Manual de posiciones y proyecciones radiológicas en el perro.

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INTRODUCCIÓN

INMOVILIZACIÓN Y POSICIONAMIENTO

ELECCIÓN DE MATERIAL RADIOLÓGICO

INTRODUCCIÓN

Elección de material radiológico Aparato de RX Aunque el propósito de este manual no es hacer una descripción del aparato de RX, a lo largo de los capítulos el lector observará que hacemos referencia a diferentes proyecciones que requieren la rotación del tubo de RX. Ciertamente, hay proyecciones que van a ser mejor ejecutadas si el soporte del tubo de nuestro aparato de RX permite descenderlo y girarlo sobre su propio eje con facilidad (fig. 4).

Fig. 2. Proyección ventrodorsal de abdomen. Los rayos X entran por el abdomen ventralmente y lo abandonan dorsalmente.

La proyección que deseemos obtener va a determinar la posición del paciente. Las proyecciones radiológicas hacen referencia a la trayectoria del haz de rayos X a través de la estructura que se radiografía. El primer término describe la superficie de la estructura sobre la que penetra el haz primario y el segundo término describe la superficie de la estructura por la que sale el haz. Así, por ejemplo, una proyección ventrodorsal de abdomen indica que el haz de rayos penetra en el abdomen ventralmente y lo abandona dorsalmente (fig. 2). El término posición (derecha o izquierda) empleado en una proyección laterolateral hace referencia al decúbito del paciente y no a la proyección. Así, por ejemplo, una proyección laterolateral posición derecha indica que es el lado derecho del paciente el que se encuentra apoyado sobre la mesa (fig. 3).

Fig. 3. Proyección laterolateral de tórax, posición derecha. El paciente se encuentra apoyado sobre su lado derecho.

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Radiación dispersa, colimadores y rejillas La radiación dispersa es generada a partir de la interacción de los rayos X con el tejido mediante el efecto Compton. La radiación dispersa supone la aparición de velo fotográfico en la película y reduce, en consecuencia, el contraste de la imagen y la calidad radiográfica. Existen dos maneras de reducir la radiación dispersa que va a llegar a una imagen radiológica: el empleo de dispositivos restrictores de haz y el uso de rejillas antidifusoras. Aunque hay diversos dispositivos restrictores de haz, el más empleado en nuestra profesión, y que nosotros hemos utilizado en la elaboración de este manual, es el colimador de apertura variable con luz localizadora, que permite colimar el campo de exposición en sentido longitudinal y transversal. La cantidad de radiación dispersa que llega a la película es mayor al aumentar el tamaño del campo del haz de rayos X, por lo que éste debe ser restringido al máximo. Por otro lado, la radiación dispersa es mayor al radiografiar estructuras gruesas que finas. En general, se considera que cuando se radiografían espesores superiores a 1015 cm, la radiación dispersa generada va a deteriorar la calidad de la imagen obtenida por lo que se recomienda el empleo de rejilla antidifusora. Una rejilla es un dispositivo compuesto por secciones de material radiopaco, normalmente plomo, y de material radiolúcido, generalmente aluminio o plástico. Los rayos X que emergen del paciente y colisionan con el material radiopaco de la rejilla, son absorbidos por ésta y no alcanzan la película, mientras que aquellos rayos X que inciden contra el material radiolúcido de la rejilla sí son transmitidos. En general, una rejilla bien diseñada atenúa entre el 80 y el 90% de la radiación dispersa. No obstante, hay que considerar que la rejilla, además de absorber radiación dispersa también absorberá parte de radiación primaria, con lo que su uso implica un incremento compensatorio de los parámetros radiológicos (de hasta un 30% el mAs) que implicará un aumento de la dosis que recibe el paciente.

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Fig. 4. Rotación del tubo 30º.


