La Mejor Revista Cinegética de México Año 11 Número 5
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EDITORIAL
ÍNDICE
Todavía siento gran consternación por la partida de Juan Andrés Galán, gran amigo que nos compartió muchas de sus experiencias de caza, y ya despedí a otro. Le pedí a mi amigo el médico oftalmólogo Rogelio Villarreal Villarreal que por favor me enviara los artículos de pesca que amablemente nos compartía. Apenas los estaba leyendo y recibí la noticia que había fallecido. Me había comentado de alguna enfermedad, pero no quería preguntarle cuando lo veía y platicábamos de la pesca y proyectos que quería desarrollar, entre ellos un libro para compilar todos los artículos que había publicado en Gran Safari. Siempre es triste despedir a un amigo que parte de este plano terrenal, pero más sentido es cuando se va una persona tan preocupada por el deporte de sus amores, su pasión máxima, a la que le dedicaba mucho tiempo y cariño, su objetivo era que hubiera más pescadores deportivos con las habilidades y conocimientos para “cazar” Lobinas Trofeo en los embalses de México. Extrañaremos a la persona, su aporte, pero, sobre todo…al amigo. Estuve en la premiación de la Gran Final del Gran Slam Norte de tiro con arco. 120 personas asistieron a la comida que se ofreció en el Club Deportivo de Cazadores Monterrey, entre las que destacaban familias completas de los arqueros ganadores, lo que hace lucir más a estos eventos. Un problema de logística provocó realizar este evento por separado, pero parecía más un acierto, además de las caras sonrientes de los premiados al recibir sus trofeos, la convivencia entre familias y amigos fue muy agradable. Los ganadores de la Gran Final son los que acumulan más puntos por sus logros en al menos 4 competencias del serial. Muchas Felicidades a los organizadores, Juan Garza, Cosme Lozano, José Luis Garza y Eduardo García. Al final del evento se anunció el cambio de estafeta y el nuevo presidente es Alejandro Castañeda, otro buen amigo que, seguramente, dirigirá muy bien el Gran Slam Norte. En escopeta destacó el evento de Blanco a Brazo que organizó Librado Ayala en ARCYT a beneficio de Destellos de Luz. Nos comentó Librado que los lugares para competidores se terminaron ¡un mes antes! Lo recaudado en los registros de escopeteros se donaría a la asociación que ayuda a personas de escasos recursos con problemas de la vista, lo que motivó a los participantes a comprar sus boletos con tiempo de anticipación. ¡Enhorabuena Librado! Que se repita, toda ayuda a los más necesitados es una excelente labor humana. La temporada de caza de venado cola blanca llegó, siempre da mucho gusto percibir este ambiente venadero, tener la esperanza que será una buena temporada de caza y que las poblaciones rurales y campo se verán beneficiadas con la derrama económica. Apoyemos a los diferentes torneos de los Clubes de Caza y Pesca y la Copa de Caza México, que se organizan con el objetivo que reunir a los cazadores en convivencias y eventos donde pueden compartir sus experiencias. Registren lo que cacen, no importa si no alcanzan los primeros lugares, lo importante es reunirse con los que comparten la pasión por la caza. Hay que invitar a los niños y damas a cazar y registrarlos en los torneos, donde son bien recibidos y muy elogiados, ya que de ellos depende el futuro de nuestra actividad. Que tengan buena caza…y disfruten de su revista digital Gran Safari. Hilario Garduño
Envíe fotos para la Galería de Fotos o relatos para publicarlos a eventosdecazaytiro@gmail.com Anúnciese en Gran Safari hilario.garduno@gmail.com o llame al (81) 8994.6600, (81) 8476.1995
Publicación Bimestral. Año 11, Número 4 Edición: Hilario Garduño. Diseño Editorial: Jorge David Montemayor./www.dismont.mx Diseño Original: Liliana Cañamar. Diseño Comercial: Liliana Cañamar, Aarón Patricio Garduño, Jorge David Montemayor.
6 SCI-MTY/ Ficha de Fauna/ Serval 10 MÉXICO/ Huele a estro/ Ariel Berreta 12 MÉXICO/ No tires a lo que comas…¿O sí?/ Ariel
Berretta
14 COPA DE CAZA MÉXICO/ Recibe reconocimiento Juan
José Cavazos
19 MUNDO/ Logre cazar el Ibex de Kirguistán/ Alfonso Fernández 25 COLA BLANCA/ Recomendaciones para salir de
caza/ Jorge Villarreal (QEPD)
26 COLA BLANCA/ Guía para el Cazador Responsable/
Jorge Villarreal (QEPD)
28 MUNDO/ Cacería de Mid-Caucasian Tur en el Cáu-
caso II/ Enoc Cavazos
36 ESCOPETA/ ARCYT/ 1er Tirada Anual Blanco a
Brazo a Beneficio
39 ARQUERÍA/ Selección de la flecha ideal/ Juan
Manuel Ugarte
43 ARQUERÍA/ Gran Slam Norte/ 7a. Etapa Club
El Colmillo
45 ARQUERÍA/ Gran Slam Norte/ Gran Final 2019 48 PESCA/ Richie González, Leyendas de Pesca en
México/ Rogelio Villarreal (QEPD)
50 PESCA/ Manual de El Doc: El arreglo Texas/ Rogelio
Villarreal (QEPD)
El CEFFSNL entregó la Medalla al Mérito a Gran Safari
SCI-MTY/ Ficha de Fauna
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Serval (Felis serval) CLASE: Mamíferos ORDEN: Carnivora FAMILIA: Felidae GENERO: Felis sp ESPECIE: Felis serval
SCI: Museo Ficha de Fauna
DESCRIPCION: longitud 60 a 100 cm., altura 50 a 55 cm., peso 9 a 18 Kg. Se parece a un leopardo pequeño, con cuerpo esbelto y patas largas, y tiene el pelaje amarillento con manchas oscuras. Su cabeza es pequeña en comparación con el resto del cuerpo, su cola mide de 24 a 45 cm., más o menos como la cola de un lince o un gato montés; sus orejas son grandes proporcionalmente y son de forma ovalada, además son de color negro con una mancha blanca en el centro. Estas orejas son de mucha importancia para la comunicación. Los individuos melanisticos (color negro) de esta especie sen han registrado en el área del Kilimanjaro y en el Monte Kenya. Estos servales negros se les encuentran en las inmediaciones de la selva ya que el tono oscuro les sirve de camuflaje. También se han llegado a observar servales blancos y se le ha llegado a fotografiar; aunque se han obtenido ejemplares de esta característica en cautiverio. HABITAT: Planicies y sabana abierta, regiones boscosas. Zonas desérticas y semidesérticas, sabanas, campos cultivados y montes bajos. DISTRIBUCION: Toda la región que comprende África subsahariana excepto en zonas selváticas. COMPORTAMIENTO: Es un animal solitario que solo forma pareja durante la época de celo, la cual no tiene un
DISTRIBUCION: Región sur del Sahara, este y oeste de África.
ciclo definido, aunque muchos nacimientos se registran en primavera. Prefiere vivir entre cañaverales y corre cerca de las orillas de las tierras pantanosas, donde caza ratas y otras presas similares; las ranas son las presas preferidas cuando viven en lugares pantanosas. En ocasiones trepa a los árboles en busca de nidos de aves para comer huevos. La camada promedio es de 2 crías que nacen después de un periodo de gestación de 73 días. A las 11 semanas duplican su peso y permanecen con la madre hasta los 5 meses y establecen su territorio más al año de haber dejado a su madre. Las hembras tiene un territorio de aproximadamente de 2 a 9 Km2, y los machos más o menos el doble de territorio; tienden a rodear hasta los territorios de 2 hembras. Los machos presentan un comportamiento agresivo, llegando a observarse peleas muy salvajes aunque cortas. ESTATUS y TAXONOMIA: En la región del norte de África está considerado como amenazado. Esta extinto para Provincia de El Cabo y Sudáfrica; en otras regiones donde se distribuye, su población es común. Se han descrito hasta hoy día 14 subespecies: F. s. serval, F. s. beirae, F. s. brachyura, F. s. constantina (amenazada), F. s. hamiltoni, F. s. hindeio, F. s. ingridi, F. s. kempi, F. s. kivuensis, F. s. liposticta, F. s. lonnbergi, F. s. mababiensis, F. s. robertsi, y F. s. togoensis.
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Huele a Estro Por Ariel Berretta Vignolo Llegan los primeros frescos y levantamos la cabeza, arrugamos la nariz y volteamos al armero. Llega el momento de invertir. Un poco de gasolina para ir a revisar comederos y torres, llevar baterías nuevas y de una vez unos costales de maíz para ver que sale a las brechas. Invertir en pintura de aerosol para evitar el óxido en torres y comederos, en insecticida para alejar avispas y otros insectos. Invertir en aprender a decir “sí, mi amor”, porque los permisos cuestan alguna que otra ida de la patrona “al otro lado”. Llévense un talache, machete y pala porque las lluvias desarreglan caminos. Y que no les falte el arrimado de gorra que siempre nos acecha para que nos ayude a manejar esos artilugios del demonio llamados herramientas. Hablando un poco más en serio, abran los ojos en las brechas y caminos, porque no todos los que las recorren andan con buenas intenciones. Reglas claras, como no andar de madrugada o después de anochecer, seguro nos librarán de malos ratos. Cuando nos toque habrá que hablar, improvisar o correr, pero no por eso nos pongamos en el tocadero. ¡Feliz temporada, amigos!
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No tires a lo que no comas… ¿O sí?
Carlos Ojeda.
Andres Lozano Vera.
Por Ariel Berretta Vignolo Es una regla no escrita de cazadores responsables. Un principio ético mezclado con un intento un poco hipócrita de descargar la conciencia. Pero hay un caso dónde no solo podemos, sino que debemos hacerlo sin temor a las leyes o a hacer daños a la fauna nativa: Cuando se trata del marrano alzado. Este suido invasor, gracias al hombre por supuesto, no es un depredador común. Se reproduce con singular alegría, hasta diez o más lechones por camada y varias de estas por año; es muy agresivo, hay filmaciones dónde se les ve matando cervatillos, becerros y cabras. Ni hablar de los daños a la agricultura, son terribles.
