Dermatología canina y felina. Manuales clínicos por especialidades

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dermatología

¡atención! Las piodermas son casi siempre complicaciones secundarias a otras enfermedades subyacentes.

La flora también es muy importante en este equilibrio (Micrococcus spp., Staphylococcus epidermidis, Streptococcus spp., Clostridium spp.). El Staphylococcus pseudintermedius podría ser considerado residente en poblaciones foliculares y mucosas. Las bacterias poseen unas moléculas de superficie (ácido teicoico y proteína A en los Staphylococcus) para adherirse a los queratinocitos y evitar ser barridas. Estas moléculas se adhieren a receptores de pared, que aumentan en cantidad o están más expuestos en ciertas enfermedades que provocan seborrea y alteraciones de la emulsión intercelular como las alergias o las endocrinopatías, entre otras.

Manuales clínicos

Las piodermas en gatos son una enfermedad mucho menos frecuente y suelen estar relacionadas con un origen traumático (fig. 1).

Etiología y patogenia Patógenos implicados El Sthaphyloccus pseudintermedius es el patógeno aislado en la práctica totalidad de la piodermas, tanto caninas como felinas. De manera ocasional y poco frecuente se aíslan colonias de flora gram negativa a modo de organismos transitorios (Proteus, Pseudomonas y coliformes), junto a la presencia de Staphylococcus pseudintermedius, principalmente en casos de piodermas profundas crónicas o recidivantes. Pasteurella multocida está más relacionada a infecciones cutáneas felinas. Staphylococcus pseudintermedius se aísla frecuentemente de la mucosa nasal, orofaringe y región perianal en perros sanos. También se pueden aislar, junto al S. aureus, de la piel de gatos sanos y su potencial patógeno es muy escaso.

Las soluciones de continuidad y los cambios en el equilibrio del ecosistema cutáneo suelen producir las condiciones ideales para que se inicie una pioderma. Se pueden considerar algunos ejemplos como factores predisponentes: •• Los animales con prurito: autolesión, empleo de corticoesteroides, anormalidades inmunológicas en animales alérgicos. •• Enfermedades como la leishmaniosis, la erhlichiosis o la babesiosis. •• Cuadros seborreicos: infección por Malassezia, seborreas. •• Inflamación, obstrucción y/o degeneración folicular: demodicosis, dermatofitosis, straelensiosis. •• Cuadros endocrinos: hipotiroidismo, síndrome de Cushing o diabetes, desequilibrios de hormonas sexuales. •• Neoplasias: linfoma cutáneo, paraneoplasias. •• Enfermedades autoinmunes: lupus, complejo pénfigo. •• Reacciones medicamentosas.

Tabla 1. Clasificación de las piodermas según la profundidad de la infección. 1 Piodermas

de superficie (superficie de la capa córnea) 2 Piodermas

superficiales (intraepidérmica y anexos)

3 Piodermas

profundas (epidermis, dermis y hasta el tejido subcutáneo)

4 Pseudo

piodermas (no originadas estrictamente por bacterias)

Reconocimiento clínico de las piodermas

2

Las lesiones clínicas que debemos reconocer en una pioderma pueden ser (tabla 2): •• Escamas. •• Pápulas. •• Pústulas. •• Nódulos. •• Erosiones. •• Costras. •• Úlceras. •• Collaretes epidérmicos. •• Alteraciones de la pigmentación. •• Abscesos.

••Intertrigo. ••Sobrecrecimiento bacteriano.

••Impétigo. ••Foliculitis

bacteriana.

••Piodermas de

las uniones mucocutáneas.

Clasificación Las piodermas se pueden clasificar desde un punto de vista clínico, según la profundidad de la infección (tabla 1).

Figura 1. Pioderma felina.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

••Foliculitis/

forunculosis localizada (podal, mentón, nasal, callos). ••Foliculitis/ forunculosis/celulitis generalizada. ••Forunculosis acral. ••Abscesos.

••Dermatitis

piotraumática. ••Celulitis juvenil. ••Paniculitis nodular estéril. ••Forunculosis eosinofílica.

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dermatología

¡atención! Las piodermas son casi siempre complicaciones secundarias a otras enfermedades subyacentes.