INTRODUCCIÓN

INMOVILIZACIÓN Y POSICIONAMIENTO

ELECCIÓN DE MATERIAL RADIOLÓGICO

INTRODUCCIÓN

Elección de material radiológico Aparato de RX Aunque el propósito de este manual no es hacer una descripción del aparato de RX, a lo largo de los capítulos el lector observará que hacemos referencia a diferentes proyecciones que requieren la rotación del tubo de RX. Ciertamente, hay proyecciones que van a ser mejor ejecutadas si el soporte del tubo de nuestro aparato de RX permite descenderlo y girarlo sobre su propio eje con facilidad (fig. 4).

Fig. 2. Proyección ventrodorsal de abdomen. Los rayos X entran por el abdomen ventralmente y lo abandonan dorsalmente.

La proyección que deseemos obtener va a determinar la posición del paciente. Las proyecciones radiológicas hacen referencia a la trayectoria del haz de rayos X a través de la estructura que se radiografía. El primer término describe la superficie de la estructura sobre la que penetra el haz primario y el segundo término describe la superficie de la estructura por la que sale el haz. Así, por ejemplo, una proyección ventrodorsal de abdomen indica que el haz de rayos penetra en el abdomen ventralmente y lo abandona dorsalmente (fig. 2). El término posición (derecha o izquierda) empleado en una proyección laterolateral hace referencia al decúbito del paciente y no a la proyección. Así, por ejemplo, una proyección laterolateral posición derecha indica que es el lado derecho del paciente el que se encuentra apoyado sobre la mesa (fig. 3).

Fig. 3. Proyección laterolateral de tórax, posición derecha. El paciente se encuentra apoyado sobre su lado derecho.

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Inicio

Radiación dispersa, colimadores y rejillas La radiación dispersa es generada a partir de la interacción de los rayos X con el tejido mediante el efecto Compton. La radiación dispersa supone la aparición de velo fotográfico en la película y reduce, en consecuencia, el contraste de la imagen y la calidad radiográfica. Existen dos maneras de reducir la radiación dispersa que va a llegar a una imagen radiológica: el empleo de dispositivos restrictores de haz y el uso de rejillas antidifusoras. Aunque hay diversos dispositivos restrictores de haz, el más empleado en nuestra profesión, y que nosotros hemos utilizado en la elaboración de este manual, es el colimador de apertura variable con luz localizadora, que permite colimar el campo de exposición en sentido longitudinal y transversal. La cantidad de radiación dispersa que llega a la película es mayor al aumentar el tamaño del campo del haz de rayos X, por lo que éste debe ser restringido al máximo. Por otro lado, la radiación dispersa es mayor al radiografiar estructuras gruesas que finas. En general, se considera que cuando se radiografían espesores superiores a 1015 cm, la radiación dispersa generada va a deteriorar la calidad de la imagen obtenida por lo que se recomienda el empleo de rejilla antidifusora. Una rejilla es un dispositivo compuesto por secciones de material radiopaco, normalmente plomo, y de material radiolúcido, generalmente aluminio o plástico. Los rayos X que emergen del paciente y colisionan con el material radiopaco de la rejilla, son absorbidos por ésta y no alcanzan la película, mientras que aquellos rayos X que inciden contra el material radiolúcido de la rejilla sí son transmitidos. En general, una rejilla bien diseñada atenúa entre el 80 y el 90% de la radiación dispersa. No obstante, hay que considerar que la rejilla, además de absorber radiación dispersa también absorberá parte de radiación primaria, con lo que su uso implica un incremento compensatorio de los parámetros radiológicos (de hasta un 30% el mAs) que implicará un aumento de la dosis que recibe el paciente.

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Fig. 4. Rotación del tubo 30º.


EXPLORACIÓN DE LA CABEZA

BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES

Bullas timpánicas y proceso odontoides La exploración radiológica completa de las bullas timpánicas debe realizarse con la obtención de dos proyecciones especiales: la proyección laterolateral oblicua y la proyección rostro-caudal con boca abierta.

