El Mensajero de Santo Tomás

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“La Actualidad de la Fe” Año 1 Número 13 Edita: Fundación Santo Tomás de Aquino, A.C. Junio-Octubre 2017 Página 1

Editorial Llega un nuevo pastor y obispo a tierras del sur-sureste de Jalisco Con sorpresa para la mayoría fue anunciada la noticia de la llegada de un nuevo prelado para la diócesis de Ciudad Guzmán. Se trata de Mons. Óscar Armando Campos Contreras, que fuera el obispo de Tehuantepec, Oaxaca. Este nuevo pastor para esta iglesia de Ciudad Guzmán, viene a cubrir a Mons. Braulio Rafael León Villegas que hasta ahora gobernó por 17 años nuestra iglesia sureña. Se conoce que don Rafael presentó su renuncia por adelantado, por su estado de salud, sin embargo estaba muy cerca de hacerlo porque contaba con 74 años de edad, y el código de derecho romano marca los 75 años para presentar renuncia por parte de prelados en todas las diócesis del mundo. De cualquier manera, damos las gracias a don Rafael León Villegas, por haber dado parte de su vida y su servicio a esta porción del Pueblo de Dios que camina en esta región. Don Rafael le deseamos le vaya muy bien en su nueva etapa de vida, que todos sus proyectos y acciones sean benéficos y, que Dios nos lo siga conservando. Por su parte, Mons Oscar Armando llega desde la vecina Tehuantepec que es una diócesis hermana de la nuestra, y que históricamente hubo ya una comunión y una plena identificación entre ambas. El hecho de la amistad y hermandad entre los obispos don Arturo Lona Reyes (ahora obispo emérito de Tehuantepec) y don Serafín Vázquez Elizalde de feliz memoria fue muy patente y significativa. Llegará nuestro nuevo obispo a servir a la diócesis de Ciudad Guzmán, iglesia particular y sencilla que cuenta con 45 años de erección. Ella tiene su historia y su rostro propio. Con sus tres opciones pastorales que han sido fundamentales en su caminar del día a día. Y un sínodo constitutivo que le marca su ritmo y su andar de la vida diocesana. Es también significativo que don Oscar llegue a una diócesis donde se reencontrará con sacerdotes que hacen su ministerio entre nosotros, y que fueron compañeros de estudio en su etapa de estudiante del Seminario de Guadalajara; además que cuenta con raíces familiares en la vecina Ciudad de Tuxpan. Se sabe de su llegada será el próximo viernes 24 de noviembre del año en curso, cuando estará tomando oficialmente las riendas de la diócesis. Para este medio informativo, El Mensajero de Santo Tomás, esperamos con gusto y esperanza a este nuevo enviado (sucesor de los apóstoles), para que continúe la labor espiritual y humana que requiere nuestra iglesia. Por otra parte, informamos que este número periodístico, damos a conocer las notas oficiales acerca de la renuncia del obispo emérito y la llegada de nuestro nuevo pastor, así como los datos más significativos de su vida. Así mismo, en nuestro presente número damos a conocer un amplio artículo (dossier) sobre los principios fundamentales de nuestra fe católica, será de mucho provecho su lectura por las ideas claras que maneja a cerca de nuestra doctrina cristiana católica. Que Dios siga bendiciendo a nuestros pastores, el electo y el emérito y, a cada uno de nuestro lectores, esperamos que este número sea de su agrado, que así sea. Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar. Director.

El Papa Francisco nombra nuevo Obispo para la Diócesis de Ciudad Guzmán Por Héctor Alfonso Rodríguez Aguilar.

Mons. Oscar Armando Campos Contreras, nuevo pastor de la Diócesis de Ciudad Guzmán, Jal. Esta mañana la Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que el Papa Francisco ha nombrado a Monseñor Óscar Armando Campos Contreras, hasta ahora Obispo de Tehuantepec, como el nuevo Obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán ubicada en el estado de Jalisco. Luego de ser informado de esta noticia, el hasta ayer Obispo de Tehuantepec, indicó que su nombramiento debía publicarse en los días inmediatos al sismo del 7 de septiembre, sin embargo fue pospuesto "hasta el 27 de Septiembre con el fin de no distraer la atención de la emergencia que ese acontecimiento pedía". Mons. Armando Campos es originario de Guadalajara, será el sucesor del Obispo Braulio Rafael León Villegas, que el pasado 26 de marzo cumplió los 74, faltando sólo uno, 75 años que es la edad que el Código de Derecho Romano exige para la renuncia de los prelados. León Villegas presentó su renuncia ante el Santo Padre después de estar al frente de la diócesis por 17 años. Durante su formación, Mons. Armando estudió la etapa de Filosofía y Teología en el Seminario de Guadalajara. Fue ordenado sacerdote en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, por el Obispo José Trinidad Sepúlveda quien lo invitó a ejercer su ministerio en la Diócesis y así lo hizo por 29 años. En mayo de 2006 el Papa Benedicto XVI lo nombró Obispo titular de Summa y Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Antequera – Oaxaca, recibiendo la ordenación episcopal por el Obispo José Luis Chávez Botello. El 2 de febrero de 2010, el Papa Benedicto XVI lo designó como Obispo de la Diócesis de Tehuantepec donde ha ejercido por 7 años hasta su nueva designación. Así dio a conocer acerca de su nueva encomienda: " A partir de hoy seguiré al frente de la Diócesis, como Administrador Diocesano, hasta mi partida", dio a conocer a su vez en un mensaje que envió a los fieles católicos. En esta Iglesia particular del trópico cálido y bello y ahora dolido Istmo de Tehuantepec he caminado durante más de siete años en los que el Señor me ha permitido, en medio de mis limitaciones, servir sin más interés que impulsar la misión evangelizadora, junto con los sacerdotes, religiosas, religiosos, laicos y laicas de esta iglesia particular", expuso. Trayectoria de servicio de Mons. Óscar Armando Campos Contreras: Mons. Óscar Armando Campos Contreras nació en Guadalajara, Jalisco, el 18 de septiembre de 1947. Realizó sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Guadalajara. Fue ordenador presbítero el 27 de diciembre de 1978, incardinándose en la diócesis de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Atendió varios cursos de actualización en la Ciudad de México, particularmente en pastoral social, y en Bruselas, Bélgica, donde obtuvo su título de Pastoral. Él ocupó el cargo de Vicario de la Catedral de Tuxtla Gutiérrez (1978-1980) y de la parroquia de Santa Cruz (1980-1982); fue párroco de la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (1982-1990), de Santa Cruz (1990-1992) y del Sagrario de la Catedral (1998-2002). Nombrado Obispo de Summa y Obispo Auxiliar de Antequera, Oaxaca, el 23 de mayo de 2006, recibió la ordenación episcopal el 12 de julio siguiente. El 2 de febrero de 2010 fue nombrado Obispo de la Diócesis de Tehuantepec.

Aceptación de Renuncia y Nombramiento

Ciudad de México, 25 de Septiembre del 2017

La Secretaria General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, comunica que su Santidad Francisco ha aceptado la renuncia al oficio de Obispo de Ciudad Guzmán, a S.E.R. Mons. Braulio Rafael León Villegas. Al mismo tiempo el Santo Padre se ha dignado

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El Papa Francisco nombra... obispo y nuestro pueblo, que quiere ser “Iglesia sencilla, semilla del Reino””. Con todo afecto Pastoral: Braulio Rafael León Villegas, Obispo Emérito y Administrador Apostólico de Ciudad Guzmán. Primer mensaje de Mons. Oscar Armando Campos a la Diócesis de Ciudad Guzmán Queridos Hermanos: Sacerdotes, Religiosos, Religiosas, Laicas y Laicos de la Diócesis de Ciudad Guzmán. El día de hoy se ha dado a conocer que el Santo Padre Francisco me ha designado como Obispo de la Diócesis de Ciudad Guzmán; nombramiento que debía publicarse en los días inmediatos al Sismo del 7 de Septiembre; pospuesto hasta esta fecha con el fin de no distraer la atención de la emergencia inmediata que ese acontecimiento me exigía. Esta nueva tarea pastoral que el Papa Francisco, Pastor Universal, me pide en esa Iglesia Particular, para continuar el servicio que tan generosamente ha realizado Monseñor Braulio Rafael León Villegas entre ustedes, sólo pueda verla como una misión que debo realizar en nombre de Cristo. Ese es mi lema: “En tu Nombre”. No voy por decisión personal, me siento enviado y estoy seguro que ustedes también quieren ver en el Obispo la presencia de Cristo y la acción de Cristo, Buen Pastor. La misión es Cristo es la misión de la Iglesia con el Obispo, con todos los Agentes de Pastoral y con toda la comunidad de bautizados. Juntos formamos la familia diocesana. Sólo en la unidad podremos ser reconocidos como discípulos del Señor. Por eso, desde que fui informado de esta nueva encomienda están ustedes en mi oración para que el Señor anime siempre el trabajo de esta Diócesis en la unidad de su amor. Estoy seguro que juntos haremos posible que Cristo se haga presente entre los más alejados y entre quienes experimentan algún sufrimiento moral o material. Unidos tenemos que hacer que el mensaje del Evangelio llegue a todos, con especial preocupación por los más necesitados.