La flora también es muy importante en este equilibrio (Micrococcus spp., Staphylococcus epidermidis, Streptococcus spp., Clostridium spp.). El Staphylococcus pseudintermedius podría ser considerado residente en poblaciones foliculares y mucosas. Las bacterias poseen unas moléculas de superficie (ácido teicoico y proteína A en los Staphylococcus) para adherirse a los queratinocitos y evitar ser barridas. Estas moléculas se adhieren a receptores de pared, que aumentan en cantidad o están más expuestos en ciertas enfermedades que provocan seborrea y alteraciones de la emulsión intercelular como las alergias o las endocrinopatías, entre otras.

Manuales clínicos

Las piodermas en gatos son una enfermedad mucho menos frecuente y suelen estar relacionadas con un origen traumático (fig. 1).

Etiología y patogenia Patógenos implicados El Sthaphyloccus pseudintermedius es el patógeno aislado en la práctica totalidad de la piodermas, tanto caninas como felinas. De manera ocasional y poco frecuente se aíslan colonias de flora gram negativa a modo de organismos transitorios (Proteus, Pseudomonas y coliformes), junto a la presencia de Staphylococcus pseudintermedius, principalmente en casos de piodermas profundas crónicas o recidivantes. Pasteurella multocida está más relacionada a infecciones cutáneas felinas. Staphylococcus pseudintermedius se aísla frecuentemente de la mucosa nasal, orofaringe y región perianal en perros sanos. También se pueden aislar, junto al S. aureus, de la piel de gatos sanos y su potencial patógeno es muy escaso.

Las soluciones de continuidad y los cambios en el equilibrio del ecosistema cutáneo suelen producir las condiciones ideales para que se inicie una pioderma. Se pueden considerar algunos ejemplos como factores predisponentes: •• Los animales con prurito: autolesión, empleo de corticoesteroides, anormalidades inmunológicas en animales alérgicos. •• Enfermedades como la leishmaniosis, la erhlichiosis o la babesiosis. •• Cuadros seborreicos: infección por Malassezia, seborreas. •• Inflamación, obstrucción y/o degeneración folicular: demodicosis, dermatofitosis, straelensiosis. •• Cuadros endocrinos: hipotiroidismo, síndrome de Cushing o diabetes, desequilibrios de hormonas sexuales. •• Neoplasias: linfoma cutáneo, paraneoplasias. •• Enfermedades autoinmunes: lupus, complejo pénfigo. •• Reacciones medicamentosas.

Tabla 1. Clasificación de las piodermas según la profundidad de la infección. 1 Piodermas

de superficie (superficie de la capa córnea) 2 Piodermas

superficiales (intraepidérmica y anexos)

3 Piodermas

profundas (epidermis, dermis y hasta el tejido subcutáneo)

4 Pseudo

piodermas (no originadas estrictamente por bacterias)

Reconocimiento clínico de las piodermas

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Las lesiones clínicas que debemos reconocer en una pioderma pueden ser (tabla 2): •• Escamas. •• Pápulas. •• Pústulas. •• Nódulos. •• Erosiones. •• Costras. •• Úlceras. •• Collaretes epidérmicos. •• Alteraciones de la pigmentación. •• Abscesos.

••Intertrigo. ••Sobrecrecimiento bacteriano.

••Impétigo. ••Foliculitis

bacteriana.

••Piodermas de

las uniones mucocutáneas.

Clasificación Las piodermas se pueden clasificar desde un punto de vista clínico, según la profundidad de la infección (tabla 1).

Figura 1. Pioderma felina.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

••Foliculitis/

forunculosis localizada (podal, mentón, nasal, callos). ••Foliculitis/ forunculosis/celulitis generalizada. ••Forunculosis acral. ••Abscesos.

••Dermatitis

piotraumática. ••Celulitis juvenil. ••Paniculitis nodular estéril. ••Forunculosis eosinofílica.

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Manuales clínicos

Tabla 2. Clasificación de las piodermas según las lesiones clínicas. Naturaleza de la pioderma

Mecanismo

Aspecto clínico

Tabla 2. Clasificación de las piodermas según las lesiones clínicas. Naturaleza de la pioderma

Piodermas de superficie

Mecanismo

Aspecto clínico

Piodermas profundas

Intertrigo

Infección de pliegues de la piel: ••Labios ••Cara ••Cola ••Vulva

••Eritema ••Erosión ••Supuración ••Humedad ••Liquenificación ••Pigmentación

Foliculitis/forunculosis localizada: ••Podal ••Mentón ••Nasal ••Callos

Rotura de folículos pilosos con afección de la dermis y reacción de cuerpo extraño.