Antes de emitir un diagnóstico, se recomienda realizar una radiografía de la bulla timpánica contralateral y compararlas.

La realización de la proyección laterolateral oblicua requiere (figs. 9 y 10): ■ Colocar al paciente en decúbito lateral, con el lado afectado sobre la mesa. ■ Situar la cabeza del paciente sobre el chasis, de manera que el plano sagital medio de la cabeza se sitúe paralelo a la superficie de la mesa y rotar el dorso de la misma unos 30 grados hacia la mesa, de manera que el lado afectado quede en posición ventral. Podemos colocar una cuña de espuma bajo la mandíbula para mantener la posición. ■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica situándolos dorsalmente. ■ Centrar el haz primario sobre la zona a explorar por debajo del ojo.

BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES

EXPLORACIÓN DE LA CABEZA

Para la obtención de la proyección rostrocaudal con boca abierta debemos (figs. 11 y 12): ■ Colocar al paciente en decúbito dorsal, con su cabeza apoyada sobre la mesa. Podemos utilizar sacos de arena en los laterales del cuerpo para evitar la rotación del mismo. ■ Estirar las extremidades anteriores hacia caudal, sujetándolas en esta posición con la ayuda de cualquier sistema de sujeción que tengamos (saco de arena, venda, cuerda…). ■ Orientar el hocico del animal en vertical, mirando hacia el tubo de RX, de tal forma que el paladar duro quede perpendicular (en las razas dolicocéfalas) al haz de rayos primario y mantenerlo en esta posición con la ayuda de una venda. En los animales mesocéfalos, el paladar duro debe formar un ángulo de unos 10 grados con el haz perpendicular, mientras que en los braquicéfalos éste ángulo debe ser de 20 grados. ■ Con la ayuda de otra venda atada a la mandíbula, traccionar caudalmente de la misma para lograr abrir la boca del animal o traccionar directamente de la lengua en caudal, tal y como se muestra en la figura 11. ■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica situándolos lateralmente. ■ Centraremos el haz de rayos sobre la base de la lengua o sobre el paladar blando.

A B Fig. 9. Colocación de la cabeza para obtener una proyección laterolateral oblicua que permita la exploración de la bulla timpánica.

Fig. 10. Proyección LL oblicua de cabeza. La flecha muestra la bulla timpánica explorada.

Fig. 11. Manejo del paciente para la proyección rostrocaudal.

La proyección rostro-caudal con la boca abierta es la de elección para la visualización óptima de las bullas timpánicas ya que evita la superposición de éstas con otras estructuras y, además, permite el estudio comparativo de las bullas izquierda y derecha en una misma imagen. Por otro lado, esta proyección permite observar de manera excelente el proceso odontoides del axis.

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Fig. 12. Proyección rostrocaudal de cabeza para la exploración de las bullas timpánicas (A) y el proceso odontoides del axis (B).

En esta proyección deben reducirse los parámetros radiológicos con respecto a los utilizados para otras proyecciones, ya que el espesor que se radiografía disminuye considerablemente.

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EXPLORACIÓN DE LA CABEZA

BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES

BULLAS TIMPÁNICAS Y PROCESO ODONTOIDES

Bullas timpánicas y proceso odontoides La exploración radiológica completa de las bullas timpánicas debe realizarse con la obtención de dos proyecciones especiales: la proyección laterolateral oblicua y la proyección rostro-caudal con boca abierta.

Antes de emitir un diagnóstico, se recomienda realizar una radiografía de la bulla timpánica contralateral y compararlas.

La realización de la proyección laterolateral oblicua requiere (figs. 9 y 10): ■ Colocar al paciente en decúbito lateral, con el lado afectado sobre la mesa. ■ Situar la cabeza del paciente sobre el chasis, de manera que el plano sagital medio de la cabeza se sitúe paralelo a la superficie de la mesa y rotar el dorso de la misma unos 30 grados hacia la mesa, de manera que el lado afectado quede en posición ventral. Podemos colocar una cuña de espuma bajo la mandíbula para mantener la posición. ■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica situándolos dorsalmente. ■ Centrar el haz primario sobre la zona a explorar por debajo del ojo.

