1 Junio de 2008
REVISTA
JURテ好ICA
Resoluciテイn 0340 marzo 31/95 - Ministerio del Interior Tarifa Postal Reducida No. 1045 - ISSN 0124 - 5414
Ediciテウn Especial
Ar te y Liter atur a Arte Litera tura
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CONTENIDO Presentación Comunicado a la Opinión Pública Una Patria - William Ospina Bolivar Jorge Eliecer Gaitán–Efraín Isaacs Marx, Rimbaud y la Comuna de París – Fernando Rendón Las fosas en el Nuevo Reino de Macondo – Luis E. Saavedra Empixis - Fernando Iriarte La Música, El misterio que nos cuida – Francisco Amín Escalona es Escalona Ciro A. Quiroz Otero El Juicio – José Martínez S. Un cuento por encargo Iván David Ortíz P. Los Nadaistas y la Armada Jotamario Arbeláez Auguro la caída del señor Presidente – Elmo Valencia Palabras de Ricardo Sánchez José Martí – Miguel Jimenez Homenaje al Escritor Alberto Montezuma – Edgar Bastidas U. Algo del verano pasado Sonía Truque Vélez El nido del Centauro Andrés Nanclares Aforística sobre la senectud Hernán A. Ortíz Rivas El control democrático constitucional – Mario R. Montoya Poética de la cocina María Isabel García M Declaraciones del Verdugo Fernando Denis Un sentimiento Jorge Eliecer Franco Pineda Tres poemas – Nicolás Suescún Mi cadáver Milenario Rafaél Escobar G. El Palacio Ajusticiado Arturo Arcangel Dos poemas – Alejandro Gómez Corre Corre – Zabir Hernández En el puerto de Santa Lucía Julián Malatesta Cuba . Naum Múnera Mea Culpa - Guillermo E. Mejía Nosotros los comunes Francisco Martinez Libertad para los cinco cubanos
Presentación 3 4 5 7 20 23 27 30 34 37 40 42 46 47 48 51 53 56 59 60 64 67 68 69 71
Una de las funciones sociales de todos los tiempos y que ocupan gran parte de la actividad diaria de hombres y mujeres de palabra es la observación crítica del medio que les tocó vivir. En un país como el nuestro en el que la memoria que tenemos desde 1945 a la fecha es la de los sucesivos genocidios de movimientos políticos y sociales como el gaitanismo, la Unión Patriótica, los muertos del M 19, del Moir, los asesinatos sistemáticos de líderes sindicales, comunicadores, ambientalistas y defensores de los derechos humanos, provocan estados de ánimo depresivos, porque quién quiere ver a su pueblo caer abatido por las balas de gobiernos exterminadores. Es entonces que la palabra creadora surge como una manera de exorcizar el miedo, como una posibilidad de cuestionar desde la orilla de la poesía, el ensayo, la narrativa, de formular el sueño de que Colombia sea en verdad un buen vividero. En tiempos tan difíciles como el que nos ha tocado resistir, seguramente sacando fuerzas para escribir una línea, conjurando el miedo, uniendo nuestras voces en un solo sentido, el de desmontar el miedo, el de no aceptar que nuestro pueblo le tiene miedo a la libertad, como lo ha demostrado en las últimas marchas, la del 6 de marzo y la del 9 de abril pasados, donde la concurrencia masiva, la agitación crítica a este gobierno, la asistencia de tantas y tantas personas de todas las edades, el conjurar el miedo a ser desaparecidos por asistir a las marchas contra el gobierno de Alvaro Uribe, ha ido fortaleciendo un tejido crítico, una palabra creadora, una palabra cargada de sentido y de futuro como lo ha sido siempre la buena poesía.
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En este número de Contorno Judicial participan con sus textos hombres y mujeres que han hecho del oficio de escribir el oficio de vivir con sentido crítico al manejo político del país, con la esperanza de que por fin derrotemos el terror, que podamos salir de la temible certeza de que en Colombia la esperanza está herida de muerte.
Sonia Nadhezda Truque
4 COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA La Rama Judicial de Colombia, por intermedio de su Comisión Interinstitucional, expresa: 1º.- Su irrestricta solidaridad y confianza en la actividad que realiza la Corte Suprema de Justicia y en las condiciones personales y profesionales de sus Magistrados. 2.- En un Estado Social de Derecho como el Colombiano, fundado en el principio de separación de poderes y la plena vigencia de derechos fundamentales, la administración de justicia actúa con fundamento en el derecho preestablecido, aplicado con criterios de objetividad. Las reglas de juego en las que se funda la competencia, la investigación y las sanciones no deben ser modificadas obedeciendo a criterios coyunturales, ni depender de los sujetos a quienes se les aplica. El respeto por las reglas de juego es expresión genuina de la seguridad jurídica. 3º.-La infiltración de paramilitares, guerrilla y demás grupos armados al margen de la ley en distintos sectores del Estado constituye el real y verdadero problema que debe combatir y resolver la Sociedad Colombiana. El funcionamiento de la justicia, la manera como se adelantan los procesos, la estructuración de las instancias, el derecho de defensa y demás elementos del debido proceso, constituyen los mecanismos previstos por el Estado para la solución de los conflictos, no el problema de fondo. 4º- Todos los colombianos pueden seguir confiando en la objetividad de los Jueces y Magistrados de Colombia, así como contribuir al fortalecimiento de la justicia. - Bogotá D.C., Abril 22 de 2008 FRANCISCO JAVIER RICAURTE GÓMEZ Presidente Corte Suprema de Justicia HERNANDO TORRES CORREDOR Presidente Consejo Superior de la Judicatura HUMBERTO ANTONIO SIERRA PORTO Presidente Corte Constitucional JESAEL ANTONIO GIRALDO CASTAÑO Presidente Sala Administrativa Consejo Superior de la Judicatura ENRIQUE GIL BOTERO Presidente Consejo de Estado LUIS FERNANDO OTÁLVARO Representante de Funcionarios y Empleados de la Rama Judicial
Director
Héctor de Jesús Rivera Londoño Jefe de Redacción: Armando Orozco Corrector Estilo: Guillermo Bustamante Gerente Comercial: Israel Beltrán. Fotografía: Miguel Gonzalez, Lucio Lara, Maureén Maya. Periodistas Asesores: Carlos Andrés Martínez, José Luis Rendón C, Sonia Sánchez, Traductor Inglés-Francés: Jorge Cuesta Cultura: Hugo Correa Londoño. Colaboradores Oscar Dueñas Ruíz, Julio Gilberto Lancheros, Jorge Franco Pineda, J. Mario Arbeláez, Manuel G. Méndez Prieto, José A. Galán Gómez, ErnestoAmézquita Camacho, Erika Cruz Moreno, Luis Carlos Domínguez, Hárrison Vásquez M. Nélson Linares, Sergio de Zubiría S, Gustavo Rojas Arciniegas, Vicente Pérez Silva, Leonardo Gutiérrez B, Oswaldo Viloria A, Jorge Barrera A., Edgar Fajardo M, Hernando Archila, Francisco Amín, Alvaro Licona, Alberto Acevedo V., Alvaro Vásquez Melo, Fernando Avendaño P., José B.Cruz Murillo, Carlos Sánchez Ch. Andrés de Zubiría S, Ernesto Pavel Santos, Rafael Galvis Jaramillo, Jorge Arenas S., Ricardo Díaz Rodríguez, Fernando Pardo F.,Orlando Bernal Morales, Roberto Chamucero, Wanda Fernández León, Orlando Morales A., Sebastian González, Martha Medina, María Isabel García M., Lucy Quinto Murillo, Claudia Patricia Pulido, María Paola Chávez O, Ismael Augusto Meló, Iván David Ortíz Palacios, Alvaro Carreño, Eduardo Umaña Luna, Fernando Rendón M., Nicolás Suescún, Mario Giraldo V., Cesar Vélez, Luz Marina Alvarez, Antonio Mejía G.. Medellín Nodier Agudelo B., Andrés F. Nanclares, Oscar Laínez R., Jorge Valencia J., Yira Cristina Rivera González, Tánia B. Rivera Cruz, Fabio Sosa. Ibagué Luis Augusto Méndez R., Narces Lozano H., Gregorio Sánchez. Barranquilla Natividad Pérez Coello, Nelson Cantillo V., Zaneida López Cuadrado. Cali Ornar Eduardo Garcés, Edgar Zúñiga O. Manizales Uriel Gómez C., William Leal Valledupar Franklyn Martínez. Edición y diagramación Jorge Luis Villada L. Plumillas de portada, contraportada y páginas 50, 58 (oleo) y 59 del pintor y poeta Armando Orozco Suscripciones: Teléfono: 6063822 Móvil: 310 3026922 E-mail: contornojudicial@hotmail.com Sitio Web: www.contornojudicial.com Bogotá D.C. - Colombia
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Una patria William Ospina Escritor y poeta
Proclama de la marcha del 6 de marzo, en solidaridad con las víctimas del paramilitarismo, los agentes del Estado, y por el acuerdo humanitario, leída en la Plaza de Bolivar de Bogotá
Allí donde muere un hombre a manos de otro, allí donde muere un ser humano por la voluntad o la negligencia de otros, donde los poderosos cierran sus ojos ante el destino de los humildes, donde los humildes cierran sus ojos ante el destino de los poderosos, donde maneras distintas de pensar no pueden convivir; allí donde para que unos vivan se necesita que otros mueran, allí no hay una patria. Queremos una patria. Necesitamos una patria. Una patria marcada por el amor a lo propio y no por el odio a lo ajeno. Una patria generosa y humana, donde el primer
mandamiento sea la dignidad de cada uno y de todos. Porque no es la pobreza lo que más humilla sino la falta de un lugar en la memoria, la falta de un lugar en el proyecto histórico, la falta de un lugar en la mitología de la nación. No creemos que se pueda rechazar unos crímenes sin rechazar otros. Rechazamos todas las prácticas que profanen la dignidad humana, el asesinato, la masacre, el secuestro, el robo de tierras, la desaparición forzada, y por encima de todo la anulación de las posibilidades de millones de personas por la codicia de unos cuantos.
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El hecho de que esta marcha esté orientada a rechazar las masacres, el inmenso despojo de tierras y el desplazamiento causado por los paramilitares, no significa que no rechacemos con igual indignación el secuestro y el asesinato obrados por las guerrillas, lo mismo que la corrupción y los crímenes de Estado. Que todo el que haya cometido crímenes contra nuestro país pague por ellos, se someta a la ley y proceda a la reparación, incluido, por supuesto, todo aquel
que desde el Estado haya violado la ley, ya que el Estado debe ser el primero en sujetarse a la ley y responder ante la sociedad. Necesitamos una patria, queremos una patria en la que quepamos todos, porque, como decía el maestro Estanislao Zuleta: el crimen es falta de patria para la acción, la perversidad es falta de patria para el deseo, la locura es falta de patria para la imaginación.
Bogotá, 6 de Marzo de 2008
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Bolivar "Sin Bolívar, la humanidad habría quedado incompleta" Miguel de Unamuno
El próximo 24 de Julio, tendremos la feliz oportunidad de conmemorar 225 años del Natalicio del Libertador Simón Bolivar, que Gabriel García Márquez tuvo el acierto de bajar del pedestal de bronce erigido por la historia oficial, para mostranos al costeño que renunció a su fortuna y ascendencia monárquica, para liderar la causa libertaria de los indios, negros y mestizos de esta inmensa región de América que alguna vez fue La Gran Colombia. Bolivar, el hombre de las dificultades, cuyo cuerpo agotado por el desengaño, las traiciones y la tristeza fue presa fácil de la tuberculosis que le arrebató la vida cuando apenas había cumplido 47 años de edad. Le faltó tiempo para culminar su sueño de la unión e integración americana, mediante la fusión de toda la América meridional en un cuerpo de naciones hermanas, porque tenía claro que «la Patria es América». Para quienes con orgullo nos proclamamos bolivarianos y creemos que Bolivar está vivo en la memoria colectiva, hemos considerado importante ofrecer a nuestros lectores un resumen de los escritos sobre Bolivar del historiador Paul Verna que, indudablemente, contribuirá a la campaña orientada a rescatar del olvido al Libertador.
Origen y años de formación Simón Bolívar nació el 24 de julio de 1783 en Caracas que era entonces la sede principal de la Capitanía general de Venezuela. Era el cuarto y último hijo del matrimonio de Juan Vicente Bolívar y Ponte con María Concepción Palacios Blanco. Dos hermanas, María Antonia y Juana, y un varón, Juan Vicente, lo precedían. Venia de una familia blasonada y el primer Bolivar que se estableció en Venezuela, nombrado en 1589, Secretario del Gobernador y Capitán General, llevaba el mismo nombre: Simón. Cinco generaciones de Bolívar implantadas en la colonia con poder político y económico, permitieron que Simón naciera en una cuna de terciopelo y oro. Pero ninguno de sus antepasados monárquicos hubiera podido prever que el último vástago de esa alcurnia iba a
romper con la noble estirpe española y convertirse en revolucionario, en héroe y Libertador y crear, en estas tierras americanas, antes patrimonio y florones de la Corona, patrias nuevas y soberanas, libres e independientes de España. En la Caracas colonial cuya población no sobrepasaba unos 30.000 habitantes, creció como todos los niños de su rango social: mecido en los brazos de una esclava negra llamada Hipólita, su nodriza, a quien amaba como a una segunda madre. No había cumplido los tres años cuando murió su padre, en enero de 1786, y tenía apenas nueve cuando se quedó huérfano con la muerte de su madre en 1792. Y como sus dos hermanas se casaron poco después, quedó primero al cuidado de su abuelo materno, Don Feliciano Palacios, y luego, de su tío y tutor Carlos Palacios. Huyó de la casa de su tío para refugiarse al lado
8 de su hermana María Antonia ya casada. A raíz de este incidente, el joven Simón fue confiado a Simón Rodríguez quien dirigía en esa época una escuela de primeras letras en Caracas. Pedagogo liberal y excéntrico, de vasto pensamiento universalista, supo sembrar en el alma de su alumno el germen de las ideas nuevas: "Usted formó mi corazón para la libertad, para la grandeza, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló", escribió Bolívar a Rodríguez muchos años más tarde. Otro de sus profesores fue el célebre Andrés Bello, conocido como el Maestro de América y el más grande humanista del Continente.
El joven militar Simón Bolivar
Primer retrato de Bolivar - hecho en España
A los 14 años, Simón ingresó, con el rango de cadete, en el batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua, y un año más tarde era ascendido a subteniente.
El 19 de enero de 1799 fue un gran día en la vida de Bolívar. A los 15 años y medio, se embarcó en La Guaira rumbo a España. Tras una larga travesía que lo llevó primero a Veracruz (México), la cual aprovechará para visitar la capital virreynal, y luego de una corta estancia en La Habana, llega al puerto de Santoña (España), el 31 de mayo de 1799. Ya a principios de junio, está en Madrid, descubriendo con sus ojos ardientes y ávidos, la ciudad monumental. Pronto con sus tios Esteban y Pedro Palacios, conocerá la Corte y a los personajes decadentes que rodean a Carlos IV, la vida aristocrática, y sobre todo se dedicará a estudiar y a leer. Alterna las matemáticas con la esgrima y el baile, la historia de la que es apasionado, con las clases de francés, la literatura con el dibujo. Aprendió mucho con sus tíos y sobre todo con su verdadero tutor intelectual en Madrid, el marqués de Ustáriz. Pero llegado de su Caracas tropical, y aun lleno del embrujo afrodisiaco se enamoró rápida y profundamente de una prima, María Teresa del Toro.
9 Tenía entonces 17 años y era normal que don Bernardo, padre de Teresa, le dijera esperar un poco que el invierno europeo temperara su ardor criollo y que la barba le creciera al mentón juvenil. Supo esperar, en Madrid primero, luego en Bilbao. En enero de 1802, se dirige a Francia por Bayona y Burdeos para descubrir a la Ciudad Luz y, puesto que su matrimonio estaba casi fijado, enterrará allí su vida de soltero. Y la enterró a fuerza de champaña en los numerosos cafés y cabarets de las arcadas del Palais Royal, centro palpitante del París sensual y mundano. "No hay en toda la tierra una cosa como París -esté Ud. seguro que si vengo a vivir a Europa, no será en otra parte que en París", escribió él poco después a su amigo francés Alexandre Dehollain. Regresa luego a Madrid para contraer matrimonio con María Teresa, el 26 de mayo de 1802. Viene el retorno alegre a la tierra natal, ansioso que era de hacer descubrir a su esposa las bellezas tropicales de su patria. Sólo ocho meses duró la luna de miel en la paz bucólica de su hacienda de San Mateo y en Caracas. María Teresa moría el 22 de enero de 1803 de fiebre amarilla dejando inconsolable al joven viudo de 19 años. A principios de 1804 Bolívar estaba de regreso en Europa. De Cádiz pasa a Madrid a consolar a su suegro y, en abril, se dirige hacia Francia. Sus amores con Fanny Du Villars y con Teresa Laisney no le impiden dedicarse a intensas actividades intelectuales y a enriquecer sus conocimientos con hombres de ciencia tales como Humboldt y Bonpland que serán sus amigos en París. Lee mucho, va al teatro y sigue con pasión las transformaciones sociales y políticas que se producen en Francia y revolucionan la vieja Europa. La gloria de Napoleón aclamado por todo un pueblo crea en él fuertes e inolvidables emociones. Admira apasionadamente al republicano, al héroe nacional, al Primer Cónsul, pero despreciará al hombre que se hace coronar emperador. Fue en París sin embargo donde, por primera vez, se sintió atraído también por la gloria y la libertad y donde pensó en la independencia de su país y de la América española. Había sido electrizado por el ejemplo de Napoleón, héroe popular, pero lamentaba que éste se apartara "de la sublime misión que el genio de la libertad le había confiado" y la co-
rona con la cual se ciñó el Emperador las sienes en Notre Dame le pareció una cosa despreciable. En París, Bolívar ha vuelto a encontrar a su maestro, su preceptor, y amigo, el ilustre y extraordinario Simón Rodríguez que acaba de traducir Átala al castellano y, pensándose perseguido por la monarquía españóla, ha cambiado su nombre por el de Samuel Robinson. Con él y su amigo y primo Fernando Toro, se dirigen hacia Italia. Y para que puedan gozar de las bellezas de los agrestes paisajes de Saboya y de los Alpes, según indicaba Robinson (a quien Bolívar llamaba el Sócrates de Caracas), habrá que viajar a pie y así lo hicieron. Venecia, Ferrera, Bolonia, Florencia marcan las primeras etapas del recorrido italiano que les conducirá a Roma.
Allí fuertemente impresionado por los siglos de gloria republicana e imperial, por los recuerdos imborrables que dejaron en la historia del mundo tantos grandes pensadores, filósofos y militares, y pensando en el destino de su propia patria y de toda la América subyugada por España, corre ha-
10 cia la cima de la colina del Aventino, y frente al Capitolio y al Coliseo lanza a los cuatro vientos su famoso juramento: "Juro... que no daré descanso a mí brazo ni reposo a mi alma hasta que no haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español". De regreso a París, a principios de 1806, su curiosidad universal lo llevará a iniciarse en los ritos de la Gran Logia de San Alejandro de Escocia, donde es recibido compañero-masón por el Venerable La Tour d'Auvergne. Pasa los últimos meses de su estancia parisiense en compañía de su buen amigo Alexandre Dehollain y, por Holanda, va a fines de año a Hamburgo para embarcarse hacia los Estados Unidos. El primero de enero de 1807, desembarca en Charleston. Visita luego Philadelphia, Washington, Nueva York y Boston. "Por primera vez, contará más tarde, he visto en un país el ejercicio de la libertad racional". En junio de 1807 Bolívar está de regreso a Caracas donde ya empieza a fomentarse un espíritu de oposición entre los miembros de la alta burguesía criolla, los mantuanos, contra los altos funcionarios de la metrópoli. La Cuadra Bolívar, casa veraniega de los Bolívar, sirve de lugar de reunión a los descontentos. Y el 19 de abril de 1 810, el pueblo reunido en cabildo abierto destituye al Gobernador y Capitán General Emparán y lo reemplaza por una Junta Suprema de Gobierno que, bajo las apariencias de "conservar los derechos del Rey", marca la primera manifestación de Independencia de Venezuela y, de hecho, su separación de España. En junio de 1810, nombrado coronel por la Junta Suprema, viaja en compañía de Luis López Méndez y Andrés Bello, en misión diplomática a Londres, para solicitar el respaldo del Gobierno británico. !Qué grandes debieron ser la emoción y alegría del joven coronel de 27 años, al estrechar en sus brazos al veterano e ilustre General Miranda, quien desde hace más de veinte años, predicaba y luchaba, por todos los medios, por la Independencia de América Latina a la que llamaba "Colombia". En la casa de Miranda, en Grafton Street, envuelta de bruma londinense, se decidió entre Miranda y Bolívar la suerte de Venezuela:
Venezuela será libre e independiente, y para ello volverá a su tierra natal el viejo General. En Caracas, Bolívar es uno de los oradores más vehementes de la Sociedad Patriótica, especie de Club Jacobino copiado de los grupos políticos del París de 1789, cuya meta principal es la Declaración de la Independencia. Ante los temores y vacilaciones de un Congreso que piensa que la Independencia debe lograrse por etapas, se rebela el espíritu del joven revolucionario: "Trescientos años de calma ¿no bastan?.. Pongamos sin temor la piedra fundamental de la libertad suramericana: vacilar es perdernos". Y al día siguiente de pronunciar estas palabras, el Congreso proclamaba la Independencia completa de la República de Venezuela. Era el 5 de julio de 1811.
Bolivar por Ducarme
Pero la reacción española no se hizo esperar. Grupos de realistas se lanzan al asalto de Caracas. Fue cuando empezó la larga, cruenta y sangrienta guerra de Independencia de Venezuela y América. Un hecho aislado vino a fortificar sicológica y militarmente la posición de los realistas: el terremoto que destruyó la ciudad de Caracas el 26 de marzo de 1812. Ante las lamentaciones del pueblo incul-
11 to que arrodillado en las calles, pedía perdón a Dios, pues creían, por insinuación de los clérigos españoles, que se trataba de un castigo divino contra la ciudad que había proclamado la Independencia de Venezuela de la Corona española, Bolívar subió sobre las ruinas del Convento de San Jacinto, frente a su casa natal, y tomó la palabra para tranquilizar a la población. Terminó su arenga gritando que "Si se opone la naturaleza, lucharemos contra ella y la haremos que nos obedezca". "¡A las armas!" para defender a la Patria naciente. Y el joven coronel Bolívar va a Valencia con Miranda a someter a los rebeldes. Luego le confían la dirección de la fortaleza de Puerto Cabello, plaza que pierde a raíz de la traición de uno de sus tenientes llamado Vinoni. Bolívar pudo esconderse y salir de Venezuela, escapando así de las represalias sangrientas del vencedor español.
grados militares y le dieron un comando. Con la ayuda del Gobernador del Estado, Rodríguez Torices, y la de Pedro Antonio Leleux, el joven francés que conoció en Londres en 1810 y que llevó con él a Venezuela y quien ya ocupa el cargo de Secretario de Estado de Cartagena, va a emprender su campaña contra Venezuela. La Historia calificó esta campaña de admirable. Casi 2.000 Kilómetros iba a recorrer en pocos meses, desde Cartagena hasta Caracas, donde llegó el 6 de agosto de 1813 después de haber decretado la guerra a muerte contra los españoles para fortalecer los sentimientos patrióticos de los venezolanos, víctimas ya de una guerra sin piedad, en la matanza y el odio. La ciudad de Mérida, en Venezuela, ya lo saludó con el título de Libertador el cual le será ratificado en Caracas y pasará con su nombre a la eternidad: Simón Bolívar, Jefe Supremo y Libertador de Venezuela, antes de serlo de otras comarcas de América.
Decreto de guerra a muerte firmado por Bolivar
Bolivar por Villain
La carrera militar de Bolívar empezó pues por una gran derrota. Ahora en el exilio, primero en Curazao, luego en Cartagena. Cartagena lo recibió con los brazos abiertos. Le reconocieron sus
Esta Campaña Admirable realizada en alas de huracán con venezolanos y granadinos conducidos por Ricaurte y Girardot, implantó en Venezuela la Segunda República a la que el Libertador empezó a organizar. Pero como la primera, no duró mucho tiempo. Monteverde y Boves empezaron una guerra de exterminio contra los patriotas y
12 Bolívar, después de emigrar a Oriente, tuvo que abandonar el país por segunda vez (setiembre de 1814). Así, desapareció la Segunda República de Venezuela. Otra vez Bolívar se dirige a Cartagena de Indias, entonces uno de los pocos baluartes de la libertad en América. Se presenta luego al Congreso de la Nueva Granada. El Presidente Camilo Torres lo recibe con estas palabras de bienvenida: "Vuestra patria no ha perecido mientras exista vuestra espada. Habéis sido un militar desgraciado, pero sois un grande hombre". Nombrado Capitán general de la Confederación de la Nueva Granada, vuelve a Cartagena pero las divisiones que existen allí, entre los patriotas y que están a punto de convertirse en verdadera guerra civil, llevan a Bolivar a tomar la decisión de alejarse de la Nueva Granada. Al día siguiente, 9 de mayo de 1815, se embarcaba para Jamaica. Era por tercera vez que Simón Bolívar tomaba el camino del exilio, siempre rumbo al Caribe. En Jamaica, no consigue la ayuda que solicita de las autoridades inglesas para reanudar la lucha en Costa Firme. Por lo tanto se consagrará a escribir, a justificar la revolución y la independencia de América Latina. Uno de los documentos más importantes del largo ideario de Bolívar es el que ha sido conocido como "Carta de Jamaica" donde con visión genial y profética analiza la realidad histórica de las distintas regiones americanas al mismo tiempo que anuncia la futura unión de Venezuela y Nueva Granada y se pronuncia sobre el Pacto Americano, complemento de la Emancipación, que habrá de ligar a los nuevos Estados americanos: "Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nación con un sólo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo... ¡Que bello sería el Istmo de Panamá si fuera para nosotros, lo que el de Corinto para los griegos! Ojalá que algún día, tengamos la fortuna de instalar allí un augusto congreso de los representantes de las repúblicas, reinos e imperios a tratar y discutir sobre los altos intereses de la paz y de la guerra, con las naciones de las otras tres partes del mundo..." El hombre que soñaba tan brillante porvenir para su América vivía, en el mismo momento que es-
cribía esas líneas, en una situación vecina de la miseria y de la desesperación. No disponía ni de un fusil, ni de una goleta ni siquiera de diez soldados. Asi era Bolívar: vencido o derrotado por las circunstancias, su alma no dejaba de pensar en lo más grande y lo más sublime. Poco después escapaba milagrosamente del puñal asesino de Pió, joven esclavo que tenía a su servicio y que, comprado por los Españoles, dio muerte al capitán Amestoy que, aquella noche, se acostó en la hamaca de Bolivar. Era el 10 de diciembre de1815.
