Todo llega - Hugo Accardi

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Todo llega HUGO ACCARDI

Extractos del blog Cuentos y otras yerbas

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Accardi, Hugo Todo llega : extractos del blog cuentos y otras yerbas / Hugo Accardi ; ilustrado por Florencia Long Olivar y Andrés Stazzoni. - 1a ed. - Beccar : Grupo Abierto Libros, 2012.

180 p. ; 23x16 cm.

ISBN 978-987-25314-8-5 1. Narrativa Argentina. I. Long Olivar, Florencia, ilus. II. Stazzoni, Andrés, ilus. III. Título CDD A863 Fecha de catalogación: 05/11/2012

www.hugoaccardi.blogspot.com.ar @hugoaccardi

Ilustraciones: Florencia Ling Olivar florencialingolivar@gmail.com Andrés Stazzoni andresstazzoni@gmail.com © Víctor Hugo Accardi © de esta edición Grupo Abierto Comunicaciones

grupoabiertolibros@hotmail.com Diseño de tapa e interior: Fabián Canosa fcanosa@grupoabierto.com Queda prohibida su reproducción sin autorización del editor.

Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en la Argentina Imprenta BIOCOLOR SRL

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- Prologo ¿Qué es un hijo? Un hijo es la proyección de uno en él sin que él llegue a ser uno en nuestra proyección. Es nuestra mejor creencia de pensar que será mejor. Es la perfecta combinación entre lo que debe ser, lo que no es y lo que verdaderamente es. Es nuestro presente ayer futuro. Nuestra semilla germinada en un regreso hecho gloria o nuestra conquista inconclusa. Tal vez gracia, tal vez satisfacción remendada. El hijo, aunque por ahí se diga que no es nuestro, que es prestado, es lo indescifrable al sentimiento humano, porque es un crecer constante en un libro diario, que espera ser escrito.

Eso es lo que sentí al leer cada página de este hijo con cuerpo de hojas.

Una invitación a lo cotidiano con un lenguaje simple, naif por momentos, pero con una profundidad que invita a seguir leyendo.

Es el primer hijo varón de Hugo, el primero que nace desde sus entrañas y que provoca el estallido necesario para movilizarnos, hacernos pensar, hacernos reflexionar, y creer que a pesar de los pesares nunca es tarde para concretar los sueños.

Hugo, el Huguito de siempre, el del barrio, el de sus raíces intactas acaba de cumplir con la trilogía tradicional, luego de plantar un árbol y tener un hijo, sólo que esta vez marcó una trascendencia.–

Patricia Accardi

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- Introduccion Hace dos años, cuando volvió a despertarse la vocación por escribir, tuve la sensación de que mis letras iban a ser leídas y compartidas. Fue simplemente una sensación que, a la luz del trayecto recorrido, hoy es una realidad.

El puntapié para que me conocieran lo dio la red social “twitter”.

Desde allí fui reconociendo el terreno y, luego de afianzarme en lo que creía, le di forma al blog que hoy se materializa en estas páginas. Aquí, a modo de simple observador y despojándome de ser el autor material de lo que van a leer, se encontrarán con algunos cuentos y con todo el sentimiento a flor de piel.

Lo que fue pensado como “otras yerbas”, podría llamarse, como tantas veces escucharon mis casuales interlocutores, una catarsis escrita a partir de la vida misma. Fue así como consideré, después de haber leído las huellas dejadas, que ese, y no otro, era el camino a recorrer, ya que los sucesos plasmados en letras llegaban a mimetizarse con los acontecimientos vividos por los lectores.

Esa fue la llave que abrió aún más mi deseo de despojarme de mis alegrías y miserias en cada escrito y compartir también lo que fui recibiendo a través de los comentarios, que irán conociendo a lo largo de estas páginas después de cada entrada. No es un libro más, es el reflejo de lo que nos pasa a muchos y tengo la fortuna de poder cristalizarlo. Viajarán en el tiempo, serán espectadores de mi nacimiento, observarán mis pasos por la infancia, conocerán mi adolescencia, mi juventud y contemplarán mi presente.

Soy un tipo común, como tantos que la peleamos desde abajo. El llegar hasta aquí forma parte de ese esfuerzo que jamás escatimé. Recuerdo en este momento a un queridísimo jefe, gran persona y respetado amigo

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que siempre valoró mi empeño por conseguir lo imposible a pesar de mis limitaciones. Él expresó que lo mío era “tenacidad” y esa palabra fue el motor que empujó día tras día al Hugo que conocen y que, con este libro, tendrá asegurada su trascendencia.

Por último, quiero compartir los siguientes párrafos que pertenecen a “Acuerdos de Almas”, texto escrito por Liliana Calleja, con el convencimiento de que tendrán, luego de su lectura, cabal conciencia de la razón por la que eligieron leerme. Nada es casual.

“Algunas personas vienen al mundo para ser bellas y fuertes, otras para ser complicadas o raras; algunas para morir jóvenes y enseñarnos a través de la desolación de tan terrible pérdida; otras, para vivir muchos años e instruirnos mediante su sabiduría.

Sin embargo, no importa cuál sea nuestro rol, todos formamos parte de este gran destino espiritual que principalmente consiste en recordar nuestra esencia eterna y dirigir nuestros actos hacia la unión final. Es así que a cada persona que conocemos, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas, y cada relación de la que formamos parte representan una pequeña escena en el eterno conjunto humano, cuyo fin es el desarrollo del alma.

Al advertir esto, uno podrá asombrarse y comprender que cada persona presente en nuestra vida tiene un importante propósito: el de entrar en contacto con nuestra alma y hacerla crecer; que cada relación existe para agudizar la conciencia de nuestra alma.

Así, ya nadie nos resulta extraño, ninguna relación puede verse como un error o un fracaso. A la luz del Espíritu, comprendemos que estamos cumpliendo nuestro rol, en miras a la realización de un plan perfecto y eterno”.

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Ahora sí: pasen, la puerta está abierta. Deseo que disfruten del viaje hasta el final, allá los aguardaré con el agradecimiento por haber transitado mi mundo, que también será de cada uno de los que sonrían, se emocionen y logren desahogarse con cada relato. Los espero, sé que vale la pena hacerlo.–

¡Bienvenidos!

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- Es un varon (A mi madre, que a los 18 años me dio refugio en su vientre)

Cada vez que comienza un nuevo noviembre, tal como ocurre desde que tengo noción de lo que sucederá durante su transcurso, inicio una cuenta regresiva que dura exactamente veintiún días. Capricho de la naturaleza que decidió regalarme mi primera bocanada de aire fresco en el Buenos Aires de 1957.

Trato de imaginarme ese sublime instante para toda madre, sus sensaciones, esa rara emoción que las embarga entre el abandono y la bienvenida del huésped que cobijaron en su interior durante nueve meses.

Hoy todo es muy diferente, tanto que falta pedirle al bebé que busque su mejor plano para tomarle una fotografía, a ese bebé que ya todos conocen y llaman por su nombre. ¡Qué distinto tuvo que haber sido en aquel tiempo! Y qué mejor que escucharlo de sus propios labios, ¿no?: ¿Cómo fue ese día mamá?... “Antes que nada quiero decirte que desde el momento en que estabas latiendo en mi pancita todos sentimos una alegría inmensa. Ibas creciendo dentro de mí, tanto que… cuando anunciaste tu llegada, 48 horas antes de la fecha fijada para que conocieras nuestro mundo, yo sentía mucho miedo de que te pasara algo porque tenía contracciones y nada de dilatación, y no había forma de que el médico lograra sacarte. En ese entonces no practicaban cesáreas, existían los fórceps, pero yo no quería que te sacaran así… Estabas ubicado arriba y eso me producía vómitos. Todo un caos y no tenía a nadie que me contuviera como toda mujer desea…

Hasta que una enfermera le pidió al doctor que le permitiera masajearme antes de que él utilizara el fórceps. Recuerdo que era una mujer grandota.

Agarró mi panza e hizo como si estuviera amasando, me habló bien y fue

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ella quien logró que salieras… Cuando escuché `¡Es un varón!´ mis ojos estallaron en lágrimas. Decirte que eras el bebé más hermoso es poco.

Toda la clínica quería tenerte en brazos… Y yo, despacito, iba aprendiendo y me las arreglaba como podía… Todo era temor. ¡Imaginate que hasta para ponerte el pañal o una batita llamaba a las enfermeras! Pero bueno, estabas vos y no me importaba otra cosa, ningún dolor iba a impedir el orgullo que sentía de haberte traído al mundo…”. ¡Qué lindo tu relato! Me hiciste viajar hacia tus entrañas, a esas entrañas adolescentes que dieron vida, la vida que hoy disfruto en el umbral

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de un nuevo aniversario que marca los años que pasaron desde que te recibiste con el título de madre.– ¡Gracias mamá!

“Mi hermano querido, estoy tan emocionada, tan absorta que no puedo escribir lo que deseo transmitirte... Hace más de quince minutos que no puedo parar de llorar y recordar nuestros tiempos de antaño...

Siento que te redescubro, siento que renuevo día a día nuestro vínculo y te siento más cerca y más feliz. Es tan gratificante y tan estimulante a la vez.

Mamá está derretida con su hijo varón, su orgullo ya no le entra en el cuerpo.

Tu relato la enaltece como mamá y la acerca mucho más a tu Amor. Si seguís escribiendo así deberé visitar al cardiólogo con más frecuencia... “ (Patricia, mi hermana, no pude dejarla afuera con su comentario) – “Otra vez me emocionaste hasta las lágrimas. Me hiciste viajar y me sentí como una nena chiquita sentada a lo indio enfrente de tu madre escuchando esta maravillosa historia.” (Anónimo) – “Ese día es un día muy importante en la vida de cada persona y es una suerte haber podido ponerle fecha. Digo esto porque me hizo pensar en una persona que amo mucho y que nunca tuvo esa suerte. Te hablo de mi papá que ahora no está más y que no pudo hacer ningún tipo de cuenta regresiva porque su cumple era en el año 1956. Y sí, mi papá tenía solo un año más que vos pero por haber nacido en Marruecos nunca tuvo la fecha exacta. Cuando hizo sus papeles franceses le pidieron que pusiera un día y un mes y de simple que era puso el 1º de enero. Entonces todos los primeros de enero mis hermanos y yo le deseábamos feliz cumple pero había algo que faltaba y era difícil de explicar. Supongo que la emoción porque, como no era su verdadera fecha de cumpleaños, para él era un día más.” (María)

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Cuentos

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- Agua Una historia diferente.

2002. Año de suerte. Los que sabían de números hablaban de coincidencia.

Daba lo mismo leerlo de adelante hacia atrás, que desde atrás hacia adelante.

No había porqué tener miedos, debía ser un año de alegrías, de júbilo, un año positivo.

Mañana fría, destemplada, la de ese lunes de otoño luego de un fin de semana soleado. Los perros ya jugueteaban entre la escarcha del parque sin importar lo que pasara a su alrededor. Cerca, dos vagabundos que habían dormitado a la intemperie daban sus primeros bostezos. Todo parecía normal. Nada hacía prever que algo perturbaría la tranquilidad casi monótona de esos días.

Claro, en un pueblo es difícil cambiar las costumbres, todos se conocen, saben los pasos que se dan. Es mecánico: caminan por el mismo sendero, salen a la misma hora, se cruzan con las mismas personas. Es casi una ceremonia. Era

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lógico que un cambio de hábitos o que apareciese algo que antes no habían visto los confundiera, los hiciera investigar, reunirse para descifrar el misterio. Distinto hubiera sido en una ciudad. Allí eso no ocurre. Todo transcurre contra reloj, no hay tiempo para observar, se mira sin mirar. Pero en ese lugar, en ese espacio perdido, todo importaba, nada se les escapaba. Ahí sí que no iba a pasar inadvertido. Era clara la actitud de quien dejara aquel mensaje, debía saberse, conocerse. Era lo que más deseaba.

Por eso, la noche de aquel domingo lleno de hojas secas deambulando por las calles, se dirigió hasta allí. Había que dejar testimonio. Ese fue el lugar elegido. No podía perder tiempo, tomó el aerosol y escribió simplemente “AGUA”. Nada más. Luego partió.

Los parroquianos, a medida que se iban acercando a aquel paredón, dejaban su opinión. Unos se animaban a creer que una empresa privada promocionaba la nueva red de agua potable. Otros, menos crédulos, pensaban en una campaña política de algún partido recientemente fundado. Algunos no estaban ni con unos ni con otros, solo afirmaban “algo habrán querido decir”. En definitiva, todos se hacían oír, era tema de conversación.

Tal vez, el efecto buscado por el escritor anónimo fuera ese: que aquel pueblo cambiara su monotonía, aunque más no fuera por poco tiempo. Pronto, se sabe, todo volvería a su cauce normal y lo que un día llamó la atención luego sería parte de sus vidas, estaría allí por siempre, ya sin importar su significado.

Hoy, diez años después de aquel hecho, pocos recordamos la anécdota.

No podía ser de otra manera. Los amigos estamos en las buenas y en las malas y, aquella noche, sin pensarlo, decidimos acompañarlo en su cruzada.

El quería hacerlo, estaba feliz por ello, y nosotros estábamos felices por su felicidad. No hay palabras para describirlo, por eso fuimos.

Hoy, diez años después de aquel hecho, Facundo balbucea sus primeras palabras, pronto cumplirá su primer añito. Dolores ya recorre su segundo grado y Valentina está ansiosa por terminar quinto. Ana los observa con ternura y Germán, como siempre, los contempla tal como se admira una obra de arte, tal como lo hiciera antes con ella, con ese amor que solo com-

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prenden quienes aman de verdad. Es aquello que permite, sin miramientos, escribir en la pared de algún pueblo perdido en el tiempo las siglas de tal sentimiento: “AGUA”.– Ana y Germán, Únicamente Amor.

“Las pequeñas cosan pueden ser grandes, depende del significado que les otorguemos. Más allá de todo, la vida sigue sin detenerse.”

– “Con esa frescura de lo cotidiano, nos llevas de la mano a otros sitios, a otra gente, como si hubiésemos estado allí, como si lo hubiésemos vivido...” (Alicia) – “En un lunes de otoño, tengo el agrado de leerlo y comentar por primera vez...

Vivo en un pueblo y conozco perfectamente lo que cuenta: “Es difícil cambiar las costumbres, todos se conocen, saben los pasos que se dan, es mecánico, caminan por el mismo sendero, salen a la misma hora, se cruzan con las mismas personas”...

Hace un par de meses quise hacer exactamente lo que desarrolla el cuento, pero no tuve el coraje de Germán por miedo a ser vista, por miedo a que me denunciaran y cada día pienso en qué hubiera pasado si lo hubiera llevado a cabo... Hoy es tarde para arrepentirse pero igual sé que ese sentimiento, que nunca fue plasmado, lo siento tan inmenso y lo sentiré hasta el final de mis días.” (Carito) – “Me dejaste sin palabras, como cada vez que publicás una entrada. ¡Quién hubiera imaginado que una palabra podía tener tanto significado! El amor realmente es único y se expresa de mil maneras distintas. Es un hecho para recordar y celebrar cada día, es un sentimiento que te cambia la manera de pensar, ver y sentir el mundo. Ves rosa donde hay negro y ves el sol en días de lluvia. Gracias por esta bonita anécdota que nos hace dar cuenta de todo lo que tenemos a nuestro alrededor y de cómo debemos sentirnos orgullosos por ello.” (Cecilia)

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- Amor prohibido ¡Cómo olvidar aquellas mañanas en las que nos confundíamos en un eterno abrazo! ¡Cómo no recordar tus latidos junto a los míos! ¡Cómo no volver a traerte hacia mí si con tus besos convertías mis días en inmortales! ¡Cómo no mantener en la memoria el brillo de esos ojos celestes cautivados con mis relatos! ¡Cómo podría dejar de pensar en vos si fuiste la mujer que me hizo sentir hombre por primera vez! ¡Cómo es posible que mis sentidos, después de tantos años, vuelvan a instalarse en ese tiempo y hoy pueda seguir disfrutándolo! Si hasta vuelvo a ver tus manos colmadas de restos de enseñanza y esas mejillas sonrojadas luego de escucharme con atención.

Nunca me había sucedido algo así, pero debía decírtelo y mis palabras fluyeron hacia tus oídos. Tu sonrisa y tu respuesta hoy ya son historia, aunque me encantaría encontrarte para que veas en qué se convirtió aquel niño que te confesó su amor, por más que fueras la maestra de tercer grado.–

“Es impresionante cómo nos llevás a un mundo paralelo. Entro en tus relatos e intento vivir ese sentimiento. Imagino cada escena, cada

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palabra, cada mirada. Hacés que cuando leo cada una de las oraciones que escribís, me sienta parte de la historia. “ (Florencia) – “¡Llegué al final y solté una carcajada!… ¡Tan concentrada que estaba en la lectura y al acabar abrí los ojos en plan asombro! ¡Qué bonitos detalles! Soy educadora de pequeños de 2 y 3 años y siento por ellos un amor especial, que cada día aumenta. Sé lo que es sentirse orgullosa del trabajo realizado. Hoy he estado trabajando en sus “calificaciones” y me puse a recordar la evolución que ha tenido cada uno… Siempre nos encontramos con algún/a profe que marca tu camino de estudiante y, por lo visto, a ti también te marcó!” (Itziar) – “No esperaba, viendo cómo iba la cosa, que terminase (o comenzase) todo en la maestra. Supongo que a la gran mayoría, de chiquitos, nos pasó algo parecido. Es muy tierno el relato: ese “primer amor imposible” que siempre se recuerda con una gran sonrisa. Al verlo ahora y pensar en todo lo que pasó desde entonces… Me cautivaste con tus palabras, además de sacarme una sonrisa.” (Lorena)

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- Como cada mañana -

Hoy, como cada mañana, vuelvo a pensar en vos. El solo hecho de tenerte en mi mente es el comienzo de una increíble transformación corporal. Los capullos que tengo en mi panza se transforman rápidamente en cientos de mariposas que aletean sin cesar. Ya estás conmigo, te siento, te huelo y aún falta una hora para que volvamos a encontrarnos. Necesito ducharme, quiero apartarme por un momento de tu mirada, de tu sonrisa, de tus manos revolviéndome el cabello, pero cada intento resulta vano. ¿Estaré también dentro de vos sabiendo que falta menos para vernos? Siguen pasando los minutos. Mi cuerpo vuelve a estremecerse, son los espasmos del pronto acercamiento. No molestan, los disfruto. Te diviso: ese vestido es

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único, deja ver perfectamente el paisaje que envuelve y es por esa razón que mi piel comienza a revelar un rojo intenso. Releo por décima vez el papel que me dejaste ayer entes de despedirnos: “Mañana seré tuya”. Cruzamos nuestras respiraciones, los dos sabemos que es el día. Congelas tus ojos en los míos y no puedo evitar besarte y rodearte con mis brazos ante la mirada socarrona de nuestros amigos. No nos importa, ellos entienden nuestro ritual tal y como lo hacemos desde el primer segundo en el que decidimos confiar en nuestros corazones. Doy el puntapié inicial y te susurro al oído: “¿Estás segura?” Tu respuesta no se hace esperar, es rápida. Me conocés como nadie y estabas convencida de que iba a preguntártelo: “Claro, muy segura. ¡Siempre supe que eras el hombre que iba a convertirme en mujer!”

Y aquí estamos, tomados de la mano aguardando cumplir nuestro sueño, ese que nunca abandonamos desde el preciso instante en el que nos propusimos caminar juntos. Sólo resta que digamos: “Sí, queremos” y escuchar el aplauso general de todos los que se alegraron cuando nos convertimos en marido y mujer.–

“¡Todo lo que me ha transmitido! Hasta que ha llegado el final, no imaginaba que se trataba de una boda. Porque esos sentimientos los tenemos siempre que vemos a la persona que queremos, aunque el momento de una boda, de juntarse de tal manera a una persona para lo que se supone que es el resto de tu vida, tiene que multiplicar por muchísimas más veces esos sentimientos. Y me ha gustado por eso, porque hasta que no he llegado a la penúltima línea pensaba que estabas hablando de un mero encuentro entre enamorados.” (Lorena) – “Qué hermosos recuerdos me trae “Como cada mañana”. Es maravilloso despertar todos los días de mi vida teniendo una excusa para levantarme de la cama, sabiendo que hay alguien que me espera, sabiendo que hay alguien que me quiere, sabiendo que hay alguien que siente exactamente lo mismo que yo.

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Cuando nos separamos, cuando cada uno va a cumplir con sus obligaciones, lo hace con una sonrisa. ¿Cómo olvidar lo arriba enumerado? Una dulce mirada, una sonrisa, las manos de la otra mitad revolviendo los cabellos, un silencio, un abrazo, un te quiero, un te amo. Despertar y tener el desayuno preparado; caminar bajo la lluvia; compartir la vida de uno y nuestras locuras; no se compara ni se cambia por nada en el mundo. Es lo más lindo que uno puede vivir, no tiene precio. El amor, estar enamorados, decir “TE AMO”, sintiéndolo desde lo más profundo del corazón, y que, encima, nos devuelvan esas dos palabras llena el corazón de cualquier ser humano. “ (Juliana) – “¡Es bueno leer lo que un hombre siente cuando da ese paso tan importante en su vida! Muchas veces, en esas situaciones, se cree que los nervios son solo de la mujer, pero un matrimonio involucra a dos personas, personas que sienten, que desean cambiar su vida y se unan a otra por amor y para compartir sus días. Siempre me pregunté por qué solo hablan de las mujeres durante los preparativos. ¿Quién le presta atención a ese futuro esposo, lleno de nervios, con incertidumbre, proyectos, ansioso de unirse al amor de su vida? Él también pasa por un momento especial… El matrimonio es un cambio y todo cambio viene acompañado de una sensación de incertidumbre, ansiedad y ganas de que lo que venga sea mucho mejor!” (Elina)

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¿Donde estás? ¡Si supieras cuántas veces llevo intentando encontrarte! ¡Cuántos los viajes frustrados en los que mi único motivo es volverte a sentir! Podría estar días enteros recordándolos, pero esa no es la idea de esta búsqueda. Si al menos tuviera la oportunidad de que tu destino conociera mi existencia. Solo eso bastaría para calmar la angustia de no hallarte. Pero, ¿cómo lograrlo? ¿Cómo hacer para que ese corazón sienta el galope del mío y se contagie? ¿Sabrás que te estoy buscando? ¿Cómo saberlo si no conociste ese principio, nada más que mío, en el que nos mantuvimos juntos? ¿Por qué no estás allí? ¡Si te pedí que me esperaras! ¿Qué es lo que pasó? Ni siquiera nos despedimos.

Y así estoy día tras día preguntándome lo mismo. ¿Ya no querés verme? Preguntas y más preguntas que únicamente conducen al vacío de las “sin respuesta”. Y allí estaré, como cada noche, esperando tu silueta, buscando tu aroma, dándole nueva forma a tu mirada hasta sentir que esos ojos vuelvan a posarse en los míos. Aunque me lleve la vida, allí estaré, los sueños no pueden estar tan equivocados.–

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“No hay modo de saber dónde, pero siempre estará acompañándonos, tal vez en otra vida o en los sueños, aunque a veces sintamos su ausencia y necesitemos más que su recuerdo para llenar los vacíos…

Siempre quedarán preguntas sin respuesta, pero la única cosa cierta es que nuestros caminos están destinados a cruzarse y volver a estar juntos. Al menos yo lo siento así”. (Nuria) – “Cuando tenemos preguntas y no encontramos ninguna respuesta nos desesperamos, a mí me pasa mucho... No entender por qué me pasa tal cosa. ¿Por qué a mí? Y nadie responde, en el momento no lo vemos, pero las respuestas llegan con el tiempo. Todo es cuestión de tiempo, pasa y nos damos cuenta de las cosas que antes no entendíamos y logramos ver el significado de por qué a mí. Aunque hay cosas que no tienen respuesta... por más que las busquemos o las intentemos entender, como las injusticias, las desgracias... ¿Por qué le sucede a la gente buena? Nadie resuelve nuestras dudas.

