Gran Safari. Sep-OCT 2019

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La Mejor Revista Cinegética de México Año 11 Número 4

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EDITORIAL

ÍNDICE

S

iempre es un gusto escribir este editorial, aunque hoy empiezo con melancolía, porque siempre se siente un sentimiento profundo cuando recuerdas a un amigo que ya ha partido. Alejandro González de Cossío nos envió un artículo que nos trae momentos de nuestro querido amigo Juan Andrés Galán. Gran cazador, entusiasta y me platicaba siempre de sus cacerías; me animaba a echarle ganas a la revista. Ya enfermo de cáncer, siempre me decía: “Hilario, hay pocas cosas en este momento que me dan ánimos, una de ellas es Gran Safari, por favor no dejes de publicarla”. Nos envió artículos por varios años y este, de Alejandro, lo siento como los que escribía Juan Andrés con su puño y letra. Gracias Alejandro por compartirnos este artículo tan importante para mí, espero sea para todos igual. Ya arrancó la temporada… del pecarí de collar. Un animalito despreciado por muchos. Es una especie que también requiere le pongamos atención y con la que podemos iniciar en la caza a los pequeños y a las damas, también para practicar antes de la temporada del venado, porque el animal tiene movimientos que no esperas y si tardas en soltar el tiro, también puedes fallarle. Es una especie valorada por los libros de récords mundiales, que le dan un espacio y existe un considerable número de piezas registradas. Además, los torneos también la consideran y le dan su lugar, sin detrimento en el tipo de trofeo que se entrega. En la Copa de Caza México se recibe un buen número de pecarís a registro, destacando los infantiles, juveniles y damas en número de participación. ¡Anímense a cobrar algunos y registrarlos en los torneos! Los eventos de las diferentes modalidades de tiro se llevaron a cabo durante el año con un notable aumento de competidores. El Gran Slam Norte cierra a tambor batiente el serial 2019, en esta edición se encuentran los resultados de la 5ª y 6ª etapas. Sigue siendo un gustazo ver la participación de niños, juveniles y damas. Me llamó la atención un par de chiquitinas que parecía que apenas podían sostener el arco, pero salieron buenas para dar en el blanco. ¡Enhorabuena! En esta edición, se abre un preámbulo del Halloween, jejeje, con un artículo que nos envió nuestro amigo Humberto Enoc Cavazos Arozqueta, que está de miedo. Y remata Rodolfo Kirchner con El fantasma de Catujanos, que no da miedo, pero refleja la habilidad natural de los venados para no ser vistos tan fácilmente, lo que los convierte en verdaderos fantasmas. Muy pronto arrancará la temporada de venado, la que muchos esperan todo el año. Tamaulipas tiene una pretemporada para arqueros y Nuevo León en octubre a noviembre una temporada para venadas y venados “aleznillos”. Espero los cazadores sepan distinguir entre un venado alezno adulto y un venado añero con astitas. Vayan sacando sus rifles, alinéenlos con tiempo, revisen balas, telescopios, todavía es tiempo de cambiarlo si no es preciso. Vayan limpiando los espiaderos, todavía se podría poner alguno o cambiarlo de lugar. Siempre adelantarse un poco ayuda a tener una mejor temporada. Los dejo con su revista… Hilario Garduño

Envíe fotos para la Galería de Fotos o relatos para publicarlos a eventosdecazaytiro@gmail.com Anúnciese en Gran Safari hilario.garduno@gmail.com o llame al (81) 8994.6600, (81) 8476.1995

Publicación Bimestral. Año 11, Número 4 Edición: Hilario Garduño. Diseño Editorial: Jorge David Montemayor./www.dismont.mx Diseño Original: Liliana Cañamar. Diseño Comercial: Liliana Cañamar, Aarón Patricio Garduño, Jorge David Montemayor.

6 SCI-MTY/ Ficha de Fauna/ Rinoceronte 10 SANTUARIO TV/ Santuario TV Natural/ Ariel Berreta 12 MÉXICO/ Pecarí de collar, Arrancando temporada/

Ariel Berretta 14 COLA BLANCA/ Cacería de El Taco/ Andrea Guadiana 16 COPA DE CAZA MÉXICO/ Premiación 2018-2019 20 COLA BLANCA/ Venado viejo, cazador viejo/ Alejandro González de Cossío 24 MÉXICO/ Cazando entre fantasmas/ Humberto Enoc Cavazos 30 COLA BLANCA/ El fantasma de Catujanos/ Rodolfo Kirchner 34 ESCOPETA/ Eventos de tiro 38 ARQUERÍA/ Cacería responsable con arco/ Juan Manuel Ugarte 39 ARQUERÍA/ Gran Slam Norte/ 5a. Etapa Team Chapoy 42 ARQUERÍA/ Gran Slam Norte/ 6a. Etapa Club CAMAC 46 PESCA/ El arreglo wacky/ Rogelio Villarreal 49 PESCA/ Humberto Garza, Leyendas de Pesca en México/ Rogelio Villarreal

El CEFFSNL entregó la Medalla al Mérito a Gran Safari



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Rinoceronte blanco (Ceratotherium simum)

SCI-MTY/ FICHA DE FAUNA

su área de residencia cuando van en busca de agua. Los machos marcan su territorio con excrementos en el perímetro de su territorio. Se alimentan al amanecer y al anochecer pasando las horas de calor intenso adormecidos en la sombra. Son animales con poco sentido de la vista, teniendo muy desarrollados el olfato y el oído. La gestación dura alrededor de 480 días para dar lugar a una cría de 40 Kg. aproximadamente, cubierta de pelo, además de ser amamantada por 2 años; aunque pueden intentar pastar a las 2 semanas. Cuando avistan a un potencial enemigo, levantan la cabeza, orejas, después bufan y huyen. Al correr pueden alcanzar velocidades de hasta 40 Km./hr. En estado salvaje pueden vivir hasta 50 años. CLASE: Mamíferos ORDEN: Perissodactyla FAMILIA: Rhinocerotidae GENERO: Ceratotherium sp. ESPECIE: Ceratotherium simum (Burchell, 1817)

DESCRIPCION: longitud 3.7 a 4 m., altura al hombro 175 cm., pesa hasta 2500 Kg. Su capa es color gris y es el más grande de los rinocerontes. Los machos pesan hasta media tonelada más que las hembras y tienen los cuernos más largos y una cresta en la nuca más pronunciada, la cual está formada por huesos, músculos y ligamentos para soportar el peso de la cabeza. El cuerno frontal puede medir hasta 1.5 m de largo y el posterior a 40 cm. Sus cuernos están formados de una sustancia queratinosa similar a la del pelo y esta adherido a la piel. Esta piel es muy gruesa, casi lisa y desprovista de cerdas, salvo en el extremo de la cola, donde se forma un penacho. Sus ojos son proporcionalmente pequeños y están en posición lateral, mientras que las orejas, de mediano tamaño son algo puntiagudas. HABITAT: Herbazales, sabana y zonas con agua abundante, también zonas semidesérticas. Habitan también en sabanas con extensos pastizales, arbustos, matorrales, euforbias; usualmente localidades cercanas a lagunillas. Es el más sociable de los rinocerontes, generalmente es tranquilo, se encuentra en pares madre-cría, que permanecen juntos por largos periodos; y también en grupos de hasta 7 jóvenes, que forman manadas pequeñas. Sin embargo, los machos maduros suelen ser solitarios. En algunos lapsos del día buscan la sombra de los árboles y arbustos para reposar; y en ocasiones, se dan baños de barro para refrescarse. Su nombre no se debe a su color, los colonizadores Borres le pusieron el nombre de “Wijt” refiriéndose a su ancho labio, pero los ingleses lo confundieron con “White”, que significa “blanco”, dándole así el inapropiado nombre de rinoceronte blanco. Se alimenta casi exclusivamente de pasto y algunas herbáceas. Por su labio superior ancho y recto se le conoce como el rinoceronte de labio cuadrado. Los bordes duros de los labios le permiten comer el pasto extremadamente corto. Son muy territoriales ya que solo abandonan

La población del rinoceronte blanco del sur (C. s. simum) está relativamente segura, con más de 8500 ejemplares, aunque depende de medidas de conservación. Puede que haya menos de 30 ejemplares del rinoceronte blanco del norte (C. s. cottoni), que esta críticamente amenazado. El blanco del sur (C. s. simum) fue la primera subespecie que estuvo amenazada. Al inicio del siglo 20 se contaban entre 20 y 50 individuos. Como los demás rinocerontes. El blanco del sur fue perseguido por los cazadores furtivos, quienes vendían el cuerno como medicina o como ornamentación en el lejano esto y medio este. Pero, al final del siglo XIX, el blanco del sur fue muerto por granjeros y cazadores furtivos en Sudáfrica, al igual que el Bisonte americano en Estados Unidos. Gracias a los esfuerzos de los conservacionistas, la población de este rinoceronte se recuperó hasta llegar a cerca de 11000. Ahora son el tipo de rinoceronte relativamente mas “abundante” del mundo; sus números son mayores que los de otros tipos de rinocerontes juntos. Sin embargo la latente amenaza de los cazadores furtivos se intensifica por lo que el total de los individuos de esta subespecie están confinados a un mismo territorio. Por su parte, el rinoceronte blanco del norte (C. s. cottoni) esta críticamente amenazado en contraste con el estatus de la otra subespecie del norte. Alguna vez se le observo a este rinoceronte en un extenso territorio alrededor de la región del norte-centro de África hasta el sur del Sahara. Las poblaciones en estado salvaje del rinoceronte blanco del norte llegaron a estar hasta alrededor de 20 individuos localizados en el Parque Nacional de Garamba, en la República Democrática del Congo. Ha habido preocupación respecto al estatus de esta población debido a que en los últimos años se han llevado a cabo varias guerras civiles en aquel país. En las décadas de los 70’s y 80’s del siglo pasado, la cacería furtiva redujo el número del rinoceronte blanco del norte de 500 a 15!, sin embargo al principio de la década de los 90’s y hasta la mitad el año 2003, la población de este rinoceronte se recuperó la población de individuos (32). Desde mediados del 2003 la cacería furtiva se intensifico reduciendo de nuevo la población a 15. Solamente la protección intensiva pueda hacer que esta subespecie continúe sobreviviendo.




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SANTUARIO TV NATURAL

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Santuario, TV Natural el único camino posible para lograrlo: Educación. Mostrar a través de videos y entrevistas que en el daño a la madre tierra no hay inocentes, que las balas matan menos animales que las bolsas de basura, los filtros de cigarro, los globos y los plásticos en general. Y ni que decir, si lo comparamos con los desechos industriales. Es difícil entender a quién acusa con el dedo de una mano y tira basura donde no debe con la otra, pero evidenciarlo nos dará la oportunidad de defendernos con argumentos sólidos. En SANTUARIO no pretendemos ser jueces, sino mostrar que si uno de los principales enemigos del planeta es la agricultura que produce una devastadora deforestación, no pueden erigirse como ambientalistas quienes la provocan, vegetarianos y veganos. Es momento de dejar de echar culpas y unir voluntades. El uso sustentable de los recursos naturales no se puede detener, pero si comprender. Si entendemos que, a veces utilizando la crueldad de la misma naturaleza, sacrificamos individuos beneficiando al resto de la especie, habremos dado un gran paso.

