Jugando con Anomalias - Columbia 2016

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Jugando Con AnomalĂ­as


Este libro fue realizado gracias a la colaboración de:

Bogotá, Colombia. Todos los derechos reservados. Impreso en Bogotá en junio de 2017 Primera Edición. Ninguna parte de este libro puede ser usada o reproducida sin permiso escrito por parte de los dueños intelectuales del material. Aplica para todos los casos excepto para reseñas o críticas.


JUGANDO CON ANOMALÍAS

Ejercicios lúdicos para la co-creación del espacio COLUMBIA GSAPP Advanced Architecture Studio Giancarlo Mazzanti & Carlos Medellin


Índice

1 Una Aproximación Lúdica al Espacio

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Introducción 10

2 Reglas de Juego

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3 Ejercicios Lúdicos en Nueva York

67

5 Resultado del encuentro

217

4 Ejercicios Lúdicos en Barranquilla

117

Conclusión 294


ÍNDICE Introducción Resumen _ 11 Presentación _ 12 Mapa de actores _ 16 Palabras clave_ 18 Definición de conceptos base _ 19 Giancarlo Mazzanti: de la construcción comunitaria al Juego _ 22

Lugares Sagrados _ 74 El grafiti, un lugar imaginado _ 76 El voyerismo como un lugar _ 78 Lugares sonoros _ 80 Más lugares dentro de lugares _ 82 Lugares múltiples _ 84

Nicolás Paris: Ejercicios para pensar espacios o hacer lugares _ 86

Del Homo Faber al Homo ludens _ 30 Espacios para los otros _ 35 Tácticas para co-crear espacio _ 40

Ejercicio No.2 - Juguetes para los otros _ 91 El Confesionario, un armario lleno de secretos _ 92 El cubo collage _ 96 La Máscara: el mundo dentro y fuera _ 100 Tú hablas, yo dibujo _ 104 El collage de la ciudad _ 108 Reflejando la ciudad _ 112

2. Reglas de Juego

4. Ejercicios lúdicos en

1. Una Aproximación

Lúdica al Espacio

La meta: Capital Social _ 47 Herramientas _ 52

Geografía Urbana: Desarrollo más local _ 60

3. Ejercicios Lúdicos en

Nueva York

Columbia GSAPP Advanced architecture studio - Línea de tiempo _ 68 Los otros, ejercicios lúdicos 1 y 2 _ 70 Ejercicio No.1 - Los lugares para los otros _ 73

Barranquilla

El lugar: Barranquilla ciudad dual _ 118

Jaime Abello: Barranquilla sabe cantar y trabajar _ 123 Mirtha Buelvas: Barranquilla un espacio en el Caribe _ 127 Jaime Pumarejo: La ciudad del río _ 133 Sergio Montero: Entre datos y teorías _ 142


EL CAMPO DE JUEGO: Barranquilla Septiembre 2016 _ 155 A. Delimitando las técnicas de juego _ 156 i. Observar y participar en las prácticas cotidianas _ 157 ii. Dialogar con saberes locales _ 160 iii. Construir ideas y darle la voz al ciudadano _ 163 Construcción de los juguetes: noche de trabajo _ 166 Uso de los dispositivos: La Feria del juguete _ 170

El proyecto: la arquitectura como mecanismo de interacción _ 235 El FACSÍMIL, Un edificio cívico para el re-encuentro _ 236 APRENDIENDO DE LA COMIDA, Centro de investigación en salud _ 246 LOS MELLIZOS, Un lugar para un nuevo tipo de cultura _ 253 NODOS DE INTERCAMBIO, Secuencias de velocidad y multiplicación del uso _ 260 ROLAR EL CUBO, un juego de roles _ 267 PARQUE DE LOS ARROYOS, construyendo con la naturaleza _ 274

Quilian Riano: ¡Juegos! _ 184

Alejandro Echeverry: Medellín re escribe sus barrios_ 281

EL CAMPO DE JUEGO: Nueva York Octubre 2016 _ 193

Un nuevo imaginario urbano _ 289

B. Reconociendo el campo de juego _ 194 i. Seis conceptos que nos definen su cotidianidad _ 197 ii. Una narrativa que consolida las experiencias relatadas desde la perspectiva local _ 201 iii. Seis deas construidas a través de los juguetes _ 204

Conclusión: la traducción como

táctica para la co-creación de lugares

Un proceso más que un resultado _ 295

Créditos

5. Resultado del encuentro Bibliografía Ejercicio No.3 - El edificio público _ 218 Estrategia transformadora _ 219 Entre el diseño y las políticas públicas, SEIS SECRETARÍAS _ 222 Área de Intervención y sus características _ 224

Raymund Ryan: The Play´s The Thing _ 232


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INTRODUCCIÓN

Información del Capítulo Resumen Índice Presentación y mapa de actores Conceptos clave


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Jugando con anomalías: ejercicios lúdicos para la co-creación del espacio, es parte de un proceso de exploración colectiva que busca generar nuevas formas de producir espacios de manera colaborativa a través del establecimiento de redes y experiencias lúdicas. Este libro narra la experiencia de un Taller Avanzado de Arquitectura organizado junto a un grupo de estudiantes de la Universidad de Columbia (EEUU), en el que tuvimos la oportunidad de aplicar algunos de estos procesos colaborativos de vivencia, apropiación y producción del espacio en Barranquilla, Colombia.

Resumen

El libro se estructura en cinco partes: (1) un marco conceptual que resalta la experiencia lúdica como oportunidad de creación de un lenguaje que propicie el diálogo entre los diversos actores que habitan un espacio; (2) unos protocolos de juego que permitan aproximarse al espacio buscando generar puntos de encuentro para establecer metas comunes entre los actores, (3) y (4) una narrativa desde la perspectiva del encuentro 2 ciudades ( Nueva York y Barranquilla ) bajo ejercicios lúdicos de exploración, análisis y diseño, donde buscamos ilustrar los detalles del proceso desarrollado y (5) por último los resultados de este taller como un estudio de caso que explora y propone una serie de proyectos arquitectónicos que vemos como oportunidades urbanas de entendimiento y encuentro entre el diseño y los ciudadanos. A su vez, estas partes se complementan con una serie de textos elaborados por diferentes expertos, que se entremezclan con la narrativa principal y amplían los conceptos teóricos, espaciales, metodológicos y socio-culturales que experimentaron los estudiantes. Este libro (juguete) está construido como un diálogo en el que cada uno de sus capítulos (piezas) tiene un lenguaje diferente: lenguajes que se construyen a partir de la coexistencia de diferentes idiomas, culturas, perspectivas, disciplinas, experiencias. Estas múltiples dimensiones de traducción (técnica) colaborativa que se mezclan en el libro incluyen al lector (un jugador más) que, mediante la lectura e interacción con el libro, da sentido al recomponer las piezas creando nuevas narrativas (jugar).


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“El motivo de la arquitectura, más que satisfacer la necesidad ( la belleza, la emoción ) es alentar a la gente a comportarse , mental y físicamente , de modos que antes habría creído imposible” – Cedric Price.

El presente proceso de experimentación es una iniciativa desarrollada por el estudio colombiano de arquitectura El Equipo Mazzanti (Giancarlo Mazzanti) y horizontal (Carlos Medellín), como una búsqueda de nuevas ideas para reflexionar y producir urbanismos sostenibles e incluyentes, en los que la infraestructura pública juegue un papel fundamental como lugar de encuentro y participación ciudadana. Esta visión compartida e impulsada al ámbito académico por la escuela de Arquitectura de la Universidad de Columbia en Nueva York, en cabeza de Amale Andraos, su directora, compone un diálogo que establece puntos de encuentro y exploración dentro del marco académico. De este diálogo e intereses compartidos nace un Taller de Arquitectura avanzada que tiene como lugares de estudio las ciudades de Nueva York (EE.UU) y Barranquilla (Colombia) y que junto a sus 12 estudiantes (Ayes-

Presentación

ha Ghosh, Brigitte Lucey, Chuxue Wang, Dasylva Bolton, Keren Bao, Rui Guan, Ruomeng Wang, Siyu Zhang, Yuyang Wang, Zhe Cao, Zhengmeng Dong y Zhengyang Yue) y el asistente de clase (Felipe Robayo), inicia

un proceso que encuentra en el territorio de estudio un campo de juego, en el que el principal objetivo es conocer, explorar y usar ambas ciudades como laboratorios vivientes, donde el estudiante a partir de la experimentación, la especulación y su vinculación y conocimiento en los procesos y redes que componen el lugar, producen nuevas aproximaciones al proyecto arquitectónico, estableciendo un lenguaje común de interacción con habitantes, instituciones, tradiciones, deseos, aspiraciones e imaginarios locales. Este taller sirvió a su vez como catalizador en el establecimiento de una serie de redes colaborativas que permitieron el trabajo con-


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junto entre un grupos de actores colombianos (Findeter, Gobernación del Atlántico, Alcaldía de Barranquilla, Cámara de comercio de Barranquilla, ANDI, Puerto de Barranquilla, Pro-Barranquilla, Casa del Carnaval, Puerta de Oro, Universidad del Norte, EAFIT, Universidad de los Andes, Geografía Urbana, ciudadanos de Barranquilla) e internacionales (GSAPP Columbia, Parsons School of design. Cooper Union, Huffington Post, Van Alen Institute, Carnegie Museum, entre otros…) consiguiendo una experiencia enriquecedora en el diseño e implementación de herramientas, que surgieron a partir del mutuo entendimiento y del diálogo con el lugar y sus relaciones sociales, culturales y económicas. Igualmente, el valor de la participación de diferentes colaboradores académicos quienes aportan valiosos argumentos teóricos sobre la ciudad, y que mediante el ejercicio de estudio pretenden más que quedarse en teorías, aplicarse al contexto local, logrando una reciprocidad entre teoría y práctica. La filosofía de trabajo anteriormente descrita explica el enfoque del Equipo Mazzanti en el desarrollo de proyectos en zonas deterioradas de bajos recursos, lugares donde la implementación de proyectos educativos y culturales ha sido punto de partida para transformaciones que superan al edificio y se reflejan en la comunidad. El objetivo es apostar por proyectos que propicien la transformación urbana, logrando que la inversión pública inicial se multiplique; proyectos que se constituyen como medios de inclusión social que ayudan a mejorar la calidad de vida y la competitividad económica, promoviendo una sociedad más justa y sostenible desde la arquitectura. Este interés por apostarle a proyectos que parten con presupuestos limitados y que pretenden la consecución de edificios notables de carácter público han sido el germen para la creación de horizontal, una fundación que nace como una iniciativa que tiene como objeto principal liderar la producción, divulgación e implementación de estrategias espaciales colaborativas, en búsqueda del desarrollo de capital social local y hábitats sostenibles, tanto en zonas rurales como urbanas local e internacionalmente. Este libro es entonces una invitación a extender nuestra perspectiva más allá de las buenas prácticas en la construcción, cánones estéticos o funciones preestablecidas por la arquitectura, para abrir un debate sobre la necesidad del desarrollo de metodologías enfocadas en es-


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tablecer nuevas formas de uso entre el ser humano y su entorno, produciendo organizaciones materiales abiertas que mediante la consolidación de las redes sociales que habitan y viven el espacio, propician una serie de experiencias lúdicas que favorecen los intercambios, generando consensos y alentando experiencias dinámicas y colaborativas. Queremos explorar los posibles roles que el arquitecto y la arquitectura juegan hoy en día, potenciando una actitud lúdica como agente de cambio: mediante el uso del juego y la re-valoración de la anomalía pueden abrirse oportunidades para la construcción de espacios actuantes que susciten nuevas formas de habitar. Es mediante la experimentación con espacios y programas anómalos, heterotópicos y contrapuestos; que puede superarse una actitud funcionalista basada en la eficacia; acercándonos a la experiencia de ser espacialmente arriesgados, cambiantes y diversos. Este libro es un contenedor de encuentros y diálogos desde diferentes perspectivas, experiencias, idiomas, que permiten al lector generar una narrativa propia en la aproximación a los diferentes capítulos, y reconstruir e imaginar diferentes acercamientos hacia el proyecto arquitectónico como activador del lugar y generador de memorias y significados. La arquitectura como oportunidad para la consecución de ideales o deseos, el mejoramiento de la calidad de vida y el fortalecimiento de la competitividad económica de los habitantes de un contexto específico, potenciando así la inclusión social. Los proyectos resultantes de estas experiencias lúdicas en el campo de juego, evidencian un trabajo que desde el uso de juguetes de interacción, les permitió entender y relacionarse con el otro entendiendo sus dinámicas sociales y culturales así como aproximarse y potenciar las políticas públicas que están siendo desarrolladas por las autoridades de Barranquilla, creando nuevos modelos de intervención en situaciones reales emergentes mediante la arquitectura, el diseño urbano y el paisajismo.



H udso

n

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BIG

Kai-Uwe Bergmann

Scape

Kate Orff Silvia Vercher

Office for Political Innovation

Universidad de Amsterdam Adeola Enigbokan

Universidad de Warwick Nerea Calvillo

o

Andres Jaque

P. Rahm Architects Paris

nARCHITECTS Mimi Hoang Eric Bunge

Philippe Rahm

SO-IL

Jing Liu

Nueva york

Entresitio

o nt

ic

é a no

Raymund Ryan

á

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Carnegie Museum

At l

O

Pittsburgh

María Hurtado Leslie Gill Ignacio Gonzalez Steven Holl

Parsons School of Design

Quilian Riano

Huffington Post

Roslyn Bernstein

Van Alen Institute

David Van der leer

Cooper Union Nader Tehrani

Columbia University GSAPP GSAPP Staff Amale Andraos Danielle Smoller Sonya Marshall Juan Herreros Enrique Walker Weiping Wu Marcela Tovar Iben Falconer Steffen Baodekker Malwina E. Lys-Dobradin Tito Gunner Mark Taylor

GSAPP Students Dasylva Bolton Chuxue Wang Brigitte Lucey Ayesha Ghosh Ruomeng Wang Zhengyang Yue Zhengmeng Dong Keren Bao Rui Guan Zhe Cao Siyu Zhang Yuyang Wang


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Alcaldía Distrital de Barranquilla

Universidad del Norte

Diana Acosta Alma Solano Joao Herrera Juan José Jaramillo Gonzálo Baute Karen Abudinen Alberto Salah Jaime Pumarejo Ricardo Vives

Puerta de Oro

Carlos Acosta

Manuel Moreno Fabian Amaya Raul Perez Guillermo Castillo David Hasbún Rocio García Margarita Sáenz Sheyla Raish Luz Adriana Calle

Jaime Abello Mirtha Buelvas

Carlos Bell Antonio Celia Alex Quessep

Casa del Carnaval

a

Carla Celia Ana María Osorio Elias Torné

Alfredo Morales

M

La Rueda de Cumbia

Humberto Jaraba

a r

a Barranquilla Galapa

Carrozas del Carnaval Rubiel Badillo

Máscaras del Carnaval

Cartagena

Puerto de Barranquilla

René Puche

ANDI

Alberto Vives

ProBarranquilla

Embarcación “La Mita”

Ana María Badel

Cámara de Comercio Barranquilla

María José Vengoechea Jorge Bermúdez Yalmar Vargaz

a

José Francisco Llanos Ojeda Faride Meola Martínez Luis Demetrio Llanos Javier Enrique Llanos

Gobernación del Atlántico

Eduardo Verano de la Rosa Liliana Borrero Cecilia Arango Marcela Davila

Lourdes Lacouture Susana Pupo

g d a l e n

Museo Torito Ribereño Alfonso Fontalvo Torres

M

O c é

a

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URBAM - EAFIT

R í o

Josefina Cassiani

C

Findeter Regional Caribe

Los Zapatos

Néstor Mathieu

Sabores del Carnaval

r i b e

Findeter

Lenka Buckova Laura Ramírez Ana María Veloza

Alejandro Echeverry

Nicolas Paris

Geografía Urbana

i c o P a c í f

Juan Francisco Rodriguez Alejandro Rodriguez

Medellín El Equipo Mazzanti

Bogotá

Giancarlo Mazzanti Carlos Medellín Felipe Robayo Juana Salcedo Enrique Cavelier Mariana Bravo Maria Luisa Sanin María Mazzanti Angela Parra

Universdad de los Andes Sergio Montero


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Antes de abordar las temáticas de este libro, creemos oportuno establecer un lenguaje común con el lector, de modo que este pueda contextualizarse y apropiarse de los contenidos, haciéndose parte de la red.

Palabras clave: Fuente: Real Academia de la lengua española (Real Academia Española, 2014)

Adaptabilidad: cualidad de adaptable (adaptar: acomodar, ajustar a otra cosa.). Estrategia: en un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento. Flexibilidad: cualidad de flexible (flexible: susceptible de cambios o variaciones según las circunstancias o necesidades). Inacabado: sin acabar.

Un glosario de términos y protocolos

Diccionario:

Inestable: no estable. (estable: que permanece durante mucho tiempo). Interacción: acción que se ejerce recíprocamente entre dos o más objetos, personas, agentes, fuerzas, funciones, etc. Intercambiar: hacer cambio recíproco de una cosa o persona por otra u otras. Intercambio: reciprocidad e igualdad de consideraciones y servicios entre entidades o corporaciones análogas de diversos países o del mismo país. Limitar: acortar, ceñir. Operatividad: capacidad para realizar una función. Público: accesible a todos. Significado: sentido de una palabra o de una frase. Transformación: acción y efecto de transformar (transformar: hacer cambiar de forma a alguien o algo).


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Definición de conceptos base: Anomalía: Entendemos la anomalía como cambios, desviaciones de lo que es normal, natural o previsible. Estos cambios dentro de un sistema, requieren condiciones diferentes, que producen nuevas dinámicas de interacción. Apropiación urbana: El término ligado a la psicología social, consiste en la creación de vínculos entre el habitante y su entorno construído, en este caso la ciudad. “Desde este punto de vista, la apropiación es entendida como un mecanismo básico del desarrollo humano, por el que la persona se “apropia” de la experiencia generalizada del ser humano, lo que se concreta en los significados de la “realidad”.¨ (Vidal y Pol. 2005, Diciembre) Co-Creación: Creemos en esta como un proceso abierto de desarrollo conjunto, de ideas, proyectos, objetivos, etc. concebido y realizado entre todos. Consenso social: Establece el completo acuerdo entre un grupo social. Dinámicas sociales: Son todas aquellas actividades o interacciones ejercidas por individuos o grupos de individuos en su entorno. Estas incluyen desde actividades socialmente aceptadas, como aquellas que muchas veces ocurren en el anonimato o fuera de la norma. Espacios dialógicos: “Las relaciones entre personas no pueden reducirse a modelos científico-técnicos, que como las matemáticas, la geometría o la lingüística “técnica”, no tienen en cuenta la naturaleza compleja, a la vez científica, estética y ética de nuestras relaciones humanas sociales.” “Recordemos que si estas relaciones, son dialógicas o no, y en qué sentido lo son, o sea, a qué organización cronotópica entre sujetos y objetos responde, no es algo irrelevante, si no que es esta distinción la que determina diferencias culturales, sociales y vitales totalmente distintas” (Muntañola, 2010) Heterotopías - contra espacios: Las heterotopías o contra espacios, son aquellos lugares que definen una nueva sensibilidad hacia el espacio, otorgando nuevos y más amplios significados a lugares tradicionalmente ignorados, olvidados o simplemente dejados de lado por la modernidad. Homo Faber: La concepción del hombre como Homo Faber corresponde a la visión del filósofo francés Henri Bergson que lo emplea en la Evolución creadora (1912) dónde lo define como el hombre que fabrica, que produce, refiriéndose a la capacidad del hombre de crear objetos artificiales.


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Homo Ludens: Definido por Johan Huizinga como el hombre que juega. La expresión señala la importancia de jugar en el desarrollo humano, destacando esta acción como consustancial a la cultura humana. Desde la arquitectura implica una distancia del pensamiento y producción funcionalista, que caracterizaría la modernidad, y en la que los espacios nacen sometidos a reglas y estéticas pre definidos, abriendo paso a una arquitectura que se configura mediante la aplicación del juego, como respuesta a las necesidades de la gente, siendo un proceso vivo más que un objeto finito. Horizontal: Se entiende como las relaciones equivalentes y equilibradas que se establecen entre individuos, comunidades, entidades, lejos de jerarquías y hegemonías. Inclusión social: Son acciones dirigidas, para que los grupos que han sido social e históricamente excluidos por sus condiciones de desigualdad o vulnerabilidad, puedan ejercer su derecho a la participación y sean tenidos en cuenta en las decisiones que les involucran. Lo formal y lo informal: Nos referimos a situaciones, espacios, acciones que están normalizadas y en dados casos legalizadas, y a aquellas que sobrepasan esos límites. Vemos en esta relación dual la oportunidad de encontrar puntos intermedios que desdibujen los límites y abran paso a nuevas dinámicas desde las que puedan desarrollarse proyectos arquitectónicos. Lo Lúdico: Nos referimos a la capacidad del juego como acción y herramienta de aprendizaje. Los otros: “aquello que es «otro» frente a la idea de ser considerado algo”. Entendemos en el otro dos aproximaciones que se relacionan entre sí: por un lado el reconocimiento del otro como diferente al Yo, por otro el reconocer desde lo no hegemónico, es decir separándose de actitudes de estigmatización y/o condena. Lo performativo: Entendemos por performativa, una relación en la que el espacio no solo aparece, es, si no que se abre a establecer interacciones con quienes lo usan transformando el entorno. Placemaking : El término es usado desde 1970 por arquitectos, paisajistas y planificadores y describe los procesos de creación de espacio público que atraigan a la gente por sus condiciones socio espaciales y físicas. Consiste en un enfoque multifacético para la planificación, diseño y gestión de los espacios públicos. Todo a partir de interactuar y establecer una relación con quienes habitan el espacio y poder mediante esta descubrir sus necesidades y aspiraciones. Esto permite crear una visión común para un lugar, lo que constituye material vital que puede implementarse y convertirse en un estrategia proyectual. “First life, then spaces, then buildings – the other way around never works.” (Gehl, J.2009)


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Políticas públicas: Son los proyectos y actividades que un Estado diseña y gestiona a través de un gobierno y una administración pública, con fines de satisfacer las necesidades de una sociedad. Posibilidad: Vemos en la posibilidad el lugar para lo inesperado. Una apertura para las más diversas manifestaciones y su ocurrencia en el espacio construido. Procesos participativos: Son los instrumentos necesarios para favorecer y potenciar la fase deliberativa y el contraste de perspectivas diferentes, previa la toma de decisiones sobre temas de interés de la comunidad. Sistemas de organización: Son estructuras compuestas por sistemas de interrelaciones que cumplen funciones especializadas y tienen como objetivo la consecución de metas u objetivos. Sostenibilidad social: Se refiere a adoptar valores que generen comportamientos y mantengan niveles armónicos y satisfactorios que miren a sostener un nivel de bienestar social. Transdisciplinar: El enfoque transdisciplinario ha tenido un desarrollo importante en los últimos años; desea ir más allá de la uni-disciplinariedad así como de la multi-disciplinariedad (que enriquece una disciplina con los saberes de otra) y de la interdisciplinariedad (que lleva, incluso, el orden epistémico y metodológico de una a otra). “La idea central de este movimiento no es nueva (Piaget la proponía ya en los años 70 como una “etapa nueva” del conocimiento), su intención es superar la parcelación y fragmentación del conocimiento que reflejan las disciplinarias particulares y su consiguiente hiperespecialización, y, debido a esto, su incapacidad para comprender las complejas realidades del mundo actual, las cuales se distinguen, precisamente, por la multiplicidad de los nexos, de las relaciones y de las interconexiones que las constituyen.” (Martínez Miguélez, 2007)


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Autor: El Equipo Mazzanti - Giancarlo Mazzanti

De la construcción comunitaria al Juego

Este artículo pertenece a SAGE Publications Ltd. Y es publicado gracias a su amable consentimiento.

El trabajo del Equipo Mazzanti se ha centrado en los últimos años en la búsqueda de la construcción de una arquitectura que propicie nuevas formas de apropiación y comportamiento entre las personas que usan nuestros edificios, la arquitectura se convierte de esta manera en un mecanismo de inclusión social, una estructura abierta que permite múltiples formas de uso y disfrute. ¿Cómo adelantarnos a las formas de usos y propiciar otras maneras que no están previstas por el arquitecto? ¿Cómo un edificio puede ser en sí mismo un mecanismo de aprendizaje y descubrimiento? Estas son algunas de las preguntas que hacemos antes de diseñar un proyecto y este texto recoge algunas de estas preguntas o intereses, el para qué y por qué estamos haciendo la arquitectura que proyectamos. Para nosotros cualquier estructura tiene el potencial de ser un espacio educativo que impulsa nuevas formas de conocimiento y de información. Todos los espacios son propicios a ser lugares lúdicos, de aprendizaje y de interacción social. Consideramos que el diseño de la arquitectura debe servir a la educación y no ser exclusivamente una cuestión de resolver la forma y función de un edificio en particular. Creemos que el valor de la arquitectura no sólo radica en sí misma si no en lo que produce, en sus capacidades performativas más que en sus capacidades representacionales, es por esto que nos interesa una arquitectura que quede definida por lo que hace y no solo por su sustancia. Nos interesa inducir acciones, acontecimientos y relaciones; lo que nos permite desarrollar formas, patrones u organizaciones materiales abiertas que actúan en la construcción de acciones sociales; no como en la aplicación de esquemas funcionales autoritarios, si no como propiciadores de nuevas relaciones cotidianas; una arquitectura capaz de provocar comportamientos y vínculos nuevos, alentando a la gente a comportarse de modos que antes habría creído imposibles. Hacemos arquitectura con arquitectura. Usamos y estudiamos los elementos tradicionales que la componen, como puertas, ventanas, columnas, etc, pero nuestro interés no está sólo en la arqui-


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tectura misma para ser estudiada y valorada por otros arquitectos o críticos expertos; nos interesa los comportamientos colectivos y lo que ella es capaz de propiciar después de construida y cómo las comunidades se apropian y usan estas infraestructuras para mejorar sus relaciones y calidad de vida. Los edificios que planteamos pretenden convertirse en un medio de inclusión social, que mejore los factores de calidad de vida y competitividad económica en medios deteriorados y de pobreza en Colombia, de esta forma se busca promover el bienestar social y construir una sociedad más justa, libre y sostenible desde la arquitectura. “El fin último de la arquitectura es construir bienestar social”- Cedric Price Dos simples indicadores nos permiten algunas veces entender el éxito de nuestros proyectos; el primero es la apropiación y el segundo la libertad de usos que se evidencia en la manera en que el edificio propicia actividades humanas previamente inimaginables. Buscamos que el usuario pueda ser un agente creativo, pretendemos que nuestros edificios sean sugerentes y abiertos a la apropiación mental o física del usuario (no como máquinas funcionales basadas en la eficiencia). Para lograr ese fin dejamos partes indeterminadas, inacabadas, vacías, sin uso, etc; lo que permite ocupar o usar los edificios de maneras inesperadas o ser transformados por el usuario como una obra abierta. Esto quiere decir que producimos una arquitectura que se relaciona más con las instalaciones de arte contemporáneo, que necesita de un usuario actuante, en vez de la construcción de piezas escultóricas como en la modernidad, que necesita del usuario para observar y contemplar el objeto. Creemos en una práctica profesional libre de predeterminaciones y dogmas, abierta y respetuosa. “Una Alfombra de nieve puede ser una cama o convertirse en una silla “– Jonathan Hill La revolución industrial produjo una arquitectura basada en la eficacia y en lo que los arquitectos llamamos de máxima funcionalidad, dejando al usuario como un ente gobernado y controlado por un uso específico, por una máquina eficaz sin posibilidades. Esto dejó de lado otras formas de usar y explorar los edificios en donde el juego y la lúdica podrían cumplir un rol más liberador e imaginativo. En la modernidad el discurso fue auto-reflexivo, y desarrolló un estilo universal definido por cánones específicos cerrados. ¿Cómo construir una arquitectura más abierta y en donde el usuario sea un agente creador? “Una casa es una máquina para vivir. (...) La casa debe ser el estuche de la vida” -Le Corbusier


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Nuestros proyectos pretenden ser instrumentos que generen intercambios espaciales, sociales y ambientales. Buscamos una arquitectura basada en configuraciones abiertas y adaptativas; una práctica que opera en y entre el mundo de las cosas animadas e inanimadas. Esta instrumentalidad no es producto de la eficacia funcional, si no un lugar para la intermediación entre los proyectos y la complejidad del mundo de hoy. Procuramos generar configuraciones que logran estimular o facilitar nuevas, diversas, y contradictorias actividades en un mismo tiempo y espacio. Dinámicas que multipliquen e intensifiquen la diversidad y contradicción existentes. Sin buscar disolver estas diferencias, nos interesa intensificarlas y generar posibilidades de convivencia dentro de las mismas. Lo que se ha perdido y lo que queremos reivindicar Nos interesa pensar que además de establecer arquitecturas basadas en la resolución de espacios pensados desde el hábito, nos preguntamos cómo podemos pensar en una arquitectura capaz de propiciar otras formas de relacionarnos, acontecimientos e interacciones que actúen en la construcción de relaciones humanas inesperadas y libres . ¿Qué pasaría si el diseño se pensara como un catalizador de ambientes donde la arquitectura aprende a ser un evento, donde el arquitecto aprende a comunicarse, y donde el habitante aprende a tener el control y se construyen nuevas formas de habitar? Creemos que opciones proyectuales definidas desde el juego y la lúdica permitirían abrir las formas de uso del espacio desde una perspectiva de libertad y creación del usuario. Se podrían establecer nuevos espacios heterotópicos como los que definió Foucault, espacios diferentes que permitan una liberación, espacios cercanos a la fiesta, al evento, espacios anómalos y vacíos que activen otras relaciones sociales; situaciones como patinar en la Biblioteca, como lo planteaba B. Tschumi en alguno de sus escritos, que activen nuevas negociaciones sociales. El mundo contemporáneo cambiante e inestable podría usar el juego y la lúdica como una herramienta que puede conceder al individuo un mayor control sobre el espacio. Dicha herramienta al servir como detonador de comportamientos y situaciones anómalas, nuevas e insospechadas, podría tener el poder de provocar nuevas respuestas culturales y políticas al catalizar las transformaciones y relaciones sociales. El valor del juego El valor del juego, la lúdica o la anomalía entre otros, radica en la construcción de momentos de interacción, capaces de detonar relaciones humanas diferentes a las determinadas en el espacio cotidiano y funcional; en donde hay juego hay también significado. Para


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los participantes jugar tiene trascendencia e implicaciones, bien sea por las enseñanzas que surgen de él o por la alteración del momento vivido. Es de este modo, que el valor del juego puede estar realmente en ese significado que le dan los jugadores. Jugar es entonces un acto de experiencia por operación, donde la esencia es el efecto que genera en quienes participan, abriendo y permitiendo experiencias entre personas o comunidades que por lo general no se relacionarían, ya que simplemente estarían usando el espacio de forma autómata. Dependiendo de la magnitud, compromiso o cuan absorbente sea la actividad implícita en el juego o actividad grupal, varía el efecto en las personas. En algunos casos se puede usar para propiciar la mejora de la salud física, la identidad social o la percepción propia. El juego es, en general, psicológica o socialmente eficaz, en la medida en que los jugadores se apropian del evento obteniendo satisfacción propia y entretenimiento y haciendo que se establezcan lazos sociales y comunitarios. El proyectar arquitectónico es pensado como un conjunto de operaciones y reglas puestas en contexto. A través de una estructura libre y abierta que soporte a la arquitectura, se proporciona una nueva comprensión de su condición contemporánea. El cómo actuar, cómo moverse o cómo trabajar, puede ser constantemente redefinido por el individuo o la comunidad. El resultado es un impacto social que promueve el desarrollo de intuiciones, comportamientos y técnicas que permiten al usuario interactuar de diversas formas en el contexto dado. Los edificios son en este sentido estructuras funcionales y abiertas a diversas vías de interpretación y su uso queda definido por los habitantes. Al entender el jugar, no sólo como una actividad ociosa, sino como un evento complejo que es soportado por un sistema de operaciones y reglas, tiene paradójicamente la capacidad de transformar contextos o relaciones humanas auto-reguladas. El jugar es entonces un elemento común, que encuentra su valor real al ser capaz de transformar los contratos y visiones sociales ya establecidos Reivindicar lo lúdico como un instrumento generador de arquitecturas que no sirvan solo como solucionadoras de problemas, si no como una actividad facilitadora de fantasías y creadora de oportunidades. El redefinir contextos e imaginarios, sean físicos, culturales o sociales son el fin que se busca, y las reglas son el medio; estrategias y exploraciones operativas que guían al jugar y a la arquitectura hacia dicho fin lúdico. Desde esta perspectiva, la arquitectura y el juego, como fenómenos sociales y operativos tienen relaciones cercanas que se encuentran en una paradoja. Son estructuras regidas por


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reglas y normas, que al ser apropiadas, entendidas y usadas, permiten redefinir contextos predeterminados por dichas reglas y normas. La arquitectura como obra abierta Nuestros edificios buscan abrir y ampliar las relaciones humanas y comunitarias. Dentro de esta perspectiva de juego y lúdica usamos algunas estrategias que permiten la apropiación y la libertad de usos y acciones. Nos interesan conceptos como: • La Anomalía espacial y formal: Por su condición de ruptura y la manera en la que propicia comportamientos impredecibles e inimaginables, el espacio se vuelve un mecanismo de improvisación inestable, que trae consigo nuevos comportamientos al romper rutinas y hacer que cada usuario actúe diferente. • El Vacío sin uso específico: se define como el lugar de lo impredecible, abierto a la apropiación y el cambio. • La Intercambiabilidad material (artefactos móviles): Propicia la opción de cambiar de uso y condiciones, multiplicando las acciones y relaciones humanas, el espacio es definido por los grupos de usuarios. • Lo Inacabado: Permite que sea el habitante quien lo vaya terminando o transformando; es una estructura abierta que se seguirá adaptando en el tiempo. • Lo Inestable: Permite el cambio y la adaptabilidad, todo lo previsto inicialmente puede cambiar, las diferentes generaciones de habitantes lo van adaptando a sus necesidades y cambios. Más que una arquitectura acabada y cerrada planteamos el desarrollo de sistemas abiertos y adaptativos; compuestos por protocolos, anomalías, juegos, módulos y patrones de asociación entre otros, capaces de adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas o programáticas. Esta estrategia genera más que solo edificios, pues crea estructuras materiales dispuestas a crecer, cambiar y adaptarse según circunstancias particulares o temporales. Una arquitectura que admite cambios, accidentes e intercambio, pensada más como un método que como una forma permanente y que existe en virtud de su capacidad de variación y de su disponibilidad para los habitantes. Cuando hacemos los primeros dibujos de un proyecto siempre nos preguntamos qué queremos propiciar o multiplicar en el uso de un edificio, además de lo que el cliente o el programa nos indica como fin único. Buscamos generar relaciones comunitarias y acciones humanas diversas y multiplicarlas lo máximo que nos sea posible, esto se hace visible en los siguientes proyectos: • Colegio de Marinilla: Además de ser una infraestructura educativa, es un lugar de intercambio de flores en donde lo doméstico sale a lo público para ser usado por la ciudad; hamacas, mecedoras y mallas para ser sembradas de orquídeas, se disponen para que el usuario las termine y se identifique con ellas. El proyecto está localizado en una ciudad reconocida por las flores y el conversar como característica de su cul-


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tura, haciendo que la casa sea calle y la calle sea una gran sala . • Biblioteca de los Libertadores: El edificio además de ser una estructura de estudio es un lugar para brincar, dormir y comer. A través de la inclusión de membranas de circo se propone usar el espacio de la biblioteca de otra forma. El uso de las bibliotecas y las relaciones entre usuarios ha cambiado permitiendo que no sea sólo el lugar en donde se almacena la información y se estudia en silencio, si no que se han convertido en lugares de interacción social con multiplicidad de situaciones. • Colegio Anglo-Colombiano: El edificio se construye a través de formas cóncavas y convexas en los pisos y el los techos. Estos espacios anómalos multiplican las formas de uso, por ejemplo en la cubierta, una concavidad puede ser un auditorio que después se inunda de agua para ser una piscina refrescante. Por su parte una convexidad se convierte en una estantería de libros por donde se puede caminar sobre ellos para encontrar el libro deseado o en un sofá comunal para dormir y oír cuentos o historias de otros. La forma y tamaño de las aulas de clase las definen los estudiantes y sus actividades grupales, los muros son grandes cortinas acústicas y térmicas que hacen del espacio un lugar flexible y expansivo. Los proyectos anteriormente descritos entre muchos otros del Equipo Mazzanti, buscan descubrir otras formas de uso y relaciones en la arquitectura: descubrir es sorprenderse, que sirve como detonante de formas de aprendizaje e intercambio entre los humanos. Este podría ser otro objetivo de la arquitectura: que a través del juego se abre a la idea de un espacio no controlado y vigilado por el dogma de la función arquitectónica y el utilitarismo social de la eficacia. La arquitectura que imaginamos es un laboratorio lúdico basado en la apropiación y cambio de ejercicios sociales. Nuestro objetivo es desaprender la idea de habitar como un lugar cerrado, en donde el control funcional es la base del espacio, para proponer entonces una forma de estructurar la arquitectura desde la interacción social del usuario y no del arquitecto como controlador. Los elementos cotidianos cambian su uso y se convierten en un evento, basado en arquitecturas e intervenciones flexibles y cambiantes acordes a la imaginación del otro.


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UNA APROXIMACIÓN LÚDICA AL ESPACIO


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Información del Capítulo Del Homo Faber al Homo Ludens Espacios para los otros: Heterotopías y Anomalías Tácticas para co-crear espacio


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Del Homo Faber al Homo Ludens

“La civilización surge con el juego y como juego para no volver a separarse nunca más de él.” Huizinga (1990) Jugar es la acción natural de desarrollar una actividad que usualmente está conectada con entretenerse y divertirse. Pensar en jugar nos remite inmediatamente a situaciones de placer, momentos de diversión; recordamos espacios y situaciones, más o menos imaginarias, en las que se desdibuja el tiempo y en la que aparecen los juguetes, accesorios y herramientas con los que se entablan interacciones que promueven la recreación y el disfrute. Jugamos solos o acompañados. Mediante el juego se comparte, se imagina y muchas veces se pretende, se asumen otros roles, se abre nuestra mente y aumenta nuestra disposición, se crean nuevos entendimientos con el otro y con el contexto, alterando la calidad de las relaciones cotidianas. Cuando jugamos construimos otros mundos y nos relacionamos de otras formas. Este reconocimiento de apertura resulta interesante si entendemos el juego más allá de su contexto inmediato, y nos remitimos al valor de lo lúdico, que ha existido con el hombre desde tiempos ancestrales, y con el que queremos rescatar otras formas y dinámicas de entender y relacionarse con el otro en el espacio. Siendo entonces necesario reflexionar sobre la capacidad de la producción arquitectónica en delinear y definir los escenarios en los que se desenvuelve la actividad y vida del hombre. “...sin cierto desarrollo de una actitud lúdica, ninguna cultura es posible”. Huizinga (1990) Jugar es una actividad lúdica natural y libre, presente desde los orígenes de la humanidad en todos los individuos que hacen parte de ella. El jugar es incluso previo al desarrollo de la cultura y ha


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recorrido la historia al lado del hombre. Esta existencia del acto de jugar la encontramos en los niños nómadas que practicaban la recolección como forma de supervivencia; en los juguetes de marfil que se utilizaban en la Antigua Roma y Grecia; en los juguetes de cuerda de la edad media; en la producción industrial de juguetes que aparece en Núremberg alrededor de 1850; como también en las prácticas de juego de pelota, tan populares en las culturas mesoamericanas y en los juguetes precolombinos que recreaban formas animales. Vemos en la historia una larga tradición de la acción de jugar. Es una actividad ligada al ser humano y que nos permite compartir experiencias lúdicas positivas y refuerza la creación de lazos entre quienes participan, cumpliendo un papel vital en el desarrollo, sobretodo en etapas tempranas de la niñez, ya que en esta se ponen en práctica habilidades que promueven el aprendizaje y la maduración. Conjuga lo imaginario, lo individual y lo colectivo, la diversión y recreación que se desarrollan en los espacio arquitectónicos más diversos, nos remiten a la idea de posibilidad. Al jugar nos abrimos a la incertidumbre, a la variabilidad. Dicha observación nos lleva a pensar que donde hay juego hay también significado. Para los implicados en la actividad de jugar, ésta acción tiene trascendencia pues genera experiencias y aprendizajes, de este modo, el valor del juego puede estar realmente en el significado que le dan sus jugadores a lo vivido. Siendo el juego una experiencia cargada de significado, es necesario estimar un gran vocabulario de sensaciones que ayude a comprender las cualidades del jugar: tensión, liberación, reto, esfuerzo, incertidumbre, riesgo, equilibrio, oscilación, contraste, variación y ritmo. Estas características propias del juego se extienden y recorren nuestra cotidianidad, no obstante reparamos pocas veces en ello, olvidando el influjo recíproco entre vida y juego. Suponemos entonces al juego como un medio donde las experiencias previas interactúan, siendo apropiadas, adaptadas y reinventadas por el jugador y adquiriendo un valor relativo a las condiciones y posibilidades de cada participante. Siendo la experiencia del jugador el fenómeno fundamental para el desarrollo de la acción de jugar, existe una relación directa entre el grado con que se involucra el actor y la capacidad de afectación que produce la actividad en la persona o grupo. Dependiendo de la magnitud, compromiso o cuan absorbente sea la actividad implícita en el juego, varía el efecto en las personas, en algunos casos se puede mejorar la salud física, la identidad social o la percepción propia. El juego es en general psicológica y socialmente eficaz, en la medida en que los jugadores se apropian del evento, obteniendo satisfacción y entretenimiento.


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Muchas de las manifestaciones culturales implican o incluyen en sí aspectos lúdicos. Bailar, cantar, intercambiar o incluso coquetear, son actividades sociales que están, en cierta forma, guiadas y soportadas por unas estructuras reguladas, como vimos que sucede en los juegos. La conexión entre el aprendizaje y el juego no es una simple casualidad, es socialmente esencial. En la mayoría de casos el juego es visto como una interrupción o un descanso del mundo ordinario, de las obligaciones diarias, y es allí donde esta actividad puede cobrar un valor liberatorio y detonar situaciones que podemos llamar anómalas. Un ejemplo que ilustra muy bien esta situación es el carnaval, un evento que se remonta a épocas antiquísimas y constituye un espacio en el que se diluyen muchas de las normas cotidianas de etiqueta social y se suspenden comportamientos considerados correctos, abriendo un margen en el que la desnudez, el travestismo y la diferencia se manifiestan sin temor, se crean espacios de libre expresión, auto-cuestionamiento y apropiación. Esta adaptabilidad puede ser tanto estrategia como producto del juego. Cada experiencia lúdica se caracteriza individualmente y a partir de las diversas reglas y recursos disponibles por el jugador, así como de los medios que se empleen en el juego: los juguetes.

El disfraz y el juego de Roles: El Carnaval como uno de los primeros usos lúdicos que se dio a las calles para cambiar de manera efímera el orden de la sociedad.


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El juguete como elemento físico permite y facilita la interacción dentro del juego. Admite una serie de operaciones físico-materiales que posibilitan cambiar el entendimiento del objeto o el contexto que lo afecta. El juego entonces es un evento complejo soportado por un sistema de operaciones y reglas, con la capacidad de transformar contextos o relaciones humanas auto-reguladas y que encuentra su valor real al ser capaz de transformar los contratos y visiones sociales ya establecidos. Entender el valor del juego como fenómeno tanto individual como social, nos ha llevado a desarrollar un interés particular por el jugar como acción de transformación social, y desde allí a explorar los mecanismos lúdicos dentro del espacio, que puedan transformar la práctica arquitectónica. Entendemos la arquitectura más allá de la producción mecánico-material del espacio construído, encontrando que parte vital de su significado, reside en el comportamiento social, que esta puede detonar gracias a su capacidad de actuar más que de representar, produciendo efectos más profundos en el escenario social. La arquitectura tiene la capacidad de propiciar actividades, acontecimientos y relaciones, dando paso a la posibilidad mediante el desarrollo de formas, patrones u organizaciones materiales abiertas que actúan en la construcción de acciones humanas. Consideramos que el fin de la arquitectura no está en la introducción de sistemas autoritarios o netamente funcionales, sino en estimular nuevas interacciones cotidianas, nuevos comportamientos y relaciones, alentando a la gente a comportarse, mental y físicamente de formas que nunca habrían creído posibles. Vemos el uso del juego en la producción y apropiación del espacio, como un lenguaje de traducción y revaloración de la experiencia del habitar, que puede generar nuevas estrategias en el proceso arquitectónico: un lenguaje de interacción. Reconocemos en el juego una cualidad y calidad interactiva que nos resulta interesante en la medida en la que por medio del juguete, como herramienta de exploración, pueden generarse nuevas experiencias lúdicas, canalizando los deseos, necesidades y aspiraciones de quienes la experimentan, propiciando aproximaciones más intuitivas y experienciales a la hora de pensar y producir arquitectura. Una arquitectura flexible tiene la virtud de convertirse en un medio de inclusión social y política capaz de integrar deseos personales y aspiraciones, ayudando a mejorar la calidad de las variables de vida y competitividad económica deterioradas. Esta forma de diseñar se basa en promover el bienestar social, la sostenibilidad y diversidad, desde su propia práctica operativa transformadora.