••Eritema ••Fisuras ••Pústulas ••Nódulos ••Forúnculos ••Costras

Sobrecrecimiento bacteriano

Afecta generalmente a perros alérgicos. Principalmente en la zona ventral del cuello, periné y región inguinal.

••Eritema ••Hiperpigmentación ••Liquenificación ••Olor rancio

Foliculitis/forunculosis/ celulitis generalizada

Coalescencia de forúnculos en zonas más extensas. Afección del panículo adiposo.

Forunculosis acral

Zonas de lamido

••Eritema ••Fisuras ••Pústulas ••Forúnculos ••Nódulos ••Costras ••Úlceras ••Necrosis

Abscesos

Zonas variadas del cuerpo.

Piodermas superficiales Impétigo

Foliculitis

Pequeñas pústulas intraepidérmicas de localización variable, más frecuente en la zona ventral del abdomen.

••Pústulas ••Collaretes ••Eritema ••Costras

Pequeñas pústulas en los folículos pilosos.

••Pápulas (con pelo en el centro)

4

Infección de uniones en: ••Labios ••Párpados ••Trufa ••Vulva ••Prepucio ••Ano

••Cavidades de pus ••Eritema ••Úlceras

el centro)

••Pústulas (con pelo en ••Collaretes epidérmicos ••Costras

Piodermas de la unión mucocutánea

4

Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

••Eritema ••Erosión ••Úlceras ••Costras ••Despigmentación

Piodermas de superficie Intertrigo La infección se produce en zonas de pliegues poco aireados como el facial, labial (fig. 2), vulvar, interdigital y el de la cola. Existe predisposición racial principalmente en los braquicéfalos y en el Shar Pei. El empleo de champús de clorhexidina o pomadas de mupirocina o ácido fusídico suele dar buen resultado. Es muy importante evitar la humedad de la zona. Como tratamiento preventivo se pueden usar cremas que contengan componentes astringentes como el sulfato de cobre y derivados del aluminio. En casos extremos o con complicaciones asociadas (queratitis) puede ser necesario el empleo de la cirugía.

Figura 2. Intertrigo.

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Manuales clínicos

Tabla 2. Clasificación de las piodermas según las lesiones clínicas. Naturaleza de la pioderma

Mecanismo

Aspecto clínico

Tabla 2. Clasificación de las piodermas según las lesiones clínicas. Naturaleza de la pioderma

Piodermas de superficie

Mecanismo

Aspecto clínico

Piodermas profundas

Intertrigo

Infección de pliegues de la piel: ••Labios ••Cara ••Cola ••Vulva

••Eritema ••Erosión ••Supuración ••Humedad ••Liquenificación ••Pigmentación

Foliculitis/forunculosis localizada: ••Podal ••Mentón ••Nasal ••Callos

Rotura de folículos pilosos con afección de la dermis y reacción de cuerpo extraño.

••Eritema ••Fisuras ••Pústulas ••Nódulos ••Forúnculos ••Costras

Sobrecrecimiento bacteriano

Afecta generalmente a perros alérgicos. Principalmente en la zona ventral del cuello, periné y región inguinal.

••Eritema ••Hiperpigmentación ••Liquenificación ••Olor rancio

Foliculitis/forunculosis/ celulitis generalizada

Coalescencia de forúnculos en zonas más extensas. Afección del panículo adiposo.

Forunculosis acral

Zonas de lamido

••Eritema ••Fisuras ••Pústulas ••Forúnculos ••Nódulos ••Costras ••Úlceras ••Necrosis

Abscesos

Zonas variadas del cuerpo.

Piodermas superficiales Impétigo

Foliculitis

Pequeñas pústulas intraepidérmicas de localización variable, más frecuente en la zona ventral del abdomen.

••Pústulas ••Collaretes ••Eritema ••Costras

Pequeñas pústulas en los folículos pilosos.