Por Ariel A Berretta Si observamos las redes a través de la internet, es raro el día que no seamos testigos de un enfrentamiento entre cazadores y defensores de animales, llámense animalistas, vegetarianos o veganos. Curiosamente, lo que podemos notar año tras año es la disminución de fotos de cazadores con sus trofeos, en un intento educado por evitar la confrontación. Esto tiene un doble efecto: empodera a esta gente radical y dificulta la comunicación libre entre los amantes de la caza. Partiendo de la suposición de que todos, ellos y nosotros, actuamos de buena fe y con mejores intenciones hacia la maltratada tierra, hemos buscado una manera de conciliar ambas partes, promoviendo

Intentaremos enseñar a los vociferantes de las redes que el apoyo moral no salva especies; si no aportas dinero o esfuerzo físico y trabajo, se convierte en hipocresía sin sentido. Evidenciaremos formas de ayudar, como controlar basura y desperdicios, exigiendo a las autoridades a mantener limpios arroyos y ríos, educando, educando, educando. Mostraremos que, a nivel mundial, donde la caza legal está bien legislada, esta se ha convertido en una de las mejores y más eficientes herramientas de conservación. Es hora de dejar de esconder la cabeza y unirnos en un primer paso con ambientalistas responsables en contra de la polución industrial o doméstica y la caza ilegal. Recuerda: En materia de daños al planeta…no hay inocentes. SANTUARIO, TV NATURAL, espéralo. Dirección: Ariel Berretta; Cámaras y soporte técnico: Raúl F Vaquero; Producción: Lic. Laura García.



MÉXICO

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Pecarí de collar,

arrancando temporada En un momento donde los cazadores somos tan bien vistos como la lepra, sería interesante ponerse a pensar en respetar más la fauna. Y los invito a probar la caza del pecarí con arco o pistola, sin desperdiciar la oportunidad para experimentar un delicioso asado de puerco o tamales de un sabor exquisito. Recuerden, la carne de caza es orgánica, más sana que la de cualquier carnicería. El 9 de agosto empezó la temporada. A quienes les agrada ir soltando el dedo cuando hacen las primeras visitas para revisar comederos y torres, esta especie proporciona esa oportunidad. A pesar de ser una cacería relativamente sencilla, podemos darle un sabor diferente si la practicamos caminando en el monte, con pistola o arco.

Alfonso Ruiz Arias con pecarí de collar cazado con rifle en Progreso, Coahuila.

Por Ariel A Berretta ¿Será por que son feos? ¿O tal vez por la ausencia de astas o cuernos? Recuerdo el comentario de un cazador español en la pampa argentina hace unos años atrás: “Mi sueño es ir a México a cazar pecarí de collar”

Si tu sala de trofeos lo permite, prueba con tu taxidermista un arreglo de dos ejemplares machos de cuerpo entero peleando entre sí. Algunos consejos extra sin costo: Procura cazar hembras, la ley lo permite y la carne es más sabrosa. Déjalo en el piso unos treinta minutos antes de cargarlo hacia donde lo vayas a desollar con la finalidad de dar chance a las pulgas y garrapatas a que abandonen el animal. Ahora, si llevas un gorrón de esos nuevos que se ofrecen a ayudar a cambio de que le dejes disparar a algo, déjalo tirar y ya cumpliste.

Acordamos que cuando se decidiera me hablaría. No lo ha hecho. Pero recordando la anécdota y tomando en cuenta la afición de los ibéricos por los jabalíes y similares, no dejo de pensar en cómo despreciamos esta especie cinegética los cazadores mexicanos. Algunos los aprovechan con jóvenes en calidad de entrenamiento. O los arqueros que dan los primeros pasos en este deportivo arte. Los menos escrupulosos suelen probar la alineación correcta de sus armas en uno de estos animalejos. Y después, en un ataque de bondad mezclada con remordimiento, se lo regalan bien “panceado” al vaquero del rancho. Incluso he visto en contadas ocasiones, quienes los matan porque “se comen el maíz de los venados”. Mal asunto. Pecarí de collar. Foto Internet Javier Espindola.


Hunting Safaris:

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Big 5 l Plains Game l Bird Hunting l Night Hunting l Bow Hunting


COLA BLANCA

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Cacería de “El Taco” cho Nava, ubicado en Parás, NL. Pero mi papá termino por convencerme de ir a buscar un trofeo o solo acompañarlos, ya que siempre son buenas experiencias y aprendizajes nuevos. Por lo general no me gustan las espiadas de la tarde porque si llegas a mandar herido algún animal te queda menos tiempo para buscarlo, aparte de que las fotos salen ya cuando esta oscuro.

Andrea con su venado.

Rancho: La Reyna. UMA: DGVS-CR-EX-1021-COA. Prop. Juan Antonio Garza Garza Por Andrea Guadiana Morales Ya entrando enero, mi papá Ruy Guadiana, mi primo Andrés Garza, mi tío José Luis Bremer y yo fuimos al rancho San Antonio, ubicado en Juárez, Coahuila por la presa Don Martín. Dejamos a mi tío y primo que cazaran en ese rancho y mi papá y yo nos íbamos todas las espiadas a un rancho vecino llamado La Reyna de mi tío Juan Antonio Garza Garza. Siempre que llegamos a un rancho checamos todas las cámaras para ver que animales están saliendo en que comedero y mi tío Juan tiene 15 espiaderos adaptados todos los puntos para pura cacería con arco con sus 15 cámaras respectivamente, así que nos entretuvimos un buen tiempo en estar checando cada chip, pero vale totalmente la pena. Al principio no quería ir al rancho porque el primero de enero ya había cazado un venado en ran-

El día 7 de enero en la espiada de la tarde yo estaba mensajeando con mi papá y le estaba mandando fotos de dos venados machos que estaban en el comedero, los dos de 8 puntas solo que uno un año más adulto que el otro, había una genética que mi tío Juan ya no quería en el rancho porque no crecía mucho de astas y yo solo estaba verificando que no fuera ninguno de esos, cuando a lo lejos veo un venado ya viejo que ya habíamos captado en las cámaras, era un venado muy peculiar ya que tenía las orejas duras, como ya secas o chupadas y caídas, no sé si era por alguna enfermedad o simplemente porque estaba demasiado viejo pero le llamamos “El Taco”, este venado llevábamos viéndolo ya varios años y seguía con la misma astadura y con las orejas curiosas, pero nunca se había puesto a tiro. Cuando lo vi luego luego distinguí sus orejas curiosas y me olvidé de los otros dos, poniéndome en posición y alistando todo para cuando tuviera la oportunidad de tirarle, en lo que me acomodé ya no lo vi por el cuadro del espiadero de piso, pero yo ya estaba lista. Las venadas se asusta-


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Revista Revista Gran Safari Gran/Safari Año 10 / Año / No.116 // No. 2018 4

INSTRUCCIÓN COLA BLANCA AL CAZADOR Cuando estábamos siguiendo el rastro por el monte ya estaba oscureciendo así que ya estábamos con las lámparas iluminando, cuando de repente veo una panza blanca y es de esas veces que te está latiendo el corazón a millón porque no haz encontrado nada pero, lo estás siguiendo y por el rastro de sangre y el video sabes que debe estar pero, algo te hace cuestionarte y empezar a dudar, en el momento que veo la panza blanca todo esos pensamientos se fueron y solo no podía con la felicidad de haberlo encontrado. Andrea Guadiana colocando correctamente el cintillo en las astas del venado.

ron tantito y en eso entra al cuadro “El Taco”, me preparo para tirar y ya anclada espero que se ponga a modo de tiro con el ángulo adecuado; tiro y fue un tiro de 28 metros de distancia y completamente limpio de doble pulmón y base del corazón. Comienzo a temblar ya después del tiro y le mando un mensaje a mi papá diciéndole que tiré y le mandé el video para que viera el tiro y él más o menos me calmó los nervios porque me dijo que el tiro se veía en la “mera nuez”, luego le dije que se viniera a ayudarme, sirve de que en lo que llegaba pasaba el tiempo para que se enfriara y pudiéramos ir a buscarlo sin estarlo levantando. Cuando llega mi papá y me salgo del espiadero para comenzar a explicarle porque todo fue muy repentino de que estaba hablando con él y de repente ya no le contesté y luego le dije que ya había tirado, pues la emoción me ganó. Nos vamos al punto del tiro que estaba ubicado a 28 metros del espiadero y estaba el rastro de sangre muy marcado desde donde estaban los arrancones así que fue muy fácil seguirlo. Para esto, siempre me pasaba que cuando seguíamos venados de otras personas, siempre los encontraba yo, pero nunca me había pasado que un venado mío yo lo encontrara, siempre me hablaba mi papa o alguna prima porque lo veían primero ellos.

Llegando a la casa del rancho San Antonio, donde nos estábamos quedando a dormir todos, pues ya estaban mi tío y mi primo y les llegamos con la sorpresa del venado que traíamos arriba del cuatrimoto y, como siempre, pues a contarles la historia a todos. Mi papá le habló a Iván Bretón, que estaba rentando el rancho de al lado que es de mi tío Sergio Garza Pérez e hicimos carne asada para celebrar.

Andrea Guadiana, José Luis Bremer, Ruy Guadiana y Andrés Garza.


COPA DE CAZA MÉXICO

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COPA DE CAZA MÉXICO Temporada 2018-2019

Carlos Muñoz, presidente del torneo con Bernardo Garza y Aroldo Dovalina, 2o y 3er lugar Bura Peninsular.

Carmen Daniela Treviño Cantú, 1er lugar Damas con Arco. Venado Cola Blanca Texano Típico.

Fernando González, 1er lugar Juvenil con Arco Venado Cola Blanca Texano Típico.

Héctor Miguel Herrera, 3er lugar Infantil Pecarí de Collar. Acompaña Víctor Garza.


Revista Gran Safari / Año 11 / No. 4

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COPA DE CAZA MÉXICO

Eugenio y Luis Lauro González González.

Francisco de La Garza Villareal, 1er lugar Infantil con Rifle. Venado Cola Blanca Texano Típico.

Juan Antonio Cedillo con Danna Loretta y Sara María de León de León Rivera, 1o y 2o lugar Damas con Rifle. Venado Bura de Sonora Típico.

Juan Dahuabe y Juan Antonio Cedillo con Sofía Bretón, 1er lugar Damas con Rifle. Venado Cola Blanca Texano No Típico.

Gustavo Adolfo Torres, 1er lugar Temazate Gris Escopeta, Flavio Santos, 1er lugar Temazate Gris y Carlos Mondragón, 1er lugar Temazate Rojo Escopeta. Juan Antonio Cedillo y Carlos Muñoz.


COPA DE CAZA MÉXICO

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Leocadio Villarreal con Carlos Kaled Garza Dávila, 1er lugar Juvenil Pecarí de Collar con Rifle

Miguel Herrera y Ovidio Garza con Antonio Guajardo, 1er lugar Adultos con Arco. Venado Cola Blanca Texano Típico

Ludivina Botello y Jaqueline Garza González, 4o y 3er lugar Damas en Venado Cola Blanca Texano Típico.

Leocadio Villarreal con Mauricio Garza Cavazos, con Arco Tradicional. 1er lugar Venado Cola Blanca Texano Típico y 2o lugar Pecarí de Collar.

Miguel Angel Cagnasso y Ovidio Garza con Jesús Cantú Rueda, con Arco Tradicional, 1er lugar Pecarí de Collar y 1er lugar Venado Cola Blanca Costa del Pacífico


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MÉXICO

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“Venado viejo, … Cazador viejo”

Por Alejandro González de Cossío Septién. Santiago de Querétaro, Querétaro a 29 de agosto de 2019.

Juan Andrés Galán y Fausto Cervantes en rancho El 15.