Y sobre los sueños, pienso mucho en eso. Algunos dicen que hay que vivir más la realidad, pero ¿qué sería de la vida sin los sueños? Para alguien que sufre en su realidad, lo único que le da aliento son esos sueños, tener esa esperanza de que todo va a cambiar, tener fe de que las cosas van a ser distintas, como en sus sueños... No creo que soñar sea malo, al contrario, hay que tener motivaciones en la vida y creer que todo puede ir mejor, que todo tiene solución. Así que... ¡a seguir soñando!” (Rocío) – “¡Qué cosas raras nos tiene preparadas la vida! Venir al mundo donde vamos a conocer a todas esas personas que nos van a acompañar durante un tiempo y luego tendremos que seguir o ellos tendrán que seguir sin nosotros. ¿Y cómo lo hacemos? ¿Habrá algún folleto, algunas instrucciones que todavía no encontramos? ¿Será que esas pequeñas “guías” para seguir adelante tenemos que hallarlas en ese lugar que muchos llaman “conciencia” y que ni siquiera nos damos cuenta de que existe cuando lo único que queremos y esperamos es volver a vernos reflejados en los ojos de nuestros seres queridos

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que se nos adelantaron? ¿Qué hacemos cuando no tuvimos la oportunidad de despedirnos? A la larga pensar que en algún momento nos encontraremos con estas personitas, imaginarnos que en ese encuentro no vamos a necesitar nada más que un abrazo para que entiendan lo mucho que nos hicieron falta... ¡Todas las veces que buscamos esas miradas y aromas se remiten a ese momento! ¿Es muy loco soñar que hay un más allá donde nos encontremos con los nuestros?

No lo sé, creo que cada quien vive su duelo como puede. Si pensar en un lugar de reencuentro y tal vez de reconciliación nos ayuda a seguir adelante, me parece bien... Los sueños no pueden estar tan equivocados.” (Hilys)

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- Mujer de mis sueños Hola. Aquí estoy de nuevo, contemplándote como siempre que logro encontrarte. Seguís igual, como la última vez que desapareciste entre mis manos. ¡Necesito escucharte! ¿Cómo es la vida del otro lado de los sueños? me preguntaste, y mis oídos atrapan por primera vez la melodía que fluye de tus labios. Mi corazón late de manera diferente, quiero responderte rápido, pero me detengo.

Prefiero mantener mi silencio y seguir el brillo de tus ojos iluminados por las estrellas que en ese momento atinaron por acomodarse cerca de la ventana. Quiero encontrar la respuesta, me desespero por ser claro, necesito que conozcas mi sentir. Caminamos tomados de la mano, vuelvo a mirarte, no me canso de hacerlo, todo es tan real. Sigo callado, quiero tener las palabras justas, y nuevamente vuelve a atraparme tu música.–

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¿Cómo soy yo del otro lado de los sueños? Ya no puedo quedarme callado, debo responderte, debés saberlo. Te ves distinta, muy distinta. No sos la misma. Te busco en cada lugar donde me encuentro. Creo verte pero la mujer que ahora tengo frente a mí no aparece. No es la que habita este mundo mágico que logro atrapar con mi cabeza en la almohada. Por eso sigo buscándote en cada sueño, porque sé que, aunque todo esto es pasajero, es hermoso vivirlo mientras dura.

Me miraste y sin decir nada te acercaste a la vidriera de un bar y con tu aliento la empañaste para escribir “te voy a extrañar”. Sabía que alguna vez esto sucedería, pero no tan pronto. Seguimos caminando, sentía tus manos frías. No pude mirarte nuevamente y volví a escuchar ese sonido monótono y persistente.

No quiero despertar, no quiero que te vayas, supliqué. Te detuviste, te sentaste en un umbral, enfrentaste mis ojos y las lágrimas volvieron a brotar. Era un nuevo fin. Otra vez tu figura comenzaba a desvanecerse. Traté de retener ese lugar, evitando que se confundiera con la niebla, pero finalmente el sonido del reloj terminó por borrar todos los caminos y apagar la luz de tus ojos, como ocurre inevitablemente cada mañana.–

“Parece que te metiste en mi mente y en mi corazón para describir perfectamente el instante en que cada mañana me encuentro... el momento ese que jamás quiero que termine... el calor de su mirada que no quiero que me abandone nunca... Ese gesto, ese pequeño gesto de empañar el vidrio para dejar una frase. Alguien hace mucho tiempo lo hizo, fue la primera vez que me dijo TE AMO, porque según él no le alcanzaba la voz para gritarlo. Ver eso reflejado en este texto me ha hecho llorar lágrimas de melancolía, de nostalgia, de rabia, de dolor, pero también lágrimas de alegría por haber tenido la oportunidad de amar. Las lágrimas saladas que corren por mi rostro en este preciso instante, tienen nombre AMOR-AMOR-Y MÁS AMOR!” (Claudia)

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“Cada palabra expresada esté en el lugar que le corresponde. Tuve a una sola persona en mi mente: la que te acompañaba en este sueño. Y apuesto todo a que no me equivoqué. Como siempre te digo, por más que ella no esté físicamente presente, contás con la posibilidad de reencontrarla en oportunidades como esta y, por más que al final termine alejándose nuevamente, sabés que siempre está y estará.” (Luciana).

– “¡Qué profundo, qué tierno y qué real! Me hizo recordar mucho a cuando sueño, a las pocas veces que me acuerdo de un sueño agradable que he tenido con alguien. Y es curioso cuando sueñas, sobre todo cuando sueñas con alguien que conoces, siempre aparece distinto, con otras caras, con otras voces, pero sabes que es esa persona y lo sabes por cómo te sientes a su lado. También me hizo recordar a cuando alguna vez o muchas me he ido despertando poco a poco cuando no quería hacerlo, y aun así, sabiendo que estoy despierta, no quiero abrir los ojos para retener aquella última imagen que se quedó grabada de ese sueño que tanto me estaba gustando y del que no quería despertar. ¡Pero por más que esa imagen siga en mi cabeza e intente dormirme nunca puedo volver a ese mismo sueño!” (Roxio)

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- Te necesito Genio Si me concedieran un deseo quisiera volver el tiempo atrás y ser ese niño que alguna vez fui. Desgastaría mis rodillas nuevamente sobre la tierra buscando el hoyo certero para que mi bolita ingrese en uno o dos tiros y así vencer a mi contrincante de turno. Correría incansable para disfrutar la alegría de llegar a la base y gritar “piedra libre para todos mis compañeros” y sentir que los salvé de no contar y que pueden esconderse nuevamente. Seguiría jugando con mis amigos interminables partidos de fútbol con improvisados arcos que van desde el árbol a la pared y esperaría el “¡a comer!” para finalizarlos sin importar el resultado. Caminaría más tiempo con mi viejo de la mano hablando “cosas de hombres” a escondidas de mamá.

Pero, por sobre todas las cosas, volvería el tiempo atrás para tener en mis manos esas armas de juguete que sólo hacían ruido cuando apretábamos el gatillo mientras nos entreverábamos entre “cowboys” e “indios” sin lastimarnos. Eran disparos con nuestros propios gritos onomatopéyicos: “pum”, “pam”. Solo eso.

Quiero ese tiempo de nuevo en mi vida y poder contagiar con ese virus de juegos infantiles a todos los chicos de hoy. Enseñarles que la niñez es otra cosa, que no se empuñan armas de verdad que matan a personas. Un virus que se propague por mi país y por todas las naciones que viven el mismo flagelo de la delincuencia juvenil.

Quiero que no haya vacunas para eliminarlo, quiero contagiarlos a todos. ¿Será mucho pedir volver el tiempo atrás y revertir la historia? Quiero

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chicos felices con familias felices. ¿Habrá un genio que salga de alguna lámpara y me conceda el deseo? Sigo esperando. Todo llega, sobre todo cuando los sueños no se abandonan.–

“¡Cuánto de cierto hay en esto que escribiste! Me encantaría poder volver a ser chiquitita, no solo para divertirme sin parar y sin todas las preocupaciones que la vida “adulta” nos va presentando da a día, sino también para disfrutar con la emoción más pura de las cosas lindas que nos da la vida. Y no es que ahora no se pueda... sino que antes creo que era más sencillo.” (Valeria) – “Yo tengo solo 14 años, y desde que soy muy chiquita fui creciendo deseando no hacerlo, le tenía pánico a entrar en la adolescencia y perder todo eso tan maravilloso para un chico. Pero fue inevitable y hoy, aunque no quiero, vivo en una sociedad en la que hay delincuencia, drogas, alcohol, y muchas otras cosas que veo en chicos de mi edad que no quiero para mí ni para nadie.

Lamentablemente uno solo no puede cambiar las cosas, pero siempre quedan los sueños y la ilusión de un mundo mejor, ¿no?” (Soledad) – “¡No puedo evitar emocionarme una vez más! ¿Sabés por qué? Porque soy docente, maestra en una de las zonas rojas más conflictivas de Montevideo y eso me hace ser quien soy. Vivo lamentablemente situaciones límites diariamente y como vos (y muchos más) espero a ese genio de la lámpara, pero más espero de mí, de nosotros, porque estoy convencida de que solo trabajando unidos y creyendo en que el cambio es posible, será así. Muchas veces he sentido que lo que hago diariamente no sirve, que no hay ningún cambio y sin embargo un pequeño gesto, una confidencia de un padre o una madre me demuestra que no es así, sino que cualquier cosa que hagamos afecta nuestro entorno más próximo y por ello afecta al mundo. ¡Cambiemos nosotros para cambiar el mundo, es la única receta posible!” (Claudia)

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Otras yerbas

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Lo que sucede

- Palabras -

Desde que nacemos convivimos con las palabras. Primero a través de los oídos y luego para hacernos entender. Nos acompañarán a lo largo del camino y nos ayudarán a que nos convirtamos en personas junto con los vaivenes de nuestros cambios corporales. Las incorporaremos y las desecharemos a través de los años con el propósito de nutrirnos con las mejores. Creceremos en la medida en que hagamos uso digno de cada una y las conservaremos hasta el último de nuestros días.

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Pero hay algo superior a ellas, más poderoso: nuestros silencios. Por eso, el día en que puedan percibirlos con claridad, recién entonces comprenderán cuáles son aquellas palabras que lastiman cuando uno calla y ese, y solo ese, será el momento exacto para dejarlas ir pues ya no habrá necesidad de seguir guardándolas.–

“El silencio es el método más exacto para decir. El silencio habla por sí solo, más allá de las palabras. Es la mejor respuesta cuando se agotaron todos los recursos lingüísticos. Va de la mano del `no´ con el agregado de lo que quieras adherir, pero en silencio, solo en tus pensamientos. Lo mejor que tiene el silencio es su poder: puede más que millones de palabras. El silencio dice lo que la palabra no pudo. Lo más difícil es poder sostenerlo.” (Patricia) – “Las palabras que mueren por salir y se detienen en los labios, esas que se dicen con la mirada, en un suspiro y que dejan que esa persona especial las beba de tu boca, se convierten en un silencio compartid.” (Ly Rubio) – “No sé porqué me hizo acordar mucho a la frase de mi profesor de audiovisual: `El silencio se hizo presente luego de que dejó de existir el cine mudo´. Tanto ruido, tanta música no dejaban escuchar esos silencios necesarios, que nos permiten entender que una palabra no lo dice todo y que un silencio puede entenderse de la misma manera que un grito.” (Micaela).

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HUGO ACCARDI

- Adolescencia Siento a mi alrededor la constante ráfaga de quienes se empecinan en correr cuando lo que deben hacer es disfrutar de una buena caminata. No comprenden, en medio de su carrera, la vida que dejan de apreciar por ir demasiado rápido. Lo triste es, además, que en su diaria travesía arrastran consigo a quienes desean contemplar el camino. Por favor, pido que se detengan y observen lo que están abandonando. Éste es mi grito, aunque silencioso, para que de una vez por todas abran los ojos y vean que no hace falta llegar antes a la meta cuando en el trayecto no se percibe más que la propia inseguridad.–

“Lamentablemente

hay

cosas

que ‘la vida moderna’ nos pide a cambio todos los días... Y mal hacemos en no dar batalla y entregarle cada cosa que nos quiere sacar.

Por mi parte estoy más que agradecida de haber crecido en la era del juego, con la inocencia propia de la niñez... Esa me parece una de las cosas que estamos perdiendo, el hecho de dejar que la vida nos sorprenda, de disfrutar cada paso como se debe, dándole la importancia a lo que nos hace crecer como personas. Sí, tal vez pensamos que el

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sentarnos a tomar un respiro no nos ayuda, pero la situación está como está porque nosotros mismos lo permitimos.” (Hilys) – “También siento esa ráfaga de la que hablas, pero intento detenerme. En ciertos momentos, cuando esa ráfaga es muy fuerte no me queda otra opción que dejarme llevar, aunque a la fuerza. Pero la mayoría de las veces logro ir a mi paso, mirando a ambos lados viendo cómo muchos adolescentes corren para llegar a la meta que se trazan y, cuando llegan, no tienen conciencia de las maravillosas cosas que se perdieron porque quemaron etapas. Con 15 años, en lo que menos pienso es en `comerme el mundo´ y arrasar con los hermosos momentos que nos brinda la adolescencia. Como dice la canción `siempre lo haré a mi manera”, y no seré una del montón que corre y corre.

Tampoco me considero un ejemplo, pero todos aquellos que se apresuran en el camino, deberían aprender a caminar.” (Agustina) – “En los árboles hay ramas que parecen estar fuera de lugar, pero con el tiempo se ve que ninguna rama es inútil. Así es la adolescencia. Ajustarse es un acto de valor y creo que esta etapa también puede ser un acto.

Es tan agitado el corazón adolescente que, a veces, hasta nos resulta incomprensible. Será que tal vez no hace falta tratar de comprender ciertas cosas, quién sabe.” (Magalí)

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- Palabras que no quiero Puede ser que me deje llevar por la coyuntura, pero necesito aprovecharla para dejar sentado en estas líneas qué palabras no quiero volver a escuchar: barra brava, violencia, desprecio, intolerancia, barbarie, soberbia, incapacidad, falta de respeto y, para no seguir ahondando, dejo que la imaginación de los lectores complete la lista. ¿Qué nos pasa como sociedad? ¿Por qué llegamos a este extremo en el que pareciera que ya no existen los límites? ¿Qué nos lleva a perderle el total respeto a la autoridad? ¿Es necesaria, ante una derrota futbolística, tanta agresión contra lo primero que se cruza por el camino? ¿Todo esto es en nombre del “fanatismo” mal entendido?

Sigo haciéndome preguntas, algunas de las cuales podría responder porque vivo en esta ciudad, porque quiero a mi país y porque, sobre todas las cosas, tengo hijas y nietas y sé lo que no deseo para ellas.

Solo espero que mis oídos se nutran, de ahora en más, de palabras como: tranquilidad, respeto, autoridad, aprecio, capacidad, tolerancia, comprensión, hermandad y, con letras mayúsculas, PAZ.–

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“En nombre del fanatismo y `la pasión´ se hacen desastres o se justifica la peor idiotez humana... Una señorita (casi señora) muy bien dijo: `No creamos TANTO en el Fracaso ni en el Éxito, ambos duran sólo un instante. De allá ARRIBA, vamos allá ABAJO en un segundo. Y viceversa´. Es tan sabio. Es parte del tema... El miedo al fracaso... El no aceptar el fracaso violenta a algunos... Saber perder, señores. Saber resurgir, señores. En realidad hay un descontrol total y creen que pueden hacer lo que se les cante porque algo lo justifica. El problema, como en todo, es que no hay reales consecuencias... Que zafa el que conoce a alguien que ocupa un lugar con poder, porque `le debe algo´. No existirían los barrabravas si alguien con poder los necesitara. Y podríamos ir todos a la cancha como cuando era chica.

Y podría llevar a mis hijos, que no la conocen porque `me da miedo´.” (María) – “Tus sinceras y preocupadas palabras, tus acertadas cuestiones me han hecho recordar otras inquietantes palabras: `El ser humano perturbado busca la violencia destructiva con instinto animal, prefiere ese estado a la tranquilidad del ser humano en paz consigo mismo. Esto se debe a que el primero teme la paz, porque en la paz el alma sale a flote, y con ella sus miedos, sus incertidumbres, y no todos de valentía están regados, así que en vez de afrontar el dolor, el amor o cualquier otro gran sentimiento, se envuelven en caos y violencia, ahí huyen, ahí no sienten, ahí rompen la paz de los demás y pierden el sufijo de humanos´.” (Alex) – “Me uno a tan loable esfuerzo de apelar a lo mejor del ser humano. Yo también creo que esta enfermedad debemos combatirla brindando lo mejor que tenemos aportando sabiduría, tolerancia, piedad y justicia, amando, nunca odiando.” (Alicia)

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- Personalidad -

En el mar de las dudas es más fácil hallar la debilidad. Por eso, cuanto más seguros estemos de nosotros mismos, más claro aparecerá el camino.

Es verdad, no tenemos alas, pero sí contamos con nuestra imaginación, no la desperdiciemos y volemos con ella. A no cerrar los ojos. La inmensidad que nos rodea necesita de una mirada muy atenta. Y si por pensar de esta manera nos sentimos diferentes de los demás, alegrémonos porque en un mundo uniforme la diferencia saca ventaja. Tengamos personalidad, en todo rebaño la que siempre se destaca es la oveja negra.–

“¡Qué bello! No seas la diferencia, márcala. Me encanta esto, nos habla de algo que se ha perdido con los años: la originalidad y la imaginación.” (Wendy)

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“Hay tantas frases de ese texto que podría citar y explicar porque me siento tan identificada con ellas que debería coger el texto entero. La verdad que sí, que soy una persona muy insegura y a la que le sobra imaginación, la que se pasa más tiempo volando en su propio mundo que en la realidad. La verdad, cuando me dejo llevar, es cuando me siento yo misma y es el mejor momento en el que puedo estar.” (Roxio) – “La sociedad es, en todos los sitios, una conspiración contra la personalidad de cada uno de sus miembros. La personalidad del hombre determina por anticipado la medida de su posible fortuna. Es tan grande el daño que hace al hombre la inseguridad, que llega un momento en el que cambia su personalidad. Me siento tan a gusto en mi vida, que mi segunda personalidad se copia de la original.” (Eugenia)

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- 2 de abril -

Un día como hoy, los argentinos despertamos envueltos en nuestra bandera por el atrevimiento de quienes imaginaron recuperar las Islas Malvinas mediante la fuerza militar. Una gesta que, para perpetuarse en el poder, llevó a nuestros chicos a una guerra con balas de chocolate. Solo su patriotismo y coraje permitieron el reconocimiento de los ingleses. ¡Qué pena enorme que un vaso con whisky envalentonara desde su despacho a un presidente mal habido y provocara muerte y dolor en nuestras familias! Mis respetos a los jóvenes que descansan en las Islas y a aquellos que volvieron de la pesadilla.– ¡Honor y gratitud a nuestros soldados!

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“Gracias por tus palabras, por recordar con dolor, respeto y cariño por el pueblo, aquello que fue otro genocidio por mala administración de la Nación. No volveremos a ser cómplices. Nunca más seremos víctimas. Y para quienes hace 30 años lo fueron, hoy son más que héroes no solo por defender la patria, sino por enseñarnos a todos que la violencia no es el medio para obtener algo.” (Karina) – “¡Cuánto dolor aún no sanado! ¡Cómo olvidar hoy, después de 30 años, esas caritas de miedo que tenían esos nenes de 18 años! Muchos de ellos recién dejaban un arma de juguete o soldaditos de mentira para, en minutos, convertirse en el frente de batalla de un capricho inexplicable. Mis respetos por siempre hacia ello.” (Graciela)

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- Confianza ¡Qué vulnerables nos sentimos cuando entregamos nuestra confianza y no somos correspondidos! ¿Qué nos lleva a creer ciegamente en el otro? ¿Dónde quedó el valor de la palabra empeñada? Antes, darla y estrechar las manos eran sinónimo de cheque al portador. Hoy se convirtió en un simple papel que ni siquiera tiene fondos.

Habrá que protegerse y estar preparados para que no se nos llene el rostro de magullones. El muro está a la vista, sepamos reconocerlo y frenar nuestro paso a tiempo.–

“La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas. A la confianza hay que saber darla, puede que haya personas que nos desilusionen… pero no está mal dar una oportunidad.”(Antonella) – “El problema está en que no siempre es fácil reconocer el muro y nos estrellamos de bruces contra él. Supongo que con la experiencia vamos aprendiendo a discernir un poco entre algunas personas, aunque en ocasiones quien menos esperamos traiciona nuestra confianza. Lo peor de todo es el sentimiento que te queda y el temor a volver a confiar otra vez.” (Nuria)

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- S er autentico Para muchas personas la vida es un eterno carnaval cuyo destino consiste en renovar la careta. Por favor, ¿tanto cuesta ser auténticos? ¿Es pedir demasiado que cada uno sea lo que es, con sus defectos y virtudes? ¿Con qué necesidad nos convertimos en lobos cuando la mayoría del tiempo llevamos el traje de Caperucita? ¿No es mejor decir lo que nos pasa en el preciso momento en que debemos expresarlo?

No nos damos cuenta, pero lo único que logramos con esa actitud es perder la oportunidad de manifestarnos y resolver situaciones. Es como tener un gran globo inflado con helio: si no sabemos sostenerlo puede escapársenos de la mano y que con él vuelen todas aquellas palabras que callamos. ¿Alguien recuperó alguna vez ese globo? Pongamos en práctica la capacidad de ser frontales, es mucho mejor que el eterno silencio.–

“Tuve una época en mi vida en la que andaba perdida y un buen amigo me dijo: `El arte de ser tú misma es tu expresión de sinceridad¨.

Desde entonces, cuando me levanto, me miro en el espejo y me digo: `Se quién eres y tal como eres; sé consciente de ello´. Porque ser auténtico qué es sino ser fiel a uno mismo.” (Neuxi).

– "Más vale ponerse una vez colorado que cien amarillo. Ese refrán me lo inculcaron desde pequeña y, aunque a veces trae problemas, queda superado por las que no. Hay que ir siempre con la verdad y no con medias verdades ni mentiras. Es muy difícil encontrar gente que no tenga careta y sea auténtica, pues es muy fácil engañar. Existe gente que se hace pasar por otra y no se da cuenta (o sí) de que están haciendo daño a la persona por la que se hace pasar y a los terceros que creen que se trata de la auténtica. Al fin y al cabo esas

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personas que usan caretas se les acaban cayendo y muestran lo que realmente son.” (Verónica).

– “¿Qué es ser diferente o raro en algunos casos? ¿Quién pone las pautas que marcan qué es lo normal y lo excéntrico? ¿Cómo se mide? ¿Cómo lo vemos? ¿Cómo se sabe? Si ser diferente es igual a no comportarse como los demás, si ser diferente es igual a levantarse cada día y ser feliz con uno mismo, si ser diferente es ser original y ser quien tú quieras ser, si ser diferente es vivir la vida sin miedo, si cada cosa en la vida no es igual, cada minuto de nuestro tiempo no es el mismo, cada palabra dicha es diferente, ¿por qué se debe seguir una pauta?” (Luciana)

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- Soledad -

¿Alguna vez se sintieron solos, tanto que ni siquiera la soledad los acompañaba?