••Pápulas (con pelo en el centro)

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Infección de uniones en: ••Labios ••Párpados ••Trufa ••Vulva ••Prepucio ••Ano

••Cavidades de pus ••Eritema ••Úlceras

el centro)

••Pústulas (con pelo en ••Collaretes epidérmicos ••Costras

Piodermas de la unión mucocutánea

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

••Eritema ••Erosión ••Úlceras ••Costras ••Despigmentación

Piodermas de superficie Intertrigo La infección se produce en zonas de pliegues poco aireados como el facial, labial (fig. 2), vulvar, interdigital y el de la cola. Existe predisposición racial principalmente en los braquicéfalos y en el Shar Pei. El empleo de champús de clorhexidina o pomadas de mupirocina o ácido fusídico suele dar buen resultado. Es muy importante evitar la humedad de la zona. Como tratamiento preventivo se pueden usar cremas que contengan componentes astringentes como el sulfato de cobre y derivados del aluminio. En casos extremos o con complicaciones asociadas (queratitis) puede ser necesario el empleo de la cirugía.

Figura 2. Intertrigo.

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dermatología

Manuales clínicos

Figura 4. Sobrecrecimiento bacteriano (BOG: bacterial overgrowth).

Figura 3. Citología de intertrigo.

En algunos países se restringe el uso de la mupirocina para reservarla a cepas bacterianas resistentes. Se diagnostica por el aspecto clínico típico y es necesaria una citología para descartar la presencia de malassezias (fig. 3).

Sobrecrecimiento bacteriano (BOG) También llamado síndrome de proliferación bacteriana superficial, se ha descrito recientemente y aún se debate su entidad real. Consiste en la proliferación activa de bacterias en la superficie epidérmica sin penetración en la piel. Suele presentarse en perros con dermatitis atópica seria. Las lesiones son generalmente exudativas y eritematosas, que con la cronicidad evolucionan a hiperpigmentadas y seborreicas con olor rancio. Suele afectarse la zona ventral del cuello, ingles, periné y en casos graves el dorso del lomo.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

Se diagnostica principalmente por la prueba de la cinta de acetato, observándose queratinocitos con abundantes cocos adheridos (fig. 4). Según la gravedad del caso, su terapia puede variar desde champús antisépticos (clorhexidina) hasta antibióticos por vía oral o parenteral. Las sustancias estabilizadoras del ecosistema cutáneo como la fitoesfingosina o los ácidos grasos esenciales pueden ser una buena herramienta de control.

Piodermas superficiales Impétigo (fig. 5) Es una infección bacteriana, no contagiosa, que suele afectar a cachorros de pocos meses de edad. Se presenta con mayor severidad de lesiones en zonas glabras (ingles y axilas). Se caracteriza por la formación de pústulas muy frágiles, no foliculares.

Figura 5. Impétigo.

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Manuales clínicos

Figura 4. Sobrecrecimiento bacteriano (BOG: bacterial overgrowth).

Figura 3. Citología de intertrigo.

En algunos países se restringe el uso de la mupirocina para reservarla a cepas bacterianas resistentes. Se diagnostica por el aspecto clínico típico y es necesaria una citología para descartar la presencia de malassezias (fig. 3).

Sobrecrecimiento bacteriano (BOG) También llamado síndrome de proliferación bacteriana superficial, se ha descrito recientemente y aún se debate su entidad real. Consiste en la proliferación activa de bacterias en la superficie epidérmica sin penetración en la piel. Suele presentarse en perros con dermatitis atópica seria. Las lesiones son generalmente exudativas y eritematosas, que con la cronicidad evolucionan a hiperpigmentadas y seborreicas con olor rancio. Suele afectarse la zona ventral del cuello, ingles, periné y en casos graves el dorso del lomo.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

Se diagnostica principalmente por la prueba de la cinta de acetato, observándose queratinocitos con abundantes cocos adheridos (fig. 4). Según la gravedad del caso, su terapia puede variar desde champús antisépticos (clorhexidina) hasta antibióticos por vía oral o parenteral. Las sustancias estabilizadoras del ecosistema cutáneo como la fitoesfingosina o los ácidos grasos esenciales pueden ser una buena herramienta de control.

Piodermas superficiales Impétigo (fig. 5) Es una infección bacteriana, no contagiosa, que suele afectar a cachorros de pocos meses de edad. Se presenta con mayor severidad de lesiones en zonas glabras (ingles y axilas). Se caracteriza por la formación de pústulas muy frágiles, no foliculares.

Figura 5. Impétigo.