En memoria de mi gran amigo, Andrés Galán Navarro, Q.E.P.D. Seguramente muchos de ustedes leyeron algunos de los artículos que escribió para esta revista el Ing. Juan Andrés Galán, tales como “El 30-30 del abuelo”, (Año 4 Núm. 1-2011), “Campeando con mi hijo”, (Año 3, Núm. 2-2015), solo por nombrar un par, aunque en realidad fueron muchos y muy variados. Andrés tenía una forma muy especial y profunda para describir sus vivencias y sus interesantísimas aventuras cazando fauna silvestre por todo tipo de sierras y selvas. Cada párrafo describía y denotaba su amor por la naturaleza, por el monte ignoto y salvaje y de su respeto hacia los animales que lo habitan. Sus siempre amenos relatos de cacerías, algunas extraídas de tiempos remotos, evidencian también la profunda reverencia y admiración hacía su padre, y su intenso cariño hacía su hijo Andrés y su esposa Imelda Solórzano Soto Hay, lo que resalta y evidencia el carácter amoro-


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so y devoto de un hijo, un padre, un esposo y un abuelo ejemplar. Si de alguna manera pudiese describir cual es para mí el ejemplo vivo de lo que debiese representar un cazador deportivo, respetuoso, ético, comprometido con sus principios, excelente compañero, y de una enorme valentía y fortaleza de carácter, capaz de enfrentar cualquier adversidad que se presente, estaría sin duda alguna poniendo como ejemplo a Juan Andrés. Como dicen algunos: “Lo doy por calado”. Tuve la fortuna, por muchos años, de acompañar y tener a mi lado en muchas ocasiones a Andrés, tirando con arco en competencias, cenando con amigos, capturando venados cola blanca y buras, cazando venados o simplemente platicando de mil temas. Con pocas personas he entablado una relación tan estrecha y de tanta confianza, siempre dirimimos nuestras diferencias y discusiones con un sincero discúlpame, y borrón y cuenta nueva en un instante.

Juan Andrés Galán con su venado cola blanca texano.

Lo vi ayudar desinteresadamente a mucha gente, era de las personas que ayudan siempre al necesitado, sea en un accidente en la carretera o consolando con tiernas palabras a un pobre hombre pasando por un mala situación social o económica. Como costumbre, para mí, es inevitable comparar

a la gente con los venados, tal vez sea por tanto tiempo que paso cada día con estos últimos. Siempre encuentro similitudes y rasgos compatibles entre las personas y los venados. Y siento, que, con el tiempo y la edad, los cazadores viejos abandonan un poco sus ansias de matar y disfrutan más obser-

Alejandro González de Cossío, su hijo Mauricio y Juan Andrés Galán.


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Luis Valdez, Fausto Cervantes y Juan Andrés Galán en rancho El 15.

var y gozar a los venados actuando de una manera natural y libre en su entorno. Yo creo, que un cazador viejo se parece mucho a un venado viejo, ambos vivieron una vida plena de peligros y sustos, ambos enfrentaron y superaron todo tipo de situaciones peligrosas. De jóvenes salvaron milagrosamente la vida a pesar de sus envalentonadas y torpes actuaciones, y fueron escalando en su particular, pero similarmente competido mundo, por una posición mejor cada vez, superando y venciendo a sus agresivos congéneres. Cada año, la temporada de cacería dio a ambos mayor sabiduría y más experiencia. Ahora ya no

se arriesgan tanto, son prudentes y cautelosos, se rodean de amigos de su mismo rango y edad, no se enfrentan a jóvenes violentos y saturados de testosterona, pues saben que ya no tienen la fortaleza física para retarlos, pueden salir fatalmente heridos o muertos. Son sabios guerreros y sobrevivientes de mil batallas. Se recluyen en sus escondidos y secretos dominios y observan el paso del tiempo y la vida que les rodea sin tantas ansias ni prisas. Saben cómo evitar enfrentamientos con congéneres violentos y torpes, y aprendieron a evadir y deshacerse de sus enemigos y depredadores. Acompañé en sus últimos años a Juan Andrés a varias cacerías de venado cola blanca en el rancho del Ing. Fausto Cervantes Elizondo, compadre, amigo y compañero de Andrés en incontables aventuras, “de todo tipo” durante muchísimos años, y por el cual siento yo también una gran admiración y cariño. No es mi intención describirlas aquí, pues Andrés lo ha hecho de manera amena y emocionante en muchos de los escritos que fueron publicados por nuestro amigo común, Hilario Garduño en esta, tan prestigiosa revista de cacería.

Juan Andrés Galán y Jorge Alcalde.

Solo es mi deseo dejar un testimonio de mi gratitud, cariño y reconocimiento a un gran amigo, un verdadero “Venado Viejo”, Juan Andrés Galán Navarro.



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Cazando entre fantasmas

El cielo de Sonora empezaba a teñirse de carmesí y en el horizonte comenzaban a vislumbrarse las montañas

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Por Humberto Enoc Cavazos

uando le dije a mi hermano Iván que iba a contar lo que nos sucedió aquella noche, me pidió que no lo hiciera; que para qué, si nadie me iba a creer. Sin embargo, aquí estoy, dispuesto a contarlo todo; no me importa si me creen o no. Porque esta historia no la cuento para ustedes, sino la escribo para mí; para no olvidarme de ésta nunca, para siempre tenerla presente, para en todo momento tener el recuerdo a la mano, pues me servirá durante toda la vida para reflexionar sobre la misma. Todo empezó una madrugada helada, completa y totalmente despejada. Nunca antes había amanecido el rancho Cirios tan frío. Recuerdo perfectamente que ese día salí de mi búngalo y me sentí congelado, pero debajo y en el centro de la bóveda celeste, con el infinito ampliándose sobre mí. Sin ser experto en astronomía, pensaba que en ese momento se alcanzaban a ver desde ese lugar hermoso en Sonora todas las estrellas del universo. Por eso me perdí un rato en el cielo, sin importarme la gelidez de mi entorno. Algo allá arriba me tenía hipnotizado, hasta que un grito de buenos días me sacó de mi ensueño.

Esa mañana, por motivos diversos, Iván y yo íbamos a salir solos de cacería, sin George ni el Peludo, los guías; ni el Paco, el vaquero; ni nadie. Todos tenían cosas que hacer. Y nosotros dos queríamos a fuerza salir a buscar un buro. Así que lo hicimos. Y desde el principio, comenzó lo anormal, pues pedí manejar yo la camioneta; a lo que Iván no mostró objeción alguna ni tuvo reparo en que yo condujera ese día. Salimos a eso de las seis de la mañana. A esa hora, el cielo de Sonora empezaba a teñirse de carmesí y en el horizonte comenzaban a vislumbrarse las montañas, que se recortaban como dedos frente al Mar de Cortés, en ese punto en que todo se pinta de color bergamota, naranja, el color de la arena cuando se humedece con sangre. Sin duda el litoral sonorense es de los más bellos del mundo, precisamente por los espectáculos que ofrece a la vista a la hora de amanecer y cuando se pone el sol, con la serranía de cuna y el mar y el cielo de techo. Las primeras horas pasaron en quietud. Aunque la temperatura glacial de esa mañana prometía buen movimiento de caza; no obstante, curiosamente durante horas no vimos nada, ni pecaríes, ni borregos cimarrones, ni venados cola blanca, ni codornices, ni buros. Ni


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siquiera las hembras, que suelen ser las más presumidas, se dejaban ver ese día, que ya comenzaba a llenarse de una energía extraña. Lo único que desfilaba para nosotros eran los saguaros gigantes, los palo fierro invencibles, las chollas filosas, el palo verde encantadores, los mesquites tupidos, los cirios extraterrestres. Y nosotros avanzábamos, sin rumbo fijo, adentrándonos cada vez más hacia el corazón del desierto, hasta que dio el medio día y entonces todo cambió, la paz se esfumó. Por increíble que parezca, hasta ese momento, Iván y yo no habíamos intercambiado palabra alguna. Durante todo ese tiempo había reinado entre nosotros ese silencio sepulcral cuyo sonido solamente puede ser cómodo y plácido cuando se escucha entre dos personas que se tienen absoluta confianza y mutuo cariño. Pero ese sosiego se vio resquebrajado abruptamente por un ruido extraño que hizo la camioneta. — ¿Qué fue eso, hermano? —pregunté a mi hermano Iván, que comenzaba a cabecear a mi lado—. Esta madre está fallando. — ¡P’ta madre, se me hace que sí! —comentó Iván secamente—. A ver, hermano, párate. — Me paro—, dije mientras pisaba el freno y ponía la camioneta en ‘Parking’. — Apágala, por favor, hermano. Apagué la camioneta y los dos nos apeamos. Ambos nos estiramos al mismo tiempo. Llevábamos cientos de minutos sentados, manejando, sin siquiera habernos parado a orinar o a estirar las piernas. Ya habían pasado por lo menos seis horas. La temperatura había subido. La luz del sol caía como plomo sobre nosotros. En el cielo no se atisbaba ninguna nube, solo su azul eléctrico que se fundía con el azul más opaco y grisáceo del mar. Una vez espabilado, me salí un metro de la brecha para tirar el agua; el hermano Iván hizo lo propio. Los dos buscábamos cualquier actividad, pretexto o quehacer, antes de aceptar la cruda realidad de que no teníamos ni idea de cómo afrontar el problema que nos representaba la camioneta. Íbamos a evadirlo durante todo el tiempo que fuera necesario. Por lo que, una vez concluidas nuestras necesidades básicas y naturales, tomamos cada uno sus binoculares y empezamos a gemelear los alrededores en busca de un buro. Pero al no encontrar nada, a los quince o veinte minutos tuvimos que hacer frente a la complicación. — ¡Chin… a su madre! —gritó Iván, mientras se dirigía al vehículo, llevándose las manos a la cara con violencia—. ¡Los pinches radios! — No manches, hermano... No me digas que se quedaron cargando—. Lo primero que hice fue sacar mi celular del bolsillo y ver la pantalla. Para mi horror, no teníamos ninguna señal—. Y aquí no hay señal. — Ver... Sí... Ayer los bajé para cargarlos, por si íbamos al cerro del calzoncillo a hacerle la cacería a los buros, como ya le hemos hecho antes. Y se me olvidaron— me explicó Iván, que a su vez también veía

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Me sentí congelado, pero debajo y en el centro de la bóveda celeste, con el infinito ampli†ndose sobre mí.

con ansiedad la pantalla de su teléfono, que igualmente indicaba que no tenía servicio en ese sitio. — ¿Y ahora—pregunté nervioso—, ¿qué vamos a hacer? —P’ta, no sé, hermano. Porque el Peludo, el George y el Paco van a estar buscando el borrego que ‘maltiró’ el gringo; y eso puede tomarles toda la noche. ¡Y luego pa’que nos encuentren! ¡No! Va a estar cabrón. —Verde...—fue lo único que pude expresar, mientras una extraña angustia comenzaba a envenenarme la sangre. —Yo creo...—comenzó diciendo Iván, pero se interrumpió por un segundo, mientras comenzaba a ver a su alrededor—. Yo creo que la carretera es nuestra mejor opción. Está en casa de su pu… madre; pero no hay pierde. Es para allá—dijo señalando hacia el este, en el sentido opuesto del mar—. Si le caminamos, a huevo llegamos, y ahí pedimos que nos den un aventón. Porque por aquí no va a haber señal de celular. El plan tenía sentido. Pero, sobre todo, en ese momento no teníamos otras alternativas. Así que tomamos nuestras mochilas, las llenamos de botellas de agua, y cada uno con su rifle al hombro empezamos a enfilarnos en dirección a la carretera.