La prueba más fehaciente del tamaño de esta plaga y la dificultad de su control radica en voltear al vecino estado de Texas, dónde usan helicópteros, perros, sistemas de visión nocturna y millones de dólares, y no han logrado disminuir sus poblaciones. Lo que podemos lograr aquí es divertirnos y poco más. A esta hay que agregar que no somos afectos por perseguirlos, los matamos solo si cometen la osadía de robar maíz de las brechas. Es hora de unirse, organizar batidas y, sobre todo, voltear a los buenos perreros, que sí los hay aquí, y perseguirlos hasta lograr que su población no vacíe los ranchos de caza de la principal fauna cinegética.
No es un animal sencillo de cazar. Es inteligente, fuerte y omnívoro. Inteligente cómo para aprender a evitar el cazador rondando solo de noche. Fuerte para romper cercas, comederos y bebederos. Omnívoro, esto lo hace muy adaptable a casi todos los ambientes, ya que puede devorar casi todo lo que se le ponga enfrente. Varias son las señales que delatan su presencia en un rancho: Daños en mallas, huellas inconfundibles, la inmediata reducción en las poblaciones de pecaríes y venados, que suelen abandonar sus territorios ante su llegada.
Marcos Jimenez.
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Copa de Caza México 2018-2019 Recibe Juan José Cavazos Flores reconocimiento “Ing. Jorge G. Villarreal González” por su dedicación a la conservación del jaguar Juan José Cavazos Flores, recibió el reconocimiento denominado “Ing. Jorge G. Villarreal González”, por su invaluable labor y dedicación a la Conservación y Sustentabilidad del Jaguar y su hábitat en el estado de Nuevo León, durante el evento de premiación de la Copa de Caza México, realizada en el mes de mayo. Juan José, nació en Allende, N.L. el 23 de diciembre de 1951, es ingeniero agrónomo egresado del ITESM (1977). Casado, con dos hijos y cuatro nietos. Actualmente es concesionario de Estafeta Mexicana en la región citrícola desde hace 23 años. Aficionado a la cacería deportiva, selectiva y responsable. Admirador de la fauna silvestre, con especial interés en algunas especies que, por su belleza, hábitos y comportamiento, ganan su atención. Tras la huella del jaguar. Un día, hace 6 años, encontró y fotografió una huella que, por su tamaño y forma, debía ser de jaguar. Al compartir el suceso con sus compañeros de caza, ninguno le dio importancia y lo negaron. Ese día inició para él un reto, el compromiso de demostrar que él tenía razón. Y así, comenzó la aventura que la denominó “Tras la huella del jaguar”. Por este reto, esta aventura, hasta hoy, él ingeniero Cavazos ha conseguido comprobar la existencia del jaguar en la región citrícola de Nuevo León. El objetivo del ingeniero es difundir sus hallazgos y pedir a quien tenga nuevos avistamientos que los comparta para conocer cuántos, cuáles y donde habita este hermoso animal. Recibiendo trofeo por su venado miquihuanensis cazado con arco.
El mayor logro de Juan José es haber cumplido y rebasado el reto de demostrar que si era la huella
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Juan José Cavazos con su esposa Ana María Salazar Tamez.
Juan José es un cazador que cuida la fauna y aprovecha sólo lo adecuado.
Juan José es un excelente cazador con arco.
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de un jaguar y, cada vez que observa un nuevo individuo, se llena de emoción y esperanza que esta bella especia, no desaparezca de la tierra. Por ello dedica y dedicará muchos años más a preservarlos. 4 machos adultos: El Solitario El Rival El Sancho El Fantasma
Por su tenacidad ha logrado identificar 10 jaguares, los que distingue uno de otro por el patrón de las manchas en su piel y a los que les ha puesto nombre:
3 hembras adultas: La Pirata La Escondida La vecina
3 crías: 2 de La Pirata 1 de La Escondida
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Logré cazar el Ibex de Kirguistán En ese momento le quería marcar a mi padre y decirle que ya lo había logrado.
Por Alfonso Fernández Empezamos a planear la cacería exactamente un año antes, a mediados del mes de octubre del 2018, mis compadres Manuel Garza Ibarra y Héctor Gil de León, lo cual fue una muy larga espera, pero era una cacería ya muy deseada por los tres. Se empezaron los tramites de traslado de armas internacionales, ya que la agencia con la cual contratamos la cacería nos sugirió que lo mejor era llevar nuestras propias armas, ya que allá no contaban con armas adecuadas para ese tipo de cacería. Y se llegó la fecha para salir, era el 4 de octubre del 2019, al país de Kirguistán, la cual era una buena travesía. Salimos en carro a Houston, Texas y de ahí volamos a Turquía, fueron doce horas de vuelo, hicimos una espera de siete horas para de ahí mismo salir a Kirguistán, a la ciudad de Biskek, en ese trayecto fueron otras 5 horas,
ya llegando, ahí nos recibieron las personas de la agencia junto con una traductora, ya que el idioma el cual hablan es ruso, que ninguno de los tres lo dominamos, jajaja. Nos atendieron perfectamente, ya que ellos se encargaron de todo, tanto de armas, municiones, etcétera, y no tuvimos ningún problema. De la ciudad de Biskek salimos en camioneta rumbo a las montañas a una zona llamada Tian Shan, hicimos once horas de camino al campamento base, durante las cuales, la mayoría fuimos dormidos, ya que íbamos super cansados y con muy mal horario. Ya llegando al campamento base, estaban esperándonos para cenar los guías y el dueño del campamento, cenamos muy bien para ya alistarnos para salir muy temprano en la mañana, después de verificar y alinear los rifles, ya que por la altura a la que estábamos, arriba de los 3,000 msnm, la bala vuela más, total, quedaron los rifles alineados y empezamos la cacería, la cual nos separamos los tres y cada uno se fue para dife-
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rente zona. En mi caso fueron 7 horas a caballo cruzando ríos y pasando paisajes hermosos, que en mi vida los había visto, para llegar a la cima de una montaña. En el camino nos íbamos deteniendo, buscando animales en diferentes picos de la montaña, sólo vimos cuatro hembras a más de un kilómetro de distancia, ya nos estaban viendo, corrieron y desaparecieron en cuestión de segundos. Avanzamos unos cuantos kilómetros más y llegamos a la orilla de un rio e hicimos el campamento para meter las maletas, ya que nos empezó a nevar y lo esencial era mantener seco la mayor parte del equipo. Ahí mismo nos cayó la noche y cenamos pollo hervido que ya traían hecho salami y unas sopas instantáneas y a descansar que temprano seguiría la búsqueda del Ibex. Amaneció totalmente blanco de nieve, hermoso paisaje, tuvimos que esperar un poco a que derritiera la mayor parte de la nieve, ya que era peligroso para nosotros y los caballos, podíamos resbalar, ya que las piedras se cubren de nieve. Los guías alistaron a los caballos y salimos en
busca de los Ibex, recorrimos al menos unos 3 kilómetros a caballo cuando de pronto Erick, uno de los guías, me señala un pico de la montaña donde estaban unos animales, para lo cual me pide que me baje del caballo despacio sin hacer tanto ruido, todo eso a señas y a como nos diéramos a entender, ya que hablan solamente ruso, pero de una u otra manera nos entendíamos, yo creo el lenguaje del cazador es universal, jajaja. Empezamos a buscar bien los animales con nuestros binoculares y localizamos al menos unos veinte, de los cuales sólo cuatro eran machos, la verdad de muy buen tamaño, todos los cuales yo la verdad no sabía distinguir cual era el más grande, ya que era la primera vez que los veía en persona, en vivo y a todo color. Los animales se encontraban a 780 metros de distancia, de los cuales nos dividía un pequeño arroyo y después una loma de aproximadamente 60 metros de alto, a esa loma la marqué con mi rangefinder y estaba de nosotros a 260 metros, para lo cual, mi idea fue irnos escondidos a esa loma, subirnos y de ahí hacer un tiro largo, ya que era la única oportunidad en el día, porque los animales traían di-
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Con señas les expliqué a los guías lo que quería hacer y su respuesta fue que nos esperaríamos a que bajara la niebla para poder acercarnos a ellos y pues, no quedó más que esperar, los estuvimos observando al menos 30 minutos o más, no vi que bajara más la niebla, al contrario, y les dije de nuevo que quería ir a esa loma y de ahí ver si podíamos hacer el tiro, con señas me preguntaron que a cuantos metros podía hacer el tiro y les señalé que 200, 300, 400 y probablemente 500 metros, se sorprendieron y se hicieron darme a entender que estábamos esperando que fuéramos a esa loma, lo cual desde ahí empezó a latir más rápido el corazón jajaja. Ya subiendo la loma a gatas, arrastrándonos y agazapados -10 metros era como subir 200, ya que la altura en realidad es muy pesada y se te quieren salir los pulmones-, checo mi reloj y estábamos a 3,700 msnm. el guía ya estaba arriba de la loma el cual a mí me faltaba poco por llegar y me dice que me apure que estaban a 480 metros los machos. Llego, tranquilo y agarro mis binoculares, donde los veo se me quería salir el corazón, ya no se si era por la altura, lo cansado o la adrenalina
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rección de subir más hacia el pico de la montaña, el cual daba vuelta y no creo que en lo que nos quedaba de tiempo poderles dar alcance, ya que eran las 3:30 pm.
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que ello provoca, creo que esa fue, jajaja, me calmé, me recosté hacia arriba, agarré el soft case del rifle, lo doblé y lo puse de mampuesta, subí tiro a mi rifle 300 Win. Mag., los meto al lente, los estuve viendo y les pregunté que a cuál, ya con señas y batallando ya supe cuál era el más bueno, ya que en realidad eran muy similares, la variación era de 3 a 6 cm y a esa distancia la verdad era difícil saberlo.
La Berger 168 granos hizo bien su chamba.
