Lanbide Heziketa arnastuz RESPIRANDO FORMACIÓN PROFESIONAL 2013 HETEL 2.alea
Aurkibidea u índice R
01.
Zelako prestakuntza mota diseinatu beharko litzateke txandakako Lanbide Heziketako irakaslegoarentzat? ¿Qué tipo de formación habría que diseñar para el profesorado de FP en Alternancia? Mª José Rabella, Nazaret.......................................................................................................................... 04
02.
Zein motatako prestakuntza diseinatu beharko litzateke txandakako Lanbide Heziketako ikasleak prestatzeko ardura duten enpresetako pertsonentzat? Qué tipo de formación habría que diseñar para las personas de las empresas que asuman la responsabilidad de formar a los alumnos/as en Alternancia? Gorka Aretxaga, Mondragon Goi Eskola Politeknikoa.............................................................................. 06
03.
Helburu moduan, zein izan daiteke txandakako Lanbide Heziketan parte hartu beharko luketen ikasle kopuruaren portzentaia? ¿Cuál sería el objetivo en el % de los alumnos/as que deberían participar en la modalidad de una FP en Alternancia? Javier Aiz, Lanbide Heziketako Laudioko Udal ikastegia Juan Ángel San Vicente, (Politeknika ikastegia Txorierri)......................................................................... 08
04.
Zeintzuk izan beharko litzateke txandakako Lanbide Heziketan parte hartzen duten enpresen baliabide minimoak? (espazioak, arreta, prestakuntza baliabideak…) ¿Cuáles deberían ser los recursos mínimos que tendrían que tener las empresas que participan en la FP en Alternancia? (espacios, atención, recursos formativos…) Jorge Urrutia, Egibide Jon Iartza, La Salle Berrozpe..................................................................................................................... 10
05.
Nola kudeatu beharko litzateke gela bat kontuan hartuta gutxi gora behera ikasleen %20ak txandakako Lanbide Heziketan parte hartzen dutela eta, beraz, ordutegi eta prestakuntza plan ezberdina dutela? ¿Cómo se debería gestionar el aula teniendo en cuenta que aproximadamente un 20% del alumnado participa en una FP en Alternancia y, por lo tanto, tiene otro horario y otro plan formativo? Amaia Guijarro, HETEL Isaac Díaz, Salesianos Deusto .................................................................................................................. 12
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06.
Ikasleek enpresan ikasitakoaren jarraipenaren oinarrizko ezaugarriak zeintzuk izan beharko lirateke? ¿Qué características básicas debería tener el seguimiento de los alumnos/as en su aprendizaje en la empresa? Mireia Uribetxebarria, Oñati Gestio Heziketa Luciano Cearsolo, San Viator Ikastetxea................................................................................................... 16
07.
Zelan izan beharko litzateke ikastetxeko irakaslearen eta enpresako prestakuntza arduradunaren arteko erlazioa? ¿Cómo debería ser la relación entre el profesor del Centro de FP y el formador de la empresa? Javier Laiseca, Centro formativo Otxarkoaga.......................................................................................... 20
08.
Nola transferitu daiteke beste ikasle guztiei txandakako Lanbide Heziketako ikasleek enpresetan ikasitakoa? ¿Cómo se podría transferir al resto de alumnos/as el aprendizaje que los alumnos/as de la Formación en alternancia desarrollan en las empresas? Rikardo Zenikaonandia, Maristak ............................................................................................................. 22
09.
Produkzio sektore guztietara zabaldu beharko litzateke txandakako lanbide Heziketa? ¿Se debería desplegar esta modalidad en Formación en alternancia a todos los sectores productivos? Gauden Apaolaza, Irungo La Salle............................................................................................................. 23
10.
Emaitza hobezinak izateko zein izan beharko litzateke ikasgelan eta enpresan ikasitakoaren portzentaia? ¿Hacia qué % de reparto de aprendizaje en aula y en empresa habría que avanzar para que los resultados sean óptimos? Eduardo Fernández, Zabalburu.................................................................................................................. 25
11.
Non eta nola ezarri daiteke balioa txandakako Lanbide Heziketa sisteman? Dónde y cómo se podría incorporar valor al sistema de FP en Alternancia? Julen Elgeta, HETEL Juanma Seco Sergio, Centro Formación Somorrostro.............................................................................. 26
3
01.
¿Qué tipo de formación habría que diseñar para el profesorado de FP en Alternancia?
La formación en alternancia es el modelo formativo que predomina en la formación profesional de los países europeos más avanzados, siendo referentes Alemania o Francia, entre otros. Euskadi, también ha trabajado desde hace años en el diseño de fórmulas que impliquen en la capacitación de los alumnos tanto a los centros formativos como a las empresas; si bien. En estos momentos, todos los grupos de interés, públicos y privados, apuestan de forma decidida por impulsar la alternancia y definir un modelo propio, que incluya los mejores elementos de los países del entorno, pero que tenga en cuenta también las peculiaridades de nuestro medio socioeconómico y las fortalezas de nuestro propio modelo de Formación Profesional. En la gestión de nuestro modelo, es decisivo el rol de los profesores-tutores que en los Centros educativos asumen la responsabilidad de la puesta en marcha y seguimiento de los alumnos en todo el proceso de la formación: el contacto con las empresas, la selección conjunta de los alumnos que van a participar en este tipo de formación, la elaboración de un plan individualizado de formación en el que se decidan y coordinen los conocimientos, habilidades y competencias a desarrollar en la empresa y en el centro de formación, el seguimiento de los alumnos una vez que se han incorporado a la empresa, el apoyo al tutor de la empresa en las dudas que le puedan surgir, la evaluación directa de los alumnos en la escuela y la ayuda que sea necesaria para que se evalúe su experiencia en el centro de trabajo, la recogida del feedback de la empresa para mejorar la organización de futuras formaciones en alternancia o adaptar en la medida de lo posible la formación en el centro escolar al mundo laboral. A lo largo de este proceso, podemos distinguir tres momentos relevantes, y para cada uno de ellos la formación de este colectivo de profesores será decisiva para que la implantación del modelo se produzca de forma exitosa. La búsqueda de empresas contratantes requiere saber identificar cuales son las idóneas y potenciales. De todo ello 4
se deduce que una primera necesidad para redondear los conocimientos y aptitudes del tutor de formación en alternancia es un profundo conocimiento del tejido empresarial de su entorno. Un conocimiento que tiene que ser teórico, abarcando conocimiento de los distintos sectores, evolución de los mismos, tecnologías que son de aplicación o que se están introduciendo en la empresa pero que tiene que ir más allá de la teoría incluyendo relación con empresas concretas, personas de contacto, comunicación cercana, colaboración en proyectos conjuntos, etc. Dicho todo esto, sería necesario que el tutor recibiese formación en el área económica y de organización empresarial. La formación en alternancia requiere en primer término el compromiso de las empresas, que tienen que contratar a los alumnos por un año. La tarea del profesor en este momento es doble: por un lado, tendrá que captar empresas interesadas en participar en el programa y contratar a los alumnos; por otro, deberá entrenar al alumnado para que se convierta en el protagonista activo en la búsqueda de la empresa contratante. El contacto continuo que los Centros de FP mantienen con las empresas en el desarrollo de la FCT o en la atención de una bolsa de trabajo, facilita en gran parte esta tarea, pero los profesores deberán capacitarse en la definición de nuevas vías de captación y búsqueda de contactos y relaciones con las empresas, así como en el mantenimiento y seguimiento de las mismas. De la misma forma en que las empresas desarrollan y cuidan su cartera de clientes, los profesores tendrán que mantenerse cerca de las necesidades y expectativas de las empresas para poderles facilitar cuando surja la oportunidad el candidato adecuado en un programa de formación en alternancia. La formación de los profesores en este campo debe incluir también el conocimiento de las ventajas que para las empresas se derivan en el medio y largo plazo al reclutar alumnos en esta modalidad.
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Pero, esta labor del profesorado que indudablemente debe realizarse, no puede hacernos olvidar que debe ser el alumno el verdadero protagonista en la búsqueda de la empresa. En Nazaret, entendemos que el modelo de alternancia significa un cambio en el rol del alumnado y en su forma de incorporarse a la formación. El alumno que se matricula en un sistema dual debe tener claro que si es él mismo quien consigue la empresa, ha comenzado ya su formación, desarrollando algunas de las competencias que las empresas van a valorar más en los candidatos: la proactividad, la responsabilidad, etc. Los profesores necesitan formarse para poder dotar a los alumnos de las competencias y herramientas que hagan posible esa tarea de búsqueda de empleo: Otro punto a destacar en la formación en alternancia es la organización de un plan individualizado de formación en función de las características de la empresa y el puesto al que va a acceder el alumno, adaptaciones curriculares, el horario que va a realizar, etc. La alternancia debe ser flexible y adaptarse a los ciclos y actividades de las empresas, a su vez construida con una coherencia global y con un itinerario pedagógico que responda a una progresión en el aprendizaje. Las bases del nuevo contrato para la formación y el aprendizaje dan suficiente flexibilidad como para que el recorrido y el ritmo de la alternancia se construya en el consenso entre las empresas y el centro de formación. De aquí se deriva la necesidad de una gran capacidad de análisis del puesto, organización, coordinación y comunicación en su más amplio sentido incluyendo no sólo la transmisión de información sino también la escucha y la recogida de datos. Dentro de la formación necesaria para un tutor bien mediante la experiencia, bien mediante la realización de una formación específica se incluirían temas tales como desarrollo de proyectos, desde su análisis, planificación, organización y seguimiento. También sería necesaria la formación en gestión de equipos de trabajo ya que la coordinación de la formación de los alumnos en alternancia requiere la implicación de todo el equipo de profesores, adaptaciones que pueden suponer tareas adicionales, cambios de horarios y otros puntos que requieren de herramientas de negociación, motivación, resolución de conflictos y en definitiva de trabajo en equipo. El Seguimiento, coordinación y evaluación es otra área importante en lo que se refiere a las habilidades del
tutor se encuadra en el seguimiento del alumno una vez incorporado a la empresa. Dentro de este área podemos desglosar varias tareas: ayuda al alumno para su adaptación al mundo empresarial, ayuda al tutor de la empresa para trabajar un ámbito que, aunque se da en el caso de nuevos trabajadores, adquiere especial importancia en el caso de este tipo de alumnos que es el de la formación. Dentro de esta área el ámbito de la formación debe ser la aplicación de técnicas de coaching dirigidas a la capacitación de los tutores para saber formar, dirigir y orientar a los formadores. En el ámbito de la evaluación es dónde está uno de los problemas con los que se encuentra este tipo de formación ya que por un lado el formador del centro sí tiene habilidades de evaluación pero no tiene un contacto directo con el alumno cuando no se encuentra en el centro y por otro los tutores de empresa, que sí están en contacto con el alumno, adolecen de conocimientos sobre la evaluación. Dentro de este ámbito cobra especial importancia el aprender a evaluar por competencias y el desarrollo de sistemas innovadores de evaluación con un enlace directo con los sistemas de evaluación a través de las metodologías de PBL (Problem-based learning). Como colofón a todo lo anterior sería necesario que el tutor sirviese como conducto para facilitar un acercamiento entre el mundo de la empresa y el mundo de la formación profesional no sólo para los alumnos que se encuentran en formación en alternancia sino también para aquellos alumnos que seguirán el camino tradicional a través de una formación en el centro escolar y a través de las prácticas. Para mejorar la capacidad del tutor respecto a este punto sería necesario que reforzase su capacidad de observación, comunicación y análisis que son tres áreas que se trabajan a través del practicum, en el master para la formación del profesorado, y que deberían desarrollarse de la misma forma: mediante la práctica en el ejercicio de su labor como tutor.