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Así el rol de Arquitecto se identifica con el Juguetero, siendo este encargado de definir reglas, parámetros y delineando las posibles dinámicas aplicables. El arquitecto propone y crea unos escenarios definidos para ser ocupados, pero más allá de eso busca una reacción en el usuario. Ambos son creadores y los artefactos que proponen implican una acción, un activador y una reacción. Sin embargo este no es más que quién activa el acto de jugar, mostrándonos que no es el autor quien importa si no la transformación que desencadena. La lúdica nos abre una oportunidad hacia una dimensión cocreativa del espacio, valorando una red de participantes que se diversifica, amplía y reimagina los espacios, partiendo de experiencias y conocimientos propios de su uso en el diario vivir. Hablamos de una visión del quehacer arquitectónico en la que la concepción del hombre se separa de la visión de Bergson (1912) Homo Faber, el hombre que fabrica y que produce, y se acerca a la concepción de Huizinga (1990) del Homo Ludens, el hombre que juega. Esta visión desde la arquitectura, implica una distancia de la concepción y producción funcionalista, que caracterizaría la modernidad, y en la que los espacios nacen sometidos a reglas y estéticas pre definidas, abriendo paso a una arquitectura que se configura mediante la aplicación del juego, como respuesta a las necesidades de la gente, siendo un proceso vivo más que un objeto finito. Esta concepción lúdica del proceso arquitectónico implica que mediante la apertura al juego, se pueden delinear espacios diversos, transformadores y dinámicos. La oportunidad y la posibilidad permiten una aproximación adaptable, móvil e inestable; que está cargada de otras dimensiones socio espaciales que favorecen y buscan la apropiación de los usuarios del espacio producido. El juego como lenguaje interactivo puede tener un rol importante en la co-creación de espacios. El uso de un lenguaje común por parte de todos los actores involucrados, refuerza las relaciones comunales, revaloriza los espacios anómalos como lugares forjadores de dinámicas, aspiraciones e imaginarios de ciudad, produciendo espacios adaptables. El espacio se amolda al hombre y no el hombre al espacio.


Espacios para los otros: Heterotopías y Anomalías

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“...Because these places are absolutely different from all the sites that they reflect and speak about, I shall call them, by way of contrast to utopias, heterotopias. I believe that between utopias and these quite other sites, these heterotopias, there might be a sort of mixed, joint experience, which would be the mirror. The mirror is, after all, a utopia, since it is a placeless place.” 1 Foucault (1984) A lo largo de los siglos la relación entre espacio, tiempo, sociedad y política se ha dado de diferentes formas, encontrando en el espacio un lugar para la representación de escalas de poder, formas de hacer y habitar que nos permiten entender la producción arquitectónica y su ineludible relación con quienes la habitan. Es así como pasamos de los espacios jerárquicos y estructurados del medioevo, a un espacio que homogeneizó estructuras urbanas, materiales y lenguajes constructivos en la modernidad. Estas formas de hacer ciudad reflejaban unas estructuras políticas y sociales, de las cuales parten las observaciones que haría Foucault (1984) en Des espaces autres. Lefebvre (1984) hablaba de que era necesario dejar de pensar el 1 . ...estos lugares, porque son absolutamente otros que todos los emplazamientos que reflejan y de los que hablan, los llamaré, por oposición a las utopías, las heterotopías; y creo que entre las utopías y estos emplazamientos absolutamente otros, estas heterotopías, habría sin duda una suerte de experiencia mixta, medianera, que sería el espejo. El espejo es una utopía, porque es un lugar sin lugar. (Traducción no oficial de Pablo Blitstein y Tadeo Lima). Escrito fechado en 1967. Esta publicación de 1984, no es una publicación revisada por el autor y no hace parte del corpus oficial de su trabajo, sin embargo, el manuscrito fue liberado al dominio público para una exhibición en Berlín, poco antes de la muerte de Michel Foucault.


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espacio como pasivo y carente de sentido, pues este debía leerse como producto de la interacción social; para Foucault, la cuestión de las estructuras rígidas y fijas llevan a Lefebvre a reconocer que las prácticas espaciales nunca son neutrales y que es a partir del reconocimiento de los contra-espacios o heterotopías que aparecen espacios de rechazo y resistencia. Estos espacios manifiestan querer estar por fuera del orden establecido y superan limitaciones hegemónicas. Muntañola (2000) calificó estos espacios como espacios dialógicos, es decir aquellos en los que se manifiestan relaciones de cercanía, continuidad, conexión, superando la concepción de un espacio pasivo y carente de sentido. Esta visión de abrir el espacio social y entender la creación espacial como producto de interacción social, abre un debate sobre el papel de la arquitectura. Las heterotopías o contra-espacios, son aquellos lugares que definen una nueva sensibilidad hacia el espacio, otorgando nuevos y más amplios significados a lugares tradicionalmente ignorados, olvidados o simplemente dejados de lado por la modernidad. Espacios en los que también se desarrolla la vida cotidiana y que exigen a quienes participan de ellos que se amolden a las realidades que los permean y significan. Habitamos un espacio que ve pasar nuestra vida, un espacio heterogéneo que se construye a partir de relaciones que determinan ubicaciones duales, superposiciones de eventos, espacios dinámicos, mutables e irreductibles. Foucault describe así los principios de estos espacios heterotópicos: Heterotopías de crisis, son aquellos espacios que albergan personas en períodos de transición tales como hospitales, jardines infantiles, escuelas, ancianatos; también dentro de estos pueden considerarse los espacios de heterotopías de desviación que acogen espacios que trascienden la norma tales como cárceles, instituciones de salud mental, etc. Las heterotopías de yuxtaposición, incluyen espacios que presentan cambios en su funcionamiento, producto de transformaciones en el uso del espacio y los valores de la cultura que los produce, tales como los cementerios y otros lugares en los que se sobreponen realidades espacio-temporales como puede suceder por ejemplo en museos, teatros o salas de cine. Podemos hablar igualmente de los espacios heterotópicos ligados al tiempo o heterocronías que se relacionan con espacios y eventos cuya presencia puede ser limitada o efímera, tales como ferias, circos y las mismas ciudades de vacaciones. Dentro de éstos podemos reconocer también espacios tales como burdeles y prostíbulos, que han existido desde siempre, pero se han enterrado en el anonimato social.


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Los “espacios para los otros” pueden ser vistos como un sistema de contencion espacial de dinámicas de creación de identidad, imaginarios aspiracionales y de liberación de la presión social.

Las dinámicas de los “espacios para los otros” vistas a través de una herramienta de diversificación y consolidación de puntos de encuentro y oportunidades de sinergias colectivas para la reducción de distancias sociales y culturales.


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En Des espaces autres también se menciona la noción de límite heterotópico, es decir de cómo en la ciudad se crean espacios de aperturas y cierres que marcan límites entre lo real, lo irreal y lo ilusorio. Espacios para la imaginación, que a través de barreras, puertas, límites físicos e imaginarios transforman la manera de relacionarse en ellos y con ellos. Un ejemplo de esto son los límites que existen en las comunas o favelas de ciudades como Medellín o Río de Janeiro determinados por diferentes grupos de pandillas; la infracción por cuenta de un tercero que no sea parte del territorio y la trasgresión física de esos límites, muchas veces invisibles, puede poner en riesgo la vida. Así entonces, la heterotopía se puede ver como una oportunidad para visibilizar los lugares o momentos que se salen de la comprensión tradicional y hegemónica, acercándonos a reconocer el valor que encierran las calles, los trenes, metros, cafés, cines, playas, hoteles, moteles, talleres mecánicos, etc. Empezamos a reparar en los contra-espacios reconociendo en estos la capacidad de construir imaginarios reales sobre espacialidades concretas, alterando las significaciones a partir de la imaginación, la necesidad y el deseo. Al prestar atención a los espacios para los otros en el contexto específico de la gran desigualdad latinoamericana, encontramos lugares que resguardan al individuo de la imposibilidad de cumplir sus aspiraciones debido a la falta de acceso a oportunidades y recursos, y vemos como allí es donde se construyen imaginarios donde aflora una realidad en la cual la desconfianza asume un papel estructurante en la relación entre los individuos, su comunidad, el gobierno y su espacio. Estos lugares de liberación de la presión social que se salen de lo regular y lo regularizado se convierten entonces en la base de la cultura e interacción social en la mayoría de los contextos latinos. Debido al crecimiento desaforado de la población, la inequidad económica, la gran brecha social, la aparición de barrios periféricos en un gran número de ciudades, entre otros, se constituyen infinidad de ejemplos de lugares que condensan estas características. ¿Qué podríamos encontrar si estos contextos que están llenos de dinámicas de liberación se convierten en un foco de aprendizaje para los planeadores y diseñadores? ¿Podríamos encontrar allí herramientas para entender y suplir las demandas o aspiraciones del ciudadano y darle entonces una nueva forma física a los deseos del individuo en la ciudad? ¿Sería esta entonces una forma de lograr un mayor impacto en la percepción que el individuo tiene sobre sí mismo y sobre su condición de ciudadano? Tenemos la idea de que la heterotopía, y los espacios que la conforman, pueden llegar a convertirse en una nueva institución, un dispositivo que dialogue no sólo con el ciudadano, si no también con los sistemas de gobernanza y de política pública urbana. Este


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podría ser entonces un método de construcción de un sistema de ciudad basado en una visión mucho menos hegemónica y de esta manera pasar a desarrollos urbanos más inclusivos, democratizados y sobre todo locales. Vemos entonces este proceso como una táctica para conquistar un sentido de oportunidad común y una justicia social para el ciudadano y su comunidad Si logramos reconocer la ciudad como un catalizador de dinámicas colectivas culturalmente complejas, cimentadas en prácticas sociales tales como intercambios físicos, reconocimiento de normas, establecimiento de redes, creación colectiva de memoria, simbolismo y negociaciones de sentido compartido, podemos fácilmente visualizar el impacto urbano que tiene cualquier experiencia del día a día. Dichas prácticas cotidianas deben tener un lugar especial durante los procesos de planeación y diseño, y deben ser reconocidas y usadas como herramientas de construcción espacial. El valor real de los contra-espacios y sus dinámicas socioculturales y físicas, radica en la posibilidad de minimizar las distancias sociales a partir del entendimiento del habitante mismo y el reconocimiento de sus deseos y aspiraciones. Es una oportunidad para que la ciudad encuentre puntos de sinergia exitosos e imaginados, escondidos detrás de emplazamientos comunes que ocultan dinámicas que admiten, acogen y relacionan la diversidad social y cultural del individuo. Sitios donde pueden ocurrir actividades que van desde las relaciones sexuales hasta reuniones sociales. Abrimos así entonces una cuestión primordial en la sociedad actual y en la forma en la que se han ido configurando las ciudades contemporáneas y latinoamericanas, y es allí donde radica la razón para prestar especial atención y potenciar el estudio de estos espacios a partir de generar interacciones reales en ellos y lograr traducir sus dinámicas propias a un lenguaje común. Aprender de estos exitosos y vitales espacios de los otros, dejados de lado por dinámicas sociales y espaciales homogeneizadas y hegemónicas, y cargados de un aura de misterio, fetichismo o incomprensión, nos puede dar la capacidad de diseñar intervenciones detonantes de cambio y diversidad. Democratizar nuestros contextos implica re entender la infraestructura pública desde la heterogeneidad, desde la variedad de dinámicas propias de un lugar y aludiendo a la aspiración y el deseo como elementos interactivos de contacto entre el individuo y su comunidad. Es importante lograr visualizar estas relaciones para poder materializarlas y convertirlas en un método de creación espacial abierto y horizontal, un proceso activo y conjunto que redefina el habitar y “ciudadanice”, de cierto modo, el paisaje construido.


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Tácticas para co-crear espacio

“Por comunal se entiende, todo aquello que se relaciona con la producción social y que es necesario para la interacción social y la producción de procesos como el conocimiento, el lenguaje, los códigos, la información, los afectos y la vida.” (Hardt y Negri 2010). La co-producción espacial es un enfoque relativamente nuevo para diseñar o modificar los contextos que habitamos. Su implementación cada vez más común, responde en parte a comprender que ningún espacio es política o socialmente “neutral”, y que detrás de éste existen una serie de redes tejidas por diversos actores, intereses y fuerzas que tienen influencia en la gestión y consolidación del territorio y que merecen voz y voto durante su concepción. Este enfoque busca la apertura de espacios a través de una participación y compromiso de las partes interesadas: promotores, gobernantes, diseñadores, investigadores, y por supuesto los usuarios y comunidades involucradas. Esto significa generar momentos de diálogo e intercambio tanto previos como durante los procesos de diseño, visibilizando desde un inicio los intereses y deseos de cada uno de los participantes. Es un método que quiere garantizar que el proyecto sea en sí mismo una estrategia que genere empoderamiento y apropiación del espacio. En pocas palabras el co-producir espacio está basado en ejercicios de diseño transdisciplinar y participativo, que si bien no provienen inicialmente del campo de la arquitectura y el urbanismo, han sido desde siempre parte latente pero invisible de estas disciplinas. Durante mucho tiempo hemos escuchado acerca de procesos, proyectos, modos interdisciplinarios, que engloban el desarrollo de conocimientos paralelos pero que no se relacionan entre ellos si no al final del proceso, siendo herramientas aisladas de conocimientos


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Instalación We Play They Play: Piezas modulares de los proyectos del Equipo Mazzanti. Como elementos para reconfigurar el espacio del Museo y darle al visitante la oportunidad de crear nuevas disposiciones espaciales, con los elementos que componen proyectos arquitectónicos construidos en Colombia. Parte de la exhibición Playgrounds, re-inventing the square. Museo Reina Sofía. Madrid, 2014.

separados. Creemos que para poder lograr un proceso participativo es necesario superar esta visión paralela, por un actuar en el que se priorice desde el inicio una mirada y metodología en la que se valoricen los saberes de cada actor y en el que se busque ir más allá de los mismos, enfrentándolos y haciendo emerger de la confrontación de estos, y su constante interacción, una visión que trasciende, vincula y puede formular y producir metodologías nuevas a la hora de abordar un proyecto común. Aunque resulta difícil definir al proceso participativo como tal, encontramos acercamientos como el de Francisco Heras (2002) quien se refiere a la participación como: “Todo aquel proceso por el cual las personas toman parte en la resolución de problemas aportando su propia creatividad, puntos de vista, conocimientos y recursos, y compartiendo la responsabilidad en la toma de decisiones.” Los procesos participativos aparecen en las ciudades como elementos fundamentales para el diseño de los escenarios urbanos, no sólo por su valor a nivel democrático, si no porque representan el entendimiento por parte de autoridades, entidades políticas y económicas y especialistas, ya que no hay mayor experto sobre el territorio que quien lo vive día a día. El reconocer al usuario desde su capacidad creativa y conocimientos, hace de este parte fundamental de un proceso proyectual y ha sido reconocido e implementado desde hace años en diversos campos del diseño tales como el diseño de producto, el diseño gráfico e incluso la medicina. Queremos entonces reenfocar el papel de la participación de los diferentes actores que intervienen en el proyecto arquitectónico, sobre todo porque creemos que es


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a partir de ver y entender lo conocido, lo desconocido, lo caótico y hasta lo antagónico, que podemos obtener una valoración y estudio de caso que se abra a diferentes enfoques, permitiéndonos conocer un espectro más amplio y en esa medida obtener un resultado más complejo y profundo de las realidades que coexisten, se superponen e intervienen en un proyecto. En una sociedad cada vez más individualista, herramientas como los procesos participativos representan un retorno a la vida social, a la comunidad y a recuperar una ciudadanía activa, consecuente y crítica, en pro de una comunidad consciente de sus derechos y responsabilidades. Cada proyecto tiene en sí una dimensión social que debe ser entendida para poder diseñar los procesos participativos de manera que respondan y dialoguen con los demás elementos integradores que conforma el proyecto. Debemos evitar caer en el populismo de intentar disimular la desigualdad diciendo que todos los participantes son iguales cuando realmente no lo son. (Gallego, Fernández y Feliu, 2005) La participación es inclusiva, de ahí que sea abierta y extensiva, sin embargo debe tenerse en cuenta que existen diferencias dentro de las mismas comunidades y los actores involucrados. Debemos tener en cuenta que los procesos, talleres y estrategias no siempre deben ser los mismos, si no que estos deberán variar dependiendo tanto de factores externos, como de definiciones y objetivos propios, que permitan cubrir diferentes actores desde una aproximación real a su situación socio espacial.


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La participación no sólo busca que la gente intervenga, o participe más, si no que cada vez parece más necesario asumir que: si no se amplía una base de consenso social en las decisiones sobre la ciudad, cada vez aumentará más la corrosión de las instituciones representativas. El diseño y puesta en marcha de las herramientas propias de la participación debe también pensarse con una jerarquía que soporta y enfoca el proceso. Es necesario que cada desarrollo cuente con un líder que es quien lleva la batuta, ya que la participación en sí, a pesar de sus beneficios, si no cuenta con una guía y objetivos claros, puede terminar en un mero proceso de papel sin ningún resultado tangible que materialice su valor y muestre su validez efectiva. Dentro del entorno arquitectónico son muy pocos los casos en que evidenciamos la participación como parte del proceso de diseño, y aún menos los casos que han sabido integrar los diferentes conocimientos para llevarlos a resultados formales exitosos. Nos hemos acostumbrado a vivir en escenarios predeterminados y fijos que moldean nuestros comportamientos. La apuesta por un entendimiento diferente de la participación dentro del proceder arquitectónico, busca precisamente alejarse de estas limitaciones que el mismo espacio nos ha impuesto y aproximarse hacia la producción de arquitecturas indeterminadas, abiertas y en constante evolución que se abran a una relación biunívoca con quien las recorre, con quien las habita. Recordamos proyectos como el Fun Palace de Cedric Price o las teorías sobre diseño participativo de Yona Friedman, como su instalación Mobile Architecture de 2015 en Shanghai, o los dibujos y aproximaciones al espacio público por parte de Archigram.

Secuencia de imágenes del juego de piezas modulares del proyecto del Equipo Mazzanti y Plan B “Coliseos Sur Americanos”. Medellín, Colombia


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Creemos que es prioritario para el momento actual, una vuelta a las teorías de 1970 que revaluaban la validez de arquitecturas cerradas y fijas, abriéndonos a la recuperación, revaluación y creación de aproximaciones al diseño que integren a la participación como línea de centro y no como accesorio. Aproximándonos a la situación colombiana, vemos que la búsqueda de ciudades más igualitarias y entornos de oportunidad ha otorgado en los últimos años, una vital importancia al proyecto arquitectónico y urbano como impulsor de nuevos entornos en las ciudades. El espacio y el edificio público han adquirido un énfasis social, buscando llenar una brecha en este campo y así visibilizar la presencia de un estado ausente por muchos años. Es por esto que desde un entendimiento y un actuar coherentes que enfatizan un acercamiento transdisciplinar, creemos que es posible desarrollar, potenciar y edificar interjecciones espaciales sostenibles y duraderas. El proceso participativo comunitario incluye una lectura integral del territorio y sus dinámicas, y favorece la formulación de estrategias urbanas que a través de proyectos detonantes consigue resignificar esquinas, manzanas, barrios y ciudades. Esto mediante un proceso direccionado a la generación de confianza y credibilidad, bajo un esquema de co-responsabilidad de todos los actores como gestores de su propio territorio. El entender la co-producción espacial como un proceso, produce una serie de ventajas; genera resultados concretos y tangibles en el territorio que producen confianza en la población, por su rápida implementación en la actuación físico-participativa. Además, permite una verificación ágil de las hipótesis y un re-direccionamiento de los proyectos y las actuaciones en el lugar. En síntesis, esta visión propone una intervención espacial que reconoce, dinamiza e involucra a las partes interesadas en la transformación del territorio a través de: • Proyectos inmediatos, con efectos a corto plazo y de menor escala: Estos persiguen victorias tempranas que se consiguen con una cualificación urbana y placemaking. Se plantean pequeños proyectos que se enfocan en la recolección de datos, experiencias, testimonios, o entrevistas que permiten obtener retroalimentación rápida y generar lazos iniciales de confianza entre los diversos actores y el entorno. • Proyectos arquitectónicos o de espacio público de mediano y largo plazo: Proyectos de mayor escala y complejidad que requieren procesos de aprobación normativa por parte de las autoridades municipales, así como un seguimiento, continuidad y retroalimentación constante de parte de los actores involucrados.


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Es a partir de estas reflexiones, que en el estudio hemos adoptado y fortalecido un acercamiento lúdico como método de redefinición en las relaciones participativas y sus metodologías de aplicación en el proceso del proyecto arquitectónico. Es aquí donde nace el objetivo de un taller que se enfoque en descubrir esos hilos delgados de conocimiento que surgen de la interacción con las comunidades, el entendimiento de las heterotopías como descubrimiento de dinámicas y relaciones olvidadas o negadas en el espacio–tiempo y del juego como medio de relación lúdica para el acercamiento, entendimiento, dominio y re interpretación de los saberes, deseos y aspiraciones de la comunidad. Estas herramientas configuran un lenguaje interactivo que evidencia el tejido físico e imaginario que componen los diversos niveles en un territorio: su uso, sus gentes, sus dinámicas, sus problemáticas, potenciales e ilusiones, pudiendo así aplicar estos conocimientos a la construcción de espacios con sentido social que potencien los escenarios generados y los carguen de significado.


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REGLAS DE JUEGO

2 Información del Capítulo La Meta: Capital Social Herramientas Geografía urbana: desarrollo más local


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La Meta: Capital Social

“Imaginar un mundo del futuro horizontalizado, en red y no-jerárquico, equivale a imaginar un mundo sin política” (Fukuyama, 2000:240) Aunque el Capital Social es hoy en día uno de los términos más usados a la hora de hablar del desarrollo de proyectos y políticas públicas, este es un concepto reciente y aún no cuenta con una definición precisa que logre un consenso sobre el tema. El término que ya tenía antecedentes en el campo de la sociología, se incorpora a los estudios de desarrollo alrededor de 1993, tras la publicación de Making democracy work: Civic traditions in Modern Italy de Robert Putnam. Putnam sostiene que la existencia de una sociedad civil basada en organizaciones horizontales, incrementa la confianza social entre los individuos que componen la red social, creando un entorno que exige y propicia un gobierno más responsable, cercano y sensible hacia el bien común. El sociólogo y politólogo americano, considera necesario crear un marco conceptual y metodológico para entender y medir el desarrollo de una sociedad civil, como paso esencial para un proceso de democratización. Entre los precursores del término Capital Social encontramos además de Putnam autores como Bourdieu, Coleman y Fukuyama, y en los últimos años a estos se han sumado autores como Lechner, Rits, Durston y Flores y Rello. Fukuyama (2000) cuenta que el término como tal aparece por primera vez hacia 1916, usado por Lyda Judson Hanifan para describir centros comunitarios de escuelas rurales. Más adelante durante los años sesenta, sería usado por Jane Jacobs, para explicar las densas redes que existían en las áreas urbanas de uso mixto y que constituían en sí una forma de Capital Social que desafiaba la seguridad pública. La expresión adquiere fuerza en los ochentas gracias un análisis más elaborado por parte de Bourdieu y Coleman, con quienes se empieza a introducir una perspectiva económica. Para la segunda mitad de la década de 1990 y comienzos del año 2000, aparecen producciones en las que se empiezan a encontrar relaciones más profundas entre Capital Social y la noción de pobreza, de allí que el término asuma un carácter importante en los estudios del Banco Mundial y otros organismos internacionales.


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[...] no se dispone aún de un conjunto de indicadores suficientemente aceptado para medir el capital social (o la cultura) de una muestra suficientemente amplia de países y menos aún para los latinoamericanos, como sí la hay para la calidad de las instituciones públicas”. [Además considera] que “las políticas públicas pueden ser más efectivas para modificar las instituciones de gobierno que para manipular el capital social, cuyos determinantes son más difíciles de precisar y controlar. (BID, 2000:25) El Capital Social está contenido entonces en la estructura de las personas y en las relaciones entre las personas, presentándose tanto en el plano individual como en el colectivo. Kliksberg, (2000) habla de cómo en un primer plano, se hace referencia al grado de integración del individuo con su red de contactos sociales, lo que implica relación, expectativas de reciprocidad y de comportamientos confiables. Estas relaciones productivas, constituyen a su vez un bien colectivo del que nadie se puede apropiar; pero que puede beneficiar a cada uno de los actores relacionados, llegando incluso a quienes “no contribuyeron” para su creación. El crecimiento de este Capital Social no se puede ver desde una única perspectiva, sino que atañe a otros tipos de capital tales como el capital humano, el capital económico, capital cultural, etc. Resulta igualmente importante la dimensión que asume el Capital Social desde el desarrollo, dónde se han presentado debates que defienden que para poder llegar a un acercamiento efectivo a la sociedad se hace necesaria la descentralización de la gestión política, para lo que se deben potenciar herramientas de participación, que favorezcan el empoderamiento de la población. Ampliando un poco más la visión de Putnam, Coleman (1990) sostiene que el capital social lo componen los siguiente recursos : • a) Las redes sociales: dimensión que conforman los lazos de parentesco, redes comunitarias informales, organizaciones sociales, etc. Se refiere a vínculos que requieren dedicación y tiempo para desarrollar un sentimiento de solidaridad capaz de defender intereses comunes. • b) Las normas sociales (de voluntariedad, altruismo, comportamiento) y derechos comúnmente aceptados, así como las sanciones que los hacen efectivos. • c) Los vínculos de confianza social, que garantizan un entramado de obligaciones y expectativas recíprocas que posibilitan la cooperación. Aquí también interviene la cesión consensuada de poder en la escogencia de líderes que asuman la batuta en la defensa de problemas colectivos.


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Vemos una diferencia fundamental entre Putnam y Coleman, mientras el primero sólo considera las asociaciones de tipo horizontal (es decir entre iguales); Coleman contempla también las organizaciones de tipo vertical, relaciones jerárquicas y una distribución de poder desigual entre las personas, abriendo espacio a relaciones con otras instancias públicas, gobiernos e instituciones. Esta visión doble nos interesa en la medida que se configura una cuestión relativa a otras estructuras más allá de la comunidad: ¿Cómo proponer políticas económicas y sociales que fortalezcan la complementariedad entre crecimiento económico y reducción de la desigualdad? Es necesario entonces remitirnos a las formulaciones de Harris y De Renzio (1997) quienes han sido críticos con las concepciones antes contempladas, encontrando que : • a) La existencia de redes y normas que favorecen el intercambio económico no garantizan que éstas redes favorezcan la democracia: lo bueno para los mercados no tiene por qué serlo para la democracia. • b) El Capital Social no siempre es positivo, puesto que redes y organizaciones como las mafias son perniciosas para la mayoría de la sociedad. • c) El término Capital Social es impreciso y da lugar a malentendidos, pues se utiliza en referencia a contenidos bastante diferentes (vínculos familiares, organizaciones sociales, relaciones entre sociedad civil y Estado, marco político e institucional, normas sociales, etc.). • d) Según cuál sea el concepto de Capital Social del que se parta, los proyectos orientados a incrementarlo pueden contribuir a reducir las desigualdades estructurales en las relaciones de poder, pero a veces también a incrementarlas. La complejidad en las interpretaciones sobre Capital Social que hemos visto nos permiten entonces entender que aunque el término exacto sigue siendo difuso, este engloba una red de actores que tienen como fin la búsqueda de propuestas dirigidas a reducir la desigualdad, favorecer la equidad y tener un impacto sobre el crecimiento económico como motores para el desarrollo de una comunidad. Nosotros entendemos el Capital Social como las redes y relaciones que estimulan y generan confianza y reciprocidad en una comunidad. Es así como la misión de la arquitectura como medio para potenciar las relaciones a nivel socio–espacial, incluyen en su centro un alto compromiso moral entre los miembros de una comunidad, que tienen como objetivo una conciencia y responsabilidad en la co-creación de espacios para todos. Es allí donde se abre un margen importante en la formulación de políticas públicas orientadas por los organismos locales e internacionales, que buscan fortalecer la autonomía y la


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participación local. Se desprende una acción conjunta entre los diferentes sectores de la sociedad, que promuevan un desarrollo que trasciende el mejoramiento físico del espacio, y genera un impacto social que contribuye a la disminución de las desigualdades y al fortalecimiento de las comunidades, ampliando su significado. Estas redes asumen una importancia crucial, ya que si pensamos en la importancia que por ejemplo adquieren las redes sociales en el mundo globalizado, vemos que su alcance se manifiesta en diferentes escalas. Castells (1998), habla de un sistema global que tiene estructura de red, y cuenta con una flexibilidad dada por las tecnologías de la información que han permitido conectar así como desconectar, según el valor que asuman, informaciones, territorios, comunidades etc. Reside allí entonces, una capacidad de establecer relaciones de cooperación que por medio de proyectos de desarrollo se enfoquen en explotar el capital humano y social de una comunidad, llegando a establecer un papel significativo en la lucha por la superación de la desigualdad y el acceso a bienes y servicios, que fueron ignorados y desatendidos por los gobiernos durante mucho tiempo. Podemos decir que entonces, el diseño y el proyecto arquitectónico resultan una estrategia espacial y física que puede propiciar y potenciar proyectos horizontales. Proyectos que propician usos del espacio que involucran a la comunidad desde un inicio, empoderando la red social a través de involucrar los escenarios físicos producidos con las actividades productivas, culturales e incluso económicas, gracias a la creación y potenciación de redes de cooperación. Es la colaboración conjunta de los diferentes actores la que garantiza un proyecto sostenible en el tiempo. Estas intervenciones requieren métodos diversos y nuevas herramientas que promuevan la participación. Mediante la arquitectura es posible estructurar nuevos espacios de percepción que cambien la perspectiva desde el interior de la comunidad (mejorando e impulsando redes locales y lazos propios comunales) y generando cambios desde el exterior (reforzando la dimensión social, cultural e incluso económica y política que vive y proyecta un lugar). Este trabajo conjunto en escalas diferentes, es uno de los grandes logros en la transformación urbana en ciudades como Medellín y Barcelona. No solamente se percibe un evidente cambio físico local a través de proyectos puntuales de gran escala, en los que se puede experimentar la cohesión y apropiación de los habitantes sobre los nuevos y mejorados espacios, si no que esa sensación trasciende los límites físicos de los barrios y se extiende por toda la ciudad, la región e incluso el país.


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Creemos que la arquitectura es un medio que propicia una transformación tanto del interior al exterior como desde el exterior al interior; diluyendo límites y prejuicios sociales para desaparecer el temor y la desconfianza, construyendo espacios seguros, apropiados y queridos; espacios promotores de cohesión social. Es importante entonces entender y propiciar estrategias físicas y materiales que soporten la concepción de la infraestructura pública y la vuelvan parte de una narrativa que ayude a generar espacios horizontales de encuentro y aprendizaje social: 1. Multiplicador de usos: Asumir espacios abiertos y flexibles que permitan multiplicar los usos previstos inicialmente para éstos. El proyecto debe ser una estructura flexible que propicie la inclusión y convivencia de necesidades e iniciativas diversas que surjan con el tiempo. 2. Infraestructura sostenible: Entender el proyecto como infraestructura implica crear redes de espacio urbano multifuncionales que interactúan y complementan el ambiente construido. El espacio público es un contenedor de actividades pero también puede ser mucho más, favoreciendo desde su infraestructura otros aspectos; desde la recolección y tratamiento de aguas lluvias, hasta la reutilización de ésta mediante un sistema de riego para proyectos de agricultura urbana etc. Creemos entonces que más allá de producir Capital Social, es labor desde la arquitectura, entender las capacidades que esta pueda tener en este debate para provocar y ofrecer transformaciones en el espacio. Igualmente el impacto que los proyectos de infraestructura física pueden generar en el escenario urbano pueden convertirse en aparatos que ayuden a revelar, fortalecer y multiplicar las redes existentes, mismas que soportan las dinámicas sociales locales y su conexión con el entorno inmediato y el mundo. ¿Cómo desarrollar un lenguaje común que genere entendimiento mutuo y puntos comunes de diálogo para tomar decisiones (de una manera más consciente) sobre los deberes y oportunidades que cada individuo tiene como parte de una red local y global de producción de Capital Social? ¿Cómo son esos escenarios imaginados horizontalmente que soportan dichas redes y sirven como herramientas de empoderamiento social y fortalecimiento del Capital Social?


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Herramientas

“Cuando las conciencias, en vez de permanecer aisladas unas de otras, se agrupan y se combinan, hay algo cambiado en el mundo. Desde luego, es natural que este cambio produzca otros, que esta novedad engendre otras novedades, que aparezcan fenómenos cuyas características no se encuentran en los elementos de que se componen.” (Durkheim, 1995: 340) La teoría del Actor –Red, (Latour, 2008) también conocida como Actor-Network o ANT, surge en el campo de las ciencias sociales a finales de los años setenta y se desarrolla durante la década de los ochenta gracias a autores como Callon, Latour y Law entre otros. Estos proponen una aproximación empírica a la ciencia en acción, que resulta fundamental en la comprensión de la sociedad contemporánea. Latour, filósofo, sociólogo y antropólogo francés, es uno de los principales referentes de la Ontología del Actante-Rizoma, nombre que quieren otorgarle actualmente al ANT. Este autor plantea la necesidad de cambios profundos en los paradigmas vigentes y hegemónicos de las ciencias sociales, pues argumenta que estas más que un punto de partida son un punto de llegada. Es así como a través de la observación, la intervención, las relaciones, controversias, y las agrupaciones que se hacen y deshacen, se puede llegar a estudiar la construcción de la sociedad. Hay que experimentar, repensar e intervenir en lo Social para poder conocerlo. Latour retoma las ideas Gabriel Tarde (1843-1904) quien defiende que existir es diferir; es decir reconocer en la diferencia, la esencia de todas las cosas. De ahí que solo en determinadas oportunidades se produzcan o puedan producir homogeneizaciones, pues lo homogéneo es inestable en su interior. Son los elementos inestables y rebeldes, aquellos que residen en la sociedad, los que hacen que esta no pueda considerarse estable e inmóvil. Esta concepción de una sociedad mutable, establece la existencia


de redes de elementos dinámicos e inestables, configurando una propuesta metodológica y epistemológica que quiere estudiar la realidad desde la identificación y mapeo de las relaciones que subyacen: ya sean materiales (entre cosas) o semióticas (entre conceptos) y así mismo desde las interacciones entre personas, ideas y tecnologías. Es el análisis conjunto el que permite un acercamiento a lo Social en su verdadera dimensión. Se trata de una sociología que valora las asociaciones y entramados cambiantes, recíprocos entre los seres humanos, su entorno y las tecnologías vigentes. No es suficiente centrarse en la estructura, hay que extenderse a los hilos que subyacen a esta para evitar como expresa Latour (2008) “el riesgo de limitar la sociología a situaciones rutinarias, frías y tranquilas”. Encontramos así una apuesta por una construcción de conocimientos a partir de los mismos actores, es decir valorando la participación de todos y todas desde sus saberes e intereses, produciendo una aproximación sociológica que adquiere un tono de ciencia popular. Así entonces, puede plantearse que la construcción de la sociedad debe revalorar y estudiar estas redes de las que hace parte el hombre, redes que se conectan, desconectan, muchas veces chocan, pero que evidencian y superan concepciones de sociedades estáticas, y abren paso a la investigación participativa y una reevaluación y aproximación a teorías sociales más amplias. Esta mirada y comprensión de la red social y su inserción dentro de otras redes, nos resulta fundamental en la dimensión que dentro de este entramado adquiere y asume la arquitectura. Si tenemos una sociedad mutable, diversa y activa, ¿por qué la arquitectura configura espacios limitantes y estáticos? Proponemos entonces, retomando la teoría del Actor-Red y de la reevaluación del valor de una participación activa en el desarrollo de procesos de diseño arquitectónico, la ne-

Diagrama de un proyecto convencional.

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Diagrama comparativo de uso público e impacto urbano entre un proyecto convencional y un proyecto horizontal. Los proyectos se plantean teniendo como base la interrelación entre desarrollo comunitario, transformación física y alianzas institucionales que fortalecerán el uso y la apropiación de la infraestructura pública y tendrán un mayor impacto zonal y urbano. A diferencia de un proyecto convencional, las herramientas de un proyecto horizontal implican un mayor involucramiento por parte de todos los actores, y un acompañamiento a largo plazo que promueva el desarrollo comunitario.

cesidad de potenciar la creación de Capital social a través de revisar y Re-pensar las herramientas propias de la arquitectura y su participación dentro de las relaciones humanas con el entorno, en la co-creación de espacios y escenarios arquitectónicos flexibles, basados en métodos inclusivos que respondan a una sociedad en movimiento. ¿Cómo incorporar desde el quehacer del arquitecto el conocimiento local propio de una comunidad y un lugar específico? ¿Cómo potenciar la traducción de esa información mediante lenguajes comunes que abran paso a procesos de planeación y diseño que produzcan espacios efectivos de interacción y apropiación? Planteamos entonces una metodología que busca a partir del análisis del territorio y las interacciones que en él se producen, la creación de lazos de confianza entre los actores involucrados (sean promotores, diseñadores, instituciones gubernamentales o la comunidad) para que se llegue a un resultado en el que prime una relación horizontal, que matice diferencias y se enfoque a resultados orientados al bienestar común. Si nos centramos entonces en el caso colombiano, encontramos que su tejido social se encuentra fuertemente fragmentado, situación que responde a un largo y complejo con-


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flicto bélico, así como a una diferenciación socioeconómica definida por “estratos” que han creado límites sociales y territoriales segregando a grupos humanos. La existencia, además, de un sistema económico altamente informal, que tiene serios problemas en la creación de oportunidades de empleo de calidad y movilidad social para habitantes en situación de vulnerabilidad, estructuran una sociedad altamente segregada y profundamente desestructurada. Es entonces fundamental reconstruir las relaciones deterioradas fortaleciendo el sentido de apropiación, conciencia y responsabilidad colectiva, que permita reorganizar un sistema sostenible que se arraigue en el sentido de pertenencia a un lugar. ¿Cómo podemos acercarnos a diseños que puedan ser fácilmente apropiados por la comunidad, que impacten y generen empoderamiento y desarrollo local? ¿Cómo abordar la falta de confianza, de empatía y el individualismo cada vez más evidente en las actitudes políticas y de planeación de los ambientes construidos que habitamos actualmente? Es en este punto en el que para el establecimiento de una sólida red de cooperación entre los actores de un proceso (que requiere tiempo), se hace necesario introducir, fortalecer y mantener la participación comunitaria. Los procesos de diseño requieren un soporte social que respalde y propicie la creación de eventos y la consecución de puntos de encuentro, que mediante la interacción entre las variadas y diversas redes, abra espacio para la consolidación de nuevos imaginarios que permitan re-significar el espacio, co-creando no solo realidades sino memorias individuales y colectivas del ser humano en y con su entorno. Es igualmente importante en esta instancia contar con las herramientas de planeación y diseño que promueven los gobiernos locales, así como las intenciones y estrategias de instituciones que buscan mejorar y fomentar el compromiso político y económico en la producción e implementación de Capital Social y su materialización física en el espacio. Creemos indispensable repensar y desarrollar una serie de herramientas necesarias antes y durante el proceso de definición y análisis del diseño, así como su implementación a lo largo del proyecto. Estas herramientas facilitan la aplicación de métodos que además de generar un proyecto de intervención física, admiten y representan un activo público comunitario, que se busca persista incluso después de la construcción del proyecto, actuando como catalizador social. Es importante para abordar un proyecto integral y horizontal, un equipo de trabajo trans-


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disciplinario (antropólogos, economistas urbanos, historiadores, diseñadores, planificadores y arquitectos), consciente de la urgencia de cambio en el desarrollo y ejecución de una función profesional orientada a procesos abiertos de enseñanza-aprendizaje. Hemos hablado de cómo en un proceso participativo, el grado de participación es variable y ajustable a cada proyecto determinado. Creemos sin embargo, que más allá de la definición del grado de participación que asume la comunidad, es importante también la participación de otros actores como promotores y profesionales diseñadores en la creación de una red de co-producción y co-análisis; sólo así pueden promoverse y establecerse las relaciones entre actores legítimos con capacidad de potencializar e impactar el proyecto. El primer paso hacia este objetivo es entonces establecer lazos de confianza entre los actores involucrados. El planificador/arquitecto asume el papel de facilitador dentro del proceso creativo; buscando y potenciando necesidades, aspiraciones, talentos e ideas para luego actuar como diseñador de procesos que involucren el conocimiento local. El establecimiento de un proceso de intercambio de información puede incluir entre sus componentes: a. Recolección de datos cualitativos (entrevistas, encuestas, observaciones). b. Participación activa en la creación de imaginarios (sesiones de grupo, análisis cooperativo de datos, cartografía Social). c. Retroalimentación y evaluación de propuestas (sesiones de grupo, encuestas, experiencias, testimonios). Partiendo de la capacidad lúdica propia del juguete como elemento de intercambio y co-relación, es fundamental establecer un sistema de Placemaking, que mediante la construcción colectiva de elementos espaciales (que inspiren a la gente a re-imaginar colectivamente y re-inventar los espacios públicos) puedan identificar y fortalecer las conexiones entre las personas y los lugares. De esta manera se busca desarrollar modelos de colaboración que moldeen el ámbito físico, maximizando su valor público compartido. Estos procesos, más allá de mejorar lo público, constituyen victorias en las que la participación comunitaria capitaliza los activos, la inspiración y el potencial de una comunidad local. A partir de estos encuentros se producen escenarios exitosos, que propician nuevos comportamientos y llenan de sentido el espacio a través de la creación de experiencias individuales y colectivas. Se conforman nuevas memorias asociadas al lugar. Dentro de los procesos que podemos identificar como base, se encuentran: a. Definición de problemas y posibilidades. b. Identificación de un lugar de intervención significativo para la colectividad.


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c. Respuesta a los problemas con una actividad o uso específico. d. Generación de imaginarios e ideas colectivas. e. Co-diseño de un espacio y sus componentes con los habitantes. f. Establecimiento de un programa de activación a corto plazo. g. Búsqueda de recursos y socios para la implementación. h. Construcción comunitaria del proyecto. i. Evento de inauguración y reconocimiento a los actores involucrados. Teniendo en cuenta los procesos que deben considerarse, es necesario a la vez empezar a entender las herramientas que desde la arquitectura y el diseño intervienen y potencializan la consecución de un proyecto horizontal.

Entre ellas se encuentran: Desarrollo comunitario Engloba los procesos de acompañamiento social que impulsan el desarrollo comunitario y mejoran la calidad de vida de los habitantes, incentivando la participación y la cooperación ciudadana. Esta herramienta requiere la construcción colectiva de un lenguaje común para los actores participantes, que facilite la comunicación entre éstos, haciendo posible el desarrollo compartido de un fuerte sentido de identidad, corresponsabilidad y ciudadanía. Alianzas institucionales Generadas a través del establecimiento de alianzas público-privadas o interinstitucionales


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que favorezcan la continuidad y soporte de los procesos a largo plazo, garantizando la apropiación del futuro proyecto por parte de la comunidad y su sostenibilidad en el tiempo. Para eso es importante contar con : • Gestión Institucional e Intersectorial: Consiste en el desarrollo de metodologías de articulación y sincronización entre los diferentes actores directos e indirectos, públicos, privados y comunitarios que intervienen en el territorio. • Económico y de Sostenibilidad: Consiste en garantizar la sostenibilidad económica de los habitantes del lugar, a partir de la promoción de procesos orientados a fortalecer las economías locales, ya sea a través de la capacitación de la comunidad, o la creación de empresas solidarias que puedan articularse con los sistemas productivos y comerciales de la ciudad. Transformación física de los escenarios Consiste en la transformación de los espacios públicos a partir de un diseño urbano y arquitectónico abierto y flexible. Un diseño que responda a las necesidades de la comunidad, capaz de adaptarse a diversos programas que multipliquen los usos previstos inicialmente con el objetivo de generar una mayor apropiación del proyecto por parte de los habitantes del sector. Esto puede lograrse a partir de la implementación de: • Mecanismos y módulos de actividad: Más que una arquitectura cerrada y acabada, los sistemas abiertos y adaptativos compuestos por módulos y patrones de asociación permiten adaptarse a las más diversas situaciones topográficas, urbanas o programáticas. Los sistemas modulares se abren a la construcción por etapas, haciendo los proyectos económicamente viables y adaptables en el tiempo pues generan estructuras dispuestas a crecer, cambiar y reinventarse según circunstancias particulares o temporales. Esta estrategia admite cambios, accidentes e intercambiabilidades. Son pensadas más como un método que como una forma permanente ya que solo existen en virtud de su capacidad de cambio. • Paisajismo: Entender el entorno natural como parte del paisaje urbano, permite el establecimiento de nuevas reglas de organización en y con el paisaje para crear nuevos escenarios naturales. La reinvención del paisaje implica también expandir la noción de paisaje como lugar de contemplación y pasividad, a una concepción en la que el paisaje es activo y admite usos socio-económicos. Buscamos incorporar la idea de paisajes productivos en los que actividades como la agricultura, la acuicultura y la cría de animales se convierten en parte del proyecto de reinvención paisajística y de espacios públicos.