Le pasé mis binoculares al guía y le dije me diera distancia de nuevo, lo cual me marcó 512 metros, me persigné y quité el seguro y es ahí donde se detiene todo, se hace el silencio y sólo se escuchan los latidos del corazón y de la respiración, esa sensación no la cambio por nada. Apreté el gatillo poco a poco hasta que me sorprendió el disparo, dio perfectamente en el animal, se me fue a la altura de las costillas y sólo escuché que decían los guías: “yes, yes, yes”, vuelvo a meter el lente y veo corriendo a todos, para lo cual uno de los guías me decía que tirara de nuevo y el otro que no, ya que el Ibex se estaba quedando muy atrás ya herido, pero pues le hice caso al que me decía que le tirara, le disparé 3 tiros más, los cuales le fallé,
volví a pedir distancia al guía y me dijo que estaba a 600 metros, le moví al lente y solté tiro y ¡bolas!, ahí cayo en sus huellas, me levanto, grito y me abrazan, ellos no creían que había pegado a esa distancia, ni yo tampoco jajaja, no me la creía, en ese momento le quería marcar a mi padre y decirle que ya lo había logrado, que sé que estaba esperando esa gran noticia. Nos fuimos rumbo al Ibex y al llegar pensé: “que belleza de animal”, seguía sin creérmela, veía la cara de los guías y sabía que era un buen Ibex. Nos dio la noche descuerando y descarnando el animal, vinimos llegando ya para las 9 de la noche al campamento, directo a cenar y dormir para salir temprano al base camp ya que estaba a 7 horas a caballo. Llegando al base camp, ya estaba mi compadre Manuel Garza con una cara de felicidad que yo sabía que ya tenía también su Ibex y nos dimos el abrazo de cazador. Sólo faltaba mi compadre Héctor Gil que nos la hizo cardiaca, llegó hasta el quinto día de cacería, incomunicado, pero llegó, también con la excelente noticia y su hermoso Ibex. Regresamos los tres más que felices a casa.
Foto cortesía: René J. Aguirre B.
Reflexiones para antes de salir a cazar
Antes de salir a cazar recuerda, que tus cacerías las realizas en la compañía de tus mejores amigos y familiares, y por esta razón, debes poner especial cuidado en el uso y manejo seguro de las armas que vas a utilizar y de las armas que van a utilizar tus compañeros para cazar. Con esto evitarás, que los mejores momentos de tu vida, que son los de cazar, se conviertan en una tragedia, que además de cambiar tu vida para siempre, te llevará a enfrentar serios problemas de carácter moral y legal. Finalmente recuerda que a tu familia y a tus amigos, no les interesa que caces un gran trofeo o que tu nombre quede inscrito en los libros de récords mundiales de caza. Lo único que les interesa, es que tú y tus compañeros de caza regresen felices, sanos y a salvo. Jorge G. Villarreal González
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Guía de Campo para el
Venado Cola Blanca 1.5 años. No se rcomienda su caza.
Venado Cola Blanca 2.5 años. No se rcomienda su caza.
Venado Cola Blanca 3.5 años. No se rcomienda su caza.
Venado Cola Blanca 4.5 años. No se rcomienda su caza.
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por Ing. Jorge Villarreal
Venado Cola Blanca 5.5 años.
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Venado Cola Blanca 6.5 años.
Ésta y más información la encontrará en el libro Guía de campo para el Cazador Responsable
Venado Cola Blanca 7.5 años.
Versión Digital, véala en: https://issuu.com/hilario.garduno/docs/gu_a_campo_cazador_ responsable__vcb
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Cacería de Mid-Caucasian Tur en el Cáucaso II
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Por Humberto Enoc Cavazos
ice Sabina que en Comala comprendió que al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver. Sin embargo, yo volví al Cáucaso. Tres años después de haber sentido ese vértigo helado y escalofriante que sólo las cimas de esta cordillera pueden provocar, regresé con Felipe Echenique, mi padrino, a las montañas que fungen como la prisión de Belcebú, por sus imposiblemente empinadas laderas y sus altísimos y filosos cantos. Primero vivimos el terror y el deleite en Azerbaiyán; ahora sería en las repúblicas de Kabardia-Balkaria y de Karacháyevo-Cherkesia, en Rusia. En nuestra primera expedición al Cáucaso habíamos tenido éxito: cada uno
volvió a casa con un majestuoso Daguestán Tur. Ahora tocaba probar la suerte con el Mid-Caucasian y el Kuban Tur. La aventura inició un once de agosto de dos mil diecinueve. No llovía. Pero iba a llover. Llovió cuando camino al aeropuerto me enteré, que acababa de fallecer mi entrañable amigo Héctor Zamora, ‘El Científico’. Así que dejé México con el corazón empapado y con la promesa de dedicar mi cacería a don Héctor, que, al igual que yo, en esos momentos también emprendía un viaje, mas siendo el suyo perenne y a horizontes mucho más lejanos que el mío. Por mi parte, como le dije a mi padrino citando al Che, otras sierras del mundo reclamaban nuestros modestos
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esfuerzos. El infinito aún puede esperar. Tres días de viaje. Primero dormimos sobre el Atlántico; también lo hicimos a unas cuadras de la Torre Eiffel; por último, pasamos otra noche en el aeropuerto de Moscú; todo esto antes de llegar un soleado catorce de agosto a Minerálnye Vody, una pequeña ciudad rusa que funge como portal de acceso de las aguas minerales del Cáucaso; de ahí su nombre, que significa literalmente agua mineral. En el aeropuerto de Minerálnye Vody nos esperaban dos camionetas. Una se llevaría a Felipe a la República de Karacháyevo-Cherkesia y la otra nos llevaría a mí y a Eugenio, el guía e intérprete que me asignó la empresa Stalker Group, a la República de Kabardia-Balkaria. Es decir, en este punto, los caminos del padrino y míos se separaban. Echenique iniciaría su travesía en búsqueda del Kuban Tur y yo la mía, con miras en hallar un bonito ejemplar de Mid-Caucasian Tur. Un fuerte abrazo, expresiones de aliento y deseos febriles de suerte y éxito fungieron como el preludio a la cacería. Buena suerte y hasta luego, diría Calamaro. De camino al campamento base paré en un pueblo llamado Nalchik donde me corté el pelo; posteriormente visitamos un pequeño restaurante donde comí con mi guía y el chófer, Tomás. Bebimos Tarjun y cerveza; y comimos
vegetales y kebab. Todo exquisito e ideal para afrontar con sueño las tres horas restantes que nos faltaban por recorrer para llegar al área de cacería. Y así fue: las pasé dormido, pero no concilié el sueño hasta que me mostraron al gigante de Europa: el Monte Elbrus. Entonces sí me quedé profundamente dormido y soñé con montañas y turs. Desperté en las faldas del Cáucaso. Todavía no habíamos llegado al campamento base, pero me comentaron que en el sitio en el que nos encontrábamos verificaríamos que el rifle estuviera tirando bien. Así que nos apeamos del jeep y preparamos todo para hacer dos o tres tiros a cien metros. Disparé en un par de ocasiones y ambos tiros pegaron básicamente en el centro, por lo que no llevé a cabo modificación alguna en la mira telescópica. Todo pintaba bien. En un futuro no habría excusa ni pretexto en caso de fallar algún tiro. Eran alrededor de las siete de la noche cuando por fin llegamos a la cabaña. Nos recibieron los guías locales: Hassan, Aslan y Kirin. El sol ya se había puesto sobre las cimas del Cáucaso. Comenzaba a soplar un viento fresco y las primeras estrellas empezaban a brillar sobre nosotros. Ninguna nube amenazaba la cacería. Todos desbordábamos optimismo. Después de los saludos y las presentaciones correspondientes, nos instalamos para pasar una noche en la agradable cabañuela. Una vez
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instalados, nos reunimos en una terracita, donde destapamos un par de cervezas y disfrutamos de las últimas luces del quince de agosto fumando cigarrillos, tomando cerveza y hablando de cacería. Durante la cena, descorchamos una botella de whisky y cada quién tomó la palabra para hacer un brindis previo a la caza. Los guías locales se veían experimentados; los tres mostraban surcos en el rostro afilado y tostado por el sol, canas en las sienes y bigotes del color de los glaciares. Pero al mismo tiempo, sus palabras estaban llenas de sabiduría y sus movimientos de energía y fuerza. Sabía que podía confiar mi vida en sus manos y en sus caballos. A nadie se le tiñe el pelo de blanco ni se le curte la piel viviendo sin cuidado en las montañas. Dicho esto, les expresé el honor que representaba para mí escalar el Cáucaso con ellos, cazar a su lado, y les aseguré que siempre y en todo momento haría lo que ellos me indicaran y seguiría sus instrucciones sin jamás titubear. La seguridad se anteponía, como prioridad en la cacería. Si hay un lugar en el mundo que se tiene que pensar cada paso y valorar la vida en cada segundo es el Cáucaso, y eso lo sabíamos todos los que compartíamos el pan y el vino aquella noche del quince de agosto. El dieciséis de agosto inició con calma y sin prisas. Dormimos hasta el buen despertar, nos dimos un baño fru-
gal, desayunamos y, por último, preparamos los caballos para subir a las montañas. No fue sino hasta las once de la mañana que iniciamos el ascenso. De acuerdo a los guías, la cabalgata sería de seis horas; así que todavía tendríamos un par de horas de luz para montar campamento y lentear el área una vez que llegásemos al punto que se tenía contemplado alcanzar esa tarde. Durante el camino vimos caballos y yaks por doquier, cruzamos un río y múltiples arroyos. El sol brillaba con fuerza, pero también soplaba el viento. El clima se sentía cálido y tranquilo en el cuerpo. Mi caballo se dejaba cabalgar sin problemas. Todo se sentía en paz, se percibía belleza e inmensidad. Porque el Cáucaso es verde y florido, pero también es un templo de agua. Conozco pocas cordilleras tan llenas de vida. Sin embargo, en estas montañas también se siente una energía intimidante que de cuando en cuando huele a miedo y muerte. Por eso siempre he dicho que en el Cáucaso se deleita y teme uno todo el tiempo; la experiencia de ascender estas montañas es una confrontación entre el regodeo provocado por las deliciosas vistas y el terror que causan los precipicios, los acantilados, los glaciares. A eso de las tres y media de la tarde agenciamos los tres mil metros de altura. Cuando los árboles quedaron
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atrás, la emoción comenzó a florecer. Ya nos sentíamos en terreno alpino, en territorio de caza. Ahora quedaban pocos kilómetros que recorrer, pero el andar se haría más lento, porque a partir de entonces realizaríamos paradas intermitentes para gemelear los cañones y laderas aledañas. Empezamos en el primer puerto que alcanzamos después de un largo ascenso desde el valle. Nos bajamos de los caballos y empezamos a lentear. A los quince minutos, Kirin ya había ubicado a un tur que descansaba a la sombra de un risco a poco más de un kilómetro de distancia. Me comentaron que por el color del pelaje y el tamaño del cuerpo debía tratarse de un ejemplar maduro. Además, nos comentó el hombre mientras lo veía a través de sus binoculares, se encontraba relativamente cerca de donde teníamos pensado levantar el campamento. Por consiguiente, el guía nos apuró a todos a reanudar la cabalgata. No había mucho tiempo que perder. Y de acuerdo a los guías, con un poquito de suerte podíamos intentar dar caza a ese borrego en poco más de una hora. La emoción comenzaba a electrificar la sangre. Ansioso y torpe volví a montar mi caballo y seguí a Kirin, que encabezaba la cabalgata. Montamos hacia una arista que se elevaba al este, sobre una angosta vereda que serpenteaba hacia el cielo, donde se perdía en el espejismo. Al llegar a esa cima, el camino cubierto de laja continuaba mucho más regular y plano. Cabalgábamos todos en silencio, con el ruido de las herraduras y las piedras como música de fondo. En ese momento, el viento soplaba más calmo. Eran alrededor de las cuatro de la tarde, y ya nos situábamos a medio camino de donde pretendíamos tirar al tur. No obstante, el camino se vio interrumpido, pues de pronto Kirin se bajó de su caballo y, arrastrándose, se situó detrás de una roca, binoculares en mano. Luego nos hizo señas para que todos nos bajáramos. Y lo hicimos.