Mari Jose Rabella Directora Nazaret mjrabella@nazaretzentroa.com 5
02.
¿Qué tipo de formación habría que diseñar para las personas de las empresas que asuman la responsabilidad de formar a los alumnos/as en Alternancia? estudiante busca una formación el quehacer del instructor o instructora ha de ser el de ser maestro o maestra de una acción profesional para los estudiantes. Y si éstos han de acometer ese rol, ¿cuál ha de ser la formación que precisan para ejercer este rol de manera eficiente?
En la actualidad los estudiantes que cursan Ciclos Formativos de Grado Superior tienen la oportunidad de formarse en la modalidad de alternancia estudio-trabajo, es decir combinar las aulas y los Centros de Trabajo. La adaptación de estos jóvenes a la realidad laboral y a los requisitos de las empresas, hoy en día, se refieren a ámbitos diferentes, los objetivos más tenidos en cuenta hasta este momento han sido los referentes al “saber” y al “saber hacer”, y tanto el centro educativo como el centro de trabajo se han ocupado de estos objetivos.. Cada vez se tiende a confiar más en el aprendizaje que se adquiere en el trabajo, haciendo realidad el viejo principio de “aprender haciendo”. El trabajo, pese a los debates sobre el mismo y pese a las condiciones en que se deba realizar, tiene un valor formativo y madurativo. Estamos considerando, por tanto, una formación que centre sus miras en la experiencia como parte fundamental del desarrollo de las personas. Y evidentemente, una de las modalidades sobre las cuales hay que hacer mayores esfuerzos es una formación que vaya de la mano de la experiencia en el trabajo, ya que entendemos que las competencias de acción profesional sólo se adquieren y desarrollan mediante la acción de los protagonistas en contextos reales (Centro de Trabajo) o simulados (laboratorios o talleres de los centros de formación). ¿Si éste es el contexto cuál ha de ser el papel del instructor o instructora de los estudiantes en la modalidad de alternancia estudio-trabajo? Siendo claro el objetivo que el 6
Desde nuestra experiencia en Mondragon Goi Eskola Politeknikoa vemos importante que los monitores o monitoras de los estudiantes en alternancia, tengan las siguientes habilidades: 1. Visión global e integral de la formación del alumno. Es decir que no se convierta en un mero enseñante de cómo se hacen las tareas que han de realizarse en un puesto de trabajo o en un ámbito de trabajo concreto. Hay que ayudarle al instructor a adquirir las destrezas y visión necesaria para que esta formación se convierta en integral, haciéndole partícipe de las competencias en las que se ha formado a los estudiantes Es importante que se acerque al estudiante a dos ámbitos: • El profesional: consiste en que el instructor o instructora acerque al alumno desde la tarea o un quehacer concreto y exclusivamente técnico al ámbito más amplio de la profesión, ¿Cuáles son las funciones profesionales que realizan estos profesionales? Se trata de engarzar las tareas concretas de un quehacer con las funciones profesionales de las personas. • El trabajador: los estudiantes además de adiestrarse como profesionales también han de crecer como personas en un estadio laboral, es decir, han de asumir el contrato de intercambio de trabajo por remuneración y todas las actitudes que esto conlleva, responsabilidad, rigor, compromiso, implicación, rendimiento… Los estudiantes también necesitan este tipo de forma-
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ción y la alternancia estudio-trabajo constituye uno de los espacios más propicios para ello. 2. Planificación del aprendizaje, las instructoras y los instructores han de conocer estrategias y herramientas para la planificación, programación y secuenciación del aprendizaje de los alumnos. Para ello es imprescindible adquirir unos mínimos de formación pedagógica que les ayude a tomar las decisiones sobre qué debe aprender, en qué nivel debe de aprender y cómo va a aprender. Tras esta reflexión se programaría la secuenciación de las actividades y temas sobre los que trabajarán instructor o instructora y estudiante. Para esto es imprescindible una colaboración estrecha entre los agentes de la alternancia estudio-trabajo, definir la complementariedad de los escenarios, las aulas y los espacios de trabajo; los instructores e instructoras y el profesorado; los contenidos y habilidades que se desarrollan en cada sitio.
De la misma manera que desde el Centro de Formación se ha de tener puesta la vista en el Centro de Trabajo, el Centro de Trabajo ha de tener la vista puesta en el Centro de Formación, ya que son dos realidades necesarias e interdependientes en la formación de los estudiantes
3. El tercero de los aprendizajes que debe de realizar un mentor o mentora ha de ser el referido a la evaluación, se precisa conocer estrategias y herramientas que ayuden a identificar si los estudiantes cumplen con los estándares aceptables del desempeño. • Estrategias que tratan de identificar los puntos fuertes y puntos débiles de los alumnos. • Estrategias que califican los saberes de los estudiantes comparándolos con los estándares deseables. Es decir, valorar cuánto de bien realiza una tarea un alumno o alumna. Como conclusión general comentar que, de la misma manera que desde el Centro de Formación se ha de tener puesta la vista en el Centro de Trabajo, el Centro de Trabajo ha de tener la vista puesta en el Centro de Formación, ya que son dos realidades necesarias e interdependientes en la formación de los estudiantes destinadas a trabajar en colaboración.
Gorka Aretxaga Director de Mondragon Goi Eskola Politeknikoa garetxaga@mondragon.edu
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03.
¿Cuál sería el objetivo en el porcentaje de los alumnos/ as que deberían participar en la modalidad de una FP en Alternancia?
La Formación Profesional en Euskadi, con sus muchas virtudes y algún defecto, se ha convertido en una estrategia que permite entroncar la formación en centros de estudio y en centros de trabajo, integrando mejor los conocimientos teóricos y prácticos que requiere nuestro tejido socioeconómico. La revisión y evaluación del sistema actual se lleva a cabo regularmente. Se persigue en todo momento la excelencia a la que estamos obligados, máxime con los continuos cambios que se producen en el propio tejido socioeconómico. Matizando el pensamiento global que tenemos sobre el modelo actual de Formación Profesional, surgen iniciativas diversas que pueden y deben complementar el referido modelo. Nos referimos a proyectos como HEZIBI, HIRU, etc. El modelo de FP ha ido evolucionando en base a las aportaciones de los Centros de Formación, las Empresas, las Instituciones, que han querido incluir mejoras en el sistema. Una de las mejoras más exitosas ha sido el módulo obligatorio de Formación en Centros de Trabajo (F.C.T.), donde los/as alumnos/as conocen de cerca la realidad de un puesto de trabajo en una empresa u organización. Las F.C.T. han dado lugar a múltiples reflexiones por parte de las Empresas y de los propios Centros formativos, desde su duración, los objetivos, la inserción laboral, la discusión sempiterna del encaje de las aptitudes y actitudes… siendo éste gran debate tan real como necesario. Motivado en gran medida por la situación económica negativa, el proyecto HEZIBI retoma la Formación en alternancia que estuvo vigente en años anteriores. El Centro de Formación y el Centro de Trabajo se tienen que coordinar para establecer acuerdos y por medio existe un contrato de formación y aprendizaje del alumno/a con la empresa. Como consecuencia en los Centros se generan las incertidumbres naturales en torno al encaje de este proyecto, incertidumbres sobre el protagonismo del Centro y el de la Empresa, horas en un lugar y en otro, si el proceso va a tener un paralelismo o no con la duración de un ciclo formativo, qué empresas van a participar, cuántos alumnos del Centro 8
van a participar en HEZIBI…., dudas que en un momento determinado nos hacen pensar si se está poniendo en tela de juicio el modelo actual. En nuestro Centro y desde determinadas empresas, fundamentalmente las tractoras de la comarca, se venían detectando problemas a la hora de insertar adecuadamente a trabajadores con una cualificación técnica que se adaptara a sus necesidades. Los períodos de F.C.T. se le hacían cortos para una inserción laboral inmediata. Si bien los puestos que demandaban tenían unas características de criticidad que nos llevaban a planteamientos más ambiciosos de formación (mínimo 2 Ciclos formativos) con más horas de trabajoaprendizaje en el propio centro de trabajo (proyecto Esko-Lan). En todo ese proceso se observó que la demanda surge y debe surgir de la Empresa. En nuestra opinión los programas HEZIBI, HIRU+…deben actuar de ese modo. Por lo tanto no se trata de establecer en el Centro de Formación qué porcentaje de alumnos deberían participar sino cuántas empresas están dispuestas a trabajar en estos proyectos. El Centro Educativo tiene que tener las fórmulas de trabajo, la cintura suficiente para plantear ideas que den respuesta a las necesidades que determinadas empresas tienen para adecuar la formación a sus intereses. Por lo tanto y como conclusión entendemos que la gran virtud que deben de tener estas nuevas fórmulas es la de un mayor acercamiento y comunión con el entramado socioeconómico, dando respuestas muy reales a las verdaderas necesidades que tienen nuestras empresas, buscando encajes válidos desde el propio sistema educativo. Los Centros de Formación Profesional y las Empresas nos necesitamos, la Sociedad necesita que estemos perfectamente coordinados. Tenemos que reflexionar mucho más conjuntamente para conseguir enfocar e implementar respuestas que la SOCIEDAD nos demanda permanentemente. Javier Aiz Director del Centro Municipal de FP de Llaudio jaiz.cmfp@gmail.com
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03.