Bolivar por Kepper
Es cuando se decide viajar a Haití "el asilo de todos los republicanos de esta parte del mundo" como la llama el propio Bolívar, para solicitar del Presidente Alejandro Petión, las armas y socorros necesarios que le permitirán emprender una expedición contra Costa Firme. El 24 de diciembre de 1815, llega a Los Cayos que se convertirá en poco tiempo en el Centro de la Revolución americana y a la que afluyen todos los emigrados y exiliados venezolanos y neogranadinos así como los heroicos y últimos defensores de la plaza fuerte de
13 Cartagena que ya ha sido ocupada por Morillo. Todo lo que fue material y moralmente posible hacer para ayudar al Libertador a realizar su grandiosa empresa, Petión lo hizo. Y cuando, fracasada en parte la Expedición de Los Cayos, volvió Bolívar a Haití, de nuevo recibió todo lo que faltaba para retornar a Venezuela en su segunda expedición. Y como premio por la ayuda prestada, Petión sólo pidió a Bolívar que proclame la libertad de los esclavos en todos los países que él libertaría. Y así lo hizo Bolívar, cumpliendo su promesa al magnánimo haitiano. Mas para realizar ese sueño de liberación continental, a Bolivar aún le falta todo. Con una energía extraordinaria empieza a organizar un gran ejército haciendo ver a todos los jefes de guerrillas y de partidas, diseminados en el Oriente y el Sur del país la importancia de unirse bajo una sola dirección para coordinar exitosamente la acción militar. Su primera meta será la ocupación de la Guayana venezolana, región rica en todas clases de recursos que permitirá, con la ocupación de Angostura (actual Ciudad Bolivar), disponer de un importante puerto fluvial, tener acceso al comercio internacional, recibir armas, municiones y hombres y navegar por el Orinoco que atraviesa todo el resto del país hasta la frontera con Nueva Granada. Lograda esa primera parte de su objetivo, Bolivar se empeña en crear en Angostura la sede de un verdadero gobierno, de la Tercera República. Instala en seguida un Consejo de Estado y un Consejo de Gobierno. Organiza la administración de la justicia con la creación de tribunales. Convoca a elecciones, llama a los exiliados dispersos en el Caribe a participar en la formación de la nueva República y en la defensa de la patria. Angostura se ha convertido en una verdadera capital. Pero para lograr la consolidación de tantos esfuerzos, es preciso luchar también contra la anarquía de ciertos caudillos militares. Y fue asi como, después de un juicio militar, el General Manuel Piar, heroico vencedor de cien combates y batallas, es fusilado en Angostura, en octubre de 1817. Es importante destacar que desde su regreso de Haití, un elemento nuevo vino a consolidar el ideario revolucionario de Bolívar: la igualdad social
que, con la liberación de los esclavos, daba una característica nueva a la lucha. Hombres de todas las condiciones formaron filas en los grupos republicanos, sin diferencia de color, posición económica, títulos y educación. Negros ayer esclavos, eran ahora soldados iguales a sus amos... y los indios sintieron al fin el orgullo de vivir iguales con los descendientes del conquistador, del cacique nacional, del amo de la colonia. Pero al Libertador aun le faltaba la colaboración del más importante de los caudillos, José Antonio Páez quien ha formado en los inmensos llanos de Apure un verdadero ejército de millares de hombres que no obedecen sino a una sola voz, a la suya. A principios de 1818, ya Bolívar va a la búsqueda de Páez y a descubrir ese inmenso y peculiar mundo de los llanos, y conocer de cerca a sus indomables habitantes, los llaneros. Páez le recibe como a un hermano y el ejército de Apure lo aclama jefe supremo. Allí asiste Bolívar a escenas de batallas extraordinarias libradas por Páez y sus llaneros. Después de realizar con Páez su campaña del Centro que debía conducirlo hasta Caracas pero que, entre reveses y victorias, no pudo ser concluida, el Libertador ha regresado a Angostura, la capital, donde ya se imprime el periódico de la Revolución y del Gobierno, el "Correo del Orinoco" y a la que llegaron los primeros voluntarios ingleses que vienen a ofrecer sus servicios a la patria venezolana. El 15 de febrero de 1819, Bolívar instala el Congreso ante el cual pronuncia uno de sus más magistrales discursos que encierra las bases políticas, sociales, jurídicas y administrativas de la nueva República. "Un gobierno republicano ha sido, es y debe ser el de Venezuela: sus bases deben ser la soberanía del pueblo, la división de los poderes, la libertad civil, la proscripción de la esclavitud, la abolición de la monarquía y de los privilegios", declara el Libertador en su discurso, insistiendo sobre la libertad de los esclavos: "Imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos como imploraría mi vida y la vida de la República".
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Paso de los Andes, Boyacá y creación de Colombia El 27 de mayo de 1819, desde el pueblo de Mantecal, emprendió Bolivar su famosa campaña de Boyacá. Al llegar al pie de los Andes, en la villa de Pore, habían ya recorrido 600 Kilómetros, atravesando ríos caudalosos, quebradas, desiertos inhóspitos, venciendo mil dificultades y obstáculos. Para penetrar en Nueva Granada, ha escogido la ruta más difícil que hay que atravesar, la del Pisba y que a nadie se le pudiera ocurrir semejante hazaña o locura. Cinco largos días lucharon las tropas para cruzar los Andes. Abrumados por la fatiga, el frió y por las lluvias que caían día y noche, muchos murieron en el camino. Ese ejército moribundo llegó a Socha sin un caballo, sin una montura, y aún sin lanzas. Durante la travesía del páramo, bolívar es uno de los pocos que reanimaba a la tropa con su presencia y su ejemplo. Anzoátegui, en carta a su esposa, comentó: "Sólo el genio del Libertador pudo salvarnos y nos salvó efectivamente". En efecto, en pocos días y gracias a su enérgica actividad, ese ejército semidesnudo y moribundo recobraba todo su vigor y audacia».
Después de librar los combates de Corrales de Bonza y Gameza y ganar la batalla de Pantano de Vargas, Bolívar lanza sus tropas contra las del general Barreiro en Boyacá, a las 2 de la tarde del 7 de agosto de 1819. Antes de la caída de la noche, la victoria más completa coronaba los esfuerzos de los patriotas. Barreiro y todo su ejército 1.600 hombres - fueron hechos prisioneros. Nueva Granada era libre. El camino de Santa Fe de Bogotá quedaba definitivamente abierto a los patriotas.
En la tarde del 10 de agosto hacía Bolívar su entrada triunfal en la capital, entre repiques de campana, fuegos artificiales y coronas de flores. Después de dejar al general Santander, encargado del Gobierno de Nueva Granada con el título de Vicepresidente, regresa el Libertador a Angostura donde es recibido en triunfo. El 17 de diciembre de 1819, crea la República de Colombia, conocida luego como Gran Colombia y compuesta de las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá. Cuando el Libertador a raíz de la victoria de Boyacá se dirigió en una proclama a sus soldados, les dejaba ver que su misión libertadora no había terminado: "Vosotros no erais doscientos cuando empezasteis esta asombrosa campaña, ahora que soís muchos millares, la América entera es teatro demasiado pequeño para vuestro valor (…) Bien pronto, la capital de Venezuela os recibirá por tercera vez..."
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Entrada de Bolivar a Santa Fe de Bogotá, Agosto 10 de 1819
Libre la Nueva Granada, era normal que Bolívar pensará en su tierra natal cuya capital y gran parte del territorio estaban aún ocupados por las fuerzas realistas. La Revolución liberal que estalló en España vino a facilitar los planes del Libertador. Después de ocupar las provincias venezolanas de Mérida y Trujillo, acepta firmar un tratado de armisticio y otro de Regularización de la Guerra que el gobierno español ofrece a los patriotas. Acepta una entrevista con el general Morillo, el 27 de noviembre de 1820. Pero algunos meses después, a la expiración del Armisticio, Bolívar, a la cabeza de su ejército, se pone en marcha hacia Caracas. Esa campaña será considerada como la obra maestra de su talento militar. El 24 de junio de 1821 se enfrenta a los ejércitos españoles conducidos por el general La Torre y los destroza en el campo de Carabobo. Sólo se salvó la tercera parte que retrocedió hasta Puerto Cabello. Los españoles pasaban de 6.000 hombres y el ejército libertador tenia igual fuerza. El general Páez y todos los soldados patriotas así como
los de la Legión Británica se cubrieron de gloria aquel día. La victoria de Carabobo sellaba definitivamente la independencia de Venezuela. Cinco días más tarde, el Libertador entraba a Caracas, su ciudad natal, de la que estuvo ausente siete años, llevado en triunfo por el delirio patriótico de todo un pueblo.
Hacia el Sur: Ecuador primero Sólo dos meses después de la victoria de Carabobo, Bolívar ya pensaba en la liberación completa del Sur, del Ecuador y del Perú. Para realizar lo que el Libertador llamaba "una santa misión", escogió al joven general Antonio José de Sucre. Bolívar en persona conduce al ejército del Norte y Sucre el del Sur. Poco después, Sucre vence al ejército español en la batalla de Pichincha, el 24 de mayo. El Ecuador ya es libre. En la tarde del 16 de junio, Quito recibió con un entusiasmo delirante al Libertador. Mas que los saludos y ma-
16 nifestaciones de alegría que acompañan la entrada de Bolívar por las calles de Quito, éste ha sido conquistado por la sonrisa y las flores que le lanza desde su balcón una encantadora quiteña. Era Manuela Sáenz que se convertirá en el gran amor de Bolívar, el de sus últimos años de vida.
Manuelita Saenz
El 11 de julio llegó Bolívar a Guayaquil y dos días después decreta la incorporación de ese puerto a Colombia. El día que los dos grandes hombres de la América del Sur, Bolívar y San Martín se abrazaron en Guayaquil, marcó por cierto el principio de una visión fraternal que habrá de regir las relaciones de los países de Iberoamérica. Y San Martín, de regreso a Lima, enfatizará ese encuentro en su proclama para los pueblos y la historia: "Tuve la satisfacción de abrazar al héroe del Sur de América. Fue uno de los días más felices de mi vida. El Libertador de Colombia auxilia al Perú con
tres de sus bravos batallones. Tributemos todos un reconocimiento eterno al inmortal Bolívar".
Liberación del Perú El 7 de agosto de 1823, se embarcó el Libertador en Guayaquil, rumbo al Perú cuyo Congreso y otras autoridades lo habían llamado ante el deterioro cada día más critico de la situación anárquica reinante entre los patriotas y la ocupación de casi todo el territorio por el ejército de La Serna. Al caer Lima en manos de los realistas, Bolívar ha sido nombrado Dictador por el Congreso que le otorga todos los poderes civiles y militares para que salve a la República. Se instala en Trujillo, donde con una minucia increíble se ocupa de todos los detalles relativos a la formación de un gran ejército. Sus esfuerzos se ven coronados en Junín. Entra a Lima en medio de los vítores de la población y confía a Sucre el comando de las tropas patriotas. Este, a la cabeza de un ejército de colombianos, peruanos, chilenos y argentinos, libra la famosa batalla de Ayacucho que prácticamente puso fin a la dominación española en América. Era el 9 de diciembre de 1824. Cuando la noticia de la victoria llegó a Lima, diez días más tarde, el Libertador se volvió loco de alegría. Cuentan que rompió su espada, se quitó su casaca militar y después de invitar a sus ayudantes y al personal del Palacio a celebrar tan fausto acontecimiento, declaró que esta día "era el último de su mando" El 10 de febrero de 1825, renunció ante el Congreso Peruano los poderes dictatoriales que le habían sido conferidos. Cuando vino el momento para el ejército libertador de retirarse del Perú y de Bolivia, después de haber independizado un territorio más extenso que aquel que había conquistado Napoleón en Europa, se vio a los llaneros de Venezuela y a los gauchos de Nueva Granada, contrariamente a las tropas del gran Corso, llevarse de los países liberados, un sólo trofeo: el pendón roto que Pizarro, tres siglos atrás, había colgado en el Palacio de Cuzco. Era un regalo enviado por el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, a su jefe el Libertador de América, y que éste a su vez ofreció a la ciudad de Caracas en cuyo Concejo Mu-
17 nicipal se encuentra hoy en día. Esto fue todo el botín de guerra - símbolo extraordinario de tres siglos de dominación española - por el cual pereció, en un batallar de quince años, la mitad de la población de Venezuela, en las más remotas regiones de América.
Creación de Bolivia El gran mariscal de Ayacucho, (nuevo título del general Sucre), después de llegar a las Provincias del Alto Perú se había dado cuenta del anhelo autonomista de los habitantes de esas Provincias. No querían depender ni de Buenos Aires ni de Lima. Asi lo hizo saber al Libertador quien, por decreto del 16 de mayo de 1825, invitaba a dichas Provincias a reunirse en Asamblea General para expresar libremente en ella su voluntad sobre sus intereses y gobierno. El 6 de agosto, la Asamblea Constituyente reunida en Chuquisaca firmó el Acta de independencia y fundación del nuevo Estado. Se llamará: "República de Bolivar" a la que se cambiará luego el nombre por el de "Bolivia". La Paz lo recibe el 18 de agosto como a un semidios y el 26 de octubre asciende al histórico cerro de Potosí y "de pie sobre esta mole de plata cuyas venas riquísimas fueron durante trescientos años el erario de España", despliega, orgulloso y triunfante, las banderas de Colombia, del Perú y del Plata. "Es la primera vez que no tenga nada que desear y que estoy contento con la fortuna", escribe a Santander. Tan contento y conmovido que se dedicará con pasión a elaborar para Bolivia, "su hija predilecta", la Constitución que le había sido solicitada, la que él quiso que fuera perfecta. Trabajó arduamente para levantar el nivel de vida de los indios que aún eran explotados como si fueran esclavos y sobre los cuales pesaban cargas de todas especies. Consciente más que nadie de la importancia preponderante de la educación en las masas analfabetas, se consagró a abrir escuelas, aun para señoritas, técnicas, secundarias y superiores en los países liberados. "Moral y luces son nuestra primeras necesidades", decía el Libertador.
Legislador genial, dictó leyes y decretos favorables a las clases sociales más desposeídas y al desarrollo de la agricultura, del comercio, de la navegación (aun pensó en la apertura del Canal de Panamá) y a la protección de la fauna y de la flora, de las aguas y de las minas. Cuando las palabras "medio ambiente" eran desconocidas en América, ya Bolívar dictaba severas medidas para asegurar su conservación. Veló especialmente para que la honestidad fuese la base del funcionamiento de la administración pública y del manejo del erario del Estado. Persiguió a los prevaricadores de toda calaña y quiso dejar erradicados esos vicios dentro de la maquinaria gubernamental. Como estadista, organizó los distintos poderes del Estado, creando tribunales, municipios, cuerpos electorales y dictó nuevos reglamentos para levantar la empobrecida hacienda de las nuevas naciones. Libertador, estadista, educador, legislador, internacionalista orador, Bolívar era un hombre múltiple. Al leer cualesquiera de sus cartas o de sus documentos políticos, se descubre el talento literario de quien hubiera podido ser uno de los mejores escritores de su tiempo. Pero, más que todo, era en el trato particular de su vida privada que se podía conocer al Bolívar magnánimo, al fiel amigo, desprendido y sencillo, a la brillante inteligencia, al hombre sociable que definió un día al baile como "la poesía del movimiento".
El congreso de Panamá 1826 Desde el inicio de su larga y gloriosa carrera militar y política, Bolívar jamás pierde de vista el ideal americanista en que hace descansar la emancipación. Nunca habla ni piensa en la sola liberación de Venezuela. Siempre actúa en nombre de la libertad de América. Desde 1814 reclama "un gobierno único y central para la América meridional y la formación de una sola y poderosa nación americana" de un coloso capaz de enfrentarse al coloso español y que no puede crearse sino con la fusión de toda la América meridional en un cuerpo de naciones hermanas. "Para nosotros la Patria es América".
18 En su carta de Jamaica de 1815, da libre curso a su sueño de ver realizarse algún día, un Congreso en Panamá, una augusta Asamblea donde se sellará el Pacto Americano. Desde 1821, el Libertador comenzó a preparar el Congreso Anfictiónico de Panamá. Pero no fue sino en vísperas de la Batalla de Ayacucho cuando pudo cruzar, el 7 de diciembre de 1824, su invitación a los gobiernos de la América antes española para formar la Asamblea de Panamá, aun cuando desde 1822 había invitado a los gobiernos de México, Perú, Chile y Buenos Aires, en su calidad de Presidente de Colombia, a reunirse en una Asamblea "que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos". El 22 de julio de 1826, a pesar de todas las dificultades que había que vencer, se inauguró en Panamá el Congreso soñado por el Libertador y al cual concurrieron los representantes de Colombia, Perú, México y América Central y que tenía por finalidad presentar un frente unido de todas las naciones latinoamericanas contra las monarquías europeas que aun no habían abandonado la idea de ayudar a España a reconquistar sus antiguas colonias. Bolívar, por su constancia y devoción a la causa de la unión e integración americana y por su Congreso de Panamá, ha sido considerado como el Precursor por excelencia del Panamericanismo y de la Organización de Estados Americanos y de todas las agrupaciones internacionales que defienden la causa de la libertad y de la solidaridad en el Continente.
Los años de desilusión En una juiciosa carta a Santander, el Libertador, desde 1820, veía venir los conflictos, trastornos y convulsiones que iban a abatirse sobre su obra, sobre su Colombia y que surgían de los celos y quejas de los legisladores de Bogotá contra el ejército patriota que sacrificaba todo para liberar a América: "¿No le parece que esos legisladores, más ignorantes que malos y más presuntuosos que ambiciosos, nos van a conducir a la anarquía, después a la tiranía y siempre a la ruina? Yo
lo creó así y estoy cierto de ello". En nada se equivocaba Bolívar pues la hidra de la anarquía empezaba a manifestarse no sólo en Bogotá sino en Lima y Caracas: asonadas, golpes de fuerza, divisiones, revueltas se suceden a un ritmo acelerado que sólo Bolívar puede controlar con su presencia. Páez en Venezuela; La Mar, Bustamante y Gamarra en Perú; los legisladores con Santander a su cabeza en Nueva Granada, Peruanos contra colombianos en Ecuador; neogranadinos contra bolivarianos: la anarquía cunde en todas partes. Aclamado dictador con poderes supremos, atentan contra su vida el 25 de septiembre de 1828 en Bogotá y no debe su salvación sino al heroísmo de su amada Manuela, la "Libertadora del Libertador" desde entonces. Cien veces quiso renunciar el Libertador a sus altas funciones de Presidente, de dictador y hasta de Libertador para cambiar todos estos títulos por el de simple ciudadano. No ha combatido sino por la Gloria y por la Libertad y sobre todo por la gloria de Colombia pero le pagan sus servicios con la moneda de la ingratitud, de la traición, del crímen. El no puede más con "el oprobio de esa maldita causa de la patria". Su único deseo es ir a vivir y morir en paz, lejos de Colombia; Pero; ¿cómo lograrlo? El mismo explica a su amigo Gabriel Camacho su drama: "Después que he sido primer magistrado de tres Repúblicas, parecerá indecente que vaya a existir como un miserable. Por mi parte aseguro a Vd. que no necesito de nada o de muy poco, acostumbrado como estoy a la vida militar. Mas el honor de mi país y el de mi carácter me obligan imperiosamente a presentarme con decoro delante de los demás hombres, mucho más cuando se sabe que yo he nacido con algunos bienes de fortuna y que tengo pendiente todavía la venta de las minas heredadas de mis padres". Pero ni de esas minas de cobre de Aroa con la venta de las cuales contaba tanto para alejarse de Colombia, recibirá un centavo. La Justicia de Venezuela no se pronunciaba sobre el litigio que algunos usurpadores le habían formado. Además había sido proscrito de Venezuela. Su partida o, mejor dicho,su último viacrucis empezó el 8 de mayo de 1830 cuando salió de Bogo-
19 tá hacia Cartagena. Llegando casi a su destino ya muy enfermo, sufrió el dolor de un padre al enterarse del asesinato del general Sucre, de este hom-
bre que quería tanto y tanto, como si fuera un hijo suyo. El se iba pero con la esperanza de que Sucre era el único que podía salvar a Colombia.
Asesinato del general Sucre - Barruecos 1830
Largas y penosas son las estaciones del último viaje: después de Cartagena, vienen Turbaco, Soledad, Barranquilla y por fin Santa Marta a donde llega el 1° de diciembre. La tuberculosis aguda no le permitirá ir más allá. La última estación del calvario está cerca, en la hacienda de San Pedro Alejandrino donde lo llevan el 6 de diciembre. Día y noche será atendido por el médico francés Prospero Reverend que todo lo hace para prolongarle la vida. Pero el corazón que tanto había latido desde veinte años atrás por la gloria y la libertad no pudo sino dictar el 10 de diciembre su última proclama: ' ¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la Patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolida la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro". El 17 de diciembre de 1830, a la una y tres minutos de la tarde, el doctor Reverend cerró para siempre los ojos ardientes del hombre que con sus ejércitos de blancos, negros e indios, de parias y marginados y con su corazón de héroe y mártir, dio libertad y gloria a seis naciones del nuevo mundo:
Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú y Bolivia.
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El Paladin del Socialismo
Jorge Eliecer Gaitán Por Efrain Isaacs
En esta fecha Colombia y en especial el pueblo recuerda muy conscientemente su ausencia; los sesenta (60) años del magnicidio, hecho sucedido en su ciudad natal lugar: Carrera 7 Avenida Jiménez Bogotá - Colombia Sur América. Injusto, inhumano, violento orquestado y criminal, aún continúa en la impunidad; de igual manera este año 2008 los huérfanos de justicia social recuerdan el mártir y caudillo del pueblo asesinado por el hecho de combatir la corrupción, la mentira, la simulación de una clase dirigente, y su superficial democracia de partidos. Jorge Eliecer Gaitán Ayala es una figura ineludible cuando de hacer una revolución social se trata, como él lo manifestaba de abajo hacía arriba, con su lenguaje directo apasionado, desde una practica evolutiva e innovadora, sobre todo desde el lugar fijo de nuestra cultura social; con los pies sobre la tierra, desafiante, reflexivo, critico, dialéctico, renovador, arrollador y democrático. Para los que lo acompañaron, como para nuestra actual generación sus ideas es la carta de navegación para la construcción social de Colombia del siglo XXI: Partiendo
como él lo señaló fundido el ideal la masa y los proletarios intelectuales; como hacedor de una Revolución Social. Gaitán es un pensamiento autorizado para trabajar con nuestra historia política, económica, agraria, social, tecnológica, científica y visionaria; su pensamiento se asimila con la iucha sindical, la reivindicación obrera, campesina, y su doctrina se mantiene viva, palpitante, anclada en lo más intrinsico del pueblo colombiano, que lo entiende en toda su filosofía revolucionaria, él es quien mas se funde con toda la clase evolucionista en su pensamiento, en su dolor, su esperanza, es la brújula que señala la democracia directa. Como pensador está en el siglo XXI, enmarcada su tesis en los moldes de la Revolución Bolivariana: Siempre invitando a la constitución de una patria soberana de un pueblo libre, de una economía social con identidad colombiana ante las naciones del mundo; por la dignidad, la naturaleza, el bienestar, la educación, la salud oportuna y sin privilegios, enseña su doctrina sacar al pueblo del fango, de la pobreza, la miseria, el terror, la violencia, el desplazamiento forzado y la
21 desinformación. La guerra organizada por fuerzas nacionales y extranjeras. Como ideólogo SAITAN nos presenta un modelo nuevo, el camino... socialista, honesto, humano, critico, sobre el proyecto creativo de sociedad civilizada en el sentido de los valores humanos y los derechos fundamentales; tenemos pues un maesto para la revolución social de hoy dándonos la mano con la masa popular allá en los linderos del dolor social; en la escuela, el colegio, la universidad, en el rancho ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○
del campesino en los solares de nuestras etnias, indios, negros y mestizos, allá en la caverna del minero, el leñador, la ama de casa, la familia, una obra de todo el pueblo. Sesenta años que nos invitan a reflexionar para reventar las cadenas del fanatismo globalizado; 60 años, para empezar los hombres nuevos la batalla; no estamos equivocados solo ios mejores y los comprometidos estarán siempre de píe al lado del hombre de la Restauración Moral de La República.
FRAGMENTOS
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Iván Torres Director Fundación Cultural Rayuela “Queremos la defensa de la vida humana que es lo menos que puede pedir un pueblo” Jorge Eliécer Gaitán. Oración por la Paz. 7 de febrero de 1948.
En 1948, Jorge Eliécer Gaitán convocó una gran movilización en solidaridad con las víctimas de la violencia; es así, que la noche del 7 de febrero, unas 150.000 personas venidas de todo el país “-de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies“, portando banderas negras y velas encendidas, se dieron cita en la histórica Plaza de Bolívar e hicieron parte de la más conmovedora jornada de actuación pública ciudadana que conociera el siglo XX: la famosa “Marcha del Silencio”. El contexto de dicha movilización hablaba por sí mismo, una vez instalado en la silla presidencial el conservador Mariano Ospina Pérez, se había iniciado en todo el país una voraz persecución contra el pueblo gaitanista y contra los dirigentes políticos de centro y de izquierda; dicha campaña, fue promovida por Laureano Gómez y por los sectores más reaccionarios del partido conservador. Masacres, asesinatos de campesinos y líderes sindicales, persecución contra políticos regionales, destierros, desplazamientos, despojos, violaciones de mujeres, detenciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales, torturas y un sinnúmero de atropellos más, eran cometidos por sectores de la Fuerza Pública y por los paramilitares de entonces: los famosos “chulavitas”, sicarios-policías que
actuaron bajo las órdenes del jefe de la policía coronel Virgilio Barco, y las tenebrosas parvadas de “pájaros” que sembraron el terror bajo el amparo del gobierno. Es entonces cuando el caudillo liberal decide conmover a la opinión nacional e internacional y se empeña en tratar de hacer visibles las atrocidades que venía soportando una buena parte del pueblo colombiano. Así, centenares de miles de personas, en impresionante y contundente silencio, colmaron las calles de la capital y escenificaron su indignación ante la barbarie y la impunidad reinantes; la única voz que resonó en medio de aquel silencio demoledor fue la de Gaitán, quien con un tono pausado pero enérgico, sentenció: Señor
22 Presidente, como usted puede ver aquí no se oyen aplausos: ¡Sólo se ven banderas negras que se agitan! ...Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado un solo grito, en el fondo de los corazones, sólo se escucha el gemido de la emoción contenida ...Nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones os reclama: ¡que nos tratéis a nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes! 60 años han pasado luego de aquella noche de febrero y la situación en que se encuentran los de-
rechos humanos, no es más halagadora: masacres, asesinatos selectivos, torturas, desapariciones forzadas, secuestros, ejecuciones extrajudiciales, despojos, desplazamientos y las más brutales impunidades, siguen acosando a miles de colombianas y colombianos en los campos y ciudades de la patria. Baste solo un ejemplo para ilustrar lo dicho: 4 millones de personas han sido desplazadas por la guerra, los megaproyectos de las transnacionales, y el accionar de empresas que no han dudado en establecer alianzas políticas y económicas con los tenebrosos ejércitos paramilitares para asesinar sindicalistas, apropiarse ilegalmente de tierras y bienes, y aumentar sus ingresos a toda costa. (....)
Herbert Braun Tomado de su libro «Mataron a Gaitán»
(....) Los manifestantes se sentían unidos en su reacción frente al ataque contra Gaitán y en su sentimiento de que había que hacer algo. El prestigio político, la clase social y la filiación partidista eran irrelevantes. Hombres de saco y corbata, hombres y mujeres con sus uniformes de trabajo o de ruana y alpargatas, individuos de las clases sociales a las que Gaitán creía representar, se incorporaban al grupo mientras iba avanzando por la séptima. Eran tal vez unos cincuenta en total. Entre unos y otros había grandes espacios. Desde las aceras y la seguridad de los balcones, muchos espectadores veían cómo avanzaban hacia el sur. Algunos se les unieron, otros los miraban pasar. Algunos de los primeros manifestantes de seguro lo pensaron dos veces y se hicieron a un lado. (....) (...) Marcharon hacia el Palacio, no contra él,
sin ánimo de atacarlo o de capturarlo. La idea de tomarse el poder llegó solo fugazmente a los gaitanistas más fervorosos. No estaban preparados para disputarle el poder al régimen conservador. Iban a Palacio para protestar contra una transgresión del orden moral, arrastrando el cuerpo del asesino como prueba visible de la transgresión y como signo de que habían tomado la ley en sus propias manos. "¡A Palacio!" "¡A que expliquen!", gritaban. Mientras aguardaban una explicación del crimen, arrojaron el cuerpo desnudo del asesino contra la puerta del Palacio. (...) Los manifestantes querían saber por qué habían matado a su jefe. En busca de una respuesta, miraron hacia el balcón de la presidencia, conforme a los rituales tradicionales de la plaza pública. Pero el Presidente nunca apareció.
