109 minute read

La nueva normalidad

Next Article
Notas

Notas

Cuento: Como ayer, como siempre

Por Lourdes García Santos*

Advertisement

Ahí estaba, firme como un soldado obediente al que se le ha entrenado duramente en los extenuantes ejercicios físicos matutinos y vespertinos.

Había permanecido en su lugar. Nunca supo por obra y gracia de quién su ubicación fue constantemente la misma, inamovible. Otras cosas podían trasladarse de aquí para allá, de arriba para abajo, de un lado a otro, mas su espacio siempre fue respetado; parecía que se lo había ganado a pulso. Era sumamente querido y como tal se le trataba, no importaba su situación actual, otros tiempos le habían colgado la etiqueta de ‘excepcional’, aunque temía que en cualquier momento tal cosa se tornara en un simple recuerdo.

Las personas iban y venían al tiempo que la vida pasaba; chicos y grandes lo observaban con curiosidad, inventaban mil historias, comentaban de todo ante su angustiada presencia, hacían conjeturas y opinaban acerca del tiempo transcurrido y la incertidumbre de su futuro. En repetidas ocasiones más de alguno manifestó que se debía pensar de forma objetiva y práctica, no tenía sentido esperar más para deshacerse de él, pero para su fortuna sólo oídos sordos atendieron tales sugerencias.

En momentos se armaba de valor, conseguía soportarlo, y hasta podía verlo como un reto impuesto por la vida que deseaba fervientemente superar, pero la mayoría de las veces se transformaba en su más cruel y despiadado enemigo. Lloraba con desconsuelo, no aceptaba ése como su destino final, no era eso para lo que había nacido; él no había propiciado las ausencias, por lo tanto nada podía hacerlo sentir culpable.

Ansiaba estar ocupado, muy ocupado, hartarse del cansancio que representan las horas de trabajo continuo y agotador, enojarse por no tener derecho a disfrutar de unos momentos para descansar y reponerse hasta el día siguiente, siempre junto a la familia; ¡cómo extrañaba eso!

Pensamientos desoladores lo atormentaban con frecuencia haciéndolo sufrir mucho, pero como no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, un día ella regresó. Sintió su presencia entrando calladamente a la sala; la delató un perfume familiar con olor a añoranza inundando el aire primaveral que entraba por la ventana. Todo parecía cobrar vida de nuevo, renació en su interior la esperanza, una emoción indescriptible invadió cada fibra de su ser. Desde lo más profundo del alma se dijo a sí mismo que los milagros existían, ahora lo comprobaba. El cielo escuchó sus ruegos tan largamente acariciados, aquello con lo que tanto soñó ahora se palpaba como una hermosísima realidad.

Lorenza, ‘Lory’ como la llamaban cariñosamente en casa, se había permitido una tregua en su apretada agenda: extrañaba el hogar, pero sobre todo, lo extrañaba a él. Ansiosa, lo buscó con la anhelante mirada de sus lindos y expresivos ojos verdes. Ahí estaba, lo encontró de pie, en el rinconcito junto a la ventana adornada con cortinas recogidas a los lados y atadas con listones rosados, desde donde se apreciaba el florido jardín cuajado de orquídeas y girasoles, de las cuales emanaba un aroma exquisito, soberbio.Sí, su piano, ese que se defendió estoicamente ante la amenaza del olvido para ocupar el espacio consagrado a su recuerdo, conservaba en lo más recóndito de su ser el maravilloso instante cuando ella lo estrenara una tarde de verano, en la celebración de su cumpleaños número ocho; una hermosa niña que tímidamente se sentaba ante él y tocaba con sus tiernas, traviesas e inexpertas manitas por primera vez las notas de la escala musical: do, re, mi, fa, sol, la, si, do… do, si, la, sol, fa, mi, re, do.

Ahora, convertida al paso de los años y gracias al constante trabajo e inquebrantable espíritu en una excelsa concertista famosa en todo el mundo, retornaba a él, a sus orígenes, con los suyos, buscando la calma, pero sobre todo el consuelo y la paz para su alma atormentada y su corazón lastimado.

Era el momento de reunirse de nuevo con el más fiel de sus amigos, poseedor de la más grande lealtad a prueba de todo, estar juntos como hacía tanto tiempo, compartir fracasos y alegrías a través de la ejecución e interpretación de innumerables piezas musicales de los grandes maestros, así como de sus hermosas composiciones; lo demás era cosa del pasado, no importaba ya. Él sabía en el fondo de sí mismo, que en el hermoso sonido que ella arrancaría a sus teclas encontraría el bálsamo sanador para sus heridas.

Su eterno piano, compañero de sus primeros años cuando la inocencia era su característica y la grandeza su sueño por cumplir. Toda la vida había esperado ilusionado, rechazando de manera constante los embates de la desesperanza; ahora agradecía a la vida, al destino o a los dioses, quien sea que hubiera intervenido, la oportunidad brindada para sentir nuevamente su cercana presencia; su inquebrantable espíritu creador, la gracia y cadencia de sus delicadas y cálidas manos, los virtuosos dedos maravillando a propios y extraños al deslizarse desde los tonos graves hasta los más agudos según la melodía, unas veces de manera tan suave que simulaban volar, y otras tan apasionadamente fuerte que emocionaban haciendo vibrar a muchos corazones.

de sus maestros y las interminables horas de práctica, aunados a su perseverancia rayando en la exageración, la convirtieron en una gran pianista que ejecutaba divinamente lo mismo una sonata, un vals, o una romántica balada, cuyo vibrante sonido brotaba majestuoso desde su caja de resonancia y saturaba el ambiente transformándolo mágicamente en el elíxir de la felicidad.

Una armonía musical proveniente de lo más profundo de su ser y depositada en la yema de sus dedos, capaz de provocar un cúmulo de bellos sentimientos, emocionar hasta las lágrimas a cualquiera y transportarlo al más excelso de los paraísos surcando el azul del cielo montado en las poderosas alas de la imaginación.

*Escritora de los libros de cuento Pasa cada cosa, De cien en cien, Aquellos tiempos, y Déjame que te cuento. Miembro de la Asociación de Escritores Tirant Lo Blanc de Barcelona con sede en México. Colaboradora en eventos literarios en Ensenada, como Mares de Tinta, Voces del Puerto, Homenaje a la Catrina. Instructora de Redacción en la Biblioteca ‘Benito Juárez’.

Poema: Esperando a Diana

Por Dr. Adán Echeverría*

Son dos las luces son tres las luces y los aletazos siempre por las mañanas un dos tres y el cuarto siempre bienvenido en la bañera y en el refrigerador queda la historia una historia como cualquier otra más allá del vivir a contratiempo es el símil ideal, la indispensable analogía para tanta nube un poste de luz y todos los gatos del barrio arrinconando a los ratones en el centro una palmera y nada de arena nada de pistas de hielo que no puedan con nuestros golpes me sé pocas canciones infantiles y tengo retrasado el sueño pero así estarán mojándose nuestros labios nuestras manos cruzadas y nuestras alas guardadas en los roperos ahí la cajonera mayor ésa es la luna del espejo estas son mis arrugas mis trapos viejos y todas las monedas de la liberación hasta acá llegaste jaguarcito mío hasta acá llegaste con tu piquito de nardo mi amuletito no hay más negros en la bañera no hay ni siquiera dinosaurios que nos enseñen a leer la ropa interior colgada en el patio al sol y el sol se le ha metido en el vientre a tu madre lo sabes ¿cuál es tu unicornio preferido? te hemos sentido te hemos visto todos juntos en las pantallas de plasma y hemos quedado hemos la noche es una puerta abierta a nuestras pesadillas y no podemos volver a dividirnos el nombre así la E vendrá al principio y luego tu adolescencia yo la esperaba en los aeropuertos y ahora las manos entrelazadas lo sabes, acá estamos los dos los tres, los cuatro y en este moisés aguardaremos la velocidad del río ¡al abordaje! que la vida es nuestra

*Doctor en Ciencias del Mar. Profesor investigador. Editor, columnista, poeta y narrador. Premio Estatal de Literatura Infantil ‘Elvia Rodríguez Cirerol’ (2011). Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca). Jóvenes Creadores, en novela (2005- 2006). Sus libros más recientes: en poesía Ciudad abierta (2019), en cuento Mover la sangre (2019), en novela El corredor de las ninfas (2017). En literatura infantil ha publicado Las sombras de Fabián (2014).

Reto generacional en el entrenamiento deportivo a distancia

Por MFDH. Felipe Zavala Gallardo*

Este tiempo de confinamiento voluntario a causa de la pandemia mundial ha llevado a los equipos deportivos a experimentar diferentes cambios en su manera de entrenar. Algunas de las competencias en las diversas disciplinas programadas para los meses entre marzo y junio se postergaron para septiembre u octubre de este mismo año, o incluso se cancelaron.

Ante esta situación, las redes sociales y medios de comunicación digitales han sido de gran beneficio para mantener el contacto entre los encargados de elaborar un plan de entrenamiento alterno y los atletas de alto rendimiento, que pueda solventar las necesidades físicas de esta situación en particular.

Es así que muchos de los entrenadores y profesores se ven en la necesidad de utilizar aplicaciones para comunicarse con los deportistas y lograr la continuidad de al menos una parte de lo que originalmente se tenía planeado para su preparación en este año.

Siguiendo un proceso ‘normal’ en la línea del tiempo dentro de la vida deportiva, actualmente ocupan un puesto de entrenadores o directivos los nacidos entre 1965 y 1980, la llamada Generación X. Quizá para este segmento la adaptación no sea tan complicada, pues vivieron en su plena juventud los primeros avances en materia de tecnología computacional y telecomunicaciones. Algunas de las características de esta generación son: individualistas, incomprendidos, rebeldes, enfocados en logros personales.

Para la Generación Y (nacidos entre 1981 y 1995), o millennials, el adaptarse a nuevos métodos de entrenamiento a través de medios digitales resulta sencillo y les da ventaja sobre la generación anterior, pues desde la adolescencia han convivido con avances sumamente importantes y en corto tiempo en cuestiones como los teléfonos inteligentes. Algunas de las características de esta generación son: multitareas, con compromiso orientado a resultados, ciudadanos del mundo, autónomos, desafiantes, dispersos.

Las dos generaciones antes mencionadas trabajan con atletas de la Generación Z (nacidos entre 1996 y 2010), quienes se caracterizan por ser hiperestimulados, con espíritu emprendedor, independientes, impacientes, y poco reflexivos.

Dadas las características de cada generación, el reto para los entrenadores es encontrar la manera de transmitir al atleta los elementos necesarios para mantener la motivación, la seguridad, y el enfoque en los nuevos objetivos trazados en esta época de distanciamiento físico. Porque recordemos que aun cuando el deporte y la actividad física parecen haber cobrado más importancia en los últimos años hasta el grado de casi convertirse una moda, el hecho de que esta última generación conciba el mundo a través de un dispositivo móvil ha generado en ellos un alto grado de sedentarismo y desinterés por la activación física.

Para lograrlo, el esfuerzo de los entrenadores deberá basarse en encontrar la diversidad en las actividades y la información que se les transmita, así como la manera en que se busca que ésta sea asimilada por los jóvenes atletas.

Algunas sugerencias para llevar a cabo un mejor entrenamiento con las generaciones Y y Z son las siguientes:

• Ofrecer retroalimentación constante.

• Ser claro, no dudar en decir lo que está bien, así como lo que está mal.

• Tener fundamentos a sus pedidos y requerimientos.

• Ser positivo, cercano, y directo.

• Establecer un espacio de conversación e intercambio, no monólogos.

• Reconocer y ofrecer pautas concretas para mejorar.

• Escuchar sus opiniones.

Tanto en la vida como en el deporte la adaptación es una gran capacidad que distingue a los más exitosos.

*Docente de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, campus Mexicali. Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Baja California. Maestro en Facilitación en Desarrollo Humano por la Universidad Iberoamericana. Diplomado en Psicología Deportiva. Certificado en Psicología del Alto Rendimiento Deportivo. Ex director de la Facultad de Psicología de Universidad Xochicalco, campus Mexicali.

¿Cuáles son las consecuencias negativas de usar los teléfonos inteligentes?

Por Ainhoa Tirado Mateos*

En los últimos años hemos normalizado el uso de los teléfonos inteligentes para facilitar muchas de nuestras actividades cotidianas; podemos realizar las compras del supermercado, comunicarnos con alguien, leer libros en Internet o escuchar audiolibros, tomar clases en línea, efectuar pagos, y muchas cosas más. La mayoría de la gente considera estos avances como algo benéfico, pues aun cuando pasemos mucho tiempo frente a una pequeña pantalla, la llegada de los smartphones ha ayudado en diferentes áreas. Un ejemplo de su utilidad es que durante la pandemia que actualmente aqueja al mundo, y por la cual no se nos permite asistir a la escuela ante el riesgo de un posible contagio, tenemos la opción de tomar nuestras clases en línea a través de nuestros teléfonos, algo bastante cómodo. Pero así como esta ventaja tecnológica tiene un lado positivo también tiene ciertas consecuencias negativas para nuestro cuerpo.

La tecnología es en sí una herramienta, y somos las personas las que le damos el uso correcto o incorrecto. Hoy en día los dispositivos que nos conectan con el resto del mundo están al alcance de la mano, en cualquier momento, y en cualquier lugar. La cuestión es que al llevarlos en el bolsillo también cargamos con posibles efectos físicos o mentales, debido a su uso constante.

El primero de estos efectos de la tecnología de la comunicación es el estrés, pues al tener la ventaja de realizar distintas tareas a la vez también se presenta el hecho de que no todos tenemos la habilidad para atender más de una actividad simultáneamente; lo que a su vez podría derivar en un cierto grado de agobio al estar concentrados en más de una acción al mismo tiempo. Por ejemplo: con un teléfono inteligente puedo mantener varias conversaciones con personas diferentes, al tiempo que reviso mis correos electrónicos, las noticias del día y el reporte meteorológico.

Marga Arzabal, webmaster dedicada a artículos y notas sobre ciencia hace referencia al tema en cuanto a las posibles consecuencias contraproducentes, argumentando que “también produce mucho estrés a nivel del sistema nervioso central porque el cerebro debe adaptarse a procesar mucha información de manera cada vez más rápida y desordenada, que además suele provenir de múltiples dispositivos. Esta adaptación del cerebro impacta negativamente en los procesos de aprendizaje”.

Otros de los efectos negativos de la tecnología en el cuerpo humano es la privación y la falta de sueño, derivados también del uso intensivo de los dispositivos electrónicos, ya que como bien sabemos, tenemos la facilidad/posibilidad de llevar con nosotros el Internet a cualquier lado, incluida nuestra cama por las noches. Debido a esto nuestro cerebro no logra un descanso apropiado, pues se mantiene alerta en todo momento.

Otra cuestión muy común es que los adolescentes permanezcan jugando videojuegos o atentos a lo que sucede en las redes sociales hasta altas horas de la noche o la madrugada; estas acciones pueden causar trastornos del sueño que con el tiempo pueden tornarse bastante fuertes y difíciles de revertir o tratar.

Aunado a ello se suma un efecto negativo grave: la pérdida de memoria. “Constantemente recibimos una gran cantidad de información y esta tiende a ser desordenada y/o repetida de manera permanente, la cual además puede ser muy difícil de procesar para nuestro cerebro. Esto causa que nuestro cerebro haga una selección sobre la información que retiene y la que descarta, haciendo que el propio cerebro se acostumbre poco a poco a desechar información que puede ser importante”, agrega Marga al respecto. Como ejemplo de ello tenemos la dificultad para concentrarnos al realizar determinada tarea o estudiar para algún examen.