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dermatología

Como causas predisponentes podemos enumerar las nutricionales, el endo/ectoparasitismo y los hábitos higiénicos deficientes. Su diagnóstico se basa en la presentación clínica y en la citología que se caracteriza por la presencia de neutrófilos degenerados con bacterias. Se puede controlar aplicando baños con champús de clorhexidina cada 24-48 horas, povidona yodada o pomada de mupirocina o ácido fusídico en lesiones menos extensas, durante 7-10 días.

Foliculitis bacteriana superficial Es la infección bacteriana que interesa el folículo piloso y la epidermis adyacente. Puede presentar un aspecto focal o multifocal dando muchas veces una apariencia de apolillamiento del pelo (fig. 6). Suele afectar diversas regiones del cuerpo, aunque frecuentemente se observa en el dorso del lomo y en las nalgas. Se diagnostica gracias a su aspecto clínico y la presencia de lesiones primarias como pústulas foliculares y pápulas. Éstas se transforman en lesiones secundarias: collaretes epidérmicos, costras y alopecia. La dermatoscopia nos permite apreciar los detritus resecos en la zona perifolicular (fig. 7).

Figura 6. Foliculitis bacteriana.

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Manuales clínicos

Es muy frecuente en perros de pelo corto como el Bulldog Inglés y el Shar Pei. Debemos buscar siempre una causa predisponente. Dentro de sus diagnósticos diferenciales podemos enumerar otras causas de foliculitis como son las dermatofitosis y los parásitos (Demodex, Straelensia cynotis).

consejo Es muy importante remarcar que, dentro de las foliculitis, las bacterianas son las más frecuentes. Por esto debemos evitar confundir esta patología y diagnosticar dermatofitosis o demodicosis sin haberlas confirmado con los métodos complementarios correspondientes. No debemos olvidar que algunos medicamentos antimicóticos presentan un buen efecto antiinflamatorio, lo que puede mejorar los síntomas de la enfermedad alérgica subyacente y hacernos pensar que estamos tratando una foliculitis dermatofítica real.

Figura 7. Dermatoscopia de una foliculitis.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

El tratamiento suele variar entre la champuterapia antiséptica en casos leves hasta los antibióticos sistémicos. El champú de peróxido de benzoilo puede ser también de utilidad aunque debemos considerar su poder irritante sobre el folículo.

Pioderma mucocutánea Es la infección bacteriana de las uniones mucocutáneas. Afecta principalmente a la región de la comisura labial, prepucio y nariz (fig. 8). Sus lesiones se caracterizan por presentar exudado, erosión, ulceración y despigmentación. Se diagnostica por la localización clínica, por asociarse a queratoconjuntivitis seca en la afección alrededor de la trufa y por su curso insidioso en muchos casos. Debemos realizar diagnósticos diferenciales con: •• Dermatitis de contacto al barniz del parqué. •• Intertrigos labiales profundos. •• Enfermedades autoinmunes (pénfigos, lupus). El tratamiento se basa en la búsqueda de las causas subyacentes y en la aplicación tópica o sistémica de antibióticos.

Figura 8. Pioderma mucocutánea.

Piodermas profundas Foliculitis/forunculosis/celulitis (fig. 9) Infección cutánea que alcanza la dermis profunda y hasta el panículo adiposo, provocando celulitis. Puede ser localizada o generalizada. El Pastor Alemán parece estar predispuesto a padecer cuadros generalizados. El microorganismo S. pseudintermedius tiene un papel central, pero pueden existir colonizaciones por otras bacterias principalmente gram negativas. Se diagnostica por el cuadro clínico en el que a menudo aparecen tractos fistulosos con exudado serosanguinolento, muy dolorosos y frecuentemente pruriginosos. Se observa también linfadenopatía local o generalizada. En el diagnóstico es importante la citología para poder diferenciar el tipo de bacteria (cocos/ bacilos) y la presencia de eosinófilos que nos confirme la forunculosis. Debemos descartar la presencia de Demodex. El tratamiento se basa en el control de las enfermedades subyacentes y en el uso de champús y antibióticos por largos periodos.

Figura 9. Pioderma profunda grave en Bull Terrier.

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Como causas predisponentes podemos enumerar las nutricionales, el endo/ectoparasitismo y los hábitos higiénicos deficientes. Su diagnóstico se basa en la presentación clínica y en la citología que se caracteriza por la presencia de neutrófilos degenerados con bacterias. Se puede controlar aplicando baños con champús de clorhexidina cada 24-48 horas, povidona yodada o pomada de mupirocina o ácido fusídico en lesiones menos extensas, durante 7-10 días.