Don Rafael León Villegas, III Obispo de Ciudad Guzmán. nombrar Obispo de Ciudad Guzmán a S.E. Mons. Oscar Armando CAMPOS CONTRERAS, al presente Obispo de Tehuantepec. Dicha noticia ha sido publicada en L'Osservatore Romano el día de hoy, lunes 25 de Septiembre del presente año, a medio día tiempo de Roma. Nos unimos en alegría y oración como Iglesia por la nueva encomienda pastoral que el Señor le ha confiado a S.E. Mons. Oscar Armando CAMPOS CONTRERAS, que Dios le bendiga abundantemente en su ministerio. + Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola Obispo Auxiliar de Monterrey Secretario General de la CEM Declaración de Mons. Braulio Rafael León Villegas “Al saludarlos con todo afecto en el Señor, con gozo les comunico que el misericordioso cuidado que Dios tiene de este pueblo que peregrina en el Sur de Jalisco ha destinado un nuevo pastor y obispo para presidir la Iglesia Diocesana. Por disposición del Papa Francisco el nuevo obispo de Ciudad Guzmán es S. E. Mons. Óscar Armando Campos Contreras, antes obispo de Tehuantepec, él no es ajeno a estas tierras jaliscienses. En ellas nació y con regularidad las visita. Ya desde ahora le damos una cordialísima bienvenida y elevamos al Señor nuestras plegarias por su fecundo ministerio entre nosotros. Se perfila una nueva etapa en el horizonte de nuestra historia diocesana. Que toda bendición descienda sobre nuestro

Para toda la comunidad diocesana va mi oración y mi cariño, no sólo porque a esa región me unen lazos familiares, sino porque como bautizados todos somos parte de una sola familia llamada a comprometer su vida cristiana en la construcción de una sociedad más humana, más justa, fraterna y solidaria; una sociedad donde se respete la vida y la dignidad de todas las personas, en donde se valore la importancia de la familia y se ofrezca a las nuevas generaciones un sentido de la vida que vaya más allá de las propuestas inmediatas y egoístas del bienestar consumista. El compromiso de hacer realidad los valores del Evangelio para que se hagan visibles en la vida de la sociedad, es de todos los bautizados. Va, junto con mi oración, mi afecto para los sacerdotes que cada día realizan con entrega gozosa su servicio pastoral en cada una de las parroquias y en todos los trabajos diocesanos; para las religiosas y religiosos que, desde su carisma, colaboran en las distintas tareas apostólicas buscando hacer actual el Reino de Dios; están muy presentes también las laicas y laicos que, como agentes de pastoral, realizan una misión evangelizadora en comunión con la Iglesia Diocesana, su testimonio mantiene encendida la fe y fortalece la vida comunitaria. Para todas las personas que viven en esa querida Diócesis pido que el Señor les bendiga, les guarde, les conceda su paz y haga brillar su rostro sobre ustedes. 25 Septiembre de 2017 + Mons. Oscar A. Campos Contreras Obispo Electo de Ciudad Guzmán y Administrador Diocesano de Tehuantepec

Principios Fundamentales de Nuestra Fe Por Félix Moracho S. J. Sumario 1. ¿Cómo comenzaron los cristianos? 2. ¿Cómo comenzó la comunidad cristiana, la Iglesia? 3. ¿Qué es ser cristiano? 4. ¿Cómo sé quién es Jesucristo y qué es lo que hizo? 5. Jesús nos dice que Dios es un Padre responsable y fiel 6. Jesús nos dice que nosotros somos lo más importante para Dios porque somos sus hijos 7. Jesús nos dice que todos somos hermanos 8. ¿Qué es lo que quiere hacer Jesucristo? 9. ¿Cómo hace Jesús el Reinado de Dios? 10. Jesús nos pide que le sigamos y nos dice cuál es el camino para seguirle 11. Jesús nos trae la salvación 12. Jesús muere por hacer el Reino de Dios 13. Jesús resucita y nos espera 14. Jesús es el Hijo de Dios 15. El Espíritu de Jesús 16. La Iglesia de Jesús (I) 17. La Iglesia de Jesús (II) 18. La Madre de Jesús 19. Los Sacramentos de la comunidad de Jesús 20. El sacramento del Bautismo 21. El sacramento de la Confirmación 22. El sacramento de la Eucaristía 23. El sacramento de la Confesión 24. El sacramento de la Unción de los Enfermos 25. El sacramento del Matrimonio 26. El sacramento del Orden Sacerdotal

1. ¿Cómo comenzaron los cristianos? Yo soy cristiano. Muchos amigos míos también lo son. Mis familiares son cristianos. Yo quiero saber bien qué es eso de ser cristiano, cómo comenzaron los cristianos, desde cuándo hay cristianos. Los cristianos comenzaron con CRISTO, es decir, con Jesús de Nazaret, con Jesucristo. Lo primero que ocurrió fue Jesús, que nació en Belén de la Virgen María hace dos mil años: nació pobre, fuera de la ciudad, en el campo, y su cuna fue una pesebrera. Los primeritos en saber que Jesús había nacido, fueron unos pastores que pasaban la noche en el campo, cuidando sus ovejas. Jesús fue un niño, como todos nosotros, que vivió en un pueblito llamado Nazaret. Cuando Jesús fue mayor dejó su hogar, su trabajo y empezó a hablar a la gente diciendo bien claro para qué había venido de parte de Dios, de su Padre Dios. Jesús decía que Dios le enviaba para traer buenas noticias a los pobres. Que El venía a ayudarnos para que nos librásemos de todo lo que nos hace sufrir: el hambre, la injusticia, el pecado. El mismo con amor y con respeto, ayudó a la gente sencilla y humilde que confiaba en El. Quería tanto a esa pobre gente y deseaba de todo corazón ayudarles, que hasta hizo milagros para remediar sus necesidades. Jesús mostraba de muchos modos que lo que más quiere Dios, a quien llamaba su Padre, es a nosotros porque somos sus hijos. Y decía también que todos nosotros debemos de querernos y ayudarnos, porque todos somos hermanos. Jesús buscó a sus amigos entre la gente sencilla y trabajadora, sin muchos estudios, par que le ayudasen, y, después de que El se marchara, siguieran anunciando esa Buena Noticia de Dios, Padre de todos, y siguieran trabajando para que todos viviéramos como hermanos. De estos primeros amigos de Jesús, los principales fueron doce y se les llamaba apóstoles. Jesús quería tener a todos por amigos. Pero a algunos no les gustó su amistad. Lo que preferían era una oveja o una vaca a una persona, aquellos para quienes las riquezas era lo único importante en la vida, los que decían que eran muy "religiosos", pero despreciaban a los pecadores, a los extranjeros, a los enfermos, a los infelices no se entendieron con Jesús. Porque para entenderse con El tenían que cambiar su vida. Y eso no lo querían hacer. Por eso lo atacaron, le pusieron trampas, lo calumniaron, le hicieron la vida imposible. Pero Jesús era valiente. a pesar de todos estos problemas, Jesús siguió enseñando en las plazas y en el Templo, ayudando a todos los que necesitaban de El, denunciando las injusticias, pidiendo a sus enemigos que se convirtieran en amigos.

