Esta visi贸n estereotipada es aceptada como propia por unos j贸venes, que perciben que ese es el modelo con el cual la sociedad espera que se identifiquen.
En un contexto histórico donde los referentes culturales tradicionales (la religión, la política, los ideales colectivos, etc.) han perdido influencia, la publicidad y los medios de comunicación ofrecen a los jóvenes una imagen con la que identificarse.
Esta identificación con los modelos juveniles fortalece en los jóvenes la idea de “normalidad”, como un elemento central en la cultura juvenil, ligado a los procesos de integración social.
En la medida en que los jóvenes actúan como creen, lo hacen los demás jóvenes y con ello se sienten más aceptados e integrados.
Âż Ser joven significa actuar y tomar la misma
posiciĂłn que nos muestran estas instancias? ÂżPensar , sentir y comportarse como se nos dice?
Para poder contar con aceptaci贸n entre los iguales, para tener 茅xito, hay que adquirir o utilizar ciertos productos y servicios.
Y son mĂşltiples los productos que se integran en ese imaginario juvenil: las motos y los coches (icono de la libertad y la independencia), los telĂŠfonos mĂłviles e Internet (que permiten recrear la pertenencia a una misma comunidad y facilitar el contacto con los iguales),
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los videojuegos, la ropa, las prendas y el calzado deportivo, los refrescos y las bebidas alcohólicas, la comida rápida, ciertos artículos personales, entre otros.
La publicidad refuerza la asociación que se establece entre el consumo de diversos bienes y servicios y el logro de objetivos como la realización personal, el éxito social, el disfrute de la vida o la propia felicidad.
La sobrerrepresentación de estos valores provoca que los jóvenes tiendan a identificarse más con ellos, desplazando a posiciones secundarias a otros, y
a que se refuerce el propio estereotipo de lo que significa ser y actuar como un joven. De esta manera la publicidad contribuye decididamente a que se consoliden determinadas actitudes y comportamientos.
La publicidad atrae el equilibrio entre lo real (que refleje c贸mo soy y cu谩les son mis necesidades) y lo deseado (que muestre lo que aspiro a tener o a ser).