CONVERSANDO CON... Salvador Lazcano Díaz del Castillo
Ingeniero civil con maestría en Ciencias, área Ingeniería geotécnica. Especialista en mecánica de suelos y cimentaciones. Ha participado en más de 4,300 proyectos en 26 diferentes estados de la República mexicana y en desarrollos hoteleros en América Latina y Gabón. Desde su fundación en 1985, es director de Suelo-Estructura, compañía de consultoría en el área de ingeniería geotécnica y sísmica.
El dulce sabor de lo vivido Con 36 años como consultor geotécnico y 37 años de docente, Salvador Lazcano sigue activo. Guarda gratos recuerdos y se siente afortunado de haber elegido especializarse en el campo de la ingeniería geotécnica, que se ha convertido más en su pasión que en su profesión.
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alvador Lazcano comenzó sus estudios de Ingeniería civil en 1977, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) en Guadalajara. “Tenía inicialmente la idea de irme por el campo de las estructuras, porque mi referente familiar más cercano era un tío político, el ingeniero Antonio Vizcaíno Moreno, que siempre me apoyó, desde secundaria y preparatoria; mi papá era médico”, nos dice nuestro entrevistado. Su tío se dedicaba a las estructuras de concreto y eso motivó a Salvador Lazcano a decidirse por dicha especialidad. Conforme fue avanzando la carrera, perdió el entusiasmo por las estructuras. “Como mágicamente, conocí un campo del cual no tenía idea cuando empecé la carrera: el campo de la geotecnia. Mi gusto por la geología sin duda es un antecedente a considerar, se remonta a mi infancia; regresaba de los días de campo con las bolsas llenas de piedras raras”. En la universidad llevó la materia de Geología “con un maestro muy bueno, el ingeniero geólogo Luis Nisino, a quien de hecho considero una de las personas que marcaron en mí la tendencia a la geotecnia; nos contagiaba con su pasión por la geología: nos llevó a la barranca del río Santiago, en donde vimos una falla geológica en
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Con su tío, Antonio Vizcaíno Moreno, en 2002.
un corte; fuimos a la Sierra de la Primavera cerca de Guadalajara, e hicimos líneas geofísicas eléctricas; nos llevó a la construcción de la presa de Las Golondrinas, cerca de San Luis Potosí. Estando en San Luis visitamos el túnel de una mina ya abandonada, entramos un buen tramo; recuerdo que estábamos ya en lo profundo, íbamos con linternas, y nos pidió que las apagáramos, entonces nos tocó vivir la oscuridad absoluta de las cuevas, de los túneles mineros”.
Núm. 262 Diciembre 2021 - Febrero 2022
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