Foliculitis bacteriana superficial Es la infección bacteriana que interesa el folículo piloso y la epidermis adyacente. Puede presentar un aspecto focal o multifocal dando muchas veces una apariencia de apolillamiento del pelo (fig. 6). Suele afectar diversas regiones del cuerpo, aunque frecuentemente se observa en el dorso del lomo y en las nalgas. Se diagnostica gracias a su aspecto clínico y la presencia de lesiones primarias como pústulas foliculares y pápulas. Éstas se transforman en lesiones secundarias: collaretes epidérmicos, costras y alopecia. La dermatoscopia nos permite apreciar los detritus resecos en la zona perifolicular (fig. 7).

Figura 6. Foliculitis bacteriana.

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Manuales clínicos

Es muy frecuente en perros de pelo corto como el Bulldog Inglés y el Shar Pei. Debemos buscar siempre una causa predisponente. Dentro de sus diagnósticos diferenciales podemos enumerar otras causas de foliculitis como son las dermatofitosis y los parásitos (Demodex, Straelensia cynotis).

consejo Es muy importante remarcar que, dentro de las foliculitis, las bacterianas son las más frecuentes. Por esto debemos evitar confundir esta patología y diagnosticar dermatofitosis o demodicosis sin haberlas confirmado con los métodos complementarios correspondientes. No debemos olvidar que algunos medicamentos antimicóticos presentan un buen efecto antiinflamatorio, lo que puede mejorar los síntomas de la enfermedad alérgica subyacente y hacernos pensar que estamos tratando una foliculitis dermatofítica real.

Figura 7. Dermatoscopia de una foliculitis.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

El tratamiento suele variar entre la champuterapia antiséptica en casos leves hasta los antibióticos sistémicos. El champú de peróxido de benzoilo puede ser también de utilidad aunque debemos considerar su poder irritante sobre el folículo.

Pioderma mucocutánea Es la infección bacteriana de las uniones mucocutáneas. Afecta principalmente a la región de la comisura labial, prepucio y nariz (fig. 8). Sus lesiones se caracterizan por presentar exudado, erosión, ulceración y despigmentación. Se diagnostica por la localización clínica, por asociarse a queratoconjuntivitis seca en la afección alrededor de la trufa y por su curso insidioso en muchos casos. Debemos realizar diagnósticos diferenciales con: •• Dermatitis de contacto al barniz del parqué. •• Intertrigos labiales profundos. •• Enfermedades autoinmunes (pénfigos, lupus). El tratamiento se basa en la búsqueda de las causas subyacentes y en la aplicación tópica o sistémica de antibióticos.

Figura 8. Pioderma mucocutánea.

Piodermas profundas Foliculitis/forunculosis/celulitis (fig. 9) Infección cutánea que alcanza la dermis profunda y hasta el panículo adiposo, provocando celulitis. Puede ser localizada o generalizada. El Pastor Alemán parece estar predispuesto a padecer cuadros generalizados. El microorganismo S. pseudintermedius tiene un papel central, pero pueden existir colonizaciones por otras bacterias principalmente gram negativas. Se diagnostica por el cuadro clínico en el que a menudo aparecen tractos fistulosos con exudado serosanguinolento, muy dolorosos y frecuentemente pruriginosos. Se observa también linfadenopatía local o generalizada. En el diagnóstico es importante la citología para poder diferenciar el tipo de bacteria (cocos/ bacilos) y la presencia de eosinófilos que nos confirme la forunculosis. Debemos descartar la presencia de Demodex. El tratamiento se basa en el control de las enfermedades subyacentes y en el uso de champús y antibióticos por largos periodos.

Figura 9. Pioderma profunda grave en Bull Terrier.

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dermatología

consejo Es muy importante rasurar al animal para evitar las complicaciones con los pelos en las fístulas y para que el tratamiento sea más eficiente. Las moscas, en caso de haberlas, pueden ser un agravante que debe controlarse.

