o v r e u c El y el zorro Por: Jean de La Fontaine
Ilustraciones por: Jose Jaime BazaldĂşa
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
El zorro y el cuervo Por: Jean de La Fontaine
Ilustraciones por: Jose Jaime BazaldĂşa
Cierto dĂa, un feo y negro cuervo consiguiĂł robar un apetitoso trozo de carne a unos pastores que estaban en el campo preparando la comida.
En cuanto atrapó el delicioso manjar, voló rápidamente al árbol más seguro y se posó en una rama, desde la cual los demás cuervos podían verle bien ¡Qué orgulloso se sentía del botín que llevaba en su pico!
Un zorro que pasaba por allí vio al pájaro en lo alto y comenzó a relamerse pensando en lo rico que debía ser ese bocado. Decidido a hacerse con el botín, tramó un astuto plan para robárselo al pajarraco.
-¡Buenos días, señor Cuervo! ¡Qué bello pumaje tienes! Si el canto corresponde a la pluma, tu tienes que ser el Ave Fénix.
Al oír esto el cuervo, se sintió muy alagado y lleno de gozo, y para hacer alarde de su magnífica voz, abrió el pico para cantar, y así dejo caer el queso. El zorro rápidamente lo tomó en el aire y le dijo:
- Aprenda, señor cuervo, que el adulador vive siempre a costa del que lo escucha y presta atención a sus dichos; la lección es provechosa, bien vale un queso.
v
Moraleja v
No se debe dar crĂŠdito a palabras aduladoras que se hacen por interĂŠs. v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v
v