El autor narrador de este libro recibe el encargo de escribir un texto con ocasión del IV centenario de la muerte de Cervantes y se topa con la misteriosa figura de la hermana del ilustre y genial escritor. Luisa de Cervantes Saavedra (1546-1622) con apenas diecinueve años entró, de la mano de Rodrigo, su padre, y de Miguel, su hermano, en el Convento de las Carmelitas Descalzas de Alcalá de Henares. Javier Ruiz, cotejando las fuentes que se conocen de Luisa, pero esencialmente a golpes de imaginación, rastrea sobre el pasado en este sugestivo libro escrito desde la admiración y el respeto hacia la biografiada, con una profunda curiosidad por una época en que las mujeres padecieron —como en tantas otras— la suprema injusticia de ser esclavas de Dios y de los hombres.