Análisis del patrimonio del Palacio Cibeles

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ANÁLISIS DEL

PATRIMONIO DEL PALACIO CIBELES

Grettel ArayaSilvia MartínSol RodríguezJuan Manuel SánchezPaula SánchezLorena SauraAlejandro Vásquez


ÍNDICE PRIMERA PARTE. Estudio del Palacio de Cibeles………………………………………………………1

1. Construcción del Edificio…………………………………………………………………………...2 1.1 Introducción…………………………………………………………………………………2 1.2 Legislación entorno al proyecto de edificación……………………………….4 1.3 El concurso…………………………………………………………………………………..4 1.4 El proyecto ganador……………………………………………………………………...5 1.5 La construcción (1907 – 1919) ……………………………………………………..7

2. Evolución del Palacio…………………………………………………………………………...……9 2.1 Usos a lo largo de su historia…………………………………………………………9 2.2 Intervenciones a lo largo de su historia……………………………………..…11 3. Una visión urbanística, artística y estética…………………………………………….…15 3.1 El valor del Palacio de Comunicaciones……………………………………..…15 3.2 La decoración escultórica……………………………………………………………17 3.3 Antonio Palacios y las artes decorativas………………………………………18 3.4 Influencia en edificios posteriores…………………………………………….…19

4. Palacio de Cibeles: Bien de Interés Cultural………………………………………………20 4.1 BIC de la Comunidad de Madrid……………………………………………..……20 4.2 Bien de interés cultural……………………………………………………….………20 4.3 BIC declarado con delimitación……………………………………………...……21 4.4 Incorporación al Patrimonio Municipal de Madrid………………….……21 4.5 Actuaciones para la incorporación del Palacio…………………………...…22

SEGUNDA PARTE. Puesta en valor del Patrimonio…………………………………………………24

1. Análisis de la actual puesta en valor…………………………………………………………25 1.1 Valor simbólico: el edificio y la ciudad…………………………………………25 1.2 Difusión del patrimonio………………………………………………………………25 1.3 Comunicación del patrimonio…………………………………………………...…26

TERCERA PARTE. Anexos…………………………………………………………………………...…………28

Ficha técnica Palacio de Cibeles……………………………………………………………..……29

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………………………………...…………31


PRIMERA PARTE

ESTUDIO DEL PALACIO CIBELES

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CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO 1. Introducción El conocido actualmente como Palacio Cibeles se construye en 1907 y se inaugura en 1919 bajo el nombre de Palacio de Comunicaciones. Obra de los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, el proyecto les fue asignado mediante concurso en el año 1904. El edificio ganador albergaría la Dirección General y Administraciones Centrales de Correos y Telégrafos y ocuparía un lugar privilegiado en el Madrid de principios de siglo XX: la Plaza de Castelar –actual Plaza de Cibeles-, convergencia de dos de las principales arterias de la ciudad (Paseo del Prado y Calle Alcalá). La evolución de la centralidad en el urbanismo madrileño. Cibeles, punto de encuentro. El concepto de la centralidad en Madrid supone un problema bastante complejo, ya que enraíza con la incapacidad de la villa para acoger repentinamente al Rey con todo el aparato burocrático asociado a la corte en el siglo XVIII. El origen de la transformación de Madrid tiene su origen en este siglo y con la casa Borbón en la corona. La villa era entendida como el escenario para la manifestación de la ceremonia cortesana. Un momento crucial para el caso que nos ocupa es la aprobación del anteproyecto del Ensanche el 19 de Julio de 1860, siguiendo el proyecto del arquitecto e ingeniero Carlos María de Castro. El cambio de funcionalidad del casco histórico así como las profundas intervenciones interiores como el caso de la Gran Vía y el abandono de la alta burguesía del centro de la ciudad para trasladarse al ensanche, son signos de un nuevo avance en la modernización de Madrid. 2

Con el surgimiento del eje norte-sur se genera un nuevo concepto de centralidad en la ciudad, consigue descongestionar Sol y su entorno (algo que no pudo solucionar la Gran Vía) y también logró la transformación de un centro focal en otro direccional. En este cruce de ejes se sitúa la Plaza de Castelar, que a pesar de una ubicación privilegiada no ha conseguido convertirse en el ágora de la ciudad, quizá por poseer una fuerza centrífuga. Dicha plaza fue proyectada en el año 1891 por el arquitecto José López Salaberry con una ejecución no exenta de polémica al trasladar la fuente. La Plaza de Castelar, parte del Real Sitio del Buen Retiro. El Paseo del Prado, lugar donde su ubica la actual Plaza de Cibeles, anterior Plaza de Castelar, era durante el siglo XVI el Paseo de los Jerónimos, un conjunto de prados silvestres en torno al monasterio de San Jerónimo el Real (de 1503 y del que sólo conservamos su iglesia) que servían de límite oriental al casco urbano de Madrid. Cerca estaban el Prado de los Recoletos Agustinos (hoy más o menos el paseo de Recoletos) y el de Atocha (hoy Plaza de Carlos V). Estos tres prados conformaban el llamado Prado Viejo. En 1561 Felipe II establece la Corte en Madrid y nueve años después, en 1570, se acomete la primera reforma urbanística del Prado Viejo: se alinearon las manzanas orientales de la ciudad para crear una zona de esparcimiento en torno al arroyo de la Fuente Castellana, hoy desaparecida. Y se creó una arboleda que marcaba el eje divisorio entre las casas de la ciudad y los monasterios del otro lado del Prado.

Plano de situación de la posesión de los Jardines del Retiro (1876)


A principios del s. XVII fue construido el Palacio del Buen Retiro junto al Monasterio de San Jerónimo. Esta finca real cerraba la cara este del Prado de los Jerónimos, y de ella sólo conservamos el Salón de Reinos y el de Baile (Casón del Buen retiro) y parte de los jardines (Parque del Retiro). Con Carlos III se acometió una nueva reforma urbana. El Prado Viejo había quedado bastante abandonado y había perdido su función de lugar de recreo. La reforma buscaba crear el llamado Salón del Prado: un paseo lleno de jardines, fuentes y edificios emblemáticos que integrara la ciudad con el Palacio y que se extendía desde la actual Plaza de Castelar a la actual glorieta de Atocha.

Diseño de la Plaza de Castelar en “El Día”.1892

Por lo tanto, hasta 1904, el espacio donde hoy se emplaza el Palacio de Cibeles formaba parte de los Jardines del Buen Retiro, un lugar para el recreo muy destacado en la ciudad, un terreno arbolado “con enverjados y puertas de hierro y paredones de ladrillo, construyendo un quiosco en el centro, con doce columnas de madera y cubierto de zinc, una puerta principal frente a la Cibeles, con dos casetas a los lados para el despacho de billetes y diecisiete faroles con pies de hierro para su iluminación en las noches, y un teatro de verano”1. Además de todo eso, el Palacio de San Juan, encargado por Fernando VII y construido en 1815. Sería derribado para dar su espacio al Palacio de Comunicaciones, aunque la reja que delimitaba el terreno se conserva hoy como parte del Casino de la Reina, ubicado en la actual Glorieta de Embajadores.

El auge de las comunicaciones españolas. La decisión de albergar el nuevo Palacio de Comunicaciones en los populares jardines por parte del Senado en 1904 suscitó gran polémica entre los ciudadanos y la prensa del momento. Las críticas por privar a los ciudadanos de aquél lugar de esparcimiento en la naturaleza fueron continuas y muy sonadas. El Cronista de Correos, El Heraldo Postal e incluso personajes tan conocidos como Amador de los Ríos y Grases Riera o El Centro de Hijos de Madrid alzaron voz y pluma en defensa del mantenimiento de los jardines. Pero, pese a la polémica, el traslado del Palacio de Correos a su nueva sede era inevitable. Madrid se encontraba inmerso en un importante proceso de transformación. De la modernización progresiva de la ciudad, derivada de un discurso regeneracionista, y que tenía por fin último convertir Madrid en una gran urbe y desvincularse así de la definición de “poblachón manchego”, surge el desarrollo imparable de las comunicaciones españolas –el correo y el telégrafo principalmente-. De ahí, a su vez, la decisión del Senado de construir un edificio para albergar la Dirección General y Administraciones Centrales de Correos y Telégrafos, que terminó por intensificar el despegue de las comunicaciones y la modernización de la ciudad, ya que el gran volumen de correo postal de todo el país, que confluía en Madrid, se encontraba con que la tradicional gestión postal realizada en la Real Casa de Postas (ubicada en las cercanías de la Puerta del Sol) comenzaba a quedarse obsoleta. El afán de convertir Madrid en ciudad moderna hacía de la Plaza de Castelar el solar perfecto para ubicar el Palacio de Comunicaciones: la Fuente de Cibeles, ya con más de cien años de vida, había sido reubicada, en 1895, en la plaza. Además, desde 1850, el eje de poder de la ciudad se había ido trasladando poco a poco de la Puerta del Sol a la zona de la Castellana, concentrándose alrededor de este paseo los principales edificios de poder económico, político y cultural.