Parece irónico, pero quedar huérfanos de soledad es el propio vacío. ¿O acaso en los momentos en que estamos con nosotros mismos no tenemos una conversación con la soledad, una ida y vuelta de preguntas y respuestas? ¿Y quién creen ustedes que nos responde? Por eso pienso que únicamente nos encontramos sin compañía cuando hasta ese diálogo es inexistente. Y de lo que hablo es de un lugar no querido, no pretendido, porque la naturaleza del ser humano es vivir en sociedad, interactuar con el semejante. ¿Y qué vemos del otro lado del mostrador o en la otra vereda? ¿Qué sucede cuando es uno el que se aísla a pesar de tener todo aquello que lo satisface y no desea compartir sus emociones entre pares convirtiéndose

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en un autista social? ¿Acaso esto no es lo que se observa en la gran mayoría de las personalidades actuales, que se sienten más cómodos manteniendo conversaciones a través de mensajes de texto telefónicos o de redes sociales? Tengamos cuidado con esto, reflexionemos. ¡La tecnología avanza de manera acelerada! No vaya a ser que en un futuro no muy lejano sean las máquinas las que disfruten y decidan cambiarnos por un modelo mejor.–

"¿Qué es la soledad? Es un espacio que podemos aprovechar para reencontrarnos, también es un buen lugar para visitar pero malo para quedarse. Vivir siempre encerrado en uno mismo es como caminar por el desierto dando círculos. Si abrimos nuestros corazones a los demás podremos encontrar el camino hacia el oasis.” (Sofía) – “Me encanta porque es un tema para reflexionar. ¿Quién no se ha sentido solo alguna vez? Incluso puedes estar rodeado de gente y sentirte solo. Y lo último, lo de aislarnos, me siento identificada. A veces no nos damos cuenta y nos vamos alejando de los demás, nos metemos en nuestra burbuja para que nadie nos moleste con nuestros debates mentales, preguntas que nosotros mismos respondemos, aunque algunas cuestiones no tienen respuesta. Y nos encontramos solos, escribiendo o leyendo a alguien a través de las nuevas tecnologías, en vez de disfrutar de una buena charla cara a cara, viendo a la otra persona, viendo cómo reacciona ante lo que decimos, sus gestos, su mirada.

Coincido, hay que tener mucho cuidado, no pasar los límites y tener los pies en la tierra.” (Rochi).

– “Antes creía que a lo largo de mi vida había tenido mis momentos de soledad absoluta. Pero después de leer esto, me doy cuenta de que no. Tienes razón, a veces nos sentimos solos y nos olvidamos de esa parte que está dentro de nosotros. Esa parte que nos responde las dudas cuando no hay nadie físicamente a nuestro lado para que lo haga. Esa parte que nos dice `dale, atrévete´, esa

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parte que nos dice `no, no, mejor cállate y no digas nada´ o `sí, díselo ahora que lo tienes en frente´, que nos ayuda a sacar fuerzas cuando no hay en quien apoyarse o que nos llena la panza de mariposas intentando darnos las señales correctas... A veces nos sentimos solos y abandonados y sin ganas de seguir y nos olvidamos de que muchas veces la respuesta está en nosotros mismos.

Solo hay que olvidarnos un poco de lo que nos rodea y saber escuchar y sentir lo que viene desde nuestro interior. Pero hay que evitar encerrarnos, a veces esa vocecita está tan confundida como nosotros mismos y nos puede llevar, sin que así se desee, por un camino poco conveniente. Me viene a la mente una conversación que tuve con una amiga. Ella estaba mal pero no le gustaba demostrarlo y sonreía. Pero los que la conocíamos, sabíamos diferenciar qué sonrisa significaba `soy feliz´ y cuál decía `debo parecer feliz´. Recuerdo que le dije que, como su amiga, yo podía defenderla de todo y todos los que intentaran hacerle algún daño, que bastaba con que me lo señalara, que yo me aseguraría de que no le volvieran a hacer mal. Pero que si se encerraba en ella, si era ella misma la que se tiraba para abajo, no quedaba mucho por hacer. Una de las cosas más bonitas es que somos seres pensantes, sensibles y capaces de amar.

Podemos dirigir esos pensamientos, sentimientos y amor a otras personas y, si nos va bien, recibir de su parte lo mismo. No nos olvidemos de eso: hay más que decir en una carta empapada de risas o lágrimas, que en un sms. Hay más que dar en un abrazo que en un tweet. Hay más que sentir en un beso que en un posteo en facebook... No nos olvidemos de ser lo que somos que, a fin de cuentas, es todo lo que realmente nos pertenece.” (Nicola).

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- Inseguridad A veces me pregunto hasta dónde vamos a llegar con tanta vejación y violencia. ¿Hasta dónde con la muerte nuestra de cada día?

Pero las respuestas revolotean en mi cabeza y no se detienen en ningún punto fijo, giran y giran sin lograr sentirse conformes como para ser expresadas. ¡Es que veo tanta pasividad en nosotros! Soportamos piquetes, paros de medios de transportes públicos inesperados, cortes de calles a cada hora y por cualquier motivo, y seguimos avanzando, aunque eso nos cueste perder dos, tres o hasta cuatro horas de nuestro sagrado tiempo. ¡Es increíble volver sin rasguños a nuestras casas! ¡Pero lo más terrible es que no solo perdemos horas sino también vidas humanas! Sí, y para peor, también nos acostumbramos a la crónica diaria del nuevo crimen, de la nueva vida que se extingue porque otro decidió que así fuera. ¿Qué exigimos al respecto? Sólo se escuchan voces aisladas, suaves gritos que apenas son percibidos por la autoridad que nos debe pro-

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tección y que al oírlos afirma, con voz más alta que la nuestra, que se trata de una “sensación”. ¿Cuánto tiempo más hay que soportar nuestro desgarro silencioso? ¿Cuántas más camas vacías tenemos que observar de quienes no lograron llegar? Las respuestas siguen allí, revoloteando sin cesar, pero ninguna logra conformarme. ¿Será hora de decir BASTA? Ese grito contundente sí lo tenemos que dar todos juntos.–

“Vivimos en la rutina y somos esclavos de una rutina sin cambios, esclavos de la vida sin sentido. Como diría mi abuela: vivimos sin vivir, reímos sin reír y, peor aun, amamos sin amar. Es importante ver que vivimos rodeados de inseguridad y que no hacemos nada para que cambie, para que no sea así. Nos falta mucho por aprender.” (Macarena) – “Salir a la calle es la nueva versión de "Crónica de una muerte anunciada" aunque las historias no se parezcan.” (Montse)

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- El hombre de la bolsa Una esquina, una hora determinada para que mis ojos capten la escena y mis manos sigan las instrucciones de mi cerebro para congelar la imagen dentro del celular.

Simple acto reflejo plagado de sensibilidad. ¿Qué lleva a un hombre llegar a tal extremo? Es la primera pregunta, aún sin respuesta, que me inunda de inmediato la conciencia. ¿Qué pasa con las personas que caminan a su alrededor y lo confunden con el mismo montón de basura que lo rodea? ¡Miran sin ver! ¡Siguen su rutina! ¡La presencia de ese hombre no logra conmoverlos! ¿Qué nos pasa? ¿Nos estamos acostumbrando a la miseria? ¿O somos también miserables y por eso nos confundimos en el paisaje diario? Como ven, hoy la tecnología nos permite fotografiar hasta la propia miseria humana, ya nada puede ocultarla, forma parte de nuestros días y, lo que es peor, cada vez nos resulta más familiar.–

“Una vez un profesor contó a la clase que en una conferencia de prensa un periodista le preguntó a la madre Teresa de Calcuta si de verdad ella creía que con alimentar a ocho personas iba a combatir el hambre mundial. Ella, sabiamente, respondió: `No, estos son mis ocho, ¿dónde están los tuyos?´. Nadie más preguntó nada durante toda la conferencia. No sé si eso es verdad, insisto, me lo contaron, pero qué interesante, qué respuesta inteligente, ¿no?” (Melina).

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- Mineros Hoy, como seguramente muchas personas sensibilizadas por la situación, amanecí con deseos de dejar mi impronta sobre un suceso esperado desde hace más de dos meses. Lo primero que viene a mi mente es pensar en la madre tierra que los cobija en su “vientre”. Y qué mejor utilizada esta palabra para sintetizar mi pensamiento, porque lo que despierta en mí el evento que comenzará a ocurrir esta tarde es la sensación de un parto múltiple. ¿Suena raro? Creo que no.

El 5 de agosto, estremecida por el cosquilleo permanente de picos y palas en sus entrañas, provocó en su interior un alud que fue el inicio de la concepción. Todos desconocían el embarazo, pero el resultado de tantos análisis dio positivo por fin el 22 de ese mes. Fue a partir de ese momento que pudo comprobarse la gestación de 33 “nuevos hombres”. Y lo remarco: “nuevos hombres”, ya que jamás volverán a ser los mismos. Sus vidas cambiaron desde aquel estremecimiento, volvieron a alterarse cuando el monitoreo ecográfico descubrió su presencia y nuevamente se modificarán cuando den su primera bocanada de oxígeno luego de sesenta y siete días de espera. ¿Siguen pensando que no es posible la comparación? La ciencia junto con la tecnología provocarán el parto y uno a uno llegarán a este nuevo mundo que los espera. Lleno de padres reales e improvisados, de quienes seguramente querrán sacar provecho de sus vidas y de aquellos que solo necesitan volver a abrazarlos y mimarlos. Tendrán que soportar nuevos derrumbes: los de la prensa implacable y los de los jefes de Estado que no se perderán la foto. Pero también estarán los interesados en su cuidado físico y psicológico, los que les mostrarán el camino para que nada los lastime. En definitiva, tendrán que aprender a convivir con unos y con otros. Así estaba escrito y así se escribirá: “Treinta y

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tres nuevas vidas engendradas por la tierra vieron la luz en un parto múltiple sin precedentes. La ciencia y la tecnología dieron muestras de que todo es posible”.

Mi homenaje sincero a cada uno de los mineros que no bajaron los brazos y aunaron sus fuerzas para que hoy sea un día memorable.–

“Hermoso modo de relatar este milagro. La historia de estos 33 mineros la vivimos mucho en todo el mundo. El miedo inicial, la angustia de no encontrarlos, la ilusión de saberlos vivos, la esperanza de sacarlos de allí, la alegría del milagro producido...” (Yaiza)

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"- Los niños de la guerra Señores de occidente

sino solo niños de oriente,

ustedes no me ven

que odiamos la guerra

hoy siento hambre y

que queremos la paz

mucho frío,

nuestro estómago lleno

mañana no lo sé.

y los brazos de mamá.

–

–

Tengo 5 años, 7, 4, 3,

Señores de occidente

pero ese no es el tema,

presiento que vendrán,

la edad aquí no cuenta,

mañana será tarde;

lo dice mi mamá:

lo decía mi mamá.

pronto de occidente

–

nos vendrán a salvar.

Señores de occidente

–

creí que entenderían

Señores de occidente

Dios los ilumine.

necesitamos vuestra ayuda

Ya no siento frío,

no somos delincuentes

su luz hoy me da calor y paz.–

“Los niños de la guerra: frase que ni siquiera tendría que existir. Ojalá aprendamos de nuestros errores y ese tipo de cosas no se repitan, ni allá ni acá ni en ningún lugar”. (Valeria)

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“¡A ver si algún dirigente importante en occidente pudiera leer eso y reaccionar! ¡Porque para muchos de esos niños es demasiado tarde pero hay otros que siguen con esperanza y los necesitan!

Me hubiese encantado que sólo fuera un cuento, ¡lástima que la realidad sea otra!” (María)

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Lo que Amo

- Aqu estoy -

¡Hola amor! ¡Cuánto tiempo sin disfrutarnos! Son tantas las ganas de estar con vos que hoy decidí imaginar nuestro encuentro para anticipar la alegría de sentir tus brazos rodeando mi cuerpo. Sé que querrás escuchar cada palabra que quedó en el rincón del tiempo perdido, pero para qué removerlas si mejor es que acomodemos las que broten espontáneamente al verte sonreír por mi presencia. Estoy tan feliz que vuelvo a ser aquel niño que aprovechaba las tormentas para sacar su barco de papel y llevarlo sin timón por la corriente del cordón de la vereda. ¿Ves? Éste es el hombre que

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deseo que nunca olvides: aquel que se alegraba acompañando cien metros a su creación para verlo llegar a puerto sin haber sufrido las inclemencias de alguna rama atravesada en su camino. El mismo que hizo este otro trayecto para sentirte de alguna forma y que goza por adelantado del momento en que tus labios encuentren los míos. No nos falta mucho para vivirlo, pero este corazón necesita irse preparando.–

“Todo en la vida se puede lograr. Me encanta leer cómo dibujás tu realidad en esperanzas, y, más aun, en fe, esa fe que tenés y no perdiste.

Pronto volverás a verla y todo va a ser como lo estás soñando. Te mando muchísima energía para que ese encuentro llegue tan pronto como lo deseás.” (Ariadna)

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- ¿Que es amor? ¿Qué es amor, papá? ¡Vaya pregunta! Hay tantas definiciones como personas que lo hayan vivido, por lo tanto, como soy una de ellas, me siento preparado para darte mi respuesta.

Amor es tener un continuo cosquilleo en la panza provocado por el aleteo de cientos de mariposas al momento de encontrarte cerca de alguien especial. Con el tiempo, esas mariposas traspasan tu cuerpo para posarse dentro de ese ser maravilloso y convertirse en hermosas semillas de colores que, con el transcurrir de los años, se transformarán en un inmenso fruto que una mañana se detendrá a tu lado y te preguntará: ¿Qué es amor, papá?–

“Lo inabordable de explicar qué es el amor se invierte en este relato tan puro, tan noble. Está vestido con un traje de ternura que solo vos sabés llevar. Permitime volar en tus mariposas, es el mejor destino.”

(Patricia, mi hermana) – “Es como sumergirse en un manantial y poder sentir cómo las palabras te acarician, te envuelven. Si bien el amor, aparte de ser una palabra es una cultura con miles de pieles, por lo tanto es un `algo´ subjetivo influenciado por el contexto. Es un sentimiento de creación, mutable y difuso a veces. Solo está en nosotros mirarlo con los ojos del corazón, tomarlo de la mano y llevarlo a recorrer miles de caminos. Algunos pueden ser buenos, otros malos, pero sabremos que al final del camino, cuando miremos para atrás, veremos los frutos que nos dio esa semilla.” (Carlt)

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- Alla voy -

Hoy desperté con el deseo de viajar, de recorrerte por completo, desde tu frondoso norte hasta tu escarpado sur. Quiero atravesar tu continente de punta a punta, sentir cada curva, arroparme con el calor de tu suave asfalto y relajarme con la inmensidad del paisaje que se va dibujando ante mis ojos.

Solo me detendría para llenar mi tanque de nueva energía y con ella asegurar el rumbo para que no queden espacios sin visitar. Allá voy. Con mi licencia para amarte tengo el privilegio de conducir hasta con los ojos vendados.–

“Es impresionante cómo hasta las palabras más simples suenan tan lindo cuando se combinan bien” (Valeria) – “¡Me transporté al recuerdo de alguien especial, creo que eso tienen tus escritos, esa magia que hace que te desconectes un momento del mundo real para ir a volar a tu propia galaxia!” (Julia)

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- Sigamos caminando ¡Cómo pasa el tiempo! En un "rato" habrá nuevo aniversario, el tercero, y pensando en él caí en la cuenta de que en el pasado mes de la primavera se cumplieron mil días desde que mi desvergonzada actitud de sentarte sobre mis rodillas, aquel diciembre en el que amigos en común decidieran que nuestras almas debían conocerse, provocara en vos, tras un primer síntoma de asombro, esa sonrisa de aprobación que no me abandona hasta el día de hoy. Fue tan puro ese hecho, tan desprejuiciado, tan sincero que bastaron los silencios para entender que desde ese preciso instante ya no nos separaríamos. Son esos silencios cargados de palabras que iríamos dando a luz a medida que transcurrieran los días, pero que no fueron necesarias en ese sublime momento, resultaban ajenas a la intensidad de las miradas y se hubiesen interpuesto a ese juego "piel a piel" que entablamos con nuestras manos. ¡Qué hermoso recordarlo! Todo inicio es incierto. Obviamente no fue el primero que atravieso en este derrotero vital, pero puedo asegurarte que nunca sentí una

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conjunción semejante entre dos personas hasta ese entonces totalmente desconocidas.

Para mí, más que inicio fue la continuidad de algo que había quedado suspendido en el tiempo y que debíamos retomar, como si nuestras almas ya se conocieran y disfrutaran de este nuevo encuentro para concluir lo que alguna vez comenzaron. No sé si te pasará lo mismo, pero es así como lo viví y lo sigo viviendo. Soy feliz por este reencuentro y porque la vida me dio una nueva oportunidad de volver a sentir lo que es el amor. Tantas cosas podría decirte, tantas agradecerte que no bastarían estas líneas. Por eso prefiero que las sigas escuchando de mis labios, como lo hago cada día desde aquella noche de verano en la que decidimos volver a animarnos a sentir la dicha de ser el uno para el otro.

Levanto mi copa y brindo por seguir caminando a tu lado muchos miles de días más.–

“Es así: cuando llega ESA persona, sentís que te conocías de antes, sentís que se adivina el pensamiento, que uno piensa esa frase, la empieza a decir y el otro la termina. ¡Que no se pierda nunca! ¡Afortunados! No todos están preparados para volver a dejar entrar el amor y permitirse vivirlo.” (María José) – “Tus palabras hacen que una se traslade al momento que relatás, observando esas caras de felicidad y esas miradas con deseos de vivir las maravillas del amor nuevamente. Es hermoso sentirse identificado con una persona con tan solo mirarla a los ojos y, más aún, darse la oportunidad de amar y ser amado, y con el tiempo entender que el amor sigue como aquella primera vez, como aquel diciembre en el que la vida decidió que dos personas se unan para vivir algo tan puro, la dicha de ser el uno para el otro.” (Elina)

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- A ella -

¿Hay algo más lindo que soñar que el tiempo es sólo tiempo sin horarios y que ese tiempo transcurre al lado de la persona amada? ¿Hay algo más hermoso que soñar días de sol, con caminatas de pies descalzos sobre arenas blancas, con el sonido de olas bailando al ritmo de sus rompientes? ¿Hay algo tan romántico como soñar enfrentarnos a la luz de las velas que amenizarán nuestras palabras durante la cena? ¿Hay algo que te haga más feliz que soñar que nos despertemos cada mañana y ver el brillo de tus ojos iluminando los míos?

Definitivamente sí, hay algo más lindo, más hermoso, tan romántico y que me hace más feliz que estar soñándolo y es vivirlo a tu lado.–

“Me da felicidad saber que todavía hay hombres que disfrutan del romanticismo, como lo hacés vos, dándole valor a las cosas verdaderamente bellas de la vida. ¡Mi admiración como mujer y mi agradecimiento!” (Graciela)

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- Amor Hoy amanecí con el deseo de abrazarte, ¡pero no tenía brazos! Entonces pensé, te susurraré al oído de manera tal que sientas mis manos acariciándote, ¡pero me faltaba la voz! ¡Me sentí perdido e inmediatamente recurrí a mis ojos: mirarte resultaría sinónimo del más puro sentimiento y percibirías el calor de estar juntos, y allí pude darme cuenta de mi ceguera! ¿Qué hago? Estoy decidido. Aunque no encuentre las piernas me arrastraré hasta estar contigo y recién allí, frente a frente, confesaré qué es lo que mi corazón siente cuando al despertar no estás a mi lado. Me preguntaste qué es el amor. ¡Ya conocés la respuesta! –

“Cuando el amor que se siente es verdadero creo que se hace hasta lo imposible por estar junto a esa persona, utilizar hasta el último recurso para verlo feliz o demostrar lo que nuestro corazoncito está gritando por dentro. ¿Será nuestro más sincero sentimiento capaz de

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demostrar lo que sentimos? ¿Será suficiente? Me parece que a veces no se llega a reflejar todo lo que sentimos. Pero está bueno intentarlo, ¿no?” (Hilys) – “Pero qué tremendo que eres... nunca me he enamorado, pero pienso que así debe sentirse: hacer que te sientas vulnerable, desprotegido; así, sin voz ni vista... pero a la vez valiente e imparable, teniendo el valor necesario para gritar ese amor a los cuatro vientos y a un quinto también, si existe y está dispuesto a escuchar lo que se siente, aunque después de gritarlo solo lo entienda uno...”

(Nicola) – “Estoy sentada en compañía del mate y un perro salchicha que al parecer está bastante estresado. Sin embargo, sentí que estaba compartiendo una mateada con vos, charlando de la vida, escuchando estos relatos, admirándote y aprendiendo otro poco de tu mirada sobre la vida, concediéndome el derecho de tomar prestado pedacitos de estas cosas que decidiste compartir(me) y haciéndolas mías, guardándolas en algún rinconcito del corazón, para tenerte presente. Si tengo que decirte cómo llegue hasta acá... La verdad es que no podría ser específica. Sí te puedo contar que quien te roba unos minutitos de tu vida en estos momentos es una loca enamorada de la lectura y escritura.

Llevo dos décadas pateando las calles de la vida y creo que pocas son las veces que no me encontré con un libro bajo el brazo, con alguna lectura que me despeje, me haga soñar, enojar, llorar, enamorar, reflexionar; la escritura es un poco más reciente, la tomé en uno de esos momentos en que crees que nada te puede ayudar a salir. Por suerte conté con algunas hojas en blanco y una lapicera. Descubrí que escribir es un hermoso cable a tierra, que es un gran complemento. Retomando... Llegué a este rinconcito tan tuyo, Hugo, paseando de blog en blog. Buscaba un poco de compañía en esta tarde calurosa... ¡Y qué hermosa compañía encontré! Sentía necesidad de leer, la semana pasada me instalé por horas en grandes librerías, pero volví a casa frustrada porque nada consiguió atraparme demasiado. Y aunque soy de las que prefieren el contacto con las hojas del libro, hoy decidí volver a los munditos blogueros. Una vez

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más me llevo una grata visita. No me extraña del todo haberme encontrado acá con palabras que tanto me llenaron esta tarde. Y que me van a seguir llenando, porque hoy te descubrí, porque hoy es el comienzo de mi camino en tu compañía.

En fin, el agua del mate se enfrió, el mate... ya no es digno de llamarse mate, el salchicha pide un paseo por las calles de esta capital tan susceptible y yo tengo varias cosas para pensar y una alegría inmensa de haberte encontrado acá, regalándome tu compañía. Me quedan las ganas de un abrazo (soy de las que piensan que un abrazo transmite mucho, mis abrazos son formas de agradecer), y decirte un GRACIAS gigante, porque sé que hoy no me salió explicarte lo que me generaste esta tarde, pero ahora también sé que no van a faltar oportunidades.” (Gise)

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Lo que Recuerdo

- Ese niño que fui Alguna vez lo escribí y si preguntaran nuevamente qué me gustaría ser cuando llegue a grande, la respuesta sería, sin dudar un segundo, “volver a ser niño”.

Y de eso se trata este viaje en el que deseo que me acompañen y disfruten, como yo, de aquellas vivencias cuando la edad de la inocencia formaba parte de mis días.

Llegó la hora de partir. Prepárense para ingresar al túnel del tiempo que vamos a trasladarnos juntos hacia mi infancia. ¿Dónde caeremos? ...

Es la madrugada del 6 de enero de 1965. Me desperezo, pero no puedo abrir bien los ojos. Es muy temprano. Hay claridad porque estamos en verano pero no tengo idea de la hora -mi primer reloj llegaría recién al tomar la Comunión y para eso faltan unos años-. Estoy ansioso, quisiera levantarme pero todavía mi coraje no es el suficiente para enfrentar circunstancias imprevistas. ¡Qué hago! Sé que a metros de mi cama se encuentra la ilusión.

Mi corazón late cada vez más fuerte… ¿Habrán podido leer mi carta entre tantas miles que les llegan? Mi hermana sigue durmiendo, ¿la despierto?

Escucho ruidos… ¿serán ellos? Me tapo con las sábanas. No quiero que me vean despierto. ¡Cuántas cosas pasan por mi cabeza! Tomo la decisión; tengo que ir, pero no puedo hacerlo solo. Mi valentía es limitada y necesito apoyo. “Patri, levantate pero no hagas ruido que papá y mamá duermen. ¡Ya pasaron los reyes! ¿Vamos juntos a ver qué nos dejaron?”