Nuestro cerebro está cambiando y esos cambios no son del todo positivos, por lo cual debemos moderar el tiempo que le dedicamos a la tecnología y al Internet. En 2018 la graduada en neurociencia, Mayim Bialik, explicó que “el simple hecho de que nuestros celulares existan, significa que la distracción está siempre a un paso. Un estudio científico demostró que entre más cerca la gente tenía su celular más se equivocaba en tareas cognitivas, incluso si ellos no sabían que estaban siendo distraídos por éstos, ya que la distracción y la conveniencia sumadas dan como resultado una adicción al celular”. Mayim también enfatizó que los celulares ‘no son personas’ argumentando que estamos constantemente tentados a revisar fotos, mensajes, y redes sociales de personas que ni siquiera están en ese momento. Bialik expone esto como una obsesión por estar viendo lo que no podemos controlar por nuestra cuenta, pues hemos adquirido la costumbre de repetir una serie de acciones de manera constante. “Me di cuenta que gran parte del tiempo mi mente está en otro lado, incluso cuando estoy con personas que amo”, agregó.

En ese mismo sentido, existe también el llamado ‘efecto Google’, que es básicamente pensar que la información está siempre disponible, haciendo menos probable que la recordemos de forma consciente. Entonces, de acuerdo con Bialik, el que nosotros sepamos que podemos buscar y consultar cualquier tipo de información desde nuestros teléfonos inteligentes todo el tiempo, obliga a nuestro cerebro a no trabajar de manera eficiente o trabajar poco y así almacenar menos información de la que debería.

Podemos observar cómo esto está relacionado con uno de los efectos anteriores, la pérdida de memoria, que surge de cuestiones similares al ‘efecto Google’, pero claro, la pérdida de memoria no es causada únicamente por el uso excesivo de los teléfonos inteligentes, es por ello que insisto en recalcar que la tecnología no es algo malo en sí, sino el uso que nosotros le damos es el que puede causar un impacto positivo o negativo en nuestras vidas. Debemos hacer uso adecuado de los dispositivos para prevenir los diversos efectos negativos que pueden generar en nuestro cuerpo y cerebro, mayormente.

El simple hecho de que el smartphone esté presente con nosotros vuelve la distracción una constante; estar pensando en él con la idea de que nos facilita hacer las cosas. La realidad es que día a día se vuelve más complicado alejarnos de estos dispositivos, aun cuando debería ser una meta a cumplir, pues más allá de sacar el mayor provecho de los teléfonos inteligentes, su uso se ha vuelto casi un vicio difícil de controlar.

*Alumna de segundo semestre de Preparatoria Xochicalco campus Ensenada.

Bibliografía: B, M. (2018, febrero 2). ¿Cómo afectan los celulares a tu cerebro? Recuperado el 23 de abril de 2020, de https://www.eluniversal. com.mx/ciencia-y-salud/ciencia/como-afectan-los-celulares-tucerebro. A, M. (s. f.). Cómo el uso de tu smartphon está afectando tu cerebro. Recuperado el 20 de abril de 2020, de https://www. vix.com/es/btg/curiosidades/4658/por-que-la-gente-compartedemasiado-en-las-redes-sociales?utm_source=next_article.

Cómo los emoticones nos han limitado a expresar emociones y sentimientos, y su posible relación con la alexitimia

Por Abril Betania Ríos*

Desde la llegada de la tecnología a nuestras vidas se han modificado gradualmente todas las formas de comunicación y las relaciones interpersonales. A causa de estos dispositivos con el paso de los años la manera de expresarnos ha cambiado de como era hace una década, ya que no es posible sentir lo mismo cuando nos comunicamos a través de una pantalla en comparación con tener a la persona con la que hablamos a un metro de distancia.

Debido a que la mayor parte de nuestra comunicación se basa en el teléfono, se ha creado la necesidad de emitir emociones al hablar con nuestros seres queridos a través de éste, lo cual llevó a dibujar expresiones faciales con puntos, paréntesis, números, o letras, y entre punto y punto surgió la idea de crear un lenguaje universal con el cual pudiéramos entendernos mediante figuras simples.

Creados por Shingetaa Kurita e inspirados en manga –una caricatura japonesa–, en 1999 nacieron los primeros 176 ejemplares de emoticones a petición de la empresa japonesa de comunicación móvil, NTT Docomo, presentando conceptos con un símbolo (Tamayo, 2018), que hoy en día son una constante en nuestras charlas y mensajes.

La idea que dicta Kurita y la principal valía de su invento, es usar los emojis como un lenguaje universal, ya que éstos no sólo son signos divertidos para amenizar nuestros mensajes virtuales, sino que también son una vía de información que podría llegar a funcionar como un idioma podría unir a todos los ciudadanos del planeta (Llanos, 2015).

De tal manera que el uso que les hemos dado quizá no sea el más adecuado, e incluso pudiera ser completamente erróneo, hasta el grado de eliminar nuestra capacidad de sentir todo tipo de emociones gracias a su popularidad y practicidad; transformando aquellas relaciones personales honestas y apasionadas en lazos completamente vagos y superficiales, que amenazan con cambiar el amor verdadero por un montón de corazones rojos virtuales.

Este artículo explorará el uso general de estas animaciones, así como su afectación directa en las emociones y sentimientos en una relación, ya sea de amistad o amor. A su vez, tratará de encontrar el equilibrio entre usar los emojis sin perder la capacidad para expresar lo que se siente a través de las palabras.

‘Una imagen vale más que mil palabras’, frase que la mayoría de nosotros hemos escuchado en especial en la jerga de la publicidad, la mercadotecnia y la moda, donde los mensajes se expresan a través de modelos muy estéticas, brillantes letras, y grandes palabras, que en resumen sólo tratan de decirnos ‘cómprame’. ¿Esto también aplicará para la comunicación entre las personas?

Cada cabeza es un mundo distinto, por lo que cada mensaje emitido/recibido tiene su propia forma, dependiendo del referente y nuestros estados de ánimo; donde también interviene el factor de no estar en el mismo canal, por lo cual puede que nos sea imposible entendernos de la misma manera. Según Alcolea (2018), quien cita a Hernández (s.f.) “hay mucha ambigüedad en cómo los otros

decodifican los mensajes y en este sentido es muy importante el contexto”, por lo que es imposible conocer la verdadera intención de una persona al querer escribir algo únicamente con imágenes.

Al no conocer lo que la otra persona refiere mediante los simples dibujos que aparecen en nuestro móvil, se reduce también nuestra gama de posibles respuestas. Con base en lo anterior la pregunta que surge es: si estas imágenes pueden perjudicar la comunicación, ¿podrían afectar nuestro léxico y nuestro lenguaje, al obligarnos a expresarnos con una cierta cantidad de imágenes ya establecidas? Cabe mencionar que para Boeree (2007) “en algún punto, mucho tiempo atrás, el vocabulario y la gramática habrían aparentemente ‘despegado’: todos los lenguajes hoy en día parecen ser iguales en su capacidad de expresar los matices y complejidades de la vida humana”. Sin embargo, en la actualidad pareciera ser que el humano no es capaz de conocerse a sí mismo, aunado al desconocimiento del lenguaje adecuado para expresarse.

Un ejemplo claro es cuando tenemos una relación romántica, ya que en este contexto es de suma importancia expresar los sentimientos y emociones con la pareja, ya sea con palabras, acciones, sorpresas. Pero ahora, con la nueva era de la tecnología es difícil ponernos en ‘modo romántico’ considerando que la mayoría de la comunicación es a través de un dispositivo. Este artefacto no es nuestro verdadero ‘yo’ y no nos permite expresarnos de la forma en la que nos gustaría; quizá podamos enviar fotos, videos, y audios, pero jamás podremos tocar a alguien a través de él.

¿Pero acaso ya no hay ni siquiera emoción en expresar y escribir todo lo que queremos en un mensaje? ¿No podemos tomarnos cinco minutos para redactar abiertamente lo que queremos comunicar? La respuesta es muy sencilla: no. Para qué si en cinco segundos podemos enviar un emoticón que dé por entendido todo eso; es más fácil presionar un corazón rojo y con eso ‘representar’ el amor que sentimos por una persona, que escribir ‘nunca me había sentido tal y como tú me haces sentir, gracias por todo lo que me das y todo lo que inviertes en mí, eres una persona genial y jamás te dejaré de querer’, etcétera; resulta mucho más sencillo mandar tres corazones que escribir tres líneas porque en la actualidad ambas ‘expresan’ exactamente lo mismo.

Después está la situación en la cual al conversar con alguien esta persona llega al punto en el que quiere decirte algo pero con el desconocimiento de qué quiere dar a entender, la típica frase de ‘es que sé lo que siento pero no sé cómo decírtelo’. De acuerdo con Galleguillos (2012), esta incapacidad para identificar, describir, y expresar verbalmente las emociones propias o de otros, se conoce como ‘alexitimia’. Esto no refiere a un síndrome o enfermedad, sino a un rasgo de la personalidad, en el cual para Pacheco (2016) “todas estas dificultades hacen que en este tipo de personas las sensaciones del cuerpo relacionadas con las emociones se puedan confundir con afectaciones físicas como tal”.

Quizá suene a algo muy grave e incluso exagerado, pero pensémoslo bien, es posible que estos neologismos animados sean un gran provocador de la alexitimia. Aun cuando hemos estado seguros de lo que realmente sentimos, al plasmar esos dibujos que para nosotros significan la ola de sensaciones que se atoran en nuestra garganta, para otros son sólo líneas que un psicólogo debería interpretar. Incluso cuando nos preguntan cómo nos sentimos y sólo podemos atinamos a responder ‘bien, gracias’. ¿Estamos perdiendo la habilidad para expresarnos correctamente? ¿Acaso nuestro lenguaje se está limitando A una serie de 3 mil 19 animaciones/emojis para escribir en el teléfono?

Al tener un mundo lleno de imágenes, donde todo nuestro alrededor está lleno de color, quizá se nos facilite relacionar un dibujo con algún mensaje que nosotros queremos comunicar; y al tener una lista de íconos en el teléfono impedimos que nuestro cerebro analice aquellas emociones que sentimos y las transforme en palabras, evitando con esto la emisión de un mensaje emotivo e incluso poético. Esta puede ser una razón por la cual las historias de hace un siglo están plagadas de metáforas y analogías para describir todo lo que se buscaba expresar: las figuras literarias y la palabra eran la manera más completa y entendible de hacerlo. Ahora ese lenguaje se ha convertido en imágenes porque es lo único que nos rodea.

Creado inicialmente como un lenguaje universal para conectar con todas las personas del mundo, ahora los emoticnoes se han vuelto una forma de comunicación que dirige nuestras emociones y sentimientos, hasta el punto en que es más valioso usar estos símbolos, ya que de no ser así quienes acostumbran utilizarlos pueden considerarte una persona fría o ‘sin sentimientos’. La vía con la que se quería unir al mundo desafortunadamente sustituyó toda poesía y romanticismo en nuestra generación.

Es por esta razón que considero importante reducir su uso y tratar de enfocarnos en lo que nuestro corazón quiere decir, en lo que queremos expresar, y más importante, en lo que de verdad es, sin tener que adecuar nuestras emociones a estas imágenes cuando ‘no encuentras el emoji perfecto para explicarlo’. Tienes 27 letras del alfabeto que pueden crear un sinfín de palabras para deshacer ese nudo en tu garganta, y decirle a aquella persona especial lo que realmente sientes. Pienso que nosotros como adolescentes al estar en contacto y valernos diariamente de los emojis dejando de lado las palabras, nos convertiremos en adultos fríos con una tendencia a desarrollar alexitimia; peor aún, reduciendo nuestra empatía para evolucionar como seres aún más violentos sin la capacidad de ver y decir las cosas tal como las queremos decir.

Los emoticones han cambiado nuestra manera de comunicarnos y nos seguirán cambiando si no ponemos un alto a su uso y un ‘adelante’ a nuestro corazón. Hagámosle frente al ‘monstruo’ de las palabras, puede ser aterrador, pero al vencerlo también habremos adquirido el poder de expresarnos correctamente.

*Alumna de segundo semestre de Preparatoria Xochicalco campus Ensenada.

Bibliografía: Alcolea, R. (2018). El uso frecuente de algunos emojis denota una personalidad amable, extrovertida o emocionalmente inestable, según un estudio. Recuperado de: https://www.mujerhoy. com/vivir/psicologia/201805/23/uso-emoticonos-personalidadestudio-20180523130016.html Boeree, G. (2007). Cambio y evolución en el lenguaje. Recuperado de http://webspace.ship.edu/cgboer/cambioesp.htm Galleguillos, C. (2012). Alexitimia: la incapacidad de entender las emociones. Recuperado de: https://www.guioteca.com/ psicologia-y-tendencias/alexitimia-la-incapacidad-de-entenderlas-emociones/ Llanos, H. (2015). Lo que opina el inventor de los emojis del uso que les damos (y de la flamenca del WhatsApp). Recuperado de:https://www.google.com/amp/s/verne.elpais.com/ verne/2015/11/06/articulo/1446819934_409540.amp.html Moreno, S. (2019). Los emoticonos son el lenguaje universal. Recuperado de: https://elpais.com/tecnologia/2019/07/16/ actualidad/1563288178_106659.html Pacheco, L. (2016). ¿Cómo regula sus emociones una persona con alexitimia? Recuperado de: https://cenitpsicologos.com/comoregula-sus-emociones-una-persona-con-alexitimia/ Tamayo, A. (2018). Breve historia de los emojis. Recuperado de: https://algarabia.com/esta-en-chino/breve-historia-de-los-emojis/

Desaceleración económica a manos del coronavirus

Por C.P. Gonzalo De La Rosa Ramírez*

Desde 2018, en diferentes medios y por diferentes personajes referentes de las inversiones y la economía, leía y escuchaba que se estaban creando las condiciones para una desaceleración económica, propiciadas en cierta medida por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, un Brexit forzado y al vapor, ralentización del crecimiento de Alemania (2017: 2.5 por ciento, 2018: 1.5 por ciento, 2019: 0.6 por ciento) considerado el motor de la Unión Europea; malas políticas italianas que lo tienen con una deuda pública exorbitante; y no podía dejar de mencionar la presión y tensión entre Estados Unidos e Irán, entre otras.

Siempre estuve atento a los mensajes que la economía lanzaba con la intención de saber cuándo, de dónde y cómo se presentaría la desaceleración económica mundial, preocupado por sus efectos en la economía familiar y deseando que no evolucionara a una perjudicial recesión. Se disparaban las alertas sobre los 2 mil 700 billones de dólares a 2019, invertidos sobre bonos basura que a groso modo se pueden definir como títulos de inversión con alto riesgo de impago, pero que reditúan un interés alto (de ahí resalta su atractivo), generalmente emitidos por empresas no conocidas o de mala recomendación; todo indicaba que la burbuja se estaba gestando. Además de los 220 mil millones de dólares invertidos en las criptodivisas bitcoins, una moneda virtual muy especulativa, cambiante, sin garantía física, y que ya ha sido vulnerada en más de una ocasión. Ataques a pozos petroleros en Arabia Saudita en 2019, y la posible escalada armada en Irán vislumbraban un viable aumento en el precio del petróleo.

Muchos icebergs en el camino, todos a punto de quebrar; pero quién iba a pensar que un virus similar a la gripe encabezaría la caída financiera de los principales mercados a nivel mundial.

El COVID-19, una variación del coronavirus –cuya tasa de mortalidad a la fecha en promedio con relación a los casos de infección es del 1 al 5 por ciento dependiendo el país, con más de 95 mil personas infectadas y más de 3 mil 200 muertos en el mundo–, ha desencadenado la reducción de los intercambios comerciales internacionales, y en consecuencia, las pérdidas en diferentes sectores de la economía.

Como ejemplo se pueden citar las pérdidas que generarán las aerolíneas, estimadas en 113 mil millones de dólares, al reducirse los viajes de esparcimiento y negocios por el temor al contagio por parte de los viajeros alrededor del mundo.