Este tipo de pioderma profunda también se puede localizar en las zonas: •• Podal. •• Mentón. •• Nasal. •• Callos. Algunos consejos terapéuticos son: 1. Zona podal/interdigital: la formación de quistes de retención folicular por excesiva fricción interdigital en algunas razas o en animales obesos puede ser el desencadenante de la pioderma. Debemos descartar cuerpos extraños. Los perros alérgicos suelen lamerse mucho la región podal con la consecuente humedad que predispone a la pioderma. 2. Mentón: buscar Demodex. Puede ser útil el metronidazol en gel como antibacteriano e inmunomodulador. 3. Pioderma nasal: diagnósticos diferenciales con dermatofitosis y enfermedades autoinmunes. Tener en cuenta que el Bull Terrier suele dormir apoyando su cabeza frontalmente contra las paredes o el piso, lo que puede favorecer la formación de callos que se agrietan y se infectan. 4. Callos en los puntos de presión: utilizar camas blandas y cremas humectantes.

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Manuales clínicos

Forunculosis acral Lesión autoinducida por lamedura. Se observa una zona alopécica en placa con eritema y exudado. Suele localizarse frecuentemente en la región carpiana con mayor incidencia en perros de edad media-alta y de razas gigantes. Siempre debemos investigar la causa primaria (traumatológica, dermatológica, neurológica). El tratamiento se basa en el uso de analgésicos, en el caso de origen traumatológico, antibióticos durante largos periodos y psicofármacos antidepresivos, que suelen utilizarse en casos con implicancia etológica. El elemento que sostiene el círculo vicioso de lamido suele ser la pioderma, y muchos casos responden a la terapia antibiótica sistémica prolongada junto con la utilización de antibióticos tópicos.

Abscesos Son cavidades rellenas de pus que afectan la piel en todas o algunas de sus capas. Pueden ubicarse en cualquier localización y suelen tener un origen traumático. Se presentan principalmente en gatos y en animales inmunodeprimidos. El diagnóstico se basa en la aspiración y citología, y el tratamiento requiere su drenaje, limpieza profunda y la terapia antibiótica correspondiente.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

Dermatitis piotraumática (fig. 10) Se puede considerar también una pioderma de superficie aunque son lesiones autoinducidas, de aparición sobreaguda, que se relacionan con cuadros regionales pruriginosos o dolorosos como la dermatitis alérgica a pulgas, otitis, infección de sacos anales y las fístulas perianales. Se presenta más comúnmente en época calurosa y húmeda. La lesión está claramente definida, de color rojo intenso, húmeda y exudativa. Los propietarios suelen ver inicialmente los pelos revueltos y una zona muy dolorosa confundiéndola con una herida. El diagnóstico es sencillo, pero debemos diferenciarla de la foliculitis/forunculosis piotraumática que es una lesión mucho más profunda que suele presentarse en la zona subauricular de razas grandes (fig. 11). Citológicamente se diferencia por la presencia de neutrófilos y cocos sumados a los eosinófilos por la forunculosis.

Como tratamiento debemos rasurar la lesión, aplicar lavados con clorhexidina y pomadas de antibiótico/corticoesteroide. Se han publicado trabajos de buena respuesta al uso en exclusiva de corticoesteroides en spray (aceponato de hidrocortisona). Suele resolverse en 7-10 días.

Celulitis juvenil (fig. 12) También llamada pioderma juvenil, es una alteración poco común, pustular y granulomatosa que afecta a la cara, orejas y ganglios linfáticos submandibulares de cachorros. Se sospecha que su origen en una alteración inmunitaria, ya que en sus inicios la afección es estéril y suele responder totalmente al tratamiento con corticoesteroides. El diagnóstico se puede complicar por ser una enfermedad poco frecuente aunque por su aspecto y su citología de inflamación piogranulomatosa estéril es inconfundible. Sólo debemos diferenciarla en algunos casos con el angioedema, las reacciones a fármacos y la demodicosis.

Pseudopiodermas Son afecciones donde las bacterias no juegan un papel protagonista y en algunos casos pueden responder a tratamientos sin antibióticos. Lógicamente suelen complicarse con infecciones bacterianas oportunistas. Nos referiremos a las dos más frecuentes.

Figura 10. Dermatitis piotraumática.

Figura 11. Forunculosis piotraumática.

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dermatología

consejo Es muy importante rasurar al animal para evitar las complicaciones con los pelos en las fístulas y para que el tratamiento sea más eficiente. Las moscas, en caso de haberlas, pueden ser un agravante que debe controlarse.

