DEBATE Y ACCIÓN
Número 22 • ISSN 1669 - 3833
Una serie de informes elaborados por fuentes especializadas, brindan material de lectura y estudio para abordar la problemática de las adicciones. Un panorama imprescindible para trabajar contra las drogas.
Informe de la REDLA
de drogas y adicciones HABLEMOS
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Sumario Informe de la Sedronar
FundaciĂłn de las AmĂŠricas
Revista de distribuciĂłn gratuita, editada con el apoyo y bajo convenio con la SecretarĂa de ProgramaciĂłn para la PrevenciĂłn de la DrogadicciĂłn y la Lucha contra el NarcotrĂĄfico, Sedronar, dependiente de la Presidencia de la NaciĂłn de la RepĂşblica Argentina.
NĂšMERO 22
LA MEDICALIZACIĂ“N DE LA VIDA COTIDIANA Investigadores de la Sedronar realizaron un profundo anĂĄlisis acerca del consumo indebido de medicamentos legales en adultos. Factores culturales y socioeconĂłmicos pueden explicar la tendencia creciente a la automedicaciĂłn.
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O BSERVATORIO A RGENTINO DE DROGAS
JOVENES Y ALCOHOL: LA SALIDA DEL FIN DE SEMANA El Observatorio Argentino de Drogas, de la Sedronar, realizĂł una investigaciĂłn llamada “Imaginarios sociales y prĂĄcticas de consumo de alcohol en adolescentes de escuelas de nivel medioâ€?. En esta oportunidad, incluimos dos Ătems de sumo interĂŠs que forman parte de este excelente trabajo, y que se refieren a los mapas mentales de la salida del fin de semana, y a la casa “libre de adultosâ€?.
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DICIEMBRE 2008
Informe del Observatorio Europeo de las Drogas (OEDT)
PPANORAMA ANORAMA ACTU AL SOBRE EL CONSUMO CTUAL UNDE DRDROGAS OGAS EN EUR OP EUROP OPAA
Editor: Roque E.Lagomarsino Director: Eduardo Hurry Editada por la FundaciĂłn de las AmĂŠricas. CONSEJO DE ADMINISTRACION Presidente: Dr. Eduardo Jorge Fasulino Vicepresidente: Eduardo Benedetti Secretario General: Sr. Emilio Mario Studnitz Tesorero: Sr. Roque Eduardo Lagomarsino Director Ejecutivo: Lic. Eduardo Horacio Hurry Directora AcadĂŠmica: Lic. Graciela Moncholi
El XIII Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las ToxicomanĂas (OEDT) plantea un cuadro completo acerca de la situaciĂłn de las drogas en Europa.
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Informe de la Red Latinoamericana de Investigadores en Drogas (REDLA)
TINO AMÉRICA TINOAMÉRICA TENDENCIAS EN LALATINO
La Red de investigadores acadĂŠmicos coordinada por la CICAD/OID y apoyada por el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas realizaron este informe sobre el uso indebido de drogas en latinoamĂŠrica.
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UD REPR ODUCTIV SALUD REPRODUCTIV ODUCTIVAA LAS ADICCIONES Y LA SAL El tabaco, el alcohol y las drogas, tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria y son potencialmente tĂłxicas tanto para la madre como para el bebĂŠ.
Uruguay 385 7 mo Of 703 ( C p : 111 4 ) Te : 0 11 - 4 371- 4098 hablemos@fundamericas.org.ar Web: www.fundamericas.org.ar
Por la Dra. Edith M. Serfaty, ro
Registro de propiedad industrial INPI N 2613568. Todos los derechos reservados por la FundaciĂłn de las AmĂŠricas. Esta publicaciĂłn no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por un sistema de recuperaciĂłn de informaciĂłn, en ninguna forma ni por ningĂşn medio, sea mecĂĄnico, fotoquĂmico, electrĂłnico, magnĂŠtico, electro Ăłptico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo y por escrito de esta FundaciĂłn de las AmĂŠricas. Las notas firmadas reflejan la opiniĂłn de los autores sobre los temas tratados, sin que ello implique solidaridad de la revista con su contenido.
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Informe especial
OS GRADOS DE COMPR OMISO CON LAS SUST ANCIAS DISTINTOS COMPROMISO SUSTANCIAS DISTINT
No todos los consumidores de drogas son drogadependientes ni todos los drogadependientes son adictos. Esta afirmaciĂłn es, para los que trabajamos en drogadependencia, algo con lo que convivimos en nuestra prĂĄctica cotidiana.
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Tendencias y desafĂos
AS DR OGAS Y CONSUMOS EMER GENTES NUEVAS DROGAS EMERGENTES NUEV Las drogas sintĂŠticas y su comercializaciĂłn por Internet representan un nuevo reto para la prevenciĂłn y la lucha contra su consumo.
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ISSN: 1669- 3833.
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La medicalización de la vida cotidiana Investigadores de la Sedronar realizaron un profundo análisis acerca del consumo indebido de medicamentos legales en adultos. Factores culturales y socioeconómicos pueden explicar la tendencia creciente a la automedicación.
1. Tolerancia social y modelos de referencia cultural La tolerancia social hacia la creciente medicalización de la vida se sostiene generalmente en un discurso paradójico en relación con la noción de medicamento. De este modo, si bien al psicotrópico se lo consume como una “pastilla para sentirse mejor”, la aceptación social o al menos la tolerancia se fundamenta en su estatus de medicamento. El psicotrópico participa así de un grupo cada vez más amplio de productos ofrecidos en farmacias que invitan a una automedicación para la performance social, ya sea sedando o estimulando a quien lo consume. En este callejón sin salida parece encontrarse la discusión acerca de si lo que hay que poner en cuestión es una idea clave en la sociedad contemporánea: la autoconstrucción del sujeto. Frente a esto, surge la tendencia a percibir como dato menor la diferencia entre la enfermedad y la reacción normal de incomodidad que sucede ante determinada circunstancia, aunque esta circunstancia sea ni más ni menos que
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la vida misma. Como vimos en los relatos y su análisis, esta idea de autoconstrucción puede tener un correlato que oscila entre un sujeto competente y un sujeto desamparado y “sobreviviente”, según en qué eslabón de la estructura social esté ubicado. En estudios anteriores sobre la población adolescente escolarizada, encarados por este equipo de investigación, se encontró que el consumo de alcohol funda sentido en la idea de producción del yo, poniendo el eje en la desinhibición, a través de un consumo ritualizado y social. En el caso del consumo de psicotrópicos, la idea de autoconstrucción lleva a ideales de autosuperación, competencia, rendimiento, voluntad y emprendimiento en los sectores medios y medios altos así como impone los de superviviencia en los sectores menos acomodados. De uno y otro modo, el consumo sigue siendo una herramienta adaptativa para una socialización eficaz, pero a diferencia del consumo abusivo de alcohol en los adolescentes, que cumple con consignas de socialización y recreación grupal, el consumo de psicotrópicos se prac-
tica de modo individual. Se compensa el déficit en la intimidad y los ideales de competencia y adaptación se redefinen, según se alojen las demandas en el ámbito público o privado. El sujeto se encuentra en un dilema de difícil solución: mientras se dan experiencias inéditas de autonomía, se padece la ausencia de marcos reguladores acrecentando los niveles de angustia y vulnerabilidad. Por otro lado, emergen nuevos modelos culturales que, al tiempo que instalan la idea de libertad y autoconstrucción, nos exigen entrar en rígidos patrones de “ser en el mundo”, a riesgo de ser definidos por el fracaso y la frustración como las grandes amenazas de un clima de época demandante de adaptación e integración social. Pero, ¿qué sucede cuando estas exigencias nos sobrepasan? ¿Qué se hace cuando uno más que disfrutar de la libertad, padece la autonomía que se le demanda? Solal sostiene que “lejos de una aspiración adaptativa, la intoxicación de una franja de la juventud en los años setenta se inscribe en un movimiento contracultural de
crítica radical del establishment”. A diferencia de esta respuesta contracultural, hoy hablamos de tolerancia social cuando el psicotrópico resulta un insumo para ser parte competente de la cultura dominante. Eso explica que en los círculos sociales más imbuidos por las ideas de performance social, el consumo de tranquilizantes o estimulantes adquiera la característica de productos aspiracionales en el mercado. Según el marketing, lo aspiracional es aquello que un grupo social ve como ideal a seguir, a lo cual aspira, lo cual supone la pertenencia a un grupo social de referencia. El psicotrópico actuaría así como signo de inclusión a un mundo de consagrados. Las imágenes que convocan las publicidades que hemos analizado así parecen demostrarlo. Hablar de tolerancia social en este contexto supone comprender al psicotrópico como insumo efectivo para la integración social, la optimización de la performance y la “anestesia del sufrimiento moral” que atenta contra estos ideales. Parecen ser “un artificio para fabricar individuos, una química de la promoción de sí mismos”, como plantea
Ehrenberg. Y pueden pensarse, siguiendo a Elias, como un medio para manejar ciertos problemas planteados por el hecho de que seamos civilizados, es decir, sujetos que se autocontrolan, suavizando sus relaciones y sus costumbres y desplazando las violencias externas al interior de su subjetividad. Así se asiste a una tolerancia signada por la idea de una dependencia social confortable donde se establece una “automedicación más o menos bien controlada cuyo efecto sería la farmacodependencia”, tal como sostiene Solal. 2. Tipología por ciclos de vida. Esta dependencia social confortable no se plantea de modo homogéneo. En sus motivaciones, representaciones y formas de consumo varía de acuerdo a múltiples variables. Entre ellas identificaremos las variaciones y continuums que se suceden según el género, los ciclos vitales y las pertenencias socioculturales, de acuerdo a lo que hemos recabado en nuestras entrevistas y lo que a lo largo del informe se ha expuesto. Esta
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tipología pretende explorar las principales características que se pueden reseñar de los grupos analizados de acuerdo al género, el ciclo vital y el nivel socioeconómico, como posiciones estructurales que comprometen habitus y estilos de vida diferenciados que inciden en las representaciones y patrones de consumo de psicotrópicos. Jóvenes Este ciclo vital aparece signado por la idea de “forjar el camino”. Se identifican dos grandes grupos cuyas diferencias se fundamentan en el estilo de vida centrado en el desarrollo personal o en el proyecto familiar. Si bien en los dos grupos emerge la idea de preparar el camino, este proyecto se enfoca en espacios diferentes. Uno de los grupos se define por ideales de competencia y rendimiento aunque con bajo nivel de compromiso. Los “jóvenes adolescentes” tienen un estilo de vida que se apoya en un espacio intermedio entre la individualidad y la dependencia, propio de la adolescencia. Se trata de individuos solteros y de una clase media alta, con estudios 6
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terciarios o universitarios, seguidos muchas veces por estudios de posgrado o cursos de actualización y formación continua para la calificación y el desarrollo profesional. Esta demanda de proyección individual se ve también en la realización de cursos para la adquisición de habilidades personales, desde cuestiones técnico profesionales hasta otras enfocadas en el desarrollo de la personalidad o habilidades actitudinales (cursos de inteligencia emocional, deportes, hobbies, etcétera). Aunque el trabajo demanda tiempo y esfuerzo, es vivido como espacio de proyección de la persona y toma así áreas de la vida privada. Lo que resulta es una combinación entre exigencias de vida adulta y actitudes de adolescencia tardía que se manifiesta tanto en los aspectos objetivos (algunos viven con sus padres y de algún modo siguen siendo dependientes de ellos) como subjetivos (una “sensibilidad adolescente” en cuanto a gustos, valores y uso del tiempo libre). El proyecto se inscribe dentro de una idea de realización personal, cuyo eje es el trabajo que se extiende al resto de la vida.
La sensibilidad adolescente también se expresa en el modo de pensar (y en ciertos casos, vivir) el trabajo: no como “un deber” o un “lastre” del cual se desliga fuera del horario estricto y rutinario prefijado sino como un espacio de desarrollo de la persona y especialmente de la personalidad. El trabajo convoca sentimientos de placer que se sostienen en el reemplazo de la idea de “rutina de trabajo” por la de creación, cambio y adaptación constante. El nivel de exigencia es vivido como desafío y como parte de la exploración de emociones que define a este perfil. Es un trabajo competitivo, que requiere altas dosis de proactividad e iniciativa individual y que si bien valora la actitud de “trabajo en equipo”, lo hace como estrategia de adaptación a un ideal individualista. En este marco, la pastilla cumple una función compensatoria, ayuda a seguir cuando yo solo/a no puedo. De este modo se justifica para el rendimiento pero también para bajar el ritmo desde un enfoque instrumental, para recuperar fuerzas y continuar el circuito. Dado que los estilos de vida no mues-
tran distinciones significativas entre varones y mujeres, en este perfil no se observan grandes diferencias por género. Sin embargo, resulta llamativo cómo los distintos modos en que se expresa un mismo conflicto, que es fuente de angustia y ansiedad frente a ideales de rendimiento y competencia, refieren a los más tradicionales patrones de distinción entre los ámbitos públicos y privados adscriptos a cada género. Así, en las mujeres de este perfil, un aspecto que entra en tensión con el hedonismo despreocupado de la sensibilidad adolescente y por el cual también se recurre a la pastilla compensatoria, es el mandato de “gustar a todos”. Esto que se encuentra especialmente en las mujeres profesionales, fundamentalmente jóvenes, aunque también se vio en mujeres de mediana edad, trae aparejado niveles de angustia y ansiedad frente al temor de “no gustar”. De este modo, muestra un apego a imaginarios estéticos y personales como lo tradicional femenino, ya que si bien se focaliza en el ámbito laboral, luego se extienda al resto de la vida. Un caso especial lo constituyó el grupo de mujeres jóvenes que asoció el consumo de pastillas con los problemas de anorexia y bulimia que padecían y que relacionaron directamente con la idea de gustar según los exigentes modelos sociales. En los varones, el ideal de agradar se resignifica desde un principio más objetivo: la eficiencia; la cual está centrada en el ámbito laboral como espacio tradicional del varón. Por otro lado, en las mujeres jóvenes de este perfil aparece de modo recurrente la figura de la madre como modelo de consumo y como quien recomienda y acerca la primera pastilla. Esto en algunos casos genera espacios de intimidad en el vínculo entre madre e hija, actuando como transferencia de saberes y experiencia mientras que en otros casos se percibe de modo negativo, intentando distanciarse de un modelo familiar que condiciona y molesta.