Obviamente no espero la respuesta, la tomo de mi mano y avanzamos hacia el comedor, el lugar elegido para dejar el pasto y el agua para los ca-

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mellos y nuestros zapatos. ¿Se habrán ido? Tengo la sensación de que voy a encontrarme con alguno de ellos, pero no digo nada y sigo caminando con mi hermana. “¡Miraaaá!!!”, exclama ella y mis ojos, ya bien abiertos, se dirigen directamente al paisaje que se amontona sobre mis zapatos. El agua y el pasto ya no están, me asombra como en años anteriores, pero resulta más importante zambullirme en esa montaña de paquetes. A medida que voy abriéndolos mi cara va transformándose y se llena de muecas. Estoy feliz. ¡Me trajeron el equipo completo de Boca Juniors, camiseta, pantalón, medias y hasta un par de botines “sacachispas”!!! Y eso no es todo. Ahí está ella, envuelta en otro papel. Su figura no puede pasar desapercibida. Es la frutilla de la torta, el combo ideal para convertirme en un jugador de fútbol: ¡una pelota de cuero!!! Mi alegría es tan grande que mi hermana pasa a segundo o tercer plano. Las nenas, ya se sabe, ¡no juegan con los varones!

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Es hora de vestirme, estrenar todo y mostrar a mis amigos la buena nueva.

Y ahí estoy en la vereda, paradito de azul y amarillo con mi pelota nueva debajo del brazo esperando que me vea alguien para contarle lo bien que me trataron los reyes. Pero nada, ni un alma en la calle. También, ¡sólo a mí se me ocurre salir a la cancha a esa hora de la mañana!!!

Entonces vuelvo y le digo: “¡Patri! ¡Patri! ¿No tenés ganas de jugar conmigo a la pelota? ¡Dale!!!”–

“A medida que leía se me ponía la piel de gallina y se me llenaban los ojos de lágrimas imaginándome cada imagen como cuando se lee un libro y recordé mis días de Reyes junto a mi hermana, esperando con las mismas ansias su llegada, esperanzadas en que algún día los podríamos ver y disfrutando de cada regalo que nos dejaban. ¡Qué lindo ser niño! ¡Haz que tu ángel nunca se vaya, que cuide al niño que hay en vos y cuando crezcas nunca lo pierdas porque perderás tu corazón! (Marita) – “El 06/01/1990, un día totalmente lluvioso, mamá iba a dar a luz a un niño por el cual papá ya pensaba todo lo que iba a disfrutar su pasión en el fútbol con su adorado hijo. Pero todo cambió cuando el doctor les comunicó que lo que venía en camino iba ser una niña. La mejor educación que llevo sobre mi es que tener éxito en la vida es: reír mucho y muchas veces, ganar el respeto de personas inteligentes, gozar del cariño de los niños, ganar el reconocimiento de personas cualificadas y saber soportar la traición de falsos amigos, apreciar la belleza, buscar lo mejor en los demás, dejar el mundo un poquito mejor de como lo encontraste y papá siempre dice, por más que un año después llego el varón tan esperado, no me cabe duda de que tuve una hija sana y una persona feliz que fue tu madre. Al pasar los años fui creciendo y esperando mi regalo de cumpleaños y al mismo tiempo de reyes. Colocaba mi par de zapatillas, salía al patio a recolectar algo de pasto y preparaba la jarrita con agua para que los camellos pudieran seguir su trayecto.” (Eugenia)

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- Recuerdos Hoy te recordé. Bueno, siempre lo hago, aunque hoy especialmente necesité encontrarte y salí decidido a buscar tu presencia en cada mirada, en cada palabra que fuera atravesándose en mi trayecto. Todo estuvo en mi mente cuando abrí mis ojos, tanto que hasta me esforcé por percibir el aroma de nuestro primer beso del día cuando nos despertábamos. Debo confesar que la soledad de mi cuarto desaparece en estas circunstancias. Es claro que cuanto más pasa el tiempo, mis deseos por tu abrazo, tu comprensión, tu consejo y tu paciencia para escucharme se hacen más imprescindibles. Sé que estás, siento tu compañía en mi día a día, pero en mi afán utópico por hallarte quisiera que te materialices, oírte, recibir esa mirada, solo tuya, con la que me hacías salir fortalecido. También sé que es mucho pedir, pero en este recuerdo, más que nunca, quisiera tu "seguí adelante, vas por buen camino".–

“Llámame ilusa pero yo siempre he creído que cuando te miras en el espejo y sonríes, ahí está la persona que extrañas; cuando paseas y notas en tu cara una brisa de aire, ahí está besándote. En cada cosa que haces ahí está materializándose para que sientas que no estás solo, que te acompaña en cada momento de tu vida... El creer esto me hace más fuerte, además de recordarlos diariamente.” (Neus) – “En estos momentos me siento muy identificada. Tengo la necesidad de saber que está ahí y de que me ayude e indique el camino. Busco señales que me muestren que está a mi lado no solo en el recuerdo sino en el momento actual. Tengo fe pero a veces no sé cuál es el alcance que tienen

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los seres de luz. Desearía que se sienta orgulloso y dejar de tener la duda de si lo estoy haciendo bien. Últimamente lo extraño mucho, especialmente su consejo” (Nuria) – “`Necesité encontrarte y salí decidido a buscar tu presencia en cada mirada...´ Es tal vez allí, en las miradas, donde surgen nuestras primeras historias y donde caen en falta nuestros últimos recuerdos. Impresionantes letras llenas de sensibilidad. Pasa a ser parada obligada en mi afición por las letras. Enhorabuena.” (Juan)

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- Nostalgia -

Hay días, y éste es uno de ellos, en que me hace mucha falta sentir tu andar a mi lado. Son esos momentos en los que tu sola presencia me daría la calma suficiente para seguir avanzando a paso firme y saber que, ante el primer tropiezo, tus manos detendrían la caída.

Amor, te pido perdón por la debilidad, pero a mi cuerpo lo invaden gotas de nostalgia y resulta necesario recordarte e imaginar que respiramos juntos para continuar la marcha.–

“Creo que la nostalgia es la amiga más fiel que no nos deja e insiste con su presencia en transitar los caminos de nuestra vida.”

(Alicia)

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“Es inevitable sentir esto cuando pensamos que no podemos seguir adelante y necesitamos de una opinión o algún consejo, y esa persona que solía estar ahí para dárnoslo ya no está... Tal vez las palabras de alguien más nos ayuden. Yo dudo en eso de que 'nadie es indispensable'. Sí, cuando alguien parte hacia otro lugar, la vida va a continuar, no se va a detener por nosotros. Pero siempre hay momentos como estos en los que la debilidad toca la puerta y nuestro corazón decide dejarla pasar. No sé si estará bien o no, pero creo que es bueno recordar a los que tenían las palabras justas con solo mirarnos o escucharnos... No solo porque ya no están sino también porque no es muy fácil encontrar ese tipo de 'química' en cualquiera. Por algo ese sentimiento de extrañar lo que teníamos con alguien que estaba a nuestro lado...

Cada relación que establecemos con otras personas es única y está bueno recordar lo bueno que cada una de ellas nos dejó.” (Hilys) – “Tan poquitas palabras y tanto peso que tienen, cargadas de sentimientos y recuerdos... de esos sentimientos tan grandes, que cuando llegan y se instalan en nuestros pechos, por momentos cuesta hasta respirar. No es debilidad recordar a quienes estuvieron... No, espera, me corrijo... no es malo recordar a quienes están (porque nunca, sin importar las circunstancias, nos abandonan). Recordar es tener la valentía y ser una clase de persona que te permite invocar cosas que pueden ser dolorosas y darles cara, enfrentarlas. La gracia está en enfrentarlas con una sonrisa, porque, como dije ya, la gente que nos amó y amamos nunca nos abandona, nos miran y cuidan y debemos hacerlos sentir orgullosos. Obvio que nos gustaría que gente que físicamente nos dejó vuelva a tomarnos de la mano y a limpiar nuestras lágrimas. Pero la vida es equilibrio, cosas van, gente va... gente viene... perdemos a alguien, pero ganamos su eterno recuerdo, su eterna sonrisa en nuestra memoria que nos recuerda las razones por las que debemos seguir adelante. Dicen que para ser feliz, tenemos que haber conocido la tristeza en algún momento. Estoy de acuerdo, pero también

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pienso que está en nuestras manos, tomar las riendas y buscar felicidad en lo que nos rodea, en la gente que nos rodea. La vida es un ciclo, puede ser uno corto o uno largo, no lo sabemos, pero depende de nosotros, sin importar cuánto dure, hacer que valga. Nuestro tiempo es prestado y hay que aprovecharlo y compartirlo, mirar hacia atrás con paz, porque son esas las cosas que nos llevaron hasta donde estamos. Mirar a nuestros lados con alegría, porque los momentos son efímeros y los aprovechamos mejor sonriendo. Y mirar hacia adelante con fe y con la convicción de que, sea lo que sea que se venga, nos hará crecer como persona, cargándonos de futuros recuerdos a los que luego miraremos con amor y nostalgia.” (Nicola)

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- Un día como hoy Hace años me duele comenzar este día y no encontrarte esperándolo. Por eso, cada 24 de abril, vuelvo por un instante mis pasos hacia atrás y me concentro en tus manos recibiendo nuestros regalos, en tus ojos iluminados por la velita que se apagará al concluir tus deseos y en los besos que ya no son pero que mantengo en mi alma.

Y aquí estás, puedo sentirte a través de la mirada de tu creadora y de los gestos de nuestra hermosa creación.

Y eso me reconforta. Y aquí estoy, en un nuevo ahora, saludándote en silencio mientras mis lágrimas inmortalizan el momento.–

“Tus palabras transmiten tanta emoción, tanta ternura, tanto amor.

Los recuerdos del alma y del corazón viven en nosotros y, a través de ellos, la persona querida nos acaricia, nos acompaña desde ese lugar privilegiado que tiene en lo más profundo de nuestro ser. Y esa persona que está viva en nosotros, vive en la mirada, en la sonrisa, en los gestos, en el carácter de ‘su hermosa creación’ tal y como tú dices.” (Leticia)

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- 7 de abril Cada 7 de abril la rutina era llamarte y disfrutar de tu agradecimiento por un nuevo año cumplido. Hoy, lamentablemente, solo me comunico con vos a través de mis recuerdos. Te extraño tanto, papá, que para no angustiarme me mimetizo con tu forma de ser. Estás tan adentro de mí que ya tu ausencia es presencia. Es asombroso ver cuánto nos parecemos.

Gracias viejo por contagiarme tu sabiduría, tu carcajada, tus caricias, tus silencios. Hoy forman parte de mis días y los tomé prestados para devolvértelos cuando volvamos a fundirnos en un eterno abrazo. Sé que me estás esperando y brindo por ello.–

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“Hermano mío, es verdad, lo compruebo cada vez que estamos juntos. Tu parecido con papá es asombroso. Tu postura, tu andar, simpatía, tu rubor expresivo, tu bondad y hombría de bien. Hermano mío es verdad cómo se extraña... si hasta huelo su aroma. El está a nuestro lado protegiéndonos, igual que antes, como siempre.”

(Patricia, mi hermana) – “La única forma de llevar con nosotros a los que ya no están es recordándolos.

Cuando se olvida a alguien, ahí deja de estar, pero mientras lo recordamos, está con nosotros, hacemos que esté presente. Es un día especial, pero como has dicho, lo felicitas quedándote con tantas cosas de él, no materiales, algunas las llevarás innatas en ti, en tu ser, y otras, las has aprendido de él. No sé lo que es perder a un padre ni a una madre, ni quiero imaginármelo, porque de solo pensarlo siento angustia, sobre todo al ser hija única. No sé, por más independiente que yo sea, o por más ganas de volar que tenga, no podría sin ellos, son fundamentales para mi, supongo que como para casi todos nosotros.

Desde que tenemos uso de razón nos acompañan, en lo bueno y en lo malo, nos enseñan como mejor pueden, porque nadie enseñó a ser padre/madre, no hay un libro ni unas instrucciones. Te pueden aconsejar y decir mil cosas, pero luego hay que ponerlas en práctica porque solo se aprende viviéndolo, a partir de la experiencia.” (Rochi)

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- A Silvia (a ocho años de su partida)

¡Qué rápido transcurre el tiempo! ¡Si parece que fue ayer cuando me soltaste la mano por última vez! Permitime que cierre los ojos y vuelva a ver tu figura que sube a ese tren que te hizo viajar rumbo al país de mis recuerdos. Es una manera de traerte hacia mí, tanto como cuando te busco en las noches estrelladas y me zambullo en ese infinito universo hasta encontrar la estrella que más brilla. Sé que estás allí y sé también que estás aquí. Te percibo acompañando mis palabras, dándoles la forma que las inmortalicen y se presten a la lectura de un mañana que siempre llega. Por eso te busco y por eso te visito nuevamente, como lo vengo haciendo cada día desde hace ocho febreros y como lo seguiré haciendo a lo largo de mi camino, hasta que llegue también la hora en que toque subirme a ese tren.–

“Un ser así jamás abandona este mundo, simplemente devuelve el traje físico que lo trajo hasta aquí para dejarnos su fe, su pasión, su amor, su pureza, su energía y su magia intactas como un niño inocente tratando alcanzar al sol, jugando con la luna, dejando escapar las sonrisas de luz que son cada escapada del cielo para venir a visitarnos en el mejor lugar: nuestro corazón.” (Paulita) – “No sé en qué circunstancias Silvia te dio el último apretón de manos y subió al tren. Creo que tampoco es lo importante. Pero, ¿sabes qué? hoy me sentí más tocada que nunca. Tengo a mi mamá luchando contra un maldito cáncer, todos los que estamos con ella buscamos atrasar el arribo de ese tren que la

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viene a buscar. Pero a veces siento que ella nos empieza a soltar la mano de a poco y eso me desespera. Tengo veinte años y un sinfín de metas y proyectos en los que ella está incluida. Por ahí puede ser medio egoísta de mi parte, pero no es tiempo de que se suba a ese tren. Sí entendí que cuando nos tocan estas situaciones, cuando se nos vienen encima, ahí logramos valorar más que nunca un abrazo, una sonrisa, un beso, un mate compartido, un atardecer. Decirte que me llegó lo que escribiste es poco, me hiciste flaquear y descargar esas lágrimas que tenía censuradas.” (Gise)

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- Estás en mí Amanecí y mi reloj interno recordó que un día como hoy comenzamos el recorrido de nuestra historia. ¡Cómo poder olvidar el sublime momento en el que decidimos afrontar juntos el camino!

Miro hacia atrás y me instalo en aquel micro que nos trasladó hacia el mar para que con sus olas sigamos condimentando ese hermoso amor, sentimiento puro desconocido por mí hasta que se cruzaron tu mirada y la mía por primera vez.

Fuiste la mujer que todo hombre desea tener a su lado. Me brindaste tu calor, tu fuerza, tu pasión, tu lucha, tu don de gente, tus alegrías y tristezas, tu vida misma.

Hoy, como ayer, estás en mí y no existe momento en que no te piense.–

“Es hermoso echar un vistazo atrás en el tiempo y ver que aquello que tanto amas sigue a tu lado desde entonces. Que el amor es recíproco y compartido. Tienes un talento impresionante para expresar lo que sientes. Llegan todas y cada una de tus palabras.

Estando tan lejos y siendo mi historia tan diferente, he conseguido imaginar cómo es mirar 29 años atrás (solo tengo 21) y recordar el momento en el que nació el amor.” (Nerea) – “Simple y sencillamente emocionante. Nada que pueda decir es necesario porque esta entrada brilla sola, dejas sin habla con tan dulces y hermosas palabras. Te felicito, muy pocos son capaces de describir lo que sientes con palabras y vos, maravillosamente, creas poesía.” (Micaela)

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- La Posta (A la memoria de Silvia, mi mujer durante más de dos décadas y uno de mis ángeles guardianes)

... Y aquí estoy otra vez, contemplando cada rincón de tu sueño, de nuestro sueño cuando supiste contagiármelo. Y aquí es donde vuelvo a verte y a sentirte. Dirijo mi mirada y allí estás, entrelazando el jazmín que hoy cubre toda la medianera, cuidando tu Santa Rita que ahora disfruto en cada una de sus hojas color obispo, o dándole la forma a ese nuevo cuadro, el "inconcluso", el último que acariciaste con tus acrílicos y que guarda para mí la imagen de los pinos que un "sin alma" arrancó de sus raíces. Era tu mundo y nos invitaste día a día a participar en él. Fuiste su "creadora" y yo tu cómplice en esa creación. Y ahí estás otra vez, llenando de amarillo el

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cuarto de baño de la princesa, dándole ese toque que sólo vos podías darle, y cada una de esas pinceladas es hoy la pintura fresca de mi recuerdo. ¿Sabés qué? Hoy la casa volvió a tener vida, nuevamente siento la pertenencia de aquel entonces. ¿Por qué? Porque después de ese tiempo en el que tu vacío era notorio, en el que la sinrazón se había apoderado de mí, en el que quienes me rodearon aprovecharon muy bien la circunstancia despojándome la energía y, junto a ella, mi alegría, lo más preciado que todo ser humano necesita para seguir avanzando, llegó a mi vida quien debía tomar la posta que habías dejado, quien me devolvió la energía y la alegría que supieron arrancarme, renovándomelas en cada amanecer que estamos juntos y en cada beso de un "hasta mañana".

Por eso hoy puedo escribirte y decirte gracias. ¡Gracias por este hermoso recuerdo que se regenera año tras año y por cada uno de los veintidós noviembres que estuvimos juntos!

Es así, llegó un nuevo noviembre y, con él, la imagen de la buena nostalgia.–

“Son un hermoso conjunto y combinaciones precisas de simples palabras que representan esos seres que solo llegan a nuestros corazones y se quedan para siempre.” (Laura) – “Cuando pasen los años me iré olvidando de tu voz, tu cara o tu olor, pero los pequeños detalles quedarán. Esos pequeños detalles son los que forman un gran amor, un amor que perdura en el tiempo. La vida sigue adelante y lo lindo es mirar al pasado con una sonrisa.” (Candelaria) – “Llevo diez noviembres junto al hombre de mi vida, tenemos un hijo de dos años y nosotros solo veintiséis. Siempre escucho a la gente decir que el amor con el tiempo se termina. Esto me ayuda a seguir creyendo que cuando encontrás a tu alma gemela, el amor sigue hasta en el cielo.” (Nidia)

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- Papá ¡Hola viejo! ¿Sabés que ayer, justamente ayer que fue el día de la madre, te tuve más presente que nunca? Será porque sin tu exitoso aporte mi existencia hoy sería una ficción. Pero no es cuestión de entender tu presencia, sino de acompañarla y disfrutarla, de saber que siempre estás, en las buenas y en las malas. Que tus sabios consejos resuenan en mis oídos, en todo momento, y me da un placer enorme reconocer una y otra vez tu voz. ¡Es tan lindo sentirte cerca! Se me vienen tantas imágenes, tantos hermosos recuerdos, que siento unas ganas enormes de ver nuevamente esa pava en el fuego para iniciar un rico mano a mano de mates, o más bien “matienzos” como te gustaba decir, y que charlemos de fútbol, de tu River y mi Boca, de todas las cosas que viví desde tu temprana partida y que de alguna manera te hicieran poner orgulloso del hombre en que se convirtió tu “Huguito”. ¡Tantas cosas pasaron papá! Y tantas más van a pasar, pero no quería dejar de revivir este momento a tu lado, porque me hizo muy bien, y sé que lo sabés, lo dice mi corazón que no te olvida.–

“¿Qué puede ser más importante que los padres? Cuando somos pequeños solo queremos estar con papá y mamá. Vamos creciendo y nos creemos independientes o queremos más ‘libertad’ entonces decimos ‘qué ganas de irme de esta casa’. Pero cuando maduramos nos damos cuenta de que aunque crezcamos siempre vamos a necesitar a nuestros padres, son los únicos que nos van a amar incondicionalmente, hagamos lo que hagamos, pase lo que pase, aunque nos equivoquemos.

Cuando nos quedemos solos, cuando dejemos de creer en nosotros mismos, ahí están los padres, creyendo en nosotros y queriéndonos siempre, no importa el tiempo ni la distancia.” (Rocío)

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“A veces vemos a nuestros padres como si nunca nos fueran a faltar, vemos ese momento tan lejano que nunca pensamos que nos pasará a nosotros. No me canso de abrazar a mi papá todos los días y decirle a cada rato que lo amo, que me haría mucha falta si me faltara. ¡Espero que no pase pronto, porque aún a mis veinte años lo necesito mucho!” (Mackarena)

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- Recuerdos de mi infancia Hoy te toca a vos.

No sé por qué raro pensamiento, pero amanecí con la necesidad de hacerlo.

Me vinieron todas tus imágenes, estoy sintiendo tus olores, y todo junto es un hermoso recuerdo.

Vereda de baldosas rotas, de colores distinguidos, transformada en cancha improvisada para resolver nuestros desafíos diarios de pelota de goma.

Querida Villa Urquiza, sos hoy mi nostalgia, fuiste el camino de mi recorrido infantil, partícipe de mis juegos, de mis lastimaduras, mis carcajadas y mis angustias.

Hasta me parece estar viviéndolo nuevamente.

Por eso te evoco y me hace feliz.

Ahora sos vos, abuelo, a quien veo otra vez.

Venís caminando con gran esfuerzo por esa maldita pierna que te tiene a mal traer.

Pero eso a vos no te importa, tu alegría supera el dolor, ya sabés que pronto tendrás el abrazo reparador de tus nietos.

Mis palabras reflejan que te extraño, que quisiera volver a jugar con aquellos naipes ajados por el uso de tus manos y tener ante mí tu sonrisa fresca al tiempo de cada triunfo.

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Abuelo, me viniste a la memoria y fue hermoso recordarte a pesar de mis lágrimas.-

“La infancia, esa primera etapa de la vida, la que debiera ser la edad de la inocencia y la felicidad aunque por desgracia no todos los niños del mundo pueden sentirla así.

Siento que ya no se juega a las mismas cosas de antes, se están perdiendo las costumbres, la imaginación ha sido suplantada por las videoconsolas o la computadora. Por desgracia mi infancia viene marcada por la terrible pérdida de mi papá pero la niña que fui ocupa un lugar en mi corazón. Es algo que uno nunca debe olvidar y llevar consigo: el espíritu de descubrir nuevas cosas con los ojos de un niño, como si fuera la primera vez.” (Graciela)

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Lo que Me Duele

- Fuerza Benjamín -

Esta mañana amanecí pensando en vos, guerrero con sueños infantiles. Siento en mi interior tu incansable lucha portando armas hechas de plastilina. Recorro tu figura transpirando en ese campo de batalla regado de sábanas blancas y veo en él a tus inseparables laderos, que no escatiman descanso. Ellos son una barrera más contra tus invasores enemigos, son tu sangre y por ella tu permanente sombra hasta en la más absoluta oscuridad.

No aflojes. Nosotros estamos también a tu lado, no como simples observadores, sino con la presencia intacta para disfrutar de la gran victoria en el restaurante de tu amigo Bob Esponja.–

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“Estas son las cosas que nunca voy a entender: ¡cómo un chiquito puede estar en esa situación!

Lo importante es toda la fortaleza que está recibiendo de sus padres, de sus amigos y de todas las demás personas que se han sumado para darle toda la energía. Yo, desde acá, he pedido por él y por todos los niños que pasan por enfermedades así, me rompe el corazón pero hay que mantener la fe en que todo lo va a superar y que pronto va a estar como se merece: sano, feliz, jugando, sonriendo y teniendo la mejor infancia rodeado de mucho amor.” (Tatiana) – “No tenía idea de quién era Benjamín, saber ahora que es un niño que lucha día a día por su vida me hace pensar que somos tan poco agradecidos de la vida y de todo lo que nos da. Peleamos sobre cosas absurdas, nos dejamos llevar por pequeñeces, nos olvidamos de decirnos cosas lindas, de apapacharnos, de cuidarnos, de reír y disfrutar. Claramente Benja nos demuestra que tiene ganas de vivir y luchar por ser feliz y estar con su familia!” (Francisca)

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- Gladiador Hoy estuve en tu campo de batalla y aprecié, en carne viva, la real imagen de la sinrazón. Pude, por fin, sentir el aliento de tanta lucha, de tanto coraje, de tanta entrega por mantenerte entre nosotros y, en silencio, contemplé las huellas que dejaron en tu cuerpo las filas enemigas. Acompañé a tus laderos, embebidos con esa fortaleza que sólo ellos son capaces de mantener y me contagiaron.