¿Cuál sería el objetivo en el % de los alumnos/as que deberían participar en la modalidad de una FP en Alternancia?
De cara a establecer cuál sería el porcentaje ideal de alumnado que participara en la modalidad de Formación en Alternancia, habría que analizar previamente diversas variables, a las cuales se debería dar la mejor respuesta: • Desde un punto de vista organizativo, habría que tratar de dar con la fórmula que permita una adecuada organización de las personas y medios de los centros. De todos/as es conocido la dificultad que acarrea elaborar un horario escolar que sea capaz de recoger las propuestas de los diferentes departamentos de acuerdo a los proyectos curriculares de cada uno de los módulos. Compartir talleres y laboratorios, desdobles, modelos lingüísticos,…., a veces resulta una tarea de ingeniería académica que ocasiona fuertes dolores de cabeza a los/as jefes de estudio.
Sería partidario de que la totalidad de los alumnos y alumnas pasaran por la formación en alternancia, ya que las metas alcanzadas podrían ser muy superiores. • En la empresa, la tarea tampoco resulta fácil, ya que también deben adaptar sus diferentes procesos productivos y destinar (preparar) a personas para una tarea a la que no se encuentran acostumbrados, la docencia. Todo ello les obligara a realizar una adecuada planificación de sus personas y recursos con objeto de dar una adecuada formación a los alumnos y alumnas. • Por último, y no por ello menos importante, se debería de ofrecer a todo el alumnado la posibilidad de participar en esta modalidad, ya que la formación alcanzada es superior, y por tanto las posibilidades de una salida laboral para el alumno se incrementan notablemente.
Con estas premisas, habría que dar con el reparto ideal del porcentaje de estancia centro+empresa. En este sentido, me parecería apropiado un reparto del 40+60 a lo largo de todo el 2º curso de ciclos formativos, incluyendo en el 60% de aprendizaje y de trabajo en la empresa, el tiempo actual destinado a la Formación en Centros de Trabajo. Con este criterio, sería partidario de que la totalidad de los alumnos y alumnas pasaran por la formación en alternancia, ya que las metas alcanzadas podrían ser muy superiores. Así mismo, de esta manera se podría disponer de mayores alternativas y de una mayor facilitad organizativa por parte del centro de cara a compartir el horario con la empresa.
Juan Angel San Vicente Director Politeknika Ikastegia Txorierri jasvicente@txorierri.net 9
04.
¿Cuáles deberían ser los recursos mínimos que tendrían que tener las empresas que participan en la FP en Alternancia? (espacios, atención, recursos formativos…)
Aunque la experiencia de Euskadi en la FP Dual es más limitada que en otros países de Europa (Alemania, Austria, Suiza, Francia.…), sí que tenemos la experiencia de la FP en Alternancia de los antiguos estudios de FP1 y FP2, así como del programa “Ikasi eta Lan” puesto en marcha en su día por el Gobierno Vasco. Esto nos permite, por una parte, recoger lo mejor de ambas experiencias (especialmente de unas prácticas en alternancia exitosas en la mayor parte de los casos) y, por otra, aprender de la experiencia de la FP Dual que está implantada en otros países europeos. Para empezar, el tejido empresarial en Euskadi no tiene (en su mayoría) interiorizada ni asumida su función como agente activo de formación. Luego el primer paso que debemos llevar a cabo los centros educativos es fomentar esta cultura formativa ampliando la mentalidad de nuestras empresas. Para ello, hemos de comenzar con experiencias piloto, basadas como he dicho en las buenas prácticas anteriores, que animen y fomenten entre alumnado y empresas este nuevo espacio formativo. El cambio cultural se está produciendo ya en las personas, que cada vez entienden mejor la formación a lo largo de toda la vida, pero queda ahora adaptar el tejido empresarial, que debe adquirir un mayor protagonismo, colaborando de modo muy directo con centros educativos e instituciones. Sin embargo, no olvidemos que cada uno es profesional de su área; y que el objetivo de las empresas no es formar, como el de los centros educativos no es producir. Hemos de ir de la mano en un “gana – gana”, pero sin olvidar las responsabilidades de cada uno. En este trabajo puede ayudar, y ayuda, la colaboración de las asociaciones empresariales que, por su propia finalidad, colaboran con las empresas al entender las ventajas que este modelo tiene: selección de futuros empleados, formación a la medida de la propia empresa, mejora en la competitividad de la 10
organización, ventajas de los contratos formativos incentivados desde la Administración pública, etc. Además, este cambio de mentalidad necesita también un periodo de formación, en el que las personas que van a ejercer de tutores en las empresas, conozcan el sistema educativo de Formación profesional, la estructura de los Curriculums de cada especialidad, aprendan a evaluar por competencias, etc. Entiendo que el éxito de los programas se dará si logramos una relación muy cercana entre tutor del centro educativo, tutor de la empresa y alumno. Son los agentes formativos donde se juega el éxito del programa. Si bien lo anterior es lo más urgente, no hay que descuidar la necesidad de espacios y tiempos en la propia empresa para atender a los alumnos, así como facilitar su formación teórica, además de la práctica, en el centro educativo. Jorge Urrutia Director General de EGIBIDE jurrutia@egibide.org
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04.
¿Cuáles deberían ser los recursos mínimos que tendrían que tener las empresas que participan en la FP en Alternancia? (espacios, atención, recursos formativos…)
Cuando hablamos de la FP en alternancia estamos ante uno de los objetivos prioritarios del futuro de la FP en Euskadi en este momento. Estamos ante un reto que nos puede permitir dar un salto cualitativo en la relación Centro – Empresa y que, tal como supone un esfuerzo para los Centros, también las Empresas deben asumir un cambio de cultura en la responsabilidad del proceso formativo de sus trabajadores. Dicho esto y dado que me corresponde toca hablar sobre los recursos mínimos que tendrían que tener las empresas, en mi opinión lo prioritario es que los responsables de las empresas se alineen con los objetivos que persigue la formación en alternancia, es decir, entiendan que parte de la formación queda en manos del Centro y parte en manos de la Empresa. Por ello, la labor conjunta del tutor del centro y del instructor de la empresa es primordial ya que entre los dos tienen que consensuar y coordinar el proceso formativo del alumno teniendo en cuenta el diseño curricular del Ciclo Formativo correspondiente. A la hora de proponer qué recursos mínimos deberían tener las empresas podríamos indicar los siguientes: ESPACIOS y RECURSOS MATERIALES: es necesario un espacio y unos recursos materiales mínimos para que el alumno pueda desempeñar las competencias que tiene que desarrollar en la empresa, es decir integrarlo en el sistema organizativo de la empresa como un trabajador más (dependiendo del puesto de trabajo: una mesa de trabajo, ordenador, taquilla, …) ATENCIÓN: Los instructores de la empresa deberían tener en cuenta que los alumnos-trabajadores además de trabajar están cursando un Ciclo Formativo y están aprendiendo, por lo que deberán tener una actitud pedagógica, teniendo
en cuenta que los alumnos-trabajadores cometerán errores y tendrán que tener con ellos una mayor atención que con el resto de trabajadores. Los instructores deberán tener un doble rol como responsable de la empresa y como profesor, puesto que el objetivo es convertir un alumno en trabajador y eso conlleva un proceso de aprendizaje. Al igual que el tutor del centro debe visitar con frecuencia al alumno-trabajador en la empresa, lo ideal sería que el instructor de la empresa invirtiera tiempo con él todos los días. Pero todos sabemos que esto no es fácil puesto que el instructor tiene que responder también a su trabajo. Ahora bien el instructor debería tener una dedicación para su cometido (seguimiento y evaluación del alumno, atención al tutor del Centro y entrevistas con el mismo, cumplimentar la documentación necesaria, ,…). RECURSOS FORMATIVOS: Sería también conveniente una formación previa (y durante el proceso) del instructor de la empresa sobre cuestiones académicas: competencias, resultados de aprendizaje, evaluación... Para terminar creo que el marco ideal para la formación en alternancia es una empresa de tamaño medio con diferentes áreas, que permita al alumno-trabajador pasar por la mayoría de las áreas y pueda ser bien atendido (por ejemplo: área de mecanizado, montaje, oficina técnica, etc).
Jon Iartza Gerente de la Salle Berrozpe ikastetxea gerentea@lasalleberrozpe.com 11
05.
¿Cómo se debería gestionar el aula teniendo en cuenta que aproximadamente un 20% del alumnado participa en una FP en Alternancia y, por lo tanto, tiene otro horario y otro plan formativo?