EXPLORACIÓN DE LA CABEZA

Para la obtención de la proyección rostrocaudal con boca abierta debemos (figs. 11 y 12): ■ Colocar al paciente en decúbito dorsal, con su cabeza apoyada sobre la mesa. Podemos utilizar sacos de arena en los laterales del cuerpo para evitar la rotación del mismo. ■ Estirar las extremidades anteriores hacia caudal, sujetándolas en esta posición con la ayuda de cualquier sistema de sujeción que tengamos (saco de arena, venda, cuerda…). ■ Orientar el hocico del animal en vertical, mirando hacia el tubo de RX, de tal forma que el paladar duro quede perpendicular (en las razas dolicocéfalas) al haz de rayos primario y mantenerlo en esta posición con la ayuda de una venda. En los animales mesocéfalos, el paladar duro debe formar un ángulo de unos 10 grados con el haz perpendicular, mientras que en los braquicéfalos éste ángulo debe ser de 20 grados. ■ Con la ayuda de otra venda atada a la mandíbula, traccionar caudalmente de la misma para lograr abrir la boca del animal o traccionar directamente de la lengua en caudal, tal y como se muestra en la figura 11. ■ Asegurarse de que los pabellones auriculares no interfieren en la imagen radiológica situándolos lateralmente. ■ Centraremos el haz de rayos sobre la base de la lengua o sobre el paladar blando.

A B Fig. 9. Colocación de la cabeza para obtener una proyección laterolateral oblicua que permita la exploración de la bulla timpánica.

Fig. 10. Proyección LL oblicua de cabeza. La flecha muestra la bulla timpánica explorada.

Fig. 11. Manejo del paciente para la proyección rostrocaudal.

La proyección rostro-caudal con la boca abierta es la de elección para la visualización óptima de las bullas timpánicas ya que evita la superposición de éstas con otras estructuras y, además, permite el estudio comparativo de las bullas izquierda y derecha en una misma imagen. Por otro lado, esta proyección permite observar de manera excelente el proceso odontoides del axis.

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Fig. 12. Proyección rostrocaudal de cabeza para la exploración de las bullas timpánicas (A) y el proceso odontoides del axis (B).

En esta proyección deben reducirse los parámetros radiológicos con respecto a los utilizados para otras proyecciones, ya que el espesor que se radiografía disminuye considerablemente.

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EXPLORACIÓN DEL TÓRAX

GENERALIDADES

GENERALIDADES

EXPLORACIÓN DEL TÓRAX

■ Mantener la cabeza en extensión normal.

Las radiografías torácicas deben obtenerse en el pico de máxima inspiración.

■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente para evitar que los tejidos blandos

del brazo se superpongan sobre el tórax craneal, lo que provocaría la aparición de una radiopacidad de tejido blando artefactual (figs. 6 y 7). ■ Centrar el haz de rayos X a nivel de la silueta cardiaca (5º espacio intercostal). Podemos ayudarnos centrando el haz primario en el punto donde palpamos el choque del ápex cardiaco contra la pared torácica. ■ Debemos incluir la totalidad del tórax (desde la entrada del tórax hasta la parte más caudal del campo pulmonar caudodorsal). ■ Esperar al pico de máxima inspiración para realizar la exposición. Una buena radiografía torácica debe ser realizada coincidiendo con una fase inspiratoria del paciente, lo que aumenta al máximo el contraste pulmonar. Fig. 8. Animal sobre decúbito esternal para obtener la proyección DV. Fig. 9. Proyección DV de tórax.