Acto seguido, todos, pecho tierra y hombro con hombro, veíamos a otro tur echado a media ladera, en el cañón opuesto a nosotros, como a dos kilómetros de distancia. También se veía bueno. Pero el lugar en el que se encontraba estaba mucho más lejos que el primer tur que habíamos visto desde el puerto de donde veníamos. Así que decidimos dejar este segundo MidCaucasian para mañana, en caso de que algo saliera mal en el asecho al que teníamos pensado dar caza en una hora. Seguimos cabalgando. Llegamos al punto de donde comenzaríamos a caminar. Nos quedaban dos horas de luz, por lo que optamos por dividirnos. Kirin iría por agua al arroyo y se encargaría de montar campamento, en lo que nosotros hacíamos el intento de cazar el tur. Mochilas y rifle al hombro, iniciamos el camino. Sin embargo, a los pocos minutos, Aslan, que lideraba el recorrido, se echó al suelo y nos señaló a un grupo de hembras que lentamente se dirigían exactamente al punto a donde nosotros queríamos llegar. Esto complicaba el plan, ya que, si espantábamos a las hembras, éstas sin duda en la huida asustarían al macho, y todo se caería a pedazos, principalmente nuestras esperanzas y nuestros nervios. Consecuentemente, Eugenio sin perder tiempo, dijo que nos regresáramos, tomáramos los caballos e intentáramos el segundo tur que habíamos visto desde el punto alto del borde de la montaña, que yacía en la ladera opuesta. Pero rápido, que quedaban poco menos de dos horas de luz. Los tres estuvimos de acuerdo en que teníamos que dar marcha atrás e intentar el plan B que había expuesto Eugenio. Por lo tanto, nos regresamos, tomamos cada quién nuestro caballo y nos dirigimos al fondo del cañón vecino, que era un río seco, cubierto de piedras lisas y de distintos colores, como verde, gris, rojo; un espectáculo y una amenaza a los tobillos, sin duda.
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Y comenzó la cacería. Eran alrededor de las cinco y media de la tarde. Sobre nosotros el sol aún brillaba, pero sus rayos habían perdido el calor abrasador que horas antes arrojaban sobre nosotros. Las sombras de manera paulatina devoraban los valles y cañones del Cáucaso. A esa hora, solamente las cimas seguían brillando y luciendo sus colores y esplendor. Aslan caminaba en silencio al frente de la partida; le seguíamos yo inmediatamente detrás suyo; y atrás de mí venía Eugenio. Los tres procurábamos no mover las rocas, pisar únicamente las piedras grandes. Todos nos movíamos con parsimonia, que se antojaba una violenta antítesis contra mis nervios, mi emoción, que tenían a mi corazón latiendo descuidada y desenfrenadamente. Teníamos que cuidar dónde colocábamos la bota, dónde clavábamos el palo para caminar, dónde había que caminar erguido y dónde hacerlo agachado. Aslan ponía el ejemplo y yo lo iba siguiendo. Y cada que este último se detenía, me daba un vuelco el alma entera y trataba de adivinar lo que el guía local había visto. Esto último significaba un dilema entre quedarme quieto o usar mis binoculares. Pero siempre antes de que pudiera llevármelos a los ojos, Aslan reanudaba el paso. Y el ascenso continuaba. Soy de los cazadores que se muerden la lengua; siempre he preferido convencerme, aferrarme a la idea de aceptar que los guías saben lo que hacen; que quieren que la caza resulte un éxito tanto o casi como uno como cazador lo desea. Así que no los agobio con preguntas ni sugerencias. Sobre todo cuando todo indica que efectivamente están demostrando saber lo que hacen, y que se nota que lo hacen bien. Y aunque la duda y la incertidumbre carcomen, enervan, me aguanto. Por eso no tenía idea de lo que pasaba a lo lejos; por eso yo me limitaba a seguir instrucciones e imitar a mi guía. Hasta que unos cuarenta minutos después se detuvo y nos pidió a Eugenio y a mí que nos acercáramos. Que a unos cincuenta metros estaban tres tures. Uno de ellos parecía bueno. Sin embargo, que ya se les veía algo nerviosos; que tenía que llegar arrastrándome a una mata, ahí pararme y tirarle al de en medio, sin mamposta alguna. Que, si empezaban a chiflar los tures, me preparara para tirar en movimiento, pues que los chiflidos significaban que estaban por arrancarse en una carrera despavorida. Y yo desconcertado, que está bien. Que ahí
voy. Y me empecé a arrastrar. Pero en ese instante pensaba que estaba todo, menos bien. Sí muy emocionante y muy estilo cacería en Asia; mas para nada estaba bien. No obstante, me decía a mí mismo, que era la primera tarde, que ni siquiera era el primer día; y pues no perdía nada jugando a los dados con lo que quedaba de luz. Así que ahí iba, medio gateando, medio a rastras, con el rifle en la mano derecha. Y cuando llegué a la mata indicada, de rodillas subí lo más silenciosamente que pude un tiro a la recámara. Acto seguido, me puse en cuclillas y lo más lentamente que pude me empecé a poner de pie. Y ahí estaban tres tures, viéndome fijamente. Ubiqué al de en medio y me llevé el rifle al hombro. Cuando tuve en la mira a la cabra, quité el seguro y, justo en el momento en que me disponía a poner la falange del dedo índice derecho en el gatillo, el animal empezó a correr. Eso no me distrajo, pues seguí al tur, coloqué la cruz un poco delante de donde quería impactar. Volví a poner el dedo en el gatillo. Me disponía a apretar, cuando escucho que ¡no, no, no! ¡Stop! ¡Don’t shoot, please! Y yo, mirando atrás de mi hombro a los hombres, que ¿por qué chingaos no?, pregunta que seguramente ni Aslan ni Eugenio entendieron; pero ambos me decían que no, que malenki, ¡malenki! Que estaba chico. Bajé el tiró, me senté y exhalé con fuerza. Esperé rezando a que no me diera un infarto. Al percatarme que estaba fuera de riesgo, encendí un cigarro y le pedí a Eugenio que se acercara para que me explicara qué había pasado. Resulta que durante el asecho seguramente los tures se habían movido. Eran poco más de las seis de la tarde, lo que significaba que era la hora del día en que
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Había que bajar al río. Descendimos al cauce seco y ahí amarramos a los caballos a las piedras más grandes que encontramos. Luego nos alistamos para el asecho. Yo cogí mi mochila, puse tres tiros en el magazine del rifle y, previo a cerciorarme de que no hubiese quedado una bala del diablo en la recámara, le pasé el arma a Eugenio.
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los animales se movían a pastar. De resultas, los tures que acabábamos de ver eran otros a los que habíamos divisado desde lejos. Por lo empinado de la ladera y por lo alto en que nos encontrábamos no podíamos ver mucho de lo que teníamos debajo de nosotros. Desde donde estábamos podíamos ver la continuidad del cañón y sus declives. También teníamos frente a nosotros, como a unos seiscientos metros, otra colina. Y en la intersección del cauce, a unos cuatrocientos cincuenta metros, se vislumbraba un área grande de pasto. De tal manera que Eugenio decidió esperar a que anocheciera, esperando a que los tures que pudieran estar en las inmediaciones se dirigieran a comer a la hierba antes referida.
midiera la distancia: que quinientos veinte. Y puse mi torreta. Busqué al grupo de tur que trotaba ante mis humedecidos ojos hacia la cima de la ladera que teníamos de frente. Adelanté un poco y apreté el gatillo. ¡Miss! Me dijo el guía. Y yo que ¡chingada madre! Que por favor me dijera cuando llegaran a seiscientos metros, que es el tope de mi torreta. Recargué. Hice la modificación y esperé la indicación. ¡Seiscientos metros, murmuró Eugenio! Y yo que ahí va. Y apreté el gatillo nuevamente. ¡Miss! ¡Pero que por poquito! Y yo para mis adentros, con ironía, ¡qué consuelo! ¡Por poquito! Y los tures siguieron sin detenerse hasta la cima de la montaña de enfrente.
Esperamos unos veinte minutos. El sol ya alumbraba únicamente la montaña que teníamos de frente. Y justo ahí apareció un grupo de unos seis tures que se dirigían a trote al pasto. Me llevé los binoculares a los ojos y, sin titubear, le dije a los guías que quería el de hasta adelante. El que lideraba al grupo. Que yo lo veía grande, y que con eso debía bastar. Eugenio me dijo que me apurara, que buscara dónde acomodarme y preparara mi torreta para tirar a cuatrocientos metros. Me encargué de hacer la modificación, pero no lograba acomodarme. No había donde acostarme o sentarme para buscar una buena mamposta. La tierra y las piedras se sentían como una pared a mis espaldas. Los vigores me apuraban, me urgían a encontrar un sitio de donde tirar. Esos mismos nervios me hicieron aventarme al suelo como pude y colocar el cañón hacia el pasto al que supuestamente llegarían los borregos. Que dios repartiera suerte y va por ustedes, pensé.
No corté. Dejé el cartucho percutido en la recámara. Me aseguré de dejar el rifle bien acomodado y, con violencia, me hice para atrás y me dejé caer de espaldas, con la mirada hacia el cielo. Volví a exhalar y me llevé las manos a los ojos. En mi interior sentía cómo la frustración me envenenaba la sangre. Me dolía la espalda y los hombros. Y me repetía una y otra vez que qué de la chingada es fallar. A mi lado Eugenio seguramente me veía, pero decidió darme un momento. Y me lo dio. Luego me puso una mano en el hombro y me dijo que me fumara un cigarrillo; que no pasaba nada; que había estado sumamente complicado. Que no me preocupara; que esto apenas comenzaba.
