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Perfil y práctica profesional del ingeniero civil

El ingeniero civil, desde su formación, debe tener la capacidad de ser interlocutor de representantes del sector público y empresarial, tomadores de decisiones e inversores, y de interactuar con ingenieros ambientales, entre otros muchos profesionales vinculados con la infraestructura. Creo que desde la academia aún no hemos formalizado cómo poder darle esa visión integral, sinérgica a todos nuestros estudiantes.

IC: ¿Cuál es su posición académica?

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Luciano Roberto Fernández Solá (LRFS): Soy el coordinador divisional de Planeación de la División de Ciencias Básicas de Ingeniería en la Universidad Autónoma Metropolitana, además de ser profesor.

IC: Actualmente coordina usted el Consejo Académico del Colegio de Ingenieros Civiles de México. ¿Cuáles han sido los temas más relevantes que se han tratado en su seno y de qué manera se han traducido en hechos o en acciones y propuestas de acciones?

LRFS: Uno de los temas que recurrentemente regresa a la discusión del Consejo Académico es el del perfil del ingeniero civil. En algún momento se hizo un análisis de los distintos perfiles que tenían las instituciones de educación superior y se intentó integrar un perfil modelo. En los últimos meses hemos hecho un esfuerzo por ver cómo esa interpretación que desde las universidades hacemos del perfil ideal del ingeniero civil empata con lo que la industria está esperando. Por otro lado, debido a la naturaleza propia del colegio, la vinculación de las instituciones con el sector productivo ha sido otro tema recurrente.

Destaco que se han hecho dos proyectos de largo alcance para promover prácticas profesionales de alumnos en proyectos muy particulares. Se hizo uno donde el colegio funcionó como vínculo para llevar alumnos a hacer prácticas profesionales en las obras del Túnel Emisor Oriente. Algo similar se produjo en las obras del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.

IC: Cuando se habla de la industria, uno piensa inmediatamente en el sector empresarial. ¿También en el sector público se ha buscado esa vinculación? Hasta hace algunas décadas, secretarías y organismos del sector público tenían una política de integración de jóvenes ingenieros como parte de su aprendizaje y para garantizar el cambio generacional. ¿Cómo se está manejando hoy?

LRFS: El sector empresarial se maneja con base en las necesidades del mercado; el sector público tiene una visión de Estado. Esta continuación de la formación y segunda escuela en la práctica profesional se ha perdido en buena medida en el sector público y pienso que ha sucedido en detrimento de la calidad de formación de los ingenieros, porque es imposible que en la institución de educación superior el ingeniero pueda terminar completamente su formación, pues hay muchos aspectos de la ingeniería civil que forzosamente han de aprenderse en la práctica. Hay que encontrar la manera de convencer al sector empresarial para que abra espacios y al sector público para que recupere esa función.

IC: ¿Cuál es el perfil del ingeniero civil que considera apropiado el Consejo Académico del CICM?

LRFS: Es muy difícil definir un perfil único, porque cada institución le pone un sello particular a su ingeniería, pero en términos generales se considera que, además de tener una formación técnica muy robusta en cuestiones de ciencias básicas y física, también se requiere que los ingenieros tengan una visión muy amplia de los problemas desde el punto vista social, económico y ambiental.

IC: El Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería (Cacei) establece que los planes y programas de estudio deben cumplir con un conjunto de estándares y parámetros que garanticen el nivel de calidad requerido. De los más de 160 programas de ingeniería civil del país, ¿cuántos cumplen estos estándares y parámetros?

LRFS: Según la página oficial del Cacei, a abril de 2023 existen 41 programas de ingeniería civil acreditados. Es importante comentar que esos programas agrupan un gran porcentaje de los alumnos de ingeniería civil del país. No tengo el dato exacto del porcentaje, pero, según un estudio de la Alianza FiiDEM, es mayor al 70% de los alumnos del país.

IC: Otro tema que está ligado a esto es el de la interacción con otras disciplinas profesionales. ¿Qué opina al respecto?

LRFS: Definitivamente, el ingeniero civil, desde su formación, debe tener la capacidad de ser interlocutor de representantes del sector público y empresarial, tomadores de decisiones e inversores, y de interactuar con ingenieros ambientales, entre otros muchos profesionales vinculados con la infraestructura.