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La generación de sombras, la creación de espacios para el juego y la comprensión de las especies y zonas de arborización del espacio público son elementos fundamentales de esta transformación. • Superficies y topografías: El uso y juego con el plano horizontal, las superficies y la introducción y manejo de diferentes espacialidades, que guíen e indiquen acciones y lugares, permiten la generación de nuevos recorridos y el establecimiento de nuevos tipos de relación con el espacio urbano. Tener en cuentas estas herramientas físicas desde la arquitectura puede tener un impacto positivo y de diferenciación, pues favorece la creación de espacios públicos para el encuentro y acuerdo ciudadanos, debidamente articulados al sistema de la ciudad, planteados a partir de la identidad y el carácter de su ubicación. Igualmente garantiza que los equipamientos urbanos consigan dignificar los barrios y generar competitividad a nivel barrial y zonal, generando espacios públicos que cumplan los requerimientos nacionales e internacionales de accesibilidad, además de potenciar a los sistemas ambientales como articuladores y estructuradores del territorio. Se reconoce el valor ambiental en la construcción de sostenibilidad social re-ordenando el territorio y otorgándole valor al paisaje mediante la recuperación de corredores biológicos.


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Autor: Geografía Urbana

Desarrollo más local

“¿Qué hace que un lugar sea un centro de significados, cotidianos y extraordinarios? Haga el siguiente ejercicio estimado lector, piense en su lugar favorito en la ciudad. Siéntese allí por un instante. ¿Qué es lo que le agrada de ese lugar? ¿Es el poder disfrutar de su bebida favorita? ¿Es compartir con aquellas personas que más aprecia? ¿Es la vegetación o la decoración de ese espacio? Los lugares son centros de significados asociados a fuertes sentimientos de experiencias individuales y colectivas que generan esa sensación de pertenencia.” ( Tuan, 2011) Si bien no hay una receta única, no hay que ser un experto para reconocer esos espacios que son escenarios de lo cotidiano y a la vez de lo impredecible en la ciudad. Son espacios que nos invitan a compartir con otros, que son de fácil acceso, que disfrutamos por su belleza y donde encontramos actividades que nos agradan. La arquitectura cuenta con herramientas y técnicas propias para construir lugares auténticos para habitar. La creatividad materializada en el diseño arquitectónico es una plataforma para activar los sentidos y crear experiencias en el espacio público. Si además de contar con herramientas poderosas de diseño, abordamos desde una perspectiva interdisciplinar la construcción de lugares para transformar realidades, el espacio público es una estrategia para lograr la equidad en las ciudades. La arquitectura como una herramienta de construcción de equidad Hoy en día, la arquitectura, en conjunto con otras disciplinas, cuenta con herramientas de diseño más creativas y de mayor im-


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pacto social para abordar el espacio público. La revolución de los datos, el mayor acceso a tecnología, los nuevos canales de participación ciudadana, son insumos de soluciones innovadoras. La agenda pública urbana global plantea en los Objetivos de Desarrollo Sostenible retos que permitan alinear los esfuerzos del sector público, privado y de la sociedad civil en metas específicas, para abordar problemáticas locales y globales. Para el caso de Colombia, unos de los objetivos de mayor cubrimiento en los medios de comunicación nacional e internacional están asociados a la construcción de estabilidad política y al proceso de paz para la terminación del conflicto armado con uno de los grupos guerrilleros presentes en el país. Para lo cual, una propuesta generalizada es lograr mayor inclusión, dada la fuerte inequidad existente en el territorio, considerada como uno de los motores de la inestabilidad política. Lograr el cierre de brechas desde una perspectiva interdisciplinar, desde el ordenamiento territorial y el desarrollo de proyectos de infraestructura pública, requiere por tanto metodologías que permitan identificar las intervenciones de manera puntual, con alta calidad de diseño y con esquemas de gestión y financiación que posibiliten materializar las propuestas. El Plan Maestro del Ecoparque Línea del Río Guatapurí en la ciudad de Valledupar, es ejemplo de este tipo de iniciativas. Este Plan Maestro parte de la importancia de los bordes de cuerpos de agua para las ciudades. El agua es un elemento vital. Sin embargo, la alta contaminación y la falta de esquemas que permitan tanto la conservación ambiental como potenciar la productividad de ríos, mares, costas y lagos, exige soluciones integrales de norma y diseño urbano para afrontar los retos de cambio climático y gestión del riesgo. ¿Cómo lograr una estrategia integral frente a problemáticas que exigen abordar diferentes componentes de desarrollo? Por un lado, hay que partir de los datos para la toma de decisiones. Si bien no siempre se cuenta con datos de calidad, la recolección de información tanto de fuentes secundarias y primarias (a diferentes escalas de análisis, sea manzana, barrio o ciudad) generan una lectura más completa de las soluciones que se pueden plantear. Los datos además, con una visión territorial, permiten precisión en las estrategias de ordenamiento al visibilizar las problemáticas y delinear posibles escenarios de alternativas. Desde la economía urbana, una forma de caracterizar el territorio a partir de zonas homogéneas, es utilizando una técnica estadística determinada como Análisis de Componentes Principales (ACP). Es una forma de seleccionar diversidad de variables y agruparlas para priorizar estrategias desde un enfoque territorial. Una vez caracterizado el territorio por zonas homogéneas, los Objetivos de Desarrollo


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Sostenible ofrecen una guía para definir estrategias integrales. Una herramienta es usar una matriz de fines y medios. Las propuestas específicas sobre usos del suelo son en sí mismas acciones sobre el territorio que se materializan en proyectos, caracterizados por su dimensión espacial, que componen un Programa de Ejecución del Plan de Ordenamiento Territorial (para el caso de la normativa colombiana). Estos proyectos priorizados en función de la visión territorial, pueden ser entendidos como los medios en el ordenamiento territorial que permiten alcanzar fines de desarrollo. ¿Cuáles son los dos ejes de la Matriz de Fines y Medios? Los fines de desarrollo se definen en las tres dimensiones de desarrollo: ambiental, social y económica. Estas tres dimensiones tienen como objeto lograr una mayor sostenibilidad ambiental, equidad social y competitividad económica respectivamente. En función de estos ejes, se definen indicadores, los cuales dependen del criterio técnico y la información disponible. Para realizar la medición, se necesitan al menos dos tipos de indicadores: línea base (que corresponde al estado actual) e indicadores de impacto (que corresponde al bienestar deseado e inducido por las políticas de ordenamiento propuestas). Es importante anotar, que se pueden trazar diferentes escenarios con los indicadores según la priorización de proyectos. Con lo anterior, se muestra cómo la ciudad y el espacio público deben ser abordados desde diversas perspectivas, sin dejar de lado el uso de una metodología y la implementación de un diseño arquitectónico. Pero de nada sirve lo anterior si no se tiene en cuenta a la población, quienes habitan y viven en estos espacios. Es así como el elemento principal para generar ciudades se centra en el derecho a la ciudad y a la satisfacción de las necesidades de sus habitantes. Participación Comunitaria El proceso de participación puede ser parte del diagnóstico territorial. En especial para estrategias de mejoramiento de barrios, hay fuertes iniciativas de cómo lograr involucrar a los residentes de los barrios en la toma de información para priorizar de manera conjunta alternativas de soluciones. La toma de datos a partir de teléfonos móviles (Slum Dwellers International), con la posibilidad de georreferenciar la información, es una alternativa que se ha movilizado por parte de organizaciones no gubernamentales. (Habitat for Humanity). La cartografía social es una metodología que permite identificar sentidos, percepciones y territorios. Esta metodología consiste en realizar recorridos urbanos y mapas con la participación de actores relevantes del territorio (en especial de los residentes) con el fin


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de construir información que usualmente no hace parte de los datos oficiales. Posibilita complementar documentos sobre los usos y actividades que ocurren en el espacio público. La medición de la calidad de la infraestructura es otro de los insumos que permite este tipo de análisis. Y adicionalmente, las problemáticas; por ejemplo, realizar talleres con niños es una fuente de información muy valiosa para identificar conflictos en el espacio público. La venta de estupefacientes, la presencia de pandillas y los actos de violencia al ser percibidos por la población infantil, indican el nivel de exposición de estas problemáticas en los residentes. La participación, es una forma de lograr empoderamiento por parte de la comunidad. Informar, consultar, involucrar, generar espacios de colaboración y lograr apropiación comunitaria a partir de la co-dirección con líderes locales que generen confianza en los procesos, es un valor agregado en intervenciones de infraestructura pública. Esto permite además cuidar las inversiones, dado que hay una mayor atención de parte de la comunidad por mantener los espacios en buen estado. En ocasiones, la infraestructura (al no ser apropiada por la comunidad) sufre las consecuencias del vandalismo (incluso por residentes que hacen parte de la población beneficiada). Los procesos de participación comunitaria son por tanto una estrategia que involucra la perspectiva de residentes como agentes de cambio. Es un conocimiento complementario (la lectura de fuentes secundarias y primarias) a partir de información cuantitativa y cualitativa. Esta información se puede categorizar, analizar y cuantificar (así sea información perceptual) y es útil en la triangulación de datos para la construcción de un diagnóstico territorial más completo. Análisis cualitativo. Frecuencia de palabras asociadas a la palabra convivencia a partir de grupos focales. Ahora, la priorización de proyectos por parte de los residentes no solo asegura la apropiación y el cuidado de la inversión pública (al tratarse de infraestructura) si no adicionalmente implica un valor agregado en el cumplimiento de metas de desarrollo. Por ejemplo, en la ciudad de Cartagena, como resultado de talleres de cartografía social (en conjunto con otras metodologías de análisis cualitativo como grupos focales, entrevistas grupales e individuales) la comunidad enfatizó la importancia de realizar actividades productivas con proyectos en curso, entre esas el impulsar un programa de huertas productivas. Las huertas productivas puede ser un programa para abordar varios Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por un lado, frente a la sostenibilidad ambiental, permite reducir el impacto que tiene la producción de lixiviados al generar compostaje de los residuos orgánicos. Implica una mayor conciencia en la gestión de residuos y manejo de reciclaje. Frente


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a la equidad social, la capacitación para familias que adoptan una huerta comunitaria fortalece el conocimiento en alimentación, reduciendo el riesgo de desnutrición infantil, utilizando adicionalmente la producción de los alimentos como prevención y tratamiento de enfermedades. En términos de competitividad económica, es un programa que puede ser una fuente de generación de ingresos cuando se gestionan cooperativas, para incluir en cadenas de valor local, con el valor agregado de productos orgánicos. Es de esta manera que la comunidad se apropia de sus espacios. Al repensar en la solución de sus problemas desde lo que viven, se logran proyectos creados, diseñados y trabajados por ellos mismos. Con lo anterior, el sentido de pertenencia y la generación de una identidad alrededor de un espacio llevan a la inclusión de las personas y al intercambio de tradiciones e historias que quedarán para generaciones futuras. Sentido de pertenencia Definir una intervención espacial (a partir del análisis de los datos incluyendo la prioridad de intervenciones con base en las percepciones de la comunidad en un proceso participativo) es generar una estrategia integral del cierre de brechas. El papel del arquitecto es, a partir de ese análisis interdisciplinar y de ordenamiento territorial, lograr un diseño que potencialice las experiencias de actividades que han sido construidas en una agenda conjunta de actores del sector público, privado y comunitario y no solo a partir de un panel de expertos. Hay diferentes elementos para lograr un lugar de alta calidad en la infraestructura pública. Por ejemplo, mejorar la conectividad y el acceso de transporte. Lograr el recorrido peatonal, la accesibilidad para personas en condición de discapacidad física y la continuidad con la malla vial local, son temas centrales. Para ello se necesita información sobre modos de transporte y estado de la infraestructura. Incluir diversidad de usos y actividades, que permitan no solo la localización de vivienda si no de comercio y de actividades productivas (como la oferta de servicios) genera dinámicas de mayor interacción en el espacio público. Esto permite una de las grandes virtudes, como apunta Richard Sennett (2000), de la ciudad: la sociabilidad. La interacción con la diversidad es lo que permite el carácter cosmopolita de las ciudades. La vida en la calle que fortalece las redes sociales y la cooperación en espacios que son seguros y confortables para sus habitantes. El papel del diseño, es lograr que ese confort sea desde una perspectiva técnica, como lograr las temperaturas adecuadas al realizar un recorrido a diferentes horas del día, hasta una aproximación más artística (que requiere crear y lograr nuevos simbolismos apropia-


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dos colectivamente). La ciudad y sus espacios deben ser vistos mรกs allรก de la concepciรณn tradicional para abordar la ciudad, el espacio es escenario para intercambiar experiencias y construir una memoria conjunta.



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3 EJERCICIOS LÚDICOS EN NUEVA YORK Información del Capítulo Columbia GSAPP Advanced architecture studio - Línea de tiempo Los otros, ejercicios lúdicos 1 y 2 Ejercicio No 1 - Los lugares para los otros Nicolás Paris: ejercicios para pensar espacios o hacer lugares Ejercicio No 2 - Juguetes para los otros


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Ejercicios Lúdicos Ciudad de Nueva York Columbia GSAPP

Amale Andraos Desylva Bolton Chuxu Wang Brigitte Lucey Ayesha Ghosh Ruomeng Wang Zhengyang Yue Zhengmeng Dong Keren Bao Rui Guan Zhe Cao Siyu Zhang Yuyang Wang

Contacto Inicial

New York City

Aprobación del programa

New York City Fe lipe Robayo

Establecimiento de Alianzas

New York City

Inicio de Clases

New York City

Lugares para los otros

New York City

Juguetes para los otros

Columbia GSAPP

El Equipo Mazzanti GSAP Students El Equipo Mazzanti GSAP Students

Ejercicio No. 1

Ejercicio No. 2

El Equipo Mazzanti GSAP Students

New York City

Scape nARCHITECS SO-IL Leslie Gill Steven Holl Cooper Union El Equipo Mazzanti GSAP Students

Mitad de semestre

Ejercicio No. 3

New York City El Equipo Mazzanti GSAP Students

New York City Amale Andraos BIG University of Warwick Phillipe Rahm Architects Paris Huffington Post Van Alen Institute

Amsterdam Adeola Enigbokan

Pittsburgh

Carnegie Museum

Entresitio OPI nARCHITECTS Ignacio González Marcela Tovar El Equipo Mazzanti GSAP Students

New York City

Amale Andraos Desylva Bolton Chuxu Wang Brigitte Lucey Ayesha Ghosh Ruomeng Wang

Zhengyang Yue Zhengmeng Dong Keren Bao Rui Guan Zhe Cao Siyu Zhang Yuyang Wang

Revisión Final


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Columbia GSAPP Bogotá Preparación del programa

Establecimiento de Alianzas

Viaje de Estudio

El Equipo Mazzanti

Giancarlo Mazzanti Carlos Medellín

Bogotá

El Equipo Mazzanti

Bogotá

Medellín

Bogotá

Medellín

Findeter Geografía Urbana Universidad de los Andes Nicolas Paris

El Equipo Mazzanti GSAP Students

URBAM - EAFIT

GSAP Students

Retroalimentación Cliente Local

Barranquilla

Findeter Regional Caribe Gobernación del Atlántico Alcaldía Distrital de Barranquilla Puerto de Barranquilla ProBarranquilla ANDI Cámara de Comercio Barranquilla Puerta de Oro Universidad del Norte Casa del Carnaval

Barranquilla

Findeter Regional Caribe Gobernación del Atlántico Alcaldía Distrital de Barranquilla Puerto de Barranquilla ANDI ProBarranquilla Cámara de Comercio Barranquilla Puerta de Oro Universidad del Norte Casa del Carnaval El Equipo Mazzanti GSAP Students

Barranquilla

Alcaldía Distrital de Barranquilla

Bogotá

Medellín

Barranquilla

Alejandro Echeverry

Findeter Regional Caribe Gobernación del Atlántico Alcaldía Distrital de Barranquilla Cámara de Comercio Barranquilla ANDI

Edición libro Jugando con anomalías Bogotá Giancarlo Mazzanti Carlos Medellín Felipe Robayo María Mazzanti Angela Parra Sergio Montero Juan Francisco Rodríguez Nicolas Paris

Medellín

Alejandro Echeverry

Barranquilla

Jaime Abello Mirtha Buelvas Jaime Pumarejo

3.1. Columbia GSAPP Advanced architecture studio Línea de tiempo


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Dispositivo para diálogos erráticos

Los otros, ejercicios lúdicos 1 y 2

En este contexto, las heterotopías se justifican en la medida en que tienen un propósito deliberado e innovador que implementa nuevas condiciones propias y dinámicas de inclusión social, confianza y seguridad. Son una manera de conocer y apoyar la recuperación del ciudadano y la institucionalidad pública al introducir el disfrute de los bienes urbanos y cualificar el escenario en la diversidad de los deseos de los ciudadanos. Este primer ejercicio plantea desarrollar un mecanismo de aprendizaje sobre Barranquilla y sus habitantes, que concibe al extraño o extranjero como el agente activo catalizador. Se deberá proyectar un artefacto que permita el intercambio de información, conocimiento, productos, servicios, objetos o cualquier otra opción que posibilite que los estudiantes conozcan realidades individuales y urbanas en Barranquilla y que a su vez propicien una relación entre ellos y los habitantes de la ciudad. El elemento planteado debe en sí mismo propiciar un punto de encuentro y diálogo; teniendo en cuenta las diferencias culturales y de idioma que habrá entre los actores. Es un ejercicio especulativo y sistemático, que tendrá como escenario inicial la ciudad de NuevaYork: Aquí el estudiante deberá identificar alguna dinámica-espacio heterotópico de su interés y volverlo un elemento de análisis para lograr que sirva como herramienta de diseño. Los sistemas de aprendizaje son importantes, deberán definir claramente si el diseño está aplicando métodos comparativos, deductivos o inductivos para lograr el fin deseado.


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s o herramienta para aprender por simpatía. Nicolás París.

Se debe proponer un diseño – un objeto para vestir o disfrazar, un juguete colectivo o individual ( de mesa, de impacto o digital) un espacio o intervención urbana de escala pequeña ( máximo 2mts x 2mts x 2mts ) – que deberá también ser pensado desde su sistema constructivo para que posteriormente pueda ser desarrollado con facilidad. La segunda fase será en Barranquilla durante el trabajo de campo:

El objetivo es que al exponer o intercambiar un deseo con desconocidos, logren recolectar información que los ayude a establecer puntos de acción claros para el siguiente ejercicio del curso. Deberán poner en uso en Barranquilla el diseño o un prototipo del mismo. El fin es poder usar este diseño también como un archivo y transformar la información en cartografías que puedan ser utilizadas en el proceso de diseño consecuente, al identificar sistemas de comportamiento, sistemas de construcción material, sistemas de apropiación y de intercambio. Tenemos que tener en cuenta para la propuesta que, los cambios o las yuxtaposiciones temporales y espaciales en la vida urbana están definidos por demografías, psicologías y geografías; por lo tanto, es importante tener claro si el diseño busca generar aglomeraciones humanas o animales, densas o compactas, heterogéneas u homogéneas, que aunque inestables, conformen y promuevan interacciones sociales en diversos momentos del día. Este es un elemento que abordará diferentes capas de comprensión para lograr ser una herramienta proyectual. • Este dispositivo está destinado a ser un lector urbano: debe recolectar información y experiencias.


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• Debe tener la capacidad de traducir esta información a un lenguaje común que sirva como herramienta de diseño. • Pese a no tener una escala precisa, se debe mantener un tamaño y proporción entre las situaciones que quiere abordar, y una relación de los temas, lugares o agentes que quiere destacar y tener en cuenta. • Un elemento de diseño que esté pensado para cumplir con el fin específico. • El diseño, sin importar su escala, debe ser susceptible de ser experimentado en sitio: es decir, debe hacerse un prototipo, o dependiendo de la complejidad, al menos se debe ser capaz de activar sus virtudes primordiales y generar interacción con los ciudadanos. Podríamos decir que el juguete tiene como sentido la reelaboración constante de las definiciones, por eso contempla al extranjero como eje central y busca modificar las propiedades, los tiempos y los espacios de la vida urbana convencional de un contexto, al poner un agente anómalo a actuar. Debe ser un diseño temporal y móvil, en búsqueda de multiplicar su uso y que se pueda transportar o manipular por los usuarios y los habitantes en diferentes locaciones.

Dispositivos para apoyar procesos de aprendizaje por asociación. Nicolás París.


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Ejercicio No.1:

LOS LUGARES PARA LOS OTROS Experiencias en campo de los estudiantes en la ciudad de Nueva York


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LUGARES SAGRADOS BRIGITTE LUCEY Y YUYANG WANG

En nuestra investigación sobre heterotopías en la ciudad de Nueva York, nos interesaron los lugares sagrados que permiten a los individuos suspender el tiempo y el espacio. Nos interesaban los lugares y circunstancias en los que alguien podría perder el sentido del tiempo momentáneamente, bloqueando el mundo a su alrededor. En otras palabras, nos interesaba el aspecto temporal de las heterotopías. ¿Cómo podría un espacio específico convertirse en una heterotopía por un periodo corto de tiempo y luego volver a la realidad? ¿Cómo podría un espacio heterotópico cambiar a lo largo del tiempo con base en las actividades desarrolladas allí? Analizamos las instituciones religiosas, donde a través de símbolos y de una arquitectura específica se delinea un ambiente para actividades de ritual y contemplación creando un espacio que está completamente separado del mundo exterior. También analizamos el Tai Chi como un sistema de rituales que puede darse en cualquier lugar y por un momento cambiar nuestro entendimiento de un espacio público, generando una dualidad tanto temporal como física en el entorno. Mientras los que practicaban Tai Chi encarnaban un sentido de paz interior y calma, los que caminaban por el parque seguían con sus actividades regulares. Estos dos tipos de heterotopías eran temporales y aun así estaban vinculadas a redes más grandes y globales. Nos imaginamos, que los residentes de una ciudad como Barranquilla, se enfrentan constantemente a una oleada de estímulos sensoriales (sonidos, olores, ruidos, imágenes). El concepto que queríamos exponer era la creación de un momento individual donde los usuarios pudieran liberar su mente de la ciudad circundante. Queríamos explorar la idea de separar a los usuarios de su entorno para que así su imaginación se expandiera.


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Yoga: El Yoga en el espacio público y el Hot Yoga como espacios heterotópicos. El movimiento colectivo crea un ritual que suspende temporalmente el tiempo y el espacio para los participantes.

La iglesia y el TaiChi: Los rituales y la suspension del tiempo. Comprender la diferencia entre los rituales que ocurren en grandes espacios públicos, como el Tai Chi en Bryant Park, en comparación con aquellos que ocurren en lugares simbólicos contenidos como una iglesia.


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GRAFITI, UN LUGAR IMAGINADO DASYLVA BOLTON Y SIYU ZHANG

Los artistas de la calle y grafiteros imprimen capas de conciencia sobre su entorno circundante. Entendiendo la imagen como medio de expresión y como concepto base a lo largo de nuestra investigación, intentamos descubrir una heterotopía estacional y dual en la ciudad de Nueva York. Identificamos el grafiti como una heterotopía de imágenes e imaginarios. Este grafiti en particular, lo encontramos en nuestro camino al Memorial y Museo 9/11. Con el World Trade Center en medio de la imagen, el grafiti intenta inferir la pérdida de dos edificios que evocan emociones en los espectadores. Este lugar perdido entre una fuerte memoria y el vacío de un icono que ya no está, muestra la dualidad de la imagen, y el poder del grafiti como construcción de lugar.


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EL VOYERISMO COMO UN LUGAR RUOMENG WANG Y ZHENGMENG DONG


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Heterotopía es la reorganización del espacio, los eventos y el tiempo para reflejarse y yuxtaponerse con el mundo normal en el que vivimos. El espacio físico es el medio para que la gente se involucre y sea observada, mientras que la otredad tectónica es la condición predeterminada. En la High line de la ciudad de Nueva York, la particularidad del espacio hace que los participantes sean tenidos en cuenta no solamente porque son los otros que están allí, si no porque hacen también una observación subjetiva del resto del mundo. Para ellos es la otredad en lugar de los eventos que ocurren en el espacio. La observación mutua trae el concepto de heterotopía idealmente como una relación entre sujeto y objeto.


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LUGARES SONOROS: ZHENGYANG YUE Y KEREN BAO

Un edificio público como heterotopía en realidad es una compensación de la realidad, una compensación de la cotidianidad. Debe ser accesible para un público amplio. Debe ser algo que pueda ser compartido por un grupo de personas y algo que se desea. Buscando espacios de otredad, simultáneamente físicos y mentales: como el espacio de una llamada telefónica o el momento en que uno se ve al espejo, nos llamó la atención Washington Square Park en la ciudad de Nueva York. Es un espacio único a causa de la música. Es una evidencia invisible y sin forma que ayuda a construir la atmósfera de una heterotopía. La música viaja por el espacio llegando a cada individuo. Al escucharla uno está dentro de la heterotopía. Los oídos no pueden cerrarse. De cierta manera se es forzado a involucrarse, es más, no sólo involucrarse, si no más bien vincularse con ella. La música dirige el vínculo entre los oyentes y los intérpretes.


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MÁS LUGARES DENTRO DE LUGARES CHUXUE WANG Y ZHE CAO

Exploramos la experiencia de heterotopía en tres escenarios entre Chinatown y Little Italy en Nueva York. A través de la observación intentamos averiguar qué es lo que hace de ese lugar una heterotopía. En Chinatown, la institución pública se redefine como un espacio público para el juego de cartas chinas. La infraestructura es utilizada para instalar el evento. Además de los jugadores, otros participan como espectadores de manera paralela, más no están involucrados directamente en el evento. En una calle llena de tiendas, las ventanas y puertas dividen los dos mundos, funcionan como una plataforma de intercambio. En la calle principal de Little Italy, la carpa iluminada con neón define el comienzo y final de la experiencia de heterotopía. En general, ambos lugares representan una ciudad dentro de una ciudad, con un borde definido y una memoria colectiva de otros lugares del mundo.


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LUGARES MÚLTIPLES: AYESHA GHOSH Y RUI GUAN

En la búsqueda de heterotopías u otros espacios en Nueva York, mi compañero Gary y yo, exploramos un club tecno llamado Bossa Nova Civic Club. Visitamos el club en varias ocasiones para observar y estudiar la cultura alrededor del espacio. Después de hacer varias entrevistas para entender a los visitantes frecuentes, aprendimos que el club no es solamente un espacio para el entretenimiento, si no que está también relacionado íntimamente con la libertad de expresión de la identidad. La primera vez que lo visitamos fue en una noche típica con música y visitantes comunes; y en otra ocasión, visitamos el lugar durante una fiesta mensual gay llamada Bromo. Es claro que el club patrocina un sentido de comunidad y propicia que la gente esté abierta y comprenda a los otros a su alrededor. Es por eso que, el espacio inspira a la gente a desplazarse grandes distancias para ser parte de la comunidad, porque las personas con diferentes orígenes se sienten cómodas al estar juntas. El haber aprendido más acerca de cómo el espacio del club inspira a la comunidad, nos dió un gran entendimiento sobre la manera de hacer espacios incluyentes y seguros, y de cuán crítico es que éstos existan en la estructura urbana.


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*** Mélange de escombros

Materiales rechazados (como la cajita de un par de chicles). Materiales descartados, que otros llaman basura (como un ticket de compra o la tapa de un refresco). Restos de algo destruido (quizás, una servilleta). Los objetos encontrados construirán una ruina, el rastro de tu día…

***

Figura retórica A:B

Autor: Nicolás Paris - Artista

Ejercicios para pensar espacios o hacer lugares

Reúne desechos, restos y/o desperdicios que aprecies, y que quepan en tu bolsillo:

Apresúrate Ardiente Ataque Calma Clara Especialistas Grito Instante Réplica

despacio paciencia defensivo tensa oscuridad secundarios silencioso eterno original

La ciudad es un oxímoron… Encuentra tu oxímoron…

***


*** Geometría colectiva Observa a tu alrededor. Intenta darle forma al espacio que hay entre nosotros, lugares que se construyen a partir de nuestro tiempo compartido. El espacio público que existe entre nosotros… Colecciona esos espacios y encuentra sus posibles formas geométricas. El modo en que nos relacionamos puede ser una forma geométrica…

*** Piensa en una calle Piensa en un camino Piensa en una esquina Piensa en un color Piensa en un átomo Piensa en el universo … Piensa en tu cuerpo

***


Cuerpo regla ¿Por qué las reglas tienen 30 centímetros? ¿Qué es de 30 centímetros de largo? Si tu ves el mundo con tus propios ojos, valora el mundo con tu cuerpo. Mide ambos lados de tu asiento con los pulgares. Multiplica ambos lados para encontrar tu área de descanso. Cuantifica el perímetro de tu área de trabajo con tus brazos abiertos. (medida que es igual a tu altura). Calcula el espacio compartido de la mente. Cuenta los pasos de tu lugar de trabajo o estudio, a tu casa o viceversa. Encuentra la distancia de tus ideas. A medida que la operación se hace más larga, las palabras se hacen más cortas. Tu cuerpo es una regla. ***


Escoge el color de alguna prenda de vestir que lleves puesta: Café Amarillo Verde Azul Violeta Rojo Naranja Plateado … … Encuentra y cuenta tantas personas como puedas, con esa misma prenda del mismo color o muy parecido.

*** La verdadera revolución no es de índole social, es de índole mental. Ejercicio que consiste en tratar de desmaterializar la vida.

***


Tu sombrero es tu casa, tu cuaderno es tu escuela, tu lápiz es tu bastón, tu lenguaje es tu virus, tu mirada es tu espejo. ¿Cuál es tu rastro? ***

Si el tiempo es igual a lugar menos movimiento (tiempo = lugar - movimiento) entonces son posibles innumerables lugares. Son posibles innumerables arquitecturas dentro de ti.

***


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Ejercicio No.2:

JUGUETES PARA LOS OTROS Diseñando juguetes desde Nueva York


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EL CONFESIONARIO: UN ARMARIO LLENO DE SECRETOS BRIGITTE LUCEY Y YUYANG WANG

El objetivo de esta intervención urbana es enaltecer la noción de suspender el tiempo y el espacio, creando una dualidad entre la realidad y un momento de reflexión. El confesionario es un espacio heterotópico que puede transportar temporalmente al usuario fuera de su contexto inmediato. La idea es, que al entrar a un espacio cerrado, con un óculo ubicado hacia el cielo, el juguete pueda generar la reflexión de la gente en torno a recuerdos pasados y secretos actuales. La desconexión visual y auditiva con el contexto del confesionario, pretende llevar a los usuarios a un nuevo estado mental, libre de escrutinio.

Planos


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Afiche


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Guiรณn grรกfico: Uso del juguete


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EL CUBO COLLAGE: DASYLVA BOLTON Y SIYU ZHANG Tomando como conceptos base para nuestro juguete de investigación el poder de la imagen como método generador de memoria, nos embarcaremos a descubrir los elementos y actores que los ciudadanos de Barranquilla consideran importantes de menor y mayor agrado en una variedad de sitios privados y públicos. También nos interesa entender el razonamiento detrás de sus elecciones y el significado emocional que tienen las imágenes individuales para ellos, si es que estas llegan a poseer alguno. Este dispositivo quiere explorar imaginarios de uso del espacio público, a través de la búsqueda de rangos de deseos (personales, emocionales, sociales, políticos, etc.) identificados en las imágenes escogidas por el participante. Con este dispositivo los ciudadanos nos ayudarán, en nuestra posición de extranjeros, a comprender un poco más la cultura local, a descubrir y comenzar a entender temas subyacentes y la identidad general de la ciudad. Los participantes deberán disponer las imágenes de actores y elementos por capas, partiendo de lo más deseado a lo menos deseado (capas 1-8).

Planos


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Afiche


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¿Cuáles son tus ideales en un espacio doméstico o en un espacio público? ¿Qué es lo que no te gusta?

Gracias por ayudarme lizarlo. A mi realmen gusta ver actividades calles.

Guión gráfico: Uso del juguete


e a desnte me en las

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Ohh, a mi me gustarĂ­a ver vendedores en las calles.


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LA MÁSCARA: EL MUNDO DENTRO Y FUERA RUOMENG WANG Y ZHENGMENG DONG El dispositivo proporciona un espacio introspectivo para que la gente observe a los otros, buscando desencadenar recuerdos de sus propias experiencias y evocando sentimientos de su cotidianidad. Queremos dar espacio a la gente para que encuentre nuevos significados a sus relaciones y conexiones con los objetos y los actores que componen la realidad de su propia ciudad y que a su vez nos llenen de herramientas para proponer posibilidades de re-imaginar dichas dinámicas. El juguete utiliza un tipo de lente de caleidoscopio y filtros de color como una interfaz de distorsión, logrando que el usuario al enfocar los elementos o personajes que llamen su atención, sea guiado a ver el contexto de forma diferente, desencadenando emociones y sentimientos. El dispositivo en sí mismo se asemeja a la idea de disfraz de Carnaval, ayudando a cubrir la identidad de las personas y a liberar su comportamiento interior, permitiendo al mismo tiempo ser un foco de atención y de esta manera ser un desencadenante de diálogo y conversaciones con la audiencia exterior.

Planos


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Afiche Afuera-Adentro


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What do you ¿Qué ves? see?

Guión gráfico: Uso del juguete


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ÂżQuĂŠ Whattedo you imaginas tu imagine de from your city? ciudad?


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TÚ HABLAS, YO DIBUJO: ZHENGYANG YUE Y KEREN BAO Tú hablas, yo dibujo es un juguete que busca conectar a las personas a través del intercambio público de información privada. En el mismo espacio físico, desconocidos se conectan a través del sonido mientras están físicamente separados. El dispositivo permite que los extraños se cuenten secretos y compartan un momento íntimo. Parte de la idea de que el auto-reconocimiento de una población puede estar unificado y a su vez codificado. Está enfocado en aprender acerca de los estereotipos que se desarrollan en las dinámicas sociales y culturales de un contexto o comunidad específica. El juguete está compuesto por un tablero de dibujo y unos vasos desechables que simulan un teléfono, este permite la interacción de los dos lados en que se divide el tablero. Los vasos se comportan como una herramienta interactiva para que los participantes se comuniquen y se conozcan entre sí. Desde la perspectiva de extranjeros, se formulan una serie de preguntas a los participantes por medio de un cuestionario que les es entregado, este contiene interrogantes acerca de su apariencia física y hábitos rutinarios. A partir de esto, esperamos poder construir imágenes basadas en ideas estereotípicas de lo que una persona puede ser, construidas únicamente por información parcial y muy general que es obtenida del cuestionario. La dinámica es simple, una persona hace una pregunta, la otra responde, quien pregunta dibujará los imaginarios inmediatos que tenga en el tablero. El dispositivo es visualmente intrigante y divertido. Todos dibujan y se desahogan a través de bolígrafos sobre papel. Es una experiencia inusual en el espacio público. El dispositivo acumula las ilustraciones de participantes previos, creando una colección de diferentes imágenes que responden a las mismas preguntas. La colección de dibujos puede verse como una representación de los estereotipos de imaginarios que se relacionan con ciertas ideas y palabras en la ciudad.

Planos


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Afiche “Tu hablas Yo dibujo”


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Guiรณn grรกfico: Uso del juguete


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EL COLLAGE DE LA CIUDAD CHUXUE WANG Y ZHE CAO El objetivo del collage de la ciudad es colaborar con los locales, para crear una imagen de ciudad a partir de piezas que den cuenta de los ideales y deseos individuales de los ciudadanos. Ofrece una oportunidad para imaginar un lugar diferente dentro de la ciudad que habitamos, un lugar construido a partir del reconocimiento de otros lugares que son admirados o deseados y que evocan sensaciones específicas que se creen lejanas o inalcanzables. Este juego está mediado por memorias o imaginarios que serán yuxtapuestos o superpuestos con el cotidiano, buscando establecer respiros sociales y urbanos. Protocolo: 1. Si tuviera la oportunidad de vivir en otra ciudad diferente a Barranquilla. ¿cuál sería esa ciudad ideal que se imagina? ¿De dónde cree que viene esa idea? Describa un momento que le gustaría vivir en esa ciudad. 2. Identifíquese en el dibujo. ¿quién es usted y de dónde viene su familia? ¿Dónde vive ahora mismo en Barranquilla?¿A qué se dedica? 3. Si ese momento imaginario que describió en la primera pregunta pudiera pasar en Barranquilla... ¿Dónde cree que podría pasar? ¿Por qué le gustaría que pasara en ese lugar? (Describa la razón y localícela en el mapa) 4. Cuando termine, levante los telones, siéntese bajo ellos y disfrute del collage que mezcla su ciudad real y la imaginada.

Planos


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Afiche


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MEMORIA MEMORY

ร NIMO MOOD

ANGRY

TOUCH TACTO

Guiรณn grรกfico: Uso del juguete

PASSAGE PASO

FELIZ

NOSTALGI


IA

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CIUDAD CITY

ROMANTICA

TRISTE

CANOPY PASAJE


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REFLEJANDO LA CIUDAD AYESHA GHOSH Y RUI GUAN El laberinto móvil juega un papel doble, invita a los jugadores a observar con mayor detenimiento y críticamente a sus alrededores, así como también les da la oportunidad para crear espacios. Compuesto por cuatro planos refractivos elevados, el juego comienza con un cubo de espejos en el espacio. A cada jugador se le presentan preguntas acerca de opiniones y experiencias ligadas al espacio habitado. Las piezas se mueven usando los mecanismos de la ruedas situadas en la base, así logramos reflejar diversidad de momentos y elementos en el ambiente que dan respuesta a las preguntas planteadas. Como cada pieza del dispositivo está construida para conformar esquinas, algunas veces se reflejan momentos inesperados en el plano contiguo al que se está usando. Cuando las piezas comienzan a revolverse y crean nuevas configuraciones, el ambiente del juego queda capturado efímeramente en cada plano, permitiendo que los participantes piensen y observen con detenimiento el lugar donde están, a su vez, esas mismas piezas son capaces de contener un espacio susceptible de ser usado. Al final los jugadores pueden reorientar cada una de las piezas en la forma que deseen para crear su propio espacio. A través de este proceso, se busca que los jugadores reflexionen sobre cómo se mueven a través del espacio y sobre cómo la acción de crear o disolver recintos es algo cotidiano y que todos podemos hacer. Esperamos que el juego cree una conexión entre los ciudadanos y el espacio público donde se instalará. Queremos exponer patrones y momentos que no son obvios para nosotros a través del uso de preguntas y de los espejos. El punto clave de la metodología es el cuestionario usado para involucrar a los participantes en la conversación. Al seguir un guión, podremos mantener un sentido de consistencia en el proceso de recolección de datos. Este proporcionará el fundamento desde el cual cada participante podrá divergir mediante sus propias narrativas.

Planos


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Afiche


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Hola! Te gustaría venir a

Hi! Would you like to come jugar en el Laberinto Móvil play Laberinto Movil with us?

con nosotros?

Nosotros te pediremos We will ask you to useque the usestoel show juguete toy us para yourmostrarcity. Feel nos tu Sientete libre free tociudad. move the pieces tode mover las piezas para reflejar lo que question respondería the ! la pregunta!

Esto suena divertido y su This sounds fun and your toy is very I’m happy juguete es shiny. muy brillante. to play!feliz de jugar! Estoy

Storyboard: Uso del juguete


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Te voy a mostrar I will show you thelos trees becauseporque they provide árboles ellos shade on sunnysombra days. en los días proveen

Show us what Muéstranos lo you queenjoy disabout this park! frutes de este parque!

Estoy moviendo estos espacios I’m moving these pieces para crear un lugar donde to create a space where I pueda esconderme ruido can hide from thedel business de calle, no hay suficientes of la the street, there aren’t momentos de tranquilidad. enough quiet moments.

Que es the ver de How divertido fun to see repente encima park allelofparque a sudden del mercado! on top of the market!



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EJERCICIOS LÚDICOS EN BARRANQUILLA Información del Capítulo El lugar: Barranquilla ciudad dual Jaime Abello: Barranquilla sabe cantar y trabajar Martha Buelvas: Barranquilla un espacio en el Caribe Jaime Pumarejo: la ciudad del río EL CAMPO DE JUEGO: Barranquilla septiembre 2016 Sergio Montero: Entre datos y teorías A. Delimitando las técnicas de juego EL CAMPO DE JUEGO: Barranquilla septiembre 2016 B. Reconociendo el campo de juego

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El lugar: Barranquilla ciudad dual

Barranquilla es una ciudad singular en el contexto colombiano. Esta singularidad no es una casualidad, pues responde a varias condiciones propias de su desarrollo: • su estratégica ubicación geográfica entre el mar Caribe y el río Magdalena (la columna hídrica más importante del país). • El fuerte sincretismo cultural producto de la inmigración europea y de medio oriente, fuente de dinámicas culturales en las que resalta la convivencia y riqueza de manifestaciones artísticas y musicales que se fusionan en formas tan representativas como el Carnaval. • Un paisaje urbano que refleja una situación socioeconómica que oscila entre una modernización prematura, un fuerte pasado industrial y un rápido crecimiento, producto de la movilización campesina a la ciudad, como consecuencia de los años de dura violencia que azotaron al país. Barranquilla es entonces, un escenario propicio y oportuno que permite explorar, analizar y entender las diferentes dimensiones que se entretejen entre lo formal y lo informal. Las coexistencias históricas, socio-culturales, y territoriales facilitan un análisis que se centra en las dinámicas cotidianas que caracterizan y definen a la ciudad latinoamericana. Actualmente la ciudad atraviesa un proceso caracterizado por la promoción, por parte de los gobiernos locales, de políticas públicas que buscan por un lado re-potencializar la economía a partir de un acercamiento, análisis y entendimiento desde la comuni-


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Una ciudad que le dio la espalda al Río: Vista desde el Río Magdalena hacia los dos bordes que lo conforman, la ciudad y el paisaje natural.

dad, y por otro revisar y replantear las formas de hacer arquitectura apartándose de una mirada ajena de la ciudad y valorando un acercamiento desde su interior, apropiándose de ella. Barranquilla se funda en 1620, y excepcionalmente su fundación no corresponde ni a un asentamiento precolombino ni a una ciudad colonial. La ciudad, al contar con una privilegiada condición geográfica e hidrográfica, emerge como una puerta de entrada al continente americano, siendo desde su fundación un importante nodo comercial debido a la llegada de bienes, mercancías y conocimientos del extranjero a través del mar Caribe, permitiendo su entrada al interior del país a través de la columna hídrica que dibuja sobre el territorio el río Magdalena, que lo recorre de punta a punta. El río atraviesa Colombia desde el Páramo de las papas, en el sur del país, hasta Bocas de ceniza, recorriendo once departamentos y generando tres subzonas hidrológicas: El alto, medio y bajo Magdalena. Estas zonas albergan puertos importantes que han sido y en algunos casos continúan siendo notables focos comerciales y culturales, mismos que han definido importantes eventos en la historia del país y dentro de los que se encuentran Girardot (centro turístico y de intercambio comercial ), Honda ( desde donde entraban las mercancías al interior del país), Puerto Salgar y la Dorada (albergaban puntos de control militar y un importante centro de acopio


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agrícola y ganadero), Puerto Boyacá, Puerto Berrío desde donde se conectaba con los antiguos ferrocarriles de Antioquia, y finalmente Barrancabermeja, donde se localiza la principal refinería de petróleo Del país. Siguiendo el camino hacia la desembocadura, encontramos en el bajo Magdalena la depresión Momposina, donde aparece la mágica Mompox, declarada Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1995. Para terminar tras pasar el Banco, San Martín de Loba y Pinillos, el río atraviesa Barranquilla, la puerta del caribe, y encuentra su desembocadura en Bocas de ceniza para abrirse al mar Caribe. Este portal de entrada y salida, es el lugar donde se acomunan, entremezclan y conviven todas aquellas mercancías, culturas, tradiciones, lecciones e historias que ha recogido y ha transportado el río en sus 1.528 km de recorrido por Colombia. Es por esto que Barranquilla introduce y recoge conocimientos, tradiciones, mercancías, historias y personas de adentro y afuera. Siendo un núcleo de intercambio constante desde el siglo XVII. El siglo XIX vió un crecimiento de la ciudad y su demografía, convirtiéndose en el escenario de uno de los eventos culturales más importantes de Colombia y Latinoamérica, el Carnaval de Barranquilla. Esta fiesta que atrapa a la ciudad por más de una semana y que atrae a más de un millón de personas en la actualidad, llega a Barranquilla proveniente de la ciudad vecina de Cartagena de Indias, a donde llegaron desde de España y Portugal las fiestas de la Candelaria y del Once de Noviembre. Se adaptan las tradiciones europeas, se mezclan con las costumbres de los esclavos, y se disfrazan dentro de las celebraciones religiosas. Rápidamente estas festividades encuentran un espacio en el que pueden fusionar diferentes costumbres, culturas y religiones sin limitaciones de ningún tipo. Desde 1893 se encuentran testimonios y crónicas sobre la fiesta del Carnaval como un evento que crea una realidad paralela llena de locura, diversión, música y danzas. Este se convierte en un escenario cambiante, dinámico, abierto, adaptable donde se materializa todo ese sincretismo cultural, económico y social que llega por el mar y recorre el país a través del río. El Carnaval es un momento en el que se diluyen las diferencias de clase, en el que toda la población puede participar. Este se convirtió entonces en un escenario cambiante, dinámico, abierto, adaptable donde se materializaba todo ese sincretismo cultural, económico y social que llegaba por el mar y recorría el país a través del río. El Carnaval era un momento en el que se diluían las diferencias de clase, en el que toda la población podía participar.