Lo que conocemos como «Formación o aprendizaje basado en el trabajo» (work based training) se articula fundamentalmente en tres modalidades
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la coordinación de profesores de distintos módulos del currículo, que facilite una formación centrada en el alumno
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formación en el centro educativo, cuyo currículo incluye periodos de prácticas en empresa;
-
-
formación que se lleva a cabo en el centro de formación pero que incorpora servicios a clientes externos, por ejemplo de peluquería, cocina, restaurante, talleres de reparación y mantenimiento de vehículos u otras actividades, que se organizan con la ambición de crear un entorno de trabajo “real” que facilite el aprendizaje;
un modelo pedagógico donde el formando toma un rol activo en su aprendizaje, y resuelve problemas, que van teniendo un carácter multidisciplinar o multimodular y ello con cada alumno formando parte de un equipo de trabajo
-
la autogestión del grupo de trabajo para desarrollar un proyecto o resolver un problema o reto, que implica que todos los alumnos asuman unos compromisos para con el equipo y se responsabilicen de su aprendizaje individual.
-
programas de formación en alternancia o “dual”, en los que se alterna el aprendizaje en la escuela y el aprendizaje en la empresa. Esta es la modalidad que se ha puesto en marcha en el País Vasco este curso 20122013 (programa HEZIBI).
En relación a la Formación en alternancia entendida como esta 3ª modalidad, se nos plantea la pregunta para el programa HEZIBI: ¿cómo gestionar el aula donde encontramos alumnado que cursa un ciclo formativo de la forma habitual, un segundo curso de 1.000 horas con un periodo de prácticas en empresa de alrededor de 3 meses al final del curso y alumnos que realizan la totalidad del 2º año en un esquema de formación en alternancia y por lo tanto que pasan menos de la mitad del tiempo “lectivo” de sus compañeros en el aula? La primera respuesta que yo daría se refiere a una pregunta más amplia: ¿cómo gestionar el aula en general, es decir cómo facilitar el aprendizaje de los alumnos de Formación profesional? En mi opinión el modelo de aprendizaje adecuado tendría las siguientes características o exigencias: 12
La verdadera revolución es pasar del modelo tradicional de enseñanza al modelo de Aprendizaje Basado en Problemas (PBL Problem Based Learning). Tras este paso de gigante integrar a los alumnos de Formación en alternancia en la nueva dinámica del aula o del taller en el centro de FP será más fácil. Este modelo pedagógico exige una ingeniería organizativa compleja, una apuesta en bloque del profesorado y supone un punto y aparte con respecto a la escuela tradicional, en la que nos hemos educado personas de generaciones anteriores. Entonces el mundo era más pequeño, más cerrado, menos complejo y la información no viajaba a la velocidad del rayo.
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En el programa HEZIBI nos encontramos algunos grupos a los que pertenecen alumnos que realizan su aprendizaje en la modalidad de formación en alternancia. Por lo tanto estos alumnos de HEZIBI “asisten” menos a clase y tienen un itinerario de aprendizaje individualizado (adaptado a las características de la empresa en la que trabajan y se forman). ¿Cómo gestionar esta situación en el aula? En mi opinión la respuesta podría ser la siguiente: -
Integrar a los alumnos de formación en alternancia en distintos grupos de trabajo que se hayan formado en el aula
-
otorgarles la confianza y la autonomía para que interactúen en su grupo de trabajo, que resuelve un problema o desarrolla un proyecto, en base a los compromisos que establezca el propio grupo con sus miembros
-
facilitar que el alumno de la formación en alternancia participe en las sesiones del aula en que los distintos equipos realizan la presentación de los resultados del problema o proyecto
-
favorecer que el alumno de la formación en alternancia transmita su experiencia laboral y las “lecciones” que haya aprendido o competencias que haya adquirido en la empresa al resto de los integrantes del grupo y/o al resto de compañeros del aula.
Es fácil escribir esto en un artículo pero difícil de ponerlo en práctica. La verdadera revolución es pasar del modelo tradicional de enseñanza al modelo de Aprendizaje Basado en Problemas (PBL Problem Based Learning). Tras este paso de gigante integrar a los alumnos de Formación en alternancia en la nueva dinámica del aula o del taller en el
centro de FP será más fácil. Tras ese cambio fundamental, luego se trata de “echarse a la piscina”, aprender de la experiencia y mejorar el modelo de integración en cursos sucesivos. No quiero finalizar esta reflexión sin mencionar la nueva Estrategia europea lanzada en 2012 por la Comisión europea Rethinking Education (Reflexionar sobre educación para cambiarla)*. Entre otras cuestiones, la Estrategia anima a los Estados miembros a que refuercen los vínculos entre el centro educativo y el mundo laboral, a acercar las empresas al aula, facilitar que los jóvenes conozcan a empresarios y el mundo de la empresa y que se acerquen a la realidad laboral a través de una formación o aprendizaje basado en el trabajo. Con la Formación en alternancia estamos en el buen camino. Tenemos que “echarle imaginación”, probar, aprender, analizar alternativas, probar de nuevo y avanzar.
Amaia Guijarro Gerente de HETEL aguijarro@hetel.org * El documento de trabajo “Vocational education and training for better skills, growth and jobs” que se asocia a la Estrategia “Rethinking Education se encuentra accesibles en la página web de la Comisión Europea: http://ec.europa.eu/education/news/rethinking/ com669_es.pdf 13
05.
¿Cómo se debería gestionar el aula teniendo en cuenta que aproximadamente un 20% del alumnado participa en una FP en Alternancia y, por lo tanto, tiene otro horario y otro plan formativo?
No tengo experiencias significativas de este asunto y por tanto no me es fácil aterrizar y presentar formas y detalles concretos. La experiencia de este curso 20122013 con los alumnos del proyecto HEZIBI es insuficiente para poder presentar conclusiones. Cada alumno que participa en la modalidad de FP en alternancia tiene que tener un “proyecto concreto”. En dicho proyecto debe estar definido el papel de la Empresa y el papel del Centro. Si esto es necesario para cada alumno, el quehacer y problema principal tanto del centro como de la empresa es el de concretar y diseñar bien el “proyecto personal” de cada alumno. El aula seguirá siendo aula y tendrá que afrontar los problemas de siempre en la formación: contenidos, metodología, evaluación, etc… El mercado de trabajo y el sistema educativo, la educación y la realidad social y económica, son instancias que deben irse ajustando constantemente. Los objetivos de las empresas y de los centros de formación profesional, son distintos aunque ambas entidades tengan intereses y responsabilidades comunes. Las empresas están centradas en crear y comercializar productos y servicios y son claves en el desarrollo económico y social. Generan riqueza y puestos de trabajo. La información, tecnología y personas de las empresas son importantísimas para diseñar y programar la FP, pero no podemos olvidar el riesgo de pervertir la formación si nos limitamos sólo a lo que una empresa concreta, en un momento y lugar, “tiene” o “necesita”.
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Sobre el tema que nos ocupa nos hacemos un montón de preguntas sobre todo acerca de la evaluación. ¿Quién evalúa? ¿Qué evalúa cada uno? ¿Cómo se evalúa? Ciertamente evalúan ambas partes, pero es el centro quien da la titulación y es el responsable último de que el alumno haya conseguido los niveles de competencias exigidos. Cada empresa tiene una tecnología y funcionamiento propio. Afrontará desde su realidad y situación la capacitación de los alumnos. El centro tendrá que ajustar la programación para que el alumno adquiera el nivel competencial exigido y de este modo en la clase o el aula habrá un mapa y diversidad enorme… ¿Cómo gestionarlo? Cuatro son las normas que se deben tener en cuenta al proyectar la formación profesional: la norma laboral/ ocupacional, la cualificación/evaluación, la educación/curriculum, la formación/aprendizaje. Las tres últimas nos vienen dadas y escritas. El contenido por tanto lo tenemos fijado. La forma de afrontarlo depende ya de muchos factores: • • • • • •
La experiencia y actitud del profesor y formador La autonomía de la que se dispone El ambiente que se vive Las necesidades del alumnado Los recursos y equipamiento del que se dispone La identidad institucional del centro, etc.
La metodología estará siempre de acuerdo al alumno, la inclusión y la práctica del aprendizaje… y contará con los criterios de evaluación, la orientación pedagógica, la conducta, y el tipo de “contenidos”.
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Por todo ello, en el aula se trabajará por proyectos, trabajos en equipo, simulaciones, roles, resolución de conflictos… De lo expuesto hasta aquí, se deduce que es un tema tremendamente abierto. En cada caso hay que afrontar la programación y elaboración del “Proyecto personal de Formación en alternancia” de forma conjunta entre el centro y la empresa. Ambos deben ser conscientes y responsables de: • Revisar periódicamente el diseño curricular y los procesos adaptándolos a las competencias requeridas. • Lograr que las programaciones sean claras e inteligibles para todos (alumno, profesor, formador…). • Retroalimentarse continuamente sobre el diseño y aplicación curricular. • Diseñar el Plan de estudios conjuntamente, etc. Aunque no responde al asunto que nos ocupa, me parece que pueden servirnos como trasfondo a la hora de tocar estos puntos tan concretos, algunas aportaciones del “Resumen Ejecutivo” del estudio de CEDEFOP - Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación profesional “Curriculum reform in Europe. The impact of learning outcomes”, páginas 10-18, Luxemburg: Publications Office of European Union, 2012, http:// www.cedefop.europa.eu/EN/Files/5529_en.pdf
El quehacer y problema principal tanto del centro como de la empresa es el de concretar y diseñar bien el “proyecto personal” de cada alumno. La conclusión del Resumen Ejecutivo en la página 18 afirma que la reforma y renovación continuas de la formación profesional son importantes si queremos preparar “personas que aprendan a lo largo de la vida” y sean “ciudadanos empleables”;… y como reto y desafío constantes señala la coordinación y el gobierno que garanticen la calidad, la pertinencia y la inclusión en la educación y formación profesional. Los cambios, técnicos, económicos y sociales que vivimos nos piden afrontar una formación por competencias diseñando y adaptando constantemente las competencias técnicas, metodológicas, personales y participativas necesarias para el desarrollo humano y sostenible que hoy se nos exige. Todas las instituciones estamos implicados en esta tarea y todas somos responsables en lo que nos toca y conscientes de que el sujeto y centro de todo desarrollo humano y sostenible es la persona y su capacitación.