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Marx, Rimbaud y la Comuna de París Por Fernando Rendón
En un poema del cubano Luis Rogelio Nogueras (Wichy), se nos revela un hipotético encuentro entre Carlos Marx y Arthur Rimbaud en un café de París. No obstante pudo haber sido en Londres, en 1872, en las reuniones comuneras del Soho, o en la espaciosa sala de lectura de la biblioteca del Museo Británico, donde ambos leían por los mismos días tal vez los mismos libros, en los meses posteriores a la derrota de la Comuna de París, cuando los dos grandes hombres (revolucionarios y poetas) se cruzaron sin haberse saludado ni reconocido en la dimensión de su grandeza. Se explica, quizá, porque Rimbaud tenía solo 18 años y Marx ya 54. Rimbaud y Marx se encontraron,
en cambio, en muchas de las líneas fundamentales del pensamiento y de la escritura sobre la realidad opresora de su época: monstruosa máquina de guerra del capital contra el trabajo. Ambos reclamaron, como respuesta al terror burgués, hacer realidad dos llamados urgentes: transformar el mundo y cambiar la vida. Al programa revolucionario, fruto de la experiencia y la sabia reflexión sobre la lucha del pueblo durante siglos, se añadía la pulsión de la primavera humana en el mundo y la escritura febril y visionaria del amor insurrecto capaz de transformarlo todo. El 19 de julio de 1870, Francia declaró la guerra a Prusia, aunque
pronto sufrió una serie de derrotas. El 4 de septiembre de 1870, al conocer la debacle de Sedán, donde se rindió Napoleón III ante Bismarck, se sublevó el pueblo de París, derribó al Imperio y proclamó la III República. Rimbaud, con 16 años, habitaba en Charleville, su vida monótona se vio interrumpida por el cañoneo de la guerra. En su cuaderno de colegial escribió: "Mientras los escupitajos rojos de la metralla/ silban todo el día en el infinito del cielo azul/mientras escarlatas o verdes, junto al rey burlón/se desploman en masa los batallones bajo el fuego…/Mientras que una espantosa locura, triturando/ cien millares de hombres los convierte/en una masa humeante./-
24 Pobres muertos en el estío, en la hierba, en tu alegría,/Oh, tú Naturaleza, tú que hiciste santamente a esos hombres,/hay un Dios que se ríe en los manteles de Damasco…/" Llegaban a Rimbaud noticias sobre intentos de golpes de estado que causaban gran agitación política en París, entre ellas la aventura política que encabezó el escritor de ficción Luis Blanqui, apresado en octubre de 1870. En el otoño de ese año, Marx previno al proletariado de París acerca del disparate que sería intentar derribar al gobierno sin que mediaran condiciones adecuadas para hacerlo. El 1 de enero de 1871, Rimbaud fue testigo presencial de la destrucción e incendio de Méziéres, ciudad vecina a Charleville, por los prusianos ("Veía un mar de llamas y de humo en el cielo, y a izquierda, a derecha, todas las riquezas llameando como un millón de truenos", en Una temporada en el infierno). En Charleville, una bomba había herido al viejo director de su colegio. En cuanto a su colegio, ya no albergaba a estudiantes saludables sino a soldados mutilados. En el interregno, el ejército prusiano avanzaba sobre la capital francesa. El 28 de enero de 1871, tras 131 días de sitio, Thiers capituló en nombre del gobierno francés. Cuando el ejército prusiano estaba por entrar a París, la burguesía francesa huyó a Versalles, aban-
donando la capital. Los obreros de París y el Comité Central de la Guardia Nacional tomaron el 18 de marzo el control del Gobierno y de los cañones (que consideraba suyos pues habían sido fabricados y pagados por suscripción pública), y proclamaron la Comuna para "hacerse dueños de su propio destino, tomando el Poder". Los prusianos no se atrevieron a avanzar más y permanecieron en las afueras de la ciudad. La Comuna levantó barricadas en el centro de París, en Place Concorde, Clichy, Rivoli, Charonne, Abbesses. Se erigieron más de 160 barricadas en el primer día, más de 600 en total en los 70 días de la Comuna. La mayoría eran de 2 metros de alto y estaban construidas con adoquines y piedras tomadas de las calles, con varillas de metal y troncos de madera en la base, un cañón o una ametralladora y una bandera roja ondeando en lo alto. En la primera semana de mayo de 1871, Rimbaud viajó a París, testimoniando sobre su lucha como comunero a Verlaine y Delahaye. En carta a George Izambard del 13 de mayo de 1871 había anunciado: "Seré un trabajador. Es la idea que me sostiene cuando la ira loca me empuja hacia la batalla que se libra en París, ¡donde tantos trabajadores mueren mientras yo le escribo!". Aunque escrito en mayo de 1870 como un texto premonitorio, de toda la obra poética de Rimbaud
es el poema El Herrero el que mejor describe la atmósfera revolucionaria de París aquellos días: ¡Ciudadanos, ciudadanos! ¡Era el sombrío pasado/que se hundía, que rugía cuando la torre tomamos!/Algo que era como el amor en el pecho llevábamos/nuestros hijos contra el pecho abrazábamos/y al igual que los caballos, por la nariz resoplábamos/íbamos firmes y fuertes y algo nos latía ahí…!/Marchábamos bajo el sol, alta la frente/y así venía París a nuestro encuentro a abrazarnos./ ¡Por fin! ¡Nos sentimos hombres! Y estábamos muy pálidos/Nos sentimos ebrios de terribles esperanzas…/" El 30 de marzo la Comuna abolió el servicio militar obligatorio y el ejército permanente, declarando a la Guardia Nacional la única fuerza armada en la que debían organizarse todos los ciudadanos capaces de empuñar las armas. Perdonó los pagos de los alquileres de las viviendas. Declaró: "La bandera de la Comuna es la bandera de la República mundial". "¡A partir de este día, nos pusimos como locos!/La ola de los obreros ha subido en la calle/ y esos malditos se van, multitud que siempre crece/de tenebrosos fantasmas a las puertas de los ricos. /Y yo me junto con ellos para apalear soplones:/y camino por París, con el mazo al hombro, /y en cada esquina, feroz, voy ba-
25 rriendo a algún canalla"…/ El 2 de abril la Comuna decretó la separación de la iglesia del estado, y declaró propiedad nacional todos los bienes de la Iglesia. Suprimió el trabajo nocturno y entregó a las organizaciones obreras todos los talleres y fabricas que habían abandonado los patronos. El 6 de abril la Guardia Nacional sacó a la calle la guillotina y la quemó públicamente. El 12 derribó la Columna de la Plaza Vendome instalada por Napoleón. Inexplicablemente, la Comuna se detuvo ante el umbral del Banco de Francia, que no expropió: "Fue éste -señala Engelsun error político muy grave. El Banco de Francia en manos de la Comuna hubiera valido más que diez mil rehenes. Hubiera significado la presión de toda la burguesía francesa sobre el gobierno de Versalles para que negociase la paz con la Comuna". El gobierno obrero de la Comuna, del pueblo en armas, fue elegido por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad, como organismo ejecutivo y legislativo a la vez, los cargos públicos eran revocables y remunerados con salarios de obreros, en el ejercicio de la crítica y la autocrítica de sus actos. Según lo reconoció Marx, la Comuna fue la primera revolución en la que la clase obrera fue abiertamente reconocida como la única clase capaz de iniciativa social, incluso por la gran masa de la clase media parisina -tenderos, artesanos,
comerciantes- con la sola excepción de los capitalistas ricos. La Comuna también alcanzó el apoyo político de un sector del campesinado francés, sobre cuyas espaldas Thiers pretendía echar la carga principal de los 5.000 millones de francos de indemnización a pagar a Bismarck, señalados en la capitulación con los prusianos. "Todos los desgraciados, todos aquellos que al sol/ han quemado sus espaldas y que caminan, caminan/ y que bajo su trabajo sienten que la frente estalla…/¡Descubríos mis burgueses! ¡Ya que esos son los hombres!/¡Nosotros somos obreros! ¡Obreros!/ Somos nosotros por los grandes tiempos nuevos /cuando se querrá saber/ donde el hombre forjará de la mañana a la noche,/donde lento vencedor, someterá a las cosas/ persiguiendo los efectos, buscando las grandes causas/pasando encima de todo, como se monta a caballo…/" En la Plaza Blanch, un batallón de 120 mujeres levantó la legendaria barricada que defenderían vigorosamente hasta ser masacradas. Resistieron allí, entre muchos miles de mujeres y hombres abnegados: Louise Michel, dulce dirigente de la Comuna, las flores comuneras Christine Dargent y Clara Fournier, con sus ladeadas gorras de fusileras, poesía hecha cuerpo en la ardiente batalla. Comuneras valerosas que describiera Rimbaud, en su poe-
ma Las manos de Juana María: "Un tinte del populacho/las curte como un seno viejo/el dorso de sus manos es el lugar/que besa todo revolucionario altivo. /Maravillosas han palidecido/al gran sol de amor cargado/en bronce de ametralladoras/que cruzan el insurrecto París…/" La burguesía francesa, derrotada y temerosa de ser expropiada por los comuneros, suplicó a sus vencedores alemanes que atacaran al proletariado que había tomado el poder. Thiers logró de Bismarck la anulación del Tratado de Francfort, por el cual al gobierno francés se le prohibía tener más de 40.000 hombres en los alrededores de París y obtuvo la devolución de los soldados prisioneros en Sedan y Metz. De este modo, desde comienzos de mayo, se afianzó la superioridad militar de Thiers, con un ejército de 130.000 hombres provistos de todo tipo de armamento, expresión de la alianza de la burguesía europea contra el proletariado, que derrotó a La Comuna. Los combates fueron terribles como lo atestiguan las fotografías del francés Alphonse Liébert sobre el incendiado París. La Comuna de París reveló que un aspecto axial de la teoría marxista: la necesidad del proletariado de demoler la maquinaria estatal burguesa, no fue planteado en el Manifiesto Comunista. Precisamente, en la carta a su amigo Kugelman, unos meses después de la derrota de la Comuna, en
26 diciembre de 1871, Marx escribió: "En el último capítulo de mi 18 Brumario, señalo, que la próxima tentativa de la revolución en Francia deberá señalarse como objetivo la destrucción del aparato burocrático-militar y no, como ha sucedido hasta ahora, hacer que pase de unas manos a otras. Es la condición esencial para cualquier revolución realmente popular en el continente. Y esto es lo que han intentado nuestros heroicos camaradas de París". Otros artistas lucharon en la Comuna de París. Eugène Pottier,
comunero, escribió en París, en junio de 1871, los versos de La Internacional, un mes después de la derrota. Sobre Pottier, Jules Vallès expresó: "Este es un viejo compañero de los días luminosos de prueba. De los tiempos de la Comuna. Sus versos no se posan ni sobre las crines de los cascos ni sobre las crestas de las nubes; sus versos se quedan en la calle. En la calle pobre". El pintor Gustave Courbet, nombrado por la Comuna presidente de la federación de artistas y director de los museos de la ciudad, salvó el Louvre del incendio de las Tullerias.
La poesía es canto que preserva la memoria y la unidad del pueblo para resistir y sujetar a los expoliadores. El poema es exaltación de la visión del porvenir hecho por todos. No se canta en la soledad para la intimidad de un alma solita. Se canta en voz alta la historia del espíritu humano y de las luchas de los pueblos, la nostalgia de una edad sin opresión, en el afán imperecedero de una vida para todos (en esplendor, justicia y libertad) en un país donde abundan todos los vinos y todas las cosechas.
«En un poema del cubano Luis Rogelio Nogueras (Wichy), se nos revela un hipotético encuentro entre Carlos Marx y Arthur Rimbaud en un café de París....»
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Las fosas en el Nuevo Reino de Macondo Por: Luis Eduardo Saavedra Salazar Decía Cortázar que el gran escándalo es la muerte. Se podría agregar que según como se dé. No es lo mismo la muerte natural que la que sobreviene por enfermedades catastróficas. No es lo mismo morir desmembrado a machetazos, ya de viejo, a manos de un 'paraco' como Francisco Villalba, el mismo que comandó la masacre de El aro, por donde volaba y sobrevolaba un helicóptero amarillo que según decían era de la Gobernación de Antioquia cuando el gobernador era Álvaro Uribe Vélez (puras coincidencias se dirá). Este tipo de muerte es el escándalo absoluto. Y más escandaloso el silencio casi generalizado. Francisco Villalba recibió instrucción de descuartizamiento de seres vivos en una "cátedra" llamada "Prueba de coraje". "Las instrucciones -le contaba Villalba a los fiscales- eran quitarles el brazo, la cabeza, descuartizarlos vivos. Ellos salían llorando y le pedía a uno que no les fuera a hacer nada, que tenían familia (…) A las personas se les abría desde el pecho hasta la barriga para sacar lo que es tripa, el despojo. Se les quitaban las piernas, brazos y cabeza. Se hacía con machete o con cuchillo. El resto el despojo, con la mano. Nosotros, que estábamos en instrucción, sacábamos los intestinos" (El Tiempo, 23-04-07) Villalba, acosado por los remordimientos, se entregó a la justicia. "No es bueno dedicarse a picar gente por mucho tiempo -
decía-. Uno empieza a secarse, a ponerse flaco, porque todas las personas tienen un calor y al rajarles la barriga eso sale y uno se lo traga".
Recordando la masacre de El aro, en donde infructuosamente intentó matar a Marco Aurelio Areiza, un anciano de 64 años, contaba: "Intenté durante días
28 matarlo, pero los tiros no le entraban. Son personas rezadas" (El Tiempo, 28-04-07). En "Memorias de un para" (revista Semana, 03-17-07), un 'paraco' relata como en el enfrentamiento entre Miguel Arroyabe y los Buitrago ('Martín Llanos' y 'Caballo'), jefes narcoparamiltares que se disputaban el control territorial de los Llanos, contrató una bruja de San Martín para que les rezara a sus soldados contra las balas de los Buitrago. "Formamos la gente -relata el 'paraco'-, los organizamos y la bruja empezó su ritual rezándolos y rociándoles un agua que había traído preparada con hierbas y aromas. Según ella, esta agua era la que tenía el poder de hacerlos inmunes a las municiones. Luego dijo que cada uno debía coger un poco de tierra de cementerio de la que ella había traído y meterla en una bolsa plástica negra y después guardarla en los bolsillos del pantalón. Según ella, con esto ya quedaban protegidos y no había bala o munición en la tierra que entrara en el cuerpo. Belisario se sentía muy seguro de la bruja y volvió a sugerir que entráramos de frente peleando de pie y echando pa'lante. "Al otro día, como a las 6 de la mañana, a unos 600 metros de la entrada a La Cooperativa, se inició el combate. El comandante 'Pólvora' le dio la orden a 'Voluntario', el segundo al mando, de que los hombres entraran disparando de pie, en la modalidad que nosotros llamábamos encortinados. ‘Voluntario’ cumplió la orden, pero en cuestión de minutos nuestros centros de enfermería, que habíamos adecuado dentro de las matas de monte, es-
taban llenos de heridos y muertos. Para las 10 de la mañana ya teníamos en nuestras filas 65 muertos y más de 48 heridos. “Les llamé la atención a Belisario y al comando ‘Pólvora’: “¿cómo es posible que siendo ustedes tan experimentados en esta vaina de la guerra permitan que pase esto? ¿Cómo se explican ustedes lo que están haciendo por estar creyendo en brujas? ¡Miren la cantidad de bajas que tenemos en tan poco tiempo! Si Miguel (Arroyabe) se llega a enterar de esto, los manda a matar de inmediato. Vean a ver cómo remedian ese error. ¡Y a lo que vinimos, porque no vinimos hasta acá para perder!”. “Después hice el reconocimiento de los muertos para saber a qué grupo pertenecía cada uno. Me comuniqué por radio con Miguel y le informé de las bajas sin comentarle que habían sido culpa de nosotros mismos por ponernos a creer en brujas. Miguel me dijo que enterrara los que no fueran del Meta, que si era necesario picarlos para que cupieran en una sola fosa, que lo hiciera”. Estamos en el reino delirante de Macondo, pero de un nuevo Macondo pervertido por la simbiosis y sinergia de potentados seducidos por el dinero fácil, de narcoparamilitares y políticos acusados de haber corrompido al crimen organizado. Expertos europeos califican a este Macondo siniestro de “Estado fallido”, eufemismo de “Estado tomado por el crimen organizado” como en Ruanda o Birmania. De la aldea de casas de barro y caña brava, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta, de donde había huido José Arca-
dio Buendía y su tribu, atormentado por el remordimiento de haber atravesado con una lanza a Prudencio Aguilar (al igual que Francisco Villalba, pero esta vez por descuartizar ancianos vivos para optimizar las fosas); de ese Macondo insular, bucólico y feliz hemos pasado al reino del oscurantismo y el terror, a una especie de surrealismo perverso. Cuatro generales del ejército, con la anuencia del alto gobierno, contrataron a 23 guaqueros, según documento SG-4420, para que iniciaran la operación "Resplandor" consistente en "hallar, explorar y explotar tesoros y ubicar caletas con armas" en la hacienda Cuernavaca del capo Rodríguez Gacha. El tesoro sería una suma de 8000 millones de dólares encaletada en la hacienda y que habría sido recolectada por Rodríguez con otros capos del cartel de Medellín para pagar la deuda externa de Colombia (El Tiempo, 29-04-07). Se necesitaría un nuevo García Márquez ensamblado con H.P.Lovecraft para que relatara esta locura. Decía Gabo que el animal mitológico latinoamericano era el dictador. Como aquel que enterró con honores militares una de sus extremidades mutilada. Pero en Colombia, que ha carecido de dictadores "profesionales", el animal mítico tendría que ser el narco. La mafia siciliana que se había apoderado de Nueva York, Chicago, Los Ángeles, etc., quedó empequeñecida ante la mafia nuestra que la destronó en el imperio y se apoderó de este país y de gran parte de su clase dirigente. A algunos de éstos les pasó lo del aprendiz de brujo: crearon un monstruo, desencade-
29 naron fuerzas incontrolables que ahora los tienen sometidos y "al borde de un ataque de nervios". ¿Qué pensaría, ahora, don Hernán Echavarría Olózaga? Fuerzas incontrolables que resucitaron y perfeccionaron etapas que ya creíamos superadas. En el libro "Lecturas colombianas" de Ricardo Sánchez, el autor recoge un relato de "Viento seco", de Daniel Caicedo, sobre una masacre acaecida en 1950 en Ceylán, Valle: "Violaron niñas y mujeres. Torturaron en todas formas. Se embriagaron, asolaron, diezma-
época siniestra en que la violencia, desatada por la oligarquía conservadora y el clero, asoló y regó de sangre el país. Una época que llena de vergüenza la historia nacional, tan bárbara y macabra que se aceptó hasta con júbilo, en una especie de acuerdo nacional, el golpe de Estado de Rojas Pinilla en cuyo mandato -con 300.000 muertos arropados por el manto de la impunidad; con guerrilleros liberales, que habían acogido la propuesta de paz de Rojas asesinados, como Guadalupe Salcedo; con el engolosine del poder, la
ron. Las llanuras y el humo eran de diferente colores. Las matanzas se repetían sin cesar. A los asesinados en el poblado se suman los 150 cautivos que fueron llevados en camiones hasta el río Bugalagrande y ahí, después de la fiesta de sadismo y tortura, asesinados, macheteados, rociados con gasolina e incendiados. El puente y la carretera también rojos. Y el río se volvió más rojo". Eran los 'chulavitas', los 'paras' de los años cincuenta, de aquella
exclusión de la burguesía tradicional y el ansia por la perpetuación en el poder renace de nuevo la violencia y con ella ese personaje maligno que, como una constante, atraviesa la historia de Colombia: los mercenarios, pero esta vez con el nombre de 'pajaros', matones a sueldo de la época que reiniciaron la tarea de ensangrentar la nación hasta límites intolerables que obligaron, por primera vez, a un gran acuerdo entre la burguesía liberal-
conservadora: el Frente Nacional, acuerdo bipartidista para el logro de una paz singular que consistía en excluir por la violencia al resto . Así nace la guerrilla marxista y contra ella, tiempo después, los 'paracos' o fase superior de los mercenarios, de un poder alucinante y una perversidad sin par. "Se trata de la violencia concentrada -dice Sánchez-. La lógica de la aplicación de ésta es el aniquilamiento; la negación del otro y de los otros, lo cual engendra y desarrolla el conflicto (…) La violencia para Daniel Caicedo tiene como ingrediente fundamental el que es impulsada desde arriba, desde el gobierno de la época, para luego extenderse horizontalmente entre el pueblo". La mayoría de los autores intelectuales y materiales de estos crímenes, así como su prole, siguen siendo o han devenido en distinguidos y respetables miembros del 'establecimiento'. La experiencia nacional e internacional señala que no puede haber paz en tanto persista la impunidad. Que son fundamentales la verdad, la justicia y la reparación. Que no se puede liquidar físicamente a los antagonistas y mucho menos desaparecer sus cadáveres en las fauces de los caimanes, como lo hicieron en Córdoba y Sucre, por ejemplo. Que esto rebasa los límites del horror y los relatos de la "Historia universal de la infamia" de Borges y que es imperdonable que periodistas de medios tan influyentes como la TV y la radio acepten sumisamente la también infame tarea de invisibilizar el infierno a través del circo y la frivolidad.
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EMPISIX Cuento de Fernando Iriarte M.
Se lo voy a repetir, jovencita: lo que me dijo que hizo el profesor Ricardo la primera vez que lo hizo fue comprar no uno sino dos dividís de autores clásicos. Le costaron siete dólares. Aquello le pareció exageradamente barato, pensó que la chica se dejaba estafar, teniendo en cuenta que por uno solo, en una tienda de música, hacía sólo un par de meses había pagado casi el doble. No fue sino un caso de vanidad: imaginó que ella lo prefería de algún modo, precisamente esa muchacha un tanto áspera, pero atrayente como una gitana. Y la verdad, antes de tres meses ya se había arrepentido, no porque fuera cierto que los discos comprados en la calle dañaran los equipos, según dicen, sino porque los ofrecía menos costosos... ¡la misma muchacha que se los había vendido! Se le rompió algo por dentro, su alma sufriente tuvo una quemadura, de primer grado pero quemadura al fin y al cabo. Y no fue todo. Rápidamente el asunto se puso más extraño. Pasadas dos semanas, se conseguían a tres dólares, después estuvieron a uno cincuenta y ahora cualesquiera de los que comercian con ellos en la vía los deja en un dólar, un miserable y devaluado dólar. ¡El catorce por ciento de lo que valían al comienzo! ¡Pucha! -fue su expresión con toda seguridad. Resolvió investigar el asunto, un enigma socioeconómico. Es claro que las mercancías de este planeta roto, el mundo del Imperio, bajan y bajan de precio porque las grandes bodegas de los países duros se encuentran repletas hasta el tope, sin un número igual de personas que pueda vaciarlas mediante el acto mágico de la compra. Pero, ¿ocurre lo mismo en los países que se precipitan de manera acelerada al quinto infierno?
Cartesiano, el profesor me dijo que lo dudó. Y en eso tenía mucha razón. Semejante fenómeno no encaja en la mentalidad de los traficantes de un territorio donde los vehículos cuestan como joyas sólo porque el Estado los engorda con impuestos y los distribuidores siguen el ejemplo. Claro que usted, muchachita, puede deducir que si de todos modos los adquieren… allá cada cual con su idiotez. ¿Cuál era la causa? -dijo el profe que era la pregunta que lo atormentaba.
31 Para averiguarlo, fue a un sitio de cuyo nombre no piensa acordarse ni por el carajo -me aclaró- y se entrevistó con una a la que le dicen La Gomela, amiga suya, una avezada informal, como recientemente las denominan para no dejar en claro que se trata de desesperadas echadas a la calle por las malas circunstancias. Ya que también la conozco, puedo contarle que es una mujer marcada, todavía bella, de pelo rubio, pero con la piel ajada por la contaminación, el sol de altura y el viento implacable de la altiplanicie, que cuando decide azotar estas avenidas lo hace sin contemplaciones. Fue primero vendedora de diarios europeos atrasados, de esos que dejan olvidados en los puestos de los aviones internacionales. Los expendía en la calle, al pie de un árbol, en un exhibidor prestado precisamente por el competidor chileno que ofrecía la misma mercancía un poco más allá, pero de países latinoamericanos. Se los suministraba a ambos un grupo de aforadores de aduana del aeropuerto Eldorado. Luego vendió, en el mismo espacio y sucesivamente, cinturones de cuerina, corbatas de seda taiwanesa, navajas suizas falsas y juguetes chinos de bisutería. Con eso consiguió para matricularse en la universidad y conocer al profe en la Facultad de Periodismo que, como los imanes fantasmas, atrae a las incautas por aquello de convertirse en anunciadoras de televisión. Y así estuvo hasta que debido a su fama de excelente vendedora la conectaron con un distribuidor de copias de dividís que la puso en la onda de las ganancias mayores o eso le pareció a ella, porque lo de mayores es un puro decir. - ¿Cómo es que ahora está vendiendo discos a dólar? -Me dijo que la increpó a ella con cierta brusquedad, tal como había increpado a su proveedora inicial. - ¿Le parecen muy caros? -Respondió de inmediato, amoscada. - No. Por el contrario, muy baratos. - Ah, debe ser porque usted no conoce los empisix. - Claro que no, ¿qué son?
No le respondió directamente, sólo ordenó sígame, le dio la espalda y echó a andar. Natural e insustancialmente ilusionado y conociendo que no gastaría sino unos cuantos centavos, la siguió. Estaba decidido a enterarse -me dijo-, pero allá en el fondo la hubiera seguido a donde ella quisiera y por razones menos prosaicas, pero esa es otra historia. Aunque, según entiendo, es la que a usted más le interesa o debe interesar. La conversación se había iniciado en la cuadra donde vivía el profesor Ricardo, creo. Ese barrio, a pesar de hallarse en un sitio cercano a una zona exclusiva de la ciudad, sabe cultivar sus hoyas. Es lo que se dice un distrito de clase media alta, algo demodé pero todavía en funciones, donde no hace mucho los vecinos protestaron acremente cuando un caritativo propuso organizar en el parque aledaño -el amado espacio donde hacen popó los perros de familia- un bazar en beneficio de soldados mutilados. Fue un suceso incómodo, sobre todo porque puso en evidencia que ya existían personas que lo consideraban apropiado para tan desagradables eventos. En la ocasión de que le hablo, el profe y la mujer se metieron por un callejón secundario, atravesaron una avenida, descendieron una calle empinada, con escalones, arribaron a otra gran avenida y al lado de un restaurante de cierto renombre encontraron el hueco. De inmediato y no obstante el conocimiento sobre su acompañante, el profesor Ricardo creyó que había caído en una trampa, de las que son tan comunes en este país. El día -señorita- cuando él y yo conversamos, confesó que su imaginación se desborda a menudo. Me dijo que pensó que ella era una extraterrestre y que el que tenía en frente era un túnel a un universo paralelo o el inicio de un hueco negro. ¡Iba a desaparecer de su mundo y a aparecer quién sabe dónde! Pero se arriesgó, porque el conocimiento bien vale arriesgarse. Ingresaron a una especie de sótano comunal y -ya dentro- caminaron a lo largo de pasillos en penumbra que se notaban bordeados de cajones maltratados, puestos sobre carritos de balineras, de los que uno ve arrastrar todos los días por las
32 calles a informales ya extenuados aunque todavía sea media mañana. Era un auténtico laberinto. Primero bajaron y luego subieron peldaños; finalmente, llegaron a su destino: el vano de una escalera de Escher que no llevaba a ninguna parte sino que ascendía al revés por el lado contrario. A lo largo del recorrido, muchas personas entraron o salieron, la mayoría vendedores como la mujer que lo guiaba. Tras la escalera, sin embargo, había un cajón como los descritos antes y junto a él parecía vigilar un personaje que el profesor conocía de sus andanzas en la calle. En realidad lo recordaba bien porque era inconfundible: un medio hombre, una especie de atleta incapacitado, con piernas inservibles, de renacuajo, pero brazos musculosos. En la superficie, usaba una silla de ruedas y vendía billetes de lotería en una transitada esquina del centro de la capital. Según podía darse cuenta ahora, se había pasado al comercio ilegal. Quizá por eso había dejado de verlo.
ofertas. Además, no sería él quien reconociera su atraso tecnológico. La pose le duró poco, me dijo, porque la mujer no tardó en señalar: - Claro que pronto veremos micro memorias muy poderosas, de manera que estos se volverán vejeces como los discos de acetato, los casetes y los cidís. Esa es la razón, profe. -añadió, refiriéndose al fin directamente a la pregunta inicial de su amigo-. Por eso estamos rematando los dividís a dólar. - ¡Vaya, pues! -me soltó el profesor que había seguido sorprendiéndose-. Entonces, lo mejor que puedo hacer es esperar y comprar micro memorias. - Bueno, eso será en tres años, más o menos. Mientras tanto, ¿qué va a hacer?, ¿no va a escuchar música? - Puedo oír mis cidís.
Una vez allí, La Gomela le pidió con dulzura al minusválido:
- Si, pero en los empisix cada canción sale más barata, haga la cuenta.
- Papá, muéstrele los empisix al profesor.
La hizo y decidió más bien adquirir un equipo nuevo que tuviera sistema empisix y micro memoria.
