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RELIGIÓN
¿Cómo practicar y tener fe desde la casa?
Cuando terminan los tiempos difíciles, siempre comienzan los buenos tiempos. Tener fe es la mejor manera de salir adelante y superar cualquier problema que se presente. En esta contingencia que estamos viviendo debido al COVID-19, el creer en nuestro creador es una manera de vencer dichas problemáticas.
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La fe es como una planta, para que ésta crezca todos los días se debe de regar y de brindarle los cuidados necesarios para que tengas la raíces fuertes. Lo mismo pasa con nuestra fe, todos los días debemos trabajar en ella para que cada día esté más fuerte que nunca. La fe es fundamental en la vida de todo ser humano, da la esperanza de un mejor mundo, afronta las adversidades y ayuda a preservar la plenitud. Los niños nos ven como ejemplos a seguir para ser excelentes adultos, a ellos les debemos de enseñar sobre la palabra de nuestro salvador Jesucristo y rezar para acercarnos a él y a su padre Dios.
Actividades para tener fe
A continuación te diremos algunas actividades para tener y mantener la fe en la familia.
La misa no sólo es en la iglesia
Las iglesias permanecerán cerradas hasta nuevo aviso siguiendo las indicaciones de las autoridades para proteger a la sociedad. En el apartdo de “Escucha misas en casa” te decimos los horarios para que la escuches desde la comodidad de tu vivienda junto con toda la familia.
Ambiente católico
Háblales a tus hijos sobre la vida de Jesucristo, lo que realizó para salvarnos. Si tienen dudas, acláraselas y platiquen para que entienda mejor.
Enseña el catecismo
No esperes que los grupos de catecismo enseñen a tus hijos, puedes hacerlo para que vaya creciendo su fe. Vean películas animadas, lean libros ilustrativos para que capten su atención y escuchen canciones.
Recen
Rezar es una vía de comunicación con dios y Jesús, fomenta la fe. Cuando te sientas triste o tus hijos tengan este sentimiento, recen para que hablar con Jesucristo y sacar fuerzas de voluntad. Sentirán como se conectará con ustedes en la mente y en el corazón.
Somos humanos, cometemos errores
Errar es parte del crecimiento del ser humano, reconocer nuestros errores es el primer paso para crecer. Si te sucede algo, no te culpes, Dios siempre te amará sin importar las veces que tropieces. Si sientes la necesidad de pedirle perdón por algo que hiciste, hazlo, te perdonará. Recuerda que debes trabajar en tu fe, que esta cuarentena te sea un momento de reflexión. Platica con tus hijos, habla sobre su sentir por lo que está sucediendo. El diálogo es la mejor herramienta.
Escucha misas en casa
Las iglesias y parroquias de la ciudad han cancelado las misas presenciales hasta nuevo aviso, ante la contingencia del coronavirus (COVID-19). En estas fechas santas, iglesias y capillas han tomado la decisión de transmitir en vivo sus misas sin presencia de personas como medida preventiva, pero serán transmitidas en sus plataformas digitales.
¿Dónde y cómo ver las misas?
Catedral de Mérida
Las misas de la Catedral oficiadas por el Monseñor Gustavo Rodríguez Vera y el Obispo auxiliar Pedro Mena, podrán verse en su canal de Youtube y página de Facebook: “Arquidiócesis de Yucatán”. Las ceremonias religiosas de entre semana serán en el Seminario Mayor, y las de domingo en S. I. Catedral. Los horarios son de lunes a sábado a las 12:00 pm, y los domingos a las 8:00 am.
Parroquia de María Inmaculada
Por su parte, la Parroquia de María Inmaculada hicieron lo propio y transmitirán sus misas a las 8:00 am en su Facebook “Parroquia María Inmaculada”.
Regnum Christi Mérida
Lunes a viernes a las 8:00 am. Oraciones diarias a las 9:00 pm y hora eucarística los jueves a las 8:30 pm. Facebook: “Regnum Christi en Mérida”
Parroquia Cristo Resucitado
Las celebraciones de semana santa serán en su Facebook “Parroquia Cristo Resucitado”, donde podrás consultar sus horarios.
Oraciones
El Papa Francisco, ha estado realizando oraciones ante la situación por la que se está pasando a nivel mundial. A continuación, te dejamos la oración que realizó a la Virgen María.
Bajo tu amparo, nos acogemos
“Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba. Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, o Virgen gloriosa y bendita”.
MYRIAM MADRE
DE JESÚS Así lo había dicho…
Introducción
El pasaje que presentamos, nos narra que la Primera Aparición de Jesús Resucitado, es a su Madre Myriam (María en hebreo). Está ambientado en la casa de Jerusalem propiedad de los hermanos Marta, María Magdalena y Lázaro, grandes amigos de Jesús y Myriam, el domingo de Pascua, después de los días de la Pasión.