Isaac Diez de la Iglesia Director de Salesianos Deusto – Bilbao direccion@salesianosdeusto.com
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¿Qué características básicas debería tener el seguimiento de los alumnos/as en su aprendizaje en la empresa?
El seguimiento de los alumnos en un proceso de aprendizaje sustentado en la alternancia plantea importantes desafíos para el ámbito académico. En la escuela, dominamos relativamente bien la evaluación de las competencias adquiridas en el aula. Dicha adquisición se realiza en procesos de aprendizaje controlados casi al 100% por los docentes. Sin embargo, en los modelos de alternancia, la adquisición de dichas competencias se realiza “fuera” de nuestro ámbito de actuación. En estos modelos la autonomía y responsabilidad del estudiante son mayores, por lo que obligatoriamente, el proceso de seguimiento de su aprendizaje debe variar. Algunas características que debiera tener dicho seguimiento,
1. Objetivos de aprendizaje muy claros y consensuados por las partes En primer lugar, todos los actores participantes en el proceso (estudiante, escuela y empresa) deben tener claros los objetivos de aprendizaje de la alternancia. Este es un punto importante, y complicado, dado que tendemos a dar mayor importancia a las competencias técnicas (conocimientos) cuando la actividad en la empresa incide, principalmente, en el desarrollo de competencias sociales y personales (habilidades y actitudes como, por ejemplo, la iniciativa o el trabajo en equipo).
En primer lugar, todos los actores participantes en el proceso (estudiante, escuela y empresa) deben tener claros los objetivos de aprendizaje de la alternancia 16
A pesar de dicha dificultad la identificación inicial de los objetivos de aprendizaje en la empresa y su relación con las competencias a adquirir por el estudiante en su itinerario curricular, ayudará a la persona responsable de la formación del estudiante a identificar los elementos clave a seguir.
2. Existencia de la figura del tutor académico y empresa La figura del tutor académico y el tutor en la empresa es fundamental. La alternancia es un proceso de aprendizaje “no tradicional” por lo que estar cerca del estudiante es clave. Estar cerca no supone decirle lo que tiene que hacer, sino ayudarle en los problemas “reales” que vaya enfrentando, guiarle y formar parte activa de su proceso de aprendizaje. El éxito de la formación en alternancia se sustenta en la capacidad para coordinar los aprendizajes producidos en la escuela y en la empresa. Y para ello el estudiante necesita ayuda.
3. Feed back y comunicación continua Dado que la alternancia implica la combinación de estudiotrabajo y que desarrolla una inteligencia de la acción, resulta primordial reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje que se va viviendo. La práctica reflexiva es el eje de la experiencia formativa y de aprendizaje. Y para ello, la comunicación y feed back continuo entre los diferentes agentes inmersos en la formación es clave. Más allá de otras herramientas que se puedan emplear para dicho feed back, resultan imprescindibles las reuniones de seguimiento. Dichas reuniones se pueden producir a
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distintos niveles y con diferentes objetivos, Reuniones tutor empresa/tutor académico/estudiante al inicio del curso para, • Identificar los objetivos de aprendizaje • Definir las actividades a desarrollar • Establecer y acordar el sistema de evaluación
Reuniones de seguimiento con el tutor académico para analizar los objetivos alcanzados, las dificultades encontradas y establecer los próximos objetivos de aprendizaje. Reuniones tutor empresa/estudiante para identificar las actividades a realizar en la empresa, señalar los problemas encontrados y las posibles soluciones. Esta comunicación debe ser frecuente y habitual.
4. Proceso de evaluación 360º Tal y como hemos señalado el objetivo del seguimiento es el de acompañar al aprendiz a lo largo de su itinerario formativo, y dentro de este seguimiento la evaluación es un elemento clave. El modelo de evaluación 360º puede ser una opción interesante para estos procesos formativos. En este caso, la evaluación corresponde al propio alumno (que reflexiona de forma guiada acerca de su proceso de aprendizaje), sus compañeros en el ámbito laboral (que evalúan al estudiante acerca de su desempeño laboral), sus “superiores” ( que pueden ser el tutor de la empresa y el tutor académico) y su “cliente” (en caso que estuviera en relación directa con clientes, o en su caso, la propia empresa en la que realiza la alternancia). Mireia Uribeetxebarria Directora de Oñati Gestio Heziketa muribetxebarria@mondragon.edu 17
06.
¿Qué características básicas debería tener el seguimiento de los alumnos/as en su aprendizaje en la empresa?
Los Centros de Formación Profesional tienen definidos e implantados procedimientos propios para abordar aquellas actividades que aseguren el correcto desarrollo del módulo profesional de Formación en Centros de Trabajo - FCT (evaluación, seguimiento y mejora, responsables y planificación). Pero la Formación Profesional camina hacia un nuevo escenario. La FP del País Vasco ha sido un referente en el pasado y quiere seguir siéndolo en el futuro. Hemos apostado por un mayor acercamiento y colaboración entre los Centros de Formación Profesional y las Empresas. Se quiere así contribuir a favorecer una mejor prospección de nuevos perfiles y cualificaciones por medio de un sistema de intercambio de información continua de los contenidos de la Formación Profesional a las empresas, y de éstas a la Formación Profesional. Con ello se pretende lograr un equilibrio mayor entre la oferta y demanda de formación y cualificación. El nuevo modelo de formación y trabajo en alternancia para jóvenes, establecido en la Orden de 3 de octubre de 2012 – programa HEZIBI, nos invita a experimentar un nuevo modelo de Formación Profesional en el que la aportación en el proceso formativo del alumnado por parte de las Empresas y de los Centros educativos deberá contribuir a la mejora de la cualificación y empleabilidad del alumnado y a facilitar su incorporación al mundo laboral. Se trata de una apuesta clara de mejora del modelo de Formación Profesional que requiere una coordinación muy importante para combinar el trabajo remunerado en una empresa con la formación que permita adquirir una cualificación profesional. En este contexto, existen una serie de aspectos que conviene comentar: 1. La Formación en Alternancia posibilita compaginar
estudio y trabajo, a través de un proceso de formación definido e impartido entre el Centro educativo y la
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empresa, mediante una relación laboral entre la empresa y el alumno/a y, al mismo tiempo, estando el alumno matriculado en un centro de FP. 2. Este modelo de formación traslada partes de
los procesos de aprendizaje a las empresas, convirtiéndolas en agentes determinantes del proceso de aprendizaje del alumnado. Será determinante que el tutor/a de la Empresa, disponga del conocimiento y experiencia necesaria en esas cualificaciones profesionales, así como, la formación adecuada para acompañar al alumno/a en este proceso de aprendizaje.
3. Por tanto, resulta clave la definición del itinerario
formativo de cada alumno, en el que se identificarán las competencias profesionales que el alumnado adquirirá en el Centro educativo y las que adquirirá en la Empresa, así como las actividades a realizar para alcanzarlas y los objetivos que serán evaluados.
4. Nos encontramos ante un proceso formativo
individualizado, ya que, la organización de esta Formación en alternancia, con total seguridad, variará en función del alumno/a y, sobre todo, en función de la empresa que le haya contratado.
5. El equipo docente tendrá una mayor influencia en la
organización del Programa, que tiene que definir qué competencias profesionales adquirirá en el Centro y cuales en la empresa.
6. En general la organización del programa, contemplará
distribuciones distintas entre el tiempo de ejecución de la acción formativa en el Centro de FP y el de trabajo efectivo en la empresa.
7. Probabilidad alta de cambios y ajustes en la
programación inicial.
Contempladas estas premisas, sin duda este modelo
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de formación requiere un seguimiento importante para cumplir con el objetivo del facilitar oportunidades de formación y trabajo a los jóvenes, y garantizar a las empresas las personas con las cualificaciones precisas para cubrir las necesidades del sistema productivo en el corto y largo plazo La explicitación del programa formativo, como conjunto de decisiones que orientan las situaciones académicas y las situaciones de trabajo, la documentación que formaliza la relación del alumno/a con la empresa y los dispositivos de seguimiento, forman parte del conjunto de recursos pedagógicos y administrativos de un sistema de formación en alternancia. La implicación y comunicación de los actores debe favorecer la definición de los dispositivos de seguimiento, • La coordinación periódica entre tutor/a del Centro educativo y empresa, en aras a ir verificando si las competencias profesionales a conseguir por el alumnado se van adquiriendo, y además, - Ayudar a la integración del alumno/a en el entorno profesional, mediante el fomento de una serie de valores: responsabilidad, calidad en el trabajo, espíritu de colaboración, asistencia y puntualidad, aceptación de normas, capacidad de comunicación, autonomía, curiosidad por aprender, iniciativa y toma de decisiones. - Organizar el puesto formativo con los medios técnicos disponibles y con los fines propuestos en el programa formativo. - Asesorar y prestar soporte técnico en el desarrollo del programa. - Realizar el seguimiento de las actividades formativas a desarrollar en la empresa y solventar cualquier incidencia que pueda surgir. • La coordinación entre el tutor/a del Centro educativo y el equipo docente para -
Realizar el seguimiento de las actividades formativas a desarrollar en el Centro de Formación.
-
Establecer mecanismos de transferencia de información que permitan al equipo docente conocer y participar en los procesos productivos de la empresa y a los profesionales de las empresas, colaborar con la formación impartida en los centros.