¡Era su padre! -me confesó que se había sorprendido. El inválido abrió el cajón que tenía al lado y se puso a enseñarle disquitos grabados, disquitos de plata, bellos, casi de juguete. Le dijo que los copiaban utilizando un software especial. - Cada uno contiene mil canciones, algunas con sus vídeos -dijo que le explicó- y vale sólo tres dólares. Este, por ejemplo, tiene lo mejor de los Beatles, Frank Sinatra, Roy Orbison, Santana, Simon & Garfunkel's, Elvis Presley, Kenny Rogers... Se lo compró. Ninguna posibilidad tendría de hacer sonar el lindo dispositivo en cualquier aparato que poseyera, a juzgar por lo que había escuchado del programa computacional especial, pero la portada anunciaba en papel barato 'Clásicos de clásicos' y no estaba para despreciar semejantes
La Gomela, leyéndole el pensamiento, remató: - En los hipermercados se consiguen 'sonidos' -no utilizó la palabra equipos, más exacta para él- que incluyen empisix, cidís y dividís. Sirven para todo, no hay necesidad de tirar los discos viejos. Por supuesto, el profesor varió su decisión a favor de estos últimos. Ya iba a decirle que se retiraran, que necesitaba volver arriba, cuando se le ocurrió comentar que sería bueno grabar en empisix todas las canciones de Miltinho, Ellis Regina, Chico Buarque, Vinicius de Moraes... Fue un arrebato, una de esas propuestas que se hacen sin pensar. - Ya mismo, si tiene tiempo. -se apresuró ella a decir, tomando la oportunidad por los pelos.
33 - Sí. -me dijo el profe que se vio obligado a asentir, por no quedar mal. Como antes, ella le dio la espalda y procedió a abrir la reja oxidada que se materializó por ensalmo en la parte superior de la escalera de Escher. Encendió una luz blanquecina -un par de bulbos ahorradores de larga duración- y empezó a subir. Ricardo se quedó con la boca abierta, pues hubiera jurado que los peldaños no llevaban a ninguna parte. El padre reptó detrás de la hija. Contrariamente a toda predicción, los escalones conducían a una especie de entresuelo casi en ruinas. Allí encima, una joven muy parecida a su guía manipulaba un ordenador de última generación encajado en un desportillado baúl de madera, quizá del siglo diecinueve. La nueva joven lucía como una punk, llena de piercings hasta en la comisura de los ojos. Parecía una experta. Sin duda era su hermana o parienta cercana. La Gomela le pidió grabar lo que él había sugerido y ella se puso a hacerlo, sin parpadear ni preguntar nada. No habló, simplemente asentía y mascaba chicle. Era evidente que sabía en cuales sitios de Internet encontraría todo. Tardó un poco en lograrlo, pero al final le tendió al profesor Ricardo un disco dorado con resplandores de rubí, mientras anunciaba: - Aquí está, tendrá que hacerle usted mismo la carátula. - No hay problema, -dijo él, aún sin saber cómo lo lograría. Y ante el hecho de que después de recibir el disco continuaba ella tendiéndole la mano, contó y luego le alargó el dinero que había escuchado que costaba, una suma por encima del valor de las copias comunes, pues se trataba de un pedido especial. Más tarde, cuando salían, tras despedirse del padre -que se quedó en las profundidades, a lo mejor su hábitat natural- La Gomela le explicó que los que allí trabajaban y tenían inversiones, quizá unas cincuenta personas, eran un verdadero gru-
po, uno de varios en los entresijos de la ciudad. El computador lo habían adquirido con fondos comunes y también habían pagado la capacitación de su hermana o prima hermana. - No tiene por qué contarlo esto a nadie -le aclaró ella, guiñándole un ojo con aire cómplice. Me confió Ricardo que de inmediato cayó en la cuenta de cómo en realidad la chica le había estado coqueteando todo el tiempo. Comprendió por qué lo abordaba invariablemente primero cuando se veían en la calle. No era sólo asunto de venderle cosas: a veces lo hacía sin llevar nada en las manos. Él pensó que lo acompañaría afuera, como había hecho al ingresar. Sin embargo, La Gomela le dijo que se quedaría. Iría después con el padre y la punk a almorzar en un restaurante de las cercanías. Eso le dijo, pero él no ha vuelto a verla nunca más. Por lo menos en la semana que lleva buscándola. Esa vez, el profesor se despidió y salió todavía asombrado a la luz del día mientras los iridiscentes empisix, de cuatro dólares cada uno que llevaba en la mano, brillaron bajo el sol como un "tesoro efímero". Tales fueron las palabras que usó. Resumiendo, jovencita, es mi opinión que usted no debe aceptarle nada. Su Ricardo, el tan mentado y querido profesor Ricardo, no es muy confiable. Lo deslumbran los espejitos y las rubias, como a los indígenas durante la Conquista española. Saque conclusiones. Y no fue más, hasta aquí llego en mi cuento, pero supongo que lo dicho debe ser diciente para usted. Bogotá, Mayo de 2007
EL OJO Y LA CULPA y otros cuentos crueles Fernando Iriarte M Bogotá, 2007
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LA MUSICA, EL MISTERIO QUE NOS CUIDA Dedicado a: Bertha Quintero Jorge López Julio Bonilla y Los Sikuris Ricardo Vaca Félix Ramón Torres
Por Francisco Amín
Muchos creen que pa cantar… Es no más que abrir la boca… Hay que poner atención Y salir cuando le toca... Copla llanera
Toda persona que no sea cantante sabe que ejercitarse en el arte de cantar es una de las actividades más difíciles del espíritu. Sin embargo, veroír cantar a Celia Cruz, Héctor Lavoe, Rafael, Pavarotti, Valeriano Lanchas o Lilia Vera, parece la cosa más sencilla del mundo. Todo cantante, hombre o mujer, escogido por la música para que se convierta en su instrumento expresivo, tiene conocimiento de lo que ella es, y este conocimiento está fuera del alcance de la conciencia cotidiana de la persona que desea expresar el espíritu de la música, aunque tenga aptitudes o haya adquirido una modesta o rigurosa formación musical. Para intentar una comunicación con los lectores y lectoras amables, propongo que tratemos de entender la música como una entidad universal. Es la esencia de un ser que se manifiesta del mismo modo que un lenguaje, pero que, sin embargo, es mucho más que todos los lenguajes creados, por crear, comprendidos o no por el ser humano. Actúa en nuestros cuerpos y nos pone en una dimensión espiritual continua a la que nos es imposible llegar de otro modo. MITOLOGÍAS Y DEFINICIONES Tal vez, todos los pueblos han construido sus propias mitologías alrededor de la música y sus poderes. Sin embargo, los griegos crearon una serie de personajes cuyas poéticas imágenes, pretenden representar la creación o el nacimiento de todos los seres que existen. Estas ideas de los griegos son las más difundi-
das, pero en América, África y Oceanía también los pueblos han inventado fascinantes relatos que cada vez son más conocidos. La música es una de las musas, hija de Zeus y Nnemosine (La Memoria), sus hermanas son: Calíope, la poesía, Terpsícore, la danza, Urania, la Astronomía, entre otras. Buenas amigas de las Gracias ( la alegría, el encanto y la belleza) y siempre acudían al llamado de Apolo, Dios de la Música; cantaban con él los orígenes del mundo, las hazañas de los dioses y héroes, también declaraban los honores a Zeus el padre y abuelo de todos y todas. El diccionario define la Música, como el arte de combinar la melodía, el ritmo y la armonía en movimientos de sonidos organizados a través del espacio-tiempo. El ritmo es la proporción guardada entre el tiempo de un movimiento y el de otro diferente… recuerde el amigo lector los golpecitos de la clave, por ejemplo. La melodía es algo así como la modulación y desarrollo de la idea musical. Esta música puede ser interpretada sólo con
35 instrumentos, con la voz, o se puede combinar como en los boleros, las baladas y otros géneros. LOS NIÑOS DE LA MUSICA LA MUSICA DE LOS NIÑOS La música está viva porque ama a los niños y las niñas. Todo niño o niña, no importa su edad, es capaz de comprender y disfrutar de su presencia. Cuando cualquiera de ellos es escogido o escogida por la música y acepta sus dominios, adquiere la virtud de sus poderes, y pasa a ser su protegido, la música los cuida como si fuera su ángel, es más extiende su protección y pasa a custodiar al ángel mismo y su vigilancia es tan celosa que logra convertirlos, la mayoría de las veces en adultos amorosos, generosos y desprendidos. Los niños son el futuro de la música y la música es el mejor presente de la niñez. Toda madre sabe si su hijo llegó al mundo bajo la protección del poder espiritual de la música y lo sabe desde el momento de la concepción. Al niño se le nota cierta luminosidad. LOS PODERES DE LA MUSICA Entre los poderes de la música está aquel que nos coloca adentro y afuera de aquello que llamamos el tiempo y que magistralmente quiso describir San Agustín, cuando reflexionó acerca de su existencia y se dijo: ¿Qué es el Tiempo?: Si no me lo preguntan lo sé. Si me lo preguntan no lo sé. Pero ahora podemos decir, porque lo sabemos, que la música es la otra forma del tiempo. El tiempo es el silencio de la conciencia; el silencio es la madre de la música. Desde el presente absoluto, la música nos instala en la comodidad del pasado, y también nos invita a las aventuras del futuro incierto, por eso, siempre los jóvenes, a su válido modo, intentarán rehacer los antiguos pocos temas que escucharon cuando niños y se hicieron testigos viendo como los gozaban sus padres. Es fácil, ante los resultados, pensar que el ser humano ha inventado los instrumentos musicales, ha creado la potente tecnología que con la fidelidad más asombrosa nos permite la gracia, casi celestial, de escuchar las creaciones de Mozart, Beethoven, Vivaldi, a través de las grabaciones, la radio, o ver en televisión, las excelentes interpretaciones de los músicos en las orquestas más
sólidas y armónicas del mundo. Me aventuro a una propuesta, difícil de pensar, distinta y totalmente contraria. La música es poderosa y le gusta que la escuchen; a ella le gusta verse y escucharse; le encanta exhibirse. Estamos seguros que ella inventó y está inventando los instrumentos musicales, los equipos de sonido, los micrófonos; diseñó los estudios de grabación. Sin duda, construyó el Carnegie Hall y el auditorio León de Greiff; La música dio y da vida a los músicos, los preparó desde siempre y les dio la gracia al hacerlos sus criaturas. Ella escoge a los melómanos de entre todos los que la aman y a los compositores, directores de bandas, de orquestas, profesores, musicólogos y constructores de instrumentos, de entre todos los que prepara. Ella los estremece, los excita, los agita y les dice como pueden exteriorizarla; les enseña cómo deben mostrarla y demostrarla porque ella decide quién, dónde, cuándo, cómo, con qué, con quien y para quién. Es tan poderosa que rompió las cadenas de la esclavización y nos regaló la bella paradoja de convertir a un sordo en el mejor de sus representantes. La música inventa todos los senderos y cauces por donde pasará. Uno de los procedimientos para someternos a sus dulzuras, está descrito de la siguiente manera: El espacio concebido en sus orígenes para las cenas de gala, a un lado del comedor, fue aprovechado para una pequeña sala de música donde se daban conciertos íntimos cuando venían intérpretes notables. Las baldosas habían sido cubiertas con las alfombras turcas compradas en la Exposición Universal de París, para mejorar el silencio del ámbito; había una ortofónica de modelo reciente junto a un estante con discos bien ordenados, y en un rincón, cubierto con un mantón de Manila, estaba el piano que el doctor Urbino no había vuelto a tocar en muchos años. En toda la casa se notaba el juicio y el recelo de una mujer con los pies bien plantados sobre la tierra. Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del Cólera.
ÉTICA MÚSICA La música es un asunto filosófico por demasiadas razones. Si el pensamiento creó el lenguaje y el lenguaje esta construido con palabras, y a su vez las palabras son una manifestación de la música y no es posible imaginar un lenguaje sin pensamiento, Aristóteles considera que la músi-
36 ca, entonces, es un asunto de la ética. Sobre todo porque forma parte de las necesidades que nacen con la existencia. Hay varios tipos de necesidades y cuando no se han resuelto, (como cuando se carece de alimentos, de dinero, de ropa, etc), entonces el cuerpo se llena de angustias, de tristezas o de stress, como dicen algunos por esta época. Sin embargo, una vez satisfechas estas necesidades las personas sienten cierta tranquilidad. El amor por la música, el incesante deseo de investigar, las ganas de saber y chismosear las noticias del mundo; el placer que sentimos ante la presencia de los atardeceres, los gratos olores de las flores, los perfumes de esencias, los olores de algunas comidas, y la esperanza de seguir buscándolos no se satisface jamás, y no producen tristeza sino un sentimiento de plenitud muy distinto. Gracias a las investigaciones del Filósofo Platón, sabemos que los griegos imaginaron desde tiempos inmemoriales que la música es la mejor maestra del alma y también que es la hija del dios de la medicina. Por eso, el filósofo y científico estagirita alumno del mismo Platón, considera que ejercitar el espíritu en la música, es tan importante y necesario como hacerlo en el tema y la aplicación de la justicia, hacerlo en el lenguaje o en la ciencia: "Dudará por ventura alguno cómo se compadece lo que decimos, que conviene que ejercitándose en cosas justas se hagan justos, y empleándose en cosas de templanza templados. Porque si en cosas justas y templadas se emplean, ya serán justos y templados, así como, si hacen las cosas de gramática y de música, serán ya gramáticos y músicos." EL MÚSICO Y LA CANTANTE TIENEN UNA HIJA En términos muy amplios, todos somos músicos y cantantes. Mi amigo Jorge Navarro, cuentero de sobrada condición, me dijo su mejor obra: "El músico y la cantante tienen una hija que es una nota". Tocar y cantar forman parte de los atributos o cualidades de la persona. Se entiende que solamente ante lesiones irreparables no los puede desarrollar, eso es claro. Gracias a esas cualidades las madres cantan a los bebés las canciones de
cuna, como ya dije. La música se siente muy feliz habitando el cuerpo de las mujeres (como se siente en el vientre de la guitarra, la flauta, el violín, el chelo, el saxo, o en la gran boca del piano, en el vientre de la gaita, el laúd, el tambor o la ocarina) y las prepara para el canto de la vida. La música las ayuda y les da potencias para que puedan soportar y superar todos los desequilibrios socioculturales. Aunque en la lista de músicos que sigue, no va el nombre de una mujer, es preciso reconocer que ellas, no solamente han sido y son compositoras, ejecutantes, cantantes y profesoras disciplinadas, sino que también, han sido fundamentales para que hoy hablemos de ellos, tanto que sin su aporte… poco diríamos… El poeta español Salvador Rueda creó una excelente definición de guitarra que también compartimos: "Urna amorosa de voz femenina, caja de música, duelo y placer tiene el acento de un alma divina, talle y caderas, como una mujer" Gracias al encuentro música-mujer, nacen los compositores e interpretes. Si la música logra conexión con la pareja integrada por el músico, que es todo hombre, y la mujer "nota", descubierta en el cuento de mi amigo Jorge; en las condiciones exigidas, tendremos que darán a luz un niño o niña que, en el mejor de los casos, a los siete años, ya debe conocer e interpretar perfectamente un instrumento, improvisar e imitar a grandes maestros. Sucedió con Mozart, Beethoven, Debussy, Teresita Gómez, y con muchísimos en todos los rincones del mundo. Poema relativo A la memoria de Albert Einstein Big Bang Big Band… Big Dance… Ay Dios Nació el Universo… Bogotá, Enero de 2008
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ESCALONA ES ESCALONA Por: Ciro A. Quiroz Otero
Escalona, Zapata y Nereo
Portador del buen gusto y enemigo de lo cursi, Rafael Escalona es un filósofo capaz de hacer versos en un lenguaje llano y sin refinamientos. Un humor sutil va escondido en sus cantos sensibles al erudito y abarca al ignorante por igual. Hombre dueño de episodios, nació el 26 de mayo de 1926 y no en 1927, truco de Consuelo Araujo para descubrir a los copistas de su libro: Rafael Escalona el hombre y el mito. Quien lea a Dante y observe
lo que transcribo, verá la burla al más allá, a la muerte; vivencia sobre amigos que viajan sin regreso, a la felicidad o al tormento, lo dos estados en la eternidad:... "allá en el cielo lejos de la tierra/ allá tendré mi propio observatorio/ de allá veré al amigo que se muera/ quien va pa' el cielo/ y quien va pa'l purgatorio".... No se detiene ahí, fantasea para estabilizar una casa en el aire con columnas de imaginados alados, que como ICARO
sean capaces de lograr por voluntad propia el cielo. En 1946 estando interno en el Liceo Celedón de Santa Marta, canta que se siente flaco y aduce que la comida es escasa para desacreditar la pequeña ración e impulsa a sus compañeros a una huelga, culpando de todo al rector Rómulo Polo Lara: . .."yo por eso digo que este es castigo de Dios/por lo pretencioso que en mi casa era yo/ me ponían de todo a mi nada me gustaba/ y ahora me confor mo con esta comida rara/ y sí algún amigo me dice yo voy pal' Valle/ yo enseguida cojo y no más pongo en el papel/ que me manden que comer/ que a mi me esta matando el hambre/ y con la letra bien grande yo firmo abajo Rafael"... Bachiller inconcluso poco le importó no graduarse y para recriminar a sus detractores canto de esta manera: ..."como yo no tengo diploma de bachiller/ en el Valle dicen fiue no puedo enamora/ miren como aprecian las mujeres el papel/ y tanto de sobra que hay en el basural"... De vuelta a Valledupar, lugar añorado, contrae nupcias con Marina Arzuaga, La Maye sobrina del histórico Miguel Canales y cuya fidelidad y amor pervive a través del tiempo:
38 . .."Maye me mando a llamar/ yo estaba en el algodón/ vi un gusano en una flor/ y lo voy a fumigar/pero la Maye no cree/que yo voy a fumigar/ acabo de venir de allá/ y ya me mando a llama otra vez"... Es la época de vestir exótico: botas texanas puntiagudas, cananas que abrazan su pecho y un cinturón grueso con hebilla de herradura, lleva también un sombrero de fieltro y barbuquejo y por supuesto la pistola al cinto. Escalona tiene más aspecto de pendenciero del lejano oeste que de agricultor vallenato. Siembra arroz, labor para la que compra una camioneta a la que rotula en su bomper: "María la bandida", pero las lluvias arbitrarias de la región lo arruinan; las deudas lo siguen por donde quiera que va. Así en una carta dirigida al Gerente de lo Caja Agraria, que puede cantarse, alega fuerza mayor, al fin y al cabo dice el Código Civil las cosas perecen para su dueño y aunque es deudor del dinero, este pertenece a La Caja Agraria y en consecuencia la entidad debe perderlos, paga con un paseo con el que logra ampliar el crédito: ..."Señor Gerente como voy a hacer/para pagarle lo que me prestó/ llegó el gusano y se comió el arroz/ y no me queda con que responder/ y el Gerente me contestó: / No se preocupe Rafael/ La Caja se lo arregla bien/para eso soy Gerente yo"... Mientras su habilidad mental iba creciendo, sus versos cargados de criolla gracia y realismo se difundían. Conocido es cuando celosa La molinera le clavó en el estomago
Foto: Nereo
un punzón que fue directo a la cabeza de una tenia gigante, huésped de su sistema gastrointestinal, sorprendiendo al medico Luciano Aponte López por el descomunal tamaño: ocho metros. Al regresar de Panamá el 15 de agosto de 1978, se entero por Aníbal Martínez Zuleta de la muerte de Jaime Molina, su amigo. Presente el periodista Carlos Alberto Atehortua, a quien le pregunto por la letra de la canción de un mejicano en despedida a un amigo, a lo cual contesto: "porque no he de llorar si lo que mas quería se acaba de marchar", y es de Fernando Valadez, agregó Atehortua. Escalona dijo al instante: "Ese no cantará mejor que yo"; y papel en mano, empezó su elegía: ..."recuerdo que Jaime Molina/ cuando estaba borracho ponía esta condición/ que si yo moría primero/ él me hacia un retrato/ y si él moría primero le sacara un Son/ahora prefiero esa condición/ que él me hiciera el retrato/ y no sacarle el son/ Jaime Molina se quedo sin Rafael/y Rafa Escalona se
quedó sin él"... Político por adhesión y liberal por convicción acompaño siempre a López Michelsen, para quien compuso en 1974 el paseo "López el Pollo", zoomórfico himno para las filas de su campaña electoral, con un verso que fue mutilado por la censura bogotana que alegó irreverencia: ... "que bonita convención tan sincera/ el país no había visto otra igual/ nada de Lleras ni del otro Lleras/ ahora es con López y el Partido Liberal"... Eran los tiempos del Movimiento Revolucionario Liberal y Escalona al lado del "compañero jefe" con todos sus vallenatos, como Cónsul viajó sin escala en "el tren de lo victoria". López en referencia a él dijo: "en la amistad Escalona también es un maestro". Ante el Alcalde de La Paz, Escalona fue denunciado por Sabas Torres atribuyéndole calumnia por haberlo comparado con un maluco armadillo o jerre-jerre, nombre con el cual también es conocido. ... "La culpa es de Rigoberto / que se ha puesto a pregonar
39 / que se parece en el cuerpo / y en el modo de caminar /. En audiencia Escalona se defendió invirtiendo la similitud. Ya no era Sabita quien tenía parecido al armadillo; será el animal quien resulta parecerse a Sabita, y alterado el orden de los sujetos procesales desarticuló el delito que se le atribuía: ..."Señor alcalde por Dios / la gente se lo critica / y que culpa tengo yo /, que el (armadillo) se parezca a Sabita. Y después de exponer sus razones y argumentos pide al alcalde que lo absuelva mediante la figura del jurado de conciencia: ..."porque un jurado de honor / emitió su veredicto / y en el acta consigno /que no cometí delito /. Otra anécdota surgió cuando a través de una emisora de Valledupar lo requerían; visitaban la ciudad Lozano Simonelly y Belísono Betancourt que siendo de ideologías opuestas, viajaban juntos. Escalona no apareció. Crispín Villazón, Pepe Castro, Clemente Quintero, Jorge Dangond y otros activistas frentenacionalistas recriminaron su ausencia, le bastó un canto como excusa: ..."el avión llegó temprano/ bajo un cielo claro azul/ trajo a Fabito Lozano y a Belisario Betancourt/ el uno es muy liberal y el otro godo decente/dos hombres tan importantes que pueden ser presidentes"... Betancourt ocupo la silla Presidencial y la muerte interrumpió el camino que Fabito llevaba sin tropiezos. Escalona con sus canto demarca el país / va de: "el caimán encantado/ que vuelve a uno loco" en el
Orinoco y "las fronteras del sur en Leticia" en coordenadas con la trapisonda de los contrabandistas guajiros, en cabeza del celebre y evocado Tite Socarras, otro amigo de juventud: ..."Enriquito se creía que con su papá Laureano/muchas cosas conseguía/ se fue pa' Bogotá pero todo fue en vano/ unos pierden porque juegan/ Escalona enamorando/ pero el pobrecito Tite/ lo ha perdido todo por el contrabando/ ahora pa' donde irá/ ahora pa' donde irá/ a ganarse la vida sin contrabandea"... (Se refiere al Presidente Laureano Gómez) En 1976 cuando el Presidente López Michelsen lidera la recuperación del Canal de Panamá frente al Presidente Jimmy Cárter; Escalona recoge el tesón del Presidente Torrijos, a quien como amigo admira: ..."El General es muy sincero/ y tiene pinta de caudillo/ es el gallo Panameño/ pa' enfrentárselo a los gringos"... Aparece como un antiimperialista y el canto es divulgado por toda América por la venezolana orquesta y voz de Nelson Henriquez. El amor por las mujeres lo movían y lo conmovían a su manera, unas llegaban y otras partían, de ahí sus muchos hijos y si de hermanas se trataba, buscaba socio: ... "Yo en este pueblo conozco a una morena/ de ojos muy lindos que son cautivadores/ vive en esquina tiene una tienda/ tiene una hermana y no tiene amores/ enamorado que estaba de una de ellas/ el gran negocio le propuse a Tobías: / partimos hermanas, partimos tienda y queda arreglada la compañía"...
En su cabeza esta la tradición de cantar y oriundo de una comarca de cantarines repentistas lo hacen notificador de cuanto allí ocurría debido a que venia de un pueblo aislado. Observador de sucesos no pasaba por alto nada, como el caso de Enrique Maya que tomo prestado de la iglesia de Badillo a San Antonio y en flagrante parranda fue sorprendido borracho a la sombra de un campano con el santo. La particularidad de concatenar sus cantos comparando o uniendo hechos, lo hizo fiscal de sucesos pues mientras Maya fue a la cárcel, el robo de una Custodia que es más grave quedaba impune: ..."al pobre de Enrique Maya lo pusieron preso/ solo porque a San Antonio lo tomó prestao/ pero al que se ha robado el Cáliz nadita le han hecho/ ese robo de los curas se quedo tapao"... Su aporte a la cultura regional, sus amores, tragedias y sus versos no solo quedó en la música sino que trascienden a la literatura universal, como único personaje real en "Cien años de soledad "y El Coronel no tiene quien le escriba". Imaginó lo que ocurriría el día de su muerte; la noticia correría de boca en boca y más allá de su existencia supone ser recordado por la descripción de sus cantos, por sus historias y como el mejor letrista en la trayectoria de la canción vallenata: ... "tengo mi vida perdida desde que te vi en San Diego... "Porque al pobre de Escalona, lo mató una molinera" ….. y debes de darte cuenta que si por tu culpa muero/ en todita la provincia se sabrá cuando yo muera"….
