Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Para diferenciar un entropión congénito de otro de origen espástico, basta instilar una gota de anestésico tópico en el ojo problema y comprobar la respuesta del párpado. Si el origen es espástico (secundario), la relajación del espasmo doloroso con desaparición de la mayor parte de la inversión del párpado, se produce en escasos segundos. El siguiente paso diagnóstico será determinar la causa primaria. Por el contrario, la ausencia de modificaciones en la posición del párpado como respuesta al anestésico tópico, nos advierte de un proceso congénito.
32
Región palpebral
43 A
43 B
44 A
44 B
Tratamiento
Imagen 41. Entropión secundario a enoftalmos debido a la pérdida de grasa del animal (atrofia del cojín graso del ojo). Secreción de color pardo pegada al borde palpebral.
El entropión se puede tratar de varias formas. Cuando tiene carácter congénito, es importante que sea corregido en las primeras 48 horas de vida. La eversión del párpado evita la fricción y las pomadas de antibiótico controlan las infecciones bacterianas secundarias. La eversión se consigue mediante suturas en la piel del párpado o mediante la aplicación de 2 o 3 grapas metálicas dispuestas verticalmente respecto al borde del párpado invertido. La resolución de cualquier entropión se realiza mediante la llamada “regla del pulgar” (imágenes 43 A y B) que consiste en apoyar este dedo en el párpado con el entropión hasta reducirlo y, de esta forma, conocer la porción de párpado que debe corregirse quirúrgicamente y colocar las grapas verticales o aplicar los puntos invertidos en el sentido antes citado (imágenes 44 A-D). Estos animales, como es lógico, no deben dejarse para reposición.
33
44 C
Imagen 43 A y B A. Entropión. B. Al apoyar el dedo pulgar sobre el párpado nos permite conocer la corrección que debe aplicarse. Imágenes 44 A, B, C, D A, B y C. Resolución de un entropión unilateral y congénito. D. Evolución diez días después. Imagen 42. Entropión espástico secundario a inflamación de párpados, conjuntiva y córnea. Alopecia periocular.
Anterior Anterior
Siguiente
44 D
Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Región palpebral
Para diferenciar un entropión congénito de otro de origen espástico, basta instilar una gota de anestésico tópico en el ojo problema y comprobar la respuesta del párpado. Si el origen es espástico (secundario), la relajación del espasmo doloroso con desaparición de la mayor parte de la inversión del párpado, se produce en escasos segundos. El siguiente paso diagnóstico será determinar la causa primaria. Por el contrario, la ausencia de modificaciones en la posición del párpado como respuesta al anestésico tópico, nos advierte de un proceso congénito.
32
43 A
43 B
44 A
44 B
Tratamiento
Imagen 41. Entropión secundario a enoftalmos debido a la pérdida de grasa del animal (atrofia del cojín graso del ojo). Secreción de color pardo pegada al borde palpebral.
El entropión se puede tratar de varias formas. Cuando tiene carácter congénito, es importante que sea corregido en las primeras 48 horas de vida. La eversión del párpado evita la fricción y las pomadas de antibiótico controlan las infecciones bacterianas secundarias. La eversión se consigue mediante suturas en la piel del párpado o mediante la aplicación de 2 o 3 grapas metálicas dispuestas verticalmente respecto al borde del párpado invertido. La resolución de cualquier entropión se realiza mediante la llamada “regla del pulgar” (imágenes 43 A y B) que consiste en apoyar este dedo en el párpado con el entropión hasta reducirlo y, de esta forma, conocer la porción de párpado que debe corregirse quirúrgicamente y colocar las grapas verticales o aplicar los puntos invertidos en el sentido antes citado (imágenes 44 A-D). Estos animales, como es lógico, no deben dejarse para reposición.
33
44 C
Imagen 43 A y B A. Entropión. B. Al apoyar el dedo pulgar sobre el párpado nos permite conocer la corrección que debe aplicarse. Imágenes 44 A, B, C, D A, B y C. Resolución de un entropión unilateral y congénito. D. Evolución diez días después. Imagen 42. Entropión espástico secundario a inflamación de párpados, conjuntiva y córnea. Alopecia periocular.
Inicio
44 D
Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Región conjuntival
La fluoresceína vertida al saco conjuntival
oftalmoscopio directo). El retraso de su
La instilación de fluoresceína permite
aparece en el ollar correspondiente, entre 3
salida sugiere la obstrucción del conducto
Evaluación de los puntos lacrimales
detectar la permeabilidad e integridad del
y 5 minutos después, y se visualiza
(cuerpo extraño, tumor, dacriocistitis)
El sistema de drenaje
aparato lagrimal (imágenes 52 A-D).
directamente o, mejor, con luz azul cobalto
o ausencia/imperforación de los puntos
nasolacrimal está dividido en dos
El examen se debe realizar en ambos ojos.
