3 ingredientes secretos para la maternidad

3 ingredientes secretos para la maternidad

Por: Stephanie Lozada Machado, Mamá Blogger

La maternidad no es algo que aprendemos llevando un curso, es algo que aprendemos sobre la marcha. Estoy segura que no soy la única madre que buscó toda la información para asegurarse de que cuando tenga a su bebé en brazos, todo sea perfecto, pero me dí con la gran sorpresa de que eso no sucedió.

Y es que así es la realidad: una incertidumbre, un misterio, una montaña rusa.

Así es como empezamos con la maternidad: partiendo de cero y enfrentándonos a lo desconocido, pero sabiendo que lo que más queremos es criar hijos felices. Algo tan fácil de escribir pero un poquito más complicado de lograr.

A continuación, voy a compartir tres ingredientes secretos que nos ayudarán a emprender este gran trabajo que tenemos como madres, y nos harán estar conscientes de la crianza que tenemos con nuestros hijos:

1. Compasión con nosotras: Tener compasión es tener amor, respeto y empatía, una combinación que nos asegura un buen camino. Y es que si nosotras nos amamos, nuestros hijos lo admirarán y lo imitarán. Si nos respetamos a nosotras mismas, ellos también lo harán; y lo más importante, lo harán con ellos mismos. Y por último, si somos empáticas con nosotras y no dejamos que la auto exigencia nos destruya y nos canse, nuestros hijos tampoco lo permitirán. Finalmente, somos nosotras ese espejo enorme al cual nuestros hijos siempre ven y siguen como ejemplo.

2. Fuertes y positivas: Como me dice mi padre: “Mejor un momento colorado a muchos amarillos.” A veces es importante mostrarnos fuertes y enfrentar un momento para tener la tranquilidad mental y poder continuar, sobre todo ahora que somos madres que nos enfrentamos minuto a minuto con situaciones que nos necesitan fuertes y listas. Armadas de valor y con mirada al frente al reto diario de criar a nuestros hijos. La actitud que tengamos para enfrentar cada una de estas situaciones que la maternidad nos regala, determinará cómo nos sentiremos luego y cómo enfrentaremos la siguiente batalla. Y por ende, cómo seremos ejemplo para nuestros hijos. Además, todas las situaciones tienen dos lados, y si buscamos un camino positivo pues debemos ver de ese lado antes que del otro. Por eso, buscar eliminar el NO de nuestro vocabulario con nuestros hijos, nos va a permitir enseñarles que la perspectiva con la que elegimos vivir cada situación es la que nos da la energía para encarar las que vengan en un futuro.

3. Seamos humildes: La humildad nos abre muchas puertas pero sobretodo, nos hace llegar a nuestros hijos de una manera sincera y más humana. O es que acaso no es hermoso ver cuando un padre baja la cabeza y le dice a su hijo: “me equivoqué, discúlpame.” Esto creará que nuestros hijos nos admiren y nos sigan. Pero también formará una relación donde no existan barreras altas, ya que nuestros hijos se sentirán seguros y confiados con nosotros. Y mostrándonos vulnerables lograremos que nos conozcan mejor. Y no hay mejor seguridad para un niño que saber que conoce a sus padres, que además de saber lo que les gusta y lo que no, también saben que son capaces de reconocer cuando se equivocan o algo hicieron mal. ¿Muy fácil, verdad? Pues nada más fácil que ponerlo en palabras, pero si soñamos con una maternidad en la que, sabiendo cuánto es lo que nuestros hijos nos observan, nos admiran, nos imitan y nos idealizan, podremos ser más exigentes con cómo llevamos esta hermosa vida de madre con nuestros pequeñitos. Al final el camino de cada madre se junta hacia un mismo propósito que es criar hijos felices, como menciono al principio. Y para poder lograrlo debemos al menos probar estos tres ingredientes y ver nosotras mismas los resultados. Levantemos la mirada, remanguémonos el polo y pongamos todo nuestro corazón; para ser ese gran ejemplo que nuestros hijos buscan en cada una de nosotras al habernos elegido su madre.