario de Avisos de Zaragoza, creado en 1870, Heraldo de Aragón, (PP-21) cuyo número 1 se publica el 20 de septiembre de 1885 y El Noticiero en 1901 que marcan principalmente el cambio de siglo en Aragón, mientras que en la provincia de Huesca el medio que mejor representa esta transición es “El Diario de Huesca”, (PP-22) que se publica desde noviembre de 1875 hasta diciembre de 1936. En esa época aparece aquí el que puede ser considerado como precedente de la prensa grausina, la “Gaceta de Graus”, una hoja editada en 1893 y que, bajo la denominación de Número Unico, (PP-23) se imprime en la imprenta de Faustino Gambón. La Gaceta de Graus recoge a modo de índice, un ambicioso programa sobre diversos aspectos concernientes a la villa de Graus con la finalidad de “reforzar y exornar las fiestas del Santo Cristo de aquel año con la impresión de una revista”. Joaquín Costa Pero el inicio de la historia de la prensa en Graus precisa -además de la conjunción de los factores mencionados, del tándem Joaquín Costa y El Ribagorzano. Una pequeña población de una irrelevante provincia se convierte en lugar de referencia de la vida política nacional y una pequeña gaceta de pueblo “El Ribagorzano” en su altavoz mediático. Costa aprovecha sus páginas para hacer frente a unas políticas caciquiles, difundidas por unos periódicos en su mayor parte defensores de intereses partidistas que chocan con su postura, integra, tenaz y vehemente. Su relación con la prensa de la época supone una especie de amor odio, según momentos y circunstancias “Una turbulenta y apasionada relación”, como la describe otro grausino, el periodista y escritor Rafael Bardají, que ha estudiado a fondo tanto las relaciones entre Costa y la Prensa, como su alargada sombra en El Ribagorzano, en los últimos años de su vida y tras su muerte, una cabecera que acoge, en cuatro épocas distintas, más de un siglo de la vida de Graus y su comarca (PP-24) Además, Bardají, comisario de la exposición organizada recientemente en el centenario de la muerte de Costa, ha tenido ocasión de bucear en muchos otros aspectos de la dilatada obra de este polígrafo, sumándose a la destacada nómina de expertos y estudiosos que acumula este personaje. Aunque las urnas no le son generosas, Costa apoya los proyectos municipales de las sucesivas alcaldías de Graus, al igual que cualquier otra actividad o empresa que se desarrolle en esta villa, en la que cuenta siempre con un grupo de compañeros y amigos

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y con el fervor generalizado de la población, hasta su muerte el 8 de febrero de 1.911. (PP-26) Una fecha que convierte a Graus en punto de referencia de la prensa nacional, no solo la de ámbito político sino la de índole cultural y social. Su muerte, como su vida, pobre y sin medios, atendido por su familia aquí en Graus denotan la honradez, grandeza y ética de un personaje, todavía más admirable e incomprensible en estos tiempos que nos toca vivir. Una faceta que conocemos especialmente por su sobrino nieto, José María Auset Viñas, (PP-27) una de las personas que se ha acercado a su vida y a su obra con mayor conocimiento y profundidad. La reciente celebración del centenario de la muerte de Costa, creo que ha sido para Graus una ocasión perdida o desaprovechada para acercar su obra y archivo a los grausinos, potenciando el que fuera su espacio vital e intelectual más prolífico, más próximo y más querido. EL Ribagorzano Hasta La muerte de Costa, El Ribagorzano recorre una corta pero intensa trayectoria de seis años y medio. Fundado por el inquieto y joven periodista Marcelino Gambón Plana (PP-28) que ya había desarrollado la profesión informativa como corresponsal de “El Diario de Avisos de Zaragoza” y el “Diario de Huesca” y que había realizado diversos escarceos periodísticos, cumple con su deseo de publicar un periódico festivo con el programa de las fiestas mayores que finalmente hace realidad en las de 1904. Una iniciativa que cuenta con el apoyo e impulso de un Costa enfermo que acaba de retirarse a Graus. La primera época de El Ribagorzano se extiende hasta el 13 de septiembre de 1923, aunque presenta en sus comienzos diversos cambios en el diseño de la cabecera, en la periodicidad y en el formato, manteniéndose definitivamente como quincenal, de tamaño tabloide, contando –salvo excepciones- con una extensión de cuatro páginas, (PP-133) la última destinada a los anuncios publicitarios. Su impresión hasta el número 14 se realiza en la imprenta Gambón de Graus, a la que retorna en el 132, considerándose la imprenta de El Ribagorzano. La noticia que marca la historia de El Ribagorzano es la de la muerte de Costa, publicada en el número 166 del 20 de febrero de 1911 (PP-31), aunque tras ella sigue vivo su influjo y presencia, manteniendo un seguimiento y hasta mitificación del que llaman “El Maestro”. El golpe del Estado del General Primo de Rivera, el 13 de septiembre de 1.923. (PP-32) cambia el devenir de España y en cierto modo de “El Ribagorzano” que inicia una segunda época con el nº 350, en la que la dictadura iba a dejar su huella. Concluye definitivamente el 26 de mayo de 1.930 con el número 397 dedicado al insigne prócer grausino Fermín Mur y Mur. (PP-33) El penúltimo había visto la luz ocho meses antes, en septiembre de 1929, con motivo de la inauguración del monumento a Costa “a nuestro idolatrado don Joaquín Costa” (PP-34) como reza el titular en la primera de las ocho páginas que El Ribagorzano dedica a esta efeméride, presidida por Primo de Rivera. Un acontecimiento recogido con diversos matices por la prensa nacional, regional y provincial. (PP-35) Entre los colaboradores de El Ribagorzano, incluyendo las dos etapas, destacan además de Joaquín Costa, su hermano Tomás, A. Salamero, Dámaso Carrera, Ángel Samblancat, José Zuzaya y Vicente Castán Gil. (PP-36). Este último, boticario de la villa de Graus, nos ha dejado unos escritos que nos permiten conocer la vida y características de esta población durante una larga etapa entre los siglos XIX y XX,