40 Relatos de: José Martínez Sánchez
EL JUICIO
Los últimos jueces sospechaban el delito del individuo sentado en uno de los extremos de la corporación financiera, junto a dos vigilantes armados. A éstos, fuera de parpadear, no se les veía actividad aparente. Los acompañaba un perro misógino de nacionalidad alemana, de esos que se dan el lujo de gastar algunas bromas al gerente de la compañía. En fila simétrica, frente a un cajero electrónico, los togados esperaban el restablecimiento del servicio, pues el juicio había sido suspendido por falta de circulación monetaria. Se hallaban embarcados en un debate sobre la eficiencia del sistema, al que restaban seriedad para con sus ahorradores, cuando fueron interrumpidos por un funcionario. A partir de ese momento, si sus eminencias lo consideraban pulcro, el cajero soltaría el doble del dinero permitido hasta la fecha por las autoridades del ramo. El primer juez, un arrendatario de inmuebles con dos muletas de apoyo, pasó la tarjeta de acceso y marcó los dígitos de su clave. Luego de saludarlo según el título de dignidad, el cajero le preguntó por la esposa y los hijos de la vez anterior, porque el juez enviaba en cada ocasión a una esposa distinta en compañía de hijos distintos, todos consumidores de primer orden en el egosistema comercial de la ciudad. Haciéndose el desentendido, el juez marcó la suma de doscientos mil pesos, equivalente al gasto de fin de semana, cifra destinada a compartir con la familia de la pelirroja, hembra que le había dado
dos vástagos pecosos de colmillos insuperables a la hora de liquidar el alimento. Guiado por un criterio del orden muy a tono con su profesión, el sujeto recomendó a los vigilantes vestir al perro alemán con pantalón de paño, camisa blanca de manga larga, corbata negra y zapatos charolados, como debía corresponder a este tipo de juicios. Para el detenido, al que ni siquiera reparó en el momento de producir la sentencia, reveló cinco años de prisión en uno de los inmuebles de su propiedad, sin rebaja para el gobierno por concepto de arrendamiento. El segundo juez, ingeniero de una compañía constructora local, dio una cachetada al cajero por meterse en asuntos familiares, recibiendo como único reproche la suma de ciento cincuenta mil pesos, invertidos con antelación en la restauración de su vehículo particular, donde rezaba una oración diaria por las ánimas del purgatorio, entre ellas a sus progenitores, a un hijo narcotraficante, a una hermana virgen sorprendida por la muerte mientras hacía el primer amor en una tractomula a la que arrastró consigo a un abismo impenetrable, a un acreedor a quien jamás pagó el ridículo préstamo de cincuenta millones de pesos y, para cerrar, a una epiléptica a la que había sometido a presión glútea tan pronto volvió de uno de esos ataques coleccionados por Dostoievski en el museo de las grandes sensaciones. Indiferente al perro, pero muy pendiente de las facciones de los vigilantes, el juez determinó seis años de trabajo no remunerado en la empresa constructora local, de puertas y ventanas abiertas veinticuatro horas contiguas. El tercer juez, dueño de un almacén de ropa vieja, vestido de acuerdo con el interés publicitario de su socia, una negra arubeña de casi dos metros de tela, entabló un diálogo digital con el cajero electrónico, solicitándole equivocarse siquiera una vez en la vida, no a favor de la corporación financiera, como era la costumbre, sino en beneficio del bolsillo de la justicia. El cajero alegó intencionalidad en el usuario y, como castigo, demoró la transacción durante quince minutos, utilizados por los jueces de la fila para planear la candidatura al senado de un ilustre colega, tan brillante en ideas como reluciente en alopecia. Quizás porque un cajero sólo interviene en política
41 económica, el juez número tres recibió trescientos mil pesos en billetes de cincuenta mil, más un mensaje impreso que decía: "No intente estafar a la corporación, su investidura perderá poder adquisitivo". Al salir de la cabina con el rostro bañado por el miedo, la eminencia tres comunicó el peligro a los dos jueces restantes, primero porque el total de los últimos jueces no pasaba de cinco, o sea cuatro y uno, o tres y dos, y en segundo lugar porque quedaba demostrada la entraña jurídica del ente corporativo. Condenado el detenido a nueve años de pordiosería textil para el almacén de ropa vieja, el juez corrió a hundirse en los brazos de la negra de cabellera gringa, encargada de festejar las ganancias mediante una suerte de braceo que fluctuaba entre la intensificación dineraria y una suave expoliación de ropas interiores conveniente al deseo de los implicados. El cuarto juez, seguidor de Gandhi, soñaba con los jardines en la madrugada, al tiempo que repartía bendiciones a los pecadores de su parroquia, una bóveda sostenida por las paredes de la reconciliación y un piano imantado de fabricación italiana, bueno para golpear el teclado con la frente, agotada la novena botella de vino. Del cielo descendía un ángel mayor montado en una gallina finada, lista para echar a la olla. El mensajero dejaba caer sobre su cabeza un par de calzones de bruja condenada y él despertaba, decidido a sacar del cajero electrónico la cuota mensual de la camioneta en cuya rapidez volaban los mantos de las prioras. Temeroso de perder el tesoro de la nariz, en sus manos cayó un fajo indefinido. El cajero no le preguntó por la parroquia, ni se le ocurrió demandar por el estado de salud de las creyentas. Le recordó cumplir con el compromiso de la cuenta, de la que el
ahorrador conocía al dedillo sus hábitos alimenticios. Buscando neutralizar el enfado, el juez roció tres veces agua bendita en el teclado, disponiéndose a condenar al detenido que seguía, atacado por la risa, las mamolas de un payaso junto a una mampostería. Sorprendió a los vigilantes con una pena de diez años a cumplir en la parroquia, centro de lavado, pintura y reparación de almas escabullidas. No agregó detalles respecto a la improcedencia de montar restaurantes chinos en áreas incompletas, por urgencia de la camioneta. Ésta, después de ofrecerle la puerta con delicadeza religiosa, empezó a cantar una ranchera filantrópica y salió moviéndose como pez en el aire. El quinto juez, de tendencia Mariela, conocía de sobra las esquinas de la ciudad. Debajo de la falda, un puñal inoxidable le servía de arma mortal hasta la madrugada. En cuestión de noches, ella había visto circular los vehículos oscuros de algunas eminencias en programa de adquisición. Al bajar la ventanilla, Mariela veía contratar niñas de ocho años con sus parejos de nueve, y en una ocasión ella también fue a parar a las piernas de un reconocido compinche de la ley. Como juez en uso de su derecho, conocía la soledad que le esperaba al salir de la cabina. El cajero agregó quinientos mil pesos a su buen gusto por las pelucas y por la sabia estabilidad de la pestañina. Mariela exigió del acusado pasar lo que le quedaba de vida en sus aposentos, condenado a una prueba de amor directamente proporcional al artículo 115 del código civil. No hallando méritos pertinentes para conceder la libertad, los vigilantes procedieron a dar por concluida la sesión, dejando a disposición de la última eminencia la custodia definitiva del detenido.
LA DISPUTA Sentada en el sofá de la sala con los brazos cruzados, la mujer guardaba silencio. Presa de la exaltación, el esposo se mordía los labios, se arrancaba mechones de pelo o lanzaba figurillas de porcelana sobre el piso de mármol. Quería saber la causa de la infidelidad de la esposa después de
veinte años de matrimonio perfecto. Cansada de soportar una escena sin otra variable que el humor del esposo, ella alzó la cabeza y lo miró de frente. -Es mejor que vayas a cambiarte -le dijo-, mi traje de terciopelo no va hoy con tu temperamento.
EL FANTASMA El sujeto de la corbata roja no deja de mirarme. Por todas partes se oye el comentario sobre mi muerte reciente. En este bar todos saben que él acaba de hacer un nuevo curso de francotirador y
necesita ensayar puntería. Lo que no podrán comprender es que un hombre, cuando ha sido ultimado varias veces por el mismo asesino, siempre deja un fantasma en el lugar de los hechos.
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UN CUENTO POR ENCARGO
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Iván David Ortíz Palacios2 Ochenta y cuatro, ochenta y cinco, ochenta y seis, ochenta y… no cayó la siguiente gota, el grifo la absorbió, no la dejó salir, era como si quisiera que no se contara su caída pero evidentemente estaba allí, justo al borde. Aunque tenía afán de salir se quedó sentado impaciente con el impulso de ayudar a que esa tan esperada gota saliera, uno, dos, tres, cuatro minutos…, se sintió algo tonto de adoptar esa actitud y ya estaba decido a retomar su día, cuando plop, oyó clarito como por fin se estrelló esa perlita de hidrógeno y oxígeno rebelde en el fondo del lavamanos. Sin saber porqué sintió un gran alivio y pudo continuar su baño, se enjabonó mientras inconscientemente iba contando de uno a ochenta y siete, luego dejó que el chorro de la regadera le cayera sobre su cuerpo durante el tiempo que ocupó dibujando con su índice derecho sobre la baldosa blanca la serie numérica de cero a ochenta y siete, el vapor del agua caliente se empeñaba en borrar sus trazos pero él persistió en su cometido cada vez más rápido hasta que por fin lo logró. Cuando se estaba vistiendo recibió una llamada que no alcanzó a contestar, al revisar su teléfono móvil el número de ésta iniciaba y terminaba en 87, quiso devolverla pero le fue imposible, su impaciencia lo llevó a presionar el control equivocado y la borró, se quedó sin saber quien era. ¡Carajo basta ya de boberías!, se dijo, apuró su ritual matutino y por fin salió a cumplir con su trabajo. ¡Oh casualidad! La placa del taxi que tomó tiene un 87, tuvo que subir 87 peldaños porque el ascensor que todos los días lo conducía hasta su despacho hoy estaba descompuesto. Ocupó su mente en otra cosa hasta que a medio día lo llamó su mamá: hola hijito por favor no te olvides que hoy es el cumpleaños del abuelo, ni se te ocurra faltar, recuerda que 87 años solo se cumplen una vez en la vida. Piensa que esto ya no es casualidad, es un jugueteo de señales que lo han puesto a reflexionar aunque por su naturaleza no era agorero y por su formación en el materialismo histórico tampoco amigo de agüeros, pero sentía que definitivamente hoy, justamente hoy, pareciera que la repetición de esos números le perseguía para sugerirle algo.
Nuevamente se volvió a enredar en sus quehaceres laborales sin volver a pensar en toda tarde sobre el particular, asistió al compromiso familiar y todo sucedió normalmente, con el deber cumplido llegó a su casa con el ánimo de descansar, se acostó pero el frío le obligó a tomar algo caliente, lo intentó de nuevo y ahora fue la sed que lo invadió la causante de su desvelo, recurrió a la lectura, un poco de música, adelantar su trabajo pero algo no estaba bien sentía desazón, incertidumbre, su cuerpo no se hallaba, su mente tampoco, lo único cierto era su incomodidad; decidió entonces hacer lo último que le hubiera apetecido en un día común, ver televisión, actividad que no le era muy grata, pero quizá lo distrajera y le ayudara a calmarse, o en el mejor de los casos, obraría como somnífero natural, cambió los canales una y otra vez sin encontrar nada que le interesara; de repente se encontró de frente con un anuncio noticioso de la Cadena Nacional durante el espacio adjudicado a las víctimas de la violencia política: hace veinte años fue asesinado el líder político, presidente y ex candidato de la Unión Patriótica JAIME PARDO LEAL, el país recuerda ese 11 de octubre como un hecho nefasto, vergonzoso y reprochable en la historia nacional, hoy se izaron banderas verdes y amarillas a media asta y el alcalde de la capital presidió el acto conmemorativo llevado a cabo en la Plaza Mayor de la Ciudad, allí tomaron la palabra el presidente y otros altos representantes del Estado para pedir nuevamente perdón a toda la nación y reiterar su compromiso de justicia, verdad, garantía de no repetición y reparación integral, y promulgar la Ley que establece esta fecha como el día de las victimas del genocidio político contra la Unión 1
Con este relato se participó en la convocatoria "Bogotá: historias paralelas" de la Secretaria Distrital de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá, programa Bogotá un libro abierto, septiembre de 2007. El desarrollo del tema responde a la exigencia del concurso: "Ucranias o historias alternativas de Bogotá. Esto es: con base en un episodio REAL de la historia de la ciudad, construir un relato imaginario en el cual dicho espacio tenga unas características, un desarrollo o un desenlace diferente a como lo conocemos" 2
Profesor Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Nacional de Colombia. Director del grupo de investigación Genocidio político contra la Unión Patriótica.
43 Patriótica …[La noticia continuaba y muchas imágenes la ilustraban]. ¡Oh sí, claro era eso!.Como fue posible que no lo recordara!, él tenía 17 años, se le viene a la mente ese domingo con un sol picante que anunciaba lluvia más tarde, estaba con su novia comprando el regalo para su abuelo que entonces estaba cumpliendo veinte años menos que hoy. Recorrían los almacenes del centro de la ciudad mirando sombreros, cachuchas, paraguas, bufandas, en fin un buen detalle y que además se ajustara a su presupuesto, los habían citado a las 6:00 de la tarde para el ágape y por ello estaban relajados se daban todo el tiempo para escoger, regatear, sumar y resumar las monedas de cada bolsillo con el propósito estirar lo ahorrado de las mesadas semanales que precisamente le daba su abuelo. Estaban en vueltos en la discusión de si comprar una vasca y que les alcanzara para el papel regalo y una tarjetita o llevar una boina checa no tomar buseta sino bus y entregarla sin papel de regalo, no llegaron a dirimir este problema pues de repente sintieron que algo fuera de lo normal estaba ocurriendo, la gente corría de un lado a otro, gritaban, lloraban algunos, sus caras se veían desesperadas. Será una bomba?. Aquí en la ciudad?. Bueno sería algo muy extraño, ya que estos aconteceres han sucedido en otras ciudades pero no en la capital. Acaso es una conflagración?, no se ve humo. Un temblor?, no se ha sentido ningún movimiento. El y su novia no sabían que hacer, les empezó la angustia, un vendedor de dulces que estaba justo frente del almacén en que se encontraban se cogía la cabeza entre las manos y no cesaba de repetir no, no, no puede ser, como pudo haber ocurrido, esto es el acabose. Todo era caos. Ellos estaban indecisos entre salir del almacén o quedarse allí, por fin quien les estaba atendiendo reaccionó y prendió la radio: atención, atención, noticia de última hora, el Dr. Jaime Pardo Leal ha muerto. Los galenos hicieron todo lo posible por salvarle la vida luego de que sufriera un atentado, pero desafortunadamente y pese a toda la tecnología y equipo especializado con que cuenta esta clínica, ya no había nada que hacer, hace siete minutos se ha declarado su muerte. Quedaron perplejos, pero aún no se imaginaban la magnitud de tal noticia, para él significaba la tristeza de su abuelo y de su padre, siem-
pre estaban hablando de los cambios que sucederían en el país si este candidato fuera presidente, lo comparaban con Jorge Eliécer Gaitán, a ella se le vinieron a la mente las caras de tristeza de los campesinos de un pueblito del Meta en donde su mamá y su tía, que era abogada, tenían una finca. Hacía tres meses justamente habían ido de paseo y ella sin entender muy bien el contexto vio como en la plaza de mercado estaban reunidas muchas personas con ruanitas amarillas y verdes, también con cachuchas y banderitas que tenían marcadas las letras UP, preguntó entonces de que se trataba y su tía le explicó que era la manifestación de un nuevo movimiento que conglomeraba diversos sectores políticos y sociales, que su presidente y candidato era uno de sus profesores de derecho penal, el Dr. Jaime Pardo Leal, excelente sindicalista y eminente magistrado, que ella votaría por él y que precisamente estaba tratando de convencer a sus hermanos para que lo hicieran, la chica sintió entonces una gran tristeza y pensó en decirle a su tía que viajaran en el próximo fin de semana a Mapiripan, pueblito a donde tenían la finca a ver como estaban las cosas. A medida que transcurría el tiempo la agitación era mayor, gente y más gente en las calles gritando, acusando al gobierno, increpando responsabilidad a las fuerzas armadas, reclamando un Estado garante de los derechos humanos que no delegara en grupos y fuerzas paraestatales sus obligaciones. Sin pensarlo por más tiempo tomó la mano de su novia y salió a la calle, mientras trataba de llegar a la carrera séptima por la calle doce, iba pensando en la historia del Bogotazo, también contada por el abuelo, pues en el colegio no la había entendido muy bien; que coincidencia, Gaitán como Pardo era abogado, era profesor de derecho penal en la Universidad Nacional de Colombia, con ideas amplias y pluralistas uno y otro, el primero un liberal asesinado por las elites políticas recalcitrantes que lo acusaron de ser comunista, el segundo reconocido comunista lo asesinaron esas mismas elites que aún seguían persiguiendo cualquier tipo de ideología que se considerara contraria a lo establecido por el sistema; cuando llegaron a la carrera séptima le pareció como si la historia que se había imaginado mientras escuchaba a su abuelo se le estuviera proyectando en vivo y en directo, vidrios rotos, gentes enardecidas, país conmocionado, incertidumbre
44 generalizada. ¡Horror total! se alargaron esas 24 horas de violencia que se prendieron el 9 de abril de 1948 y que hasta ahora habían alcanzado a extender el terror, los odios, las venganzas 39 años, hoy 11 de octubre de 1987, tal y como se ven las cosas, quien sabe por cuantas décadas más no cesara la horrible noche al contrario de lo que dice el Himno Nacional con ocasión a la independencia de la República. El ímpetu de la juventud lo impulsó a conocer esta historia, si no como protagonista, si como un observador directo, por eso ejerció mayor presión en la mano de su novia para evitar despegarse entre el tumulto de gentes que corrían por todos y hacia todos lados, como remolinos de ríos tranquilos pero profundos, como olas ensoberbiadas que se estrellan contra la arena tranquila de una playa, como nubes tormentosas dispuestas a tapar un sol radiante. Amor calmate, no avancemos, quedémonos aquí mientras pasa todo, le rogaba ella, una y otra, y otra vez, pero él no la escuchaba, no por displicencia, ni sordera conciente a sus palabras sino porque su cerebro, sus pulsaciones, su ánimo no lo permitió, había asumido su momento, su tiempo y su casual encuentro con un marcador historio, por eso alargaba sus pasos que poco a poco se fueron convirtiendo en zancadas, por eso mientras con una mano ya no asía sino agarraba la de su novia con el otro brazo daba codazos y empujaba a otros para abrirse camino hacia el norte, además le era completamente imposible escuchar la voz de otro, porque su propia voz lo impedía, los decibeles de su cánticos aumentaban al unísono con sus movimientos y los compases de sus piernas, gritaba y gritaba junto con otras y otros si señor como no el gobierno lo mató…compañero Jaime Pardo Leal, presente, presente, presente… exigimos el desmonte del paramilitarismo ya, pero, ya, ya …yo te daré te daré patria hermosa te daré una cosa, te daré una rosa, esa rosa se llama UP…podrán matar la flor pero no la primavera… lo repetía y lo repetía cada vez más fuerte, al igual que los otros quizás con la esperanza de que así como en los cuentos de infancia llegara un hada levantara el hechizo y el muerto ya no lo estuviera, se levantara y el país fuera feliz para siempre, o pretendiendo que de tanto decirlo el líder se irguiera y dijera sí estos fueron quienes me mataron, porque ellos fueron los que los enviaron, porque piensan que, creen
que, se imaginan que y tienen intereses de…. Su novia trataba de llevarle el paso, por algunas cuadras lo logró pero luego la conglomeración la obligó a soltarle de la mano y como en las películas de guerra mientras más sus miradas se unían sus cuerpos se alejaban, él le gritaba vamos, vamos, no te quedes por favor, ella le respondía con desespero no me dejes, dame la mano, no me dejes, entonces él subió la voz y le dijo sigue caminando y nos vemos en la puerta de entrada del Banco de la República, ten cuidado y no te afanes que ahí te espero e inmediatamente nos salimos de aquí y nos vamos a casa del abuelo que ya se nos esta haciendo tarde, le mandó un beso por el aire y ella le respondió tú y tus locuras, yo te pedí que no nos metiéramos en esto. Esperó, esperó y esperó, veinte minutos, media hora, una, dos y ella nunca llegó, se dijo entonces tanto tiempo para andar tan pocas cuadras, esto es imposible ya no espero más, tendré líos con mi familia, yo me voy. Mientras caminaba ya fuera del centro iba pensando que su novia se había enojado, en la noche la llamaría y le daría excusas, él sabía que con unos cuantos besitos al otro día todo se solucionaría, además le llevaría un pedacito de torta de caramelo de la que tanto le gustaba para así endulzar la desavenencia. Hola abuelo quise venir pronto pero ya sabes lo que ocurrió. Todo era silencio. Quienes estaban en el ágape solo atinaban a mirarlo, mirarlo y mirarlo. ¡Bueno ya!, no fue mi culpa el retraso, para colmo mi novia se enojó me dejó tirado y todo se complicó…perdón, perdón, perdón, que más puedo decirles. Su madre caminó hacia él, lo miró, sus ojos tenían el asomo de las lágrimas que no se deciden a brotar del todo, tal cual las gotitas de agua en la llave esa mañana, asomadas, latentes, queriendo explotar pero sin poder hacerlo. Por fin atino a decirle hijo ya lo sabes. Claro mmaaaa, yo estaba en el centro comprando…a propósito abuelito feliz cumpleaños le extendió el regalo sin empacar y le dio varios besos en la frente, continuó diciendo entonces no les cuento cuando estábamos comprando el regalo en el centro todo se volvió un embrollo, no podíamos caminar, la gente enloquecida…ahorita les sigo narrando, voy a llamar a mi novia porque…nuevamente su mamà esta vez con la voz cortada le preguntó aún no lo sabes hijito?, con la imponencia de los jóvenes en
45 tono seco le impugnó que sí mami, que sí, no te digo que yo estaba en el centro, mataron al Dr. Jaime Pardo Leal. Lo siento mucho abuelito se lo que eso significa para ti. Su seguridad se derrumbó en seco No hijo, tu novia murió. Todo fue silencio, su garganta también retuvo el grito, sus ojos las lágrimas, el cerebro sus ideas, las piernas su equilibrio y se desplomó. Por fin preguntó cómo, a qué horas, dónde y gritó tan fuerte como si fuera la última vez que pudiera hacer vibrar sus cuerdas bucales Si yo estaba con ella, yo estaba con ella, yo estaba con ella.
Jacques Prevért alude, porque para él durante veinte años esas frases correspondieron a los:
Según la narración que le hicieran fue un instante después de que él le indicara a donde se verían, algunas personas sacaban mercancías de un almacén de ropa aprovechando el caos, el celador del lugar sin pensarlo dos veces sacó el arma y disparó la bala atravesó el pecho de su novia, ese mismo que tantos deseos le causara cuando lo acariciaba y el que esperaba besar y besar cuando ella perdiera el miedo y le aceptara que perdiera su virginidad. Ella murió al instante, lo único que alcanzó a decir la chica, cuentan los testigos fue amor, por favor cuéntaselo a, cuentase…, cuenta, cue...Y dejó de respirar, y no pudo hablar más la sangre emanada por su boca se lo impidió, los ojos gritaban pero nadie entendió su idioma, sus manos se agarraron entre sí y sin poder hacer nada cerró los ojos con la resignación de la impotencia, quedó tendida en la mitad de la calle Jiménez con séptima, sí ahí donde hace poco el alcalde de la ciudad puso una gran placa en honor a ella, por eso ahora este paso se llama apego de vida.
Que dijeron discursos pero se les olvido la acción.
Hasta hoy él no había cumplido su encargo, no había contado el "cuento de lo ocurrido" porque el recuerdo se atascó en la memoria, como el grito, como la lagrima, como la gota, no salía, no podía. Eso era lo que hoy lo había perseguido todo la mañana, toda la tarde, la inquietud, el 87 repetido, increpante, esta noche para él mismo que se lo había negado durante veinte años quiso cumplir el encargo de un cuento, de su cuento. Su memoria por fin brotó, sus lagrimas por fin pueden rodar, se tapó la cara y lloró en silencio, luego percibió como suena su llanto, como grita, como retumba y se dejo oír, se escuchó por sí y para sí mismo, esta vez son sus propios recuerdos, sus propias palabras, su propio dolor son los que se escuchan, ya no necesita de esas Palabras parecidas a las que
Por ellos también él quiso inconscientemente olvidar, congeló sus recuerdos, los truncó en el quicio de la memoria, hoy volvieron asomarse, se escaparon, se liberaron y posiblemente puedan construir el camino recuperado de un dolor que aunque persista es conciente, que no quiere venganza, que no quiere odio, pero que exige estar ahí, manifestarse cuando quiera, porque tiene ese derecho ya que es un dolor real, material, espiritual, físico y hasta sexual; hoy se siente liviano, ya no necesita palabras de otros, lágrimas de otros, recuerdos de otros, frustraciones de otros, rabias de otros, nostalgias de otros, hoy cumplió…su cuento por encargo.
Que recuerdan a Pardo Leal pero no lo que significó Que fueron comunistas pero hoy son neoliberales. Que fueron revolucionarios y lo justifican diciendo que fueron locuras de juventud. Que fueron Upeistas pero hoy se les olvido.
Que fueron dirigentes de la oposición y hoy son empleados del sistema. Que anunciaron investigaciones y ejercieron impunidad. Que anunciaron leyes de nunca más e implementaron normas de perdón y olvido. Que siguen pregonando seguridad y democracia bajo la limitación de derechos fundamentales. Que siguen conmemorando pero no haciendo efectivos los derechos de vida y dignidad. Que se convierten en representantes de las víctimas para capitalizar y homogeneizar su duelo …
(Escrito por Polita)
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Los Nadaístas y la Armada Jotamario Arbeláez
Leo en una nota de Alto Turmequé, de El Espectador (Enero 6-08), que en la celebración de los 71 años de la Infantería de Marina, el azote de baldosa se hizo al son de “Mi decisión”, “No más terrorismo”, “Te lo mereces” y “Ya se va el marino”, canciones grabadas en CD por un suboficial y dos de sus infantes. “Algunos apartes de sus letras –termina con hiriente gracejo el informe– hacen fila para reemplazar un texto de Gonzalo Arango que adorna la entrada de las instalaciones de la Marina en Bocagrande, Cartagena, pues algún alto oficial ha dicho que la Armada no puede hacerle la apología a un izquierdista”. La historia comienza el 7 de septiembre de 1968, en Cartagena, cuando el “profeta” -creador del Nadaísmo hace 50 años- deambulaba sin un peso por la ciudad vieja, y fue invitado a la botadura del navío insignia de la Armada Nacional, el velero Gloria, con presencia del señor Presidente de la República. En su discurso, tristemente célebre en los archivos del movimiento, y que ocasionó grave crisis en nuestra precaria ideología, el orador calificó de “Poeta de la acción” a Lleras Restrepo, quien acababa de cerrar la Universidad Nacional y de expulsar del territorio patrio a la valiente y ácida crítica Marta Traba. Finalizada su intervención, el poeta puso en el libro de visitantes ilustres la frase que después utilizó la Armada como placa que pende en el mismo buque y, ahora veo, en la entrada de sus instalaciones en Cartagena: “Colombia es un país rodeado de mares por todas partes, menos por el corazón de sus marinos, donde la patria es amor”. Consciente de que la había embarrado con su generación por entonces contestataria, consintió en viajar a Puerto Rico, en desarrollo de la ‘Operación
Unitas’, en un barco de la Armada, el ARC Antioquia, a sabiendas de que no era ningún lobo de mar, para ir trasbocando mareado sobre la cubierta durante toda la travesía, incluso sobre el mantel del comandante, lo que significaba vomitarse sobre la Armada. Por eso le levantamos el veto. Luego del episodio solemne con corbata prestada, fue como si el Buque Escuela de nuestra Armada hubiera recibido ‘la maldición de Garabato’. La mafia se aprovechó de la inmunidad del navío -quien sabe con cuantos éxitos-, hasta que el 22 de Junio de 1976 la Aduana de los Estados Unidos lo pescó con 28 kilos de cocaína. En 1992, el almirante Mauricio Soto halló restos de cocaína en el velero cuando se preparaba para sumarse a la regata mundial que celebraría el V Centenario del Descubrimiento de América. Y en 2004, pese a haberse instalado un scanner para detectar estupefacientes a bordo, fueron pillados 16.5 kilos de heroína y 10 de cocaína dentro de un tanque de la sección de motores disel del barco insignia, cuando se preparaba a viajar hacia los Estados Unidos con 75 tripulantes a bordo, el capitán y 13 oficiales, 49 suboficiales, 5 infantes de marina -de los que ahora componen canciones en honor de la institución-, y 7 civiles. Todos fueron suspendidos hasta que se identificara a los responsables. Es por esto que, para empezar las celebraciones de nuestro cincuentenario, exigimos que se retire la placa con la que nuestro profeta nadaísta, que no izquierdista, quiso honrar a nuestra patria en los mares. Le contesto al alto oficial de la Armada que no es nada respetable que un nadaísta haga la eterna apología de un cacharro del cual podría decirse que ha sido nuestra coca en los mares. Debería hundirse la placa que por 40 años dignificó a la Armada con barco y todo.
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Entrevista A Elmo Valencia
¡AUGURO LA CAÍDA DEL SEÑOR PRESIDENTE! Por Armando Orozco El poeta, narrador y cantautor nadaísta, Elmo Valencia perteneciente al grupo de La Sultana del Valle, es conocido desde los principios de este movimiento literario como el "Monje Loco". En 1966 fue jurado del Premio Casa de las Américas y en Cuba intimó con el comandante Raúl Castro, amante también de la poesía y del poeta Allen Ginsberg (1926) uno de los más importantes exponentes del movimiento beatnik en los años sesentas. Elmo vivió muchos años en Nueva York donde estudio Física y durante su larga existencia ha escrito poesía, cuento, novela y canciones de Rock, como la conocida, "una mosca en el café".
ENTREVISTA PROUST Al POETA NADAÍSTA
mis canciones cantadas por mi mismo.
¿Si usted fuera un efecto de b naturaleza cuál sería? -No es sí fuera es que soy un efecto de la naturaleza
¿Nos puedes dar algún título de una de estas canciones compuestas y cantadas por ti? -"Una mosca en mi café", (en tiempo de Rock) "Si hacemos el amor" (también en tiempo de Rock) y "Sofía enséñame la filosofía"
¿Si una ciudad cuál sería? -Yo viví en Nueva York un tiempo y me gustaría regresar a esa ciudad para vivir como vivió allá el famoso poeta Federico García Lorca y donde escribió "Poeta en Nueva York". ¿Dicen las malas lenguas que es fundador del Nadaísta, es cierto? -No solamente mi persona sino con un grupo de poetas muy inteligentes como: Gonzalo Arango, Jotamario Arbelaez, Eduardo Escobar, Cachifo, Darío Lemus, Amilkar U. Era un grupo de jóvenes que a comienzos de los sesentas no estaba haciendo nada. ¿Si le tocara llevarse un sólo libro a Isla Nada, qué libro te llevarías? - "Isla Nada" "Isla Nada" es un libro de poemas, de cuentos, o es una novela, qué es? -"Isla Nada" es por aquello de que vivimos en una isla en el Océano Pacífico. La isla se compró con un diamante que se encontró Elenita, una muchacha que fue una de las primeras nadaistas de Medellín ¿Fuera de poesía de cuento y de novela, qué otro género practicas? -La música popular y en estos momentos he compuesto una serie de temas que fueron grabados el año pasado en Medellín además voy a presentar allá tres de
¿Dicen que tú ya vas acercándote a la centuria es cierto esto? -Sí, eso es cierto. Hace unas semanas cumplí en Cali la miserablesa de 81 años ¿De los escritores colombianos de todos los tiempos cuál es el que te llama más la atención? -Gonzalo Arango porque su escritura es fantástica y nadie antes de él en Colombia escribió con esa fortaleza moral como él hizo sus temas. Gonzalo fue un gran escritor y un gran amigo. Por eso a los jóvenes les recomiendo que lo lean. Así como a toda nuestra literatura nadaísta. ¿Desaparecerá alguna vez el Nadaísmo? - Sí, el Nadaísmo tiene que desaparecer porque seria una desgracia que fuera eterno ¿Y si tu fueras una flor qué flor serías? "Una flor para mascar" según Pablo Gallinazos. ¿Por tu figura tienes algún pasado en la India? -Sí, tengo un pasado judicial muy bello porque me han metido a la cárcel muchas veces. ¿Qué le auguras a Colombia? -La caída de su señor presidente Álvaro Uribe Vélez.