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2. Legislación en torno al proyecto de edificación Ley de 21 de julio de 1866: El Estado cede los Jardines del Buen Retiro al Ayuntamiento de Madrid mediante canon de 5.000 pesetas anuales, no pudiendo enajenarlo, autorizándole permutar el Palacio de San Juan por otro edificio. En 1904 se aprobó una ley por la que se podían parcelar las fincas de los Jardines del Buen Retiro. Al día siguiente se convocaba el concurso para la construcción del nuevo Palacio de Correos en una de estas fincas, cuya propiedad se había reservado el Estado. Proyecto de Ley de 9 de agosto de 1904: Anula la cesión del Buen Retiro al Ayuntamiento “para así proceder a la construcción de un edificio en el que instalar la Dirección General y Oficinas Centrales de Correos y Telégrafos, destinado para tal objeto el solar comprendido entre la plaza de Castelar (Cibeles), Salón del Prado, y las calles Montalbán, Alarcón y Alcalá”2. Real Decreto de 14 de agosto de 1904: Se establece la ubicación del futuro Palacio de Comunicaciones (la manzana limitada por la calle Alcalá, la plaza de Castelar, el Salón del Prado y las prolongaciones de las calles Montalbán y Alarcón), así como el origen de la primera parte del dinero que se destinaría a su construcción (la venta del solar de la Trinidad, en la calle Atocha, de un inmueble de la calle de Carretas y de otro en la Plaza de Pontejos)

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3. El concurso El concurso planteado en Madrid en 1904 para el nuevo Palacio de Correos, Telégrafos y Teléfonos, exigía en sus bases la diferenciación de estas tres funciones en la estructura y distribución del edificio que, a su vez, tendría un máximo de cinco plantas. La fachada principal, con la puerta de acceso, debía ir enfocada a la Plaza de Castelar; pero las dimensiones del edificio debían ser tales que la prolongación de la calle Alarcón cruzaría el edificio, convirtiéndose en pasaje que obligaba a dividir el solar en dos partes disímiles y requería dividir el proyecto en dos módulos. También establecía que “la composición de las fachadas a la calle de Alcalá, Paseo del Prado y plaza de Castelar debería de mostrar una decoración que conservase la armonía con los edificios y monumentos próximos aunque limitando el empleo de la escultura y de los materiales preferentes (…) Las fachadas a las calles de Alarcón y Montalbán serán sobrias, de decorosa construcción y sin adornos”. Por último, las bases del concurso señalaban que los recursos asignados a la obra se situaban aproximadamente en los 4.500.000 de pesetas.

Real Orden de 20 de agosto de 1904: Dispuso la convocatoria de un concurso para la presentación de proyectos, siguiendo las directrices de un programa adjunto. Marcaba el número de plantas que tendría el edificio, el estilo de las fachadas, los tres servicios que debía albergar el inmueble de manera diferenciada, y el presupuesto asignado a la obra.

En el breve espacio de tiempo concedido para formular y presentar los proyectos adaptados a la premisas establecidas en la convocatoria, solo tres fueron los proyectos presentados. En noviembre de ese mismo año 1904 ya eran públicos los nombres de los seis arquitectos (dos por proyecto) que competirían por ganar el concurso público: Carrasco y Saldaña, Montesinos y López Blanco, y Palacios y Otamendi. Ya antes de emitirse el fallo, la opinión pública y experta se inclinaba por el proyecto de Palacios y Otamendi, era el que mejor resolvía el problema de la distribución para albergar los diferentes servicios.

Real Orden de 24 de enero de 1905: Publica el proyecto elegido como ganador del concurso convocado por la Real Orden de agosto, asignando a sus diseñadores, los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, la labor de construcción del nuevo Palacio que albergaría la Dirección General y Administraciones Centrales de Correos y Telégrafos.

De los proyectos de Carrasco-Saldaña y Montesinos-López Blanco se dijo que eran mezquinos en cuanto a la disposición de las plantas, que hacían un uso excesivo de los pasillos largos, que no permitían futuras reformas sin que eso supusiera una alteración completa de la composición, que relegaban a un segundo plano el servicio al público del edificio, etc.


La Real Academia de las Artes de San Fernando, responsable de emitir el fallo y elegir proyecto ganador, decidía el 13 de diciembre de 1904 cuál era el edificio mejor diseñado para situar en él las oficinas de Correos, Telégrafos y Teléfonos de España. Subscribía que el proyecto de Palacios y Otamendi “si bien más ligeramente desarrollado –que el resto-, incompleto, falto de detalles y con una documentación deficiente, es el producto de una creación genial, susceptible de modificaciones, que, sin alterar su esencia, permiten corregir los defectos de que adolece para llevarlo a la práctica, facilitando en extremo el servicio del público”. Les concedía el plazo de un mes para subsanar errores y completar el proyecto presentado a concurso.

Primera página de la memoria presentada por Palacios y Otamendi

En la Real Orden de enero de 1905 el Rey Alfonso XIII aceptaba, de conformidad con el dictamen de la Real Academia, el proyecto de Otamendi y Palacios, que había sido propuesto en primer lugar y por unanimidad por los integrantes de dicha corporación.

se llevarían a cabo en el Palacio, para adaptar así su proyecto a las necesidades profesionales de una labor de comunicaciones. El proyecto presentaba una estructuración muy clara, con una distribución basada en la conveniente agrupación de los distintos servicios que se alojarían en el edificio. El edificio se dividiría en dos grandes partes funcionales: las Centrales de Correos, Telégrafos y Teléfonos, por un lado, más cercanas a la población y con entrada por la Plaza de Castelar; y la Dirección General, por otro. Pero también en dos partes estructurales, siendo dos los edificios que componían el Palacio y que se conectaban por el pasaje de la calle Alarcón. Sobre la zona dedicada a los servicios públicos situaron una cúpula central que señalaba la posición de una torre. La unión entre las dos partes del edificio –Centrales y Dirección- se la asignaron a los mostradores de atención, situados bajo una cristalera que ocupaba toda la altura del Palacio y constituía el vestíbulo central. El proyecto contemplaba la ubicación de los buzones, el espacio para el emparejado y matado, la distribución, el ensecado y la carga; así como el emplazamiento de los locutorios o las viviendas de los empleados. En el segundo edificio, al fondo, Palacios y Otamendi situarían la escuela y el museo telegráfico-postal.

4. El proyecto ganador Ajustándose a las pautas marcadas en la convocatoria del concurso, Palacios y Otamendi presentaron un proyecto en el que resaltaban el objetivo funcional y de servicio al público del edificio a construir. Habían analizado antes otros inmuebles en el extranjero destinados a usos similares y estudiaron con detenimiento los trabajos -y requerimientos derivados de los mismos- que

Plano del proyecto de 1904

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Maqueta en yeso del proyecto de Palacios y Otamendi para el concurso de 1904

La habilidad de Palacios y Otamendi radicó en integrar perfectamente la monumentalidad con el desarrollo repetitivo, racionalmente tratado, de los locales de trabajo, dispuestos con una flexibilidad de tal envergadura que se hacía susceptible de todo tipo de modificaciones, como, de hecho, se ha hecho después en varias ocasiones. Otamendi y Palacios presupuestaron su proyec to en 4.499.906 pesetas, ajustándose al máximo a la cantidad marcada en la convocatoria. Palacios y Otamendi Los arquitectos del proyecto ganador, Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, se habían asociado como pareja profesional al acabar la carrera en 1900, habiendo sido compañeros durante los años de estudio. Ambos ingenieros colaborarían entre ellos hasta los años 20’ con otras obras como la del Hospital de Jornaleros en Madrid o del Banco Río de la Plata (actual sede del Instituto Cervantes de Madrid); así como el dibujo decoración del Puente de la Princesa de Asturias, sobre el río Manzanares, o el de la Ría de Bilbao. “El fin de la obra del Palacio coincide con la separación profesional de los dos arquitectos, que comienzan así una productiva andadura por separado, realizando juntos tan sólo algunos vestíbulos y accesos para el Metropolitano”3. 6

Antonio Palacios (1974, Porriño - 1945, Madrid): Se Licencia en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Madrid en diciembre de 1900. Constructor de la Villa de Madrid durante las primeras décadas del siglo XX, Palacios trató de “establecer la autonomía de la arquitectura y trasladar las conquistas de la modernidad y sus lenguajes plásticos al proyecto de la ciudad nueva”4, ni sin caer en el historicismo y el exceso ornamental. Gran dominio del dibujo que le permitían hacer un exhaustivo “análisis tipológico de cada elemento constructivo y los sucesivos montajes de la composición arquitectónica”.Se le denomina el constructor del Madrid moderno por sus edificios eclécticos y monumentales por la calle de Alcalá y la Gran Vía. De estilo ecléctico, los diseños de Palacios siempre estuvieron marcados por un carácter muy funcional y tuvieron muy en cuenta los nuevos materiales de la época. Durante décadas absorbió la modernidad urbanística que llegaba a España desde Estados Unidos, que mezclaba esa utilidad funcional con la ornamentación heredada del neoclasicismo sajón. Joaquín Otamendi (San Sebastián, 1874 – Madrid, 1960): Obtiene el título de Arquitectura en Madrid (Universidad Politécnica) en 1900. Fue nombrado arquitecto de Correos, del Banco de España y del Ministerio de Hacienda. Trabajó también como


profesor de “Conocimientos de materiales y tecnología”. A partir de 1920 realizó, sobre todo, retauraciones y ampliaciones de edificios. Proyectaría y dirigiría los diseños de gran parte de las Casas de Correos de España, poniéndole en contacto con la arquitectura regionalista.

