Los últimos seres humanos

Es el año 2123 y la Tierra está prácticamente destruida a causa de las continuas guerras y las pestes que han asolado a la humanidad.

Diana y Bernardo creen ser los últimos habitantes del Circuito 13, sin embargo, pronto se dan cuenta de que no están solos y se enfrentan a las posibilidades que plantea el encuentro con el Otro.

Esta mirada apocalíptica sobre el futuro de la humanidad se aleja de las visiones hollywoodenses, misma que plantea Sergio López Vigueras en La luz del otro

“Ya hemos visto mucho ese tipo de ejercicios, nosotros nos interesamos más bien en poner a los personajes en una situación existencialmente al límite, en qué lugar y ante qué perspectiva te pone a pensar que eres el último hombre y la última mujer sobre la Tierra.

“Muchas películas nos presentan paisajes sin gente ni vegetación, o el desierto a la Mad Max, pero no quise quedarme en esa fantasía contemplativa, sino buscar reflexionar sobre cómo activar en el presente algo para movernos en contra de esa dirección”.

El dramaturgo explica que la puesta en escena se trata de un reflejo de cómo el ser humano demuestra que es incapaz de revertir el curso de sus propias acciones.