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Principios fundamentales.... Ellos se obstinaron hasta que lo tomaron preso y lo mataron. La cosa no terminó ahí: en la muerte y sepultura de Jesús, Jesús venció a la muerte y resucitó, es decir, volvió a la vida. Sus amigos, sobre todo los apóstoles, fueron testigos de todo esto, y empezaron a decirlo a todos. Muchos de los que los escuchaban creyeron en lo que ellos decían de Jesús; también, en su resurrección y en que era el Hijo de Dios. Y pidieron bautizarse porque también ellos querían seguir a Jesús. ASI COMENZARON LOS CRISTIANOS. ¿Cómo comenzaron los cristianos? Los cristianos comenzaron con Jesús, el Hijo de Dios que nació de la Virgen María que nos trajo "buenas noticias" de parte de Dios, y por eso lo mataron, pero fue resucitado por Dios. PARA LEER: Hch 2, 22-24. 32. 36-41: El apóstol Pedro bautiza a los primeros cristianos. Hch 11, 25-26: La primera vez que llaman "cristianos" a los seguidores de Jesús es en Antioquía.

resurrección de éste, fueron transmitiendo lo que habían aprendido de las palabras y obras de Jesús. Unos 35 ó 40 años después de la resurrección de Jesús empezaron a poner por escrito esas cosas, inspirados por el Espíritu de Jesús, en los cuatro libros que llamamos EVANGELIOS. Los Evangelios son los libros principales del Nuevo Testamento. Los Evangelios nos hablan de Jesús, el Hijo de Dios. ¿Cómo sabemos nosotros quién es Jesucristo y qué es lo que hizo? Por los cuatro Evangelios escritos por unos hombres a quienes Dios ayudó o inspiró. ¿Cómo se llaman los cuatro Evangelios?

2. ¿Cómo comenzó la comunidad cristiana, la Iglesia? Desde el principio los cristianos son un grupo de personas que se forma alrededor de Jesús. Estos primeros cristianos vivían unidos por su fe en Jesús, oraban juntos, se preocupaban por el bien de los demás, compartían lo que tenían; todos se ayudaban poniendo lo que tenían, sus dones, al servicio de los demás. Con su trabajo, con su servicio, sobre todo con su amor, construían las primeras comunidades de cristianos, las primeras "iglesias" y la Iglesia de Jesús. También hoy los que creemos en Jesús resucitado y lo confesamos como el Hijo de Dios, y queremos vivir conforme a la enseñanza de Jesús, como aquellos primeros cristianos, formamos comunidades cristianas, formamos la Iglesia de Jesús (ver temas 16 y 17). ¿Cómo comenzó la Iglesia? La Iglesia empezó con Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, y con los que, una vez resucitado Jesús, creyeron en El y lo siguieron. PARA LEER: Hch. 2, 41-47: La primera comunidad cristiana. Hch. 4, 32-35: Una comunidad cristiana ideal. 3. ¿Qué es ser cristiano? Ahora sí que puedo entender mejor qué es eso de ser cristiano. Cristiano es aquel que, sobre todo y siempre, "sigue" a un hombre llamado Jesús de Nazaret, al que reconoce como el Hijo de Dios. Es decir, cristiano es aquel que quiere a Jesús mucho más que a todos y a todo, y le tiene una confianza total porque sabe que Jesús también le quiere a él, y es el único que puede ayudarle a librarse del egoísmo del pecado, y a estar al lado de los que sufren. Jesús es el único que puede hacernos realmente felices. El cristiano sigue a Jesús amado como Jesús y haciendo todo lo que Jesús quiere. El que quiere bien a Jesús es amigo de todos aquellos a quienes Jesús quiere. Por eso el cristiano tiene que ayudar a los necesitados y compartir con ellos lo que tiene. Así como nadie puede vivir sólo, así tampoco puede haber un cristiano que sea un solitario. Jesús quiere que los que le seguimos vivamos unidos y nos ayudemos formando la "comunidad cristiana". ¿Quién es cristiano? Cristiano es el que quiere seguir en todo a Jesucristo, el Hijo de Dios. ¿Qué quiere decir seguir a Jesucristo? Seguir a Jesucristo quiere decir: quererlo más que a todos y a todo, y hacer siempre lo que El quiere confiando totalmente en El. PARA LEER: Mc. 1, 16-20: Cuando Jesús llama le siguen dejando todo. 4. ¿Cómo sé quién es Jesucristo y qué es lo que hizo? Los cristianos tenemos un libro que es el más importante que cualquier otro. Lo llamamos BIBLIA. La Biblia ha sido escrita por hombres inspirados por Dios. La Biblia está formada por muchos libros pequeños. Tiene dos partes: la primera parte se llama Antiguo Testamento. En ella se cuenta cómo Dios ha prometido y ha preparado nuestra salvación por Jesús. La segunda parte, que es la más importante de toda la Bíblica, se llama Nuevo Testamento. En esta parte se nos cuenta cómo Jesús cumple lo que Dios había prometido y preparado para nuestra salvación. Jesús no escribió nada. Pero los apóstoles y los demás discípulos que convivieron con Jesús, después de la muerte y

¿Qué quiere Dios de nosotros? Lo que Dios quiere de nosotros es que seamos felices. PARA LEER: Jn. 20, 17: Dios, el Padre de Jesús es nuestro Padre. Lc. 15, 11-32: Dios se parece al padre del hijo pródigo. 6. Jesús nos dice que nosotros somos lo más importante para Dios porque somos sus hijos Jesús nos dice que Dios quiere a cada uno de nosotros más que a los animales, más que a las fábricas, más que a la plata, más que a sus templos: porque un hijo es mucho más que todo eso. Nosotros somos lo más importante para Dios porque somos sus hijos. Para Dios, cada persona, que es su hijo, es sagrada: vale más que todo, no tiene precio. Aunque esté sin casa, aunque viva en un ranchito, aunque esté encerrado en una prefectura o en una cárcel. Por eso no se puede explotar a un trabajador extranjero que no tiene documentos; no se puede torturar a un preso; no se puede mentir apara librarse de un castigo, que así le cae a un inocente; no nos ponemos burlar de otros compañeros: ¡toda persona es sagrada! ¡hay que respetarla! ¡Es hija de Dios! Dios es un Padre que respeta a sus hijos. Por eso no es como un mago que intervienen en nuestra vida cada vez que pasamos algún apuro. El ha creado todas las cosas: los alimentos, las aves del cielo, las flores del campo... Y también nos ha creado a nosotros sus hijos, para que trabajemos, seamos responsable, y vivamos usando los frutos, la carne, el pescado, los víveres... las parcelas de tierra. Nosotros somos los que tenemos que organizar nuestra familia, nuestra escuela, nuestro barrio, nuestro pueblo... donde todos, ayudándonos mutuamente, podamos disfrutar de todos los bienes y frutos de la tierra. ¿Qué es el hombre? El hombre es el ser a quien Dios más quiere? ¿Por qué? Porque Dios lo creó y lo hizo su hijo. PARA LEER: 1 Jn. 3, 1-2: Somos hijos de Dios. Mt. 6, 24-34: Eso es lo que quiere Dios, pero tenemos que colaborar.