5. La construcción (1907 - 1919) Las obras: La manzana que ocuparía el Palacio de Comunicaciones fue delimitada por el arquitecto municipal José Urioste y Velada tras el estudio y distribución de esa parte del terreno que ocupaba el Buen Retiro y que en 1904 había recuperado el Gobierno. Dicha manzana fue dividida en ocho parcelas. Una de ellas sería ocupada por los dos edificios del Palacio Cibeles y las siete restantes se destinaron a viviendas de lujo. Desde que el proyecto fuera otorgado oficialmente a los arquitectos Palacios y Otamendi, tuvieron que pasar dos años hasta que dieran comienzo las obras para la edificación. La demora se achacó a varios factores: por un lado, cuestiones económicas que, entre otras cosas, se materializaron en una estimación de coste mucho más elevada de la contemplada en el proyecto presentado a concurso. Por otro, la inestabilidad de los gobiernos de la época que, sin embargo, puso por segunda vez al Conde Romanones al frente del Ministerio de Gobernación en diciembre de 1906 y gracias a él se aceleró el proceso para iniciar la construcción. Y, por último, el choque de intereses que derivó del reparto de solares como el colindante con la Plaza de Castelar en el que se edificaría el Palacio. Finalmente, la obras preliminares darían comienzo el 9 febrero de 1907 con la construcción de una caseta para almacén de herramientas, guardería, oficinas del contratista y local destinado a la Junta inspectora, tira de cuerdas en el terreno, replanteo de las obras y colocación de la valla. Las obras, en sí, con las tareas de desmonte de los terrenos, empezaron dos días después. Unos meses después, un Real Decreto creaba 7


una Junta de Inspección, Vigilancia y Recepción de las obras de construcción. La edificación se extendió durante los nueve años siguientes, pues en febrero de 1916 las obras estaban casi finalizadas. “Incluso podemos hablar de una primera inauguración del edificio. Una amplia comitiva oficial presidida por el ministro de la Gobernación, Santiago Alba, al que acompañaba el Director General de Comunicaciones, Francos Rodríguez, visitó las obras”5. En marzo quedó abierta al público la Caja Postal de Ahorros pero las obras en el interior continuaban. Conforme se iban concluyendo, se fueron abriendo inaugurando los nuevos servicios postales. El edificio finalizado sufrió escasos cambios respecto al proyecto inicial. Uno de ellos fue acentuar más la torre central con un cuerpo cúbico con ventanas termales. El coste total del Palacio, incluido el mobiliario, ascendió finalmente a 12 millones de pesetas. La inauguración: A las doce de la mañana del 19 de marzo de 1919 inauguraron el Palacio de Comunicaciones, oficialmente y con toda solemnidad, los reyes Don Alfonso XIII y Doña Victor ia Eugenia, acompañados de la madre de esta última, la princesa Beatriz de Gran Bretaña, así como de varios ministros y altos cargos del gobierno. El programa del acto de inauguración se completó con una visita de dos hora a las instalaciones del nuevo edificio de Correos y la redacción por

parte del rey de un telegrama en el que escribió: “Al visitar el palacio de Comunicaciones, me complazco en enviar un afectuoso saludo a todo el personal de los Cuerpos de Correos y Telégrafos de España”. Además, con dicha ceremonia coincidió la celebración de la Fiesta del Ahorro, en el que se entregaron 1.392 cartillas de la caja postal de ahorros a otros tantos niños, alumnos

Armero, Jacobo. Catálogo de la exposición de Antonio Palacios en el Circulo de Bellas Artes. Nota del Conde Plentinos. 2 El Cronista de Correos. 3 Behamonde, Á; Martínez, G; Otero, L.E. Palacio de Comunicaciones de Madrid: Paradigma de la Arquitectura Civil Española del siglo XX. 4 Alcale Sánchez, F. Joaquin Otamendi en el Puerto de Santa María. 5 Mundo Gráfico 1

Primera inauguración del Palacio de Correos en 1916

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EVOLUCIÓN DEL PALACIO 1. Usos a lo largo de su historia El edificio como Palacio de Comunicaciones El nuevo Palacio de Comunicaciones cumplía los nuevos requisitos funcionales necesarios y era, ante todo, un lugar práctico donde los ciudadanos encontraran rápidamente el servicio que buscaban. Por este motivo, en el gran hall se distribuían tres brazos: a la derecha-Correos, enfrente-Telégrafos, a la izquierda-Teléfonos. Los tres convergían en el lado del público, facilitando al ciudadano sus gestiones sin salir del hall. Para Correos se ideó una estructura interna a base de una sucesión de dependencias en la que se realizaban todos los pasos hasta que el correo se depositaba en los camiones para su distribución: recogida de buzones, emparejado y matado, distribución, ensacado y carga tanto de cartas como de impresos; cartería en inmediata comunicación por los montacargas con las salas de distribución y directamente con las dependencias correspondientes del hall, tales como lista de correos, apartados particulares, etc. Por otro lado se dispusieron un grupo de oficinas en completa comunicación con el público y algunos organismos del edificio de los que dependían: la lista de Correos, Apartado, Certificados. La cartería, la estafeta de cambio, etc., están emplazados en el hall. Para Telégrafos se pensó en una distribución en función de la organización especial de España: red radial que converge en Madrid, donde se acumulaban millares de telegramas. El problema añadido era que los telegramas no llegan como el correo (en cantidades y horas fijas) sino de poco en poco y en cualquier momento. Además es un servicio que necesitaba rapidez. De todo esto deriva la distribución radial adoptada, que no es más que la representación arquitectónica de la organización radial de la red telegráfica es-

pañola. Para los servicios de Teléfonos se pensó que los locutorios requerían estar en un sitio de fácil acceso pero un poco aislados, por eso se pusieron a la izquierda del hall. “[...] Están instaladas las centrales de Correos, Telégrafos y los nuevos servicios de Correos por avión. Por las dependencias y “salas de batalla” pasan cada veinticuatro horas 100.000 cartas por avión, que distribuye un turno permanente de 50 empleados; 280.000 cartas corrientes, papeles de negocios, periódicos y paquetes postales en unas 3.000 sacas, con un peso total de 100.000 kilos, que manipulan 876 empleados de diferentes categorías. El promedio mensual de telegramas es de 150.000, que suponen 3.000.000 de palabras. Los giros telegráficos enviados en un mes son 35.000, y los recibidos, 57.000, con un total en números redondos de 50.000.000 de pesetas. En el equipo de “Teleben” un grupo de señoritas con los cabellos ceñidos por los auriculares transmiten los telegramas dictados por teléfono. Con este nuevo sistema, que consta de un centenar de teletipos, las provincias españolas están en comunicación directa con la capital.

Trabajadores de Correos

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Le envían la placidez de sus emociones, y de vez en cuando el estremecimiento de un suceso excepcional. Hace cien años, o sea en 1853, los servicios de Correos y Postas se atendían en Madrid por 66 funcionarios. Hoy pasan del millar las personas de uno y otro sexo que manipulan las 100 mil cartas diarias por avión y las 300 mil corrientes que pasan por Correos”1.

ron los procesos de transformación del Palacio de Comunicaciones para dotarlo de un uso más coherente con los nuevos tiempos. Se pensó en seguida en que pasara a albergar las dependencias municipales, que se encontraban repartidas entre la Casa de la Villa y Casa de Cisneros (ambas ubicadas en la Plaza de la Villa). El cambio de uso del edificio conlleva entonces un cambio en su nomenclatura: de conocerse como Palacio de Comunicaciones pasa a difundirse el nombre de Palacio de Cibeles, recalcándose así su carácter emblemático dentro de la ciudad de Madrid. El edificio como centro cultural: CentroCentro

Felicitación de Semana Santa

El edificio como Ayuntamiento El uso del edificio como Palacio de Comunicaciones se mantuvo durante todo un siglo. Hasta 1987 el servicio telegráfico siguió creciendo pero a partir de entonces comenzó a decaer hasta convertirse en residual. En este contexto, era de esperar que, tras el Protocolo de Colaboración del Ayuntamiento de Madrid con el Ministerio de Hacienda de 2003, que buscaba optimizar los usos de ciertos inmuebles de Madrid, se inicia

Imagen del Manual de Identidad Corporativa de CentroCentro

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De forma paralela, se pensó que el emblemático y enorme edificio albergara, además de estancias administrativas, un centro cultural que supusiera un lugar de encuentro entre los ciudadanos y entre éstos y la institución. Bajo este concepto, el ideario del centro se basa en el deseo de democratizar el espacio, dando al ciudadano el protagonismo y el lugar que debe tener en el ámbito político y cultural de la ciudad. El ciudadano como centro de las políticas municipales. CentroCentro quiere ser un ágora, una plaza que el ciudadano considere suya y de la que se sienta partícipe. Y dentro de este nuevo concepto juega un papel fundamental la nueva nomenclatura, Palacio de Cibeles, el símbolo más querido por los madrileños.

Interior del centro cultural CentroCentro. 2013


2. Intervenciones a lo largo de su historia

primeras manipulaciones del correo. El trabajo de descarga se hacía más cómodo y eficaz. Hoy día esta ampliación no se conserva.

Centrémonos ahora en analizar la evolución que ha experimentado el edificio hasta la actualidad.

También introdujo en el patio del pasaje de Alarcón un pabellón de dos plantas para facilitar las descargas. Su estructura metálica y su carácter industrial buscaba el contraste con el resto del edificio (aunque casi no se veía desde el exterior). Con esta intervención se buscó ante todo la funcionalidad y la economía de medios.