Explicación
El autor del libro, “Memorias de un Repórter en los tiempos de Cristo” del que tomamos este pasaje, es el sacerdote jesuita mexicano , P. Carlos Ma. Heredia (1872-1951), que con gran imaginación creativa y sólida formación histórica-bíblica, pretende y logra narrar en forma sencilla y amena, una descripción de lo que pasó en los años de Cristo, como lo hubiera podido escribir un repórter de nuestro tiempo si hubiera vivido entonces.
En una genial ocurrencia, el P Heredia, autor del libro, crea y presenta al “Repórter”, autor de la “Memorias”, un judío de la diáspora, de fortuna y cultura grande, que vive en Hispania, llamado Rafael Ben Hered, quien , después de trasladarse a Palestina, por encargo de su padre moribundo, tiene la suerte de presenciar el desarrollo del drama de Jesús, referido auténticamente en los Santos Evangelios. El ambiente, los personajes, todo el relato, presenta el colorido realista de algo vivido, con la trama imaginaria, pero probable, de una novela histórica de los tiempos de Jesucristo. Las citas textuales de los libros sagrados garantizan al lector el fundamento histórico del relato.
(Narra el Repórter Rafael) Desperté espantado. Toda la casa se cimbreaba…
¨Otro temblor´ ----me dije.
No pretendí levantarme del lecho, sino que esperé los resultados. Al fin, la lámpara que cuelga del techo dejó de mover y como estaba cansadísimo, me volví a dormir.
----Pero ¿no te levantas?---- dijo Raquel----. Aquí está Marta; dice que el Maestro ya se le apareció a Myriam.
----No pude negarme a los ruegos de mi hijita; y así me levanté; y salí a ver a Marta. La encontré rodeada de todos los de la casa, que escuchaban su relato.
----¿Sentiste el temblor?---- preguntó.
---- Ya lo creo ---- respondí----; pero estaba demasiado cansado, y me volví a dormir. habrá pasado? ¿Cómo me he dormido?” Y se fue hecha una loca. Aunque todavía era noche ----continuó Marta----
“María la madre de Jacob, y Salomé, que habían comprado aromas para embalsamar a Jesús llegaron entonces, y recogieron los aromas preparados; se encaminaron al sepulcro, y se preguntaban: ¿Quién nos quitara la piedra que cierra la entrada al sepulcro?” Pues ésta es muy grande, y apenas la pueden mover cuatro hombres. Y además está sellada y cuidado el sepulcro por soldados romanos.
Continuó Marta ----Yo estaba muy preocupada por el ruido que hacían mis compañeras, pues Myriam, que no ha pegado los ojos las noches pasadas, se había quedado dormida, y temía la despertaran. Cuando marcharon, cerré la puerta de la calle, y fui a observar a Myriam, mirando por un resquicio. ¡Cuál no sería mi admiración al ver que el cuarto estaba lleno de luz, como si hubiera dentro, no una, sino mil lámparas! Abrí la puerta un poquito, y quedé más admirada con lo que vi. Estaba allí un hombre vestido con la túnica escarlata que Myriam había tejido para Juan, y pensé que era él. Pero luego comprendí que no podía ser, pues de su rostro y de todo su cuerpo salía esa luz que todo lo Iluminaba. Llena de curiosidad, seguí observando. Myriam le tomó las manos, y, después de mirarlas con infinita ternura, le besó las llagas.
---- ¡Era el Maestro, papá! ---- dijo Raquel----. El Maestro resucitado, figúrate.
----Luego vi que Myriam se arrodillaba, le besaba los pies…
----Y le ponía las sandalias que le habíamos hecho---- dijo mi hijita, la cual ya conocía la historia----. ¡Figúrate qué gusto tengo!
----Yo estaba conmovidísimo, no porque me llamara la atención en lo más mínimo la resurrección de Jesús, pues mi fe ya no vacilaba, sino por la ternura filial que Él mostraba en aparecer primero que nadie a su Madre, que tanto había sufrido. Marta continuó:
----No tienes idea de la expresión de gozo del rostro de Myriam, iluminado por la luz que salía del Rabboni. Después se reclinó Ella en el pecho de su Hijo, y éste la beso en la frente. Algo me pareció que decía Jesús, y Myriam, dejando de abrazarle, se arrodilló, extendiendo hacía Él los brazos, y mientras Éste, como si se esfumara, fue desapareciendo, Ella exclamó: “¡Hijo mío y Dios mío!”.
Todos lloraban de emoción al oír aquel sencillo relato de Marta.
Ésta terminó: ----El cuarto quedó de nuevo con la poquísima luz que daba la lámpara que se queda encendida durante la noche. Yo me acerqué a Myriam, y Ella, levantándose, me abrazó, y, llorando de gozo, me dijo: “Así como lo había dicho, ha resucitado”.