Se llaman así: Evangelio según San Marcos, Evangelio según San Mateo, Evangelio según San Lucas, Evangelio según San Juan. ¿Qué es lo que está escrito en los Evangelios? En los Evangelios están escritas las cosas más importantes que Jesús hizo y dijo, sobre todo su muerte y resurrección. PARA LEER: Lc. 1, 1-4: Los Evangelios son libros escritos muy responsablemente. Jn. 20, 31: Los Evangelios son libros "para la fe", escritos para que creamos y tengamos la vida según Dios. 5. Jesús nos dice que Dios es un Padre responsable y fiel Jesús es Maestro y Doctor de las cosas de Dios. Jesús nos dice en los Evangelios que Dios es su Padre, y que él es el Hijo , el Hijo único de Dios. Nos dice también que Dios es para nosotros Papá-Mamá, todo junto. Y un Papá-Mamá de lo mejor; no hay otro como El: sabe cómo nos llamamos, nos mira con cariño, nos quiere mucho. Todo lo que hay en el mundo de bueno; el sol, la lluvia, el petróleo, las flores... todo, nos lo ha regalado Dios porque nos ama. Y Dios nos lo ha regalado para todos y cada uno de nosotros, pues Dios hizo todo para todos y por igual ¿Qué tendremos entonces qué hacer para remediar lo que ahora pasa: que unos pocos hijos de dios tienen mucho de todo, y mucha gente, que son también hijos de dios pasa necesidad? A Dios no le gusta el egoísmo. Jesús nos dice que Dios, nuestro Padre, está siempre con nosotros, nunca se va y nos deja solos; nunca se olvida de nosotros.Todo buen padre gasta más plata y más tiempo y también pone más corazón y da más cariño. Así es también nuestro Padre Dios: un Padre que siempre se pone a favor de los hijos más maltratados, de los que necesitan más ayuda. Por eso a Dios disgusta que lo que El nos da para todos, lo repartamos mal. Dios no quiere a los que agarran todo para su provecho, porque quitan lo necesario a los demás. Si hemos sido egoístas y malos, pero queremos empezar de nuevo a portarnos bien, no tenemos que tener miedo a nuestro Padre Dios, pues Jesús nos dice que Dios nos perdona siempre. El confía siempre en nosotros. Y nos habla al corazón. Jesús nos regaló la oración del Padre Nuestro para que conversemos con Dios. Lo que a Dios como buen Padre sobre todo le contenta y hace feliz, es que nosotros, sus hijos seamos felices. ¿Quién es nuestro Dios? Nuestro Dios es el que por amor hizo el cielo, la tierra y todo para nosotros. ¿Qué es lo que Jesús nos dice de Dios? Jesús nos dice que Dios es nuestro Padre, y nosotros somos sus hijos, lo que El más quiere y cuida.

7. Jesús nos dice que todos somos hermanos. Todos los que son hijos de un mismo padre, son hermanos entre sí. Como todos los hombres tenemos un mismo padre, que es Dios, todos somos hermanos. Dios, nuestro Padre, quiere que todos sus hijos, que somos hermanos, nos queramos y estemos unidos. En una familia no está bien que los hijos mayores abusen de los más pequeños, ni que los más fuertes maltraten a los más débiles. Como Jesús es el Hijo de Dios, es también nuestro hermano. Es nuestro HERMANO MAYOR, y El nos dice que cuando ayudamos a uno cualquiera que necesita de nosotros, le ayudamos a El. Y cuando despreciamos a otra persona, la hacemos llorar, sufrir... despreciamos, hacemos llorar y sufrir a Jesús. Jesús nos dice también que nadie puede decir que ama a Dios, si es que no se lleva bien con sus hermanos. El que ama a Dios tiene que luchar por mejorar la vida de sus hermanos. ¿Cómo son todos los hombres entre sí? Todos los hombres somos hermanos porque todos tenemos a Dios como Padre. ¿Qué es lo que Dios Padre quiere de nosotros sus hijos? Dios quiere que nosotros sus hijos le queramos y respetemos a El, y que queramos también a los demás hombres, que son sus hijos y hermanos nuestros. PARA LEER: Mt. 25, 31-43: Jesús nuestro Hermano Mayor, está en cada uno de los hermanos necesitados. Lo más importante, lo único que vale para Jesús es lo que hacemos con nuestros hermanos. 8. ¿Qué es lo que quiere hacer Jesucristo? Lo que Jesús quiere hacer es el REINADO DE DIOS, es decir; la comunidad de todos los hombres con Dios, la unión de todos los hombres entre sí formando comunidad de hermanos. El Reinado de Dios (o Reino de Dios) es el Reino de la hermandad, es la Familia de Dios, que tenemos que ir haciendo todos nosotros: - que somos hijos de Dios: a quien debemos querer mucho más que a todos y a todo; en quien confiamos porque es un Padre responsable y fiel, que lo que más quiere son sus hijos, que somos nosotros: - que somos hermanos; en una familia en la que los hermanos se quieren de verdad (como debe ser la Familia de Dios) no hay quienes tiene de todo hasta hartarse, y quienes no tienen siquiera para comer; los hermanos comparten lo que tienen de acuerdo a lo que cada uno necesita. Si los hermanos trabajamos unidos y nos ayudamos unos a otros, y todos somos responsables, cada vez habrá más hermandad entre nosotros, y así crecerá el Reino de Dios.


Principios fundamentales.... Cuando nos amamos de verdad. Cuando ayudamos a los necesitados. Cuando compartimos lo que tenemos. Entonces Dios está con nosotros y vamos haciendo el Reinado de Dios. Este Reinado de Dios se realizará mucho mejor cuando todos nosotros, los hijos de Dios, nos encontremos con Dios después de esta vida. ¿Qué es lo que Jesucristo quiere hacer? Jesucristo quiere hacer el Reinado de Dios. ¿Qué es el Reinado de Dios? El Reinado de Dios es cuando todos nosotros tratamos de vivir como hijos de Dios, cumpliendo sus Mandamientos (pág. 6) y queriendo y ayudando a los demás como a hermanos. PARA LEER: Mt. 6, 10: Tenemos que pedir al PADRE que "venga su Reino". Mt. 7, 12: Una "regla de oro" para el Reino. Jn. 4, 7-12: Cuando ayudamos y compartimos lo que tenemos con otros, ahí está Dios con nosotros: el Reinado de Dios. 9. ¿Cómo hace Jesús el Reinado de Dios? Jesús hace el Reinado de Dios sirviendo a todos: pecadores, enfermos, pobres, necesitados... Así fue toda su vida; entregarse al servicio de los demás. Y nunca falló en eso. En tiempo de Jesús, como también hoy, había personas a las que nadie quería, que eran despreciadas por otras, que eran "nadie" porque no se contaba con ellas para nada, que sufrían. Estos eran los leprosos, los pecadores, los extranjeros, la gente sencilla que no conocía bien la ley, los enfermos, los pobres, los niños. Jesús hace el Reinado de Dios queriendo a todos, no aceptando que los hombres sean enemigos, ni que haya divisiones entre nosotros. Pero Jesús, sobre todo, hace el Reino de Dios queriendo a los más pobres y despreciados. Por eso a los hombres y mujeres que nadie quiere, ni saluda en la calle, ni invita a sus casas, ni los admiten en el templo porque son "mal vistos": pecadores, o gente ignorante sin importancia, o leprosos, o extranjeros... a todos esos Jesús les dice que Dios es su Padre, que los quieren a todos ellos, precisamente porque están sufriendo más y necesitan más amor y ayuda para solucionar sus problemas. Cuando estas gentes sencillas y humildes se ven así queridas por Jesús, que les ayuda, que les da de comer, que les cura y les nuestras respeto y amor, que les perdona, se alegran, se sienten alentados, confían en Jesús, cambian a una vida mejor y le siguen. ¿Cómo hace Jesús el Reinado de Dios? Jesús hace el Reinado de Dios: - luchando contra todo lo que es malo para el hombre. - ayudando a los que tienen necesitad. - perdonando los pecados. ¿Para quiénes es el Reinado de Dios? Para todos los que creen en Jesús, se fían de él y le siguen entregándose como El al servicio de los demás. PARA LEER: Lc. 4, 18-21: Esto es lo que Jesús hace. Lc. 7, 21-23: Estas son las "credenciales" de Jesús. Lc. 10, 25-37: ¿Quién de los tres hace, como Jesús, el Reino de Dios? 10. Jesús nos pide que le sigamos y nos dice cuál es el camino para seguirle. Jesús nos ha llamado a ser cristianos, es decir; a seguirle. ¿Qué es seguir a Jesús? Seguir a Jesús es vivir hoy tú tu propia vida como la viviría Jesús. ¿Qué quiere decir esto en concreto? 1. Jesús quiere a su Padre más que a todo. Y lo que quiere con todo su ser. Y por eso trata de hacer siempre su voluntad aunque sea difícil y le cueste. Sabe que el Padre no lo abandona nunca y está siempre a su favor. Así hemos de hacer nosotros: amar a Dios sobre todas las cosas haciendo todo lo que El quiere (los Diez mandamientos), sabiendo que lo que quiere Dios, mi Padre, es siempre para mi bien. 2. Jesús conversaba con su Padre con confianza. Cualquier cosa le servía para ponerse en contacto con El. Si Dios es su Padre y está contigo y quiere tu bien y el de todos, ¿por qué no le dices que tú también le quieres? ¿Por qué no le cuentas las cosas que pasan? ¿Por qué no le pides que acudas a algunas personas que tú conoces y están enfermas o no tienen trabajo, o están sufriendo por otra causa? ¿Por qué no le preguntas qué piensa El de lo que pasa en tu familia, en tu escuela, en el barrio... y qué puedes hacer tú para que "eso" vaya mejorando? A esa conversación con Dios lo llamamos ORACION. En cualquier momento y en cualquier lugar podemos conversar con Dios. El siempre nos escucha. Lo importante es confiar en que El nos va a escuchar. Jesús a nosotros, sus amigos, nos ha