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PALABRAS DE RICARDO SÁNCHEZ ÁNGEL EN LA EXPOSICIÓN DE PINTURA DE ARMANDO OROZCO TOVAR Buenas noches a todos y a todas. Santiago García muchas gracias por promover y ser anfitrión de la exposición que nos convoca hoy de Armando Orozco Tovar. Armando me invitó a decir unas palabras esta noche, seguramente porque yo en un librito, Lecturas Colombianas, donde me ocupo de diversos libros y autores, todos en ese momento contemporáneos o en todo caso vivos, también lo hago de su libro de poemas publicado en 1994, En lo alto del instante, que me llamó mucho la atención. Yo oficiaba una columna en el diario La Prensa, de estirpe conservadora, que me abrió sus páginas para mis irreverencias y mis criterios y ahí di cuenta para que no pasara desapercibida la existencia de esta obra y luego la incluí en el breviario. Y hoy he tenido la fortuna de encontrar un interlocutor entusiasta que está leyendo la obra o la acaba de leer, el cual me ha abordado. Había conocido a Armando en Salamina en un Festival del bolero, donde el hizo gala de su extraordinaria personalidad, que es lo que más que otra cosa nos convoca hoy de afecto y de cariño. El se presenta orgullosamente de manera ciudadana como un poeta, es su carta, su carné de presentación en la vida: ¡Yo soy un poeta! Y se lo reitera a uno de tanto en tanto y todos sabemos que es un poeta. Y en esos protocolos de presentación figura menos, como si fuera algo huidizo que esta por allá a la sombra, que ejerce la pintura. Digo que ejerce la pintura porque insiste mucho en que no es pintor sino que ha ido oficiando en los altares de la imagen y el color desde niño, desde cuando su padre lo censuró sobre la posibilidad de que pudiese tener talento y se desvió hacia la poesía en la cual ha tenido más reconocimiento público de la vida, que de la crítica, más reconocimiento de la amistad, que de incluirlo como se lo merece, yo ya reclamaba en esa crónica del 94 sobre la importancia de su poesía que no aparece registrada
sino muy levemente por Rogelio Echavarría en ¿Quién es quien en la poesía colombiana? Lo que parece que es una injusticia. Orozco es un gran poeta. Yo acabo de volver a leer el libro Del sonámbulo Imaginado, el miniaturismo que ha publicado donde él hace la declaración de su código estético renovado que es, "La calle es mi patria" dice el poeta y escribe sobre Notas Amargas, mientras que hay un momento en Lo alto del instante, el primer poema sobre el miedo: "Tengo miedo de los amigos perdidos entre el humo y el sueño..." tengo miedo de los amigos que se nos van a ir... Se escribe para exorcizar el miedo. En este breviario último hay una de las más bellas elegías que se han escrito en nuestro idioma colombiano-castellano, que es la elegía Jaime Bateman, que debía ser incorporada con todos los honores de la poesía civil sentimental, una grata recuperación de lo humano más que de lo épico, de este personaje tan singular de la vida política de Colombia, ese revolucionario, guerrillero y aventurero político en general, a quien frecuentó nuestro poeta en aventuras políticas. Pero que hoy nos convoca en dos cosas: una como amigos, más ustedes que yo, porque realmente mi relación con el poeta ha sido más efímera en los encuentros furtivos de la calle y esta exposición que Santiago ha acogido con un entusiasmo extraordinario no solamente a mí me ha entusiasmado. En 1937 el caudillo que atormentó la vida nacional con tanta eficacia, Laureano Gómez, escribió en El Siglo "El expresionismo como síntoma de pereza e inhabilidad en el arte." Una manifestación más del atrevimiento y de exhibición de la
49 ignorancia de Laureano cuando el expresionismo hacía en Alemania de las suyas, estaba en pleno furor, era el momento del nazismo que venía preparándose, Grosz el gran maestro del Expresionismo Alemán del combate político introducía en grande la ciudad, hacía de la militancia política y del expresionismo el más singular de las artes, la más fundamental de las revoluciones pictóricas, inspiradas todos sabemos en el Dada, en la destrucción de las formas, en fin. Pero más interesante que eso, es que se daba en la terquedad de nosotros los latinoamericanos el expresionismo realista especialmente en los mexicanos. Y este cuadro que está aquí me recordó cuando lo vi y fui a constatar que era así, los animales, los perros del 41 de Rufino Tamayo. Animales bizarros, canes violentos, urbanos, los animales como víctima de lo humano en su transformación de la agresión, que es espléndido y terrorífico. Cuadro de Rufino Tamayo, que no era el más político, sabemos, de la carnada de los mexicanos. Y el expresionismo logra, y allá también hay un Orozco, el más expresionista probablemente pero que ha sido señalado a mi me pareció con fortuna por los críticos de la historia del arte como expresionismo realista, más que muralismo, más que figuratibismo, para combinar este esplendor de las formas, este volcarse desde la potencia creativa hacia el color, hacia la tradición, hacia lo que es nuestra América, Rivera, monstruo de todas las formas y de todos los colores y de todas las autenticidades de todos ellos. Por acá había una descarriada que era Débora Arango y el artículo de prensa del que hablé está escrito contra Débora. Este hombre decía que Débora, me refiero al monstruo, a Laureano Gómez, la siniestra pesadilla de las costumbres políticas y de la cultura colombiana, con su inteligencia, Gómez era inteligente, astuto y un gran teatralizador de la política, de la retórica, tildaba de pornógrafa a Débora. Creo que esta pintura tiene tradición. Más allá de pretender hacer historia del arte, y siempre la historia del arte desvirtúa el arte.
Lo interesante es que este arte nos dice hoy y ahora para la vida a nosotros, nos perturba y el arte que no perturba, ha escrito Santiago García en su último libro, es un arte de dudosa estirpe. También hay otras huellas que es posible encontrar de todos modos importantes en el mundo propiamente pictórico que hoy se nos presenta: está Botero, en todo lo grotesco y lo horrible, está siempre Goya, la deformación goyesca La des formación goyesca aparece, es indudable. De Grosz y de los expresionistas están la máscara, allí no se sabe si son rostros o máscaras. Ustedes observan las máscaras son rostros. En la lectura que hace el artista sería la sociedad paramilitar, una escena, un gran cuadro un gran fresco de la sociedad paramilitar contemporánea, pero también es una gran alegoría de la Bestia y se me viene a la memoria el poema de Kavafis: "Llegaron los bárbaros, los bárbaros se han instalado, los bárbaros dominan..." ¿Alguien duda que han triunfado los bárbaros en Colombia? Y esa barbarie organizada se expresa en estos cuadros, lo interesante es que es una alegoría que en mi sensibilidad y en mi lectura invita a ver muchas cosas. Es un cuadro de la multitud al mismo tiempo, deformada, allí no hay un atisbo de felicidad, no hay alegría, todo es duro, rudo, bizarro, fuerte y los arquetipos míticos como en este cuadro, lo que hay allí es la ira o el dolor, el miedo, la maldad que sé yo y eso hace más interesante este esfuerzo pictórico de que no es una pintura de anécdota. Yo no creo que se deba presentar y que se deba asumir como una pintura social o de anécdota, eso me reivindica con la exposición profundamente, me alegra muchísimo, porque perturba, cuestiona, interroga en múltiples aspectos. ¿Qué tiene un significado político? Pues sí. Todo arte hasta el que se abstiene tiene significado por ausencia. Lo interesante es que aquí el manejo de los colores, de los materiales, la forma deforme, la alegoría, sale adelante con mucha eficacia. No soy yo el crítico de pintura llamado a opinar a fondo, pero quería decir eso.
50 Finalmente, pero no de último, Orozco , poeta, pintor, es un cronista, un escritor, un periodista, hizo estudios de periodismo profesional en La habana, que recuerda con mucho entusiasmo, que le sirvieron seguramente para formarse y deformarse. Yo lo suelo leer en la acogida que le da Carlos Lozano en VOZ. Es una crónica fresca, viva. Es un memorialista pero no cargado de erudición ni de simpleza, la sencillez no es simpleza, implica un esfuerzo extraordinario de elaboración y de pulimento de lo que se quiere recordar y se quiere volver a traer a vivir. En muchas otras oportunidades he tenido esa grata ocasión de leerlo. Él está por publicar una compilación o una reelaboración de sus crónicas que provisionalmente ha titulado: Notas Amargas, que recoge el titulo de uno de sus poemas en su último breviario, y que recuerda el título de los poemas de José Asunción Silva con sus Gotas Amargas. Él es actor, es un gran conversador, ha hecho de la palabra un arte extraordinario, de la palabra en la vida, no en la palabra como un gueto frente a la vida, separada, sino que ha logrado integrar por
fortuna el mundo de su imaginación, el mundo de su tabulación. Armando fábula permanentemente, qué cosa tan extraordinaria, imagina, recrea, recuerda, fantasea, exagera, eso le permite ser un hombre muy feliz, me imagino yo. Porque le permite escapar al sonambulismo en que estamos todos y por eso se tiene que imaginar un nuevo sonámbulo y posee la gracia de ser un sobreviviente de la larga marcha de las izquierdas colombianas. Es extraordinaria su capacidad de interlocutar con todas las corrientes, con todas las tendencias. Armando Orozco es la amistad y la civilización. Un signo de civilización es la amistad germina, es el diálogo, es lo entrañable y usted lo encarna muy bien. A mi me da mucha alegría de que usted exista, de que usted sea contemporáneo mío, nuestro, de que usted esté haciendo su obra. A nosotros nos importa su trabajo, a mi me importa mucho su obra y por ello me he ocupado de ella y de usted. Felicitaciones y muchas gracias por convocarnos a todos sus amigos y amigas sobre todo amigas a esta reunión.
Teatro de La Candelaria, 17 de febrero de 2007
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Discurso con motivo de conmemorarse el 155 aniversario del natalicio del héroe nacional de Cuba:
José Martí 59 Por Miguel Jiménez Consejero Cultural sede diplomática cubana
Como ustedes conocen, este año nuestra Revolución entra en sus 50 años, posibles por la lucha abnegada de su pueblo y por la constante y firme solidaridad de los pueblos del mundo, entre ellos, de forma significativa la del pueblo colombiano. Nunca olvidamos que aquí en Colombia, en medio de grandes acciones de apoyo a mi país, en difíciles momentos de agresión por parte del imperialismo yanqui, surgió la canción "Cuba Si, Yanquis No", que fue es y será himno de la solidaridad con Cuba. El acordeón de Alejandro continúa sonando rotundamente en llanos, montañas y ciudades del mundo. Nos reunimos hoy para conmemorar el 155 aniversario del natalicio del más universal de los cubanos: José Martí Pérez, apóstol de Cuba, alma de la verdadera independencia y guía de la generación del Moncada que logró, a partir del triunfo revolucionario del 1 de enero de 1959, llevar a vías de hecho las ideas y pensamientos por los que Martí trabajó y luchó infatigablemente durante sus 42 años de vida, tronchada el fatídico 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, en la antigua provincia de Oriente. Hablar de Martí en esta tierra implica reconocer al hombre latinoamericanista, antiimperialista, político, poeta, escritor, dramaturgo, periodista. El hombre que creó el Partido Revolucionario Cubano, figura fundamental de la unidad y artífice de la Guerra del 95. Pero sobre todo, reconocer al humanista, al hombre en el más alto grado de lo que debe ser el mejor concepto de humanidad. Un día como hoy, pero de 1895, Martí cumplía 42 años y la historia recoge lo siguiente: "Permanece en Nueva York desde el 14 de enero y en esta fecha cumple los 42 años. Lo visitan sus amistades más cercanas en la casa del Dr. Ramón L. Miranda, donde se oculta de los agentes españoles y yanquis que tratan de localizarlo."
Así pasó Martí el que sería su último cumpleaños, dedicado a la tarea de toda una vida: la libertad de Cuba, en particular, la libertad de los pueblos del mundo, en general. La pluma martiana no descansó jamás en este empeño y legó a los cubanos la oportunidad de conocer otras tierras, otras culturas, otros pueblos hermanos. El contacto físico de Martí con Colombia fue el 21 de junio de 1894, cuando desembarca en Panamá, en esa época territorio colombiano, procedente de Costa Rica. Su estancia fue de pocas horas, pues partiría en horas de la mañana del 22 de junio hacia Jamaica. Ese corto contacto no fue óbice para que escribiera mucho sobre Colombia. Sus artículos escritos entre 1884 y 1892, hacen referencia al poeta Rafael Pombo, hablan sobre el té y las célebres tertulias literarias en la vieja Santa Fe de Bogotá, describen la maravillosa flora y fauna de este país. Mencionan igualmente al cubano Manuel de Socorro Rodríguez, considerado el padre del periodismo en Colombia y hablan de
52 variados temas de este talentoso y hermano país latinoamericano. Celebrando hoy el onomástico de este gran hombre, recordemos algunas citas suyas que revelan la naturaleza antiimperialista del hombre americano y universal que fue José Martí. "Ya no podemos ser el pueblo de hojas que vive en el aire, con la copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricie el capricho de la luz, o la tundan y talen las tempestades; ¡Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes." "El problema de la independencia no era el cambio de formas, sino el cambio de espíritu. // Con los oprimidos había que hacer causa común, para afianzar el sistema opuesto a los intereses y hábitos de mando de los opresores. El tigre, espantado del fogonazo, vuelve de noche al lugar de la presa. Muere echando llamas por los ojos y con las zarpas al aire. No se le oye venir, sino que viene con zarpas de terciopelo. Cuando la presa despierta, tiene al tigre encima. La colonia continuó viviendo en la República…" "El desdén del vecino formidable, que no la conoce, es el peligro mayor de Nuestra América; y urge, porque el día de la visita está próximo, que el vecino la conozca, la conozca pronto para que no la desdeñe. Por ignorancia llegaría, tal vez, a poner en ella la codicia. Por el respeto, luego que la conociese, sacaría de ella las manos. Se ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor de él." El apoyo constante y desinteresado a nuestro proceso revolucionario, se manifiesta en todas las campañas de solidaridad que ustedes llevan a cabo y muy en particular, por la liberación de los cinco héroes cubanos injustamente encarcelados por el imperio. Esta solidaridad se muestra, entre otras, en actos de amistad como este y por ello contarán siempre con la infinita gratitud del pueblo cubano, que asegurará que nuestro proceso revolucionario se mantenga y fortalezca para continuar demostrando que la justicia social y un mundo nuevo son posibles. Que mejor oportunidad que este acto de recor-
dación a nuestro Héroe Nacional, para hablar de un hecho de vital significación y vigencia martiana como las elecciones en Cuba. El proceso electoral cubano se inició el pasado mes de octubre y el 20 de enero se celebraron las elecciones de los delegados a las asambleas provinciales y de los diputados al Parlamento unicameral por un período de cinco años. La cantera, incluidos los delegados recién electos a escala de país, excede los 55 mil ciudadanos, cifra de la cual se seleccionaron 614 diputados al Parlamento y 1201 delegados a las asambleas provinciales. La primera etapa de las elecciones concluyó los días 21 y 28 de octubre, con la constitución de las 169 asambleas municipales y la toma de posesión de los delegados de circunscripción (Concejales) elegidos. Acudieron a las urnas el 96,49% de los electores. Para estos comicios, el 60,9% de los nominados (374 de las 614 personas que integran el máximo órgano legislativo) nacieron después del triunfo de la Revolución; 134 eran apenas unos niños en 1959 y solo 106 de los nominados (17,25%) conocieron el capitalismo en Cuba. En estas candidaturas están representados todos los sectores sociales, géneros y razas. El 78,3% (481 miembros) del Parlamento tiene nivel universitario, 42,2% (265 miembros) es mujer y el 35,7% (219 miembros) es negro o mestizo. En relación a las elecciones del 20 de enero, acudió a las urnas el 96% de los electores. Martí dijo: "El gobierno es un encargo popular: Lo da el pueblo, a su satisfacción debe ejercerse; debe consultarse su voluntad, según sus aspiraciones, oír su voz necesitada, no volver nunca el poder recibido contra las confiadas manos que nos lo dieron, y que son únicas dueñas suyas." Concluyamos este bello encuentro de recordación con las palabras de José Luís Granados, escritor de esta tierra: "No hay duda: José Martí, el Apóstol de nuestra América es un ser colosal, genial, sin par, único e irrepetible". ¡Muchas gracias! Bogotá, 28 de enero de 2008
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HOMENAJE AL ESCRITOR
ALBERTO MONTEZUMA HURTADO Por Édgar Bastidas Urresty* Miembro del PEN, Colombia
La literatura y el paisaje "El estudio de la historia para explicar sobre todo la dura y destructora experiencia vivida por Pasto y la región durante las guerras de la Independencia, por su posición realista, mal comprendida por la historia oficial por el desconocimiento de las causas que la motivaron; la presencia del bello y cautivante paisaje andino, con sus plácidos, gratos valles, colinas, casas, parcelas, árboles campesinos, donde "el verde es de todos los colores'' y el conjunto un país que sueña; la laguna encantada, encantadora; los volcanes, nevados, altivos, majestuosos, el Gualcalá, "dedo de Dios'' y de los hombres, de vasto, de infinito dominio; los ríos de lento curso, de aguas cristalinas, espejos del cielo, de aguas impetuosas, turbias -que han penetrado, escindido la tierra, hasta crear abismos insondables; la religión, los mitos y leyendas, el misterio inefable del mar, en fin el trópico embrujado, la interpretación de la vida, el amor, la muerte, lo eterno, lo fugaz, han sido, son los elementos, la arcilla milagrosa, el numen de los escritores nariñenses"1. La historia, la poesía, el ensayo histórico y literario, y en menor grado el drama, el cuento, la novela han sido los géneros predilectos. La generación de 1890 a 1990 Esta generación de 30 escritores entre los que hay que mencionar a Sergio Elías Ortíz, Guillermo Edmundo Chaves, Aurelio Arturo, a los que se asimila Ignacio Rodríguez Guerrero, es la más importante en Nariño. A generación pertenece Alberto Montezuma Hurtado, el escritor hoy homenajeado. Nació en
Pasto en 1906, hizo estudios de bachillerato en el Colegio San Felipe Neri de Pasto y universitarios en la School of Journalism, en Columbia University, de New York, en el École libre des Sciences Politiques de París. Fue gobernador de Nariño, rector de la Universidad de Nariño, representante y senador de la República y tesorero general de la Nación, embajador alterno en las Naciones Unidas y embajador en Bolivia, Guatemala y Paraguay. Perteneció a la Academia Colombiana de Historia y fue miembro de la Sociedad de Geografía e Historia de Guatemala. Escribió asiduamente en los periódicos El Tiempo, de Bogotá, El Correo, de Medellín, El Imparcial, de Guatemala, La Estrella, de Panamá, La Prensa, de Buenos Aires, El Diario, de la Paz, La Tribuna, y Hoy, de Asunción. Es autor de una extensa y rica producción literaria y se destacó como traductor. De sus libros se han publicado: La melancolía del Libertador (1942), Ha muerto el partido liberal y otros cuentos (1942), Ceniza común ( novela,1954), El paraíso del diablo ( novela,1965), Galería y romance de la historia (1961), Estampas españolas (1969), Murales históricos (1972), Andanzas de un embajador (1972), Ronda y fin de los tiempos (1973), Una ciudad desnuda sus recuerdos (1944), Antología de la Batalla de Ayacucho (1974), Los clavijos y la casa de los muertos, Libro verde (1979), Crónica errante (1979), Banderas solitarias (1981), Cañones y molinos de viento (1982), Un esqueleto en la ventana y Francisco del Mar (1973), Nariño Tierra y Espíritu (1982)., Comuneros del Paraguay (1983). Dejó inéditos los libros: Introducción a la historia de los caminos colombianos, El Día de las trompadas y otras incoherencias, Crónica errante II y Crónica erran-
54 te III. Y preparaba: Se ha perdido el Arco Iris, y Geometría del Destino. Escribió para las revistas colombianas Correo de los Andes, Boletín Bibliográfico y Cultural de la Biblioteca Luis Ángel Arango. Su libro Nariño, tierra y espíritu, es quizás el que mejor revela su estilo literario, su sensibilidad artística, su gran amor a Pasto y Nariño. Su novela El paraíso del diablo tiene como eje temático e histórico los abusos cometidos contra la población indígena por la célebre Casa Arana en la explotación del caucho en las selvas del Putumayo. La denuncia de la explotación está contenida en unos documentos escritos por Pascual Chaves que el autor recibe por conducto de la Alcaldía de Pasto. En ellos encuentra hombres tan bárbaros e inhumanos en su afán de explotación y de riqueza, mujeres sometidas y humilladas que lo inducen a escribir la novela. En 1984 le hice una entrevista para el programa Archivo oral de la Biblioteca Nacional de Colombia, que tiene un gran valor humano, literario e histórico y ha sido adaptada para este homenaje. Lo visité en su casa situada en un parque al norte de Bogotá, cerca de la autopista, en el que sobresalía un bosque de eucaliptos y pinos. Alberto Montezuma desde niño tuvo inclinación a la lectura y pocos años después, cuando estudiaba en el colegio San Felipe Neri, se inició en el periodismo con la publicación de un periódico manuscrito llamado Ecos del Claustro, hasta que por razones políticas fue clausurado por las directivas del colegio. Luego escribió en el semanario Orientación liberal que dirigía su tío Nicolás Hurtado, a quien consideraba su profesor. Los géneros literarios En el colegio escribió dos piezas de teatro neorromántico, una ellas titulada Un perro y los ojos de esfinge, en tres actos, no para imitar a Ibsen, Bernard Shaw y Oscar Wilde sino para trabajar el género, pero como no fue estrenada abandonó el teatro y la poesía para dedicarse al ensayo histórico y literario. El dictador latinoamericano
En algunos de ellos ha encontrado situaciones y aún virtudes que mejoran su imagen. Don Gaspar de Francia, dictador del Paraguay, por ejemplo, les consultaba a las estrellas las medidas que iba a tomar para que su país no cayera en las manos de la Triple Alianza en la guerra de 1884 a 1870. Reconoce que el dictador cometió crueldades pero que creó una filosofía para la nacionalidad. Habla de Estrada Cabrera, dictador de Guatemala que amenazado por Porfirio Díaz movilizó 14.000 hombres en la frontera para defenderla y atacar las tierras del Anáhuac. La independencia Sobre si estábamos o no preparados para la Independencia responde que era relativo pero que no hubo madurez sobre el régimen de gobierno que debía tener la Patria, de ahí la división entre federalistas y centralitas. Esto quizás podría explicar cierta inestabilidad institucional de algunos países, sobre todo de Bolivia o de Ecuador, pero también como expresión de inconformidad. La historia oficial La historia oficial ha reconocido a los próceres, a los militares, a los vencedores y les ha levantado estatuas pero en mínima parte a los civiles y ha ignorado a los indios que se sacrificaron en las guerras de la Independencia y en las guerras civiles colombianas. La novela, género poco cultivado en Nariño Menciona a un general conservador y un coronel liberal como autores de dos novelas para quedar en tablas. Elogia la novela Chambú y recuerda Los Clavijos de Juan Alvarez Garzón. Y revela dos novelas desconocidas e inéditas de Vicente Buendía ambientadas en el Cono Sur la primera y en Tumaco la segunda, que valdría la pena rescatar y publicar. ¿Nariño, una ínsula en la historia y la cultura colombiana?
55 Lo niega rotundamente. Estuvo aislado en el pasado por razones geográficas, históricas, por "las cóleras nacionalistas", la timidez, el peso del campanario Reconoce la inteligencia, las virtudes y la capacidad del nariñense. Se excusa del ejemplo pero se acuerda del homenaje a Luis Eduardo Nieto Caballero LENC con motivo de su muerte. Fue comisionado por el profesor Luis López de Meza para que hablara en el funeral y su oración causó un gran reconocimiento y admiración. El piano y la música Fue un gran aficionado a la música, estudió piano en New Cork pero declinó esa vocación. Le da la impresión que el piano de su casa a veces conversa y le habla. Recuerda a los músicos: el Clavel rojo en Pasto, una orquesta de de tiples, requintos y guitarras dirigida por el maestro Nieto, en la que él tocó la guitarra; al zambo Mideros, un gran trompetista de Sandoná. Los viajes De sus viajes por el mundo, de los lugares que ha conocido, recuerda a By, un pequeño pueblo de Francia situado en el bosque de Fontainebleau, su pequeña iglesia y su campana. Le parecía simpática, una especie de comadre que le guiñaba el ojo.
sentimientos y se aleja de las malas pasiones. Él ha sido grato con las flores, dice que hay que hablarles para que lo escuchen, lo comprendan y sonrían. Su trabajo como escritor Se siente satisfecho como escritor, de haber tenido una audiencia amiga, ha "borroneado muchas hojas en blanco" y ha dañado dos máquinas de escribir. Quiere publicar el libro El día de las trompas y otras impertinencias que tiene que ver con algunas cosas soñadas y otras surgidas en la vigilia, con ciertos "personajes encumbrados" para recordarlos y burlarse un poco de ellos. A su muerte en 1987, su amigo el poeta tumaqueño Guillermo Payán-Archer escribió: "Dueño de una prosa aquilatada a lo mejor del Siglo de Oro, sus novelas, sus cuentos nos reviven muchos pasados de la picaresca. Es triste recordarlo con la boca cerrada, él, que fue un artista de la palabra; con la pluma inactiva, él que la utilizó para expresar los más nobles pensamientos; con los brazos en reposo, él que fue un gladiador; con los ojos sellados, él, que tuvo siempre abiertos, para ver y para deleitarse con todas las cosas bellas del mundo y de la vida"2 (El Tiempo", enero de 1987). Notas 1.
Bastidas Urresty, Edgar. Nariño, Historia y Cultura. p. 73 Payán-Archer, Guillermo. Alberto Montezuma Hurtado. El Tiempo. Bogotá. 1987
Sus aficiones
2.
Tuvo una mina de oro por herencia paterna en la Llanada que lo entusiasmó tanto que contrató a unos gringos para su explotación, pero finalmente fracasó porque la veta principal se clavó y desapareció. Fue aficionado al boxeo, daba y recibía golpes. Le gustaban las flores, especialmente los claveles y las rosas. En la Academia Colombiana de Historia habló sobre el amor que tenían los aztecas a las flores, sobre el interés de los emperadores Moctezumas a toda clase de flores, a las plantas medicinales. Elogia el cariño que las gentes humildes tienen a las flores y la alegría que les produce. Cree que quien ame las flores tiene buenos
* Edgar Bastidas Urresty, nació en Samaniego-Nariño en 1944. Es actualmente uno de los escritores colombianos más importantes; su obra es reconocida en Latinoamérica y Europa, y abarca los distintos géneros: Ensayo, narrativa, poesía, historia y reportaje. Bastidas Urresty, es Licenciado en Filosofía y Letras con especialización en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia; Doctor en Filosofía por la Universidad de Paris VIII, Ha sido Profesor Titular de la Universidad de Nariño entre 1971 y 1986, en las cátedras de Humanidades, Historia del Arte, Literatura Latinoamericana, Literatura Colombiana, Teoría y Análisis Literario, Sociología de la Literatura, Filosofía del Lenguaje Literario y de Cátedra en la Maestría en Literatura en la Universidad Javeriana de Bogotá. En 1968 fundó la Casa de la Cultura de Nariño y en 1980, la Fundación Testimonio para promover la cultura, la literatura, la investigación histórica y las publicaciones. Se ha desempeñado como Director del Departamento de Humanidades y Filosofía, Director del Taller de Escritores Awasca y Rector de la Universidad de Nariño.
