Mi regalo para ti hoy.
Henry Padilla Londo単o
Quise darte mi corazón, Y así mostrarte mi amor. Pero ya lo entregue al Señor. Quise darte lo mejor de mi, Algo incomparable, Porque te quiero con amor incomparable. El amor que viene de Dios, es puro, y lleno verdad. Es más fuerte que la muerte; perdona y olvida. No se puede tener, se vive. Lo recibes de Cristo. No se puede comprender; El Amor de Dios es, y nunca dejara de ser.
El amor de Dios es la roca estable; El mundo no lo puede ver, si no ven a Cristo. Se escapa de los sentidos, Es más que palabras. El amor de Dios levanta al caído; Da fuerzas al cansado; Da sanidad al que esta enfermo. Susurra al oído de todos los que aman a Dios. El amor de Dios era antes que el mundo fuese. En el creó el Señor todas las cosas. El amor de Dios tomó forma de hombre; Y fue clavado en una cruz, por amor a ti. Quise darte mi corazón; Y allí estaba el Señor, Jesús, que habita en mi corazón. Él es mi regalo para ti hoy. Henry Padilla Londoño