(linterna-bolígrafo con filtro u
lacrimales.
porciones: orbital y nasal.
Prueba de la Fluoresceína
52 A
52 B
La porción orbital consta de dos puntos (superior e inferior) con sus correspondientes conductos que se unen en un saco común. La porción nasal del sistema está dividida, a su vez, en canal óseo, surco lacrimal del hueso maxilar y porción terminal, que está empotrada en el cartílago de la
38
Región conjuntival La región conjuntival comprende la conjuntiva palpebral, de color rosado, que recubre la cara interna de los parpados, la ocular o bulbar, de color blanco nacarado, a veces con manchas de melanina, que recubre la esclerótica, y la membrana nictitante o tercer párpado con sus caras interna y externa. En la conjuntiva y la córnea se asientan las patologías oculares más frecuentes en ovejas y cabras. De hecho, la conjuntivitis puede ser un signo ocular aislado o bien un indicio de enfermedad sistémica. Para explorar las conjuntivas basta con colocar los dedos sobre los párpados y hacer un movimiento de deslizamiento de la piel (imágenes 53). Las principales alteraciones de la región conjuntival afectan al color y al volumen de los vasos. Los vasos superficiales
Imagen 53. Exploración de las conjuntivas.
aparecen tortuosos, de color rojo vivo y son móviles al separar la conjutiva de la esclerótica con una pinza. Si son profundos permanecen inmóviles y su color es más apagado (imagen 54).
nariz. La trayectoria de este canal Imagen 52 A. Instilación de fluoresceína. 52 C
Imagen 52 B. Esperar entre 3 y 5 minutos. 52 D
es casi recta y de posible cateterización. Su evaluación empieza en el punto lagrimal superior mediante la
b
introducción de cánulas endovenosas o sondas urinarias de a
gato y solución fisiológica estéril. Este procedimiento permite detectar obstrucciones o anomalías del sistema lacrimal y realizar lavados antisépticos, en Imagen 52 C. Conducto nasolacrimal funcional. Tras la aplicación de fluoresceína, ésta sale por el ollar.
Imagen 52 D. En animales jóvenes puede llegar a salir también por boca.
dacriocistitis rebeldes, o eliminar cuerpos extraños. Anterior Anterior
Imagen 54. Conjuntiva ocular. Detalle de vascularización. Flecha a: superficial. Flecha b: profunda.
Siguiente
39
Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Región conjuntival
La fluoresceína vertida al saco conjuntival
oftalmoscopio directo). El retraso de su
La instilación de fluoresceína permite
aparece en el ollar correspondiente, entre 3
salida sugiere la obstrucción del conducto
Evaluación de los puntos lacrimales
detectar la permeabilidad e integridad del
y 5 minutos después, y se visualiza
(cuerpo extraño, tumor, dacriocistitis)
El sistema de drenaje
aparato lagrimal (imágenes 52 A-D).
directamente o, mejor, con luz azul cobalto
o ausencia/imperforación de los puntos
nasolacrimal está dividido en dos
El examen se debe realizar en ambos ojos.
(linterna-bolígrafo con filtro u
lacrimales.
porciones: orbital y nasal.
Prueba de la Fluoresceína
52 A
La porción orbital consta de dos
52 B
puntos (superior e inferior) con sus correspondientes conductos que se unen en un saco común. La porción nasal del sistema está dividida, a su vez, en canal óseo, surco lacrimal del hueso maxilar y porción terminal, que está empotrada en el cartílago de la
38
Región conjuntival La región conjuntival comprende la conjuntiva palpebral, de color rosado, que recubre la cara interna de los parpados, la ocular o bulbar, de color blanco nacarado, a veces con manchas de melanina, que recubre la esclerótica, y la membrana nictitante o tercer párpado con sus caras interna y externa. En la conjuntiva y la córnea se asientan las patologías oculares más frecuentes en ovejas y cabras. De hecho, la conjuntivitis puede ser un signo ocular aislado o bien un indicio de enfermedad sistémica. Para explorar las conjuntivas basta con colocar los dedos sobre los párpados y hacer un movimiento de deslizamiento de la piel (imágenes 53). Las principales alteraciones de la región conjuntival afectan al color y al volumen de los vasos. Los vasos superficiales
Imagen 53. Exploración de las conjuntivas.
aparecen tortuosos, de color rojo vivo y son móviles al separar la conjutiva de la esclerótica con una pinza. Si son profundos permanecen inmóviles y su color es más apagado (imagen 54).
nariz. La trayectoria de este canal Imagen 52 A. Instilación de fluoresceína. 52 C
es casi recta y de posible
Imagen 52 B. Esperar entre 3 y 5 minutos.
cateterización.