Creo que desde la academia aún no hemos formalizado cómo poder darle esa visión integral, sinérgica a todos nuestros estudiantes.

IC: ¿Cómo comunicar los principios de la ética en las escuelas y facultades de ingeniería? ¿Qué evaluación se hace sobre lo que sucede con la ética en la práctica cotidiana?

LRFS: Se han explorado muchas estrategias. En algún momento se pensó que con un curso de ética podía ser suficiente, y muchos planes de estudio han integrado cursos de ética, pero nos hemos dado cuenta de que es un tema mucho más transversal, no es para un curso sino un tema de práctica diaria.

El Consejo de Ética del CICM ha hecho un interesante ejercicio en el cual se desarrollaron dilemas éticos que han compartido en el Consejo Académico como herramientas para que los profesores, no solo de los cursos de ética, sino los de cualquier curso, puedan desarrollar una discusión con sus alumnos en el curso de diseño de empresas, por ejemplo. Se trata de un ejercicio experimental, a desarrollar para ajustarlo y perfeccionarlo.

IC: Conceptos como “nuevas tecnologías”, inteligencia artificial, las herramientas que evolucionan de manera sorprendente en el ámbito gubernamental y de gobernanza, o las relacionadas con el medio ambiente, que hoy en día son requisitos indispensables para el desarrollo de la infraestructura, ¿son tratados en el Consejo Académico?

LRFS: Son temas que nos quitan el sueño en las escuelas desde hace mucho tiempo porque nos sentimos obligados a mantener el paso en el desarrollo tecnológico. Hay muchas visiones, muchos puntos de vista distintos. Yo firmemente creo que el avance tecnológico es tan veloz que en las escuelas nunca seremos capaces de alcanzarlo en términos de planes y programas de estudio. Es decir, intentar alcanzar el desarrollo tecnológico metiendo nuevas materias y cambiando los contenidos es una estrategia poco eficiente que no va a permitir alcanzarlo. Considero que lo que debe hacerse es que los profesores tengan la capacidad de mantenerse a la vanguardia de la tecnología, para que en cada una de sus cátedras puedan introducir conceptos de tecnología, no para enseñarles a los muchachos la tecnología que impera hoy en día, porque cuando egrese el estudiante esas tecnologías ya van a estar desactualizadas: hay que abrirle la mente al estudiante para que esté receptivo, para que cuando salga a trabajar sea capaz de adaptar la tecnología en boga al momento en que esté trabajando.

IC: ¿Cuál es su opinión sobre la inquietud de generar planes y programas de estudio de la ingeniería civil sustentados en la aplicación de la moderna tecnología y en las diferenciadas condiciones geográficas, climáticas, sociales y económicas de las regiones del país?

LRFS: Integrar el tema de los últimos avances tecnológicos en los planes y programas de estudio es muy complicado, pues el acelerado desarrollo tecnológico no da oportunidad de que los cambios a los planes y programas de estudio sean pertinentes. Por el lado de las diferenciadas condiciones de las regiones del país, me parece que es muy importante que los perfiles de los ingenieros civiles correspondan a las características específicas de sus regiones, ya que el tipo de problemática a la que se puede enfrentar un ingeniero civil del norte del país, por ejemplo Nuevo León o Chihuahua, es muy diferente de la que puede enfrentar un ingeniero en el sureste, tanto desde el punto de vista técnico como social y económico.

IC: ¿Se sabe cuántas universidades ofrecen la carrera de Ingeniería Civil en el Valle de México, cuántos alumnos participan en ellas?

Además de tener una formación técnica muy robusta, también se requiere que los ingenieros tengan una visión muy amplia de los problemas desde el punto vista social, económico y ambiental.

LRFS: Al día de hoy hay 15 instituciones de educación superior que ofertan ingeniería civil en el área metropolitana del Valle de México. La más grande es la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, que tiene alrededor de 7 mil alumnos; le sigue la Facultad de Ingeniería de la UNAM, que debe tener una población de alrededor de 3 mil alumnos, y otros 700 de la UAM. Calculo que deben ser alrededor de 15 mil.

IC: ¿Existe la necesidad de que haya elementos básicos que sean comunes a todos los planes de estudio?, y, en todo caso, ¿el Consejo Académico está abordando la cuestión, independientemente de que cada una de las escuelas pueda tener su visión particular, su enfoque?