• La alternancia concebida como distintos espacios formativos supone una organización del tiempo en el entorno de la empresa y en el entorno del centro en función de dos variables: la duración y el ritmo. Y evidentemente, la disponibilidad de tiempo al seguimiento por parte del tutor/a de empresa y centro educativo. Para finalizar, resaltar que esta innovación en el proceso de formación del alumnado es positiva, ilusionante y creíble. La implicación de la empresa como agente formativo permite incrementar la eficacia y eficiencia de la formación profesional. Pero para que se desarrolle con éxito, la formación en alternancia, en su diversidad de implementaciones, requiere concretar las actividades a desarrollar en ambos ámbitos y organizar muy bien los tiempos y el acompañamiento como un atributo esencial de mediación en el aprendizaje. La complejidad organizativa y la formación para el acompañamiento exigen cambios profundos. Para ello son necesarios recursos y una financiación adecuada.
Luciano Cearsolo Jáuregui Director del Centro San Viator luciano_cearsolo@yahoo.es
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07.
¿Cómo debería ser la relación entre el profesor del Centro de FP y el formador de la empresa?
Podríamos empezar planteándonos uno de los lados “oscuros” de esta relación: ¿A quién de ambos le ha tocado “bailar con la más fea”? • ¿Al profesor del centro de FP? • Deja de dar parte o toda la enseñanza práctica, más dinámica, más gratificante. • Tiene que saber qué está trabajando el alumno en la empresa y, por tanto, qué competencia está desarrollando el alumno • Tiene que adecuar su enseñanza a ese otro aprendizaje, para unir práctica y teoría y que ésta tenga sentido • Además, probablemente deberá relacionarse con varios formadores de distintas empresas en el mismo curso, cada uno hijo de su madre, que saben de trabajar pero no de enseñar (y, a veces, encima, se creen que sí) • ….
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• ¿Al formador de la empresa? • Se tiene que relacionar con un profesor (el de “bata blanca”), que no ha trabajado nunca en una empresa (o ya se le ha olvidado lo que es mancharse las manos) • Tiene que aprender ese rollo de “competencias”, que no aporta nada a su trabajo. • Tiene que dedicarse a enseñar, evaluar, cuando a él le han enseñado a producir • … • Y, encima, juntarse con otros, coordinarse, llegar a acuerdos • Todo esto, ¿no es una pérdida de tiempo que le lleva a despistar de su trabajo? Entonces, ¿la solución es dividirnos y que cada uno enseñe y evalúe como “Dios le dé a entender?
• Y, encima, le tocará una nueva labor: coordinarlo todo
Y… ¿por qué no darle la vuelta y pensar que a los dos les ha tocado “bailar con la más bonita? Todo consiste en darle la vuelta y ver la parte positiva: ¡ESTO ES UN RETO!
Es un reto de trabajo en equipo porque tendrán un objetivo común (la adquisición de competencias por parte de la persona) y necesitarán planificar juntos un camino
Es un reto de trabajo en equipo. Y, digo bien, EN EQUIPO, porque posiblemente habrá varios formadores de empresa junto al profesor del centro. En equipo, porque tendrán un objetivo común (la adquisición de competencias por parte de la persona) y necesitarán planificar juntos un camino que se complemente para dar una respuesta adecuada a un cliente común. Deberán analizar qué competencias se trabajan en un sitio y en otro, cómo coordinar lo que hacen, en qué tiempos. Cómo llevar adelante una evaluación continuada, en la que ambos van a tener datos complementarios…
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¿Y si nos atrevemos a dar un paso más? Si el equipo está compuesto por formadores de varias empresas…, ¿por qué no analizar si las empresas son complementarias a la hora de desarrollar las competencias necesarias para lograr un título y que pueda pasar, el alumno, de una a otra? Sí, sí, con contrato en cada una de ellas. Ah! Ya! ¿Y si es un buen trabajador y los otros me lo quitan? Y, encima, me hacen la competencia. Vaya dilema…, pero estábamos soñando, ¿no? Puestos a soñar… ¿por qué no estudiar fórmulas que posibiliten llegar a que se intercambien sus papeles? Por ejemplo, un año el profesor del centro de FP se convierte en formador de la empresa y, a la inversa, éste último se convierte en formador. Esto ayudaría mucho a facilitar la coordinación entre los diferentes profesionales. Ya puestos en serio, y para terminar, considero que una buena coordinación entre ambos profesionales supondría, para los dos, un desarrollo de sus propias competencias: al compartir sus experiencias y conocimientos, se convertirían en formadores el uno del otro.
Javier Laiseca Director del centro formativo Otxarkoaga direccion@otxarkoaga.net
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08.
¿Cómo se podría transferir al resto de alumnos/as el aprendizaje que los alumnos/as de la Formación en alternancia desarrollan en la empresa?
Para dar una respuesta a esta pregunta, podríamos centrarnos en tres aspectos: • El alumno interviene como agente directo dentro del aula. • El alumno actúa de “antena” tecnológica. • El alumno provee de recursos didácticos actualizados a las propias programaciones de los módulos. Muchas veces los docentes hablamos de la dificultad de generar proyectos, retos, casos, que motiven al alumno y que a la vez sean cercanos a la realidad de la empresa. Los alumnos participantes en la formación en alternancia en la empresa deben ser entendidos en los centros como uno de los agentes que transfieran conocimiento al resto de alumnos del aula que no participan en dicho modelo de formación en alternancia. No se puede entender que un alumno que se encuentre en un proceso de formación en el que intervienen tanto la empresa como el centro, no sea una fuente que transfiera parte de esas “vivencias” al resto de alumnos que se encuentran en su mismo proceso formativo pero que no siguen un programa de formación en alternancia. Un alumno en formación en alternancia es capaz de situarse en la empresa con los conocimientos adquiridos en el centro y aplicar estos conocimientos para resolver los problemas que se encuentre dentro de la empresa y plantearlos a la vez, como un trampolín para enfrentarse a su propio proceso de aprendizaje dentro de la misma. Ese mismo alumno, que pasa un tiempo de su formación en la empresa, cuando vuelve al centro educativo debe ser una fuente de recursos a aprovechar por el profesor, de manera que le permita generar actividades para todos los alumnos enmarcadas en los nuevos escenarios de aprendizaje que estamos tratando de implantar en las aulas hoy en día. 22
Por poner un ejemplo, el alumno en la empresa tiene acceso personal y directo al conocimiento desde el objeto mismo de aprendizaje y gracias al feedback que puede dar en el aula permite al docente generar actividades enmarcadas dentro de nuevas metodologías como por ejemplo el análisis. Gracias al análisis que el alumno puede realizar en la empresa, puede traer esas conclusiones al aula de manera que realice una exposición de ese análisis a una máquina, proceso,… al resto de alumnos. Ese análisis a su vez, puede servir como referencia para que los docentes generen actividades que, respondiendo a ese análisis, permitan generar conocimiento en futuros alumnos que vayan a la misma empresa o similares. Respecto a las programaciones de los módulos o asignaturas de los ciclos formativos, siempre se ha defendido que éstas deben ser vivas y que una programación no puede permanecer invariable de un año a otro (entendiendo esas variaciones de la programación como la introducción de nuevos contenidos, actividades, conceptos….). En este caso, los alumnos que participan en programas de alternancia son una fuente viva para dotar a esas programaciones de nuevos contenidos que acercan o sitúan al propio módulo en el centro mismo de la empresa. Así mismo, el alumno en la empresa es una fuente de información para el docente de forma que esta información le puede permitir detectar hacia donde pueden ir los departamentos técnicos en cuanto a los recursos de los que los ciclos deben dotarse.
Ricardo Zenikaonaindia Director Maristak Ikastetxea Durango rzenikaonandia@maristak.com
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09.
¿Se debería desplegar esta modalidad de Formación en Alternancia a todos los sectores productivos?
Al leer por primera vez la cuestión que se plantea, me surgió, como reacción inmediata, esta otra… ¿Qué hacen en Europa los que llevan implantada una experiencia similar? Navegando por Internet se pueden encontrar algunos datos que pueden ayudar a argumentar una respuesta. • El potente tejido empresarial alemán sostiene el 80% del sistema de formación dual (En España, las empresas con más de 50 trabajadores, no llegan al 30%). En Alemania hay más de 100 profesiones reconocidas oficialmente. La formación profesional en dichas profesiones reconocidas es impartida, según la ley de formación profesional, en dos lugares de aprendizaje: en la empresa de formación profesional y en la escuela profesional. En el estudio del IMH titulado “Determinación y estimación de las variables clave de la Formación en alternancia para el empleo “ se recoge que “el sistema dual es reconocido como la vía normal de preparación de la mayor parte de las profesiones, incluyendo las de los sectores de servicios “ y añade “En Alemania, mas del 60% de la formación profesional se realiza en alternancia, y representa 1,6 millones de aprendices. Numerosos son los sectores que realizan la alternancia: Comercio, Industria, bancos, seguros, transportes, logística, informática, hostelería, turismo, construcción mecánica, electro-técnica, industrias de la madera, informática industrial, telecomunicaciones. 360 oficios son enseñados de acuerdo a un “referencial” federal, adaptado a nivel del Land – Estado federado”. • La formación en alternancia constituye el centro de la formación profesional danesa. A partir de los 16 años, los alumnos pueden adquirir cualificaciones profesionales entre 86 especialidades a elegir o seguir una trayectoria individualizada, principalmente centrada en el desarrollo personal. A los 17 años, pueden orientarse hacia el campo social, sanitario o incluso el marítimo.
