Todos los días, a la hora de la comida, la pequeña Sofía comía sólo la carne y decía: —¡Mami, ya me llené de verduras!
Todos los días, a la hora de la comida, la pequeña Sofía comía sólo la carne y decía: —¡Mami, ya me llené de verduras!
—Pero, ¿cómo? si no has comido ninguna... No habrá otra cosa hasta que te las acabes —contestó Mamá, enojada.
—Pero, ¿cómo? si no has comido ninguna... No habrá otra cosa hasta que te las acabes —contestó Mamá, enojada.
So fía
stó,
y has ta l lor
ole
ó.
m se
ó a la mesa, le peg
pateó la silla
So fía
stó,
y has ta l lor
ole
ó.
m se
ó a la mesa, le peg
pateó la silla
—Pero si ya me llené de verduras —insistió.
—Pero si ya me llené de verduras —insistió.