Henry Padilla Londoño
El Camino angosto
El camino angosto Prosperidad, paz, amor, felicidad, es algo que la mayoría queremos, anhelamos en nuestras vidas. Como cristianos, pensamos que tenemos derecho a tener estas “cosas”, porque Cristo ya las conquisto para nosotros, y en forma altiva las pedimos de la vida, de Dios, de las circunstancias. Cuando algo malo nos sucede, le echamos la culpa al diablo, y cuando algo bueno pasa es que lo merecíamos y Dios nos lo ha dado. Esta forma de pensar y de vivir, nos lleva más y más a un abismo de sentimientos encontrados, donde algunos naufragan a la mitad del camino, sin poder explicarse la razón de lo que les pasa. Ser cristiano, se ha convertido en decir a todo pulmón, que merezco estar bien, porque Cristo ya murió, y que ahora yo debo estar bien. Como sé que no todos estarán de acuerdo conmigo en estas palabras, si el lector no considera que esto que hablo esté en discusión, por favor deje estas palabras a un lado y siga su camino. Queremos un estado de bienestar material absoluto en la tierra, y decimos que esto es lo que gano Cristo. Pero ¿es esto cierto? ¿Quiere Dios esto? Cuando nacemos de nuevo, nuestro espíritu es renovado, nace de nuevo, recibimos la vida de Dios en nuestro espíritu, y empezamos a tener comunión con Dios. Pero nuestra alma y nuestra mente, siguen la misma de antes, y como ya todos sabemos comienza esa lucha.
Henry Padilla Londoño
El Camino angosto
Este no es el tema de este texto, este tema lo trato en el libro “El evangelio del Reino de Dios” que puede ser leído gratuitamente en Internet. Lo que quiero acercarme ahora es un tema aún más candente, que puede llevar a algunos a poner el grito en el cielo. ¿Por qué los cristianos, tenemos que pasar por adversidades, dolores, persecución, chismes en nuestra contra, y aun la muerte? Le pido al lector que medite por un momento en la historia, en los últimos dos mil años, los verdaderos cristianos, han sido perseguidos, maltratados, muertos, ¿Por qué esto? ¿Es acaso el plan de Dios para algunos estas persecuciones? ¿En que concuerda esto, con el evangelio de la prosperidad, no solo económica, sino de todo aspecto, que se predica actualmente? ¿Quizás ellos no sabían este evangelio? ¿Es otro evangelio? Voy a decir algo que posiblemente va a hacer pensar a más de uno: Si en este momento, fuéramos arrebatados ante la presencia de Dios, muchos de nosotros, que nos llamamos cristianos, seriamos consumidos, y rogaríamos ser sacados de esa tortura. ¿Por qué? Porque Dios es Santo, en el no hay sombra de iniquidad y delante de él no habrá iniquidad alguna. Muchos gritaran en este punto: “Pero somos revestidos de Cristo”. Si, ese es el propósito de Dios, pero mi pregunta directa es: ¿Eres tú en este momento completamente revestido de Cristo? No digas, “bueno, nadie lo es, o sino estaríamos en el cielo”. Exacto, ¿por qué no estamos en el cielo?, si Cristo a traído el cielo a nosotros, porque nos
Henry Padilla Londoño
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salimos del cielo y queremos andar por la tierra, para luego algún día volver al cielo. Volveré a este punto más tarde. Muchos, le echamos al diablo la culpa de todo lo malo que pasa, hemos memorizado algunos versículos y decimos: “No tenemos lucha contra sangre ni carne, sino….”. Pensemos por un momento en lo que decimos: Cristo, fue en todo igual a nosotros, tuvo las mismas luchas, pero no peco. Cristo llevo esta lucha hasta el final, hasta poner su vida por nosotros, esta era su fe, así vivió y así murió para volver a vivir. Cristo fue perfeccionado en la obediencia a través de aflicciones. “Porque convenía que aquel por cuya causa son todas las cosas, y por el cual todas las cosas subsisten, habiendo de llevar á la gloria á muchos hijos, hiciese consumado por aflicciones al autor de la salud de ellos..” Heb 2:10 Cristo en su espíritu era perfecto en todo, había creado al mundo y el mundo subsistía por él. Pero cuando toma forma de hombre, tiene que crecer en sabiduría humana, tiene que aprender obediencia, tiene que sujetar su voluntad a la del Padre. Tiene que pasar por tentaciones y superarlas, porque esto lo perfeccionaba para llevar a cabo la obra que el Padre le había dado para hacer. Después de ser bautizado por Juan el bautista, Jesús, es llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado, y ¿por quién es tentado? Por el diablo. ¿Quiere esto decir que el diablo y Dios están trabajando juntos para llevar esta obra a cabo? NO.
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Pero Dios permite que Satanás se acerque a su único Hijo para tentarlo, porque esto hará más fuerte a Jesús, le dará ese último toque que era necesario para llevar acabo su tarea. Dios sabía quién era Jesús, lo conocía en detalle, él era parte de la deidad, y estuvieron juntos cuando crearon el universo. Un solo Dios, no dos, ni tres, solo un Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Cristo en su espíritu también sabía quién era, ¿pero entonces porque era necesario que Jesús pasara por esto? Jesús, Jesús hombre tenía que pasar por esto, y de esta forma llenarse más de la obra que debía hacer. Quiero decir, su alma, su pensamiento, el Hijo del hombre. El Hijo del hombre, tiene que ser perfeccionado. Por medio de tribulaciones, y diferentes situaciones, Jesús, el Hijo del hombre es perfeccionado. Jesús, uno como nosotros, llevo esto hasta el final y nunca peco. Tuvo luchas, se angustio, tristeza, hambre, dolor, fue dejado solo por todos sus amigos, golpeado, traicionado por sus mejores amigos, aclamado como un gran hombre y al otro día escupido en la cara. Pero lo peor fue quizás, cuando tomo nuestro pecado, entonces el Padre se apartó de él, en esos momento, como lo dice el salmo, fue rodeado por fuertes toros, que acorneaban sus lados, que gritaban a sus sentidos, que se burlaban y le decían: “Te equivocaste, hombrecito, creíste cambiar el mundo, mírate ahora, Dios te ha dejado, el mundo te odia y pronto vas a morir”. Cuando busco quien lo ayudara, no encontró a ninguno, es entonces que clama: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” La
Henry Padilla Londoño
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respuesta a esta pregunta era: “Por que llevas el pecado de Henry y de todos” Pero aún en esta situación, nuestro gran Señor, no peca, y confía en Dios, se entrega en sus manos, entregando su vida. Cuando Jesús hace esto, el Espíritu del Señor lo ha dejado, el Padre se ha apartado de él, solo Jesús, y su fe indomable en el Padre pasan por este momento. Así tenía que ser. Nadie, ni en la tierra, ni en el cielo, a excepción del Padre y el Espíritu Santo, ni en el mundo espiritual de maldad, sabía lo que realmente estaba pasando. Para los demonios, era un momento de fiesta, ellos realmente creían que habían vencido. Me he apartado un poco del tema, pero el Señor sabe por qué. Jesús, es entonces perfeccionado por aflicciones, su alma tenía que en todo confiar en Dios, su mente tenía que en todo entregarse a la voluntad de Dios, y así lo hizo. Algunas personas, creen que se llega a ser cristiano, para poder vivir ahora muy bueno, no tener ningún problema y luego irse para el cielo. Y Aun esto se predica del pulpito. Pero si esto recibes, yo te digo, no andas detrás del Señor Jesús, estas siguiendo tus propias ilusiones o has sido engañado por alguno y estas camino al abismo. En nada concuerda con las muchas veces en la Palabra, que el Señor, y los Apóstoles, nos dicen que tendremos
tribulaciones
y
persecuciones. ¿Y por qué permite Dios esto para su pueblo? Creo que ya empezamos a ver la respuesta, porque Dios quiere
Henry Padilla Londoño
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perfeccionar a un pueblo, santo y sin mancha y lo prepara para que este con él para siempre. ¿No es suficiente Cristo? SI, eso es lo que digo. Cristo nos ha hecho perfectos de una vez por todas, pero… quien lo sabe realmente en su corazón. Por medio de diferentes situaciones, Dios lleva este conocimiento al corazón del hombre, hasta que un día se podrá clamar con toda autoridad y humildad, Cristo me ha hecho perfecto, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Demos gracias Dios en todo, estas pasando por aprietos, da gracias a Dios y llénate de su abundancia, no dejando que nada te quite el gozo y la paz. Mejor tener un pedazo de pan, y comerlo con el Señor, que la casa llena de alimentos y el corazón lleno de cebo del mundo. Estas enfermo, da gracias a Dios, no por tu enfermedad, sino porque Dios está a tu lado y te levantara pronto, y llevara esta tu fe al corazón, llevándote de gloria en gloria. Dios ha estado mostrando esto en mi vida, confieso que ha habido momentos que recordaba con gran resentimiento, pensando que me habían dejado solo en ese momento y por eso había pasado lo que pasó. Pero ahora entiendo, que todo ha llevado a un más excelente conocimiento de Cristo. No fue Dios el que me tentó, ni Dios el que me lleva a enfermedad, ni Dios el que me trae necesidad, pero él lo permitió para llevar cada vez más a Cristo a mi corazón. El diablo lo quiso para mal, pero Dios lo ha llevado todo para bien. Otra cosa importante, el diablo solo puede usar, lo que yo tengo para tentarme. Si el diablo me tienta con lascivia, es porque mi alma de
Henry Padilla Londoño
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alguna forma anhela lascivia. Si el diablo me tienta con dinero, es porque mi alma y mi mente anhelan el dinero. No es solo un trabajo del diablo, el diablo es una tentador muy escaso, llamémoslo así, solo puede usar lo que tenemos. A Jesús lo tentó con lo único que tenía en ese momento, con el hambre, había estado cuarenta días sin comer, con ser Hijo de Dios, el Padre le acababa de decir tu eres mi hijo amado y con la autoridad, Jesús sabia la autoridad y la responsabilidad que estaba sobre él. No digas entonces el diablo me tentó y yo caí. Porque él diablo tienta a todo él que le muestra algo para ser tentado. Quien anhela estar con Dios, habitar junto a los carbones encendidos, en la presencia de la Santidad de Dios. Limpiémonos de todo pecado, seamos humildes bajo su mano, sometámonos, recibamos con alegría la disciplina y esto producirá en nosotros la joya de la Santidad. Henry Padilla Londoño