regalado la oración del Padre Nuestro para que oremos al Padre como El. 3. Jesús vivió como verdadero hermano de los hombres. Más que pensar en sí mismo, y buscar disfrutar El y ser un egoísta, Jesús se fijaba en los demás y los ayudaba en sus necesidades y hacía todo lo posible para remediarlos y que fuesen felices. Hizo el bien a todos, aunque alguno se lo agradecía. Nunca fue injusto. No devolvió mal por mal. Perdonó a sus enemigos a los mismos que lo mataban. Y esto es lo que Jesús nos dejó como su último y principal encargo antes de morir. Este fue su testamento que nos amemos los unos a los otros como El nos amó. El que ama a Jesús tiene que luchar por mejorar la vida de sus hermanos. ¿Cuál es el camino para seguir a Jesús? El camino para seguir a Jesús es amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas, y amar a mi prójimo (todo el que necesita de mí) como Jesús lo ha amado. PARA LEER: Mc. 12, 28-34: Para seguir a Jesús hay que cumplir el mandamiento más importante. Jn. 13, 34-35: Seguir a Jesús es amar como Jesús hasta la muerte. Mt. 5, 1-12: Este es el estilo de vida de Jesús de los que le siguen. 11. Jesús nos trae la salvación Cuando un hombre se emborracha, gasta la plata que necesitan sus hijos, está de malas en la casa siempre peleando, ofende a su esposa, la humilla, da mal ejemplo y, si maneja, hasta puede tener un choque y matar gente. ¡Qué bueno que alguien consiguiera quitar la raíz de todos esos males, que es el beber y emborracharse! lo habría salvado a él y a toda su familia. Salvar es librar del mal, de lo que nos hace sufrir. Salvar es, sobre todo, quitar la raíz de los males. Una enfermedad me hace sufrir, pero también y a veces más, el que me desprecien, el que no me hagan caso, no me tomen en cuenta, el que se aprovechen de mí... Pero más me hace sufrir la hipocresía, el egoísmo, la envidia, la soberbia... de otros, las injusticias que me hacen. Jesús viene hacer el Reino de Dios, que es lo mismo que venir a salvarnos de las cosas malas que sufrimos y de los pecados que las causan. En el Padre Nuestro nos dice que le pidamos a Dios que nos libre de todas las injusticias, del pecado y de todos los males que nos hacen sufrir: "Líbranos de todo mal". Jesús quiere una sociedad justa; de hermanos. Por eso denunció siempre a los hipócritas y mentirosos, a los egoístas, los que se despreocupaban de los demás, a los que querían quedarse con todo y sólo pasarlo ellos bien. Jesús es el único Salvador de todos los hombres. El nos ayuda para que nosotros mismos acabemos con los males que hay en el mundo, y nosotros mismos empecemos quitándonos del egoísmo, de la soberbia, del rencor, del odio, de la injusticia... del pecado. Salvar es también llenar de vida, de felicidad. La salvación o liberación de los hijos de Dios será completa después de la muerte; entonces tendremos toda la felicidad, libertad, amor, vida: el Cielo: El Reino de Dios cumplido. ¿Para qué vino Jesús? Jesús vino para salvar a todos los hombres. ¿De qué nos salva Jesús? Jesús nos salva del pecado, sobre todo del egoísmo, que es causa de casi todos los males. Además nos da la vida y felicidad para siempre. ¿Por qué decimos que el pecado es causa de los males? Porque por el pecado no hacemos lo que Dios quiere y no nos amamos unos a otros.

PARA LEER: Jn. 3, 17: Dios envía a Jesús para que nos salve. Jn. 5, 1-9: Jesús salva al enfermo a quien nadie ayudaba. Lc. 19, 1-10: Jesús salva al injusto perdonando sus pecados y ayudándole a remediar el mal hecho. 12. Jesús muere por hacer el Reino de Dios Las autoridades religiosas judías condenaron a muerte a Jesús y la autoridad civil, el romano Poncio Pilato, confirmó la sentencia de muerte e hizo crucificar a Jesús. ¿Por qué condenan y matan a Jesús? - porque Jesús dice que el Padre-Dios quiere y está cerca de todos y perdona a todos. Por eso El tiene preferencia por los pecadores, por los enfermos abandonados, por la gente sencilla engañada... porque todos estos están en mayor necesidad. Jesús promete a todas estas gentes el Reino de Dios y las Salvación de Dios: es para ellos. Esto no gusta a los judíos piadosos (los fariseos) que pensaban que Dios solamente quería y salvaba a ellos. - porque Jesús quita autoridad a los sacerdotes y a los entendidos en las cosas religiosas (escribas) que abusan de la religión en provecho propio y alejan al pueblo del camino de Dios. Toda esta gente tiene envidia de Jesús porque mucha gente del pueblo se va con El. - porque Jesús hace todo esto con la autoridad de Dios y se presenta como el Enviado de Dios (el Mesías), el Hijo de Dios. Las autoridades Judías juzgan que Jesús, al decir esto y al obrar así, está cometiendo una grosería grande contra Dios (blasfemia), y condenan a Jesús como falso enviado de Dios (falso Mesías) y como blasfemo. Jesús muere clavado y desangrado en una cruz, puesto entre dos ladrones, sin amigos a su lado. Al ver morir a Jesús así, vemos todo lo que Dios nos quiere: porque Jesús es Dios que muere por nosotros; para que todos nosotros, hijos de Dios, queramos a Dios y nos queramos también unos a otros como hermanos. ¿Quién mató a Jesús? A Jesús lo mataron las autoridades religiosas y política de su país. ¿Por qué mataron a Jesús? A Jesús lo mataron: - por anunciar a un Dios que es Padre de todos los hombres. - por obedecer a eses Dios antes que nadie. - por querer hacer el Reinado de ese Dios. PARA LEER: Jn. 14, 45-50: Las autoridades judías deciden la muerte de Jesús. Hch. 4, 5-10: Pedro acusa a los jefes del pueblo de haber crucificado a Jesús. 1 Jn. 3, 16: Jesús nos ha amado hasta la muerte, ¿cómo debemos amar nosotros? 13. Jesús resucita y nos espera Jesús no terminó en la muerte y en la sepultura. Jesús no vino para quedarse muerto. Dios resucitó a Jesús, es decir: le hizo volver a la vida. Dios es el Padre del crucificado. Y no podía dejar a su hijo así. Por eso, al tercer día después de muerto, Dios, su padre, lo resucitó. Sus amigos que lo habían visto bien muerto y enterrado, lo vuelven a ver vivo: al mismísimo Jesús que había vivido con ellos. El ahora está vivo y bien vivo, pero con una vida nueva, la vida de Dios: una vida toda ella feliz, llena de amor y para siempre. La muerte y la resurrección de Jesús es el centro de nuestra fe. Si no creemos que Jesús resucitó, nuestra fe no vale nada. Todos nosotros hemos de morir. Pero Jesús nos ha prometido (¡y El sí cumple las promesas!) que si vivimos con El y como El, y trabajamos por eso para que los hombres vivamos como hermanos, también nosotros resucitaremos con El y viviremos felices para siempre. El que ama, cuando muere, resucita como Jesús. Y eso porque Jesús así lo quiere y nos lo regala. Siempre hay hombres que quieren vivir una vida sin Dios y sin Jesús, que quieren construir aquí en la tierra su reino, el de sólo ellos y solamente para ellos. Son gentes que viven de espaldas a Dios, no se preocupan de ayudar a los demás y compartir; otros se ríen haciendo llorar, se enriquecen pero empobreciendo a otros. Estos vivirán también después de su muerte, pero como unos infelices solitarios y para siempre, porque así lo han querido ellos: vivir sin Dios y sin hermanos. A eso le llamamos infierno. ¿Resucitó Jesús? Sí, Jesús resucitó y se mostró a sus apóstoles y discípulos para que nos lo contaran a nosotros como testigo. ¿Quién resucitó a Jesús? Dios Padre resucitó a Jesús después de que Este había muerto. Y nosotros ¿Resucitaremos? Nosotros también resucitaremos como Jesús. PARA LEER: Pase a la pág. 5


