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Editorial
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Por: Teresa Rodríguez Fragoso.
Nadie pudo predecirlo y aunque hubo quien, como Bill Gates, nos advirtieron sobre una pandemia, ni lo escuchamos, ni lo entendimos, ni lo creímos. Cuando empezaron a llegar las primeras noticias de China nos sentimos ajenos, como algo que les pasaba a ellos y nada tenía que ver con nosotros. Así el virus llego a Europa, a América y al resto de mundo sin haber tomado precauciones e insistiendo en que nada nos iba a pasar. Iniciamos el confinamiento pensando que en cuatro o cinco semanas todo volvería a la normalidad. Fue poco a poco que fuimos entendiendo y vislumbrando cómo el virus afectaría todos los ámbitos de nuestra vida.
Los seres humanos no podemos ver o imaginar lo que no conocemos, ni la literatura y cine de ficción superaron esta nueva realidad. Cómo podríamos pensar que un virus iba afectar a el mundo entero arrollando a la economía, las industrias, los sistemas de salud y de educación… cambiando totalmente nuestro estilo de vida, hábitos y costumbres. Entendiendo que la pandemia continuará y por tiempo indefinido, decidimos hacer un esfuerzo y hacerles llegar un nuevo número del Guardián de los Muertos, en el que abordamos los diferentes aspectos que involucran el trabajo funerario frente a la pandemia y cómo lo ha afectado y modificado. Queremos llegar a tus manos para que sientas que te acompañamos, aún en la pandemia. GM