Sé que vas a seguir afilando tus armas y que no vas a claudicar tan fácilmente. Benjamín, mi querido gladiador, me diste una gran lección y con la imagen de tu contienda continuaré mi camino, el mismo que nos encontró hace un tiempo y el que me llevará, algún día, a compartir ese encuentro tan esperado de brasas encendidas y comida calentita.–

“Es increíble estar ahí. Tenés sensaciones encontradas, la desesperación por querer hacer algo sabiendo que nada de lo que hagas va a revertir la situación; la tranquilidad, de saber que estás ahí, al lado de él, mirándolo quizás por varios minutos sin comprender nada; el amor que te produce y, sobre todo, la paz que trasmite una criatura.” (Dolores) – “No sé qué decir, estos absurdos de la vida me dejan sin palabras. A veces nosotros, los grandes, nos pasamos la vida peleando por causas sin sentido y de repente nos encontramos con un nene que nos da una lección, que la causa más importante de la pelea es la vida misma. Por ello nosotros somos grandes y él, inmenso. La vida es la arena del coliseo y él está demostrando por qué lo llamamos gladiador.” (Belén)

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Nota: Benjamín desplegó sus alas al día siguiente de nuestro encuentro.

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- Incomprension Día tras día trato de comprenderte, pero me cuesta asumir tu incomprensión. ¿Qué es lo que te lleva a seguir ausentándote con tus palabras si te dije hasta el cansancio que esa actitud me hacía sufrir? ¿Qué es lo que provoca que te esfuerces en explicar lo que a esta altura es inexplicable? ¿Por qué razón no puedo abrigarme con el calor que siempre sentimos si te he dado infinitas muestras del amor que tengo para darte?

Una y mil palabras pueden regar este espacio y estar dispuestas ordenadamente para que las leas y cambies tu proceder, pero siento que el esfuerzo es solo mío, que tus oídos sólo perciben tus propios ruidos internos y contra ello todo es en vano.

No creas que claudicaré. Voy a seguir intentándolo. Mi bote ya inició su marcha y no puedo darme el lujo de abandonar los remos cuando en la orilla se percibe tu figura.–

“Si hay algo que duele es la ignorancia, es así. Necesitamos esa respuesta, aunque no sea lo que queremos escuchar, pero al menos que nos digan lo que pasa, lo que sienten, que nos digan algo para poder explicar, expresar. Creo que sé a qué puerto va dirigido tu bote, y estoy segura de que tarde o temprano va a llegar a su destino. Todo llega. Y las mejores cosas en la vida llegan más tarde de lo esperado, eso también lo sé.” (Nevena) – “Hay veces en que nos cansamos de luchar por algo, de pelear constantemente, de enfrentarnos a mentes necias, cerradas y dejar todo de lado. Es ahí cuando tenemos que pensar también por qué o por quiénes luchamos, y que realmente vale la pena seguir y ‘remar’, intentar por todos los medios posibles. Aunque

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tengamos todo en nuestra contra, será difícil, pero, si estamos en lo cierto, el tiempo nos dará la razón y seguramente todo marchará como debe ser” (Elisa) – “Cada día en el mundo hay menos comprensión. Deberíamos pensar más en ponernos en el lugar de los otros y de tratar, en lo posible, de recrear la situación de esa persona que nos reclama comprensión para lograr una mínima idea de cómo se siente.” (Tatiana)

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- A Lola -

Lola, sol en estas noches tan frías. Tu calor dormido me abrigó mientras mis manos se juntaban a rezar. Supe desde el mismo momento en el que los cirujanos entrarían en tu humanidad que un ejército de ángeles harían ronda para contarte cuentos de hadas madrinas. Pude imaginar tu mirada atenta al escucharlos y así soportar en paz ese momento tan angustiante.

Hoy abriste los ojos y encontraste los míos empapados de diamantes llenos de sal, esos que sólo brotan cuando el alma regresa al cuerpo.

Bendita tu fuerza y la energía recibida por tanto cariño desconocido, porque al juntarse permitieron que esa sonrisa de niña mujer no vuelva a borrarse de tu rostro y podamos seguir disfrutándola.–

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TODO LLEGA

“Fuimos muchos los que rezamos por ella, nos unimos sin conocernos y deseamos que el milagro ocurriera. Me llena de alegría ver que somos capaces de unirnos aún siendo de sitios tan diferentes para simplemente pedir el milagro, para ser ángeles de Lola. Yo llevo ya cuatro años enferma, pero a pesar de ello nunca he dejado de luchar ni un solo segundo. Cada día de dolor sigo sonriendo, cada día que estoy mejor lloro de alegría y cada día que alguien en el mundo lucha con todas sus fuerzas por aferrarse a la vida, como lo ha hecho Lola, siento algo que no sé describir. Toda su fuerza me llega y me hace sentir que algún día mi milagro también va a ocurrir.” (Leticia) – “Dicen siempre que la unión hace la fuerza y Lola es el testigo vivo de esa gran frase. Lola hizo que nos olvidáramos todos por un instante de nuestras vidas y nos concentráramos en ella, en su salud, en poder retenerla aquí, junto a nosotros, para que siga brillando, para que siga regalándonos sonrisas. Alguien, allá arriba, nos quiere demasiado porque permite que Lola siga con nosotros.

Salvar una vida, guardarla aquí, por una milésima de segundo, quitarle ese pedazo de tiempo a la eternidad, es el milagro más grande que puede existir.

Lo sé en carne propia y lo veo a diario. Lola es la muestra viviente de que los milagros sí existen, es solo cuestión de escuchar bien y abrir los ojos porque suceden todos los días.” (Karina)

Nota: No tuve el placer de conocer a Lola personalmente, pero he recibido su agradecimiento a través de la red social.

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HUGO ACCARDI

- Ausencia ¿Qué nos pasa después de una gran pérdida? ¿Qué ocurre cuando nos damos cuenta del repentino vacío? En lo personal, imaginé una escalera de la que, cuando estuviera en el último peldaño, desaparecerían los escalones en un abrir y cerrar de ojos. El golpe sería inevitablemente doloroso. ¿Y después qué? Levantarse y entender que, en adelante, solo serán dos ojos los que percibirán lugares comunes, que los paisajes habituales comenzarán a resultar extraños y aquellos que ayer eran extraños probablemente pasarán a ser habituales, que caminar sin que nos tomemos de la mano que nos daba el sostén a cada paso nos obligará a volver a aprender a caminar, que nuestras preguntas se convertirán en superfluas cuando la respuesta de quien acostumbrábamos a recibirlas ya no llega a nuestros oídos. ¡Tantas situaciones empezarán a ser distintas! Pero hay que seguir.

Nuestras raíces nos exigen seguir. La memoria de quien se adelantó en el viaje nos exige seguir.

Y acá estamos, recomponiendo nuestro espíritu abatido por la ausencia y avanzando. Y en ese avanzar, debemos tener la claridad suficiente para analizar si quienes nos rodean lo hacen para acompañarnos en el dolor o para beneficiarse con la debilidad transitoria que nos embarga. ¿Podremos con todo? ¿Sabremos elegir el nuevo camino? Más y más interrogantes cuyas respuestas irán llegando únicamente con el paso del tiempo y con ellas poder ver los verdaderos rostros del cinismo y la comprensión. Solo resta esperar.–

“Mi manera de ver la pérdida de alguien es muy metafórica también.

La veo como cuando caminas por un pasillo muy bien iluminado y entras en una sala oscura. Al cerrar la puerta lo único que ves es

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TODO LLEGA

oscuridad, todo está negro. Entonces te ubicas donde puedes para esperar. La oscuridad no se puede olvidar pero hay que acostumbrarse a ella. Entonces aguardas a que tus ojos se acostumbren y ahí empiezas a ver, o mejor dicho a distinguir: distinguís formas y pequeñas luces que te permiten avanzar. Esas luces son las que te muestran por fin tu lugar en esa sala oscura y el camino que te lleva a encontrar lo que buscas. Obviamente, a veces hay luces traicioneras que solo son reflejos de los que no hay que fiarse. Pero al fin encuentras la manera de desplazarte en ese espacio que al principio te costaba.” (María) – “A los siete años me tuve que acostumbrar a la ausencia y empezar a cambiar las muñecas por responsabilidades: ¡un crecer de golpe! Pero acá estoy feliz y siento que pude seguir, en esto influyó mucho el tiempo que pasó. Hoy sé valorar a las personas que me quieren de verdad.” (Roxana)

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HUGO ACCARDI

- Decíme que no es cierto ¡Qué difícil debe ser escuchar "el show debe seguir" o “la vida debe continuar” cuando acaba de desgarrarte la noticia que jamás quisiste oír! Trato de ponerme en la piel de cada padre ante la terrible pérdida de un hijo y me resulta imposible. Son sensaciones tan propias, tan únicas, que es inútil toda comparación. La muerte es siempre dolorosa, pero la de un hijo no existe manera alguna de describirla. Sé muy bien lo que significa ser huérfano o ser viudo. Pero ¿cómo nombramos a aquellos a los que la vida les da semejante golpe? No hay expresiones para circunstancias no previstas. Los hijos sobrevivimos a nuestros padres, es una cuestión natural. No al revés.

Abrazo con mi alma a todos los padres que conviven con este dolor.–

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TODO LLEGA

“Mi hermanita se nos fue a los once meses de nacida. No tengo muchos recuerdos de ella, pero los pocos que conservo me llenan el corazón de sonrisas. Es un angelito. No puedo intentar describir el dolor de mamá o de papá, porque no me atrevería a meterme en sus zapatos, pero hasta hoy, cuando ven sus fotos noto la tristeza en sus ojos. Sé que no es fácil, lo he visto de cerca, pero me pongo a pensar, si es, digamos, una muerte natural, es hasta entendible -no creo que justo- pero más comprensible que venga un idiota a sangre fría y le quite la vida a tu hija. Eso debe ser increíblemente difícil o imposible de superar. Lamentablemente es un aprendizaje más que aparece en el camino de ciertas personas, yo espero que esos padres que han perdido a sus hijos, de la manera que sea, encuentren en ellos y en su recuerdo, la fuerza para seguir y volver a esbozar sonrisas.” (Freyda)

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HUGO ACCARDI

Lo que Me Habita

- Un nuevo examen En la absurda soledad que volvió a conquistarme voy tras los pasos del “ya fue” con la intención de recuperar el “ya vendrá”. La vida nos pone a prueba permanentemente y en el diario devenir debemos tomar decisiones.

No se puede estar dividido o, si se quiere, pretender multiplicarse. Parece un sinsentido, pero las matemáticas son exactas: es imposible restar cuando se busca sumar.

Hoy mi naturaleza hizo lo suyo y no hubo más remedio que acompañarla. Solo el tiempo, juez de cada acto, bajará su martillo sentenciando el error o ratificando el acierto de nuestras conductas. Seguramente esto podrá verse con más claridad en el futuro y para eso es necesario rendir un examen al despertar cada mañana. Podremos aprobar o no, aún así vale la pena saltar de la cama y recomenzar el camino.–

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TODO LLEGA

“Como si cada día despertásemos con una misión o meta distinta.

Debemos aprovechar el día a día, hora por hora, minuto por minuto.”

(Agustina) – “Si la vida no nos pusiese a prueba, sería rutinaria y sin emoción. Lo mejor que tiene la vida es que nos permite decidir, lo hagamos mal o bien. Aunque es verdad que cuando pasa cierto tiempo de ese momento, es posible, que aparezca la duda y cambies de idea. Pero para qué si en aquel momento creíste que era lo correcto.” (Neus) – “En las cosas del amor y del amar, sumas, restas, divisiones, multiplicaciones, raíces cuadráticas, lo que quieras: ninguna ciencia dura va a funcionar como en otros campos racionales. ¿Los exámenes? Se rinden, se aprueban o no, se elige darlos, postergarlos o abandonar la carrera. ¿Cómo saber cuál es la elección adecuada? Creo que simplemente no hay forma de saber -y esa es la razón de nuestra angustia- el resultado a priori. Pero en el hermoso riesgo que se toma al decidir en cuestiones del amor y del amar está la sal de la vida.” (Silvina)

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HUGO ACCARDI

- Basta Recibí el nuevo cimbronazo con la ventaja de estar esperándolo, aunque debo confesar que guardaba dentro de mí algunas gotas de ilusión que pronto se fueron evaporando. Es muy doloroso volver a sentir tu desapego, tu filoso "no" recubierto de sinrazón.

Por eso hoy digo basta, decido dejar de ser tu títere y procedo a cortar una a una las cuerdas con las que manejaste mi vida durante esta travesía. Es tiempo de tomar las propias riendas y con ellas trazar el trayecto que me lleve a los brazos de quienes se encuentran presas de tu extraño corazón. ¡Aguarden, ya retomo la marcha y con fuerzas renovadas para que nos encontremos en el algún claro del camino! –

“Hay momentos en los que el egoísmo de los demás sobrepasa los límites y es necesario recordarles que, aunque los amemos, hay cosas que no se pueden permitir. Creo que en un principio estamos dispuestos a 'aguantar' más de lo que podemos, pero, como a la larga nos damos cuenta, las personas no cambian. Y si la otra parte no está dispuesta a mejorar sus actitudes cuando nosotros estamos poniendo todo lo mejor, creo que es tiempo de decir BASTA y empezar a jugar bajo nuestras propias reglas.” (Hilys) – “A veces llega ese momento en el que uno ya no puede recibir más ‘palos’ de la misma persona y hay que decir ‘basta’ aunque nos duela en lo más profundo de nuestro ser.” (Verónica)

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- Mis noviembres -

Llegó un nuevo despertar y, con él, la alegría del recuerdo de mi primera bocanada de aire. Ya siento el cosquilleo del camino recorrido. ¡Cuántas imágenes vienen hacia mí! Todas y cada una poseedoras de las herramientas con las que se fue tallando mi presente. A ninguna de ellas las desecho. Hacerlo sería abandonar mi esencia.

Soy lo que soy gracias a los noviembres transcurridos y, por eso, hoy levanto mi copa para brindar por los que ya vendrán y seguirán regalándome la dicha de continuar disfrutando del hermoso juego de aprender a vivir.–

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TODO LLEGA

“Si hay algo que disfruto mucho es cumplir años. Comienza un nuevo año en el que uno se llena de energía, amor y felicidad para sobrellevar todo de la mejor manera.” (Araceli) – “Cada noviembre trae un nuevo regalo, cada día, cada semana, cada año transcurrido trae enseñanzas, aprendizajes, crecimientos, superaciones. Todo vale la pena, lo bueno y lo malo. Con todo aprendemos, con todo. De lo bueno se aprende y, de lo malo, mucho más. Aprendemos a valorar las cosas en el momento en que suceden si alguna vez nos chocamos la cabeza contra la pared por arrepentirnos luego que algo pasó o alguien se fue. Aprendemos que los buenos amigos son pocos, no todos están en las malas y ¡ojo! en las buenas tampoco. No todos se alegran con nuestras alegrías y se apenan con nuestros fracasos. La vida es un constante aprendizaje y un constante crecimiento. Es una y vale la pena ser vivida como se merece, sin desaprovechar ni un instante.

Cada año nuevo es un regalo que la vida nos presenta. Esperemos la nueva etapa con los brazos y los ojos bien abiertos; no dejemos pasar ni un sólo en tren.” (Juliana)

Nota: Aprovecho para agradecer nuevamente todos los saludos dejados en el blog por esta entrada.

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HUGO ACCARDI

- Distancia Alejarse de lo cotidiano, modificar la rutina, inhalar nuevos perfumes, recorrer otros senderos, sentir una brisa desacostumbrada, pisar suelo extraño, ser observado por miradas desconocidas, todo un repertorio de emociones que atrapo y dejo que se integren en una alocada travesía interior.

Mi cuerpo sabe de desapegos, pero siente la lejanía y atesora las sensaciones que una a una van incorporándose. Nada más placentero que salir, aunque sea por un corto período, del día habitual. Por eso me toca estar aquí, con mi esencia, absorbiendo los sabores de la distancia, preparándome para recomenzar un nuevo hoy. Tal vez sea la sal de este camino la que condimente mi travesía hasta encontrar la morada donde descanse mi pluma.–

“La distancia tiene un toque tristeza, más allá de alejarse de la gente, por cosas de la vida `extras´ que no pensábamos que sucederían o porque el tiempo y los lugares nos van distanciando.

La distancia nos regala momentos para pensar y reflexionar, nos inunda de preguntas y de respuestas. Lo importante es siempre seguir adelante, es tener esa seguridad de que algún día volveremos a encontrarnos y juntar; tener fe de que esa distancia es cada vez más estrecha y nos reconforta cada día como personas.” (Francisca) – “Talento es hacer de la rutina una búsqueda de emociones que nos dejan huellas hechas de lo que la vida maravillosa nos va otorgando en el accionar.” (Alicia)

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“Soy partidaria de tomar distancia, cuando estamos saturados o cuando algo no anda bien. Nada mejor que alejarse, ya sea fĂ­sicamente o de otra manera. Tomar distancia siempre ayuda a valorar lo que hay a la vuelta, lo que tenemos o lo que ya no tenemos y queremos recuperar. Tiempo y distancia para pensar. A veces necesitamos estar solos para acomodar algunas cosas, las que solo nosotros podemos cambiar.â€? (Nevena)

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- Según pasan los años -

Esta mañana zambullí la mirada en mi interior con el fin de navegar en ese mar de palabras que me permita reencontrar los capítulos de aquel que fui hasta llegar a ser quien soy. ¡Qué extenso y duro ha sido el camino!

Al recorrer mis días, pude observar cómo dieron a luz las transformaciones que se han ido sucediendo. Inevitables, claro. La vida se encarga de llenarnos de experiencia y también de tallar nuestro cuerpo para estar en consonancia con los años vividos.

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Y aquí estoy, tratando de no ahogarme en ese caudal de sensaciones para continuar la ruta. Está en mí seguir avanzando y, por lo que vi, no puedo darme el lujo de desperdiciar lo cosechado.–

“Cuando miramos sobre nuestros hombros, a lo largo de los años, podemos notar que en lo que en su momento fue una vivencia con cierto ritmo, son el tiempo se ha vuelto una marea suave que nos fue dejando de a ratos, en diferentes playas. Los años se fueron y otros vendrán.” (Silvia) – “La vida se encarga de formarnos como personas cada día, cada segundo…, creo que nuestras experiencias, las personas que encontramos en el camino, nos dejan todo tipo de recuerdos y de nosotros va a depender el quedarnos y decir hasta aquí llegamos, hasta aquí logramos todo lo que queríamos. O tener presente cada recuerdo como lo que son, capítulos de nuestra vida, que más allá de su efecto, nos ayudaron a seguir adelante, a seguir dándole forma a lo que somos hoy y darnos un adelanto de lo que seremos mañana. Bueno, creo que eso nadie lo sabe, pero tampoco lo vamos a averiguar si no nos damos la oportunidad de volver a la ruta.

Es probable que las marcas que nos hayan quedado no tengan una muy linda historia detrás, pero aún así vale más el ser capaces de poder levantar esa mochila nuevamente y seguir el viaje… Muchos dicen es que la vida es una rueda.” (Hilys) – “Creo que por alguna razón las personas necesitamos en algún momento de la vida hacer un viajecito por nuestro interior para seguir evolucionando y en lo posible mejorar lo que no nos está saliendo muy bien.” (Graciela)

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HUGO ACCARDI

- Miradas Hoy tuve la fantasía de encontrar frente al espejo al Hugo que fui.

Pero no hubo caso, allí estaba el paso del tiempo, la imagen acumulada de tantos Hugos que llegaron hasta este hoy. Y, no conforme con lo que vi, cerré los ojos por unos instantes y, bajo la atenta mirada de mi viejo, volví a subir a la primera bicicleta y a disfrutar de esos raspones que quedaron en mi piel. Me escondí otra vez en aquel rincón alejado de la cuadra para salir último y liberar a todos mis compañeros. Jugué con figuritas durante el recreo largo. Me alegré por un nuevo cumpleaños rodeado de amigos y me vestí nuevamente para revivir la deseada primera cita.

Tantos lindos recuerdos vinieron a mí que, al abrir los ojos, descubrí al Hugo que acababa de dejar pero con una sonrisa fresca, a pesar de los años transcurridos.–

“Es muy conmovedor lo que escribiste. Todo empezó con una fantasía a la que le pusiste ganas y con un poco de imaginación lograste realizarla. Si hay algo que nunca va a cambiar es lo que fuimos, eso siempre va a estar con nosotros para recordarlo con el ojo aguado y el corazón latiendo fuerte para que, cuando nos den ganas de mirar hacia atrás, logremos ver el camino que hemos transitado y que nos ha permitido llegar a ser lo que hoy somos y nos deje con una gran sonrisa al final. Las palabras que están aquí arriba me hicieron viajar, me hicieron sentir feliz y sacaron lo mejor y más honesto de mi: la infancia y la inocencia con la que nos manejamos en el pasado y no dudo de que tú también hayas sentido lo mismo y por eso hoy decidiste compartir con nosotros tus pensamientos y sentimientos.” (Tatiana)

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“Pienso que al mirarnos al espejo, tengamos la edad que tengamos, vemos eso que fuimos mezclado con esto que somos; vemos a ese niño que llevamos en el interior como si nunca se hubiese ido de nuestra esencia. Creo que todas esas cosas que vivimos no se dejan atrás, quedan intactas en los recuerdos.

Recuerdos en nuestra mente, en nuestro corazón o en nuestro cuerpo. Por eso sonreímos con frescura por lo que vivimos.” (Agustina) – “¡Mientras se tenga la capacidad de revivir los tiernos momentos de la niñez y las grandes y únicas emociones que nos tocaron en esta vida, jamás serás un ‘Hugo’ agotado sino uno renovado y vivido!” (Gaviota)

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- Continuaré sembrando No existe manera de no recordarte, de no tenerte en mis pensamientos, si fuiste hace 33 años quien me regaló el privilegio de convertirme en padre por primera vez. ¡Cómo poder olvidar el título que recibí en mis juveniles 20 primaveras si lo seguiré revalidando hasta el último de mis días!

Sé que hubo materias sencillas y otras que me costó aprobar. Pero, aunque hoy te des el lujo de apartarme de tu vida y navegar en aguas diferentes, debés saber que sigo aquí, esperando que tus días regresen a los míos. Sé que así será, que esa niña ya mujer que el tiempo escurrió entre mis dedos volverá a sentir el calor de mis brazos.

Mientras tanto, continuaré sembrando el camino de buena hierba para estar preparado para cuando llegue el momento de rendir un nuevo examen.–

“Son tantas las pruebas y materias que deben pasar los padres y son tan pocos los hijos que tienen en cuenta el esfuerzo que hacen. Se haga bien o mal, supongo que un padre siempre espera el regreso de un hijo a sus brazos.” (Nerea) – “No es hacerlo mal o bien sin saber, lo importante es intentarlo. Este texto me hizo pensar mucho en mi papá y en cómo nos hemos llevado siempre. Yo siempre fui de mi madre, fue la que estuvo siempre. De mi padre recuerdo malos momentos, unos peores que otros, muy tristes, muchas peleas. Creo que dicen que es la adolescencia lo que te hace ser así, pensar y actuar de esa forma.