Ampliación de dos plantas: 1934-1945 Tras unos primeros años de labores propias del mantenimiento en las que se efectuaron reparaciones y pequeñas reformas, se llevó a cabo la primera gran intervención en 1934. El proyecto de ampliación fue obra del propio arquitecto del edificio, Otamendi, y de Luis Lozano Losilla y las obras, como consecuencia de la guerra, no se concluyeron hasta 1945. El proyecto consistía en aumentar dos plantas (sexta y séptima) hacia la calle de Montalbán. Se quiso mantener exento el torreón de la esquina del paseo del prado con Montalbán para lo cual se ideó la ampliación un poco más arriba de la calle y de forma escalonada tras dos terrazas. Se mantuvieron los rasgos estilísticos del resto del edificio aunque con mayor sencillez, pero las proporciones del conjunto quedaron un poco resentidas. Durante la Guerra Civil no sufrió grandes desperfectos ya que fue respetado por los bombardeos a pesar de estar en el centro neurálgico de la defensa. Transformaciones de Alejandro de la Sota a partir de 1961 “(…)En los proyecto ejecutados para Correos, Sota se vio obligado a dirigir las obras, con cierta frecuencia, en horarios nocturnos, ya que estos eran los momentos en los que se interrumpía en menor medida, una actividad de carga y descarga de las mercancías y efectos postales que se desarrollaba de forma continuada durante las 24 horas de cada uno de los 365 días del año”2. Este arquitecto y funcionario de la Dirección General de Correos de 1960, transformó en 1961 el muelle de carruajes ampliando la cartería y eliminando una marquesina original de bellas proporciones pero ya ineficaz. El nuevo muelle de carruajes era una gran marquesina que permitía incluir varias plantas donde se efectuaban las

“[...] El Pabellón apenas resulta visible desde la calle Montalbán, aunque el color verde, muy “industrial”, con el que fue pintado, evoca cierta constructividad productiva en contraste con la piedra y los revocos empleados en el resto de la Casa del Correo. La memoria que acompañaba el proyecto era muy escueta, limitándose a señalar que la construcción se realizaba en hierro porque “esto simplificaba enormemente la obra”, ya que trataba de intervenir en uno de los centros neurálgicos y de mayor actividad del edificio evitando cualquier traumatismo en su uso normal”2. De la Sota entendió este pabellón como una especie de pieza de mobiliario que pudiera ser eliminada en cualquier momento, como así fue. En 1962 llevó a cabo la sustitución de las marquesinas originales, muy deterioradas por otras con una compleja estructura de metal y plástico, que sustituía al vidrio, y que hoy tampoco conservamos. En 1963 volvió a ampliar la cartería, pero esta vez dentro del edificio creando una entreplanta en el nivel tercero. Para ello se creó una escalera de conexión de carácter industrial que dialoga con el edificio original. Esta zona también se reformó posteriormente. Tras la creación de esta entreplanta se crearon más: en el primer y cuarto nivel y en el torreón central, en el sexto y noveno nivel. También ampliaciones exteriores de volumen en la cubierta de la sexta planta y el antiguo comedor de la octava, todas ellas para alojar instalaciones. Tras de la Sota fue Antonio de Sala y NavarroReverter el arquitecto encargado del mantenimiento y reparación del edificio entre 1980 y 1992. 11


Primera restauración de la fachada: Mº Belén Isla Ayuso, 1996 En 1996 Mº Belén Isla Ayuso dirigió las restauraciones de las fachadas y torreones. También otras actuaciones como la reposición de piezas rotas o desaparecidas y el rejuntado de sillares, así como el anclaje de las piezas escultóricas. Su objetivo fundamental fue el de restaurar, conservar, proteger y prolongar la vida de los materiales originales de las fachadas. Última rehabilitación Como ya se ha mencionado, en 2003 se decide trasladar la sede del Ayuntamiento al Palacio de Comunicaciones. Para ello era necesaria una remodelación que adaptara el edificio a su nuevo uso sin alterar la esencia de este bien patrimonial. Las obras fueron acometidas por el Área de Gobierno de Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid y se dividieron en dos fases, la primera englobó obras de carácter previo y la segunda suponía la rehabilitación del edificio para albergar las dependencias del Ayuntamiento y el Centro Cultural. Primera fase (2005-2007): Intervención sobre las dependencias administrativas. Su objetivo era ubicar a 500 funcionarios y algunos espacios representativos en el ala este del edificio (Alcaldía y Vicealcaldía). La intención predominante era la de volver al criterio inicial de edificio, perdido después de tantos años de uso.

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Estas obras fueron dirigidas por arquitectos municipales de la Dirección General de Patrimonio y se llevaron a cabo en la zona en forma de U que rodea interiormente el patio del edificio, donde se trasladaron las dependencias administrativas del Ayuntamiento. El CIPHAN (Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural) en su acta 14/2004 indicaba que había que demoler los volúmenes añadidos para recuperar la configuración original del edificio. El proyecto de 2004 siguió estas directrices: había que recuperar las particiones originales y demoler los elementos añadidos a lo largo de los años. Y es que, antes de la reforma, se observaba como las remodelaciones habían sido no uniformes en el espacio ni en el criterio. En unas zonas se había copiado con esmero el estilo original pero en otras se había aplicado un estilo más moderno en materiales y diseño. Además había una tendencia a la excesiva compartimentación en despachos y la sensación era laberíntica por sus pasillos. La solución a la que se llegó fue la de distribuir los lugares de trabajo como una sucesión de espacios diáfanos que se adaptaran a diferentes usos mediante mamparas de madera y vidrio (misma idea inicial y mismos materiales pero con el lenguaje de nuestro tiempo). Por otro lado, se han recuperado algunos de los espacios institucionales más representativos del inmueble, como la escalera de honor, el salón de actos, la sala de vidrieras o el salón institucional. Sin embargo, no profundizaremos en estas reformas dado que nuestro interés se centra en la reforma que afecta a la parte pública del edificio: la que alberga el centro cultural.


Segunda fase (2004-2011): Rehabilitación para dependencias del Ayuntamiento y Espacio Cultural. Esta fase se centró en los espacios de uso más público, ubicados en el cuerpo frontal del edificio. Para su rehabilitación se convocó en 2004 un concurso internacional gestionado por la oficina de concursos COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid). Se plantearon 44.613 m2 de intervención, de los que aproximadamente 30.000 m2 correspondían a rehabilitación y el resto eran de nueva construcción. Proyectos finalistas: Primer premio: “El corazón de la ciudad”, de Arquimética S.L. Segundo premio: “Faro de la cultura”, de Jesús Hernández Mayor. Tercer premio: “Casi no cansa”, de Luis Martínez Santa-María Accésit: “Madrid por las nubes”, de Arnaiz Arquitectos S.L. Accésit: “Hilo dorado”, de Gozalo Moure Lorenzo. Proyecto ganador: Arquimática Según sus propios creadores este proyecto obedece a los principios de máximo respeto al edificio, a su arquitectura y a su repercusión como emblema de la ciudad. “Las nuevas funciones se subordinarán a la forma del edificio y no al revés”3. En el proyecto encontramos tres líneas principales: Reparación de daños (tanto en la estructura como en las fachadas, cubiertas e interior del edificio), recuperación de valores originales (la rotundidad del volumen exterior, alterado por diferentes añadidos; la espacialidad interior, alterada sobre todo por la progresiva compartimentación de los espacios y el bloqueo de la luz; y los materiales originales y su trabajo), y por último, la integración armónica de los nuevos usos y su adecuación a la normativa (era necesario combinar la historicidad del edificio con el cumplimiento de todas las normativas de seguridad y accesibilidad para adaptarlo a sus nuevos usos sin romper la armonía). Arquimática identifica tres espacios clave en su proyecto: El primero, el cuerpo principal: Se abre a la Plaza de Cibeles y según el proyec13


to debe seguir siendo el punto clave. Se han querido recuperar los valores esenciales con que fue creado: espacio diáfano y luz. Para ello, se ha llevado a cabo una restauración integral y se han eliminado añadidos no originales. En los casos en los que no se ha podido efectuar la restauración se han llevado a cabo reproducciones a partir del diseño original. Las acciones llevadas a cabo enel cuerpo principal fueron: la restauración de los acristalamientos superiores, liberación de la linterna principal, nueva cubierta acristalada para la girola, restauración de los chapados, molduras de escayola y vidrieras, reproducción de pavimentos, azulejos de las escaleras de los torreones y vidrieras emplomadas perdidas, reparación y reinstalación del aparato de barandillas, mostradores y luminarias que se conservaban, adaptándolas a los nuevos usos y normativas.

También el auditorio es un espacio creado en la rehabilitación de 2004-2011. Esta Caja de Música tiene aforo para 270 personas y está cubierta de madera, material que permite un índice ideal de reverberación. A todo lo dicho cabe añadir que en los doce metros subterráneos bajo el Palacio se han ubicado espacios destinados a almacenaje, talleres, etc. y una de las dos grandes áreas de instalaciones generales. Ésta, junto a la situada bajo cubierta, forman un esquema de distribución vertical. Este recurso ha permitido liberar techos y paramentos, evitando el ocultamiento de la estructura.