Pero los tures nunca se detuvieron en el pasto. Entonces le entregué a Eugenio mis binoculares y le dije que me
Me fumé el cigarro con Eugenio; fumaba y me seguía lamentando. Ambos repetíamos nuestras versiones del momento en que se hicieron los dos tiros una y otra vez. A unos metros, Aslan se mantenía alejado de nosotros viendo a un punto a través de los binoculares. Los tenía dirigidos hacia donde los tures habían corrido. Y cuando terminamos de fumar se nos acercó e intercambió unas
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palabras con Eugenio. Al terminar su breve conversación, éste se me acercó y me dijo que lo que yo dijera, que él no sabía qué decirme; pero que Aslan tenía ubicados a los borregos. Que usó mis binoculares y que estaban a alrededor de un kilómetro de distancia. Básicamente lo que proponía era que le enseñara a dónde apuntar y que lanzaría un tiro a un pedrusco que se encontraba justo en medio de los animales; que, si le pegaba a la piedra, éstos regresarían por donde habían venido; lo que significaba una segunda oportunidad. Yo consideré la idea no solamente descabellada, sino que rayaba en la magia negra. Empero quedaba menos de una hora de luz y no teníamos nada que perder. En consecuencia, le di instrucciones a Eugenio para que le explicara al otro guía dónde más o menos debía apuntar para hacer blanco a mil metros, considerando el tamaño de la piedra. Hechas las explicaciones, le pasé el rifle a Aslan. Este último lo tomó, subió tiro, apuntó mamposteándose en una rodilla y disparó. Pegó. Todo esto sin vacilar. Insisto, se veía que sabía lo que hacía. A los pocos segundos de la detonación, Eugenio, emocionado, me espetó que ahí venían los tures; que no lo podía creer; pero que me fuera acomodando; que setecientos, que seiscientos, ¡que quinientos metros! ¡Que, get ready! Y aunque los tures se desviaron y los perdimos de vista; no obstante, Aslan seguía emocionado; y me pidió que lo siguiera, que nos deslizáramos sentados hacia el borde de la ladera. Eugenio y yo lo seguimos. Y al llegar al punto, el local nos dijo que aquí aguardáramos. Que ahí abajito iban a salir. Que el de adelante seguía siendo el bueno. Y otra vez Eugenio: “be ready”. Subí tiró. Y entonces de mi lado izquierdo salió un tur. Lo vi inmenso. De inmediato me llevé el rifle al hombro. La torreta ya estaba a doscientos veinte metros. Y yo que, Eugenio, ¿Distancia? Y éste que ciento setenta y ocho metros. Esa distancia no requería modificación alguna a la torreta, por lo que apunté sin mampostearme y jalé el gatillo. Tras el impacto, vi al tur a través de mi mira caer, y luego posteriormente lo vi rodar. Sentía los abrazos, tanto de Aslan como de Eugenio. Yo me encontraba entre los dos. Escuchaba como de lejos sus felicitaciones. Mi entusiasmo y euforia estaban como oprimidas por el desconcierto. Me sentía petrificado. No podía creer lo que había sucedido. Mas un par de segundos después, levanté el cerrojo, dejé el rifle, y devolví los abrazos entre gritos y risas. Era un regalo, un regalo
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del cielo, un regalo de Héctor, sin duda. No había otra explicación. Luego todo se tiñó de naranja y contemplé uno de los atardeceres más bellos que he visto en mi vida. Y agradecí a los dioses y al universo. Me habían sido propicios. El descenso a cobrar la pieza abatida fue tortuoso, lento y un poco peligroso. Pero caminamos con cuidado. Y al poner mis manos en mi segundo tur, en el Mid-Caucasian Tur, sentí un enorme respeto y agradecimiento. Porque cazar cualquier tur es un gran logro cinegético. Muchos los consideran los animales de montaña más difíciles del mundo. Y mi cacería había sido un éxito, por increíble que se sintiera. Esa noche cenamos todos juntos en la tienda de campaña de los guías. Tomamos un poco de vodka y mezcal y dormidos el sueño de los justos. En la madrugada no sopló el viento. Nada más brillaron con intensidad una inmensa luna llena y un millón de estrellas. Al día siguiente tocaba descender y comenzar a planear el traslado a la República de Karacháyevo-Cherkesia por el Kuban Tur. Esto, como bien había dicho Eugenio, apenas comenzaba. Continuará.
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1er Tirada Anual Blanco a Brazo de Beneficio 2019 ARCYT Santa Catarina, N.L.
Sergio Salinas, Pedro de Urquidi hijo y padre, Carlos Ayala, Jaime Yaveli, Librado Ayala, Nazario Assad, César Yáñez, Aroldo Dovalina y Rubén Martínez.
Damián Gutiérrez, 1o y Héctor Betancourt Jr., 3er lugar Juvenil.
Heriberto Tamez, 2o, Eugenio Alejandro González, 1o y Carlos González, 3er lugar Novatos.
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Salvador Cisneros Jr., 2o, Rodrigo Ayala, 1o y Peyton Flores, 3er lugar Infantil.
Leonel Fernández, 2o, Javier Cueva Jr., 1o y Diego Martínez, 3er lugar Máster.
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C
Por Dr. Juan Miguel Ugarte Villarreal
onstruidas en forma de tubo o sólidas en su interior, en materiales como: madera, fibra de vidrio, fibra de carbón, aluminio o la combinación de aluminio recubierto con fibra de carbón. La flecha debe tener un grado de dureza-suavidad capaz de flexionarse un poco al momento del disparo (spine). El arco con sus flechas debe hacer juego entre sí y se logra: 1. Al escoger las flechas en forma aproximada, en las tablas de selección y 2. Posteriormente haciendo ajustes finos a las flechas y/o al arco para empatarlos y obtener de ellos su máxima eficiencia: El spine o dureza del vástago se puede ajustar, recortando el largo de la flecha, modificando el peso de la punta, cambiando el largo y helicoidal de las plumas, aumentando o disminuyendo el peso de tirón del arco.
El vuelo perfecto de una flecha está influido en forma directa por la rigidez, el largo y el peso (masa medida en granos) de la punta de esta. Como se mencionó al principio de este escrito, el Arco y las flechas deberán guardar una perfecta armonía. Lograrlo dependerá de seguir las siguientes recomendaciones: 1.- Spine o rigidez de la flecha. Uno de los aspectos más importantes de la flecha, pero también, el más ignorado. La rigidez de una flecha se establece durante su proceso de fabricación y lo ideal es que sea constante en cada una de las flechas de la docena. Cuando el fabricante logra que todas las flechas fabricadas en el lote tengan una rigidez constante, tengan un peso idéntico y una derechez casi perfecta… “las flechas aumentan su precio”. En EUA a mayor precio, mejor calidad de flecha, por lo tanto, mayor eficiencia (raras excepciones). Esta rigidez la conocemos como “spine”; se mide en forma estandarizada, por el grado de flexión que tiene una flecha de 29
pulgadas, colocada en dos puntos de apoyo a 28” pulgadas de distancia y colgando al centro de la flecha, un contrapeso de 1.94 de libra (880 gramos). La flexión se mide en milésimas de pulgada y, generalmente, el valor se imprime en el vástago de la flecha (no siempre). A esto se llama “Spine estático” (Figura #1) La inercia es la propiedad de un cuerpo a permanecer en su estado de reposo hasta que se le aplique una fuerza. La energía acumulada en el arco y después transmitida repentinamente a la flecha al dispararla; la inercia, produce que la flecha se flexione antes de moverse y al recuperarse de la primera flexión, le siguen flexiones alternas hacia ambos lados horizontal y verticalmente. Esa flexión de la flecha, durante el vuelo, puede variar con mayor o menor grado dependiendo de la cantidad de energía (fuerza) transmitida en el disparo: A menos libraje, menos flexión y más peso de tirón. Más flexión, es decir, la misma flecha disparada con mayor peso de tirón se flexiona más que si la disparamos con un arco con pocas libras. Pongamos un ejemplo hipotético: Una flecha con 500 de spine se flexionará 510 con 70 libras, la misma flecha 500 de spine, se flexiona 505 disparada con 50 libras, a esto se le llama “Spine dinámico”.
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Selección de la flecha ideal
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Cada combinación posible de arco, flecha y libraje nos dará una muy amplia variedad de “spines dinámicos” posibles. Para hacer una correcta selección, ayúdese con los cuadros de selección de flechas que ofrecen los fabricantes. A partir de ahí (se está muy cerca del spine ideal) se pueden hacer diferentes combinaciones para lograr el spine y, por lo tanto, la flecha ideal. Es conveniente usar, un spine un poco más duro de lo recomendado; o de otra manera, endurecer el que tiene la flecha que se utilizará. Para endurecer el spine dinámico: Disminuya el peso de la punta/navaja, acorte la longitud de la flecha o disminuya el peso de tirón del arco. Proceso inverso para suavizar el spine dinámico.
pruebas de agrupación con flechas de diferente longitud y seleccione el mejor resultado.
2.- El largo de una flecha. En un principio, nos preocupábamos por la velocidad de las flechas y las cortábamos para que fueran livianas y veloces sin pensar en el spine. Ahora sabemos que el largo de la flecha también tiene relación directa con el spine y por lo tanto con la afinación del conjunto arcoflecha. Una flecha más larga tendrá un “spine” menor (menos rígida, más suave o débil, por lo tanto, más flexible). Una flecha corta es más dura (mayor “spine”). Busque la relación perfecta entre su arco y flecha, ajustándola al largo más adecuado. Use el cortador de flechas de mayor calidad que pueda conseguir, evite astillas o marcas indeseables. Haga
Otros factores importantes por considerar son:
3.- El cambio del peso de la punta de la flecha hace también cambiar el spine. Mayor peso en la punta da como resultado una flecha más suave o de menor “spine”. Tu arco afinado con puntas de campo no necesariamente estará afinado al colocar navajas fijas de cacería. Una mayor complicación para afinar su arco de poleas se suma, cuando cambiamos de puntas de campo a navajas fijas de cacería, ya que éstas actúan como un segundo juego de plumas en el otro extremo de la flecha. Es complicado afinar esa combinación, pero se puede lograr. De otra manera use navajas mecánicas y su afinación será menos “que hacer”.