El segundo grupo que apareció en este segmento de edades lo definimos en comparación con el anterior como “los jóvenes adultos”. En ellos el proyecto se focaliza en el bienestar de la familia. El desarrollo individual cede paso al proyecto familiar o se construye a través suyo. Pertenecen al segmento joven de niveles medios bajos y bajos, con un estilo de vida signado por la adultez de sus condiciones objetivas pero también por una actitud de seriedad y compromiso que los distancia de los jóvenes adolescentes. Más allá de que esta actitud adulta sea la causa o efecto de su ingreso comparativamente temprano al rol de madre o padre de familia, comparte las características del grupo adulto del mismo sector social, con las diferencias por género que allí se presentan. En este sentido, parecen vivir una adultez temprana, adelantando los patrones de comportamiento y de consumo del psicotrópico propios de los grupos de mediana edad de estos sectores. El consumo en este ciclo se muestra caracterizado por lo esporádico, es decir puntual o periódico que suele responder a las demandas de rendimiento, ya sea por alcanzar niveles de proactividad o para bajarlos a fin de “recargar energías”. Sin embargo, en los sectores medios bajos y bajos se observa una tendencia hacia un consumo periódico, signado por imaginarios de supervivencia. Mediana edad En este ciclo vital se reconoce un imaginario marcado por la sensación de apremio del tiempo presente, una idea de “ahora o nunca”, lo cual lleva a situaciones de estrés y angustia frente a la tensión que supone la presión (“romperse el lomo”) y la amenaza de caída asociada con una siempre latente insuficiencia a partir de la idea de no llegar a alcanzar lo planteado. En las mujeres profesionales de clase media y media alta se observa lo que podríamos denominar el “normal desarrollo
de la joven adolescente competente”. A sus actividades de trabajo y desarrollo personal (cursos, cuidado del cuerpo, espacios de sociabilidad) se suma ahora la exigencia familiar de la cual antes se esforzaba por distanciarse. Intensifica así su nivel de presión al no abandonar ningún rol y buscar el rendimiento en todos los ámbitos. El psicotrópico, en estos casos, sigue actuando como “pastilla compensatoria”, desde la idea de gustar a todos. Si bien compensa el déficit que la búsqueda permanente de proactividad provoca, también puede ayudar a “tapar” sentimientos de culpa generados por los mismos baches que no logra compensar, fundamentalmente en el plano familiar con los hijos y con la pareja. La idea de “tapar” con la pastilla los sentimientos negativos también aparece en las mujeres de sectores medios y bajos que se apartan del rol de profesional exitosa y se acercan a la figura de “ama de casa abnegada”, donde los vínculos más íntimos aparecen como la principal motivación de consumo, siendo no sólo causa sino también destinatarios indirectos de sus beneficios en el logro de armonía y tranquilidad en un acto imaginario de transferencia mediante la idea de “estar bien yo para que los míos estén bien”. Priman aquí valores de “estabilidad” y “contención” antes que el logro de “equilibrio” (entre las múltiples áreas a cubrir) al que refiere la mujer profesional. El autoconsumo femenino viene precedido en muchos casos por algún tipo de intervención médica. Aún cuando ésta haya seguido los pasos de un tratamiento regular, la autorregulación aparece como respuesta a estrategias de “personalización del tratamiento” por parte de la paciente a través de un ejercicio de autoconocimiento (“yo sé lo que necesito”, “yo me conozco”, o simplemente bajo la práctica de ensayo y error) que no necesariamente implica poner la capacidad médica en cuestión. En los varones de clase media alta, aparece la idea de autoexploración (conocerse uno mismo), lo cual implica la exploración de los
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míos estén bien. En este ciclo, el consumo suele presentarse de modo caótico: puede ser puntual, periódico, cotidiano o habitual. Sin embargo, en las mujeres parece encontrarse una mayor periodicidad que tiende hacia lo cotidiano a medida que se avanza en el tiempo, mientras que el varón habla acerca de su consumo en términos más puntuales. Esto debe leerse con cuidado ya que puede responder a una característica propia del discurso masculino y también por la menor naturalización que supone el consumo por parte de los varones entrevistados en comparación con las mujeres.
malestares (qué siento) y la exploración de la solución (cómo lo manejo) mediante el fármaco, por una combinación entre recomendación y ensayo y error que suele excluir al médico del proceso. En este grupo, el malestar está muy concentrado en lo laboral y específicamente en el “trato con la gente” dentro de ese espacio, como fuente de angustia y estrés que determina el consumo. En los varones de sectores medios bajos y bajos, aparecen de modo muy marcado los mandatos de rol tradicionales (el hombre trabajador y proveedor), pero también una búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la familia, abonando la idea de un jefe de familia presente en un rol que se desdobla entre ambos escenarios. Esto, a diferencia de la “doble jornada” de la mujer profesional, que debe “trabajar fuera y dentro de su casa”, se vive como un corte abrupto entre uno y otro ámbito. Reconocer el quiebre entre casa y trabajo, entre afectos, vínculos y obligaciones, hace que se vuelva necesaria la pastilla para “dejar los problemas fuera de casa”, resguardando el nicho de certeza que supone el hogar frente a un exterior agresivo, lo cual puede resultar un acercamiento a la idea fuertemente femenina de estar bien yo para que los
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Mayores En los adultos mayores tiene lugar la idea de un ciclo vital signado por lo que se hizo, llevando esto a tres enfoques diferenciados: la angustia de “quedar fuera de ruedo”, los replanteos negativos y la valoración de sí mismo. En la idea de “quedar fuera de ruedo” prima la amenaza a alejarse de los roles que lo definieron social y subjetivamente: el varón proveedor, la madre abnegada, la mujer maravilla. Aparecen así los miedos presentes a un futuro que lo represente desde ideas signadas por “no servir” o “volverse un estorbo”. También, tanto en mujeres como en varones que se han desarrollado profesionalmente, supone una amenaza al valor de proactividad y competencia que los define como sujetos en el mundo. En las mujeres el crecimiento de los hijos y su consecuente independencia aparece como un presente que se les impone, dando lugar a la angustia del “nido vacío”, que se agudiza en la que sostuvo su rol desde la figura de “madre abnegada”. En las entrevistas a mujeres se observó un recurrente ejercicio de autoevaluación de lo hecho, lo cual puede llevar a grandes replanteos existenciales, muchos de los cuales comenzaron en la edad mediana y hoy parecen cobrar énfasis. Éstos suelen tomar la forma negativa de “lo que no hice” o “lo
que hice mal”, lo cual genera angustia y resulta un motivo importante en el consumo de “la pastilla”. Desde la perspectiva del actor, una vuelta positiva al replanteo tiene lugar cuando la mujer siente este ciclo como el “tiempo de cosecha”. La cosecha se fundamenta en la idea de que ya dio demasiado a los otros y ahora sobreviene el tiempo propio: “siempre les diste”, “aprendés a poner límites”, “querés vivir vos”. La idea del “ahora yo” alude de modo positivo a un replanteo más o menos feliz de todo lo brindado a la familia y a un reconocimiento de los propios deseos y actuar al respecto. Así, “darse los gustos” implica también aprender a conocerlos en aquellas mujeres que por la entrega a los hijos y al marido han visto relegar su disfrute. De algún modo es la contracara de la que se replantea negativamente lo que hizo o la que llora el despegue de los hijos. Puede interpretarse como el feliz desarrollo, o bien la “revancha”, de la mujer de mediana edad que ve limitado su tiempo personal a los horarios de madrugada, “cuando todos duermen”. Frente a esta actitud hedonista de quien se define en búsqueda de recuperar el tiempo propio, en la mujer del “ahora yo”, la pastilla toma una función compensatoria: el déficit de la edad debe ser compensado para poder disfrutar, avanzando en valores de proactividad pero desde la idea del disfrute del tiempo, lo cual lo vuelve más relajado. En la mujer mayor profesional, la cosecha también tiene lugar si experimenta un momento de reconocimiento profesional, que incluso puede comenzar en el ciclo anterior. En estos casos, los reproches pueden estar del lado de no haber sabido relajarse lo suficiente o no haberse “esforzado” en la búsqueda de un mayor equilibrio entre los tres ámbitos de desarrollo: laboral, familiar y personal. En el varón este sentimiento también aparece aunque tensionado con ciertas ideas
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de utilidad y competencia que resultan difíciles de abandonar y en este sentido se muestra unido a sentimientos de nostalgia, frustración y búsqueda de nuevos desafíos para “dar sentido a la vida”. Las mujeres mayores manifestaron casi siempre un consumo del psicotrópico en forma cotidiana o habitual y bajo algún tipo de intervención médica. Por lo general, van al médico al “no soportar más” o cuando el síntoma se vuelve evidente al interior de la familia y luego se abandona o se combina con una autorregulación de la dosis y del mismo tratamiento. Junto a los trastornos del sueño aparece una gran manifestación de malestares asociados a la ansiedad o trastornos físicos que tienen, según lo explican, una “base o efecto nervioso”, que en algunos casos relacionan con la edad. En los grupos de mujeres mayores de sectores bajos se repitió la práctica de ocultar la pastilla en el mate o en algún alimento para que sea consumida por el marido, lo que da muestra de un continuum de apropiaciones de parte de la mujer sobre la “salud” de la familia. En el caso de los varones, se hace mayor mención a cuestiones puntuales o de cierta periodicidad en el consumo que, a fuerza de acostumbramiento o suma de malestares, se pueden volver habituales o cotidianas, sobre todo si se trata de problemas relacionados con el sueño. El médico está más presente que en ciclos de vida anteriores,
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donde el consumo por total cuenta y regulación se impone. Sin embargo es una relación más distante que en la mujer; suele darse un inicio del consumo por prescripción, aunque luego la autorregulación se impone y el médico pierde prácticamente toda incidencia o actúa mínimamente como “recetador”. 3. Aspectos a considerar La mayor frecuencia de visitas al médico por parte de las mujeres genera una intensa apropiación de saberes legítimos, notoriamente mayor que los varones. Ello abona un clima de democratización del saber médico al tiempo que las posiciona y califica mejor para encarar una autogestión de sus malestares, muchas veces a través de la dinámica de ensayo y error. Finalmente, esta producción de saber, la práctica misma y el aprendizaje dado a partir de las frecuentes visitas al consultorio, son factores que sostienen una imagen de mujer consumidora, lega y proveedora de pastillas al interior del ámbito familiar o del círculo de amistades. Se conforma de tal modo un cierto movimiento circular que integra prescripción, consultas, automedicación y recomendaciones de consumo, consolidando en el imaginario a las mujeres como consumidoras por excelencia. Así, la mujer aparece como la proveedora paradigmática dentro del ámbito familiar, como madre, esposa o hermana, lo cual abona a la naturalización del rol de consumidora. En el caso
de la relación madre e hija, se instala un espacio de intimidad que en muchos casos remite a la transferencia de saberes que se da en torno a las primeras experiencias femeninas (la menstruación, el primer novio, la primera relación sexual, etcétera). En muchos de los casos, se inscribe como parte de una red familiar de recomendación y /o suministro del psicotrópico, que forma parte de una historia de consumo al interior del hogar. Por fuera del ámbito familiar, la recomendación y /o suministro puede darse por varones y mujeres. • En relación con lo anterior, las mujeres hablan con mayor naturalidad del propio consumo de psicotrópicos, mientras que en los varones este resulta ser más “escondido”. Entendemos que debe ser un factor a tener en cuenta al estudiar motivaciones que explican el mayor número de mujeres en el consumo de psicotrópicos y que, por otra parte, se agrega a los ya mencionados en los trabajos de Burín y Romo acerca de la diferente disposición médica respecto a la paciente mujer. • De este modo, en la mujer aparece más que en los varones la intervención médica en algún momento del proceso de consumo y en las múltiples formas en que la relación con el médico se plantea. Principalmente se vio al inicio del consumo o cuando la situación se vuelve insostenible. Sin embargo, la relación con el médico suele estar mediada por una paciente que desconfía de la dosis y la autorregula. • El estudio puso en evidencia que existe una aproximación diferencial al profesional médico en hombres y mujeres; en edades jóvenes y medianas el médico llega simbólicamente al hogar a través de la mujer. Mientras en edades avanzadas ambos frecuentan distintos profesionales de la salud y la relación establecida se enmarca cerca de lo habitual o cotidiano, en adultos jóvenes y de mediana edad, la diferencia entre varo-
nes y mujeres en la frecuencia de visitas a profesionales médicos es notoria. El casi inexistente hábito masculino de visitar al médico regularmente en edades menores, lleva a que su vinculación con la prescripción y el consumo de medicamentos (psicofármacos y otros) y por tanto, con el médico, sea a través de la mujer de la casa (esposa o madre), quien sí suele entablar una relación más o menos habitual con el profesional, tanto por ella como por consultas de los hijos de edades pequeñas. • Las razones que emergen del abandono del tratamiento con el médico, continuando el consumo por cuenta propia, denotan una naturalización de la automedicación con psicotrópicos, en tanto aparece como un proceso de distanciamiento que “se va dando”, casi como destino anunciado. Sin embargo, cuando se muestra una actitud más crítica respecto de la automedicación, aparecen la falta de tiempo, la indiferencia (la visita al médico ni la tiene en cuenta), los problemas de comunicación entre médico y paciente (no me entiende, no lo entiendo) o la frustración ante el incumplimiento de las expectativas del paciente autodidacta que llega a la consulta con un autodiagnóstico y una idea de medicación preestablecida.
tos en medios de divulgación masiva diferenciándolos de las estrategias de mercado de otros productos de venta masiva y /o libre, se asume que no alcanza a contrarrestar las diversas estrategias de discurso y práctica que llevan al proceso de banalización del consumo. Esto se explica por mecanismos que desde fuera y dentro del campo médico y la industria farmacéutica intervienen en la idea de medicalización de la vida cotidiana. Como ejemplo cabe destacar la creciente “puesta en escena” del consumo de psicotrópicos en forma banalizada que aparece en los medios de comunicación, donde conductores famosos buscan intimidad con el espectador comentando que toman ansiolíticos para soportar el estrés de un programa diario, o en una ficción el personaje protagónico ofrece a otro una pastilla para dormir con la mayor naturalidad posible. • Las personas entrevistadas suelen usar expresiones como “pastilla” o “me tomé algo”, sin mayores especificaciones. En varios casos se aludió al nombre comercial y en menor medida a la droga o grupo farmacológico (en el caso de las
benzodiazepinas fundamentalmente). Cuando se piden o surgen espontáneamente mayores detalles, hablan de ansiolíticos y antidepresivos, más que de tranquilizantes y estimulantes. Esta última denominación prácticamente no apareció en los testimonios recogidos. Hipotéticamente se puede decir que su uso parece estar más asociado a fines recreativos y más específicamente a bebidas energizantes que suelen tomarse mezcladas con alcohol, como se vio en el estudio de adolescentes y consumo de alcohol, ya citado. • De la clasificación que presentamos en el primer capítulo, podemos distinguir al grupo de tranquilizantes o ansiolíticos del tipo Benzodiazepinas como las drogas más conocidas y usadas por las personas entrevistadas. Su función se amplía como inductores del sueño, en tanto efecto de su poder tranquilizante, por lo que se usan en muchos casos “para descansar mejor” o “conciliar el sueño”. Por otro lado, cada droga tiene una especificidad que permite, en ciertos casos, relacionar su poder ansiolítico y tranquilizante con trastornos de angustia, insomnio, etcétera. Este grupo de drogas
• Los imaginarios convocados por la publicidad de los laboratorios se corresponden con las representaciones sociales que surgen en los grupos, lo cual permite observar la circulación de valores e ideas fuerza, consolidando modelos culturales y proyectando conductas. Desde los mismos laboratorios, se hace una distinción entre aquellas publicidades pensadas para el universo restringido del médico que prescribe el medicamento y aquellas que apelan a lo emocional y a ideales de calidad de vida, dejando de lado o desplazando la cuestión médica a un segundo plano. En este sentido, si bien existe una ley que prohíbe la venta libre y la publicidad de medicamen-
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ción médica, aunque sea sólo cumpliendo el rol de prescriptor o “médico recetador” que avala el autodiagnóstico o lo nomina, reduciendo en algún punto la angustia al saber “de qué se trata”.
es el que presenta una mayor naturalización y banalización en su uso, según lo que se manifiesta en las entrevistas. En los imaginarios, las benzodiazepinas, al ser drogas de uso más extendido y naturalizado, aparecen como drogas “todo terreno” y en muchos casos se habla de ella como “la aspirina”, lo cual demuestra el grado de naturalidad en el consumo. • La referencia y el consumo de los Antidepresivos de Segunda Generación, como la Fluoxetina, tuvo una presencia considerablemente menor en las entrevistas, concentrándose en los grupos focales de clase media alta pero siempre secundando a las benzodiazepinas. En algunos casos es recetado, o bien usado, sin mediación profesional, “acompañando” a las benzodiazepinas. Los imaginarios de esta droga están asociados a la idea de rendimiento, proactividad, performance social, pero desde un mensaje que trasmite la recuperación de las ganas de vivir y el desarrollo de la emoción: “sentir”, como experiencia en sí. La Fluoxetina es la droga del Prozac, medicamento que en los años noventa se volvió emblemático en Estados Unidos y Europa como la “droga de la felicidad”. Se ve una asociación de esta droga con beneficios “adicionales”, como ayuda a dejar de fumar o para perder peso, por ejemplo. Estos “adicionales” le otorgan un plus simbólico a la
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promesa de felicidad que representa, lo cual no resulta un dato menor en una sociedad donde ser feliz se ha vuelto un imperativo, la exigencia más en la performance social de los sectores más acomodados. • Entre los malestares mencionados como motivadores del consumo, aparece la imposibilidad de conciliar el sueño o un mal descanso, entendiendo que esto arrastra luego otros malestares como ansiedad y falta de rendimiento durante la jornada. Es decir, no es el dormir lo que más preocupa sino los efectos que ese buen dormir trae en el rendimiento, lo que le imprime una idea de instrumentalidad: si no duermo bien, luego no sirvo. Cuando el consumo se fundamenta en trastornos de sueño, parece haber una frecuencia de uso habitual o cotidiano mayor que ante otros malestares. • El estrés, la ansiedad, la angustia, también aparecieron de modo recurrente como factores de consumo. En muchos casos, sobre todo en las mujeres, se los consignó dentro de rótulos de malestares “de moda” como ataque de pánico o depresión. Esta definición en algunos casos fue dada por el médico; en otras el paciente fue con esa inquietud al profesional. Lo interesante es que cuando el rótulo del malestar aparece tipificado en alguna enfermedad, los entrevistados suelen aludir a algún tipo de interven-
• Muchos de los testimonios a profesionales de la industria farmacéutica y médicos, así como estudios realizados en el país recientemente de los cuales hemos referido en estas páginas, entienden que la crisis socioeconómica de la Argentina explica el creciente consumo de psicotrópicos. De acuerdo a los resultados de este estudio entendemos que para la comprensión del fenómeno, la particularidad de la crisis argentina debe ser cruzada con las características propias de un clima de época que trasciende fronteras y se instala como imaginario de estilo de vida global. Esto no supone minimizar las especificidades locales sino antes bien complejizar la cuestión tomando en cuenta las dimensiones globales y particulares que participan en el proceso. 4. Recomendaciones • En los grupos de sectores medios empobrecidos, medios bajos y bajos resultó un hallazgo encontrar que en la historia de automedicación muchas veces se había recurrido al sistema de salud antes de comenzar el proceso de medicalización por cuenta propia, el cual se iniciaba a partir de una serie de fracasos que el sujeto fue experimentando con el sistema. A diferencia de los grupos de clases medias y medias altas que frente al debilitamiento de las instituciones tradicionales “toman la posta” y se hacen cargo de una serie de prácticas de modo individual y allí se inserta el proceso de automedicación, en los sectores medios bajos y bajos las instituciones siguen teniendo un peso notorio y se espera de ellas el cumplimiento de sus funciones tradicionales. Cuando esto no ocurre se generan sensaciones de desamparo que dejan al sujeto “a la deriva” y en este marco se inscribe el inicio del consumo. Es por eso necesario tener en consideración este dato al planifi-
car estrategias de acercamiento al sistema que no sean expulsivas, al tiempo que se vuelve necesario contar con medios adecuados que informen de manera precisa y directa los modos de acceso al sistema. • Los grupos, más allá del valor que muestran como herramienta metodológica, han permitido observar la valoración que los sujetos hacen de ese espacio como una instancia terapéutica, en el sentido de que promueve la comunicación intersubjetiva de las problemáticas, temores y malestares. En varios de los grupos sucedió que al terminar la entrevista los participantes dijeron haber hablado de cosas personales que nunca antes habían dicho, lo cual les generó la posibilidad de reflexionar, de liberarse al poder hablarlo y al mismo tiempo los tranquilizó saber que otras personas pasan por situaciones similares. Esto provocó en más de un caso, y específicamente en grupos de mujeres mayores, que frente a la dificultad de acceder a un servicio sanitario, al terminar el grupo focal y por cuenta propia decidieran intercambiar los números de teléfono a fin de organizar ellas un encuentro periódico donde poder charlar sobre sus problemáticas y también organizar salidas. Entendemos que si bien el recurso del grupo es valioso en todas las edades como medio de comunicación intersubjetiva, en los grupos de edades mayores resulta altamente significativo al cubrir espacios de soledad, aislamiento, sedentarismo y extender su función al ámbito recreativo y social.