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Alrededor de los últimos años del siglo XIX se establecen el presidente y la junta organizadora del Carnaval y a inicios del Siglo XX se inicia la Batalla de Flores, en conmemoración a la Guerra de los mil días. El siglo XX ve a la ciudad consolidarse como uno de los puntos de entrada de la Modernidad. El escenario bélico que mantenía a Europa en guerra trajo consigo la llegada de una importante ola de migración; polacos, sirios, libaneses, italianos y judíos llegaron y se radicaron en la ciudad. Con ellos llegó además su cultura y la nueva ola de materiales de la Europa Moderna. Tales como el concreto y el acero. La ciudad acoge nuevos habitantes y nuevos materiales, y su transformación física y cultural es inminente. Esta coexistencia de diversos modos de habitar harían de Barranquilla una ciudad atípica en el contexto nacional, y una pionera en temas arquitectónicos y culturales. Barranquilla era una ciudad cosmopolita. Esa ola de modernidad trajo consigo la construcción de las primeras vías en 1869 y el primer tranvía en 1884, las primeras líneas telefónicas en 1882, la primera aerolínea en 1919 y para 1929 la primera estación de radio. La apertura del canal de Panamá en 1919, que trajo consigo la construcción del Puerto de Buenaventura sobre el Océano Pacífico, tendría sin embargo importantes repercusiones en el cese de actividades del Puerto de Barranquilla iniciando así una etapa de declive para la ciudad. Las políticas proteccionistas empiezan a debilitar la posición adquirida en las primeras décadas del siglo XX . La ciudad empieza a vivir un empobrecimiento que repercute en alzas de desempleo y un significativo aumento de la corrupción en el manejo de los dineros de la ciudad; estas situaciones no tardan en tener un impacto en su imagen. Aparece un considerable deterioro físico en el centro de la ciudad y surgen una serie de barrios de autoconstrucción en la periferia, como La Paz, Bendición de Dios, la Esperanza, las Flores; todos nombres cargados de un positivismo que contrasta con la realidad física de miseria, escasez y vulnerabilidad. El aumento de la informalidad en la ciudad, da cabida a una serie de situaciones físicas, sociales y económicas. Surgen focos de dinámicas socioculturales que subyacen en las prácticas locales y redefinen cotidianidades, actividades y exigen nuevos escenarios urbanos. Para 2009 la ciudad alberga un 40 % de población considerada en pobreza extrema. Estas concentraciones (que se magnifican por un sistema estratificado implementado en Colombia desde 1980) marcan límites claros en el territorio, creando islas socioeconómicas ligadas al valor de la tierra, de los servicios públicos y demás estructuras establecidas.


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A partir de 2008, después de años de declive urbano, las políticas promovidas por los alcaldes gobernantes dan inicio a una voluntad administrativa renovada y centrada en una mejora de las políticas públicas. Se pretende abrir espacios que renueven la ciudad desde una comprensión interna. Esta clara intención política conlleva una serie de iniciativas económicas y sociales. Se procura disminuir las brechas económicas y repotenciar un espacio urbano caracterizado por la pluriculturalidad. La diversidad se reconoce como factor inherente a la convivencia, motor cultural único y con un alto nivel de oportunidades de aprendizaje, crecimiento y desarrollo para una ciudad que supo ser desde siempre incluyente y plural. Esa aproximación a los límites difusos que oscilan entre la ciudad formal y la informal ha sido clave para una nueva planeación de la ciudad y hacen de Barranquilla el escenario oportuno para el desarrollo de este taller, cuyo desafío es lograr desbalancear la inercia con la que se construye la ciudad a partir de implementar aproximaciones de diseño heterotópicas, basadas en realidades locales. Proponer arquitecturas comprometidas con entretejer y potenciar vivencias, saberes y virtudes actuales de Barranquilla, que generen una narrativa o visión de ciudad heterogénea, que constituya un eje estructurante para una serie de proyectos anómalos y de cambio. Proyectos que persiguen más que un fin meramente académico, la oportunidad de experimentar y buscar nuevas formas de abordar infraestructuras públicas de gran impacto pero que simultáneamente logran establecer y potenciar un sentimiento de apropiación que garantice su permanencia sostenible a futuro.


Autor: Jaime Abello - Director general FNPI

Barranquilla sabe cantar y trabajar

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Barranquilla es abierta, móvil y fluida como el río Magdalena y el mar Caribe, en cuyas orillas surgió. Antes se solía decir era una ciudad sin historia, como lo declaró el escritor Gabriel García Márquez en un artículo de prensa en 1955, al referirse a la escasez de crónicas históricas y la poca información disponible sobre su proceso de poblamiento. Lo cierto es que Barranquilla no fue fundada de manera oficial por los colonizadores españoles como las demás ciudades importantes de Colombia. Surgió como villorrio junto a una hacienda colonial, en una esquina estratégica del norte de Suramérica en la que se desarrolló poco a poco el más grande puerto del río-arteria del país, antes de su desembocadura sobre el océano Atlántico. En ese sitio de libres encontraron medios de subsistencia y oportunidades de progreso hombres y mujeres que buscaban un destino mejor para sus vidas. La economía de la era republicana favoreció a Barranquilla. La pequeña aldea creció a lo largo del siglo XIX hasta convertirse en una verdadera ciudad, gracias a su capacidad de interconectar los modos de transporte fluvial y marítimo sobre la base de los sucesivos ciclos de exportación de productos agrícolas que dinamizaron el comercio internacional de Colombia. A principios del siglo XX Barranquilla era ya capital del Departamento del Atlántico y primer puerto del país, y se puso a la vanguardia con la expansión de la malla urbana, mejoras en los servicios públicos y memorables iniciativas empresariales que todavía enorgullecen la memoria colectiva. Barranquilla se consolidó como espacio urbano de paz, tolerancia y oportunidades, en el que colombianos provenientes de otras regiones –algunas afectadas por la violencia- e inmigrantes llegados de otros continentes encontraron trabajo y pudieron luchar por una vida mejor. El dinamismo económico y social, la apertura al mundo exterior, a la modernidad y sus modas, determinó como seña de identidad una cierta actitud jovial, positiva y emprendedora que todavía caracteriza a sus habitantes.


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Aunque su historia se demoró en ser contada, el devenir urbano de Barranquilla fue marcado por una serie de hitos de progreso y orgullo cívico que sirvieron de germen a una narrativa unificada y consistente sobre la ciudad y su evolución. En 1946, al inaugurar los V Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe, el presidente de Colombia de la época, Mariano Ospina Pérez, tomó prestado el sobrenombre que en la época de la fiebre de oro se le dio a la bahía San Francisco, California, para bautizar a Barranquilla como La Puerta de Oro de Colombia. Ese apelativo caló con entusiasmo en el sentimiento de la élite local, que después de casi un siglo de auge constante se resistía a aceptar las señales incipientes de la fase de declive urbano y económico que atravesaría en las últimas décadas del siglo pasado. La visión que se consagró oficialmente fue la de ciudad industriosa y cosmopolita, pionera en iniciativas empresariales y urbanísticas, liderada principalmente por inmigrantes que vinieron de los países europeos y árabes atraídos por los florecientes negocios de un puerto en expansión. Aunque la historiografía profesional sobre Barranquilla ha aumentado considerablemente en las últimas décadas y aportado nuevas interpretaciones, ese mito fundacional se ha mantenido presente y se recicla periódicamente en las campañas de propaganda que se hacen para promover la marca de la ciudad y atraer inversionistas. Hay bastante de cierto en la versión oficial de la urbe moderna y pujante que se reproduce continuamente hasta nuestros días, pero ese relato simplificador tiende a excluir el reconocimiento a la realidad compleja, dolorosa y luchadora de nuestra otra historia, mucho menos contada: la de la ciudad popular y mayoritaria que se hizo a sí misma, vitalmente, sin planes y con escasas ayudas públicas, contra los vientos y las mareas de la pobreza, la indiferencia, la violencia y la politiquería. La orgullosa ciudad de los años cuarenta y cincuenta, que le gustaba verse en el elegante espejo de modernidad urbanizadora de El Prado y otros barrios bonitos y ordenados, construidos en el norte para la minoría blanca de clases media y alta, se metamorfoseó en las décadas siguientes en una ciudad más mestiza y africana, ruralizada y desordenada por los barrios de invasión que surgieron como hongos en el sur y el suroccidente. Centenares de miles de personas de origen campesino llegaron desde mediados de los años cincuenta en flujos migratorios internos para buscar un mejor futuro para ellos y sus familias, ocupar el territorio y desbordar los equipamientos urbanos disponibles, justo cuando la economía de Barranquilla se desajustaba por múltiples factores, como los cambios en las rutas y sistemas de transporte en Colombia y la imposición de un modelo económico de sustitución de importaciones, desfavorable para una ciudad portuaria alejada de los principales centros de consumo del mercado interno. Los incrementos de población registrados entre los censos de 1951, 1964 y 1985 son casi del doble por cada período, y reflejan el desaforado dinamismo demográfico que va de una fase inicial del éxodo económico del campo a la


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ciudad, hasta la más reciente de los desplazamientos forzados de las víctimas del conflicto armado interno. Sin embargo la narrativa de ciudad no fue nunca totalmente hermética. En ella siempre se colaron historias e imágenes de una comunidad de base con fuerte cultura popular, cuyos signos están inscritos a lo largo y ancho de la geografía y vida urbana. El propio Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura de 1982, me dijo una vez que recorríamos las calles del centro, en 1998: “Barranquilla es Macondo cuando se volvió ciudad”. Eso se detecta al explorar las variantes de la arquitectura tradicional en los barrios, el bullicio de los mercados, los oficios y personajes de la calle, los ruidos y las músicas, la gastronomía cotidiana y tantas otras manifestaciones en las que se advierte una realidad social y étnica compleja, multifacética y aparentemente caótica. Sin embargo, el máximo logro de la cultura popular barranquillera es su fiesta pública tradicional. Como dice el himno de la ciudad, “Barranquilla sabe cantar y sobre el yunque martillar”. Aquí la pobreza y la desigualdad social se trasmutaron en riqueza cultural: el Carnaval ha proporcionado sentido de pertenencia y convertido en acervo colectivo las tradiciones folclóricas de raíces triétnicas provenientes de diversos puntos del Caribe colombiano, trasmitida por generaciones en el seno de familias de bajos ingresos y escasas posesiones materiales. En un país que ha sido afectado por la violencia, esta fiesta es un espacio excepcional de convivencia pacífica y diversidad cultural. El hecho es que en Barranquilla los pobres, los de clase media y los ricos, locales y foráneos, son capaces de compartir en las calles y otros espacios festivos la danza, la jovialidad y el orgullo de contar con este perdurable patrimonio intangible, en un mágico paréntesis que ilusoriamente desestratifica la vida social en la temporada de Carnaval. En el siglo XXI son escasas las urbes del mundo que gozan del privilegio de mantener viva una fiesta pública tan antigua como el Carnaval, con esa capacidad única de generar estados fascinantes y multitudinarios de alegría compartida, sostenidos por el ritmo de la música, el movimiento de los cuerpos y el enigma y lucimiento de los disfraces. Los barranquilleros aprendieron a trabajar y bailar con igual intensidad, y supieron apropiarse de esta celebración de matriz europea como factor de identidad colectiva, para convertir y preservar el Carnaval como punto de encuentro anual y ritual de toda la comunidad. Por ello el Carnaval de Barranquilla ha sido reconocido por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad y atrae cada año miles de turistas. Mientras la Barranquilla festiva sigue teniendo como eje el Carnaval, la Barranquilla productiva ha venido diversificando su vocación económica, que no se basa solamente en el corredor de servicios portuarios dedicados al comercio exterior, si no en un sector industrial importante y en la función creciente de servir como polo de servicios y comercio a


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la región Caribe colombiana. La expansión urbana de Barranquilla está siendo jalonada por una dinámica industria de la construcción y ha generado un espacio metropolitano compartido con municipios aledaños de rica historia propia, como Puerto Colombia, Soledad, Galapa y Malambo. La transformación hacia la ciudad-región se puede avizorar desde ahora en la paulatina urbanización de una franja costera cuya espina dorsal es la vía del mar que se dirige a Cartagena. El distrito de Barranquilla atraviesa con renovados bríos en la segunda década del siglo XXI otro período de auge. En el contexto de la apertura comercial de la economía colombiana, con sus múltiples acuerdos de libre comercio, Barranquilla sobresale entre las ciudades-puertos de Colombia por ofrecer buena infraestructura y servicios logísticos competitivos, con ventajas interesantes para la localización empresarial, particularmente para la relocalización de industrias del interior del país. Tiene a su favor la escala urbana y el potencial económico que ofrece la reactivación del transporte fluvial por el Río Magdalena, para lo cual se están haciendo cuantiosas inversiones públicas y privadas. Cuenta también con un diferencial positivo en materia de Capital Social: posee una amplia y diversificada oferta de recursos humanos calificados, tanto en el nivel técnico como universitario, gracias a un sistema educativo de creciente nivel académico. Al lado de esas ventajas hay todavía muchos retos para hacer que la ciudad sea más competitiva, ordenada e incluyente. Hace falta movilizar el diálogo social y el liderazgo estratégico para buscar soluciones a los problemas claves pendientes por resolver en esta comunidad, generar empleo y calidad de vida, evitar que la corrupción termine malogrando los buenos augurios y aprovechar como se debe la oportunidad histórica de la ola de expectativas positivas que desde toda Colombia se proyectan hacia Barranquilla, la ciudad que sabe cantar y trabajar.


Autor: Mirtha Buelvas - Antropóloga del comité del Carnaval de Barraquilla

Barranquilla un espacio en el Caribe

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La ciudad de Barranquilla, con una situación geográfica privilegiada, puerto fluvial y marítimo, se encuentra situada al norte de Colombia, en la costa Atlántica, sobre la orilla occidental del río Magdalena, cerca de su desembocadura hacia el Mar Caribe. Este río desempeñó un papel protagónico tanto en el desarrollo de la ciudad como en sus Carnavales, la seña de identidad cultural más importante de esta población. Con los diferentes cambios del país, en lo económico y en el movimiento del transporte fluvial por el Magdalena, el río perdió algo de presencia en el imaginario de las nuevas generaciones de Barranquilla, hoy su importancia está en proceso de recuperación. Barranquilla fue y es un centro de migración constante. En un principio este asentamiento se consolidó con gentes procedentes de todas partes del mundo y se convirtió en una ciudad producto de la iniciativa de sus pobladores, que con el correr de su historia la fue convirtiendo en una urbe con una mentalidad abierta, de ideas generosas, producto de su origen. En Barranquilla la migración permitió desarrollar un imaginario cívico, al foráneo se le recibe bien y este se siente cómodo en la ciudad; de esta manera, el paisaje urbano se transforma en elemento de atracción e intercambio en todas las áreas. Los migrantes extranjeros impulsaron el desarrollo de Barranquilla, su participación fue decisiva en traer pautas de modernidad y desarrollo económico, social y cultural a la población. Las iniciativas particulares como el caso de los alemanes por ejemplo, en el marco del tratado de “Amistad, comercio y navegación”, firmado entre las ciudades de Lübeck, Bremen y Hamburgo, y la Nueva Granada en 1854, entre otros acontecimientos, inicia el


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despliegue comercial de la población, que permite que en las dos décadas siguientes se convierta en el principal centro de exportaciones e importaciones del caribe colombiano y en el puerto marítimo fluvial y aéreo más importante del país. Resultado de ese desarrollo, es Barranquilla donde se inicia la aviación en Colombia y una urbanización moderna en el país en 1922, con el barrio El Prado. Ese ascenso de Barranquilla solo fue posible con la apertura del puerto de Sabanilla, en 1842, clave para las importaciones y exportaciones; el auge de la navegación a vapor por el río Magdalena, y las leyes liberales de la república que repercutieron en la actividad portuaria y comercial de este puerto, impulsando la migración y el crecimiento de la ciudad. La migración es un acontecimiento muy importante en la identidad cultural de Barranquilla y en su máximo patrimonio cultural: los Carnavales. Los efectos culturales del arribo de nuevas gentes siempre han estado presentes en el perfil de la ciudad, por ejemplo, Barranquilla en sus pasados Carnavales disfrutó de vals, polkas y mazurcas alemanas. En el siglo XIX y primera mitad del siglo XX, Barranquilla es un polo económico de gran importancia para Colombia, centro urbano de alta migración, donde arribaron habitantes desde las poblaciones costeras de Santa Marta, Cartagena, Mompox y otras de las riberas del río Magdalena. El acceso a la población desde el interior de la costa caribe en esos tiempos, era mayormente posible a través de vías fluviales, como el río Magdalena en primer término y sus ramificaciones por el caño del Clarín, el canal del Dique y el río Cesar. Fueron entonces estas poblaciones ribereñas las que conformaron en el pasado el contingente de inmigrantes y con ellos llegaron, sones, danzas y otras tradiciones populares propias de carnaval, que con el tiempo se convirtieron en folclor de la ciudad y en expresiones más urbanas que las de su procedencia. En el siglo XIX el río Magdalena conectaba a Mompox, puerto fluvial de gran actividad comercial e intercambio, con el puerto fluvial de Magangué. Estas dos poblaciones fueron significativas en el aporte de músicas y danzas al Carnaval de Barranquilla. Desde el siglo XIX Barranquilla es un recolector de manifestaciones dancísticas, musicales y festivas de la región. La población se convirtió en un espacio de encuentro de diferentes expresiones culturales populares, que aquí se mezclaron entre ellas, se transformaron y adquirieron carta de ciudadanía, con identidad propia. La consolidación y el impulso definitivo del Carnaval en la ciudad, se produce en la república, el Carnaval al igual que Barranquilla es hijo de este periodo histórico. Colombia es un país de regiones, una de ellas es la región Caribe. Desde la colonia, sus puertos establecieron un intercambio cultural con sus vecinos del Caribe, tanto insular


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como continental. El mar facilitó esta comunicación y engendró una identidad cultural similar en toda la región, acentuada por la fuerte herencia africana, presente en toda la zona y que se observa fácilmente en el Carnaval de Barranquilla. El Caribe ha sido desde siempre un mar de cruces culturales y de comunicación entre sus puertos, Barranquilla es uno de ellos y al igual que todo este territorio comparte una cultura similar, presente en el gusto por la música, los colores y el regodeo de vivir entre otras expresiones. La fiesta constituye un componente muy importante en la identidad de esta zona y por lo tanto de Barranquilla. El Caribe es movimiento, se encuentra en la vida material y espiritual de la región. Su música está marcada por la percusión y el baile; la danza es sensual y cadenciosa; a todas estas manifestaciones en el Caribe se les imprime una gran energía y en parte responde a la importancia que estas dos expresiones, baile y música, tenían en los ritos africanos, la misma importancia que demuestran con su gran presencia en los Carnavales de Barranquilla, al igual que el júbilo y el goce de la vida, que ese continente también trajo a la región. En el Caribe la fiesta está asociada al deseo permanente de vivir, y reúne la danza, el juego, la música, la poesía y especialmente lo mágico; es pasión, es goce, es plenitud; es danza, es baile y música a la vez, es un vestigio de rito, es la vía para llegar al éxtasi, el hombre y la mujer buscan de manera utópica un espacio de libertad, un antídoto contra la tristeza, eso pasa con los Carnavales en Barranquilla. En cierta ocasión García Márquez garantizó que el hombre caribe es el ser más melancólico del mundo, aunque esto fuera difícil de creer. En la fiesta la gente del Caribe expresa su cultura. La fusión del pensamiento mágico de los indígenas, con la mente medieval de los conquistadores españoles y la cultura africana que concibe el mundo de forma secreta desde adentro, mezcla de mito y realidad, perfiló la identidad de la cultura del Caribe. Alejo Carpentier nombró sus manifestaciones como “lo real maravilloso” y en las novelas de García Márquez se les denomina “realismo mágico”, un ingrediente significativo en los Carnavales de Barranquilla. El Surrealismo es habitual en la ciudad en la temporada de Carnaval, lo imposible es posible. Por ejemplo en una mesa de juego de dominó, actividad popular en el Caribe, es fácil ver jugar a un ángel con un diablo, un soldado medieval con una bailador de cumbia, un tigre de bengala con un toro y así múltiples combinaciones insólitas y ajenas a la realidad. La fiesta popular por excelencia del Caribe colombiano es el Carnaval, seña de identidad de Barranquilla, donde el bailarín es espectador y el espectador bailarín, sus habitantes le imprimen a esa vivencia una trascendencia casi inexplicable para algunos extraños a


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esta cultura. Es un rito urbano anual con símbolos propios, relacionados con la filosofía de vida de sus gentes. Es una creación visual rica y original, con un barroquismo criollo saturado de picardía y sátira. El valor del Carnaval es simultáneo y diferente para los distintos grupos sociales, tiene gran significación para los locales y aún más para los grupos carnavaleros portadores de los saberes populares y tradicionales, para ellos es una experiencia emocional intensa, otro es el valor para los turistas. Tanto unos como otros se concentran en los espacios urbanos públicos que ofrece la fiesta y estos permiten el encuentro e integración de todos los participantes. La emoción con la que se entrega cada persona a la fiesta cambia en la ciudad la temperatura de la vida y comienza en ella, con el Carnaval, un juego diferente del que se vive el resto del año. Sus habitantes se liberan de cierta formalidad diaria, dándole paso a sus sueños y fantasías. La Celebración además de ser un rito urbano, es un medio lúdico para ejercitar la capacidad de soñar. El Carnaval de Barranquilla es una fiesta viva, declarada por la UNESCO, patrimonio de la humanidad, una manifestación valiosa con huellas culturales de las diferentes épocas históricas, prehispánica, colonial, republicana, moderna y contemporánea; es un escenario en el que conviven simultáneamente de forma armónica, la tradición y la creatividad. Españoles y portugueses trajeron en el siglo XV, los carnavales al nuevo continente. El Carnaval al Caribe colombiano llegó primero a los centros coloniales, Cartagena de Indias, Santa Marta y Mompox, que se encargaron de difundirlo por toda la región. Los pueblos de la costa Caribe fueron generando expresiones populares, a partir de las tres culturas matrices, la indígena, la europea y la africana, mediatizadas por la ecología, la exuberancia, el clima, la luz, el mar, el cielo, en general el entorno natural junto a la participación de muchas culturas, que dieron como resultado un perfil cultural particular, adornado y abigarrado, expuesto en el Carnaval de Barranquilla. Uno de los rasgos más destacados del Carnaval de Barranquilla, es la convivencia integrada de expresiones identificadoras del carnaval europeo, tradiciones folclóricas del Caribe colombiano y manifestaciones modernas y contemporáneas de arte popular. El Carnaval de Barranquilla se distingue por su mestizaje, su diversidad, la convivencia armónica de lo tradicional con lo moderno y lo contemporáneo. La fiesta reúne en un mismo espacio manifestaciones folclóricas de más de un siglo, con otras más recientes inspiradas en el cine, la televisión y en general en los sucesos noticiosos mundiales propios del momento.


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Algunos indicios del pasado cultural provenientes del viejo continente, están todavía vigentes en la fiesta de Barranquilla, como los restos de viejos ritos paganos originarios del Carnaval Europeo Medieval, una visión opuesta a todo lo ordenado y previsto, a la inmovilidad y a la eternidad, todo se percibe como efímero, dinámico y cambiante, niega y afirma, amortaja y resucita a la vez, una visión semejante a la filosofía de la renovación de las fiestas de la antigüedad europea que aún se percibe de manera atenuada en los Carnavales de Barranquilla. La esencia del Carnaval Popular de Barranquilla la ofrecen los grupos folclóricos y los disfraces, estos últimos muchas veces abrevan en las fuentes del surrealismo y como el Carnaval, son juguetones y alegres. En los grupos folclóricos, Danzas, Cumbiambas y Comparsas, se refleja lo ancestral; en el vestuario, en la parafernalia y en su representación, están vigentes las manifestaciones que exhíben la tradición en el Carnaval. Tanto disfraces como grupos folclóricos, le apuestan a ser otro para sentirse libres. En cualquiera de las manifestaciones populares del Carnaval, danza, baile o música, la mezcla de las diferentes herencias culturales está presente. El Carnaval de Barranquilla es una celebración que no fue más europea, si no la memoria cultural de tres pueblos, el indio, el europeo y el africano. Es una amalgama de sonidos, tradiciones, ritmos que expresan la mixtura étnica de la región, es el frenesí de formas y colores, es la fusión de múltiples haberes culturales. Los espacios urbanos de Barranquilla, donde se celebran los carnavales cada año, se convierten en un escenario recargado con la parafernalia de la fiesta, disfraces, máscaras, tocados, instrumentos musicales, carrozas, tienen ese sello sensual que reflejan el regodeo de vivir de la región. La celebración mantiene la esencia de lo tradicional, pero como toda fiesta viva y vigente sigue evolucionando y recibiendo influencia de los cambios económicos y de los aconteceres políticos y sociales que se van presentando. Las manifestaciones culturales se rehacen y adaptan a las nuevas situaciones; para no perder lo que en esa identidad procede del pasado, asumen la nueva condición y actualizan la forma. En los barrios históricos y tradicionales de la ciudad donde hay viejos saberes de hacer y disfrutar el Carnaval como Rebolo, las Nieves, Barrio Abajo, entre otros, se armoniza su vivencia festiva con lo contemporáneo, la celebración se convierte en una experiencia participativa lejos de un espectáculo, y es allí en el espacio y tiempo del festejo donde con más fuerza se reafirman la solidaridad comunitaria, la pertenencia a la ciudad y se estimula el tejido social.


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Tanto la fiesta como el Carnaval se pueden aprovechar como medios para crear ciudadanía, esta celebración tradicional va más allá del divertimento, es incluyente, es colectiva, es el espacio por excelencia para favorecer y estimular una comunidad más democrática. El Carnaval es una fiesta que implica pensar en el otro, que éste sepa qué le estoy proponiendo yo en términos de comunicación. Por ejemplo, el disfraz en el carnaval de Barranquilla con un mensaje de humor o crítico, que no entre dentro del contexto de la semiología contenida en la identidad cultural de la ciudad, no tiene ninguna posibilidad. En Barranquilla, con tasas significativas de inmigración y un centro urbano de arribo del desplazamiento forzado por la violencia presentada en Colombia, la celebración del Carnaval permite crear tejido social, a través de los sentimientos y emociones entre personas y grupos, creando empatía, induciendo al conocimiento del otro y al acercamiento social en los festejos de los espacios urbanos públicos, que suceden en la celebración de la fiesta tradicional. El Carnaval es un medio que puede ayudar, en los barrios populares, a resolver problemas sociales y culturales, como por ejemplo en el caso de una colonia de indígenas del sur del país, desplazados que llegaron a la ciudad y han participado con su vestuario típico en los Carnavales de una zona popular. De forma significativa en la temporada de la celebración, la fiesta pública de Barranquilla contribuye al diálogo entre culturas y entre generaciones, permite disfrutar los espacios, como parques y calles para los ensayos en el pre y en el Carnaval. En estas fechas la diversión va más allá de los centros comerciales y de sitios permanentes de entretenimiento como discotecas y otros. Las celebración del Carnaval va creando espacios que con el tiempo serán memoria de la ciudad. El Carnaval en Barranquilla es sólo un momento, un respiro en el día a día, sin embargo esta fiesta pública, es un gran vehículo social, aprovechable para reconstruir la sociedad en un país, hoy en posconflicto y con gran necesidad de estimular la democracia, el reconocimiento recíproco y la solidaridad social. De allí que las políticas públicas de los espacios urbanos de Barranquilla tienen que direccionarse a los imaginarios de sus habitantes de mentalidad abierta y favorecer la fiesta en sus diferentes expresiones tradicionales y modernas, y no olvidar que el norte de la celebración es la felicidad de hombres y mujeres. El Carnaval es la celebración de la vida, es una ocasión para divertirse y ejercitar ciudadanía.


Autor: Jaime Pumarejo - Alcaldía de Barranquila 2017

La Ciudad del Río: El Futuro del Desarrollo Urbano de Barranquilla

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Mayo 2017 Barranquilla siempre ha sido una ciudad pujante e innovadora. Una villa colonial, decretada ciudad hace 203 años y convertida en la puerta de oro de Colombia. Una ciudad de todos y para todos, abierta a nuevas ideas y culturas que llegaban para quedarse. Barranquilla nació de los sueños de cada uno de sus ciudadanos y es reflejo del carácter abierto y emprendedor de su gente. Esta es la tierra que fue cuna de la aviación en Latinoamérica, anfitrión para el fútbol nacional con el primer partido profesional, hogar de los intelectuales y artistas de mediados del siglo pasado y sobre todo pionera de la navegación fluvial. Nuestra ciudad y su crecimiento económico siempre han estado ligados al río Magdalena y su potencial catalizador. Tan íntima es la relación entre ambos, que es precisamente alrededor de 1880 cuando el puerto fluvial se convierte en el detonante del desarrollo de Barranquilla. Ya alrededor de 1905, la ciudad era la segunda de más rápido crecimiento en Colombia y para 1959 fue fundada la primera zona franca del país en el sector de la Vía 40, consolidando el río y su actividad portuaria como el corazón del crecimiento de Barranquilla. El río Magdalena, por su gran importancia social, económica y cultural, convirtió a Barranquilla en una de las ciudades más importantes del país. Sin embargo, durante décadas la ciudad se fue desarrollado dándole la espalda al río, limitando así la relación río-ciudad. La ciudad


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se desarrolló como se tenía que desarrollar… tal y como ocurrió en tantas otras partes del mundo: la ribera era para los sectores más productivos de la economía. Fue así como las más importantes industrias de la ciudad se ubicaron en los terrenos más próximos al río y sus canales, aprovechando esa ubicación para potenciar el desarrollo económico de la ciudad. Este fenómeno llevó a que la relación entre la mayoría de los ciudadanos y el río, estuviera limitada a situaciones puntuales como vistas panorámicas desde los puntos elevados de la ciudad, el fugaz paso para cruzar el puente saliendo hacia el departamento

Imagen de Referencia – Vía 40 con Calle 79

del Magdalena y las pequeñas ventanas que proporcionaban algunos barrios tradicionales como Las Flores. Con el paso del tiempo y con la llegada de factores externos que cambiaron radicalmente el mundo, como la globalización y los avances en logística de transportes, Barranquilla sigue ligada a la actividad portuaria como motor de la economía local pero ya las industrias no debían estar en la ribera para garantizar su productividad. Es así como las grandes extensiones de terreno entre la orilla del río y la Vía 40 se convirtieron en los patios traseros, en su mayoría subutilizados, de estas industrias. En ese contexto, continúa el crecimiento urbano de Barranquilla, que en busca de nuevas parcelas de tierra para el desarrollo, comienza a alejarse del río cada vez más y se instala en lo que anteriormente eran terrenos rurales. Esta tendencia se mantuvo hasta entrada la segunda mitad de la década anterior, cuando


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un cambio a nivel administrativo y político, produjo mejoras en temas de primera necesidad en la población general de la ciudad. En esa evolución social, se generaron aires de optimismo desde y hacia la ciudad. En este nuevo ambiente y con el positivismo del sentir común se abrió espacio para revisar temas del desarrollo porque a pesar de tener esa larga tradición de innovación y pujanza, la ciudad estaba relegada en temas urbanos. Desde finales de los años ochenta, no se realizaban intervenciones históricas como el Estadio Metropolitano o el barrio El Prado, que en su momento habían representado el desarrollo urbano de la ciudad. El nuevo ambiente y la coyuntura política, permitieron que en la redacción del nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) se consideraran aspectos del entorno urbano. El POT adoptado en 2014, presenta entre sus ejes principales, redefinir la ciudad como una ciudad abierta al Río Magdalena. Se propone el desarrollo de espacios e infraestructura ribereña de tal forma que permita el goce de la panorámica hacia el Río Magdalena, aprovechando nuestra ubicación geográfica, definiendo puntos urbanos en los que funcionen puertos fluviales de transporte de pasajeros, espacios públicos que permitan el goce de los ecosistemas del río y un desarrollo económico en el sector, generando cambios de usos del suelo que impulsen el asentamiento de hoteles, centros comerciales y recreativos, y el traslado de industrias ubicadas en el sector hacia otras áreas de la zona metropolitana. El sueño de devolverle el río a la ciudadanía ha estado rondado el imaginario colectivo de los barranquilleros por algún tiempo. Prueba de ese deseo de volver al río, son algunas iniciativas quijotescas impulsadas por la administración distrital, que han ido marcando la pauta para este fenómeno que hoy vivimos. El recién inaugurado Centro de Eventos y Exposiciones del Caribe, Puerta de Oro, es un ejemplo de estas intervenciones. El edificio se ubica en un antiguo predio industrial sobre el río Magdalena y ya se ha convertido en un referente para la generación de turismo empresarial y actividad económica. En el 2016 también se dio el lanzamiento del proyecto para la isla La Loma que propone la construcción de complejos habitacionales y comerciales en un entorno próximo al río, con malecones sobre su ribera. El desarrollo de este proyecto cuenta con la apuesta de la administración distrital de instalar sus nuevas oficinas allí, como prueba de la convicción que se tiene en esta intención de volver al río. Otro proyecto importante es el futuro parque en el predio del Batallón Paraíso, que coordina el traslado de una guarnición militar para convertirla en 32 hectáreas de espacio público. Adicionalmente, se han apoyado proyectos como la remodelación del antiguo edificio de la Intendencia Fluvial y el nuevo puente Pumarejo sobre el río Magdalena, ambos convertidos en iconos instantáneos de este regreso al río. Lo más importante es que estos proyectos, entre otros, son realidades contundentes que evidencian la apuesta por parte del gobierno distrital en cabeza del alcalde Alejandro


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Char, por el desarrollo de una Barranquilla recostada al río. Todos estos proyectos urbanos, los estímulos ofrecidos y la normatividad adoptada, encajan con esta nueva perspectiva para el desarrollo de la nueva ciudad, que convive en armonía con la existente y actúa como articulador clave entre el norte y el sur, evitando que esta se siga esparciendo en el territorio. En este contexto de positivismo ciudadano, planeación territorial y éxitos en proyectos de infraestructura, se presenta una oportunidad única para materializar el regreso al río. Es por eso que la administración local, en cabeza de esta transformación, plasmó en el plan de Desarrollo Barranquilla Capital de Vida 2016-2019 (Concejo de Barranquilla, 2016) la política Volver al Río y los programas Ciudad Frente al Río y Recuperemos el Río. Este documento confirma el compromiso de la administración con esta transformación urbana y propone generar espacios públicos y zonas verdes en la ribera, para el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos. Además, “se busca que Barranquilla se acerque al río, se abra hacia él de forma generosa, para brindar a los barranquilleros el disfrute de su paisaje y a la vez conceder y fomentar una imagen de urbe ribereña…” y continua “propende por la revitalización ambiental, paisajística y funcional de este eje hídrico y sus afluentes”. Para lograr ese objetivo, se propone el proyecto del Gran Malecón del Río como la más grande intervención en infraestructura de espacio público en la historia de la ciudad. Con el proyecto se busca la recuperación ambiental y urbana del río y sus alrededores, creando espacios verdes públicos al lado de la ribera, con el fin de definir la ciudad como una ciudad que gira en torno a un río cargado de valores ambientales, culturales, escénicos y deportivos. El principal propósito es conectar a la ciudad con el río e incrementar el bienestar de los ciudadanos, devolviéndoles el paisaje natural y los espacios ribereños que no tenían a su alcance. Este proyecto está estructurado alrededor de principios básicos: 1) usar la ribera para conectar dos hitos urbanos (Centro de Eventos y Convenciones Puerta de Oro y Desarrollo de La Loma) que están a 4.5 km de distancia y 2) generar centros de actividad urbana que atraigan gente hacia el río. Para el primer punto, se plantean tres componentes, que son una avenida paisajística, el malecón peatonal y el sistema de zonas verdes y plazas. La vía del proyecto, está enmarcada como una vía de tránsito lento, donde la accesibilidad de los ciudadanos a través de cruces peatonales juega un papel predominante. La sección típica de la Avenida del Río es de dos calzadas con dos carriles de 3,5 mts de ancho cada uno y amplios andenes. Además, cuenta con un carril adicional de 4 mts de ancho, para estacionamiento en paralelo. El malecón peatonal por su parte, es una franja arborizada continua de 9 mts de ancho a lo largo de toda la ribera, sobre la cual se instala mobiliario urbano y lo bordea una ciclo ruta de 3 mts de ancho. El tercer componente, es un sistema de zonas verdes y plazas diseñadas para el disfrute de la ciudadanía.


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El segundo punto, parte de la idea de hilar 4 hitos principales sobre el eje de conexión descrito anteriormente. Estos hitos buscan generar polos de actividad urbana que atraigan a los ciudadanos. Esos cuatro nodos son: la Plazoleta Comercial donde se ubicará el mercado público del río, el Gran Parque del Río, el Complejo Deportivo del Río con cuatro canchas deportivas y el Escenario Cultural del Río para múltiples eventos públicos. En total, el proyecto del Gran Malecón del Río es una intervención que brindará a los barranquilleros 310.000 m² de espacio público adicionales para el disfrute de la ciudadanía. Dada la magnitud del proyecto, se dividió su desarrollo en cuatro unidades funcionales de ejecución que suponen tramos sobre él y vías perpendiculares a este, para permitir el acceso desde la Vía 40. La distribución en unidades funcionales supone la creación de circuitos fluidos que trabajan de manera independiente y permiten a los barranquilleros gozar de cada una de las etapas a medida que se va terminando. Los dos primeros circuitos se encuentran en construcción y los últimos dos están en procesos de contratación, fijando la fecha de entrega de estos espacios para antes del 2019. El proyecto en sí es un hito dentro Plano de Referencia – Zona de Influencia de la historia de la ciudad, pero el verdadero impacto de esta intervención es que el Gran Malecón del Río se propone como detonante para todo el sector de influencia y supone un estímulo de gran impacto para la zona. el Gran Malecón del Río es la obra central para la renovación urbana y el desarrollo de 430 hectáreas de ciudad entre la Vía 40 y el río y desde el Centro de Eventos y Convenciones hasta la isla La Loma. Estas 430 hectáreas, en su mayoría, son los patios subutilizados de industrias que han ido migrando hacia otros sectores de la ciudad, razón por la cual, representan el potencial productivo y socioeconómico de dicha extensión de tierra. La gran apuesta de la ciudad es la reactivación y el desarrollo de este sector, y esa es la razón por la cual, en diferentes proyectos de infraestructura urbana, se suman inversiones por más de un billón de pesos. Pero más allá de los ambiciosos planes, el mayor reto no es la construcción de los macro-


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proyectos de infraestructura urbana, Puerta de Oro es un ejemplo claro de la capacidad de ejecución con la que cuenta nuestra ciudad hoy en día, si no la cristalización de ese potencial de desarrollo socio económico de estas 430 hectáreas. Si la apuesta es una Barranquilla en el río, esta también debe ser la apuesta de todos los barranquilleros, sobre todo el de las generaciones más jóvenes. Si se tiene en cuenta que, según diferentes estudios, el 35% de la fuerza laboral para el 2020, serán jóvenes nacidos entre 1981 y 1995, es indiscutible que esta Barranquilla sobre el río es una ciudad para las próximas generaciones. Estas nuevas generaciones deben ser llevadas a su potencial productivo y por eso la Ciudad del Río debe contar con una fuerza laboral capacitada que depende en gran medida del regreso de barranquilleros que viven en el exterior y la bienvenida, como la gran Puerta de Oro de Colombia, de inmigrantes que lleguen de otras partes del país y del exterior. El desarrollo de esta nueva ciudad sobre el margen del Magdalena, es además la oportunidad para consolidar nuevamente a Barranquilla como ese lugar con grandes oportunidades, empleo, educación, cultura y recreación para todos y calidad de vida. Para esta nueva ciudad, la apuesta está enfocada en cinco ejes: llegar al río, más zonas verdes, equipamientos para todos, mejores servicios y nuevos usos de suelo y normatividad. Como primera medida, la Ciudad del Río contempla importantes conectores (viales, peatonales y de fauna y flora) verdes que abran ventanas hacia el río y lo ubiquen en foco del desarrollo urbano. En segunda instancia, la nueva ciudad ribereña le apuesta al espacio público y por eso se propone la generación de un millón y medio de m² nuevos (hoy en día Barranquilla cuenta con cerca de un millón cien mil m² en total). Estos nuevos espacios serán el producto de actuales iniciativas distritales y la articulación de áreas de cesión derivadas de las iniciativas privadas a través de las herramientas de planificación urbana establecidas en el POT. El tercer eje establece la conformación de un plan de equipamientos que incluya edificios públicos para la cultura, el turismo, la educación y las demás actividades sociales. Entre los nuevos equipamientos se proponen sedes del SENA, centros culturales, museos, centros de innovación y embarcaderos turísticos entre otros. Se propone Imagen de Referencia – Ciudad del Río


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que el plan de equipamientos arroje un total de 130.000 m² nuevos de construcción que servirán como lugar de encuentro para todos los ciudadanos y visitantes. El cuarto punto, se enfoca en una ciudad que mira hacia su futuro desarrollo y por eso se plantean mejores servicios para los ciudadanos. Además de la construcción de novedosas redes primarias para la prestación óptima de servicios públicos, se ejecutarán proyectos de conectividad e informática que permitan estimular el uso y desarrollo de nuevas tecnologías. También se crearán rutas para el sistema integrado de transporte público que incluyan medios de bajo impacto como bicicletas y vías peatonales. Por último, la nueva ciudad plantea que la salida de las industrias existentes (actualmente solo hay diez en operación) de paso al desarrollo de proyectos inmobiliarios de uso mixto. Este nuevo sector tiene espacio para la creación de cerca de 80.000 unidades de vivienda y 500.000 m² de comercio de bienes y servicios. El desarrollo urbano de este sector representa para los barranquilleros una oportunidad inigualable para catapultar el crecimiento de nuestra ciudad. El potencial que tiene este sector ribereño es inmenso, pero también lo es la responsabilidad que tenemos todos los que aquí vivimos. Las ciudades no se construyen ni se proyectan solas… las hacemos los ciudadanos. Esto último es especialmente cierto en la Puerta de Oro de Colombia, la ciudad de brazos abiertos, donde hasta los que llegan deben participar para que se logre materializar el sueño. El reencuentro de Barranquilla con su río es un espacio de todos y para todos, que debe erguirse a partir de los proyectos urbanos e intervenciones que se están realizando. El desarrollo urbano de la margen del río recoge el potencial que tiene nuestra ciudad de cara al futuro. La nueva ciudad del río somos todos nosotros.