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Lo que desfilaba para nosotros eran los saguaros gigantes, los palo fierro, las chollas filosas, el palo verde encantadores, los mesquites tupidos, los cirios extraterrestres.

Las primeras tres horas transcurrieron entre risas y tragos de agua. El hecho de tener un plan, una opción, nos había tranquilizado. Empero con el paso del tiempo, cuando el atardecer se percibía próximo, los ánimos comenzaron a caldearse. Un nerviosismo mezclado con miedo empezó a sentirse en el ambiente. Yo cada vez preguntaba con más frecuencia si ya estábamos más cerca; y mi hermano Iván que sí, que ya nada más pasando esa loma se va a ver la carretera; pero al no suceder nada, me arrancaba yo de nuevo, que si sí íbamos bien; que si no estábamos perdidos; que si seguíamos en el rancho; a lo que Iván, cada vez más molesto y agobiado, me respondía que sí, verde, que sí vamos bien; que no estamos perdidos, que ya falta poco; que tranquilo. Pero para mí cada vez me resultaba más difícil tranquilizarme. Porque ya nos habíamos acabado el agua y ya no se veía nada a un palmo de distancia, pues una noche sin luna nos sorprendió a los dos, en medio del desierto, y con la carretera en ninguna parte. Dejé de contar las horas. Por eso no tengo idea qué hora era cuando, sin pila en los celulares, pues tanto Iván como yo los habíamos usado de linternas; sin agua ni comida en las mochilas; con la boca reseca y los hombros adoloridos, por fin escuchamos el rugir de la carretera. Cuando la vimos, los dos soltamos una carcajada histérica y nos abrazamos. Luego, apoyados cada uno en el hombro del otro, caminamos, dando tumbos, tropezando con chollas, cayendo en agujeros, en dirección a las luces de los coches que pasaban como relámpagos frente a nosotros. Antes de salir, Iván me exhortó a esconder los rifles debajo de un mesquite; que al día siguiente podíamos regresar y los encontraríamos sin problemas; que dejaría papel de baño amarrado en el alambre de púas para ubicarlos rápidamente. Y eso hicimos, medio enterramos nuestras armas, dejamos lista la señal, y, después de pasar por debajo de la cerca, caminamos al filo de la

carretera para pedir un aventón a la casa del rancho. Ninguno de los dos teníamos idea de dónde estábamos. Pero, por lo menos, durante un instante, nos sentimos más seguros; sensación de seguridad que inmediatamente se evaporó, pues como por arte de magia, o por crueldad del destino, justo cuando por fin nos encontrábamos donde queríamos estar, súbitamente los coches dejaron de pasar. Esperamos inquietos, en silencio e inmóviles, durante aproximadamente diez minutos. Luego Iván comenzó a caminar en dirección a, según él, la casa. Yo lo seguí. Ya no me sentía con fuerzas para nada. No quería alegar ni opinar. Estaba sediento, exhausto, ansioso. Lo único que quería era salir del desierto, tomar agua y cerrar los ojos. Tenía sueño, sed, hambre, frío. Por eso caminaba ya sin voluntad, como por instinto. Y entonces se sintió un céfiro helado, que hizo que los dos nos detuviésemos en seco y nos frotáramos los brazos. En eso estábamos cuando a lo lejos se escuchó el ronroneo de un motor. Lo que provocó otro estallido de carcajadas, gritos, juramentos, y risas. En ese momento todo era oscuridad y el ruido del coche que se aproximaba. Pero segundos después la luz mortecina de los faros de una camioneta vieja se dibujaron a lo lejos. Iván y yo desesperados comenzamos a hacerle señas para que se detuviera. Entre gritos de súplica, saltos y manoteos, desde muy lejos rogábamos que se parara quienquiera que iba conduciendo. Y afortunadamente, mientras veíamos nuestra salvación aproximarse, ésta también aminoraba la marcha, lo que nos llenaba de esperanza y felicidad. Pronto lo tuvimos frente a nosotros, completamente detenido, a un hombre joven, de rostro amigable, que sin mayor preámbulo nos invitó a que nos subiéramos con él. Y eso hicimos. Era una Dodge vieja. No sabría qué año ni de qué color. Los asientos de piel nos recibieron en un cálido abra-



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zo que nunca voy a olvidar. Nos acomodamos, y a la pregunta expresa de a dónde nos dirigíamos, Iván le respondió que se siguiera rumbo al puerto, como iba, y que él le diría donde parar. Me habré quedado dormido uno o dos minutos, pero cuando desperté, de lo primero que me percaté fue de que Iván dormía en el asiento del copiloto profundamente, con la cabeza recargada en el hombro izquierdo y roncando con ferocidad. Al frente, la noche profunda y las líneas del camino precipitábanse con violencia contra nosotros. Acto seguido, busqué a lo lejos las luces del puerto para cerciorarme de que no nos habíamos pasado. Ahí estaba ese brillo tenue. Eso me tranquilizó. Pero de manera paulatina mi tranquilidad se fue desintegrando. Primero porque sentía un frío como el que nunca he sentido en mi vida y, en segundo lugar, porque me di cuenta de que quien conducía la camioneta era una persona completamente distinta de quien nos había recogido antes. Ahora el que tenía las manos sobre el volante era un anciano decrépito, que no paraba de envejecer.

Las montañas se recortaban como dedos frente al Mar de Cortés.

Ahogué un grito de terror. Me contuve; pero las ganas de gritar me parecían con cada segundo que pasaba más incontenibles; las sentía insoportables en la garganta y en la boca. Sobre todo, cuando vi con claridad cómo el tejido de la piel del viejo que manejaba la camioneta se descomponía y se le desprendía a jirones. Luego el iris del ojo que alcanzaba a ver se derretía. Yo no podía creerlo. No me podía mover. Todo debía ser una pesadilla. Pero no podía pellizcarme ni hacer nada

para despertar de ese infierno de horror. Me sentía obligado a ver cómo el conductor se convertía en un cadáver, que de pronto me volteó a ver y me sonrió de la manera más espeluznante. Luego, volvió la mirada al camino y aceleró. La camioneta bramó y salió disparada a una velocidad que parecía imposible en un auto tan viejo. Pero era una realidad. El ruido de cada pieza vibrando y la escena del cofre devorando la carretera no dejaban lugar a dudas: íbamos por lo menos a ciento ochenta kilómetros por hora en dirección a una curva que serpenteaba una pared de piedra. No tardé ni una milésima para entender y asimilar que en unos instantes más me iba a matar con el impacto. Y así sucedió: parpadeé, y vi las rocas a un metro de la camioneta. Luego sentí un golpe en la cara, en el pecho, en las rodillas, que me causó un dolor como nunca antes lo había sentido. Después, todo fue oscuridad y silencio. Lo último que recuerdo fue que alguien abría la puerta de la camioneta. Primero fue sólo el sonido. Yo seguía con los ojos cerrados, esforzándome en así mantenerlos. Posteriormente, sentí sed y un dolor de cabeza espantoso. A lo lejos escuchaba una voz. Pero no alcanzaba a distinguir qué decía. Me dolía todo. Me sentía entumido y acalambrado. No quería abrir los ojos; pero después de un rato, no tuve más remedio; y cuando lo hice, una luz intensa me deslumbró. Ahí afuera seguían las voces, el resplandor, la silueta difusa de una persona que poco a poco se fue haciendo más clara, junto a su voz que me preguntaba que qué hacíamos ahí; que si estábamos bien. Era Paco. Volteé por instinto a mi derecha, ahí estaba Iván, que abría la puerta; yo me deslicé y me caí de la camioneta. De inmediato, el vaquero me ayudó a ponerme de pie. << ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó?>>, preguntaba y repetía, perplejo. Y Paco me decía que no sabía; que si estaba bien; y yo, que me tocaba el cuerpo, dudando, decía que sí; pero insistía que en dónde estaba; y me respondían que en el rancho. Y yo, que ¿quién me trajo? Y ellos, pues ya estaban todos, incluidos George y el Peludo, alrededor mío, que nadie; y, yo, con miedo, que ¿y la camioneta? Y el Peludo, que ¡ahí está! ¡En esa se vinieron! Y, ¿yo manejando?, pregunté; y todos que, ¡sí! ¿Si no quién más? Y yo me empecé a relajar, hasta que sentí sobre el hombro la mano de Iván, que al oído me dijo: <<Hermano, yo también soñé que la muerte nos daba raite aquí a la casa>>.



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Rodolfo Kirchner, hijo y padre, con el venado del primero.

El fantasma de Catujanos

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Por Rodolfo Kirchner Hernández

orría el mes de septiembre de 2018 y mis compadres Daniel Pérez y Guillermo Sámano, amigos y compañeros de incontables cacerías a lo largo de los años, estábamos terminando de instalar motores a los comederos en varios puntos del rancho con un calor que pasaba los 34 grados. Cabe aclarar que era la primera temporada en este rancho llamado “La Placeta” en el municipio de Lampazos, N.L. y qué, gracias a la amistad de muchos años entre mi padre el Dr. Rodolfo Kirchner González y el propie-

tario Mario González Quiroga, excelente persona y ser humano, se pudieron dar las cosas para cazar ahí. Le decía a papá: “Vamos a regresar a nuestros terruños”, ya que muchos años atrás tuvimos un rancho del otro lado de la meseta de Catujanos en el municipio de Candela, Coahuila, donde crecí cazando en esos montes, cañadas y valles. Debido a que entramos tarde (avanzado el año) al rancho, teníamos la premura de conocer las características del terreno y poder detectar aguajes naturales, pasaderos y echaderos para saber dónde poner


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Tuvieron que pasar dos eternos meses para que por fin comenzará la tan esperada temporada de cacería y en mi cabeza permanecía la imagen de ese gran venado, así es que tenía el firme propósito de aprovechar al máximo los pocos meses que dura y no hubo fin de semana que no amaneciera en la torre para tener la oportunidad de volverlo a ver. Pasaban los días, mañanas y tardes a veces con lluvia, calor y muchas otras con el clima perfecto para que los animales grandes se movieran, pero no tuve éxito y obviamente por mi cabeza me cruzaba la idea de que probablemente ese animal anduvo de paso y se movió a otros ranchos, pero por otra parte al ver la magnitud de algunos rozaderos y huellas cercanas a la zona mantenía viva la esperanza. Hubo fines de semana que a regañadientes me tenía que mover a otras torres para también darle oportunidad al resto de mis compañeros de espiar en ese

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las torres y tener mayores probabilidades de éxito y pues casi encima de la temporada todavía estábamos terminando de instalar comederos. Esa tarde del 22 de septiembre alrededor de las 5:00 P.M. habíamos, por fin, terminado y decidimos quedarnos a espiar cada uno en diferentes puntos del rancho para ver si veíamos algo, aunque en mi interior me repetía varias veces que con tanto ruido y movimiento que habíamos hecho iba a ser difícil que algún animal se dejara ver; pero aun así optamos por dividirnos e instalarnos. No pasaron más de 20 minutos después de subir a la torre cuando pasó una camioneta de redilas cargada con becerros por el camino vecinal que divide al rancho como a 600 metros de donde estaba, haciendo un gran estruendo y vi que entre el monte se levantaron dos animales; la primera era una venada madura que cruzó rápidamente la brecha como a 250 metros y detrás de ella cruzó un gran venado, le comentaría posteriormente a mis compañeros que tenía muchos años que al ver un venado no se me ponía la piel chinita de la emoción y vaya que cada temporada puedes observar muchos animales de diferentes tamaños, pero al ver a este inmediatamente supe que era algo fuera de lo normal y efectivamente al enfocarlo con los binoculares confirmé mi sospecha, . sin embargo, no me dio el tiempo suficiente para poder analizar detenidamente todas sus características ya que en cuestión de segundos desapareció entre el monte. Esa tarde llegué al campamento a contarle a mis compañeros sobre el monstruo que había visto y obviamente nadie me creyó, incluso causé burlas, ya ven que los cazadores y pescadores tenemos fama de ser un poco exagerados y más que no lo pude fotografiar ni filmar y mucho menos era creíble mí versión en pleno septiembre y con un calor infernal.