edad. En los grupos de jóvenes el consumo apareció mayoritariamente focalizado en situaciones específicas mientras que en los grupos de edades mayores el consumo se volvía mayoritariamente cotidiano o en períodos más extensos y recurrentes. Teniendo en cuenta este dato, se recomienda tomar acciones destinadas a cortar este espiral de naturalización y banalización del consumo en edades tempranas. Esta naturalización suele comenzar en las prácticas que hemos identificado como de “Recomendación lega” y “Botiquín familiar” aunque en muchos casos medie de modo directo o indirecto el médico.
• La mujer no sólo es consumidora sino que resulta un eje central en la transmisión de saberes e información. Por ello, debería considerarse el significativo rol de la mujer dentro del proceso en cuestión al planificar políticas de prevención, mensajes en medios de comunicación y estrategias sanitarias.
• Se sugiere considerar el consumo de psicotrópicos dentro de la lógica que podríamos definir como de “Beneficios cruzados” al abordar políticas de prevención así como de la regulación de la publicidad, accesibilidad y prescripción. En este sentido, el consumo dentro de tratamientos de adelgazamiento resultó un aspecto significativo en mujeres jóvenes, incluso aquellas que manifestaron trastornos alimenticios como anorexia y bulimia. En todos estos casos, los psicotrópicos habían formado parte del espiral de estrategias utilizadas para lograr la imagen ideal al disminuir la ansiedad que el trastorno provocaba, en el caso de los ansiolíticos o en los estimulantes al provocar estados de euforia y excitación que reducían las ganas de comer. En concordancia con esto, el informe anual 2006 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), ente encargado de vigilar la aplicación de los tratados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la fiscalización de drogas, alerta sobre el consumo de anorexígenos, estimulantes que suprimen el apetito los cuales suelen mezclarse con ansiolíticos a fin de reducir la ansiedad.
• La frecuencia del consumo se acrecienta en los grupos a medida que se eleva la
• Creemos que sería importante tener en cuenta la familiaridad del vínculo que los
consumidores relatan hacia la farmacia como lugar de acceso para establecer acciones que impulsen un cambio donde la accesibilidad deje paso a estrategias que la promuevan como un canal privilegiado en la concientización de un consumo prescripto y regulado por el médico. • La banalización de la prescripción resultó una preocupación de parte de la mayoría de los médicos consultados. Al mismo tiempo, en muchos de los testimonios se aludió al consumo indebido de psicotrópicos por parte de los diversos actores del sistema de salud, médicos, enfermeros, etcétera) mediado por la accesibilidad a estos medicamentos. • Se sugiere prestar atención a otros fenómenos que los profesionales han relacionado con la banalización del consumo de psicotrópicos y la medicalización de la vida cotidiana. Especialmente se han referido a la creciente tendencia a medicar a menores con diagnósticos de déficit atencional e hiperactividad. • En los casos de los grupos de edades mayores, la naturalización del consumo por parte del médico apareció como un fenómeno a tener en cuenta ya que, por otro lado, más que otros son los grupos mayores los que suelen relatar una historia cercana con el médico en su proceso de autorregulación. • Por último y siguiendo las propuestas que los mismos médicos entrevistados nos han realizado, entendemos que los resultados de este trabajo debieran debatirse en espacios claves como hospitales, centros de salud e institutos de formación de los profesionales implicados en el tema a fin de instalar y profundizar la problemática, ya que muchas veces se señaló en las entrevistas que es un fenómeno que les preocupa a muchos médicos en su práctica profesional cotidiana pero no suele estar presente en mesas de discusión.
HABLEMOS
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OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Jóvenes y alcohol
La salida del fin de semana A fin de tener un análisis completo
de la relación que se establece entre el consumo de alcohol y el ambiente, hemos articulado los datos obtenidos en las entrevistas con las observaciones y los mapas mentales. Estos últimos han resultado pertinentes para determinar recorridos y lugares de destino (dónde es “la salida”) en relación con el consumo de alcohol, mientras que las observaciones fueron un método muy útil para recavar datos acerca de la dinámica de “la salida”. Los mapas mentales o cognitivos refieren al conocimiento de imágenes, impresiones y creencias que los individuos y grupos tienen acerca de los aspectos elementales, estructurales, funcionales y simbólicos de los ambientes físicos reales o imaginarios funcionando como un dibujo de la ciudad que una persona lleva en su mente enlazada a prácticas y disposiciones valorativas específicas. Los mapas mentales como herramienta metodológica resultan de extrema pertinencia para reconocer nodos y referentes espaciales en torno al consumo de alcohol, 14
HABLEMOS
visualizar recorridos y patrones de consumo en relación con el espacio. Operativamente el análisis de los mapas que realizaron los chicos y chicas se llevó a cabo teniendo en cuenta una pauta por zona, tipo de escuela (pública /privada) y género (mujer /varón) con las siguientes categorías: edades, día de la semana (que dibujan el recorrido), puntos de salida y llegada /horarios /puntos de reunión, lugar de consumo de alcohol, tipo de consumo de alcohol, modo de circulación y comentarios. La consigna establecía dibujar un mapa de recorrido (“desde que salís hasta que volvés”) de una salida típica donde haya consumo de alcohol (independientemente de que el que dibuja tome o no). Salvo un solo caso que eligió el día domingo, el resto en su totalidad marcó una salida nocturna del viernes o el sábado de acuerdo a lo que se había escuchado en cada entrevista (los mapas se realizaron al final de los grupos focales a adolescentes). Los puntos de salida y llegada suelen ser la casa propia o de un/a amigo/a con
bandas horarias de salida y regreso que promedian las 22:00 hs de salida y las 06:00 de regreso. Los puntos de reunión o “nodos” son variados en una misma noche, lo que da la idea de un recorrido dentro del ritual del deambular, si bien este deambular puede variar según el nivel social al que nos referimos: en los sectores más bajos aparece un deambular con signos erráticos en donde no necesariamente hay un destino definido, se deambula por “la calle, vereda, minimarket, plaza, bar, boliche, pool y ciber”, cumpliendo muchas veces la calle, “la vereda”, la función de preboliche. En los sectores más altos se ve un deambular con un “punto a punto” generalmente más definido: de la casa para el preboliche al boliche haciendo alguna parada en un quiosco (o minimarket) para reabastecerse de alcohol. Este “punto a punto” se explica en el hecho de que muchos de los boliches legitimados para los sectores más altos se encuentran en zonas en las que se debe llegar en auto particular, tomar un remís entre varios amigos o una combi que los traslada
El Observatorio Argentino de Drogas, de la Sedronar, realizó una investigación llamada “Imaginarios sociales y prácticas de consumo de alcohol en adolescentes de escuelas de nivel medio”, y sus resultados se pueden ver completos descargando el documento correspondiente desde el sitio www.observatorio.gov.ar. En esta oportunidad, incluimos dos ítems de sumo interés que forman parte de este excelente trabajo, y que se refieren a los mapas mentales de la salida del fin de semana, y a la casa “libre de adultos”, temas que consideramos de gran actualidad e interés.
directamente al boliche (es el caso de Pilar donde generalmente van a bailar a Buenos Aires y de Mendoza para ir a bailar a boliches de Chacras de Coria). Más allá de diferencias sociales y del hecho de que la vereda o la esquina cumpla la función de preboliche en algunos casos, mayoritariamente aparece la casa (de un amigo/a) como nodo en su función de “previa” a otra salida, es decir como lugar de encuentro y preparación para una posterior salida (preboliche). ¿Qué es lo que dicen tomar en estos lugares de reunión? La cerveza aparece mayoritariamente en todos los mapas independientemente de las ciudades y los sectores sociales. Pero luego de dar cuenta de la significativa presencia de esta bebida podemos advertir un variado y extenso desglose de bebidas alcohólicas que pueden tipificarse en: - Bebidas base: cerveza (en primer lugar), vino, variantes de vinos espumantes del tipo “new age” . - Aperitivos, tragos y licores : Fernet, gancia, pini, marcela, curazao, piña colada, Bacardi, daikiri , “Bruja”, licores varios.
- Bebidas blancas: vodka, gin, tequila, whisky. - Energizantes: mezcla de energizantes con bebidas blanca (“speed con vodka”) - Mezclas básicas: sangría, vino con coca cola o fanta, cerveza con granadina o menta, Fernet con coca. - Mezclas “de todo lo que haya”: galera, tricolor, arco iris. Consiste en mezclar varias bebidas alcohólicas en un recipiente, en muchos casos todo lo que esté “a mano”. En los casos más extremos se puede llegar a mezclar alcohol puro con un jugo o algo que le aminore el gusto. Las mezclas “de todo lo que haya” se dieron en todos los grupos prácticamente y resultan junto con las bebidas blancas lo que los adolescentes consideran que “pega más fuerte”, Esto visto no siempre en términos negativos sino que desde la idea de producción “precisas” menos cantidad para lograr el efecto deseado. E: ¿Y más o menos cuánto toman por persona en una reunión? - Y… digamos que hay un montón de perso-
nas, ponen una jarra y la llenan y le ponen a veces coca, o esas cosas y se van pasando así. E: ¿Y cuantos vasos toman de eso entonces? - No sé, porque ellos se van pasando con la jarra nomás, toman con la jarra. - Ah, con la jarra. e: claro, con la jarra nomás le toman. (Mujer, escuela pública de POS, entrevista individual) E: ¿Hacen algunas otras mezclas de otras cosas? - En la casa. - El alcohol puro con jugo. E: ¿Alcohol puro? - Ah sí, o alcohol puro directamente. Mis amigos toman alcohol puro, le ponen azúcar así en un vaso, y los mueven y se los toman. - Alcohol puro con azúcar o con jugo. - Claro. E: sacan el alcohol, el farmacéutico? - Con limón, limón le pone así. E: Ahá. - Limón y azúcar. - Qué feo que es. E: ¿Y eso que lo toman en un vaso, cómo es? - Sí, sí. O de la botellita de alcohol. - Lo mezclan en la misma botella. - Encima es re feo, se siente el olor a alcohol
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OBSERVATORIO ARGENTINO DE DROGAS
Jóvenes y alcohol
cuando te hablan así. (Mujeres, escuela pública de rg, entrevistas grupal)
Sin hacer tajantes divisiones, podemos decir que las mezclas base y muchas de las bebidas que entran en la categoría de aperitivos, tragos y licores aparecieron más en los mapas de chicos y chicas con una pertenencia a niveles sociales más bajos mientras que las bebidas blancas y sobre todo en su mezcla con energizantes fue mayoritaria en sectores sociales más altos. Sin embargo no son excluyentes en ningún caso ya que lo que prima es un consumo de “lo que pinte o sea cualquier cosa”, según lo especificado en un mapa. Como caso excepcional se vio en los chicos y chicas del colegio privado de posadas una recurrente mención de consumo de champagne (“chandon”) y de vinos caros como el “new age” y “02”. En Río Gallegos apareció el consumo de drogas vinculado al del alcohol (poxirán en la escuela pública y “marihuana y alguna pastilla” en la escuela privada). En muchos de los mapas aparece el cigarrillo acompañando el consumo de alcohol. Un punto especial de análisis merecen los comentarios de tono más subjetivo que los adolescentes marcan en sus mapas. La mayoría tienen que ver con el cómo se sienten a lo largo de la salida, es decir dar cuenta del proceso en su dimensión subjetiva -“cómo me voy sintiendo” desde la idea de lo que el alcohol va haciendo en mí- algo que surge espontáneamente por parte de los chicos y chicas y se vuelve un dato por demás significativo desde la idea de la producción del “yo soy yo” y su cruce con la concientización de los efectos sobre la propia persona: “salgo fresco”, “vuelvo recopete o no vuelvo del pedo que tengo”, “reventamos”, “escabio”, “Salgo fachero, regreso resaca”, “Se termina y van a comprar más”, “morimos en ese lugar, volvemos destruidos a casa”. también aparecen dibujos donde se ven chicos que salen
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de sus casas en “buen estado” y vuelven en estado de cansancio o de “resaca”, un mapa que arma su recorrido en función de cómo se va sintiendo a lo largo de la noche, o dibujos donde se ven chicos que van a comprar alcohol al quiosco para reabastecerse.
Cuando la idea de producción para el boliche no está presente, la casa aparece también como una opción “gasolera” para una ecuación que apareció de modo recurrente y que se asocia con las imágenes publicitarias del encuentro con amigos más alcohol:
La casa “libre de adultos” Por lo visto en los mapas y fundamentalmente por lo recavado en las entrevistas creemos que necesita un análisis especial el ambiente doméstico. la casa resulta el espacio del preboliche aunque también pueda ser una reunión que se agote allí, es decir que el fin era “reunirse con los amigos”. Si corre esta última opción, el alcohol no es condición necesaria aunque generalmente esté presente, pero si hablamos del preboliche o previa, este no tiene razón de ser sin el alcohol. La casa propia o de un amigo es elegida en tanto “casa libre de adultos”, condición que se efectiviza por ausencia u omisión (padres que no salen de sus cuartos a ver qué está pasando, en definitiva que “no molestan”, “no se meten”). El espacio de la casa es un lugar elegido para el consumo de alcohol en tanto cumple diversas funciones que pueden ser complementarias o no: - Función económica: tomar en casa resulta una opción significativamente más económica que en el boliche. Por lo cual muchos dicen abastecerse en el quiosco o supermercado, tomar lo suficiente (“lo que precisas”, dice una adolescente siguiendo la idea de producción) en las casas y luego en el boliche no tomar o reducirlo a lo mínimo.