LRFS: Sí, todos los programas deberían partir de una misma base, que es: conceptos técnicos sólidos, conceptos sociales, económicos y ambientales generales. Esa es una base en la que todos estamos de acuerdo.

IC: ¿El Consejo Académico ha hecho algún balance respecto a la relación de las principales áreas de la ingeniería civil, y en lo que se refiere a las instituciones, tanto públicas como privadas, en cuanto a cómo están enseñando ingeniería civil?

LRFS: Hace unos cinco años se hizo un análisis acerca de la estructura general de los programas de todas las escuelas, incluso comparándolo con escuelas de otros países. Existe un documento, producto del trabajo del Consejo Académico, donde se plasma el análisis de los distintos programas de estudio de cada una de las escuelas.

IC: No pocos maestros, entiendo, tienden a enseñar como ellos aprendieron, sin tener en cuenta el proceso de aprendizaje después de varias décadas. ¿Hay algún trabajo de análisis, de debate y conclusiones por parte del Consejo Académico sobre el perfil de los profesores y de los métodos de enseñanza?

LRFS: Recientemente se abordó este tema, pero tuvo mucho que ver con la pandemia. Anteriormente, en cada edición del Congreso Nacional de Ingeniería Civil, en los encuentros académicos, se hicieron foros de discusión acerca del perfil del profesor. Fue muy interesante.

IC: ¿Puede comentar de manera resumida las conclusiones de esos debates?

LRFS: Sí. Lo que encontramos es, primero, que hubo dificultad de los profesores para entender cómo debe ser una enseñanza remota adecuada. Hubo mucha complejidad. Hubo muchos profesores que lo que interpretaron como enseñanza remota era mandar documentos escritos en PDF. Sin embargo, hacia el final de esta etapa sí hubo muchos talleres y reflexiones sobre la necesidad de que un buen curso remoto debe tener una gran cantidad de actividades asíncronas bien diseñadas, es decir, que los alumnos puedan hacer sin la presencia directa del profesor. También deben ser distintos los esquemas de evaluación, los exámenes y las maneras de valorar el curso.

IC: ¿De alguna forma tiene participación el Consejo Académico en los análisis que conducen a la modificación, al establecimiento de los programas de estudio de carreras de ingeniería civil en las diversas universidades del Valle de México?

LRFS: No tiene una injerencia directa. Sin embargo, las personas encargadas de hacer las propuestas de modificación a los planes y programas de estudio, que son los coordinadores de estudio, son los mismos consejeros; ellos, a la hora de implementar sus propuestas, ya llevan una referencia de lo que se ha discutido en el Consejo Académico.

IC: ¿De qué forma colabora el Consejo Académico con las diversas universidades, escuelas de ingeniería en la zona metropolitana del Valle de México?

LRFS: La manera más concreta en la que el Consejo Académico participa con las universidades surge en el momento en que las universidades solicitan alguna opinión o consultoría al colegio a través del Consejo Académico. Un ejemplo muy claro: varias universidades tienen consejos consultivos, que son grupos de personas externas al programa, a los cuales piden opinión. En varios de esos consejos consultivos participa el colegio a través del Consejo Académico.

IC: ¿Hay alguna propuesta de hacer algo sobre la formación de los profesores?

LRFS: Ha habido muchas pláticas, pero todavía nada concreto. Estamos trabajando de cerca en el CICM con el CAPIT, justamente para ver si a través del CAPIT se puede formar una estructura de cursos pedagógicos para los profesores.

IC: ¿El Consejo Académico maneja alguna estadística acerca de cuántos egresados trabajan realmente en el campo de la ingeniería civil?

LRFS: El Consejo Académico directamente no. Pero siempre tomamos referencias de estudios estadísticos que se hacen de manera mucho más formal, como los que hace la Alianza FiiDEM, o los que hizo la Academia de Ingeniería.

IC: ¿En que instituciones se ofrecen cursos de posgrado?

LRFS: En la Facultad de Ingeniería de la UNAM, la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Autónoma Metropo- litana Azcapotzalco, la Facultad de Estudios Superiores Aragón y Acatlán, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Tecnológica y la Universidad La Salle.

IC: ¿Cuáles son los esquemas de titulación que existen en las diferentes escuelas?