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desde todos los aspectos: económico, comercial, costumbrista y social; un extraordinario documento gráfico y literario, entregado creo por sus biznietos al Ayuntamiento de Graus, que merece ser divulgado. El Orfeón de Graus El retiro en Graus en 1.914 por motivos de salud –en la que fuera casa de Costa casualmente- de un joven y afamado musicólogo catalán, Manuel Borguñó, sirve para colocar a esta villa en la élite nacional de la música coral y en las páginas de la prensa especializada en música y Bellas Artes con la creación del Orfeón de Graus. Sólo siete meses después de su llegada, (PP-37) el 2 de agosto, 150 voces se presenten ante el público grausino en el Ideal Cinema, iniciando una apretada, intensa y exitosa historia, seguramente sin precedentes, que tiene como primer destino exterior el Teatro Principal de Zaragoza el 19 de junio de 1915. (PP-38). Pero el gran éxito artístico y mediático llega con su desplazamiento a Barcelona, (PP39) -del 10 al 17 de octubre de 1.916- y alcanza su punto culminante en su actuación del Palau de la música, (PP-40) en el que asistentes, expertos y críticos se deshacen en elogios sobre su actuación que inmortaliza esta fotografía. (PP-41) Sorpresa y admiración unánime en toda la prensa desde la de información general a la especializada –Arte Musical (PP-42) se refiere a este grupo por lo menos en nueve ocasiones distintas- con presencia destacada en revistas como Ilustración Catalana, la Ilustración Artística o la Ilustración española y americana. Una epidemia de gripe frustra su gran reto, la actuación en Madrid, cerrando de forma desgraciada una historia increíble de superación y fuerza de voluntad vivida o respaldada por todo un pueblo. La prensa en Graus 1900-1936 La influencia costista y la defensa de la causa aragonesa marcan en buena medida la aparición de una serie de publicaciones en Graus, como “Patria Nueva”, “El Eco del Esera”, “Heraldo de Ribagorza” y, sobre todo, “El Ideal de Aragón” Pero ese gran descubrimiento de la prensa no sólo permite la publicación de impresos, folletos o revistas de ámbito informativo convencional, (PP-45) sino todo tipo de informaciones, a veces con fines no tan loables, como es el caso de la denominada Gaceta Ribagorzana, editada en 1913, que se anuncia como “Periódico de saneamiento y moralidad, que se publica solamente para desenmascarar malvados”, destinando sus cuatro páginas de forma monográfica al supuesto malvado. Y para que no queden dudas de su línea editorial, anuncia para su próximo número un caso que promete, (PP-46) en el cual –dice- tendrá que intervenir el gobernador de Huesca y también los tribunales de Justicia, pues se trata de un caso muy grave del cual se hablará mucho y además habrá sangre”. Durante este tiempo se multiplican los manifiestos, libelos, bandos y todo tipo de escritos de índole política, cultural y festiva que refleja en muchos casos la denuncia de unos comportamientos caciquiles que alcanzan no solo a la vida profesional, sino personal y familiar. Patria Nueva Ya en el campo estrictamente periodístico, en el año 1918 salta al ruedo Patria Nueva, un semanario, publicado los sábados, dirigido por el secretario de la Asociación Regionalista Local, Francisco Sánchez Garrido, con marcados aspectos aragonesistas. (47). Una pretensión que se observa en el único número al que he tenido acceso, el 23, al dedicar su portada y parte de la

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página 2 al discurso pronunciado en Graus por José Romero Radigales, a quien el periódico califica como “un buen regionalista a cuyo esfuerzo habrá de deber mucho el regionalismo Altoaragonés”. Patria Nueva nace, por tanto, como portavoz y plataforma de las inquietudes regionalistas aragonesas que justamente tienen en Graus (PP-48) uno de sus focos principales del territorio aragonés, gracias a un espíritu inquieto y combativo de un grupo de personas y, sobre todas, de quien sería su presidente, el doctor José María Pérez Bufill, (PP-49), cuya firma y protagonismo aparecen también en El Ebro y posteriormente sobre temas médico-sanitarios en periódicos como La tierra, El Pensamiento Navarro o La Tierra aragonesa. El escaso espacio que deja en Patria Nueva su adscripción política, lo ocupan otras secciones de contenido local como “Diálogos grausinos”, “Romances de Ribagorza” y “Noticias breves”, (PP-51) así como alguna colaboración, dejando la cuarta y última página a la inserción de anuncios locales. Se publica los sábados; se imprime en Artes Gráficas Sol y Benet de Lérida, y desaparece antes de cumplir su primer aniversario. El Eco del Ésera Una vida todavía más efímera tiene su sucesor El Eco del Ésera, nacido el 8 de mayo de 1920, ya desaparecida Patria Nueva, seguramente promovido por la facción conservadora liberal con el fin de contrarrestar los efectos de éste. (PP-52) No abundan las firmas ni siquiera el nombre del director –indirectamente se dice que ha sido fundado por dos gradenses- aunque existen escritos dirigidos al mismo. Priman en la revista los contenidos político-municipales, con escasa información local y comarcal, sustituida por escritos atemporales y genéricos, igual en prosa que en verso, destacando entre las cabeceras de sección: (PP-54) “Plumazos”, “El que se pica” o “Los parásitos” y entre las firmas: Benito, Un Misache o Tiberio. La última página se dedica a la publicidad con una interesante colección de anuncios locales. Al igual que Patria Nueva, El Eco del Esera aparece los sábados, con un tamaño similar, de formato tabloide de cuatro páginas. (PP-55) El precio de la suscripción, con pago por adelantado, es de 1,25 pesetas al trimestre o cinco pesetas al año, aunque su breve vida le impidiera cumplir cualquier plazo. Heraldo de Ribagorza Desaparecido “El Eco del Esera”, el 20 de abril de 1927 irrumpe con fuerza en el panorama mediático grausino una nueva publicación, la tercera que comparte vida con El Ribagorzano, “El Heraldo de Ribagorza” que se presenta como Periódico Decenal Independiente. Organo de Ribagorza, Sobrarbe y Litera y defensor de sus intereses (PP-56) Un periódico fundado y dirigido por el maestro nacional Victor Sanclemente Latorre claramente regeneracionista, que recupera muchos de los escritos de Costa y los sitúa en primera página o en lugar destacado. El desarrollo agrario, las comunicaciones y sobre todo los proyectos hidráulicos y la implantación de los regadíos, aparecen como las grandes aspiraciones de este periódico, primoriverista, (PP-57) muy combativo, en el que dejan su huella parte de la importante nómina de colaboradores grausinos de la época como Enrique Calvera, Félix Anglada, Angel Samblancar y Vicente Barrós