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Principios fundamentales.... Hch. 10, 39-41: Este es el testimonio de los apóstoles. Lc. 16, 19-31: Lo que le pasó a uno a quien no le importaban las necesidades de los demás. 14. Jesús es el Hijo de Dios Parece que Dios-Padre está callado, que no hace nada mientras sus enemigos matan a Jesús. Dios espera hasta el último momento para mostrar mejor quién es Jesús a sus discípulos y a todos. Lo primero que hace el Padre resucitando a Jesús es darle con esto la razón: la vida que Jesús ha llevado, el Reino que quiere construir, todo lo que Jesús ha dicho y hecho por amor a todos, por defender a los que eran despreciados... todo eso es querido por Dios, es aprobado por Dios. Pero hay muchos más: por la resurrección de Jesús, Dios dice claramente a los apóstoles, al que quiere entender, también a nosotros, que Jesús es SU HIJO. Jesús, ese hombre que ha sido crucificado, que ha muerto, que ha sido sepultado, es el SEÑOR, es el mismo HIJO DE DIOS hecho hombre, ES DIOS MISMO viviendo en medio de nosotros. Por eso, al encontrarnos con Jesús, nos encontramos con Dios; al amar a Jesús, amamos a Dios; al seguir a Jesús, seguimos a Dios. Como el Hijo de Dios existe desde siempre, Jesús ha sido Hijo de Dios no sólo desde que resucitó, sino ya desde que fue concebido y nació de las entrañas de la Virgen María. Dios escogió a María de Nazaret, mujer pobre y sencilla, para que naciera su Hijo en la tierra. Jesús es, al mismo tiempo, verdadero Dios y verdadero hombre: Hijo de Dios e hijo de María. ¿Quién es Jesús de Nazaret? Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios hecho hombre. Jesús de Nazaret es verdadero Dios y verdadero hombre. PARA LEER: Mc. 1, 11: El evangelista Marcos nos dice de dónde viene ese Jesús cuya historia nos va a contar. Mc. 15, 39: El hombre Jesús es el Hijo de Dios crucificado y muerto. Jn. 20, 28: Con el apóstol Tomás lo confesamos verdadero Dios y verdadero hombre. 15. El espíritu de Jesús Después de morir y resucitar, Jesús se fue a estar con su Padre-Dios. Sus amigos ya no lo vieron más. Jesús les había encargado que continuasen su misión de anunciar y realizar el Reinado de Dios, la hermandad de todos los hombres. La cosa era difícil para ellos pues se sentían muy ignorantes, muy cobardes (habían dejado sólo a Jesús en los momentos de peligro: Pedro hasta había dicho en público que no lo conocía). No había entre ellos sacerdotes, ni gente que conocieran muchas cosas de la religión. En verdad que tenían mucho miedo a las autoridades judías que tenían todo el poder que habían condenado y matado a Jesús, y que no querían que se volviera a hablar de El. Pero Jesús los conocía bien, como también nos conoce a nosotros. Por eso antes de morir, les había prometido, a ellos y también a nosotros que queremos seguirle, que nunca nos dejaría solos, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo: Espíritu de la Verdad que enseñaría todas las cosas de Dios y de su Reino. El Espíritu Consolador. Jesús cumplió lo prometido y un día de fiesta de los judíos, el día de Pentecostés, le envío su Espíritu, el Espíritu Santo. Desde que recibieron al Espíritu Santo, los amigos de Jesús cambiaron mucho: sin miedo a la cárcel, ni a la muerte, siguieron haciendo lo mismo que Jesús había hecho. Y ellos mismos vivieron unidos como hermanos formando la comunidad cristiana: viviendo unidos, compartiendo sus bienes Y enseñaban a toda la gente lo que Jesús les había enseñado. También hoy Jesús nos da su Espíritu para que le sigamos. Y el Espíritu Santo nos da fuerza para hacer siempre el bien. ¿Quién es el Espíritu Santo? Es el Espíritu del Padre y del Hijo. Es Dios con nosotros. ¿Para qué nos envía Jesús al Espíritu Santo? Para que nos ayude a seguir el camino que El nos ha mostrado PARA LEER: Hch. 1, 7-8: Jesús promete enviar al Espíritu Santo. Hch. 2, 1-11: Jesús cumple su promesa. Hch. 4, 31: El Espíritu en Jesús alienta a los apóstoles. Como ves hasta ahora hemos hablado de Dios que es PADRE, de Dios, que es HIJO de Dios, que es ESPIRITU de Dios. Ya conocemos a las TRES PERSONAS que nombramos cuando

3. Celebrando con la comunidad su vida de fe, amor y esperanza. Ellos son representantes de la Comunidad y también representantes de Jesús. Como Jesús a entregarse al servicio de la vida de su comunidad, ser testigos del Reino y dar su vida por él, si es preciso como Jesús. Ellos son los guías de la Comunidad de Jesús. Como ellos solos no pueden hacer esto, comparten su servicio con otros cristianos de la comunidad, que son los Sacerdotes (ver tema 26). ¿Quiénes son los responsables en la Iglesia de Jesús? En la Iglesia de Jesús todos los cristianos somos responsables y cada uno tiene que ayudar a la comunidad con lo que cada uno tiene y puede. ¿Quién es el Papa? El Papa es el sucesor de San Pedro. El está al frente de toda la Iglesia. ¿Quiénes son los Obispos? Los Obispos son los sucesores de los Apóstoles. Ellos, unidos al Papa y entre sí, sirven a toda la Iglesia. PARA LEER: Mt. 16, 18-19: Pedro será como la piedra principal de la Iglesia. Mc. 10, 42-46: En "esto" se deben distinguir los más importantes en la comunidad cristiana.

hacemos la señal de la cruz y sabemos que las tres Personas son Dios; son un sólo Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo tienen el mismo poder, la misma gloria, el mismo amor. Esto es algo misterioso, lo llamamos el MISTERIO DE LA SANTISIMA TRINIDAD. Pero esto no lo hemos inventado nosotros: nos lo ha ido diciendo Dios por medio de Jesús. Somos bautizados EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. Alabamos y damos gracias a Dios diciendo: GLORIA AL PADRE, AL HIJO, Y AL ESPIRITU SANTO. 16. La Iglesia de Jesús (I) Hoy por todas partes encontramos cristianos y comunidades de cristianos que tienen la misma fe en Jesús que nosotros tenemos. El conjunto de todas esas comunidades de cristianos que tienen la misma fe en Jesús que nosotros tenemos se llama IGLESIA. Lo primero y principal en la Iglesia es Jesús. La Iglesia tiene su origen en Jesús. El es el centro de todo en la Iglesia. Jesús siempre está con su Iglesia. Sin Jesús, la Iglesia desaparecería. Sin Jesús no hay Iglesia. Pero tampoco hay Iglesia sin cristianos. Porque la Iglesia somos las personas, todos nosotros que tratamos de vivir al modo de Jesús, en comunidad, para construir su Reino. En la Iglesia todos somos responsables, es decir que: - todos tenemos que vivir al modo de Jesús: si no nos amamos, si no compartimos, si no ayudamos a los más necesitados, no somos la iglesia de Jesús. -todos tenemos que servir y ayudar a los demás en la comunidad cristiana, con lo que cada uno pueda. - todos tenemos que colaborar en la misión de Jesús: construir el Reino de Dios, el Reino de la hermandad de los que somos hijos. ¿Qué es lo primero y principal en la Iglesia? Lo primero y principal en la Iglesia es Jesús que la fundó, y que está siempre presente en ella hasta el fin del mundo. ¿Quiénes somos la Iglesia de Jesús? La Iglesia de Jesús somos nosotros, todos los que creemos en Jesús y tratamos de vivir unidos al modo de Jesús para construir su Reino. PARA LEER: Rm. 12, 4-8 y 12, 12-31: La Iglesia es como un cuerpo, y cada uno de nosotros somos partes de ese cuerpo que viven unidas y se ayudan. 17. La Iglesia de Jesús (II) Cuando Jesús juntó a sus amigos, los primeros que le seguían, los primeros discípulos suyos, los primeros cristianos, escogió a unos hombres, los apóstoles, y Pedro como el principal de todos ellos, para que vivieran con El y compartieran su misión de construir el Reino de Dios. Hoy, en la comunidad Cristiana, en la Iglesia, los Obispos son como nuevos Apóstoles, y el Papa es como Pedro, el principal de todos ellos y de todos los cristianos. En la Iglesia todos somos cristianos, y eso es lo más importante, lo fundamental. Todos somos responsables, todos tenemos que servir para que la iglesia construya el Reino de la hermandad que Dios tanto desea. El Papa y los Obispos sirven a la comunidad cristiana: 1. Anunciando el Reino que predicó Jesús. 2. Guiando la participación de sus comunidades en la construcción de ese Reino.

