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Confieso vivido que he
Víctor Hugo Sánchez
Hace tiempo que no iba al cine. A diferencia de mi infancia y mi adolescencia, cuando solía ir una vez por semana y, eso sí, a todos los estrenos, con el paso del tiempo, confieso, prefiero esperar a verlas en plataformas, en la comodidad de mi casa, sin prisas, con pausas y, eso sí, cuando me apetece.
Sin embargo, hay películas y estrenos que merecen, sí o sí, aventurarse a la sala VIP, pedirse una hermosa y deliciosa baguette de serrano, un mezcal o una chelita bien helada y disponerse al solaz de ver películas que merecen la pantalla grande, el sonido profesional de una sala de cine. Y hete aquí que el domingo pasado tuve oportunidad de asistir al cine y ver estas dos joyas de la cartelera.
Misión Imposible: Sentencia Mortal - Parte 1
¡No seas mamón! ¡Qué joya! Soy fan de la saga (he visto, al menos, 10 veces cada una de las anteriores entregas) y puedo decir que siempre, la más reciente, supera a la anterior. Soy fanático del cine de acción y éste, neta, nunca me decepciona. Nunca.
Acción trepidante en cada secuencia; ese Tom Cruise se la rifa machín como protagonista de esta serie de películas de acción que quizá nunca sean consideradas para los premios Oscar, pero a mí me enloquecen y me distraen del ajetreo y la cotidianidad. Lo único malo es que, por distraído, compré boletos para verla “doblada” al español, y aunque el doblaje es excelente, nunca como verlas en su idioma original, así que, por menso, repetiré la experiencia y acudiré a una sala cinematográfica antes de que la quiten de la cartelera.
Oppenheimer
Ignorante que soy y suelo ser del dato histórico, no tenía ni la menor idea de quién había sido el padre de la bomba atómica, ni nada más que no fuera el dato del exterminio de miles de japoneses en Nagasaki e Hiroshima, al final de la Segunda Guerra Mundial.
Pues ya entrado en mi domingo de cine, de una sala me pasé a la otra, y ¡no te pases! ¡Qué belleza de película! Biográfica, acerca del científico que lideró la creación de la bomba, de las implicaciones políticas que tuvo la fabricación y la activación de ésta, así como la parte humana, que al final repudió su uso. Imperdible. Imperdible. Podría significarle un segundo Oscar a Robert Downey Jr., y seguro a la película misma, a la dirección, a la ambientación, a la música, a todo. Seguro es la joya de los próximos premios.
Las tres horas que dura Oppenheimer valen infinitamente la pena. Muy. Mucho. Todo. En serio.
¡Ah, ésta sí la vi en inglés, con subtítulos!
Guardianes de la Galaxia Vol. 3
Y, bueno, para rematar mi regreso al cine (si se han dado cuenta, lo último que reseñé en este espacio fue la postrer de James Bond, así que llevo más de un año y medio reseñando teatro, teatro, teatro…) me chuté una joyita de Marvel: Guardianes de la Galaxia Vol. 3, y aunque ésta la vi en la comodidad de mi jaula, en mi camita, creo que la buscaré en salas porque, ¡ah!, ¡qué divertida y tristona está! Aunque del universo Marvel era de mis menos favoritas, con esta última entrega me ganaron. Personajes entrañables, mucha comedia, buena banda sonora y efectos especiales ESPECTACULARES. Si le gusta el cine para divertirse y no pensar mucho, esta película es garantía de diversión.
Y, no; no soy experto en esto de los universos Marvel; no sé si esta historia transcurre antes de la muerte de Gamora o no, pero de que es imperdible, lo es. Ya le preguntaré a mi querida Ahle (@un-candadito) que me explique y me ayude a entender esta parte de la historia.
Acotación al margen (valga la redundancia): quizá para usted, amable lector, sea irrelevante que yo escriba reseñas de teatro o de cine; sin embargo, para mí fue importante reconectar con el séptimo arte como parte de un proceso de sanación mental que vengo trabajando desde hace poco más de año y medio. Terapia, que le llaman, y este avance me tiene contento y quise contarle.
Y, bueno: ya me fui.