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De especial interés y calado político es la noticia publicada en el número 16, en su primera página titulada “El Pleito de Graus”. En ella se hace eco de un editorial publicado en La Vanguardia el 6 de octubre de 1.927, reivindicando “crear un partido judicial nuevo con capitalidad en Graus…” (PP-59) y “que se basa –dice Heraldo de Ribagorza- en las mismas razones en que nosotros hemos fundado nuestra demanda”. El rotativo catalán dice que recoge estas pretensiones del periódico “La Tierra” “de Graus”, en errónea referencia –creemos- al diario de esta cabecera editado en Huesca. Concede especial importancia a las colaboraciones e informaciones de tipo nacional, así como a los contenidos de corte ideológico político, lo que reduce los espacios y secciones locales, circunscritos a “Vida social” y “Sociedad”. (PP-60). Es un periódico de formato sábana; de cuatro páginas, la última dedicada íntegramente a los anuncios. Se publica los días 10, 20 y 30 de cada mes, se vende a 10 céntimos y se imprime en la editorial “Vicente Campo de Huesca” (PP-61). Su trayectoria, más larga e influyente que sus predecesores, termina con el número 48. Como en casi todos ellos, también en este aparece una colaboración en ribagorzano de Vicente Barrós, quien, además de su actividad periodística, ha dejado una importante obra personal, todavía inédita, como un Diccionario del dialecto gradense, diversos escritos sobre Juegos y cantos infantiles de Graus, explicados y acompañados de la solfa correspondiente, así como Pastoradas a la Peña el Morral o el Himno a Aragón, entre otros. (PP-62) También se debe a él la fundación del Sindicato de Iniciativas, Propaganda y Atracción de Forasteros de Graus, legando asimismo dinero para premios escolares, entre los que se encuentra el famoso papelón que los grausinos han disfrutado y disfrutan durante su edad escolar. La Voz del Isábena En febrero de 1.928, aparece una singular e interesante publicación mensual, editada en Serraduy, La Voz del Isábena con la casi exclusiva aspiración de construir la carretera Lascuarre-Vilaller, sin descuidar el conjunto de los intereses del Isábena (PP63). Una iniciativa, tan curiosa como loable, que supone la presencia de este periódico que durante tres años dio la voz a unos pueblos y un valle prácticamente desconocido. El Ideal de Aragón El regreso en 1.928 a su comarca de nacimiento de Gaspar Torrente, quien muy joven debe trasladarse de su pueblo de Campo a Barcelona, propicia que Graus, un lugar con fuerte sustrato autonomista, sea el escenario de la aparición el 29 de junio de 1.930 de El Ideal de Aragón, (PP-64), un periódico regionalista agrario, de influjo costista, que trasciende las fronteras locales, convirtiéndose en referente del regionalismo de Aragón, mas tibio y menos radical del que él se ha imbuido en Barelona. A pesar de este enfoque ideológico, no faltan en las páginas de El Ideal informaciones específicas sobre la villa, tanto por los eventos deportivos, culturales o festivos (PP-65), como por las secciones fijas “Notas locales” o “Latigazos” completando su contenido un extenso apartado dedicado a los anuncios sobre las casas, firmas y productos grausinos. (PP66). El periódico aglutina a un importante grupo de colaboradores y simpatizantes, imbuidos por la causa regionalista, llevando su opinión y firma a sus páginas especialmente su fundador y director Gaspar Torrente y Vicente Barrós , así como Isidro Comas Macarulla y Mariano García Vilas desde Barcelona . (PP-67))

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La Redacción y administración se encuentran en la calle Mayor y se imprime en formato tabloide, habitualmente con cuatro páginas. (PP-68) Los nueve primeros números salen de la imprenta Corrales de Barbastro y los siguientes de la Joventut de Lérida. A partir del número 47 traslada su sede a Barcelona hasta el número 58 con el que finaliza esta iniciativa editorial. (PP-71). Un titular a toda plana con el interrogante ¿Va a despertar Aragón? habla de la frustración que deja en personas como Gaspar Torrente, que posteriormente funda “Renacimiento Aragonés”, periódico quincenal de izquierdas. El Ebro No corre mejor suerte El Ebro, la publicación aragonesista más importante de preguerra que el propio Torrente y Calvo Alfaro habían promovido desde Barcelona y que desaparece definitivamente al año siguiente, el 1933, con el número 188-189 (PP-72). Las páginas de El Ebro encuentran en esta villa uno de los escenarios más cualificados, tanto por la frecuencia de contenidos grausinos (PP-73), como por el abultado elenco de colaboradores locales, como son Vicente Barrós, Joaquín Español, José María Pérez Bufill , Vicente Salinas, Angel Samblancat y José Zuzaya, junto a los también ribagorzanos Manuel Cosialls, Miguel Blanch y el propio Gaspar Torrente. Entre todas estas firmas destaca la de Angel Samblancat un joven e inquieto periodista grausino, cuya actividad y obra trasciende territorial y temporalmente las fronteras regionales y nacionales, así como la difícil coyuntura española de aquellos años, incluida la guerra civil. (PP-74) Escritor, abogado obrero y sindicalista, además de periodista, Samblancat Salanova, el otro león de Graus, desarrolla a lo largo de su vida una extensa e intensa actividad en la que comparte su activa militancia política republicana con su labor jurídica, literaria y periodística, de forma exuberante y hasta pasional, siempre desde posiciones de izquierda. (PP-75) Atendiendo sólo a su faceta de periodista, desarrollada en gran medida fuera de su tierra, Samblancat se multiplica para atender simultánea o sucesivamente un gran número de publicaciones que funda, dirige o colabora, primero en Barcelona y después en Méjico a donde emigra y en cuya capital muere en 1963 a los 78 años de edad. Una familia, la de Samblancat que cuenta con otros dos cualificados representantes, sus hermanos Joaquín y Vicente, con fuerte presencia en la vida local, tanto en el mundo del comercio, la cultura, la información y la política local. La firma de Joaquín es frecuente en las publicaciones de signo regionalista, mientras que Vicente ostentó la alcaldía en tiempos de la república. (PP-76). Y, aunque son muchos más quienes pertenecen a esa generación, finalizamos con José Zuzaya (PP-77) una persona que alargó su actividad artístico-literaria hasta la década de los setenta, aunque gran parte de su vida la pasó en Barcelona. Tras su etapa gradense muy activa en el aspecto cultural y político, se traslada a Barcelona durante la guerra civil, ciudad desde la que su presencia se manifiesta en el Llibre, así como con una producción artística de pintura y dibujos, especialmente de temas grausinos. LAUD Con un enfoque y pretensión distintos y con una mayor carencia de medios periodísticos y humanos a las publicaciones aparecidas hasta ahora, el 4 de mayo de 1930 sale a la calle LAUD (Literatura, Arte, Unión y Deporte), un periódico radical, casi unipersonal. Lo publica Emilio Portella, futuro presidente del Comité Revolucionario local y alcalde