- ...siempre estamos tomando con mis primos tomando Gancia y cerveza y de golpe decimos “¿vamos a la casa de Pablo?”, “dale vamos”. Juntamos las chirolas para el colectivo y vamos. Entramos y empezamos a chupar whiscola, whisky con Coca Cola. (varón, escuela pública de Bue, entrevista grupal)
E: El momento que más da para tomar alcohol, ¿cuál sería? - Si, en los pre boliches. E: ¿En el boliche no? - En el boliche no porque es caro, y si tenés la posibilidad de comprar antes y tener una casa, chupás ahí y entrás medio alegre al boliche. (varón, escuela privada de gBa, entrevista individual)
La función económica se resignifica a través de rituales de abastecimiento de alcohol. Entre los más difundidos está el de “hacer una vaca” , donde cada uno de los que van a tomar ponen una cantidad de dinero y un grupo sale a comprar o se pide por delivery en los niveles más altos. Otro es el que cada uno llegue a la casa provisto de botellas y sólo se recurra a la vaca en caso de que sea necesario reabastecerse. En cualquiera de los dos casos el participar de los rituales de abastecimiento supone una instancia de integración en el momento de “la ronda del tomar” que va más allá del hecho de sentirse habilitado al consumo de alcohol: es haber pagado un derecho de integración grupal. - Hay algunos que se llevan por lo que pusieron, empiezan “yo puse, loco, yo puse”, porque piensan que pasa la ronda y por ahí no llegan. (varón, escuela pública de gBa, entrevista grupal)
- Función contenedora: la casa aparece elegida como “el mejor lugar para tomar” cuando lo que se quiere priorizar es la protección. La casa es el espacio en el que todos se conocen y donde resultará más fácil buscar ayuda adulta y segura si alguien se pasa de la raya. Esta característica protectora de la casa es un punto importante en todos los
adolescentes entrevistados aunque tiene una presencia aún mayor en las grandes ciudades donde el salir (al boliche, al bar, al pool, a la calle) aparece como el espacio del anonimato que se busca y se teme al mismo tiempo. E: ¿Cuál es el mejor lugar para tomar alcohol? - En la casa de mis amigos. E: ¿Por qué? - Porque estás más relajado, con amigos. - Sí, en tu casa no porque si te ponés mal ya estás en tu casa. - En un boliche podés terminar de cualquier manera. E: ¿Les parece que están mejor en las casas porque están más protegidos de alguna manera? - Sí, más relajados. - Más seguros. - Si te pasa algo te quedas ahí. - Sí, tu viejo te va a llevar en el auto al hospital. (varón, escuela pública de rg, entrevista grupal)
- Función de proveer anonimato: en las ciudades más pequeñas funciona también la idea de “pueblo chico, infierno grande” por lo cual la casa puede cumplir la función inversa a la que nos referimos en el punto anterior. La casa no cumple una función contenedora, o al menos no sólo esa es la función que se valora, sino que se ve como función primordial la de proveer anonimato. En estos casos, el boliche es el lugar de encuentro de la comunidad, grandes y chicos, lo que amenaza los secretos del consumo de alcohol del adolescente hacia sus padres frente al “corre, ve y dile” que se activa por fuera de los límites de una casa. En este marco la casa funciona contra la tiranía de la mirada de la comunidad frente a un “nosotros” reducido al círculo de amigos. - Función intimista: la casa como espacio íntimo en donde están los “amigos verdaderos”, el círculo más reducido de amistades funciona como resguardo de aquellas situaciones que pueden resultar vergonzantes. Una de estas situaciones re-
mite a las consecuencias de los excesos del alcohol: contar lo que no querías, deschavar secretos, hacer papelones, en la casa todo queda entre amigos, entre nos. Otra puede ser la de aquél que no toma frente a un grupo en el cual todos toman, allí el círculo de “amigos verdaderos” puede dejar las bromas y la presión a un lado y la integración al grupo no estar amenazada de la misma forma que en un círculo más amplio como el que supone el boliche. - Si pasás vergüenza - Si te ponés mal. - Claro tu amigos no va a ir a decirte al otra día en la mitad de la calle vos te pusiste a llorar porque te metías un fibrón (risas) - Claro, tus amigos no van a contar todo lo que hicieron en la casa. Si pasás vergüenza es que estás con tus amigos, no con extraños. - Claro se ríen un poco de vos pero, no te van a ir a decir, no, no te van hacer nada. (mujeres, escuela públicas de rg, entrevista grupal)
- Función de producción del yo: si bien vale considerar cada una de las funciones que cumple la casa en tanto espacio para el consumo grupal de alcohol en la salida del fin de semana, entendemos que el sentido que cumple la casa trasciende el aspecto económico y se instala en una sumatoria de funciones de orden más subjetivo -como las de protección, intimismo y anonimatoen el marco de la idea de producción del yo. La casa cumple una función espacial crucial en el ritual de producción de la personalidad, idea fuerza del preboliche. Como adelantamos, esta idea de producción se muestra más nítidamente a medida que se avanza en escalas superiores socialmente (en sectores medios altos más que en sectores medios bajos, es decir siguiendo nuestro universo de análisis en escuelas privadas más que en escuelas públicas). De este modo, se explica que el ritual del preboliche es
marcadamente más significativo en este sector social más allá de que la función económica pueda dar por supuesto lo contrario. Los datos recavados en la mini survey también muestran esta tendencia; la preferencia del espacio de la casa según zona también apoya esta línea explicativa en donde la casa – y su función de preparación / producción- se instala como un hábito propio de una cultura global, mundializada que promueve la construcción del yo acorde a atributos sociales de desinhibición, adaptabilidad, actitud proactiva, disponibilidad para el goce, búsqueda de emociones y hedonismo. En este sentido la casa es elegida como “el mejor lugar para tomar alcohol” mayoritariamente por los / las adolescentes de colegios privados y de grandes ciudades, con fuerte acceso a una cultura global. La casa libre supone por lo general niveles más o menos altos de tolerancia o de permisividad por parte de los padres en el consumo de alcohol. En el polo de menor permisividad están los padres que lo permiten como “mal menor” o como una forma de poder controlar más a los chicos y en el polo más permisivo aquellos padres que, desde una actitud de complicidad o de comodidad, “dejan el campo libre” ya sea saliendo o quedándose en la casa pero “sin molestar”. Sin embargo también están los que se muestran altamente prohibicionistas respecto al consumo de alcohol de sus hijos pero “un descuido” por parte del adulto vuelve “libre” el terreno: - Cuando la fiesta yo la hago en mi casa, yo les digo si van a traer alcohol tienen que esperar a que mi papá se duerma. Porque sino mi papá a escobazos limpios los va a sacar de mi casa. Porque a mi papá no le gusta que los menores tomen. (mujer, escuela pública de pos, entrevista individual)
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Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT)
Un panorama actual sobre el consumo de drogas en Europa U
na potente voz desde Europa en un año importante de reflexión y definición de políticas En Europa, el año 2008 ha sido el de la evaluación del plan de acción en materia de lucha contra la droga 2005-2008. Además, este año se ha elaborado un nuevo plan para seguir desarrollando la estrategia antidroga en su segunda fase (2009-2012). Al mismo tiempo, 13 Estados miembros están modificando o revisando sus estrategias o planes de acción nacionales en materia de lucha contra la droga. A escala internacional, este año tiene lugar la revisión decenal de las declaraciones y planes de acción adoptados en a XX Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UNGASS). Todo ello convierte al año 2008 en un año sin precedentes por lo que se refiere las reflexiones que surgen en Europa y en todo el mundo acerca de los éxitos cosechados hasta la fecha por las políticas antidroga y el rumbo que deben tomar en el futuro. Tanto en la manera en que los Estados miembros han adoptado las estrategias
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antidroga como también desde el punto de vista de sus contribuciones al debate global en materia de lucha contra la droga se puede observar un consenso cada vez más generalizado. A excepción de un Estado miembro, todos los Estados miembros de la Unión Europea (UE) han aprobado documentos nacionales de política antidroga, que en aproximadamente la mitad de los Estados están estructurados de manera similar al plan de acción de la UE en materia de lucha contra la droga. Este hecho demuestra una convergencia política creciente en Europa en torno a la cuestión de cómo abordar el problema de las drogas. Los Estados miembros de la Unión Europea (UE), apoyados por la Comisión, han adoptado una posición cada vez más uniforme en los debates en curso a raíz de la revisión de la UNGASS. En las contribuciones europeas a los debates se hizo especial hincapié en la necesidad de políticas y acciones amplias, equilibradas y basadas en datos científicos, así como en la importancia de mejorar la supervisión del problema global de la droga desde la celebración de la UNGASS.
El XIII Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) plantea un cuadro completo acerca de la situación de las drogas en Europa. Si bien en los últimos tres años el consumo de varios tipos de drogas no se expandió, el continuo incremento de la cocaína y las diferencias entre países en cuanto a la calidad de atención para las personas afectadas son todavía desafíos para la Unión Europea.
El consumo de drogas y la aplicación de sanciones penales: un cuadro heterogéneo En los últimos años, el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) ha informado de que existe una tendencia dentro de los países europeos a distinguir mediante la legislación antidroga de forma más precisa entre aquellas personas que trafican o venden drogas y aquellas personas que las consumen. En algunos países esta distinción se ha reflejado en la reducción de las penas por consumo de drogas, mientras que en otros se han rechazado las iniciativas en favor de la reducción de penas o incluso se han llegado a endurecer las mismas. En la práctica, distinguir entre proveedores y consumidores suele plantear dificultades y en los Estados miembros los criterios son dispares a la hora de definir la línea que separa estos dos grupos de personas. Los datos disponibles no avalan la idea de que los países europeos castigan ahora en menor medida el consumo de drogas con sanciones penales. En
los últimos cinco años se ha incrementado en Europa el número de notificaciones de infracciones a la legislación antidroga. La mayoría de las infracciones a la legislación antidroga notificadas están más relacionados con el consumo y la posesión para el consumo que con el suministro y, si bien el número de infracciones relacionadas con el suministro de drogas ha aumentado en un 12 %, el número de los delitos relativos a la posesión de drogas se ha incrementado en más del 50 %. El cannabis continúa siendo la droga que se asocia con más frecuencia con las infracciones a la legislación antidroga. No es posible determinar con claridad las causas que explicarían el incremento del número de infracciones a la legislación antidroga relacionadas con el consumo de drogas e incluso cabe la posibilidad de achacar este aumento al hecho de que en algunos países se hayan simplificado los procesos administrativos que regulan las condenas por posesión de drogas. El punto de vista defendido por algunas voces de que en los últimos años ha descendido la probabilidad de que los consumidores de dro-
gas, en especial los consumidores de cannabis, sean acusados de infringir la legislación antidroga, no se sustenta, sin embargo, en los datos disponibles. Además, no está claro en qué medida se han modificado realmente las sanciones que castigan la posesión de drogas. El OEDT abordará este asunto en una cuestión particular el año próximo. Nueva encuesta para estudiar la actitud de los jóvenes con respecto al consumo de drogas En una encuesta del Eurobarómetro realizada recientemente se estudiaban la actitud y la percepción de los jóvenes con respecto a las drogas. Dicha encuesta arrojó considerables paralelismos entre los diferentes países. En conjunto, entre el 81% y el 96% de los encuestados consideraron que los riesgos asociados con el consumo de drogas como la heroína, la cocaína y el éxtasis debían calificarse de elevados. La gran mayoría de los encuestados (95%) manifestó que estas drogas debían seguir siendo HABLEMOS
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Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT)
controladas en Europa. En lo que respecta al cannabis, se produjeron las mayores divergencias de opinión: el 40% de los encuestados opinaba que existía un alto riesgo asociado al consumo de esta droga, mientras que prácticamente el mismo porcentaje (43%) consideraba que el consumo de cannabis representaba un «riesgo medio para la salud», comparable en líneas generales con los riesgos derivados del tabaquismo. La percepción de los riesgos para la salud asociados con el consumo de cannabis quedó reflejada en el menor nivel de apoyo hacia la continuidad de la prohibición del consumo de cannabis (67%), así como en el hecho de que una minoría considerable (31 %) se mostrara a favor de que el consumo de cannabis fuera regulado de manera similar al consumo de alcohol o tabaco.
cuestión relativa a qué medidas serán efectivas y cómo llegar a los grupos en mayor situación de riesgo. No obstante, los últimos datos indican que en un nutrido número de países los enfoques predominantes siguen siendo con frecuencia aquellos que carecen de una base científica sólida y que, en algunos casos, contemplan incluso medidas que pueden resultar contraproducentes. Los responsables de la formulación de políticas se enfrentan posiblemente al problema de que los programas de los cua-
Prevención del consumo de drogas: más datos científicos, pero pocos cambios en la práctica A pesar de que existe un apoyo casi universal a la prevención del consumo de drogas, las evaluaciones formales en esta área representan un reto metodológico. Asimismo, en el pasado tan solo se disponía de un número limitado de datos científicos para demostrar la efectividad de las intervenciones en esta área. Actualmente esta situación está cambiando, dado que la base científica para la prevención del consumo de drogas sigue creciendo y se están llevando a cabo estudios más rigurosos. Si bien aún sigue siendo habitual extraer conclusiones de los resultados de estudios efectuados en los Estados Unidos, cuya relevancia para el contexto europeo puede ser cuestionable, cada vez se puede recurrir más a trabajos realizados en Europa. En conjunto, los datos de los que se dispone actualmente permiten comprender mejor la 20
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les se sabe que arrojan resultados positivos exigen tanto una mayor inversión de recursos como más atención hacia la formación y el control de la calidad. Con el fin de apoyar el intercambio de conocimientos y las mejores prácticas en el ámbito de las drogas, el OEDT ha creado en 2008 un portal de mejores prácticas. El portal, que incluye también un módulo dedicado a la prevención, proporciona una
sinopsis de los últimos datos científicos sobre la eficacia («efficacy») y la efectividad («effectiveness») de diferentes programas, presenta herramientas y normas destinadas a mejorar la calidad de las intervenciones y destaca ejemplos de prácticas evaluadas en toda Europa. Tratamiento de la drogodependencia: mayor énfasis en los resultados y las necesidades de los pacientes El número de los consumidores de drogas en tratamiento por la drogodependencia se ha incrementado considerablemente en los últimos años, y en numerosos países un porcentaje significativo de los consumidores problemáticos de opiáceos se somete a un tratamiento de sustitución a largo plazo. Esta tendencia ha permitido aumentar las opciones farmacéuticas disponibles y ha tenido como consecuencia el que la principal preocupación política ya no sea el acceso a la terapia, sino la calidad y los resultados del tratamiento. En particular, los debates giran en torno a la cuestión de cuáles son los objetivos que se pueden considerar realistas a largo plazo para el tratamiento de sustitución y en qué medida son posibles la reinserción social y la vuelta de los pacientes a una vida normal. El acceso a un empleo es uno de los elementos clave para garantizar el éxito de la reinserción en la sociedad y ha demostrado ser de gran valor para pronosticar la posterior evolución de los drogodependientes. No obstante, la reincorporación al mercado laboral suele plantear dificultades, dadas las escasas cualificaciones y el bajo nivel educativo que caracteriza a muchos de los consumidores de drogas crónicos, en tratamiento a largo plazo en Europa, que forman parte de una población que envejece en su conjunto. Los servicios europeos de tratamiento de la
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Informe anual del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT)
drogodependencia consideran cada vez más importante alcanzar un consenso acerca de cómo definir el éxito de los resultados en personas con problemas de drogodependencia a largo plazo y en qué medida los miembros de este grupo de población pueden reinsertarse con éxito en la sociedad. Si bien la oferta de tratamientos de la drogodependencia se sigue ampliando en Europa, siguen existiendo diferencias considerables entre países en lo que respecta a la disponibilidad de terapias o a la medida en que se ofrecen servicios para el tratamiento de los diferentes problemas relacionados con el consumo de drogas. Asimismo, si bien se ha reconocido el valor de ofrecer opciones de tratamiento de la drogodependencia a los consumidores recluidos en centros penitenciarios, aún queda pendiente destinar las inversiones correspondientes a los servicios en esta área, que
en la mayoría de los países siguen estando muy poco desarrollados. Un importante reto para los servicios de tratamiento de la drogodependencia en Europa consiste en la necesidad de desarrollar modelos de terapia a medida de las necesidades de un grupo de población más heterogéneo de consumidores de drogas. Dado que los datos científicos en esta área en general no permiten identificar un único enfoque óptimo, algunos países europeos están desarrollando nuevos métodos interesantes para el tratamiento de los consumidores de cannabis o cocaína. Los complejos problemas originados por las diferentes pautas del policonsumo de drogas y alcohol constituyen un desafío para el desarrollo de los servicios correspondientes. Por este motivo, cabe partir del hecho de que los servicios europeos de tratamiento de la drogodependencia deberán desarrollar en el futuro medidas cada vez más diferenciadas para dar respuesta a las necesidades de sus pacientes, asimismo cada vez más diferenciadas. Cada vez más indicios apuntan a una posible caída de la popularidad del consumo de cannabis. Los últimos datos recogidos en encuestas realizadas entre niños en edad escolar y adultos apuntan a que el consumo de cannabis en su conjunto se ha estabilizado o incluso tiende a reducirse en algunos países. No obstante, siguen dándose diferentes tendencias nacionales y pueden observarse diferencias pronunciadas entre países. Esto queda reflejado en las tendencias a medio plazo: mientras que los países con bajas tasas de prevalencia acusan con frecuencia una tendencia al alza, muchos otros países registran una situación de estabilidad y algunos países con altas tasas de prevalencia presentan una evolución a la baja. Las disminuciones de las tasas de prevalencia pueden observarse sobre todo entre los grupos de edad más jóvenes. Los nuevos datos de la última encuesta escolar