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ALGO DEL VERANO PASADO Por Sonia Nadhezda Truque Vélez
Con Susana nos contamos historias de amigos, recordamos las nuestras o jugamos a inventar otras en ese momento que precede al sueño, cuando metidos en la cama nos olvidamos de las facturas por pagar, de nuestras obligaciones laborales. Es divertido y cada noche comenzamos con un: Te acuerdas de..., que nos hace reír o dar explicaciones. En las últimas noches hablamos de lo que hicimos el verano pasado, y Susana me cuenta siempre distinta la aventura de su viaje; le quita y le añade según su estado de ánimo, pero a mí no me preocupa. La dejo que se suelte en su murmullo en que el viaje aparece como mejor le conviene. Sonrío para mis adentros al escucharle la reiterada referencia a la simpática alemana que le gustaría volver a ver, porque sé que si algo tuvo lo fue con un alemán. Creo conocer de esos asuntos pasajeros, de los encuentros en los aeropuertos, del paseo por la playa con el extranjero al que se le entiende a medias, y con el que se llega a una habitación del hotel, de la despedida y las promesas, en fin, todo acomodado y casi incluido en el programa de la agencia de viajes. Pero cómo ofenderme por lo que no dice. Estoy contento con su regreso y si, como es probable, se encontró con un alemán, lo que vivió en su viaje, lo único que nos ha traído es un reajuste en nuestra relación, porque antes de decidir las vacaciones por separado estaba agotada, la manteníamos por el acomodo y la abulia de afrontar una separación en que la que sí hay que separar. Por eso le cuento a Susana de igual manera lo que hice en el verano. Sin dificultad le describo la casa de alquiler que resultó confortable, tal vez, demasiado grande, del jardín que la rodeaba, de los árboles y de la brisa que en la noche traía un aroma delicioso; le hablo del pueblo donde todos
se asombraban pues no habían visto en mucho tiempo un inquilino tan sosegado, que no daba fiestas, y por el contrario se mostraba parco en sus salidas y aún en el playa. En todo esto hay algo de verdad, y el lugar resultó el mejor para concluir el proyecto de barrio alternativo al que dediqué casi dos semanas, entregado por completo a la tarea de levantar las maquetas, contento de ver llegar a buen término el debate sobre viviendas populares, los logros en las mejoras sobre más espacio habitacional, más luz, y la discutida zona vecinal. No miento a Susana en nada de esto, ella bien lo sabe; tampoco le oculto que me preocupaba que no regresara, pese a conocerla bien y saber de sus extremos volubles y sus entusiasmos pasajeros. Lo cierto es que así viví la primera semana; sólo bajaba en la tarde para llamar a mi secretaria que me mantenía informado de los recados de personas con quienes debía comunicarme y también a la espera de alguna noticia de Susana, quizá de su regreso anticipado. En cambio, lo que sí me resultó novedoso, fue la lectura ávida y desordenada de cuanta novela policíaca encontré en la librería del pueblo, argumentos que ahora repito a Susana, pero que me sacaron del rigor de la arquitectura y la política, lectura que me agradó mucho mientras escuchaba las pocas cintas que llevé, y que de alguna forma me daban algo de Susana, su lado de bailarina aficionada al jazz. La veía moviéndose en elipses en el sopor de un vaso de whisky, tratando de recapacitar sobre nuestra vida en común, mi propia vida, la edad. Nunca podré confesarle la falta que me hizo, como tampoco podré decirle de Ana, porque esa es la historia que cada noche me cuento. Me sentía abatido ya que un inesperado error de cálculo en la glorieta mayor del barrio echaba a
57 perder mi trabajo de más de diez díaz. Nervioso, iba de la ventana a la mesa y no encontraba otra solución que rehacer la maqueta; estaba a punto de saciar mi exasperación tirando todo contra la pared, cuando la vi asomada en la ventana, mirando con curiosidad al interior, con su aire de muchacha descomplicada. Supuse que quería algo y le abrí la puerta, pero se alejó en su bicicleta pedaleando con dificultad por el camino de piedra que lleva al pueblo y me dejó con mi problema que solucioné días más tarde como resultado de un arduo trabajo. No pensé más en ella, pero una tarde regresó y llamó en la ventana para pedirme ayuda para una llanta de su bicicleta y también un vaso de agua. Estaba en cortos y camiseta. La vi muy joven, casi menor de lo que en realidad era. Ofrecí poner un parche en la llanta pinchada, pero no encontré la forma de hacerlo. Aquella vez me comentó que era habitual en el pueblo, donde cada año veraneaba con sus padres, que son propietarios de un apartamento cerca de la playa, los bloques azules, señaló con un movimiento de la mano. Ana subió varias veces en bicicleta, y me alegraba su disculpa de llamar y pedirme un vaso de agua, pero prefería quedarse en el jardín y mantener aquel juego que se prolongaba en referencias sobre los anteriores inquilinos de la casa, las fiestas que parecían inevitables, como si la casa tuviera esa única utilidad en el verano, de tal forma que la llamaban La disco de la carretera'', entrando siempre en detalles sobre veraneantes conocidos, un tanto dispersa en sus gustos y hasta llegó a mostrarse interesada por mi trabajo del que poco entendía. Comencé a llamarla la amiguita y me agradaba escuchar sus carcajadas al oírme decir que yo no era como aparentaba, que toda regla tiene su excepción, aunque hasta entonces Ana no me importaba más que por sus visitas que para mí era un intervalo, un recreo; una isla entre mi trabajo y la lectura de las noches. Por esto Ana se iba cuando quería y yo la dejaba bajar al pueblo con su promesa de volver. Supongo que si Ana se hubiera mantenido así, llegando por sorpresa para aliviarme de la carga de tener que pasar solo el verano, nada hu-
biera ocurrido. Pero me acostumbré a tenerla en el jardín, y cuando no regresó decidí a buscarla y comencé a bajar al pueblo con esa esperanza. En la calle principal encontré una terraza que favorecía el encuentro y estuve tardes enteras tomando cerveza mientras leía novelas policíacas, hasta que al fin un día la vi pasar con un grupo de muchachos, aunque su aspecto era diferente, quizá demasiado peinada y bien vestida. Le dije adiós con la mano y la dejé perderse en su mundo, quedé frustrado, pero dispuesto a verla de nuevo. Ahora hay cosas que me pregunto y también lamento. La tarde que volví a encontrarla, no sé cómo logré arrancarla del grupo de muchachos con el que departía en una discoteca a la que entré por sorpresa. De allí la saqué y la llevé a mi casa pues la deseaba de forma rabiosa y me sentía reventar de deseo, pero después vino su forcejeo, y su histérica manera de negarse, con la belleza exacerbada, de aquella juventud que había exhibido un día cuando llamó a mi ventana. He pensado en el hecho, en la agresividad conque la tomé, y he querido saber con justeza si hubo en ello algo reprobable. Como a los escritores me sucedía que por más que una palabra pudiera definir con claridad una situación, a lo mejor la rechazan y buscan el matiz apropiado a través de otro sinónimo. Es lo que siento al pensar que obré con arrebato ignominioso, aunque el término ignomina me desagrada. Por fortuna tuve la posibilidad de restañar mi violencia de esa tarde. Ana cedió a la aventura un tanto agria, debo confesarlo, de andar con un hombre mayor, alguien establecido dentro de los supuestos de las convenciones, que después de todo no son tantas, ya que con Susana principiamos libres y desatentos, a pesar de que hubiéramos dado paso a formas conyugales, que tratábamos de evitar, pero que después acabamos por reproducir. Seguimos viéndonos. Ana llegaba a la casa con la soltura que le daba nuestra relación; me hablaba de ella, de sus amigos y del novio del año anterior. Todas sus impresiones eran propias de su edad, casi ingenuas, y me llenaba de ternura y temor ante el daño que pudiera ocasionarle, aunque rara vez se mostró triste y por el contrario se ilu-
58 minaba al escucharme describir las ciudades que conocía, mientras adivinaba un mundo amplio, donde todo era posible, y es probable que en él aún tuvieran cabida las mentiras sobre mi vida fuera del verano, mi soltería, las promesas. Si antes he dicho que ignominia es una palabra desagradable, es porque acepto que no debí crear expectativas en Ana, y por el contrario he debido confesarle que lo que viví con ella me trasladaba
de nuevo a cuando conocí a Susana y que las veces que Ana bailaba para mí el hit de moda era a Susana a quien veía y necesitaba. Estuve a punto de decírselo el día de nuestra despedida en la playa del pueblo vecino. Todavía no sé qué me obligó al silencio, pero recuerdo vividamente a Ana saliendo del agua, los abrazos y los besos mientras creía tener a Susana joven entre mis brazos, como ahora que la veo dormir y es tan infantil su rostro blanco que me oculta tantas cosas como le oculto yo.
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El NIDO DEL CENTAURO Por Andrés Nanclares Dicen que Jenofonte, amante de la caza y la aventura, llegó a querer a los colombianos como amigos. Para él, aunque orejones y gritones, eran los seres más inocentes y simpáticos. Por lo menos, decía Jenofonte, eran amantes de la palabra y, cuando se chocaban con uno en las esquinas, abrían sus brazos y, babeándolo, lo besaban, en vez de insultarlo. Un día, cuando regresó de su exilio en Esparta, Jenofonte, quien ya había escrito su Anábasis y su Cinegética, decidió viajar, con fines académicos, a Bogotá. En Elis, en la finca que los espartanos le regalaron, había soñado con ver a los colombianos tomar en sus manos su propia vida. Le parecía un desperdicio que gente tan caballerosa y mansa, por culpa de las enseñanzas de Critias y Calicles, fundara su grandeza en el uso de palabras artificiosas y en la práctica de oficios banales. Cuando llegó a "El Dorado" -nombre del aeropuerto-, rogó al educador de los dioses, al centauro Quirón, que los colombianos se dieran a formarse en el dominio de sí mismos y en la virtud de la justicia. Así, paseándose con Jenofonte por la carrera séptima, los colombianos aprendieron, a medida que fortalecían su carácter, cómo la verdadera vida no estaba en las palabras sino en las ideas.
Durante uno de esos paseos, uno de ellos, sintió venir con el viento una voz. No era la de Jenofonte. Era la voz gemela de Apolo y Artemisa, quienes habían traspasado a Quirón su virtuosa afición por la caza. A partir de ese día, el colombiano sintió un vasto deseo de dedicarse a la cacería, en simultánea con el arte de la palabra, y decidió internarse monte adentro. De Jenofonte había aprendido que del cultivo de estas virtudes, como por encanto, surgía hecho realidad el ideal del hombre culto. Al cabo de un tiempo, entre los silbos y aullidos del bosque, el espíritu del cazador venció al espíritu del sofista. Fue entonces cuando el colombiano disparó contra las liebres y los pájaros que encontró en su camino y consumió su carne. Luego regresó a su tranquila tribu y contó sus hazañas. En diciembre, cuando Jenofonte de nuevo vino a Bogotá, advirtió algo extraño. Sus amigos, con quienes se paseó durante días y noches por la carrera séptima, ya no se deleitaban, como antes, con la palabra, los abrazos y las babas. El espíritu de Quirón, deformado, había hecho nido en ellos. Ahora, relinchando y dando coces durante una cena en el Hotel Tequendama, se daban la gran vida, desgarrándose y consumiéndose en filetes de dos varas de medir.
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AFORISTICA SOBRE LA SENECTUD Por Hernán A. Ortíz Rivas
Presentación El aforismo tiene una larga historia, en todo el mundo, historia protagonizada por muchos filósofos, literatos, científicos, pensadores o artistas de alta alcurnia intelectual. Se trata, pues, de un viejo género que mezcla con gran belleza y profundidad el concepto con la metáfora; que suele confundirse con el pensamiento, la máxima, la sentencia, el adagio, el precepto, la regla o el fragmento, siendo diferente a todas estas formas de expresión cultural. De manera fugaz señalemos dos diferencias, una con el pensamiento que se presenta como reflexión breve que puede prolongarse, mientras el aforismo que también es una meditación corta, no admite continuación se agota en sí mismo, gracias a su autonomía. Según esta precisión, el pensamiento es abierto, incompleto al paso que el aforismo es cerrado, completo. La confusión con la máxima es mayor, tanto que algunos diccionarios definen al aforismo como: "Proposición breve y doctrinal que se propone como máxima". En el pasado, la máxima se entendía como una proposición evidente, como un principio de la ciencia; desde los escritores franceses del siglo XVII se aplica especialmente a la regla de conducta moral, al estilo de las
máximas de La Rochefoucault, idea que perdura en Kant en su Fundamentación Metafísica de las Costumbres al establecer un "Imperativo categórico de la Razón Práctica", como "máxima" del obrar humano. Por ello, en este momento, la máxima como pequeña cavilación se circunscribe al ámbito moral, su territorio abarca el obrar humano, desde el punto de vista ético; en cambio, el aforismo carece de restricciones porque se mueve en todos los campos del saber, la ciencia, el arte o la literatura. En esta ocasión, solamente vamos a exponer unas pocas consideraciones en torno al aforismo, como encabezamiento de nuestras frases que están muy lejos de reunir las exigencias literarias y conceptuales de este difícil género reservado a pocos espíritus humanos. Por demandas del editor las titulamos como aforística sobre la senectud, cuando hubiéramos deseado que llevasen por rótulo: frases de la vejez o píldoras para la senilidad. El aforismo es una cohabitación maravillosa entre "filosofar" y "poetizar", donde el verso deviene en prosa y a la inversa, sin olvidar que a veces la ciencia también quiere adornarse con aforismos, como en Hipócrates o Galeno, en la antigüedad. Una
obra de arte es, sin duda, un aforismo. Más aún, la naturaleza cuando se la mira con cuidado aparece llena de aforismos, tales como la orquídea, el huevo o el colibrí, para citar tres paradigmas elegidos al azar. Los aforismos no pueden tomarse como deslumbrantes juegos de palabras, porque son productos originados en el esfuerzo del concepto o la imagen literaria hechos en forma breve, concentrada, didáctica, compacta, en torno a temas y problemas de cualquier especie, preferiblemente filosóficos. Tampoco puede tomarse el aforismo como ocurrencia escrita con rapidez para ser leída de manera veloz. No. Los aforismos se fabrican en las altas montañas del pensamiento, de donde descienden a los valles como relámpagos para iluminar la vida cultural a fin de que los seres pensantes los trabajen con ahínco. Una de las buenas definiciones que hemos hallado del aforismo proviene de Lalande, cuando lo presenta como: "Proposición concisa que encierra mucho sentido en pocas palabras"1 . En efecto, el aforismo es una gota de conceptos y metáforas que 1
Andre Lalande, Vocabulario técnico y crítico de la filosofía, trad: Oberdán Caletti, Buenos Aires, Ed. Ateneo, 1953, pág. 30.
61 condensa mares de conocimientos; de ahí su dificultad para elaborarlo, porque está muy distante de la frivolidad y el simple brillo de una frase. No es suficiente una hermosa forma literaria se necesita, además, de un contenido esencial. El aforismo expresa de manera sucinta verdades, pensamientos, máximas, reglas, artes, ciencias, en fin todo lo concerniente a la vida, al mundo, a la sociedad, al universo; pero hay que repetir todo en forma reducida. El aforismo pretende fracturar el saber absoluto, despedazar el sistema. En este sentido, Nietzsche representa al más elevado filósofo del aforismo, a partir de la modernidad burguesa. Nietzsche era consciente de ello. "El aforismo, la sentencia, dice, en lo que yo soy el primer maestro entre alemanes, son las formas de la "eternidad"; es mi ambición decir en diez frases lo que todos los demás dicen en un libro, lo que todos los demás -no dicen en un libro"2.
propio filósofo, una frase contiene un libro. En otra parte de su obra, Nietzsche sostiene que la dificultad de la forma aforística radica en su interpretación. El aforismo es breve, pero su comentario debe ser prolongado."Un aforismo, dice Nietzsche, si está bien acuñado y fundido, no queda ya "descifrado" por el hecho de leerlo; antes bien, entonces es cuando debe comenzar su interpretación, y para realizarla se necesita un arte de la misma"3. Al respecto, a título de ejemplo, citemos dos aforismos famosos que siempre plantean comentarios amplios y trascendentes, que naturalmente no podemos desarrollar ahora. Uno atribuido a Sócrates: él sólo sé que nada sé" 4, principio y fin de toda filosofía. El otro de Marx, contenido en la Tesis XI sobre Feuerbach: "Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de maneras diferentes; ahora lo que importa es transformarlo" 5.
En este pasaje revelador, Nietzsche nos indica que el aforismo es una gran exigencia del pensar (filosofía) unida a un alto requerimiento del lenguaje (literatura). En el aforismo, el pensamiento y el lenguaje deben ubicarse muy arriba, en la cumbre de la montaña, donde habita Zaratustra, dedicado a la reflexión. El aforismo en Nietzsche tiene brevedad conceptual, agilidad crítica y ascendencia ilustrada. Se expresa en pocas palabras convertidas en conceptos, que encierran un sistema, como acaba de verse en el
Para concluir esta presentación, no sobra recordar que tanto en Oriente como en Occidente hay famosos cultivadores del aforismo. Entre los pertenecientes al primer mundo mencionado, tenemos a Lao Tse, Chaung-tse, Confucio O Mencio, en la antigüedad. En la vieja Grecia, figuran aforistas capitales, en la ciencia, como Hipócrates, o en la filosofía, como Heraclito, Sócrates, Demócrito ó Epicuro, sin olvidar a los célebres Siete Sabios. Sería muy extenso para este escrito mencionar a todos los grandes aforistas de la historia, pero resulta imperdonable no
recordar en este apretado resumen del asunto a Marco Aurelio, Pascal, Vinci, La Rochefoucault, Gracian, Lictemberg, Goethe, Nietzsche, Wilde, Wittgenstein.
FLORILEGIO 1 La vejez es un paso encorvado del Ser con la Nada. 2 La vejez es un combate victorioso de Tanatos contra Eros. 3 En la vejez hay más conceptos que percepciones. 4 La vejez tiene más restas que sumas, más divisiones que multiplicaciones. 5 La vejez es un contrato oculto con la soledad. 6 No hay que ser viejo por muchos años ni antes de tiempo. 7 El viejo feliz enlaza el final de su vida con el comienzo de ella. 8 La vejez suele dar buenos consejos acompañados de malos ejemplos. 9 Cuando la vejez crece en años, el espíritu asciende y el cuerpo se arrodilla. 10 El día de mañana es parte de la tristeza del viejo. 11 La vejez debilita el cuerpo y fortalece el espíritu. 12 La vejez que vive del pasado 2
Friedrich Niestzsche, Crepúsculo de los ídolos, trad: Andrés Sánchez Pascual, Madrid, Alianza Ed, 1973, pág. 128. 3 Friedrich Niestzsche, La genealogía de la moral, trad: Andrés Sánchez Pascual, Madrid, Alianza Ed. 1972, pág. 26 4 Platón; Apología de Sócrates, 21d, trad: Conrado Eggers Lan, Buenos Aires, Ed. Eudeba, 1971, pág. 128. 5 Marx, Antología, Ed. de Jacobo Muñoz, Barcelona. Ed. Península, 1988, pág. 433.
62 altera el presente y oscurece el futuro. 13 El teatro de la vejez representa más tragedias que comedias. 14 El viejo pobre es personaje de tragedia, el viejo rico es personaje de comedia. 15 Pobreza y vejez son las cargas más pesadas de la vida. 16 El viejo es pariente más cercano del mono que del ángel. 17 El mérito no está en llegar a la vejez, sino en saber soportarla. 18 El viejo es ante todo un animal con historia. 19 El viejo es un animal bípedo que piensa y un Dios cuadrúpedo que habla. 20 La vejez mal acompañada es preferible a la vejez solitaria. 21 La vejez más dulce tiene sabor amargo. 22 La vida entera del viejo puede estar referida a unas cuantas experiencias seguidas de unas tantas sabidurías. 23 El saber perdura en la vejez, el placer se volatiliza. 24 El viejo que sólo es sabio tiene una vida sorda; el viejo que sólo es experto tiene una vida ciega. 25 Por lo general, en la vejez la mente domina sobre el cuerpo y le da fuerza para morir. 26 En la actualidad, envejecer es el mejor recurso para prolongar la vida. 27 La vejez no sufre por el pasado vivido, sufre por el futuro que no va a vivir. 28 El viejo razona sobre el pasado, se queja del presente y tiembla ante el futuro. 29 La vejez es la moneda falsa de la vida. 30 La vejez se odia así misma cuando se mira al espejo. 31 No se debe temer a la vejez,
sin tener seguridad de alcanzarla. 32 La sombra del viejo se ríe de él cuando camina. 33 La vejez es la sombra del sueño. 34 En la vejez prudente la lengua corre menos que el entendimiento. 35 En la vejez los años se alargan y los días se acortan. 36 La corona de la vejez se entreteje con arrugas y canas. 37 La vejez no es dato estadístico, sino concepto abstracto que se vuelve concreto cuando aparece el anciano. 38 La vejez priva a los humanos de muchos placeres dejándole todos los apetitos. 39 La vejez es la vida póstuma. 40 La vejez es la cima más alta y fría que tiene la vida. 41 La vejez es la peor tiranía que tiene la vida. 42 Todos los humanos aspiran a vivir mucho tiempo, pero casi ninguno quiere llegar a la vejez. 43 El viejo es amo del pasado y esclavo del futuro. 44 En la vejez el pasado asciende, el futuro desciende y el presente se extiende. 45 Cuando en la vejez falla la memoria no es tan grave como si la falla se produce en el juicio. 46 No es verdad que la vejez sea siempre un sueño dulce, a veces es una pesadilla amarga. 47 En la vejez todos los días son adioses. 48 La vejez no es punto de partida, sino de llegada. 49 La vejez cada año arroja un hueso suyo a la fosa hasta que termina arrojándose ella misma. 50 La vejez es una de las condiciones más antiguas de la humanidad.
51 La vejez nace en la época de la seriedad risueña. 52 La vejez es la errata más grande y grave del libro de la vida. 53 ¿Qué es un viejo?: un niño inflado con la boca de un joven. 54 El viejo apenas sabe que muere, el joven apenas sabe que vive. 55 El viejo es el eslabón perdido entre el niño y el joven. 56 La vejez tiene una dialéctica curiosa, a veces niega la juventud y afirma la infancia o a la inversa. 57 Todos saben ser jóvenes, pocos saben ser viejos. 58 Cuando el viejo práctica costumbres del joven pasa del respeto al ridículo. 59 El viejo salta sobre su sombra cuando se cree joven. 60 El viejo es el mito del niño y la leyenda del joven. 61 La desgracia del viejo es haber sido niño queriendo ser joven. 62 Después de vivir como joven es difícil vivir como viejo. 63 La juventud tiene el texto, la vejez también lo tiene con el comentario. 64 El sollozo del viejo es el eco del berrido del niño. 65 La vejez es una trampa tendida entre la infancia y la juventud para atrapar el paso de los años. 66 El viejo es dos veces niño, sin ser una sola vez joven. 67 Es recomendable que la vejez tenga un toque de juventud, de la misma manera que la juventud tenga un ingrediente de vejez. 68 Las leyes las hacen viejos y jóvenes, los primeros quieren la regla, los segundos, las excepciones. 69 Un error cometido en la juventud que se arrastra a la vejez
63 se convierte en un horror. 70 El viejo es un elefante sin trompa, el joven es un león sin melena. 71 El que siembra vientos en la juventud, cosecha tempestades en la vejez. 72 El sentido común de la vejez corresponde a la sabiduría de la juventud. 73 Hay que tratar al viejo como se cuida al niño y se vigila al joven. 74 La vejez es un pacto tramposo con la muerte. 75 La vejez es la muerte antes de tiempo. 76 Una mala vejez es más terrible que la muerte. 77 La vejez es un sendero ascendente entre la cuna y la tumba. 78 Por las arrugas de la vejez galopa la muerte. 79 El viejo que huye de la muerte, la persigue, hasta que al final lo atrapa. 80 La vejez es la sal de la vida, y el azúcar de la muerte.
Plumilla:Dagoberto guiza
81 El mejor refugio para las inclemeencias del viejo sigue siendo el sepulcro. 82 La vejez es mitad vida y mitad muerte. 83 La vejez muy prolongada es un golpe de Estado a la muerte. 84 La vejez es como una montaña que sube por el lado de la vida y baja por la vía de la muerte. 85 La vejez vuela con dos alas: una la vida, otra la muerte. 86 Bienaventurados los viejos porque de ellos es el reino de la muerte. 87 La vejez es un exceso de años que se cura con la muerte. 88 Una tumba puede ser la mejor fortificación contra las tempestades de la vejez. 89 La mejor fortaleza de la vejez sigue siendo la muerte. 90 La vejez es una disposición para la muerte y el viejo es el sujeto que está más preparado para ella. 91 La vejez está entre el más allá y el más acá de la vida.
92 La vejez es un producto tardío de la vida y un fruto temprano de la muerte. 93 La vejez es una hipoteca por la que se paga intereses muy altos, que sólo la cancela la muerte. 94 La vejez tiene que hacerle buena cara a la vida y una mueca de desprecio a la muerte. 95 La vejez le abre la ventana a la muerte y le cierra la puerta a la vida. 96 La vejez se esconde de la muerte para seguir viviendo. 97 La pasión sustancial de la vejez es la muerte. 98 Sólo a través de la muerte encuentra la vejez su libertad. 99 La vejez es una enfermedad que sólo la cura la muerte. 100 La vejez es una dictadura que sanciona con pena de muerte, los placeres juveniles. 101 Distintos son los caminos por donde llega la muerte, pero la vejez es el más recorrido por la parca. 102 Sólo la muerte cura todos los males de la vejez.
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EL CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL, SUPREMA EXPRESION DE LA PARTICIPACION CIUDADANA REFERENDO Y ASAMBLEA CONSTITUYENTE - PARA CREARLO Y EJERCERLO, COMO INSTRUMENTO DE DEFENSA Y PERFECCIONAMIENTO DE LA CONSTITUCION. Por: Mario Raúl Montoya Negrete Una de las falencias fundamentales de las Constituciones contemporáneas y en especial de la Colombiana, es la ausencia de un mecanismo de CONTROL DEMOCRÁTICO CONSTITUCIONAL.
incluyente y moderna, que marca el signo de nuestros tiempos, así como corregir desviaciones o abusos del Constituyente secundario en ejercicio de su poder reformatorio de la Constitución.
Este es ante todo un instrumento o institución jurídica del mismo rango, que permite al Constituyente primario, o sea el pueblo soberano, preservar y ejercer el poder constituyente en forma directa y periódica, sin intervención o autorización de los poderes constituidos ( Ejecutivo, Legislativo y Judicial) como ocurre ahora.
Este CONTROL DEMOCRÁTICO CONSTITUCIONAL que propongo, es en el fondo una reasunción directa de la soberanía por parte del pueblo, a través del ejercicio periódico del poder Constituyente, mediante la convocatoria por si mismo de la Asamblea Nacional Constituyente con ese objeto, para garantizar que la Constitución sea siempre la expresión de su voluntad soberana, bien para preservarla, para reformarla.
Esta facultad implica dentro de su potestad de ejercer el control ciudadano para conocer del desarrollo y ejecución de la constitución, la de revisar, analizar, evaluar, confirmar, modificar, revocar o adicionar sus propios actos constituyentes o constitucionales y los que haya expedido el Congreso como constituyente derivado o secundario en el mismo sentido, llámense estos actos legislativos, enmiendas o cualquier otra denominación.
En virtud de lo anterior puede dejar sin efecto los actos del Constituyente derivado (Congreso) y demás órganos constituidos que a titulo de norma o jurisprudencia hubieren modificado el texto inicial Constitucional y que a su juicio no consulten la voluntad ni el interés mayoritario de sus países en el momento de la reasunción de la Soberanía y del poder Constituyente.