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de Graus por Izquierda Republicana. Junto a la cabecera aparecen los símbolos de sus principios: la figura de Joaquín Costa y el escudo de Graus. Consta de un folio, escrito por las dos caras y editado en la imprenta de su propiedad, La Moderna. (PP-78) Desconozco los números publicados. Sí en cambio los que anuncia como sus principios fundamentales: “No nazco con fines políticos ni sociales. Traigo únicamente una misión humilde, recreativa”. .. Afirma que “no voy a combatir por intereses materiales como los que algunos periódicos defienden, sino a procuraros un rato de entretenimiento y a proporcionaros un espacio en mis columnas para que deis libre expansión a vuestros pensamientos e iniciativas”…. “Réstame –concluye- tan sólo saludaros y rogaros que me acojáis con simpatía, como si fuera algo vuestro, que es lo que pretendo”. Papel Más datos podemos extraer de su segunda experiencia en el mundo de la prensa que se produce en enero del año 1936, con la aparición de la revista Papel con una completa presentación bajo su cabecera: “Hoja mensual gratuita publicada por Imprenta Moderna. Graus. Dirigirse a Emilio Portella. Salamero 15. Teléfono 10. Graus. (PP-79) A pié de página indica “Tiraje del presente número: 1000 ejemplares. Su presentación no difiere excesivamente del caso anterior, descartando “…propósito ni intención política de clase alguna…” con el deseo “que nuestra publicación pueda ser de todos y para todos…”, solicitando en definitiva, apoyo y colaboración de todos los entusiastas de nuestra tierra…” (PP-80) En principios similares insiste en su segundo, desapareciendo en los siguientes esa especie de editorial, sustituido por firmas, contenidos y titulares aparentemente asépticos y alejados de la actualidad y el momento. Las “Notas Comarcales” (PP-81) con informaciones breves ocupan un lugar primordial, con noticias de diverso tipo, primando las de índole social y humano. Una serie de anuncios locales sobre productos y servicios diversos –entre los que no falta la Imprenta Moderna- completan las dos caras de este folio de 24 por 35 centímetros que se completa con una serie de anuncios locales. (PP-82) No parece atisbarse en sus páginas la inminencia del estallido de una guerra civil ni que su promotor fuera a jugar un papel protagonista y decisivo en las dramáticas y mortales consecuencias que acarreó para Graus tan inhumana confrontación bélica. La Cruz Con opuesto signo y pretensión nace en octubre de 1.932, La Cruz, una revista católica mensual, promovida desde la parroquia de Graus por el sacerdote José Castán. (PP-83). Entre sus pretensiones figura impulsar una publicación “de acción catequística y católica” según le expresa al obispo al requerirle su autorización. Fija la tirada en 500 números con un presupuesto de 70 pesetas, estableciendo que el papel de las cubiertas irá a color con gráfico de la Cruz de Constantino y al lado el edificio de la Virgen de la Peña. Tendrá ocho páginas de texto, (PP-84) –informa en su misiva al prelado- con formato de pequeña revista, destinando a los anuncios la segunda, tercera y cuarta plana de cubierta, mientras el grueso del contenido a temas catequísticos y pastorales. Aunque manifiesta que los números se habrán de expender gratis- fija su precio de venta en veinte céntimos y la suscripción anual en dos pesetas.

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Junto a Castán, colaboran con asiduidad en este proyecto editorial catequístico Vicente Mielgo, Felipe Corella, Juan Aineto, así como algún seminarista o sacerdote, en una redacción prácticamente clerical. (PP-85) Creemos que la trayectoria de La Cruz termina con el número 35, correspondiente a agosto de 1.935, aunque algún testigo cree que prosigue hasta julio de 1.936. Se trata de un ejemplar extraordinario de 54 páginas dedicado a José Salamero Martínez en el que se incrementa notablemente la nómina de colaboradores, entre ellos Vicente Samblancat, Andrés Martínez Vargas y Tomás Castillón (PP-86). Este último ex alcalde de Graus, distinguido con la Cruz del mérito Civil y colaborador en diversas publicaciones como Heraldo de Ribagorza o El Noticiero de Zaragoza. Las imprentas Quizás sea oportuno cerrar ese ciclo con la aportación que han jugado las imprentas, sobre todo la de Faustino Gambón, para que la prensa local haya escrito una historia tan brillante durante esta época. Como ya he dicho ésta inicia su actividad en 1892, ampliando el bazar denominado Nuestra Señora de la Peña. Ubicada en el Barrichós, esquina plaza el Coreche. Su nombre va especialmente unido a El Ribagorzano. Una actividad que la familia Gambón (PP-87) traslada posteriormente a Huesca y Zaragoza, imprimiéndose en alguno de estos talleres varios números de “El Batallador” y el “Periódico decenal Dios-Patria- Fueros”, y probablemente algunos del BOP. Posteriormente aparecen otras imprentas, como la de María Luisa, la de Francisco Torres y la de Salamero (PP- 88 ), aunque la que recoge el testigo es La Gutemberg. Ubicada en la calle Benasque, con comunicación con la de El Barranco, la regenta Vicente Lacambra Egea y posteriormente su hijo Vicente Lacambra Vilas, destacando su vinculación al Llibré donde se imprime de 1921 a 1966. De sus talleres procede también la revista católica La Cruz, siendo la imprenta de más larga trayectoria en esta villa que cierra sus puertas en 1.988. (PP-89) Esta fotografía con Vicente padre e hijo más Gonzalo y Luis Lozano es representativa de este peculiar espacio con cuatro de sus profesionales más significativos. Durante un tiempo también coincide con la imprenta Moderna propiedad de Emilio Portella, editor de las revistas Laud y Papel como acabamos de comentar e impresor del semanario El Eco del Esera. ( PP-90) La prensa en la guerra La guerra civil rompe radicalmente esta trayectoria, suponiendo un cambio y una experiencia dramática en la vida de los españoles y una transformación que afecta a todos los ámbitos y sectores y, por supuesto, a la prensa, situándola al servicio de la causa, que obliga a la desaparición de algunos periódicos, la adaptación de otros a la nueva situación, surgiendo algunos nuevos que en el lado franquista conforman la cadena del Movimiento y que en Aragón configura Amanecer en Zaragoza, Nueva España en Huesca y Lucha en Teruel .