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Rodolfo Kirchner, con el Fantasma de Catujanos.

punto, pero siempre les decía entre bromas y risas que “El Fantasma de Catujanos” (así lo bautizamos) estaba predestinado a reaparecer solamente conmigo. Cuando mi ánimo ya estaba en un nivel muy bajo y casi resignado a aceptar que el Fantasma se había movido a otros montes me llama mi compadre Daniel para decirme que en las tarjetas de las cámaras había aparecido en una de las fotos un animal con las características que les había contado y al ver la imagen inmediatamente confirme que se trataba del mismo animal. Ese día era un Martes y todo el grupo nos encontrábamos en Monterrey en nuestras actividades diarias y la próxima vuelta al rancho la teníamos programada hasta dentro de dos fines de semana que era en el que la mayoría podíamos ir por cuestiones de trabajo; sin embargo al ver el pronóstico del clima que marcaba que ese Sábado y Domingo íbamos a amanecer alrededor de los 0 grados centígrados (habíamos tenido fines de semana previos muy calientes) no me la pensé dos veces y cancele un compromiso para poder escaparme ese fin de semana, así es que les pedí a mi Tío Carlos y a papa que me acompañarán al rancho a probar suerte y de paso aprovechar para convivir con ellos y prepararles una buena carne asada con su respectiva botana. Nos fuimos un viernes al mediodía para aprovechar la tirada del sábado y domingo en la mañana sin em-


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bargo solo vi algunos animales jóvenes y uno, ya viejo, de muy buena canasta torneada abierta, pero con velas cortas por lo que decidí esperar a ver si tenía la suerte de que saliera” El Fantasma” o algún otro de mejores características, pero nuevamente me fui en blanco. Normalmente me regreso los Domingos como a las 2 de la tarde después de la espiada pero esta vez decidí darle hasta el lunes y tratar de aprovechar esa tarde y la mañana siguiente ya que las temperaturas eran ideales y a diferencia de otras semanas había mucho más movimiento en las brechas y los machos se veían más activos y las venadas inquietas. Esa mañana del lunes aplique la misma rutina de siempre; levantarme a las 5:00 am preparar un buen café cargado y comer una buena porción de pan dulce para aguantar la jornada. Recuerdo que cuando iba rumbo a la torre la temperatura marcaba los -2 bajo cero y había una capa de hielo sobre el cofre de mí camioneta. Normalmente estaciono la camioneta en algún punto alejado de donde voy a tirar a no menos de 500 metros y de ahí camino hacia la torre a instalarme y esperar a que amanezca, pero esa mañana hice un poco más de tiempo resguardado en la misma por qué el frio estaba calando hondo y no sentía las puntas de los dedos del pie. Después de una mañana muy activa de machos jóvenes y hembras, como a eso de las 9:00 am repentinamente los machos desaparecieron de las brechas y se sintió un gran silencio en el monte y a lo lejos

alcance a ver unas astas que sobresalían por mucho sobre los lomos de dos venadas en medio de la brecha como a 240 metros, enfoque mis binoculares e inmediatamente supe que era el venado que semana tras semana había estado buscando, rápidamente guarde mis lentes y tomé mi Remington modelo 700 calibre .270 WIN y ahí estaba listo para intentar cazar lo que hasta la fecha era el venado más grande que había visto en un rancho de cerca baja y en su hábitat natural; tuve que esperar a que la venada que estaba estorbando mí visión se moviera para poder tener un tiro limpio y así sucedió, sin embargo el venado estaba totalmente de frente a mí y preferí esperar a que me diera el costado. Después de unos segundos que se me hicieron horas el venado finamente me dio el costado, pero para entonces era ya tan alta la dosis de emoción y adrenalina que no pude mantener la cruceta del telescopio fija en el codillo y tuve que hacer una pausa y respirar profundamente para intentar calmarme. Cuando por fin estaba ya tranquilo y listo para disparar el animal en un solo movimiento fugaz se internó en el monte y desapareció. Después de eso solo pensaba y me lamentaba que probablemente ya no iba a volver a tener la oportunidad de tirarle; ya que ese tipo de venados por su edad, astucia y sigilo rara vez se dejan volver a ver. Llegué a pensar que le debí haber disparado, aunque no lo tuviera totalmente fijo, pero por otro


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Rodolfo Kirchner con sus hijos en el evento de premiación de la Copa de Caza México.

lado me decía que como buen cazador siempre hay que tratar de asegurar el tiro. En eso estaba debatiéndome con mis propios demonios y culpándome por un lado y justificándome por el otro y pidiéndole al Creador que me diera solamente

A veces he pasado temporadas completas sin hacer un solo disparo por que no vez al animal que estás buscando; aclaro no dije al más grande ya que es un tema muy personal lo que cada quién considera un trofeo y es como el vino de mesa, que el mejor vino es el que más te guste; la única premisa que aplicamos es que sea un venado de avanzada edad ya maduro para darle oportunidad a los jóvenes de desarrollar su verdadero potencial. La cacería como siempre lo hemos comentado no se trata de cazar por cazar ni se reduce a eso; la cacería primeramente es tener la gran fortuna de poder salir y disfrutar el monte y su entorno para convivir con las personas que aprecias en un ambiente de compañerismo y si además de eso tienes la oportunidad de poder ver y cazar un buen venado pues eso sería la cereza del pastel como en este caso me sucedió por lo que estoy muy satisfecho y agradecido.

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una oportunidad más cuando después de aproximadamente 30 minutos en el mismo punto y a la misma distancia apareció nuevamente “El Fantasma”, pero esta vez se encontraba sólo sobre la brecha y en cuanto el animal se puso de lado y se detuvo apreté el gatillo cayendo en ese instante fulminado; un gran venado de seis años y medio de 17 puntas que midió 184 2/8 B.C.

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ARCYT Campeonato Nacional Valenciano por Tercias Santa Catarina, N.L.

Librado Ayala, Alberto Brunell y Diego Martínez, 1er lugar

Lino Cortés, Rubén Martínez y David Arreola, 2o lugar.

Pedro de Urquidi. Sergio Salinas y Pedro de Urquidi, 3er lugar


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ARCYT Copa Regiomontana Valenciano Individual Santa Catarina, N.L.

Pedro de Urquidi, 1er lugar Master

Javier Cueva, 1er lugar Veterano.

Miguel Ángel Cagnasso, 2o. Master

Diego Martínez, 1er lugar Juvenil

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Rubén Martínez, 1er lugar Master


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Cinegético Jalisciense, Nacional de Parejas Valenciano

Sergio Salinas y César Yáñez, 3er lugar

Club de Tiro Querétaro, A.C. Campeonato Nacional Individual Colombaire

Carlos Ayala, 3er lugar.



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Cacería responsable con arco

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Por Dr. Juan Manuel Ugarte on muy evidentes las diferencias entre el deporte cinegético con arma de fuego, al compararlo con la caza con arco y flecha. En el presente artículo se estudiarán algunas.

Invariablemente, la primera recomendación para los que se inician en la actividad cinegética debe ser el respeto de las leyes y reglamentos vigentes y, por supuesto, la seguridad del cazador y de las personas alrededor de éste. La mayoría de los cazadores se inician en esta actividad utilizando armas de fuego o de aire y, generalmente, cazando pequeños mamíferos. Luego de haber abatido su primera presa se presume la hazaña en compañía de otros viciosos, en cualquier lugar de conversación: El camión urbano, en la carne asada o en el bar de la esquina, dónde, al entrar, se lee un letrero alusivo, “Bienvenidos cazadores, pescadores y toda clase de mentirosos”. La gran descarga de adrenalina al realizar el disparo, aunado a las incidencias previas y posteriores, hacen que el cazador exagere la experiencia al momento de describirla y se convierta en increíble. Con las armas de fuego de gran alcance y usando mira telescópica. La distancia de tiro es una de las principales exageraciones que comentará el cazador y, generalmente, a mayor distancia, mayor emoción, mayor mérito y más exagerada la versión. En ocasiones, aun usando un medidor de distancia para asegurar el acierto, de cualquier manera, en la plática se aumenta la distancia de tiro. Las diferentes formas de acercarse o de acercar al animal a distancia de tiro, también modifican el resultado: Ya sea con armas de fuego, aire o armas arrojadizas (flechas, lanzas, cuchillos). Estas formas, dependen del animal de interés cinegético que se persigue y de la agudeza de sus sentidos, que el animal utiliza como defensa, estas formas de caza son:

Caza desde el espiadero.

Al acecho. (aguardo, espera o espiadero), largos momentos de espera en una torre alta o en un espiadero a ras del suelo, visualizando lugares abiertos o brechas que estos animales acostumbran a pastar o transitar. Rececho. Que consiste en localizar visualmente a la presa mediante magnificadoras visuales (prismáticos o telescopios) o a simple vista, para luego hacer un acercamiento sigiloso a una distancia segura para hacer el disparo. Montería. La cuál consiste en localizar un lugar por dónde, seguramente, pasarán los animales que, en manada, cuando son arriados mediante perros o personas haciendo ruido para que huyan hacia el lugar dónde se localiza el cazador (muy popular en Europa desde hace 300 años donde sigue siendo legal). La velocidad de huida de los animales obliga generalmente al cazador disparar con rifle o escopeta. Los felinos son muy suceptibles al ladrido de los perros, por lo que, una de las formas de localizarlos es mediante cánidos entrenados para olfatear, localizar y perseguir al gato, el cual generalmente se acorrala en un lugar que protege sus espaldas o arriba de un árbol, el constante ladrido de los perros le indica


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Los guajolotes silvestres machos son muy territoriales durante la época de apareamiento y cacería (en México, hasta hoy, son simultáneas), por lo que es muy efectivo invadir su territorio con un guajolote macho de granja vivo; lo que representa, para el silvestre, un competidor (por sus hembras y su alimento) y que él debe expulsar de su territorio. Generalmente, el silvestre, se acerca esponjado con ganas de pelear y, sí el cazador lo permite, golpeará hasta la muerte al coloquialmente llamado “Sancho”, igualmente efectivo en la temporada de

Comedero automático.

apareamiento, la colocación de una hembra de guajolote casero, que podrá atraer a los machos que, en ese momento, andan en período de celo. ¡¡¡¡Cuidado!!!! porque esta técnica también atrae a depredadores carnívoros que ven la mesa servida y buscan “servirse con la cuchara grande”. Cacería con reclamo. Los llamadores o reproductores de sonidos que imitan las “voces” de la posible pareja o de un invasor; atrae a los guajolotes machos hasta el lugar en el que está el cazador, llamando a su posible trofeo. También hay infinidad de diferentes sonidos llamadores, para atraer felinos y depredadores (Ej. El llanto de una liebre herida). Los hay para atraer venados o puercos de cualquier clase, pero generalmente los sonidos son específicos para cada especie. En el mercado se localizan como grabaciones o aparatos qué al soplar a través de ellos, agitarlos, rasparlos o golpearlos, producen el sonido atrayente. Golpear mudas de cuernos de venado, imitan la disputa de dos venados machos por un territorio o por hembras de un harem, lo que atrae a otros competidores que desean el mismo objetivo. Puede, además, atraer depredadores que ven la oportunidad de aprovecharse del perdedor herido. Otra forma de cazar es mediante carnadas y en esto también, diferentes formas de usarlas. Muy común el uso de granos de maíz para la caza de animales herbívoros con gusto para dicho producto (cérvidos, borregos, marranos salvajes, pecaríes, conejos, liebres, guajolotes, palomas cuervos, etc.). En la ac-

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al cazador la localización de la jauría y la presa. También se utiliza esta modalidad para la caza de marranos salvajes (últimamente muy abundantes en América). En EUA se puso de moda acorralar el jabalí europeo y que los perros entrenados, lo inmovilicen, mordiéndole las orejas, las extremidades o cualquier parte del cuerpo, para que el cazador, cuchillo en mano, lo sacrifique con una puñalada en área vital de pulmones y/o corazón: Demasiada adrenalina en el momento por el escándalo ruidoso de los animales y el peligro que representa, la posibilidad que el marrano se liberé y agreda al cazador. Los felinos y demás depredadores carnívoros se pueden atraer a un lugar deseado por el cazador, mediante la colocación de carnadas a base de piezas de carne animal, sacrificado previamente y colgadas al alcance del animal a cazar, incluso, algunos cazadores, utilizan animales vivos como carnada, como borregos o chivos que, estando atados, balan y atraen al depredador (práctica más común en países como África, donde si es permitida).

