Era el «albazo» que daba el jorobadito José, pidiendo todos los días, a las cinco de la tarde, una taza de té, costumbre que tenía, como todos los del pueblo, desde cuando su madre vivía, de tomar a las cinco una taza de té. ¡Ccoru José, Ccoru José, es hora de tomar el té! ¡Ccoru José, Ccoru José, es hora de tomar el té! En las casas que él visitaba, cantaba y cantaba con fe y Ccoru José, Ccoru José recibía cantando su taza de té. I 17 19