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Años de dictadura Con el final de la contienda y la victoria de Franco comienza una etapa en la que la prensa queda sometida a una férrea censura periodística, una prensa que en su mayor parte pertenece a la Falange o bien le es sumisa y sujeta a un total control gubernativo, con unas sanciones expeditivas y contundentes si así lo estiman los guardianes de la ortodoxia informativa. En las provincias esa autoridad la representa el Gobernador Civil y Jefe provincial del movimiento, por lo que cualquier actuación o desplazamiento es recogido con amplitud y generosidad por la prensa, ensalzando su presencia y el contenido de la visita y más si ésta se produce para anunciar alguna obra y, sobre todo, para inaugurarla, como puede apreciarse en la edición (PP-91) de Nueva España del 26 de noviembre de 1972, en la que el gobernador civil Victor Fragoso del Toro da luz verde oficial a varias obras por un importe de más de 33 millones de pesetas. Este tipo de noticias se cubren desde Huesca, aunque se cuenta con correponsalías en las poblaciones más importantes que en el caso de Graus desempeña durante varios años Francisco Castillón, persona que hereda la tradición de su padre Tomás y muy vinculada al mundo de las tradiciones fiestas y cultura popular, una querencia que encuentra continuidad en la tercera generación, en su hijo Tomás Castillón Mariñosa merecido pregonero de las próximas fiestas de Graus . (PP-92) En el quehacer periodístico de Francisco Castillón trasciende el amor al pueblo y el dominio y riqueza del lenguaje en sus crónicas sobre la actividad municipal, fiestas, ferias, sucesos o deportes. Son unos tiempos en que la noticia no está sometida a las urgencias e inmediatez de la actualidad, apareciendo muchas veces varios días después de haberse producido. A lo largo de estos años también aparece esporádicamente en las páginas de Nueva España la firma de Alberto Villar, principalmente comentando algún acto de relevancia social o religiosa, así como en el Diario de Lérida del que era corresponsal. (PP- 93). Su creación literaria se extiende a diversos escritos cortos, Pinceladas sobre la villa como a él le gustaba decir, caracterizados por un lenguaje popular y una prosa florida. El Heraldo de Aragón no dispone durante este tiempo de un corresponsal informativo, aunque sí cuenta con uno administrativo, Emilio Bruballa, quien mantiene contacto con Zaragoza, desde donde se cubren aquellas informaciones que se consideran de interés. (PP-94). El inicio de la página “Huesca al día” el 10 de agosto de 1.972, permite una mayor presencia del Alto Aragón, al igual que la creación de la sección semanal “Esta Tierra nuestra” de Alfonso Zapater en la que Graus es varias veces protagonista, como en este caso dedicada a su mercado trufero. (PP-95) . Prensa Comarcal Apenas hay durante esta época iniciativas de prensa comarcal, aunque quizás convenga citar a dos semanarios que han celebrado ya su centenario: El uno “El Pirineo Aragonés”, de Jaca, es el decano de la prensa regional, cuyo número 1 salió a la calle el 23 de abril de 1.882 (PP-97). El otro, mucho más próximo geográficamente, “El Cruzado Aragonés” nacido en 1903, adscrito al obispado de Barbastro. Aunque su zona de incidencia es El Somontano, (PP-98) también son frecuentes las noticias de las comarcas de Sobrarbe y Rigaborza y muy especialmente de esta población, ocupando en muchas ocasiones un lugar preferente en su portada.

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Etapa democrática 1.-Nacional La muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975 abre un nuevo escenario político y social con la restauración democrática ratificada con las elecciones constituyentes del 15 de junio de 1977. Se establecen consultas electorales cada cuatro años, tanto para el gobierno español como para el municipal, a las que se añaden las elecciones autonómicas con la creación del Estado de las Autonomías, lo que supone un cambio sustancial en la estructura del Estado y en la administración a los ciudadanos. Es precisamente en estos primeros años de democracia, durante el período de la transición cuando la política y la prensa presentan su cara más plural y democrática, un proceso que progresivamente ha ido degenerando, y en el que las dos partes han jugado un papel protagonista, alejado de la responsabilidad, compromiso social y deontologia profesional que corresponde a un estado democrático. Entonces era impensable que la democracia, que tanto había costado conquistar, se iba a agotar por las exigencias de los intereses económico-financieros y bancarios, en detrimento de los de los ciudadanos y las clases más desfavorecidas, de las que el nuevo estado se presentaba como su garante. 2.-Regional y provincial Aragón no es una excepción en esta historia, ya que la prensa reproduce a nivel autonómico y regional los parámetros nacionales, aunque creo sinceramente que se encuentra al final de este ranquing negativo, tanto en el ámbito político y económico como en el mediático. En nuestra Comunidad se produce, desde 1.977 a 1.983, la desaparición de Amanecer, El Noticiero y Aragón Exprés. (PP-100). Por el contrario el 28 de mayo de 1.982 sale a la calle el número uno de del que es el máximo exponente de la nueva etapa democrática El Día, que posteriormente incorpora una edición especial para Huesca (PP-101) el 5 de marzo de 1.989, con noticia sobre Graus a cuatro columnas en su partada. El Día deja de aparecer el 3 de noviembre de 1992. Por su parte Diario 16 publica una edición especial para Aragón desde el 30 de marzo de 1989 al 12 de octubre de 1996. Previamente sale (PP-102) a la calle el 23 de octubre de 1990 el Periódico de Aragón, del grupo Zeta compartiendo hasta ahora cabecera regional con el Heraldo de Aragón Este diario regional refuerza su presencia en Huesca el 17 de noviembre de 1992 al añadir a su edición una separata de 16 páginas bajo la cabecera de Heraldo de Huesca. (PP-103) A partir de ese momento se crean corresponsalías comarcales, quedando la de Ribagorza a cargo del periodista Angel Gayúbar, incrementando especialmente la presencia de las noticias de Graus. Unos años antes, en abril de 1984, se privatiza el periódico provincial Nueva España, cambiando su cabecera por Diario del Altoaragón el 28 de septiembre de 1.985. Desde ese día, la información provincial –progresivamente incrementada- aparece bajo la denominación de la comarca a la que pertenece. (PP-104). Sucesivamente pasan por la corresponsalía Elías Duce, Belinda Gil, Angel Gayúbar y Ana Sánchez hasta que en el 2000 se incorpora la periodista Elena Fortuño, lo que supone un impulso notable, de tal forma que Graus pasa a tener casi una presencia diaria en el periódico. Desde su fundación pasa de un promedio de 20 páginas a cerca de sesenta, en gran medida