Su escrito me remitió mucho a él. A veces siento que le exijo demasiado y lo culpo por cosas de las que no es culpable. Gracias por hacerme reflexionar, que por más que yo ahora piense así con bronca, sé que él me quiere, que

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todo lo que hace lo está haciendo sin saber y creo que se comporta así por miedo a que me aleje de su lado. A veces los hijos, hijas en este caso, somos complicadas, muy complicadas, no sabemos valorar lo que ustedes hacen por nosotros, lo que nos dan y lo que nos van a dar siempre.” (Roxio) – “Un papá es ante todo un hombre con corazón, que sabe señalar el horizonte con optimismo y confianza. No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona que la de sentirse protegido por un padre.” (Eugenia)

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- Enseñanzas -

Hoy vuelvo a la pluma gracias a las manos prodigiosas de la ciencia que arrancaron de mis entrañas la angustia que supe tragarme hasta convertirla en mi propio martirio interno. ¡Qué vulnerables nos sentimos ante el dolor! ¡Qué terrible cachetazo nos da la vida cuando no sabemos reaccionar ante lo inesperado y afrontamos nuestra pena en silencio!

Con la vivencia a cuestas puedo decirles que de todo se aprende y esta nueva enseñanza me lleva a reformar mi actitud frente a las tempestades. Es allí donde debo tomar el timón con todas mis fuerzas, agotar mis palabras hasta que se entiendan y llevar mi barco a aguas tranquilas. Ya

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no quiero volver a ver las estrellas en días soleados, sólo las espero en las noches porque cuando las observo iluminan mis ganas de seguir en este hermoso camino.–

“Es que no es broma cuando los médicos hablan de que lo que uno no dice te termina haciendo mal. He visto casos de enfermedades y las personas que las han sufrido han dicho que se guardaban todo, que no expresaban su dolor y claro, el cuerpo lo tiene que soltar de alguna forma. Me pasa siempre, aunque voy aprendiendo a soltar, sino es hablando escribiendo. Hay que poner palabras al dolor, a lo que pasa por dentro, a lo que pensamos. Y nos pueden entender o no, pero hay que intentarlo, ¿no? De todo se aprende, claro que sí.” (Nevena) – “A veces la vida nos cachetea bien duro para que aprendamos y esta no fue la excepción. Has aprendido algo que es muy valioso saber para poder afrontar las demás tempestades que vendrán. Ojalá nunca abandones la enseñanza de que, por más doloroso que sea el momento, debes expresarlo, no guardarte nada porque ya vimos que la vida nos pasa cuenta de cobro y que es obligación pagarla.” (Tatiana) – “Las enseñanzas nos llegan cuando y como menos lo esperamos. En este caso el cuerpo te dijo basta y te mostró que no siempre es bueno guardar y guardar.

Este texto (como me pasa con todas tus mariposas) me llevan a repensar mi vida desde tu experiencia. Me veo reflejada en este espejo de ocultar con una máscara la desazón, la tristeza, la rabia, la decepción. Pero tal como lo expresaste me doy cuenta de que en estos momentos la única persona capaz de llevar mi barco a buen puerto y con timón firme soy yo. Esta frase me impactó: ‘¡Qué terrible cachetazo nos da la vida cuando no sabemos reaccionar ante lo inesperado y afrontamos nuestra pena en silencio!’ ¡Nada más real en mi vida! ¡Esperemos que no se repita este ‘dolor’, pero si es así, que siempre seas capaz de sacar de él estas enseñanzas y además compartirlas!” (Claudia)

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HUGO ACCARDI

- ¿Por qué? Me pregunto por qué volviste a herirme. Mi cabeza se llena de respuestas pero ninguna me conforma.

Cada una de ellas trata de suavizar esta nueva pérdida pero no logran su cometido.

He remado con todas mis fuerzas, me preparé como nunca para llegar a tus brazos que supuse que me estaban esperando y otra vez encallé. Sólo me queda el consuelo de haber actuado, de haberme expuesto con mis miserias a cuestas para llegar a vos. Lo intenté y seguramente volveré a intentarlo. Se puede obtener lo buscado o perderlo, siempre dependerá de nosotros, pero cuando uno vence sus dudas, toma una decisión y la mantiene hasta el final, aunque su resultado no sea el esperado, queda la entereza de quien luchó por conseguirlo.

Hoy, con el desgarro a flor de piel, me hubiese gustado haber tenido la capacidad suficiente para ingresar a tus oscuros pensamientos y llenarlos de luz, de manera que pudieses encontrar el camino que te condujera hacia mí. Tal vez el tiempo me dé la fórmula y logre transformarlos. Solo resta esperar y no abandonar la perseverancia, aunque las heridas en mi alma tarden en cicatrizar.–

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“Normalmente los dolores y las tristezas pesan muchísimo más que las alegrías. Cuando algo sale mal uno se olvida de todas las cosas buenas, porque las cosas buenas son pequeños detalles, y parecen ínfimos al lado de las cosas malas que pasan. Pero hay que seguir caminando, cueste lo que cueste. Porque todo nos hace más fuertes ‘lo que no te mata, te fortalece’ y quizás, hay que empezar a no esperar cosas de los demás, porque es eso lo que nos lleva a las decepciones. Hay que dejar que la vida nos sorprenda. Además, uno no puede elegir hacer un cambio en el otro, sino que es uno mismo el que tiene que elegir cambiar. Tampoco se puede hacer lo mismo buscando resultados diferentes. Hay que aprender de los errores, tratar de sacar lo bueno: Aunque todo parezca oscuro, siempre aparece un mínimo rayito de luz.” (Luciana) – “Ayer precisamente tenía algo en el pecho que me apretaba fuerte, una sensación de agonía, tristeza. Leer esto hoy hace que reaparezcan esas emociones. Es como si cada palabra que voy leyendo la fuera ilustrando en una escena de nunca acabar… a metros se nota la valentía que tienes y que es una asignatura pendiente por la que tanto estás remando. Aunque muchas veces uno se cae para llegar a la meta, hay que seguir insistiendo. Eres un luchador, incansable, resistente, lleno de mucha esperanza, tienes que seguir intentando. Que tu luz penetre en ese corazón opaco que está lleno de tanta indiferencia y que está tan cerrado a recibir cariño puro y sincero. No todas las veces es fácil lograr que alguien nos abra la puerta, pero no por eso hay que dejar de timbrar.” (July) – “Tirarse a la pileta, aún sabiendo que puede estar vacía y golpearse, es así la vida, siempre hay que arriesgar, buscar el sí por más que el NO ya esté asegurado.” (Ariadna)

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- Decisiones -

Las decisiones que tomamos en la vida, muchas veces con el convencimiento de que son la mejor elección, por lo general también suponen el riesgo de lastimar a quienes decimos amar.

Tengamos cuidado con esto, pensemos mucho antes de actuar porque existe la posibilidad de no poder revertir el daño. Y esto es lo que me tiene angustiado, paralizado, aturdido. Me llena de impotencia tener que afrontar nuevamente una pérdida no deseada.

Solo espero ver, y muy pronto, el camino despejado de esta nueva amargura. No quiero seguir disfrazando mi estado de ánimo. También es

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bueno gritar que no todo es color de rosa cuando de esa flor únicamente se perciben las espinas.–

“Nos pasamos la vida tomando decisiones. Ir por la derecha o por la izquierda, agua o coca cola... Pero hay decisiones importantes que son las que más cuestan, y que posiblemente afecten a personas cercanas. Son las difíciles de tomar, las que te estrujas la cabeza pensando y pensando y que incluso te quitan el sueño. Decisiones que a algunos no les gustarán y a otros si. Hay gente que piensa más en los demás que en uno mismo. Bien o mal, cada uno es como es... Pero cuando tomas la decisión, es cosa tuya: es tu decisión.” (Itziar) – “‘La mitad de nuestras equivocaciones en la vida nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos’. Es mi tema de terapia.

Lo que me cuesta tomar decisiones. Es porque si sé que puedo llegar a lastimar a alguien que amo, me cuesta mucho perdonarme. Aunque la realidad es que no decidirse, o decidir ‘quedar bien con alguien’, menos con uno, también hace mal. Vos en tu corazón sabés qué fue lo mejor, qué es lo mejor. En el camino de resolver y decidir qué opción tomar, vas a perder algo... Procurá no perderte vos... No de manera egoísta, sino de manera que no te haga infeliz. Es parte de la vida, a veces, hasta elegir el mal menor. Y otras, aceptar que lo que nos hace bien a nosotros, no le hace bien a gente que queremos. Y viceversa. Pensá que ante tu decisión, el otro también va a tomar una decisión, que es acompañarte o alejarte, y vos también tenés que aceptar. Es la vida.” (María José)

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- Piedra libre Hace tiempo que mi lápiz tenía ganas de jugar a las escondidas y no le daba el gusto. Es que mi pasión por develar sentimientos a través de palabras regadas sobre un papel fue semilla que inmediatamente dejó ver sus brotes y no era momento para acompañarlo. Hoy, que ya es un árbol en el que comienzan a verse sus frutos, él me obliga a buscarlo. Y no es de aquellos que se esconden para que lo encuentren rápidamente. Es de los que se escabullen en recónditos lugares para dar el zarpazo final y liberar a sus compañeros.

Y aquí estoy, tratando de ubicarlo mientras imagino lo que voy a escribir cuando lo descubra. ¿Me ayudan? No quiero volver a contar contra la pared. Deseo ahondar en mis recuerdos y liberarlos para darles vida nuevamente.–

“Me parece que en este caso lo único que hace falta es un poquito de paciencia. Dicen que lo bueno se hace esperar. Tal vez esa sea la señal de que ese lápiz inquieto está queriendo mandar. Darte un tiempo a vos para que, llegado el momento, tus ideas, vivencias y demás pensamientos maduren lo suficiente como para ser libres y puedan hacer volar tu imaginación nuevamente. Cuando menos lo esperes todas esas palabras que no tomaron forma hasta ahora van a estar listas para dar ese zarpazo final y liberar a sus compañeros.” (Hilys) – “Tu pasión es develar sentimientos a través de palabras, por suerte. Y con el placer de leerte liberas a cada uno de los compañeros que aquí dejamos una huella para ti. ¡Pronto se dejará encontrar ese lápiz, porque solo a tu lado sabe hacer maravillas!” (Nerea)

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“Me fascina cómo puedes hacer que algo que pretendes contarnos a nosotros sea estilísticamente tan hermoso. Estás hecho para las letras y por supuesto que está gran familia que hoy compone tu árbol estará siempre dispuesta a ayudarte a encontrar tu lápiz.” (Yaiza)

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- Desgano Hay oportunidades en las que las ganas de escribir se escabullen en un oscuro rincón, en las que las letras no se acoplan en palabras y las frases brillan por su ausencia. Son esos momentos en los que la música exterior entra en conflicto con los ruidos internos y no hay manera de darle forma a una oración. Esto, precisamente, me está sucediendo ahora.

No sé si es bueno o malo, pero es lo que siento. Obviamente no lo que deseo.

Mi mente quiere dirigir mis manos, pero pienso en fuego y seguidamente imagino la lluvia que lo apaga. Pienso en agua e inmediatamente aparecen infinidad de médanos que cubren mi horizonte. Por eso, en tales circunstancias, prefiero quedar en silencio y prepararme para cuando las letras vuelvan a danzar ante mis ojos y me provoquen las ganas de volver a bailar.–

“Admiro tu capacidad de escribir aun cuando no puedes escribir, cómo transformas una idea, una inquietud en una interesante narración.” (Macarena)

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“Aún con desgano, tus palabras llegan al alma y se nota tu experiencia en la vida. Espero que este `desgano´ dure poco, porque quiero seguir leyéndote y sobre todo, no te muestres indiferente ante la vida, pues tú tomas las decisiones que guían tu camino.” (Damaris) – “Creo que estos momentos de ‘vacío’ mental a veces son los precisos para que las palabras nos lleguen de la nada y con más contundencia a las que mucho planeamos en nuestra cabeza. Y para muestra de un botón aquí me encuentro leyendo un claro ejemplo de ello. En ocasiones no se necesita inspiración para ser innovador.” (Fabiana)

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- Mi viaje Cada viaje requiere de preparativos previos que lo anticipan, por lo tanto, como éste era especial por los acontecimientos que viviríamos, la tarea fue más importante. Por eso comencé a cargar mi valija con bastante ilusión y en ella no podían faltar las ganas de llenarme de nuevas experiencias.

Agregué también mucha alegría y solo un par de tristezas para valorar los momentos felices. Incorporé las imágenes de todos aquellos que se ponen contentos con cada regreso y la cerré con las voces de quienes el destino prefiere entregármelas de a poquito. Bastó ese "te quiero" para emprender un nuevo destino con la dicha de haberlo escuchado. ¿Hacía falta cargar más cosas para sentir que el regreso sería soñado? Creo que no, por eso lo disfruté como nunca y hoy puedo seguir agradeciendo a la vida la dicha de permitirme seguir soñando.–

“Los viajes siempre son mágicos, es fascinante conocer nuevos lugares, personas, costumbres. Es un gran placer poder viajar y coleccionar tantos momentos de cada sitio visitado, tantos momentos con la gente que queremos, ese entusiasmo, esa alegría que nace cada vez que se prepara un viaje, que se conoce algo nuevo, que se descubre un lugar. Y sobre todo cuando a ese lugar al que nos dirigimos nos lleva a un reencuentro con gente querida. Es tan difícil de describir lo que se siente: felicidad en estado puro de volver a compartir tanto con los tuyos.” (Leticia) – “¿Qué es más gratificante? ¿El vivir una nueva experiencia conociendo un nuevo lugar o el ver la cara de las personas que esperan en casa tu regreso?

Quizás cometemos el error de recordar más lo vivido en el viaje que esa cara de ilusión de tu familia en la que se puede leer un ‘volviste’!” (Alicia)

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- Renacer -

Así como una hoja en blanco permite que la sembremos con nuestras mejores palabras y nos demos el lujo de borrar o enmendar aquellas que entendemos que no van a lucirse a lo largo del relato, hoy me propuse renacer y comenzar mi nuevo día de la misma forma. Luego de una reconfortante ducha, elegí el mejor traje, lo combiné con una linda camisa y coroné el vestuario con una corbata al tono para empezar a recorrerlo dispuesto a incorporar en mi interior sólo lo que me hiciera feliz e intentar desechar, haciéndoles frente, todas aquellas circunstancias de vida que me lastimen. Tarea difícil si las hay, lo aseguro, pero siento que el silencio no es la mejor forma para seguir avanzando.–

“A veces cometemos tantos errores y después no sabemos cómo enmendarlos. ¡Sin embargo tenemos la iniciativa de corregir lo que algún día no hicimos bien! Tratamos mal a alguien, nos dejamos llevar

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por la situación y nos olvidamos de pensar si la otra persona está bien o no, si lo que hicimos le afectó o no. En muchas oportunidades he querido revertir aquello, decir que realmente ‘lo siento’, expresar un te quiero, el decir palabras que abriguen mis malas actitudes de ese tiempo. En fin, uno sabe cuándo hay que pedir disculpas y ser humilde en la vida, pues de alguna u otra forma seremos recompensados(as)... Ser una buena persona, ser cariñosa, amable, agradecer a los demás por estar siempre. Por eso ahora elijo el mejor traje y empiezo a Renacer, a comenzar a ser feliz.” (Francisca) – “Este texto es muy significativo para mí y creo que para todos. En algún momento de nuestra vida todos necesitamos renacer, limpiar todo lo que nos ha causado dolor, lo que nos ata al pasado y no nos deja seguir, eso que está ahí dentro y nos duele tanto. Lo que sí está claro es que para seguir caminando por la vida hay que limpiar de vez en cuando el alma y empezar de nuevo con una sonrisa, recordando momentos felices y manteniendo las enseñanzas que nos dejaron los dolorosos, porque esas nos han hecho llegar hasta aquí. Te voy a contar cómo empecé hace poquito yo de nuevo. Aún estaba en España (ahora estoy en Dublín) y hacía un taller de oración y vida, en una sesión después de meditar, de perdonar cada parte de nosotros mismos, a los demás, a nuestra familia. Después de sacar todo lo malo y hacer un silenciamiento curativo, como lo llamé yo, escribimos en un papelito todas aquellas cosas que durante nuestra corta o larga vida nos hacían daño aún al día de hoy, y los quemamos en un cuenco todos juntos. Al terminar la sesión ese día me sentí liberada y empecé de nuevo y aunque a veces flaqueo, cosas como por ejemplo esta expresión de sentimientos que nos has dejado hoy, me hacen continuar mi nuevo camino.” (Leticia) – “Es difícil olvidarse de las cosas que nos hacen daño y cambiar el rumbo de nuestra vida. Aún más complicado es encontrar cuál es nuestro camino. Pero si nos quedamos anclados en nuestra rutina por miedos o por comodidad seremos infelices y estaremos perdiendo oportunidades. Así que, arriesguemos, sigamos las señales o dejemos que el universo nos guíe y la energía fluya.” (Nuria)

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- Tristeza Buen día, tristeza. Parece que te sentís muy cómoda y decidiste instalarte en mi interior de manera exagerada. Quiero dejar bien en claro que no me hacés bien y que solo permito tu estadía hasta tanto consigas otra víctima y puedas acomodarte. Ya sabés que los ambientes de esta casa los ocupan la salud y la alegría y con ellas firmé un contrato que va hasta el último de mis pasos. Así es que te ruego encarecidamente que no detengas tu búsqueda. Necesito seguir disfrutando el paisaje del camino que me queda y tu larga presencia me lo impide. Con esto no te estoy diciendo que dejes de visitarme de vez en cuando, pero tu permanencia debe ser lo más corta posible. ¿Se entendió o es necesario que te lo repita?

“A la vida hay que vivirla con el más lindo de los sentimientos: ‘la felicidad’. Pero la tristeza muchas veces, me sirve para encontrarme conmigo misma, con mis sentimientos, con mis debilidades, porque ellas también forman parte de mi ser. Creo que está bueno estar triste de vez en cuando pero hay que tratar de que no nos invada completamente, que no oscurezca nuestra vida y nos deje disfrutar de su belleza.” (Gisel) – “¡Me encanta! Porque a pesar de llamarse tristeza para mí esta entrada es una lección de positivismo y buena energía.” (Yaiza)

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- Las extraño A esta altura del camino, si hay algo que me caracteriza, es saber esperar.

Todos los que acompañan mi diario peregrinar no desconocen que mi frase de cabecera es "todo llega".

Qué dos palabritas, ¿verdad? ¡Cuántas llegadas hay en la vida! Las propias, las ajenas, las esperadas, las no queridas... todas nos dejan su marca. Hay llegadas que necesitan de una partida y hay partidas que sólo se calman con la llegada. Y están aquellas que al demorarse de manera indefinida lastiman el alma. ¿Cuánto más puede retrasarse ese abrazo interminable con el que imagino voy a abrigarlas en el preciso momento en que sus sonrisas infantiles se sienten a mi lado? ¿Es necesario seguir dilatando ese maravilloso reencuentro? Los hilos de plata que avanzan sobre mi cabellera tienen la respuesta: la vida es un enorme rompecabezas que vamos armando y desarmando a medida que pasan los años y en ese transitar hay piezas que se desacomodan, se pierden o se desgastan.

Está en cada uno ir reacomodándolas. Por eso ya es tiempo de que esos soles, que son parte de mi vida, se reintegren al tablero para escuchar mis cuentos, encontrar mis caricias y compartir mis ocurrencias. No merezco seguir extrañándolas.–

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“¿Me puedes explicar (por favor) cómo hiciste para que esas... momento, me daré el tiempo de contarlas: 202 palabritas me pesaran tanto en el pecho? ¡He leído textos de varios cientos de páginas y lo único que consiguen de mí es un ‘quiero mi tiempo (mal) invertido de vuelta, AHORA!’ Estas 202 palabras tan bellamente (no sé si existe la palabra) dispuestas... ¡Por Dios! Cual director de orquesta, has orquestado una bellísima pieza de arte escrito! (mi más humilde y sincera opinión). ‘La vida es un enorme rompecabezas que vamos armando y desarmando a medida que pasan los años y en ese transitar hay piezas que se desacomodan, se pierden o se desgastan. Está en cada uno ir reacomodándolas’. ¡Te juro por por mi guatero que, a esta hora de la madrugada, me está salvando de morir congelada, que apenas haya luz, salgo a comprar un trozo de género gigante y me armo un lienzo con esa parte... con la última frase en MAYÚSCULA, negrita y subrayado! Porque, ¡cuánta razón tienes! Amamos (por supuesto, me incluyo) quejarnos por lo que nos da o no la vida, por lo que nos dio o no esa persona, por lo que dijo o calló alguien, pero pocas veces (MUY pocas veces, para ser sinceros) hacemos algo al respecto. Y pasamos por alto el hecho de que está en nuestras manos hacer que ese puzzle sea lo más armonioso posible.

Puede que no logremos que nos den lo que no nos dieron o nos digan lo que no nos quisieron decir, pero podemos aprender a enfrentarlo, a vivir con ello, a hacer girar a nuestro favor esa pieza y, como bien escribiste, a ‘reacomodarla’. Ya veremos que puliéndola un poquito, esa pieza logrará ser parte íntegra de ese puzzle que nos arma la vida.” (Nicola)

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- Huellas -

Siempre agradezco que caminen por este, mi continente, y dejen en él marcadas sus huellas. Es algo que valoro mucho ya que el verlas renueva mi energía. Seguramente ciertas huellas que vamos dejando en el camino se borrarán con el paso de los años. Más, es también cierto que, con cada crecimiento personal, aquellas que antes desaparecían fácilmente hoy tengo el claro convencimiento de que echarán raíces y perdurarán en el tiempo. Y esto es lo más importante de la vida, el que siempre nos recuerden. Por eso debemos comprender que nuestro paso por este mundo no tiene que ser solo el transitarlo, sino con estar dispuestos a quedarnos en él aun cuando no estemos.–

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“En el camino de la vida muchas cosas quedan atrás, algunas se olvidan, otras perduran a pesar del paso del tiempo. Todas las huellas que tú estás dejando en el corazón de cada uno de nosotros, que nos están ayudando a crecer, a pensar, a reflexionar, que nos guían en el sendero de la juventud, estoy segura de que siempre estarán con nosotros. Yo tengo miles de libros favoritos, me paso horas leyendo y ahora también tengo tu blog, Hugo, que me llena de hermosos sentimientos cada día que lo leo.

Estoy segura de que, aunque pasen los años, siempre recordaré lo bonito que fue leerte y todas las cosas buenas que me aportó y serás parte de la historia de mi vida, esa que yo contaré a mis hijos, nietos…” (Leticia) – “Me hiciste acordar de ‘no muere quien desaparece, sino el que se olvida’. Es una frase que siempre me llamó la atención ya que estoy totalmente de acuerdo con su significado. ¡Es fácil vivir, pero lo importante es vivir por algo! Yo creo que siempre tenemos que tener metas que superar, si no la vida no tendría ni ilusiones, ni deseos, ni esperanza... ¡Sería algo extraño!” (Naroa) – “Cada paso que damos nos pertenece y nos va llevando a alcanzar objetivos que solo tienen sentido si podemos compartirlos con nuestros afectos. ¡De allí la responsabilidad que nos cabe como hacedores, de tratar de caminar con pasos firmes marcando huellas confiables, increíbles e imborrables!” (Alicia)

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- Si supieras Si supieras el vacío que dejaste cuando tus alas se desplegaron para volar por otros cielos.

Si supieras que desde ese preciso momento mis mañanas ya no encuentran tu frente para darle mi beso de despedida.

Si supieras las veces que suena el teléfono e imagino encontrar tu voz del otro lado.

Si supieras que tu cuarto es mi refugio y el único ambiente de la casa donde siguen intactas las huellas de tu infancia y tu adolescencia y que allí permanezco con el único afán de que ellas me lleven hacia vos para redescubrirte.