18. La Madre de Jesús Todos tenemos mamá. Jesús también tiene mamá. La mamá de Jesús se llama María. María era una joven sencilla, humilde, pobre de un pueblito campesino. Dios le pidió a María con todo respeto que quería que fuera su Madre. Ella sabía que era muy poca cosa, pero estaba segura que, con la ayuda de Dios, lo podría todo. Y aceptó esa gran responsabilidad. María es la Madre de Dios, pues Jesús, su hijo, es Dios. Como es natural ella quiere mucho a Jesús: es su hijo, su único hijo. Ella acompañó en todo a Jesús: había dado a Dios su palabra de que cumpliría siempre su voluntad. Cuando vio que las autoridades todas de su pueblo no querían a Jesús, si no lo reconocerían como Hijo de Dios, cuando vio que lo ponían preso y lo llevaban para matarlo. María no se acobardó, fue una mujer entera y acompañó a su hijo hasta la cruz. Nosotros los cristianos tenemos a María como la primera cristiana porque vivió su fe en Jesús hasta las últimas consecuencias, cumplió siempre la palabra dada a Dios, olvidándose de sí misma en muchas ocasiones ayudó a los demás en sus problemas. La queremos también como madre nuestra, de todos los cristianos y como Madre de la Iglesia. Cuando María murió, Jesús se la llevó donde El ya estaba resucitado, para que viviera siempre feliz con El. Los cristianos creemos que Dios hizo Inmaculada a María, es decir la libró de todo pecado desde el primer instante de su existencia. Así la preparó para que fuese su Madre. María quiere que nosotros, sus hijos, sigamos siempre a Jesús y vivamos como hermanos. Ella es nuestra gran esperanza. ¿Quién es la Virgen María? La Virgen María es la Madre de Dios porque es la Madre de Jesús, el Hijo de Dios. Ella también es Madre de todos nosotros y Madre de la Iglesia. PARA LEER: Lc. 1, 30-35: María concibe y da a luz a Jesús por obra y gracia del Espíritu Santo. Jn. 19, 25: María cree en Dios y cumple su voluntad aún en las dificultades. 19. Los Sacramentos de la Comunidad de Jesús Jesús resucitado está siempre con nosotros, aunque no lo veamos cara a cara, para que tengamos una vida mejor. Jesús hizo todos los SACRAMENTOS de la Iglesia para encontrarse personalmente con nosotros y para darnos en ello sus vida. Los sacramentos son regalos de Jesús. Jesús, para encontrarse con nosotros en la Iglesia, eligió los momentos más importantes en la vida de una persona: cuando nace, se casa, o va a morir... y escogió algunas cosas sencillas de la vida ordinaria, que se ven o se escuchan, por ejemplo el agua, el pan, decirle a una persona que se la quiere o acepta como esposo o esposa. El ha querido que esas cosas sean señales, signos, muestras de lo que El, Dios hace en nosotros, en esos momentos de la vida, dentro de la Comunidad cristiana. Todo Sacramento nos compromete a cambiar nuestra vida, a luchar por vivir unidos a crecer en el amor y en el servicio a los demás. ¿Qué son los Sacramentos? Los sacramentos son regalos de Jesús, en los que nos encontramos personalmente con Dios, y nos dan su vida.

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Principios fundamentales.... ¿Cuántos y cuáles son los Sacramentos? Los sacramentos son siete: BAUTISMO - CONFIRMACION EUCARISTIA - PENITENCIA O RECONCILIACION - UNCION DE ENFERMOS - MATRIMONIO - ORDEN SACERDOTAL. 20. El Sacramento del Bautismo Poco tiempo después de que nace un niño, sus padres lo llevan a bautizar, y el sacerdote lo bautiza derramando agua sobre su cabeza y diciendo "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo". El agua nos muestra la acción de Dios que le da al niño la nueva vida de hijo de Dios para crecer como cristiano. El agua muestra también que Dios limpia al que se bautiza de todo lo que no le ayuda a ser cristiano: lo limpia de todo pecado. El bautismo es también como la puerta por la que entramos en la casa. Y la casa es la Comunidad cristiana, la Iglesia. Por el bautismo entramos oficialmente a formar parte de la iglesia de Jesús, nos inscribimos como cristianos, comprometidos desde entonces a seguir el camino de Jesús. ¿Qué nos da el Bautismo? Por el Bautismo Jesús nos hace hijos de Dios y cristianos, y entramos a formar parte de su Iglesia. PARA LEER: Mt. 28, 19: Somos bautizados en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. 21. El Sacramento de la Confirmación Cuando ya vamos siendo mayores somos nosotros los que tenemos que decidir sobre nuestra vida cristiana y confirmar nuestro bautismo: si de verdad queremos ser cristianos. En el Sacramento de la Confirmación, la unción que nos da el Obispo con el aceite (se llama "crisma") haciendo la señal de la cruz en nuestra frente, es signo que nos muestra que el Espíritu de Jesús está con nosotros, dándonos fuerzas para que seamos fieles en nuestra decisión de ser cristianos y seguir a Jesús, aunque tengamos que sufrir y morir como El. ¿Qué nos da la Confirmación? Por la Confirmación, Jesús fortalece la vida de Dios en nosotros para que le sigamos siempre sin miedo, ni pena, a pesar de todas las dificultades. PARA LEER: Hch. 8, 14-17: En la Confirmación recibimos la fuerza de ser fieles a los que queremos vivir como cristianos. 22. El Sacramento de la Eucaristía La Misa del domingo es la reunión principal que tenemos los cristianos ¿Por qué? ¿Qué es la Misa? ¿Qué relación tiene con Jesús? Ya hemos visto que a Jesús lo mataron (tema 12). El se daba cuenta de que lo iban a meter preso, que lo iban a matar. Pero no huyó. Siguió haciendo lo que tenía que hacer: cumpliendo la voluntad de Dios, ayudando a todos los que necesitaban de El. La cosa más importante que hizo antes de que lo pusieran preso fue invitar a comer con El, por última vez, a sus amigos y seguidores, a los apóstoles. Era un día de fiesta para los judíos: la fiesta de la Pascua. En ese mismo día de Pascua mataron a Jesús. En esa comida Jesús convirtió el pan y el vino en su propio Cuerpo y Sangre, y se los dio a comer y beber a sus amigos y les dijo "Hagan esto en memoria mía". Con estas palabras Jesús hizo que siempre podamos celebrar esa comida en memoria de Jesús, que siempre podamos tener ese alimento que es Jesús. Los cristianos en todo el mundo, nos reunimos en la Misa, en comunidad con el sacerdote, que representa a Jesús, para hacer lo mismo que Jesús hizo en su última comida antes de morir. Cuando celebramos la Misa estamos celebrando la comida pascual de Jesús. A esto lo llamamos también Sacramento de la Eucaristía. Lo que recibimos en este Sacramento son el Cuerpo y la Sangre de Jesús en forma de pan y de vino. Como la Misa es una comida, Jesús, al invitarnos a asistir a Misa, nos está invitando a comer. Al comer (comulgar) tomamos el Cuerpo y la Sangre del Señor (de Jesús) y entonces hay una COMUNION (común unión) pues nos unimos con Jesucristo y con todos los demás que comulgan. ¿Para qué hace esto Jesús? Para estar entre nosotros de una forma especial, para darnos ánimos para vivir como hermanos, como cristianos y para construir el Reino de Dios. Cuando comulgamos nos comprometeremos a entregarnos como Jesús para ayudar y hacer más felices a los demás. ¿Qué es la Eucaristía? La Eucaristía es el Sacramento en el que los cristianos, en un ambiente de fraternidad y alegría, comemos y bebemos el

