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Cuento de la “*+å“

La pandilla del Jardín estaba en una nube azul escuchando el concierto de la urraca Uma, ¿os acordáis? Todos lo pasaron genial. Cuando el espectáculo acabó, Óscar preguntó:

–Y ahora, ¿cómo volveremos a casa?

–Ahí hay un avión amarillo. A lo mejor puede llevarnos –señaló Ana, que había oído llegar el avión antes de verlo aparecer en el cielo.

–¡Hala! ¡Qué suerte! Es un avión-bus. ¡Claro que podremos ir en él! –dijo Aurelio.

El avión-bus no podía acercarse a la nube, así que para montarse tuvieron que saltar.

Para animarles a hacerlo, Pata y Pato les dieron un suave empujoncito con las alas.

–¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! –gritaron todos al sentir que volaban.

El aire se metía por debajo de sus camisetas y les hacía cosquillas en la barriga, así que empezaron a reír: ja, ja, ja, ja, ja…

–¡Ya está! –dijo Julieta, cuando todos estuvieron dentro y a salvo. Y el avión puso rumbo al Jardín de las Letras.

–¡Ya estamos llegando! –anunció Ana al cabo de un rato.

–¿Cómo lo sabes? –le preguntó Emilio, porque el avión todavía estaba atravesando las nubes y no se podía ver nada.

–Pues, porque puedo olerlo –dijo Ana.

Claro, es que a veces sus amigos se olvidaban de que Ana podía oler mucho mejor que los demás, ¿os acordáis? Así que, desde el cielo, ya sentía el aroma de los almendros, el azahar, las amapolas, los albaricoques del albaricoquero, las aceitunas del olivo y los arándanos del arandanedo… Porque, ¿sabéis?, en el Jardín de Pata y Pato hay flores y frutas durante todo el año.

El avión aterrizó junto a un arenero. Nada más bajarse, Ana, con su agudo oído, escuchó que alguien se quejaba:

–¡Aaaaaaaay! ¡Aaaaaaaay! ¡Aaaaaaaay!

El lamento venía de debajo del suelo del arenero, así que entre todos escarbaron en la arena y apareció… ¡una araña! La pobre estaba muy sucia y despeinada.

–¡Gracias por ayudarme! –dijo la araña–. Me llamo Alicia y vivo aquí, en el Jardín de las Letras, justo debajo de las flores en las que crece la letra “a”. Estaba en mi casa tan contenta, cuando una ráfaga de viento me arrastró hasta la arena y me enterró. ¡No podía salir! ¡Menos mal que habéis llegado a tiempo para ayudarme! Si alguna vez queréis algo de mí, solo tenéis que aplaudir y yo acudiré enseguida. Y así fue como Ana, Úrsula, Inma, Emilio, Óscar, Aurelio, Julieta, Pata y Pato se hicieron amigos de Alicia, la araña.

Mirar las fotografías y nombrar los objetos. Unir la letra “a” con los que tengan el sonido “a”. Aprender el trazo de la letra “a” comenzando por el punto y siguiendo la dirección de las flechas. Repasar las líneas discontinuas de las flores.

Realizar los trazos de las letras “a” partiendo del punto y siguiendo la dirección de las flechas.

Repasar las líneas discontinuas de las manzanas y colorear de amarillo las que tienen la letra “a”.

Repasar las grafías de las letras.

PARA LAS PERSONAS NOMBRAR, POR MAYÚSCULAS HAY QUE EMPEZAR

Aprender el trazo de la letra “a” mayúscula. Pegar los adhesivos de la “A” donde correspondan. Repasar las grafías de las letras.

Repasar las grafías de las letras.

Después de escuchar la adivinanza, buscar la solución entre los dibujos. Repasar las letras “a” punteadas que hay en cada palabra.

Repasar las grafías de las letras.

Repasar las letras punteadas que hay en cada palabra. Alicia, la araña, no sabe cuál de los nombres de los dibujos representados no tiene la letra “a”. Ayudarla pegando los adhesivos. Repasar las grafías de las letras “a” y “A”.

Rodear las letras bien escritas.

Colorear la ilustración según los códigos de color. Repasar las grafías de las letras sin levantar el lápiz.

las las grafías de las letras.

Repasar las líneas discontinuas de las letras. Unir, mediante una línea, la minúscula con el objeto cuyo nombre empieza por ella y con su mayúscula.

Repasar las grafías de las letras.

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