4.- FOC (Forward of center) es el valor que indica que tan lejos del centro de la flecha se localiza el centro de gravedad de esta, expresado en un porcentaje. Aunque muchos arqueros se preocupan de este aspecto, muchos otros recomiendan no “quebrarse la cabeza” con las siguientes complicaciones Ejemplo hipotético: FOC= 100 x D/L. Si “L” es el largo de la flecha y “D” es la distancia del centro de la flecha al centro de gravedad de esta, enton-
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Obtenga los datos de su flecha completamente armada, siguiendo los siguientes pasos: a) Midiendo el largo total de esta y divídalo entre 2 para obtener el centro y márquelo sobre la flecha y anote el valor. b) Balancee la flecha en un punto para obtener el centro de gravedad, obviamente será diferente al centro o mitad de su flecha, debido a los accesorios en sus extremos (Punta y nock), también marque ese punto. c) Mida la distancia entre los dos puntos marcados en la flecha y anótelos d) Ahora podrá hacer la ecuación para obtener el porcentaje del FOC. El porcentaje recomendado es: Para flechas de aluminio 7-9% y 11-16% para flechas de carbón. Entiéndase que, el largo de la flecha y el peso de la punta en la flecha influyen directamente en el FOC, al igual que en el spine de la misma.
c) Cambie las plumas cuando se rasguen, se rompan, se arruguen o se deformen. d) El talón o “nock”, actualmente son fabricados de policarbonato, un material muy resistente a la deformación y con un alto estándar de calidad, de tal manera que es muy notorio cuando tienen algún golpe o defecto. Son muy económicos, por lo que un “nock” defectuoso, debe ser cambiado por uno nuevo. Los arqueros con experiencia recomiendan cambiar todos los “nocks” del juego de flechas en tu carcaj periódicamente. e) Otro punto crítico que se debe vigilar es la rectitud de los vástagos o varas de las flechas y conservarlos así durante su utilización. Una flecha golpeada, chueca, astillada, o rota, deberá ser desechada de inmediato, ya que, además de ser sumamente errática, representa un serio peligro para la salud del arquero. En algunos casos (no siempre) las flechas de aluminio y madera son factibles de ser enderezadas con aparatos especializados.
5.- Derechez de la flecha. Una flecha fina (precio alto) se elabora con mayor exactitud y derechez, lo cual ayudará a facilitar el proceso de afinación y por lo tanto aumentará los aciertos. Seleccione la flecha más fina que sus posibilidades económicas le permitan. Generalmente el fabricante imprime en el vástago de la flecha o en su propaganda este concepto con las siglas Stghs. (straightnes o derechez del vástago) Seguido de dígitos que marcan la desviación de la derechez perfecta, ejemplo: + - .001, .002, .003, etc. y significa que la desviación es de milésimas de milímetro. 6.- Emplumado. El problema número uno del vuelo errático de una flecha es el contacto de las plumas de la flecha con el arco. Plumas muy largas o con mucha inclinación (helicoidal) dan más posibilidades de contacto con el arco y disminuyen su velocidad, pero aumenta su estabilidad y precisión (Busque el justo medio y evite el contacto de las plumas con la repisa o ventana del arco). Revise las flechas cuidadosamente en cada uno de sus componentes: a) Las plumas deberán estar firmemente adheridas a la superficie del vástago de la flecha, b) Alineadas con el talón o nock de tal manera que, éstas (las plumas), no tengan contacto con algún componente de la ventana o repisa del arco que las dispara y esto las haga volar en forma errática.
Flexión hacia el arco.
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ces FOC= 100 x D/L. FOC = Una flecha de 80 cm de ”L” y 9.6 cm de “D” = 100 x 9.6 / 80 = 12%.
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f) Las flechas de fibra de carbón no es posible que pierdan su derechez, aunque pueden sufrir desgaste o fractura, en este caso deséchelas. g) Se remarca la importancia de la perfecta alineación de las navajas o puntas de cacería (mecánicas o fijas) con relación al vástago de la flecha, así como la necesidad imperiosa de un arco perfectamente afinado para completar el éxito de la tarea. Se recomienda revisar a diario las flechas y todos sus componentes para evitar sorpresas desagradables. Repárelas, cambie los componentes dañados o deséchelas, no escatime ni arriesgue su salud o la de los demás. En las siguientes figuras vemos como se flexionan las flechas antes de abandonar el arco, (Archer´s Paradox): Una flecha dañada (fisurada o estrellada), recibiendo la cantidad de libras acumuladas en la cuerda, es posible que se fracture; si la flecha se fractura en cualquiera de las dos flexiones (ésta no ha abandonado la cuerda) la parte delantera de la flecha se proyecta hacia adelante y la parte posterior de la flecha, sin el peso de la punta, sin el apoyo del descansa flechas y además con la flexión vertical que también sufre la flecha durante el lanzamiento, casi siempre se clava en el dorso de la mano del arquero. Hemos sido testigos de 4 accidentes iguales en 25 años en el deporte. El común denominador fue: flechas dañadas, que por error fueron disparadas sin haberse percatado del defecto. Hay defectos muy evidentes que a simple vista se pueden observar, pero cuando la flecha está astillada sin perder su forma original se presenta la dificultad y los accidentes. Una de las pruebas efectivas para diagnosticar una flecha de fibra de carbono defectuosa es: Tomándola con ambas manos en cada uno de sus extremos entre los dedos pulgar e índice, intente torcer el vástago girándolo sobre su eje longitudinal, si comprueba algo de torción, la flecha deberá desecharse, está defectuosa. Revise cuidadosamente sus flechas.
Flexión hacia la mano del arquero.
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Gran Slam Norte 6a Etapa
Club Arqueros del Colmillo
Allende, Nuevo León Arquero
Ana Patricia Cisneros, Laura Patricia Roque y Aida Lizbeth Rodríguez, 3o, 1o y 2o lugar Recurvo Femenil
Club
Score
Lugar
San Nicolás
319
1
Cazadores
316
2
Cinegético
314
3
309
1
Scope A Andrés Lozano Mata Gerardo Cárdenas Galván Eduardo Salinas Ramírez
Scope B Isaac Linaje Falcón
San Nicolás
Iván Samuel Ruíz Soto
San Nicolás
301
2
Gerardo Cárdenas García Jr
San Nicolás
300
3
Mira Fija A Jesús Alberto Guzmán Mancha
Chapoy
309
1
José Agustín Zapata Hernández
Catujano
303
2
ADN
300
3
Cazadores
308
1
Roberto Tamez González
ADN
301
2
Ernesto Andrade Cantú
ADN
300
3
Hugo A Tamez Guerra
ADN
320
1
Carlos Castaño Villarreal
Libre
319
2
Libre
310
3
ARCYT
240
1
San Nicolás
225
2
Libre
222
3
Rubén García Martínez
Colmillo
250
1
Enrique Lozada González
Colmillo
247
2
San Nicolás
247
3
Jorge Armando Tamez Vega Jr
Alejandro Castañeda, José Rodríguez y Marco Antonio Garza, 3o, 1o y 2o lugar Tradicional Long Bow.
Mira Fija B Gilberto F. Benavides Elizondo
Novato C
Gerardo de León Fernández Veteranos Timoteo Guajardo Guajardo José Ramiro Rivera Iturio Ramiro Lorenzo Dávila Esparza
Rubén García, 1er lugar Master.
Gerardo Cárdenas, 2o lugar.
Master
Héctor Román Varela Martínez
Cadete Compuesto Oscar Ramiro Gámez Morales
San Nicolás
283
1
Sergio Arturo Pérez Gómez Jr
San Nicolás
267
2
1440 Archery
194
3
Rodrigo Iván Orozco Liñán
Roberto Tamez, Gilberto Benavides y Ernesto Andrade, 2o, 1o y 3er lugar Mira Fija B.
arquería
44 Femenil Compuesto Daniela Treviño Cantú
Cazadores
286
1
Karen Huseman Olivares
Cazadores
260
2
Full Draw AR
259
3
1440 Archery
521
1
Target Archery
520
2
1440 Archery
499
3
Karen Marcela Padilla Aguirre
Recurvo Varonil Amín Farjat Caro Carlos Francisco Quintero Gámez Eduardo Aguilera Ruíz
Iván Ruiz, Isaac Linaje y Gerardo Cárdenas, 2o, 1o y 3er lugar Scope B.
Recurvo Femenil Laura Patricia Roque Medellín
Full Draw AR
479
1
Aida Lizeth Rodríguez Gutiérrez
Full Draw AR
439
2
Ana Patricia Cisneros Fernández
1440 Archery
418
3
489
1
Eleven
471
2
1440 Archery
454
3
252
1
CAMAC
391
1
Cazadores
379
2
Cazadores
376
3
496
1
Cinegético
452
2
CAMAC
431
3
187
1
Barebow Varonil Juan Briones Peña
Eleven
Jesús Eleazar González García Sergio González Ríos
Barebow Femenil Andrea Belén Dávila Elizondo
Libre
Tradicional Long Bow
Oscar Gámez, Sergio Pérez y Rodrigo Orozco, 1o, 2o y 3er lugar Cadete Compuesto.
Ernesto Sepúlveda Salinas Roberto Adame Nettel José Lombard Araujo
Tradicional Recurvo José Amparo Rodríguez García Marco Antonio Garza Pérez Alejandro Castañeda Aguirre
Libre
Menor Compuesto Damián de Jesús Pérez Rodríguez
Colmillo
Infantil Compuesto
Andrea Belén Dávila Elizondo, 1er lugar Barebow Femenil.
Andrés Lozano Mata, 1er lugar Scope A.
Bernardo Molina Sánchez
Libre
302
1
José Luis Zambrano Guajardo
Libre
295
2
César Tenorio Tijerina
ARCYT
291
3
122
1
139
1
Menor Recurvo Bárbara Montalvo García
Libre Infantil Recurvo
Luis Enrique Navarro Nevarez
1440 Archery
Menor Barebow Carlo Yulian Treviño Romo
Halcones
163
1
Danika Fernanda Navarro Nevarez
1440 Archery
154
2
Cazadores
64
3
Libre
157
1
1440 Archery
135
2
Halcones
125
3
Eugenio García Adame
Infatil Barebow Ramón Tobias Rodal Emilio Arabi Franco del Rivero
Karen Huseman, Daniela Treviño y Karen Padilla, 2o, 1o y 3er lugar Femenil Compuesto.