El turismo, que representa el 10 por ciento de los empleos a nivel global padece el mayor desastre en su historia, calculando pérdidas que podrían ascender a unos 70 mil millones de dólares.

Los mercados globales se desploman tras el fracaso de la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que buscaban poner topes a la producción de crudo para así mantener los precios de dicho producto ante la disminución de su demanda tras el brote y propagación del COVID-19. Como resultado, tanto Arabia Saudita como Rusia aumentarán su producción, y el primero ofrecerá recortes en los precios sin precedentes en Estados Unidos, Europa y Medio Oriente, con el fin de que prefieran la compra de sus productos.

Por lo que el desplome del precio del petróleo ante el aumento de la producción del mismo era de esperarse, y con él, la carambola en las caídas de las principales bolsas del mundo. Tan fuerte y rápida fue la caída que en Wall Street se tuvo que realizar un paro de emergencia debido a que el Dow Jones cayó más del 7 por ciento en unos minutos. El temor y la desesperación se hicieron presentes y la ola de ventas escaló a un tsunami de pérdidas. México, país que con memes dio su recepción a los primeros casos de COVID-19, siente el efecto de la globalización con la depreciación del peso frente al dólar norteamericano que ya rebasa los 22 pesos por unidad en algunos aeropuertos; situación que encarecerá los productos importados del vecino del Norte en los siguientes meses. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró su peor caída desde octubre de 2008 perdiendo 30 mil 341 millones de dólares de capitalización de mercado en sólo un día, el equivalente al 84 por ciento de las remesas enviadas por nuestros paisanos en todo el 2019.

Italia, el país europeo más afectado por el COVID-19 decretó su aislamiento total con restricciones hasta el 3 de abril para disminuir y/o parar los contagios. Se prohibió toda aglomeración de personas en lugares públicos, se suspendieron clases en todos los niveles, y se limitó el traslado de personas de una ciudad a otra, salvo por razones específicas, entre otras acciones. Las pérdidas financieras son muchas, sus efectos continuarán sintiéndose (pérdida de empleos, cierre de negocios, encarecimiento de algunos productos, en los países más afectados), cuando sólo se tenía la esperanza de que a la llegada de la primavera el virus se controlaría reestableciendo las actividades comerciales, reactivando las economías, para que así las inversiones volvieran a las bolsas de valores, o por lo menos que Rusia y Arabia Saudita se tomaran el tiempo para hablar sobre la producción de petróleo. El COVID-19 no ha cedido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluso ha declarado este virus como ‘endémico’, y aún no se cuantifican los efectos que esto podrá representar para la economía familiar y para nuestras bolsas; esperemos que en México no sea tan agresiva como el pronóstico lo indica.

*Docente de la Licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas campus Ensenada.

El papel de los medios en la histeria masiva

Por MBA Alejandra Ramírez del Valle*

En lo que llevamos de 2020 la información que se ha recibido por parte de los medios de comunicación: el COVID-19, los feminicidios, las manifestaciones, los índices de violencia que viven todos los países, la caída de la economía en los mercados, no sólo a nivel nacional sino también internacionalmente; y la respuesta que se ha visto por parte de la sociedad, principalmente de los líderes de opinión, nos dejan una pregunta interesante: ¿cuál es el papel que juegan los medios masivos de comunicación en la histeria masiva? O, ¿los medios de comunicación masiva se siguen sustentando como el cuarto poder, capaz de manipular la información desde la perspectiva política, económica y social?

Desde que se estudian los medios de comunicación, en los inicios de la prensa escrita, pasando por la radio y la televisión, a hoy en día con el Internet y las redes sociales, siempre nos hemos preguntado cuál es el alcance que éstos tienen dentro de la sociedad. Existen un sin número de teorías que hablan al respecto, pero para entender su influencia primero partamos de ‘qué son los medios de comunicación y cómo influyen en la sociedad’.

Los medios de comunicación masiva son considerados como una herramienta que permite mantener a la sociedad al tanto de todos los acontecimientos a nivel nacional e internacional; permiten a las grandes masas estar en contacto con la información más relevante para el interés de cada persona. Lo fascinante de esto último es que los medios de comunicación envían un solo mensaje tomando como base diferentes canales, pero

idéntico para todos los receptores, y son éstos quienes lo interpretan de diferente manera según su criterio.

Cada individuo interpreta la información con base en su educación y experiencia de vida. Esto es lo que hace interesante el proceso de los medios de comunicación, dado que el contexto de cada uno de nosotros es totalmente diferente y vemos las cosas de acuerdo a nuestros propios intereses.

Abordemos más el tema de los receptores, quienes como ya hemos platicado son los responsables de la interpretación misma del mensaje. De acuerdo con la teoría de los Estudios Culturales, promovida por la Escuela de Birmingham (Inglaterra, 1964), la cultura, entendida como un tejido social que abarca las distintas formas y expresiones de una sociedad, es un factor determinante en el modo en cómo los individuos o receptores ven el mensaje. Factores como el entorno social, la edad, el género, o la identidad étnica, afectan la relación que las personas mantienen con la cultura. Es decir, la sociedad donde crecimos, sus valores o normas, definen la forma de pensar de cada uno de nosotros; esto sin hablar de la edad, a pesar de que los años no determinan la madurez, y es ésta la que nos da la experiencia para analizar nuestro entorno de forma diferente.

Lo anterior nos lleva a otra de las teorías que pueden representar la magnitud del alcance de los medios de comunicación sobre los seres humanos: la teoría de la Dependencia (1984). Esta nos habla de las formas contemporáneas de sociedad y el ámbito de experiencia vivida por el individuo, la cual sustenta que éste es limitado respecto a la parte de la realidad social que cada uno conoce sólo por medio de la comunicación de masas. En pocas palabras, la realidad que los medios de comunicación nos presentan es la que tomamos como verdadera, ya que estamos dispuestos a creer en la dosis de información que nos proporcionan al no tener mayor control de nuestro contexto.

Un ejemplo de ello es lo sucedido con el tema del COVID-19 y el papel higiénico. Este fenómeno que se suscitó en varios países, llevando a la compra masiva e irracional de papel de baño, estuvo impulsado por las redes sociales y los medios de comunicación. Este suceso a su vez estuvo acompañado por el fenómeno denominado ‘Fear of missing out’ o en español, el temor por no ser parte de algo, el cual indica que si un medio de comunicación genera cierta información alarmante y ésta es tomada por la sociedad como verdadera, su respuesta será reactiva; a esto se suma la posibilidad de que quienes ven esta reacción en otras partes del mundo no querrán quedarse fuera del fenómeno, actuando en consecuencia de la misma manera irracional sin conocer concretamente el por qué.

Entonces, ¿por qué los medios de comunicación pueden generar histeria masiva o controlar desde el punto de vista político, económico y social? Porque los seres humanos tenemos la tendencia a generar expectativas sobre los hechos que sólo están sustentados en lo que leemos y en muchos de los casos por lo que vemos ‘a través de otros ojos’. En este sentido es importante mencionar que un medio audiovisual (televisión, cine, redes sociales) la mayoría de las veces tendrá más credibilidad e impacto que un medio meramente escrito.

Dado que los medios tienen el poder de persuadir a las masas, convierten a los individuos en seres homogéneos capaces de actuar y pensar como un solo ente, volviendo más fácil su manipulación. Porque el mensaje no es inyectado de manera directa, sino asociado a factores sociales, económicos y psicológicos que los condicionan. A esto se suma el fenómeno conocido como ‘agenda setting’, que por supuesto también juega a favor de los medios de comunicación.

Ésta última, explica la influencia que los medios de comunicación tienen sobre la formación de la opinión pública. La agenda es una forma que los medios tienen para colocar los ‘temas relevantes’ en la sociedad, promoviendo así la información que impacta directamente en la opinión pública. Entonces, si los medios tienen algún interés en algún tema en particular de cualquier índole social, político, o económico, buscarán la forma de introducirlo en la opinión pública. Lo que no entra en la agenda de los medios de comunicación no existe, por ello es muy importante el manejo que ellos mismos le dan a esta estrategia.

Por ello la televisión y las redes sociales se convierten en parte mediática del manejo de la información; la diferencia entre estas dos es que la televisión puede controlar de cierta manera lo que sale al aire o no, así como el contenido de la misma, mientras que las redes sociales no; le dan el poder a cualquier persona que quiera dar su opinión sobre un tema en particular, sin ningún tipo de censura o filtro. Los medios escritos y la radio logran reforzar la información que ya está en el grueso de la sociedad, y eso hace que la interpretación que se le da al mensaje, acompañada por una serie de factores psicológicos, derive en un estado de paranoia/histeria colectiva.

“la realidad que los medios nos presentan es la que tomamos como verdadera, ya que estamos dispuestos a creer en la dosis de información que nos proporcionan”.

Por último, el significado que le damos a la información va a depender del repertorio histórico que tengamos como referencia y del contexto social en el que nos encontramos inmersos; no es coincidencia que la constante repetición de los hechos determine la forma en que vemos e interactuamos con la información. Tampoco es coincidencia que la repetición del mensaje logre que éste se almacene en nuestra mente hasta el grado de no saber si nuestros pensamientos son nuestros o no, si son reales o son fabricados por los medios de comunicación. Si se inyecta demasiada información abordada desde los diferentes ángulos promovidos por los propios intereses de los medios de comunicación, la sociedad podría entrar en una crisis y por ende en una histeria masiva permanente.

*Docente de las escuelas de Comercio Internacional y Aduanas, y de Comunicación y Relaciones Públicas, de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

Pandemia y finanzas personales

Por Mtro. Carlos Contreras Esquer*

Derivado de la emergencia sanitaria por el virus COVID-19 se han presentado lecciones importantes en la convivencia tradicional, estructura, funcionamiento, y necesidades de los negocios, así como una oferta y demanda cambiante, por mencionar algunos de los muchos aspectos que prevalecen en la economía. Quizá uno de los más importantes sea el manejo de las finanzas personales, que nos deja en claro lo primordial de la prevención en tiempos de crisis, especialmente de ahora en adelante.

Si bien la educación financiera en la última década ha cobrado gran importancia a nivel básico, para lograr su cometido ésta debe ser enseñada de manera práctica, fácil, y actualizada, por la propia naturaleza de la materia y para que sea bien interiorizada por quienes la estudian.

Ante un escenario como el que enfrenta nuestra actualidad, es sumamente importante estar protegidos monetariamente y tener la capacidad de sobrellevar este tipo de momentos inesperados, por tal motivo el ahorro se vuelve un ejercicio primordial para mantener la tranquilidad en caso de atravesar por un imprevisto de tal magnitud. Esta es una de las muchas lecciones que nos debe dejar la situación actual para hacer cambios en nuestros hábitos de gasto, ahorro, y previsión.

Hoy en día existen diversos canales o instrumentos a través de los cuales es posible iniciar con el hábito del ahorro, cada uno con particularidades que los hacen a la medida, capacidades, o gustos de las personas; sin embargo el primer paso para que una meta de ahorro sea exitosa consiste en separar un monto fijo de nuestros ingresos y destinarlo a un apartado exclusivo para emergencias.

Una de las estrategias clave es contar con un fondo para imprevistos que se integre de entre tres y seis meses de gastos esenciales. Este puede iniciar aportando poco a poco cantidades que no afecten gastos necesarios, procurando adquirir el hábito de separar automáticamente el mismo monto mes tras mes.

Cuando se habla de inversiones se cree que podría tratarse de un tema complejo, sin embargo ahora convergen diferentes instrumentos que ayudan a convertirse en un inversionista acorde a nuestras necesidades e ingresos, ya que podemos encontrar intermediarios financieros que proveen facilidades de inversión hasta por 100 pesos. Existen también fondos de inversión que permiten obtener retornos consistentes, los cuales a su vez pueden diversificarse en varios instrumentos financieros.

Ya como extra, y debidamente informados, un ingreso adicional que nos ayudará a llegar más fácilmente a la meta de ahorro será si se obtiene algún ingreso extra, como bonos, reparto de utilidades, o aguinaldo, mismo que podrá ser invertido para con ello generar una reserva, así como evitar la fuga de dinero en gastos innecesarios.

Estas opciones son algunas de las estrategias de ahorro e inversión que pueden ser el paso inicial para empezar a fomentar una cultura financiera que nos auxilie ante cualquier situación adversa; además de impulsar en nosotros el hábito de cumplir nuestros objetivos monetarios a corto y largo plazo.

*Docente activo de la Escuela de Comercio Internacional y Aduanas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

Importancia de las emociones en el ser humano

Por LCEA/MDN Javier Espinoza Guerrero*

Hablar de emociones es aparentemente un tema sencillo, ya que de una u otra forma representan los sentimientos de todo ser humano en su yo interno; por ello inicio con esta idea que debería fungir como un propósito personal: conocer los distintos sentimientos internos que desarrollamos y expresamos ante determinada situación. Si bien es cierto, el hecho de conocerse a sí mismo ayudará a satisfacer ciertas necesidades y saber cómo actuar ante las diversas circunstancias que se presenten en la vida, el conocimiento intrapersonal también auxiliará en cómo resolver dichas situaciones.

Con relación a esta materia destacan ciertos estudiosos, como el psicólogo estadounidense Paul Ekman, quien explicaba que existían seis emociones básicas propias del ser humano, emociones tan naturales que se reflejaban de forma inequívoca en las expresiones faciales. De acuerdo con Ekman éstas eran: tristeza, felicidad, miedo, ira, sorpresa, y asco; sin embargo después de seguir estudiando al respecto se estableció que al parecer sólo existían o se podrían encuadrar cuatro de ellas, mismas que fueron resultado de un estudio publicado en Current Biology, llevado a cabo por investigadores de la Glasgow University en Reino Unido. La conclusión de dicha indagación fue que las cuatro emociones básicas son tristeza, felicidad, miedo e ira, pues la sorpresa y el asco pueden derivarse del miedo y la ira, respectivamente.

Las emociones son detectables, son el reflejo del estado anímico en el cual se encuentra todo ser humano, y denotan la posible reacción que obtendremos ante cualquier hecho. Las expresiones emocionales forman parte importante de la inteligencia emocional, por ende, podemos deducir que una persona con un dominio de sus emociones es capaz de reaccionar de mejor manera ante la sensación que le genere determinado evento en su vida. Este concepto de ‘inteligencia emocional’ fue difundido por Daniel Goleman, quien menciona que el ser humano como tal debe ser capaz de manifestar sus sentimientos y así madurar emocionalmente su inteligencia para poder reaccionar. Sin duda el expresar las sensaciones puede significar una descarga de ira, tristeza, felicidad o miedo, pero la astucia y el dominio de ello es encausarlos de una manera socialmente aceptable.

Una situación preocupante es el hecho que desde la niñez no se nos ha enseñado a externar nuestros sentimientos, por el contrario, pareciéramos vivir en una época donde se prioriza ocultarlos, pues expresarlos es un signo de vulnerabilidad, del cual ciertas personas podrían aprovecharse para lastimarnos.

Para muestra tenemos la película Intensamente (2015), la cual nos demuestra la importancia de que los niños, hasta cierto punto vulnerables, desde pequeños tengan la confianza de transmitir a sus seres queridos más cercanos las emociones, decisiones, y situaciones que la vida diaria genera en ellos. Por ejemplo, cambiar de una escuela a otra puede provocar un cúmulo de emociones que podrían confundir al pequeño sin encontrar la respuesta de por qué está sintiéndose así. Esto sucede porque en ocasiones salirnos de nuestra zona de confort significa un cambio muy radical que deriva en ira y tristeza; sin embargo, el niño es aún inmaduro emocionalmente hablando como para entender lo que sucede en su interior. Así pues, es importante reconocer y educar a nuestros hijos sobre cómo ser vulnerable nos enseña más sobre la forma en que nosotros mismos vivimos, y a ser empáticos con las personas a nuestro alrededor.