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realizada en el marco del proyecto HBSC (Health behaviour in school-aged children [Comportamiento sanitario de niños en edad escolar]) arrojan en la mayoría de los países para el período comprendido entre 2001 y 2006 una tendencia estable o bajista en el consumo de drogas entre los escolares de 15 años. Los informes preliminares sugieren que esta conclusión podría verse respaldada por los datos de la última ronda del proyecto europeo de encuestas escolares sobre el alcohol y otras drogas (ESPAD), que se publicarán a finales de 2008. En el Reino Unido, un país que tradicionalmente registraba tasas de prevalencia del consumo de cannabis extraordinariamente altas, se puede observar ahora una tendencia a la baja estable que se manifiesta especialmente en el grupo de edad de 16 a 24 años. Las razones para esta posible caída de la popularidad del consumo de cannabis entre los jóvenes apenas están documentadas, no obstante en determinadas circunstancias podrían achacarse a un posible cambio de percepción de los riesgos asociados al consumo de esta droga. Algunos comentadores han sugerido que la caída de la popularidad del consumo de cannabis puede deberse, entre otros factores, a un cambio de actitud con respecto al consumo de cigarrillos. En Europa es frecuente que el cannabis se fume en combinación con tabaco y los programas de prevención de drogas abordan cada vez más los efectos sobre la salud del consumo tanto de drogas legales como ilegales. A pesar de las tendencias recientes, históricamente el consumo de cannabis en Europa se sigue manteniendo en altos niveles, y en muchos países se registran cifras significativas de consumidores regulares e intensivos de cannabis, especialmente entre los varones jóvenes. El número de los consumidores de cannabis regulares e intensivos podría evolucionar de manera independiente con respecto a las tasas de prevalencia del consumo de cannabis en la po-
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cuencia del aumento de la criminalidad, así como el hecho de que el cannabis producido localmente es, por lo general, de gran potencia. La producción local plantea también un desafío para los cuerpos y fuerzas de seguridad, dado que las superficies de cultivo se encuentran en las proximidades de los consumidores, son relativamente fáciles de ocultar y no es necesario transportar las drogas a través de las fronteras nacionales. blación general. Por ese motivo, es necesario prestar mayor atención a estas pautas de consumo y a los problemas asociados a las mismas. La producción local de cannabis: esa gran desconocida En un gran número de Estados miembros de la UE la resina de cannabis es tradicionalmente el producto de consumo predominante y en Europa Occidental se sigue registrando el mayor consumo a escala mundial de esta forma de droga. Por otra parte, en Europa se está expandiendo la producción local de cannabis, aunque esta evolución se ha producido en gran medida de forma inapreciable. Actualmente, la mayoría de los países informan sobre la producción local de cannabis, variando la magnitud de los cultivos de unas pocas plantas para el consumo personal hasta plantaciones a gran escala con fines comerciales. Dado que hasta ahora no se dispone de datos sobre la extensión y la cuota de mercado relativa de la hierba de cannabis producida localmente, el OEDT está llevando a cabo actualmente un estudio para realizar un inventario del mercado del cannabis en Europa. Asimismo, crece el debate en torno a las implicaciones de la constante evolución del mercado del cannabis. Entre las preocupaciones manifestadas se incluyen el impacto negativo de los centros de producción de cannabis en las comunidades locales a conse24
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El consumo de cocaína sigue aumentando en un mercado europeo de estimulantes segmentado Los estimulantes desempeñan un papel importante en Europa no solo por lo que respecta a las pautas de consumo identificadas entre los grupos de consumidores crónicos de drogas problemáticos y marginalizados, sino también entre los grupos de jóvenes mejor integrados socialmente, que consumen drogas predominantemente en su tiempo de ocio. No obstante, en Europa pueden registrarse diferentes pautas del consumo de estimulantes: en numerosos países del sur y el oeste de Europa, la cocaína es actualmente el estimulante consumido con mayor frecuencia y el
consumo de esta droga sigue en aumento. En contrapartida, los indicadores de consumo de anfetaminas y éxtasis apuntan a una evolución estable o a un retroceso. No obstante, las anfetaminas siguen siendo en la mayoría de los países del centro, norte y este de Europa los estimulantes más consumidos y en algunos casos representan una parte importante del problema de la droga. El consumo de metanfetaminas sigue estando prácticamente limitado a la República Checa y Eslovaquia, aunque esporádicamente también otros países informan de la disponibilidad o el consumo de esta droga. Dado que existen similitudes tanto por lo que se refiere a los entornos en los que se consumen los distintos estimulantes como desde el punto de vista de los motivos citados para justificar su consumo, estas sustancias pueden considerarse en cierta medida como productos competidores dentro del mercado europeo. Esto significaría que las medidas pertinentes deben dirigirse a las sustancias en sí y tratar a los estimulantes como grupo y no como problemas individuales. Este aspecto es relevante en la medida en que cualquier acción destinada a reducir la disponibilidad de una de estas sustancias se vería menoscabada por el he-
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residuos. Por regla general, en la producción de un kilogramo de anfetamina o MDMA se crean aproximadamente entre 15 y 20 kilogramos de residuos que incluyen productos químicos tóxicos e inflamables que representan un riesgo para el medio ambiente. En términos de daños al medio ambiente y el saneamiento de los vertederos ilegales de residuos químicos que se derivan de la producción de drogas sintéticas, los costos pueden ser cuantiosos. Preocupaciones y acciones relativas al tráfico de cocaína a través de África Occidental
cho de que los consumidores simplemente recurrirían a productos alternativos. Los desarrollos en la producción de drogas sintéticas en Europa aumentan la preocupación sobre los costos derivados de los daños medioambientales Los países europeos siguen siendo los principales productores de anfetaminas y MDMA, si bien la importancia relativa en Europa ha podido verse mermada debido al incremento de la producción en otras partes del mundo. Por regla general, anual26
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mente se descubren entre 70 y 90 centros de producción, principalmente en algunos países de Europa Occidental y Oriental. Los datos policiales permiten inducir que en la producción de drogas sintéticas, incluidas las metanfetaminas, se emplean procedimientos cada vez más sofisticados: el uso de cubas de reacción de mayor tamaño, de equipamiento industrial y a medida y de equipos móviles permiten producir cada vez a mayor escala. Este incremento general del volumen de la producción típica podría originar una exacerbación del problema del vertido de
Dado que el consumo de cocaína en Europa sigue aumentando, los esfuerzos se centran cada vez más en las medidas de prohibición del consumo de cocaína. Tanto el volumen como el número de las incautaciones de cocaína se siguen incrementando: las incautaciones anuales ascienden actualmente a más de 120 toneladas, de las cuales más de tres cuartas partes se interceptan en España y Portugal. Los esfuerzos para contener el tráfico de cocaína hacia Europa han sido respaldados por la creación, en Lisboa, del Centro de Análisis y Operaciones contra el Tráfico de Estupefacientes (MAOC-N, por sus siglas en inglés). Este centro de lucha contra el tráfico de drogas desempeña un papel central en la coordinación de medidas de prohibición y en el intercambio de inteligencia entre los Estados miembros participantes. Si bien la cocaína entra en Europa a través de diferentes rutas, el tráfico a través de los países de África Occidental ha aumentado drásticamente y, en la actualidad, representa una de las rutas de transporte más importantes de la cocaína destinada al mercado europeo. Esta situación puede llegar a desestabilizar y menoscabar los esfuerzos por alcanzar el desarrollo de esta región, que ya debe enfrentarse a un nutrido número de problemas sociales, sanitarios y políticos. En particular, los ingresos generados
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por el tráfico de cocaína pueden constituir una gran amenaza para el buen funcionamiento de los sistemas de justicia penal y potenciar la corrupción. La Unión Europea y sus Estados miembros colaboran con países de África Occidental para desarrollar una serie de medidas destinadas a frenar esta amenaza creciente. No se vislumbra una mejora del problema de la heroína y crece el consumo de otros opiáceos sintéticos Las últimas estimaciones ponen de manifiesto que la producción potencial mundial de heroína ha seguido aumentan-
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do y que actualmente se eleva a aproximadamente 733 toneladas. No obstante, los efectos de este incremento en la disponibilidad y el consumo de esta droga en Europa son difíciles de determinar. Los datos de los que se dispone apenas permiten extraer conclusiones. Por ejemplo, el ligero retroceso del volumen de heroína incautada en la Unión Europea queda compensado por el considerable incremento en Turquía. No existen datos científicos de peso que sugieran un crecimiento epidémico de los problemas de la heroína similar al que se pudo observar en los años noventa en muchas partes de Europa. Antes bien, los datos apuntan a una estabilización de la problemática, aunque ya ha dejado de re-
gistrarse una tendencia a la baja. De esta manera, el consumo de heroína continúa representando en Europa un grave problema para la salud pública y sigue siendo responsable de un gran porcentaje del total de los costos sanitarios y sociales asociados al consumo de drogas. Los datos sugieren que en Europa aproximadamente el 60% de los pacientes en tratamiento de su drogodependencia son tratados por el consumo de opiáceos, principalmente heroína. Entre aquellos pacientes que acceden por primera vez a un tratamiento de la drogodependencia, el porcentaje relativo de los consumidores de opiáceos —pero no el número real— ha descendido, si bien esta tendencia parece haberse interrumpido. Además, aunque hay pruebas que demuestran que el promedio de edad de los consumidores de opiáceos en Europa aumenta paulatinamente, según los datos disponibles el número de los nuevos consumidores sigue siendo tan alto que el alcance del problema no disminuirá en un futuro predecible. Al contrario de lo que la situación en Afganistán tal vez hacía intuir, en algunos países resulta evidente que se están extendiendo los problemas tanto con los opiáceos sintéticos desviados como con los fabricados ilegalmente. En Letonia, Lituania y Estonia, por ejemplo, hay indicios de que existe un problema creciente a consecuencia de la disponibilidad de 3-metilfentanilo fabricado ilegalmente fuera de la UE. Debido a su potencia (el fentanilo es significativamente más potente que la heroína), el consumo de esta droga puede ser extremadamente peligroso. Prueba de ello son los más de 70 envenenamientos mortales relacionados con el fentanilo de los que informó Estonia en el año 2006. Otros países registran un número creciente de solicitudes de tratamiento por problemas relacionados con el consumo de opiáceos aparentemente desviados de su uso terapéutico. Esto alimenta el creciente problema del policonsumo de drogas, que actual-
mente es característico del consumo crónico de drogas en algunas partes de Europa. El consumo de droga por vía parenteral y el VIH: un panorama general positivo con importantes diferencias entre países Más del 40% de todos los consumidores de heroína que inician un tratamiento en régimen ambulatorio declara que se inyecta la droga. Esto pone de manifiesto el hecho de que esta forma de administración especialmente nociva sigue representando un tema importante en Europa en el ámbito de la salud pública. El consumo de droga por vía parenteral va unido, además de a la propagación de enfermedades que se transmiten por vía sanguínea, como el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) y la hepatitis C, con un sinfín de otros problemas. Los cambios del porcentaje de los consumidores de droga por vía parenteral entre los pacientes que inician un tratamiento indican que en un gran número de países se está registrando una tendencia a la baja del consumo por vía parenteral, si bien los datos arrojan diferencias a nivel regional y nacional. En algunos países, especialmente de Europa del Este, el consumo de heroína por vía parenteral sigue siendo la principal vía de administración de esta droga y es indicada por más del 80% de los consumidores de heroína que inician un tratamiento. En algunos Estados miembros las tasas de iniciación también parecen seguir siendo relativamente altas: los estudios llevados a cabo entre los consumidores de droga por vía parenteral documentan un porcentaje relativamente alto de consumidores de droga por vía parenteral jóvenes y nuevos. En total, la tasa de las nuevas infecciones por VIH en Europa ha experimentado un retroceso desde que a principios de este decenio se alcanzaran niveles máximos debido a una epidemia local en algunos países. El retroceso del consumo de droga por vía parenteral, así como la mayor disponibili-
dad de servicios de tratamiento y medidas para minimizar los daños han contribuido a mejorar la situación en general. En los pocos casos en los que se ha observado un aumento de las nuevas infecciones, dicho aumento ha sido de escasa importancia. Con todo, siguen existiendo diferencias significativas entre países. Aunque los datos apuntan a una mejora de la situación en Estonia, Letonia y Portugal, estos países siguen informando de tasas desproporcionadamente altas de nuevas infecciones y representan un porcentaje significativo de todos los nuevos casos de VIH
relacionados con el consumo de drogas detectados en Europa. Los datos obtenidos de estudios regionales o locales también sugieren que la transmisión de infecciones por VIH sigue representando un problema también en España e Italia, si bien la falta de datos sobre la notificación de casos de VIH en estos países dificulta el trazado de tendencias. Asimismo en otros países, debido a la persistencia de los comportamientos de riesgo, sigue existiendo el riesgo de nuevas epidemias. A este respecto se recomienda encarecidamente adoptar una actitud alerta: por ejemplo Bulgaria infor-
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mó en el año 2006 de 34 nuevos casos, mientras que en el período comprendido entre 2000 y 2003 prácticamente no se informó de infecciones en ese país. Muertes relacionadas con las drogas: un gran lastre para la salud pública El OEDT vigila los envenenamientos mortales atribuibles directamente al consumo de drogas (muertes inducidas por las drogas). De media, en Europa se registran anualmente aproximadamente entre 7000 y 8000 muertes inducidas por las drogas, aunque se sabe que no se informa de todos los casos, por lo que estas cifras deben considerarse una estimación mínima. Los opiáceos, y especialmente la heroína, constituyen las drogas relacionadas con más frecuencia con las sobredosis, aunque suelen detectarse también otras drogas y alcohol. El número de muertes inducidas por las drogas ha disminuido a principios de este decenio y actualmente se ha estabilizado. Las razones de esta evolución no están claras, y deberían llevarse a cabo más trabajos de investigación tanto sobre los factores relacionados con las sobredosis como sobre la efectividad de las medidas de prevención. Los consumidores de drogas que abandonan los centros penitenciarios son, en determinadas circunstancias, los que corren un riesgo mayor de sufrir una sobredosis. En el marco de un estudio realizado recientemente se constató que las tasas de mortalidad de este grupo de personas es entre ocho y diez veces superior a lo esperado. En total, la prevención de sobredosis sigue siendo un ámbito que requiere un aumento de las inversiones. De los estudios se desprende, además, que la mortalidad total, es decir, teniendo en consideración enfermedades, accidentes y actos de violencia, entre los consumidores de drogas es hasta 50 veces superior que entre la población general. Por lo tanto, es necesario invertir en estudios de cohorte 30
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adecuadamente diseñados para poder comprender mejor las causas y el alcance de la mortalidad total relacionada con las drogas y examinar los diferentes riesgos, como por ejemplo aquellos a los que están expuestos los consumidores de drogas que han salido de centros penitenciarios o interrumpen un tratamiento. Internet e innovación de mercado: un reto para la política antidroga De una encuesta realizada recientemente por el OEDT se desprende que en Europa se venden más de 200 productos psicotrópicos naturales, semisintéticos y sintéticos a través de tiendas en línea. Muchas de estas sustancias se califican de legales («legal highs») o naturales («herbal highs») y se anuncian como alternativas a las sustancias controladas, aunque en realidad no tienen siempre el mismo estatus jurídico en toda Europa. Los informes sugieren que el número de personas que comercian en línea con estos productos va en aumento, toda vez que los vendedores son capaces de reaccionar rápidamente a los intentos de someter este mercado a control ofreciendo, por ejemplo, nuevos productos. Además, también las farmacias en línea y los comerciantes en línea que venden sustancias psicotrópicas destinadas a fines supuestamente legales pueden abrir posiblemente nuevas vías para la distribución de drogas ilegales. En conjunto, las ventas a través de Internet representan un reto considerable para las estrategias políticas antidroga y los
mecanismos de control tanto nacionales como internacionales. Dada la velocidad a la que los nuevos productos llegan al mercado y son distribuidos, la supervisión de las actividades en línea se está convirtiendo en un área que debe seguir desarrollándose urgentemente. Reconocimiento cada vez mayor de la importancia del diálogo con la sociedad civil El problema de la droga está estrechamente relacionado con una serie de problemas sociales y sanitarios. En consecuencia, el éxito de las intervenciones en esta área exige la implicación de una amplia alianza de participantes. Asimismo, dichas intervenciones pueden beneficiarse del apoyo de las comunidades en las que se llevan a cabo. Esta conclusión se refleja en el hecho de que la necesidad de enriquecer el debate político mediante el diálogo con la sociedad civil cada vez encuentra más reconocimiento. Con este objetivo en mente, recientemente se han adoptado varias medidas en el marco del debate europeo sobre drogas. A este respecto, cabe mencionar especialmente la creación de un Foro de la sociedad civil sobre las drogas a través de la Comisión Europea que puede garantizar que las experiencias de la práctica tengan entrada en el proceso de desarrollo de la nueva estrategia antidroga de la UE y la evaluación del plan de acción de la UE en materia de lucha contra la droga. La importancia de consultar a los representantes de las organizaciones no gubernamentales y las comunidades locales se ha reconocido asimismo en el marco de la estrategia antidroga de la UE, así como en un informe del Parlamento Europeo de marzo de 2008, en el que se destacó el papel principal que desempeña la sociedad civil en el desarrollo, aplicación, evaluación y observación de la política en materia de lucha contra la droga.