El segundo de esos espacios, la gran torre: Mide 70 m de altura y por primera vez con este proyecto se ha hecho accesible al público convirtiéndola el lugar de exposición. Se han eliminado las entreplantas y escaleras añadidas y se han introducido dos escaleras y un ascensor panorámico, parte fundamental para el recorrido ya que ayuda a enriquecer aún más la experiencia del visitante. El tercero es el Salón de Plenos: Se ubica en la llamada Sala de Batalla, el área funcional de lo que fue Correos. Esta sala recupera su monumentalidad al eliminar un entramado metálico que la dividía en dos y recupera sus valores lumínicos originales gracias a una nueva superficie de vidrio que permite la entrada regulada de luz, acorde con su nuevo uso. Pero dentro del proyecto también se contemplaron la creación de nuevos espacios como la Galería de Cristal, que nace de cubrir el patio trasero del Palacio, antes ocupado por vehículos de reparto de correo. La cubrición brinda un espacio para la reunión y el encuentro de un total de 2.800 m2. Aquí reside quizás el punto fuerte del proyecto de Arquimática: la sofisticada bóveda acristalada que recuerda formas orgánicas y que eleva a 30 metros de altura su transparente levedad (500 toneladas). Está construida con casi 2.000 cristales triangulares, todos diferentes entre sí, formados por 2.966 barras y 1.034 nudos unidos uno a uno. Se trata de un alarde constructivo sin precedentes. 14

Armero, J. Catálogo de la exposición de Antonio Palacios en el Circulo de Bellas Artes. 2 Revista de Historia y Teoría de la Arquitectura nº 1. Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Sevilla. 3 Palacio de Cibeles: Nueva Sede y espacio para Madrid 1


UNA VISIÓN URBANÍSTICA, ARTÍSTICA Y ESTÉTICA 1. El valor del Palacio de Comunicaciones La respuesta de Palacios y Otamendi fue una solución muy funcional cuya organización interior giraría en torno a una nave central, que dotaría a la construcción de la solemnidad de una gran construcción a la vez que se constituiría como un espacio abierto a la ciudad. La parte exterior del edificio fue pensada como un monumento de intenso carácter nacional en un momento histórico que de frágil moral tras los desastres de 1898. Esta idea de lo “nacional” está profundamente relacionada con la problemática de la escultura monumental en estos años en España, y en Madrid en especial. En Madrid, por su condición de capital del país, el repertorio monumental hace que el espacio urbano de la ciudad sea un escaparate donde se exhiben determinados valores que trasciende lo puramente municipal. Es decir, que la escultura pública de Madrid alude más que en ninguna otra ciudad, al nacionalismo español, tanto por la relevancia monumental de algunos personajes históricos representados, por la profusión de militares encargados de defender esa idea nacionalista, como la significación nacional de literatos y artistas. Además, se impone reiteradamente la idea de autoridad y la de monumentos de gran presencia física.

En la construcción del Palacio de Comunicaciones la estratégica situación del solar fue determinante para situarlo en el urbanismo de la capital. El edificio giraría en torno a la fuente de la diosa Cibeles, obra monumental que ni el Palacio de Linares ni el Banco de España tuvieron muy en cuenta. La construcción de Palacios y Otamendi cuenta con una función urbana muy fuerte, desde su fase de proyecto había de convertirse en el origen de la Gran Vía. Palacios sin saberlo situó el punto de partida de esta gran arteria fundamental del Madrid moderno. El plan del arquitecto Antonio Palacios era construir edificios con un comportamiento unitario, donde la volumetría está hecha para ser vista en movimiento, lo cuál demuestra lo avanzado de la visión de Palacios que se adelanta a las tesis de Roland Barthes sobre la sociedad del automóvil. El Palacio de Comunicaciones define una nueva escala de la cuidad, y junto con los edificios del Banco español del Río de la Plata y la expansión de Compañía de Ferrocarril Metropolitano Alfonso XIII, marca la imagen institucional del nuevo Madrid. El Palacio de Comunicaciones tiene una función representativa. Su silueta apareció de manera recurrente en la filatelia de la época y en campañas publicitarias que convertían al edificio en icono, donde su significado original se ve alterado par asociarse a términos más amplios. Palacios proyectaba para la gente a pesar de ser tachado como monumentalista y grandilocuente. La utilidad de los edificios era muy importante para el arquitecto, así como la vinculación con el entorno. La Arquitectura En un momento combulso de agitada vida política, se vio sometido a durísimas críticas que situaban su obra dentro lo antiguo y decimonónico. El Palacio de Comunicaciones se presenta como un edificio de marcado carácter nacionalista, correspondiendo esto con una época en la cuál la arquitectura tendía hacia el culto patrio. A pesar de ello se trata de un edificio que tiene múltiples influencias, las cuáles vamos a analizar pormenorizadamente.

1892, Madrid durante el reinado de Alfonso XIII

Ricardo Velázquez Bosco: fue maestro de 15


Palacios y llegaron a colaborar en el actual edificio del Ministerio de Agricultura. De él tomará la monumentalidad de la arquitectura y el empleo de formulas clásicas. Aníbal Álvarez: Antonio Palacios recurrirá a la búsqueda de una arquitectura nacional, en la que Álvarez había trazado lazos con Juan de Herreray Juan de Villanueva. De boca del mismo Palacios reconoce esta influencia: “Quiero hacer presente aquí que, en lo que el ardiente deseo de nacionalización de este Arte se refiere, el gran impulso definitivo corresponde exclusivamente a mi maestro y maestro de toda la actual generación de arquitectos, Don Manuel Aníbal Álvarez, del cual el mas humilde discípulo se presenta hoy ante vosotros”1.

Otto Rieth. Sus Skkizen gozaron de una gran aceptación en la Escuela de arquitectura de Madrid. Extendieron un particular monumentalismo beaux-artiano que influyó de manera notable en el Sezessionismo y sus seguidores. Otto Wagner. Sobre todo impacta en Palacios la concepción cerrada de la arquitectura como un todo unitario, lo suficientemente clásico como para no asustar a los clientes y por una seriedad estructural, que a través del empleo de nuevos materiales y recursos formales, constituía un modelo moderno que atraía a los jóvenes arquitectos.

Esta línea nacionalista estaría reforzada por dos hechos fundamentales: La influencia de John Ruskin y su obra Las siete lámparas de la arquitectura. Más allá del aspecto moral de la verdad arquitectónica, la crítica de Ruskin hacia la arquitectura industrial y la tradición arquitectónica clásica se fundamenta ante todo en argumentos estéticos. A la autoridad de Ruskin se encomendaría Palacios cuando en el año 1940 se tuviese lugar la celebración del segundo centenario del nacimiento del afamado arquitecto español Juan de Villanueva: “Estudiándola, acogiéndola con reconocimiento cordial, tendremos para el Nuevo Orden una arquitectura española, del mismo modo que nos regimos por un código español y acatamos un diccionario y una gramática española. Con idéntica ideación pedía Ruskin, pontífice del arte inglés -en tiempos recientes- una arquitectura oficial británica”2.

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El nacionalismo del Palacio (1927)

El estilo. La formación arquitectónica de Palacios enlaza con un panorama estilístico de la España de la época: Eclecticismo: con profusión de estilos, únicamente definidos por sus efectos formales y con una rígida aplicación en función del edificio, tal como apuntara el arquitecto catalán Domènech i Montaner en su artículo “En busca de una arquitectura nacional”.

Exposición Universal de París de 1900. La muestra marca el reconocimiento oficial de la corriente nacionalista con el pabellón de España diseñado por Urioste. Cumplía a la perfección – según la Revista Hispania de Barcelona- con una de las bases del certamen al ser eminentemente nacional. En esta misma publicación se conmemoraba la muerte de Ruskin presentándolo como el padre de un modernismo lleno de vida y savia nueva.

Regionalismo: cuyo defensor principal fue Vicente Lampérez en un plano teórico y Rucabado en uno práctico. Este regionalismo arquitectónico hay que verlo como consecuencia del proceso de búsqueda de una identidad nacional, muy característica de la generación noventayochista. A pesar de eso había varias voces en contra de gran calado, este es el caso de Torres Balbás que lamentaba estos afanes regionalistas en forma semejante a como Azorín criticaba el casticismo en el plano literario.

Viollet-le-Duc: De él toma el gusto por el medievalismo y racionalismo estructurales.

Modernismo: las obras de Antonio Palacios se relacionan con este estilo sobre todo en las rea-


lizadas en su Galicia natal o en el caso madrileño en el Hospital de Maudes. La planimetría. El Palacio de Comunicaciones se divide en dos grandes partes, una para albergar las centrales de Correos, Telégrafos y Teléfonos y la destinada a dirección General. La significación del edificio se presenta a través de la inclusión de una gran cúpula en la que convergen tres naves de una planta en cruz griega, y que señala la posición de la torre principal. El doble arco de arranque de las naves que soportan la cúpula, la cubrición con iluminación cenital y los modernos pasos de hierro y cristal con barandillas metálicas ayudan a proporcionar monumentalidad al edificio. En el alzado se muestra como una edificio solemne al estilo de las grandes catedrales. Hay una desproporción del espacio para poder así absorber el ruido que genera la actividad combinada de Correos, Telégrafos y Teléfonos. Los corredores altos parecen aludir a las tribunas de las catedrales medievales, pero su función es la de comunicar las distintas plantas, así como las torretas son cajas para las escaleras además de un elemento decorativo. Tras el informe de la Real academia de Bellas Artes, los arquitectos modificaron el ancho de las naves del hall para aumentarlo, simplificaron la decoración de las fachadas para conseguir una mayor monumentalidad, los alzados de Montalbán y Alarcón fueron más austeros y los pórticos de los buzones también fueron modificados. Materiales y técnicas constructivas. La construcción combina técnicas tradicionales propias de los edificios monumentales, como son la cantería en la fachadas y en su ornamentación, integradas con nuevos sistemas industriales de carácter fabril y ligero, especialmente en las estructuras metálicas. Destaca el empleo de hormigón armado con estructura metálica embutida para sostener la torre central y resistir las fuertes tensiones de los cables que debían converger en ella, que se combinan con técnicas tradicionales como los muros de carga de ladrillo. Ángel Chueca Sáinz fue el encargado de la estructura metálica, donde introdujo una estructura de hierro construida por angulares y

Plano nadir del Palacio Cibeles

platabandas, todo debidamente roblonado sustituyendo la vieja estructura metálica organizada a base de columnas de fundición y viguería simple. El hecho de que se utilice el hormigón es un signo de modernidad debido a la polémica tras el hundimiento de algunos edificios de la época. Hubo que esperar a la construcción entre otros del Hotel Palace por una compañía belga para acallar los augurios de algunos profesionales. La oposición contrastaba con la defensa de su empleo como los ingenieros Zafra y Rivera.