Si supieras que hoy estoy escribiendo todo esto para que lo leas y te des cuenta de lo que callo cada vez que estamos juntos. Tal vez entenderías lo mucho que te extraño.–

“Cada palabra es hermosa porque sale del corazón. Ese refugio que encuentras con sus huellas dan testimonio de una etapa inolvidable que es tu contención. Creo que ella no se olvidó de eso, nosotros vamos a estar infinitamente agradecidos por todo lo que ustedes hacen, aunque no lo digamos, tal vez ella sienta lo mismo que tú, tal vez también te extrañe tanto, pero somos humanos y nos equivocamos, ocultamos palabras y sentimientos pero ahí están siempre latentes.” (Tatiana) – “Es maravilloso descargar tus vivencias a través de la palabra. Nuestros afectos emigran a otro nido, eligen afectos diferentes, tratan de armar el rompecabezas de su propia vida fuera de la nuestra en donde armamos y desarmamos muchos rompecabezas, muchos sin resolver. Es tan rara la sensación como injusta. Nos miramos y sentimos el voraz paso del tiempo creyendo que aún son pequeños, que

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aún nos necesitan. Pero hace rato que tomaron decisiones fuera de nosotros, de nuestro entorno y de nuestros afectos, y ello nos afecta, pucha que nos afecta. No seguir sintiendo sus voces, sus risas, sus picardías, sus dudas, sus conflictos. Por eso provoca NOSTALGIA, por eso EXTRAÑAMOS, pero, hermano, nos consuela pensar que nuestro ejemplo y enseñanza los perseguirá a tal punto de ayudarnos a resolver ese rompecabezas que quedó sin terminar.” (Patricia) – “Creo que en la vida hay solución para todo (menos para lo que ya sabemos). Y tal vez el hecho de escribir lo que sentimos nos ayude a enfrentar a esa persona que se encarga de intimidar nuestros sentimientos. ¿Por qué se nos hará tan difícil decir 'te extraño' o 'te quiero' a alguien que a lo mejor compartió una vida con nosotros? ¿Nos dará miedo que esa persona que un día decidió desplegar sus alas ya no sea aquella con la que teníamos esas charlas telefónicas o nos despedimos a la mañana?

Bueno, puede ser que no sea la misma, pero si no estamos dispuestos a decirle de la manera que sea lo mucho que la extrañamos, no vamos a poder redescubrir a la persona que hoy miramos de frente. ¿Quién sabe? En cualquier momento ese alguien podría leer esto y darse cuenta de que le pasa absolutamente lo mismo y llegue la hora de dejar de guardar cositas en ese cajoncito interno.” (Hilys)

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- Esp erar -

¡Qué rara sensación es la espera! ¡Cuántos sentimientos distintos genera! Esperar la llegada, esperar la partida, esperar un llamado, esperar que no llamen, esperar la aprobación, esperar el reproche, esperar un beso, esperar el silencio, esperar la sonrisa, esperar el consuelo, esperar el abrazo, esperar las lágrimas, esperar… esperar... ¿Sabemos efectivamente esperar? ¿Apreciamos lo que genera en el otro esperar?

Hoy quiero hablar de la espera de un llamado. Seguramente habrán pasado muchas veces por esta situación y estoy convencido de que cada uno de nosotros ha reaccionado de manera diferente. Es un simple "Hola, ¿cómo estás?" Y, sin perder tiempo, vendrá el "Hola,

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¡qué lindo que llamaste! Si supieras cuánto anhelaba escucharte. Si te dieras cuenta de la angustia que provoca en mí tu silencio prolongado. ¡Si entendieras que estando tan cerca te siento tan lejos! Ya pensaba que no te interesaba oírme, hacía falta que transcurriera tanto tiempo para que al fin comprendieras que existo, que siento tu ausencia y me lastima, que me duele imaginar que no te importo...". Y cuando esa dolorosa espera culmine, cuando el deseado llamado se haga presente, seguramente aparecerán algunas de las palabras que imaginamos y otras quedarán flotando en nuestro interior aguardando un guiño para salir a escena.

A veces la tristeza se aplaca cuando descargamos en un papel la conversación deseada. Es una sana manera de descomprimir la amargura, es el mejor modo de entender que solo el amor permite que nos adelantemos a lo que vendrá y podamos expresarlo.–

“Dicen que las mejores cosas se hacen esperar, aunque hay distintos tipo de esperas. Cuando es algo importante queremos saberlo ya, queremos la respuesta, el resultado de lo que hemos hecho. Lo queremos en el momento y en esa espera aparece la angustia. En otras esperas puede haber nervios, ilusión. Nada tienen que ver los nervios angustiantes con los nervios de la ilusión. Son muy distintos, prefiero los segundos. ¡Espero que los tuyos sean de ilusión y que esa espera valga la pena!” (Rochi) – “Yo sigo esperando que me llegue ese llamado, lo espero desde hace un tiempo y no llega, espero que llame y me diga, ‘si, te he echado de menos y te necesito más que antes’. Espero y espero y tengo miedo de que no suene o de que cuando suene no se escuche lo que yo esperaba, porque la espera hace que sigamos soñando y ese ‘te llamaré’ a veces puede hacer

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mucho daño. Yo voy a seguir esperando porque sé que no puedo hacer nada más. Deseo que a nadie le toque esperar tanto como a mí.” (Laura) – “Cuántas esperas hay a lo largo de este camino de la vida, no siempre son gratas ni felices. El esperar algo deseado nos hace saborearlo con mayor deleite cuando llega, escuchar esa voz que esperamos, apretar fuerte ese abrazo que soñamos y pensar que nunca vamos a dejar de necesitarlo y esperarlo. La maravilla está en disfrutar la espera y saber compartir el fruto de la misma cuando nos hace felices... y cuando no, también debemos aprender a compartir aquello que nos enseñó.” (Claudia)

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- Por f in Culminar una etapa, cerrar un capítulo o concluir una historia, son frases que hoy retumban positivamente en mis oídos. Fue suficiente que transcurrieran casi cuatro años para que el hilo que nos unía, apenas perceptible, casi invisible, se cortara definitivamente y me devolviera parte del Hugo que había quedado dando vueltas alrededor de tu poder. Fue recién entonces, cuando me vi completamente entero, que pude desprender de mi interior la angustia causada por la incertidumbre de saber si llegaría a este final feliz. Hoy se bajó el telón de nuestra obra. Pudimos ser dos los actores pero terminó siendo un unipersonal. No me quejo, a la vista está su resultado y ahora, con los aplausos a flor de piel, me preparo para una futura función, claro que con una nueva protagonista.–

“‘Tiempo al tiempo’ siempre digo a mis seres queridos. Pero claro, es mucho más fácil decirlo que vivirlo. Hay que pensar siempre en positivo, luego de ‘culminar una etapa, cerrar un capítulo o

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concluir una historia’. En la vida se presentan nuevos caminos dispuestos a ser recorridos. Se va un amor... llega uno nuevo; tenemos un golpe fuerte... va a haber algo o alguien que nos va a sorprender y nos ayudará a levantarnos. Todo pasa por algo en la vida, lo importante es que tengamos paciencia y muchas ganas de seguir adelante siempre.” (Juliana) – “Siempre el fin de un ciclo, de una etapa, es el comienzo de un nuevo porvenir. A veces mejor y otras, no tanto. Lo importante es no aferrarse a ‘ese final’ y construir mirando hacia adelante con optimismo y junto a las personas que amamos.” (Laura) – “¡Lo único que te voy a decir es que terminaste esta función con un standing ovation y tu público espera con ansias verte brillar en una nueva obra!”

(María)

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- Un simple llamado -

Cómo un simple llamado puede cambiar la historia de los ruidos internos. Si ambos entendemos que en el verano nos abriga el sol, ¿por qué nos empecinamos en buscar la nieve en nuestra puerta? Por eso fue necesario que conocieras mi angustia. ¿Para qué seguir esperando y que el silencio se convierta en olvido?

Ahora que al fin pudimos escucharnos y mi brújula volvió a su norte, puedo decir que enderecé la proa y navego en aguas tranquilas. La vida tiene estas cosas y por suerte mi camino sigue siendo largo y me da el tiempo suficiente para resolverlas.–

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“Creo que cuando la gente escribe pretende que el lector interprete y asuma de un modo u otro su escrito; aunque esta interpretación tiene una clave relación con con las experiencias vividas por cada uno que lo llevan a interrelacionar uno con otro. En mi caso, me recordó, aunque a simple vista nada tenga que ver, con una vieja fábula infantil, en la cual un príncipe estaba enfermo de tristeza y solo se podía curar vistiendo una camisa de un hombre feliz. Por esto, todos los cortesanos salieron a buscar a un hombre que se pudiera declarar inmensamente feliz, primero a los nobles, luego a los comerciantes y demás súbditos del reinado y por último a la gente más humilde de las periferias. Allí encontraron a un hombre que vivía con su mujer y sus hijos en un ranchito y le preguntaron si era feliz. Él declaró que sí y procedieron a solicitarle una camisa. Seclaró que no podía facilitárselas, puesto que no poseía ninguna. Yo pienso que en historias de dos ocurre algo similar: quienes buscan priorizar la simpleza en las relaciones logran alcanzar la felicidad, aunque sea por un tiempo. Por otro lado, aquellas que se empeñan en buscarle como se dice vulgarmente ‘el pelo al huevo’ comienzan a prosperar recién cuando comprenden que el huevo no posee pelos, y que si posee alguno, no tiene la más mínima importancia.

Ojalá ese ser que encaminó tu proa y direccionó la brújula a tu norte haya acallado la voz del olvido.” (Soledad) – “A veces perdemos la relación con una persona que queremos por algún motivo que apenas recordamos. Puede pasar mucho tiempo en que ambos somos tercos y no somos capaces de dar el primer paso y hacer ese llamado, por temor, por orgullo o por costumbre. En otras ocasiones no tenemos modo de contactar y la espera se hace eterna, pero tenemos la certeza de que si debe estar en nuestro camino, el reencuentro llegará.” (Nuria) – “¡Esos llamados que escuchas y te ayudan a dar con el norte por donde seguir, esos simples llamados que hacen que empieces a ver el camino a color cuando solo lo veías en blanco y negro, esas personas que siempre están

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allí para cuando quieres salir de esa turbulenta deriva! Hay que darse tiempo para decir gracias a aquellos que nos enseñaron a ver el sol cuando estaba y nosotros solo buscábamos ver esa nieve que no había debido a nuestra tristeza, hay que abrazarlas y mimarlas eso es lo que siento. No sé, tal vez no solo tiene que ser la persona a la que amas sino a los padres, tíos, abuelos, hijos siempre hay personas que están y es bueno recordarles lo bueno que se siente que estén siempre y nos den apoyo.” (Shadia)

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- A la deriva Ya es lunes y sé que es el día en el que esperan encontrar mi relato. Pero hay momentos, y éste es uno, en los que las palabras son reticentes, giran en torno de mí pero no se detienen, deambulan y no aceptan que les elija los renglones donde apoyarse. ¿Qué hago? ¿Las presiono? ¿Las obligo a que me acompañen para que puedan disfrutar de su lectura o me llamo a silencio?

Estoy triste, angustiado, me siento a la deriva. Comprendo que navegar sin rumbo es una linda experiencia y puede convertirse en aventura, pero tengo razones suficientes para buscar una brújula y con ella encontrar aguas tranquilas hasta anclar en un puerto seguro. Por eso hoy quiero orientar mi velero, permitir que subas a él y ayudarte a descubrir que con tu indiferencia me hacés sentir encallado y eso, a mi edad, es sinónimo de olvido.

Perdón, pero el dolor también es bueno expresarlo, aunque las palabras sigan rondando a mi alrededor y me cueste encontrarlas.–

“¡Lo controvertida que puede ser la vida! Yo lo planteaba desde un sentimiento de conformidad y vos planteás que buscas hallar esa conformidad porque te hace falta. Una frase de una buena banda, dice: ‘uno busca problemas para ir sumándolos’. Nada más cierto.

Creo que pese a sentirnos bien, no existe la conformidad del ser humano. ¿A qué quiero llegar? A que tengo todo y nada al mismo tiempo porque hoy yo también busco estabilizarme un poco (quizá incluso sin saber qué me obstaculiza a ser feliz por completo); así que espero que juntos hallemos la brújula de la que tanto hablás.” (Carolina) – “Esa sensación de no encontrar las palabras muchas veces forma parte de lo que sentimos, en este caso dolor... Pero, ¿a dónde va ese dolor? ¿Alguien es

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responsable de nuestro dolor? En ocasiones el mejor consejero es el silencio, pero mientras tanto esas ganas internas de expresar en un papel todo lo que nos pasa, ¿en dónde quedan guardadas? A lo mejor esperan el reencuentro con las palabras de alegría que se hace presente gracias a una mirada, un llamado o a eso que estamos esperando de alguien que tal vez todavía no se dio cuenta de que con una simple señal nos cambia todo el relato y pone cada letra en su renglón. Todos tenemos a esa persona especial que es capaz de modificarnos la historia en una décima de segundo. Y si ese otro se durmió en los laureles está bueno recordarle las cosas de vez en cuando.” (Hilys) – “El dolor es la medida del amor, el dolor nos hace humanos, nos hace apreciar la felicidad, tanto nos aportan unos versos de amor como de dolor, porque son sentimientos reales que nos acompañan durante toda nuestra vida. Pero en esos momentos, cuando estamos tristes, cuando la angustia crece y crece en nuestro pecho y no hay nada que nos calme tal vez expresarlo con palabras nos hace ver que nunca llueve eternamente y el abrazo de un amigo, de un ser querido, envuelve ese dolor transformándolo en una pequeña sonrisa que nos ayuda a anclar el barco para que no vaya a la deriva.”

(Leticia)

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- Reencuentro Increíble que hayan pasado tantos años desde aquel último llamado en el que decidiste despejar tú camino de los afectos. ¡Cuánta tristeza acumulada está a punto de romperse en mil pedazos en el preciso instante en que nuestros brazos se entrelacen en un interminable apretón de cuerpos!

Aparecerán miles de palabras que quedaron congeladas en el tiempo y que se encargarán, ahora, de inundar nuestras voces y se lanzarán al compás de nuestras miradas. Trato de imaginarme el reencuentro y cada vez que lo hago vienen a mí nuevos escenarios en los que siempre somos los mismos actores pero con diferente fisonomía. La respiración ya no es la misma, los latidos galopan con un ritmo distinto a medida que transcurren las horas y nos vamos acercando al momento de volver a estar frente a frente.

Quiero vivirlo, sentirte otra vez y poder expresarte lo hermoso que es dar vuelta la página y encontrarme con la dicha de haberte recuperado y con la magia de darnos una nueva oportunidad.–

“¡Tus palabras cobran vida en mi mente! Lo mejor de tus lecturas es que puedes imaginar, o incluso recordar momentos vividos. Me hiciste sonreír y estremecer.” (Itziar) – “Me gustaría visitar tu mente para chusmear las miles de escenas hermosas que imaginaste y tu corazón para vivir todas las emociones que sentiste pensando cada escena.” (María) – “El arte es sobre todo un estado del alma. Es difícil ser libre, pero cuando funciona ¡vale la pena! Sin palabras, de eso se trata no tener límites para expresar lo que se siente.” (Laura)

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– - Volver a empezar -

Con un simple "hola" comenzamos el nuevo recorrido. Fue muy lindo volver a vernos juntos y sentir que tu fotografía ya no era estática, tenía movimiento. En el transcurso de la charla, una a una, fueron descongelándose todas las frases que quedaron escondidas en nuestro freezer interno. ¿Valió la pena tu alejamiento? Al decir por tu mirada y por tus oídos atentos, fue lo buscado, lo que necesitabas vivir. Por eso valoro las sonrisas del ahora y me corro de la tristeza que dejó el ayer. Es momento de mirar hacia adelante, afortunadamente el camino sigue siendo largo y permitirá que volvamos a reconocernos. Atrás quedará tu asombro al ver que mi cabello ya no era el de antes. Pasaron años. ¡Te perdiste la mutación paulatina en la que el castaño fue dejando su lugar al blanco! Son los riesgos que se corren, pudieron detenerse las palabras pero no el paso del tiempo.

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Esto recién comienza, fue el primer paso de una nueva y extensa caminata. Sigamos avanzando, merecemos darnos esta nueva oportunidad.–

“El tiempo pasa, el aspecto cambia, pero lo que no tiene que cambiar nunca es ser uno mismo. Eso es lo que nos mantiene firmes frente a la vida.” (Ariadna) – “Hay una frase en inglés que siempre repiten aquí y que me encanta que dice: ¡Un nuevo año, un nuevo comienzo! Yo creo que es verdad, es una nueva página en blanco y atrás quedaron los errores cometidos y las enseñanzas aprendidas.

Ahora en esta nueva página en blanco, en este nuevo capítulo de nuestra vida, todo es un comienzo. Pero, ¿sabes? Esta vez es un comienzo con lecciones y saber hacia dónde va el camino. Una vez una gran amiga escribió esto: ‘Alguien dijo en algún momento, en algún lugar, que la vida de las personas es como una carretera: sabes dónde empieza pero nunca dónde termina… Sabes que a veces te encuentras con otra carretera y si tienes suerte recorres varios kilómetros con ella, paralelas… en oportunidades solo es un cruce de caminos, un momento en el que te encuentras y casi con la misma rapidez te despides.

Luego están las otras, las que importan, las que aunque en algún punto del recorrido se separen siempre siguen a tu lado, cogiéndote de la mano y haciéndote caminar, paso a paso, entre desiertos y bosques, bajo las estrellas, con el polvo entre los dedos y la mirada limpia y feliz en el horizonte.’” (Karyna)

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- Aprendizaje -

Hacía tiempo que no me ocurría. Sentí el cimbronazo. Me impactó de frente. Fue inesperado. A veces me cuesta ver la pared aunque la tenga ante mis narices. Es algo que debo obligarme a cambiar. Es lógico que aguarden mi reacción, soy visceral y me moviliza el dolor como a nadie, pero hay momentos en los que mi cuerpo se aquieta y actúo de manera equívoca cerrando la puerta esperada y abriendo la que debía dejar clausurada. El camino de la vida tiene estas cosas y debemos agradecerlas, porque es la manera de renovar la cáscara y dejar aparecer el interior dormido. Si lastimamos con nuestro proceder, es hora de abrir la puerta correcta.–

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“Hay que aprender a mirar porque todos nos equivocamos: ‘no por ser oculista es que tiene la vista perfecta’ me decía un amigo. Hay que saber reconocer nuestros errores y ubicarse de nuevo en el camino correcto de este laberinto sin fin que es la vida. Dicen que de lo malo se aprende. Ahí se equivocan porque de todo se aprende: de lo bueno y de lo malo, solo que esto último es lo que nos marca más.” (María) – “La lucha, la entrega, la amistad y la pasión. Nos equivocamos, nos humillamos, nos perdimos y volvimos a encontrar el camino. Llegamos de una forma, nos vamos de otra. Nos animamos a cuestionarnos, a enfrentar a nuestros peores enemigos, a nosotros mismos. A capa y espada por primera vez defendimos lo que soñamos. Soñamos lo que queremos. Encontramos esa respuesta que estaba flotando en el viento y ahora sí, estamos listos. Da miedo partir y da miedo volver. Las preguntas y las respuestas dan miedo. Salir de la burbuja da miedo.

Saber que la vida no es una agenda llena de actividades programadas sino una hoja en blanco da miedo. Pero siempre hay respuestas que siguen flotando en el viento y con el viento vamos hacia esas respuestas y hacia más preguntas. ¿Qué nos espera? ¿Qué nos pasará? En Alicia en el País de las Maravillas, Alicia le pregunta al gato qué camino debe tomar. El gato le responde: ‘Eso depende en gran parte de adónde quieras llegar’. ‘No me preocupa mucho adónde quiero llegar’ le responde pícara al gato. El gato le responde que si no le preocupa adonde llegar poco importa entonces el camino. Cuando en el último segundo de vida miremos hacia atrás veremos un camino y donde hemos llegado.” (Mery) – “A veces nos equivocamos, elegimos la puerta errada pero todo es parte del camino de la vida. La vida es una aventura bellísima, nos trae cosas buenas y menos buenas, nos enseña. Es caminando que aprendemos y no importa la edad, lo que importa es la lección aprendida.” (Emina)

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- Vaciemos la mochila ¿No les pasa que cada mañana al abrir el placard se encuentran con infinidad de prendas que ya no usan? Es increíble, pero pueden pasar años y allí siguen, apretujadas, sin que atinemos siquiera a reacomodarlas. ¿Pensaron en algún momento desprenderse de lo que no se utiliza? O, mejor dicho, ¿es importante mantener algo que permitió que nos luciéramos en una época y que ya no forma parte de nuestro presente? ¿Para qué seguir cargando esa mochila?

Si comprendimos la metáfora del placard, podemos cambiar la mirada y trasladarlo a la propia vida. Muchas veces llenamos nuestro interior con un amor no correspondido y lo dejamos allí, latente, esperando ilusionados que llegue el día en que sienta lo mismo que nosotros. También guardamos nostalgias de quienes alguna vez nos acompañaron en la ruta o colgamos recuerdos que sólo ocupan lugar y no nos dejan espacio para ver un nuevo horizonte. Por eso es tiempo de abandonar las cargas del pasado y caminar más livianos vaciándonos de todas ellas. Es momento de imitar al mar y arrojar todo lo que no nos pertenece. Hagámoslo ahora que podemos, tal vez en este desprendimiento, en este saber que los dejamos ir, esté la llave que abra otra puerta, aquella que quizá tiempo atrás ignoramos y hoy, con más lugar adentro de nosotros, nos demos la oportunidad de traspasar.–

“La metáfora del placard es genial. Le digo a mi hija que nunca quiere ‘regalar o donar’ lo que ya no usa: ‘Si querés ropa nueva, tenés que hacer espacio en el placard, no te va a entrar. Aprovechá y doná lo que ya no usas’. Y así es la vida, para que lo nuevo llegue, hay que quitarse lo que ya no va, lo que ya pasó. Hay que cerrar puertas y abrir otras. Hay que arriesgarse, hay que vivir.” (María José)

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“Vaciar nuestra mochila. ¡Qué tarea! Descartar aquellos miedos, frustraciones u otros malos recuerdos que forman parte del pasado, que no nos dejan crecer.

Muchas veces recordamos situaciones que nos hacen daño o pensamos por qué tal persona no se fijó en nosotros, pero la solución no sería cargar con eso, la vida es demasiado corta como para detenerse cada día en el pasado, hay que mirar nuestro presente, disfrutarlo con cosas que alimenten nuestro espíritu, proyectar el futuro intentando siempre probar nuevos horizontes, conocer cosas nuevas, ¡vivir la vida!” (Elisa)

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- Perder y ganar, el juego de vivir -

¿Cuántas cosas perdemos por miedo a perder? ¡Tantas como no ganamos por miedo a ganar! ¿Cuántas cosas dejamos pasar de largo, porque creemos que no nos merecemos nada mejor, porque pensamos que no son para nosotros? ¿Cuántas cosas dejamos de decir y nos callamos?

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¿Cuántas veces podemos decir que hemos amado de verdad? ¿Cuántas pensamos que vamos a volver a hacerlo? ¿Cuántas cosas estamos dispuestos a seguir perdiendo? ¿Cuántas?... Mil, un millón... Perdemos cosas, amigos, momentos, tiempo. Perdemos sueños, milagros y palabras que nos alientan. Dejamos que se pierdan entre los días, sin siquiera hacer el esfuerzo por recuperarlos, porque no nos damos cuenta de la pérdida hasta que empezamos a sentir su ausencia.

Tememos perder, tememos amar, tememos añorar, tememos necesitar, dejarnos llevar. Tememos lo que está por venir y tememos escribir, aunque sepamos que es la mejor manera de perder el miedo.

Podemos perder muchas cosas o podemos ganar muchas más, todo depende de nosotros, de saber vencer las dudas de las que a veces somos víctimas, de saber tomar una decisión y mantenerla hasta el final; o desear algo y hacer lo que esté a nuestro alcance por lograrlo, si obtenemos éxito en conseguirlo sería fantástico, o si por lo contrario se frustra lo que pretendimos, nos queda la satisfacción de que dimos nuestro mejor esfuerzo para intentarlo.