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Resumen de las estimaciones sobre el consumo de drogas en Europa Estas estimaciones se refieren a la población adulta (de entre 15 y
Investigación europea de la droga y necesidad de una cooperación transnacional
64 años) y se basan en los datos más recientes de los que se dispone. El conjunto completo de datos e información sobre la metodología se pueden consultar en el boletín estadístico de 2008.
Cannabis Prevalencia a lo largo de la vida: al menos 71 millones (el 22 % de los europeos adultos). Consumo durante el último año: unos 23 millones de europeos adultos, es decir, una tercera parte de los consumidores a lo largo de la vida. Consumo en el último mes: más de 12 millones de europeos. Variación entre países del consumo en los últimos 12 meses: variación general, del 0,8% al 11,2 %.
Cocaína Prevalencia a lo largo de la vida: al menos 12 millones (el 3,6% de los europeos adultos). Consumo durante el último año: 4 millones de adultos europeos, es decir, una tercera parte de los consumidores a lo largo de la vida. Consumo en el último mes: unos 2 millones. Variación entre países del consumo en los últimos doce meses: variación general, del 0,1% al 3,0%.
Éxtasis Prevalencia a lo largo de la vida: unos 9,5 millones (el 2,8% de los europeos adultos). Consumo durante el último año: más de 2,6 millones, es decir, una tercera parte de los consumidores a lo largo de la vida. Consumo en el último mes: más de un millón. Variación entre países del consumo en los últimos doce meses: variación general, del 0,2% al 3,5%.
Anfetaminas Prevalencia a lo largo de la vida: casi 11 millones (el 3,3% de los europeos adultos). Consumo durante el último año: unos dos millones, es decir, una quinta parte de los consumidores a lo largo de la vida. Consumo en el último mes: menos de un millón. Variación entre países del consumo en los últimos doce meses: variación general, del 0,0% al 1,3%.
Opiáceos Consumo problemático de opiáceos: entre 1 y 6 casos por 1.000 adultos. En el período 2005-2006 en el 3,5% de todos los casos y de muertes de europeos de entre 15 y 39 años se trataba de muertes inducidas por drogas, de las cuales en el 70% de los casos se detectaron opiáceos. Droga principal en un 50% del total de las solicitudes de tratamiento. Más de 600 000 consumidores de opiáceos recibieron tratamientos de sustitución en 2006.
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Tal y como muestra la cuestión particular publicada en 2008 por el OEDT sobre trabajos de investigación, a lo largo de los últimos diez años se han producido grandes avances por lo que se refiere a la investigación relacionada con las drogas y la correspondiente infraestructura (centros de investigación, revistas científicas, mecanismos de financiación). Lamentablemente, estos avances no han ido acompañados del correspondiente aumento de la cooperación y la coordinación en lo que respecta a los trabajos de investigación relacionados con las drogas de los Estados miembros de la UE. Se está prestando más atención a esta cuestión, por lo que la Comisión Europea ha encargado un nuevo estudio con el fin de proporcionar un inventario de las actividades de investigación, así como un análisis comparativo de las infraestructuras disponibles en Europa y otras regiones del mundo. El informe incluirá recomendaciones para mejorar la cooperación en la Unión Europea y contribuirá al debate sobre cómo mejorar la coordinación entre las posibles fuentes de financiación para trabajos de investigación en Europa y las necesidades de los sectores de la investigación y la política.
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Informe de la Red Latinoamericana de Investigadores en Drogas (REDLA)
Los miembros de la Red Latinoamericana de Investigadores en Drogas (REDLA), red de investigadores académicos coordinada por la CICAD/OID y apoyada por el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), se reunieron en San Juan, Puerto Rico.
Tendencias en Latinoamérica En Puerto Rico, los experto sí presentaron análisis sobre la situación de las drogas en cada país. Los análisis incluyeron resúmenes de los más avanzados datos de investigación y otra información sobre el consumo de drogas en cada país. Se descubrió un aumento en el consumo de drogas en casi todos los países, particularmente marihuana y cocaína. También parecería estar disminuyendo la percepción del riesgo. Además, el debate reveló distintos patrones de consumo de sustancias que anteriormente eran desconocidos o se encontraban ocasionalmente en Latinoamérica. «Beber hasta el hartazgo» Muchos países informaron sobre un
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patrón de consumo de alcohol generalmente conocido como «binge drinking» en inglés. Se define como períodos prolongados sin beber (semanas o meses) salpicados por rondas de bebidas en las que el consumidor toma alcohol hasta intoxicarse, usualmente cinco tragos o más en una situación dada. Anteriormente no se había registrado este comportamiento en Latinoamérica y generalmente estaba asociado a los patrones de consumo de alcohol de la juventud norteamericana. Jarra Loca – Una mezcla de vodka u otra bebida alcohólica con productos farmacéuticos (de cualquier tipo) se había registrado previamente en Paraguay. Sin embargo, se han informado casos en Argentina, Perú y Brasil.
Merla – En Brasil, la combinación de cocaína o crack con cannabis está ganando popularidad. Heroína mezclada con Xilazina – Esta nueva tendencia se ha reportado en Puerto Rico, que enfrenta un creciente problema de crecimiento de las drogas inyectables. La práctica incluye tanto el consumo de heroína como una mezcla de heroína y xilazina, un tranquilizante para animales. Esta mezcla tiene efectos particularmente perjudiciales para la salud del consumidor, pero se cree que es popular porque imita o extiende los efectos de la heroína. La cultura de la automedicación Un punto de particular debate entre los
miembros de REDLA fue el uso generalizado de productos farmacéuticos sin prescripción médica en Latinoamérica. Algunas de las razones giran en torno a la falta de controles sobre los medicamentos comerciales, o simplemente la falta de aplicación de los reglamientos. La falta de acceso a atención médica y la pobre educación sobre los riesgos que implica la automedicación empeoran el problema. Como resultado, el uso de medicamentos sin prescripción o supervisión médica es una práctica ampliamente aceptada desde el punto de vista cultural. En Brasil es común el uso de benzodiacepinas sin prescripción médica, especialmente entre las mujeres. México también registró un aumento en el uso de
NOVIEMBRE 2007
productos farmacéuticos sin prescripción médica. Muchos productos farmacéuticos son altamente adictivos y, además, tienen efectos adversos sobre la salud si se utilizan en forma prolongada o sin supervisión. Las encuestas patrocinadas por la CICAD/OID no desagregan en forma total los diferentes productos farmacéuticos, lo que dificulta saber qué sustancias son las que se utilizan incorrectamente con mayor frecuencia, cuestión que debe averiguarse en el futuro. Respuesta a los nuevos riesgos Los miembros de REDLA identificaron varios medios por lo que podría mejorarse la información sobre consumo de drogas con, por ejemplo, una apertura más pre-
cisa de los productos farmacéuticos mal utilizados o una mejor clasificación de las sustancias inhalables en encuestas epidemiológicas sobre drogas. Además, la REDLA identificó una serie de brechas de conocimiento que podrían cerrarse mediante un análisis secundario de las bases de datos existentes. En respuesta a esta necesidad, la red creó un plan de trabajo para elaborar una serie de análisis de bases de datos transnacionales. Esta actividad tendrá el apoyo conjunto de la CICAD/OID y el NIDA. Los 14 participantes provenían de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, Perú y los Estados Unidos, incluido Puerto Rico.
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Investigación
Las adicciones
y su incidencia sobre la salud reproductiva Por la Dra. Edith M. Serfaty, Médica Psiquiatra integrante del Centro de Investigaciones Epidemiologicas y Miembro del Consejo Asesor Científico Honorario de la Sedronar.
No le es indiferente al embrión y al
feto todo aquello que ocurra en su entorno, como a cualquier otro ser vivo. El entorno inmediato del feto es el cuerpo de su madre y lo que en ella acaezca afectará en mayor o menor medida su metabolismo. Sustancias como el tabaco, el alcohol y drogas de uso permitido o no, tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria y son potencialmente tóxicas, segun su cantidad, tanto para la madre como para el bebé. El bebé tiene la desventaja respecto de la madre que, al ser sus tejidos más jóvenes e inmaduros, son también más frágiles y vulnerables a la acción de las noxas, de forma tal, que dosis aparentemente poco nocivas para el adulto pueden afectar de manera significativa e irreversible al nuevo ser. Muchos de los trastornos que son consecuencia del uso indebido y abusivo de sustancias por parte de la madre, tienen una manifestación tardía en el desarrollo (3 a 5 años) lo que ha dificultado su asociación debido a un periodo de latencia, entre el consumo del embarazo y expresión de la enfermedad, aparentemente asintomático o son signos poco claros. Numerosos estudios han demostrado una significativa aso-
ciación en esos casos, incrementando para la estadística la proporción de trastornos ligados al consumo de sustancias entre los recien nacidos y niños de la primera infancia. Se desarrollará a continuación, de manera somera, los efectos que estas drogas puedan producir sobre el feto y con consecuencias sobre el recién nacido. Se consignarán solamente aquellos trastornos que están bien probados y fundamentados en numerosos trabajos
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Muchos de los trastornos que son consecuencia del uso indebido y abusivo de sustancias por parte de la madre, tienen una manifestación tardía en el desarrollo (aproximadamente entre los 3 y 5 años).
Numerosos estudios se han efectuado en todo el mundo, con el objetivo de investigar los efectos del consumo de tabaco, alcohol y drogas, en mujeres embarazadas,
sobre el feto, recién nacido, y en edades posteriores. Una de las hipótesis más frecuente en las investigaciones ha sido que tanto el consumo de tabaco, como el de alcohol y las drogas, dañan al ser concebido, ya que todas las sustancias mencionadas atraviesan la barrera placentaria. Se efectuará una enumeración, con fines didácticos, de los efectos de cada consumo durante el embarazo, sobre las diferentes etapas de crecimiento y desarrollo, tanto intrauterino como perinatal y en edades posteriores. Se sobreentiende que si la embarazada consume más de una sustancia, los efectos tóxicos se superponen e incrementan. Consumo de Tabaco La mayoría de las investigaciones realizadas coinciden en que produce una disminución del crecimiento y desarrollo, ocasionando fetos y recién nacidos de bajo peso. Gilligand efectuó un extenso estudio en 5.762 niños en edad escolar, a los fines de detectar efectos de la acción del tabaco en embarazadas fumadoras. Encontró que aquellos niños que habían estado expues-
El tabaco, el alcohol y las drogas, de uso permitido o no, tienen la capacidad de atravesar la barrera placentaria y son potencialmente tóxicas tanto para la madre como para el bebé. La Doctora Edith M. Serfaty nos presenta en el siguiente informe, los efectos de cada una de estas adicciones sobre la madre, el feto y las consecuencias en el recién nacido.
tos durante la gestación al tabaco por fumar sus madres, tenían mas probabilidades de tener las siguientes afecciones respiratorias: asma en la niñez, historias de disnea con o sin resfríos, disnea al realizar ejercicios físicos, o crisis nocturnas de disnea (6). Un estudio efectuado en Canadá encontró una pequeña evidencia sobre la relación del consumo de tabaco y altas cantidades de alcohol durante el embarazo y la presencia de tumores cerebrales malignos en los niños después del nacimiento(7). A fin de diferenciar los efectos del tabaco sobre el feto y recién nacido, según sea que la madre consuma o que haya tabaco en el medio ambiente, se buscó un biomarcador. Es así que se encontró la cotinina. Es una sustancia que está en el cordón umbilical y en la orina de recién nacidos cuyas madres han fumado durante el embarazo, pudiendo utilizarse como marcador (16). En Michigan, en un estudio realizado en niños durante los dos primeros años de vida, se detecto un aumento de la relación cotinina/creatinina, en aquellos niños que estuvieron expuestos al consumo de taba-
co, no solo de su madre o padre, sino de los cuidadores o personas que habitaban el hogar y consumían tabaco (13)
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La mayoría de las investigaciones realizadas coinciden en que el consumo de tabaco durante el embarazo, produce una disminución del crecimiento y desarrollo, ocasionando fetos y recién nacidos de bajo peso.
En una investigación en Polonia se detectó una asociación significativa entre el consumo de tabaco por embarazadas y el aumento de la concentración de cotinina (medida por la técnica de ELISA), así como la existencia de oligoamnios y partos prematuros, y en los niños posibles lesiones en el sistema nervioso central(13). En Japón se realizó una investigación que encontró un retardo en el crecimiento fetal solo en madres consumidoras de tabaco, mientras que no detectaron una aso-
ciación significativa entre dicho retardo y el humo ambiental(12). Recientes estudios efectuados en 2001, señalaron que, a pesar de no poderse definir exactamente aún el efecto tóxico del tabaco sobre el crecimiento y desarrollo del aparato respiratorio fetal, se supone que el tabaco afectaría la estructura molecular y el funcionamiento de las células pulmonares en las etapas en que se produce la exposición(17). El cuadro anterior resume los efectos estudiados en los hijos de embarazadas que consumen tabaco. En las mujeres puede producir placenta previa, oligoamnios, ruptura prematura de membranas y partos pretérmino(3). Alcohol El efecto del alcohol sobre el embarazo, feto y recién nacido, ha sido uno de los temas más estudiado dentro de los consumos de sustancias tóxicas En Finlandia se efectuó un amplio estudio que detectó que el consumo de alcohol era uno de los factores independientes, además de la preeclampsia, ruptura de placenta y de asfixia fetal en el parto(8).
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Investigación
El síndrome alcohólico fetal ha sido el más estudiado, entre los problemas causados por el consumo de alcohol de embarazadas. Este síndrome se caracteriza por anormalidades craneofaciales, deficiencias en el crecimiento corporal, daños cerebrales. Esto lleva a alteraciones posteriores en la atención, memoria, resolución de problemas, en el aprendizaje y en una mayor vulnerabilidad a enfermedades mentales así como alteraciones en el desenvolvimiento social(2). El consumo alto de alcohol (más de 16 vasos por semana) está asociado con el parto prematuro, según estudios efectuados(9). En Dinamarca se realizó una investigación tratando de identificar cuales eran los factores que podían predecir si un niño iba a sufrir un síndrome alcohólico fetal. De todos los factores analizados, la conducta materna durante el embarazo (tomar más de 5 vasos en la misma ocasión) fue el predictor más asociado al síndrome(18). Confianza en los estudios Se efectuaron estudios a fin de determinar la confiabilidad de los test respecto del consumo de drogas. Se determinó que la entrevista con la madre era confiable respecto del consumo de marihuana (la mayoría decía la verdad) que respecto a la cocaina (65% de confiabilidad) y los opiáceos (67%). El análisis cualitativo a fin de determinar la presencia de drogas arrojó los siguientes resultados: El test del pelo y el análisis de meconio resultaron altamente sensibles para la detección de cocaina y opiáceos, sin resultados falsos positivos. En cambio el test del pelo no resultó confiable para el consumo de marihuana(15). En Nueva Zelanda se efectuó un estudio que detectó que el fumar marihuana estaba asociado significativamente con el síndrome de la muerte blanca del recién nacido (18). 38
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Según varios estudios el consumo de marihuana durante el embarazo produciría alteraciones en el desarrollo neurocognitivo: dificultades en la atención y en la memoria, hiperactividad, trastornos en el sueño, dificultades visuales y un mayor riesgo de delincuencia(10). Se ha demostrado una mayor vulnerabilidad entre los fumadores pesados de marihuana hacia el cáncer de cabeza y cuello(5). Consumo de Cocaína En Estados Unidos de América se han llevado a cabo diversos estudios sobre los efectos del consumo de cocaína en embarazadas y sobre el feto, detectándose un retardo en el crecimiento. Fue medida la concentración de cocaina en el pelo de las madres, encontrándose que a mayor consumo, sobre todo en el último trimestre del embarazo, mayor retardo en el crecimiento y menor circunferencia craneana(10). El consumo de cocaina durante la gestación ha producido, asimismo, abortos espontáneos, partos prematuros, menor peso al nacer y microcefalia(4). Se detectó una menor tasa de sobrevida entre aquellos expuestos a la cocaína, morfina y marihuana. Algunos estudios han tratado de detectar los factores de riesgo que influyen en que una embarazada consuma drogas, (1) encontrándose los siguientes: -embarazo en madres solteras o solas -embarazadas de edad temprana (adolescentes) -Falta de atención médica prenatal -Antecedentes de consumo de tabaco -Antecedentes de consumo de alcohol Conclusiones Dado lo innegable de la capacidad ofensiva de estas sustancias en el ser en gestación, como se acaba de demostrar, con to-
das sus implicancias sociales y económicas, resulta imperioso darle al tema la importancia que se merece. Demás está decir que no puede ignorar el profesional especializado o de atención primaria estos contenidos, pero debe también vulgarizarse la temática hacia la población general y particularmente en riesgo, para que puedan tomarse las medidas preventivas del caso. La persona adictiva no es la mejor cuidadora de su cuerpo. ¿Podrá, si porta un embarazo, ser la mejor guardiana del producto de su gestación, por ser conocedora de las consecuencias del consumo? Las jóvenes altamente aditivas no viven en un mundo de orden y responsabilidad. El embarazo suele ser una consecuencia más de una vida desordenada y con falta de previsión. Pocas veces la condición “maternal” alcanza para cambiar el rumbo de una vida sin rumbo. En estos casos el equipo de salud se encontrará en la difícil tarea de perseguir el objetivo de cuidar o reponer la salud del nuevo ser o la madre, lidiando con un paciente débil y un entorno en general poco favorable. Es en estas situaciones en donde adquiere relevancia la interdisciplina de un equipo de salud, a fin de abordar en forma integral a la futura madre, el feto y el medio familiar circundante. Es en el caso de consumo moderado de tabaco y alcohol, donde la prevención a través de la información masiva pueda tener mejores resultados. La medicina ha sido tradicionalmente restrictiva en el uso de moléculas terapéuticas durante, sobre todo, el primer trimestre del embarazo. El tratamiento de las conductas adictivas incluye, en muchos casos, el uso de drogas de acción psicotrópica, con posible incidencia sobre el producto de la gestación. Todos los trabajos serios sobre el tema, han demostrado que las posibles
consecuencias negativas del uso de sustancias terapéuticas para el tratamiento adictivo, sobre el embrión o feto, son de menor magnitud que el que podría causarle la continuidad de la conducta adictiva de la madre. Por lo tanto, con los recaudos del caso y en medios especializados, no es el embarazo contraindicación para el tratamiento. El primer paso para evitar un daño es conocerlo. Quienes lo conocen deben difundir su naturaleza y las medidas preventivas, de forma tal que otras razones, pero no la ignorancia, puedan servir de explicación para los casos que se manifiestan.