A su vez, esta película da muestra de que sin importar la edad del ser humano las emociones siempre están presentes en las diferentes etapas de la vida, para reaccionar y tomar las decisiones más convenientes según lo demande cada momento.

Resulta verdaderamente preocupante que hoy en nuestros días tanto emociones como valores estén perdiéndose, volviendo a la gente cada vez más insensible, derivando en la existencia de tanta violencia en todos los aspectos: suicidios, abusos sexuales, extorsiones, por mencionar algunos; cuando la realidad es que todo esto podría evitarse o al menos reducirse si existiera una mayor apertura a la expresión y canalización de las emociones en tiempo y forma.

Poseer una inteligencia emocional madura nos ayudará a resolver adecuadamente nuestros problemas en cualquier situación, pues tendremos la serenidad necesaria para reaccionar de manera adecuada para no provocar un escenario desfavorable en el quehacer diario.

Debemos hacer una reflexión interna para entrar en contacto y comprender nuestras propias emociones; sólo así podremos conocer mejor nuestra personalidad, para educar a los niños y jóvenes sobre la importancia y el dominio de la inteligencia emocional. No se trata de ignorar lo que sentimos, sino de comprenderlo y saber cómo canalizarlo en nuestra vida.

*Docente de la Escuela en Comercio Internacional y Aduanas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

¿Nueva economía? COVID-19 y comercio internacional

Por David Gutiérrez Medina*

Quizá la pregunta más común en la actualidad es ‘¿qué vendrá después del COVID-19?’, ya que sin duda este virus desnudó lo frágil que somos todos los agentes económicos –quienes sufrimos severas repercusiones monetarias y sociales a causa de la pandemia, y desconocemos la situación futura de las características de vida que nosotros mismos hemos creado–, acentuando la pobreza, desigualdad, escasez de alimentos; evitando la prosperidad a causa de la falta de recursos y la indecisión de hacia dónde dirigir los pocos que hay; todo esto sumado a un latente nuevo brote de contagio.

Sobre el severo cambio que recaerá en la conducta del consumidor se dice que evitaremos las comidas fuera del hogar, los viajes fuera del país, el entretenimiento fuera de casa, y optaremos por la educación en línea y un obvio mayor uso de redes sociales; además de la ‘nueva realidad’ que se presentará en cuanto a contratos de trabajo temporales, una supuesta mayor salud mental y física, entre otros aspectos. ¿En realidad será así? ¿No se olvidará rápidamente?

Los sucesos provocados por la pandemia han modificado inclusive nuestra elección de bienes y servicios, pues ahora para satisfacer nuestras necesidades hemos tenido que buscar insumos sustitutos, considerando que la paralización de actividades disminuyó o desapareció la producción de ciertos productos. Quizá quienes tengan visión emprendedora se incorporen a la implementación de nuevos artículos/artefactos, mientras que otros continuarán produciendo lo que están habituados a hacer.

En estos momentos es muy complicado pronosticar escenarios negativos o positivos porque esta es una situación inédita. La cautela es el común denominador recomendado en un escenario donde el costo de oportunidad es la privación material a cambio de la salud, y tal afirmación hace dudar a los emprendedores/ inversionistas al valerse de la demanda como su principal aliado, pues este factor es igual de incierto al no haber suficiente circulante por la falta de actividades que generen ingresos y/o rendimientos. Esto a su vez ha contraído el mercado, ya que la relación directa entre vendedor y comprador se está perdiendo y ha pasado a ser virtual, acentuándose por un cuidado más minucioso del presupuesto.

El análisis microeconómico nos indica que una variable que puede cambiar la demanda es el ingreso del consumidor, pero ¿cuál ingreso? Otro factor es conocer los gustos de los consumidores, ¿continúan siendo los mismos? A esto se agrega el tema de los precios futuros esperados; entonces, ¿realmente existen bases para hacer expectativas futuras sobre el comercio?

Todos los componentes dentro del engranaje del flujo circular de la economía estamos soportando golpes severos, donde sin duda el factor de producción humano es el que más lo reciente, pues habiendo tierra y capital no existe retribución por su uso porque se tiene la incapacidad de utilizarlos; mientras el Estado intenta establecer medidas que ayuden a minimizar el impacto, dejando a su paso ganadores y perdedores, conformes e inconformes.

La crisis sanitaria y la incertidumbre pronostican un gran desplome del comercio mundial, descenso que según sus cálculos llegará al 32 por ciento en el presente 2020, previendo su recuperación en 2021 pero condicionada a la duración de la pandemia y a la eficacia de la política económica de cada entidad; mismas que cabe destacar, están envueltas en presiones por diferentes actores políticos con distintos intereses económicos, que a través de la grilla pretenden obtener beneficios sin importar que la prioridad actual es la salud.

De acuerdo a las circunstancias cada nación ha adoptado medidas sin precedentes para que el impacto hacia los hogares sea lo menos grave posible, y de esa manera mitigar los daños hacia las personas, empresas, y gobiernos, variando la planeación y formulación de sus estrategias para enfrentar el escenario posterior a la emergencia.

El panorama idóneo sería la colaboración y apertura de los mercados entre naciones para que la recuperación fuera lo más ágil posible, pero esto depende de cada país, además de otros factores como la inyección de estímulos para la reactivación de inversiones y la creación de un entorno empresarial favorable, en conjunto con políticas monetarias y fiscales congruentes con la coyuntura económica.

Se tienen antecedentes de crisis monetarias pero ninguna con medidas estrictas de movilidad de las personas. Es por ello que con el distanciamiento social se han afectado por más tiempo a sectores económicos importantes como la industria hotelera, restaurantera, el comercio minorista no esencial, el sector manufacturero, y por supuesto el turismo, creando efectos multiplicadores negativos en todas las actividades económicas y sociales.

Conocer la expectativa futura de las empresas y consumidores de la pandemia, sobre si la consideran pasajera o duradera, es vital para tomar decisiones relacionadas con gastos de consumo e inversión, que de resultar en una expectación pesimista, sin duda generaliza la incertidumbre y cautela en hogares y empresas; aunado a que estas últimas ya aquejan problemas de infraestructura, gestión de recursos humanos, logística, operación, ventas, y obviamente en su margen de ganancia, debido al rompimiento de sus eslabones.

En otro ángulo de la contingencia, la información se posiciona como un factor clave para hacer frente a la crisis, por ello debe ser oportuna y veraz, no amarillista ni tendenciosa, siempre con el propósito de coadyuvar en la creación de medidas adecuadas. Desgraciadamente alrededor del mundo se interponen intereses políticos y económicos que entorpecen el tiempo y objetividad en la difusión de la misma, sumado a la saturación de ‘información’ y fake news, que en muchos casos han llevado a la población a buscar vías de escape y entretenimiento dentro de los propios medios de comunicación.

Es así que giros relacionados con telecomunicaciones y entretenimiento manifiestan resultados positivos al incrementar el uso de plataformas como Netflix, que ha aumentado su número de suscriptores y los raitings de audiencia.

Y en otros planos también se han registrado mayores ganancias; es el caso de las industrias y negocios relacionados con la prevención de la salud, como los fabricantes de productos de higiene, farmacias, laboratorios, hospitales, que se han dado el lujo de inclusive aumentar sus precios a causa del propio encarecimiento que ha generado esta recesión; situación que no ha detenido a la gente a pagar lo que sea con tal de adquirir lo necesario.

Volviendo al comercio, el cierre de muchas tiendas debido a la contingencia dio paso al uso masivo del e-commerce, del cual según estudios de la consultora Kantar World Panel, México es el país que más sumó compradores con un crecimiento del 500 por ciento en Latinoamérica, de los cuales el 69 por ciento pertenece a la llamada clase media.

Por cuestiones inherentes a la pandemia el valor monetario de todos los bienes y servicios producidos ha caído enormemente, situación por la cual la mayoría de los economistas coinciden en que es irresponsable mencionar porcentajes futuros de crecimiento económico, precisamente por la incertidumbre que prevalece, sumado a los altos índices de desempleo y falta de dinero en circulación.

La realidad mundial es que todos los componentes del gasto muestran tendencias hacia la baja, como el consumo de las economías domésticas, la inversión en las empresas, la disminución en las compras por parte del Estado, y la caída del comercio internacional.

Ante un panorama de tal magnitud la intervención estatal para influir en la economía por medio del gasto público resulta sumamente necesaria, pero debe ser ordenada, preferentemente mediante la utilización de recursos propios, evitando deuda e imposiciones de estrategias económicas alejadas de la realidad de una nación; reconociendo juicios de valor, ya que algunos recomiendan el uso de fondos de organizaciones mundiales para financiarse.

Sin duda el objetivo económico más complicado es la generación de empleo, mismo que contabiliza una tasa hacia el alza provocada por el problema de liquidez, reflejándose en plataformas como Linkedin y Glassdoor (especialistas en reclutamiento y solicitudes de empleo), una disminución importante en la oferta de vacantes en actividades de turismo, artes, servicios empresariales, puestos de gobierno y entretenimiento.

Todas las líneas anteriores son tan sólo una idea general de las posibilidades que nos esperan una vez que pase esta pandemia; sin embargo en el aire aun permanecen otras preguntas: ¿cuándo habrá trabajo? ¿Cuándo podremos visitar a familiares sin temor? ¿Cuándo vamos a dejar de utilizar cubrebocas? ¿Cuándo podremos ingresar libremente a los comercios? ¿Cuándo?

*Docente activo de la Licenciatura en Comercio Internacional y Aduanas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

La importancia de superar los obstáculos de la educación en línea

Por José Cástulo Sauceda Ortega*

En los últimos años la tecnología ha avanzado de manera vertiginosa en todos los ámbitos en los que se vea envuelta la globalización, y contemplando un mundo posmoderno, la sociedad ha sufrido cambios que se correlacionan directa e indirectamente con el uso y a veces hasta el abuso de la tecnología. Algunos países cuentan con adelantos más rápidos e impresionantes que otros, e incluso se dice que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tendrán un impacto en las personas, sin importar el género o el estrato social en que se encuentren. Sin embargo al tratarse de un impacto éste puede categorizarse de manera positiva o negativa, dependiendo la forma y el contexto con el que se analice, o bien, de la intención con la que se le observe.

En la actualidad se vive una crisis mundial de salud en la cual las TIC han sido parte fundamental para sobrellevar y subsistir en distintos ámbitos; como ejemplo tenemos el hecho de comunicar familias mediante el uso de redes sociales a través del uso de dispositivos digitales, con los cuales ya no sólo existe la comunicación a través de llamada de voz o por correo electrónico, sino que ahora es posible realizar video llamadas desde distintas plataformas y conectar en diferentes horas y partes del mundo en un mismo momento.

En el ámbito laboral se ha adoptado el trabajo de oficina en casa, el cual consiste en realizar las actividades que se hacían en la computadora de la oficina de manera remota en casa, ya sea desde tu ordenador, o manejando bases de datos conectadas a la red. Sin duda alguna, un gran avance para la cultura laboral adaptada a las circunstancias actuales.

En el sector educativo las tecnologías de la información y la comunicación, llámese dispositivos electrónicos, redes sociales, plataformas digitales, y nuevas modalidades de educación, de simples categorías de educación en línea (elearning) y educación semipresencial (blearning), pasaron a ser actividades combinadas en una simbiosis de educación a distancia, clases virtuales sincrónicas, clases virtuales asincrónicas, clases en línea sincrónicas, entre otras combinaciones que se pueden adaptar a las necesidades de los estratos o condiciones de uso al que puedan tener acceso los usuarios (docentes o estudiantes).

Profundizando en este último aspecto, surge la duda con respecto a la calidad o efectividad de la clase que recibe el usuario, sobre todo en países donde no estaba tan explorada esta modalidad, es decir, donde apenas iniciaba la transición de educación presencial a la educación a distancia. Y más aún, qué pasa con aquellas personas que dentro de esos países no cuentan con acceso a Internet, a un dispositivo electrónico, o ni siquiera a los servicios básicos de vivienda como son agua potable, corriente eléctrica, drenaje y pavimentación.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en México el 5.7 por ciento de la población con 15 años o más son analfabetas, y aunque en los últimos años dicha estadística ha tenido un decremento, es menester continuar la disminución del analfabetismo en el país. Sin embargo, más que generar estadísticas positivas es necesario mantener un seguimiento a la educación de los estudiantes no sólo en índices de deserción o de cobertura sino en niveles de aprovechamiento, en los cuales nuestro país se encuentra en los puestos 53 en lectura, 57 en ciencia, y 61 en matemáticas, con respecto a pruebas realizadas en 2018 a 79 países.

Lo que apremia de la situación actual con respecto a la educación en línea ni siquiera es el fondo con el que se realizan las clases, sino la forma en la que se llevan a cabo. Es importante efectuar un sondeo nacional para conocer la perspectiva del usuario (estudiantes y padres de familia) y así subsanar todas aquellas experiencias poco positivas, generar áreas de oportunidad que lleven a conseguir los cambios necesarios, cubrir las distintas necesidades, y entonces fomentar una educación de calidad.

La contingencia causó que la educación en línea se volviera una necesidad a implementar a marchas forzadas, un entorno para el que ni profesores ni autoridades ni estudiantes estaban listos. La falta de infraestructura, el analfabetismo digital, la baja penetración de computadoras en el país –que no alcanza ni a la mitad de los hogares–, la falta de un plan para educar a distancia, e incluso la carencia de recursos, son los obstáculos de la instrucción de niños y jóvenes (Martínez, 2020).

Un ejemplo de esto es Chiapas, donde los planteles carecen de acceso a las TIC. Esto impacta a quienes viven en zonas recónditas de la Costa-Soconusco o en comunidades enclavadas en la selva o la zona Norte de la entidad, lugares donde no sólo carecen de Internet, sino también de energía eléctrica, por lo cual no tendrán sus cátedras como la mayoría de los pupilos que viven en las áreas urbanas del país (Martínez, 2020).

Maestros de zonas rurales confirmaron este problema: contaron con singular preocupación la situación que viven sus alumnos, ya que de acuerdo con ellos, los muchachos no obtendrán el conocimiento necesario; sin embargo acreditarán el curso, todo para protegerse de la pandemia del COVID-19 (Martínez, 2020).

Manifestaron que hay comunidades en donde los alumnos cuentan con teléfonos, pero no con red de telefonía celular, por lo que se verán obligados a caminar varios kilómetros para llegar a zonas donde se cuenta con este servicio y cumplir con las actividades extraescolares, pero estarán expuestos a contagios de CO- VID-19 (Martínez, 2020).

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sólo 45 por ciento de los hogares mexicanos cuentan con una computadora, mientras que 48 por ciento no tiene Internet. Alumnos de escasos recursos que no tienen acceso a un equipo de cómputo, sus armas son las fotocopias de los ejercicios. Para los alumnos que no cuentan con equipo de cómputo la utilización de las redes sociales se convirtió en su aliado para poder avanzar.

Por otro lado, las plataformas que hoy son la base de la formación anteriormente se utilizaban como medios alternativos para la impartición de clases. Ante esto los propios estudiantes aseguran que las asignaturas de ciencias exactas como matemáticas, física, y química, son difíciles de estudiar de manera virtual sin un seguimiento de explicaciones por parte del profesor de manera presencial.

El sistema confía en los padres de familia para que apoyen en la labor educativa, sin embargo en ocasiones ellos cuentan con los dispositivos mas no con los conocimientos apropiados para utilizarlos de una manera que favorezcan la educación de sus hijos; o bien, no conocen los contenidos de educación básica. Un ejemplo de esto se da a nivel preescolar, donde la evaluación es observacional formativa y la edad de los pequeños no les permite a sí mismos mantener la atención durante mucho tiempo en un dispositivo electrónico; por lo que al no tener una observación directa sobre el educando al maestro se le dificulta evaluar sus aprendizajes reales.

