Yennayer. Celebración año nuevo Amazigh 2969. La cultura Amazigh o Bereber, primero fue invadida por los imperios
Bizantino y Romano y desde el S.VII hasta hoy sigue resistiendo a la asimilación árabe en distintas zonas del norte de África. Por ello y con motivo de la celebración del año nuevo Amazigh ‘Yennayer’, hoy más que nunca cobra relevancia la efeméride de la festividad, con motivos reivindicativos hacía una cultura que quiere mantenerse viva.
Enrique Fernández Teniente
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Ibrahim, forma parte de la tribu Amazigh Aït Hadidou. Reside en Akanuanin –Medio Atlas– poblado bereber situado entre los lagos Isli y Tsli a 25 kilómetros de Imilchil, el pueblo con servicios más cercano.
Mohamed es uno de los pastores de Akanuanin. Antiguamente los pastores Amazigh eran migrantes estacionarios, nómadas, se desplazaban a lo largo de la geografía Marroquí en busca de pasto para su rebaño.
Detalles de escritura árabe. Muchos de los habitantes de Akanuanin, Idiroudouho, hablan Tamazigh, perteneciente a la rama filológica de su cultura. Aún así, poco a poco y debido a la asimilación árabe de estos poblados, el Tamazigh se va desdibujando y muchos de los habitantes de Akanuanin no saben escribirlo.
Habidda, mujer Aït Hadidou. Tradicionalmente la cultura Amazigh ha tratado de ser autosuficiente, independiente. Hoy en día poco de ese modo de vivir y entender la vida ha cambiado, dónde sus principales sustentos siguen siendo la agricultura y los rebaños de cabras.
En la cultura Amazigh los festejos se realizan entorno a la mesa, degustando platos típicos cómo el cuscús, el tajine y dulces llamados Brighwat a base de frutos secos. Para los Amazigh, los sentimientos de familia, hospitalidad y compartir se dibujan comiendo todos juntos del mismo plato.
Hamou, prepara el té tradicional con menta. Se trata de una bebida adherida y expandida en la práctica totalidad del mundo árabe. El té, además de una costumbre, es una potente herramienta social.