LRFS: Varían bastante, pero en lo general existen titulaciones por tesis, como ha sido toda la vida. Varias escuelas tienen la opción de titulación por promedio (si el alumno tuvo un muy buen promedio durante sus estudios, con eso puede titularse). Otras tantas escuelas tienen titulación con estudios de posgrado, ya sea un diplomado o una maestría. Algunas más tienen titulación por práctica profesional, y otras están utilizando el esquema de titulación por el examen general de egreso del Ceneval, y si saca un puntaje superior a 9, en la mayoría de las instituciones se titula.

IC: ¿Existe en las escuelas algún esquema de reconocimiento a los alumnos de la carrera de Ingeniería Civil?

LRFS: El CICM tiene un esquema que es el premio a la Excelencia Académica: nuestro colegio reconoce cada dos años al alumno con el mejor promedio de entre los egresados del año en cada una de las instituciones de educación superior. En la UNAM, al mejor promedio de la generación le dan la medalla Gabino Barreda; en el Politécnico, el mejor promedio de la generación es galardonado con la presea Lázaro Cárdenas. En la UAM se otorga la Medalla al Mérito Universitario. Casi todas las universidades tienen esquemas de reconocimiento a los alumnos con los mejores promedios.

IC: ¿Cuáles son los programas de interacción con empresas?

LRFS: Casi todas las instituciones han intentado establecer y formalizar programas de prácticas profesionales, en algunos casos con nivel de obligatoriedad. Por ejemplo, en el sistema del Tecnológico Nacional de México es obligatorio hacer práctica profesional. En algunas otras instituciones es optativo. Lo que es obligatorio desde hace algunos años es el servicio social. Muchos alumnos hacen el servicio social mediante alguna práctica profesional.

IC: ¿Cuáles son los esquemas para regularizar a los alumnos que reprueban en alguna materia?

LRFS: Casi todas las escuelas utilizan el concepto de examen extraordinario; también existe la opción de que el alumno vuelva a tomar el curso; ¿cuántas veces puede hacerlo?: depende de la escuela.

IC: ¿Cuentan las escuelas con algún programa de educación continua?

LRFS: Varias escuelas tienen sus departamentos de educación continua, y no todas tienen sistema de educación a distancia. Ingeniería Civil debe ser de las carreras que menos se ofertan a distancia. Tiene mucho que ver con el alto componente de los laboratorios y prácticas, que a distancia es muy difícil de reproducir.

IC: Durante la pandemia, varios profesores señalaron que un número importante de estudiantes reprobaban la enseñanza a distancia: querían volver al modo presencial.

LRFS: Sí. Para los alumnos fue muy complicado, porque la educación a distancia requiere una disciplina muy diferente, a la que muchos no estaban acostumbrados. Es distinto si están en un salón de clase, un espacio destinado a ello donde saben que tienen que concentrarse. Fue complicado; por eso los índices de reprobación subieron muchísimo.

IC: ¿Cuáles serán las actividades de los estudiantes en el próximo congreso del colegio?

LRFS: Desde el congreso pasado se decidió que la parte del encuentro académico la organizaran completamente los integrantes de los clubes de estudiantes, para que ellos fortalezcan en su formación la organización de acontecimientos como el congreso. Entonces, en el 32 CNIC, en noviembre de este año, los alumnos estarán coordinando todo lo relacionado con los encuentros académicos, desde los que se van a hacer en las reuniones regionales hasta las actividades del encuentro académico que se desarrollarán en las jornadas finales del congreso. Están organizando la Olimpiada del Conocimiento y va a haber participación de alumnos no solo de la Ciudad de México, sino de todo el país. Obviamente, siempre se dan becas para que los alumnos puedan asistir al congreso; para ellos es muy valioso porque es un acercamiento con los ingenieros experimentados. Yo he visto que a los alumnos les encanta esta convivencia

Entrevista de Daniel N. Moser

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FELIPE I. ARREGUÍN CORTÉS

Ingeniero civil con doctorado en Hidráulica. Vicepresidente del CICM, profesor de la División de Estudios de Posgrado de la FI UNAM y consultor en el II UNAM.

FERNANDO J. GONZÁLEZ VILLARREAL

Ingeniero civil con doctorado en Ingeniería. Coordinador técnico de la Red del Agua y del Programa de Manejo, Uso y Reúso del Agua en la UNAM, investigador en el II UNAM.

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