Es importante tomar en cuenta todos los elementos, así como a todas las personas involucradas en las nuevas realidades; observar la realidad de la nueva realidad y no sólo simular que se atienden las necesidades sociales. Por parte del personal docente se sugiere disminuir la resistencia al cambio y mantener una actitud proactiva ante la nueva realidad.

Los padres de familia deberán tener paciencia y trabajar en conjunto con docentes y gobierno para que de la mejor manera la educación en la nueva realidad sea lo más cercano a la calidad esperada.

*Docente de la Escuela de Comercio Internacional y Aduanas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

Bibliografía: Blázquez Entonado, F. (2001). Sociedad de la información y educación. Mérida: Junta de Extremadura Consejería de Educación, Ciencia y Tecnología. Censo de población y vivienda INEGI, unidades educativas. Obtenido de https://www.inegi.org.mx/datos/?t=0060 De Ibarrola Nicolín, M. (2012). Los grandes problemas del sistema educativo mexicano. Obtenido de http://www.scielo.org.mx/ scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982012000500003 Evaluación de la política social CONEVAL, cuadro de evaluaciones e informes de programas y políticas de desarrollo social obtenido de https://www.coneval.org.mx/Evaluacion/Paginas/Evaluacionesy-resultados-de-programas.aspx Martínez, N. (2020). Educación en línea, llena de obstáculos. Obtenido de https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/ sociedad/mexico-no-esta-listo-para-la-educacion-en-lineacuarentena-coronavirus-covid-19-sep-aprendiendo-encasa-5122826.html

Manejo de información de los medios masivos: efectos, objetivos y respuestas

Por Por Ushuaia Zepeda Romero*

Conforme pasa el tiempo el ser humano evoluciona en diversos aspectos, encontrándose con retos diarios que lo obligan a adaptarse para poder sobrevivir; sin embargo, esta pandemia que aqueja al planeta parece ser uno de los desafíos más grandes para las generaciones actuales. Desde el punto de vista comunicativo, me gustaría abordar el tema de los medios de comunicación masiva profundizando en el objetivo de la información que se difunde y los efectos que ésta tiene en nosotros como audiencia. Radio, televisión, periódicos, revistas, redes sociales, y cine, integran lo que conocemos como ‘medios de comunicación masiva’. Diversas preguntas surgen al analizar este tópico que acapara las mentes de todos nosotros en la actualidad, entre ellas: ¿el mensaje se está formulando de manera correcta? ¿Calidad o cantidad de información? ¿Serán los medios el parte aguas de un cambio?

Cuando se habla del mensaje existen tres tipos de objetivos: informar, persuadir, y entretener, pero ¿cuál es el objetivo de la información en esta pandemia? Para responder la pregunta primero hay que entender una parte súper importante de los medios: poseen un tipo de comunicación unidireccional, es decir, no se obtiene una respuesta inmediata de parte de la audiencia, por lo tanto, a pesar de que el objetivo del mensaje enviado sea informar, la respuesta de la audiencia no será inmediata, además de que dicha réplica dependerá de su percepción; recordemos que la reacción del público está permeada por la educación y la experiencia de vida. Podemos entender que el objetivo de la información sea claro, pero la manifestación de la audiencia tendrá distintos matices.

Ahora bien, hablemos de los efectos de los medios de comunicación. De acuerdo con Potter (1998) en todo medio existe una división temporal (corto y largo plazo), un nivel en el que actúa (cognitivo, actitudinal, emocional, fisiológico, y conductual) y una dirección (positiva o negativa). Si nos centramos en el efecto que el medio ha tenido en estos últimos meses, nos encontramos con una temporalidad de corto plazo, ya que la información cambia con suma frecuencia y es necesario actualizarla de manera constante; donde la audiencia posee todos los niveles de actuación. Profundicemos un poco al respecto: hace unos días recuerdo haber tenido una clase en la que el maestro preguntaba cuál tipo de afectación estaba teniendo en nosotros la información difundida en los medios; todos contestamos de manera diferente: para algunos la afectación fue directamente conductual, para otros emocional, y así sucesivamente. De manera que entonces podemos hablar de una situación que activó todos los niveles de afectación en la audiencia. Finalmente, la dirección que se le da a la información desde mi punto de vista en este momento es mayormente negativa; y es justo aquí donde surge mi pregunta: ¿el objetivo es informar o entretener? A mi manera de ver las cosas, aunque el objetivo del medio sea informar, si éste aborda la noticia desde una perspectiva negativa, el único resultado es cambiar el sentido de informar por el de entretener.

El manejo de las noticias ha llevado a que en lugar de informar se desinforme al público; esto debido a la cantidad exuberante de detalles con que se nos bombardea diariamente, y a la falta de educación que nos caracteriza recientemente con respecto a la confirmación o validación de la fuente e información que consumimos.

Para finalizar quiero retomar la siguiente pregunta: ¿serán los medios el parte aguas para un cambio? Para responderla entremos un poco en contexto con respecto a la comunicación mediática. Ésta se entiende como una estructura sólida por la cual se adoptan patrones de conducta social pasados o en la cual se crean nuevos; entonces, si el medio es capaz de redireccionar el rumbo y el efecto de la información hacia uno positivo, tal vez pueda lograr mucho más de lo que se ha logrado a la fecha, ayudando en la adaptación de hábitos y patrones de conducta que se tenían con respecto a la higiene personal y el cuidado de la salud.

Y tratando de abarcar un mayor contexto me pregunto lo mismo dentro de las relaciones públicas: ¿serán éstas el parte aguas para un cambio? En este sentido lo que puedo decir es que han jugado un papel muy importante durante la contingencia, ya que la atención está más focalizada en lo que las personas y las empresas hacen para sobrevivir, lo cual ha permitido que todos nos enteremos abiertamente de las declaraciones –erróneas o acertadas– sobre todo en Twitter de gerentes y políticos, que en ocasiones han derivado en sus destituciones o en la baja de simpatizantes.

De este momento en adelante los buenos publirrelacionistas serán piedra angular para proteger la integridad de empresas y personajes, ya que las personas han vivido en carne propia los efectos de los malos manejos de imagen en redes sociales, mismos que también crean un efecto de angustia al igual que como lo hacen los medios; además de que en cierto sentido nos permiten ver la cara o el sentido real de determinados personajes o marcas.

*Alumna de tercer semestre de la Licenciatura en Comunicación y Relaciones Públicas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

Bibliografía: Potter, W.J. Media literacy. Ed. Sage, 1998. Rodríguez, A. (Mayo, 2009). El proceso de comunicación mediática del caso prestige: efectos sobre la percepción social de la población afectada. Universidad Da Coruña. https://ruc.udc.es/dspace/bitstream/ handle/2183/9269/RodriguezTeijeiro_Ariadna_TD_2009_01de2. pdf?sequence=1&isAllowed=y. Sola-Morales, S. (2016). Comunicación mediática y procesos de identificación: una construcción dramática y ritual. Athenea Digital, 16(2), 247-269. http://dx.doi.org/10.5565/rev/athenea.1448

El COVID-19 y las nuevas habilidades del docente

Por MBA Alejandra Ramírez del Valle*

Más de dos meses encerrados debido al COVID 19, más de dos meses aprendiendo nuevas habilidades y con cambios en la sociedad, entre ellos la sana distancia, el aprender a lavarnos las manos de manera adecuada y constante –no es que antes no se hiciera, pero ahora la norma nos lo dicta–, el desinfectar hasta lo más mínimo que se trae de la calle, racionar las porciones que se compran, explotar la resiliencia, la paciencia, y la tolerancia, en fin.

Dos meses en los que el sector académico pasó de tener un grupo presencial a clases en línea, a cambiar del salón de clases a las clases virtuales; donde el docente de tener un contacto directo con los alumnos se enfrenta a sonrisas lejanas, apatía en muchos de los casos, o incluso quejas de los alumnos porque el profesor no sabe dar la clase en línea, como si ellos ya supieran ser alumnos en línea; donde nuevamente las palabras paciencia, tolerancia y resiliencia hacen eco.

Aquí es donde inician las nuevas habilidades del docente, y creo que las de todas las personas que se encuentran en una situación adversa. Esto se ha observado en la capacidad de adaptación a las circunstancias que se viven hoy en día, por dos razones principales: se necesita el trabajo, y en muchos casos el mantenerse ocupado para no perder la razón. La resiliencia ha sido un factor muy importante particularmente en el desarrollo de los docentes, en quienes ha estimulado el crecimiento y a no darse por vencidos.

De acuerdo con la doctora Santos (2000) la resiliencia es saber afrontar la adversidad en forma constructiva, saber adaptarse con flexibilidad y salir fortalecido del suceso traumático. Pero ¿en realidad el COVID-19 se puede ver como un suceso traumático? Para los más del millón 11 mil docentes (Sistema de Información y Gestión Educativa [Siged], 2018) de educación básica, más los no contabilizados de educación superior y universitaria, tanto en escuelas públicas como privadas esta pandemia se ha convertido en un suceso traumático.

Migrar de un salón físico a uno virtual, adaptarse a las nuevas tecnologías en plataforma para conferencias en aplicaciones como Zoom, Microsoft Teams, Class, entre otras, planear día a día las actividades programadas para los alumnos en plataformas digitales como Blackboard o Moodle, ver las diferentes alternativas para captar la atención de los jóvenes que reciben la clase, competir contra el celular, la televisión, juegos digitales (incluyendo Tik Tok), y cualquier dispositivo que puedan tener a la mano, se ha convertido en un verdadero trauma.

Si a esto le agregamos la cantidad de docentes que sobrepasan los 65 años de edad, muchos de ellos con un extenso currículo profesional, pero que su adaptación a las nuevas propuestas tecnológicas ha sido lenta, tenemos como resultado que en su interior se han generado dos situaciones: las ganas de aprender y adaptarse a los cambios de la mejor manera posible, dentro de sus posibilidades; pero también el riesgo de que las universidades no los contemplen para sus próximos ciclos escolares.

Existen varios casos de los cuales hago mención, entre ellos mi padre, médico con más de 50 años, experto en su área, que actualmente da clases de medicina en la universidad y que en un abrir y cerrar de ojos tuvo que adaptarse a nuevas plataformas digitales para continuar con sus clases. Aprender, guiado por quienes saben un poco más para cumplir con lo que se le solicita.

El caso de una señora que puede ser despedida de la institución donde labora porque los alumnos se quejaron de sus clases, argumentando que mejor se retirara, cuando ella todos los días acude con alguien a que la guíe y le enseñe a usar las plataformas digitales con las que ahora debe trabajar. Como esos, existen un sinfín de casos que podemos mencionar.

Pero este grupo de expertos de la tercera edad no están solos, también existe el grupo de docentes de la Generación X, quienes a pesar de su fácil adaptación a la tecnología han sufrido por adecuarse a la situación. Se han visto envueltos en la modalidad de trabajo home office y la carga de trabajo es infinita, ‘mucho más que eso’, dirían algunos, pero igual hay que adaptarse y sobrevivir. Hay que aprender que el mundo es flexible y también lo pueden ser ellos.

Por todo lo anterior, la resiliencia principalmente en los que se encargan de la docencia, se ha convertido en el mejor acompañante entre todo este caos. Ha ayudado a autoconocerse y elevar su autoestima, arma muy poderosa si se sabe utilizar y enfocar; a saber hasta dónde se puede llegar solo y hasta dónde con ayuda; a tener empatía: se sabe que así como los docentes tienen problemas con la adaptación, muy probablemente los alumnos estén atravesando por situaciones similares, donde los docentes se han hecho más empáticos.

También ha desarrollado cualidades como la autonomía: pensar que uno puede influir en lo que suceda a su alrededor, perdiendo el miedo a empezar algo nuevo; el afrontamiento positivo a la adversidad, tomar las cosas con humor, buscando siempre lo positivo de la situación; la conciencia del presente y el optimismo, para vivir en el aquí y el ahora; flexibilidad y perseverancia: tener un propósito hace que las cosas se den de manera más sencilla; sociabilidad, cultivando y apreciando a las amistades, principalmente a quienes están apoyando el proceso; y por último la tolerancia a la frustración y la incertidumbre, pues no sabemos cuándo va a pasar esta pandemia, pero sabemos que si salimos bien librados estamos preparados para afrontar cualquier situación que se nos presente.

*Docente en las licenciaturas en Comercio Internacional y Aduanas, y Comunicación y Relaciones Públicas de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

El comercio internacional ante el nuevo panorama mundial

Por Martin B. Nicola*

Sin duda 2020 será un año que tendrá –para bien o para mal– un sitio importante en la historia de la humanidad. También marcará un hito extraordinario en el desarrollo del comercio internacional debido al impacto de la enfermedad COVID-19, provocada por el coronavirus SARS CoV2 (Tesini, 2020), y a la casi total detención de las actividades económicas a nivel mundial, en un esfuerzo por contener el avance de la pandemia.

En medio de dicha situación, se perfila un cambio en las relaciones comerciales, económicas, y por ende geopolíticas que el mundo conocerá –con dicha o tristeza, según sea el caso– en la actual década y al menos la siguiente.

El advenimiento de China como la primera economía del mundo

La República Popular China se convertirá, dependiendo de las fuentes que se consulten, en la economía con mayor producto interno bruto (PIB) en el mundo en algún punto a partir de 2025 y antes de 2030. Sin embargo, esta posición no le daría en automático el título de 'primer superpotencia', ya que aunado al crecimiento de la producción de bienes y servicios, los mercados de capital y financieros de primer orden aún estarán en Occidente. Tampoco la fuerza militar china tiene aún el poderío convencional y nuclear con el que cuentan las fuerzas armadas estadounidenses o incluso las de Rusia. Por supuesto, su predominio comercial abonaría a su favor en dichos rubros en las siguientes décadas.

En el campo del comercio internacional, China ha creado una red de tratados de libre comercio (TLC), 14 de ellos con naciones asiáticas vecinas, del medio Oriente, Europa, y con países de América Latina. También hay negociaciones con Japón y Corea del Sur para cerrar un TLC que uniría en un área de libre intercambio a los tres territorios más importantes del Asia Oriental, con otras naciones en todo el mundo (Ministry of Commerce PRC, 2020).

Este vínculo les permite a los productos chinos ingresar a diferentes mercados alrededor del mundo, del mismo modo en que China puede acceder a productos y materias primas esenciales para su dinámica económica. En ese sentido resalta el tratado de libre comercio entre China y Chile, que permite el acceso de la industria del país del dragón al mercado del cobre, ya que la nación andina es el principal productor de este metal en el mundo.

La una vez aislada China, comunista a ultranza, donde mujeres y hombres vestían el mismo uniforme estilo Mao, parece destinada a liderar el comercio internacional en las siguientes décadas. Al momento no hay sector dentro de la manufactura en el cual no existan productos hechos en la nación asiática, las empresas chinas poco a poco ganan mercados internacionales, y sus productos dejan de ser copias baratas de los occidentales para convertirse en el state of the art de la industria a la que pertenecen.

Por otro lado, dichas empresas empiezan a ser jugadores clave en la tan ansiada inversión extranjera directa (IED) que todas las naciones, desarrolladas o no, buscan con ansia como fuente de empleos y desarrollo económico. En 2019 la inversión hecha por empresas chinas fuera de su país fue de 110 mil 600 millones de dólares estadounidenses (Reuters, 2020).

Empresas como Huawei, Alibaba, Shein, o Didi, son reconocidas en diferentes puntos del orbe como líderes en sus ramos, rivalizando con sus competencias occidentales. Estrategas empresariales como Jack Ma, fundador de Alibaba, empiezan a rivalizar con sus contrapartes estadounidenses y occidentales en cuanto a sus fortunas e influencia. En 2019 Ma encabezó la lista de personas más ricas de China de la revista Forbes con 38 mil 200 millones de dólares. La lista incluye a 20 empresarios (hombres y mujeres) con fortunas por encima de los 10 mil millones de dólares, y a 393 con fortunas de al menos mil millones de dólares (Forbes, 2019).