Alessandra Obregón Chaires
Revista Gran Safari / Año 11 / No. 5
arquería
Gran Slam Norte
Gran final 2019 Arquero
Club
45
Puntos Lugar
Scope A Andrés Lozano Mata
San Nicolás
58
1
Colmillo
46
2
Cazadores
45
3
Isaac Linaje Falcón
San Nicolás
56
1
Gerardo Cárdenas García Jr
San Nicolás
53
2
ADN
48
3
Chapoy
57
1
ADN
52
2
ADN
49
3
ADN
56
1
Cazadores
56
2
ADN
52
3
Francisco Javier Flores Suárez José Luis Garza Camacho
Alessandra Obregón y Emilio Franco, 2o y 1er lugar Infantil Barebow.
Scope B
Adrián Arturo Garza de la O Mira Fija A Jesús Alberto Guzmán Mancha Rodolfo Nájera Martínez Jorge Armando Tamez Vega Jr Mira Fija B Roberto Tamez González Gilberto F. Benavides Elizondo Ernesto Andrade Cantú
Ana Patricia García, Daniela Treviño y Perla Coronado, 2o, 1o y 3er lugar Femenil Compuesto.
Novato C Carlos Castaño Villarreal
Libre
54
1
Hugo A Tamez Guerra
ADN
54
2
Miguel Angel Montalvo Martínez
ADN
53
3
Timoteo Guajardo Guajardo
ARCYT
60
1
Ramiro Lorenzo Dávila Esparza
Libre
58
2
San Nicolás
42
3
San Nicolás
55
1
Colmillo
54
2
Cazadores
53
3
San Nicolás
59
1
1440 Archery
50
2
Cazarco
27
3
Veteranos
José Ramiro Rivera Iturio Master Héctor Román Varela Martínez Rubén García Martínez José Alberto Martínez Guerra
Cadete Compuesto Oscar Ramiro Gámez Morales Rodrigo Iván Orozco Liñán Olivia Alexandra Linder Roldán
Ana Lizeth Rodríguez y Lilia Gutiérrez, 1o y 3er lugar Recurvo Femenil.
Ernesto Sepúlveda y Mario Tueme, 1o y 3er lugar Tradicional Long Bow.
Femenil Compuesto Cazadores
57
1
Ana Patricia García Jasso
Daniela Treviño Cantú
Full Draw AR
53
2
Perla Coronado Rodríguez
Colmillo
50
3
Recurvo Varonil Amín Farjat Caro
1440 Archery
59
1
Carlos Francisco Quintero Gámez
Target Archery 57
2
Iván Antonio Alemán Águila
Full Draw AR
51
3
Francisco Javier Flores, Andrés Lozano y José Luis Garza, 2o, 1o y 3er lugar Scope A.
arquería
46 Recurvo Femenil Aida Lizeth Rodríguez Gutiérrez
Full Draw AR
60
1
Ana Patricia Cisneros Fernández
1440 Archery
56
2
CRAT
49
3
1440 Archery
56
1
Jesús Eleazar González García
Eleven
53
2
Manuel Fabián Leal Rodríguez
1440 Archery
50
3
Halcones
36
1
Alicia Catalina Ayala Villagrán
Halcones
23
2
Rubí Grace Leos Lanestoza
Halcones
20
3
Lilia Gutiérrez Calderón
Barebow Varonil Sergio González Ríos
Barebow Femenil
Rubén García y Héctor Román Varela, 2o y 1er lugar Master.
María Teresa Mata Rivera
Barebow Juvenil Ana Fernanda Álvarez Miranda
Halcones
12
1
Fátima A. Mata Oyervides
Halcones
11
2
Tradicional Long Bow Ernesto Sepúlveda Salinas
CAMAC
58
1
Roberto Adame Nettel (lb)
Cazadores
56
2
Mario Jacobo Tueme Pedraza
Cazadores
50
3
Cinegético
58
1
Libre
56
2
CAMAC
47
3
Colmillo
59
1
Target Archery
24
2
Tradicional Recurvo Marco Antonio Garza Pérez
Luis Manuel Pérez y José Luis Zambrano, 3o y 1er lugar Infantil Compuesto.
José Amparo Rodríguez García Alejandro Castañeda Aguirre
Menor Compuesto Damián de Jesús Pérez Rodríguez Valentin Guajardo Caudillo
Infantil Compuesto José Luis Zambrano Guajardo
Libre
56
1
Bernardo Molina Sánchez
Libre
56
2
Colmillo
54
3
Luis Manuel Pérez Rodríguez
Menor Recurvo
Hugo Tamez, 2o lugar Novato C, con su familia.
Timoteo Guajardo, 1er lugar Veteranos
Bárbara Montalvo García
Libre
12
1
Emma García Contreras
Libre
12
2
Libre
11
3
1440 Archery
24
1
Homero Flores de la Torre
Libre
12
2
Diego Livas Nava
Libre
11
3
Eduardo Emiliano Hernández
Infantil Recurvo Luis Enrique Navarro Nevarez
Menor Barebow Carlo Yulian Treviño Romo
Halcones
Danika F. Navarro Nevarez
1440 Archery
57
60 2
1
Ariana Michelle Ayala Garza
1440 Archery
21
3
Infatil Barebow
Marco Antonio Garza y Alejandro Castañeda, 1o y 3er lugar Tradicional Recurvo.
Roberto Tamez, 1er lugar Mira Fija B.
Emilio Arabi Franco del Rivero
1440 Archery
57
1
Alessandra Obregón Chaires
Halcones
56
2
Roberto Adame Garza Jr
Cazadores
48
3
GRAN PESCA
48
Ricardo Rogelio (Richie) González
Leyendas de la pesca deportiva en México
campeonatos como el FLW Costa Series y el BASS Nation Championship, también he sido seleccionado para representar a México en 5 campeonatos mundiales, dos Panamericanos y un Intercontinental. Me metí tanto en la pesca, que ahora vivo de esto, ya sea guiando o con mi tienda de pesca Anglers Edge Mx y ya tenemos más de 1 año con un taller, Anglers Warehouse, donde brindamos todo tipo de servicios a las embarcaciones 3.- ¿Cómo ha influido la pesca en tu vida? La pesca me ha dado mucho, he hecho grandes amistades gracias a ella.
El primer pescador en representar a México en FLW.
Dr. Rogelio Villarreal Villarreal y los amigos que comparten la pasión
L
es traemos la entrevista de uno de los pescadores de Lobina de Competencia que más ha descollado a nivel nacional e internacional. El “Richie”, como se le conoce en el medio de la pesca deportiva, nos comparte su interesante y meteórica carrera como pescador profesional de Lobina. Esperando la información sea de su agrado les dejo aquí esta entrevista de una Leyenda de la pesca deportiva en México. 1.- ¿Por qué pescas? Como a la mayoría, mi padre me inició en la pesca desde chico, íbamos a donde pudiésemos: Ríos, presas, etc., siempre me gustó mucho, cada año que íbamos de vacaciones a la Isla del Padre todos mis familiares se iban a la playa y alberca y yo solo pensaba en irme al muelle viejo (que ahora es un restaurante) a pescar. 2.- ¿Quién eres tú en la pesca? Mi nombre es Ricardo González (Richie González), tengo pescando desde el 2009, pesco más de la mitad del año en distintas presas, soy una persona que me encanta la competencia y me gusta ganar y he representado a México en
4.- ¿Por qué crees que la pesca es relevante? La pesca es muy relevante en la comunidad, creo que es uno de los pocos deportes donde todos pueden participar, por ejemplo, el futbol es un deporte donde cuando vas a ver a tus hijos jugar eres un espectador y en la pesca todos juegan, creo que es uno de los deportes que más fomenta la unión familiar. 5.- ¿Cuál ha sido tu mayor logro en la pesca? Mis mayores logros en la pesca han sido ser el primer pescador Tricampeón Nacional, ser el primero pescador en representar a México en FLW y BASS el mismo año y ser el primer pescador en quedar en top 15 en un BASS Nation Championship 6. ¿Qué es mejor para ti al pescar, muchos o el más grande? y ¿por qué? Yo creo que el simple hecho de estar en el agua disfrutando ya es ganancia.
Revista Gran Safari / Año 11 / No. 5
49
GRAN PESCA
El primer pescador mexicano en quedar en top 15 en un BASS Nation.
Pescador del Año 2019 en el México Serie Elite.
7.- ¿Cuál crees que haya sido tu mayor aportación a la pesca deportiva en México? Creo que mi mayor aportación a la pesca en México no son mis logros, más bien es el ejemplo que trato de dar en todas mis salidas a pescar; el convencer a la gente joven que, si se quiere, se puede estar en los primeros lugares de los torneos sin importar la edad que se tenga, y todo esto a base de práctica, dedicación, esfuerzo y humildad. 8.- Si estuviera en tus manos, ¿qué harías para mejorar la pesca deportiva en México? Pienso que sería hacer estudios en diferentes lagos, creo que hay lagos que requieren de siembra, ya sea de forraje, y también hay lagos que requieren de clareo, no estaría mal hacer algún tipo de programa tipo el Texas Share Lunker y aplicarlo en nuestros lagos, además de seguir fomentando el “catch and reléase” entre los pescadores. 9.- ¿Cuáles serían tus recomendaciones para aquellos que inician en este deporte? La práctica, sobre todo, ser muy observador y acercarte con los que tienen más experiencia.
Tory Díaz y Richie rompieron récord en el FLW México.
10.- ¿Cuál ha sido la mejor pesca de tu vida y por qué? Creo que me ha tocado vivir muchas buenas pescas, pero una de las mejores fue en la presa Don Martin este año, en el campeonato FLW México de la zona norte, donde pudimos romper el récord de pesaje metiendo casi 31 kg en dos días para ganar ese campeonato mi compañero Tory Diaz y un servidor.
Dr. Rogelio Villarreal Villarreal ¡Adiós Amigo! Siempre generoso y proactivo para conseguir y compartirnos información y entrevistas, porque siempre tuvo el objetivo de que más personas practicaran la pesca deportiva y adquirieran las técnicas y habilidades para “cazar” una lobina trofeo. Seguramente ya está en el océano universal compartiendo enseñanzas de pesca con el maestro.
GRAN PESCA
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Manuales de pesca de lobinas trofeo “El Doc”
El Arreglo en Texas Por Dr. Rogelio Villarreal Villarreal y los amigos que comparten la pasión. Lobinas Trofeo. Comisión de Pesca CONEFF Y CCPVSNL.
Arreglo Texas con Salamandra.