2. La decoración escultórica. Antonio Palacios encontró en el escultor Ángel García el mejor intérprete de sus soluciones escultóricas para el Palacio de Comunicaciones. Existió una maqueta del edificio donde el escultor mostraba su proyecto para la construcción. En las Actas de la Junta de Inspección, Vigilancia y Recepción de las obras del 15 de Febrero de 1908 se nombra que se ha empezado una maquette o modelo de yeso del edificio, cuyo trabajo se ha encargado al competente escultor Ángel García. Arquitecto y escultor, hasta el año 124, evolucionaron en paralelo, desde la sugerente Sezession Vienesa en el Palacios de Comunicaciones hasta el decó del Círculo de Bellas Artes. Se conocieron en la Exposición Universal de París de 17


cabezas de león como elementos geométrico y orgánico. También es de origen medieval el dintel en los huecos palacianos rematado con ménsulas curvas, derivado de la cantoneria románica. La inspiración en el Pórtico de la Gloria es innegable. La decoración se acerca al mundo catedralicio medieval, modernismo, plateresco e incluso simbología masónica. Frente al fachadismo donde no existe una interrelación entre el edificio y su expresión exterior, Palacios y Otamendi responden con una arquitectura de integración total entre imagen exterior y la composición del conjunto. El ornamentalismo responde a cuatro factores: - A una concepción beaux-artiana de la arquitectura de Palacios y su deseo de que la fachada gozase de identidad propia. - Una voluntad diferenciadora entre las fachadas públicas y las fachdas internas, claramente más funcionales.

1900 donde la ornamentación era el panorama de la escultura francesa finisecular asentada en la interpretación de las formas naturales. Ambos tenían una recurrencia al marcottage, el aprovechamiento de una misma pieza escultural en varias composiciones, puede que Ángel García lo aprendiera de Rodin en la capital gala. No se pueden establecer con certeza cuáles son las fuentes que enmarcan sus recursos expresivos de García, debido a que nunca teorizó sobre su obra. En sus escritos pueden rastrearse referencias a Ruskin o Viollet-le-Duc , su admiración por la arquitectura de las grandes metrópolis norteamericanas, en especial la de Louis Sullivan. De Viollet-le-Duc tomó el potencial de la estructura metálica y de Ruskin una visión romántica de la naturaleza en sintonía con la poesía de Walt Whitman. Buscando desmarcarse del academicismo , algunos motivos ornamentales de Ángel García buscan el diálogo con círculos, cuadrados y otras formas orgánicas, introduciendo rotaciones y simetrías. En ocasiones llega a citas próximas a la arquitectura medieval, como el arco de entrada del Palacio de Comunicaciones donde a modo de portada se repite un conjunto formado por escudos heráldicos vacíos y 18

- Admiración por el arte de la época de los Reyes Católicos, en especial el gótico isabelino. estilo isabelino introduce varios elementos decorativos más que estructurales, de influencia islámica y otros procedentes de la tradición castellana y de Flandes especialmente en las formas flamígeras. - Recuerdo de la época de Carlos V, en especial de las pseudo-águilas imperiales y pseudoescudos en cuyo reinado bajo la dirección de los hermanos Tassis se organizó el servicio mayor del Correo de España.

3. Antonio Palacios y las artes decorativas. En el año 1911 tiene lugar en el Parque del Retiro de Madrid la primera Exposición Nacional de Artes Decorativas organizada en España, con la que se perseguía su reconocimiento como manifestación artística y la ruptura de los viejos corsés que pretendías adscribirlas como “artes menores”. Antonio Palacios colaboró activamente en la exposición y defendió su complementariedad con la arquitectura. Este planteamiento está en la onda de lo que defendió William


Morris y de la corriente de Arts & Crafts. Este movimiento revalorizó los oficios medievales, en plena época victoriana con lo cual reivindicó la primacía del ser humano sobre la máquina, con la filosofía de utilizar la tecnología industrial al servicio del hombre, pero potenciando la creatividad y el arte frente a la producción en serie. En lo expresivo se caracteriza por el uso de líneas serpenteadas y asimétricas, y constituyó sobre todo un arte decorativo. Antonio Palacios tuvo mucho apego por la obra de Daniel Zuloaga, en la decoración interior optó por procedimientos industriales o semi-insdutriales, mostrando predilección por la fábrica sevillana de Manuel Ramos Rejano, trabajo que recoge la tradición de motivos de azulejería de los siglos XV y XVI. Palacios declaró que para el Palacio de Comunicaciones debería haber cerámica por todo lo alto, aunque finalmente sólo se utilizó en las escaleras de las torres. Así como hay escudos heráldicos vacíos que parecen estar hechos para albergar azulejería. Puede que el dilatado proceso constructivo diese pie a que se cambiara de parecer al respecto.

4. Influencia en edificios posteriores. Cuartel de la Armada en el Paseo del Prado de Madrid. Estación del Norte en Madrid. Ministerio de Educación en la Calle Alcalá de Madrid. Banco BBVA de la Calle Alcalá de Madrid. Viviendas en Madrid: Calle Velázquez o Calle Montesquinza

Palacios Ramilo, A. Discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. 27/Junio/1926 en Gutiérrez Burón, J. Antonio Palacios Ramilo en Madrid. Madrid, Fundación Universitaria Española, 1988. p.4 2 Palacios Ramilo, A. Revista Nacional de Arquitectura. (1945), nº 47-48 Noviembre-diciembre; p.390-393 1

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PALACIO CIBELES: BIEN DE INTERÉS CULTURAL

1. BIC de la Comunidad de Madrid El Palacio de Cibeles fue declarado Monumento en la Orden del 4 de junio de 1977 bajo el código (R.I.) - 51 - 0008214 - 00000, de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural del Ministerio de Educación y Ciencia, En el mismo se acordó tener por incoado expediente de declaración de conjunto histórico, artístico a favor de las zonas y de los monumentos, con sus correspondientes entornos, en la villa de Madrid. (BOE de 08/07/1977).

El Ministerio de Educación y Ciencia, en fecha 4 de junio de 1977, incoó el expediente de declaración de Monumento a favor del edificio del Palacio de Comunicaciones, de Madrid. Se dispone: Artículo 1. Se declara bien de interés cultural, con categoría de Monumento, el edificio denominado Palacio de Comunicaciones, de Madrid, sitio en la plaza de Cibeles, sin número. Artículo 2. La zona afectada por la presente declaración es la manzana completa en que se sitúa el Monumento, limitada por las siguientes calles: Paseo del Prado, plaza de Cibeles, calle de Alcalá, calle de Alfonso XI y calle de Montalbán, tomándose todas ellas por su eje central. Artículo 3. La descripción complementaria del bien a que se refiere el presente Real Decreto, así como la zona afectada por la declaración, son las que constan en el plano y demás documentación que obran en el expediente. Dado en Madrid a 4 de junio de 1993. El edificio se incluye además en el catálogo de edificios protegidos del Plan General Vigente como Nivel I y Grado Singular, con el máximo nivel de protección: “Es el que se incluye aquellos edificios que pueden considerarse en toda o en parte como elementos relevantes en la historia del arte y la arquitectura española o madrileña, y constituyen un hito dentro de la trama urbana de la ciudad”.

2. Bienes de Interés Cultural

Real Decreto 892/1993, de 4 de junio, por el que se declara bien de interés cultural, con categoría de monumento, el edificio denominado Palacio de Comunicaciones de Madrid. (BOE de 23/06/1993). 20

Los Bienes de Interés Cultural (BIC) son los bienes muebles e inmuebles, hechos culturales y obras de los hechos culturales y obras de la naturaleza del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid, que contengan de forma singular y relevante las características que dicta el artículo 1 de la Ley de Patrimonio Histórico.


instalaciones y accesorios que expresamente se señalen como parte integrante del mismo y que por sí solos constituyan una unidad singular. Dicha consideración de Monumento es independiente de su estado de conservación, valor económico, antigüedad titularidad, régimen jurídico y uso”. (Comunidad de Madrid, 2013). Al declararse un Bien de Interés Cultural, contendrá las siguientes estipulaciones:

Artículo 1 de la Ley de Patrimoni Histórico 1. Son objeto de la presente Ley la protección, acrecentamiento y transmisión a las generaciones futuras del Patrimonio Histórico Español. 2. Integran el Patrimonio Histórico Español los inmuebles y objetos muebles de interés artístico, histórico, paleontológico, arqueológico, etnográfico, científico o técnico. También forman parte del mismo el patrimonio documental y bibliográfico, los yacimientos y zonas arqueológicas, así como los sitios naturales, jardines y parques, que tengan valor artístico, histórico o antropológico. 3. Los bienes más relevantes del Patrimonio Histórico Español deberán ser inventariados o declarados de interés cultural en los términos previstos en esta Ley. Dentro de los Bienes de Interés Cultural existen categorías, las cuales se organizan en tipologías para facilitar su estudio y seguimiento. Estas están previstas por la Ley 10/1998, el 9 de julio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid. El edificio del Palacio de Cibeles está catalogado como Monumento, que se define como “construcción u obra producto de la actividad humana de relevante interés cultural, histórico, arquitectónico, arqueológico, artístico, etnográfico, científico o técnico, con inclusión de los muebles,

• Será de dominio público. • Necesitará de autorización cualquier obra o modificación. • Estará obligado a facilitar su inspección, visita pública o investigación. • Tendrá privilegios fiscales y recibir ayudas para su mantenimiento, restauración, entre otros. • Son inseparables de su entorno e inexplorables. • Desde la incoación del expediente se pueden parar las licencias de obras.