NUEVA YORK


BARRANQUILLA


Autor: Sergio Montero - Cider, Universidad de Los Andes

Reconceptualizando la Ciudad Latinoamericana desde el Terreno

ENTRE DATOS Y TEORÍAS:

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ABSTRACT – RESUMEN Es práctica común entre estudiantes de pregrado y maestría en temas urbanos hacer proyectos de investigación en los que se realizan estancias cortas de varios días o semanas “en campo” para elaborar un estudio de caso. En este contexto, las ciudades y barrios informales de América Latina se han convertido en un destino favorito para hacer trabajo de campo,tanto para estudiantes latinoamericanos como de otras regiones. Dado el corto período de tiempo de estos ejercicios, los estudiantes suelen llegar al terreno a recopilar datos con una metodología usualmente basada en teorías urbanas que frecuentemente han sido diseñadas para la realidad de las ciudades del Norte global. Este texto trata sobre la importancia de utilizar metodologías de investigación que permitan tomar en serio los datos recogidos en campo como una herramienta para generar nuevos conceptos que reflejen las dinámicas propias de la ciudad latinoamericana. El texto da también algunas pistas metodológicas sobre cómo construir conceptos y relaciones entre variables desde el terreno a través de dos estrategias. La primera estrategia es que cuando se presenta una disonancia importante entre la teoría dominante y el estudio de caso latinoamericano, se contemple la posibilidad de que sea la teoría, y no necesariamente el caso, la anomalía y, por tanto, usar la anomalía como un campo productivo de generación de nuevas teorías y conceptos. La segunda estrategia consiste en ir más allá del estudio de caso y adoptar metodologías que enfatizan el rol interpretativo del investigador y su capacidad de convertir las observaciones y datos recogidos en campo en nuevos conceptos como la etnografía, la teoría anclada y el pensamiento de diseño.


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Introducción América Latina es una de las regiones más urbanizadas del planeta. Más del 80% de su población vive actualmente en ciudades. Las ciudades son espacios generadores de riqueza, creatividad y diversidad cultural pero también son espacios de desigualdad, segregación y contaminación. Las últimas décadas de urbanización rápida y descontrolada en América Latina han dado lugar a un modelo de ciudad disperso y segregado, con baja calidad de vivienda, altos porcentajes de informalidad, con equipamientos urbanos y espacios públicos insuficientes, una infraestructura de transporte cada vez más centrada en el automóvil y con altos índices de contaminación e inseguridad. La necesidad de intervenir para mejorar la ciudad latinoamericana es hoy día insoslayable. Sin embargo, para poder intervenir en la ciudad es necesario contar con un andamiaje teórico y conceptual que nos permita entender cuáles son los principales retos que enfrenta la ciudad latinoamericana y de qué manera podemos atacarlos. En nuestra era del big data y las “buenas prácticas” a veces pareciera que la solución a los problemas urbanos es una cuestión técnica y que, gracias a la disponibilidad de acceso a datos urbanos que nos prometen las nuevas tecnologías, el problema de la planeación urbana va a lograr ser finalmente resuelto. Pero hoy en día, las ciudades necesitan líderes no sólo con habilidades técnicas sino también con herramientas interdisciplinarias de análisis crítico que les permitan entender las diversas causas, relaciones de poder e imaginarios que influyen en la manera en la que se organiza y vive la ciudad. Contar con una serie de teorías y conceptos que nos ayuden a comprender estas dinámicas es un paso importante para poder cambiar la ciudad. En las últimas décadas, varios autores en estudios urbanos han puesto de manifiesto la necesidad de “descentrar” la manera en que pensamos y teorizamos sobre ciudades. En un mundo en el que las ciudades del Sur global son ya las más pobladas 1, las teorías sobre ciudad y planificación urbana siguen, paradójicamente, dominadas por conceptos y relaciones causales basados en la experiencia de las ciudades de Estados Unidos y Europa (Robinson, 2002; Pradilla en Delgadillo, 2013). En este contexto, varias voces críticas han hecho hincapié en la necesidad de encontrar nuevas formas y “nuevas geografías” desde donde producir teoría sobre ciudades (Roy, 2009) como un primer paso para poder atender los retos y realidades específicas de las ciudades del Sur (Watson, 2009). El 1. Por ejemplo, las ciudades más grandes del planeta en la actualidad están en Asia. La primera ciudad no asiática en la lista de ciudades más grandes es Nueva York, con 20 millones de habitantes, que aparece en el puesto 9. Le siguen Guangzhou, Sao Paulo y Ciudad de México, con 20 millones de habitantes también. La primera ciudad europea, París, no aparece hasta el puesto 29. Datos: http://www.demographia.com/db-megacity.pdf (accedido 25 de mayo de 2017)


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urbanista mexicano Emilio Pradilla Cobos, por ejemplo, ha argumentado que una de las problemáticas más importantes en la investigación actual sobre estudios urbanos en América Latina es la “importación indiscriminada y acrítica de conceptualizaciones que se construyeron para explicar otras realidades económico-sociales y que se han impuesto a la realidad latinoamericana” (Pradilla en Delgadillo, 2013: 188). Para Pradilla, la relación actual en la que los países hegemónicos del Norte producen teoría y conceptos sobre ciudades y las ciudades de América Latina sólo sirven como material empírico para probarlas muestra un “colonialismo intelectual autoasumido” por los propios investigadores latinoamericanos (Pradilla en Delgadillo, 2013: 188). Muchos urbanistas y estudiosos de la ciudad latinoamericana hemos visto con buenos ojos esta crítica poscolonial al urbanismo. Hoy día, no es difícil hacer el argumento de que es necesario repensar o reteorizar el urbanismo “desde el Sur” o “desde América Latina.” Lo díficil es, sin embargo, hacerlo. Muchos de nosotros -y nuestros estudiantes- nos preguntamos constantemente cómo hacer que nuestros estudios puedan ser generalizables y tomados en serio no sólo como producción de evidencia empírica sino también como generadores de teorías y conceptos que reflejen la realidad específica de las ciudades latinoamericanas y puedan, tal vez además, explicar aspectos de otras ciudades en África, Asia, Europa o en el mundo anglosajón. Este texto no pretende hacer un llamado a la elaboración de grandes teorías que quieran explicar la ciudad como un todo, reconstruidas esta vez desde la realidad latinoamericana. Más bien, en esta breve reflexión, me gustaría dar algunas pistas metodológicas de algo más modesto pero igualmente importante: ¿cómo construir conceptos basados en datos empíricos pero que también sean capaces de ayudar a explicar dinámicas de otras ciudades, en América Latina y más allá? En ese sentido, al escribir este texto tengo en mente no a los grandes pensadores de la ciudad latinoamericana sino a estudiantes de pregrado o maestría interesados en el urbanismo y la planificación urbana, que realizan trabajo de campo de varios días o semanas en una ciudad, barrio o territorio latinoamericano. ¿Cómo aprovechar esos cortos períodos de tiempo para no simplemente amoldar la realidad de esos lugares a la teoría y conceptos dominantes? ¿Cómo utilizar los datos recogidos durante el trabajo de campo no sólo para probar y amoldar teorías del urbanismo de los países del Norte sino para innovar produciendo nuevas ideas y conceptos de lo urbano a partir de la experiencia de la ciudad latinoamericana? En otras palabras, ¿cómo podemos dejar hablar al territorio? La teoría como (potencial) anomalía En la difícil tarea de pensar en “cómo” reconceptualizar la ciudad y la planeación urbana desde la realidad latinoamericana, es importante clarificar y distinguir entre datos, conceptos y teoría. En proyectos de investigación “tradicionales,” por llamarlos de alguna


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manera, los estudiantes suelen comenzar por una revisión de literatura para situar su análisis dentro de lo que ya se ha escrito sobre el tema. En la práctica, esto se traduce en identificar las principales teorías existentes sobre un problema y sintetizar los principales debates y hallazgos teóricos que se han encontrado hasta el momento. Esta es la razón por la que muchos de los primeros semestres de una maestría se dediquen a clases y seminarios que introducen al estudiante en las principales teorías existentes sobre un tema o una problemática. Pero es justamente en estos seminarios donde frecuentemente se reproducen las teorías dominantes que se generan en los países del Norte. En el caso de América Latina, la mayoría de las universidades requieren profesores con un título de doctorado y, muy frecuentemente, estos profesores suelen conseguir sus doctorados en universidades europeas o norteamericanas. Es ahí donde el profesor mismo se convierte en un actor clave en la circulación y reproducción Norte-Sur de teorías, al transmitirle a sus estudiantes las enseñanzas que él o ella aprendió durante su etapa de formación e investigación. Este profesor, además, se ve obligado a trabajar con estas teorías ya que, en la mayoría de ocasiones, su promoción dentro de la universidad está asociada a la publicación en revistas académicas de alto impacto, la mayoría de las cuales son en inglés. De esta manera, muchos estudiantes de pregrado, maestría e incluso doctorado en universidades latinoamericanas comienzan sus procesos de investigación y comprensión de la ciudad con autores e interpretaciones teóricas de autores como Henri Lefebvre, David Harvey, Saskia Sassen, Jane Jacobs, Manuel Castells o Jordi Borja, autores todos influyentes en estudios urbanos pero que también tienen en común haber pensado la ciudad desde la realidad del Norte. En esta lógica de ideas, una vez adoptado el marco conceptual de alguno de estos grandes teóricos del urbanismo, el siguiente paso es buscar unos conceptos o categorías de análisis que permitan profundizar en el estudio de un caso particular. Estos conceptos y categorías suelen además derivarse del marco teórico escogido por el estudiante. De esta manera, una vez los estudiantes llegan a campo a realizar su “estudio de caso,” éstos suelen dedicarse a probar cómo su caso encaja o no dentro de esta teoría. Este ejercicio es válido y, de hecho, puede producir resultados y recomendaciones interesantes, especialmente cuando el análisis usa el marco teórico de una manera flexible y deja que el “caso” hable por sí mismo y presente contradicciones y anomalías frente a la teoría. Cuando esa anomalía se ve como algo teóricamente productivo, el análisis se vuelve capaz de generar nuevos conceptos que transforman la teoría. En otras palabras, el estudiante debe contemplar la posibilidad de que la teoría, y no necesariamente el caso, pueda ser la anomalía. No obstante, son numerosas las veces en que el cinturón teórico con el que el estudiante llega al campo y el escaso tiempo de recolección de datos y su transformación en un informe, lleva al estudiante a concluir que su caso es una anomalía frente a la teoría, es decir, el caso no da la talla “suficiente” en comparación con sus vecinos del Norte.


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Un ejemplo para ilustrar esta dinámica es la teoría de las ciudades globales, cuyo mayor referente teórico es el libro The Global City: New York, London, Tokyo de la socióloga urbana Saskia Sassen (2001). Según la teoría de la ciudad global, la economía global se controla y gestiona cada vez más desde un conjunto de ciudades que Saskia Sassen denomina “ciudades globales.” Sassen se basa en la idea de que, a pesar del avance de las tecnologías de comunicación en las últimas décadas, las sedes de las empresas de servicios financieros avanzados que manejan los flujos financieros de capital global se concentran cada vez más en ciertas ciudades y, más específicamente, en ciertas partes de la ciudad como, por ejemplo, la City de Londres o Manhattan en Nueva York. Esto crea lo que ella llama una “nueva geografía de centros y márgenes” que hace que partes de estas ciudades estén más conectadas a redes globales de capital financiero que a la propia ciudad misma. Varios autores han extendido esta teoría y argumentado que no son sólo las ciudades globales sino las “ciudades-región globales” (Scott, 2001) las que se están convirtiendo en espacios clave para el desarrollo y la competitividad territorial en el contexto de la globalización (Scott & Storper, 2003). Bajo esta visión, Silicon Valley es frecuentemente referido como ejemplo paradigmático para toda aquella ciudad que aspire a ser una ciudad-región global “de verdad” (Henton, 2001). El problema de universalizar la relación teórica entre ciudad y globalización de esta manera es que se crean rankings de ciudades globales con base en la capacidad de ciertas ciudades de atraer y controlar flujos financieros. Esto puede llevar a investigaciones con conclusiones del tipo: “Recife (o Quito o Bogotá) no cuenta con los mecanismos apropiados para ser una ciudad global e incorporarse a los circuitos internacionales ya que el número de sedes de bancos multinacionales es muy bajo.” Siguiendo esta teoría, la recomendación de política entonces para alcaldes o tomadores de decisiones que quieren que sus ciudades se conviertan en “ciudades globales” es que logren atraer a grandes empresas de servicios avanzados o sedes corporativas de grandes bancos. En este sentido, García et al. (2017: 1) han argumentado que “en un contexto de implantación de políticas neoliberales, los rankings [de ciudades globales] están siendo utilizados, con una narrativa que enfatiza el puesto que ocupa la ciudad, como forma de promoción urbana.” Un artículo crítico con la teoría de la ciudad global, que ya se ha convertido en un clásico en la crítica poscolonial a la planeación urbana, es el artículo de la teórica urbana sudafricana Jennifer Robinson Global and World Cities: A View from Off the Map. En él, Robinson (2002) critica la teoría de las ciudades globales porque coloca en la cima de la jerarquía urbana global a ciudades como Nueva York, Londres o Tokio (las tres ciudades en las que Saskia Sassen se basa para realizar su teoría) y deja fuera del mapa de ciudades globales a la mayoría de ciudades del Sur a pesar de representar estas la mayoría de población urbana del planeta. Según Jennifer Robinson, la teoría urbana ha estado tradicionalmente dividida entre un Norte moderno y un Sur en desarrollo que reifica y


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continúa los estereotipos de las ciudades del Norte como verdaderas ciudades y las del Sur como mega-ciudades caóticas “en desarrollo” donde nada funciona del todo bien y donde la idea de desarrollo se convierte, en realidad, en una aspiración a replicar la realidad de las ciudades del Norte. Una alternativa a esta concepción universalista de ciudad y globalización es el trabajo de Abdoumaliq Simone sobre redes informales y globalización en varias ciudades africanas. En su libro, For the City Yet to Come, Simone habla de globalización en África pero no para concluir que las ciudades africanas no son lo suficientemente globales sino para reconceptualizar la relación entre globalización y ciudades. Por ejemplo, en su análisis de la política urbana en cuatro ciudades africanas, Simone (2004) pone de manifiesto la importancia de las redes sociales informales en el funcionamiento de las ciudades en África. En ese sentido, en lugar de partir del criterio de circulación de flujos de capital financiero, Simone muestra cómo la globalización también ocurre a través de redes informales de personas y cómo, de hecho, muchas ciudades africanas están conectadas a otros lugares del mundo a través de la construcción de formas informales de colaboración local. A partir de esta reconceptualización de la relación entre ciudad y globalización, Simone (2002) critica los esquemas de gobernanza y planeación urbana participativa que varios organismos internacionales han intentado imponer en África. Para él, la aplicación de estos mecanismos suele fallar porque no están diseñados teniendo en cuenta la importancia de las redes sociales informales que predominan en las ciudades africanas. En esta reflexión, Simone concluye que la aplicación de ideas y mecanismos formales de participación ciudadana pensados desde otras latitudes no sólo no funcionarán sino que seguirán acelerando los procesos informales que caracterizan las formas de gobernanza urbana en África. Los textos de Robinson (2002) y Simone (2002, 2004) son sólo un ejemplo de la manera en la que uno puede partir de teorías dominantes provenientes del Norte, como la teoría de la ciudad global, para mostrar que hay dinámicas diferentes que esas teorías no pueden explicar. De esta manera se muestra, por tanto, que la anomalía no es el caso sino la propia teoría, la cual necesita ser expandida para recoger la realidad y dinámicas urbanas de las ciudades del Sur. Reconceptualizando la ciudad latinoamericana “desde el terreno” Otra manera de dejar que los datos empíricos recogidos en campo hablen sin subyugarlos al cinturón de las grandes teorías es ir más allá del “estudio de caso” y adoptar metodologías de investigación abiertas que ponen el énfasis en la observación e interpretación por parte del investigador de los fenómenos que ocurren en el terreno. En el caso de los estudios urbanos hay varios ejemplos inspiradores de cómo desarrollar conceptos y metodologías para teorizar las dinámicas contemporáneas del urbanismo desde la expe-


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riencia de las ciudades latinoamericanas. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, la idea de “imaginarios urbanos” (Silva, 1992, García Canclini, 1997) o los conceptos de “ciudad de muros” (Caldeira, 2007), “política de los pobres” (Auyero, 2001) o “ciudadanía insurgente” (Holston, 2008). En esta sección proponemos explorar tres metodologías de investigación que pueden ayudar al estudiante a usar los datos recogidos en campo de una manera abierta a la innovación conceptual: la etnografía, la teoría anclada y el pensamiento de diseño. Aunque muy diferentes en su enfoque, estas tres metodologías enfatizan el rol interpretativo del investigador y su capacidad de convertir las observaciones y datos recogidos en campo en nuevos conceptos. No trataré aquí de describir de manera extensiva cada una de estas metodologías; ya hay una literatura importante académica que se dedica a discutir cada una de ellas.2 Más bien, el objetivo en este breve ensayo es dar algunas pistas metodológicas de cómo estas metodologías nos pueden ayudar en la ardua tarea de construir conceptos “desde el terreno.” En los últimos años, la etnografía ha ganado popularidad en los estudios urbanos. La etnografía es un método de recolección e interpretación de datos que consiste en la observación de las prácticas cotidianas de una comunidad a través de la participación activa del investigador en las mismas. El etnógrafo suele registrar y reflexionar sobre su observación e interacción con la cotidianidad de una comunidad en un diario de campo (Rabinow, 2007). Esta observaciones y reflexiones son complementadas con entrevistas abiertas o semi-estructuradas. El investigador-etnógrafo debe permanecer el tiempo suficiente en la comunidad para dejar emerger y dejarse sorprender por las contradicciones que suelen existir en el estudio de comportamientos humanos. En el campo de los estudios urbanos, son varios los ejemplos de autores que han logrado con éxito crear nuevos conceptos para explicar la ciudad latinoamericana a través del método etnográfico. Por ejemplo, basada en su etnografía sobre São Paulo, la antropóloga brasileña Teresa Caldeira (2007) acuñó el término “ciudad de muros” para hablar del incremento de espacios amurallados en las ciudades contemporáneas y cómo este esquema crea un nuevo paradigma de segregación urbana basado en muros y sistemas de vigilancia para separar a pobres y ricos sin que necesariamente haya distancia geográfica. La idea de “ciudad de muros” ha servido a investigadores de América Latina y de todo el mundo para analizar procesos contemporáneos de segregración urbana y sus consecuencias en la cotidianidad de los ciudadanos. A pesar de que la etnografía urbana ha tendido a concentrarse en el estudio de barrios o zonas particulares de la ciudad, el antropólogo George Marcus (1995) apunta a las posibilidades de usar la etnografía para estudiar procesos globales a través de lo que él llama etnografía multi-sitiada. En este tipo de etnografía el objeto de análisis deja de ser un 2. Para etnografía, ver Velasco & De Rada 1997 o Marcus 1995; para teoría anclada ver Clarke 2003 o Allan 2003; y para pensamiento de diseño o design thinking, ver Buchanan 1992 o Brown & Wyatt 2010.


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lugar o una comunidad específicas y pasa a ser un proceso, el cual puede observarse en diferentes sitios. La labor del etnógrafo-investigador se centra entonces en seguir, observar y teorizar sobre las infraestructuras y prácticas cotidianas que permiten la circulación global de flujos de dinero, gente o ideas. Un ejemplo son los análisis de Montero (2017a, 2017b) sobre el rol de conferencias, expertos y viajes de estudio en la construcción y circulación global de Bogotá como “buena práctica” urbana. No obstante, y dado que este texto está dirigido a estudiantes que van a pasar máximo un par de semanas en el terreno, una de las principales dificultades de utilizar una metodología etnográfica es la necesidad de pasar un período de tiempo lo suficientemente largo en el lugar que uno quiere analizar. Normalmente los estudios etnográficos tienen lugar a través de un compromiso no sólo de meses si no, a veces, de años con una comunidad. Varios autores han intentado adaptar la etnografía a períodos cortos de tiempo, como por ejemplo la idea de etnografía rápida (Handwerker, 2001; Millen, 2000) o la cuasi-etnografía (Silva y Burgos, 2011). No obstante, muchas han sido las voces críticas y el debate sigue abierto sobre si es posible hacer etnografía en situaciones en que los estudiantes emplean apenas varios días o semanas en el campo (Jeffrey y Troman, 2004). Otro método que puede permitir un acercamiento a la generación e innovación de nuevos conceptos y teorías con base en los datos recogidos en campo es la teoría anclada o grounded theory (Glaser y Strauss, 1967; Clarke 2003). La característica principal de esta metodología es que el investigador debe llegar a campo sin ninguna hipótesis o marco conceptual y, más bien, desarrollar una teoría y unos conceptos y categorías relacionados con base en la observación y entrevistas llevadas a cabo durante el trabajo de campo. A continuación, se detallan brevemente los pasos en los que normalmente se lleva a cabo una metodología de teoría anclada3. En primer lugar, el investigador formula una pregunta de investigación sobre un problema y hace una selección de sujetos, objetos y documentos relevantes que necesita revisar y analizar para dar respuesta a la pregunta. Después de este proceso, el investigador se desplaza al terreno y realiza observación y entrevistas que son luego transcritas. Es aquí donde comienza la labor de creación de conceptos y teorías. Primero, el investigador debe codificar sus entrevistas, es decir, buscar un código de palabras que le ayuden a organizar las principales ideas que se dijeron en las entrevistas realizadas. A pesar de que codificar entrevistas puede ser un proceso largo, este paso es importante a la hora de buscar coincidencias o divergencias entre los entrevistados sobre un tema o proceso del territorio. Después, se analizan los códigos y se agrupan bajo temas comunes. Estos temas comunes son los que ayudan a generar conceptos y categorías de análisis, los cuales serán parte esencial de la nueva teoría generada. Como afirma Allan (2003: 3)

3. Para más detalle, consultar Clarke 2004 o Allan 2003.


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“Son estos conceptos y categorías los que llevan a la aparición de una teoría. Si los datos han sido analizados sin una teoría o hipótesis preconcebida, entonces la teoría generada está realmente anclada en los datos porque no vino de ningún otro sitio”. Es importante tener en cuenta que los conceptos y la teoría no tienen por qué emerger siempre al final de este proceso. Estos pueden surgir al principio en la primera entrevista y, si así es el caso, el proceso debe adaptarse para explorar estos conceptos y categorías emergentes en subsiguientes entrevistas (Allan ,2003). Finalmente, el pensamiento de diseño o design thinking puede ser también una herramienta interesante en nuestro objetivo de pensar nuevos conceptos y categorías de análisis desde el terreno. La característica principal del pensamiento de diseño es que pone al usuario en el centro del proceso de investigación (Brown y Wyatt, 2010). Esta metodología estaba inicialmente dirigido a diseñadores, los cuales tenían que responder de manera creativa e innovadora a los requerimientos y necesidades específicas de sus clientes. No obstante, en los últimos años, el pensamiento de diseño se ha generalizado para ir más allá de la relación cliente-diseñador y adaptar estas herramientas de investigación centradas en el usuario para aportar soluciones innovadoras a problemas sociales complejos. Por ejemplo, son ya numerosas las universidades que aplican métodos de pensamiento de diseño para la solución de problemas urbanos. Si bien su uso todavía suele limitarse a facultades de diseño y arquitectura, cada vez más otras disciplinas como la ingeniería o la planificación urbana y regional se están acercando a estos métodos. La metodología de pensamiento de diseño suele dividirse en varias etapas. En primer lugar, hay una etapa de comprensión del problema que el diseñador-investigador quiere solucionar. En esta etapa, el pensamiento de diseño enfatiza el uso de herramientas similares a la etnografía y la teoría anclada: inmersión en la comunidad donde ocurre el problema, observación participativa, realización de entrevistas abiertas o semi-estructuradas y, tal vez lo más importante, desarrollar empatía con los principales actores que experimentan el problema. La idea es entender el problema desde la realidad de quienes lo experimentan. Posterior a esta etapa viene una etapa en la que el diseñador-investigador trata de definir la complejidad del problema buscando temas, patrones y conexiones entre los datos recopilados. Se trata éste de un paso parecido al de creación de conceptos y categorías emanadas del análisis de entrevistas que propone la teoría anclada. En este ejercicio de recopilación de hallazgos es particularmente importante dotar de contenido a conceptos y categorías que hayan surgido durante la etapa de recolección de información. Después de este proceso, viene un proceso en el que el diseñador-investigador genera posibles soluciones al problema y crea un prototipo de la solución más interesante. Este prototipo puede ser un objeto, pero también una innovación en un proceso, un proyecto, etc. Posteriormente sigue un proceso de testeo del prototipo en el que el diseñador-investigador prueba el prototipo en el lugar donde se enmarca el problema y lo modifica de acuerdo a las peticiones


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de la comunidad. Finalmente, una vez ajustado, el prototipo se implementa como una solución co-creada con la comunidad al problema inicialmente identificado. Conclusiones Si las ciudades más pobladas y representativas del siglo XIX y XX fueron París, Londres o Nueva York, el siglo XXI es el siglo de las ciudades de Asia, África y América Latina. Y, sin embargo, las teorías y conceptos dominantes sobre ciudades siguen basadas mayoritariamente en la experiencia de las ciudades del Norte global. Como se ha puesto de manifiesto en este texto, existe un importante debate actual en los estudios urbanos sobre la necesidad de “descentrar” o “provincializar” la teoría urbana dominante e innovar nuevos conceptos y relaciones entre variables para explicar procesos urbanos en las ciudades del Sur. Muchos estudiosos de la ciudad latinoamericana hemos visto con buenos ojos esta crítica poscolonial al urbanismo. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿cómo hacerlo? En otras palabras, ¿cómo podemos dejar hablar al territorio? Dado que este texto está dirigido a estudiantes de pregrado y maestría que realizan estancias cortas de trabajo de campo no se pretende aquí hacer un llamado a la elaboración de nuevas grandes teorías de la ciudad o de lo urbano. Más bien el objetivo es ofrecer varias pistas metodológicas que nos permitan ser innovadores y respetuosos con las dinámicas locales para dejar que los datos recopilados en campo nos hablen y se reflejen en los informes y proyectos finales que suelen ser producto de estos ejercicios de campo. Para lograr esto, una de las claves que se ha subrayado a lo largo del texto es la importancia de llegar al campo con la mente abierta y con una actitud crítica frente a las teorías recibidas en clase. Teniendo como objetivo la generación de conceptos para describir la compleja realidad de los procesos urbanos contemporáneos en América Latina, en este texto se exploraron dos estrategias que pueden ser útiles para estudiantes de la ciudad latinoamericana a la hora de aproximarse al trabajo de campo. La primera estrategia es pensar en las teorías dominantes como un punto de partida para elaborar nuestro estudio de caso pero estar abierto a la posibilidad de que la teoría –y no necesariamente nuestro caso- sea la anomalía. Conocer los principales debates teóricos y hallazgos en la literatura académica sobre un tema es importante porque nos da una sólida base sobre la que empezar nuestra investigación. La revisión de literatura nos aporta ideas, conceptos y relaciones entre variables que otros investigadores ya han probado y también nos ayuda a pensar qué tipo de preguntas y metodologías pueden aplicarse al problema que nos preocupa resolver. No obstante, el hecho de que la teoría urbana dominante esté basada en la experiencia de las ciudades del Norte puede llevarnos a perpetuar la relación colonial de estereotipar las ciudades del Norte como verdaderas ciudades y las del Sur como mega-ciudades caóticas “en desarrollo.” Es por ello importante que cuando el es-


tudiante ponga en relación los datos recogidos en campo con las teorías que informan su investigación se eviten conclusiones simplistas sobre la incapacidad de la ciudad latinoamericana de “dar la talla.” El objetivo es tratar la anomalía entre teoría y datos empíricos como un campo fértil para recomponer la teoría y generar nuevos conceptos explicativos. La segunda estrategia para dejar que los datos empíricos recogidos en campo hablen es ir más allá del estudio de caso y adoptar metodologías como la etnografía, la teoría anclada o el pensamiento de diseño. Estas metodologías enfatizan la observación e interpretación propia del investigador como elementos clave en la comprensión del problema. Es por ello que suelen usar métodos similares como son la inmersión del investigador en la comunidad donde ocurre el problema, la observación participativa de la cotidianidad de la comunidad estudiada, el registro y reflexión de las impresiones del investigador en campo en un diario, o la realización de entrevistas abiertas o semi-estructuradas con los principales actores que experimentan el problema. El objetivo es que el investigador sea capaz de entender el problema desde la realidad de quienes lo experimentan y reflejar la complejidad de las características propias de la comunidad o lugar sobre el que se escribe. Para realizar esto es importante experimentar con nuevos conceptos, si bien muchas veces esta innovación es tan simple como recoger ideas y términos que ya están en circulación en esta comunidad, desarrollarlos como conceptos con capacidad de explicar procesos urbanos e introducirlos en los debates teóricos del urbanismo y la planificación urbana y regional.




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Barranquilla, Atlรกntico.

Colombia

EL CAMPO DE JUEGO: BARRANQUILLA SEPTIEMBRE 2016


A. Delimitando las técnicas de juego

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Como diseñadores e investigadores trabajamos buscando generar impacto a través de intervenciones espaciales y de las dinámicas de cambio que estas pueden propiciar. Queremos darnos la oportunidad de vivir momentos de diálogo entre los imaginarios que construimos y las realidades que podemos vivir. Más allá de un trabajo de campo que busque definir realidades absolutas, quisimos construir ideas basadas en experiencias y actitudes, que sean capaces de generar nuevos conocimientos a través de técnicas para el entendimiento mutuo. El trabajo de campo que se realizó en este curso en Barranquilla, se propuso como estrategia para romper la forma con la que usualmente se construyen posiciones limitadas desde la condición del visitante como agente externo. Como en un campo de juego, la técnica que utilizamos fue establecer una relación del individuo con su equipo y a su vez, con el contexto local que le rodea. ¿Cómo dejar que el contexto nos hable? o mejor aún ¿cómo podemos permitirnos entender lo que una ciudad, desde toda su complejidad, nos puede decir? ¿Cómo podemos usar ese nuevo conocimiento e interpretarlo en diseños que realmente tengan la capacidad de impactar? Este viaje fue un ejercicio de exploración que a través de (i) observar y participar en la experiencia cotidiana de una ciudad, (ii) dialogar con los saberes locales y comunales y (iii) construir ideas y darle voz al ciudadano en diferentes tiempos y espacios, busca que cada uno logre construir un discurso propio, que llene de significado el campo de juego que se quiere redefinir.


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i. OBSERVAR Y PARTICIPAR DE LAS PRÁCTICAS COTIDIANAS: A través de unirnos a dinámicas cotidianas y recorridos de espacios relevantes, buscamos entender un poco más del día a día de los ciudadanos y del paisaje construido y natural de la ciudad. El refranero popular dice que “una casa sin techo, es un baile sin son”. El término son concebido como lo que suena. La música es la forma más personal de arte que poseemos en el Caribe. (Muñoz Vélez, 2002) Bailando: Recorrimos diferentes zonas de la ciudad buscando baile, fiesta y música. La Pantera Rosa: Es una discoteca muy colorida, con una llamativa combinación entre una fachada antigua y un interior renovado. Los espacios interiores son contemporáneos, y la música tradicional caribeña mezclada con electrónica, parecía tener una presencia física en el espacio. Gente joven, entre sus 20 y 40. Restaurante El Ranchito: Esta discoteca tiene espacios muy acogedores y confortables. Llegamos a una fiesta privada con un ambiente muy familiar. La gente fue muy amable y hospitalaria, lo que nos dio una sensación de que es una discoteca mucho más tradicional que la anterior. La escala de los espacios, sobre todo de la pista de baile nos indicaba que tenían grandes fiestas de baile. Disfraces por doquier, todos terminamos enmascarados y bailando. Gente adulta, entre los 40 y 60 años. La troja patrimonio cultural y musical: Este club nocturno tuvo las dinámicas más vibrantes. Era un sitio con límites difusos, al mismo tiempo es un espacio interior y una fiesta callejera. La transición de los espacios de interior, a patio o andén, aparecían en diferentes niveles y remataban en la pista de baile. Había gran diversidad de gente, colombianos, barranquilleros, extranjeros, todos bailando juntos. Gente de todas las edades, inclusive niños. Fiesta Fiebre Tropical: Una fiesta mensual organizada por un grupo social élite muy específico de Barranquilla. Estuvo llena de referencias musicales e influencias de otras culturas en

La pantera rosa

El Ranchito

La troja

Fiesta Fiebre Tropical


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la música caribe: ritmos españoles, africanos, y árabes. La gente parecía conocerse. Al ritmo de la champeta y la cumbia hablaban de sus relaciones establecidas por generaciones o de gente que tenían en común. Hubo presencia de prensa tomando fotos que al siguiente día aparecieron en las páginas sociales del heraldo, principal periódico de la ciudad. Gente de diversas edades, entre los 20 y los 70. La llegada del blanco, y posteriormente la del africano, produjo no solo el surgimiento de una nueva raza, sino alegres aires musicales, una cultura con rasgos muy particulares, novedosas formas de lenguaje y, por supuesto, la introducción de ingredientes desconocidos que dieron origen a una culinaria interesantísima. (Villalobos Robles, 2012) Degustando: Estuvimos identificando la construcción multicultural de Barranquilla a través de probar su legado culinario hoy. Los mercados de Barranquilla: En los mercados antiguos de la ciudad pudimos conocer la increíble diversidad de alimentos presentes, y a su vez, comprender la influencia de diferentes culturas (por ejemplo árabe o africana), en el uso de esos ingredientes en el día a día de los barranquilleros. Otro fenómeno con el que nos encontramos fue la gran cantidad de vendedores ambulantes y su especial dinámica de venta de alimentos, licores, ropa e incluso música. Cata Gastronómica: Junto al chef Alex Quessep en Zaitun Café, tuvimos la oportunidad de probar la gastronomía del Caribe Colombiano. Este almuerzo estaba enfocado en mostrar la fusión cultural que existe en la ciudad, y como la cultura árabe hace parte de la identidad de Barranquilla. Casa del Carnaval. Su directora Carla Celia, nos dio un recorrido que empezó en la sala interactiva, donde a través de una narrativa audiovisual nos dieron un breve recorrido por la historia del Carnaval de Barranquilla. Esa misma sala tenía varias instalaciones interactivas para probar los principales instrumentos y disfraces del Carnaval. Después de esto, nos ofrecieron una muestra folclórica a partir de un número mixto del Carnaval. El grupo de danza y música de la casa nos llevó por los diferentes ritmos, partiendo desde la batalla de las flores

los mercados de Barranquilla

Cata gastronómicca

Casa del Carnaval


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hasta la muerte de Joselito, dos de los principales hitos de la cultura de Barranquilla. Al final del espectáculo los bailarines profesionales nos sacaron a bailar a todos y juntos tocamos los instrumentos que guiaron el show. “A pesar de que durante gran parte de su proceso de crecimiento, Barranquilla le dio la espalda al río, esta ciudad principal de Colombia en la costa Caribe, ha dependido históricamente de su ubicación con respecto al Magdalena y al mar Caribe, y en función de ellos y de su lejanía de los principales centros de producción nacional, su desarrollo económico ha sido oscilante”. (Alvarado, 2007) Visitando: Recorrimos los lugares que conforman el área de renovación sobre el río Magdalena, uno de los principales proyectos urbanos de la ciudad y sin duda un panorama de la tendencia que tiene el desarrollo urbano en el lugar. Centro de Convenciones La Puerta de Oro: Es uno de los principales proyectos públicos de la ciudad. Circulamos por una feria inmobiliaria que mostraba la tendencia de la construcción y el desarrollo de vivienda en altura al “estilo Miami”, como era promocionado. La experiencia se convirtió también en un muestrario del específico estilo de vida y el rango de oferta de precios que el mercado inmobiliario de la ciudad promueve. Malecón del río Magdalena: Uno de los primeros proyectos urbanos públicos de la ciudad que apunta a darle la cara al río. De la mano de su diseñador y gerente, recorrimos el lugar donde se desarrollará el proyecto y a su vez se nos explicó cómo se pretende construir un borde de río dinámico, lleno de actividad y al servicio de la ciudad. El barrio de pescadores: Siape fue fundado por pescadores como un asentamiento estratégico con acceso al río, en su momento se ubicaba en la periferia de la ciudad, pero con el tiempo Barranquilla se expandió y fue absorbido por ella. Deambulando por el barrio, se hizo claro que hoy es escenario de nuevas dinámicas de olvido, que van desde la segregación en términos de falta de infraestructura y saneamiento público hasta problemas de microtráfico, derivados de su estratégica ubicación como salida de la ciudad.

Centro de convenciones La puerta de Oro

Malecón del río Magdalena

El río Magdalena


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El Río Magdalena: Una visita sui generis, como la llamaron “los locales”. Poca gente en Barranquilla tiene la oportunidad de recorrer la ciudad desde el río ya que no es una dinámica común ni de fácil acceso. Desde Siape navegamos río arriba y pudimos ver de primera mano tanto la desconexión que existe entre la ciudad y el río como la gran diferencia de paisaje que se percibe en sus dos bordes.

ii. DIALOGAR CON LOS SABERES LOCALES: Por medio de encuentros basados en charlas, entrevistas y mesas de trabajo, descubrimos detalles y métodos que guían las dinámicas locales de la ciudad. Fue un constante proceso de traducción (español-inglés) tratando de entablar conversaciones que pudieran revelarnos conexiones y conceptos que nos acercaran más a dinámicas no tan visibles inicialmente. Charlas: - Charla por Sergio Montero: Profesor de planificación urbana del Centro interdisciplinario de estudios sobre desarrollo de la Universidad de los Andes de Bogotá, quien nos habló sobre la importancia de no casarse con los conceptos y teorías urbanas dominantes a nivel global, si no ser consecuente con las dinámicas propias del contexto local y en particular con las dinámicas de las ciudades emergentes colombianas. - Charla por Carlos Bell Lemus: Profesor de la Universidad del Atlántico, habló de su investigación sobre la constitución de la modernidad en Barranquilla. Su charla comenzó con la fundación de la ciudad, la importancia del río Magdalena y el cruce de caminos comerciales. Después pasó al desarrollo urbano de la ciudad, haciendo énfasis en el modernismo de Barranquilla, en especial en el Paseo Bolívar y en el centro cívico de la ciudad, importantes ejemplos arquitectónicos. También nos dio un recorrido por la diversidad cultural de la ciudad desde los templos de diferentes religiones (católica, judía y musulmana) que a su vez tenían gran similitud gracias a su definido estilo arquitectónico internacional. - Charla con Jaime Abello: Actual director de la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Gabriel García Márquez. Su discurso tuvo un tono autobiográfico y anecdótico. Habló sobre La Cueva, lugar de encuentro, extravagancias y conversaciones entre reconocidos artistas, escritores y cazadores en la capital del Atlántico, conocidos también como el Grupo de Barranquilla y sobre la construcción de la fundación. A su vez compartió su punto de vista sobre la identidad de los barranquilleros o en sus palabras “barranquillosos”, y discutió la habilidad (o inhabilidad) del Carnaval para adaptarse a la sociedad contemporánea y no perder su esencia.


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Entrevistas: - Entrevista al maestro José Llanos (Rey momo) en el barrio libertador de Galapa. Es el más reconocido fabricante de máscaras para el Carnaval. En su taller de madera y papel maché nos relató detalladamente el proceso de creación de las máscaras, desde el molde hasta la decoración con pintura, plumas y otros accesorios. Nuestra aproximación a su trabajo se dio a través de una serie de preguntas que eran respondidas con demostraciones por parte de él y sus ayudantes. Fue comprensible la evolución que ha tenido el proceso de construcción de las máscaras a través del tiempo. Desde su diseño, que solía usar como referencia revistas de National Geographic, hasta cambios en la manufactura, respondiendo a necesidades como ventilación y ligereza. José hizo gran énfasis en el valor que tiene el conocimiento empírico que ha venido desarrollando y el legado para la elaboración de las artesanías que pasa de generación en generación. - Entrevista al maestro Rubiel Badillo en el barrio Paraíso de Galapa. A través de las preguntas de los estudiantes, logramos que uno de los principales manufactureros y diseñadores de carrozas para el Carnaval de Barranquilla nos explicara los principales momentos y técnicas del proceso de creación y construcción de las carrozas. Se generaron preguntas alrededor del tema que iban desde la elaboración de las maquetas a escala, la construcción de los escenarios en tamaño real, hasta la línea de tiempo del proceso, que varía dependiendo de su complejidad. - Entrevista a Alfonso Fontalvo, director de la Casa Museo del Torito y principal representante de la danza folclórica del torito ribeño. Este baile es una de las más antiguas expresiones del carnaval (140 años). Siguiendo las preguntas de los estudiantes, Alfonso nos logró dar un recorrido por las principales características de la danza del torito, el origen de su vestuario y su significado en la tradición de la ciudad. - Entrevista a Néstor Mathieu, productor de zapatos para el Carnaval, quien nos contó sobre los orígenes y principales características de un oficio que se conserva completamente artesanal. A su vez, nos mostró paso a paso cómo se hacen a mano los zapatos.

Entrevista José Llano

Entrevista Rubiel Badillo

Entrevista Alfonso Fontalvo


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- Entrevista con Josefina Cassani, cocinera experta en platos de la gastronomía barranquillera y cuya principal ocupación es ofrecer servicios durante la época del Carnaval. En su casa nos relató los proceso que lleva la preparación de almuerzos y cenas especiales para grandes personalidades que visitan Barquilla y a su vez nos mostró su receta de sancocho. Mesas de trabajo: - Mesa redonda con Jorge Bermúdez, quien es el director de desarrollo regional de la Cámara de Comercio de Barranquilla, Antonio Celia, presidente de Promigás (Empresa de gas de Colombia), María Lourdes Lacouture, funcionaria de FINDETER (La Financiera del Desarrollo Territorial) y Ana María Badel, directora de Pro-Barranquilla (Agencia de Promoción de Inversiones de Barranquilla). En esta oportunidad empezamos por una breve historia de la ciudad y el desarrollo económico de la misma, pasamos también por la imagen que se exporta de ella como un lugar de diversidad y multiculturalidad y terminamos por tratar de entrar un poco en la idea de las asociaciones público-privadas como estrategia de desarrollo para Barranquilla.

- Mesa redonda con seis secretarías distritales de Barranquilla: Dialogamos con los representantes de las oficinas de Cultura, Educación, Gestión Social, Salud, Recreación, Deporte y Foro Hídrico. Cada una de estas entidades explicaron objetivos, políticas públicas y necesidades principales dentro de su plan de trabajo y tema de responsabilidad. Este encuentro se estructuró como momento para poder entender herramientas que guiarán las intervenciones que los estudiantes planeaban desarrollar.


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iii. CONSTRUIR IDEAS Y DARLE VOZ AL CIUDADANO: Esta fue la fase de implementación de los diseños que los estudiantes venían trabajando desde Nueva York. A través de 3 procesos específicos (búsqueda de materiales, construcción y uso) estos juguetes se convirtieron en herramientas de comunicación que buscaban romper los límites existentes entre ellos, los locales y la ciudad. Búsqueda de materiales: Project Runway Para la construcción de los juguetes se escogieron lugares genéricos pero al mismo tiempo completamente desconocidos para los estudiantes, estos fueron el principal reto del proceso. Homecenter: Hipermercado centrado en venta al detal (retail), líderes en Colombia en el campo del mejoramiento del hogar y construcción. Los estudiantes denominaron la experiencia como surreal, al explorar un almacén cuyo interior genérico los hacía pensar estar en Estados Unidos o China, pero que a su vez se convertía en un evento único al tener que enfrentarse a la barrera del idioma. Su principal táctica para encontrar las herramientas y materiales que buscaban fueron señas y muecas que permitían la comunicación con los trabajadores del almacén. Esta diferencia de idioma hizo más compleja la situación al sumarles la disparidad entre el sistema imperial y el métrico, lo cual hizo realmente dispendioso el proceso. Por otro lado Homecenter se convirtió en el lugar que no los quería dejar ir, cuando parecía que teníamos todo lo necesario, algún grupo tenía que volver por algo que le hacía falta. Panamericana librería y papelería: Un almacén que incluye en su portafolio de productos papelería de oficina y escolar, además de líneas como Tecnología, Mobiliario, Arte, Decoración y Juguetería. Aquí las parejas de estudiantes encontraron la mayoría de elementos accesorios para sus artefactos. Entre papeles de colores, pegantes, hilos, pinturas y cortadores, tuvieron que ingeniarse la forma de traducir sus necesidades a un sistema de comunicación con los vendedores y cajeros del almacén. El Gran Elefante: El sentido del tacto se convirtió en la principal herramienta de comunicación en esta tienda especializada en tela. A través de tocar las texturas de los materiales, los estudiantes lograron encontrar las telas indicadas para que sus diseños pudieran tener el resultado que imaginaban. Conseguir las herramientas de manufactura textil fue un reto inimaginado de búsqueda y traducción.