La finalidad de esta nueva Institución es adecuar la Carta a los requerimientos del mundo moderno o globalizado que tenemos, al desarrollo tecnológico, a los cambios sociales y políticos que demanden las mayorías nacionales, las crecientes exigencias de Democracia real, efectiva, pluralista,
Es en el fondo una especie de Auditoria Constitucional Integral con funciones constituyentes. Es evidente que este nuevo control de orden Constitucional garantiza su integridad real, ya que esta por encima de los poderes constituidos o deriva-
65 dos y en consideración además, a que la legitimidad de todo sistema democrático verdadero no deviene solo de su origen, sino también complementariamente del control que el pueblo ejerce sobre el mismo y de allí su denominación de democrático, por ser la máxima expresión de participación ciudadana en los asuntos públicos. La forma de crearlo, establecerlo y ejercerlo en caso de nuevas Constituciones en proceso de expedirse, en nuestro criterio, es mediante su consignación expresa como texto Constitucional, en donde se convoque explícitamente en forma periódica la reunión ordinaria de una Asamblea Constituyente con esos objetivos, que puede ser cada diez, quince, veinte años o más, según la necesidad de cada país y se indique igualmente su fecha, composición, elección, lugar de reunión y duración. Para los casos de Constituciones expedidas y vigentes como el Colombiano, es posible acoger como mecanismo para establecerlo cualquiera de los procedimientos consagrados en la Constitución para reformarla, (Artículo 374 a 379), entre ellos la de someter a Referendo Popular el articulado que establezca el referido CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL en los términos y alcances expuestos. Una alternativa concreta para nuestro país es PROMOVER UN REFERENDO POR INICIATIVA POPULAR O CIUDADANA conforme lo establecen los artículos 155 y 378 de la Carta, para que el pueblo se pronuncie sobre la creación y el establecimiento del citado CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL y en el mismo acto se convoque en consecuencia la primera ASAMBLEA CONSTITUYENTE, que podría sesionar en el 2009, donde el pueblo evaluaría por primera vez el desempeño de los poderes
constituidos durante los 18 años de vigencia de la Constitución de 1991. Este CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL que tanto hace falta en el constitucionalismo moderno como parte del perfeccionamiento democrático del Estado, constituye un procedimiento de participación popular al más alto nivel, hasta ahora inexistente o imperfecto, que permitirá fortalecer nuestras democracias y hacer realidad la redimensión que de la misma hiciera el profesor Norberto Bobbio al considerarla con sobrada justicia "como el gobierno del poder público en público". En Colombia resulta urgente e indispensable promover este CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL, para devolverle al pueblo su capacidad constituyente primaria por vía directa y sin tantas trabas o requisitos intermedios dependiente en gran parte de los poderes constituidos, como el gobierno y el Congreso, que necesariamente deben intervenir actualmente para expedir cualquier acto legislativo reformatorio de la Constitución. En la Constitución de l.991, no se previó por parte alguna un mecanismo de CONTROL DEMOCRATICO de la Carta, llegando tan solo a la consagración de un mecanismo jurisdiccional como la Corte Constitucional, a la cual se le confía la guarda de la integridad y supremacía de la Constitución y que resulta como el último eslabón del control publico, institución esta bien distinta a la que propongo, que es un control ejercido directamente por el Constituyente primario, aún por encima de la Corte Constitucional, por el carácter de poder Constituyente que tiene. Es claro que ésta propuesta no implica modificación de las funciones y competencias de las
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actuales ramas del poder publico y solo se plantea como una adición al texto constitucional que nos rige. Adicionalmente el CONTROL DEMOCRATICO CONSTITUCIONAL que he expuesto tiene la virtud de revisar periódicamente la Constitución, controlar al mismo Congreso y evitar el desmonte consuetudinario de los textos Constitucionales por esta corporación, que muchas veces afectan su estructura vital y programática y aspectos sustanciales del mandato o pacto social originario, sin posibilidades de control ciudadano directo, como el caso de nuestro país, donde en quince años de vigencia se han aprobado más de veinte actos legislativos reformatorios de la constitución de 1991, con las consiguientes consecuencias para el Estado Social de Derecho, la estabilidad institucional y el desarrollo de la Democracia. Su fuente programática es el articulo segundo de la propia Constitución que establece como fin esencial de Estado "facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la nación" y teniendo en cuenta que nada hay más valioso para la comunidad y la sociedad en general, que su propia Constitución política. Por todo lo expuesto resulta evidente la necesidad de este control en el mundo globalizado de hoy, donde se operan cambios profundos en poco tiempo y se mueven intereses de elites y minorías poderosas nacional e internacionalmente que pueden distorsionar la realidad Constitucional de un país.Mediante este instrumento de participación ciudadana consagrado al más alto rango Constitu-
cional, puede obtenerse el equilibrio y nivel necesario entre el interés general, el público y el individual y servir de balanza para el desarrollo social, económico y político, participativo y pluralista, fomentando así el progreso pacífico de la sociedad, la convivencia y la armonía social en el marco de la participación amplia, moderna y visible que reclama la sociedad en su conjunto. Permite igualmente forjar un Estado de Bienestar, sostenible y defensable, donde la fuerza y la violencia sea innecesaria para impulsar los cambios y concretar las aspiraciones ciudadanas, porque las anchas avenidas de la participación y el control popular sobre su destino, que esta Institución generaría, creará los incentivos necesarios para aclimatar la paz, la concordia y el progreso entre realidades complejas y disímiles como la de nuestros pueblos, lo cual será un factor positivo para superar las confrontaciones armadas, los conflictos insolutos, rescatar la civilidad y la convivencia, tan necesarias para que los países salgan adelante y construyan generaciones con futuro, justicia social, equidad y oportunidades, y se impulsen soluciones colectivas a los grandes temas e interrogantes nacionales. La Constitución es un elemento libertario, por eso no puede estar condicionada, supeditada ni encadenada a los poderes constituidos, su misión y su destino es ser libre en manos del pueblo soberano, quien es su gestor y beneficiario y de allí la justificación final de esta propuesta, cuyo propósito de fondo es desarrollar la democracia moderna para el siglo XXI y contribuir a construir Estado, con base en la confianza que esta Institución generará en los ciudadanos.
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Dos poemas ganadores del concurso nacional contrababel: "La poesía en los oficios", convocado por la Casa de Poesia Silva. (II-2007)
POÉTICA DE LA COCINA
Semejante a la liturgia del poeta inicia el ritual de las especias: Un poco de jengibre de Etiopía, canela de Ceilán, mostaza de Chipre, achiote y pimentón de América, estragón de las estepas del Asia. En las Mil y una noches, Bagdad con sus esencias de rosas y jazmines. Naranjas de los valles del Tigris y del Eufrates. Sibilinas manos sazonadas de buen humor, hierbas nobles y entusiasmo. Fusión de colores, sabores y perfumes, enjoyan las carnes, viandas, los postres y las verduras frescas: bondades del mantel. Jarcias del amor con música de Bartok, sobre la mesa del hogar en domingo, la fiesta del universo todo. El ama de casa -Sísifo renovado- estalla en gozo.
María Isabel García Mayorca (Guamal Magdalena)
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DECLARACIONES DEL VERDUGO La geometría del palio es singularmente malvada y atroz. Sus pétreos colores destrozan las formas, sus ángulos rígidamente alterados más allá de la razón por muros y por rejas. Yo vigilo con ojos de águila mientras los ahorcados se mecen como árboles en un parque y un crepúsculo de cereza se inflama como un grito. Siempre he pensado que la soga se ajusta más a una muerte menos dura, frágil, necesaria, la misma cuerda que día a día le arranca las horas al campanario. Hay quienes prefieren el hacha o la guillotina. Mi misión es vigilar esas cabezas que me regala el oficio, poner fin a sus injurias, a sus faltas. Desde aquí puedo medir la resignación, el amor impropio del reo hacia su propia muerte, la soledad insalvable que lastima sus oídos, su ángel implorando el último deseo. Para mayor deleite del verdugo a la víctima se le vendan los ojos y él disfraza su acto poniéndose una capucha para esconder su rostro, no su mirada. Durante años no he dado mi brazo a torcer ante la piedad o la lástima y estoy a punto de jubilarme. En esto hay que ser duro y frío como un bloque de hielo. A veces hablo con los colegas en las tabernas, en el mercado, o los encuentro en el parque llevando a sus hijos que quieren parecerse a su padre y juegan a ser verdugos. Sé de aquellos -¿hombres de bien?- que no me quieren, los que maldicen mi trabajo por su crueldad y su impudor. Amanece en los ojos amargos de las estatuas, sus párpados que ignoran la soledad de los colores, el brillo salvaje del metal frío, el lugar del crimen. Fernando Denis (Ciénaga, Magdalena)
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UN SENTIMIENTO Se murieron los buenos Están muertos los honestos Los luchadores sociales. Están muertos mis amigos Algo falló porque yo no estoy muerto. Se murió Elmer y Alvaro y murió Iván algo falló yo no estoy muerto. Y murió Carlos y murió Afranio y murió mi Irma. Irma murió. Algo falló yo no estoy muerto. Y murieron los luchadores del llano cuando se amnistiaron. Y murieron tres mil hombres de la UP en la lucha política. Algo falló, yo no estoy muerto. Asesinaron maestros, asesinaron sindicalistas, asesinaron a Bernardo y asesinaron al gran Jaime, también Antequera lo fue. Algo falló yo no estoy muerto. Y en aquél país injusto Que desde que nací no ha tenido ni un año, ni un mes o semana, o día, ni una sola hora de paz. Aquel país inmensamente rico en donde la gran mayoría de la Gente está inmensamente pobre, ese país sigue igual o peor y yo no estoy muerto, algo falló. Y la corrupción y los deshonestos y los manipuladores de la opinión y los poderosos del dinero que son los poderosos de la política, los poderosos del militarismo y de los medios de comunicación, ellos siguen reinando. El país no se ha podido cambiar y todos los que han luchado están muertos.
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Algo Falló, no estoy muerto. Y qué país le entrego a toda la gente humilde y qué país le entrego a los amigos y qué país le entrego a los que creyeron en mi y a tantos que desinteresadamente me apoyaron? Ni lo cambie ni estoy muerto algo me falló. Pido perdón, a mi familia, y a Jorge, y a Nicole. Porque algo le falló a su papá. Ni cambió este pais hermoso para lograr la justicia social ni tampoco estoy muerto, pido perdón a todos. ¿Por qué los asesinaron a ellos y a mi no me asesinaron? Ya se. Como hoy Seguramente en esa época no tuve valentía no tuve el coraje para estar muerto. Y tantos miles de campesinos vestidos de soldados o de guerrilla en cualquiera de las trincheras entregando sus vidas. Hoy creo que inútilmente esto no ha cambiado; está peor. Algo falló qué pena. yo no estoy muerto. ¿Quien me podrá ayudar? No quiero morir de viejo no quiero morir de enfermo Quiero morir con dignidad la que tanta gente ha perdido. En donde tantos caminan de rodillas por conservar los zapatos como dice el tango. ¿Quién me podrá ayudar a no seguir fallando y no estar muerto? Jorge Eliecer Franco Pineda Bogotá Enero de 2008
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Nicolás Suescún: 3 poemas Monólogo en la orilla Mi manera de mirar el mundo tiene mucho de particular y bastante de general, la manera como me mira el mundo es menos descriptible con palabras, sin embargo, heme aquí en él a pesar de la turbia bola de cristal, de las cartas adversas y de las líneas truncas de mi mano, resguardado del viento y la marea por ahora, porque ¿cómo me mido yo con este aburrido mar lleno de peces asesinos? Me quejo, sí, me quejo, pero no por mí solo sino por lo que tengo de todos en mí mismo, por el hambre que no he sufrido, por la plaga que no me ha visitado y por esta manía de hablar a solas como si estuviera acompañado. Bastante ridículo este asunto de andar explorándome a mí mismo como si fuera terra incógnita, y ese toparse con monstruos prehistóricos donde todo es historia a corta data.
El filósofo Está el filósofo en la foto en blanco y negro contra un fondo de árboles con grandes flores blancas, o bajo un cielo poblado de enormes estrellas? ¿Y está él iluminado, muy blanca su camisa y su mata de pelo, por el sol, o bajo la luz, muy blanca, de la luna? ¿Y qué esta explicando con esa mano fuerte, levantada? ¿Acaso que la realidad
tiene dos explicaciones pero es una misma realidad? Pues solo la foto, y él la explica sin darse cuenta -su trabajo es explicar incansablemente el ser y el mundonos demuestra que la luz de la luna es la misma -reflejadaluz del sol, que la ilumina.
Paseo nocturno Sí, las casas, los edificios miran para adentro, como dijo Luis Vidales, y nos dan la espalda, de modo que caminamos entre miles y miles de agresivas edificaciones que amenazan con aplastarnos con el peso de su indiferencia. Es cierto que tras las ventanas hay familias y parejas, y hombres y mujeres solos, que pueden estar comiendo o, lo más probable, viendo televisión; unos pocos estarán leyendo, o bailando y bebiendo, o durmiendo, pero no los vemos, es como si no hubiera nadie en las habitaciones iluminadas y mucho menos en las que tienen las luces apagadas. Y es que quien va de paso no ve a los habitantes, o muy de vez en cuando, a veces nunca, alguien se asoma, o una sombra pasa fugaz por la ventana. De todos modos lo que el solitario siente, oprimiéndolo, son los muros, la barrera entre él y los demás, entre todos y la naturaleza. Los edificios protegen a la gente del otro, de mí en este caso, que voy por la calle, probable asesino futuro que la acecha, o más bien víctima de un terrible tigre mecánico que ruge en esta selva de cemento, amenazante. Y voy, temeroso, por calles casi desiertas que se cruzan, surcadas por unas pocas bestias de rugiente metal, rasgando el pavimento, a estas altas horas de una noche como todas, cuando voy por la calle huyendo de mí mismo.
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MI CADÁVER MILENARIO He visto en el espejo mi cadáver milenario: Blanco como lo prefiere la muerte. Blanco como lo prefiere la guerra. ¡Blanco como lo quisiera la paz! Mi cadáver milenario ha recorrido todas las guerras: El puñal neolítico penetró mi cráneo. La espada hitita apagó mis ojos. La lanza romana atravesó mi cuello. El fusil de Napoleón aniquiló mis oídos. Los cañones de los Nazis explotaron en mis espaldas. Las armas biológicas invadieron mis venas. Las bombas de mis compatriotas estallaron en mi corazón. Mi cadáver milenario ha recorrido todas las guerras: Ha tocado la piel sensible, Ha mirado el rostro ensangrentado, Ha bebido el vino triste, Ha escuchado el corazón agonizante De las palomas que cayeron del cielo. Mi cadáver milenario ha recorrido todas las guerras: Ha caminado, ha galopado, ha navegado, ha volado. Ha visto niños mutilados, mujeres violadas, Y ancianos solitarios vomitando lágrimas. Ha sufrido con el llanto del perdedor. Ha llorado con la alegría del triunfador. En el espejo de la luna se ha reflejado Mi cadáver milenario: Blanco como lo prefiere la muerte. Blanco como lo prefiere la guerra, ¡Blanco como lo quisiera la paz!
Rafaél Escobar G.
Del libro: El vino y la guerra
73 OPUSCULO Por ARTURO ARCANGEL Esta es la historia de un palacio, en el país de los palacios, que costó dos mil quinientos millones de pesos. Y Doscientos veintinueve vidas que costaban aproximadamente siete pesos con ochenta y tres centavos, incluido el IVA.
EL PALACIO AJUSTICIADO Como espectros misérrimos, Gritando y en desorden, Se levantan los muertos del Palacio Para poblar con lutos de Noviembre Las lágrimas de asombro Motivo del poema. Yo traigo los espectros -multiplicad las cifras oficiales!Son ciudadanos simples. Son pueblo de tu pueblo. Hablo en nombre de ellos. Grito. Lloro. Blasfemos y me vomito. Por cada bala, por cada centímetro incendiado. Por cada rocket, por cada golpe de artillería. Venid espectros. Os llamo a lista. Limpiad la sangre seca de vuestros labios mudos Que la prensa os invita en páginas sociales. Limpiad la sangre y pronunciad: Presente! Maldecid aquel día en que os dieron la cédula De inerme colombiano. Pueblo! venid "… Vamos! Venid a verlos: son vuestros muertos! Muertos en guerra civil, Impotentes, ilusos, Postrados, desarmados!
Sus trenzas invisibles quemadas por el fuego? Sus sueños de mujer, irreverentemente rotos Marchitos Aplastados? La tropa de la patria pisoteó sus sientes Y entre su pecho azúcar Sembró sales de muerte! Venid a verlos! No son los Magistrados inocentes No son los más audaces Guerrilleros… Son pueblo de tu pueblo: Transeúntes cantando Mal pagas secretarias Portero, ascensorista Lustrabotas ajenas Humildes aseadoras… Quién reconoce a quién entre el escombro? Quién sabe traducir al español la piel achicharrada? Aquel será mi padre? Ayúdenme a buscar….sí….sí… En su mano derecha un anillo de grado. No señor. No era un general de cinco soles. . Cómo? No. El no era teólogo. Mi padre era abogado. …Estás hediendo Padre… Será tu cuerpo descompuesto?
Vamos! Venid!...
Será tu fe en las leyes que se inmoló contigo?
Quién reconoce a quién entre los muertos?
Venid señoras y señores! Vengan los niños! Esto es clase de cívica y de historia!
…esta es mi madre?
74 …cuidado con los rockets! Que apuntan las granadas! Los tanques!...Filmen cámaras Yanquis Los tanques rompepiso Rompepuerta Rompealma Disparen! Fuego en nombre de Dios y en nombre del Estado. Disparen! Esto es de todos y de nadie. Que vivan los impuestos! Quién reconoce a quien en las ruinas? Déjenme ver… Este carboncito…será mi niño? No. No creo… Él tenía un soldadito de plomo entre las manos… Será mi niño? -Talvez. Ahora tiene una balita de plomo Entre los sesos. Quién reconoce a quién entre cadáveres? …Policarpo! Policarpo! Tu está ahí? Estás ahí mi amor? Ayúdenme a buscar.
Talvez debajo de estos doscientos muertos.... Gallina llamando a Fox. Cambio Rockets ya. Fusiles ya. Incendio ya. Cambio. Aquí gallina. 10 magistrados muertos. 19 guerrilleros muertos cambio. Aquí Fox. Dinamiten centímetro a centímetro. No ven que son doscientos? Cambio. Aquí gallina. Dinamiten todo. Vivan la Patria y las Instituciones! Escrita está la página de gloria. Viva el Poder y la Soberbia Viva! Por fin se hizo justicia!. Cambio. Y el Poeta se asoma agonizante: Una azucena…no quedo rosita? Un gorrión? Un laurel? Ayudadme a buscar una paloma Para enmarcar este poema sin que se llame espanto. Venid a ver cenizas y cadáveres En el bello palacio Ajusticiado!
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M I RADAS A Liliana
Tus ojos interrogan inquietos y anhelantes si mi amor por tí es el mismo de antes. Mis ojos...dicen NO! es todavia... MAS GRANDE!!! Bogotá D. C. Abril de 1.985.
BUSQUEDA No alcanzo lo que anhelo parece alejarse sin retorno ciñendo coronas nacaradas que esparcen su aroma de nostalgias. Indeciso voy por senderos de fantasmas que hacen burla de mi angustiado canto son quizá las alucinaciones de una mente agotada por la espera. Prosigo mi andar tenaz y proceloso hasta llegar al fondo de la entraña en busca de una fuerza que detenga los pasos que conducen al abismo.
Alejandro Gómez Roa Aparecen al final algunas plantas que hace un tiempo estuvieron florecidas marchitándose insomnes y serenas como retando el sentido de la Vida.
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CORRE, CORRE…..
A un trabajo odiado Corre el ejecutivo Y el obrero A un espectáculo ridículo Corre el fanático Corre el aficionado A una cita medica Corre el empresario Corre el vecino de mi barrio A un encuentro amoroso Corre la joven que ama Corre el amante fiel Corre su esposa vigilante de él A una revuelta popular Corre el policía tras del manifestante Corre la gente tras del poder Corre el Estado para mantenerse en él Corre, corre...
Zabier Hernández
En el puerto de Santa Lucía Ese navío esta loco. Ayer se le vio con rumbo al sur, Luego lo vimos pasar tras la estela del sol Recogiendo noche en su quilla. Ahora gira y gira cerca de los cayos. Si arrecia el viento hay rirsgo de que rompa sus maderas Ese navio está loco. Lleva un cadáver a bordo Y el capitán no ha querido arrojarlo al mar. El hombre se ha pegado a la botella Y tiene en desorden la cabeza; El muerto en cubierta danza, Agita la memoria del barco y enloquece la brújula. Ese navío está loco. En el puerto de Sania Lucia -la patrona del ciego-, Deambulan los tripulantes desalojados del oficio, Aunque tienen pericia y conocen la faena, Nadie les da empleo, Las navieras no perdonan Que hayan abandonado el navío.
Samaníego. mayo 14 de 2005. Julián Malatesta
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CUBA Paraíso perdido entre las aguas turbulentas que llegan del norte. Digna te eriges ante el mundo y no te doblegas, no te vendes, no te alquilas. Quizá por tu alma de guerrero, quizá por tu alma de poeta. Te han querido asfixiar, comprimir, acabar... Revolución fulgurante, utopía realizada, sueño de Martí. Y sigues ahí campeando las olas tejiendo ilusiones, cantándole al mundo Resistiendo, Resistiendo, Viviendo, viviendo, viviendo, ¡Dignidad de América!.
MEA CULPA El ideal es que nuestra obra contribuya a que se desarraigue de entre las gentes la apelación cotidiana a la violencia tísica. Manuel Azaña Vertiendo en ríos de angustia, a mares de desgracia mi tristeza reconozco con creces mi pobreza viacrucis de espinas rosa mustia carga de reproches cómo pesa. Sembré ilusiones, coseché maleza quizá planté en el viento el final se aproxima, lo presiento a paso lento que tropieza ahogo dentro de mí cada lamento abrumado aparento fortaleza errabundo en mi aposento huérfana de pan está mi mesa.
Guillermo E. Mejía Naum Munera
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Corporación Canto Nuevo Grupo Camorra Teatro Presenta Nosotros Los Comunes (Comuneros 1781) (Creación Colectiva Teatro la Candelaria) Vuelven Los Comuneros a escena, después de 37 años de haber sido creada de forma colectiva y presentada por el grupo de teatro la Candelaria. Esta vez un grupo de jóvenes abordaron dicho texto dándole vida y entusiasmo, para seguir planteando los acontecimientos de esta época que parecen tomados de los de hoy. Este pedazo de la historia nuestra fue representada por el grupo La Candelaria en conmemoración de 200 años de los acontecímientos, cuando los españoles y los ricos criollos, usando sus artimañas, trampas, engaños y mentiras, para aplastar la justa lucha de la revuelta comunera encabezada por José Antonio Galán, quien fue decapitado junto con otros de sus compañeros, por el solo delito de repartir la tierra a los comunes. Los comuneros reclamaban la tierra para sus legítimos dueños, la rebaja de los impuestos, la siembra y venta del tabaco libremente, como único sustento, pero este privilegio solo le pertenecia a los nobles y ricos criollos. Esta fue la primer revuelta de nuestro pueblo para liberarse del yugo español y de la burguesía criolla, lucha donde participaron los valerosos pueblos de Santander y Boyacá, quienes fueron traicionados y engañados vilmente, por la corona española, la iglesia y la nobleza, quienes se vendieron por un puesto o titulo, firmando capitula-
ciones que no cumplieron ninguno de los puntos pactados en ella. Estos valientes comuneros fueron la simiente que 30 años más tarde naciera el ejército del libertador Simón Bolivar. La participación de la mujer en estos acontecimientos fue fundamental y pilar principal en la revuelta, fueron miles las que con su aporte decisivo y valeroso se enfrentaron a la corona española gestora de esta historia como Manuela Beltrán, fueron muchas enfrentadas a los fusiles españoles. Lo mas particular de este pedazo de la historia es que estamos repidiendo y viviendo los mismos hechos, luchando por lo mismo se nos ha cambiado de nombre y quizás nos ha puesto otro apodo. Se nos cambio el Rey de España por reyes criollos y los nobles gobernantes por narcos y paramilitares, amedrentando al pueblo y acallándolo no con Capitulaciones, sino con balas y con desapariciones forzadas. Igual hace 228 años hoy nos están haciendo promesas "Capitulaciones" que incumplen y con ese pretexto asesinan al pueblo y lo desalojan de sus legitimas tierras, mandándolos a engrosar los cordones de miseria de las grandes ciudades. Francisco Martinez Director.
viernes, 2 de mayo, 2008
Boletín del Comité Nacional para la Libertad de los Cinco Cubanos Una carta de Maruchi Guerrero, la hermana de Antonio Estimados amigos solidarios: Una vez mas pudimos darnos cuenta del riesgo que corren nuestros cinco hermanos, preso injustamente en las cárceles de los Estados Unidos. Mi mama y yo regresamos el pasado día 28 de abril de Colorado, donde estuvimos por 21 días con el propósito de visitar a Tony en la prisión por nueve veces, los días viernes, sábado y domingo, que son los días de visita en la USP Penitenciary de Florence donde él se encuentra. Lamentablemente no pudimos hacer todas las visitas previstas porque el domingo 13 de abril alrededor de las 12.30 pm mientras nos encontrábamos allí, ocurrió un hecho de indisciplina muy grave que conllevó a interrumpir la visita y de ahí el encierro (lock down) de la prisión. Sentados en el salón de visitas sentimos que del área exterior sonaban disparos, bastante seguidos y algunos gritos. En esos momentos mi mama se encontraba en el baño y mi hermano me pide que no le diga a ella que escuchamos tiros. El oficial recibe una llamada y anuncia que la visita había terminado por una indisciplina en la prisión, mi mama regresa y le comunicamos la noticia pero de pronto volvieron a escucharse tiros, bastantes. Nos pidieron que no nos moviéramos de allí, casi a las tres de la tarde entraron al salón cerca de diez oficiales y nos ordenaron retirarnos, tres de ellos acompañaron a las familias que estábamos en la visita. Atravesando la puerta, fuera del salón, tuvimos que pegarnos a un lado en una pared para dejar pasar unos oficiales con camillas, nos dimos cuenta que la cosa era muy grave. Al salir del Edificio, en el área de afuera había un carro de ambulancia, carros de emergencia y muchos vehículos, quizás más de 60 de todos los oficiales que en llamada de emergencia acudieron a la prisión. Apenas atinamos a despedirnos de Tony, él procurando la calma, nos pidió que estuviéramos tranquila y que lo más seguro era que hubiera un lock down, por lo que perderíamos la comunicación con él, y así sucedió. El lunes en el noticiero de Univisión daban la noticia de que un hecho grave había ocurrido en USP Penitenciary Florence que había ocasionado la muerte a dos presos y varios heridos por los tiros de los oficiales. El martes en el periódico The Gazette de Colorado salía publicada la noticia en primera plana, más de 200 prisioneros se involucraron en una riña. Un grupo de ellos festejaban el cumpleaños de Adolfo Hitler y hubo otros grupos raciales involucrados,
decía la nota de prensa, lo que trajo como resultado la muerte de dos prisioneros y cinco heridos, y la prisión en "lock down" por tiempo indefinido. Solo nos consolaba el saber que en el momento del incidente mi hermano estaba junto a nosotros en el salón de visitas, pero pudimos comprender mucho más como se juegan la vida todos los días nuestros cinco hermanos. Gerardo, Ramón, René, Fernando y Tony están cumpliendo injustas condenas en esas cárceles sin haber causado daño a nadie y sin que aun se le hayan probado los cargos por los que han sido sentenciados en un proceso manipulado por intereses de la mafia cubano americana apoyada por el gobierno de los Estados Unidos. Una situación parecida sucedió el pasado mes de enero en la prisión USP Beaumont, Texas, donde se encuentra Ramón. Su hija mayor Ailí había viajado hasta allá para visitarlo y ese mismo días antes de ella llegar, había ocurrió una riña que también ocasionó la muerte a dos presos. Ailí permaneció en esa ciudad por 30 días según el tiempo aprobado en la visa y tuvo que regresar sin haber podido visitar a su papá por el lock down prolongado debido a este hecho de gravedad y sin haberse podido comunicar con él. Diez años en prisión y seguimos esperando la decisión del Onceno Circuito de la Corte de Atlanta en el tercer proceso de apelación que enfrenta este caso. Aun así nuestros hermanos se mantienen con valentía, optimismo y dignidad, procurando convertir este tiempo en otras acciones útiles, dedicados a la pintura, la lectura, respondiendo cartas a todos los amigos de diversas partes del mundo, brindando amor a sus madres, hijos, esposas y familiares con la convicción de que defienden una causa justa para evitar el terrorismo, la muerte, para que un mundo de paz sea posible. Cuán difícil resulta para mi mamá vivir estos momentos, ella también digna y valiente fortalecida por ese aliento y esperanza que le da su hijo pero con la preocupación que por su edad, 76 años, ella lucha también contra el tiempo, procurando estar bien para ver regresar a su noble y amoroso hijo. Amigos solidarios, son muchos ya estos 10 años. Ustedes son nuestra esperanza para lograr que los cinco regresen a sus casas. Con todo cariño y agradecimiento en nombre de los familiares de los cinco, Un abrazo, Maruchi, Contáctenos: info@freethefive.org o llame al: 415-821-6545 Web: http://www.freethefive.org ¡Libertad para los Cinco Ya! ¡Permitan Visitas de Familiares! ¡Otorguen las visitas de entrada al país a Adriana Pérez y a Olga Salanueva!
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