Este tipo de pioderma profunda también se puede localizar en las zonas: •• Podal. •• Mentón. •• Nasal. •• Callos. Algunos consejos terapéuticos son: 1. Zona podal/interdigital: la formación de quistes de retención folicular por excesiva fricción interdigital en algunas razas o en animales obesos puede ser el desencadenante de la pioderma. Debemos descartar cuerpos extraños. Los perros alérgicos suelen lamerse mucho la región podal con la consecuente humedad que predispone a la pioderma. 2. Mentón: buscar Demodex. Puede ser útil el metronidazol en gel como antibacteriano e inmunomodulador. 3. Pioderma nasal: diagnósticos diferenciales con dermatofitosis y enfermedades autoinmunes. Tener en cuenta que el Bull Terrier suele dormir apoyando su cabeza frontalmente contra las paredes o el piso, lo que puede favorecer la formación de callos que se agrietan y se infectan. 4. Callos en los puntos de presión: utilizar camas blandas y cremas humectantes.

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Manuales clínicos

Forunculosis acral Lesión autoinducida por lamedura. Se observa una zona alopécica en placa con eritema y exudado. Suele localizarse frecuentemente en la región carpiana con mayor incidencia en perros de edad media-alta y de razas gigantes. Siempre debemos investigar la causa primaria (traumatológica, dermatológica, neurológica). El tratamiento se basa en el uso de analgésicos, en el caso de origen traumatológico, antibióticos durante largos periodos y psicofármacos antidepresivos, que suelen utilizarse en casos con implicancia etológica. El elemento que sostiene el círculo vicioso de lamido suele ser la pioderma, y muchos casos responden a la terapia antibiótica sistémica prolongada junto con la utilización de antibióticos tópicos.

Abscesos Son cavidades rellenas de pus que afectan la piel en todas o algunas de sus capas. Pueden ubicarse en cualquier localización y suelen tener un origen traumático. Se presentan principalmente en gatos y en animales inmunodeprimidos. El diagnóstico se basa en la aspiración y citología, y el tratamiento requiere su drenaje, limpieza profunda y la terapia antibiótica correspondiente.

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Dermatosis infecciosas bacterianas más frecuentes

Dermatitis piotraumática (fig. 10) Se puede considerar también una pioderma de superficie aunque son lesiones autoinducidas, de aparición sobreaguda, que se relacionan con cuadros regionales pruriginosos o dolorosos como la dermatitis alérgica a pulgas, otitis, infección de sacos anales y las fístulas perianales. Se presenta más comúnmente en época calurosa y húmeda. La lesión está claramente definida, de color rojo intenso, húmeda y exudativa. Los propietarios suelen ver inicialmente los pelos revueltos y una zona muy dolorosa confundiéndola con una herida. El diagnóstico es sencillo, pero debemos diferenciarla de la foliculitis/forunculosis piotraumática que es una lesión mucho más profunda que suele presentarse en la zona subauricular de razas grandes (fig. 11). Citológicamente se diferencia por la presencia de neutrófilos y cocos sumados a los eosinófilos por la forunculosis.

Como tratamiento debemos rasurar la lesión, aplicar lavados con clorhexidina y pomadas de antibiótico/corticoesteroide. Se han publicado trabajos de buena respuesta al uso en exclusiva de corticoesteroides en spray (aceponato de hidrocortisona). Suele resolverse en 7-10 días.

Celulitis juvenil (fig. 12) También llamada pioderma juvenil, es una alteración poco común, pustular y granulomatosa que afecta a la cara, orejas y ganglios linfáticos submandibulares de cachorros. Se sospecha que su origen en una alteración inmunitaria, ya que en sus inicios la afección es estéril y suele responder totalmente al tratamiento con corticoesteroides. El diagnóstico se puede complicar por ser una enfermedad poco frecuente aunque por su aspecto y su citología de inflamación piogranulomatosa estéril es inconfundible. Sólo debemos diferenciarla en algunos casos con el angioedema, las reacciones a fármacos y la demodicosis.

Pseudopiodermas Son afecciones donde las bacterias no juegan un papel protagonista y en algunos casos pueden responder a tratamientos sin antibióticos. Lógicamente suelen complicarse con infecciones bacterianas oportunistas. Nos referiremos a las dos más frecuentes.

Figura 10. Dermatitis piotraumática.

Figura 11. Forunculosis piotraumática.

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