Proyección ventrodorsal (VD) La realización de la proyección ventrodorsal (VD) requiere (figs.10 y 11): ■ Colocar el paciente sobre decúbito dorsal. ■ Centrar el haz de rayos X sobre el cartílago xifoides. ■ Mantener la cabeza en posición natural. ■ Incluir la totalidad del tórax. ■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente ■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración. y las posteriores caudalmente.

Fig. 6. El brazo que queda apoyado sobre la mesa se encuentra desplazado caudalmente.

Fig. 7. El incremento de radiopacidad que aparece en el tórax craneal (flecha) es artefactual, originado por el tejido blando del brazo desplazado caudalmente.

Una vez realizada la proyección LL debe obtenerse una vista perpendicular de la misma, bien la proyección dorsoventral (DV) o la proyección ventrodorsal (VD).

Proyección dorsoventral (DV) La realización de la proyección dorsoventral (DV) requiere (figs. 8 y 9): ■ Colocar el paciente sobre decúbito esternal. ■ Mantener la cabeza apoyada sobre la mesa en posición natural. ■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente y estirar las extremidades posteriores caudalmente. ■ Centrar el haz de rayos X a nivel de silueta cardiaca. ■ Incluir la totalidad del tórax. ■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración.

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Fig. 10. Animal sobre decúbito dorsal para obtener la proyección VD. Fig. 11. Proyección VD de tórax.

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EXPLORACIÓN DEL TÓRAX

GENERALIDADES

GENERALIDADES

EXPLORACIÓN DEL TÓRAX

■ Mantener la cabeza en extensión normal.

Las radiografías torácicas deben obtenerse en el pico de máxima inspiración.

■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente para evitar que los tejidos blandos

del brazo se superpongan sobre el tórax craneal, lo que provocaría la aparición de una radiopacidad de tejido blando artefactual (figs. 6 y 7). ■ Centrar el haz de rayos X a nivel de la silueta cardiaca (5º espacio intercostal). Podemos ayudarnos centrando el haz primario en el punto donde palpamos el choque del ápex cardiaco contra la pared torácica. ■ Debemos incluir la totalidad del tórax (desde la entrada del tórax hasta la parte más caudal del campo pulmonar caudodorsal). ■ Esperar al pico de máxima inspiración para realizar la exposición. Una buena radiografía torácica debe ser realizada coincidiendo con una fase inspiratoria del paciente, lo que aumenta al máximo el contraste pulmonar. Fig. 8. Animal sobre decúbito esternal para obtener la proyección DV. Fig. 9. Proyección DV de tórax.

Proyección ventrodorsal (VD) La realización de la proyección ventrodorsal (VD) requiere (figs.10 y 11): ■ Colocar el paciente sobre decúbito dorsal. ■ Centrar el haz de rayos X sobre el cartílago xifoides. ■ Mantener la cabeza en posición natural. ■ Incluir la totalidad del tórax. ■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente ■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración. y las posteriores caudalmente.

Fig. 6. El brazo que queda apoyado sobre la mesa se encuentra desplazado caudalmente.

Fig. 7. El incremento de radiopacidad que aparece en el tórax craneal (flecha) es artefactual, originado por el tejido blando del brazo desplazado caudalmente.

Una vez realizada la proyección LL debe obtenerse una vista perpendicular de la misma, bien la proyección dorsoventral (DV) o la proyección ventrodorsal (VD).

Proyección dorsoventral (DV) La realización de la proyección dorsoventral (DV) requiere (figs. 8 y 9): ■ Colocar el paciente sobre decúbito esternal. ■ Mantener la cabeza apoyada sobre la mesa en posición natural. ■ Estirar las extremidades anteriores cranealmente y estirar las extremidades posteriores caudalmente. ■ Centrar el haz de rayos X a nivel de silueta cardiaca. ■ Incluir la totalidad del tórax. ■ Realizar la exposición en pico de máxima inspiración.

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Fig. 10. Animal sobre decúbito dorsal para obtener la proyección VD. Fig. 11. Proyección VD de tórax.

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