LOS ELEMENTOS PLÁSTICOS EN EL ANÁLISIS DE OBRA Para analizar una obra debemos tener en cuenta distintos elementos que el artista usa en el medio visual que serán los medios que le ayudarán a comunicar sus ideas. Estos elementos son: la línea, el espacio, la forma, el valor, la textura, el color, la composición, el ritmo, la escala.
Espacio y Form a
Ambos son inseparables, pero para su mejor estudio haremos un análisis por separado.
Espacio
Se lo puede definir como “El continente de los objetos” o “la sugerencia de profundidad o volumen plástico en una obra”; también como “el fenómeno psicológico por el cual la figura se separa del fondo, permitiendo que ésta pase al primer plano, lo que es percibido como distancia entre ambos términos”. El principio básico de la percepción de la profundidad se deriva de la ley de simplicidad; un esquema aparecerá tridimensional cuando pueda ser visto como una proyección de una situación tridimensional asociada con la realidad perceptual. Hay métodos más o menos efectivos de representación de profundidad. La oblicuidad y la disminución y superposición de las formas, nos inducen espacialidad. Para su análisis en la obra de arte, el espacio puede ser: El espacio por Superposición y Empequeñecimiento de formas La manera más simple de generar espacio es a través de la superposición de formas y figuras. Se observa en el arte egipcio y religioso y en el arte moderno.
Arte egipcio. Superposición de formas.
Espacio por superposición y empequeñecimiento de formas.
Espacio por oblicuidad, superposición y disminución de tamaños.
A. Berni, “Los astros sobre villa cartón”, detalle, 1961 Espacio por superposición de texturas.
El espacio Chato o Bidimensional El aquél que no presenta ningún factor tridimensional o ninguna sugerencia espacial. Encontramos ejemplos en el arte religioso y arte del S XX. Por distintas razones el espacio ha sido un elemento importante de representación o de ausencia de ella. En el arte religioso en general, el hombre necesitó que las formas derivadas de la naturaleza fueran de carácter sagrado, ya que todo su arte lo era; de manera que el espacio real se evitó y se reemplazó por una planimetría que acercaba al hombre al ideal divino; el fondo de dorado a la hoja era muy común en el Medioevo, la planimetría en la representación del arte de Asia menor y Egipto cumplía con esta regla. En el arte moderno, en cambio, la planimetría responde en general a la representación de una idea o concepto abstracto.
Arte Egipcio
J. Iordanoff,
“Dos decenas”, 2005
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