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tualidad se usan aparatos electrónicos que, periódicamente durante el día, lanzan descargas de maíz en una superficie de varios metros de diámetro; su uso, se hizo muy popular a principios de los años 80´s, posteriormente se complementan estos comederos con piletas de agua o bebederos que también atraen no solamente a los animales de interés cinegético. La cacería de aves al vuelo se confina casi exclusivamente al uso de escopeta de perdigones, aunque algunos las cazan con resortera o con arco y flecha. La cetrería y la caza con galgos o perros de rastreo, es poco utilizada en nuestro continente. A diferencia de la caza con armas de fuego, frente a la caza con armas arrojadizas, la distancia de tiro es el factor fundamental de cada una de las especialidades. Cuando el cazador con arma de fuego presume ante sus compañeros la gran distancia a la que se efectuó el disparo, el cazador con arco presume que, a menor distancia, mayor grado de dificultad. Así mismo, la cacería con arco reclama mayor atención a los pequeños detalles que compiten con los sentidos de los animales, principalmente el oído, el olfato y la vista, aunque, con diferentes grados de sensibilidad en las distintas especies cinegéticas, por ejemplo, el guajolote silvestre tiene una vista y un oído muy desarrollados y el olfato es nulo, es un aspecto, al cual, casi nadie le pone atención. A diferencia del venado cola blanca que ingresa olores a su sistema nervioso central (SNC) por la nariz y la boca, con lo que percibe en forma exagerada olores hormonales de su hembra cuando está en período de fertilidad o el olor del humo en la ropa del cazador

producto de la fogata nocturna del día anterior, entre muchos otros aromas. Por lo tanto, al cazador con arco se le recomienda cuidar esos mínimos detalles que se supone y se puede asegurar, perciben los animales que son de interés cinegético. Igualmente, y no menos importante, es el entrenamiento previo en el campo de tiro, simulando las condiciones de la cacería con las flechas armadas con las navajas de caza. Siendo muy efectivos los recorridos 3D para utilizarlos como simulacros de caza. Recomendaciones para la caza con arco desde un espiadero de venado cola blanca y cérvidos semejantes, pecarí de collar, borregos y cabras del monte, guajolote silvestre y otras especies cinegéticas exóticas o nativas de México: 1.- Dirección de tiro: se recomienda que sea hacia el norte, ya que, generalmente en invierno (temporada de caza en México), el viento sopla de norte a sur, lo que, hará imperceptibles los olores que se desprendan desde el sitio del cazador y sean percibidos por la presa. 2.- Igualmente, en esa dirección, la luz del sol al amanecer o al atardecer, no limitará la vista del cazador. La luz del sol en los ojos limita las posibilidades de éxito. 3.- La distancia entre el comedero y el arquero será, la que él se sienta seguro de disparar acertadamente sus flechas sobre la presa, ahí, él deberá colocar su espiadero. 4.- Nunca estirar la cuerda del arco, si el animal está dirigiendo su vista hacia el cazador, se deberá esperar a que el animal dirija su vista hacia el suelo para comer o hacia otra dirección. 5.- Para evitar el efecto violín (sonido) de la flecha al deslizarse sobre la repisa durante el estiramiento; protéjala con un forro delgado de hule y haga pruebas para asegurar los aciertos y lograr evitar el ruido, que haría huir a la presa. O use repisas especiales para ese fin.

El acecho puede ser en brecha.

6.- Se recomienda utilizar espiaderos de los llamados “Dog house”, prefabricados y desmontables; o construir uno, que sea obscuro en su interior, con una o dos ventanas pequeñas pero suficientes para permitir apuntar (visualizar) con el sistema de miras y que la flecha no golpee la superficie solida de la ventana. La segunda ventana será para colocar la cámara fotográfica o de video, como fiel testigo de la hazaña cinegética. Es conveniente que el


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interior del espiadero tenga pintura negra y, por lo tanto, mantener una obscuridad, dónde el cazador también deberá vestirse con ropa obscura, para que, a la vista del animal, el cazador pase desapercibido. 7.- Evite herramientas o utensilios que reflejen la luz, cualquier brillo reflejado, ahuyenta a los animales. 8.- Aprenda a reconocer el área vital del animal al que va a cazar e intente acertar en esa zona para abatir en forma rápida a la presa. Se insiste en practicar recorridos de caza con figuras 3D que asemejan la cacería real y aprenderá además a reconocer el área vital del animal que intenta cazar. 9.- Recuerde que, en animales de pelo, es conveniente que la flecha atraviese de lado a lado el cuerpo del animal, obtendrá dos heridas, que dejarán un rastro de sangre que le ayudarán a localizar al animal. Por lo tanto, utilice flechas con navajas bien afiladas que aseguren el traspaso bilateral del animal. 10.- ¡¡¡Ojo!!! la recomendación anterior no aplica para animales con plumas (Aves) como el guajolote silvestre, debido a que generalmente las heridas de estas aves drenan poca sangre, la cual, se absorbe en las plumas y poca o nada cae al piso para seguir el rastro, o de otra forma, al momento del impacto, el ave se levanta en vuelo para huir del sitio de la agresión y difícilmente, en esas condiciones, se podrá localizar al guajolote herido y después abatido. Entonces se recomienda para la caza de guajolote silvestre, usar navajas que tengan menos penetración, buscando acertar lateralmente en lo más grueso de la pechuga, para que la flecha permanezca en el cuerpo y le evite volar, o que, al correr la flecha se atore en las ramas del camino recorrido; después del disparo salir corriendo tras el animal herido sin perderlo de vista y tratar de escuchar el aleteo cuando va corriendo para ubicarlo, alcanzarlo y terminar con el cobro de la pieza. (Vea un video que ejemplifica la caza de guajolote silvestre: https:// youtu.be/LlHmj5JvMXk?t=275).

41

Carnada para felinos en países que lo permiten.

11.- Cuando se ha tomado la decisión de hacer el disparo de la flecha, éste se relaciona íntimamente con una poderosa descarga de adrenalina en el organismo del arquero, lo que generalmente, se conoce como la “fiebre del cazador” y dificulta grandemente la ejecución perfecta del disparo. Busque sustituir dicha emoción por otra, piense en algo diferente que cambie totalmente su momento emotivo, “recuerde cuando ella le dio el sí”, “recuerde la risa de su hijo(a)”, incluso ratos desagradables “cuando te caíste de la bicicleta”, cuando sentiste miedo con la película del exorcista” o “Momentos sexuales agradables” ... Increíblemente, desaparece el nerviosismo y es más factible disparar el arco con acierto. 12.- La suerte del cazador es directamente proporcional al tiempo de permanencia de éste en el espiadero.


ARQUERÍA

42

Gran Slam Norte

5a Etapa Team Chapoy Arteaga, Coahuila

Arquero

Club

Pts

Lugar

Jorge Pablo Chapoy Bosque

Chapoy

295

1

Pedro E. Martínez Caballero

Catujano

293

2

San Nicolás

290

3

Scope A

Andrés Lozano Mata

Scope B Isaac Linaje Falcón

San Nicolás

279

1

Gerardo García Esquivel

Libre

262

2

Adrián Arturo Garza de la O

ADN

259

3

Chapoy

274

1

ADN

268

2

ADN

258

3

ADN

259

1

ADN

258

2

Target Archery

257

3

Mira Fija A Jesús Alberto Guzmán Mancha Rodolfo Nájera Martínez

Alicia Catalina Ayala Villagrán, 1er lugar Barebow Femenil.

Bernardo Molina S†nchez, 1er lugar Infantil Compuesto.

Jorge Armando Tamez Vega Jr Mira Fija B Leonel Antonio Alanís García Roberto Tamez González Horacio Lozano Morales Jr

Novato C Carlos A. Castaño Villarreal

Libre

277

1

Hugo A Tamez Guerra

ADN

266

2

Alberto Tijerina González

ADN

259

3

Veteranos Ramiro Lorenzo Dávila Esparza

Libre

218

1

Timoteo Guajardo Guajardo

ARCYT

183

2

ADN

142

3

Chapoy

226

1

Cinegético

216

2

Libre

210

3

San Nicolás

298

1

1440 Archery

233

2

299

1

Rubén Chavarría García

Ana P. Cisneros, Aida Lizeth Rodríguez y Laura Patricia Roque, 3o, 1o y 2o lugar Recurvo Femenil.

Master Héctor Román Varela Martínez Eduardo Ramírez Elizondo Ossiel Eduardo Flores Flores

Cadete Compuesto Oscar Ramiro Gámez Morales Rodrigo Iván Orozco Liñán

Femenil Compuesto Almendra Ochoa Vidal

Chapoy

Daniela Treviño Cantú

Cazadores

297

2

Karen Husemean Olivares

Cazadores

254

3

567

1

Recurvo Varonil Amín Farjat Caro

Almendra Ochoa, 1er lugar Femenil Compuesto, Jorge Chapoy, 1er lugar Scope A y Juan Garza, Vice presidente del Gran Slam Norte.

1440 Archery

Iván Antonio Alemán Águila

Full Draw AR

514

2

Carlos Fco. Quintero Gámez

Target Archery

512

3


Revista Gran Safari / Año 11 / No. 4

43

ARQUERÍA

Hugo Tamez, Carlos Castaño y Alberto Tijerina, 2o, 1o y 3er lugar Novatos C. Arquero

Club

Pts

Lugar

Karen Husemean, Almendra Ochoa y Daniela Treviño, 3o, 1o y 2o lugar Femenil Compuesto.