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Informe especial
Distintos grados de
compromiso con las sustancias No todos los consumidores de drogas son drogadependientes ni todos los drogadependientes son adictos. Esta afirmación que podría sorprender a legos es, para los que trabajamos en drogadependencia, casi una verdad de Perogrullo y aunque generalmente no se formula en estos términos, es algo con lo que convivimos en nuestra práctica cotidiana.
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HABLEMOS
A clararemos primero por qué decimos
que hay drogadependientes que no son adictos, es que para que haya adicción deberá existir un “patrón de consumo compulsivo”, es decir que el consumo esté fuera de la voluntad del consumidor, que no pase por una decisión, que el deseo sea más fuerte que él. Compulsivo es aquello que se realiza contra, o sin tener en cuenta, la voluntad de alguien. Una frase que ejemplificaría esta situación es: “no quiero (consumir) pero no puedo (parar)”. Si no se da este consumo compulsivo no hay adicción. La pregunta de rigor es: ¿puede haber dependencia a drogas sin consumo compulsivo? Sin lugar a dudas, muchos diabéticos son insulinodependientes, es decir, para sobrevivir requieren consumir insulina. En un sentido amplio son drogadependientes, pero como la insulina no es una droga psicoactiva adictiva, en el caso del ejemplo no hay adicción. Así podemos concluir que sólo aquellos que dependen de drogas psicoactivas son adictos. En la literatura, generalmente nos encontramos con una clasificación de los consumidores de sustancias psicoactivas adictivas basada en la frecuencia del empleo de esas drogas, el deterioro por ellas ocasionado en la persona del consumidor y en una apreciación más o menos criteriosa so-
bre el estado de la vida social- familiar de estas personas. Para ello se utilizan los difundidos conceptos de uso, abuso y dependencia, clasificación creada por el médico argentino Dr. Camaño e incorporada a la nomenclatura utilizada y recomendada por Naciones Unidas, que en otras épocas presentábamos como camino o carrera a la adicción; es decir como pasos secuenciales y absolutos desde la primera experimentación, hasta la dependencia enfermiza a drogas (adicción). Si bien esta clasificación nos fue de suma utilidad durante décadas, hoy debemos buscar mayor precisión de conceptos debido a la necesidad de contar con algún tipo de rápido diagnóstico que, basándose fundamentalmente en la inserción social del sujeto que consume, nos permita por una parte, contener al demandante (ya sea el interesado directo o alguna otra persona que consulte en su lugar) y orientar acerca de posibles intervenciones, y que a la vez no presente demasiadas posibilidades de discusiones o entredichos por parte de los potenciales pacientes. La clasificación utilizada hasta ahora si bien es útil a los fines didácticos presenta dos falencias fundamentales y peligrosas. Por un lado, nos muestra que el que usa drogas, terminará casi indefectiblemente en la adicción, y por otro lado, como consecuencia de lo impreciso, estos conceptos se
tornan sumamente discutibles, por lo cual, será muy engorroso poder dictaminar con cierta precisión en cual de estos estadios se encuentra una persona que consume sustancias; más aun conociendo las características negadoras que suelen presentar los consumidores de sustancias adictivas. Los grados La clasificación que presentamos no contempla las categorías diagnósticas del DSM IV y no difiere demasiado de las utilizadas hasta el momento en cuanto a sencillez, pero nos será de mayor utilidad en la práctica cotidiana. En lugar de hablar de uso que, como ya dijimos es un término sumamente impreciso y discutible, hablaremos de experimentador ocasional (Ex.O.) tal como lo menciona la Ley 23.737, el término abuso quedaría sin modificaciones y el término dependencia sería siempre reemplazado por el de adicción; con las consecuencias e implicancias que pasamos a describir. El experimentador es, por definición, aquella persona que sólo a consumido alguna vez, puede ser la primera vez que consuma o puede haber consumido en otras oportunidades pero siempre esporádicamente, sin un consumo sistematizado, no se registra por lo tanto una frecuencia constante entre las ocasiones del consumo. Por ello, el experimentador oca-
sional no desarrolla deseos de consumir, no existe el apetito o sed de la sustancia, por ende, el experimentador no sale a buscar droga no invierte dinero en cigarrillos, alcohol o drogas prohibidas, no se lo ve deambulando a deshoras en busca de un kiosco abierto o de alguien que le suministre drogas; el Ex.O. consume cuando hay, cuando lo invitan o cuando lo presionan. En general, no experimenta el mismo efecto con cada experiencia. Difícilmente consuma en soledad, ya que por lo descripto, se vale de “iniciadores”, por estas características el Ex.O. no presenta conductas anóma-
las causadas por el consumo, como así tampoco (hasta el presente) el consumo de drogas psicoactivas le ha causado inconvenientes laborales, familiares o de otro tipo. Es muy importante tener en cuenta estas características del Ex.O. para evitar discusiones estériles y confusos razonamientos. Es importante destacar que de los Ex.O., aproximadamente un 10 % desarrollará una adicción, notamos aquí lo falaz del concepto de “carrera”, mientras la mayoría del 90 % restante abandonará el consumo y sólo algunos se mantendrán en una constante puja entre el uso ocasional y el abuso (esto
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ocurre frecuentemente con el alcohol en los bebedores moderados). Por lo expuesto hasta el momento, es fácil comprender que la intervención posible en todos los casos de Ex.O. será preventiva y nunca la de tratamiento especializado, considerándose a esta última como iatrogénica o contraproducente. En otros términos, si enviamos a tratarse por adicción a un Ex.O. con algún conflicto o crisis de identidad, tan frecuente en la adolescencia, lo estaremos empujando a la enfermedad. De este estado de experimentación y prueba, si la droga psicoactiva le ha brindado alguna respuesta a sus carencias o a sus demandas, el Ex.O. podrá deslizarse casi insensiblemente hacia el consumo abusivo o abuso de sustancias; hablamos de un deslizamiento muchas veces inconsciente, pues para comprender esta problemática es fundamental tener en cuenta que no existen precisiones posibles ni de tiempo, ni de cantidad, ni de calidad de sustancia incorporada al organismo para determinar el grado de compromiso con las mismas o cual es el momento exacto en que un Ex.O. deja de serlo y pasa a ser un abusador. Debemos saber entonces que, lo que se produce en el paso del estado de experimentación ocasional al de abuso es como un “agravamiento” paulatino del consumo y un enriquecimiento de los factores de morbilidad. Entonces, sólo hablaremos de experimentación ocasional en aquellos casos en que el consumo de drogas no haya afectado en ningún sector el entramado familiar social comunitario del sujeto en cuestión. Para hablar de abuso de drogas psicoactivas debemos contar, por lo menos con tres indicadores de abuso, estos indicadores que aparecen en el transcurso del consumo en forma insidiosa y por ello, debemos contar por lo menos con tres para dictaminar abuso, más aun si tenemos en 42
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cuenta que esta apreciación diagnóstica determinará las intervenciones posteriores en cuanto deberían ser, en todos los casos, asistenciales con profesionales (tradicionales o no) que cuenten con experiencia en el abordaje de esta compleja patología. Indicadores de abuso de sustancias: el abusador de drogas psicoactivas es aquella persona que siempre consume o termina consumiendo más cantidad de la que él mismo se había propuesto, ej., es aquel que decide tomar un whisky y “cuando se quiso acordar” tomó más de media botella o una latita de cerveza y tomó 4 o 5 latas. Además el abusador suele argumentar y hasta discutir consigo mismo acerca del momento, cantidad u oportunidad del consumo. Otro indicador de abuso es que el consumidor ha intentado suspender la ingesta de la droga problema y ha fracasado por lo menos en dos oportunidades; como en la etapa del abuso no existe conciencia de enfermedad, difícilmente el abusador reconozca su fracaso en sostener la abstinencia, sino que constantemente encontrará y esgrimirá buenas excusas que justifiquen su incapacidad. El abusador comienza a desarrollar tolerancia (1), aparece como consecuencia de la misma, el deseo de consumir, el hambre o la sed de droga, podemos en estas circunstancias, escuchar frases tales como ahora necesito un porro, necesito un whisky, que rica tal o cual droga, paulatinamente esta sed de drogas o de alcohol (otra cosa no me quita la sed), dará paso al apetito incontenible por la sustancia (craving) que trae aparejado el consumo compulsivo (2). Es por todo ello que el abusador no se contenta con consumir cuando hay, cuando le ofrecen o le regalan, sino que sale a buscar, a conseguir, invierte tiempo y dinero y muchas veces camina por la delgada línea que separa lo tolerado socialmente de lo ilícito, otras delinque para conseguir las drogas. Vemos como los indicadores del abuso
se van concatenando entre sí y unos dependen de los otros. Debido a las conductas descriptas, el abusador tiene problemas familiares, laborales o escolares /estudiantiles causados por el consumo de sustancias, aparecen los problemas legales, ausencias en el hogar, etc. Otro indicador de abuso es que los amigos comienzan a preocuparse por la conducta del consumidor, por la modalidad, la calidad o la cantidad del consumo. A raíz de esto, algún amigo voluntario le habla, lo exhorta, lo aconseja, etc. El abusador generalmente se enoja por esta actitud, ofendiéndose ante la preocupación de los pares, en verdad el consumidor se sentirá incomodado, observado y juzgado por la intervención de los amigos y buscará un grupo de pertenencia donde no sea cuestionado, es así como el abusador va dejando de lado sus antiguos amigos (los careta) y comienza a juntarse con un grupo de consumidores (los locos) que nada le cuestionan. Muchas veces se inculpa a los nuevos amigos del comportamiento irregular del sujeto (las malas juntas) sin comprender que este cambio de amigos es también consecuencia de su modalidad de consumo. Durante esta etapa del abuso en su deslizarse hacia la adicción podrá aparecer el llamado síndrome de abstinencia o crisis de abstinencia, que consiste en una serie de signos y síntomas adversos y desagradables que aparecerán al bajar la concentración de una sustancia en el organismo del consumidor abusivo; estos síntomas que se manifestarán cuando sea privado por completo de la droga o en el caso de disminución en la concentración de la misma (por “corte” o mezcla o por simple disminución de la dosis) son muy variados y dependerán del estado del sujeto y de las drogas de abuso; en general se verán manifestaciones de tipo contrario al estado de intoxicación. Si la droga es estimulante, en la absti-
nencia aparecerá una fuerte depresión aunque no en todos los casos es así. Además pueden aparecer temblores, sudor frío, convulsiones, excitación psicomotriz, etc. Es importante mencionar que aunque estas manifestaciones suelen ser muy floridas e impresionantes, no ponen en grave riesgo la salud del paciente y que únicamente en el caso de abstinencia a opioides y opiáceos y al alcohol hay riesgo de vida. Podríamos mencionar otros indicadores del abuso, pero para trabajar en prevención estos son más que suficientes. Siempre debemos tener presente que para diagnosticar abuso tenemos que contar con por lo menos tres indicadores. En el abuso la indicación es siempre de tratamiento asistencial, lo que deberá evaluarse es en qué modalidad, si corresponde internación o tratamiento ambulatorio, lo ideal en estas circunstancias sería consultar con un profesional del tema. Del abuso, el consumidor, si no comienza un tratamiento adecuado se irá deslizando hacia la adicción, con distintos episodios de agravamiento y aparente remisión del consumo enfermizo. La adicción es el momento de mayor riesgo y en el cual la enfermedad reviste mayor gravedad, la persona en situación de adicción tiene su vida centrada en la sustan-
cia y por ende en el consumo. Es así como pasa su tiempo drogándose, tratando de conseguir o hablando del efecto obtenido con determinadas drogas o modalidad de consumo. A su vez, para su mejor comprensión dividiremos a este estadio en dos etapas: la primera o de Luna de Miel con las drogas y la etapa de decadencia. En la etapa de luna de miel con las drogas hay como un enamoramiento de la sustancia, el adicto no le ve defectos debido a que aún le resulta eficaz para tapar la angustia y aunque tiene gravísimos problemas familiares por el consumo, laborales, con la justicia, con los vecinos; aunque ha aparecido golpeado y ha sido enviado en algunas oportunidades al hospital, sigue sosteniendo que “está todo bien” y que “yo la manejo” sin tomar conciencia de enfermedad y negándose sistemáticamente a entrar en tratamiento. Mantiene relativamente buena apariencia y sostiene un discurso coherente, aunque cada vez menos creíble. La etapa siguiente es la de la decadencia. En ella el consumidor ha sufrido la muerte de algún compañero por distintas circunstancias, por ejemplo por sobredosis, por causa del V.I.H., por descuido en algún accidente, puede también haber muerto en un episodio de violencia callejera o por “ajuste de cuentas”, o puede haber sufrido distintas pérdidas por la combinación de varios de estos factores. Ya no lo vemos “bastante bien”, por el contrario su estado en general es “calamitoso” está muy deteriorado, no presenta un discurso convincente, se nos aparece sucio y en muchos casos vive en la calle. Los operadores socioterapéuticos dicen que “ha tocado fondo”. Lo importante es que en esta etapa el sujeto siente que la situación se le fue de las manos,
que el bajón es cada vez más duro, que ya no la maneja, muchas veces teme morir, aparece la angustia y suele pedir ayuda: “quiere zafar”. A pesar de las apariencias en estas circunstancias el pronóstico de tratamiento puede ser bueno. Cualquiera sean las circunstancias, la diferencia la marca si la persona conoce o no al Señor; si no lo conoce es fundamental que le prediquemos el evangelio, sin dejarnos desmoralizar por la actitudes que el adicto pueda tener, recordemos que la obra la hace el Señor y que muchas veces el enemigo utiliza la lógica del mundo y nuestra falta de fe para convencernos de que hay otras prioridades. Esto no implica pensar que el hecho milagroso y maravilloso de la auténtica conversión es garantía de una rápida y milagrosa sanidad; ocurre lo mismo que con otras enfermedades, el Señor eventualmente y en su perfecta voluntad, sana y nada hay imposible para El . La Fe y la oración son imprescindibles, pero los médicos tienen una importante misión, la que queda patentada en las Escrituras con Lucas y Pablo, nunca debemos asumirnos como terapeutas ni intentar “ayudar (a la persona) a dejar de consumir”. La mejor manera y tal vez la única, de hacerlo es ayudarlo a ingresar en un tratamiento.
Notas (1) La tolerancia vulgarmente llamada “acostumbramiento” aparece ante la cronicidad del consumo y es desarrollada por el organismo de tal manera que se requiere cada vez de mayor cantidad de droga para experimentar el mismo efecto. (2) Llamamos consumo compulsivo a la imperiosa necesidad de consumir a tal punto que escapa a la voluntad del sujeto.
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Tendencias y desafios
Nuevas drogas
y consumos emergentes Las drogas sintéticas y su comercialización por Internet representan un nuevo reto para la prevención y la lucha contra su consumo. El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías realizó un informe sobre las nuevas tendencias en alucinógenos.