En cambio, si nos quedamos sin hacer nada y nos autocalificamos de incapaces para lograrlo, estamos dejando pasar oportunidades que están frente a nuestros ojos y representamos el papel de ciegos porque nos negamos a verlas.

A veces también sucede que sabemos que tenemos todo a nuestro favor para lograrlo, pero por timidez o temor a los comentarios que otros puedan hacer, pecamos de modestos y de igual manera dejamos de intentarlo perdiendo muchas oportunidades.

El miedo nos hace perder y el perder nos da miedo. Puede que se vea como un juego gracioso de palabras, pero es algo que nos pasa. A menudo se nos presentan situaciones difíciles que nos provocan temor, nos hacen dudar de nuestra capacidad a tal punto que nuestra confianza se esfuma y somos blancos fáciles de estas situaciones que terminan envol-

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viéndonos y venciéndonos. Muchas otras veces algún tropiezo en nuestro caminar nos atemoriza tanto que perdemos las ganas de seguir andando.

Puede ser que tengamos mucho por perder o ganar, lo importante es hacer nuestro mejor esfuerzo por lograr los objetivos. No debemos rendirnos ni dejar de intentarlo, porque la posibilidad de realizar un sueño es lo que hace interesante la vida. De esto puedo dar cabal testimonio.–

“Alguna vez, en un momento muy difícil, me dijeron: ‘No esperes que Dios haga algo para tener fe en él, sino ten fe para que él lo haga’. Esas palabras influyeron muchísimo en mi vida. Dios, como siempre, cumplió. A veces hay que creer en que él está y que no nos dará un problema que nosotros no seamos capaces de resolver.” (Melisa) – “Muchos dejan pasar pequeños momentos de alegría por esperar la gran felicidad y ahí se las va la vida, sin disfrutar de lo simple y mágico de las cosas.

Es tanta la ilusión por cumplir nuestros sueños, que a veces nos da miedo el fracasar. Y es que tanto como podemos ganar podemos también perder, pero si no lo intentamos nunca sabremos qué pasará.” (Julia) – “Hace unos años yo no creía en mi misma, siempre pensaba que todas mis amigas eran más guapas, más listas, con más capacidades y yo era un patito feo hasta el día en que cambié de ciudad y empecé la universidad. Ese día me di cuenta de que el patito feo era un cisne y de que dentro de mi había cualidades buenas que necesitaban salir a la luz. Ese día me di cuenta de las amistades que había perdido por creer que yo era menos, de las cosas que había callado por miedo a lo que los demás pensaran. Y ahora, después de siete años, soy Leti, la auténtica, la de verdad, la que sobre todo es una luchadora. Y fíjate esto sí que es una anécdota de mi vida que pudo cambiar mi futuro: yo desde pequeña quería ser arquitecta. Pues bien, en el colegio tenía un profesor que decía que no tenía capacidad ni cualidades para ello y

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esa fue de las pocas veces que en aquellos años luché por mis sueños. Hoy, con 24 años, soy arquitecta recibida en una de las mejores universidades de España, saqué la carrera con mucho esfuerzo y con horas de estudio. Con esto quiero decir que todo se logra, con esfuerzo, con perseverancia, con objetivos claros. Afuera, los miedos; adentro, luchar por nuestros sueños.” (Leticia)

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- Nuevas Fiestas Llegan las fiestas y comienzan a acompañarme mis ángeles. Es inevitable, mejor dicho, no quiero evitarlo, me agrada. Con ellos recorro mi vida y en una veloz retrospectiva me instalo en los lugares placenteros que supieron brindarme. Mis sentidos están atentos y me transporto hacia sus risas, su compañía, sus charlas y hasta percibo los aromas tan ricos de aquellos días. Vuelvo a entrar a esa cocina donde preparabas ese pollo al romero que con tanto empeño esperabas que degustáramos. ¡Qué lindo es volver a verte con ese delantal papá! Y a vos, Silvia, te veo sentada en el piso junto a la princesa, rodeada de adornos mientras arman el arbolito, como cada 8 de diciembre. ¡Hermosa ceremonia coronada cuando las luces titilantes hacían su aparición! Y qué decir de esas mesas navideñas que sólo tu dedicación lograba sorprendernos cada año. ¡Cómo olvidarlas!

Ahora estoy en la mesa grande, toda tu descendencia te contempla, tu sonrisa es contagiosa y mojas una y otra vez el pan dulce en el vino para disfrutarlo en tu paladar como tal vez lo hacías en la Italia que supo verte crecer. Siempre te veo así, con tu carcajada a flor de piel y es por eso que te traje al final abuelo, porque me quita un poquito la congoja del recuerdo. Sé que cada presente no es igual, el camino continúa con otros paisajes, con distintas vivencias, diferentes olores, pero también sé que en estos días festivos el tenerlos a mi lado me regocija el alma y hoy tuve ganas de que lo supieran.–

“Nuestros ángeles, aunque ya no estén acá físicamente, llenan nuestra alma, son los que más fuerza nos dan y no hay mejor ocasión para recordarlos que por estas fechas. No sé si sentir alegría o nostalgia: es

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muy confuso porque las fiestas fueron motivo de mis alegrías por muchos años, pero cuando supe lo que era perder a alguien, nada me alegraba. Por designio de Dios tal vez, la vida nos da muchas oportunidades de volver a sonreír, de encontrarnos nuevamente con nuestros ángeles, volver a sentirlos y ya no estar más solos.” (Tatiana) – “La navidad es mi época favorita porque me recuerda a la niña que vive en mí.

Me encanta disfrutarla y saber que el que vino hace miles de años a dar la vida por nosotros y nació en un pesebre humilde pero fue grande como un rey es un gran motivo para celebrar!” (Nubia)

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- Año nuevo, año viejo -

Ya te estás yendo, como todos tus antecesores, entre sonrisas y lágrimas, entre silencios y ruidos estridentes. Así son estos finales. Si parece que fue ayer cuando levanté mi copa ante tu llegada. En tus primeros pasos me diste la fortaleza necesaria para renovar mi hogar y, junto con ello, desempolvar mi interior. Fue el preciso momento en el que pude descargar mi mochila y así sortear, con mayor liviandad, los obstáculos que se fueron presentando. Hubo zancadillas, por qué negarlo, muchas de las heridas que se fueron sucediendo hoy resisten convertirse en cicatrices y así, con ellas a flor de piel, acepté transitarte, pues, como siempre digo, levantarse después de una caída siempre nos da un renovador impulso

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para seguir caminando. Y así fue que me mostraste un nuevo rumbo, desconocido hasta entonces, que comenzó a llenarme de energía para recorrer el último tramo, ese en el que despertaste al duende dormido con el que volví a amigarme y con quien comencé a sembrar este trayecto de sentimientos convertidos en palabras. La cosecha es increíble, jamás soñé con ver tantas flores en mi jardín y menos que traigan su fragancia desde diversos rincones del planeta.

Quiero que lo sepas, fueron 360 despertares diferentes en los que, con el apoyo incondicional de quienes me rodearon, tuve la dicha de continuar avanzando. Sé que todo es enseñanza, que nada de lo vivido es casual y que no puedo darme el lujo de abandonar lo cosechado. Siempre voy a recordarte, formaste parte de mi vida y eso no es poco. Faltan cinco días para que termines de deshojar tu propio almanaque pero aún espero más, el tiempo, amigo y enemigo de cada uno de los que convivimos en este presente será testigo de mis nuevos pasos, solo deseo llegar a la meta con la alegría del deber cumplido para brindar por ello.–

“Cada año que se va nos deja con heridas, recuerdos, enseñanzas, despertar, reacción, felicidad, nostalgia y esperanza. Está bueno que todos podamos hacer nuestro balance, recordando y sacando nuestras conclusiones, manteniendo así vivo ese año que nos deja. ¡Espero que cada día despertemos con esperanzas, las ideas claras, llenos de fuerzas para luchar y nuevos sueños por cumplir!” (Virginia)

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- Confesiones Confieso que he vivido, no como he querido sino como he podido. La vida es una sucesión finita de hechos concatenados que nos van formando segundo a segundo a lo largo de nuestra existencia.

Hechos todos ellos que hemos escogido consciente o inconscientemente.

Todo en la vida es una elección. Cada acto, por mínimo que resulte, fue elegido.

Y así resultó mi camino hasta hoy. Nada fue casual. Cada uno de mis pasos me condujeron hacia este presente. El pasado está allí, puedo palparlo y sentirlo en un abrir y cerrar de ojos y debo tomarlo como tal, reviviendo hermosos y duros recuerdos.

Sé que nada puedo modificar de él, pero haberlo transitado me sirve de experiencia para, a veces, no volver a tropezar con la misma piedra. Soy lo que soy gracias a lo que he recorrido. Y si observo mi andar a lo largo de los kilómetros atravesados puedo decir que fueron enseñanza y me forjaron.

No existe el “si hubiera…”. Ya fue. ¿Para qué querer borrar lo realizado si siempre voy a llegar al mismo lugar, mí hoy? Así es que seguiré riendo y llorando, volveré a elegir, disfrutaré de mi niño interior mucho más tiem-

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po, cargaré con otras heridas, me divertiré con nuevas amistades y, sobre todas las cosas, amaré hasta el fin de mis días, porque de eso se trata el maravilloso juego de vivir.–

“Yo no creo en la casualidad sino en la causalidad. Todo pasa por algo y aunque creo en el destino, nosotros vamos construyéndolo, con cada cosa que hacemos o que no hacemos. Cada elección es un paso hacia un lado o hacia otro. A veces es bueno mirar al pasado para recordar lo que no debemos hacer. Otras veces es mejor dejar el pasado atrás, obsesionarse demasiado con cosas que no podemos cambiar no nos deja avanzar. Hay que mirar el presente, el día a día. Cuando consigo algo y me dicen que tuve suerte. ¿Suerte? No creo que haya sido suerte sino que es algo que logré porque me esforcé, lo deseé, tuve fe y luché por obtenerlo.” (Rochi) – “La vida está para adelante, nunca para atrás. No eres la misma persona que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cambia de historia. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresarás será igual, porque nada se queda quieto, nada es estático. Nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar. Nada es vital para vivir.

Es costumbre aferrarse a las personas, a los lugares, a las vivencias pues es difícil aprender a vivir sin ellas. Y hoy te duele dejarlo ir. Aprender a desprenderse, se puede. Se siente mucho mejor poder cambiar que extrañar, poder inventar una nueva historia que recordar pasadas. Es mejor vivir cada día como si no hubiera un mañana.” (Pepa) – “Es verdad, no hay que arrepentirse de lo que hicimos sino de lo que no hicimos; y en todo caso, ya está, hay que mirar siempre para delante, no para atrás. Lo hecho está hecho y los errores sirven de experiencia para no volver a cometerlos.

El presente es, simplemente, el resultado de los hechos realizados en el pasado. ¿Culpa? No, simplemente acción y reacción, causa y consecuencia.” (Sebastián)

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- Conociendo la ciudad blanca -

Cierro los ojos y me dejo llevar por la imaginación. De pronto me encuentro caminando por veredas hasta hoy desconocidas y puedo divisar las dos figuras de quienes me han citado en este hermoso lugar. Me voy acercando a ellas.

Es un día maravilloso. El sol envuelve mis pasos y va creando la atmósfera deseada. A mi alrededor la gente sonríe. Evidentemente disfrutan de un fin de semana distinto del que están acostumbrados. Observo que hay muchos turistas. Pienso en que ha sido una buena elección que nos encontremos en Belgrado, la hermosa capital de Serbia. Había oído hablar de los Balcanes, pero estar allí, como protagonista y no como simple oyente, me deslumbra.

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Solo me faltan unos metros para reconocer a esas dos grandes amigas, Nevena y Emy, que tuvieron la osadía de traerme hasta aquí...–

- ¡Buenos días, Hugo! ¡Bienvenido a Belgrado!

Escucha nuestras voces al unísono, nos saluda y nos dice que siente una gran alegría por estar acá. Lo asombra el paisaje.

- Gracias a vos por aceptar darnos la entrevista. ¿Nos vamos?

Adónde, pregunta curioso.

- Pensamos llevarte a ver el Kalemegdan (una famosa fortaleza turca) y, mientras caminamos, grabamos tus respuestas. Tenemos varias preguntas para hacerte. ¿Te parece?

Nos da un sí lleno de alegría. Se lo ve feliz. Está como un niño que acaba de obtener un premio y eso nos contagia. Los tres empezamos a reír con gusto. Hay tanta armonía en nuestras sonrisas que nos llena el alma de una energía positiva enorme, propicia para el encuentro. Nos dirigimos hacia la fortaleza a paso lento pero decido y comenzamos con las preguntas.

- ¿Cuál es el lugar más lindo en el mundo que visitaste?

Nos cuenta que ha recorrido bastantes ciudades y que para él cada una tiene su magia, que muchas veces depende del momento en que se haga el viaje o quién es la compañía para poder definir cuál es el lugar más lindo.

De todos tiene hermosos recuerdos por eso no puede definir uno como el mejor. Tal vez ese país lo espera y aún no ha llegado a él.

- Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿cambiarías algo de tu vida?

Nos propone que leamos “Confesiones” porque allí nos daremos cuenta de que no cambiaría nada: cada uno de los días que precedieron a éste lo convirtieron en lo que es hoy. Y eso no desea modificarlo.

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- ¿Un mensaje que te gustaría dejar a todos los chicos que viven muy lejos y te admiran como persona?

Que nunca pierdan la frescura, nos asegura. La vida es muy corta y es necesario transitarla dando pequeños pasos. El camino es largo y está lleno de matices: no todo es blanco o negro. Existen los grises e infinidad de colores que hacen que cada día sea único e irrepetible.

- ¿Qué piensas sobre la gente que se conoce por internet?

Para él son elecciones válidas. El tema es saber utilizar las herramientas que nos da la tecnología y aprender de ellas. No todo es color de rosa en Internet. Prefiere el cara a cara, es más auténtico.

- ¿Qué dirías si tuvieras que dejar unas palabras a alguien que va a leerlas dentro de 100 años?

Que ha estado en esta tierra con muchos deseos de trascender, de dejar su huella. Fue alguien que se dejó llevar por la vida e hizo lo posible para hacerse conocer desde un lugar distinto. Lo habrá logrado si después de un siglo de haberlo escrito alguien que lo esté leyendo buscara saber, en algún lugar, qué fue de la existencia de Hugo Accardi.

- Si pudieras darte el gusto de conocer una figura histórica, ¿a cuál elegirías?

Si hoy tuviese la oportunidad de sentarse a conversar con alguien que hizo historia sería con Juan Pablo II, porque le inspiró confianza, porque lo sentía un ser auténtico y porque siempre escuchaba a las personas. Sería una linda reunión, ¿no creen?, afirma con entusiasmo.

Fue tan entretenida la charla que no nos dimos cuenta de que llegamos a la cima de la fortaleza. Hay una vista increíble de la confluencia del río Sava con el Danubio que nos deja sin palabras.

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Es emocionante el momento de la despedida. Le decimos que fue un día memorable que recordaremos con mucho cariño. Hugo nos sonríe y nos abraza afectuosamente.

Gracias por este atardecer tan bello. Fue un gran honor para nosotras estar contigo y disfrutar del sol y de esa mirada tan única que nos regaló el Kalemegdan.

Gracias a ustedes por invitarme, nos contesta Hugo.

Al abrir nuevamente los ojos se dibuja una hermosa sonrisa en mi rostro, ¡qué lindo gusto acabo de darme!!!

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- Charlas en Canadá Esta es la hermosa conversación que tuve con Karyna Zagers en un imaginario Canadá. Estoy convencido de que lo visitaré algún día. Gracias Kary nuevamente, me sentí como en casa.

Entrevista a Hugo Accardi.

“En realidad le escribo generalmente a la vida, si llamamos vida a todo aquello que nos rodea.”

Sentada en la gran terraza de mi café preferido el «Pain Doré» pierdo mi mirada en la plazuela de la calle principal. Hugo se acerca con la sonrisa que lo caracteriza. Grande. Afectuosa. Como la de un niño el día de navidad. Sonrío automáticamente, porque su sonrisa es contagiosa. Le tiendo la mano para saludarlo y él me abraza paternalmente, como si nos conociéramos de toda la vida. Y quizás sea así. Quizás muchos años atrás, en muchas vidas pasadas fuimos grandes amigos y por eso hoy nuestros caminos vuelven a cruzarse en la carretera de la vida. Para caminar juntos, tomados de la mano y aprender… lo que tenemos que enseñarnos cada uno. Después de todo ese es el significado de vivir, ¿Verdad? Aprender de los demás.

La mesera nos toma los pedidos correspondientes y se aleja. Me acomodo los lentes de sol y vuelvo a sonreír al gran hombre que tengo frente a mí.

- Gracias por aceptar darme la entrevista, le digo mientras me acomodo mejor en el asiento.

- Gracias a vos Kary.

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- Bueno… comencemos… que luego toca disfrutar del sol.

Y los dos reímos a carcajada suelta porque sabemos que en este país del Polo Norte, el sol…

- ¿Por qué escribe Hugo Accardi?

(Hugo suelta un suspiro largo antes de contestar) - Escribo porque me hace bien, porque es algo que llevo dentro de mí desde hace tiempo y tuvo su renacer. Volvieron a despertarse en mí las ganas de trascender desde este lugar y twitter me dio la posibilidad de zamarrear al escritor dormido. En realidad escribo generalmente a la vida, si llamamos vida a todo aquello que nos rodea. Lo que fluye en palabras escritas llega a comprenderse mejor que cuando uno las dice. Porque se tiene más tiempo para expresar lo que de verdad nos pasa internamente. Por suerte, lo leen los que quiero que lo lean.

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- ¿Cómo descubriste tu alma de escritor?

- Ella me descubrió a mí, siempre tuve facilidad para escribir, solo necesité el empujoncito para hacerlo realidad periódicamente.

- ¿Cómo surgió el Blog?

- Twitter me dio el espaldarazo cuando vi que aceptaban lo que escribía.

Yo tenía algunas cosas guardadas, solo tuve que desempolvarlas para darles vida nuevamente y así nació el blog. Luego, los comentarios recibidos por esas entradas me dieron más energía para encadenar más palabras y con ellas dar a luz otros escritos.

- ¿A quién dedicas tus mensajes?

- No hay alguien en particular al que siempre van dirigidos. En realidad los escribo pensando en alguien y que estoy convencido que va a leerlo.

Por añadidura los demás lo hacen propio. Es increíble cómo despiertan diferentes sentimientos. Me conmueven algunas devoluciones.

- ¿Cuál es el escrito que más te gusta de todos?

- Todos tienen lo suyo. "AGUA", por ejemplo, tiene frescura. Es un lindo cuento que nació a partir de una consigna: escribir algo relacionado con la palabra "Agua". El resultado fue inesperado para muchos, jaja. Después me gusta todo lo que escribo referido a mis seres queridos, los presentes y los que viajaron. Hacerlo me los devuelve y eso me agrada.

- ¿Algún día piensas juntarlos todos y publicar un libro?

- El tema del libro es algo que muchos tratan de incorporármelo. Yo estoy bien con mi pequeño mundo, aunque trasladar lo escrito a papel para llegar a más personas no está mal. Veremos cómo sigue la historia.

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- Ahora un ping pong de preguntas , un libro preferido...

- "La Sociedad de la Nieve", de Pablo Vierci. Desde que lo leí no paro de recomendarlo. Es un canto a la vida, aunque se trate de una catástrofe aérea.

- La frase que más dices…

- Mi frase preferida es "Todo llega". Es casi una muletilla que conservo de mi padre.

- Un deseo escondido…

- Reencontrarme con mis nietas.

- ¿Le pides deseos a las estrellas?

- Siempre en las noches me escapo un rato para mirar el cielo y encontrarme con el universo en su máximo esplendor. Algunas veces pido cosas.

- Un día a la semana...

- Creería que el viernes, pero a esta altura de la vida, todos los días te dan algo.

- Tu color en verano...

- Elijo el color del atardecer. Me encanta ver como se dibuja en el cielo el adiós del sol.

- ¿Playa o Montaña?

- Playa, con aguas cálidas y con arena que no te queme los pies.

- Tu mejor recuerdo...

- Ver nacer a mis hijas.

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- ¿Un mes del año?

- Noviembre. Me encanta que recuerden mi cumpleaños. Siempre espero que llegue.

- Un personaje que siempre recordarás.

- Siempre voy a recordar a mi viejo, aunque no se trate de un personaje.

- ¿Chocolate o Vainilla?

- Chocolate, y si es con almendras mucho mejor.

- ¿Dulce o Salado?

- Depende, pero me encanta lo agridulce.

- Tu plato preferido es…

- Pastel de papas.

- ¿Tu mejor rol en la vida?

- Tuve etapas. Me gustó mucho la etapa de noviazgo cuando era joven.

Luego ser padre a tan temprana edad me convirtió en un ser responsable y no me disgustó. Pero el rol de abuelo me encanta y lo extraño.

- ¿Superhéroe o Villano?

- Superhéroe, sin dudarlo.

- ¿Llamada o Mensaje de Texto?

- Llamada obviamente.

- Un mensaje a tu público…

- El único consejo que les puedo dar es que vivan plenamente cada día. La vida es muy corta para desaprovecharla.

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- Por último, ¿algo que quieras decirle a todos los que dejan una huella en tu vida?

- Simplemente, ¡gracias! Porque cada huella me marca y me da esperanza y confianza para entender que lo que estoy haciendo llega y es valorado.

No dejen de recorrer mi mundo y no se olviden de que en él habitan todos ustedes.

- ¡Listo! –le digo mientras tomo la grabadora y aprieto stop para parar la cinta– Gracias, en serio, siempre un placer conversar contigo.

Hugo vuelve a sonreírme y a regalarme esa mirada paterna que tiene para con todos. Mira a la gente pasar como preparando las palabras que va a decir y luego vuelve a mirarme a los ojos: - ¡Gracias a vos Kary! ¡Me sentí muy bien respondiéndote!

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- Epílogo Si llegaron hasta aquí, les confieso que soy la persona más feliz del planeta. Un largo camino me trajo hasta este lugar y como soy un laburante de la vida estoy más que satisfecho. Tuve ganas de expresarme y soy consciente de que no todos tenemos el privilegio de llegar a ser identificados en el estante de una biblioteca. Lo logré por el empuje de todos los que me rodearon, ya sea porque me leyeron en el blog o en twitter, contemplaron y acompañaron en silencio mientras daba forma a un escrito o, simplemente, por haber creído que podía dar a luz a este maravilloso nuevo hijo.

Sepan que con ustedes aprendí que las distancias no cuentan y que los océanos son sólo charcos dejados luego de una agradable lluvia. Aquí no existen fronteras que nos separen ni raza o religión que se interponga.

A todos y a cada uno les estaré eternamente agradecido por haber caminado mis calles convertidas en palabras, ya que en sus pasos pude comprobar, fehacientemente, que la unión es posible.

Para el final voy a tomarme el atrevimiento de nombrar a las personas que estuvieron a mi lado, física o espiritualmente, y que llevaron al “duende interior” y a mis manos a reconocer la música que brotó del corazón para darle forma a cada uno de los escritos que acaban de conocer. Ellas son Papá y Silvia, mis ángeles guardianes, mi gran inspiración, mi empuje en los momentos de zozobra, mis grandes afectos que dejaron su enorme huella. También lo hicieron mis hijas, mis nietas, mi madre, mi hermana, mi querida suegra, mi yerno, mis compañeros de trabajo y mis amigos incondicionales de la vida que, de alguna u otra forma, no me dieron la espalda y ayudaron a no darme por vencido e ingresara al mundo de las letras. A todos ellos y a ustedes, queridos lectores, ¡Muchas Gracias! ¡Todo Llega!

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- Índice Prólogo

5

Introducción

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Es un varón

10

Cuentos

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Otras yerbas 1. Lo que sucede

32

2. Lo que amo

56

3. Lo que recuerdo

67

4. Lo que me duele

88

5. Lo que me habita

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Bonus track

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Epílogo

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