Fue en 1949 que Nick Creme creó una lombriz de plástico para la pesca en su casa en Akro, Ohio. Diez años después, llevó su compañía, Creme Lure a Tyler, Texas, donde se encuentra hasta hoy día. Y cambió así radicalmente la pesca de Lobina.
cados de plástico, también intentando imitar el forraje del que se alimentan las grandes lobinas. Aún y cuando ya disten cientos de lombrices de plástico para la búsqueda de lobinas, se considera a la lombriz de Creme (wiggle worm) como la primera. En 1951
Cuando nosotros los pescadores de lobina, decimos, la pesqué con lombriz o nos referimos o se entiende que se trata de la imitación de una lombriz hecha de plástico. Existen cientos, no, miles de lombrices de plástico en el mercado hoy día, y aparte existen también salamandras, cangrejos, langostinos, sardinas, mojarras y ranas fabri-
Creme colocó su lombriz en el mercado, venía armada con un arnés y tres anzuelos y él pescador podía comprar una bolsa de lombrices de repuesto sin el arnés. Las ventas del nuevo plástico fueron bajas en un inicio, pero repuntaron cuando en un show deportivo un amigo distribuidor de Creme colocó algunas de sus lombrices en una pecera.
Revista Gran Safari / Año 11 / No. 5
GRAN PESCA
La lombriz de Creme se encontró con un pescador de lobinas texano que buscaba un arreglo para pescar entre las palizadas, y la construcción de presas en Texas empezó en 1950, Estos nuevos embalses inundaban áreas de árboles, creando una cobertura excelente para la lobina, pero los curricanes no podían pasar por allí sin engancharse con troncos o palos. Entonces el pescador tomó una lombriz de plástico, cortó el anillo de cobre de una pesa redonda, pasó por allí su línea de pesca, ató un anzuelo al final y pasó este anzuelo por la nariz de la lombriz, sacándolo, por un lado, y rotándolo para colocarlo en la parte central del plástico. El arreglo ahora podía deslizarse a través de palos y troncos sin engancharse y las Lobinas iban sobre ella.
Arreglo Texas.
Las lombrices Creme en arreglo Texas se convirtieron en el hit en pesca de lobina y las ventas del producto se fueron al alza. Teniendo como embajadores a personalidades de la pesca de ese tiempo como Bill Dance y otros, el negocio prosperó y otras marcas empezaron a desarrollar sus lombrices, y nuevas compañías nacieron. Desde entonces hasta nuestros días, este es uno de los arreglos más utilizados por el pescador de lobina y sobre todo del cazador de lobinas trofeo.
desde ¼ de onza hasta 2 oz. Estas últimas para ser utilizadas en condiciones de viento importante o presas muy profundas.
El Arreglo Texas moderno. Para el pescador de lobina, el arreglo en Texas es muy efectivo ya que le permite llegar hasta los escondites más intrincados de las grandes Lobinas Trofeo. Recordemos que una lobina trofeo busca siempre un lugar donde esté agazapada, tenga comida cerca y agua profunda para escapar rápidamente en caso de peligro.
Plásticos. La lombriz de plástico, que originó el inicio del arreglo en Texas, se utiliza cada vez menos y ha sido suplantada por Grandes Senkos, lagartijas, creaturas, brushhogs y otros nuevos diseños cada año aparecen en el mercado.
Las opciones de plásticos para ser utilizadas en el arreglo Texas son muchísimas e incluyen la lombriz, el senko, la lagartija, el langostino, creaturas y brushogs. Cada año las empresas dedicadas a la fabricación de plásticos para la pesca de lobina nos sorprenden con nuevos diseños. Por el contenido, el productor de señuelos plásticos puede hacerlo flotar o que se dirija hacia el fondo del embalse. ANATOMÍA DEL ARREGLO TEXAS Peso o plomo. Se prefiere el peso o plomada en forma de bala o en otras opciones. Aquí se pueden utilizar diferentes pesos de acuerdo con las condiciones de pesca que encontremos. El material del peso puede ser plomo o tungsteno. El tungsteno es más caro, pero se mueve mejor en el agua y produce un sonido atractivo al chocar con troncos y piedras. El peso de las plomadas va
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El anzuelo. Tenemos básicamente dos opciones, el anzuelo recto para plásticos y el Wide Gap. De acuerdo con las preferencias del pescador utilizaremos uno de ellos. Estos anzuelos llegan hasta el 7-0 para señuelos grandes cuando buscamos verdaderas Lobinas Trofeo.
Arreglo Texas para Lobinas Trofeo. Cuando estamos buscando lobinas trofeo debemos optimizar los señuelos y anzuelos. Preferimos señuelos de 8” o más y anzuelo 4-0 hasta 7-0. En México funcionan con eficiencia los senko en 7 u 8 pulgadas con un anzuelo 5-0. La excepción que hemos encontrado, son El Cuchillo y la presa de La Boca, ambos de Nuevo León. En la presa El Cuchillo nos han funcionado señuelos con tamaños moderados 5” y anzuelos 3-0 para lobinas promedio y Trofeo. En el embalse La Boca nos han funcionado presentaciones con señuelos pequeños de 3” y líneas de fluoro carbono delgadas. Embalses premium como Bacurato y el Salto demandan la utilización de plásticos en tamaño grande tales como senkos de 7-8”, lagartijas de 7-9”, lombrices de 10”, con anzuelos 5-0 Equipo y línea de Pesca. Para pescar con el arreglo Texas en México preferimos línea trenzada o fluoro carbono como segunda opción. Esto por la
GRAN PESCA
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intrincada cobertura y estructura que presentan los embalses mexicanos. Podemos también utilizar línea trenzada con un leader de fluoro carbono. Preferimos línea trenzada de 40-60 los o/y fluoro carbono de 20 lb. para buscar estos monstruos mexicanos. Cuando hablamos de Lobinas Trofeo, en lo personal prefiero la línea trenzada a menos que las condiciones del agua del embalse sean tales que el fluoro carbono será menos visible que la trenzada. Una caña Heavy o extra heavy y extra fast es necesaria para enganchar y sobre todo sacar de la cobertura a un trofeo mexicano. Un carrete de fuerte construcción con una relación de mínimo 8 a 1 es la mejor opción para luchar con estos monstruos mexicanos. Técnica. El arreglo en Texas es el más versátil en pesca de lobinas trofeo. Usualmente casteamos el señuelo hacia áreas donde se conjuntan estructura y cobertura adecuada para una lobina trofeo. Dejamos que el señuelo viaje al fondo y lo empezamos a trabajar con pequeños jalones. Es importante estar atentos en el recobro, ya que en ocasiones la lobina viene siguiendo el señuelo y ataca muy cerca de la embarcación. ¡Los embates son brutales! Podemos utilizar el Pitching, para trabajar el arreglo entre los palos y troncos de la presa. Yo utilizo el método que llamo “Golpe Seco” que
Arreglo Texas. Plomo, anzuelo y plástico.
consiste en hacer contacto con el tronco principal seco central de los mogotes, para luego dejar al señuelo descender hacia el fondo del embalse. Las Lobinas son siempre curiosas y este golpe seco atrae muchas veces su atención e incita el ataque hacia el señuelo. Se puede también cuando hay mucha hídrila lanzar el señuelo y recobrar despacio, pero continúo haciendo pasar el arreglo por encima de la hídrila. Las lobinas son siempre curiosas y especiales y ellas dictarán la forma de trabajar el arreglo. En ocasiones solo responden a dejar “muerto” en el fondo del embalse el arreglo. En otras ocasiones lo atacan en el descenso o en el recobro justo cuando cambia de dirección a vertical antes de llegar a la embarcación. Es lo fascinante de la pesca de Lobina, es una pesca muy dinámica donde necesitamos descifrar el patrón de ataque para cierto arreglo de la lobina trofeo. Los mejores embalses premium para obtener lobinas trofeo utilizando el arreglo en Texas son El Cuchillo, Bacurato, El Salto y Picachos. Si quieres convertirte en un verdadero cazador de Lobinas Trofeo, optimiza el tamaño de tus señuelos y anzuelos, consíguete una sólida caña y un fuerte carrete muy veloz y lánzate a la aventura de conseguir la lobina de tus sueños, una verdadera lobina trofeo mexicana.
Gran /Safari RevistaRevista Gran Safari Año /7 Año / No.116 / No. 20155
53 51
COPA DE CAZA MÉXICO PARA ESPECIES MEXICANAS QUE SE COBREN EN LA TEMPORADA 2019 - 2020 Sistema de Medición
MÉTODOS DE CAZA:
RIFLE, ARCO Y ARCO TRADICIONAL ESPECIES: VENADO COLA BLANCA TEXANO, MIQUIHUANO, CARMINIS, COUES, COSTA DEL GOLFO, COSTA DEL PACÍFICO, ALTIPLANO Y AMÉRICA CENTRAL
VENADO BURA DE SONORA, CROKI Y PENINSULAR (COLA PRIETA) GUAJOLOTES GOULD Y RÍO GRANDE TEMAZATES Y PAVO OCELADO PECARÍ DE COLLAR
CATEGORÍAS: INFANTIL: Menor de 14 años; JUVENIL: 14 años cumplidos, menor de 18 DAMAS Y ADULTOS: 18 años cumplidos CERCO BAJO Y CERCO ALTO
INFORMES:( 81) 8344 6444
PREMIACIÓN: Sábado 23 mayo 2020 Información general, Bases y Reglamento en: Copa de Caza México www. copadecazamexico.com
REGISTRO: 1er pieza: $750. Piezas adicionales: $400 CIERRES: Venados Norte: 28 de febrero 2020 Pecarí, guajolotes, temazates: 30 de abril 2020 ---------------- MEDICIÓN Y REGISTRO --------------CONEFF: 81 8344 6444. JUAN DAHUABE: 81 1600 8383. PARQUES Y VIDA SILVESTRE: Guillermo Herrera 2033 1206. TAXIDERMIA RODRÍGUEZ: 81 8134 8126 Y 8603 8069 TIERRA DE VENADOS: 8357 2839. CADEREYTA, José Quintanilla: 81 1999 1396; Marco Alvarado : 81 1737 8367 ALLENDE, Club de Caza y Tiro: 826 108 7559 SABINAS HIDALGO, Adolfo Martínez: 81 1281 5649 ANAHUAC, Miguel Herrera: 956 242 9825 Sendero Taxidermy: 873 102 2737 NUEVO LAREDO, Club Cinegético: 867 715 0014 UNION GANADERA DE N.L. Isaías Galván: 8337 8823 y 81 1069 6242 ALONSO MATTEI: 81 8317 8212 PIEDRAS NEGRAS, Carlos Mondragón: 830 968 3730 TAXIDERMIA FERNANDEZ: 81 1064 9510 TAXIDERMIA EICHELMANN: 81 8253 7421