• Una de las particularidades del sistema de FP en Francia es que casi todos los programas pueden seguirse en un centro de enseñanza o en alternancia, a elegir. • En Irlanda, los programas de FP en alternancia (seguidos por el 13% de los participantes) constituyen la única vía para adquirir cualificaciones en los sectores productivos de la construcción, impresión y el mercado de automoción así como las competencias necesarias para la dirección de una granja. • En Holanda , la formación de los profesionales de la salud, por ejemplo, se imparte en alternancia. Los alumnos pueden acceder a la cualificación profesional de enfermería o de ayuda hospitalaria y están, durante su formación, empleados en una institución sanitaria en la que se forman. • En Austria, el principal programa de FP en alternancia es Lehre (Duale Ausbildung); es el más frecuentado del sistema de FP, con más de un tercio de los participantes de la FP. Forma a los jóvenes de las profesiones específicas de los sectores técnicos, comercial, artesanal, terciario, agrícola y silvícola. Se proponen también otros programas en alternancia; son de diferentes tipos: economía doméstica para las chicas que todavía están en la escolaridad obligatoria, la formación paramédica, enfermería o de técnico médico. Los jóvenes formados en centros de enseñanza reciben diferentes cualificaciones profesionales: economía doméstica rural, gestión independiente de la propiedad agrícola o forestal, profesiones de los sectores técnicos, artesanal, comercial, terciario o agrícola, profesor de educación física, etc. Son 250 oficios los enseñados con este sistema. • En Finlandia, la FP en alternancia esta organizada en trece programas de base del sector industrial. 23
Como primera conclusión, podemos pensar que todos los sectores productivos pueden ser el escenario para una formación en alternancia. Pero, surgen más cuestiones… ¿Están las empresas de todos los sectores productivos preparadas para participar en una Formación en alternancia? ¿En qué condiciones participarían las empresas “sin dudarlo “en la FP en alternancia? ¿Por qué las empresas han puesto tantas pegas en la puesta en marcha de Hezibi, por ejemplo? ¿El mayor o menor número de trabajadores de la empresa es una condición necesaria, suficiente…?, ¿hasta qué punto? ¿A quién damos el peso mayor de la Formación en alternancia…¿ a las empresas?, ¿a los centros de formación? ¿Podrían nuestras empresas asumir la financiación de la Formación en alternancia, como pretende, por ejemplo, el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid? A nivel teórico, es fácil demostrar que es un estímulo muy relevante, para muchas empresas, sobre todo las Pymes, el participar en una Formación en alternancia ya que las ventajas son muchas, aunque no debemos olvidar aquello de “no dar poderes sobrenaturales a la alternancia“ (Cañete y Franci): • La innovación, su modernización y su competitividad mejorarán. • Dispondrán de un personal altamente cualificado y una formación adaptada a sus necesidades. • Habrá un intercambio de información continua de los contenidos de la FP a las empresas y de éstas a la FP y el acercamiento y la colaboración entre centros de FP y empresas será mayor. • Los docentes podrán participar en los procesos productivos, y a la inversa, los profesionales de las empresas, podrán colaborar con la formación impartida en los centros. • El capital humano transferido a las empresas creará un tejido productivo más dinámico, facilitando la inserción laboral de los alumnos y mejorando los procesos de selección de los trabajadores y la gestión de los recursos económicos disponibles. Será fundamental dar con empresas con una gestión de recursos humanos y unas políticas de desarrollo, en donde formación e inserción laboral vayan en sintonía. Así se podrán superar las limitaciones que imponen los ciclos económicos (épocas de bonanza, crisis económicas…). Si encontramos empresas, independientemente de su 24
tamaño, capaces de configurar puestos formativos que preparen al alumno en los principales aspectos técnicos y profesionales de la especialidad, además de otros típicos de la empresa (organizativos, prevención, seguridad… ) y que tengan personas formadas para que aporten al alumno una formación de calidad y si además lo complementamos con un buen apoyo institucional y una buena estructura organizativa la Formación en alternancia tendrá éxito. Necesitaremos un tejido de empresas donde no se vea el aprendizaje como una carga financiera. Harán falta empresas dispuestas a abrir sus puertas y dar a conocer sus formas de trabajo y organización; necesitamos empresas que no tengan miedo a que “vuelen “a otras empresas alumnos que hayan formado ellas… La formación en alternancia será posible si hay una conexión clara entre el centro educativo y el centro productivo avalada por la elaboración de títulos de la FP en base a las cualificaciones del Catálogo de Cualificaciones (elaboradas a partir de un proceso de observación de la realidad de las empresas), por medio de la correspondencia de las Unidades de competencia con los Módulos formativos. Los centros de Formación profesional sí estamos dispuestos; pero, ¿estamos preparados? No puede haber verdadera alternancia sin renovación pedagógica en profundidad. Habría que reflexionar sobre el papel que la teoría y la práctica desempeñan en este nuevo contexto. Habría que inventar nuevas formas de relación centro-empresa; habría que cambiar la organización de tiempos y personas en los centros de formación; habría que cambiar la mentalidad para pasar de ser centros de formación a centros de servicios… Los centros educativos deberemos estar cerca de las empresas para ayudarlas a crear plazas de aprendizaje. Los centros educativos deberíamos sensibilizar y captar empresas y deberíamos desarrollar una pedagogía de la alternancia (Para profundizar en este tema vuelvo a hacer referencia el estudio elaborado por el IMH sobre la Formación en alternancia, citado más arriba).
Gauden Apaolaza Director de Irungo La Salle gapaolaza@ilsalle.org
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10.
¿Hacia qué porcentaje de reparto de aprendizaje en aula y en empresa habría que avanzar para que los resultados sean óptimos?
Las experiencias de articulación centro de FP - empresa parten de la idea de que la formación para el trabajo, no puede darse solamente ni en la escuela, ni en la empresa, sino que debe haber un equilibrio entre formación conceptual y teórica, aprendizaje práctico en el taller y desempeño en circunstancias reales de producción. Para ello el tiempo del estudiante/aprendiz debe repartirse entre el centro de FP y el lugar de trabajo real. Bien es cierto que, no todos los planteamientos de la formación en alternancia son iguales. El modelo dual alemán, da más protagonismo a la empresa, no solo en las actividades formativas, sino también en los periodos de permanencia en la empresa (2/3 del tiempo). Este modelo plantea problemas para su integración en nuestras empresas, en muchos casos derivado del tamaño de las mismas, pero sobre todo de la falta de tradición pedagógica en las empresas. En el modelo francés, en cambio, el papel del centro como dinamizador del proceso es mayor y la evaluación sigue teniendo un carácter fundamentalmente académico. En cualquier caso, la forma de implementar un sistema de alternancia, el número de días a la semana o de periodos mensuales a permanecer en cada uno de los ámbitos es muy variable. Lo que debe ser ineludible en todos los casos es la necesidad de corresponsabilidad entre ambas organizaciones (centro y empresa), la definición clara de objetivos formativos, de una metodología aplicable y de un curriculum, así como la colaboración de docentes- tutor del centro- y monitores laborales – tutor de la empresa -. Por ello, entiendo que entrar en un debate acerca del porcentaje de reparto de aprendizaje entre el aula y la empresa (e incluso el ritmo) no es el elemento principal. Esta “alternancia” en la formación entre el aula y la empresa debería ser flexible ya que no existe un recorrido formativo tipo.
La cuestión a plantearse debiera ser, más bien, cómo establecer ese porcentaje de reparto y cómo definir el ritmo de la alternancia, siendo enriquecedor para el centro, haciéndolo atractivo a las empresas y teniendo como objetivo último la mejor formación para el alumno. Entiendo que habría buscar la fórmula para que dos sistemas diferentes (el centro y la empresa) pudiesen cohabitar y coordinarse. Por ello, sin entrar en distribuciones de porcentajes de aprendizaje o en los ritmos en base a periodos cortos o largos, la modalidad de alternancia debe estar estructurada con un criterio de coherencia entre centro y empresa y con un itinerario pedagógico bien definido, que dé respuesta a las necesidades de aprendizaje del alumno y, en función de ello, definir cuál debe ser el ritmo y el porcentaje temporal centro/empresa en cada caso. Soy consciente de que puede parecer que estoy eludiendo dar una respuesta concreta, o que planteo un sistema totalmente abierto o anárquico, pero entiendo que no existe un comodín para definir este parámetro. Así mismo soy consciente que para la mejor organización de un proceso complejo como es la formación en alternancia, es conveniente tener bien definidos los parámetros de organización, pero si queremos una formación en alternancia exitosa, habrá que tener en cuenta una serie de variables como son la disponibilidad de puestos de aprendizaje suficientes (teniendo en cuenta la actual situación de reducción de la actividad empresarial), la capacitación de los tutores de empresa, en cuanto a su formación y al rol que deben desempeñar y, por otro lado, el profesorado de los centros, que debe desarrollar nuevos roles y modificar sus hábitos de enseñanza. Todos estos aspectos son clave para poder articular con éxito el sistema.
Eduardo Fernández Director Colegio Zabálburu efernandez@zabalburu.net 25
11.
¿Dónde y cómo se podría incorporar valor al sistema de FP en Alternancia?
Parece que, habitualmente, la FP en alternancia es cosa de dos, la empresa y el Centro de FP. Por eso, una opción interesante sería la de incorporar nuevas variables a esa ecuación; variables que vayan incorporando valor al proceso. Es, por lo tanto, imprescindible, identificar cuáles son los aspectos estratégicos que influyen o van a influir de una manera determinante en la economía del País, para, a partir de ellos, acertar con esas variables que buscamos. Si estamos de acuerdo en que una de de las claves debe ser la innovación de las empresas, la Formación Profesional debe aprovechar las posibilidades que desarrolla en su actividad para colaborar en el despliegue de la innovación en la empresa. Una posibilidad que puede ser utilizada con este objetivo, es, sin duda, la modalidad en alternancia de la Formación Profesional. En esta línea, analizando la configuración tan singular que presenta Euskadi tanto en Centros de FP como en Centros Tecnológicos parece inteligente involucrarles en el sistema en Alternancia. Para ello, es preciso generar acciones, básicas, que permitan a los Centros Tecnológicos conocer el funcionamiento y los objetivos de los Centros de Formación Profesional, y, de la misma forma, a los Centros de FP conocer el trabajo y los proyectos de futuro 26
de los Centros Tecnológicos. En este sentido entiendo que las asociaciones de Centros Tecnológicos, IK-4 y Tecnalia, clusters de diferentes sectores productivos, deben jugar un papel importante y necesario por su capacidad de aglutinar necesidades y objetivos de todos los Centros Tecnológicos.