52 D
Su evaluación empieza en el punto lagrimal superior mediante la
b
introducción de cánulas endovenosas o sondas urinarias de gato y solución fisiológica estéril.
a
Este procedimiento permite detectar obstrucciones o anomalías del sistema lacrimal y realizar lavados antisépticos, en Imagen 52 C. Conducto nasolacrimal funcional. Tras la aplicación de fluoresceína, ésta sale por el ollar.
dacriocistitis rebeldes, o eliminar
Imagen 52 D. En animales jóvenes puede llegar a salir también por boca.
cuerpos extraños. Inicio
Imagen 54. Conjuntiva ocular. Detalle de vascularización. Flecha a: superficial. Flecha b: profunda.
39
Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Imagen 70. Macroftalmia como consecuencia de absceso corneal.
48
Globo ocular
Glaucoma
Tratamiento del glaucoma
Es un proceso caracterizado por un fuerte aumento de la presión intraocular que conduce al endurecimiento del ojo, atrofia de la retina, degeneración del disco óptico y ceguera. El glaucoma, generalmente, es secundario a enfermedades inflamatorias (queratouveítis o endoftalmitis) que comprometen el flujo del humor acuoso. En otros casos, los menos, el glaucoma se produce por defectos en el ángulo de filtración esclerocorneal (imagen 72), normalmente de origen congénito. El diagnóstico es más complejo en los cuadros primarios que en los secundarios donde los signos de ojo rojo son más evidentes. No obstante, el diagnóstico se realiza en estados tan avanzados que la terapia médica es inviable.
Las opciones terapéuticas en los ojos ciegos y dolorosos son la enucleación quirúrgica (imágenes 73 A y B) o la inyección intravítrea de gentamicina y corticoesteroides (imagen 74). Esta última opción es la más indicada (8 mm por detrás del limbo esclerocorneal). Produce atrofia de los cuerpos ciliares, encargados de sintetizar el humor acuoso, provocando un descenso de la presión intraocular, reducción del dolor y, como efecto secundario, pérdida de la visión a causa de los efectos tóxicos de la gentamicina sobre la retina y el nervio óptico.
73 A
73 B
Imagen 71 A. Glaucoma bilateral.
49
74
Imágenes 73 A y B. Enucleación de un ojo de oveja en clínica de campo. Imagen 74. Inyección intravítrea de gentamicina y dexametasona. Imágenes 71 C y D. Glaucoma y pérdida de transparencia de la córnea secundaria al mismo.
Imagen 72. Colapso del ángulo de filtración esclerocorneal, (H&E x 100).
Anterior Anterior
Exploración y patología ocular en pequeños rumiantes
Globo ocular
Imagen 70. Macroftalmia como consecuencia de absceso corneal.
48
Glaucoma
Tratamiento del glaucoma
Es un proceso caracterizado por un fuerte aumento de la presión intraocular que conduce al endurecimiento del ojo, atrofia de la retina, degeneración del disco óptico y ceguera. El glaucoma, generalmente, es secundario a enfermedades inflamatorias (queratouveítis o endoftalmitis) que comprometen el flujo del humor acuoso. En otros casos, los menos, el glaucoma se produce por defectos en el ángulo de filtración esclerocorneal (imagen 72), normalmente de origen congénito. El diagnóstico es más complejo en los cuadros primarios que en los secundarios donde los signos de ojo rojo son más evidentes. No obstante, el diagnóstico se realiza en estados tan avanzados que la terapia médica es inviable.
Las opciones terapéuticas en los ojos ciegos y dolorosos son la enucleación quirúrgica (imágenes 73 A y B) o la inyección intravítrea de gentamicina y corticoesteroides (imagen 74). Esta última opción es la más indicada (8 mm por detrás del limbo esclerocorneal). Produce atrofia de los cuerpos ciliares, encargados de sintetizar el humor acuoso, provocando un descenso de la presión intraocular, reducción del dolor y, como efecto secundario, pérdida de la visión a causa de los efectos tóxicos de la gentamicina sobre la retina y el nervio óptico.
73 A
73 B
Imagen 71 A. Glaucoma bilateral.
49
74
Imágenes 73 A y B. Enucleación de un ojo de oveja en clínica de campo. Imagen 74. Inyección intravítrea de gentamicina y dexametasona. Imágenes 71 C y D. Glaucoma y pérdida de transparencia de la córnea secundaria al mismo.
Inicio
Imagen 72. Colapso del ángulo de filtración esclerocorneal, (H&E x 100).