Cuerpo y la Sangre de Jesús, en forma de pan y vino, para alimentar nuestra vida de Hijos de Dios, y vivir así unidos a Jesús y a los hermanos. ¿Qué es comulgar? Comulgar es recibir a Jesús en la hostia para unirnos a El y para entregarnos como El para el bien de los demás. ¿Qué hace falta para comulgar? 1 Co. 11, 23-26: La primera vez que nos hablan de la Eucaristía. Jn. 6, 55: Recibir la Eucaristía es estar unido a Jesús. 1 Co. 10, 17: Recibir la Eucaristía es estar unidos con los demás. 23. El Sacramento de la Confesión En la vida, cuando ofendemos a los demás, ofendemos también a Dios: ¿no es El el Padre de todos nosotros? Y todo padre se molesta cuando se maltrata a uno de sus hijos. También ofendemos a Dios cuando, sabiendo y queriendo, no hacemos algo importante que El quiere y nos manda para que vivamos como hijos suyos y como buenos hermanos (los Diez Mandamientos), y cuando no vemos, no pensamos, no actuamos como Jesús. Cuando Dios perdona lo hace de corazón, y no le queda ningún rencor ni mal recuerdo, al contrario: una gran alegría. Yo he pecado y quiero contentarme con Dios, ¿qué tengo qué hacer? Lo primero: darme cuenta del mal que he hecho y tener sentimiento por ello con sincero deseo de cambiar. Eso es el arrepentimiento. Lo principal es cambiar, que si antes robaba, ahora ya no robo; si antes mentía ahora ya no miento; si no perdonaba ahora perdono; si antes me peleaba por cualquier cosa, ahora ya no peleo. Pero eso no basta a un cristiano. La comunidad cristiana, la Iglesia es como mi familia. Y cuando yo soy malo y peco, sufre también mi familia, mi comunidad. Y Dios quiere que me contente con ella. Por ello, Jesús resucitado regaló a su Iglesia su propio poder de perdonar los pecados. Ese regalo es el Sacramento de la penitencia o Sacramento de la confesión, en el que el Sacerdote, en nombre de Dios, nos perdona los pecados. El sacerdote, para perdonarme de parte de Dios, tiene que saber de qué me va a perdonar. Para ello yo tengo que decirle mis pecados (confesión), después de haber mirado en mi vida qué fallas (pecados) he hecho contra Dios y contra mis hermanos, y qué cosas buenas que debía hacer a otros no he hecho (eso es el examen de conciencia). Lo principal lo que nunca puede faltar es el que yo quiera cambiar y quiera no volver a hacer ya eso malo que he hecho (propósito de la enmienda), porque eso le disgusta a Dios y por ello también me disgusta a mí (arrepentimiento o dolor de corazón). Al decir yo mis pecados al sacerdote "muestro" mi arrepentimiento y mi deseo de vivir como hijo de Dios, como cristiano. El perdón que el sacerdote me da cuando dice: "Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (absolución) me muestra el perdón de Dios, es Jesucristo quien me perdona por sus sacerdotes. Luego tengo que hacer lo que me manda el sacerdote (cumplir la penitencia) demostrando así que quiero corregirme. ¿Cuándo pecamos? Cuando no hacemos lo que Dios quiere, cuando no seguimos el camino de Jesús, cuando no nos amamos y ayudamos. ¿Cuándo nos perdona Dios? Cuando nos damos cuenta del mal que hemos hecho y tenemos sentimiento por ello, y nos comprometemos a no volver a hacer eso.

Félix Moracho S.J. E mail: aquinatenses@gmail.com Miriam Berenice Vázquez Téllez Puedes consultarnos en digital: http://issuu.com/hectoralfonsorodriguezaguilar

¿Dónde nos perdona Dios? En el Sacramento de la Penitencia, el sacerdote nos perdona de parte de Dios. ¿Qué es el Sacramento de la Penitencia? El Sacramento de la Penitencia (o del perdón) es el sacramento instituido por Jesucristo para perdonarnos los pecados cometidos después del Bautismo. ¿Cuántas cosas hacen falta para hacer una buena confesión? Para hacer una buena confesión hacen falta cinco cosas: Examen de conciencia - Arrepentimiento de los pecados propósito de la enmienda (de cambiar) - Decir los pecados al sacerdote - Cumplir la penitencia. PARA LEER: Lc. 15, 11-32: Como este hijo cometemos fallas, pero así nos perdona Dios. Jn. 20, 19-23: Jesús nos regala el sacramento del perdón. Mt. 6, 14-15: Tengo que perdonar porque Dios me ha perdonado. 24. El Sacramento de la Unción de los Enfermos La enfermedad es triste y la muerte es difícil. Jesús ha querido mostrar que está cerca del enfermo grave para animarle, para aliviarle para decirle que le quiere, que no tenga miedo, que Dios lo acompaña en ese momento difícil. Jesús "muestra" esto en el Sacramento de la unción de los enfermos. Y lo hace por medio de la comunidad cristiana, por medio del sacerdote que visita al enfermo, le unge con aceite y ora a Dios por él. También los cristianos tenemos que visitar y ayudar en todo a nuestros hermanos enfermos. Esto es también seguir a Jesús. ¿Qué hay que hacer cuando algún cristiano está enfermo grave? Hay que llamar, además del médico, al sacerdote para que rece por el enfermo y lo unja con aceite en nombre de Jesús. PARA LEER: St. 5, 14: Recuerda que es unción de enfermos, no de moribundos. 25. El Sacramento del Matrimonio Irma Coromoto y Andrés se quieren mucho. Ellos quieren vivir toda la vida juntos y quieren tener su propia familia. Son novios y un día anuncian a sus padres que se van a casar. Irma y Andrés están seguros que su amor es verdadero y, como son cristianos y tiene fe, quieren casarse por la Iglesia. Ellos hacen esto porque quieren decirle pública y oficialmente a la comunidad cristiana y a Dios, que ellos se quieren, y se juramentan de que ese amor irá creciendo y durará siempre y de que serán testimonio para todos. Ese es el Sacramento del Matrimonio. Cuando hay amor en un matrimonio esto nos "muestra" el amor que Dios nos tiene, porque el amor viene de Dios.

Cuando el amor de los esposos dura siempre, los hijos pueden vivir y crecer felices en el hogar. Los cristianos tienen que acompañar y ayudar siempre a los esposos en todo lo que necesiten. Es una gran maldad destruir la unidad de la propia familia o de los otros. ¿Qué se prometen los esposos en el Sacramento del Matrimonio? Se prometen amarse por toda la vida, tanto en los tiempos buenos como en los difíciles. Se prometen querer y educar a sus hijos. Se prometen también crecer como cristianos. PARA LEER: Mc. 1, 6-9: Así es el matrimonio para Jesús. 26. El Sacramento del Orden Sacerdotal Jesús ha llamado siempre a algunos cristianos para un servicio especial: a que dediquen toda su vida y su tiempo para que todos sigamos a Jesús Cristo y vivamos en Comunidad, en Iglesia. Esos son los "sacerdotes". Son compañeros y amigos de Jesús, predican su mensaje, perdonan los pecados, reúnen a los cristianos para celebrar la Eucaristía, animan a la comunidad cristiana a que se preocupe por el bien de los demás, sobre todo de los más necesitados. Por el sacramento del Sacerdocio Jesucristo, por medio del Obispo, los consagra ("ordena"), no para vivir mejor que los demás, sino para dedicar toda su vida a ser como Jesús y a servir a la Comunidad cristiana (ver tema 17). ¿Qué es el Sacramento del Sacerdocio? Es el que recibe el Sacerdote para poner toda su vida y su tiempo a anunciar el Evangelio de Jesús, a formar la comunidad de Jesús. ¿Qué se necesita para ser Sacerdote? Para ser sacerdote se necesita: ser llamado por Dios,tener intención de dedicar toda la vida a servir a Dios y a la Comunidad Cristiana, y ser aceptado por el Obispo.


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