Analizando la configuración tan singular que presenta Euskadi tanto en Centros de FP como en Centros Tecnológicos parece inteligente involucrarles en el sistema en Alternancia. Me da la impresión de que la Formación Profesional y el ámbito de la I+D+i concretado por los Centros Tecnológicos han sido mundos con muy poca interacción. Las razones probablemente hayan sido muy diversas y creo que no es éste el lugar para su análisis. Entiendo que debemos mirar hacia adelante y la Formación Profesional en alternancia puede ser el vehículo perfecto para que ambos ámbitos trabajen de forma colaborativa.
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En esta tarea es fundamental involucrar a las administraciones: Departamentos de Educación, Empleo, Desarrollo económico del Gobierno y también a las Diputaciones. Creo que este trabajo colaborativo de las instituciones puede tener, por añadidura, otros beneficios relacionados con desarrollar proyectos de País. HETEL ha adquirido el compromiso (de País) de ser el agente que intente poner en marcha este tren de engranajes tan complicado. Y lo hemos conseguido. Uno de los hitos imprescindibles es el de identificar los beneficios que se van a derivar de la intervención de los Centros Tecnológicos en esta modalidad de FP en alternancia. Qué beneficios van a experimentar los alumnos/as, las empresas, los Centros Tecnológicos, los Centros de FP y, finalmente, el País: acercar las micropymes a los Centros Tecnológicos, llevar la innovación aplicada a las empresas, desarrollar competencias relacionadas con la innovación en el alumnado contratado por las empresas, ayudar a que las empresas sean más competitivas, enriquecer las competencias de los trabajadores de las empresas, descubrir nuevos mercados para desarrollar la innovación por parte de los Centros Tecnológicos, evolucionar la relación Centro de FP y empresa, iniciar la interactuación entre Centros de FP y Centros Tecnológicos, entrelazar eficazmente los objetivos de todos los agentes participantes, ir moldeando nuestro propio sistema de Formación profesional avanzado,… A partir de aquí, hay que consensuar un Plan de aprendizaje para el alumno/a desde los tres vértices del triángulo, en el que se detallen las tareas a realizar por el alumno/a en cada lugar. Este plan exigiría la ejecución de una exhaustiva labor de coordinación y seguimiento por parte de la persona responsable del Centro de FP, que es quien debería asumir el liderazgo del proyecto de aprendizaje. Una configuración básica podría representar:
• 3: 3 meses alternando Centro de FP y empresa. Tras el aprendizaje en el Centro Tecnológico el alumno/a traslada a la empresa los conocimientos adquiridos relacionados con el ámbito de mejora. Sobre todo en la fase de puesta en marcha de esta iniciativa innovadora las asociaciones empresariales y las asociaciones de Centros de FP deberían jugar un rol importante de información y sensibilización con sus asociados.
HETEL ha adquirido el compromiso (de País) de ser el agente que intente poner en marcha este tren de engranajes tan complicado. Y lo hemos conseguido. Además, sería razonable pensar en una experiencia inicial controlada, piloto, que sirva para poner en práctica todo lo teorizado y para asumir las prácticas que necesiten mejora. Sinceramente creo que la aplicación de este formato de alternancia supondría un salto cualitativo en la Formación Profesional de Euskadi y contribuiría, sin duda, a que todos los agentes profesionales del país avancen por el camino de la cooperación. Por supuesto, nada de esto tendría sentido si empresas, centros tecnológicos, centros de FP y administraciones no estuviésemos realmente comprometidos con solventar las dificultades que seguro aparecerán en el camino y con ilusionar a todas las personas que finalmente van a poner en práctica las acciones planificadas.
• 1: 4 meses alternando Centro de FP y empresa. En esta fase el alumno/a junto con la empresa detectan un aspecto de mejora en la empresa. • 2: 5 meses alternando Centro de FP y Centro Tecnológico. El aspecto de mejora detectado se trabaja en el Centro tecnológico al mismo tiempo que el alumno/a desarrolla competencias relacionadas con la innovación.
Julen Elgeta HETELen Lehendakaria lehendakaria@hetel.org
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11.
¿Dónde y cómo se podría incorporar valor al sistema de FP en Alternancia?
El sistema de FP en Alternancia puesto en marcha en el curso 2012-13 en Euskadi supone una manera diferente de entender la adquisición de competencias y una mayor destreza en las operaciones a realizar, y todo ello debido a la incorporación de la empresa como elemento diferenciador y complementario a la labor en las aulas y talleres del centro de formación. Cualquier programa o sistema de formación es susceptible de mejorar con la experiencia que se va adquiriendo cada año que está en marcha, y naturalmente el sistema de FP en Alternancia implantado no es una excepción. A diferencia de la formación presencial tradicional, en el sistema en Alternancia la empresa y el tutor de la misma adquieren un protagonismo notable, tanto desde el punto de vista contractual como de responsabilidad, riesgos, esfuerzos, etc. Por todo ello, se hace necesario plantear un sistema adaptable que posibilite y atienda diferentes casuísticas, y más si cabe en los momentos que estamos atravesando.
LA EMPRESA En la empresa hay que generar confianza en el proceso, por lo que es necesario un mayor esfuerzo en la difusión del sistema, más información a través del centro educativo o de los Departamentos de Educación y Empleo del Gobierno Vasco. Además sería recomendable un espacio de participación para plantear propuestas y mejoras, donde la empresa sea escuchada y se sienta atendida. Esta participación se podría articular a través de las asociaciones empresariales, los centros de FP, una herramienta en red, etc. Hoy en día existen múltiples maneras para poderlo llevar a cabo. Asimismo es esencial flexibilizar cuestiones como la incorporación del alumno a la empresa, ¿Es posible iniciar la alternancia del alumno desde el primer curso de FP? Quizás no desde el principio pero ¿Por qué no a partir 28
de un cierto momento donde el centro ya conoce mejor al alumno y su potencial? Quizá esta manera permitiría incorporar más empresas al sistema. A veces los Centros encuentran que el planteamiento de una empresa sobre la participación en un programa como éste en el cual han de realizar una contratación no viene por una planificación previa sino por la necesidad del momento, lo que lleva a perder oportunidades que se puedan dar en diferentes épocas del año.
ADMINISTRACIÓN Uno de los agentes que más valor aporta al sistema es el Gobierno Vasco. Aspectos como la duración del contrato adecuándolo al calendario escolar para que el alumnado en alternancia se encuentre en las mismas condiciones que otros compañeros que realizan estudios reglados de manera tradicional o la posible incorporación de estudiantes mayores de 30 años analizando la fórmula de contrato más apropiada. Se debe tener en cuenta que cada vez hay más personas adultas estudiando formación profesional y buena parte de ellas tienen además cargas familiares. Otro aspecto importante son las ayudas que se pueden articular con una doble acción, por una parte para las empresas que contribuyen a la buena marcha de este sistema educativo y por otra, para los Centros de FP que deben adaptarse a un nuevo sistema que coexiste con el tradicional, lo que genera un esfuerzo adicional en gestión, planificación y dedicación de personas. La flexibilidad sobre la fecha de incorporación del alumnado a la alternancia daría opción a presentar solicitudes a lo largo del año, con una convocatoria abierta en diferentes fechas, al estilo de las anteriores convocatorias de los cursos con compromiso de contratación, en los cuales se presentaban las solicitudes cuando desde los centros se detectaban las oportunidades en la empresa.
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EL ALUMNO Para que este sistema tenga éxito debemos generar confianza en la empresa y en el alumnado. La Formación en Centro de Trabajo (FCT) tradicional es un módulo obligatorio para el alumno que la empresa ha asumido como una parte más de sus procesos de selección, de apoyo a ciertos trabajos y personas de su organización o simplemente como un activo más de su responsabilidad y compromiso social. Por ello acepta el alumno elegido por el centro. En un sistema de FP en alternancia, como es necesario realizar un contrato laboral, la empresa debe seleccionar a la persona que mejor pueda encajar con las labores que se hayan designado y con el ambiente y condiciones laborales que ofrece. El rol del Centro puede resultar esencial por el grado de conocimiento que posee sobre el alumno y por ello su asesoramiento resulta imprescindible para la empresa, pero ella tiene la última palabra. Aunque todos los alumnos de FP son candidatos a participar en el sistema en alternancia, no todos reunirán
las aptitudes y actitudes necesarias para combinar la formación en el aula con la formación y trabajo en la empresa, sujeta a horarios, calendarios y exigencias propias de cada ámbito, bien por sus diferentes grados de madurez, disciplina, etc. En resumen, el sistema de Formación en Alternancia es un paso importante, que debe adaptarse permanentemente a las circunstancias del mercado con quien cohabita, además de garantizar la calidad de la enseñanza. Para ello es clave gestionar convenientemente la capacidad de los Centros y de la Administración.
Juanma Seco Director del Centro de Formación Somorrostro direccion@somorrostro.com
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MARKINA
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94.403.40.61
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SAN JOSÉ – MARISTAK L. H. IKASTEGIA Abasolo, 6 48200 – DURANGO (34) 94.681.00.58
94.620.06.38
idazkaritza@maristak.com
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943.79.15.36
OÑATI GESTIO HEZIKETA Ibarra zelaia, 2 20560 – OÑATI (34) 943.71.80.09
943.71.81.62
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