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adscritas a contenidos de ámbito local y comarcal, siendo los habitantes de la Ribagorza los que proporcionalmente reciben más información de todas las comarcas. Así lo corrobora el último trabajo realizado en el Diario del Altoaragón sobre los espacios informativos publicados por sus corresponsales durante doce meses –de julio del pasado año a junio del presente- en donde la Ribagorza acapara 311 páginas, muy por encima de comarcas como Sobrarbe, Monegros, La Litera y Bajo Cinca y a muy poca distancia de Jacetania y Alto Gállego. No hace falta que les diga que estos datos tienen una explicación añadida y, sobre todo, un nombre (PP-106) el de Elena Fortuño, una suerte para ustedes y para el diario. 3.-Comarcal y local Este incremento, diversidad e inmediatez de las informaciones de cada una de las poblaciones y territorios en la prensa provincial y aún regional, limita la necesidad de una prensa exclusiva de ámbito territorial más pequeño, de tal manera que los medios existentes de una periodicidad semanal o mensual, se dedican en gran medida a reproducir noticias ya publicadas y conocidas por el lector. Ello no supone su desaparición pero sí un enfoque diferente que acumula los cambios experimentados por el nuevo orden democrático y el proceso informativo tanto en el aspecto ideológico y social como técnico. El Ribagorzano (3ª época) La primera manifestación periodística comarcal de esta etapa democrática es la de “El Ribagorzano”, aparecido en marzo de 1.981, ya adelantada la transición y reafirmada tras el recién frustrado golpe de estado del 23-F y en un momento que tanto la clase política como la periodística alcanzan las más altas cotas de credibilidad, (PP-107) profesionalidad y libertad. Una cualidad ésta sobre la que editorializa el primer número, bajo el título de “Nuestra voz”, manifestando –dice- nuestro ineludible deseo de libertad.” En esta tercera época, “El Ribagorzano” aparece como “Publicación de la Asocación de Amigos de Sobrarbe y Ribagorza” con un formato, más pequeño, tamaño folio a cuatro columnas y dieciséis páginas de extensión con una tirada de 1500 ejemplares, de los que 900 eran suscriptores. Se recogen así las inquietudes de un grupo de más de treinta jóvenes (PP-108) de dos comarcas vecinas y castigadas por una problemática común. Los temas y problemas que van desfilando por las páginas de El Ribagorzano, se afrontan con un espíritu crítico, tras intensos debates, resultando un proceso informativo que conjuga los informes y reportajes de fondo (PP-109) con diversas aportaciones concretas sobre aspectos de actualidad. Rafael Bardají y Paco García de Paso coordinan especialmente esa especie de redacción colectiva y ambulante que, al margen de su indudable quehacer informativo y formativo, servirá de palanca de acceso a la vida política de algunos de sus miembros como Marcelino Iglesias, Ramón Miranda o José Luis Sierra. Una deriva que tiene incidencia en el periódico, al perder parte de su pluralidad y autocrítica, que pone fin a su andadura en abril de 1985, coincidiendo con el número 50, (PP-110), incorporando un epílogo nueve meses después con un número recopilatorio de los contenidos publicados durante más de cuatro años.

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El Ribagorzano (4ª etapa) No hay que esperar muchos años para que el “El Ribagorzano” vuelva a recobrar vida y actualidad, en este caso como “Organo de la Liga Ribagorzana”. Las fiestas de septiembre de 1997 llegan (PP-111) con un Ribagorzano con la portada en color, de formato arrevistado, de 32 páginas, de periodicidad trimestral y con un precio de venta de 250 pesetas. Se cumple así el sueño de un grupo de personas, pilotadas por Ricardo Martínez Salamero, José María Auset y el doctor Francisco Salamero Raimundo, que presidía “La Liga” desde su fundación tres años antes. Sus contenidos informativos se extienden desde la dimensión y trayectoria histórica de la Ribagorza hasta sus reivindicaciones y demandas más actuales. Una temática que comparte espacio con informaciones de actualidad, reportajes, entrevistas y retratos de personajes, siempre con el sello comarcal y un cierto influjo costista. De manera especial está presente en dos números que marcan muy significativamente esta época. El 26, publicado el 13 de septiembre de 2004 (PP-112) con el que El Ribagorzano celebra un siglo de vida y en el que se recoge la historia de esta aventura periodística. Pero el número que va a quedar como uno de sus referentes es el último aparecido hasta ahora, correspondiente al cuarto trimestre de 2011, (PP-113) año en que se celebra el centenario de la muerte de Costa con interesantes aportaciones -algunas desconocidas hasta ahora- contando con una larga nómina de especialistas. Un ejemplar, este número 48, adecuado para cerrar un ciclo histórico, expectante de reiniciar otra andadura cuando las circunstancias lo demanden y exista un grupo de personas con la ilusión, el esfuerzo y la entrega que una iniciativa de esta índole exige. Unos valores que en estos tiempos cotizan a la baja y que no es bueno forzarlos si no están debidamente asentados. Si el número 1 en 1904 aparece en un momento de eclosión de la prensa impresa y el papel, quizás la siguiente reedición de esta cabecera llegue ya en soporte digital, como expresión de un cambio de época o de era, y marque el inicio de una nueva andadura virtual que sea tan fructífera como la del papel. La prensa comarcal y local Durante los últimos 35 años se multiplican las publicaciones de ámbito comarcal y local, muchas de ellas producto de un periodismo amateur y del esfuerzo, vocación e ilusión de una o varias personas que nos dejan interesantes datos de aquella actualidad más próxima para los ciudadanos a los que se dirige. Junto a estas iniciativas, proliferan una serie de publicaciones gratuitas, editadas y distribuidas por las instituciones, cuyo contenido llega con el sesgo partidista del grupo que gobierna la administración en cuestión: ya sea autonómica, provincial, comarcal o municipal. En los últimos años su descenso es evidente, producto tanto de la crisis económica, como por la aparición de un nuevo y universal soporte como es Internet, lo que permite una comunicación más rápida, completa y universal. La manifestación mas frecuente es la de los Boletines Municipales (PP- 114) –el Ayuntamiento de Graus es uno más entre los que informan o han informado a sus ciudadanos a través de este medio- o aquellos otros de ámbito intracomarcal o supracomarcal (PP-115) como son los casos de la Mancomunidad de la Baja Ribagorza, o el de la Ribagorza central, publicado bajo el título de “Turbón”, o el Centro de Desarrollo de Sobrarbe y Ribagorza con el de “CEDESOR”. (PP-116) Compartiendo los dos soportes, el papel y la red, el Ayuntamiento de Graus edita “Clarión”, boletín mensual de cultura que ha superado los sesenta números al que acompaña la dirección electrónica www.espaciopirineos.com., este complejo

