Ja sóc aquí Vuelvo hoy, 11 de septiembre a Cataluña, después de varios años. Las razones no tienen misterio, como dijera Defoe: «Por las particulares circunstancias de mi vida y en atención a la seguridad que debo prestar a mi negocio». Volver en uno que no se ha ido podría tener su delirio. En absoluto. La circunstancia física es irrelevante. Hace más de diez años que no me ocupo de los asuntos ni de los personajes locales. Las primeras impresiones del regreso son pura parada de monstruos.
En esa vuelta me espera una variada cadena de monstruos físicos y morales. Y el primero el mío, no me pillaréis, mendrugos, ¡que gasto peluca!
11 de septiembre de 2013
Mi destino es Mascarell, Rahola, Burniol, una Forcadell, el profesor Junqueras et alii... Un caldo corto. Aquel viejo spleen del joven que se fue y que no he olvidado: I am the master of my fate, I am the captain of my soul.* Cincuenta motivos para abandonar Liliput. Cataluña, Espanya, qué más da. Miro al cielo, henchido de cometas. Un lugar, cualquiera, en el mundo donde por fin ser emigrante con razón. Fue soltar amarras y empezar a crecer. Pasan los años y una pesadilla se repite: vuelvo a Barcelona. Pasan los años. Y ya estamos en el año de la peste. Y he vuelto, joder. (*) Invictus, William Ernest Henley (1849-1903)
12 de septiembre de 2013
probe Rubert, el intelectual «Cataluña es una identidad hecha de la relación dialéctica con una tierra, una lengua, unos dioses, unas leyes, unos linajes y un horizonte. Y observad que es curioso o premonitorio que estas cosas que forman una identidad nuestra, todas ellas en inglés empiezan con la misma letra “L”. Como esto del Learning de los coches...» «Fijaos, nuestro país, para que lo entiendan, es una diversidad y consonancia de, dicho en inglés:
Land
Language
Linage
Lord
&
Law Landscape.
Todo esto tenemos, todo esto somos, todo esto nos hace y todo esto hacemos…» «Queremos y necesitamos ser un país más de Europa, un país libre, un país independiente e interdependiente. Un país que no se distinga de los demás sino por el hecho de ser más próspero y, sobre todo, más justo y solidario. Pero, al tanto, solidarios sí, pero no soldados como aún estamos a España. No somos solidarios, estamos soldados y esto es lo que no queremos.»
Ánimos. Visca Catalunya!
17 de septiembre de 2013
Sí, sí Sacan pecho los nacionalistas: el 80% de los catalanes está a favor del derecho a decidir. Demos por buena la demoscopia (que es dar mucho por bueno), la vacuidad conceptual de ese supuesto derecho. El problema seguirá estando donde estaba. Porque un 81% del conjunto de los españoles exige también su derecho a decidir.
¿Se puede tomar una decisión contra el
80%
de la población de Cataluña?,
dicen los nacionalistas…
¿Se puede tomar una decisión contra el
80%
de la población española?
¿?
«El grave problema español es que nadie plantea este último interrogante»
19 de septiembre de 2013
Una cultura
Benvingut a BARCELONA
EL profesor Riquer no creía que hubiera una cultura castellana y una cultura catalana. Creyó que había una cultura que se expresaba en dos lenguas. Una cultura española. Este pensamiento complejo, y tan certero para describir parte de la circunstancia peninsular, volvía aún más idiotas A los que identifican mecánicamente lengua y cultura, que son aproximadamente los mismos que identifican Estado y nación.
¡A Barcelona no se viene a recuperar la razón!
Ante Riquer, Jordi Pujol dijo que se sentía a Cervantes igual de cercano que a Goethe. Al fin y al cabo estudió en el Colegio Alemán durante la época nazi. ¿No sería Cervantes tan extraño a la cultura catalana como Goethe? su alergia al Quijote tenía mucha razón de ser. Barcelona es fundamental en la novela. Hablo de su playa. Allí donde el caballero, en una escena desolada, recupera la razón. Esa playa cervantina le vino siempre a contrapelo al nacionalista.
ibic: JP
PVP: 18,5o €