E
l consumo de nuevas sustancias psicotrópicas puede tener importantes repercusiones en la salud pública y en la política, pero también es cierto que el seguimiento de las tendencias emergentes supone un reto considerable. Resulta difícil detectar las nuevas pautas de consumo de drogas ya que, habitualmente, surgen primero a niveles bajos, y en localidades específicas o entre subgrupos limitados de la población. Pocos países disponen de sistemas de seguimiento capaces de percibir este tipo de comportamiento, y las dificultades metodológicas que surgen durante el seguimiento de este tipo de consumo de droga son significativas. Sin embargo, la importancia de identificar nuevas amenazas potenciales es ampliamente reconocida y, como respuesta directa a esta necesidad, la Unión Europea (UE), a través de la Decisión del Consejo sobre nuevas sustancias psicotrópicas, desarrolló un sistema de alerta rápida que ofrece un me-
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HABLEMOS
canismo de respuesta inmediata ante la aparición de nuevas sustancias psicotrópicas en el panorama europeo de las drogas. Las actividades de apoyo a este sistema de alerta rápida constituyen una parte importante de la labor del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) y encajan en la perspectiva más amplia de utilizar una extensa variedad de fuentes de datos para mejorar el sistema de seguimiento de drogas europeo de modo que permita reconocer evoluciones emergentes de manera precoz. Medidas de la Unión Europea en materia de nuevas sustancias psicotrópicas La Decisión del Consejo sobre nuevas sustancias psicotrópicas (157) establece un mecanismo de intercambio rápido de información sobre las nuevas sustancias psicotrópicas que puedan suponer una amenaza para la salud pública y la sociedad. La Decisión también dispone
la evaluación de los riesgos asociados con estas nuevas sustancias con el fin de permitir que se les apliquen las medidas de control de estupefacientes y sustancias psicotrópicas vigentes en los Estados miembros. En mayo de 2007, el Comité Científico ampliado del OEDT llevó a cabo una evaluación del riesgo de una nueva sustancia psicotrópica, la BZP (1bencilpiperazina), y entregó un informe al Consejo y a la Comisión Europea (158). La evaluación del riesgo concluyó que, debido a sus propiedades estimulantes, al riesgo para la salud y a la falta de beneficios médicos, era necesario controlar la BZP, pero adaptando las medidas de control a los riesgos relativamente bajos de la sustancia. En marzo de 2008, el Consejo adoptó una decisión por la que se definía la BZP como una nueva sustancia psicotrópica que debe estar sujeta a medidas de control y sanciones penales. Los Estados miembros disponen de un año para adoptar las medidas necesa-
rias, de conformidad con su Derecho interno, para someter la BZP a medidas de control, proporcionales a los riesgos de la sustancia, y a sanciones penales, previstas en su legislación, de conformidad con las obligaciones que le incumben en virtud del Convenio de las Naciones Unidas de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas. En marzo de 2007, el OEDT y Europol informaron a la Comisión sobre el seguimiento activo de la 1-(3 clorofenil) piperazina (mCPP). Este informe se elaboró con fines exclusivamente informativos y concluía que «parecía poco probable que la mCPP se estableciera como una droga de consumo recreativo a título propio» debido a sus confusas propiedades psicotrópicas y a algunos efectos adversos. Puesto que parece que la mCPP no resulta particularmente atractiva para los consumidores, es probable que su mercado en la Unión Europea esté más bien condicionado por el empuje de la oferta
que por el tirón de la demanda. A lo largo de 2007 se notificó por primera vez a través del sistema de alerta rápida un total de 15 nuevas sustancias psicotrópicas al OEDT y a Europol. El grupo de sustancias notificadas por primera vez es variado y, además de nuevas drogas sintéticas, incluye medicamentos y sustancias naturales. Nueve de estos compuestos notificados por primera vez eran drogas sintéticas similares a las que se enumeran en las Listas I y II del Convenio de las Naciones Unidas de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas. Incluyen sustancias pertenecientes a grupos químicos conocidos, como fenetilaminas, triptaminas y piperazinas, así como sustancias con una composición química menos común. El grupo está dividido a partes iguales entre sustancias que poseen pronunciados efectos alucinógenos y sustancias que presentan predominantemente propiedades estimulantes. En 2007, tres sustancias naturales fueron notificadas por primera vez
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Tendencias y desafios
a través del mecanismo de intercambio de información; entre ellas se encontraba la Salvia divinorum, una planta con potentes propiedades psicotrópicas. Internet, un mercado para el comercio de sustancias psicotrópicas Internet proporciona una ventana al mundo de los consumidores de droga a través de foros en línea y salas de chat, así como de páginas de tiendas en línea que comercializan alternativas psicotrópicas a las sustancias controladas. La información disponible permite hacerse una idea de los diferentes aspectos del mercado en línea para el comercio de drogas, como por ejemplo sobre los métodos de trabajo de las tiendas en línea, el modo en el que satisfacen las necesidades de los consumidores y las nuevas tendencias entre los jóvenes. A fin de identificar la evolución actual del mercado de drogas en línea, el OEDT realizó un estudio instantáneo a principios del año 2008, en el que se analizaron 25 tiendas en línea. Los resultados de dicho estudio se presentan aquí.
Tiendas en línea Una serie de informes evidencian el aumento del número de tiendas en línea que venden alternativas psicotrópicas a las drogas controladas, como LSD, éxtasis, cannabis y opiáceos. Aunque a menudo las tiendas en línea indican que las sustancias que venden son legales («legal highs») o naturales («herbal highs»), en algunos países europeos estas drogas están sujetas a las mismas leyes que las drogas controladas, y podrían estar sometidas a las mismas penalizaciones. Dentro de la Unión Europea, la mayoría de las tiendas en línea identificadas en el estudio se encuentran en el Reino Unido y en los Países Bajos, y en menor medida en Alemania y Austria. Las tiendas en línea se especializan a menudo en determinados tipos de productos relacionados con las drogas; algunas, por ejemplo, venden principalmente material para el consumo de drogas, otras se especializan en hongos alucinógenos o pastillas para fiestas («party pills»), mientras que otras comercializan una amplia gama de sustancias vegetales, semisintéticas y sintéticas. Las tiendas en línea ubicadas en Europa anuncian más de 200 productos psicotrópicos. Los «legal highs» que se encuentran con mayor frecuencia son la Salvia divinorum, el kratom (Mitragyna speciosa), la rosa lisérgica (Argyreia nervosa), los hongos alucinógenos (OEDT, 2006) y una gran variedad de «party pills». Sustancias controladas por primera vez Desde enero de 2006, 12 países han informado sobre ampliaciones o modificaciones en sus listas de sustancias controladas. La mCPP [1-(3clorofenil)piperazina] ha sido añadida a la lista de sustancias controladas en seis países (Bélgica, Alemania, Lituania, Hun-
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gría, Malta, Eslovaquia) y la BZP (1bencilpiperazina) ha sido añadida en cuatro países (Estonia, Italia, Lituania, Malta). De estas sustancias, la mCPP había estado activamente vigilada por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) y Europol, y la BZP había sido objeto de una evaluación de riesgos en 2007. Entre el resto de sustancias que están siendo controladas desde enero de 2006 se incluyen los alucinógenos DOC (4-cloro-2,5dimetoxianfetamina), DOI (4-iodo-2,5dimetoxianfetamina) y bromo-dragonfly (bromo-benzodifuranil-isopropilamina) en Dinamarca y Suecia y ketamina en Estonia. También se están controlando varias plantas con propiedades psicoactivas. Con este objetivo, Bélgica ha reestructurado la legislación sobre sustancias psicotrópicas para incluir una nueva categoría que enumera plantas o partes de plantas controladas en lugar de sus ingredientes psicoactivos, como se hacía antes. Entre las plantas que se han incluido en la lista se encuentran el khat (qat, Catha edulis) y la Salvia divinorum. El khat es ahora controlado por 11 países de Europa (una evaluación de riesgos realizada en 2005 en el Reino Unido desaconsejaba el control). En 2006, Suecia añadió la salvinorina A, el principio activo más importante de la Salvia divinorum, a su lista; la planta también está controlada en Alemania desde 2008. En el mismo período se añadió la Tabernanthe iboga a la lista de sustancias controladas en Francia, a lo que siguió el control legal del principio activo, la ibogaina, en Bélgica, Dinamarca y Suecia. Por último, en respuesta a las muertes asociadas a los hongos alucinógenos, Irlanda y los Países Bajos procedieron a clausurar lagunas jurídicas que permitían la venta y la posesión de
hongos frescos que contenían psilocina. En Irlanda la ley entró en vigor en enero de 2006, mientras que en los Países Bajos continuaba en proceso parlamentario en el momento de redactar el informe. Las sustancias ofrecidas se anuncian como sustancias con efectos similares a los de las drogas controladas. Tanto de la Salvia divinorum como de la rosa lisérgica, junto con la ipomea (Ipomoea violacea), menos frecuente, se dice que producen efectos alucinógenos similares a los del LSD. El kratom se comercializa frecuentemente como un sustituto de los opiáceos, otros preparados se ofrecen como alternativas al cannabis y las «party pills» se venden como alternativa a la
MDMA. Las «party pills» en venta pueden contener sustancias vegetales o sustancias semisintéticas o sintéticas. El principal ingrediente de las «party pills» suele ser la BZP (bencilpiperazina), aunque parece que las tiendas en línea tienen preparadas sustancias de sustitución para cuando la BZP pase a estar sometida a las medidas de control en los Estados miembros de la UE. Los precios anunciados de las sustancias en venta varían de 1 euro a 11 euros para el equivalente a una dosis. El GHB y su precursora, la GBL: seguimiento En Europa, el gammahidroxibutirato (GHB) está sometido a seguimiento des-
de 2000, año en el que se llevó a cabo una evaluación del riesgo de la sustancia de conformidad con la acción común de 1997 sobre nuevas drogas sintéticas. La incorporación del GHB a la Lista IV del Convenio de las Naciones Unidas de 1971 sobre Sustancias Psicotrópicas, en marzo de 2001, obligó a los Estados miembros de la UE a controlar la droga de acuerdo con su propia legislación relativa a las sustancias psicotrópicas, y una serie de nuevos controles restringió rápidamente la anterior venta libre de GHB. El cuerpo humano produce GHB de forma natural, pero también se utiliza como medicamento y como droga de consumo recreativo. El uso no médico
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Tendencias y desafios
Metodología del estudio a través de Internet Para obtener una instantánea de la situación, en enero de 2008 se realizaron investigaciones por Internet utilizando palabras clave multilingües y el motor de búsqueda Google (http://www.google.com/). En total se identificaron 68 tiendas en línea establecidas en la Unión Europea que vendían varios tipos de «legal highs» (euforizantes legales). Las tiendas fueron estratificadas en función de su país de origen. Se utilizaron dominios con códigos de países de la Unión Europea (por ejemplo, España, Francia y Alemania) u otros indicadores de que se encontraban establecidas en la Unión (por ejemplo, dirección de contacto) para identificar el país de origen. Más de la mitad de las tiendas (52%) se encontraban en el Reino Unido, el 37% en los Países Bajos, el 6% en Alemania, el 4% en Austria y el 1% en otros países (por ejemplo, en Irlanda y Polonia). Se seleccionó una muestra aleatoria de 25 tiendas en línea para realizar un análisis detallado. Las fracciones de muestra en cada estrato (país de origen) eran proporcionales a las de la muestra total de tiendas en línea. Se excluyeron las tiendas que vendían exclusivamente a otros comercios en lugar de a los consumidores, ya que eran las que solo vendían hongos alucinógenos.
del GHB surgió en la escena nocturna de algunas partes de Europa, los Estados Unidos y Australia durante los años noventa, especialmente en clubes donde habitualmente se consumían muchas otras drogas. Pronto surgió la preocupación sobre los riesgos para la salud asociados a su consumo. En especial se despertó inquietud sobre su potencial para ser añadido secretamente a bebidas con el fin de facilitar los delitos de agresión sexual. Sin embargo, faltan evidencias forenses al respecto, y resulta difícil establecerlas debido al breve espacio de tiempo durante el cual se puede detectar el GHB en los fluidos corporales. Aún así, la vinculación del GHB a las agresiones sexuales facilitadas por la droga puede haber contribuido a propagar una «imagen relativamente negativa» de la sustancia. GBL La preocupación surge ahora en relación con los informes sobre el consumo
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de gamma-butirolactona (GBL), una sustancia precursora del GHB que no está incluida en ningún convenio de control de estupefacientes y sustancias psicotrópicas de las Naciones Unidas. El cuerpo transforma rápidamente la GBL en GHB, y en la actualidad no se dispone de una prueba toxicológica que determine cuál de las dos sustancias ha sido consumida. El GHB puede fabricarse fácilmente a partir de la GBL y 1,4-butanodiol (1,4BD), que se utilizan de forma habitual y legal en muchos ramos de la industria (por ejemplo, las industrias química, del plástico y farmacéutica), por lo que pueden adquirirse a través de proveedores comerciales. La disponibilidad comercial de la GBL facilita el hecho de que esta sustancia esté al alcance de traficantes y consumidores de droga a unos niveles de precio y riesgo notablemente menores que los que normalmente se encuentran en los mercados de drogas ilegales en la
Unión Europea. Por ejemplo, el precio medio de una dosis de 1 gramo de GBL omprada en grandes cantidades a través de Internet varía ntre 0,09 euros y 2 euros. Riesgos para la salud Tanto el GHB como la GBL tienen una pronunciada curva e respuesta para una dosis, con rápida aparición de íntomas, que aumenta enormemente los riesgos asociados l consumo ilegal. Náuseas, vómitos y diferentes grados de érdida de conciencia son los principales efectos adversos en la mayoría de los casos notificados de intoxicación por GHB. Sin embargo, la frecuente presencia de otras drogas puede complicar el cuadro clínico. En un estudio neerlandés realizado con 72 consumidores de GHB se reveló que la mayoría se habían desmayado al menos una vez tras consumir GHB, y algunos incluso con frecuencia. Mediante una encuesta llevada a cabo entre consumidores de GHB y GBL en el Reino Unido se averiguó que las reacciones adversas se presentaban con mayor frecuencia en clubes que en casas privadas. En Londres y Barcelona, el perfil de los pacientes que sufren intoxicaciones por GHB es generalmente el de un varón joven, produciéndose la mayoría de las intoxicaciones los fines de semana, generalmente vinculadas a un consumo concomitante de alcohol o drogas ilegales. Las publicaciones científicas y el OEDT vienen informando de intoxicaciones y emergencias asociadas al GHB desde finales de la década de los años noventa, aunque no de forma sistemática, en Bélgica, Dinamarca, España, Luxemburgo, los Países Bajos, Finlandia, Suecia, el Reino Unido y Noruega. Aunque el GHB solo está asociado a una proporción muy pequeña de todas las emergencias por intoxicación de droga que re-
quieren atención urgente en régimen de ingreso o ambulatorio, las cifras parecen haber aumentado desde el año 2000. En Amsterdam, la proporción de emergencias que requirieron el traslado al hospital en el año 2005 fue mayor en los casos relacionados con GHB/GBL que en aquellos relacionados con otras drogas. En el Reino Unido, el departamento de urgencias de un hospital de Londres, con un área de captación que incluye zonas de clubes que normalmente atraen a la comunidad gay, aunque no de forma exclusiva, registró un total de 158 casos relacionados con GHB y GBL en 2006. Aunque la mayoría de estos pacientes consumieron GHB, los análisis químicos de las muestras recogidas en clubes de la misma zona de captación durante el mismo período revelaron que más de la mitad de las muestras contenían más GBL
que GHB. Esto sugiere que el consumo de GBL puede ser más común de lo que se pensaba. Debido a su rápida eliminación del cuerpo, resulta difícil establecer el GHB o la GBL como la causa de itoxicación o muerte. Además, se carece de un sistema preciso y comparable que permita registrar el número de muertes y las emergencias no mortales relacionadas con el consumo de GHB y de sus precursores. Medidas Algunos Estados miembros (Italia, Letonia, Suecia) han decidido controlar la GBL (o la GBL y el otro precursor 1,4BD) a través de la legislación antidroga o una legislación equivalente, mientras que en el Reino Unido se está debatiendo la posibilidad de introducir nuevos controles. De conformidad con la legislación
comunitaria sobre el control de precursores, la GBL y el 1,4-BD se incluyen en la lista de sustancias no controladas para las cuales existen en todos los Estados miembros medidas de seguimiento voluntarias para prevenir su desvío desde usos industriales legales. Las intervenciones para la prevención y la reducción de daños en respuesta al consumo de GHB/ GBL son normalmente realizadas en el marco de los proyectos antidroga nacionales y comunitarios destinados a locales nocturnos. Estas intervenciones consisten normalmente en ofrecer formación al personal de los clubes y en distribuir información sobre los riesgos del consumo de GHB y de otras drogas. Suelen realizarse además en combinación con otras intervenciones que tienen por objeto las «drogas de club» y el consumo combinado de alcohol y drogas. HABLEMOS
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