3. BIC declarado con delimitación El Palacio de Comunicaciones pertenece a la categoría de BIC declarado con delimitación, lo cual corresponde a que la protección y conservación se encuentra delimitada en los puntos comprendidos en el artículo 2 del (BOE de 23/06/1993) anteriormente descritos.

4. Incorporación al Patrimonio Municipal de Madrid El 29 de julio del 2003, se realiza la orden de avocación de competencias para la firma de un protocolo general de colaboración entre el Ministerio de Hacienda y el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid: El apartado 3 del artículo 13 de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento 21


de la Administración General del Estado, establece que corresponde a los Ministros celebrar, en el ámbito de su competencia, convenios, sin perjuicio de su desconcentración o delegación en los órganos superiores o directivos del Ministerio. Al amparo de este precepto, la competencia para la celebración de convenios fue delegada en el Subsecretario del Ministerio de Hacienda mediante Orden de 22 de noviembre de 2000 que, de acuerdo con lo previsto en el apartado 3 del artículo 13 de la Ley 30/92, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, fue publicada en el Boletín Oficial del Estado de 25 de noviembre de 2000. La delegación de competencias contenida en dicha Orden se efectuó, de acuerdo con lo establecido en el apartado sexto de la misma, «sin perjuicio de que, en cualquier momento, el órgano delegante pueda avocar para sí el conocimiento de cuantos asuntos comprendidos en aquélla considere oportunos». La trascendencia que para el Estado y para el Ayuntamiento de Madrid reviste la suscripción de un Protocolo General de Colaboración que permita la mutua cesión gratuita de los inmuebles denominados Palacio de Correos y Telégrafos y Cariátides, sitos en Madrid, así como la realización de una serie de operaciones patrimoniales adicionales que redundarán en beneficio de ambas instituciones, así como las especiales circunstancias de complejidad técnica y jurídica que concurren en los negocios descritos, aconsejan que la competencia para la firma del presente convenio sea avocada. En su virtud, y al amparo de lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 14 de la Ley 30/92, vengo a disponer: Primero.—Avocar para mí la competencia delegada en el Subsecretario del Ministerio de Hacienda para el acto concreto de celebrar un Protocolo General de Colaboración entre el Ministerio de Hacienda y el Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid. Segundo.—La presente Orden se publicará en el Boletín Oficial del Estado. Madrid, 29 de julio de 2003. MONTORO ROM 22

5. Actuaciones para la incorporación del Palacio 2005 A partir de un protocolo de colaboración del ayuntamiento de Madrid con el entonces Ministerio de Hacienda, por el que se optimizarían determinados inmuebles de ambas administraciones públicas en Madrid, arrancó el proceso de transformación del palacio de Cibeles para nueva sede del Ayuntamiento. 30 de julio del 2003 El antiguo Ministerio de Hacienda y el Ayuntamiento de Madrid suscriben un Protocolo de Colaboración, que tenía por objetivo realizar una serie de operaciones patrimoniales sobre determinados inmuebles en la ciudad de Madrid para la optimización de espacios administrativos de ambas administraciones públicas en la capital. Dicho Protocolo fue ratificado por el ayuntamiento en Pleno en sesión ordinaria del 26 de septiembre del 2003. 29 de julio del 2004 El protocolo fue desarrollado y sustituido por una Addenda, que establecía una serie de compromisos recíprocos entre dicho Ministerio y el Ayuntamiento de Madrid que debían ser cumplidos en el plazo de seis meses, prorrogables por acuerdo de las partes. Este plazo fue objeto de prorroga por mutuo acuerdo en enero 2005. 26 de julio del 2005 Evitando las operaciones patrimoniales previstas próximas a su culminación y con el fin de evitar que el transcurso del plazo dejaran sin efecto los compromisos adquiridos, ambas administraciones suscribieron una nueva Addenda en la que asumen los compromisos adquiridos y se fija un nuevo plazo de seis meses para su cumplimiento. El protocolo de colaboración tenía por objeto sumar las voluntades de ambas administraciones para responder a las necesidades de cada una de ellas, y dar mejor servicio a los ciudadanos. Por una parte, el Ministerio de Hacienda recogía la necesidad del entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología de reubicar las dependencias de este último Ministerio en un único inmueble dotado de las necesidades tecnológicas acordes a las competencias que tiene atribuidas, ya que hoy sus servicios se encuentran repartidos en varias sedes institucionales, parte de ellas en el Palacio de Correos y Telégrafos.


19 de enero del 2006 Por orden del Ministerio de Economía y Hacienda, previo informe de la abogacía del Estado, se acordó la cesión de dicho inmueble al Ayuntamiento de Madrid. 27 de enero del 2006 Por decreto del Concejal de Gobierno de Hacienda y Administración Pública se acepta la donación en los términos expuestos y de conformidad con la legislación patrimonial. 9 de febrero 2006 Se formaliza Documento Administrativo de Cesión Gratuita al Ayuntamiento de Madrid representado por el Concejal del Área de Gobierno de Hacienda y Administración Pública Juan Bravo Rivera, que acepta el Palacio de Correos y Telégrafos como destino a su sede institucional representativa y de uso cultural, de acuerdo con lo establecido con el Protocolo de Colaboración y sus addendas. 29 de junio del 2007 Previa presentación de toda la documentación señalada anteriormente en el Registro de la Propiedad de Madrid número 2, se inscribe en el Palacio de Correos y Telégrafos a favor del Ayuntamiento de Madrid, por título de cesión, finca número 84 567, al folio 20, del tomo 2125, inscripción 3. 5 de junio 2007 En cumplimiento del Protocolo y las Addendas respectivas, la Dirección General de Patrimonio de Estado, certifica que los acuerdos y compromisos adquiridos por ambas partes se han cumplido en su totalidad.

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SEGUNDA PARTE

PUESTA EN VALOR DEL PATRIMONIO

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ANÁLISIS DE LA ACTUAL PUESTA EN VALOR 1. Valor simbólico: el Edificio y la Ciudad Como bien es sabido uno de los valores fundamentales del Palacio Cibeles radica sobre todo en su función dentro de la ciudad, como punto neurálgico y de referencia de ésta. Desde su creación, el edificio ha ido adoptando diferentes usos, en función de lo que la ciudad demandaba. En la actualidad, alberga actividades muy diversas, pero por encima de todo busca ser de nuevo aquél referente que un día fue. El Palacio de Cibeles recoge el legado del anterior Palacio de Comunicaciones o de Correos, y lo transforma adaptándose a las nuevas necesidades de la ciudad. El edificio conoció su auge con la gran expansión de las comunicaciones (correo, teléfonos y telégrafos), si bien desde 2007 que se instala allí el ayuntamiento y sobre todo a raíz de 2011 que se convierte en un centro cultural para la ciudad de Madrid, responde a otro tipo de necesidades o demandas totalmente distintas a las originarias. En este sentido, podemos situar al edificio en la línea de otros, sobre todo europeos que comparten ayuntamiento y centro cultural, como el City Hall (Londres) , Palazzo Marino (Milán), la Rotes Rathaus de Berlin, o el ayuntamiento de París, entre otros. Ubicado en el corazón mismo del Paseo del Arte, que transcurre por el Paseo de la Castellana, se suma al recorrido de edificios de la importancia histórica tales como el Museo del Prado, la Biblioteca Nacional o el edificio del Instituto Cervantes (antiguo Banco de España). Destaca además de por sus dimensiones, por la torre que lo corona que sin duda constituye uno de los referentes visuales de la ciudad donde comparte escenario en las alturas con otros

emblemáticos como el Círculo de Bellas Artes (Antonio Palacios), o el edificio España (Joaquín Otamendi). De hecho, el mirador, como más adelante veremos, es uno de los espacios más significativos y potenciados en la actualidad.