Recurvo Femenil Aida Lizeth Rodríguez Gutiérrez

Full Draw AR

474

1

Laura Patricia Roque Medellín

Full Draw AR

392

2

Ana P. Cisneros Fernández

1440 Archery

389

3

1440 Archery

504

1

Eleven

479

2

Eleven

456

3

398

1

CAMAC

443

1

Cazadores

350

2

CAMAC

339

3

CAMAC

509

1

Libre

492

2

Cinegético

475

3

93

1

Barebow Varonil Manuel Fabián Leal Rodríguez Juan Briones Peña Jesús Eleazar González García

Barebow Femenil Alicia Catalina Ayala Villagrán

Halcones

Tradicional Long Bow Ernesto Sepúlveda Salinas Mario Jacobo Tueme Pedraza Jorge Elizondo Treviño

Mario Tueme, Ernesto Sepúlveda y Jorge Elizondo, 2o, 1o y 3er lugar Tradicional Long Bow.

Tradicional Recurvo Miguel Rojas García Torres José Amparo Rodríguez García Marco Antonio Garza Pérez

Menor Compuesto Damián Pérez Rodríguez

Colmillo

Infantil Compuesto Bernardo Molina Sánchez

Libre

268

1

José Luis Zambrano Guajardo

Libre

254

2

Luis Manuel Pérez Rodríguez

Colmillo

211

3

Libre

116

1

1440 Archery

109

2

Libre

57

3

Pedro Martínez, Jorge Chapoy y Andrés Lozano, 2o, 1o y 3er lugar Scope A.

Infantil Recurvo Homero Flores de la Torre Luis Enrique Navarro Nevarez Luis Tadeo Garza Leal

Menor Barebow Carlo Yulian Treviño Ramo

Halcones

94

1

Danika F. Navarro Nevarez

1440 Archery

88

2

1440 Archery

85

1

Halcones

68

2

1440 Archery

40

3

Infatil Barebow Arantza Abigail Roa Rivas Alessandra Obregón Chaires Emilio Arabi Franco del Rivero

Rodolfo Nájera, Jesús Alberto Guzmán y Jorge Tamez, 2o, 1o y 3er lugar Mira fija A.


ARQUERÍA

44

Gran Slam Norte

6a Etapa Club CAMAC Arteaga, Coahuila

Arquero

Club

Score

Lugar

Francisco Javier Flores Suárez

Colmillo

295

1

Pedro E. Martínez Caballero

Catujano

295

2

San Nicolás

293

3

San Nicolás

275

1

ADN

274

2

San Nicolás

268

3

Catujano

290

1

ADN

273

2

Chapoy

269

3

ADN

261

2

ADN

260

3

Target Archery

257

4

Scope A

Andrés Lozano Mata Scope B Gerardo Cárdenas García Jr Guillermo Guerra Zepeda Isaac Linaje Falcón

Gilberto Benavides, 1er lugar Mira Fija B, Miguel µngel Cruz, Joaquin Galvan, José Martínez, 2o lugar Master y José Luis Garza.

Mira Fija A José Agustín Zapata Hernández Rodolfo Nájera Martínez Jesús Alberto Guzmán Mancha Mira Fija B Roberto Tamez González Ernesto Andrade Cantú Horacio Lozano Morales Jr

Novato C Carlos A. Castaño Villarreal

Libre

300

1

Gerardo de León Fernández

Libre

294

2

Miguel A. Montalvo Martínez

ADN

290

3

Ramiro L. Dávila Esparza

Libre

223

1

Timoteo Guajardo Guajardo

ARCYT

205

2

Alfonso H. Lozano Guajardo

Libre

181

3

Rubén García Martínez

Colmillo

235

1

José A. Martínez Guerra

Cazadores

227

2

Libre

225

3

Full Draw AR

251

1

Colmillo

210

2

Cazadores

18

3

Veteranos

Gloria Leticia Ochoa, Aida Lizeth Rodríguez y Laura Patricia Roque, 2o, 1o y 3er lugar Recurvo Femenil.

Master

Ossiel E. Flores Flores

Femenil Compuesto Ana Patricia García Jasso Perla Coronado Rodríguez Daniela Treviño Cantú

Recurvo Varonil Carlos F. Quintero Gámez

José Alberto Martínez Guerra, Rubén García Martínez, 2o y 1er lugar Master con Carolina García.

Target Archery

502

1

Iván A. Alemán Águila

Full Draw AR

486

2

Eduardo Aguilera Ruíz

1440 Archery

463

3


Revista Gran Safari / Año 11 / No. 4

45

ARQUERÍA

Roberto Tamez, Gilberto Fabián Benavides y Ernesto Andrade, 2o, 1o y 3er lugar Mira Fija B. Arquero

Club

Score

Lugar

Recurvo Femenil Aida L. Rodríguez Gutiérrez

Full Draw AR

462

1

Gloria Leticia Ochoa Calvillo

Target Archery

438

2

Full Draw AR

408

3

Laura P.a Roque Medellín

Arantza Abigail Roa Rivas y Danika Fernanda Navarro Nevarez, 4o lugar Infantil Barebow y 1er lugar Menor Barebow.

Barebow Varonil Manuel Fabián Leal Rodríguez

1440 Archery

465

1

Sergio González Ríos

1440 Archery

448

2

Full Draw AR

397

3

120

1

Daniel Delio Serrano Alanís

Barebow Femenil María Eugenia Cisneros Fernández

1440 Archery

Tradicional Long Bow Jorge Zarzar Ernesto Sepúlveda Salinas Roberto Adame Nettel

Libre

482

1

CAMAC

448

2

Cazadores

406

3

Tradicional Recurvo Marco Antonio Garza Pérez

Cinegético

507

1

Jesús Cantú Rueda

CAMAC

455

2

Alejandro Castañeda Aguirre

CAMAC

445

3

Andrés Lozano Mata, 3er lugar Scope A.

María Eugenia Cisneros Fernández, 1er lugar Barebow Femenil.

Marco Antonio Garza Pérez y Jesús Cantú Rueda, 1er y 2o lugar Tradicional Recurvo.

Ernesto Sepúlveda y Jorge Zarzar, 2o y 1er lugar Tradicional Long Bow.

Infantil Compuesto Bernardo Molina Sánchez

Libre

288

1

José Luis Zambrano Guajardo

Libre

285

2

Octavio Escareño Rodríguez

Libre

250

3

1440 Archery

186

1

Halcones

180

2

1440 Archery

110

3

1440 Archery

176

1

Cazadores

157

2

1440 Archery

146

3

Menor Barebow Danika F. Navarro Nevarez Carlo Yulian Treviño Ramo Guillermo Villarreal Saldaña

Infatil Barebow Emilio A. Franco del Rivero Roberto Adame Garza Luis E. Navarro Nevarez


GRAN PESCA

46

Manuales de Pesca de Lobina “El Doc.”

El arreglo wacky

Por Dr. Rogelio Villarreal Villarreal y los amigos que comparten la pasión. Lobinas Trofeo Fishing Team, Comisión de Pesca Consejo de Flora y Fauna De Nuevo León. Consejo Ciudadano de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León que iniciaba en la pesca de Lobina llegó al embalse Toledo Bend y en una tienda de pesca compró una bolsa de lombrices de plástico, sin tener idea de cómo colocar la lombriz en el anzuelo y la colocó con él en el centro y tuvo mucho éxito pescando lobinas! Esta presentación ha revolucionado la utilización de plásticos para buscar grandes lobinas. El Wacky es mi preferido en embalses mexicanos ya que tiende a producir poderosos embates y las lobinas tienden a ser también de mayor tamaño que el promedio. Lo que también me gusta de la presentación del wacky es que puede ser utilizado desde enero hasta diciembre, no hay ciclo o temporada donde no sea efectivo. Es también efectivo a cualquier hora del día, pero se destaca durante las mañanas en los bajos del embalse. Para pescadores que inician, el Wacky es un arreglo ideal para empezar en la actividad, ya que no es nada difícil manejar el arreglo.

Preparación del wacky

¿C

uál es el tipo de presentación más efectivo para la pesca de lobinas y en especial de las Lobinas trofeo? Cualquier presentación que simule una presa cayendo en la columna de agua del embalse. Es por esto por lo que el pitcheo, el flipping, las cucharas y otros señuelos donde aprovechamos la caída para atraer las lobinas cayendo entre los troncos o ramas secas de los árboles y arbustos son tan efectivos y nos regalan con frecuencia lobinas Trofeo mexicanas. ¡Existen muchas versiones acerca del nacimiento del arreglo wacky prevaleciendo quizá la que dice que fue inventado sin querer cuando un pescador

Anzuelo. El wacky se puede preparar con la mayor parte de los anzuelos para pesca de Lobina. Sin embargo, existen diseños que funcionan mejor y también anzuelos creados específicamente para wacky. Un anzuelo muy utilizado es el que tiene una guarda de alambre o de algún otro material rígido que evita enganches no deseados con la estructura y cobertura del embalse. Anzuelo con peso. Estos anzuelos están diseñados para ser utilizados con este arreglo cuando enfrentamos condiciones de viento o las lobinas se ubican en profundidad de la columna de agua. Anillo. El wacky se inició colocando el anzuelo en el centro del señuelo directamente atravesándolo. Esto lastimaba al plástico en cada lanzamiento o embate. Y de esta necesidad nació otro componente impor-


Revista Gran Safari / Año 11 / No. 4

Señuelos. El plástico más utilizado con wacky es definitivamente el senko desde 3” hasta 8”. Gary Yamamoto nunca imaginó que su obra maestra iba a brillar tanto como lo hace cuando se utiliza con wacky. Si sus movimientos son erráticos persé, el señuelo en wacky resulta todavía más errático y le presenta a las grandes lobinas una opción que pocas veces dejan pasar. El señuelo montado en wacky simula una lombriz de tierra viva que ha caído al agua, con movimientos ondulantes buscando mantener la horizontalidad. Esta acción vuelve locas a las lobinas. Para lobinas trofeo, preferimos los senkos más grandes y voluminosos que podamos conseguir. Geco Lures, fabrica senkos en 7” de la línea lobinas trofeo que son una excelente opción para grandes lobinas. Se pueden solicitar en versión flotante o normal y en colores de la selección lobinas trofeo que han sido efectivos en los embalses premium de México. También se pueden utilizar lombrices, cangrejos, creaturas, brushogs y hasta salamandras, los cuales se le presentan a la lobina con movimientos que no ven con frecuencia. Equipo. Para la caña en lo personal prefiero una caña heavy o extra heavy, ya que normalmente estoy en búsqueda de lobinas trofeo. Una caña médium heavy de 7 pies es la ideal para manejar la presentación en la intrincada cobertura y estructura de los embalses mexicanos. Un carrete fuerte de relación mínima 7.0 a 1 para lograr sacar de entre los troncos y arbustos a las Lobinas. Línea trenzada que nos da la mayor sensibilidad cuando la lobina toma el wacky y nos permite obtener los trofeos sin el riesgo de truncarse con un ejemplar de buen tamaño. Hay algunos pescadores que usan fluoro carbono y un leader de trenzada para el efecto. Mi experiencia con esta opción no ha sido positiva cuando una lobina trofeo se prende del arreglo y he perdido varios ejemplares porque se rompe el leader. Podemos utilizar línea trenzada con un leader de fluoro carbono para disminuir la visibilidad de la parte terminal de la línea. En