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Acrílicos Vincent Van Gogh: Algunos de los proyectos se vieron en la necesidad de buscar elementos extremadamente específicos, que muchas veces son difíciles de hallar incluso para un local que no esté empapado del tema. Traducir la idea del plastiglass al acrílico fue el primer paso, de ahí encontrar abierta una de las pocas tiendas especializadas en este material y finalmente tener que usar el encanto del extranjero como herramienta para lograr tener las piezas que necesitábamos en el tiempo que requeríamos, convirtió esta experiencia en una de las más complicadas.

Homecenter


Panamericana


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Construcción de los juguetes: noches de trabajo Universidad del Norte. Con ayuda de los estudiantes de arquitectura de la Universidad del Norte trabajaron durante noches enteras en la construcción de los juguetes. Desde Nueva York habíamos traído los diseños y manuales para ejecutar. Después de la compra de los materiales y herramientas, y entre “spanglish”, cenas, trasnochos, cortadas y manchas de pintura, los estudiantes junto con sus colaboradores locales lograron dar forma a sus diseños. Guillermo, David, Rocío, Margarita, Sheyla y Luz Adriana no solo fueron indispensables en la manufactura de los artefactos y en proveer tips o datos locales para lograrlo, también fueron quienes ayudaron en el proceso de traducción de los protocolos de uso que los estudiantes habían diseñado para poder interactuar con la gente y poner en uso los juguetes.


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Uso de los dispositivos: La Feria del Juguete Parque público Tomás Suri Salcedo: Los juguetes aparecieron en escena y fueron montados en diferentes puntos de un parque. Con la inesperada ayuda de personas encargadas de la limpieza del lugar y policías que vigilaban el sector, los artefactos finalmente cobraron vida en el espacio público de la ciudad. De acuerdo al plan, los vistosos diseños junto a sus llamativos diseñadores, despertaron la curiosidad de los transeúntes, dentro del contexto de un barrio tradicional con dinámicas residenciales y comerciales de Barranquilla. La gente empezó a acercarse, y los estudiantes se vieron obligados a empezar el proceso de ruptura de la principal barrera que tenían con la ciudad, su condición de diferencia. Rápidamente la gente empezó a acercarse a los juguetes con preguntas y comentarios. Al principio los estudiantes tímidamente empezaron a leer, sin saber realmente que estaban pronunciando, o a señalar los textos impresos de los protocolos que sus compañeros de la Universidad del Norte habían traducido. Poco a poco la dinámica de interacción se tornó de incomoda a fácil y divertida, la reacción de la gente entre curiosidad, sorpresa y amabilidad facilitó el diálogo y transformó la feria del juguete en un punto de encuentro real entre una Barranquilla imaginada desde Nueva York y un sentimiento local que lograba dejarse escuchar. El Confesionario, un armario lleno de secretos: Brigitte Lucey y Yuyang Wang Situamos el confesionario en un parque e invitamos a la gente a entrar y revelar dónde solían esconderse de niños y dónde van a esconderse hoy en día. Colgaban sus secretos con cuerdas en el interior de la cabina y podían leer los secretos de otros. El confesionario funcionaba como una herramienta de comunicación entre nosotros y los residentes de Barranquilla.


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El cubo collage: Dasylva Bolton y Siyu Zhang Pusimos el cubo bajo la sombra cerca de unas jardineras. Todo empezó lento pero gradualmente aumentó el ritmo hasta llegar a una gran concurrencia. La mayoría de transeúntes eran estudiantes (de bachillerato y universidad), empleados del sector, habitantes haciendo vueltas o simplemente gente que paseaba por el parque y sentía curiosidad por el dispositivo. También algunas madres con sus hijos y vendedores ambulantes se acercaron a nuestra instalación. Fue relativamente fácil alentar a los jugadores a que participaran con una simple introducción; los demás se entusiasmaban al ver cómo funcionaban los otros juguetes. Los transeúntes eran invitados a crear un collage tridimensional de ocho capas, escogiendo imágenes predeterminadas. El usuario disponía las imágenes por capas sobre diapositivas de acrílico, desde lo más deseado a lo menos deseado (capas 1-8). Los participantes escogían una (o más) categorías (la calle, lo doméstico, el agua) para crear su escena. Después de completar la escena, los participantes respondían a 3 preguntas básicas: 1. Nombre 2. Edad y ocupación 3. Repaso de las capas (explicación de las imágenes escogidas y su significado) Las explicaciones personales de sus elecciones y lo que ciertas imágenes significaban para ellos, a menudo promovían más discusiones sobre un rango de temas y atisbos interesantes de sus vidas diarias. Al entender que ciertas imágenes pueden significar una cosa para nosotros como extranjeros y algo completamente diferente para la gente en Barranquilla. Le pedimos a los participantes constantemente que explicaran sus sentimientos sobre imágenes específicas (¿Bueno? ¿Malo? ¿Por qué sí? ¿Por qué no?). Con este dispositivo, los ciudadanos comunes de Barranquilla nos pueden ayudar a descubrir un poco más el imaginario local y comenzar a preguntarnos sobre temas subyacentes de la identidad o identidades de la ciudad.


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La Máscara, el mundo dentro y fuera: Ruomeng Wang y Zhengmeng Dong Las experiencias del experimento fueron recolectados de tres maneras: 1. Por una cámara dentro del dispositivo que grababa el comportamiento y la voz de los participantes. 2. Se les solicitó a los usuarios escribir y dibujar lo que han visto dentro del dispositivo, así como también lo que ha desencadenado en su imaginación acerca de la ciudad de Barranquilla y su vida diaria. 3. El participante fue entrevistado para obtener más información acerca de sus visiones y expectativas sobre la ciudad. El dispositivo actúa como un disfraz para el individuo y su relación con los otros y también como camuflaje dentro de ciudad. Desencadenó confianza y comportamientos espontáneos de la gente. Grupos de diferentes edades interactuaron con el dispositivo de diversas maneras, que según lo que pudimos ver, tuvieron la tendencia a alejarse de las formas convencionales de usar el parque.


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Tú hablas, yo dibujo: Zhengyang Yue y Keren Bao Cada pareja de participantes interactuó a través del teléfono hecho con las copas plásticas, sin importar que el público circundante pudiera oír claramente su conversación. A cada participante se le dio un cuestionario con el mismo conjunto de preguntas. La dinámica de pregunta respuesta se efectuó con claridad y los participantes registraron las respuestas en el cuestionario para que después tuviéramos herramientas más puntuales de análisis. Después vino lo más divertido; los usuarios del juguete dibujaron retratos mutuos basados únicamente en las respuestas que obtuvieron. Al final iban al lado opuesto para ver los retratos dibujados y tomarse una foto junto a los dibujos. Esta última dinámica generó una serie de conversaciones que partían en los dibujos y terminaban en detalles personales o de su carácter.


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El collage de la ciudad: Chuxue Wang y Zhe Cao Este fue el protocolo que usamos para operar el juguete junto a los ciudadanos: 1. Si tuviera la oportunidad de vivir en otra ciudad diferente a Barranquilla: -¿Cuál sería esa ciudad ideal que se imagina? -¿de dónde cree que viene esa idea? -Describa un momento que le gustaría vivir en esa ciudad. 2. Identifíquese en el dibujo: -¿Quién es y de dónde viene su familia? -¿Dónde vive ahora mismo en Barranquilla? -¿A qué se dedica? 3. Si ese momento imaginario que describió en la primera pregunta pudiera pasar en Barranquilla: -¿Dónde cree que puede pasar? -¿Por qué le gustaría que pasara en ese lugar? (Describa la razón y localícela en el mapa) 4. Cuando termine, levante los telones, siéntese bajo ellos y disfrute del collage que mezcla su ciudad real y la imaginada.


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Reflejando la ciudad: Ayesha Ghosh y Rui Guan Fue durante la ejecución de nuestro dispositivo que la concepción de Barranquilla como el lugar de la gente amigable se hizo evidente. La curiosidad del público general, y su disposición para participar fueron una sorpresa. Más aún, la paciencia de los participantes con cada dispositivo fue muy representativa, en cuanto a la apertura hacia desconocidos y a una actitud cultural general a ser seducidos. Puede ser que aquellos que interactuaron con el dispositivo fueran algunos pocos escogidos con carácter abierto y amigable, sin embargo, el número de personas que participó fue impresionante. Jugamos a reflejar dinámicas y espacios que imaginaban o que veían pasar en el espacio público, mientras construíamos pequeños espacios de confort.


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BARRANQUILLA


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NUEVA YORK


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Quillian Riano - Fundador DSGN AGNC

¡Juegos!

Actuando el cambio espacial y político El arte soberano, por supuesto, será aquel cuyas leyes gobiernan las relaciones entre los hombres en su totalidad. Es decir, Política. Nada es ajeno a la Política, porque nada es ajeno al arte superior que gobierna las relaciones entre los hombres. Medicina, guerra, arquitectura, etc. - las artes menores y mayores, todas sin excepción - están sujetas y constituyen ese arte soberano. (Boal, 1985) Quizá no haya un aspecto más satisfactorio del diseño arquitectónico y urbano que la capacidad de prever y comunicar visiones que cambien el entorno construido. Para ello disponemos de un conjunto de herramientas: planes, secciones, modelos, renderizaciones, etc. Se sabe, sin embargo, que muchas de nuestras herramientas, no son tan buenas para ampliar la conversación, impidiendo a los no-arquitectos unirse e incluso cuestionar y replantear las visiones propuestas. Esto se vuelve aún más difícil cuando se quiere involucrar a un grupo más amplio de partes interesadas que no entienden las convenciones arquitectónicas. Por eso me he interesado cada vez más en cómo los juegos y el acto de jugar pueden complementar otras herramientas de diseño para ampliar la imaginación y la conversación socio-espaciales. El potencial que los juegos aportan a la producción arquitectónica es de carácter abierto, y busca no simplemente validar una idea preconcebida, si no por el contrario, prueba y crea oportunidades para el cambio. Mi interés por los juegos comenzó con una fascinación por los dibujos de pared de Sol LeWitt. Para estos dibujos, Lewitt creó listas detalladas de instrucciones y diagramas sobre cómo producir la pieza de arte, permitiendo a otros ejecutarlas como mejor les


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pareciera. Los resultados de estos dibujos pueden variar ampliamente y llevar consigo las subjetividades de quienes realizan las instrucciones. Vi en esto una forma potencial de crear nuevos tipos de proyectos arquitectónicos y urbanos, estableciendo un sistema con reglas sueltas para que otros puedan interpretar y ejecutar como mejor les parezca y como lo permitan las condiciones sobre el terreno. Aunque los sistemas de LeWitt son lo suficientemente flexibles como para permitir la interpretación o incluso múltiples subjetividades que conviven en la misma pieza de arte, tuve curiosidad por ver cómo estos sistemas pueden convertirse en sitios para experimentar procesos políticos. Es decir, ¿cómo puede un marco suelto permitir a la gente no sólo interpretar las reglas, si no también negociarlas con otros jugadores y hacer visibles las mismas negociaciones que crearon la pieza? Mientras investigaba este potencial político de los juegos y el acto de jugar, en enero de 2013 asistí a una actuación del grupo Teatro del Oprimido en Nueva York en Housing Works. Lo que vi esa noche fue una forma de teatro-foro en la que un grupo actúa una escena que ha ensayado y luego los asistentes son invitados a reproducir la escena de manera diferente. Como metodología, el Teatro del Oprimido no cree en una separación entre actores y espectadores, si no que teoriza que todos los asistentes son espect-actores. Estos momentos de recreación cumplen dos funciones principales: probar diferentes resultados para la escena, desafiando las estructuras de poder dominantes e introducir una multitud de experiencias personales y subjetividades que normalmente no pueden formar parte del diálogo o de la conciencia pública Después de la representación de cada escena un bufón, o facilitador, conduce una discusión y reflexión sobre cómo se cambió la escena y lo que eso puede significar. Entre los objetivos de esta actividad teatral está el sacar a la luz conflictos relacionados con el poder y la opresión. La función en Housing Works exploró los retos de revelar estados del VIH y las interacciones con la policía de la comunidad de color LGBTQ, para entender cómo afectan a diferentes poblaciones y promover posibles maneras de superar esos desafíos. A menudo la reinterpretación de soluciones conduce a la comprensión de que los sistemas de opresión son complejos y a menudo interiorizados y que ninguna solución es fácil de implementar en la práctica. En resumen, se trata de una metodología de representación que brinda una forma de adoptar roles para crear un cambio político en cualquier tema dado, permitiendo que los afectados por el problema aporten sus experiencias e ideas. Ahora bien, esta metodología no pretende dar en el blanco, si no más bien mostrar la complejidad y correspondencia entre las relaciones de poder y los cambios sociales. Y permite la planificación estratégica, así como la creación de comunidades interesadas en ayudar a avanzar el cambio.


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El acto de jugar en la negociación espacial. Una plaza compartida: un juego de negociación en el espacio común En febrero de 2013, el Queens Museum le comisionó al DSGN AGNC, trabajar en diseños de compromiso comunitario para la propuesta Corona Plaza, un nuevo espacio público en un vecindario inmigrante de Queens. Uno de los proyectos que produjimos es A Shared Plaza, un juego a gran escala diseñado para reunir a residentes y organizaciones en North Corona, Queens para desarrollar colectivamente una declaración coherente de valores y una lista de prioridades para el desarrollo de Corona Plaza. La dinámica consistió en 15 pedazos del juego de 40 por 48 pulgadas, tres pedazos para cada uno de los cinco temas que identificamos a través de conversaciones anteriores con la comunidad, que incluían programación de la comunidad, oportunidades económicas y otros servicios sociales necesitados en el área. Las piezas representaban funciones relacionadas con cada asunto. Por ejemplo, las piezas de Programación Comunitaria contenían un conjunto de gradas y las piezas de Economías Locales simbolizaban tablas para instalar alrededor de la plaza. Por último, el campo de juego consistía en una cinta en el suelo que permitía colocar sólo doce piezas en una cuadrícula de tres por cuatro, imponiendo la realidad práctica de límites de espacio y recursos en el proceso y estableciendo las condiciones para la negociación.

Una plaza compartida en febrero de 2013. DSGN AGNC.

Al jugar, los participantes movían las piezas alrededor, mientras dábamos pautas para la discusión, y debatían el futuro de la plaza – incluyendo los asuntos más polémicos. Hablamos de lo diferentes que son las experiencias de los hombres y las mujeres en el espacio; sobre la vigilancia policial, sobre cómo la requisa indiscriminada convierte a los hombres jóvenes del vecindario en objetivos y sobre los temores de gentrificación y la falta de oportunidades económicas para los residentes existentes.

A pesar de que estábamos jugando en un día frío y nevoso, el juego y la conversación resultante duró varias horas. Al final no se hicieron diseños finales para la plaza. En cambio, hablamos sobre el tipo de acciones necesarias para continuar esta conversación sobre temas sociales y espaciales. El juego también llevó a las recomendaciones generales de diseño para crear una plaza abierta y flexible con oportunidades para las conversaciones comunales. Todavía estoy trabajando en proyectos


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de acción urbano. A medida que avance la investigación, continuará basándose en una conversación con los residentes locales. El acto de jugar, de lo personal a lo sistemático El otoño pasado, el Lobby de Arquitectura, una organización colectiva de la que formé parte, organizó un evento de performance muy influenciado por el Teatro de los Oprimidos. En este caso, un gran grupo de colaboradores desarrolló y realizó diez escenas, una por cada punto en el manifiesto de The Architecture Lobby sobre los derechos laborales de los arquitectos. A los espect-actores se les pidió que subieran al escenario y repitieran la escena según los procesos del teatro Foro. Durante las actuaciones, experimentamos cómo los guiones, algo genéricos, fueron re-representados para incluir ricas anécdotas personales sobre los conflictos presentes al estudiar arquitectura, trabajar en una empresa establecida y ejecutar su propia práctica arquitectónica. En las anécdotas estaban incluídas experiencias como, pasantías con poco o ningún salario, trabajar duro para clientes que no pagan, o pagan menos porque piensan que siempre pueden encontrar a alguien dispuesto a trabajar por menos y tomar decisiones difíciles sobre el equilibrio entre la vida y el trabajo. Como grupo, discutimos y descomprimimos esas narraciones a medida que cada persona se acercaba para tratar de insertar una narrativa o resultado diferente en lugar de lo esperado y dominante, también discutimos formas en que podríamos hacer cambios en las condiciones de trabajo con las que muchos arquitectos que no están satisfechos.

Una plaza compartida en febrero de 2013. DSGN AGNC.

El acto de jugar en la producción espacial Finalmente, he estado cada vez más interesado en cómo los juegos pueden ayudar en el diseño de nuevos espacios. O, para decirlo de otra manera, ¿puede un juego en sí ser el diseño? Para esta categoría, dos proyectos me vienen a la mente. Primero, hace unos años en cola-


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boración con Estudio Teddy Cruz y el arquitecto paisajista Simon Bussiere, DSGN AGNC diseñó un proyecto de vivienda en Granada, Nicaragua. El diseño del plan maestro se complicó por una cuestión importante: la falta de información fiable sobre el sitio. Se sabía que las condiciones topográficas y la ubicación de los árboles eran claves para el diseño, pero esa información era difícil de obtener. Esto fue visto como una oportunidad para desafiar el plan maestro difícilmente alineado, que a veces dicta incluso los detalles más minuciosos de una comunidad espacial. El plan maestro comenzó con un objetivo en mente: salvar el mayor número posible de árboles mientras se creaban grupos de viviendas seguras y flexibles que alojaban a todos los residentes existentes. Para alcanzar este objetivo, se dio un conjunto de instrucciones sencillas para crear una armadura urbana flexible, dentro de la cual cada casa podría situarse según las condiciones del terreno. Estas instrucciones eran simples y podían ser aplicadas por cualquier persona que construyera las casas (habitantes locales, voluntarios, o un equipo de construcción profesional) sin mucha formación. El segundo esfuerzo para espacializar el juego arquitectónico es SANDBOXING, un pabellón-juego diseñado para las New Cities Future Ruins que se reúnen en Dallas, TX, en el que se pide a los participantes lúdicamente negociar dos recursos clave para el futuro de la ciudad sureña: tierra (arena) y agua. Todo esto sucede en un pabellón instalado en el Parque Jubilee en el Viejo Este de Dallas, formado por una caja de arena diseñada para cambiar a medida que los jugadores negocian el espacio y un pabellón estructural de rocío; un sistema pasivo usado en climas áridos para extraer partículas de agua de la atmósfera. Sin ningún resultado prescrito, se deja a los jugadores que tomen las decisiones de compartir colectivamente o restringir aún más el acceso a recursos cada vez menores. Estos proyectos muestran cómo la aplicación de juegos en la práctica arquitectónica y la educación puede abrir nuevas formas de producir y cuestionar los procesos de diseño. En lugar de presentar visiones finalizadas, los juegos ofrecieron una oportunidad para compromisos con públicos más amplios, y caminos para que los participantes imaginaran diferentes configuraciones y sistemas de gestión para espacios públicos, ya sea a nivel político, social o físico. Los ejemplos de North Corona y Jackson Heights muestran cómo funciona esto: el juego de Shared Plaza creó una conversación sobre el futuro de Corona Plaza dando a los participantes pistas visuales referentes a lo que se discutió. El potencial es que un proceso de creación de estas estructuras ayude a la sociedad civil, en este caso encabezada por la escuela local, para empezar a agenciar el cambio de los espacios urbanos. Tal vez es en este último punto, que propone que los juegos críticos pueden crear las condiciones para las negociaciones en curso y la configuración del espacio, que los juegos pueden ser capaces de tener su mayor impacto en el diseño. Con el fin de dar forma al


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entorno, necesitamos ser capaces de negociar este espacio y su flexibilidad para prever el cambio. Cuando se trata como un juego que no necesariamente asigna ganadores y perdedores, las negociaciones pueden ser ensayadas y los cambios pueden ser piloteados. Esto transforma a los diseñadores en facilitadores, guiando procesos más robustos que acomodan a los diversos públicos que son los principales usuarios y potenciales beneficiarios de los espacios y condiciones urbanas que ayudamos a diseñar.

Diagrama de Casas de la Esperanza 2 Viviendas Proyecto: una colaboración entre Quilian Riano, DSGN AGNC; Teddy Cruz y Cesar Fabela, Estudio Teddy Cruz; Y el arquitecto de paisaje Simon Bussiere y su 2011 Ball State Landscape Architecture Studio.


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SANDBOXING Proyecto de Quilian Riano, DSGN AGNC para las Ruinas Futuras de Ciudades Futuras Conferencia 2016 en Dallas, TX


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SANDBOXING Proyecto de Quilian Riano, DSGN AGNC para las Ruinas Futuras de Ciudades Futuras Conferencia 2016 en Dallas, TX



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Estados Unidos Nueva York. Nueva York.

EL CAMPO DE JUEGO: NUEVA YORK OCTUBRE 2016


B. Reconociendo el campo de juego

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Diรกlogos con Colombia Este mapa de eventos y actividades recuenta la experiencia de los estudiantes del GSAPP durante el viaje de campo a Colombia. Escena tras escena se reconocen los elementos mรกs relevantes del encuentro con Barranquilla. Dichos elementos resaltados fueron posteriormente sujetos de atenciรณn y mas estudio.


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Este gráfico de experiencias que nombramos “diálogos con Colombia” fue el primer acercamiento que los estudiantes generaron hacia la consolidación de conceptos y pequeñas teorías basadas su percepción sobre Barraquilla y sus ciudadanos.


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Reconociendo el Campo: El “campo” está frecuentemente situado, contextualizado y definido; esto produce un cambio de límites espaciales, políticos y sociales con circunstancias cambiantes o en contextos políticos diferentes. El “campo” es, además, frecuentemente un lugar que es familiar y reconocible y a su vez, extraño; esta situación definida como “campo” que integra estos dos atributos, proporciona un lugar donde no se está ni afuera ni adentro en sentido absoluto, se es más bien un interlocutor (Nast, 1994). En respuesta a las técnicas de aproximación que presentamos anteriormente, reconocimos una serie de conceptos que abstraen y consolidan en ideas concretas las percepciones frescas que como extranjeros pudimos establecer durante el trabajo de campo. Definimos: (i) Seis conceptos que nos definen su cotidianidad, (ii) una narrativa que consolida las experiencias relatadas desde la perspectiva local y (iii) seis ideas construidas a través de los juguetes que siempre buscaron tener como centro al usuario y sus deseos.


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i. SEIS CONCEPTOS QUE NOS DEFINEN SU COTIDIANIDAD

Después de (i) observar y participar en prácticas cotidianas en Barranquilla, los estudiantes definieron seis conceptos donde intentan reconocer las principales características que llamaron su atención y generaron discusión en el grupo. Estos 6 conceptos fueron definidos y discutidos para generar posibles elementos de diseño capaces de ser usados en proceso de desarrollo de los proyectos.

a. Gente amigable En múltiples ocasiones a través del viaje, la versión de Barranquilla que nos presentaron incluía el hecho de que la gente de la ciudad era “gente amigable”. En la medida en que esta idea parecía encantadora y evidente en todas nuestras visitas y conferencias, no se sentía completamente natural porque nuestras interacciones fueron meticulosamente organizadas. Fue durante la ejecución de nuestro dispositivo, realizado de forma colectiva por todos los participantes de la clase, que esa concepción de “gente amigable” se hizo evidente. La curiosidad del público general, y su disposición para participar fueron una sorpresa. Más aún, la paciencia de los participantes con cada dispositivo fue muy representativa, en cuanto a la apertura hacia desconocidos y a una actitud cultural general a ser seducidos. Puede ser que aquellos que interactuaron con el dispositivo fueran algunos pocos escogidos con carácter abierto y amigable, sin embargo, el número de personas que participó fue impresionante.


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b. Narrativas ficticias Una narrativa ficticia de identidad en Barranquilla permea a través de proyectos que naturalizan las relaciones y funciones de los actores públicos y privados. El desmantelamiento calculado y cuidadoso de esta ficción requiere que se diseñen y construyan proyectos que aborden la realidad de las necesidades de la gente. Mediante la construcción de una narración que sea incluyente y que acepte la diversidad de historias de la gente en Barranquilla, podría darse la oportunidad de un futuro crecimiento y mezcla cultural. La idea de una narrativa ficticia, está íntimamente relacionada con la idea presentada en la próxima página acerca de integrar la multiplicidad en las historias. Esto tiene como base una identidad utópica que ha sido construida para comprender claramente la historia diversa de Barranquilla, así como también su complicado crecimiento. Mientras que los negocios o el diseñador que conocimos, con intereses claros en crecimiento económico, utilizan esta historia programada de los muchos grupos de gente que vienen y comparten una cultura, o de cómo todos se convierten en iguales durante el Carnaval, fue la reunión con los secretarios en donde apareció y se mostró una idea clara de la cultura de la ciudad. Mientras que procesar una identidad de ciudad como herramienta de mercadeo resulta útil en algunos aspectos, puede ser a la vez problemático, porque invisibiliza a aquellos que no son autores de la narrativa y como resultado podría generar un futuro excluyente para la ciudad, que no está verdaderamente anclado en las prácticas sociales y culturales de la gente común.

c. Múltiples historias Durante nuestros numerosos encuentros con gente de Barranquilla, surge la pregunta acerca de la variedad de relatos de cada persona. A través de la visita a Galapa, la visita a la Casa del Carnaval y a la conferencia de Carlos Bell, fue más clara la manera de reunir información y tejer un mayor entendimiento de la ciudad. Lo que resulta más interesante, es descubrir más detalles acerca de estas diferentes historias y encontrar formas para celebrarlas en representaciones de la cultura. Los ejemplos incluirán las razones políticas y sociales de inmigrantes libaneses, o de una historia de contribuciones culturales de Palenque.


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d. Incisiones y Reconocimiento La percepción general del paisaje urbano en Barranquilla es que la ciudad está hecha de retazos de distintos deseos, de diferentes personas. Mientras que el Carnaval es el gran unificador, parecía como si el paisaje citadino por sí mismo fuera un ensamblaje aún en construcción y en proceso de cambio. La visita al centro de convenciones, así como la presentación acerca del nuevo desarrollo hicieron que el proyecto pareciera una incisión sobre el paisaje urbano. Como si el proyecto estuviera cortando la estructura, y luego intentando juntarla de nuevo con diseños contemporáneos, pero dejando atrás la cicatriz que la había rasgado. Esta idea surge de cómo el proyecto, aunque progresista y ambicioso también tiene el ethos de un parque excluyente que pretende pasar por un espacio público. Sin embargo, este fue un gran momento para reflexionar en cuanto a las decisiones de diseño que pueden tomarse por parte del arquitecto, para asegurar que los habitantes de una ciudad se sientan invitados y bienvenidos. Una de estas soluciones es la posibilidad de incluir los mercados informales adyacentes a los costosos condominios que ya están planeados.

e. Baile y diversidad Estudiar la cultura de Barranquilla inevitablemente llevó a una mirada más profunda de la diversidad del baile. Mi impresión sobre la cultura de la danza es que este es un momento único en donde las negociaciones entre tiempos y diferentes poblaciones pueden darse. La variedad de clubes, fiestas y la inclusión del hip hop en las presentaciones culturales de la secretaría me despertaron el interés por el uso de la danza como medio de comunicación, traspasando barreras existentes que de otra manera estarían allí. La presentación en la Casa del Carnaval mostró cómo la danza puede absorber otras culturas y formas para llegar juntas a algo nuevo e incluyente.

f. Parque al otro lado de la calle Los espacios públicos en Barranquilla siempre están a una calle de distancia. Hay pequeñas islas de zonas verdes que están en el centro del tráfico, están rodeadas de vías y esto hace imposible acceder a ellas, la única forma de llegar allí es atravesando la calle. Algunas veces ni siquiera hay un paso peatonal para llegar al parque y la gente debe esperar por largo tiempo hasta encontrar un espacio, suficientemente amplio, entre el tráfico para correr rápidamente hasta el otro lado de la calle. Los espacios públicos en Barranquilla podrían ser de más fácil acceso.


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ii.UNA NARRATIVA QUE CONSOLIDA LAS EXPERIENCIAS RELATADAS DESDE LA PERSPECTIVA LOCAL Al tener la oportunidad de (ii) dialogar con los saberes locales en Barranquilla, los estudiantes construyeron una narrativa basados en el imaginario que los ciudadanos barranquilleros tienen sobre su cultura y sociedad. Sin embargo, la visión externa de los estudiantes fue otra. En este “Mito” que reconstruye la narrativa barranquillera, se hacen algunas correcciones sobre elementos que los estudiantes encontraron poco asertivos (tachados) con la experiencia que tuvieron. Con esto buscaban construir una narrativa de ciudad que lograra generar puntos de encuentro entre el imaginario local y la visión que habían consolidado.

Corrección del mito Había una vez una ciudad que surgió de la nada. Su locación cerca al delta de un río significaba que era el lugar perfecto para que gente de todas partes de algunas partes del mundo llegara a establecerse. Con el pasar del tiempo la ciudad creció exponencialmente, mientras más y más diversidad algunos grupos como sirios, libaneses, españoles, italianos, afrocaribeños e indígenas llegaron y llenaron la ciudad con una cultura rica que emanaba de un sinfín de fuentes. La ciudad fue una de las primeras en el país que tuvo un vuelo, tenía las mejores fiestas y las personas más interesantes. La ciudad tenía algunos problemas, como la carencia de desagües pluviales que a menudo generaban que las calles se convirtieran en ríos, pero la población era tan laxa, a lo mejor tan amigable y tan entregada a compartir sus ideas e historias que estas pequeñas molestias colectivas no les importaban eran ignoradas. A pesar de la existencia de un poco de una amplia división social, la ciudad tenía un Carnaval cada año, que completamente la gente quería creer, borraba las barreras socioeconómicas. El Carnaval era un momento para que la gente escapara y olvidara sus preocupaciones, pero también era un momento que enaltecía las diferencias presentes en la ciudad, al volver las fiestas más solicitadas costosas y exclusivas. Este mientras subvertía el orden social y las divisiones existentes al crear un momento en que todos los ciudadanos podían compartir un terreno en común a través de la música, el baile y la artesanía, también exal-


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UniNorte

Cรกmara de Comercio

Donde Mamรก

Pink Panther Community 3 Community 1

Community 2 La Troja

El Rancho SIAPE

Market Home Center

Galapa


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taban las diferencias existentes. Por ejemplo, las personas se disfrazaban como africanos de la misma manera que se disfrazaban como animales exóticos, efectivamente comparando a este grupo con animales. A las personas de la ciudad les gustaba recordarse constantemente que este era el segundo carnaval más grande (¡y el más diverso!) del mundo, porque sentían siempre la necesidad de comparar sus cualidades con otros. A lo largo del resto del año, los ciudadanos, personas de distintas edades en sus grupos sociales respectivos, se unían a través de la música y el baile, pero raramente las distintas comunidades bailaban juntas. Todos los niños aprendieron a bailar antes que a caminar arraigando el baile en su ser, se les recordaba su necesidad de involucrarse en el baile para poder hacer parte de la escena social de la ciudad. Sin importar su origen, clase social o edad, la gente se reunía alrededor del baile. La ciudad se enorgullecía por ser la vida de la fiesta; la vida de todos giraba en torno a otros y las personas pasaban muy poco tiempo solas, haciendo que las personas introvertidas se sintieran excluidas por no adherirse a estos valores fundamentales. A todos, a la élite de la ciudad le encantaban las plazas de mercado de la ciudad como un lugar para hacer turismo en su propia región, visitándolas mucho raramente, pero hablando de ellas mucho, las tomaban por lugares exóticos y excitantes, porque la comida de la ciudad ejemplificaba de manera perfecta era una de las maneras en que se expresaba la mezcla de culturas en la ciudad a lo largo del año. La ciudad soportó algo de muchas dificultades cuando el país cerró las puertas al comercio exterior (¡nunca quisieron esto y fueron los que más sufrieron!) Durante este tiempo la ciudad perdió algo bastante de su diversidad (aun así seguía siendo la más diversa!) y la gente empezó a reclamar el espacio en vez de compartir como lo habían hecho y el espacio público siguió siendo igual de excluyente como antes. Cuando una guerra civil devastaba el país, la ciudad era un lugar tan abierto y acogedor, calurosamente acogió a los refugiados que venían del campo cercano, pero los dejó sin apoyo social y sin voz en el fuero público una vez llegaron. Pero estaba ahora lista para combatir el tiempo perdido y la resultante pérdida de crecimiento pero de una manera desilusionada, que buscaba emular el ánimo de otras ciudades en vez de encontrar lo que la hacía única para enfatizarlo. Debido a la conocida afirmación de que eran abiertos, ellos, unos cuántos poderosos de los negocios y de la política estaban listos para transformar la ciudad en un centro de negocios global donde cabría la innovación y se fortalecería su prosperidad económica, mientras el resto de la ciudad era dejada atrás. La Esta ciudad era podría ser el lugar perfecto para probar nuevos productos ya que estaban dispuestos a intentar lo que fuera, sus ambiciones no consideraban la supuesta población diversa que existía dentro de sus fronteras.


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iii. SEIS IDEAS CONSTRUIDAS A TRAVÉS DE LOS JUGUETES El haber podido (iii) contruir ideas y darle la voz al ciudadano nos permitió recolectar información, testimonios, experiencias y diferentes deseos que los barranquilleros tienen sobre el uso espacio público y sobre su ciudad. Esta información recolectada por medio de la interacción con los juguetes, fue clasificada, analizada y transformada en material conceptual, detonando ideas que pudieron ser implementadas en el proceso de diseño para así garantizar un diálogo entre el proyecto y los ciudadanos.

a. El Confesionario, un armario lleno de secretos: Pudimos entender mejor lo que los residentes valoraban de su propia ciudad y lo que les gustaría cambiar o mejorar. Los resultados fueron fascinantes; algunos revelaban secretos profundos, como su miedo por salir del clóset o una profunda depresión y los espacios que ocupaban para lidiar con estos secretos. Otros expresaban la importancia de pasar más tiempo en familia y muchos expresaron el deseo de tener espacio público cerca al agua. En general, la intervención nos presentó una narrativa rica acerca de cómo la gente veía la ciudad de Barranquilla. La manera en que vemos que esta información puede convertirse en una herramienta de diseño, es a través del entendimiento de las cualidades de los espacios que la gente describe. Esto nos puede ayudar más a conocer qué tipos de lugares son a los que recurre la gente para escapar o estar solos. Y a partir de eso posiblemente podamos deducir a qué tipos de sitios recurre la gente para socializar (cualidades opuestas). Podemos comenzar, a no sólo entender qué tipos de espacios privados le gustan a las personas en Barranquilla, si no también a pensar en espacios públicos más diferenciados que permitan la actividad social y simultáneamente momentos de introversión para sus usuarios. Otro dato que podemos utilizar para el diseño es la creación de espacios que evocan los escondites de infancia de la gente. A lo mejor esto puede crear una arquitectura heterotópica en donde las personas se transportan a un tiempo juvenil y pueden momentáneamente apartarse del caos de la vida diaria.


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Catรกlogo de resultados

Infancia

Tendencias

Hoy


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b. El cubo collage: Después del análisis de nuestra interacción con los participantes y un mapeo de la información recogida en las respuestas de las cuatro categorías, hemos llegado a algunos temas recurrentes y palabras clave. Teniendo en cuenta que el tamaño de nuestra muestra estuvo limitado y los entrevistados se inclinaban bastante hacia una demografía joven y estudiantil, hemos procesado la información con estas limitaciones en mente. OPTIMISMO – SOMBRA – DESCONEXIÓN – UNIÓN En general el foco y énfasis de todos los temas observados estaba en lo positivo en vez de lo negativo, también había un deseo abrumador por la vegetación como refugio del sol. Varios entrevistados pararon de poner imágenes luego de la diapositiva número 4, donde se suponía empezaban las imágenes más adversas. A pesar de promover e invitar a los participantes a jugar con imágenes más “negativas”, se resistían a quedarse en ese imaginario pesimista, particularmente en las escenas domésticas. Imágenes de vegetación (especialmente árboles) fueron las más utilizadas a lo largo de casi todas las categorías. La razón para esto fue unánime: la sombra era deseada en todas partes como protección del sol ardiente barranquillero. El 70% de las veces que fue utilizada, era la primera imagen escogida por el jugador. Incluso, para enfatizar su punto de vista, un jugador llegó a poner solamente árboles por toda la escena. Muchos otros jugadores habían puesto varias imágenes de árboles en la primera diapositiva.

Agua: Nuestro análisis de las escenas con agua mostró que los jugadores sentían una

desconexión con el agua en relación al malecón. La imagen de agua en forma de una piscina fue utilizada más a menudo y situada en las primeras diapositivas, contrario a otras imágenes de agua que la representaban en un escenario más natural, como playa, lago, etc. El agua también fue una categoría que no se escogió mucho, tanto que llegó a un punto donde empezamos a asignar esta categoría a algunos jugadores para poder recoger información relevante.

Plaza: El escenario de la plaza también reveló algunos temas y deseos en común entre

los jugadores. En general, había “cierto desagrado” en cuanto a los vendedores ambulantes; las entrevistas revelaban que eran olorosos, bulliciosos, desagradables a la vista y ocupaban mucho espacio. La importancia de la vegetación apareció insistentemente, como también los deportes al aire libre como actividad pública en la plaza.


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Calle: Aunque fue difícil recoger información con respecto a imaginarios negativos de los jugadores, la imagen más desfavorable en general, estaba asociada con el agente de policía uniformado, especialmente en el escenario de la calle. Los jugadores expresaron una desconfianza hacia la policía y un desagrado por su intromisión y presencia en el espacio público. Incluso la opinión más positiva acerca de la policía se reducía a un mal necesario. Y de nuevo, la vegetación fue muy importante. Lo Doméstico: El tema general de este escenario fue la familia y la unidad. Lo domés-

tico también fue la categoría donde los jugadores se inclinaban menos hacia lo negativo. En otras palabras, el hogar fue el lugar que sonó más positivo.

PLAZA DONNY Y YESENIA PLAZA

GABRIELLA

PLAZA

NIÑA PEQUEÑA PLAZA

CARLOS

PLAZA

AGUA GABRIELLA AGUA

CELY, VIANNY Y LAURA AGUA

JEAN PIER AGUA

NIÑA PEQUEÑA AGUA

CALLE GABRIELLA CALLE

ANDRES CALLE

CELY, VIANNY Y LAURA CALLE

RUTH CALLE

KARINA CALLE

LO DOMESTICO GABRIELLA

LO DOMESTICO

CELY, VIANNY & LAURA LO DOMESTICO

RUTH

LO DOMESTICO

SERGIO

LO DOMESTICO


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c. La máscara, el mundo dentro y fuera: El dispositivo pudo activar diferentes comportamientos e interacciones entre diferentes grupos de edad. La naturaleza del dispositivo fue cubrir y descubrir, permitiendo que funcionara como medio que provocara un lugar para la reflexión de la gente sobre Barranquilla y desencadenara interacciones sociales y actividades hacia diferentes grupos de personas. Esta naturaleza también puede utilizarse a una escala más amplia para ser explorada por grupos sociales más extensos, para interactuar y reflexionar. Entre los datos recolectados las respuestas apuntaban a varias categorías. Algunas difieren según la edad de los participantes y otras están bastante unificadas. Todas estas categorías están asociadas con organizaciones, lo que indica que la gente en Barranquilla se interesa principalmente por su conexión con otros. Como el propósito del dispositivo era hacer que los participantes reconstruyeran las relaciones entre objetos, eventos, su recuerdo de la ciudad y su vida diaria, el resultado muestra diferentes aspectos de este intento. La democracia y la libertad de Barranquilla se asocian con el desarrollo de su gobernanza. La mayoría de los ciudadanos se interesan más por su conexión diaria con gente como su familia, su colegio o su comunidad, en lugar de ponerle más atención de manera más amplia al desarrollo social y económico de su entorno. Basándonos en algunos contenidos clave que recolectamos a partir de conversaciones, tratamos de analizar todas las relaciones de interacciones y flujos de toma de decisiones, que pueden describir cómo funciona en general una asociación. Por ejemplo, en los grupos de estudiantes de colegios, que tienen mayor número de datos en nuestro experimento, el poder no está distribuido uniformemente. Hay algunos “activistas” entre los compañeros que pueden atraer la atención y tomar decisiones. En este caso, los grupos grandes de estudiantes son divididos en varios grupos pequeños y estos “activistas” son los que principalmente toman las decisiones. Algunas de las posiciones de los individuos varían, esto quiere decir que la perspectiva como activista modifica las opiniones de los otros, mientras que el dispositivo como medio desencadena que esto ocurra. Encontramos procesos similares en otras asociaciones que denominamos pequeñas unidades de gobernanza. El intento por organizar el comportamiento de unidades de gobernanza, es un nuevo enfoque que difiere de estudiar el comportamiento de individuos. Futuras organizaciones de programas pueden tomar como base estos comportamientos colectivos como una red dinámica en donde todos cambian cuando son diferentes miembros de diversas unidades.


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Universidad

Familia

Comunidad

Equipo Deportivo

Trabajo Grupo

Atracción

Conocimiento

respuestas de comportamiento

Política

Cultura

Interés en el objeto

Respuestas escritas

relacionado al comportamiento

relacionado a la respuesta escrita

Datos

Linda ciudad

Se parece a una chica de mi barrio.

Reacciones

La gente debería venir y sentirlo

La gente me mira en este momento

Las chicas se ven aún mas guapas

Me rio de mi porque parezco un payaso


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d. Tú hablas, yo dibujo: Los participantes llegaron principalmente en grupo. Nuestro juguete estaba diseñado para que varias personas jugaran simultáneamente, y pudieran dibujar o ver dibujos hechos anteriormente. Sin embargo, el teléfono de copa sólo conecta a dos personas a la vez. La interacción real es entre dos individuos. Hay un gradiente de la colectividad dentro del juguete, donde dos personas comparten los secretos entre sí, y a la vez esto es compartido con un grupo de individuos que están alrededor opinando sobre los dibujos realizados. Con el fin de hacer que la gente se sintiera incómoda, hicimos preguntas muy íntimas. Sorprendentemente, los participante proporcionaron respuestas a cada pregunta. La gente de Barranquilla parece ser muy abierta sobre sí misma. Sin embargo, sus respuestas comparten similitudes y parece que tienen muchos intereses y actividades en común. ¿Es posible que la razón por la que están abiertos sobre sí mismos es porque todos encajan en el estereotipo tradicional de Barranquilla? O, si realmente tienen respuestas que son diferentes al estereotipo, ¿toman la decisión de no hablar y mantienen los secretos para sí mismos? La experiencia de usar el juguete nos hizo pensar en la desconexión como dinámica estructurante de la ciudad. Después de usar el juguete como un elemento divisorio a nivel visual, pero a su vez con la posibilidad de interacción por medio de otros sentidos, la idea de desconexión fue recurrente en las conversaciones de los jugadores. En ámbitos sociales, la desconexión entre áreas adjuntas con estatus sociales y económicos muy diferentes perpetúa estereotipos. Existe también desconexión en las calles, que no son amables con el peatón y generan escenarios de interacción agresivos entre individuos. En ocasiones esa agresividad se convierte en un imaginario colectivo de poco respeto por el otro, que se ve cotidianamente en formas de contacto e interacción interpersonal y que muchas veces se enfocan en la apariencia del otro. El diálogo entre la diversidad de habitantes no encuentra un lugar cómodo para ocurrir, y el basarse en estereotipos para definir actitudes o apariencias con las que no estamos conectados se vuelve una afirmación recurrente en el proceso. Queremos ver la desconexión como una oportunidad más que como un problema.


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e. El collage de la ciudad: Pudimos evidenciar imaginarios, aspiraciones y relaciones ciudad-regiĂłn. Las personas que buscan actividades y tendencias culturales en su ciudad, ubican sus imaginarios en el centro del mapa, y es allĂ­ donde la gente se congrega. Mientras que las personas que buscan la naturaleza, tranquilidad y paz tienden a situarse en los bordes.


