La soledad, lugar seco y desierto. Donde el hombre se oculta en su vergüenza. Donde en lo oculto los duros tentaron a Dios. Lugar donde muchos van a llorar, lugar de contradicción. Allí tiene su habitación el asno montés. De allí creará Dios ríos de agua nueva, camino nuevo. Lugar de espinos y de allí se cavaran torrentes. La rosa florecerá en la soledad, obra del Señor será. El hombre nace solo, su alegría está en encontrar compañera en su camino. El amor brota en la soledad, es obra de Dios, quien no ama está solo. Camino hay en la soledad, más claro que el sol. Pero oscura y tenebrosa es, sino andas por este camino. La tierra quedara sola, en el día de la ira del Señor. El Señor raerá el pecador de la faz de la tierra. Ya el pecado lo saco, solo queda el pecador. Refugio dio en Jesús, todo el que crea, encontrara refugio.
Una voz gritaba en la soledad, preparen el camino del Señor. Y la Gloria del Señor vino, todos la vimos, Cristo Jesús. La voz de miles se escucha en las tinieblas postreras. Ya viene, arrepiéntanse, busquen al Señor. Y el desierto será tornado en paraíso, El llanto del niño se terminara, y todos serán consolados. El deseado de todos los pueblos vendrá, y todo ojo lo vera. Fuego viene delante de él, solo la verdad prevalecerá. La soledad levanto sus manos, muriendo en agonía, y la sangre del cordero la alcanzo, y murió. Y Dios saco aguas en el desierto, camino nuevo. Gozo, alegría, se llenó de flores y frutos, aguas y bendición. Las lágrimas del que sufre en la soledad, del que llora por la verdad, Esas lágrimas tiene Dios en un cáliz, y las cuenta con esmero. Todas ellas encontraran respuesta, ninguna perecerá. Y los que se fueron en llanto se levantaran en alegría y gozo. Una cosa he aprendido, que el amor es el sentido de la vida. Dios es amor, busca a Dios. Henry Padilla Londoño