lo personal no utilizo leader, solamente línea trenzada de 30 a 50 lb. Técnica. El arreglo Wacky resulta ser muy versátil, ya que nos permite presentarlo de varias formas dependiendo de la situación en el embalse. Wacky sin peso con señuelo flotante. La utilización de un plástico flotante sin peso es una de las técnicas que más disfruto para capturar grandes lobinas por las mañanas, cuando ellas viajan a lo bajo para buscar su desayuno. La sensibilidad de la línea trenzada detecta hasta los más suaves embates y asegura los trofeos sin problema. Hay algo en esta técnica que atrae a las Lobinas y por alguna razón las hace enfurecer, normalmente los embates son muy poderosos, con coraje. Utilizo un fleje de plástico de preferencia en color rojo o negro para proteger el plástico de la acción cortante del anzuelo. Los senkos de la marca, orgullosamente mexicana, Geco lures me ofrecen diseños y colores creados por Lobinas Trofeo Fishing team para embalses mexicanos y un plástico resistente, pero a la vez con una excelente cadencia en sus movimientos. Prefiero la opción de senko lobinas trofeo flotante para esta técnica. Esta opción la manejo muy temprano cuando las Lobinas están buscando su desayuno en los bajos de presas como Bacurato y El Salto. Casteo hacia la orilla y lentamente voy recobrando línea imprimiendo pequeños jalones para que el señuelo tenga una cadencia atractiva para las grandes lobinas, ¡los ataques son brutales! Wacky con peso. A Medida que avanza el día podemos cambiar a Wacky con peso y con señuelo normal, es decir que se hunda, aquí atacamos áreas más profundas del embalse y aquellas con tronco y arbustos. Casteamos hacia la cobertura y dejamos que el señuelo planee hacia el fondo entre las ramas y troncos. Los enganches se producen con más frecuencia durante la caída, aunque debemos de estar atentos porque también pueden producirse durante el recobro. El wacky con peso es también muy útil en condiciones de viento o las lobinas buscan señuelos con más movimiento. También los embates se producen más frecuentemente durante la caída. Si las lobinas no lo toman durante la caída, intentamos atraer su atención durante el recobro dando pequeños jalones para producir que el señuelo se eleve en la columna de agua y vuelva a caer. Es una técnica de gran utilidad para trabajar

GRAN PESCA

tante del arreglo hoy día que es el anillo de hule que puede utilizarse para evitar que el anzuelo lastime el material del plástico en cada lanzamiento o embate de una Lobina. Existen varias opciones comerciales de estos anillos para Wacky. Una opción muy económica y eficiente es utilizar un fleje de plástico el cual se recorta de acuerdo al grosor del plástico. Es recomendable apretar solo al llegue para no lastimar el plástico. Wacky a la mexicana lo he bautizado.

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GRAN PESCA

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las áreas con troncos, árboles arbustos secos en los embalses mexicanos. El señuelo en wacky con peso realiza movimientos todavía más atractivos que sin peso, las grandes lobinas pocas veces se resisten a estos erráticos movimientos y atacan brutalmente a los señuelos. Wacky en Carolina. Si la estructura del embalse lo permite, podemos utilizar un gran señuelo flotante en Carolina. Este método le ofrece a la lobina un gran manjar que pocas veces rechaza. Hay que estar atentos para enganchar al menor indicio piquetes, ya que si tardamos más tiempo el señuelo puede adentrarse hacia las estructuras más internas del sistema digestivo de la lobina produciendo daño en muchas ocasiones irreversible ocasionando la muerte de la captura. Claro que el senko en wacky y en Carolina es una de las opciones que más prefiero. Pero, si te gusta el Carolina intenta utilizarlo en wacky con una salamandra flotante como señuelo, ¡no te arrepentirás! Wacky en Dropshoot. Cuando las lobinas se ponen difíciles el wacky en dropshoot resulta una excelente opción. Podemos utilizar diversos plásticos además del senko. Recientemente este arreglo ha revivido en la pesca de Lobina e incluso pescadores reconocidos, por sus resultados con pesca de poder, han integrado

la técnica a su arsenal de opciones. Es una excelente técnica cuando las Lobinas están ubicadas muy cerca del fondo del embalse. Aún y cuando se cree que es una técnica que produce lobinas pequeñas, en muchas ocasiones nos sorprende con capturas de grandes lobinas trofeo, así qué hay que estar atentos siempre a esta posibilidad. Para este arreglo prefiero fluoro carbono de 8 a 12 lb. En la presa de La Boca, en Santiago N.L., muy cerca de Monterrey, existe una tribu de pescadores que han desarrollado importantemente el dropshoot, logrando capturas, en ocasiones, de gran tamaño. También en la presa Calderón muy cerca de Guadalajara, Jalisco, esta técnica también es del gusto de la población de lobinas y ha producido grandes trofeos Elementos del Wacky a la mexicana. Un anzuelo con guarda, un fleje de plástico y un señuelo de plástico. Si te gusta el wacky inténtalo con nuevas opciones de señuelos y ¡con paciencia obtendrás una gran lobina trofeo mexicana!

PRESUPUESTO SIN COMPROMISO T. (81) 8123 0275


Revista Gran Safari / Año 11 / No. 4

Leyendas de La Pesca Deportiva en México Por: Dr. Rogelio Villarreal Villarreal 1.- ¿Por qué pescas? Inicié en la pesca hace unos 35 años en unas vacaciones, un tío me prestó una caña y cuál sería mi sorpresa que tuve varias capturas. Al terminar el paseo mi tío me regaló una caña y una caja llena de señuelos, ahí me nació el gusto por pescar. 2.- ¿Quién eres tú en la pesca deportiva? No soy un pescador profesional, pero si un apasionado por la pesca deportiva. Salgo a pescar mínimo dos veces por semana y de ahí me nació la inquietud de fabricar mis propios señuelos, sólo como un hobbie, que les comenzaron a gustar a mis amigos. Ellos fueron los que me motivaron a iniciar Miyagi baits, una pequeña empresa dedicada a la fabricación de señuelos suaves para la pesca de lobina 3.- ¿Cómo ha influido la pesca en tu vida? La pesca ha tenido un fuerte efecto positivo en la relación con Humberto mi hijo, ya que pasamos tiempo de calidad juntos, muy importante para su desarrollo y ha reafirmado nuestros lazos como familia. Su récord personal es de 6.7 lb, lo cual me hace sentir muy realizado, ya que están aprendiendo y disfrutando el deporte, asegurándose así el paso de la actividad para futuras ge-

Humberto, con lobina trofeo.

neraciones de mi familia. La pesca también ha sido una especie de remanso, de descanso de la rutina diaria de mi trabajo y hasta me ha convertido en un diseñador y fabricante de nuevos señuelos para la pesca deportiva. 4.- ¿Por qué crees que la pesca es relevante? La pesca deportiva es una actividad con gran potencial económico, en muchas naciones es un generador de crecimiento creando muchos empleos. Por ejemplo: En Costa Rica los ingresos generados por la pesca deportiva sobrepasan por mucho a los ingresos de la pesca comercial. Gracias a la pesca, establecimos un lazo padre hijo, fortalecido con los años.

5.- ¿Cuál ha sido tu mayor logro en la pesca? Creo que el lograr cazar lobinas trofeo con líneas delgadas

GRAN PESCA

Humberto Garza, Miyagi baits, Club de pesca BassOne

49


GRAN PESCA

50

y señuelos pequeños ha sido mi mejor logro. Mi récord personal es de 2.9 kilos en la presa El Cuchillo, China N.L., con un arreglo split shot línea de 8 lb, esto me ha hecho mejor pescador, más paciente y ha fomentado ideas en cuanto a diseño de señuelos plásticos pequeños para la técnica de finesse. 6.- ¿Qué es mejor para ti al pescar, muchos o el más grande? ¿Y por qué? Definitivamente siempre salgo a pescar buscando romper mi récord personal con una fabulosa lobina trofeo. 7.- ¿Cuál ha sido tu mayor aportación a la pesca deportiva? Sin duda mi mayor contribución a la pesca deportiva ha sido el formar una compañía comercial de señuelos plásticos pequeños: MIYAGI BAITS. Estos nuevos diseños propios, han tenido una increíble efectividad y, por lo tanto, aceptación entre los pescadores. Inclusive pescadores de lobina muy promotores de la pesca de poder, han podido, utilizando técnicas de línea delgada y señuelos de Miyagi baits, destacar en torneos de importante relevancia.

Humberto Garza pesca con señuelos suaves de plástico.

9.- ¿Cuáles serían tus recomendaciones para aquellos que inician en este deporte? Primero que nada, cuidar la lobina, pues la pesca es un recurso natural no renovable, fomentando el pescar y soltar y, lo más importante, no tirar basura para mantener los embalses lo más limpio posible.

10.- ¿Cuál ha sido la mejor pesca de tu vida? ¿Y por qué? Un viaje a picachos en compañía de amigos, pero principalmente por la compañía de mi hijo. En ese entonces él tenía 10 años. Fueron jornadas de pesca de más de 60 lobinas. Desde entonces hicimos un lazo padre hijo, que se ha ido fortaleciendo con el paso de los años.

Humberto, una Leyenda de la Pesca en Mxico

Humberto Garza, creador y fundador de Miyagi Baits.

8.- Si estuviera en tus manos, ¿qué harías para mejorar la pesca deportiva en México? Seguir trabajando o con más fuerza para combatir la pesca ilegal o no deportiva


Gran /Safari RevistaRevista Gran Safari Año /7 Año / No.116 / No. 20154

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COPA DE CAZA MÉXICO PARA ESPECIES MEXICANAS QUE SE COBREN EN LA TEMPORADA 2019 - 2020 Sistema de Medición

MÉTODOS DE CAZA:

RIFLE, ARCO Y ARCO TRADICIONAL ESPECIES: VENADO COLA BLANCA TEXANO, MIQUIHUANO, CARMINIS, COUES, COSTA DEL GOLFO, COSTA DEL PACÍFICO, ALTIPLANO Y AMÉRICA CENTRAL

VENADO BURA DE SONORA, CROKI Y PENINSULAR (COLA PRIETA) GUAJOLOTES GOULD Y RÍO GRANDE TEMAZATES Y PAVO OCELADO PECARÍ DE COLLAR

CATEGORÍAS: INFANTIL: Menor de 14 años; JUVENIL: 14 años cumplidos, menor de 18 DAMAS Y ADULTOS: 18 años cumplidos CERCO BAJO Y CERCO ALTO

INFORMES:( 81) 8344 6444

PREMIACIÓN: Sábado 23 mayo 2020 Información general, Bases y Reglamento en: Copa de Caza México www. copadecazamexico.com

REGISTRO: 1er pieza: $750. Piezas adicionales: $400 CIERRES: Venados Norte: 28 de febrero 2020 Pecarí, guajolotes, temazates: 30 de abril 2020 ---------------- MEDICIÓN Y REGISTRO --------------CONEFF: 81 8344 6444. JUAN DAHUABE: 81 1600 8383. PARQUES Y VIDA SILVESTRE: Guillermo Herrera 2033 1206. TAXIDERMIA RODRÍGUEZ: 81 8134 8126 Y 8603 8069 TIERRA DE VENADOS: 8357 2839. CADEREYTA, José Quintanilla: 81 1999 1396; Marco Alvarado : 81 1737 8367 ALLENDE, Club de Caza y Tiro: 826 108 7559 SABINAS HIDALGO, Adolfo Martínez: 81 1281 5649 ANAHUAC, Miguel Herrera: 956 242 9825 Sendero Taxidermy: 873 102 2737 NUEVO LAREDO, Club Cinegético: 867 715 0014 UNION GANADERA DE N.L. Isaías Galván: 8337 8823 y 81 1069 6242 ALONSO MATTEI: 81 8317 8212 PIEDRAS NEGRAS, Carlos Mondragón: 830 968 3730 TAXIDERMIA FERNANDEZ: 81 1064 9510 TAXIDERMIA EICHELMANN: 81 8253 7421


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