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Mapa original


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f. Reflejando la ciudad: Una vez analizados los datos, mostraron qué actividades y tipos de espacios resonaron más con la gente en Barranquilla. Es importante tener en cuenta antes de continuar con el valor de uso de los datos, que la muestra demográfica es un conjunto limitado. Ya que el dispositivo fue instalado en un único vecindario, este sólo demuestra los puntos de vista y opiniones de los habitantes de esa zona. Además, pese a la diversidad de participantes, la muestra era pequeña y por lo tanto cualquier conclusión que se saque puede resultar errónea o no representativa para una población más grande. Sin embargo, los datos permitieron resaltar ciertas tipologías espaciales y actividades que demandan diseños particulares. Usando estos datos podemos desarrollar programas a través de proyectos futuros, con los deseos urbanos de nuestros participantes en nuestras mentes. Por ejemplo, la idea de espacio abierto apareció en muchas ocasiones citando la plaza como modelo. Ésta simple provocación lleva al entendimiento de que el contar con un espacio abierto, plazas y paisajes urbanos no programados, estos constituyen territorios familiares e invitaciones para la gente que entrevistamos. Otras ideas que teníamos eran sobre cómo las interpretaciones espaciales múltiples pueden provenir de los mismos datos. Por ejemplo, resultó ser claro que muchas personas querían involucrarse en una gran variedad de actividades físicas que requerían el ya mencionado espacio abierto. Interpretaciones opuestas pueden llevar al diseño de un muy amplio espacio que puede ser utilizado por todos a la vez. Esto tiene ventajas en cuanto a flexibilidad y también en cuanto a no limitar el número de personas que pueden participar. Por otro lado, el tener mayor programación pertinente a cada actividad puede prevenir conflictos en cuanto a compartir espacios y también en cuanto a facilitar esas actividades específicas.


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Actividades favoritas de la infancia Actividades favoritas para hacer en espacios públicos

"Jugábamos algún tipo de juegos, y patinábamos en los parques.

salir con amigos

leer

Ejercicio aeróbico

"A mí, me gusta pasar el rato con mis amigos, sentarme y meditar, y montar mi bicicleta."

Relajarse meditar

bicicleta

"Me gusta mirar las palomas y hay muchas flores. Es un ambiente puro”

que te diviertas

Mira las aves

besar

sentarse

caminar

Jugar Football

"Me gusta jugar al fútbol, voleibol y baloncesto"

jugar

bailar

comer

Espacios mostrados en el espejo árboles

espacio abierto

seguridad

otro tipo de gente

fuentes

tranquilidad

"Quiero ver una televisión grande, como un lugar para que todos puedan ver una película juntos".

películas

espacio para deporte

"[Estoy mostrando] El lugar para compartir tiempo con mis amigos."

gente amigable

plazas

flores

juegos

música

"Estoy mostrando el puesto de seguridad y el guardia de seguri dad, me gusta saber que el parque está a salvo".

aves

amigos

Deseos para edificios públicos

"Me encantan los árboles, y la sombra, y sentado en la hierba."

"Quiero ver culturas más difer entes. Más inclusión " "Diversidad, quiero ver cosas que llamen mi atención. Como en un museo, cosas que me atraen, como el arte público ". "Me gustaría ver una plaza con muchos eventos culturales, eso es bueno".

inclusión cultural

lugares para comer

museos y arte público

eventos culturales



217

Información del Capítulo Ejercicio No. 3 - El edificio público Raymund Ryan: The play´s the thing El proyecto: la arquitectura como mecanismo de interacción El facsímil: edificio cívico para el re-encuentro Aprendiendo de la comida: centro de investigación en salud Los mellizos: un lugar para un nuevo tipo de cultura Nodos de intercambio: secuencias de velocidad y múltiplicación del uso Rolar el cubo: un juego de roles Parque de los arroyos: construyendo con la naturaleza

Alejandro Echeverry: Medellín re-escribe sus barrios Un nuevo imaginario urbano

EL RESULTADO DEL ENCUENTRO

5


218

Ejercicio No.3:

EL EDIFICIO PÚBLICO


219

Estrategia Transformadora El edificio público contiene una variada gama de elementos que afectan al individuo ya sea en su condición cultural, mental o física; esto está determinado por los diversos usos que se le pueden dar, deportivos, culturales, educativos, recreativos, salud, mixtos o cualquier otro uso institucional cuya perspectiva implique el encuentro, producción o aprendizaje como objetivo primordial. Este ejercicio es la oportunidad de abordar los programas que materializan los ideales que una institución gestiona en la ciudad buscando la innovación, teniendo al individuo como eje central desde la idea de la contradicción y canalización de los deseos de los posibles usuarios o habitantes. Se propone una reflexión sobre lo que significa un edificio o espacio público en una ciudad como Barranquilla. Así, el ejercicio plantea desarrollar el potencial de la arquitectura como transformador social e impulsor de dinámicas que permitan un grado de sostenibilidad económico-cultural necesario para el desarrollo de esta ciudad. Buscamos proponer nuevos usos y eventos al poner a trabajar programas y formas en contradicción generando situaciones y comportamientos anómalos. Los edificios que desarrollaremos tienen como objetivo la aparición de otras relaciones humanas más cercanas a acciones lúdicas y de juego, construyendo espacios más abiertos y de usos libres.


220

Nos interesa pensar que además de establecer arquitecturas basadas en la resolución de espacios pensados desde el hábito y la función , nos preguntamos: • ¿Cómo podemos pensar en una arquitectura capaz de propiciar otras formas de relacionarnos, acontecimientos e interacciones que actúen en la construcción de relaciones humanas inesperadas y libres? • ¿Qué pasaría si el diseño se pensara como un catalizador de ambientes donde la arquitectura aprende a ser un evento, donde el arquitecto aprende a comunicarse, y donde el habitante aprende a tener el control y se construyen nuevas formas de habitar? El estudiante debe propiciar que las formas de uso en la arquitectura le den libertad y poder de creación al usuario. Pensando más en el otro, se podrían establecer nuevos espacios heterotópicos como los que definió Foucault: espacios diferentes que permitan una liberación y yuxtaposición de dinámicas. Como por ejemplo patinar en la Biblioteca como lo planteaba B. Tschumi para activar nuevas negociaciones sociales. Siendo Barranquilla un laboratorio de formas de operación espontáneas y recursivas en la vida diaria de quienes la habitan. Vemos qué características son susceptibles de ser absorbidas y replanteadas a una escala mayor, siendo capaces de generar soluciones a problemas arquitectónicos y urbanos como los que se plantean al considerar los bordes de la ciudad, los alrededores de los ríos que bajan de la montaña, los vacíos en la topografía y en su cuenca hídrica. Estos representan proyectos potenciales y acciones públicas capaces de replantear dinámicas físicas de la ciudad. Es aquí donde repensaremos el rol del espacio y edificio público y comunal. Donde vemos la oportunidad de que la heterotopía actúe como una nueva institución articuladora de dinámicas ciudadanas y sea visibilizada a través de la construcción material. Partiendo de la base que cualquier intervención en un lugar genera intercambios de experiencias y deseos entre comunidades, sector público, y sector privado; el proyecto debe responder: • ¿Cómo la arquitectura, el diseño urbano, y el paisajismo pueden agenciar, propiciar y relacionar situaciones múltiples y contradictorias, a través de acuerdos e intercambios de deseos y saberes confrontados para que estos coincidan en el proyecto? • ¿Cómo poner en contradicción programas, eventos y tipologías de edificios?


221

Lineamientos básicos: Cada grupo recibirá una Institución Distrital, y de la mano de ellas, deberá escoger un programa o programas para desarrollar un proyecto arquitectónico que supla las necesidades de estas. a. Secretaría de Gestión social b. Secretaría de Salud c. Secretaría de Cultura d. Secretaría de Recreación y deporte e. Secretaría de Educación f. Foro Hídrico Como elemento transversal a todas las Instituciones hay dos (2) componentes básicos que deberán ser tenidos en cuenta para ser estudiados y reivindicados en el proyecto. a. El Carnaval como heterotopía común en Barranquilla y como institución cultural y fenómeno social local. b. Darle la cara al río Magdalena y entenderlo como eje natural articulador de la ciudad y como la puerta del país al caribe. Basados en el ejercicio anterior ( Los juguetes de los otros ) deberán usar lo aprendido en las dinámicas de intercambio realizadas en Barranquilla, y generar una estructura proyectual que involucre la heterotopía y los deseos del individuo como eje central del proyecto.


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Estos son lo principales objetivos, pogramas o políticas públicas que identificaron los estudiantes junto a las secretarías correspondientes, y que guiaron el curso de sus diseños A. SECRETARÍA DE GESTIÓN SOCIAL: “Contribuir al proceso de cambio social en el Distrito de Barranquilla, estimulando las prácticas e iniciativas cívicas, las organizaciones comunitarias y la gestión, proporcionando a los habitantes las herramientas necesarias para permitir un desarrollo armonioso e integral”.

Entre el diseño y las políticas públicas, SEIS SECRETARÍAS

Programas: * Atención integral a la población víctima * Mujeres y Equidad de Género B. SECRETARÍA DE SALUD: El sistema de salud consiste en una red articulada entre los caminantes de la salud, los pasos y las carreteras. Este nuevo modelo de salud de Barranquilla se basa en un esquema de promotores denominados Health Walkers, que cumplen una función básica de calidad en la promoción de la salud y prevención de enfermedades. Programas * Las principales actividades de investigación, que promueven las redes y la formación de personal para el análisis y desarrollo de la salud pública. * Vigilancia de ejercicio y control sanitario en Barranquilla, sobre factores de riesgo para la salud, en establecimientos y espacios que puedan generar riesgos para la población, como ... bares, tabernas, supermercados y similares, mercados, entre otros. C. SECRETARÍA DE CULTURA: “Transformar la cultura en un motor para desarrollar nuestra prosperidad social y económica, motivando la reflexión sobre procesos y relaciones históricas, ambientales y socioculturales que con el tiempo han configurado la diversidad del Caribe colombiano.”


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Programas: * Creación de escuelas de formación profesional en música tradicional del Caribe colombiano. * Apoyo al Sistema de Formación Artística y Cultural del Distrito D. SECRETARÍA DE RECREACIÓN Y DEPORTE: “Planifica, dirige, promueve, gestiona, coordina y desarrolla las políticas públicas del sector Recreación y Deportes, garantizando con criterios equitativos, el acceso de toda la comunidad del Distrito de Barranquilla a la práctica de Deportes y Recreación, generando hábitos y comportamientos que contribuyen a una formación integral, y a la elevación de la calidad de vida”. Programas: * Fomentar la creación de espacios que faciliten la actividad física, el deporte y la recreación como hábito de salud. * Integrar la educación y las actividades físicas. E. SECRETARÍA DE EDUCACIÓN: Son modelos diseñados con estrategias escolares y semi-escolares, procesos de aprendizaje convencional y no convencional, diseños de módulos con intencionalidad didáctica y articulación de recursos pedagógicos, que buscan fortalecer el ingreso y la retención de la población en el sistema. Programas: * Metodologías flexibles * Educación para el trabajo y el desarrollo humano F. FORO HÍDRICO: “Proyectar sinergias ambientales de acuerdo con los sistemas de agua y la conservación de los cuerpos de agua, así como involucrar a los diferentes tipos de población en el sistema de parques, haciéndolos escenarios inclusivos y participativos para recreación, deporte y ocio temático que permitan mejorar La calidad de vida de los ciudadanos”. Programas: * Todos al parque * Arroyos


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La zona de estudio que elegimos permite abordar diferentes temas y situaciones propias de la realidad actual de Barranquilla.

Área de Intervención y sus características

La ciudad cuenta con diez Operaciones Estratégicas, a través de las cuales pretende 1. Concentrar esfuerzos y recursos públicos y privados, 2. Orientar la inversión, y 3. Contribuir al desarrollo y consolidación de sectores estratégicos de la ciudad. Estas OE son instrumentos de planificación intermedia que implican importantes esfuerzos de renovación urbana. La Operación Estratégica que escogimos utilizar cubre toda la ribera occidental del río Magdalena, desde el puente Pumarejo, pasando por la zona Franca, hasta la ciénaga de Mallorquín y el mar Caribe, al Norte. Esta OE busca desarrollar de manera equilibrada el área de la ribera del río Magdalena, atendiendo sus potencialidades económicas a través de la mezcla de usos y respetando sus valores ambientales, teniendo en cuenta su ubicación estratégica como polo de competitividad del distrito. El lugar se caracteriza por grandes predios y una alta presencia de actividades industriales, con frentes de predio configurados con cerramientos completos hacia la vía 40 ( una de las principales de la ciudad) y poca visibilidad hacia el río. Las construcciones se concentran sobre la vía 40 y el margen fluvial está desocupado, poco usado y ha tenido variaciones importantes en sus líneas de costa y niveles de sedimentación a lo largo de los años. Un brazo del río, ubicado entre las calles 76 y 75, se ha desecado en los últimos 15 años, dando paso a una importante porción de suelo aprovechable para el desarrollo de distintos proyectos. Por la vocación tradicional como puerto intermedio, se han ubicado en el área de interés actividades industriales con alto impacto sobre su entorno. Sin embargo, la decisión de las administraciones distritales y el deseo de algunos propietarios de esta zona es desarrollar actividades comerciales y residenciales, que abran de nuevo la ciudad al río y generen espacios públicos para el disfrute de los barranquilleros.


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1. Área de Desarrollo

Área de desarrollo

Centro de convenciones y servicios

Parque metropolitano y desarrollo de vivienda en altura

Nuestra área de estudio puntual alberga desde el proyecto de nuevo tratamiento del borde del río, uno de los proyectos bandera de la ciudad, hasta problemas ambientales como los arroyos, que implican el desborde del flujo de aguas lluvias y por consecuencia graves inundaciones durante la época de precipitaciones. Otra razón por la cual escogimos esta locación es por su gran diversidad socioeconómica, coexisten barrios consolidados y de altos ingresos con barrios informales y en condiciones precarias como Siape en el extremo Norte, lo cual genera tensiones socioeconómicas y 2. Necesidades: SIAPE - Barrio de Pescadores de segregación. En cuanto a la infraestructura vial, en el costado sur del área existe una gran congestión vehicular, debido a la concentración de usos comerciales e industriales en las pocas vías centrales de la ciudad. Por otra parte puede ser visto como el gran sector de oportunidad, ya que se proyectan importantes desarrollos urbanos que prometen cambiarle la cara Barranquilla. Por ejemplo el batallón del ejército del Country va a ser trasladado fuera del perímetro urbano y en sus instalaciones está pensado el desarrollo de vivienda de lujo y de un gran parque metropolitano a su ser-


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vicio. Hoy en día en el costado Norte se construyó La Puerta de Oro, el centro de convenciones mas grande del caribe Colombiano y cuyo desarrollo viene en conjunto con el nuevo malecón, que busca darle la cara nuevamente al Magdalena. Se planea que esta zona posindustrial será transformada por nuevos desarrollos de vivienda y equipamientos públicos. Nuestro polígono puntual de estudio está ubicado en el Norte de la ciudad, sus límites son al norte el río Magdalena, en el sur la carrera 60, en el este el Arroyo del Country y en el oeste el Arroyo de la calle 82. 2. Necesidades: Conexión con el río Magdalena

1

2. Necesidades: Conexión con la nueva área de desarrollo

2

3


227

4. Panorama de desconexiรณn entre el รกrea de desarrollo y SIAPE

Problemรกtica Social: 1. Barrio de pescadores 2. Distrito Industrial 3. Micro-trรกfico


228

Acercamiento al siste

5. Acercamiento al sistema urbano.

Estrato 6 Estrato 5 Estrato 4 Estrato 3 Estrato 2 Arroyo Suministro de Agua

le

d eatl

Bordes de Barrio Calles principales Borde de RĂ­o Alcantarillado

Pantano y cerramientos

Carros

Conjuntos cerrados

Grandes


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ema urbano del รกrea

d

Zona Inundable

El lugar se rodea de la totalidad del rango de estratos sociales. Es un contexto donde se ve claramente el grado de desigualdad de la ciudad.

murallas

Cercas de alambre

Arroyo y puentes

-

Espacios de industria


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GRAN MALECÓN

ANTIGUA ZONA INDUSTRIAL

´ Area destinada para el nuevo desarrollo del borde del río

ARR COU

Área de Intervención

´ RIO MAGDALENA

ZONA INDUSTRIAL Puerta de Oro

SIAPE

Barrio marginal de pescadores

CENTRO DE CONVENCION

Puerta de Oro


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ROYO DEL UNTRY

NES

´ DEL BATALLON COUNTRY

Futuro desarrollo de torres de vivienda y parque urbano

ARROYO DE LA 82

ZONA DE CONGESTION VIAL ESTRATO 6

ESTRATO 1 y 2

ESTRATO 3 y 4


Raymund Ryan - Arquitecto curador del museo Carnegie en Pittsburgh

The Play’s The Thing

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“… the play’s the thing Wherein I’ll catch the conscience of the King.” Hamlet, Act 2, scene 2. Si en las últimas décadas la arquitectura ha estado en peligro de retroceder hacia la zona enrarecida de la starchitecture, firmas que proponen composiciones cada vez más extravagantes para una élite global, una contra corriente se ha manifestado en silencio, frecuentemente en lugares alejados de aeropuertos internacionales, y hoteles de cinco estrellas. Este zeitgeist alternativo está marcado por edificios, paisajes y propuestas urbanas que engloban las condiciones existentes, las realidades socioeconómicas y -en formas vitales y esenciales- el ámbito público y un ideal de ciudadano como participante activo en el proyecto arquitectónico. Compromiso, aviso, en contraposición al consumo pasivo. Esta fue la observación o tesis que condujo a Building Optimism: Public Space in South America, la reciente exposición en el Heinz Architectural Center en el Carnegie Museum of Art de Pittsburgh. La exposición presentó obras de innovación estructural, estética y estratégica de media docena de países al sur del Canal de Panamá. Colombia fue un país esencial para Building Optimism; Y Medellín fue una de las ciudades clave. Por lo tanto, el trabajo de Giancarlo Mazzanti y su equipo, inevitablemente, desempeñó un papel central en la exposición, reflejando sus logros críticos en esta nueva ola de urbanismo progresivo y el pensamiento ambiental. El trabajo del Equipo Mazzanti, tanto en Medellín, ese laboratorio contemporáneo de estrategias urbanas, y en otras partes de Colombia, se caracteriza por su fusión de diseño estructural y un ámbito cívico radicalmente mejorado. Los arquitectos se deleitan con lo dicho anteriormente, con el alojamiento del espacio en formas económicas pero visualmente atractivas. Su propósito último,


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sin embargo, no es el construir más. Su objetivo es diseñar con fines democráticos tanto a nivel pragmático como a nivel de representación, enfatizando el potencial de la arquitectura para funcionar como comunicación visual en el espacio común de la ciudad. Este resurgimiento de la arquitectura sudamericana se debe en parte a la estabilidad social y económica comparativa, en Brasil (hasta hace poco), en Chile y, por supuesto, en Colombia con la actual reconciliación entre los poderes oficiales y las fuerzas de oposición. El ámbito urbano de São Paulo o de Santiago, por mencionar dos grandes áreas metropolitanas, se ha beneficiado enormemente de tales cambios, invitando al público a explorar y ocupar espacios que antes podían ser prohibidos, prohibitivos, ocultos o marginados. Consideremos los proyectos Mazzanti en Medellín como emblemáticos de esta emancipación urbana en evolución. Tales fenómenos no ocurren de la noche a la mañana; ya que los arquitectos no operan en un vacío cultural. No es exagerado sugerir que la arquitectura sudamericana está experimentando un renacimiento, una revitalización marcada por una incorporación de la estructura - ¿un neo-brutalismo? - y la perspectiva de la porosidad, tanto física como visual, en las instituciones y a través del tejido de ciudades complejas. El Gran Gesto era familiar a arquitectos anteriores en el continente, a maestros como Oscar Niemeyer en Brasil o Clorindo Testa en Argentina. Lo que parece nuevo y relevante ahora son las nociones de conectividad, un modo más sutil y más contextual del Modernismo. En la década de 1950, el fotógrafo alemán Paul Beer documentó la imposición de edificios de Bravura en el corazón de Bogotá y otros sitios de la urbanización de mediados de siglo. Estas torres con sus vestíbulos resplandecientes y frecuentemente vacíos se posaban en una matriz élite de glamour funcionalista, un Brave New World en los albores de la Epoca del Jet y del capitalismo internacional. El reconocido maestro Colombiano, Rogelio Salmona, respondió con un modernismo más matizado, aprendiendo de Aalto y de Le Corbusier. Nótese el dominio de Salmona sobre los componentes de su arquitectura: ladrillos, techos inclinados, ventanas de esquina dentadas. En 2003, Finlandia otorgó a Salmona la Medalla Alvar Aalto. En su discurso de aceptación en la ciudad natal de Aalto, Salmona afirmó que “la arquitectura es un servicio a la comunidad en la que vivimos” y que “nuestra función es trabajar en el desarrollo de las ciudades y en particular en los espacios públicos que son el corazón de la ciudad.” La obra posterior de Salmona -la Biblioteca Virgilio Barco, por ejemplo- se caracteriza por un sentido de peso y permanencia. El trabajo de Mazzanti, por otra parte, es luz. Con frecuencia es lúcido, aireado y ágil. Mazzanti difiere de Salmona en actitud en cuanto a la estructura, figura y fijeza. Sin embargo, ambos comparten una preocupación por la ciudad y por las instituciones cívicas.


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En el mundo de Mazzanti, ese mundo que ha ayudado a crear, la ligereza también parece conectada al juego, a la lúdica como al ingenio y al juego como un modo de diseño o de montaje. Incluso el edificio más serio de Mazzanti, la Biblioteca Parque España en Medellín, es intrínsecamente juguetón, aludiendo a la errática y a la topografía. Un juguete gigante, tal vez, encaramado en su ladera. No una roca (la vieja idea de una institución) si no tres. Introduciendo el vidrio y la coloración viva para conectarse con la comuna a nivel de calle, la biblioteca, como otros en el programa de Medellín, es a la vez significante y significado, una atracción turística y un centro comunitario. El otro proyecto clave de Mazzanti en Medellín, los Escenarios Deportivos de los Juegos Suramericanos de 2010, realizado en colaboración con Felipe Mesa y Plan B Arquitectos, también evoca o juega con la topografía. En ese caso, los techos estriados de la vertiente se levantan y caen haciendo eco de las laderas en la distancia; la paleta verde muestra el espectro de los colores del bosque en esas pendientes visibles. Los Escenarios Deportivos son topográficos pero no son pesados. Se asemejan más a tiendas de circo que a los pesados monolitos lecorbusianos del siglo pasado. Sugestivos de la temporalidad y la diversión, están abiertos a la mirada pública, así como a la luz solar y la ventilación cruzada. Al visitar Medellín en la preparación para Building Optimism, me impactaron ambos proyectos Mazzanti por el zumbido de la vida cotidiana, de la actividad no directamente vinculada a la biblioteca o funciones atléticas. “Los espacios sociales”, escribió Lefebvre en The Production of Space, (1984) “se interpenetran entre sí y/o se superponen unos a otros”. De manera similar, el artista Olafur Eliasson declaró recientemente que “la interacción del usuario con otras personas co-produce espacio, que a su vez es co-productor de la interacción”. El Equipo Mazzanti juega estratégicamente con estructura y volumen, permitiendo al ciudadano participar en nuevas formas de asociación y de teatro cívico.


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El Proyecto

LA ARQUITECTURA COMO MECANISMO DE INTERACCIÓN


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El facsímil

UN EDIFICIO CÍVICO PARA EL RE-ENCUENTRO Brigitte Lucey y Yuyang Wang

MAQUETA


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Una vez conocida y entendida la situación, relaciones y dinámicas de aprendizaje local, la amplificación de las inteligencias colectivas, deseos del individuo y las condiciones de contradicción, se puede pensar en nuevas estrategias de diseño operativas. Se plantea un diagrama de aproximación a la propuesta base del diseño final. En él se plasma el entendimiento del sector y el aprendizaje resultado de las inteligencias de diseño propias de la cultura, contrarrestado y alimentado por estrategias sistémicas para darle una estructura al ADN del proyecto, siempre pensado en la operatividad como base. De allí debe acotarse y definirse el proyecto; la idea es reflexionar sobre una arquitectura que denominaremos abierta y pluri-vocacional que permita adecuarse a los cambios: que sea inacabada, transformable, en contra de una arquitectura finalizada y cerrada. Buscaremos plantear el desarrollo de sistemas abiertos y adaptativos. Estos están compuestos por subsistemas, módulos, disposiciones, configuraciones o patrones de asociación; lo fundamental es que sean capaces de adaptarse a las más diversas situaciones, ya sean topográficas, urbanas, de comportamiento o programáticas; lo que generaría edificios dispuestos a crecer, mutar y adaptarse según circunstancias particulares o temporales, una estrategia que debe admitir accidentes e intercambiabilidades, pensada más como un método que como una forma permanente y sólo deberá existir en virtud de su capacidad de cambio. El proyecto es la consolidación de la estrategia material, el detalle de la intervención, su desarrollo como parte del oficio de la arquitectura. No solamente se deben demostrar condiciones esenciales de confort y habitabilidad de la arquitectura si no que también este debe demostrar todo el discurso anteriormente armado siendo coherente con el carácter performativo que tiene la arquitectura, sugiriendo las dinámicas sociales y la activación del cambio que se pretende causar en la ciudad.


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Arquitectura para el postconflicto Secretaría de Integración social: Asiste a las poblaciones más vulnerables, dirigiéndose a cada grupo de edad con un enfoque particular en las familias. Programa de creación de Paz: Este programa se enfoca en aquellos que han sido directamente afectados por el conflicto armado en Colombia. Proporciona ayuda con identificación, salud mental, refugio temporal, subsidios y actividades lúdicas complementarias. Colombia está llegando al fin de un conflicto armado, que desde 1958 ha devastado al país. Más de cinco millones de personas han sido desplazadas de áreas rurales donde los enfrentamientos armados son frecuentes. Muchos de esos desplazados son población indígena y afrocolombiana. Esto ha causado y encrudecido grandes segmentaciones sociales, como la separación entre lo urbano y lo rural, división de géneros y de clases socioeconómicas. Así mismo ha determinado un incremento en la desigualdad económica y social a medida que los pobres se empobrecen más y algunos grupos étnicos en específico, sufren más que otros. Mirando hacia un escenario de posconflicto nos preguntamos: ¿Cómo pueden las víctimas reintegrarse a los escenarios urbanos conservando su anonimato y seguridad, y aún así tener acceso a un lugar donde sanar? ¿Cómo pueden las figuras de autoridad, como la policía y militares, recuperar la confianza del grupo civil? ¿Se admite el conflicto en el discurso diario, o se evita hablar de ello? ¿Cómo puede Colombia recordar el conflicto en los años venideros, mientras permite que las víctimas olviden el dolor infligido sobre ellas y sus familias? La relación entre los diferentes actores de este conflicto no es necesariamente clara. Los ciudadanos, la policía y los combatientes fuera del margen de la ley son tanto víctimas como victimarios. Es importante entender que todos son víctimas en este conflicto. El proyecto está situado en el barrio Siape de Barranquilla, que alberga a aquellos en el grupo socioeconómico más bajo y colinda con el renovado y lujoso malecón. El edificio mira hacia el posconflicto al abordar cómo las víctimas podrán reintegrarse a escenarios urbanos conservando su anonimato, y a la vez teniendo acceso a un lugar


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El extenso conflicto colombiano

1958 - 2016 - ???? 295

117,307

No combatientes

24,482

Desconocido Fuerzas de seguridad

guerillas

178 343

guerillas

1,166

paramilitares

40,787

combatientes

218,094 personas muertas entre1958 y 2012

paramilitares

11,751 Víctimas fatáles en 1,982 masacres entre 1958 y 2012

2,541 27,023 Secuestradas entre 1970 y 2010

5,712,506 personas desplazadas de manera forzada entre 1985 y 2012

Fuente: Centro de Memoria Histórica 2012

donde sanar. El proyecto propone instalaciones compartidas entre una academia de la policía y un centro de ayuda para víctimas. La arquitectura propuesta fue en parte inspirada por las nuevas instalaciones del New York Police Department (NYPD) en Queens. Dicho proyecto se basa en nuestro descubrimiento sobre cómo los estudiantes de la academia de policía son entrenados en ambientes simulados. Un Facsímil, entendido como la perfecta imitación o reproducción de un objeto, es nuestra estrategia para ayudar a que las víctimas también logren apropiarse de escenarios simulados y puedan prepararse para la reintegración al entorno urbano. El proyecto es un espacio que simula y refleja la ciudad exterior, y por medio de ese escenario propone desencadenar encuentros entre personas que de otro modo no habrían interactuado en circunstancias específicas. Este se convierte en nuestro espacio heterotópico. Para empezar nos enfocamos en entender cómo los grupos que definimos, aunque aparentemente opuestos, podrían compartir necesidades o aspiraciones. Por ejemplo: • Imaginamos que los ex-combatientes podrían ser malentendidos y segregados por el público general, cuando en algunos casos ellos también han sido víctimas. • Las mujeres víctimas del conflicto necesitan un espacio para el entretenimiento, y para poder disfrutar de actividades que se salgan un poco de su rutina diaria. • Los estudiantes y usuarios de la academia de policía podrían beneficiarse de un espacio para liberar el estrés de las prácticas. • Los niños que han sido victimizados por el conflicto podrían carecer de un lugar tranquilo para estudiar y jugar.


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Todo esto podría resultar en un espacio compartido para el disfrute. Por otro lado, creemos esencial proponer una programación atractiva para el público general y así atraer la diversidad de actores que esperamos. Uno de los grandes objetivos del proyecto es generar un lugar cívico que sirva como escenario de construcción de confianza entre la policía, los ciudadanos que se reinsertan y la sociedad civil de Barranquilla. Otro objetivo clave es que aquellos que han sido afectados tan sólo tangencialmente por el conflicto, entiendan mejor lo que sus conciudadanos han experimentado. La idea siempre fue crear un espacio en donde nuevos tipos de relaciones puedan ser propiciadas entre diferentes grupos de la compleja sociedad barranquillera. Hay dos tipos de programas en este edificio: 1. Las funciones básicas y regulares de una academia de policía y un centro de ayuda para víctimas, que están contenidas dentro de un grupo de pequeños módulos o como les llamamos cajas de actividad regular. 2. Lo que denominamos como espacios para encuentros extraños, está definido por una membrana. Un muro que en vez de dividir une, y que a su paso por el proyecto cambia de materialidad y tipología, creando momentos que desencadenan multiplicidad de interacciones sociales. Esta muralla ayuda a contener programas que van desde un mercado donde las mujeres víctimas pueden vender sus bienes, a un centro de psicología para estudiantes de la academia de policía y las víctimas del conflicto armado, o un jardín que sirve tanto para jugar como para cultivar. Todo el proyecto es un gran escenario que apunta a agendar momentos de encuentro y actividad que a su vez, logren engendrar nuevas interacciones entre grupos aparentemente distintos.

Planta General: El edificio se extiende hacia el tejido urbano circundante, formando un parque público al aire libre en el oeste y conectando con el canal y el centro de conferencias vecino en el este.


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El muro heterotĂłpico: La pared en un elemento mutable que conforma una membrana que se dilata y contrae para hacerse ocupable de diferentes maneras. AquĂ­, el espacio se abre para crear momentos de encuentro entre los diferentes grupos que utilizan el edificio.

Componentes del centro cĂ­vico.


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Encuentros: Historias de una mujer victima y un ex-combatiente. Esta historieta cuenta el momento en el que una mujer, que ha sido víctima del conflicto y se ha mudado recientemente a Barranquilla, se mueve por el edificio en un día determinado. Cuando la membrana se cruza con el restaurante, se forma un espacio para cocinar donde la gente puede tomar clases justo al lado de la cocina y propicia el encuentro con otro tipo de actores como un ex-combatiente. Este segundo actor, también tiene la posibilidad de interactuar con un niño, en espacios de aprendizaje y ocio a los cuales no podría tener acceso fácil en el pasado.

La mujer, que recientemente se mudó a Barranquilla para escapar conflicto en su pueblo, llega a El Facsímil.

No capacitado: dificultad para encontrar empleo

Decisión difícil: ganar dinero o cuidado de niños

No siente que pertenezca a una comunidad

Se siente bien tener un lugar seguro después de tanto años.

No hay red de apoyo

Temeroso de las figuras de autoridad

Trato desigual para mujeres Traumatizada por la violencia

Perdida de la capacidad del disfrute

Mujer Víctima

Adicionalmente a los curso res, la policia académica es está contento por haber ap nuevas habilidades que nis sabía que necesitaba.


243

del

La mujer se dirige hacia el puesto asignado por el día, donde ella espera vender jabones caseros.

Después de pasar la mañana en el mercado, la mujer se dirige hacia el centro médico para su terapia grupal semanal con otras víctimas del conflicto.

Buenos días! Ví a su hija ayer. ¿Comó te puedo ayudar hoy?

Que bueno verte! Quisiera uno de tus jabónes de lavanda.

Ok. Esta semana vamos a abordar algunos de los temores que ustedes tienen diariamente.

os regulastudiantil prendido siquiera Después de vivir con miedo muchos años, fue bueno tener la sensación de seguridad en esta comunidad.

Últimamente he estado paranoica cada vez que estoy sola


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El ex paramilitar disfruta una tarde de pesca pacífica en el río Magdalena

Falta de confianza pública/ corrupción percibida

Estaba acostumbrado a pesca cuando era niño, pero no lo hacía hace muchos años. La clave es ser paciente.

Sin sensibilidad hacia las víctimas de la violencia Necesidad de formación profesional

Ex-combatiente La muer que trabaja en el centro de comunicación viene algunas veces a ver obras sobre el conflicto porque siente que le permite conectarse mejor con Colombia y su historia.


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El ex-combatiente se dirige hacia los archivos donde lee las historias de otras personas que fueron afectadas por el conflicto.

ar o

Se encuentra con un amigo en la oficina para repasar las líneas de una obra en la que va a actuar esta noche.

“Hey, disculpa? Te he visto antes? Tuviste...?”

El ex-combatiente descubrió que actuar en obras de teatro es una nueva manera de conectarse con otras personas.

La línea es “Usted solía jugar futbol en la liga FSE?”


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Elementos del centro de investigaciรณn

Aprendiendo de la comida

CENTRO DE INVESTIGACIร N EN SALUD Dasylva Bolton y Zhengmeng Dong


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Arquitectura para el desarrollo local Secretaría de salud: En nuestra reunión con Alma Solano, Secretaria de Salud de Barranquilla, nos dio a conocer dos conceptos centrales dentro del sistema de salud. 1. El programa Caminante/Paso/Ruta, un sistema a través del cual los usuarios del sistema de salud se reparten en diferentes programas de acuerdo a la urgencia de su condición médica. Los Caminantes: esta parte del programa consiste en que los trabajadores de salud se desplazan puerta a puerta en zonas informales y de alto riesgo de salubridad para verificar que los ciudadanos estén al día en vacunación, para informarles de brotes recientes y para buscar personas gravemente enfermas que puedan necesitar ayuda. 2. Por otro lado, parte del énfasis del programa está en el acceso y prevención, un objetivo encaminado a darle acceso a las poblaciones más apartadas y con menos ventajas, así como también a la prevención como estrategia para la salud y no sólo como medida de reacción. Teniendo en cuenta lo anterior, nuestro enfoque desde la salud está principalmente en su impacto ambiental, que incluye alimentos, agua e higiene en el ámbito público de Barranquilla, Colombia. El mercado central de Barranquilla es el principal ejemplo de un sistema de suministro de alimentos anticuado, congestionado e ineficiente que afecta la salud de la población local, pero que contiene importantes dinámicas sociales y culturales. El mercado tiene sus raíces en el río Magdalena, desde el surgimiento de Barranquilla, hace cerca de doscientos años. En sus inicios se piensa como un mercado flotante de pescado, pero a través de los años, la segregación social y económica desplazó a los comerciantes margi-


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nados al sur, hacia el centro de la ciudad, generando una evolución in formal y descontrolada del mercado, con una cultura que carece de regulaciones sólidas de calidad y limpieza. En parte gracias a dicha falta de un régimen amplio de control de alimentos, que se desborda del mercado hacia gran parte del sistema urbano, Barranquilla afronta hoy varios problemas relacionados con la salud. Productos 2. La salud pública y el mercado alimenticios contaminados, acceso limitado al agua potable, manejo ineficiente de desperdicios y prácticas laxas de manipulación de alimentos en algunas zonas, contribuyen anualmente a miles de casos de enfermedades producidas por alimentos y agua en la ciudad. Por otro lado también cabe destacar que los productores/proveedores locales de alimentos se han demorado en adaptar nuevas tecnologías, reprimidos por políticas de gobierno desfavorables y una capacidad insuficiente para asimilar innovaciones a pequeña escala o dentro del contexto regional. El proyecto quiere utilizar el ciclo alimenticio como herramienta de aprendizaje sobre dinámicas locales de producción de alimentos, y enriquecerlas al infiltrar nuevas prácticas complementarias. También usamos el ciclo de la comida como estructura base para esquematizar el sistema espacial y los programas de actividad que proponemos para cumplir dicho fin. Proponemos una arquitectura cuya forma está dada buscando habilitar independientemente procesos específicos, pero que a su vez permita la construcción de espacios de encuentro que generen aprendizaje y apunten a un mismo fin. Iniciamos observando el ciclo general de suministros alimenticios (producción, procesamiento, venta y consumo), desde allí señalamos las dificultades encontradas en cada paso del proceso e identificamos las necesidades o problemas a abordar para proponer un programa que las contemple y ayude a solucionar.


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Plan maestro y ubicaciรณn de elementos

Maqueta Elementos mรณviles


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Maqueta del volúmen

Por ejemplo: • Producción - Contaminación • Procesamiento - Almacenamiento inadecuado • Venta - Contaminación cruzada e Infección • Consumo - Alimentos no saludables, dietas desbalanceadas y núcleos de enfermedad. El proyecto, más que un edificio es un ecosistema, donde buscamos desencadenar ampliamente dinámicas de aprendizaje relacionadas con la salud y la seguridad entre los consumidores y los proveedores. Este centro de salud es en realidad un vehículo para profundizar en la investigación sobre tecnologías de alimentos y comportamientos saludables a través de experiencias más integradas a la comida y la cotidianidad de los ciudadanos. Proponemos un programa para cada una de las fases del ciclo alimenticio, y de esta manera poder abordar cada problema identificado previamente. El centro es un parque agropecuario y granja para la producción de alimentos; un centro de certificación de alimentos y entrenamiento para los proveedores y agricultores locales; un sitio de mercado móvil para la venta accesible de alimentos saludables y comedores móviles, que en medio de jardines y cocinas logre crear una experiencia educativa del consumidor.


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Nuestro sistema se reduce a 3 componentes separados con funciones específicas y audiencias objetivo diversas: 1. Unidades móviles para consumidores que se desplazan alrededor de la ciudad 2. Un parque agrícola/paisaje para consumidores y proveedores 3. Un centro de investigación y entrenamiento para proveedores locales/ agricultores. El centro de investigación y entrenamiento está localizado en el parque agrícola al lado del río Magdalena, en un sector mayormente industrial que está zonificado actualmente para desarrollo intensivo por los próximos años. El parque agrícola y el centro de investigación sirven como eje de todo el sistema, no sólo para las unidades móviles que se desplazan a varias zonas de Barranquilla, con el fin de dar acceso a alimentos y educación, si no que sirven, literal y metafóricamente, como puente hacia el río y entre vecindarios circundantes. Mirando el panorama urbano de la ciudad, mapeamos diferentes centros de actividad para que el sistema móvil logre tener mayor impacto: educación superior pública y privada, centros culturales y turísticos, centros comerciales y de menudeo, y zonas residenciales de alta densidad. Desde aquí, identificamos agrupaciones de patrones y posibles ubicaciones para el despacho de unidades móviles inflables que le presten el servicio a habitantes y proveedores con diversos propósitos como educación, comedores y acceso a alimentos a través de mercados móviles y jardines.


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Secciรณn del edificio


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El Río y sus puertos culturales

Los mellizos

UN LUGAR PARA UN NUEVO TIPO DE CULTURA Ayesha Ghosh y Ruomeng Wang


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Arquitectura para la preservación Secretaría de Cultura: Objetivos del programa de patrimonio y desarrollo cultural -Fomento de la salvaguardia, sostenibilidad y divulgación del patrimonio cultural material e inmaterial. -Apoyo al programa distrital de fomento y estímulo para la creación artística y el fortalecimiento patrimonial y cultural de las organizaciones de las comunidades. -Identificación y promoción del patrimonio cultural simbólico y estético de la ciudad. Los Mellizos es un proyecto que apunta a disolver la desconexión urbana y social que existe en Barranquilla, entre su herencia cultural vibrante, especialmente expresada a través del Carnaval (el segundo más grande del mundo) y el exuberante ambiente natural que rodea la ciudad. La investigación y la observación a partir del viaje de campo inspiraron este proyecto que cruza y enlaza los dos bordes del río Magdalena y que pretende preservar y dar nuevo significado y mayor acceso a la idea de cultura y paisaje caribe. El proyecto pretende utilizar dos lugares; uno del lado de la ciudad y el otro en una isla destinada como reserva ecológica, y así invertir la naturaleza de estos sitios. El bosque es llevado a la ciudad, mientras que las actividades urbanas y culturales son llevadas a la reserva natural. La meta principal era crear una conexión física entre la ciudad y el medio ambiente natural, para integrar la esencia vibrante de Barranquilla dentro de la narrativa cultural de la gente. Ampliamos la definición de cultura para posteriormente anclar a la población en su sentido de pertenencia a un lugar y para activar sitios que raramente son usados. Los Mellizos, con este concepto de hermanos fraternales, hacemos referencia a la manera en que están concebidas nuestras construcciones, inextricablemente enlazadas, sin embargo, cada estructura es única en términos del programa al cual está destinado.


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Ambos edificios están conectados por un teleférico, un método de transporte popular y de gran éxito entre los planificadores de ciudades en Colombia, sin embargo aún inexistente en Barranquilla. El ambiente cultural de Barranquilla se define en su mayoría por el Carnaval, con motivos que aparecen por toda la ciudad. Mientras tanto, el río es un servicio infrautilizado por la totalidad de la comunidad, solo atravesado por barcos de carga. Este clima establece el escenario para nuestro proyecto, es un centro cultural que une los dos lados del río. La parte del diseño ubicado en el lado de la ciudad lleva elementos programáticos hacia la isla, así como desde allí se trasladan aspectos ecológicos a la estructura urbana. Alberga servicios artísticos, invernaderos, un aviario y otras maravillas naturales. Presta el servicio tanto de un lugar de reunión, como de una herramienta de educación. Los invernaderos en el lado de la ciudad proporcionan sitios frescos y silenciosos que se pueden visitar y que permiten escaparse de la actividad frenética de la ciudad. La isla alberga el programa cultural. Las disposiciones del programa de alto tráfico incentivan el traslado a través del río por medio del teleférico. Se propone que esta sea la última parada de la ruta del Carnaval con una gran plaza flotante desde la cual se puede ver la ciudad. La silletería del auditorio mira hacia la plaza flotante y la visibilidad a través de la estructura permite relaciones visuales entre las coloridas actividades culturales que se estén llevando a cabo. El proyecto aprovecha la ventaja de este lugar sobre el río, con servicios culturales flotantes, ofreciendo clases en las riberas. Además mediante la creación de pequeñas estructuras para atracar, el proyecto logra un impacto máximo en la ciudad.

3. Elemento móvil que une los puertos culturales


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Teleférico: jardin

Teleférico: público

Mask Making Program

Programa de música

Programa de manualdiades Programa de arte/fashion Programa baile+música

Programa de baile Diverso

Programa de fabricación de flotadores Restaurante público

Mellizo 1: Casa de la Cultura


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Maqueta

Teleférico: jardín

Teleférico Público

Espacio de música/meditación Hibernadero

Programa de residencia / arte

Teatro público

Actividades de agua

Sala de lectura/reuniones

Teatro público Salones de práctica de música

Mellizo 2: Jardín Botánico

Salones de práctica de música


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Mellizo 1, dinรกmicas horizontales

Mellizo 1, dinรกmicas verticales


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Mellizo 2, dinรกmicas horizontales

Mellizo 2, dinรกmicas verticales


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Maqueta

Nodos de intercambio

SECUENCIAS DE VELOCIDAD Y MULTIPLICACIÓN DEL USO Chuxue Wang y Zhengyang Yuey


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Deporte y Tráfico

Arquitectura para la Movilidad Este proyecto propone el diseño, más que de un edificio, de un sistema capaz de relacionar el deporte y la recreación. Al hablar con el secretario de recreación y deporte mientras estuvimos en Barranquilla, pudimos enterarnos de un evento coyuntural próximo. En 2018 Barranquilla será anfitriona de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, por lo cual la ciudad está construyendo estadios y hospedajes para los atletas y visitantes, además de un sistema de infraestructura de movilidad que logre suplir las necesidades del evento. Al mismo tiempo, el departamento del Atlántico, del cual esta ciudad es su capital, está construyendo parques alrededor de Barranquilla para satisfacer las necesidades de ocio y deporte de la población. Barranquilla es conocida por su Carnaval, que a su vez es una forma de recreación. La ciudad no necesariamente necesita más estadios, así que lo que nuestro proyecto propone es un sistema algo atípico, que tal vez podría resolver el problema de la desconexión, mientras brinda espacio para el deporte y la recreación. Inicialmente analizamos el lugar de intervención desde la condición de desconexión que presenta, tanto física como social. Estructuramos un plan a diferentes niveles para atender las necesidades encontradas en la ciudad, relacionadas con el establecimiento de vínculos entre diferentes sectores: • Ya que no hay vías para bicicletas, proponemos una que conecte las instituciones públicas en el sitio. • Luego combinamos toda la información del lugar en un plan maestro de potenciales locaciones para construir nuestro proyecto.