Por lo tanto, las empresas chinas juegan un papel predominante en el control de los medios de producción a nivel global, traduciéndose en un dominio en el comercio internacional; esto marca la pauta para empresas y naciones generando la necesidad estratégica de comerciar con la actual segunda economía del mundo y la superpotencia en ciernes.

La respuesta estadounidense

La actual superpotencia es, a diferencia de la milenaria China, una nación joven nacida como tal en 1776. Los Estados Unidos de América pasaron en menos de cien años de historia de ser un país pobre y de tamaño medio a una nación de alcance continental, y a obtener el puesto de primera economía del mundo en 1871. Sin embargo, el título de superpotencia no lo obtendría sino hasta 1945 después de dos guerras mundiales donde su participación sería decisiva para cambiar el curso de la contienda y la historia.

Posteriormente, tras décadas de guerra fría por la preminencia de un sistema político, económico, y social frente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se convertiría en la potencia global en 1991. Un capítulo de dicha lucha, la alianza de facto entre el Estados Unidos capitalista y la China socialista contra la URSS también socialista –lograda por la visita del presidente estadounidense Richard Nixon en 1972 a la nación oriental–, cambiaría el curso de la historia llevándonos a la actual circunstancia geopolítica.

Como fruto de dicha alianza, por años las empresas estadounidenses y posteriormente europeas, japonesas, y taiwanesas iniciaron flujos de inversión directa en China, donde se fabricaban los productos para exportarse hacia los mercados de consumo a precios extremadamente bajos. Hoy China es el segundo receptor de inversión extranjera directa en el mundo, sólo superado por los propios Estados Unidos. En 2019 la nación asiática recibió 136 mil 100 millones de dólares (Reuters, 2020).

Sin embargo, en ciertos sectores dentro de las esferas de poder económico y político en Estados Unidos, el crecimiento de China y la alta dependencia de la Unión Americana de las manufacturas fabricadas en el gigante asiático, despertó señales de alarma. El triunfo de Donald Trump en la carrera presidencial de 2016 estuvo marcado por la influencia de personajes variopintos, pero dos de ellos trazaron una nueva estrategia económica y comercial en la relación con China y el mundo.

Por un lado, está el economista Peter Navarro, autor de varios libros donde propone el rompimiento de los tratados de libre comercio por parte de los EE. UU., la salida de empresas estadounidenses de China y otras naciones del globo, para reasentarse de nuevo en el territorio estadounidense, así como la implantación de aranceles e impuestos a las importaciones. Actualmente sirve en la administración Trump como director del Consejo Nacional de Comercio.

El segundo personaje es el abogado Robert Lighthizer, quien fue nombrado por el actual presidente de los Estados Unidos como representante comercial de esta nación. Lighthizer sirvió en la década de los 80 durante la administración de Ronald Reagan como sub representante comercial negociando acuerdos con Japón y otras naciones. Uno de sus primeros encargos fue renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá. Sus puntos de vista económicos tienden a ser proteccionistas y enfocados a mantener una fuerte presencia comercial estadounidense en el mundo, pero limitando en lo posible el ingreso de mercancías extranjeras al mercado propio.

Ambos influyen en la actual política comercial estadounidense que enfrenta a China por diferentes estrategias, y una de las mismas es el nuevo tratado de libre comercio negociado entre Estados Unidos, Canadá y México.

TMEC, USMC o CUSMA

Con un nuevo capítulo en la historia comercial de la región que se extiende desde el Polo Norte hasta el Río Suchiate, Norteamérica reconfigura su integración influida primordialmente por la visión estadounidense (canadiense en segunda instancia), enfocada en el ámbito de la lucha geopolítica con China. Dicha confrontación es eminentemente económica y por ende comercial.

México y Estados Unidos han tenido una historia compleja en sus relaciones bilaterales, iniciando en 1816 cuando la nación estadounidense envió a su primer representante diplomático, el general James Wilkinson, mientras se disputaba la guerra de independencia de nuestro país. Dato curioso es que murió en la Ciudad de México en 1825 y sus restos aún reposan en una iglesia de dicho lugar. Desde entonces las relaciones entre ambas naciones han pasado por guerras, invasiones, pérdida del territorio mexicano a favor del vecino del Norte, más invasiones (que incluyen una necesaria alianza entre ambos frente a Francia), e intervencionismo en el proceso de la revolución; pero también han atravesado una lenta e inexorable integración económica.

Estados Unidos se desarrolló más rápido que México al permitir la libre empresa y minimizar privilegios. Además, la captación de emigrantes europeos para colonizar territorios sin importar su origen étnico, social, económico, o religioso, fue clave para el ascenso económico antes comentado.

A partir del gobierno encabezado por el presidente Lázaro Cárdenas en nuestro país se profundizó un nacionalismo económico interno, pero con una fuerte integración económica en lo externo hacia los EE. UU. La Segunda Guerra Mundial y la posterior guerra fría entre las dos superpotencias ganadoras, haría que nuestro país pasara de ser el vecino del Sur a un aliado estratégico para la defensa del territorio continental estadounidense. Si bien los acuerdos comerciales eran pocos, tenían solidez, y el nacionalismo económico combinado con el estatismo del partido en el poder (PRI) eran tolerados e incluso apoyados al buscar siempre no dañar los intereses económicos de las empresas estadounidenses (Colmex Digital, 2014).

Pero este modelo económico naufragó definitivamente en 1982 dando paso a una crisis económica sin precedentes. La llegada de una nueva generación de políticos al poder propició la apertura económica, teniendo como punto culminante la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994.

A partir de entonces y por los siguientes 22 años, la interdependencia económica y los flujos comerciales crecieron entre los Estados Unidos y México. En 2019 ambas naciones alcanzarían un monto histórico en su intercambio comercial con 614 mil 500 millones de dólares (Usla, Héctor 2020). El TLCAN marcó para nuestro país la llegada de una inversión extranjera directa sin precedentes, dicha inversión no sólo proveniente de las otras naciones signatarias del tratado sino de diferentes naciones y regiones que buscaban aprovechar a México como una plataforma de manufactura y exportación hacia el principal mercado de consumo mundial: los Estados Unidos.

Parte de esa inversión llegó de China instalando en nuestro país diferentes industrias; pero lo que realmente cambió la ecuación del TLCAN fue el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), ya que permitió que las cadenas de abastecimiento de las empresas de manufactura tuvieran a la nación del dragón como una fuente de componentes en especial para la industria automotriz.

Para 2013 la publicación en la revista de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), de un informe preparado por el director del Centro de Estudios China-México, Enrique Dussel Peters, y el codirector de la Global Economic Governance Initiative, Kevin Gallagher, titulado ‘El huésped no invitado del TL- CAN: China y la desintegración del comercio en América del Norte’, puso de manifiesto cómo la nación asiática se había convertido en un cuarto miembro del TLCAN de forma fáctica, y la forma en que las cadenas de abastecimiento de 53 industrias estaban ligadas a las plantas de producción y manufactura chinas.

El lanzamiento de la campaña de Donald Trump señalando al TLCAN como “la fuente de los males de la economía norteamericana” y su triunfo en noviembre de 2016, detonaron el inicio de la renegociación del tratado. La visión estadounidense planeada por Peter Navarro y ejecutada por Robert Lighthizer se materializaría en meses de negociaciones en el llamado Tratado México, Estados Unidos y Canadá. Este nuevo tratado, en vigor desde el 1 de julio de 2020, refleja la estrategia estadounidense antes mencionada, en la lucha geopolítica de las siguientes décadas: la integración económica del bloque de Norteamérica frente a China y su eventual bloque de influencia en Asia.

Para el comercio internacional 2020 será un año negro. De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio los flujos a nivel global se reducirán entre un 13 y 32 por ciento (Morales, Roberto 2020). Esto permitirá que en 2021 el comercio internacional experimente un crecimiento, por varios factores como es el mismo rebote económico tras la reactivación, pero también la nueva estructura de tratados comerciales que forman o refuerzan bloques comerciales que competirán entre sí. La perspectiva como nación con más de tres mil kilómetros con la aún primera economía del mundo nos brinda una oportunidad única. El TL- CAN no fue todo lo bueno que se esperaba, pero tampoco fue todo lo malo que se vaticinaba. El Tratado México, Estados Unidos y Canadá (TMEC por sus siglas, USMCA para los Estados Unidos, o CUS- MA para la nación de la hoja de maple, Canadá) abre un nuevo capítulo en la relación comercial, pero sin avanzar hacia una mayor integración más allá del área de libre comercio.

Como país tenemos muchos retos que lograr para negociar en un ámbito más igualitario con nuestros socios comerciales en Norteamérica. El juego geopolítico mundial (Washington vs. Pekín) puede ser benéfico para México en términos de flujos de inversión extranjera, crecimiento de los empleos en los sectores de manufactura, y servicios asociados a la importación y exportación. Sin embargo, también las empresas de nuestro país deben de participar más activamente en su integración a las cadenas de abastecimiento de alto valor agregado.

Las exportaciones de los sectores primarios sin duda irán al alza y ahí está el reto de generar ese valor agregado a la producción. La generación de empleos ya no es sólo necesaria, es estratégica para paliar esa desigualdad y pobreza que engendra otros males como la violencia, que a su vez se convierten en un círculo vicioso.

México tiene en sus manos una red de tratados comerciales y la nueva carta de la baraja, el TMEC; debe reforzar esa ventaja competitiva. Por esta razón el comercio internacional tiene que ser una de las actividades estratégicas a reforzar, apoyar, y consolidar, para salir cuanto antes de la crisis económica mundial, no únicamente desde la perspectiva gubernamental sino desde la de cada uno de las y los ciudadanos de nuestra gran nación.

*Docente de la Escuela de Comercio Internacional y Aduanas de Universidad Xochicalco campus Mexicali.

Bibliografía: Dussel Peters, E. Gallagher K. (Agosto, 2013). El huésped no invitado del TLCAN: China y la desintegración del comercio en América del Norte. Revista de la CEPAL, 110, 85-111. Forbes. (2019). China Rich List. 12/6/2020, de Forbes Sitio web: https://www.forbes.com/china-billionaires/list/#tab:overall Ministry of Commerce PRC. (2020). China FTA Network. 11/6/2020, de Ministry of Commerce PRC Sitio web: http://fta. mofcom.gov.cn/english/fta_qianshu.shtml Morales, Roberto. (2020). Coronavirus perturbará el comercio mundial, haciéndolo caer hasta 32% en 2020, advierte la OMC. 15/6/2020, de El Economista Sitio web: https://www. eleconomista.com.mx/empresas/Coronavirus-perturbara-elcomercio-mundial-haciendolo-caer-hasta-32-en-2020-adviertela-OMC-20200408-0072.html. Programa de Educación Digital / Colmex Digital. [El Colegio de México A.C.] 18/4/2014 Comentarios al libro: "México-EU: La economía política del libre comercio" https://www.youtube.com/ watch?v=BA_CvDAUoU0 Reuters. (2020). China says its foreign direct investments increased 5.8% in 2019. 12/6/2020, de CNBC Sitio web: https://www. cnbc.com/2020/01/21/china-says-its-foreign-direct-investmentsincreased-5point8percent-in-2019.html Tesini, B.L. (Abril de 2020). Coronavirus y síndromes respiratorios agudos (COVID-19, MERS y SARS). 10 de junio de 2020, de MSD Manuals Sitio web: https://www.msdmanuals.com/esmx/professional/enfermedades-infecciosas/virus-respiratorios/ coronavirus-y-s%C3%ADndromes-respiratorios-agudos-covid-19,- mers-y-sars. Usla, Hector (2020). México y EU tienen en 2019 su mayor intercambio comercial de la historia. 14/6/2020, de El Financiero Sitio web: https://www.elfinanciero.com.mx/economia/mexicobate-en-2019-su-record-de-mayor-intercambio-comercial-con-eu

Ser arquitecto en tiempos de COVID-19

Por M. Arq. Cynthia Rosario Castillo Bejarano*

Ante la pandemia actual los arquitectos juegan un rol clave en la búsqueda de soluciones frente a la nueva normalidad en el espacio urbano-arquitectónico. En los últimos meses diversos grupos interdisciplinarios liderados por arquitectos, académicos, e investigadores a nivel nacional e internacional, han sumado iniciativas para desarrollar estudios sobre el virus COVID-19 y su relación con la vivienda, la ciudad, o los espacios de trabajo, a fin de generar estrategias y soluciones como un apoyo a los gobiernos y a la sociedad en general.

Esta publicación se suma a dichas iniciativas al involucrar a egresados de diversas generaciones de la carrera de Arquitectura de Universidad Xochicalco campus Ensenada, quienes además son agremiados del Colegio de Arquitectos de Ensenada, A.C. Ellos respondieron una encuesta a través de medios digitales en un período entre el lunes 15 y el sábado 20 de junio del año en curso, con el objetivo de compartir lo que significa ser arquitecto en tiempos de COVID-19. Se realizaron tres preguntas: sobre los cambios enfrentados durante el confinamiento a causa de la pandemia; cómo piensan integrarse a la nueva normalidad laboral; así como sus propuestas innovadoras para vivir el distanciamiento físico en el trabajo o en el espacio público.

1 . El confinamiento es obligar a alguien a permanecer encerrado a causa de la crisis sanitaria actual, lo cual ha afectado el comportamiento de las personas provocando estrés por la falta de trabajo, ansiedad por la incertidumbre ante el futuro debido a una inminente crisis socioeconómica; así como al aumento de la violencia intrafamiliar.

La primera pregunta realizada fue ‘¿cuáles fueron los principales cambios a los que se enfrentaron los arquitectos durante el confinamiento y el trabajo en casa?’ Se identificaron algunos aspectos recurrentes en las respuestas como la necesidad de adaptar la vivienda para el trabajo, optimizar los recursos, el rendimiento en los tiempos de espera, y la administración del tiempo para combinar actividades personales y profesionales.

• Adaptar la vivienda: “mover computadoras y archivos de oficina a casa, así como adecuar un lugar tranquilo en el hogar donde se pudieran realizar las actividades de oficina”.

• Optimizar recursos: “organizar de manera diferente el aspecto económico, ahorrar y cuidar el dinero, la comida, los gastos en casa como agua, luz y gas”.

• Rendimiento: “las cosas que normalmente te toman minutos hacer se convirtieron en tiempos prolongados; es el caso de ir a bancos y supermercados”.

• Administración del tiempo: “aprendí a realizar múltiples actividades a la vez, inclusive alimentar a mi bebé mientras estaba en alguna reunión en línea. Aprendí a respetar mi tiempo para no sentirme sobrepasada, abrumada y estresada, cumpliendo con los horarios de clases que imparto, así como a contestar sólo en mi horario de trabajo”.

El ejercicio profesional del arquitecto independiente –o freelance– ha permitido desarrollar el trabajo desde casa, para lo cual uno de los encuestados manifestó no enfrentar cambio alguno a pesar de la pandemia: “…en la modalidad de oficina en casa no fue nada diferente, ya que es en un espacio de mi casa donde tengo mi estudio y atiendo todos los compromisos que demandan mi actividad profesional”.

2 . Hoy en día las ciudades en México se han reactivado, pero esto no significa que el COVID-19 haya desaparecido. Hemos salido de casa con la pandemia en su máximo nivel de contagio, y eso deriva en algunas preguntas: ¿queremos volver a la misma normalidad que nos condujo a la pandemia? ¿Queremos hacer un cambio en la forma de vivir en la ciudad? ¿Cómo vamos a recuperar la confianza en la vida urbana? Lo único seguro ante estas preguntas es que la reactivación de la vida pública debe ser gradual, seria, y con la certeza de que se tomarán todas las medidas necesarias para evitar más contagios; además de considerar las cuestiones comunitaria y colaborativa como componentes fundamentales de la recuperación.