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museístico, centro de cultura, investigación, divulgación y ocio, en el que nos encontramos (PP-117). Vinculadas al Ayuntamiento –en colaboración con otras instituciones o entidades- se editan durante estos años varios libros, (PP-118) siete pertenecientes a la colección Lux Ripacurtiae, dedicados al arte sacro, la escultura, indumentaria, la fiesta y personajes ribagorzanos y “Septembris”, historia y vida cotidiana en Graus entre los siglos XI y XV, escrita por el historiador grausino Jorge Mur Laencuentra. Asimismo es reseñable una completa y documentada “Semblanza de Graus”, procedente de la Asociación de Amigos de Sobrarbe y Ribagorza. Dentro de este marco institucional, aunque en el ámbito de la docencia se publican en Graus diversos boletines como “El Tintero”, “La Voz del Estudiante”, “Tiza libre” o “a cep ciones” (PP-119). Otra iniciativa grausina es la de El Boletín Informativo del Centro Deportivo Recreativo Gradense que, con destino a sus socios, publica varios números en la década de los noventa (PP-120) Asimismo destacan algunos boletines adscritos a eventos, fiestas o ferias, como es el caso de ExpoRibagorza o El Mogigangano que nos anuncia todos los años para las fiestas la representación de “la mojiganga”. (PP-121) Continúa fiel a su cita Finungradus, (PP-122) un Boletín informativo social, cuyo último número publicado es el 80, correspondiente al pasado mes de abril. Editado por el Club Filatélico y numismático Gradus, acaba de trasladar su sede al Museo Casa Paco, un destino que hizo posible el trabajo, la ilusión y entrega de Vicente Turmo, “Pallasón” (PP-123) También editado por este museo y gracias al encomiable trabajo que realiza José Antonio Betato y su equipo, sale a la calle cada trimestre –desde el primero del año 2007, “El Fogaril” (PP-124) bajo el subtítulo de historia-folclore-leyendas-cuentos y recuerdos, que constituye una especie de plataforma etnológica y antropológica de Graus. El precedente de esta colección son los dos o tres números sueltos aparecidos anteriormente para promover y difundir el grausino editados por Baldirón del Rac y Luis Aguilar “Luisón de Fierro. Una forma de expresión que este último conserva desde su niñez (PP-125) acumulando una serie de escritos, que no sólo recogen los lugares, costumbres, tradiciones o personajes de Graus, sino el estilo, enfoque y filosofía de una cultura que nos permite una especie de estudio antropológico de esta zona. Conserva su extensa producción en diez repletas carpetas bajo la denominación de “Cosas de Graus” Fuera de Graus, aunque en este caso dentro del municipio hay que destacar “El Gallet”, Boletín de la asociación de amigos, vecinos y residentes de Torres del Obispo, de carácter trimestral, aparecido en octubre de 1993, defensor de los intereses del pueblo y su entorno, especialmente los amenazados por la línea de Alta tensión Aragón-Isona. (PP-126) Pero la publicación más importante y de más larga vida en La Ribagorza es “Guayente”, un boletín que nace como medio de expresión de la asociación creada en el valle de Benasque en 1980 en torno a este Santuario y que acaba de publicar su número 92. Desde el primero (PP-127) ha mantenido un buen nivel informativo acompañado tanto por la temática abordada como por su desarrollo. Desde abril del 2004, publica también “El Remosé”, como órgano de expresión del centro de discapacitados “El Remós”, dependiente de Guayente. (PP-128). Relacionado con la 15


prensa, esta Asociación edita durante las décadas del 80 y 90, unos dossiers que recogen el material publicado sobre el valle del Esera, primero con periodicidad anual y posteriormente trimestral, constatándose el incremento progresivo de esta zona en las páginas de la prensa provincial y regional. (PP-129) De fugaz puede calificarse el paso de “Comarca 2.000” Boletín de la Asociación antipantano de Comunet que saca a la calle su primer –y creo que único número- en mayo de 1990. Si la regulación del Esera es seguramente el tema más polémico y conflictivo de esta etapa democrática para la comarca, la alternativa de Comunet supuso el mayor nivel de confrontación política y social en el municipio de Graus. (PP-131). Editado por Comunicación y Medios de Aragón S.L., la agencia 134 Comunicación de Barbastro, dirigida por José Antonio Almunia inicia en 1.998 una serie de publicaciones comarcales, en su mayor parte del Alto Aragón, bajo la cabecera genérica de “Vivir en…” y a partir del 2000 de “La Crónica”. - (PP-132) La de Ribagorza aparece en octubre de ese año, con 16 páginas de extensión, anunciando una tirada -que se distribuye gratuitamente- de 4.600 ejemplares. Con un formato tabloide y en color recoge las principales noticias acaecidas a lo largo del mes en la comarca, junto a entrevistas y reportajes con un alto porcentaje de ocupación publicitaria.. Desde el pasado marzo –además de reducir el formato- se ha fusionado con la edición de Sobrarbe bajo la cabecera “Vivir en Pirineos” Ribagorza-Sobrarbe, con una tirada de 8.562 ejemplares, sumándose un mes después el Alto Gállego, Todos los contenidos son reproducidos en Internet, en un afán de modernización y adaptación a los nuevos tiempos. Con vocación y contenido ribagorzano, promovida por los responsables de La Clamor de Monzón y dirigida por Jorge Ballarín, nace en diciembre de 2006 “L´aigüeta de Ribagorza” –magacín ociocultural gratuito- una revista semanal de pequeño formato, con la pretensión de ser la nueva voz de la Ribagorza. (PP-133) Anuncia siete mil ejemplares de tirada que se distribuyen gratuitamente por todo el territorio, compartiendo casi a partes iguales información y publicidad, Dos años más tarde, publica su último número, el 99, bajo el titular de portada “Gracias… y adiós” Como última y reciente experiencia queremos traer la acometida por tres personas afincadas en Graus, andaluces aunque procedentes de Cataluña de donde trasladan la iniciativa, que bajo la intencionada cabecera de “Coralé”, Crónicas Ribagorzanas, (PP134) publican mensualmente una revista como un contenido mas de su oferta informática. De muy pequeño formato y con una elaboración en la que se mezcla lo manual con las nuevas tecnologías, en sus páginas cabe todo tipo de informaciones, colaboraciones y propuestas, con especial preferencia para el ocio y entretenimiento. “El Llibré” Pero no se puede dar el adiós, sin citar a la que es una publicación simbólica y singular para esta villa de Graus, centenario junto a “El Ribagorzano”. De periodicidad anual pocas revistas son tan esperadas, leídas y conservadas como “El Llibré”, el órgano de expresión de los grausinos. Aunque el primer programa que se conserva data de las fiestas del 1.910, el formato y carácter de librito -según explica María Luisa Arnal que ha realizado un completo estudio sobre el mismo- aparece en las de 1.921, convirtiéndose en uno de los primeros municipios de la Península donde tiene lugar este tipo de publicaciones. (PP-135)