2. Difusión del Patrimonio Para analizar la difusión que CentroCentro realiza del patrimonio que comparte, es necesario partir del hecho de que el edificio ha tenido siempre una importancia histórica y que es en sí mismo un Bien de Interés Cultural. Por ello, CentroCentro corre el riesgo de ver eclipsada su actividad, y de perder visibilidad, puesto que el atractivo del edificio es uno de los motivos por los que acuden la mayoría de visitantes. Desde que CentroCentro se ubica en el Palacio de Cibeles, se ha seguido una estrategia de difusión, que ha buscado cada vez más afirmar su identidad, como centro cultural, partiendo siempre del respeto al edificio. En la actualidad la difusión se realiza en torno a diversas líneas. Publicaciones Se vienen llevando a cabo desde fechas muy temprana, algunas incluso previas al nacimiento de la institución . Con motivo de la inauguración de CentroCentro, por ejemplo, se publicaron dos libros acerca del edificio. Estos llevaban por título Palacio Cibeles: El edificio y la ciudad, el primero; y Palacio Cibeles: nueva sede y espacio cultural para la ciudad de Madrid, el segundo. En ellos se introduce el edificio, se resalta y detalla como obra arquitectónica, además de recoger, entre otras cosas, los distintos proyectos que se presentaron a concurso. En los primeros momentos se publicaron también dos números de un periódico de CentroCentro que hablaban sobre todo del edificio.

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Visitas Guiadas En estos momentos son el activo más importante de CentroCentro en cuanto a difusión de su patrimonio. Las visitas comentadas onstituyen el pilar fundamental de su estrategia, puesto que son visitas diarias (varias a lo largo del día en algunos casos) y suponen un ejercicio de difusión constante. Se coordinan a través del departamento de mediación, dirigido a su vez por el departamento de actividades culturales.

3. Comunicación del Patrimonio CentroCentro ejerce una política de máximo respeto al edificio. Ya desde el comienzo, con las obras de remodelación por parte de Arquimática, se empezó a seguir esta línea, y desde siempre se ha pretende una mínima distorsión en la estructura. Si bien partiendo de esta base, hemos de destacar la progresiva tendencia por parte de CentroCentro a autoafirmarse como centro cultural independiente del edificio. Se está intentando ganar visibilidad, que no solo destaque el continente sino también el contenido. Ahora bien es esta una tarea que no resulta fácil como comentábamos anteriormente, se requiere de una gran habilidad para equilibrar y rentabilizar ambos potenciales (edificio e institución) al mismo tiempo sin perjudicar ni a uno ni a otro. CentroCentro comunica el valor patrimonial y la importancia del edificio en el que convive a través de los siguientes canales:

Talleres Se llevan a cabo con el fin de formar al ciudadano y de dar a conocer la función y papel del edificio en su ciudad. Hay una importante sección, educativa, desde la que se organizan talleres como Con C de Ciudad , que están dirigidos a familias (fin de semana) y sobretodo a escolares (entre semana). Mirador La gestión que de el mirador se hace es un punto a tener en cuenta. Es quizás junto a las visitas guiadas, lo más demandado por el público. Ubicado a 70 metros de altura, está siendo bastante potenciado por el centro y el hecho de que haya que pagar una entrada aparte supone un ejemplo de explotación directa del propio patrimonio.

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Escrita Supone como mencionamos anteriormente un medio importante de comunicación, ya sea mediante publicaciones, libros, o revistas porque permite llegar al público de cualquier manera y con muy pocas restricciones. También en formato digital, que está siendo cada vez más trabajado, en la web, encontramos un apartado entero en el portal principal dedicado a “La Sede”.


Oral Es un medio destacar, por la capacidad de divulgación , y porque podemos considerarlo el más fomentado por CentroCentro. De manera explicativa y formativa, a través de los talleres y las visitas guiadas, se pretende introducir el edificio a los ciudadanos y profundizar en la conciencia colectiva sobre el valor del Palacio de Cibeles. Tendrían cabida aquí también los debates y conferencias, que aunque por lo general versan sobre el concepto de ciudad, en ocasiones ponen el foco en la aquitectura y en el patrimonio ciudadano. Exposiciones Se trataría de un modo de comunicar, más visual, y que juega directamente con la participación del visitante.Algunas como la permanente “Palacio de Cibeles” comisariada por Arquimática proponen al visitante un recorrido por la historia del edificio. Otras, como “La Ciudad en Viñetas “ en la que cada dos meses un autor publica, en los paneles de la cuarta planta, su particular aproximación gráfica a los edificios, las personas y las historias que habitan la ciudad. O interesantes proyectos como “Smart City” que profundizan en el concepto de ciudadano y su relación con la ciudad.

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TERCERA PARTE

ANEXOS

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FICHA TÉCNICA PALACIO CIBELES

Propiedades Barrio

Barrio de JERÓNIMOS

Distrito

Distrito de RETIRO

Municipio

Municipio de Madrid

Posición en el mapa (UTM)

441.417,00 4.474.675,34

Fecha inicial

1904

Fecha final

1918

Superficie

44.084 m2

Otras denominaciones

Antigua Casa de Correos y Telégrafos

Actuaciones

: Antonio Palacios Ramilo , Joaquín Otamendi Machimbarrena : 1904 (P) 1905-1918 (O). Ampliación c/ Montalbán : Julián Otamendi Machimbarrena , Luis Lozano Losilla : 1934 (P) 1934-1945 (O). Restauración fachadas y torreón central : María Belén Isla Ayuso : 1996 (P). Adecuación sede municipal: Arquimática S.L. : 2007

Datos históricos Propiedad

Estado

Observaciones

Sociedad Estatal Correos y Telégrafos S.A.

Función

Administrativo/Institucional

Uso específico

En ejecución proyecto de adecuación para sede del Ayuntamiento de Madrid Museo Postal y Telegráfico: Lunes a viernes: 9 h. a 14 h. y 17 h. a 19 h. Sábados: 9 h. a 14 h. Domingos y festivos: cerrado

Actividades ajenas a uso principal Tipo de acceso

Libre

PGOUM Catalogación y Normativa Catalogación

Singular

Norma zonal.Grado.Nivel

1.5

Protección Patrimonio Histórico

BIC Declarado con Delimitación

Estado y visita Estado Exterior

Bueno

Interior, paramentos

Bueno

Interior, mobiliario

Bueno

Interior, objetos

Bueno

Visita

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Interés arquitectónico y/o urbano

Máximo interés

Exteriores

La fachada principal de gran monumentalidad con numerosos motivos decorativos Neoplaterescos y Art Decó

Interiores

La sala principal de transacciones en la que destaca las ventanas con vidrieras policormadas de estilo Art Decó


Remodelación

Colaboradores

David Márquez Latorre, Ángel Martínez Díaz, Francisco Martinez Díaz y Francisco Rodriguez de Partearroyo (Arquimatica) Julián Matía Sánchez y Faustino Ocaña Vázquez, (socios de Arquimática); César Carretero Pindado, Alfredo Calosci (maquetación de documentos), Luis Carretero Marco, Adolfo Núñez Endrino, Francisco Javier Sanz Gil, Adriana Lorenzo Gil y Mayte Barrios Peral, María Ángeles Montes Matienzo y Matilde Montes Matienzo

Elaboración de presupuesto

Lucinio Pérez, Alfredo Vilches y Fernando Vasco

Calculo de la estructura

Arquing y Schlaich Bergermann und Partner

Calculo de las instalaciones

Geasyt

Estudio acústico

García-BBM

Apoyo al diseño constructivo de carpintería Exterior

Arup

Constructora

Cibeles UTE (Dragados y FCC)

Estructura metálica

Anro / Cofema

Autor

Estructura de hormigón y Encofrados

Jigar

Cubierta patio de cristales

Lanik

Cubiertas planas

Gorusa

Cubiertas inclinadas de pizarra y chapa de plomo

PIzarrerias Bernardos P

Carpinterías abiertas de acero en fachadas exteriores

Foster

Carpintería de maderas en fachadas interiores

Carimtasa

Carpintería interiores

Ecoduero / Móstoles Carpintería

Ascensores

Otis

Soldados de piedra

Mamposterías y solados P

Instalaciones eléctricas e iluminación

UTE Cobra- Espelsa

Comunicaciones e audiovisuales

Telsa

Butacas

Figueras

Mobiliario y mamparas

Grupo Linea

Restauración de vidrios

Artevisa

Restauración de azulejos y fachadas interiores

Reval

Restauración de paves

Servineris

Movimiento de tierras

Ramón Vazquez

Albañilería y pladur

Anidoc y construcciones tena/ Maupin

Pintura

Pintura Ibarra

Ignifugados

Cisa

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BIBLIOGRAFÍA

Amón, S. Trazos, TVE, 1980. http://www.youtube.com/watch?v=jSEdg5mKv98 Armero, J. Antonio Palacios, constructor de Madrid. Ed. La Librería. 2003. Barthes, R. Mitologías. Madrid, Siglo XXI de España, 2005. Behamonte, A. Correos y Telégrafos. Ed. El Palacio de Comunicaciones, un siglo de historia. 2000. Domènech y Montaner, L. En busca de una arquitectura nacional en Renaixeça. Cuadernos de arquitectura. Barcelona, 1963. Nums 52-53, Segundo y tercer trimestre y en el catálogo del COAM 1981. Gener, P. Ruskin. Hispania nº 24. Barcelona, 15/Febrero/1900. Palacios Ramilo, A. Revista Nacional de Arquitectura.(1945), nº 47-48 Noviembre-diciembre. Pérez Rojas, F. J. Arquitectura madrileña de la primera mitad del siglo XX. Exposición Museo Municipal de Madrid. 1987. Rivera, E. Arquitectura y construcción. Nº 186, Enero 1908. Rodríguez, F. Concurso para el nuevo Ayuntamiento de Madrid en el Palacio de Comunicaciones: primer premio. Revista COAM. 2005, nº 340. Torres Balbás, L. Mientras labran los sillares, Arquitectura. Madrid, Sociedad Central de Arquitectos, Junio 1918, n. 1, pp. 31-34 (p. 33).

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