La segunda pregunta de esta encuesta fue: ‘¿cómo piensan integrarse los arquitectos a la nueva normalidad personal y laboral? Algunas respuestas tuvieron similitud bajo la idea de que nos enfrentamos a un proceso de adaptación ante esta nueva forma de vivir en los interiores domésticos, en la oficina, y la ciudad. Se debe actuar con responsabilidad y respeto, la sociedad en general debe ser paciente y empática, además de mantenerse informada sobre los protocolos de seguridad e higiene que indique la autoridad sanitaria.

“la vida laboral del arquitecto en esta nueva normalidad incluye trabajo desde casa, horarios limitados en oficina, y las videoconferencias como medio de comunicación”

Es importante destacar el papel del arquitecto en el rediseño y la adaptación de los espacios de trabajo para mantener la sana distancia, pero también para facilitar la limpieza, generar rutas de circulación, y accesos controlados. Además la vida laboral del arquitecto en esta nueva normalidad incluye el trabajo desde casa, horarios limitados en oficina, las videoconferencias como medio de comunicación con clientes y colaboradores, entre otras cosas; a su vez algunas de estas medidas también tendrán que trasladarse a la vivienda.

“Comenzamos el Proyecto de Oficina de Seis Pies con la ambición de conseguir un mundo más seguro y volver a trabajar antes. Creemos que un lugar de trabajo seguro y saludable es el centro de lo que viene en los negocios”. Declaración de Jeroen Lokerse, jefe de los Países Bajos, Cushman & Wakefield.

3 . El hecho de volver a salir y al trabajo implica proponer soluciones innovadoras que incluyan el distanciamiento físico con una visión inclusiva, sostenible, y resiliente, pero que a su vez fortalezcan el encuentro y la vida en comunidad. A nivel global los países han tenido que tomar decisiones muy rápidas, planteando distintas estrategias, mismas que hasta el momento son todas experimentales. La crisis es vista como una oportunidad para probar nuevas alternativas en las formas de habitar, es decir, son tiempos de innovación.

La tercera pregunta se refiere a conocer si los arquitectos encuestados han pensado en alguna propuesta innovadora para vivir con el distanciamiento físico en el trabajo y/o en el espacio público. Entre las respuestas destacan la creatividad en la socialización, ya que estos tiempos hacen que las ideas fluyan; el rescate de los valores en la sociedad del siglo XXI; implementar jornadas laborales con distanciamiento físico; espacios laborales flexibles que se integran con la naturaleza; realizar consultorías a distancia; así como un manual COVID-19 que sea una guía sencilla para reestructurar los interiores domésticos, además de brindar indicaciones para enfrentar la nueva normalidad.

• Creatividad en la socialización: “ahora la gente ha sido muy creativa con los desfiles de cumpleaños para llevar regalos, las visitas en zonas al aire libre, el ciclismo, etcétera”.

• Rescatar los valores: “crear conciencia en nuestras familias, amistades y sociedad en general, de adaptarnos a la nueva normalidad, respetando y cumpliendo la sana distancia por el bien de todos, haciendo uso de la empatía”.

• Jornadas laborales con sana distancia: “dividir las jornadas en dos o tres grupos para el personal en la construcción y en la oficina, evitando tener mucho personal al mismo tiempo”.

• Espacios flexibles: “imagino lugares de trabajo con opción a convertirse en espacios al aire libre, oficinas donde pueda recorrer paredes y cubiertas para estar en contacto con la naturaleza y cargarse de la energía que el sol ofrece”.

• Consultoria a distancia: “aprovechar la tecnología para mantener reuniones con clientes a través de videoconferencias, simplificando información y optimizando nuestros tiempos”.

• Manual de diseño COVID-19: “adaptación en casa para descontaminar los artículos; en la oficina con tapetes en los accesos; sanitizar; instruir a la sociedad a través de manuales para utilizar los elementos de limpieza; un reglamento de uso, ya que estos instrumentos llegaron para quedarse por un buen tiempo”.

Seguramente se sumarán un sin número de soluciones innovadoras y los arquitectos estaremos invitados a experimentar y explorar nuevas ideas, además de evaluar si funcionan las que se han implementado, y cuando sea posible escalarlas a intervenciones permanentes.

A partir de este análisis surgen nuevas preguntas y diversos caminos para futuras investigaciones encaminadas a afrontar la arquitectura después del COVID-19, donde es inminente la participación gremial y colaborativa para impulsar políticas públicas que conduzcan a repensar la ciudad; manuales para el rediseño de oficinas; estrategias para la adaptación de los espacios domésticos existentes; nueva reglamentación para edificios hospitalarios y públicos; así como la actualización de la normatividad, principalmente en criterios de habitabilidad de la vivienda social y manejo de la tecnología como medio de comunicación para la convivencia.

Para finalizar, basada en las respuestas emitidas en la muestra, concluyo que los arquitectos aún nos encontramos en un período de asimilación de la nueva normalidad. Es evidente la preocupación por la actitud que impera en nuestro entorno, frente a una sociedad despreocupada por cumplir los protocolos de distanciamiento físico e higiene ante la crisis sanitaria; no perdamos la esperanza por lograr el futuro que queremos como sociedad, porque somos piezas clave en la construcción de la ciudad. Sigamos sumando y aportando, porque esto es ser arquitecto durante y después del COVID-19.

*Maestra en Vivienda por la Universidad Politécnica de Catalunya. Maestra en Arquitectura por la Universidad Autónoma de Baja California. Docente de la Licenciatura en Arquitectura de Universidad Xochicaclo campus Ensenada. Secretaria de Superación Profesional del Colegio de Arquitectos de Ensenada, A.C. (CAE). mail: colegioarquitectosensenada_sec@gmail.com

Bibliografía: https://www.cushmanwakefield.com/en/netherlands/six-feetoffice https://www.instagram.com/tv/B_i2xmoniNc/?utm_source=ig_ web_button_share_sheet https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/volver-a-lacallle-soluciones-innovadoras-nuevo-comun-sostenibleresiliente-inclusivo-distanciamiento-fisico-coronavirus-covid19- pospandemia-poscovid-espacio-publico/ Encuestas realizadas a través de WhatsApp a los arquitectos del Colegio de Arquitectos de Ensenada, A.C. egresados de la Licenciatura en Arquitectura de Universidad Xochicalco campus Ensenada.

Clases en línea

Por Adriana Cortés Smith*

En marzo de este año, la Secretaría de Educación Pública (SEP) comunicó que ante el eminente y necesario confinamiento a nivel mundial a causa del COVID-19, se establecería una estrategia para que los alumnos pudiéramos continuar con nuestra formación desde casa, y así no perder el ciclo escolar.

Lo anterior se vio respaldado por el Programa Aprende en Casa, iniciado el lunes 20 de abril y con el cual se atendió a alrededor de 30 millones de estudiantes mexicanos que reiniciaron clases de manera virtual.

Hasta ese momento era posible considerar que la pandemia ocasionada por el coronavirus no había afectado completamente a la sociedad, pues aún se estaban realizando acciones para mantener estable la escolarización de los estudiantes ante un posible regreso a la normalidad. Sin embargo, ahora a cuatro meses de la puesta en marcha de la educación no presencial debemos preguntarnos: ¿realmente está funcionando?

Catalino Zavala Márquez, secretario de Educación en el Estado de Baja California, expresó que Esteban Moctezuma Barragán, su homólogo a nivel federal, dio a conocer en el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (Conaedu) una estrategia integral que permitiría a la SEP brindar a estudiantes una educación a distancia de calidad y excelencia, a través de las herramientas que ofrecen Google y YouTube, contribuyendo a la continuidad de las actividades durante el período de contingencia nacional por el COVID-19.

En estos momentos la cuestión más importante es saber si en realidad todos los estudiantes estamos aprendiendo y realizando las actividades que se nos solicitan, considerando que como no se asiste a clases presenciales no hay un tutor que nos vigile e inste a trabajar.

La realidad es que la mayoría de los padres de familia han tenido que seguir con sus empleos y esto los limita al hecho de simplemente encomendar a sus hijos a que hagan sus tareas, y nada más; no pueden estar todo el tiempo junto a ellos para controlar que trabajen o para guiarlos cuando surja alguna duda.

En esta búsqueda por saber si en verdad las clases en línea han valido la pena o son sólo una pérdida de tiempo podemos encontrar que la finalidad principal de esto fue no perder el ciclo escolar; situación que ahora constatamos, se logró. El esfuerzo realizado por los alumnos para desempeñarse de la mejor manera, previo a una enfermedad que se esparció por el mundo afectando a una gran parte de la población, rindió sus frutos gracias a esta modalidad de clases.

Docentes, alumnos, y personal administrativo, se esforzaron a sobremanera para lograr que el ciclo escolar anterior finalizara, y para que las clases en línea resulten de manera exitosa. Pero esta noble labor ha estado acompañada de una falta de certeza sobre la cantidad de estudiantes a los cuales resulta útil este modo ‘obligatorio’ de educar.

Debemos tomar en cuenta que hay muchas desventajas al no tener clases presenciales, y quizá la más importante sea la concentración. Si usualmente con la educación presencial los alumnos sufren de falta de concentración y de distintas distracciones, imaginemos cómo será en su casa, frente una pantalla, con diversos factores para apartarlo fácilmente de sus deberes académicos. Juegos en línea, juguetes, las mascotas, aburrimiento, cansancio, deserción, son sólo algunas de las variables más comunes que podrían presentarse en el alumnado de cualquier nivel escolar para sacarlo de la única actividad que debería llevar a cabo: educarse desde casa.

Sólo el tiempo podrá determinar qué tan efectivas han resultado las clases en línea; pero no podemos perder de vista que gran parte de esa efectividad está en nosotros mismos: los alumnos. Aún estamos a tiempo de sacar el mejor provecho de una modalidad educativa que más allá de ser el futuro cercano de nuestra formación, es el presente.

*Alumna de segundo semestre de Preparatoria Xochicalco campus Ensenada.

Innovación: un nuevo estilo de vida

Por Mtro. Fabián Martínez Escalante*

Hace casi 25 años el reconocido genio y empresario Bill Gates en una de sus entrevistas dio una fuerte declaración: “si tu negocio no está en Internet, tu negocio no existe”. Es muy posible que la mayoría haya hecho oídos sordos a estas palabras de uno de los hombres más ricos del planeta.

Este hombre visionario creador de la compañía monstruo Microsoft se adelantó a sus tiempos y declaró que aquellos que adoptaran la innovación como un hábito serían los líderes, y por ende los que destacarían en sus modelos de negocio. Aquellos que siguieron su consejo como Jeff Bezos hoy se encuentran acompañando a Bill Gates dentro del ranking de los hombres más millonarios según Forbes.

Thomas Alva Edison, uno de los personajes más innovadores de todos los tiempos dijo hace 100 años: “No quiero inventar nada que no se pueda vender”.

Según Peter Drucker (1985) “la innovación es la herramienta específica de los empresarios innovadores; el medio por el cual explotar el cambio como una oportunidad para un negocio diferente. Es la acción de dotar a los recursos con una nueva capacidad de producir riqueza”.

Tengo muy presente un dicho frecuente de mi abuelo cuando pasaba una situación o un cambio que pocos veían venir: “hijo, la música cambió, ahora hay que bailar de otra manera”. Este 2020 la música cambió, sí, y de manera drástica; nos sorprendió y afectó a más del 80 por ciento de todos los sectores hasta el punto en que varios de ellos desaparecieron, mientras los que logren sobrevivir quedarán en muy malas condiciones con una recuperación que tardará algunos años.

Según estudios recientes el tambaleo de los sectores se debe a que no estaban innovando ni siquiera en niveles básicos como para que les permitiera por lo menos atravesar la tormenta que trajo el COVID-19. No hubo sector que se salvara de ser afectado, aún aquellos que se dedican al sector salud (equipo médico, farmacia, hospitales privados, etcétera) vieron cómo la pandemia amenazaba su aumento en la producción debido al riesgo de contagio de su fuerza laboral.

En la actualidad el tema de la innovación es sinónimo de desarrollo y crecimiento para cualquier empresa en la mayoría de los países, en especial los que se encuentran más desarrollados; pareciera que aquellas naciones más ricas y prósperas son las que están ocupando las primeras posiciones en la tabla mundial del ranking. No es casualidad que los países que aparecen en los primeros lugares de innovación (Global Innovation Index) como Suiza, Estados Unidos, y Alemania, sean potencias económicas. Este tema siempre ha estado ligado al progreso y buena economía de las regiones que la desarrollan. Lamentablemente México figura en la posición 56 de esta lista de países innovadores, de ahí la desventaja de nuestras empresas para competir.

Para comenzar a revertir nuestra posición, las universidades deberán hacer cambios drásticos en su manera (modalidad) de impartir el conocimiento, invertir más en innovación en todas sus áreas educativas. Tendrá que ser la universidad la que dote de visión y hambre a sus egresados para que aporten nuevas cosas que transformen sus lugares de trabajo, independientemente de ser emprendedores o parte de una industria que cada vez es más exigente y competitiva.

Nuestra sociedad así lo demanda, como educadores deberemos ser parte fundamental del cambio de mentalidad en inculcar la innovación y ser menos conservadores; no nos podemos dar el lujo de ser iguales, sobre todo tomando en cuenta el pobre lugar que ocupamos en el ranking mundial de países innovadores.

Estos tiempos hicieron ver a los pequeños y medianos visionarios que siempre estuvieron trabajando en innovar, el hecho de no quedarse a ser parte del montón de empresas negadas al cambio y que regularmente tienen un ciclo de vida muy corto. Estas marcas no sólo se preocuparon por transformar sus productos o servicios, fueron más allá y trabajaron en la novedad de sus procesos; por ejemplo: una empresa local dedicada a la venta de comida japonesa además de crear nuevos productos se preocupó también por mejorar en sus procesos de producción (menor tiempo), se valieron de la tecnología para vender rápido y eficiente por medio de una aplicación en la que podías armar tu platillo y pasar a recogerlo sin necesidad de hablar con una persona. Este tipo de formas de trabajo es lo que marcó la diferencia de la nueva realidad que vivimos, al cambiar las reglas de restringir el comer dentro de un establecimiento, o peor aún, no poder ingresar siquiera a un restaurante para realizar tu pedido para llevar.

Mientras miles de tiendas tuvieron que cerrar las puertas de sus negocios y con ello poner en gran riesgo su permanencia, otras empresas como Amazon consolidaron su negocio considerablemente, ya que anunciaron la contratación de 100 mil nuevos empleos sólo en Estados Unidos y Reino Unido, cuando la crisis por desempleo es alarmante para la mayoría de los sectores, y esto apenas es el inicio. Es imposible que el consumo se detenga, sólo cambia de canal. Este confinamiento nos enseñó que la demanda de los consumidores se cargó del lado de las compras en línea y el principal ganador se llama Amazon.

Netflix es otro de los grandes ganadores de esta nueva realidad, ya que debido a la cuarentena su número de suscriptores subió notablemente y ni el más optimista de sus directivos hubiera imaginado que en lo que va de 2020 superarían los 15 millones de nuevos suscriptores. Ni qué decir de las tiendas de video y las compañías de televisión por cable o satelital; en el primero de los casos son historia, y en el segundo sus usuarios están migrando a este tipo de plataformas atractivas en contenido y entretenimiento. Amazon y Netflix tienen algo en común: vieron problemas que nadie veía, pero también vieron las soluciones a esos problemas como nadie; sin duda visionarios en sus respectivas áreas de negocio.

En el sector alimentario hemos sido testigo de una revolución en su forma de entrega a domicilio, pues la llegada de nuevas plataformas y aplicaciones hicieron que hasta los más pequeños se subieran al barco de nueva realidad. Podemos ver por las avenidas a jóvenes con mochilas verdes de reparto de Uber Eats principalmente, algo con poco tiempo pero indudablemente un servicio que llegó para quedarse.