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Desde entonces se ha publicado sin interrupción salvo el paréntesis de la guerra civil y el año 1942 que no se celebraron fiestas. (PP-136) Ha ido incrementando las páginas y las colaboraciones que, unidas a la siempre importante presencia de anuncios locales, se ha convertido en el más importante documento anual con sello grausino. Toda la colección del Llibré, los pregones con que se inician las fiestas desde el año 1965 (PP137) y las monografías pormenorizadas que han escrito, entre otros, –además de la mencionada de Arnal- Francisco Castillón, Eduardo Palacio Nacenta o Aurora Gabarre y Carmen Lanao, junto a otros muchos escritos y material fotográfico y videográfico sobre las mismas, acumulan un archivo documental exhaustivo (PP-138), un importante bagaje con el que estas fiestas pretenden incorporarse al selecto club de Patrimonio de la humanidad. Desde el año 1978 que se recupera la tradición de la Mojiganga, una nueva publicación se ha unido al Llibré. (PP-139) La recopilación de textos y guión de la representación se edita cada año por el grupo encargado de escribir y escenificar esta singular obra. Con el Llibré como buque insignia, el habla local –el grausino- siempre ha contado con multitud de defensores y exponentes, entre quienes se encuentran Francisco Castillón; a Tonón de Baldomera. (PP-140) animador insustituible de las fiesta y cuya obra literaria se conserva en el libro ”Prosa y Verso de Tonón de Baldomera” y a Vicente Turmo “Pallasón” (PP-141) quien nos ha dejado una completa obra en grausino sobre las “Tradizións y Cosas de Graus”, –con vocabulario incluido- además del mencionado museo que lleva su sello y autoría. Un legado que con seguridad hubiera llenado un importante hueco en este museo –y que todavía no puede descartarse en su totalidad- es el del desaparecido Juan José Arenas Gambón. Sí nos deja un texto, escrito a máquina, bajo el título de “Breves apuntes históricos sobre la villa de Graus” (PP-142). Una interesante aportación sobre esta población, su historia, sus casas, iglesias, colegios y monumentos, así como sus manifestaciones comerciales, culturales y festivas, unido a las efemérides y personajes que han jalonado su devenir histórico. Unos apuntes que ha ordenado y realizado una edición resumida de 10 ejemplares, Julio Salamero (PP-143) de casa Capucho, fallecido recientemente, quien además de sus colaboraciones en el Llibré cuenta con una interesante bibliografía particular – compartida con su familia y amigos- con temática grausina. Aunque son muchos los textos a la espera de su posible edición o divulgación, valga citar “La leyenda de Rodrigo y Marica, con más de quinientas estrofas, de Miguel Clavería; un escrito entrañable de Santiago Plana sobre una persona tan popular para quienes pasan de los cincuenta como Mosqueta (PP-144) una documentada historia sobre la casa Alifonso de Graus, de Venancio Díaz Castán; una especie de guión en tres actos de una comedia sobre Furtaperas de su hermano José María y –hablando de guiones- el hasta ahora frustrado –que no inexistente- de Angel Aventin (PP-145) sobre Ramiro I y la batalla de Graus. Y cómo no el interesante trabajo realizado por dos de mis predecesores en estas jornadas Justo Broto y Carlos Bravo que como han demostrado en este foro son dos de los representantes más cualificados para investigar, estudiar y dar a conocer el patrimonio de Graus y su zona en todos los aspectos: natural, histórico, artístico monumental, demográfico y económico social. En el caso de Justo la historia de Graus –a pesar de las importantes aportaciones realizadas en los últimos añossigue incompleta a la espera de que se incorporen sus descubrimientos, fruto de un

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trabajo concienzudo y riguroso que además transmite con su sello de humanidad y amenidad. Las imprentas Las imprentas –aunque sin el protagonismo que alcanzan a principios de siglo, juegan también un importante papel en estos últimos tiempos. La desaparición a finales de los ochenta de La Gutemberg, de Vicente Lacambra, ya había llevado a uno de sus operarios, Luis Lozano (PP-146) a instalar sus propios talleres en la antigua casa de Torquemada, en El Barrichós. Aparte de su trabajo profesional, Luis nos deja cinco libritos de su autoría, en ediciones limitadas en número pero no en calidad, en los que recoge un importante material literario y gráfico de recuerdos, leyendas y vivencias de Graus, acompañado de un vocabulario grausino. En la actualidad la impresión en Graus –tras un paso fugaz de Beatriz Betato por la profesión- está representada desde marzo de 1986 por Francisco Parra (PP-147) cuya imprenta ubicada en la plaza mayor contribuye a revalorizar este histórico marco, sobre todo por el importante material que aquí y en otros lugares conserva. Francisco Parra cuenta seguramente con el mejor archivo fotográfico de Graus así como con una gran cantidad de libros, revistas y periódicos que lo convierten en un gran y desconocido centro de documentación no sólo de Graus sino de Ribagorza. Esperemos que en su próxima y merecida jubilación ponga orden en tan prolija obra, que seguro aportará aspectos nuevos y desconocidos para los estudiosos y para los ciudadanos en general.

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Epílogo: Radio y televisión en Graus Aunque la charla está circunscrita a la prensa y las publicaciones locales en general, solo tres datos para indicar que la radio y la televisión locales, aunque con un recorrido más corto, también tienen su historia en Ribagorza. En 1971 inicia su actividad de forma esporádica una corresponsalía de Radio Huesca, en Graus, de la que se haría cargo doce años mas tarde Radio Barbastro, el segundo de los centros instalados en la provincia por la emisora decana del Alto Aragón. En marzo de 2010 abre sus estudios SER Graus con las periodistas Mariam González y Marta Ruiz al frente. La primera emisora que funciona en Ribagorza es Radio Benasque, promovida por la sociedad Antena del Pirineo que comienza su andadura el 16 de julio de 1983. En la actualidad se encuentra integrada en la Cadena COPE –Cope Pirineos- con la figura y la voz permanente de Aurelio Mora Barrabés. En 1990 se presenta ante sus oyentes Radio Benabarre, una emisora municipal con el omnipresente José Luis Brualla al frente, secundado por Pilar Borruel, quienes en 1998 reciben por parte del Gobierno de Aragón la concesión de una frecuencia, asociándose posteriormente a Cadena Dial –Dial Ribagorza- de la SER en la que permanece. La actual emisora municipal, Radio Ribagorza-Graus, procede de una iniciativa de la Mancomunidad de la Baja Ribagorza que el año 2000 decide conceder su explotación a la Sociedad Antena del Pirineo, haciéndose cargo posteriormente el Ayuntamiento de Graus, mediante unos convenios suscritos entre ambas entidades. La información está a cargo del periodista grausino Angel Gayúbar. Además, funciona en Castejón de Sos Onda Cero Ribagorza, fruto de una concesión administrativa del Gobierno de Aragón. Tambien la televisión local, aunque sin frecuencia propia, cuenta con varios años en Graus, desde que en el inicio de los noventa iniciara su actividad con más ilusión que medios Antonio López, Baldomera fillo. El año 2005, el Ayuntamiento suscribe un acuerdo municipal con Antena del Pirineo que materializa informativamente con su voz y su presencia Elena Fortuño, a través del canal 21, a lo largo de dos programas diarios, uno al mediodía y otro por la noche, junto a un servicio de teletexto con contenidos de servicio público tanto de ámbito local como comarcal. Este trabajo pretende ser un homenaje al papel y a quienes han ejercido el periodismo escrito, sobre todo a quienes lo han hecho desde la proximidad que ofrece la prensa local contando con la inmediatez del lector –lo que obliga al informador a ofrecer mayor rigor, cuidado y humanidad en la información.

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