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Deportes en las calles de Barranquilla

• Proponemos construir una glorieta para el tráfico con carriles primarios y secundarios.

LA ROTONDA COMO TIPOLOGÍA

Tráfico Primario

Tráfico Secundario

Tomamos las glorietas como un sistema de intercambio de gran velocidad y decidimos usarlas como una tipología de infraestructura básica para el proyecto. Por otro lado escogimos los deportes más populares en Barranquilla según la secretaría de recreación y deporte, con un especial interés en los deportes practicados en la calle, ya que queríamos contraponer la experiencia del deportista con la perspectiva de la conducción. Clasificamos los programas deportivos entre deportes lineales y deportes de campo. Los deportes lineales pueden ser combinados con las redes viales, mientras que los deportes de campo ocurren en nodos. Al combinar el tráfico con varios programas deportivos, nuevas formas arquitectónicas ocurren. Al desplazarse a diferentes velocidades por el sistema de movilidad propuesto, los conductores tienen un roce visual con quienes hacen deporte. El contraste entre la velocidad de un carro y la velocidad del deportista estimula nuevas experiencias espaciales.


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PLANTA GENERAL

Roo Secondary Scale:


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Vista del Proyecto

Vista del Proyecto


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Rolar el cubo

UN JUEGO DE ROLES Keren Bao y Zhe Cao


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Arquitectura para la Educación Secretaría de educación. Programa de metodologías flexibles: Son modelos diseñados con estrategias escolarizadas y semiescolarizadas, procesos convencionales y no convencionales de aprendizaje, diseño de módulos con intencionalidad didáctica y articulación de recursos pedagógicos. Este proyecto nace de una pregunta que encontramos en un muro del jardín infantil El Porvenir: ¿Quién soy?

Estas palabras provenientes de este mundo de fantasía iluminan a los niños en medio de la pobreza del barrio. Puede que ni siquiera recuerden lo ocurrido en esos primeros años de infancia; cuando abandonen ese mundo ilusorio, lo que les espera sigue siendo esa ciudad distorsionada, no tan diferente a la pobreza de la que se escaparon durante esos pocos años, y sólo durante esos años. Les espera un lugar donde todos son iguales, se ven iguales, bailan igual, ríen, hablan, hasta piensan de la misma manera, donde la gente sucumbe al poder del gobierno sin cuestionarlo.


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Cada sociedad es anfitriona de su propia paradoja. La de Barranquilla está entre un estereotipo auto-construido derivado del orgullo local y la contradicción con la realidad. Desde la perspectiva de un arquitecto, tanto lo similar como la alienación son visibles en la ciudad. Para los que viven aquí la paradoja que ha existido siempre está entre el auto-conocimiento y la caracterización. El proyecto Rolar el cubo es una nueva tipología del salón de clase. Se situó en la punta de un pequeño parque barrial rodeado por dinámicas urbanas convencionales. En cuanto a la idea de educación, el proyecto lleva implícito que esta no debe estar limitada dentro de los muros del complejo educativo, ni tampoco limitada por el tiempo ni la edad, si no más bien debe ser responsabilidad de la sociedad. El núcleo de la educación en este caso no es visto en el enseñar o en las clases mismas, si no más bien en la manera en que se crea conocimiento al interactuar y reflexionar. Al referirnos a la experiencia en Barranquilla, el proyecto estaba dirigido a desencadenar nuevos pensamientos en los barranquilleros sobre ellos como individuos y como parte de la sociedad. Queremos descontextualizar los escenarios de la vida cotidiana del ciudadano y contrastarlos con otras que no se reconocen como propias pero en realidad están presentes en la ciudad y en la vida de “los otros”. Sacamos nueve paradojas de la sociedad y las analizamos creando tres escalas: comunal, doméstica y pública. Hay cuatro escenarios recurrentes seleccionados, en donde la situación más típica para cada paradoja ocurre, la sociedad se divide en cuatro clases que existen en el país y que de hecho, dividen a la población en grupos. Estos escenarios son puestos en espacios cúbicos del mismo tamaño para que así no haya variables inquietantes y sin relación. Todo el edificio consiste en un núcleo que funciona como salón de clases y cuatro cubos rodantes alrededor. Lo principal de este mecanismo es el sistema en que la mitad de los escenarios son fijos mientras la otra mitad pueden rodar y ser reconfigurados. El salón de clases central puede ser utilizado para diferentes propósitos de educación como un organizador de distintas configuraciones. Al rotar y configurar los escenarios, las personas que están utilizando el salón central para desenvolverse en dinámicas de sus vidas diarias, pueden incluso experimentar las diferentes vidas que otros están viviendo en la ciudad. El umbral que existe en la percepción de la gente sobre su propia individualidad y sobre el papel que desempeña en la sociedad estaría presente justo allí en esta nueva tipología de salón de clases.


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PERSPECTIVA GENERAL


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Espacios de aprendizaje y diรกlogo


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Espacio inflable intercambiable 1


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Parque de los arroyos

CONSTRUYENDO CON LA NATURALEZA Rui Guan y Siyu Zhang

VISTA DE LA ZONA 1 - CASCADA Y METROCABLE


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Arquitectura para el cambio climático Foro Hídrico: Es la entidad encargada del manejo de los parques y arroyos de la ciudad. Quisiéramos aprovechar la dualidad que tiene el agua en este contexto específico. El diseño le permitirá a la gente involucrarse más en los procesos naturales que ocurren a su alrededor, pero que muchas veces son invisibles y ajenos a la cotidianidad del ciudadano. A través de visibilizar actores y procesos con nuevos espacios en el paisaje, queremos modificar piezas del sistema urbano y propiciar anomalías que atraigan nuevas dinámicas y aprendizaje sobre el ecosistema: Una cascada que produce energía ubicada en el parque, una piscina cerca a la orilla del río que es una playa a su vez, una nube de neblina en el campo deportivo que refresca el caluroso ambiente, un jardín botánico con actividades urbanas, la combinación del zoológico y el acuario para conectar el barrio con los ciudadanos a través de actividades lúdicas, son algunos ejemplos del programa al que apuesta este gran parque de actividad. La locación que escogimos es una área militar que está a punto de ser cedida para convertirse en parque. Esta cuenta con un arroyo que corre por la superficie directamente hacia el río, generando una desconexión en el lugar, tanto física como mental. Las secciones de la topografía del arroyo muestran posibilidades para cons-

Arroyos


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truir superficies dinámicas. Nuestro objetivo es utilizar el arroyo para transformar la zona en un parque hidrológico. La transformación del área en un parque urbano busca servir como oportunidad para desencadenar actividades de ocio y ecosistemas acuáticos típicos del trópico. Nuestra estrategia física estructurante es construir paredes contenedoras de agua, como el acueducto romano, que alberguen actividades y funcionen como puentes conectores de ambos lados del arroyo. Tenemos dos sistemas hídricos en la locación: uno es la huella natural del arroyo, que tiene la capacidad de contener un flujo rápido de agua y en donde es difícil construir durante los días lluviosos, debido a la gran cantidad de agua que puede llegar durante los dos meses al año en los que llueve torrencialmente. El otro es el parque lineal que diseñamos. Éste pretende contener el flujo de agua durante todo el año y puede ser entendido como una gigantesca máquina hídrica, que sirve para renovar el ciclo del agua lluvia. Uno de los elementos esenciales del proyecto es que a lo largo del proceso el agua será limpiada y reservada, como una dinámica lúdica de aprendizaje colectivo. El diseño tiene una narrativa relativa a dicho proceso que se divide en 5 etapas. Cada parte tiene una manera específica de servir de interfaz entre la gente y el agua. • Primera etapa: la caída topográfica servirá como reserva para contener el agua lluvia y también como central hidroeléctrica, con un teleférico a la entrada que tiene una vista aérea de todo el parque. Durante el proceso, la rejilla de superficie se encargará de deshacerse de los desechos sólidos de gran tamaño y la caída alta generará aireación


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y así comenzará la primera etapa de la limpieza del agua lluvia. Hay dos puentes sobre la reserva; uno para los vehículos y otro para los peatones. Segunda etapa: el segundo parque funciona como un campo abierto para el deporte incluyendo: un parque de patinaje, una cancha de fútbol, de baloncesto y de tenis que cuentan con un sistema de rociado que a su vez es parte del comienzo del sistema rápido de arroyos. Tercera etapa: funciona como un zoológico y acuario combinados, trasladando a los animales desde el zoológico que se encuentra al lado de la locación. Las personas pueden estar en un escenario de fantasía con animales y peces a su alrededor. Este acuario contiene fauna tropical de ecosistemas fluviales alrededor del mundo. El agua del acuario contiene material orgánico que es ideal para la fertilización del jardín botánico. El plano proyectual muestra la circulación de las personas y animales de un lado al otro, personas caminando en dos direcciones en el pasaje sobre el aire para sumergirse en el mundo animal. Cuarta etapa: es un ecosistema húmedo tropical en estado natural, pretendemos que este contenga diferentes especies de flora, y fauna, entre ellos pájaros. Queremos complementarlo con una serie de escenarios de encuentro que incluyen un teatro al aire libre, plataformas y miradores. A través de tratamientos botánicos convencionales el agua que proviene del jardín botánico es oxigenada y filtrada mientras se elimina el material orgánico. El jardín funciona en pro de la vida urbana y crea anomalías. Quinta etapa: el agua que ha sido limpiada es recolectada en un lago recreativo, también puede ser utilizada para llenar piscinas públicas u otros espacios de recreación y transformarse en una playa pública para la ciudad.


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Finalmente el diseño se complementa con el canal recolector de agua que se diseñó para permitir el alto y constante flujo del agua a grandes velocidades durante época de lluvias, permitiría su uso como escenario de kayaking y en febrero, época de Carnaval, los desfiles pueden pasar a lo largo del mismo canal que se encontraría desocupado, convirtiéndose en un escenario, mientras los espectadores contarían con graderías dispuestas a lado y lado del canal.

Maqueta


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9. AxonometrĂ­a Zona 3, reserva animal

Zona 5, piscina urbana

6. Zona 1 - Cascada y metrocable


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Zona 4, dinรกmicas sociales


Alejandro Echeverri R - Director del urbam, Universidad EAFIT

Medellín Re-Escribe Sus Barrios

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Este articulo ha sido escrito a partir del texto elaborado para el libro, “Emerging Models of Planning Practice”, del Aka Khan Foundation.

Medellín, durante los últimos quince años ha tenido un proceso de transformación urbana y social que ha despertado interés en el mundo. Ha pasado de ser un lugar “invisible” luego de ser considerada una de las ciudades más violentas del planeta, para convertirse en un punto referente o lugar de encuentro de procesos de innovación e inclusión. Pero el análisis de la experiencia de Medellín, que podría ser útil para otras ciudades con condiciones similares, debe hacerse con prudencia; siendo conscientes de que es un proceso que apenas empieza, en un contexto social aun de gran inequidad, y en un territorio con retos ambientales inmensos. REACCIÓN A LA VIOLENCIA Durante las décadas de los 80 y 90 el narcotráfico se apoderó de gran parte de la ciudad, y se hizo más visible y evidente la segregación social. Los carteles de la droga dominaban a las generaciones de jóvenes que habitaban los barrios de las laderas del norte, popularmente llamados “Las Comunas”. En 1991 Medellín llegó a extremos inimaginables, fue la ciudad más violenta del mundo con 381 muertos por 100.000 habitantes, casi 6.700 muertos, la mayoría menores de 26 años. El retrato del drama de estos años provocó algunos de los testimonios más duros y bellos, como las películas de Víctor Gaviria, Rodrigo D No Futuro y La Vendedora de Rosas y el libro No Nacimos Pa Semilla de Alonso Salazar, entre otros. Estos documentos nos permitieron a muchos escuchar la ciudad real, entender su espacio, su geografía, sus ritos y tragedias.


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También el programa semanal de televisión “Arriba mi Barrio”, de la Consejería para Medellín, dirigido por Alonso Salazar y Jorge Melguizo, que se empezó a emitir en 1991, hizo visibles para toda la ciudad la vida y la cultura de los habitantes de las “Comunas” del norte de la ciudad. Durante la década de los años 90, se produjeron diferentes procesos que buscaban acciones de respuesta al drama que se vivía en la ciudad, liderados desde la sociedad civil, el sector privado, la academia, y las organizaciones no gubernamentales. Pero es el programa del Gobierno Nacional de la Consejería para Medellín (1990-1997), el que construye un espacio para el diálogo, el trabajo colaborativo y hechos reales de inclusión en la ciudad. A través de La Consejería se produjeron acciones concretas que serían el origen de algunos de los futuros modelos de transformación de la ciudad. Como el PRIMED, un programa de mejoramiento integral de barrios desarrollado entre los años 1992-1996, que con el apoyo del gobierno Alemán, fue el precedente fundacional de la estrategia de Urbanismo Social que vendría posteriormente. Al final de los años 90, se hacen dos proyectos de espacio público de gran calidad como instrumentos de cambio e inclusión social. El buen diseño y la arquitectura aparecen por primera vez en muchos años. Son ejemplos individuales en lugares deteriorados del centro de la ciudad. Los dos casos más representativos de este momento fueron, El Parque de los Pies Descalzos (1999) y El Parque de los Deseos (2002), ambos promovidos por Empresas Públicas de Medellín (EPM) y el gobierno de la ciudad. 1999 fue el año de fundación de Compromiso Ciudadano, el movimiento cívico liderado por Sergio Fajardo y el escritor Alonso Salazar, acompañados por personas de la academia, la empresa privada y las organizaciones sociales. Fajardo gana las elecciones del año 2003 con la votación histórica más alta para un alcalde de la ciudad; asume el cargo en enero del 2004. Este cambio político fue trascendental para que se diera la transformación urbana y social, que empezaría a escribir el relato por el que se identifica a Medellín y a muchos de los procesos que continúan hoy. El escritor Alonso Salazar es elegido alcalde de la ciudad para el periodo 2008-2011, dando continuidad a los programas de gobierno. Medellín se convierte en un laboratorio vivo, en un espacio de innovación, a través de programas sociales de educación y cultura, focalizados en los barrios del norte de la ciudad donde estaban los problemas de inequidad y violencia más estructurales. Pero son la arquitectura y el urbanismo la herramienta estratégica para hacer visibles los programas de gobierno en los barrios de la ciudad. La crisis y la violencia llevaron a que muchas de las calles de la ciudad fueran territorios de grupos al margen de la ley, en donde la expresión del temor se daba en ellas. La gran apuesta fue hacer la ciudad transparente,


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abrirla, producir confianza y hacer un cambio de percepción para construir un mapa total de la ciudad. La transformación del espacio público ha sido una de las herramientas estratégicas para lograr recuperar la confianza de la gente en Medellín. A esta estrategia que combina de forma simultánea programas sociales, culturales y de educación, con proyectos de arquitectura y urbanismo, le dimos el nombre de Urbanismo Social. URBANISMO SOCIAL 2004-2011 La necesidad de construir espacios de mediación entre los programas y proyectos del gobierno -top down-, y las dinámicas y comunidades locales –bottom up-, exigieron la mayor innovación y creatividad. La transformación del espacio urbano se convirtió en una herramienta efectiva y visible, para coordinar los diferentes programas y proyectos en los barrios seleccionados. Los proyectos de arquitectura y urbanismo a partir de gran cantidad de acciones de diferentes escalas, hicieron tangibles en el territorio los diferentes programas del gobierno y ayudaron a organizar los espacios de articulación entre las instituciones, los diferentes actores y las comunidades. La estrategia de Urbanismo Social lideró la confluencia de estos procesos en zonas estratégicas, buscando articular armónicamente los diferentes programas con los proyectos de transformación física. Definiendo como táctica principal reparar la dignidad de los itinerarios urbanos más intensamente utilizados por las personas de los barrios, y usarlos como una secuencia encadenada de acciones y programas. Esta experiencia de transformación urbana y social de Medellín, fue tambien un medio para crear herramientas prácticas y desarrollar nuevas capacidades institucionales. De estos 8 años de gobiernos cívicos quedan muchos aprendizajes y algunas ideas. 7 IDEAS A través de la estrategia de Urbanismo Social se hicieron innovaciones importantes. Este programa se cimentó en una herramienta de intervención urbana que denominamos como Proyectos Urbanos Integrales, PUI. Un instrumento operativo que a través de proyectos urbanos de escala intermedia, diseña un proceso holístico para desarrollar la concepción, diseño y ejecución de obras de infraestructura, articulados con diferentes programas del gobierno. Luego de que han pasado varios años desde que se implementó la estrategia de Urbanismo Social en Medellín, pensamos que son 7 las ideas en las que se fundó el programa:


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ZONAS EN ACCION- Encuadre Era prioritario ser estratégico y selectivo para definir con claridad cuáles serían las Zonas en Acción en el proceso de implementación de los PUI. La capacidad de los gobiernos es limitada en recursos económicos y humanos para la alta dificultad de los problemas a resolver. El tamaño y la definición de los límites de las áreas operaron como una estrategia de encuadre que fue singular en cada uno de los casos. Estos procesos son de alta complejidad y requieren una gran determinación política para mantener el foco de atención en estas zonas estratégicas. Era determinante tener éxito en los primeros ejemplos de intervención, y seleccionar lugares reconocidos en la memoria urbana como problemas históricos de la ciudad. En Medellín los primeros identificados fueron el sector Nor-Oriental y la Zona Norte en Moravia, que respondían al hecho de ser zonas vulnerables que habían sido afectadas por altos índices de violencia, pero tenían también la posibilidad real de integrarse a la ciudad. Fue necesario desarrollar una articulación institucional eficiente para hacer confluir en estas zonas una gran diversidad de programas y proyectos coordinados armónicamente. PROYECTOS HOLÍSTICOS – Confluencia Los Proyectos Urbanos Integrales PUI implementados en las zonas en Acción, se convirtieron en la herramienta más eficiente para poder concebir, diseñar y coordinar un proceso holístico de gran complejidad, buscando articular armónicamente los diferentes programas de gobierno en el marco de los diferentes procesos de transformación física. Los PUI, buscaban que las políticas públicas confluyeran en estas zonas, combinando la implementación de los programas estratégicos del gobierno como educación y cultura, con un proceso de construcción de obras de arquitectura y urbanismo en diferentes escalas. Esta estrategia implementó proyectos de gran impacto y magnitud como el Metrocable, los proyectos de vivienda, o el programa de los Parques Biblioteca, combinados de forma simultánea con intervenciones de menor tamaño y escala local, como la reurbanización de las calles y senderos. La confluencia de los proyectos de transformación física de diferentes escalas y usos, con una gran diversidad de programas del gobierno, se ordenaron en un proceso definido en fases precisas y acciones visibles y verificables. Se concibió un proceso desarrollado a partir de proyectos relacionados con la vida cotidiana de las personas. La combinación simultánea de políticas del gobierno, con acciones de iniciativa local, multiplicaron las oportunidades reales de procesos de colaboración.


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PROYECTOS DE ENLACE – Unión Una característica de las zonas de intervención seleccionadas, es que son lugares segregados y con graves problemas de integración a la ciudad. La principal prioridad fue cambiar su condición de ser islas separadas del proceso de desarrollo social y económico, para convertirse en parte integral del mismo. Se buscaba deshacer las fronteras visibles e invisibles que lo causan, uniendo las comunidades y sus barrios con la ciudad formal. Se establecieron dos tipos de acciones de enlace en Medellín: Los proyectos para crear nuevas conexiones, y los programas para localizar nuevas actividades de integración. El primer tipo respondió a intervenciones como los nuevos sistemas de transporte público por cable combinados con proyectos de escala local como los nuevos puentes, paseos y senderos buscando una acción capilar de conexión. El segundo tipo buscó la inserción de nuevos programas de actividades de servicios, con equipamientos de gran impacto localizados estratégicamente. De este hicieron parte proyectos como el Museo de Ciencia y Tecnología Explora, el Centro Cultural de Moravia, o el Parque Biblioteca la Quintana. CIUDAD TRANSPARENTE – Visibilidad El reconocimiento de la ciudad real, que busca extender las dinámicas urbanas, culturales y económicas hacia algunas de las zonas segregadas de Medellín, ha sido uno de los aspectos más valiosos de la estrategia de Urbanismo Social. Fue una decisión política valiente haber definido como prioritarias estas zonas en la agenda del gobierno, y haberlas hecho visibles a través de debates de proyectos estratégicos. El proceso de cambio de la ciudad empieza cuando el mapa mental de gran parte de sus habitantes empieza a incluir toda la ciudad y no solo un fragmento de la misma. Se construyeron en las zonas de intervención estratégica nuevos proyectos de arquitectura emblemáticos con programas integrales de educación, cultura y servicios, para ser usados por todos los habitantes de la ciudad. La presencia de estos nuevos referentes y puntos de encuentro ha sido importante para hacer más transparente e intenso el intercambio de las personas que viven en estos barrios con el resto de los habitantes de la ciudad. Pero es la re-significación de la identidad de estas comunidades, el aspecto que posibilita una integración real con la ciudad. Y para esto ha sido esencial la recuperación y transformación de un número importante de calles, paseos, senderos, plazas y parques.


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DIGNIDAD SOCIAL – Calidad El cambio de paradigma relacionado con el esfuerzo de mejorar la calidad en el diseño y en la construcción de las obras de infraestructura, jugó un papel clave en crear un cambio positivo de percepción de la ciudad hacia las comunidades, y de las comunidades hacia el resto de la ciudad. Fue estratégico aumentar el estándar de exigencia en el diseño y la construcción de los proyectos. La obra pública pasó a ser un atributo que buscó dar un nuevo sentido de identidad y significado para los habitantes de estos barrios marginados. El sentimiento de dignidad juega un rol trascendental en los procesos de inclusión social. La autoestima y el orgullo están relacionados directamente con el subconsciente de los niños, los jóvenes y los adultos, y con el sentimiento de admiración y aprecio sobre los lugares que se usan cotidianamente. Se buscó elevar la calidad mejorando el nivel de los equipos de diseño internos, y promoviendo una cultura de convocatorias y concursos públicos de arquitectura y urbanismo para sus obras más representativas. Elevar el estándar de calidad y diseño en los grandes proyectos y en las pequeñas obras, es una garantía para que las personas los admiren y asuman como espacios propios reduciendo el riesgo al vandalismo. LA PIEL DEL BARRIO - Proximidad Los mejores ejemplos de recuperación cívica a partir de proyectos integrales fueron concebidos a través del conocimiento detallado del tejido urbano y de los procesos cívicos locales. El tono de estas intervenciones es más cercano a un proceso cuidadoso de adicionar nuevas piezas y usos a un tejido existente, que el de un proyecto de renovación urbana buscando un cambio total. Los nuevos procesos de colaboración y acciones urbanas han buscado ser insertados para ayudar a tejer y conectar las realidades existentes, así como para estimular nuevas dinámicas de mejoramiento y desarrollo. La calle vecina, la esquina para el encuentro, el parque del barrio, y donde quiera que las personas pasen parte de su vida diaria se deben convertir en piezas estratégicas de una intervención integral. La enseñanza más poderosa que nos ha dejado la experiencia de la estrategia de Urbanismo Social en Medellín es la valoración de lo local. Es este concepto de proximidad el que demanda el mayor reto. De cómo hacer uso de la memoria y de los sueños individuales y colectivos, de la habilidad de recordar y al mismo tiempo imaginar lo cotidiano.


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DISEÑO DE PROCESOS – Co-creación Es fundamental en estas zonas de conflicto construir espacios de mediación en alianza con grupos culturales locales, y líderes comunitarios. Se requirió de estas sociedades para cimentar una plataforma de confianza y para ampliar la base de nuevos liderazgos. Es por esto que en los mejores ejemplos como fueron el Proyecto Urbano Integral Nor Oriental o el de la Zona Norte, el diseño del proceso de colaboración para desarrollarlos, fue tan importante como las mismas obras de transformación física. Por cada Zona en Acción se definió un líder, una cabeza del equipo que coordinó y representó al equipo de gobierno con las comunidades locales. Su mayor responsabilidad fue construir acuerdos y compromisos con los grupos locales, y hacerlos cumplir a través de una coordinación interinstitucional eficiente. La construcción de confianza es un proceso elemental de relaciones personales y de cumplir los acuerdos paso a paso; esta es la clave que garantiza cualquier proceso de colaboración. La priorización de áreas con problemas sociales y de exclusión para ser integradas a las dinámicas de la ciudad, es la táctica en la que se apoyó la estrategia de Urbanismo Social. Los mejores ejemplos en Medellín hicieron confluir armónicamente transformaciones en infraestructuras físicas, programas, y actividades, con procesos de colaboración local. Esta experiencia reciente en Medellín deja algunas lecciones, la principal es que se puede transformar una realidad cuando se logra construir un relato común, una narrativa que responda a un deseo y objetivos colectivos. Y cuando sus líderes confluyen en una idea próxima a la realidad de las personas que desarrollan con convicción y creatividad. Pero el punto de ruptura en el caso de Medellín, fue una posición ética y moral como respuesta a un problema de exclusión y violencia. Es claro que estos procesos de transformación e inclusión son todavía muy frágiles e incompletos y se ven amenazados por dos razones. La primera es la falta de continuidad por la incertidumbre propia de la política. La segunda es la falta de distancia que nos permita ver con mayor claridad qué se ha logrado y cuáles son los vacíos de este proceso en el contexto complejo de la realidad de Medellín. Pero estos serán temas para otra reflexión.



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Un nuevo imaginario urbano

Son muchos los conceptos que definen una ciudad, no hay uno principal, es una serie de relaciones dinámicas complejas: geográficas, ambientales, animales, vegetales, económicas, sociales, políticas, etc. A pesar de las enormes diferencias entre etnias, climas y ubicaciones, entre otros; existe la posibilidad de coordinar acuerdos entre todos estos componentes humanos y no humanos. Un nuevo imaginario urbano puede darnos las herramientas para guiar y detonar nuevos tipos de relaciones, y promover proyectos que busquen un objetivo común y sean capaces de relacionarse para lograr inclusión y desarrollo horizontal. La idea del estudio fue crear una oportunidad para especular y proponer proyectos, pensando en que fueran herramientas que ayuden a construir acuerdos entre diversas esferas del mundo y que sean multiplicadoras de roces sociales por medio de nuevos espacios de contradicción. Este taller presenta a Barranquilla como un laboratorio para estudiar las oportunidades de innovación, que subyacen en los límites difusos entre lo formal y lo informal dentro de la planeación de la ciudad, y desde ahí, proponer un sistema vivo con la capacidad de crecer, decrecer, multiplicarse y transformarse según los acuerdos entre las diversas esferas de la ciudad. Este sistema urbano se vuelve un instrumento de cambio físico y social, y quiere replantear el término sostenible, dando un paso más y entendiéndolo no solo desde el campo físico: energético-ecológico, si no también buscando un soporte cultural y social, generando nuevas condiciones educativas, de productividad y cambio económico. Los proyectos abordaron temas de debate en el ámbito urbano global: posconflicto, desarrollo económico local, preservación, movilidad, inequidad y cambio climático. Cada proyecto buscaba


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cumplir con una función, experimentar académicamente, y al mismo tiempo involucrar patrones y problemas locales. De esta manera, se especulaba con nuevas formas de abordar proyectos públicos de gran impacto, que lograran establecer un sentimiento de apropiación, garantizando así su permanencia sostenible en el futuro. Más allá de pensar los edificios como objetos, fueron concebidos como infraestructuras urbanas progresivas, múltiples y cambiantes, canalizadas por relaciones sociales dinámicas que se establecen entre los actores que conforman la ciudad. Los estudiantes identificaron lugares específicos dentro de la zona de estudio, donde la secretaría con la que estaban trabajando podía actuar para generar acciones de acupuntura urbana. El primer proyecto fue pensado en conjunto con la Secretaría de gestión social y está ubicado en el borde del río, en el barrio Siape. Se plantea un centro de atención a víctimas y reinsertados junto con una academia de Policía, un edificio cívico que propone generar roces sociales, pensando en el posconflicto que se aproxima. Siape era el sitio ideal para este tipo de equipamiento público, que busca romper barreras sociales al conectarse con los nuevos desarrollos que vienen sumados al centro de convenciones y así suturar rupturas urbanas y sociales evidentes. El siguiente proyecto, que nace desde uno de los programas de la Secretaría de salud, está ubicado en la vía 40 con calle 78ª. Los estudiantes abordaron el tema de la comida y su ciclo, en un edificio que se une con la política pública de Los Caminantes, que busca prever antes de curar. Un centro de investigación móvil que pretende tener un impacto a gran escala, promoviendo a través de la comida no solo mejores hábitos, si no desarrollo económico local desde la agricultura y la culinaria, de allí la importancia de su cercanía con el río. Consolidando el borde del río desarrollamos un proyecto que busca transformar la idea de preservación y que nace desde la Secretaría de cultura. Un par de edificios culturales y ambientales que desdibujan el límite entre la ciudad y el río. Su objetivo es sobreponer la exuberancia tropical y el arte barranquillero, al enfrentar dos núcleos (un jardín botánico y una casa de cultura) que están ubicados a cada lado del Magdalena, pero conectados con el metrocable, generando movilidad, intercambio y preservación. Los problemas de movilidad del sector son claros, y se intenta superarlos por medio de la recreación y el deporte. Se propone una nueva tipología de infraestructura pública ubicada específicamente en la carrera 60 con calle 77ª, sobre el Arroyo del Country. El proyecto es un intercambiador vial que tiene como fin aliviar la congestión de la zona, repartiendo el flujo vehicular hacia diferentes vías principales. Los estudiantes se replantearon el uso de una infraestructura pública y su adaptación para que también sirviera


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como infraestructura deportiva. La idea era mezclar las velocidades del transporte y los deportes, generando una tipología de infraestructura robusta que tiene como habitante al carro, pero como principal actor al ciudadano, con su necesidad de diversión y ejercicio. Junto al proyecto anterior encontramos un experimento de pequeña escala pero gran impacto, Rolar el cubo, está ubicado en el parque Jairo Cepeda Sanabria entre la carrera 60 y la carrera 59b y tenía como ente gestor la Secretaría de educación. El proyecto responde a la baja posibilidad de movimiento social y a los roles culturales predeterminados que se establecen tan fuertemente en la cultura colombiana. El edificio crea una nueva tipología de espacio educativo y toma como metodología el pensamiento crítico. El movimiento literal del edificio promueve el cambio de roles. El proyecto usa el espacio de la cotidianidad como proceso educativo para abordar la inequidad social. Finalmente de la mano con los programas bandera del Foro Hídrico como todos al parque y el problema de los arroyos, vimos este lugar como una oportunidad. Los estudiantes plantearon un parque de agua sobre todo el Arroyo del Country. Se modifica el parque que se tenía planteado junto con las grandes torres de vivienda, cambiando los usos tradicionales por usos lúdicos. En el parque se explora la posibilidad de generar actividades de ocio relacionadas con el agua y se plantea un paisaje capaz de limpiarla y usarla como atractor de actores humanos. Un parque centrado en la adaptabilidad ante los escenarios variables ocasionados por el cambio climático. Todos los proyectos están conectados a través de un metro cable que va desde el intercambiador vial hasta la reserva natural que cruza el Río Magdalena. Quisimos que uno de los grandes objetivos fuera abordar la desconexión que existe entre ciudad y río, generando propuestas de vida urbana en la ribera del Magdalena. Más allá del desarrollo de un plan maestro o diseño urbano en detalle, lo que se produjo fue un imaginario detonador de preguntas: • ¿Hasta dónde la arquitectura, el diseño urbano y el paisajismo pueden tener un papel importante en el proceso de transformar las dinámicas sociales de un contexto? ¿Son la segregación urbana, los centros comerciales, los conjuntos cerrados y los planes urbanos compuestos por torres y grandes avenidas, reales detonadores de desarrollo? o por el contrario ¿Podemos pensar en una Barranquilla que abraza lo público como estrategia de cambio urbano e inclusión? • ¿Podríamos llegar a un imaginario colectivo que reivindique a la ciudad y sus ciudadanos desde sus naturales prácticas formales e informales, su vida cotidiana y su diversidad?


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Cultura:

Integracion social:

Edificio cívico: centro de víctimas + Académia de policía

Salud publica:

Parque Agro + Centro de investigación alimentaria

PLANO URBANO

Cultura + Jardín Botánico: centro de aprendizaje

SISTEMA DE MOBILIDAD: Ciclo rutas Sistema de telefércio Rutas intervenidas

Avenida del Rio y zona costera: En construcción

Puerta de Oro CC:

Construido


a

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Foro hidrico

Deportes:

Parque acuรกtico + Complejo de tratamiento de aguas

Intercambio de carriles + Complejo deportivo

Fundacion botanica y zoologica de Barranquilla

Desarrollo urbano El Paraiso

Construido

Planeado

Educacion:

Salones de clase flexibles + Hosales + Cocinas comunales +Discoteca + Restaurantes + Espacios de Co-working + Galeria + Agricultura + Parque

N


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CONCLUSIร N La traducciรณn como tรกctica para la co-creaciรณn de lugares


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Un proceso más que un resultado Hace calor, la brisa se hace más densa, hay colores por todas partes, olores extraños pero agradables. Encontrarse en un territorio desconocido de una u otra forma hace que se agudicen los sentidos, que se perciban más intensamente sensaciones, olores, texturas, realidades que se desvanecen en la cotidianidad de quienes son “propios” de la ciudad. Llegar a Barranquilla, un territorio conocido desde el imaginario pero desconocido en la realidad, fue el inicio de la puesta en marcha de una estrategia de comunicación pensada mediante unos dispositivos lúdicos, diseñados por 12 alumnos de la Universidad de Columbia en Nueva York, quienes mediante la interacción con la comunidad barranquillera buscaban aproximarse a las dinámicas propias de un territorio ajeno, su configuración física, su pasado, presente y la comunidad que lo habita. Acceder al territorio y a sus habitantes desde el juego representaba partir de un marco neutral, que propiciara el intercambio, pudiendo acercarse a las formas en las que la gente es en su territorio: sus creencias, gustos, disgustos, inconformidades, deseos, reclamos, ilusiones, reproches, etc. Interactuar e intercambiar información que permitiera al extranjero adentrarse en el territorio más allá de sus propios sentidos e ideas para empezar a entender las dinámicas que subyacen en las realidades de una ciudad que se dice “abierta e inclusiva”. Este re-conocer el territorio y a sus habitantes abrió un portal de intercambios en el que se hicieron evidentes condiciones olvidadas e ignoradas, situaciones anómalas que fueron el punto de partida de


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unas estrategias que mediante el diseño arquitectónico buscaban fusionarse con las políticas públicas lideradas por las instituciones distritales, estableciendo así una colaboración entre las partes para materializar los deseos y preocupaciones de los ciudadanos. Para obtener resultados más precisos, cada pareja de alumnos se centró en una de las secretarias de la ciudad: Cultura, Educación, Gestión Social, Salud, Recreación y Deporte y Foro Hídrico, buscando desde las políticas lideradas por la alcaldía de Barranquilla, acoplar los conocimientos desarrollados mediante la experiencia interactiva obtenida con la instalación de la Feria del juguete de Columbia en el parque Tomás Suri Salcedo. Tener la oportunidad de vivir la ciudad permitió a los estudiantes conocer de cerca el territorio y las varias capas que componen y definen una sociedad y su cultura. Conocer de la mano de sus actores las diferentes dimensiones, tradiciones, eventos y ambientes que coexisten en el territorio a través de vivenciar fiestas, producción de artesanías y bailes, pudiendo ser por un momento barranquilleros. La historia sigue su curso y de repente es diciembre, hace mucho frío. Ahora es una comisión colombiana la que se encuentra en Nueva York. El color exuberante y ruidos de ventas de comida callejera se transforman en nieve, paseos por el High line, patinar en hielo en Lincoln center. A las sandalias las sustituyen las botas, gorros, y guantes, y ahora son los colombianos los extranjeros. Sacar a alguien de su entorno normal, y con normal nos referimos a cotidiano, revive esa apertura; otra vez los sentidos se agudizan. Son ahora los barranquilleros quienes se encuentran en otro entorno, dónde van a conocer, o mejor a reconocer a su Barranquilla, a partir de los proyectos realizados por los estudiantes. Esta transposición de realidades a medida que los ejercicios lúdicos fueron desarrollándose, empezó a adquirir un valor cada vez más potente al trabajar e intercambiar lugares y descubrimientos, experiencias en ciudades diferentes por personas distintas, que desde su propia vivencia personal y profesional, empezaron a consolidar un proceso de traducción como herramienta de diálogo y entendimiento. Enfrentarse a otras realidades desde la propia experiencia, otros lenguajes, otras temperaturas, costumbres, comidas, eventos, abre la necesidad de estar dispuesto a entender al otro. La traducción se configura entonces como un proceso que adquiere diferentes niveles dentro de un mismo ejercicio, siendo un descubrimiento profundamente interesante pues hace que se valore la otredad como oportunidad de aprendizaje y de descubrimiento. El resultado más allá de dar una forma y materialidad a un edificio público, permitió poner en evidencia ante las entidades locales de Barranquilla, muchas de las realidades que


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se esconden y silencian en la cotidianidad, mostrando el potencial del trabajo conjunto, partiendo desde una comprensión de las diferentes redes que coexisten en el territorio y que son importantes en la reinterpretación del mismo, para dar sentido al entorno construido, co-creando realidades que permitan re significar espacios, propiciando la creación de lazos más sólidos entre los actores que conforman las redes que componen la sociedad. El mérito de la experiencia y los procesos que esta conlleva, revaloriza la capacidad y el poder de la traducción en los procesos de diseño, así como la posibilidad de aproximación a las comunidades o contextos desconocidos, desde actividades lúdicas que creen lenguajes y escenarios activos y libres de prejuicios, realzando el poder de creación de espacios a partir de redescubrir y re interpretar historias, experiencias y narrativas desde la cotidianidad. También se evidencia que no es suficiente con políticas públicas fijas, si no que es la comprensión y diálogo entre los actores, reconociéndose entre sí como parte de una red, lo que puede cambiar la forma en que se ha venido haciendo arquitectura. La traducción de los diversos conocimientos estructura lugares comunes para la cooperación entre los actores, en estos lugares se crean las bases para desarrollar y proponer desde la arquitectura, proyectos que superen lo físico fortaleciendo los lazos entre el espacio y sus actores. De este modo en un escenario de buenas intenciones, es necesario reelaborar las posiciones con las que abordamos un contexto y usar metodologías de exploración, comprensión, desarrollo y acción en la producción de proyectos que busquen más que un resultado, ser procesos horizontales de intervención. Creemos entonces que la importancia de la traducción como estrategia que permite más allá de la creación de consensos entre los diferentes actores involucrados en un proyecto, aprender desde el reconocimiento del otro, dando valor a informaciones, ideas y aspiraciones que de otro modo permanecerían ignoradas, y perpetuarían la producción de espacios fijos, que regulan al ciudadano. Lo que se quiere, por el contrario, es promover el valor del habitante para ser y hacer espacio, memoria y significados; creando vínculos recíprocos, abiertos y transformadores de los entornos socio-físicos. El reconocimiento del otro como parte de un equipo permite que mediante el juego como lenguaje común de interacción y la traducción como táctica de entendimiento y apertura, se creen acuerdos y lazos que potencien proyectos que consoliden al lugar como campo de juego. Un lugar que es más que un lote con la necesidad de ser transformado físicamente para cumplir un uso, ese lugar es en realidad un proceso de intercambio que re significa el espacio a través de potenciar y valorar el aprendizaje desde las dinámicas socioculturales locales.


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El juego es un lenguaje común. El equipo es el otro. La técnica es el reconocimiento mutuo. La táctica es la traducción. El campo de juego es un lugar.


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CRÉDITOS ADVANCED ARCHITECTURE STUDIO Columbia University GSAPP, 2016 Directores: Giancarlo Mazzanti y Carlos Medellín Asistente: Felipe Robayo Estudiantes: Ayesha Ghosh, Brigitte Lucey, Chuxue Wang, Dasylva Bolton, Keren Bao, Rui Guan, Ruomeng Wang, Siyu Zhang, Yuyang Wang, Zhe Cao, Zhengmeng Dong y Zhengyang Yue. Expertos Invitados: Lenka Buckova, Laura Ramírez, Ana María Veloza, Lourdes Lacouture Susana Pupo, Juan Francisco Rodríguez, Alejandro Rodríguez, Sergio Montero, Eduardo Verano de la Rosa, Liliana Borrero, Cecilia Arango, Marcela Dávila, Diana Acosta, Alma Solano, Joao Herrera, Juan José Jaramillo, Gonzalo Bautee, Karen Abudinen, Alberto Salah,, Jaime Pumarejo Ricardo Vives, René Puche, Alberto Vives, Ana María Badel, María José Vengoechea, Jorge Bermúdez, Yalmar Vargas, Carlos Acosta, Carlos Bell, Antonio Celia, Alex Quessep, Jaime Abello, Mirtha Buelvas, Manuel Moreno, Fabián Amaya, Raúl Pérez, Guillermo Castillo, David Hasbún, Roció García, Margarita Sáenz, Sheyla Raish, Luz Adriana Calle, Humberto Jaraba, Néstor Mathieu, Josefina Cassiani, Alfonso Fontalvo Torres, José Francisco Llanos, Ojeda Faride Meola Martínez Luis Demetrio Llanos, Javier Enrique Llanos, Nerea Calvillo (University of Warwick), Kai-Uwe Bergmann (BIG), Kate Orff, Silvia Vercher (SCAPE), Andrés Jaque (Office for Political Innovation), Mimi Hoang, Eric Bunge (nArchitects), Jing Liu (SO-IL), María Hurtado (ENTRESITIO), Leslie Gill, Ignacio González, Steven Holl y Philippe Rahm. Instituciones de Apoyo: Findeter, Gobernación del Atlántico, Alcaldía de Barranquilla, Cámara de comercio de Barranquilla, ANDI, Puerto de Barranquilla, Pro-Barranquilla, Casa del Carnaval, Puerta de Oro, Universidad del Norte, EAFIT, Universidad de los Andes, Geografía Urbana, Parsons School of design. Cooper Union, Huffington Post, Van Alen Institute, Carnegie Museum. El Equipo Mazzanti: Juana Salcedo, Enrique Cavelier, Mariana Bravo, Maria Luisa Sanin y María Mazzanti Graduate School Of Architecture, Planning And Preservation Decana: Amale Andraos Equipo Gsapp: Danielle Smoller, Sonya Marshall, Juan Herreros, Enrique Walker, Weiping Wu, Marcela Tovar, Iben Falconer, Steffen Baodekker, Malwina E. Lys-Dobradin, Tito Gunner y Mark Taylor.


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JUGANDO CON ANOMALÍAS Ejercicios Lúdicos para la co-creación del espacio FINDETER + El Equipo Mazzanti + horizontal 2017, Giancarlo Mazzanti y Carlos Medellín EQUIPO EDITORIAL: Concepto General: Carlos Medellín Edición: Giancarlo Mazzanti , Carlos Medellín y Ángela Parra Concepto Editorial y diseño gráfico: María Mazzanti y María Camila Parra Corrección de estilo y adaptación de textos: Carolina Sánchez Traducciones: María Mercedes Salgado Textos de: Giancarlo Mazzanti , Carlos Medellín, Ángela Parra, Felipe Robayo, Ayesha Ghosh, Brigitte Lucey, Chuxue Wang, Dasylva Bolton, Keren Bao, Rui Guan, Ruomeng Wang, Siyu Zhang, Yuyang Wang, Zhe Cao, Zhengmeng Dong y Zhengyang Yue. Especial agradecimiento a las contribuciones de: El Equipo Mazzanti: de la construcción comunitaria al Juego Geografía Urbana: Desarrollo más local Nicolás Paris: Ejercicios para pensar espacios o hacer lugares Jaime Abello: Barranquilla sabe cantar y trabajar Mirtha Buelvas: Barranquilla espacio en el Carie Jaime Pumarejo: La ciudad del río Sergio Montero: Entre datos y teorías Quilian Riano: ¡Juegos! Raymund Ryan: El juego es el tema Alejandro Echeverry: Medellín re escribe sus barrios Financiado por La Financiera para el desarrollo Territorial - FINDETER Bogotá, 2017


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