Esta nueva realidad que vivimos la podemos tomar de dos maneras: podemos fatalizar la situación, entrar en pánico y bloquearnos de miedo para terminar paralizados y pasivos ante una pandemia que no es la primera que vivimos y desgraciadamente no será la última que tengamos.

O podemos aprovecharlo y verlo como una oportunidad de sumarnos a una nueva realidad con otras formas de aprender, de consumir, de comportarnos, y de vivir, pensando que la innovación será una parte integral de nuestra época para las empresas que quieran mantenerse vigentes en el mercado.

Ya nada será igual, platicaremos el antes y el después de la pandemia, recordaremos nuestra vida sin el uso de cubrebocas y gel anti-bacterial, sin abrazos, besos, y saludos de mano, que tardarán en volver debido a esta crisis de salud.

Podemos ver el poder y el auge que ha tomado la tecnología en la forma de hacer comercio, de comprar y vender productos o servicios sin tener una tienda o espacio para mostrar el inventario. La innovación hizo posible que una compañía de taxis (Uber) sea la más grande del mundo sin poseer un solo un taxi.

Hoy podemos viajar a cualquier parte del mundo y la disponibilidad de habitaciones de los hoteles ya no es un problema, pues unos estudiantes idearon la forma económica, práctica, y rápida de rentar cuartos desocupados de tu casa a turistas provenientes de cualquier parte del mundo; la llamaron Airbnb, y son también los que cuentan con el inventario de habitaciones más grande del mundo sin un solo hotel.

La innovación es sin duda la introducción de nuevas formas de contender que lleven a una redefinición de la industria, para tener una ventaja competitiva.

*Director de Posgrados de Universidad Xochicalco campus Mexicali. MBA y Maestría en Marketing. Doctorante en Administración.

El Renacimiento y su vigencia – parte I

Por Mtro. Arturo Gutiérrez De Alba*

Todas las criaturas están ontológicamente determinadas por la esencia específica que les ha sido dada, a ser aquello que son y no otra cosa. En cambio el hombre es la única criatura que ha sido colocada en la frontera entre dos mundos y que posee una naturaleza no predeterminada, sino constituida de un modo tal que sea él mismo quien se plasme y se esculpa de acuerdo con la forma previamente elegida. -Giovanni Pico della Mirandola.

Es sumamente complicado definir el lapso que abarcó esta etapa en la historia de la humanidad. Algunos autores intentan fecharla al momento de la absorción del Imperio Bizantino con la ocupación de Constantinopla por los turcos en 1453; otros aseguran que inició al momento en que Cristóbal Colón llegó en 1492 a lo que posteriormente sería llamado América; otros más se inclinan por asegurar el comienzo al establecerse la Reforma Religiosa a manos de Lutero en 1517 1 . Existen también autores más atrevidos que insisten en apuntar que la génesis renacentista se debe colocar en el momento en que las publicaciones de los tres grandes literatos italianos: Dante Alighieri (1265-1321), Francesco Petrarca (1307-1374) 2 y Giovanni Boccaccio (1313-1375), señalaron una sociedad frívola y amante del hedonismo. Pero si existen complicaciones para señalar el comienzo, más problema arroja determinar el final. Incluso algunos autores aseguran que aún seguimos viviendo en el Renacimiento, debido a las características que se presentan en cuanto al establecimiento del estilo de vida moderno en que vivimos desde entonces. No obstante, la mayoría de los intelectuales coinciden en puntualizar que concluyó al iniciar la Ilustración a principios del siglo XVIII.

El término Renacimiento se acostumbra emplear para designar “el período histórico en que la tensión humana se vuelve con mayor interés hacia la cultura grecolatina; la estudia, la hace suya para crear formas espontáneas y originales. Es un período en el que se modifica y remoza la vida intelectual, y material de toda Europa”. Sin embargo, la realidad que se presentó en la estructura renacentista va mucho más allá de la simple tesis de regresar al universo grecolatino.

Se estableció una nueva cultura abriendo la puerta para la expansión de distintas formas de concepción material como punto de referencia del actuar moral, sin que se fijara un punto específico o, al menos de relación que marcara el orden y un objetivo común en las personas. La independencia de la voluntad reflejó la disolución de la cultura providencialista, dando paso al énfasis que se otorgaba a los conocimientos técnicos que no podían ser alcanzados por todas las personas, ya que exigían estudios y habilidades especiales marcadas por aquellos que la delimitaban. El desempeño de la vida se alejó de cualquier consideración ética otorgando más valor a las profesiones que al desarrollo espiritual. La figura del Estado perdió prestigio y con ello se convirtió en algo molesto para el ciudadano desencadenando la apatía en unos y, en otros incluso la molestia al sólo escuchar instituciones y mandatos del mismo gobierno.

Las nuevas habilidades que importaban ya no eran las antiguas virtudes cívicas, sino determinados contenidos técnicos que no podían hallarse en poder de todos porque exigían estudios y disposiciones especiales. En cualquier caso, perdieron el antiguo contenido ético y conquistaron otro más propiamente profesional. El administrador de los asuntos públicos se convirtió en funcionario, el soldado en mercenario y junto a ellos nació el hombre que sin ser ya el antiguo ciudadano ni el nuevo técnico, asumió ante el Estado y ante toda clase dominante una actitud de desinterés neutral o incluso de aversión.

La persona buscó una nueva identidad iniciando el camino para encontrarla partiendo de la confusión. Rompió o le hicieron romper con todo el pasado que al fin había servido como marco de referencia, que continuado le permitiría iniciar un camino probado y seguro. El cambio que más bien fue la cancelación de todo lo anterior por conveniencia de los intereses de la nueva clase dominante, desintegró toda posibilidad de continuar con la confianza que otorgaba el vivir dentro de una formación en cuanto a que persona. El hombre creyó ser libre –en tanto a sí mismo– recurriendo reiteradamente al pensamiento y a las actitudes propuestas por el egoísmo que por consecuencia lo arrojaron al individualismo. La importancia de verse y sobre todo de sentirse parte integral de la comunidad empezaba a convertirse en algo anticuado, fuera de uso. El concepto de individuo –un ser particular que no se conjuga en plural– absorbió toda la atención de lo que era el antiguo ciudadano y la persona se transformó en individuo. Pero no acabó ahí la nueva estructura de pensamiento dictada por el interés del momento, sino que, “como resultado de la separación entre hombre y ciudadano, surgió la separación entre ética y política. Hasta –entonces refiriéndose a– Aristóteles, la ética clásica estaba basada en la identidad entre hombre y ciudadano que desembocada permanecía implantada en la política y más bien subordinada a ésta”.

La guerra se convirtió en una profesión que se abandonó a unos empresarios especializados, los condottieri 3 , gente de procedencia muy distinta, advenedizos afortunados en su mayoría, y entre lo que nada recordaba la antigua fidelidad feudal. Desde entonces, y alimentada a la vez por la nobleza y la nueva jerarquía social, se instituyó entre todos aquellos que se unieron por su género de vida, su instrucción, sus gustos y sus placeres, una especie de aristocracia mundana que no tenía semejante en un país más que en Florencia. La antigua sociedad se disgregó. La ausencia de unidad en Italia que tanto lamentaba Maquiavelo, fue sin duda la condición que produjo su ruptura con el pasado. No habiendo estado nunca encuadrada en un Estado único, Italia pudo ser entonces, frente al resto de Europa, algo así como lo que fue Grecia para Roma.

Estaban tan desligados de las concepciones teológicas como de las construcciones jurídicas que pesaron hasta entonces en la apreciación de la política. La vida urbana rebasó los estrechos marcos de la Edad Media 4 y se convirtió en cívica. La política en esos momentos se alejó de toda consideración ética. El comercio y cualquier negocio, recibió el mismo principio. En sí todos los asuntos, entendidos como actividad humana, obedecieron a una ética por conveniencia. La religión no estuvo exenta de la misma concepción y tratamiento. El laico despejó ese sentimiento de inferioridad por no ser monje y por no pertenecer a la perfección del renunciamiento. Muchos nobles y burgueses limpiaron su memoria donando bienes para la edificación de órdenes monásticas, iglesias, conventos, hospitales, etcétera.

En el Renacimiento la vida fue demasiado apremiante, demasiado absorbente y sumamente apasionante para que incluso los espíritus más nobles pudieran sentirse a gusto dentro de una concepción que la condenara. La mayoría se abandonaron a ella, y esto tanto más fácilmente cuanto que el clero en su mayor parte les dio su ejemplo; porque él mismo se dejó arrastrar por la corriente. La corte pontificia exhibió el lujo más ofensivamente esplendoroso.

Los papas durante esa etapa mostraron con el ejemplo la forma de vivir la investidura eclesiástica. Los ideales hedonísticos se apoderaron de la jerarquía sacerdotal llevando los mejores artistas a Roma para dotarla de palacios, iglesias, y monumentos que fueran dignos de la capital católica. Pocos papas se ocuparon de su apostolado, la mayoría convirtió su posición privilegiada en camino fácil para hacerse dueños de un poder despótico lleno de goces sensuales. Desde Eugenio IV (1431-1447) hasta Julio II (1503-1513) –82 años ocupados por 10 pontífices– alejaron de toda vergüenza cualquier postura indigna. El poder se concibió antagónico a cualquier posición moral propiciando fuertes críticas de una nueva sociedad intelectual compuesta prácticamente por burgueses 5 que hallaron justificación para delinear el inicio de su postura antieclesiástica que a la postre inclinaría la aceptación por el protestantismo de Lutero y, más conveniente aún, el de Calvino.

La ambición económica de la Iglesia no conoció freno al encargar el manejo de sus bienes a poderosos banqueros como la familia de judíos Fugger (siglos XV y XVI) 6 oriunda de Augsburgo (Baviera). Hacia 1502 Jakob Fugger fue designado por encargo del tristemente papa aragonés Alejandro VI (1492-1503) 7 de cobrar las rentas fiscales del papa, y fue también nombrado por el mismo pontífice, agente para la venta de las indulgencias ya que previamente le adelantaron a la Iglesia los fondos necesarios para acabar la construcción de la basílica de San Pedro.

Los eruditos que se dedicaron a la interpretación y divulgación de las obras grecolatinas recibieron el nombre de humanistas; es decir, y en un concepto más amplio, los humanistas eran aquellas personas que enseñaban y cultivaban la gramática, la retórica, la poesía, la historia y la filosofía. Para la mayoría de los autores latinos humanitas no significaba exactamente lo que los griegos habían expresado con el término paideia (educación y formación del hombre). La razón humana volvió a valerse preferentemente de su propia observación, experiencia y deducción. El mundo se deshizo de los viejos prejuicios y se enfrentó con la realidad para interpretar de nuevo, con mayor libertad crítica, los fenómenos naturales y humanos. Reconoció el hombre la libertad ante la providencia divina. Pero ante todo y, en términos generales, un humanista no era quien subrayaba el valor humano, sino quien se dedicaba a las bellas artes y en particular a la literatura.

Entonces el hablar de humanismo encausado a la parte del desarrollo humano en cuanto a su naturaleza del ser (ontológico), influyó en una mínima parte el movimiento renacentista. Incluso la mayoría de las veces se perdió esa formación de la persona para ponderar en un nivel más alto la subjetividad en los valores y en la trascendencia del hombre.

Notas: 1. La Reforma Religiosa fue la mayor revolución religiosa en la historia del cristianismo. Se hizo contra el papado y sus consecuencias fueron tales que transformaron radicalmente el universo religioso, político, y social del territorio Occidental. Los motivos fueron varios: venta de indulgencias, beneficios eclesiásticos, dispensa de justicia en los tribunales eclesiásticos, entre otros. Sin embargo lo que quizá detonó con mayor fuerza las pretensiones de la Reforma, fue aquello que se refería a disminuir el poder de la Iglesia con el objetivo de dejar ese espacio de poder para ser ocupado por la fuerza de la burguesía. Se sabe que el poder es absoluto ya que de lo contrario no sería poder, y mientras se encuentre en esas condiciones jamás será ocupado por otro poder. Es decir, el poder es uno y total, no puede existir a medias porque entonces no abarcaría el poder. 2. El verdadero nombre de Petrarca era Petracco o Petráccolo. Siguiendo la moda helenizó su apellido cambiándolo por el que conocemos. 3. De condotiero: acto de tomar tropas a sueldo. 4. La Edad Media para la nueva clase dominante sólo fue un período intermedio entre las glorias de la antigüedad y las de los tiempos modernos. 5. Aunque el término burguesía no fue acuñado hasta la época de la Revolución Francesa (1789-1799), se usa aquí para ubicar la nueva jerarquía social que patrocinó al Renacimiento. 6. Fueron tres hermanos. Jacob, el menor, pronto adquirió la supremacía indiscutible. Extendió y aumentó las importaciones de metales, especies, sedas, hierbas medicinales, terciopelos y obras de arte, etcétera, convirtiéndose en la mayor potencia económica privada. En 1502 recibió el encargo de recaudar las rentas fiscales del papado y fue nombrado agente para cobrar la venta de indulgencias. Muchos monarcas y nobles se convirtieron en deudores pagando parte del capital prestado con concesiones de diversos tipos. Los descendientes de los primeros Fugger continuaron con la empresa hasta que se pierde su rastro en el transcurso de la historia. 7. Alejandro VI, Rodrigo Borja, fue cardenal a los 25 años de edad por órdenes de su abuelo el papa Calixto III. Posteriormente en 1492 fue elegido papa. Tuvo dos hijos llamados César y Lucrecia.

*Maestro en Historia. prietoalba@yahoo.com.mx

Egresado con huella

Por Luis Valdez*

Mtro. Juan Ramón Mancilla Márquez

Egresado de la III Generación de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo

El maestro Juan Ramón Mancilla Márquez es un miembro más de nuestra familia de egresados que deja huella. Él forma parte de la III Generación de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo, y actualmente se desempeña en el sector público, al interior del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En entrevista para La huella del coyote nos platicó que la razón que lo llevó a especializarse en el área del derecho constitucional fue la necesidad de continuar preparándose académicamente, debido a que su área de trabajo le demanda una actualización continua.

“Sin duda una de las mejores experiencias que guardo al haber estudiado esta especialidad es, más allá de los conocimientos adquiridos durante mi formación, la retroalimentación e interacción que tuve con mis compañeros y maestros; son intercambios realmente enriquecedores”, relata el maestro Mancilla.

“Desde mi punto de vista, mi mayor logro al desempeñarme en esta disciplina, ha sido continuar sirviendo a la sociedad con profesionalismo y ética”.

Ramón nos comentó que las áreas del derecho que más le apasionan son las de comercio exterior, penal, y de seguridad social, pues considera que son de mucho dinamismo y representan un reto constante.

Se considera a sí mismo como una persona leal, trabajadora y honesta, y en 10 años al futuro tiene claro que continuará siendo alguien exitoso dentro del campo laboral en el que ejerce.

“En cuanto a mis metas a corto plazo, por supuesto tengo pensado seguir trabajando, ya que esto es lo que me mantiene estable; a mediano plazo, buscar una nueva área para actualizar mis conocimientos académicamente; y a largo plazo me gustaría concretar algunos objetivos personales de vida que tengo trazados”, explica.

“En mis ratos libres me gusta practicar algún deporte, disfruto mucho leer, y por supuesto trato siempre de dedicar el mayor espacio a mi familia. Otra de las cosas que disfruto es practicar la charrería”.

Como recomendación a los estudiantes de la Maestría en Derecho Constitucional y Amparo el maestro Mancilla les aconseja siempre seguirse preparando académicamente; y como mensaje para su alma máter:

“Estoy enteramente agradecido por haberme instruido en sus aulas y por siempre continuar promoviendo e inculcando la excelencia académica en los alumnos. Muchas gracias”, finalizó.

*Editor y creador de contenidos en Universidad Xochicalco.

Humor

Ilustración: L.D.G. Laura Márquez López.

This article is from: